David Díaz Bejarano1 La visibilización de los derechos humanos de la comunidad LGBT en la ONU y su implicación para América Latina Resumen La visibilidad creciente de la comunidad LGTB a nivel global ha planteado un reto a todos los actores del sistema internacional de derechos humanos. Durante décadas, los diferentes sectores de esta comunidad no habían sido referenciados explícitamente por estos organismos, encontrándose inevitablemente marginados en un contexto de violencia y discriminación en su contra. Objetos de una discriminación y violencia sistemáticas, homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales fueron progresivamente imponiéndose como detentores de derechos, logrando importantes avances jurídicos en varios países. Con el tiempo, la militancia de esta naciente comunidad LGTB iba a volcarse al ámbito internacional, buscando legitimidad y reconocimiento por parte de los principales organismos internacionales de derechos humanos. En una concepción de los derechos humanos como un proceso histórico, de permanente evolución y expansión a través de la movilización de grupos sociales, esta ponencia busca explicar cómo se ha integrado la comunidad LGBT al sistema internacional de derechos humanos. Palabras claves: Derechos Humanos, Derecho internacional de los derechos humanos, ONU, OEA, LGBT 1 Politólogo egresado de Sciences PO Grenoble, Universidad de Grenoble, Francia Magister en Derechos Humanos, Universidad de Estrasburgo, Francia Con experiencias prácticas en la Oficina del Alto Comisionado a los Derechos Humanos de la ONU en Ginebra y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA en Washington D.C. Actualmente, Profesor de Relaciones Internacional en la Universidad Santo Tomas, Facultad de Gobierno y Relaciones Internacionales La violencia y discriminación contra las personas lesbianas, homosexuales, bisexuales y transexuales no fue explícitamente referenciada durante décadas en el sistema internacional de los derechos humanos. Si bien violaciones contra estos sectores podían llegar a evocarse en el seno de los organismos internacionales de derechos humanos, no existía un enfoque diferencial que viniera reconocer y legitimar la existencia de esta comunidad como marco en el cual pensar los derechos. Esto iba a cambiar con el auge global del movimiento LGBT. En los últimos años se han registrado significativos avances en los sistemas universal e interamericanos de derechos humanos en cuanto al reconocimiento de esta comunidad. Del anonimato a una institucionalización progresiva de políticas internacionales en defensa de sus derechos, la comunidad LGBT ha empezado a ser integrada al derecho internacional de los derechos humanos. Bajo esta perspectiva nos preguntaremos ¿Cómo, tras varias décadas de anonimato, se ha integrado jurídicamente la comunidad LGTB al derecho internacional de los derechos humanos? En una primera parte estudiaremos la expansión progresiva del derecho internacional de los derechos humanos y su aspiración universalista. Posteriormente analizaremos la consolidación global del movimiento LGTB y su militancia internacional. En una tercera y última parte nos concentraremos en la reciente integración de un enfoque LGTBI al derecho internacional de los derechos humanos y sus implicaciones. I/ La expansión progresiva del derecho internacional de los derechos humanos y su aspiración universalista La declaración universal de los derechos humanos de la ONU de 1948 fue la primera piedra del sistema jurídico universal del derecho internacional de los derechos humanos. Si bien no era un instrumento jurídicamente vinculante, su valor radicaba en la difusión global de los derechos humanos, nueva prioridad y faro director de las Naciones Unidas. La contundencia de sus treinta artículos tuvo una amplia resonancia en un contexto de guerra fría donde se perfilaba el proceso de descolonización. Los dos primeros artículos2 en particular dibujaban un nuevo marco que postulaba la universalidad de los derechos humanos. Consideraciones de raza, color, religión, sexo, nacionalidad entre otras eran secundarias a la primacía de esta concepción naturalista de los derechos humanos: el ser humano nace con derechos que le son inalienables por su condición humana. A partir de esta declaración, el edificio jurídico del derecho internacional de los derechos humanos de la ONU fue creciendo, ampliando su catálogo de derechos y dotándose de instrumentos cada vez más vinculantes. Sin pretender hacer su inventario3 exhaustivo, los Pactos Internacionales de Derechos Humanos de 1966 consolidan las aspiraciones de la Declaración de 1948, precisando y expandiendo muchos de sus derechos alrededor de dos ejes: los derechos civiles y políticos de un lado y los derechos, sociales, económicos y culturales del otro. Para efectos de esta ponencia, entendemos los derechos humanos como un proceso histórico y progresivo, en permanente evolución y permanente expansión. De la modesta y a la vez ambiciosa Declaración Universal de 1948 hemos pasado a un 2 « Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.” 3 Para una presentación detallada : http://www2.ohchr.org/spanish/law/index.htm complejo y rico marco jurídico: la ONU cuenta con un complejo aparato institucional al servicio de la protección de los derechos humanos en donde se conjugan diversos mandatos y numerosos tratados. Si bien esta ponencia se centra particularmente en la ONU, es indispensable mencionar la consolidación progresiva del sistema interamericano de derechos humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA). Impulsada por la gestión de la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el sistema interamericano es también el reflejo de un proceso histórico de expansión de los derechos humanos. La evolución y expansión de los derechos humanos se articula en términos generales alrededor de dos ejes: una expansión temática y la adopción de diferentes enfoques diferenciales. La expansión temática se evidencia a través de lo que algunos autores han catalogado como las “generaciones” sucesivas de derechos. Tras la consolidación de los derechos civiles y políticas y en menor medida de los derechos sociales, económicos y culturales, nuevas aspiraciones han surgido que buscan cristalizarse como derechos. Problemáticos por su ambigüedad y difícil realización, varios analistas los entienden como aspiraciones más que derechos concretos: derecho al desarrollo, al medio ambiente, a la paz, a la democracia entre otros. La adopción de enfoques diferenciales en cuanto a ellos busca articular los derechos consagrados con problemáticas y poblaciones específicas que requieren de un marco especial para la garantía de sus derechos. En efecto, la dimensión y enfoque generalista de los derechos inicial evidenció rápidamente falencias a la hora de abordar problemáticas particulares como las violencias contra la mujer, el respeto de los derechos de la gente con discapacidades, los derechos de la niñez entre otros campos que fueron configurando sus respectivos enfoques diferenciales. Hoy en día, el derecho internacional de los derechos humanos se articula alrededor de múltiples enfoques diferenciales y convenciones especiales que entienden los derechos adecuándose a las particularidades de una problemática o de una población. Instrumentos como la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) o la Convención Internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad (CRPD) del sistema de Naciones Unidas son ejemplos de esta tendencia. Durante décadas, la especificidad de la problemática de la discriminación y violencia sistemáticas contra las personas homosexuales, lesbianas, transgeneristas y bisexuales a nivel mundial no benefició de un enfoque diferencial por parte del derecho internacional de los derechos humanos. La aspiración universalista y general de los derechos humanos sugería una protección para todos, incluidos aquellos y aquellas que se reconocían en una orientación sexual o concepción del género diferentes. No obstante, esta concepción general invisibilizaba la particularidad de la problemática del respeto de los derechos humanos de estos sectores de la población mundial. La cuestión de los derechos de la comunidad LGTB en los sistemas universal e interamericano fue solo realmente incorporada recientemente tras décadas de silencio, algo que estudiaremos en detalle en la tercera parte de este trabajo. En efecto, la progresiva consolidación e internacionalización de la comunidad LGTB y su lucha por sus derechos iban a marcar un giro en el derecho internacional de los derechos humanos. El auge de esta comunidad a nivel global planteaba un reto global a los países y a los Organismos Internacionales: ¿En el marco de una violencia y discriminación generalizada, como garantizar los derechos de la comunidad LGTB? Tanto la ONU y la OEA iban a finalmente adoptar un enfoque diferencial en su comprensión de la comunidad LGBTI. A través de varios instrumentos, se iba a reconocer, tras varias décadas de silencio, la especificidad de la comunidad LGTB y las violencias sistemáticas que ha tenido que afrontar. Más relevante y trascendental, este reconocimiento va a legitimar y consagrar a nivel del sistema internacional las violaciones, la lucha por sus derechos y sobre todo la existencia de esta comunidad. Este progreso no fue fortuito y obedece ante todo a la organización y militancia de la comunidad LGTB a nivel global. Como muchos procesos históricos de obtención de derechos, la dinámica “bottom-up” ha caracterizado estos avances. En efecto, el reconocimiento no ha llegado por solo gestiones unilaterales de los organismos internacionales. La comunidad LGTB progresivamente ha avanzado en la conquista de sus derechos, logrando importantes avances en las legislaciones nacionales de varios países que a la postre han legitimado su existencia. Cuando los derechos de la comunidad LGTBI eran invisibles en el derecho internacional de los derechos humanos, en varios países ya se contaba con una jurisprudencia importante que reconocía su existencia, así fuera parcial. Este reconocimiento internacional es el resultado de una militancia y organización a nivel de los países que ha logrado importantes avances (aunque contrastados según los países y los continentes) en las legislaciones nacionales. Ahora empieza una nueva etapa en donde los nuevos instrumentos de enfoque diferencial de los derechos de la comunidad LGTB de la ONU y la OEA tienen que consolidarse y demostrar su eficacia. II/ La consolidación del movimiento LGTBI y su internacionalización Esta ponencia no trata sobre la historia del movimiento LGTBI pero resulta necesario dar algunas precisiones al respecto. La homosexualidad (hombre-hombre o mujer-mujer) es una orientación sexual que ha existido desde hace varios siglos y que ha dejado huellas en múltiples civilizaciones antiguas. Sin embargo es solo a mediados de los 60’s que se comienza a visibilizar la realidad homosexual (hombre-hombre) en la retórica y en su aspiración a existir en un contexto generalizado de criminalización de su orientación sexual. Estados Unidos fue el epicentro de este fenómeno. A la par, el movimiento de lesbianismo (mujer-mujer) fue igualmente perfilándose. Con este terreno abonado, para mediados de los 70’s bisexuales y transgeneristas salieron del anonimato y empezaron a expresar sus reivindicaciones en medio de una violencia y discriminación importantes. Es importante precisar como la armonización y la articulación de los diferentes componentes de la comunidad LGTBI (Lesbianas, Gays, Transgeneristas y Bisexuales) fue inicialmente problemática, conflictiva y aun hoy en día sigue sin ser total. Para la década de los 90’s, el rotulo fue ganando en visibilidad, para consolidarse a principios de siglo. Es importante recalcar como esta internacionalización no está en un principio intencionalmente articulada: en cada país los sectores LGTB se han movilizado ante todo por la lucha de sus derechos a nivel interno. Con el tiempo, en un contexto de globalización, una conciencia LGTB global ha ido forjándose, consolidando la visibilidad de este movimiento. A comienzos del siglo XXI, la visibilidad de la causa LGBT es innegable. Sin embargo, el derecho internacional de los derechos humanos seguía sin claramente consagrar y reconocer un enfoque diferencial en relación a esta comunidad. Esto iba a cambiar. III/ La reciente integración de un enfoque LGTB al derecho internacional de los derechos humanos y sus implicaciones La progresiva integración de un enfoque LGTB al derecho internacional de los derechos humanos ha obedecido a tres dinámicas. Por un lado, ha habido gestiones unilaterales de los organismos internacionales que han favorecido esta integración. Los Estados, en cuanto a ellos, han impulsado y debatido alrededor de este tema en los diferentes foros globales de derechos humanos, visibilizando la temática a nivel global. Por último, la militancia permanente de la comunidad internacional LGBT ha contribuido también a esta integración. La ONU En el marco de la ONU, estas dinámicas están presentes. En 20084, en el seno de la ONU se iba a romper con décadas de silencio en torno al movimiento LGTB, sesenta años después de la declaración universal que afirmaba la igualdad en derechos de todos los seres humanos. En el marco de la Asamblea General, una proposición de declaración impulsada por países de la Unión Europea y auspiciada por la ONU condenaba la violencia, discriminación, estigmatización y acoso por cuestiones de orientación sexual y género. Colombia figuró entre los votantes que aprobaba dicho texto. No obstante, esta iniciativa iba a ser rechazada por una gran mayoría de países de Asia y África, impidiendo su adopción. Aun así, la problemática de la discriminación y violencia contra las comunidades LGTB del mundo había sido visibilizada. El 6 de diciembre de 2011, la Secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, pronunciaría un importante discurso5 en la sede de Ginebra de las Naciones Unidas. 4 5 http://www.un.org/News/Press/docs/2008/ga10801.doc.htm http://www.thewire.com/global/2011/12/world-reacts-clintons-gay-rights-speech/45883/ Planteando la defensa de los derechos de la comunidad como un imperativo ineluctable, Clinton abogaba por un enfoque diferencial en un foro de Naciones Unidas que congregaba países de todo el mundo. Presentando la comunidad LGTB como una “minoría invisible”, la Secretaria de Estado hacia énfasis en como especificidades culturales y religiosas no podían justificar la violación de los derechos humanos de este grupo. Tan solo dos días después, el Secretario general de la ONU Ban Ki Moon plantearía en un discurso en el cuartel general de Naciones Unidas en Nueva York la urgencia de luchar contra la discriminación homofóbica. Si bien es solo un discurso, la temática LGTB empezaba a ser visibilizada. En 2011, Sudáfrica lideró una iniciativa: se pretendía solicitarle al Consejo de Derechos Humanos que a través la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos se generara un informe sobre la situación de las comunidades LGTB a nivel global. La iniciativa fue aceptada6, a pesar de los votos en contra de países como Burkina Faso, China y Zambia. Dicho documento fue publicado7 en diciembre de 2011, dando cuenta de la gravedad y alcance de violaciones a las cuales eran sometidas las personas de esta comunidad en el mundo y enunciando varias recomendaciones a los Estados sensibles al tema. Fue catalogado como un hito en la historia de las Naciones Unidas, sentando las primeras bases de un enfoque diferencial alrededor de una comunidad históricamente invisible y excluida como la LGTB. Estos avances no se traducen aun en instrumentos jurídicos diferenciales (convenciones o tratados) que vendrían consolidar un enfoque diferencial concreto en el manejo de las violaciones contra esta comunidad. Pero el cambio en la retórica y la voluntad de visibilizar esta comunidad por parte de las Naciones Unidas ha sido clara durante los últimos tres años con realizaciones concretas al respecto. 6 7 http://www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=11167&LangID=E http://www2.ohchr.org/english/bodies/hrcouncil/docs/19session/a.hrc.19.41_english.pdf - Publicación el 15 de diciembre de 2011 del primer informe de Naciones Unidas en torno a la violencia y discriminación contra la comunidad a LGTB a nivel global. - Lanzamiento en 2012 por parte de la Oficina del Alto Comisionado a los Derechos Humanos de la campaña oficial “Free and Equal”8 (Libres e Iguales). Esta iniciativa está completamente focalizada en visibilizar las violaciones y discriminación en contra de la comunidad LGTB a través de material pedagógico y un seguimiento permanente de la actualidad global en torno al tema. - En el mecanismo del Examen Periódico Universal, en donde se evalúa la situación y avances en derechos humanos de los países, se ha incluido el enfoque LGTB. - El 26 de Septiembre de 2013 tuvo lugar el primer encuentro 9 ministerial en Naciones Unidas alrededor de la lucha contra las violaciones a los derechos de la comunidad LGTB. Con la presencia de la Alta Comisionada a los Derechos Humanos, el Secretario de Estado de Estados Unidos, los ministros de asuntos exteriores de Argentina, Francia, Brasil, Croacia, Holanda, Noruega asi como representante de la Unión Europea y Human Rights Watch. La relevancia de esta iniciativa radica en el posicionamiento en la agenda internacional de la comunidad LGTB. Entre iniciativas unilaterales de las Naciones Unidas como la campaña “Free and Equal” y la militancia de algunos países, la comunidad LGTB ha sido claramente reconocida en el ámbito internacional como detentora de derechos. Se trata de un enfoque diferencial parcial: el Sistema de Naciones Unidas no plantea aún instrumentos jurídicos particulares o procesos diferenciados a través de nuevas convenciones de derechos. No obstante, elementos como la generalización de un enfoque LGTB en el Examen Periódico Universal y el compromiso pedagógico adoptado a través de la campaña “Free and Equal” han claramente potenciado la visibilidad global de la comunidad LGTB, legitimándola y reconociéndola. 8 9 https://www.unfe.org/ https://www.unfe.org/en/actions/ministerial-meeting Se trata de un enfoque diferencial parcial también en la medida en que no se postulan aún derechos particulares o marcos jurídicos especiales para esta comunidad. Se retoma todo el aparato jurídico de Naciones Unidas con sus convenciones y se articula de manera visible con la comunidad LGTB, integrándola en la concepción del ejercicio de los derechos. Es así como en su informe de 2012 titulado “Born Free and Equal10” (Nacidos libres e iguales) la ONU establece cinco ejes, cinco derechos tradicionales que va a articular con la comunidad LGTB: - La protección de los individuos contra la violencia homofóbica y y la violencia contra las personas transexuales. (derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad) - La protección de la comunidad LGTB contra actos de tortura y tratamientos inhumanos y degradantes. (derecho a no ser sometido a torturas) - La descriminalización de la homosexualidad (derecho a no ser discriminado por raza, color, sexo, orientación sexual) - Prohibir la discriminación basada en la orientación sexual y el género. - Respetar el derecho a la libre expresión, el derecho de reunión y de asociación de la comunidad LGTB. La OEA Si bien nuestra ponencia se focaliza en la ONU, es relevante mencionar brevemente como se ha visibilizado progresivamente la comunidad LGTB en el sistema interamericano. 10 http://www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/BornFreeAndEqual.aspx El 3 de Junio de 2009, la OEA aprobaba una resolución11 de derechos humanos, orientación sexual e identidad de género en el marco de la trigésimo novena Asamblea General tras varios años de lobby por parte de ONGs del continente defensoras de los derechos humanos de la comunidad LGBT. En esta resolución se condenaba la violencia y discriminación contra la comunidad LGBT. En 2011, a petición de la Asamblea general, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) crea la Unidad para los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales. Esta unidad iba a articular su mandato alrededor de 4 ejes: 1. La preparación de informes temáticos, regionales o de país sobre la situación de las personas LGBTI en las Américas 2. El desarrollo de normas sobre la interpretación de los instrumentos interamericanos sobre derechos humanos en áreas tales como la orientación sexual, la identidad y expresión de género, así como la diversidad corporal, mediante el sistema de peticiones y casos individuales 3. La asesoría técnica a Estados y órganos políticos de la Organización de los Estados Americanos 4. El monitoreo de la situación de los derechos humanos de las personas LGBTI y la visibilización de las violaciones a sus derechos humanos. Finalmente, en 2013, la CIDH crea la Relatoria12 sobre los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex. Retomando el mandato de la Unidad, este nuevo estatus institucionaliza y consolida el enfoque LGTB en el Sistema Interamericano, situando esta Relatoría al mismo nivel que las demás: 11 12 http://www.hrw.org/news/2008/06/05/oas-adopts-resolution-protect-sexual-rights https://www.oas.org/es/cidh/lgtbi/default.asp Relatoría sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas Relatoría sobre los Derechos de las Mujeres Relatoría sobre los Derechos de los Migrantes Relatoría Especial para la Libertad de Expresión Relatoría sobre los Derechos de la Niñez Relatoría sobre Defensoras y Defensores de Derechos Humanos Relatoría sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad Relatoría sobre los Derechos de las Personas Lesbianas, Gays Relatoría sobre los Derechos de las Personas Afrodescendientes y contra la Discriminación Racial El enfoque de la OEA es similar al de la ONU: no se plantean nuevas convenciones o tratados de derechos particulares a la comunidad LGTB. Lo que se busca es articular todos los derechos existentes a la especificidad que plantea este grupo social, en un proceso inclusivo que visibiliza, reconoce y legitima la existencia de esta comunidad a nivel continental. Tras décadas de exclusión y anonimato, la comunidad LGTB ha logrado integrarse al derecho internacional de los derechos humanos. Su reconocimiento no ha sido fortuito: obedece a una incesante movilización global de la comunidad LGBT, que tras conseguir concretos avances en algunos de sus respectivos países, empezaron a militar internacionalmente. Paralelamente, algunos países han asumido un liderazgo en la visibilizacion de la causa LGBT. Estados Unidos, Argentina, Suecia, Sudáfrica entre otros han contribuido a posicionar globalmente esta problemática en los diferentes foros internacionales. Por último, esfuerzos unilaterales de la ONU y la OEA muestran una voluntad de estos organismos de aprovechar el momentum generado en los últimos cinco años para consolidar los avances logrados. Esta integración al derecho internacional de los derechos humanos no plantea nuevos derechos, nuevos instrumentos jurídicos o nuevas convenciones especialmente concebidas para la comunidad LGBT. No obstante, el enfoque diferencial existe: en la retórica que individualiza y particulariza este grupo, en la voluntad de articular los derechos existentes con la especificidad y los retos que afronta la comunidad LGBT. Las perspectivas a mediano y largo plazo de la integración jurídica internacional de la comunidad LGBT son esperanzadoras. Este proceso internacional de legitimización jurídica es un reflejo de los derechos humanos como proceso histórico, de permanente expansión en base a la movilización de grupos sociales. Predecir hacia donde se oriente esa expansión resulta difícil. Lo que sí es claro es que ahora existe un reconocimiento jurídico internacional de la comunidad LGBT. Independientemente de las opiniones que se tengan en cuanto a este grupo, el respeto de sus derechos al día de hoy es un imperativo moral y jurídico. BIBLIOGRAFIA: - Dana Peterson, Vanessa R. Panfil (auth.), Dana Peterson, Vanessa R. Panfil (eds.), Handbook of LGBT Communities, Crime, and Justice,2014, Springer Editions - Sherry Wolf, Sexuality and Socialism: History, Politics, and Theory of LGBT Liberation, 2009, Haymarket Books Informes Naciones Unidas: - Discriminatory laws and practices and acts of violence against individuals based on their sexual orientation and gender identity. Report of the United Nations High Commissioner for Human Rights, 17 Noviembre de 2011. (http://www2.ohchr.org/english/bodies/hrcouncil/docs/19session/a.hrc.19.41_engl ish.pdf) - Born Free and Equal. Report of the United Nations High Commissioner for Human Rights. (http://www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/BornFreeAndEqual.aspx)