IMPLEMENTACIÓN Y SISTEMA DE LOS ASCENSORES DE VALPARAÍSO I. INTRODUCCIÓN Los ascensores o funiculares de Valparaíso son considerados actualmente parte importante del patrimonio industrial vivo en el mundo. Estos artefactos constituyen por si mismos un testimonio excepcional de Valparaíso, un icono por lo que la ciudad es reconocida en Chile y el mundo entero. Estructuras que hace más de un siglo revelan de la vida vertical e intrínseca del puerto, pintan los cerros con trazos de acero oxidado y por entre la cuidad se asoman tímidamente por los callejones. En la actualidad de los treinta y un ascensores y funiculares alguna vez operativos en Valparaíso, sólo están nominalmente en operaciones catorce, de los cuales un tercio se encuentran detenidos por fallas, reparaciones y/o mantenimiento. Se constata que a la fecha, solamente cinco ascensores y funiculares de la ciudad son incluidos en la zona protegida por el Estado de Chile en el contexto de sus obligaciones contraídas como signatario de la Convención de Patrimonio Mundial de la Unesco. Así es como hoy son considerados principalmente como un atractivo turístico y solo para algunos, un medio de transporte. Muy por el contrario, a finales del siglo XIX fueron creados como medio de transporte para la ciudad y su fuerte crecimiento poblacional. La oleada de inmigrantes europeos trajo consigo la creación de los ascensores y desde entonces han marcado y definido a la ciudad. 1. Objetivos de la investigación 1.1. Objetivo general: estudiar y comprender la historia del diseño como una realidad no cronológica. Como la relación de unidades discretas crean una nueva forma, estructura y mecanismo que responden a una necesidad. 1.2. Objetivo específico: comprender el origen de los ascensores de Valparaíso como medio de transporte urbano y como es que influyeron en la realidad social, económica, cultural y topográfica de ese entonces. II. MARCO TEÓRICO El primer funicular fue el Reisszug, un funicular privado que permitía el acceso a la Fortaleza de Hohensalzburg en Salzburgo (Austria). Su origen se sitúa sobre el 1495 o 1504 y, por entonces, se accionaba mediante la fuerza humana o animal. El primero creado para el transporte de pasajeros fue el de Dusino, Italia en 1861 y así le siguieron otros en Europa. fueron contabilizadas 1800 personas e incluso hubo que parar por falta de carbón. europeos, en su mayoría de ingleses, alemanes y franceses. A partir de ese día y hasta 1930, los ascensores se fueron instalando en distintos puntos de Valparaíso, según las necesidades de cada zona. Así por ejemplo, el ascensor Artillería, con capacidad para 50 personas, fue inaugurado el mismo año que la Escuela Naval en dicho cerro en 1893. El ascensor Panteón nació en 1901, para comunicar de forma expedita el plan con el complejo de los cementerios. Al surgir conjuntos habitacionales entre los cerros Barón y Polanco, son atendidos por el ascensor Barón, que se inaugura el año 1906. En los cerros frente al Almendral, el desarrollo de viviendas de origen humilde implicó un mayor flujo de personas hacia el plan, lo que fue cubierto con tres ascensores: Mariposas, Florida y Monjas, todos construidos a principios del siglo XX. Hacia el oriente existieron otros tres; Merced, Las Cañas y La Cruz, actualmente en desuso La comunidad europea se transformó en la elite económica y social de la ciudad, especialmente la comunidad británica, quienes se organizaron para transformar a Valparaíso en “la pequeña Londres”, crearon clubes, colegios y hasta un barrio exclusivo europeo, el “mount pleasant” o cerro Alegre. Fue el ingeniero Liborio E. Brieba Pacheco en 1882, quien llevó adelante el proyecto de instalar el primer funicular en Valparaíso, por iniciativa de la comunidad europea. Creó y fue gerente de la Compañía de Ascensores Mecánicos de Valparaíso y así el próspero Cerro Concepción tuvo funicular. El propio ingeniero y las autoridades de la época hicieron el recorrido en su inauguración oficial, el 1° de diciembre de 1883. Fueron transportados gracias a un sistema hidráulico a vapor. 1. Problemática Superadas las aprehensiones, la gente se volcó con entusiasmo a hacer uso del nuevo adelanto. En sus dos primeros días de funcionamiento Para la segunda mitad del siglo XIX Valparaíso se había convertido en el puerto principal de Chile, lo que gatilló la inmigración de un gran número de Pero a pesar de sus esfuerzos y alto rango social, la ciudad y sus características no respondían a sus necesidades y estándares de vida. Los esteros atravesaban casi toda la ciudad y durante las subidas transformaban las calles del plan y de los cerros en barreales. Además el principal medio de transporte urbano consistía en carretas y tranvías a tracción animal, popularmente conocidas como “carros a sangre”. Ambos factores representaban un grave problema para la clase burguesa, especialmente para la comunidad británica, ya que empañaba su afán de construir en Valparaíso la “pequeña Londres”. 2. Hipótesis Los funiculares o ascensores fueron la respuesta más eficiente a la necesidad de transporte de las diferentes comunidades y habitantes de Valparaíso. La verticalidad de la ciudad, la gran cantidad de quebradas y esteros, no permitían que los carros de tracción a sangre fuesen eficientes. Si bien los ascensores fueron incorporados como medio de transporte para la elite, implementados para los barrios exclusivos y como un mejoramiento en la calidad y símbolo de clase social, la satisfacción que provocaron y la eficiencia con que respondían a las características de la ciudad, impulsaron que los funiculares fueran instalados también en los barrios más populares. Diagrama de las cuencas hidrográficas que confluían al plan de la ciudad a mediados del s. XIX. El haber prescindido de la tracción animal, generar un medio de transporte constante, un mecanismo que ahorra energía, tiempo, espacio urbano, capaz de superar la topografía porteña y un sinfín de otras razones, hicieron de un medio inicialmente elitista, una necesidad para toda la población de Valparaíso. 3. Servicio El servicio se clasifica como medio de transporte urbano, su objetivo principal es trasladar personas desde un punto fijo a otro, el desplazamiento es inclinado y conecta un punto alto del cerro con sus faldas en el plan. Los ascensores de Valparaíso se clasifican como servicio privado, ya que desde su creación han pertenecido en su mayoría a particulares, propiedad municipal o concesionados, pero en todos, el servicio es pagado. 4. Sistema Cada ascensor de Valparaíso, por si solos y en conjunto, responden a la clasificación de sistema cerrado. Intercambiaban poco material o energía con el ambiente externo, además materia o combustible para sus motores, la única interacción con el exterior se daba en la fluidez de pasajeros. En la actualidad sigue siendo un sistema cerrado estructurado, donde los elementos y relaciones se combinan de tal manera, que presentan poca variabilidad. Este sistema de transporte significó un gran avance respecto a su antecesor, los carros de tracción animal. Lo que demora un ascensor es claramente eficiencia, su tiempo aproximado es de 2 minutos durante el recorrido y el hecho de que trace una línea recta de desplazamiento lo hace claramente recorrer la distancia más corta entre un punto y otro. Esa eficiencia también responde positivamente al compararlo con los medios actuales, como el microbús o locomoción colectiva, etc. Durante la segunda mitad del siglo XIX y luego de la incorporación de los ascensores, el sistema de tracción animal seguía funcionando, ambos se complementar para generar entre ambos un solo sistema, con la tracción animal recorriendo el plan y los ascensores para los cerros. 5.1. Formas de pago: sistema manual, de persona a persona, existe un torniquete o puerta giratoria para controlar la cantidad y el orden de pasajeros. Las cabinas de cobro están instalas a la salida o entrada del recorrido, es decir en los cerros o bien a los pies de estos. Hoy en día no existe relación, muy por el contrario, los medios de trasportes actuales representan la competencia directa, que si bien no son eficientes en distancia, tiempo y dinero, repuntan esta competencia debido al abandono y percepción urbana de los ascensores. Los recorridos son estáticos, la estructura es fija. Recorren desde los pies de cerro hasta metros debajo de la actual avenida Alemania y dispuestos en los que eran en ese entonces lo principales focos de población. 5. Rol de los ascensores en el sistema Los ascensores nacieron por la necesidad casi elitista de mejorar los estándares de vida de los europeos, su rol inicial fue mejorar la calidad del traslado, transformarse en un medio constaste y seguro. Su eficacia incentivo la aplicación del servicio en los demás cerros de Valparaíso, así fue como su rol de medio elitista fue opacado por el sentido del servicio. Los ascensores se transformaron en el eje principal del sistema de transporte, años después de su creación, tras la incorporación de los trolley buses, el sistema fue aún más eficiente. Mientras que los trolley buses cubrían el plan de la ciudad, los ascensores cubren la sección vertical o inclinada. Su relación se basó en el recorrido de los trolley buses en calidad de acercadores. 5.2. Tecnologías: el funicular es un conjunto de unidades discretas, la creación de mecanismos, materiales y la tecnología evolucionan divergentemente, el diseño las hizo converger y desarrollo el funicular, esta nueva unidad continua con la evolución e incorpora nuevas tecnologías o diseños . 5.3. Información: en la actualidad la información de los ascensores, responde a un fin turístico, ya que no existe relación directa con el sistema de transporte actual. 6. Valparaíso en la segunda mitad del siglo XIX. La Independencia significó la apertura comercial del país y su inserción en la economía capitalista. Este proceso benefició particularmente a Valparaíso, que a partir de 1830, se convirtió en el emporio comercial del Pacífico, debido a que los barcos mercantes que debían atravesar el Estrecho de Magallanes, encontraban en este puerto el lugar más seguro para almacenar y redistribuir sus mercancías. Asimismo, la estabilidad política del país presentaba condiciones favorables que facilitaron la instalación y actividad comercial de los extranjeros. Atraídos por estos factores, se asentaron cientos de extranjeros: alemanes, franceses, italianos y, principalmente, ingleses, quienes se dedicaron al comercio de importación y exportación, ya sea de forma independiente o como representantes de casas mercantiles extranjeras, desplazando rápidamente a los mercaderes nacionales. En breve tiempo, el mundo mercantil porteño se convirtió en el centro de un importante comercio que abasteció al Perú, Bolivia y el noreste argentino; a mediados de siglo, a California y Australia y, a partir de 1880, también al mercado salitrero del Norte Grande. De esta manera, Valparaíso se convirtió en el puerto estratégico de las comunicaciones ultramarinas entre Gran Bretaña, el Pacífico Oriental y el continente asiático. Dentro de este contexto se entiende el interés de los capitalistas británicos de establecer una línea de vapores en el Pacífico con sede en Valparaíso, que constituyó la base de una marina mercante nacional. A mediados de siglo XIX, Valparaíso se había convertido en la capital comercial y financiera del país. La ciudad fue el centro del mayor movimiento de capitales y el domicilio legal de la mayoría de las nuevas sociedades y compañías, como los primeros bancos, ferrocarriles, sociedades mineras e industriales, compañías de seguros y mercantiles. Asimismo, fue la sede de una emergente burguesía mercantil, donde destacaban las familias de mercaderes ingleses del Cerro Alegre. En 1860 don Juan Melgarejo desarrolló un programa de saneamiento que consideró el mejoramiento y limpieza de los cauces de las quebradas y esteros, encauzándolos, y el adoquinado de las calles principales de la ciudad. De este modo la consolidación del borde costero se produce en la Bahía de Valparaíso hacia 1885, cuyo principal aporte lo constituye la Av. Brasil entre Plaza Aníbal Pinto y Av. Argentina, la superficie incorporada en este espacio público, que alcanza a 6,3 hectáreas. Respecto al arte, se vio impulsado de forma manifiesta en la década de 1830. Pintores extranjeros destacados visitan el país y se integran como académicos en los diferentes centros de enseñanza de bellas artes. Entre otros artistas destacados se menciona al alemán Johann Moritz Rugendas y al francés Raymond Monvoisin. Posteriormente el gobierno inició su aporte en 1849, logrando la presencia en Chile del profesor italiano Alejandro Ciccarelli Manzoni, director de la Academia de Bellas Artes durante dos décadas. Thomas Somerscales, que pintó escenas de la Guerra del Pacífico y un gran número de cuadros con paisajes chilenos. A fines de siglo emergen los primeros pintores chilenos, entre los que destacan Ramón Subercaseaux y Onofre Jarpa. “Casucha de las Cuevas” Rugendas. 1850. 6.1. Impacto social: en un comienzo la población estuvo reticente durante la creación de los ascensores, pero luego de la puesta en marcha, la cara de la ciudad cambió. Para la época Valparaíso estaba sufriendo fuertes cambios, la sumatoria de las nuevas medidas higienistas, el adoquinado de las calles, encauce de los esteros y los ascensores. Todos cambios destinados a mejorar la calidad de vida de las personas, el caso particular de los ascensores que inicialmente fueron una medida elitista, impulso la creación de políticas sociales municipales. La implementación de ascensores en cerros con poblaciones en riesgo social, sirvió para generar en la ciudad una apariencia menos dividida, fue un pequeño paso para disminuir la amplia brecha social. 6.2. Impacto topográfico: los ascensores fueron construidos en las laderas de quebradas, hasta ese entonces no habitadas, aprovechaban las quebradas más regulares y con menor inclinación, se construyeron casteas y casas para las maquinarias y recepción. Valparaíso estaba constituido por bosque esclerófilo (siempre verde), arboles endémicos como la palma chilena, pero ya para la instalación de los ascensores ese bosque se había reducido a pequeños relictos o jardines. Al instalar los ascensores el impacto ambiental y topográfico no fue significativo. 7. Infraestructura III. CONCLUSIÓN Los ascensores aparecían para los barcos que se acercaban a puerto, para la gente que admiraba desde los cerros y desde el plan, estructuras y rieles de acero aparecían como protagonistas en la verticalidad de Valparaíso. Para un Valparaíso en crecimiento y cuna de la nueva clase burguesa mercantil, los ascensores fueron un factor clave en el crecimiento económico, social y cultural de la ciudad. Si bien las casetas se encontraban camufladas por la ciudad, era característico encontrarse con ellas por los callejones y escaleras, como puntos sorpresivos del andar, mientras que la estructura de los rieles y carros aparecían imponiéndose en el paisaje, eran quiebres a la arquitectura mayoritariamente inglesa y para los edificios colindantes un zumbido característico al pasar los carros. Otorgaron una mejora en la calidad de vida de la clase burguesa y se trasformaron en el medio de transporte más eficiente de aquel entonces. Ambos factores incentivaron la creación de políticas públicas y así la implementación del mismo sistema en las demás poblaciones de los cerros de la ciudad. No solo respondieron las necesidades de transporte, sino que gatillaron la implementación de otros medios como los trolley buses. Esto fue también un punta pié inicial a crear otras medias y políticas sociales que disminuyeran la amplia brecha entre los estándares de vida de las clases sociales de la época. Hoy en día los ascensores brindan a Valparaíso este aire único y mágico, como detenido en el tiempo, aire que perciben los visitantes y tienta a dejarse envolver por la ciudad. “Estudio a un medio transporte urbano” Presentación 2º Diseño Industrial Karina Pinto 23/5/2011