01 Base_FAL • 11_1 2/25/11 11:12 AM Page 1 F L AT I N OA M É R I CA volumen 11 • número 1 enero-marzo de 2011 Corea del Norte juega peligrosamente con fuego Jaume Giné Daví Cita recomendada: Giné Daví, Jaume, (2011) “Corea del Norte juega peligrosamente con fuego”, Foreign ASairs Latinoamérica, Vol. 11: Núm. 1, pp. 50-58. Disponible en: www.fal.itam.mx 15 Jaume Giné Daví_FAL • 11-1 2/23/11 3:59 PM Page 50 Corea del Norte juega peligrosamente con fuego Jaume Giné Daví n Durante 2010, Corea del Norte siguió incrementando peligrosamente las tensiones militares en el noreste de Asia. Juega con fuego. Por primera vez desde 1953, atacó suelo surcoreano y provocó víctimas civiles. Desde hace décadas, desarrolla con éxito su estrategia de chantaje militar. Provoca tensiones militares, incluso nucleares, para presionar y negociar con Estados Unidos y sus aliados un reconocimiento internacional del régimen estalinista, última reliquia de la Guerra Fría. Se sienta con ellos y llega a acuerdos concretos para avanzar hacia su desnuclearización a cambio de lograr generosas ayudas y compensaciones económicas. Pero, después, no cumple con sus compromisos: sólo gana tiempo y prosigue secretamente su programa nuclear. En 2006 y 2009, realizó dos ensayos nucleares. Hoy, ya es un Estado nuclear. Ha revelado que sigue desarrollando su programa y, para certificar sus crecientes capacidades nucleares, Pyongyang invitó al científico estadounidense Siegfried Hecker, quien pudo ver cientos de modernas centrifugadoras capaces de producir uranio enriquecido para fines militares. Ahora, Corea del Norte pretende volver a la mesa de negociaciones con sus mejores y renovadas cartas. El 23 de noviembre de 2010 bombardeó la isla surcoreana de Yeongpyeong, una premeditada violación del Acuerdo de Armisticio de 1953. Hasta entonces, se habían producido algunos enfrentamientos o incidentes en la zona marítima en 1999, 2002 y 2009. De ellos, el más grave fue el hundimiento del buque surcoreano Cheonan el 26 de marzo de 2010, hecho que una comisión internacional atribuyó a un torpedo norcoreano y que provocó la muerte de 46 marinos. Pyongyang no reco- Jaume Giné Daví es profesor de Derecho y Negocios en Asia de la Facultad de Derecho de esade (Universitat Ramon Llull, Barcelona). Es experto conocedor de los procesos de transformación política y económica en Asia, principalmente en China, Corea, la India y Japón. Becado por la Korea Foundation, sigue puntualmente la evolución de la política exterior de Corea del Sur. Ha visitado dos veces Corea del Norte. [ 5 0 ] n material original de fore ign affairs latinoamérica 15 Jaume Giné Daví_FAL • 11-1 2/23/11 3:59 PM Page 51 Corea del Norte juega peligrosamente con fuego noce la línea de demarcación marítima que prolonga la línea terrestre que divide a ambos países a la altura del paralelo 38. El Acuerdo de 1953 no estableció esta delimitación. Seúl la fijó unilateralmente a partir de las cinco islas surcoreanas situadas en frente de las costas norcoreanas. A su vez, en 1977, Pyongyang definió unilateralmente una zona marítima militar de 70 kilómetros a partir de sus costas, la cual engloba a las cinco islas surcoreanas y sólo respeta unos corredores de acceso a éstas. Como el Armisticio de 1953 no fue seguido por la firma de un tratado de paz definitivo, la frontera marítima intercoreana aún no está fijada en términos jurídicos. Técnicamente, ambos países siguen en estado de guerra desde hace 6 décadas, y los últimos choques militares tienen sus raíces en la antagónica interpretación de los límites de sus respectivas zonas marítimas. Unos días después del bombardeo, el 28 de noviembre de 2010, se iniciaron unas maniobras navales estadounidenses-surcoreanas en el mar de la China, a unos 150 kilómetros al sur de la línea de demarcación entre las dos Coreas. Estas maniobras irritaron a Pyongyang, pero también a Beijing, ya que China no quiere ver a la flota de Estados Unidos ante sus costas. Aunque los ejercicios navales terminaron sin más incidencias, la tensión militar continuará. Seúl no descarta nuevos ataques de la artillería norcoreana contra las cinco islas surcoreanas que están siendo fortificadas. El estado de alerta es extremo también a lo largo de la zona terrestre desmilitarizada, donde soldados de ambos lados intercambiaron disparos el 29 de octubre de 2010. Allí, el Norte tiene estacionados a la mayor parte de los 180 000 miembros de sus tropas especiales. La agresión norcoreana tuvo efectos políticos en Seúl. Se criticó la lenta e inepta capacidad de reacción del Ejército del Sur ante los últimos ataques norcoreanos, lo que provocó las dimisiones del Ministro de Defensa y del Jefe del Ejército surcoreanos. ¿Qué objetivos persigue Kim Jong-Il con estas acciones? En primer lugar, insiste en situar a Corea del Norte en el centro de la agenda internacional de Estados Unidos, aunque la crisis económica y el conflicto de Afganistán constituyen las prioridades de Barack Obama. En segundo lugar, quiere generar la cohesión política y militar interna necesaria para reforzar su liderazgo, al tiempo que ha iniciado la sucesión dinástica del régimen en favor de su hijo Kim Jong-Un con los ojos puestos en 2012, año en que se celebrará el centenario del nacimiento de su padre Kim Il-Sung, fundador de la dinastía. Corea del Norte es un Estado “fallido”, sin reservas de divisas, pero con “reservas de plutonio y uranio”; un Estado que no dudó en utilizar la extorsión nuclear y que, incluso, le exigió disculpas al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con amenazas, cuando éste aprobó unas resoluciones condenatorias contra dicho país por haber realizado su segundo ensayo nuclear en 2009. Sin embargo, las acciones norcoreanas van dirigidas principalmente a Washington. Las exigencias son tanto políticas como económicas. Pyongyang quiere que se le reconozca un estatus de potencia nuclear para negociar directamente, desde una posición de mayor fuerza, acuerdos más favorables con Estados Unidos. Incluso, es posible que Pyongyang foreign affairs latinoamérica o [ 51 ] 15 Jaume Giné Daví_FAL • 11-1 2/23/11 3:59 PM Page 52 Jaume Giné Daví detone un tercer ensayo nuclear en 2011 y, además, existe el riesgo evidente de que impulse la proliferación nuclear al cooperar en el desarrollo de programas en terceros países, como Irán y Birmania. El régimen ansía ser reconocido por Washington para sobrevivir a la crisis y no quedar bajo la exclusiva dependencia de Beijing. Las negociaciones multilaterales en el marco del g-6, impulsadas por China, continúan estancadas desde abril de 2009. El 28 de septiembre de 2010, Kim Jong-Il inició un complejo proceso de transición dinástica y designó como sucesor a su hijo Kim Jong-Un, un joven de 27 años, sin experiencia política ni militar. La escalada militar forma parte de su estrategia para mantener al ejército y al Partido de los Trabajadores firmes y fieles a la dinastía. La decisión de atacar Yeongpyeong fue tomada personalmente por Kim Jong-Il a principios de noviembre de 2010, pero la dirección del ataque se atribuyó al general Kim Jong-Un, quien fue presentado por la propaganda oficial como un genio político y un brillante militar conocedor de las tácticas de artillería. Los dos Kim alimentan las tensiones exteriores para enmascarar el desastre económico y las disputas políticas internas. Pero podrían perder el control del proceso. una economía devastada La escalada militar constituye una acción propagandista para acallar a una población empobrecida y hambrienta. La economía —que había crecido un 3.7% en 2008— entró en recesión con un crecimiento negativo del 0.9% en 2009, para hundirse estrepitosamente en 2010. El país destina el 50% de su presupuesto oficial a la defensa y sólo el 30% para dar respuesta a las necesidades de servicios básicos de la población. Kim Jong-Il dispone a su antojo del 20% restante. Las sanciones internacionales han reducido drásticamente las aportaciones de los países donantes que financian la ayuda humanitaria canalizada a través de la Organización de las Naciones Unidas (onu). El Programa Mundial de Alimentos ha advertido que alrededor de cinco millones de norcoreanos, el 20% de la población, sobrevive el gélido invierno del país en una situación de extrema penuria alimentaria. Además, una parte significativa de la ayuda exterior no llega a los más necesitados que viven en las zonas rurales más alejadas de la capital, ya que, en su reparto, se favorece a la élite política y militar de Pyongyang que sustenta al régimen. La economía norcoreana se sumió en el caos tras el estrepitoso fracaso de la reforma monetaria aprobada el 30 de noviembre de 2009. Súbitamente, el gobierno decidió eliminar dos ceros de su divisa, de modo que el billete de 1 000 wons tenía que cambiarse por uno de 10 nuevos wons. Con esta medida, se buscaba corregir la fuerte inflación y limitar las transacciones con divisas extranjeras en el mercado negro. Cabe recordar que, antes de la revaluación, un euro se cambiaba por 200 wons en el mercado formal, mientras que, en el mercado negro, se cambiaba por 5 800 wons. La medida golpeó duramente a las clases medias surgidas del incipiente comercio privado tolerado desde 2002. [ 5 2 ] foreign affairs latinoamérica · Volumen 11 Número 1 15 Jaume Giné Daví_FAL • 11-1 2/23/11 3:59 PM Page 53 Corea del Norte juega peligrosamente con fuego Fue “la tormenta perfecta”. Los resultados fueron una mayor inflación y la devaluación del nuevo won, incluso frente al yuan chino. El yuan pasó a ser la divisa más segura para realizar transacciones económicas, pues circulaban menos dólares por la disminución de las relaciones comerciales con el Sur y la suspensión de los tours al Monte Kumgang y a Kaesong. Las quejas llegaron también de las cooperativas estatales y del ejército, cuyos soldados recibieron complementos para compensar su maltrecha paga. Después, ante la falta de abastecimiento de productos básicos, el gobierno suavizó los rígidos controles económicos impuestos al mercado informal y resurgieron los mercadillos locales. Pyongyang sigue obsesionado por el control de la información en un país en el que cada vez son más los ciudadanos que logran tener teléfonos móviles, radios y reproductores de dvd procedentes de China. También empiezan a circular ilegalmente copias de las famosas novelas de la televisión surcoreana. Se abren brechas en la muralla que los aislaba del resto del mundo: muchos ya saben que Corea del Norte no es precisamente el paraíso que muestran los medios de propaganda oficial. El Norte ha sufrido el fin de la cooperación surcoreana, que fue suspendida el 24 de mayo como respuesta al hundimiento del Cheonan. Durante la década de la Sunshine Policy (1998-2008), adoptada por los anteriores presidentes Kim Dae-Jung y Roh Moo-Hyun, dicha cooperación alcanzó la suma astronómica de 2 980 millones de dólares, monto equivalente a una vez y media los 1 900 millones de dólares del total acumulado por la ayuda china recibida en el mismo período. Una parte de la cooperación mencionada fue secretamente destinada al desarrollo del programa nuclear. Además, el comercio con el Sur representaba más del 30% del comercio exterior norcoreano, con un gran superávit a favor de Pyongyang. Actualmente, Seúl sólo mantiene su cooperación con el Norte en el complejo industrial de Kaesong, abierto en 2004, que continúa operando. A finales de 2010, operaban 121 empresas surcoreanas que empleaban a 45 300 trabajadores norcoreanos. Las sanciones también afectan, en mayor o menor medida, al comercio exterior con otros países, como Alemania, la India, Rusia y Singapur, aunque su volumen comercial sólo representa una décima parte del comercio con China. La economía norcoreana depende hoy de la ayuda china. Ello sitúa a Beijing en una posición privilegiada para saciar sus necesidades energéticas en Corea del Norte, un país rico en recursos naturales. Wen Jiabao y Kim Jong-Il firmaron, en octubre de 2009, varios acuerdos financieros y comerciales. Los acuerdos posteriores alcanzados con Hu Jintao tras las dos visitas de Kim Jong-Il a China, en mayo y agosto de 2010, fueron aún más fructíferos. La primera visita, realizada solamente unas semanas después del ataque al Cheonan, fue un hecho que irritó a Seúl. China sostiene al régimen norcoreano con la excusa de que desea evitar a toda costa el colapso económico de un vecino con el que comparte 1 415 kilómetros de frontera en su zona nororiental. Beijing va incrementando su peso económico y comercial en Corea del Norte, país que se ha convertido “de hecho” en un protectorado chino. Además, así se asegura el monopolio de la explotación de sus cuan- foreign affairs latinoamérica o [ 53 ] 15 Jaume Giné Daví_FAL • 11-1 2/23/11 3:59 PM Page 54 Jaume Giné Daví tiosos y ricos recursos naturales, que representan más del 40% de las exportaciones norcoreanas a China. Tal como ocurrió en 2006 tras el primer ensayo nuclear, China aprovecha las sanciones internacionales que se imponen a Pyongyang para reforzar la interdependencia económica entre ambos países, principalmente con las tres provincias chinas limítrofes: Liaoning, Jilin y Heilongjiang. Por otra parte, Pyongyang también ofrece similares ventajas logísticas a Rusia. Sin embargo, a pesar del apoyo chino, la economía norcoreana está arruinada. El valor del won se ha hundido estrepitosamente: antes, 100 yuanes se cambiaban por 2 000 wones, pero ahora, después del ataque del 23 de noviembre, cuestan 35 000 wones. Los tambores de guerra asustan a los comerciantes norcoreanos, quienes se deshacen de la moneda local y compran divisas en el mercado negro. corea del norte, ÷república o monarquía? La Constitución norcoreana califica al país como una república popular democrática. En realidad, Corea del Norte no funciona como una república, ni es democrática ni popular. El régimen político es una especie de monarquía estalinista en la que la sucesión dinástica es un asunto familiar. Kim Il-Sung (Kim i), quien fue el fundador de la dinastía, falleció en 1994 y designó como sucesor a su hijo Kim Jong-Il (Kim ii) en 1980. Ahora, Kim ii, con 68 años de edad, prepara como sucesor a su tercer hijo, Kim Jong-Un (Kim iii). El 28 de septiembre se celebró una Conferencia de Delegados del Partido de los Trabajadores, en la cual se confirmó el nombramiento del joven Kim Jong-Un como Vicepresidente de la Comisión Militar Central del Partido de los Trabajadores de Corea, órgano presidido por su padre. También entró a formar parte del Comité Central del Partido y, así, se convirtió en la segunda persona más importante del hermético régimen político norcoreano. Un día antes, el 27 de septiembre, Kim Jong-Il fue confirmado como Secretario General del Partido y, mientras su delicada salud se lo permita, seguirá manteniendo, junto con su hijo, las riendas del poder. El dictador también nombró general de cuatro estrellas a su hijo Kim Jong-Un, así como a su hermana Kim Kyong-Hui, de 64 años, y a otros cuatro hombres de su plena confianza. El príncipe heredero fue presentado por primera vez a sus súbditos el 10 de octubre, en el marco de una imponente parada militar y civil celebrada en la plaza Kim Il-Sung de Pyongyang con motivo del 65º aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores de Corea. El acto se abrió a los medios de comunicación internacional para que hiciesen llegar al mundo exterior la foto de los dos Kim, el “amado líder” y “el joven general”, juntos en la tribuna bajo una foto de Kim Il-Sung, “el presidente eterno”, mientras recibían los honores del ejército, del partido y del pueblo norcoreano. El desfile sirvió para lucir “la musculatura militar” del régimen, pocas semanas antes de que se realizara en Seúl la Cumbre del g-20. [ 5 4 ] foreign affairs latinoamérica · Volumen 11 Número 1 15 Jaume Giné Daví_FAL • 11-1 2/23/11 3:59 PM Page 55 Corea del Norte juega peligrosamente con fuego La designación de Kim iii es una apuesta arriesgada que fue forzada como respuesta ante la delicada salud del dictador, la cual podría empeorar en los próximos meses. En un país de raíces confucianas, la juventud e inexperiencia del heredero contrasta con el perfil de los líderes políticos y militares, quienes son casi ancianos: tienen una media de edad aproximada de 70 años. Para ellos, es excepcional tener que aceptar como líder a un joven prácticamente desconocido, que podría ser su hijo o su nieto. Por esta razón, Kim Jong-Il reforzó la figura de su hijo al nombrarlo general de cuatro estrellas. Fue fiel a la doctrina “Songun” o “primero militar”, conforme a la cual ser militar es un requisito previo para ostentar otros liderazgos. La primera actividad oficial del joven general fue acompañar a su padre en una visita a una base militar de misiles. La prioridad de Kim Jong-Un consistirá en asumir gradualmente el control del ejército. El ataque a la isla de Yeongpyeong forma parte de esta estrategia. Kim Jong-Il preparó su sucesión desde enero de 2009, tras sufrir un infarto en agosto de 2008. En junio de 2010, remodeló el gobierno norcoreano y rejuveneció una parte de la cúpula militar. También nombró Vicepresidente de la Comisión de Defensa Nacional (cdn) a su cuñado Jang Seong-Taek, de 64 años, hombre que goza de su plena confianza, para garantizar la transición monárquica en favor del príncipe heredero Kim Jong-Un, en un papel similar al de un regente, en el supuesto de una irreversible incapacitación física o un pronto fallecimiento del dictador. Además, nombró general de cuatro estrellas a su hermana Kim Kyong-Hui, también de 64 años y esposa de Jang, quien es la primera mujer en alcanzar este rango militar. Así, quedó patente que los entresijos del poder norcoreano son un asunto de la familia Kim. De cualquier manera, el heredero tendrá que aprender rápidamente a mover los hilos del poder. Kim Jong-Il contó con 14 años para su aprendizaje, los que transcurrieron entre su designación como sucesor en 1980 y la muerte de su padre en 1994. Kim Jong-Un casi no tendrá tiempo para entrenarse. Ello provoca algunas incertidumbres sobre si la sucesión dinástica se consolidará. Esta sucesión fue una decisión impuesta por el dictador a la vieja guardia del Partido y del ejército. Meses después, parece que el consenso entre el clan familiar de los Kim y el estamento militar no es pleno. Los dos Kim, quienes actualmente comparten el mando, están depurando los altos cargos militares para rodearse de fieles colaboradores, pero hay indicios de que el proceso de transferencia del poder a Kim iii no va a ser fácil. Además del frente interior, Kim Jong-Il maniobró para asegurar el apoyo chino. El 26 de agosto de 2010 viajó a China con un doble objetivo: lograr el plácet de este país para su plan sucesorio y reclamar más ayuda económica de Beijing. Lo acompañó el joven Kim Jong-Un, quien fue presentado a las autoridades chinas. La visita no fue confirmada por ambos países hasta el 30 de agosto de 2010, una vez que el Presidente norcoreano había cruzado la frontera china de vuelta a su país. De la entrevista con el presidente Hu Jintao, efectuada el 27 de agosto en Changchun, casi nada trascendió. Al respecto, Beijing se escuda tras la posición oficial de que considera la cuestión sucesoria como un asunto interno de Corea del Norte. foreign affairs latinoamérica o [ 55 ] 15 Jaume Giné Daví_FAL • 11-1 2/23/11 3:59 PM Page 56 Jaume Giné Daví Parece que Kim Jong-Il alcanzó sus dos objetivos. Al recibir la luz verde china para sus veleidades sucesorias, convocó, tras un aplazamiento a la Conferencia del Partido de los Trabajadores, el 28 de septiembre. También logró el compromiso chino de incrementar la cooperación económica, incluso militar, con el Norte. Pero Beijing exigió al régimen norcoreano dos contrapartidas: a) abrir gradualmente su economía al exterior, siguiendo el modelo chino y dando prioridad a los intereses de las empresas chinas, y b) disminuir la tensión militar en la península coreana volviendo a las negociaciones, rotas en abril de 2009, en el marco del g-6 para la desnuclearización del Norte. Kim Jong-Il manifestó su disponibilidad para reanudar el diálogo multilateral. Beijing espera que Pyongyang renuncie definitivamente a sus ambiciones y amenazas nucleares. Pero no está claro que así lo hará. wikileaks: unas revelaciones poco relevantes Las revelaciones de Wikileaks sobre Corea del Norte son poco relevantes. No dicen nada nuevo. Destacan unos comentarios atribuidos indirectamente a funcionarios chinos sobre cierto distanciamiento entre Beijing y Pyongyang. En dichos comentarios, dicen que China podría aceptar una Corea reunificada bajo el control de Seúl si se dan determinadas condiciones. En primer lugar, Beijing y Seúl deberían estrechar sus relaciones bilaterales, especialmente las económicas, respetando los derechos adquiridos por las empresas chinas en el Norte. Por otro lado, aunque mantuviese su alianza política con Estados Unidos, Seúl debería comprometerse a no estacionar tropas estadounidenses al norte del paralelo 38. Sin embargo, estas afirmaciones atribuidas a funcionarios chinos tienen un valor relativo. La estrategia política sobre Corea del Norte la deciden, por consenso, las cúpulas del politburó del pcc y del ejército Chino. Más allá de las palabras, lo que cuenta es analizar los hechos y su evolución. El presunto distanciamiento chino-norcoreano no encaja con lo ocurrido en los últimos meses. Kim Jong-Il visitó dos veces China en 2010 para entrevistarse con Hu Jintao. El primer encuentro se celebró en mayo (sólo unas semanas después del hundimiento del Cheonan), algo que irritó a Seúl, mientras que el segundo fue en agosto, cuando Kim ii recibió luz verde de China para impulsar el proceso sucesorio. Además, Beijing no condenó explícitamente a Pyongyang por el hundimiento del Cheonan e, inclusive, se resistió a adoptar una resolución condenatoria en el Consejo de Seguridad de la onu. En el mismo sentido, cuando se aprueba alguna resolución contra el Norte, China no la aplica de manera plena y efectiva. Recientemente, también mantuvo una discutible posición neutral al no condenar el bombardeo norcoreano a la isla de Yeongpyeong y limitarse a pedir una reunión urgente del g-6. Por su parte, Estados Unidos tiene evidencias de que Beijing permite a los norcoreanos exportar, a través del territorio chino, armas, incluso misiles, a terceros países, entre ellos Irán. [ 5 6 ] foreign affairs latinoamérica · Volumen 11 Número 1 15 Jaume Giné Daví_FAL • 11-1 2/23/11 3:59 PM Page 57 Corea del Norte juega peligrosamente con fuego La situación en el Norte es muy compleja. Kim Jong-Il seguirá alimentando las tensiones externas para acallar las disidencias internas. Pero China tiende a conservar el statu quo vigente en la península coreana y sólo permitirá que se modifique si considera que ello favorecerá sus intereses estratégicos. Políticamente, el Norte constituye un “Estado tampón” entre China y el Sur proestadounidense. Económicamente, las importantes inversiones chinas mantienen vivo, por ahora, al régimen de la dinastía Kim. Pero el 6 de diciembre de 2010, Barack Obama telefoneó a Hu Jintao para pedirle, una vez más, que enviase un mensaje claro a Pyongyang para acabar con las provocaciones. Ambos mandatarios se reencontrarán en Estados Unidos a principios de 2011. No obstante, tampoco cabe descartar posibles cambios en la actual posición china: es ambivalente, pero no monolítica. Beijing está cada vez más inquieto ante la inestabilidad interna de Corea del Norte, así como ante las veleidades nucleares de Kim Jong-Il, que alimentan el rearme militar en Asia Oriental y que han robustecido la alianza militar entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón. El ataque a la isla Yeongpyeong dio a Obama la excusa para enviar el portaviones George Washington al mar Amarillo, y Washington podría aumentar su presencia militar en la región. Por su parte, Seúl anunció un incremento del 5.8% al presupuesto de defensa para adquirir aviones f-16 estadounidenses, mientras que Japón aprobó, el 17 de diciembre, su nueva estrategia de defensa nacional para los próximos 10 años, que apunta hacia Corea del Norte como un riesgo inmediato para la seguridad japonesa y hacia China, con quien mantiene el contencioso de las islas Sentayu/Diaoyu, como un riesgo de más largo plazo. Actualmente, Tokio considera indispensable para la seguridad de Japón la alianza militar con Estados Unidos y el mantenimiento de los 47 000 militares estadounidenses estacionados en el archipiélago. Ante este panorama, un Norte “nuclear” podría incluso provocar que Corea del Sur y Japón se replanteasen sus estrategias sobre armamento nuclear. Beijing sabe que el estallido de un conflicto militar en la península coreana afectaría negativamente a la economía china. También Rusia está modificando su posición, hasta ahora pasiva, ante Pyongyang. ÷puede el norte colapsarse? Corea del Sur, Japón y Estados Unidos poco pueden hacer ante un Estado “fallido” que actúa con una total impunidad. Washington y Seúl están prestos para volver a negociar, pero no a cualquier precio. Quieren hechos concretos y no nuevas promesas. Seúl exige que Pyongyang reconozca su responsabilidad en el hundimiento de la corbeta Cheonan en marzo de 2010, aunque el Norte sigue negando su participación. Los escenarios para el futuro plantean muchas incógnitas. Kim Jong-Il sólo aspira a vivir lo suficiente para celebrar el centenario del nacimiento de su padre Kim Il-Sung en 2012 y para ver consolidada la dinastía familiar bajo el mando de Kim foreign affairs latinoamérica o [ 57 ] 15 Jaume Giné Daví_FAL • 11-1 2/23/11 3:59 PM Page 58 Jaume Giné Daví Jong-Un. Beijing puede y debe, antes de que sea demasiado tarde, obligar a Pyongyang a negociar una salida pactada a un conflicto que no tiene una solución militar. En 2002, Bush incluyó a Corea del Norte en el eje del mal. El entonces presidente surcoreano Kim Dae-Jung le dijo a Bush que, si el interés nacional lo exigía, bien se podía dialogar “incluso con el mal”. Pyongyang, a diferencia de Iraq, sí tiene armas de destrucción masiva. Y una guerra en Asia Oriental no le conviene ni a China ni a Corea del Sur, cuyas economías dependen del sector exportador. No se puede seguir jugando con fuego. Hay que abrir las puertas hacia una solución negociada definitiva. Pero las negociaciones siguen en un callejón sin salida porque Pyongyang no es un interlocutor fiable. ¿Presionará China con firmeza para que avancen las reformas en el Norte? El problema es que todo proceso reformista o modernizador en Corea del Norte chocará contra la pervivencia del régimen estalinista basado en la doctrina Juche que mantiene en el poder a la dinastía Kim, la cual no tiene intención de reformar el régimen que la sustenta. Si Pyongyang se cierra, Beijing podría cortar su apoyo a Kim Jong-Il para exigir que haya cambios en Pyongyang y provocar, en determinadas condiciones, una futura reunificación coreana. China tiene las llaves, aunque no todas. Está en juego su credibilidad internacional como potencia regional y global. Mientras tanto, Corea del Sur desconfía del Norte. Espera que se colapse económica y políticamente, para así lograr la reunificación. Cree que sólo es cuestión de tiempo, pero no sabe cuánto tiempo. Seúl, Tokio y Washington actúan política y militarmente coordinados, y han elaborado un plan de emergencia para responder ante el eventual colapso económico del Norte. Si Corea del Norte se colapsa, el reto al que deberá hacer frente Corea del Sur será colosal. En 2008, el pib del Norte representaba sólo el 2.7% del pib del Sur, y la renta per cápita de los 24 millones de norcoreanos era equivalente a sólo 5.5% de la correspondiente a los 50 millones de surcoreanos. El conflicto coreano es un gran juego diplomático a diversas bandas. Cada jugador privilegia sus intereses, pero las mejores cartas están en manos de Beijing. La partida continúa en medio de una gran tensión porque Pyongyang es agresivo, incorregible y no cumple con las reglas de juego. China lo deja actuar, o bien, no puede controlarlo del todo, mientras los demás participantes esperan para sacar ventaja, pero, ¿hasta cuándo? Se trata de un juego demasiado peligroso. 4 [ 5 8 ] foreign affairs latinoamérica · Volumen 11 Número 1