Más allá del Rin: La República de las Dos Naciones. 1569-1795 Octavio Spíndola Zago1 El mundo capitalista neoliberal cristiano occidental ha construido sus bases sobre una adicción fetichista a la memoria y la historia; han siempre invertido importantes cifras a conocerse y conocer a quienes les rodean, especialmente si existen intereses de sometimiento o colonización de por medio, poder manipular el pasado en función de 1 sus proyectos futuros es la cualidad intachable de sus intelectuales y políticos. Sin embargo es impresionante el vacío historiográfico y la abismal ignorancia de Occidente respecto de las dinámicas en el noreste de Europa y más allá. Los siglos de la llamada Época Moderna fueron fundamentales en la construcción teórica y práctica de los modelos políticos, económicos y socioculturales aún vigentes en nuestros días –en crisis, indudablemente-. Mientras la Europa del oeste se lanzó a una serie de guerras y reinvenciones armadas en busca de un sentido para sus caminos como Estados-Nación en vías de construcción y consolidación imperialista, lo que hoy conocemos como la región eslava –Polonia, Ucrania, Lituania y Bielorrusiahabía logrado incubar uno de los proyectos de nación más impresionantes y avanzados para su tiempo: la República de las Dos Naciones. La también llamada Mancomunidad Polonia-Lituania nació tras la caída de los reyes que unificaron la región, la dinastía Jagellón, y fue la herencia de Segismundo II Augusto. Tras su muerte el interregno de tres años dio pauta para el fortalecimiento de la szlachta (nobleza), se reformaron los estatutos para establecer la primera monarquía 1 Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Facultad de Filosofía y Letras, Colegio de Historia. Historia del Mundo Moderno, Dr. Miguel Ángel Burgos Gómez, Septiembre 2014. electiva y asegurar la tolerancia religiosa en el marco de una Europa enfrascada en disputas católicos-protestantes-judíos-musulmanes. El Sejm (parlamento) se tornó la verdadera autoridad en la República, muestra es la frase del canciller: Jan Zamojski “el rey reina, pero no gobierna”, el monarca debía negociar con los nobles y respetaba el liberum veto –derecho de un diputado a oponerse a la mayoría-. Otra cualidad de este reino fue su capacidad de regionalización, es decir, la consolidación de un relativa autonomía para las provincias, a su vez las clases campesinas y obreras podían apelar a la rokosz (derecho a rebelarse contra las decisiones violentadoras del rey). Todo esto –antecedentes de la primera constitución del mundo- resulta más que interesante en un contexto de centralización absolutista y expansionista. La República2 resistió los intentos expansionistas venidos del Imperio Ruso, del Imperio Sueco, el Kanato de Crimea y el Imperio Otomano; mientras realizaba anexiones territoriales y lograba dominar una de las más importantes zonas hasta la 2 fecha. Este trabajo se propone analizar la historia de la República de las Dos Naciones y localizar los orígenes de la Polonia, la Ucrania y la región eslava modernas, así como sus aportes a la construcción del Estado-Nación moderno y al proyecto de la Unión Europea, así como vislumbrar el actual estado de tensión en esa región. I. La construcción de la región: Las oleadas medioevales 3 El medioevo occidental se caracterizó por la feudalización vasallática, la consolidación de una monarquía “nacional” dinástica siempre rivalizando y en constante tensión con el poder papal y los Estados Pontificios, el fortalecimiento de las aristocracias regionales y locales, la incisión entre campesinos de gleba atados a la tierra, de los gremios de artesanos y los mercaderes como clases diferenciadas, la reactivación de rutas comerciales navales y continentales, el intercambio cultural y la “unidad cristiana” 2 Para una amplia definición de la monarquía constitucional y la república característica de la mancomunidad de las Dos Naciones véase Sanford, Georg. Gobierno democrático en Polonia: políticas constitucionales desde 1989. Palgrave Macmillan. Reino Unido, 2002. 3 Para abundar en el tema véase Spíndola Zago, Octavio. La Segunda Oleada: Los pueblos del horizonte y el sistema medieval. 2014. (Inédito). introducida por las ordenes regulares y seculares. Su desarrollo se vio afectado por dos movimientos de signo y duración completamente opuestos. De un lado, el Drangnach Osten, la marcha alemana hacia el este iniciada en el siglo XII por Alberto el Oso de Brandenburgo y Enrique el León de Sajonia, y aunque no contó con el apoyo imperial, sí con el de las noblezas y caballeros locales. Conquista, cruzada y colonización marcharon de la mano amplificando la influencia y poder germánico sobre el Báltico. En un segundo sentido, la invasión mongola de mediados del siglo XIII desenvocó en la conmoción de los cimientos de los reinos de la periferia oriental de Europa.4 Mientras la Primera Oleada de invasiones (siglos IV-VI) fueron, de alguna forma, paralelas y provenientes casi siempre del mismo punto geográfico del horizonte –lo que favoreció el diseño y aplicación de una estrategia defensiva, que terminó, evidentemente, fracasando, pero resistió un tiempo-, las de la Segunda Oleada fueron convergentes: llegaron de todas partes a una Europa aturdida, que no sabe por qué 3 flanco defenderse de estos pueblos bárbaros.5 Los estados orientales y del norte de Europa no encuentran sus raíces en la Europa cristiana occidental, sino en esas invasiones coyunturales acontecidas entre los siglos XIII y XV provenientes desde el Cáucaso y las estepas de Mongolia. Estos pueblos se instalaron al norte en la Región de los Lagos y los Montes Escandinavos, al oriente en las llanuras entre los ríos Vístula y Dnieper; se mantuvieron por algunos momentos aislados y en otros entrelazados a las dinámicas feudales occidentales, pero eventualmente todos ellos vivieron procesos de hibridación que constituyeron nuevas estructuras muy particulares para cada escenario. Para el caso de los eslavos, su presencia se cristalizó con el nacimiento de Polonia como reino feudal, iniciado con el aglutinamiento del poder en manos de la familia Piast con Mieszko I (962-992), invistiendo a Poznam como capital de su principado. Su sucesor Boleslao I se erigió como el segundo rey de la dinastía, pero el Imperio Germánico, temiendo la formación de un paneslavismo en su frontera oriental 4 García de Cortázar, J.A.; Sesma Muñoz, J.A. Historia de la Edad Media. Una síntesis interpretativa. España, Alianza Editorial, 2006. pp382-383. 5 Véase Musset, L. Las invasiones: El segundo asalto contra la Europa Cristiana. Barcelona, Editorial LABOR, 1975. que amenazara eventualmente con estallar, se aseguró de controlar el título por una centuria –imponiendo a los titulares de la regencia y las condiciones para su gobierno.6 En 1135 se instituyó el seniorado en Polonia: el miembro más antiguo de los Piast se erigía Gran Duque de Cracovia y el resto de los parientes regía los Ducados. Este sistema favoreció en gran cuantía para fortalecer las noblezas locales y minó la posibilidad de cualquier centralización, como contrarespuesta a las presiones húngaras y alemanas. Sin embargo, la verdadera amenaza provenía de la frontera oriental y la Polonia pre-feudal no resistió las coerciones de los príncipes rusos y los caballeros teutones Finalmente, hacia 1241, las hordas mongolas arrasaron el país eslavo.7 4 6 7 Gieystor, Aleksander. Un milenio de historia de Polonia. Varsovia, Ediciones Polonia, 1961. García de Cortázar… op. cit. pp384-385. Con la lenta recuperación vino el ascenso de Polonia, emprendida por Casimiro III el Grande (1333-1370), último monarca Piast. Tras el interregno Anjou –que duró cerca de un siglo- la Casa Jagellón tomó la Corona polaca con Ladislao II (1434-1488) que uniéndose con su primo Witold, Gran Duque de Lituania, hicieron frente a los teutones en 1410; pero el verdadero logro vino cuando Casimiro, Gran Duque de Lituania desde 1440 y Rey de Polonia desde 1447, somete Prusia como feudo polaco. El descenso no tardó en llegar, con Segismundo I el Viejo (1506-1548) y Segismundo II Augusto (1548-1572) la anarquía eferveció y la separación lituano-polaca no tardaría en ser tema de discusión en las mesas.8 Como lo señalan Ruggiero Romano y Alberto Tenetti, lo que verdaderamente interesa, para estudiar a los eslavos, es la falta de unidad de sus fronteras, la masa territorial que desde dinastía de los Jagellón se ocupaba era suficientemente importante. ¿Qué hicieron los reyes eslavos antes este problema? “El verdadero defecto de la monarquía polaca fue que, frente a las Dietas provisionales y más aún en la Dieta general, 5 no accedió nunca a un poder político suficientemente sólido”9 y por lógica nunca existió una unidad geográfica subordinada a una entidad central, similar a lo que ocurría en la Europa Occidental. Lituania10 y Ucrania, las actuales naciones que antaño conformasen el Gran Ducado, no distan del caso polaco. La primera tiene sus raíces en los eslavos, fueron sometidos también por los mongoles y finalmente se aliaron a los polacos; la segunda fue ocupada en el siglo IV con los godos en su camino a Roma, después pasó al poder de los hunos y finalmente el territorio fue siendo partido por los búlgaros, los jázaros, los 8 Romano, R.; Tenenti, A. Los Fundamentos del Mundo Moderno. México. Siglo Veintiuno Editores, 1992.pp55-57. 9 Ibíd. p55. 10 Gran Ducado perteneciente a Polonia, con 150 lenguas de largo y 100 de ancho. Los principales ríos son el Niemen, el Pripeoz y el Boug. Los naturales son grande comedores, y los comparan con un animal propio de este país y de la Moscovia, llamado Rossemutza por ser inútil y tragon. Las gentes rústicas son más miserables que en Polonia. No observan domingos ni fiestas, y quando se les reprehende, responden: que es menester comer los domingos como los demás días. Se divie en 8 Palatinados: Troki, Minski, Novogrodeck, Brzescia, Wilna, Miscilau, Vitepski y Polotzsk. Echard, Laurence. Diccionario Geográfico Universal que comprehende la descripción de las quatro partes del Mundo. Madrid, 1815. (Tomo 3). pp.85-86. eslavos, y posteriormente por los tártaros de Crimea –arribados a la península hacia el 1200.11 Cuando se fundó la Rus de Kiev en Nóvgorod en el año 860, que posteriormente se trasladó a la ciudad homónima, se unieron varias tribus eslavas orientales, finesas, magiares y jázaras12 coronando como Gran Príncipe al fundador de la Casa Rúruka, Askold y Dir (842-882).Con Vladimiro el Grande (980-1015) la Rus adoptó oficialmente el cristianismo ortodoxo griego.13 Tras el periodo de inestabilidad de 1132 a 1240, desatado a partir del Consejo de Liubech celebrado en 1097 en medio de las rivalidades regionales y cuya solución fue dividir la Rus en principados14, la Rus fue forzada a aceptar el señorío de la Horda de Oro bajo los mandatos habidos entre el de Miguel de Chemígov (1241-1243) y el de Teodoro de Kiev (1331-1362). La Batalla de las Aguas Azules acontecida en otoño de 1362 enfrentó al Gran Ducado de Lituania y a la Horda de Oro por el control de la rus y, de acuerdo a Robert Auty y Dimitri Obolensky, el triunfo aplastante fue para el Gran Duque Algirdas (1345- 6 1377), y las fronteras lituanas no sólo se expandieron hasta encontrar salida al Mar Negro sino que se toparon directamente con el poderoso Principado de Moscú. A partir de ese momento el Gran Duque de Lituania impondría un protectorado y designaría a los príncipes de Kiev, desde Vladímiras Algirdaitis (1362-1394) hasta Simonas Olelkaitis (1454-1471). Después de éste reinado, el Principado de Moscú recuperó el control de Kiev.15 Los caminos de estos pueblos se vieron entonces fundidos en uno sólo, el de la nación que nació de la fundición del Gran Ducado de Lituania, la Rus de Kiev y el Reino de Polonia: La República de las Dos Naciones, también denominada Mancomunidad Polaco-Lituana por algunos autores. 11 Wydner, Bruce. The History of Money, Part 2. 1982. p.13. Mientras las primeras dos provienen de las estepas del este de Asia, las últimas son de origen turco, evidenciando la heterogeneidad imperante en territorios hoy sumamente geoestratégicos y políticamente dispares. 13 Véase Crónica de Néstor. Recuperada de http://hudce7.harvard.edu/~ostrowski/pvl/. 14 Berend, Nora. (ed.) Christianization and the Rise of Christian Monarchy. Cambridge, Cambridge University, 2007. 15 Auty, Robert; Obolensky, Dimitry. An Introduction to the Russian History. Cambridge, University of Cambridge, 1976, pp.81-95. 12 II. La República de las Dos Naciones Confinada por el oeste con el mar Báltico, el Brandemburgo y Silesia; por el sur con Hungría, Transilvania, y Moldavia; y por el norte y el este con los Estados de Rusia. Se dividió en tres grandes partes que son la Gran Polonia, la Pequeña Polonia y el Gran Ducado de Lithuania, y cada una de estas parte se divide en muchos palatinados o ziemias (provincias). Su gobierno era una monarquía aristocrática donde elegía la nobleza al Rey, cuyo poder limitaba mucho por el Pacta Conventa (Capitulación) establecido al tiempo de la coronación. Imperó el feudalismo y el sistema de vasallaje de la tierra. Su ejército resultó de la coalición del lituano y el polaco, con importantes innovaciones en materia armamentista: la formación profesional de una caballería pesada. Su fuerza naval fue prácticamente escaza, al carecer la República de ambiciones expansionistas al norte, sin embargo no inexistente, al requerir efectivos para proteger las fronteras de los ataques de Suecia.16 7 Los polacos, escribía Laurence Echard, son robustos, de mediano cuerpo, valerosos, grandes comedores y bebedores, hablan casi todos latín y eslavo, impera en ese reino la Religión Católica y en algunos obispados se usa el Rito Griego. Produce este Reino parte de lo que necesitan para su subsistencia. Cracovia es la Capital, y Warsovia la residencia más ordinaria de sus Reyes.17 Entre 1374 y 1572 se había dispuesto que la corona del Reino de Polonia no se heredara sino que los aristócratas eligieran al sucesor, siempre que los candidatos sean nobles de la familia real. El primero elegido por este medio fue Luis I de Hungría (13701382), sucedido por Santa Eduviges I de Anjou-Hungría (1384-1399). El esposo de Eduviges, Vladislao II de Lituania, sucedió a su esposa en la corona del Reino de Polonia, y así la dinastía Jagellón tomó el poder, que no dejaría hasta el último rey elegido por la democracia de los nobles, Segismundo II Jagellón (1575-1587).18 16 Véase Plonkhy, Serhii. The origins of the Slavic Nations: Premodern identities in Russia, Ukraine and Belarus. Cambridge, Cambridge University Press, 2006. 17 Echard, Laurence. op. cit. (Tomo Tercero). p.52. 18 Véase Gieystor, Aleksander . op. cit. ¿Por qué dejar la corona en manos de húngaros y de una casa con tradición siciliano-napolitana19? Es un error creer que el oriente fue autónomo e independiente respecto a las naciones del oeste, muestra de ello son los cargos regentes de Gran Duque, Rey, etc., designados y ratificados por el Sacro Emperador Romano Germano. Al carecer de tradición noble y cristiana, el Imperio designó a una casa vecina para reinar y fijar las raíces de una sólida monarquía que, sin embargo, no llegara a amasar el suficiente poder para enfrentársele en algún momento. A este característico gobierno protodemocrático se le suma un elemento importante: desde 1456 el Rey era obligado a consultar con los gobiernos locales los asuntos trascendentales como la guerra, las reformas y la economía. Jan I Olbracht (1492-1501), fue el primer monarca que, en 1493, convocó al Parlamento (Sejm) para asegurar la voz del pueblo en los asuntos de Estado. Dentro del Parlamento, los nobles (szlachta) podían oponerse a las decisiones de la mayoría a través del ejercicio pleno de la libertad individual, el Liberum Veto, solicitando un plazo, una consulta a los 8 gobiernos locales o incluso la mediación del rey.20 En 1572 se celebraron las primeras elecciones libres para elegir un sucesor al trono resultando electo Henry de Valois21 (1572-1573), venido de Francia, a cambio de efectivos militar contra Rusia, mediación diplomática con el Imperio Otomano y apoyo financiero. Henry, en el marco de una Europa absolutista y cuyas monarquías profesaban una ferviente religiosidad discriminatoria y persecutora de quienes no 19 Casa Anjou: Dinastía nacida con el conde de Anjou Fulco III el Negro (987-1040). Cuando Fulco V (1109-1129) contrae nupcias con la única hija de Balduino II (1118-1131), Melisanda, dejó Anjou para reinar sobre Jerusalén y fundar la segunda rama de la Dinastía, que desaparecía tras la toma de Acre en 1291. Godofredo, hijo mayor de Fulco I de Jerusalén, V de Anjou, contrajo nupcias con Matilde y reinó durante el periodo de Anarquía Inglaterra, siendo nombrada su casa Anjou-Plantagenet, enfrentándose continuamente a Esteban de Blois, hasta que el Tratado de Westminster reconoció la corona para este último, sucedido por Enrique II de Inglaterra. La segunda línea dinástica Anjou rigió Inglaterra hasta 1399, siendo sucedida por la rama secundaria de Lancaster (1399-1461) y finalmente por la de York (14611485), cuando los Tudor (descendientes de las casas secundarias de Plantagenet) tomaron el poder. La última rama de la casa Anjou fue la que gobernó Sicilia y Nápoles desde Carlos I (1266-1285) hasta Juana I de Nápoles (1343-1382), con los nietos de Carlos la dinastía se dividió en Anjou-Durazzo, AnjouTarento y los que gobernaron el Reino de Polonia y los primeros años de la República de las Dos Naciones, los Anjou-Hungría. 20 Véase Dvornik, Francis. The Slavs in European History and Civilization. New Jersey, Rutgers University Press, 1962. 21 Para abundar en el mandato de éste monarca véase Lévy Freres, Michel. Henri de Valois et la Pologne en 1572 par le Marquis de Noailles. Tome troisième, documents et pièces justificatives. Paris, Libraires Éditeurs, 1867. comulgaran la misma doctrina, decretó la tolerancia religiosa y la aceptación de las minorías, resultado del impacto de la Reforma Protestante que convulsionó el gobierno. En una Polonia fervientemente católica, la nobleza aristocrática adoptó el protestantismo para poder encajar con las noblezas europeas, mientras la baja nobleza, también llamada “nobleza del pueblo” se mantuvo católica, para mantenerse cercanas a las clases bajas de Polonia, mientras tanto los judíos controlaban el comercio y numerosos musulmanes se desempeñaban en funciones académicas22. En 1573, tras la muerte de Henry, los representantes de las principales religiones polacas se reunieron en la Confederación de Varsovia para expedir una ley sancionada por el Sejm obligando a imperar un estado de respeto, tolerancia y apoyo mutuo; con su promulgación, en el contexto de una Europa que estaba expulsando judíos, la República se convirtió en un foco receptor de los abrahamidas23 y en un lugar de convivencia pacífica en materia religiosa.24 2 9 22 Cfr. Watson, Peter. Ideas. Historia intelectual de la humanidad. Barcelona, Crítica, 2008. pp.503-532. El legado papal en Cracovia, el Cardenal Hosius, tras la jura de la libertad religiosa, desdeñó: “Este país se ha convertido en un refugio para los herejes”. 24 Ludowski, Jerzy; Zawadzki, Hubert. A concise history of Poland. Cambridge, Cambridge University, 2001, pp.63-75. 23 El papel fundamental para lograr un modelo político tan sui generis no lo desempeñaron los monarcas, sino Jan Zamojski, un szlachta polaco cercano a la corona desde su nombramiento como Secretario Real en 1566 y reafirmado como Gran Hetman (Segundo comandante del ejército) en 1581. En 1587 apoyó el bando de los nobles que buscaban coronar a Segismundo III de la Casa Vasa 25, rey de Suecia, contra los magnates pro-Habsburgo.26 Con su obra De senatu tuo (1563) sentó las bases para aplicar los principios constitucionales de la República Romana a la Mancomunidad, en la década de los setentas publicó su panfleto Modus electionis donde proclamaba la necesidad de reformar la República para asegurar las relaciones comerciales, el gobierno constitucional parlamentario, el poder de los nobles y la solides de los gobiernos locales, también conocido como La Libertad Dorada o Mancomunidad de los Nobles. En palabras del propio Zamojski, en la República de las Dos Naciones “el rey reina pero no gobierna” 27 , concepto actualmente habitual para explicar las monarquías democráticas, pero revolucionario para su momento histórico. 10 Los szlachta salvaguardaron, mediante la Mancomunidad, su poder político, las rutas comerciales y un imperante estado de paz; abundemos en estas tres características. Ya ha quedado explicado cómo las noblezas locales y la aristocracia impusieron en todo momento su voluntad frente a la de los reyes mediante el aparato administrativo y el marco legislativo –que llevó a la aprobación de la primera 25 Casa Vasa: Dinastía de Origen sueco nacida con la coronación de Gustavo I (1521-1560) y desaparecida con la abdicación de Cristina (1632-1654), hija de uno de los ganadores de la Guerra de los Treinta Años, Gustavo II Adolfo (1611-1632). El Sejm eligió a Segismundo III para reinar cobre la República, por su calidad de católico perdió la posibilidad de heredar Suecia y así la casa de partió en la rama mayor católica y la menor protestante, Juan II (1648-1668) sería el último monarca polaco de esta dinastía, sucedido por Miguel Korybut Wisniowiecki primer príncipe polaco elegido tras varios nobles extranjeros. 26 Casa Habsburgo: Originaria del condado de Habsburgo , en el ducado de Suabia (actualmente Suiza), se hizo con la corona del SIRG de manera intermitente a partir de la entronización de Rodolfo I (12731291) como Rey de Romanos, hasta la elección de José I (1705-1711). El momento cúspide de su poder se vivió en tiempos de Carlos V (1520-1558) al ver bajo su mandato los territorios del Imperio Romano Germánico, Castilla y León, Aragón, Navarra, Portugal, las Indias, Nápoles, Sicilia, Países Bajos, Borgoña y Austria. Después de asignar las tierras austriacas a su hermano Fernando I (1558-1564) la dinastía se fraccionó en dos ramas: la española (desaparecida con la llegada de los francos Borbones) y la austriaca (cuyo poder se perdió con el la renuncia y exilio en 1918 de Carlos I de Austria y IV de Hungría). 27 Gella, Aleksander. Development of Class Structure in Esatern Europe: Poland and Her Southern Neighbors. Albany, State University of New York, 1988. pp.13-28. constitución europea el 3 de mayo de 1791. La población votante representaba el 10% de la República, mientras en la monarquía constitucional francesa era apenas el 1% y en la parlamentaria británica la cifra rosaba el 3%. A nivel interno el Sejm dividió administrativamente a la República en ziemias y vojvodados, provincias regidas por gobernadores nobles herederos de esas tierras y ratificados en los cargos por el Sejm. El mapa 3 muestra las 31 provincias que constituían la mancomunidad hacia 1619, sin embargo el espacio jamás fue estático, las fronteras externas, como veremos, sufrieron continuos desplazamientos a causa de invasiones y presiones, y a nivel interno las disputas entre nobles llevaban a desdibujar y mover los trazos. 3 11 La República de las Dos Naciones formaba parte de la importante ruta de capitales, telas y manufacturas controlada por la Liga Hanseática28, una confederación que reunió a las ciudades del norte de Alemania y varias de la región de los países bálticos, bajos, sueco, polaco y ruso. Su origen se remite a la conformación de gremios en ciudades fundadas al norte del continente –en su mayoría por vikingos- con el fin de activar una ruta alterna al Mediterráneo y donde el poder político estaba en manos, principalmente, de burgueses.29 Fue fundada con motivos defensivos entre Hamburgo con Lübeck (1241) y Bremen (1249).30 El hecho de formar 4 parte de una compleja red de puntos comerciales y un continuo tráfico de capitales, 12 cambios mercancías y puede explicar, por una parte, la imperativa necesidad de legislar en favor de la tolerancia religiosa; a su vez la República permitió en su circulación mercado de la una numerosa cantidad dispar 28 Cuando los otomanos tomaron Constantinopla y cerraron el tráfico mediterráneo a Oriente, quedó abierta una ruta comercial importante: la del Báltico. La península danesa –de donde eran originarios los anglos- fue desde el tiempo de las invasiones vikingas la puerta entre el norte y el sur de Europa. La Liga Hanseática pasó a controlar el verdadero mercado europeo y generó The Free Enterprise System, The Law of Merchant –para regular las transacciones de los distintos reinos y comerciantes, monedas y religiones-, la tradición de las cortes reguladoras y administradoras, de corte vikingo, donde se reunían embajadores de todos los reinos del norte. Wydner, Brruce. op. cit. pp. 9-17. 29 Dollinger, P. The German Hansa, California, University of Standford, 1970, pp.35-39. 30 Villar García, M.B.; Pezzi Cristóbal, P. (Eds.). Los extranjeros en la España Moderna. Actas del I Coloquio Internacional celebrado en Málaga del 28 al 30 de noviembre de 2002. Málaga, Gráficas Digarza Editores, Tomo II, 2003, pp.527-528. de monedas y papeles-moneda31, sin embargo no existe evidencia –al menos en las escazas fuentes que se logró reunir- de la fundación de una banca financiera o mercantil que regulase los asuntos comerciales, por lo que probablemente eso era competencia directa del Sejm, de los comerciantes o de la Corte de la Hansa. Sin embargo, a pesar de toda la diversidad y los avances en el sistema político que regía e este estado, no dejó de ser una meta-nación integrada por tres naciones distintas que jamás lograron unir sus sentimientos nacionalistas. La República de las Dos Naciones era regida, en su mayoría, por los polacos, evidencia de esto la lengua oficial era el polaco, los idiomas culturales-políticos eran el polaco y latín; las lenguas de las clases bajas era el ruso y el lituano. Además el reino reconoció el alemán para las relaciones exteriores, el ruteno –una lengua rusa occidental principalmente hablada en la región ucraniana del Gran Ducado-, el hebreo y el armenio; pero se negó a reconocer las lenguas de las “minorías” étnicas como el italiano, el árabe y algunos dialectos bálticos. Hacia el siglo XVII –señalan algunos historiadores polacos- el francés 13 empezó a controlar las cortes de Varsovia, pero nunca fue reconocido por la corona o el Sejm. La prosperidad económica que gozó durante el siglo XVI y parte del XVII se debe además de a la tolerancia religiosa y a impedir que el rey controlara el mercado, a la calma imperante entre todos los szlachta, derivada del sarmatismo, una filosofía de vida basada en la creencia de que los nobles polacos descendían delos antiguos sármatas, pueblo iranio descrito por Herodoto caracterizado por su bravura –muy similar a los caballeros medievales en el occidente europeo. Así, las familias nobles apelaban a su pasado invencible y glorioso frente al extranjero, y comulgaban con las ideas de igualdad y solidaridad mutua, bases de la Libertad Dorada y la idea de la República como el verdadero bastión de la cristiandad, no los ortodoxos rusos ni los protestantes suecos ni germanos.32 En el arte imperaron los retratos de ataúd octogonales o hexagonales con un estilo barroco, los estilos arquitectónicos góticos con una decoración de estuco en las bóvedas y abundantes en detalles de madera de pino, abeto o alerce. Los poetas, 31 Wydner, Brruce. op. cit. pp. 18-19. Véase Janowski, Maciej. Polish Liberal Thought before 1918. Budapest, Central European University Press, 2004. 32 historiadores y escritores sarmatistas como Hieronim Morsztyn (1581-1623), Jan Andrzej Morsztyn (1621-1693), Wespazjan Kochowski (1633-1700) y el tardío Adam Mickiexicz de Poraj (1798-1855), daban a sus obras una función propagandística con el fin de inmortalizar las hazañas y gestas de los antepasados y las grandes familias aristócratas.33 La literatura polaca de los siglos XVI y XVII abunda constantemente en los beneficios y las bondades del sarmanismo, los ilustrados polaco-lituanos y ucranianos criticaron duramente este pensamiento, rescatado por los románicos y los positivistas intentando alzar la moral de la resquebrajada Polonia ensoñando esa Época de Oro. La historiografía polaca tiende a ser blanda con sus críticas, mientras las otras dos reconocen sus buenos principios al inicio pero señalan tajantemente una depravación interna que llevó a los sarmatistas a promover intolerancia, fanatismo y cerrazón. 34 Los lituanos criticaron duramente la República desde su fundación con la Unión de Lublin signada el 1 de julio de 1569, la historiografía lituana ha insistido en remarcar 14 el carácter “polaquizante” del gobierno y la ausencia de un nacionalismo unificado ante la fortalecida presencia de múltiples nacionalismos regionales. III. Relaciones fronterizas y Reinos vecinos El siglo XVIII se llevó consigo a la nación antaño imponente, Rusia, Prusia y Austria se repartieron gran parte del territorio y asfixiaron la estructura política a manera de mantener el dominio sobre Polonia, una mancomunidad debilitada debido a pugnas internas que abrieron las puertas a las ambiciones externas. Lo único que quedó de la Polonia libre fue la República de Cracovia, constituida con autorización de los invasores en 1815; para 1846 la Casa Habsburgo unificó la Polonia libre encarnada en la República de Cracovia y los territorios austriacos. No es hasta 1918 que logra proclamarse la Segunda República Polaca que rápidamente lograría restituir las instituciones de la República de las Dos Naciones, pero siempre influenciada por potencias extranjeras como Francia, Prusia, Rusia y Austria. 33 Véase León Manzanero, Ana. El drama romántico polaco, Pontevedra, Mirabel Editorial, 2006. Véase Gajl, Tadeusz. Herby szlacheckie Rzeczypospolitej Obojga Narodów. Gdansk, Wydawnictwo L&L, 2003. 34 ¿Cómo fue que el mayor reino de la Europa moderna pasó a ser uno de los más insignificantes territorial y políticamente hablando? Para responder a esta pregunta debemos concentrarnos ahora en analizar grosso modo las relaciones exteriores y sus consecuentes desplazamientos fronterizos. Al noreste, el paso de las rutas comerciales del Báltico por territorio mancomunado llevó a establecer misiones diplomáticas entre la República y la Liga Hanseática a partir de la segunda mitad del siglo XIV y hasta entrado el siglo XVII, los cónsules embajadores de la Liga solían reunirse con las autoridades de la República en la ciudad de Varsovia al menos dos o tres veces al año en épocas de ferias, para salvaguardar los intereses comerciales y asegurar el estado de paz y cooperación regional transfronteriza.35 Sin embargo al este situación era diferente, los cosacos36 ucranianos de la región de Zaporiyia al mando de Atamán Bohdán Jmelnytsky, y aliados de los tártaros37 del Kanato de Crimea38, se rebelaron entre 1648 y 1654 contra el dominio de los szlachta y 15 la República, el ejército debió enfrentar a los rebeldes apoyados por campesinos, burgueses, la Iglesia Ortodoxa y la pequeña nobleza local –que se habían unido con el fin último de crear un estado cosaco autónomo.39 El zarato ruso40 acudió en ayuda de 35 Cfr. Kellenbenz, Hermann. “Relaciones comerciales entre Alemania y la costa oriental de España (Fines de la Edad Media hasta el siglo XVIII)”. Estudis: revista de historia moderna, 1988, No. 14, pp. 245-261 y Trojaner de Sá, Carlos Augusto. “As relações entre Dinamarca e a Liga Hanseática” Revista Historiador Especial, 2010, No. 01, pp.113-120. 36 Pueblos situados en los confines del este europeo. Los kosakki-sa-Porovi habitaban en las márgenes del Borísthenes y se aliaron en 1562 con los polacos, pero pasaron al dominio ruso después, por haber seguido el partido de Carlos XII de Suecia. Pedro el Grande los masacró después de la batalla de Pultowa. Profesaban la religión Griega Rusiana. Los kosakki-Donski habitaban las riberas del Don, se pusieron bajo protección de Rusia en 1549. Los kosakki-Jairi habitaban los contornos del Jaik, también bajo la protección rusa. Echard, Laurence. op. cit. Tomo 1. pp. 349-350. 37 Echard define a los tártaros como los pueblos que habitan gran parte de Asia y una menor de Europa. Se dividen tártaros (mahometanos que habitan al norte y este del Caspio, al este del Volga, el sur del rio Rouba y la parte oriental de Turkestán); los tártaros Calmukos, y los tártaros mungales (habitan la Gran Tartaria al norte de China). 38 Región de la Tartaria, confina por el oeste y el sur con el mar Negro, al este con la Circásia, por el norte con la Laguna Maotis y la Tartaria Precopíta. Peninsula fértil y poco cultivada, mahometanos y dirigidos por un Kan, tienen poder para deponerlo y elegir a otro en su lugar, con tal que sea de la familia de los Kanes. Reside en Bacha-Serai. Ibíd .Tomo 1. pp. 357-358. 39 Véase Gudzyk, Klara. Historiography and Ukrainian Identity, 2005. 40 “Imperio con más de 300 lenguas quadradas de extensión, comprendiéndose en la parte europea las 580. Sus confines van más allá de lo que propiamente se denomina Rusia, por el norte confina con el mar los cosacos en cuanto el Zemski Sobor (Parlamento feudal ruso vigente entre 1549 hasta el siglo XVII) aprobó la solicitud del zar Alexis I (1645-1676) y decidió emprender campañas militares para reunificar los estados eslavos orientales. Los cosacos firmaron la Rada de Pereyáslav41, alianza formal con los rusos. La Guerra ruso-polaca estalló en 1654 y culminó en 1667 con el Tratado de Andrúsovo signado por el diplomático ruso Afanaso Ordín-Nashchokin y los voivodas de Chernígov en representación del Sejm polaco-lituano, con él la parte oriental de Ucrania pasó a control ruso, y la occidental 16 Glacial, por el sur con la Gran Tartarias, el mar Caspio, y la Persia; por el este con la China; y por el oeste con la Suecia y la Polonia. Inclusas las estancias de los Cosacos que habitan las orillas del Don. El número de sus habitantes llega a 20 millones. Sus ríos principales son el Wolga, el Don o Tanais, el Dwina, el Nieper o Borísthenes. Sus grandes lagos son el Peypus en Livónia, el de Pleskow, el de Ladóga, el de Onéga, y el de Ilmen. La Rusia se divide en 17 Gobiernos, que se llaman así por ser las provincias donde está la Capital del Gobierno. Estos se dividen en Provincias regidas por Palatinos; y las Provincias en Distritos o círculos. La parte del Imperio Ruso situada en Europa comprende la Grande Rusia, la Rusia-Roxa, y la Rusia-Blanca: a la primera corresponden los gobiernos de Moscou, de Newogorod, de Arcangel, de Woronesch, de Nischneinowogorod; a la segunda los de Kiow y de Bélgorod; y a la parte Rusa de la tercera el de Smolensko. A la parte Europea que corresponden las provincias conquistadas sobre los sueco y polacos, pertenecen los Gobiernos de San Petersburgo, de Wiborg, de Revel, de Riga y de Galitzia. Toda la proporción septentrional del Asia, reconoce dominio ruso, y está distribuida en cuatro gobiernos: Casán, Astracán, Orembourg, Siberia. Comprenden este imperio rusos, morduanos, tcheremies, tschuwaschis, wotiakis, wogulis, permiakis, sirganianos, ostiakos, barabinzianos, tungusianos, calmukos, buratos, korifakis, kamtschadalios, jakutianos, jukarianos, tártaros, finlandeses, esthonianos, letonianos, armenios, indios, alemanes y otros. El poder recae de manera limitado en sus príncipes, intitulados antes Grandes-Duques, después coronados en calidad de Czares desde 1547; pero Pedro el Grande tomó el de Emperador, reconocido hoy en toda Europa. La nobleza se compone de Knias, Boyares, Condes y Barones. La lengua rusa, aunque hija de la Sclavona difiere mucho de esta, tiene gran número de voces griegas para el ritual de su Iglesia Griega Cismática –dirigida por un Patriarca, hasta que Pedro el Grande abolió esa dignidad y se asumió Cabeza de la Iglesia Rusa, creose además un Consejo Eclesiástico llamado Santo Synodo Reynante, en 1719, presidido por un Arzobispo-, y el ruso tiene cinco pronunciaciones diferentes. Todos los 30 arzobispos y obispos son sacados del estado monacal y cerca de 180 320 iglesias, entre catedrales y parroquias. Cuenta sólo con 3 universidades y 2 academias literarias. Exporta peleterías, cueros adobados, cobre, hierro, talco, cera, sebo, alquitrán, brea, miel, salitre, barrilla, pez, aceyte de linaza, resinas, grasa, cola de pescados, carnes saladas, trigo, lino, cáñamo, lonas, mantelería, seda de cerdos, almizcle de Siberia, dientes y huesos de varios animales, jabón, plumas, maderas y Tabaco de Ukránia. La primera capitl es Moscou, donde residia antes la Corte, y los Soberanos se intitulaban Czares de Moscóvia, y sus vasallos moscovitas. Hoy San Petersburgo es la segunda capital y actual Corte” Echard, Lorence. op. cit. (Tomo 4). Suecia: Reyno septentrional de Europa, confina por el norte con la Laponia Dinamarquesa, y el Oceano Septentrional; por el sur con el mar Báltico, y el Golfo de Finlandia; por el este con la Rusia; y por el oeste con Norwega, el Sund y Caregat. Se divide en Suecia Propia (provincias de Uplándia, Sudermánia, Nericia, Westmmania y Darlecarlia), Gothlándia, Nortlandia y Finlandia. Exporta metales como cobre, la caza y la pesca. Profesan la fe Lutherana. Limitaba hasta 1770 el poder del Rey con un Senado y las Asambleas. Stokolmo en la capital. 41 Subtelny, Orest. Ukraine History. Toronto, University of Toronto Press, 2000, pp.134-136. permaneció en la República, así mismo obligó a ambas partes a crear un frente común contra el Imperio otomano.42 A este conflicto se le considera el inicio de El Diluvio, las guerras que debilitaron raquíticamente a la mancomunidad dejándola prácticamente indefendible, y en consecuencia sufrió las particiones del siglo XVIII. Al norte el Reino Sueco anhelaba extender sus dominios ultramar y se dio a la tarea de conquistar la República de las Dos Naciones. Hacia 1655 los ejércitos del rey Carlos X Gustavo de la casa Palatina –que sucedió en el trono sueco a la dinastía Vasa con la muerte de Cristina en 1654- entraron a territorio de un reino debilitado por los reciente conflictos, iniciando la guerra sueco-polaca. A pesar de su rápido avance y la aparente incapacidad de las tropas mancomunadas para frenarlos la Defensa del Monasterio del Jasna Góra, donde los suecos fueron aplastantemente derrotados, dejando a su paso grandes daños materiales y demográficos a causa de los saqueos, incendios, enfrentamientos, hambre y enfermedades.43 La guerra concluyó con el Tratado Bromberg-Wehlau firmado en 1657 entre el 17 monarca polaco Juan II Casimiro (1648-1668) y el elector Federico Guillermo I de Brandemburgo (magrave de Brandemburgo y Duque de Prusia entre 1640 y 1688), donde Prusia –apoyada por Suecia- se desembarazó del control polaco y la mancomunidad inició su declive44. Dirijamos nuestra mirada al sur. En diciembre de 1671 el sultán otomano45 Mehmed IV (1648-1687) y el gran visir Fazil Ahmed (1661-1676) informaron al Sejm 42 Véase Auty, Robert… op. cit. Véase Frost, Robert I. The Northern Wars: War, State and Society in Northeastern Europe, 1558-1721. New York, Paperback, 2000. 44 Lorence Echard refiere este hecho así: “La alta Silesia son casi todos católicos y de lengua polaca, los de la Baja Silesia son protestantes de lengua alemana. Se independizaron de Polonia en el 1327 para entregarse a Bohemia, en cuyo dominio han vivido hasta 1743, cuando el Rey de Prusia adquirió por cesión de la Casa de Austria las Silesias. El rey de Prusia ha hecho mutaciones grandes en el gobierno civil y eclesiástico de Silesia” op. cit. (Tomo 4). 45 Comprende 800 leguas del oeste al este, y 700 del norte al sur. La parte septentrional comprende la Valaquia, Moldavia, Besarábia, parte de Croacia, de la Bosnia, de la Dalmacia, la Servia, la Bulgaria y la Romanía. La meriodional está constituida por Albania, Epíro, Macedonia, Janna, Livánia, Moréa, y las islas del archipiélago griego. La Turquía Asiática comprende Natólia, Georgia, Turcománia (armenia y costa del Cáspio), Diarbeck y Syria. En África poseen el Sultanato de Egypto y algunas tierras de Abysínia y Berbería. Constantinopla es la capital. El Gran Visir tiene la primera autoridad después del Gran Sultán; y el Mupthi es la cabeza de la religión de los turcos, oráculo e intérprete de la ley. Echard, Laurence. op. cit. Tomo 4. pp.298-299. 43 que a partir de ese momento reclamaban para el Imperio la soberanía sobre los cosacos occidentales y demandó la retirada de las tropas mancomunadas de Ucrania. Ante las presiones de una guerra civil interna el parlamento ignoró la advertencia, no fue hasta que el ejército otomano tomó Kamianets-Podilskyi –al suroeste de Ucraniaque advirtieron la guerra que se aproximaba. 46 A pesar de los esfuerzos de contención los mancomunados perdieron todas las batallas y el rey Miguel Korybut Wisniowiecki reconoció la derrota firmando el Tratado de Buczacz en 1673, por el que la Ucrania polaca pasó a ser administrada por el Imperio turco. Sin embargo los szlachta, antes en disputa interna, se reconciliaron y se negaron a ratificar el acuerdo, y emprendieron el contrataque con Jan III Sobieski (1674-1696) en el trono.47 La victoria polaca en Chocim en el año de 1763 fue seguida por la de Leópolis en 1675 y la de Zorawno un año después. El Imperio Otomano cesó en sus afanes expansionistas con el Tratado de Zorawno en 1676, devolvió la Ucrania polaca pero retuvo Podolia. Este hecho no sólo restituyó la confianza del pueblo en la 18 Mancomunidad y su rey, sino que también ganó el respeto del Imperio Germánico, que le llamó a combatir a su lado junto con Venecia y Rusia entre 1684 y 1699 en la Guerra de la Liga Santa nuevamente contra los turcos, enfrentamiento que concluyó con la Paz de Karlowitz suscrita entre la Liga y el sultán, hecho que marca el inicio del repliegue otomano de los Balcanes.48 La paz lograda por Jan III y las relaciones amenas mantenidas con sus vecinos no tardó en ser estremecida. Con la muerte de Augusto II el Fuerte, rey de la República de las Dos Naciones entre 1697 y 1733, y su intento de abolir la monarquía electiva, los borbones franceses aprovecharon el liberum veto del Sejm y lanzaron una nueva estocada contra los Habsburgo al enfrentar a su partidario francés Estanislao I 49, que ya había gobernado Polonia y Lituania entre 1704 y 1709 –fue sustituido por Augusto II tras la batalla de Poltava en la que el Imperio ruso venció a Suecia por el control del báltico-, contra el heredero elector de Sajonia Augusto III. 46 Véase Bennassar M-Jacquart J-Lebrun F-Denis M-Blayau N. El Mundo Moderno. Akal Textos, 2005. Kohn, George C. (2006). Dictionary of Wars. United States, Infobase Publishing, pp.419-422. 48 Stone, Daniel (2001). The Polish-Lithuanian state, 1386-1795.Washington, University of Washington Press, pp.235-238. 49 Estanislao había olvidado toda intención de regresar al trono hasta que Luis XV desposó a su hija María Lescynska en 1725 y alentó a su nuero en 1733 a rehacerse de la corona polaca. 47 A pesar del reconocimiento público que el Sejm había hecho a Augusto III en febrero, el cardenal francés Fleury se transladó a la corte de la mancomunidad y presionó a los partidarios de Estanislao para contractuar, así en septiembre por su cuenta coronaron a Estanislao I como rey. El motivo de la injerencia francesa era sencillo: detener el avance ruso y consolidar el Imperio Borbón al este –la Paz de Utrecht de 1715 terminó la Guerra de Sucesión española, reconoció el mandato de los borbón en España, cedió a Gran Bretaña Menorca y Gibraltar, la Casa Saboya vio devueltos los territorios de Saboya, Niza y Sicilia, las Provincias Unidas recibieron la barrera flamenca, Brandenburgo fue reconocido como reino con el nombre de Prusia, y obliga a Francia a reconocer la sucesión protestante en Inglaterra y cesar en sus apoyos a los pretendientes Estuardo, así como a comprometerse a no anexar España a su reino, frenando sus afanes expansionistas al Atlántico.50 La declaración de guerra de Francia contra el Sacro Imperio Romano Germánico en octubre de 1733 dio por iniciada la Guerra de Sucesión polaca; las tropas francesas 19 avanzaron por el norte de Italia y por mar hasta Polonia y tras duras contiendas que arrasaron principalmente la región italiana, llegó el momento de negociar por la paz. El Tratado de Viena signado el 18 de noviembre de 1738 desconoció al monarca interino Estanislao y coronó irrefutablemente a Augusto III como rey de la República de las Dos Naciones, además consolidaron a la casa Borbón en Nápoles y Sicilia, unieron a Francia y España con la boda de Isabel de Borbón, hija de Luis XV, y Felipe I, y abrieron las puertas de la sucesión del Imperio Romano Germánico a Francisco III desposado con María Teresa de Austria.51 La mancomunidad fue el escenario de disputas entre una Prusia y una Rusia fortalecidas tras la Guerra de los Siete Años (1618-1648). Rusia sobornó a los szlachta para lograr la corona, a la muerte del pro-alemán Augusto III, en favor de un noble local pro-ruso, Estanislao II Poniatowski (1764-1795); un grupo de aristócratas mancomunados reformistas fundó la Confederación de Bar en oposición a los intereses rusos y a un monarca débil, ante esto la corona solicitó el apoyo Rusia y Prusia para someter a los sublevados, y los confederados cometieron el fatal error de hacer lo 50 Rodríguez de Escobar, Joseph. Tratado de paz de Utrecht: ajustado entre esta Corona y el Emperador de Alemania. Madrid, Imprenta Real, 1725. 51 Véase Bennassar M-Jacquart … op. cit. propio con Austria. Las tres naciones hicieron acuerdos secretos en 1792 y pactaron apoyar a Estanislao II para fortalecer el estado polaco-lituano, a cambio de “pequeñas” reparaciones territoriales. La junta electiva de la Confederación, traicionada, tuvo que huir de Austria e instalarse en Cracovia, tomada el 28 de abril de 1773 por los rusos; finalmente los miembros de la junta fueron deportados a Siberia.52 El pacto del 22 de septiembre de 1772 repartió la mancomunidad: Federico II de Prusia (1740-1786) obtuvo las provincias de Warnia, Prusia Real y Cuyavia, al norte de la Gran Polonia; la Austria del canciller Wenzel Anton Kaunitz-Rietberg (1740-1790) arrancó Galitzia, Lodomeria, Bochnia, Wieliczka y los condados de Cracovia y Sadomir, al sur de la Pequeña Polonia; finalmente Catalina II de Rusia (1762-1796) se hizo con el este de Livonia y Bielorrusia. A pesar de los intentos del Sejm y el mismo Estanislao II por evitar el desagarre de la geografía polaco-lituana, la Manocomunidad no tenía la menor oportunidad de defensa y terminó cediendo el 18 de septiembre de 1773. La República perdió sus puertos en el norte e inició estrepitosamente su declive 20 económico.53 5 Primera Partición 1772 52 53 Gieystor, Aleksander. Op. cit. Ibíd. La República de las Dos Naciones bajo el mandato de Estanislao II y con un nuevo Sejm convocado puso en marcha un intento de reforma liberal con la Constitución del 3 de mayo de 1791, que buscó fortalecer la mancomunidad y corregir los defectos de la Libertad Dorada: introdujo la igualdad política entre los szlachta y la población llana, colocó a los campesinos bajo protección del gobierno para mitigar los peores abusos de su condición servil, abolió las instituciones parlamentarias como el liberum veto –que había puesto al Sejm a merced de cualquier diputado sobornado por una potencia extranjera-, intentó abolir el poder de los magnates polacos por una visión más democrática de la monarquía constitucional, reformar el sistema educativo y fortalecer el ejército nacional.54 Para lograr su eficiente aplicación había firmado un pacto con Prusia en 1790, pero Rusia invadió los territorios polaco-lituanos alegando que Polonia debía ser rescatada de las manos del jacobinismo radical francés, y con el telón de la Guerra de la Primera Coalición (1792-1797) enfrentando a las monarquías absolutistas contra la 21 Francia revolucionaria, declaró la guerra a la mancomunidad. 6 Segunda Partición 1793 54 Sanford, George. op. cit. pp.10-16. La Guerra en Defensa de la Constitución estalló en mayo de 1792 y Prusia traicionó el acuerdo entrando a Polonia y ocupando territorios. Los magnates conservadores polacos se unieron en la Confederación de Targowica aliándose al bando ruso contra los reformistas del Sejm. La derrota de la República de las Dos Naciones se debió a la traición del propio Estanislao al pactar con Targowica y precipitar la segunda partición el 21 de enero de 1793, reduciendo la población mancomunada a un tercio de lo que ocupaba antes de la primera partición. 55 La última partición no tardó en llegar y rematar las desgracias que desmembraron el reino polaco-lituano y desaparecieron a la República. En la primavera de 1794, ante la demanda ruso-prusiana de reducir los efectivos del ejército polaco a la mitad, Tadeusz Kosciuszlko encabezó un levantamiento de las tropas polaco-lituanas en un esfuerzo por restablecer la independencia del país y estimular reformas políticas. El levantamiento inició con la abolición de la servidumbre campesina, perdiendo el apoyo de numerosos aristócratas conservadores; con la declaración de que el fin era 22 7 Tercera Partición 1795 55 Véase Davies, Norman. God's Playground, a History of Poland: The Origins to 1795. Washington, Columbia University Press, 1982. restaurar la Constitución del 91 y no el régimen anterior a esta, dilapidó el apoyo de más szlachta; finalmente se comprometió a disminuir la preponderancia polaca en el esquema de las Dos Naciones, ganando el apoyo de varios nobles lituanos.56 A pesar de algunas contenciones iniciales, las tropas rebeldes no pudieron enfrentar los ataques simultáneos y a partir de septiembre de 1794 empezaron a sufrir derrotas, la insurrección capituló tras la toma de Varsovia en noviembre de 1794. En octubre de 1795 Rusia y Prusia suscribieron la última partición en virtud de la cual la República dejaba de existir junto con el Sejm. El acuerdo final vino en las negociaciones de San Petersburgo en 1796, Rusia ocupó el resto de Bielorrusia y Lituania mientras Prusia se hizo con el resto de la Polonia Mayor libre.57 IV. Después de las reparticiones y la herencia de la República de las Dos Naciones Si los alemanes y los franceses buscaron rescatar los ideales imperialistas de Roma, los polaco-lituanos 23 hicieron lo propio con los principios republicanos grecolatinos. Estanislao II fue forzado a abdicar y marchó a Rusia hasta su muerte en 1798. Lo único que permaneció de la exrepública fue el Ducado de Varsovia, reconocido internacionalmente hasta 1807 con la firma del Tratado de Tilsit entre Francia y Rusia para poner fin a la Guerra de la Cuarta Coalición (1806-1807) y extinto en 1815 con el Congreso de Viena que restituyó las conquistas napoleónicas a las potencias vecinas – Prusia, Rusia y Austria. El remanente de Polonia se constituyó en el Reino del Congreso, área autónoma en unión personal con el Imperio ruso hasta su anexión definitiva en 1831 como regencia. Con la firma del Armisticio de Compiegne el gobernador alemán von Besener cedió el poder del territorio ocupado –Polonia y parte de Lituania- al general polaco Józef Pilsudski el 11 de noviembre de 1918, estableciendo la República de Polonia y la independiente Lituania. Sin embargo, en septiembre de 1939 el III Reich invadió y 56 57 Ibíd. Ibíd. conquistó Polonia Occidental, infringiendo crímenes de lesa humanidad con la Generalplan Ost -la purificación racial a través de la selección y exterminio de los noarios-; mientras tanto la parte Oriental era administrada por la URSS y estrujada por el Ejército Rojo, hasta que en 1941 Alemania rompió el acuerdo de no agresión y tomó el control de ambos hemisferios. En agosto de 1945 los gobiernos polaco y lituano, ya liberado del yugo nazi gracias a las fuerzas aliadas (Rusia específicamente fue quien, con la ocupación militar de Varsovia, expulsó a los alemanes), firmaron un acuerdo, forzado por los socialistas cabe decir, cediendo el control de sus administraciones estatales a la URSS.58 La década de los ochentas movilizó a los obreros y opositores al gobierno de Moscú, respaldados por la Iglesia Católica y las naciones occidentales, que lograron independizar sus naciones, restituir las garantías democráticas y el libre mercado. Finalmente en 2004 Lituania y Polonia se adhieren a la Unión Europea. La visión de la historiografía clásica occidental aun imperando en los tiempos 24 actuales dibuja una imagen tan clara como errónea: La vida urbana en esta región no era muy significativa y carecía del dinamismo propio de las grandes ciudades… Por tanto, estamos hablando de una región que no se proyectaba y no contaba con las motivaciones, los recursos, ni los medios, para siquiera pensar en una eventual expansión. En general. Los europeos del Este asistirían pasivamente al proceso expansivo encabezado por la Europa mediterráneo y permanecieron al margen de los adelantos científicos 59 No solamente fue tan, o incluso más, dinámica como el resto del continente, sino que además fue responsable de importantes cambios geoestratégicos durante siglos. Europa vive actualmente en la época de la postdemocracia, siguen vigentes las instituciones que se constituyeron desde el siglo XVI, pero ya no hay diálogo entre los ciudadanos y el gobierno, los primeros ya no tienen ni voto real. Las altas esferas de poder no toleran opiniones contrarias -muestra de ello es que el último referéndum que convocó la Unión Europea en Dinamarca en el año 2000 cuando la mayoría de los ciudadanos votaron en contra de la adopción de la moneda única Euro, y aun así se 58 Cfr. Gieystor, Aleksander. op. cit. y Bazant Sánchez, Jan. Breve historia de Europa Central (19381993): Checoslovaquia, Polonia, Hungria, Yugoslavia y Rumania. México, El Colegio de México, 2001. 59 Domínguez Chávez, Humberto; Carrillo Aguilar, Rafael Alfonso. Europa durante los siglos XIII-XV. 2008. instituyó-, ignorando los principios de la democracia moderna y la libertad fundacional del sistema capitalista neoliberal. El modelo político de metaestado se insipiró, en opinión de algunos historiadores aquí referenciados, en la Liga Hanseática de la que la República de las Dos Naciones tomó parte. En materia de género, Polonia fue la primera nación europea en conceder el sufragio femenino en 1918, Francia hizo lo propio en 1945 y de los últimos países fue Suiza, que lo hizo en 1971. En materia de religión, las constituciones europeas estipulan con gran claridad la separación Iglesia y Estado, sin embargo existen debates y polémicas respecto a los valores de la Unión Europea, los cuales deben ser neutros y universales, mientras lo vigentes son marcadamente cristianos. Ha sido una exquisita aventura rascar en la historiografía actual intentando armar una narrativa que reconozca los beneficios y limitaciones de una de las más importantes naciones que, sin embargo, jamás llegó a ser una nación ni un imperio, pero sí aporto a sentar las bases de una Europa moderna. Es indispensable, desde mi 25 óptica, abundar en los estudios de la región de los Balcanes, Europa oriental y los países escandinavos para comprender mejor los juegos geopolíticos y las tensiones nacionalistas hoy más vigentes que nunca. V. Notas 1. Mapa del Piast de Polonia 1333-1370. Recuperado de Ludowski, Jerzy; Zawadzki, Hubert. A concise history of Poland. Cambridge, Cambridge University, 2001, pp.24-25. 2. Mapa de la República de las Dos Naciones, finales del siglo XVII. Recuperado de http://www.zonu.com/detail/2009-11-13-11053/Republica-de-las-Dos-Naciones.html. 3. Mapa de las 31 provincias (ziemias) hacia 1619. Recuperado de http://es.wikipedia.org/wiki/Rep%C3%BAblica_de_las_Dos_Naciones#mediaviewer/File: Podzia%C5%82_administracyjny_I_RP.png. 4. Mapa de las rutas comerciales en la Europa del norte. El comercio en el Báltico estaba dominado por la Hansa, confederación de más de 200 ciudades libres comerciales. Recuperado de Mundo del Renacimiento, volumen II, Ediciones Folio, 1994. 5. Primera partición de la República de las Dos Naciones, 1772. Recuperado de http://es.wikipedia.org/wiki/Particiones_de_Polonia. 6. Segunda Partición de la República de las Dos Naciones, 1793. Recuperado de http://es.wikipedia.org/wiki/Particiones_de_Polonia. 7. Tercera Partición de la República de las Dos Naciones, 1795. Recuperado de http://es.wikipedia.org/wiki/Particiones_de_Polonia. 8. Mapa de la República de las Dos Naciones al momento de su desintegración, 1795. Recuperado de http://www.liveleak.com/view?i=f54_1337075813. V. Fuentes Auty, Robert; Obolensky, Dimitry. An Introduction to the Russian History. Cambridge, University of Cambridge, 1976. Bazant Sánchez, Jan. Breve historia de Europa Central (1938-1993): Checoslovaquia, Polonia, Hungria, Yugoslavia y Rumania. México, El Colegio de México, 2001. 26 Bennassar M-Jacquart J-Lebrun F-Denis M-Blayau N. El Mundo Moderno. Akal Textos, 2005. Berend, Nora. 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