AH_29_montado:AH 10/06/2010 8:12 Página 18 D O S I E R D El rescate de cautivos Dos frailes pagan a dos El papel de los mediadores aparecen representados con O S I E R mercaderes de esclavos —uno blanco y otro de color— mientras cuatro cautivos gruesas cadenas al cuello. Redención de cautivos por San Pedro Nolasco. Obra de Pedro de la Cuadra. Museo Nacional de Escultura Colegio de San Gregorio de Valladolid. FRANCISCO ANDÚJAR CASTILLO UNIVERSIDAD DE ALMERÍA AH 18 L as personas eran uno de los botines más preciados de la acción de piratas y corsarios berberiscos: a falta de ricos bienes, los cautivos llevados a enclaves de la costa norteafricana se convirtieron en un verdadero tesoro que colmó las cárceles del Magreb en busca de rescates o, en su defecto, para trabajar como esclavos. Para conseguir su liberación y evitar que optasen por convertirse al Islam, intercedieron, como veremos a continuación, mediadores de distinta naturaleza: miembros de las órdenes religiosas, mercaderes, judíos, familiares, etc. La intervención en el rescate de cautivos PIRATAS Y CORSARIOS JULIO 2010 De todos es conocido que la vos fue el de los mercaderes. Dentro del mis- de rescates formaba parte de una actividad acción de corsarios y piratas mo, se puede diferenciar entre los que se es- mercantil en la que se dedicaba a abastecer pecializaron en el “comercio de cautivos” y el peñón de Vélez de la Gomera de aceites, los que se dedicaban a otras mercadurías y carnes, lienzos y calzados, al mismo tiempo aprovechaban sus viajes al norte de África pa- que ejercía como espía de Felipe II en Ma- durante el siglo XVI tuvo su ra obtener ganancias adicionales con los res- rruecos. periodo más álgido a partir cates. La presencia de mercaderes en este ne- La actividad de ladrón de cautivos no fue de 1568, tras la rebelión de gocio se justifica porque muchos de ellos con- exclusiva de Malaquí. Hurtar cautivos fue seguían del monarca licencias para llevar ha- práctica habitual en las ciudades norteafri- cia África “mercaderías lícitas e no proybi- canas, en especial en los presidios españo- Granada. Numerosos das”, por importes muy superiores a los de los les, pues, como cualquier artículo robado, cristianos fueron costes de los rescates, de tal modo que podían los cautivos se vendían a un precio inferior capturados y llevados a obtener ganancias adicionales. Los mercade- al de mercado. En diciembre de 1581, Anto- res no sólo pagaban por los cautivos sumas de nio de Tejeda, alcaide de Melilla, comunicó dinero a precios medios muy superiores a los al rey la llegada a aquella ciudad de dos mo- sobre las costas del Mediterráneo peninsular los moriscos del Reino de tierras del norte de África a la espera de las órdenes redentoras, mercedarios y de que llegaran frailes mercedarios de mercado sino que, además, viajaban ha- ros ladrones de los que “acostumbran a traer trinitarios, estuvo fundamentada en el ide- y trinitarios, o cualquiera de los cia África con productos para los que no tení- cristianos hurtados de Fez”, que portaban innumerables mediadores que se an licencia, al tiempo que fomentaban la seis cristianos para que se les abonase el co- propia actividad corsaria al comprar produc- rrespondiente rescate. El alcaide solicitó di- tos robados por los corsarios. nero para abonarlo a los ladrones porque al de Cruzada, en el ideal cristiano, en el espíritu religioso que impregnaba a una sociedad enfrentada con los denominados “ene- dedicaban al negocio de los migos de nuestra santa fe católica”. El peli- rescates, pues entre ambas orillas gro de renegar, de “tornarse moros”, por parte de los cautivos cristianos que habían sido llevados a África, fue un acicate que siempre inspiró la tarea redentora. En tér- Los judíos destacaron también entre los “por este camino se rescatan a trecientos y a Melilla, Antonio de Tejeda, participó en la órdenes redentoras en la esfera local, sino del Mediterráneo existió un mediadores para el rescate de cautivos. En quatrocientos reales el que más, mientras redención de cautivos, pues tras ser conde- que cambian por completo los agentes de la abigarrado universo de mediadores 1588 un judío residente en Fez, Judas Mala- que en Fez o cualquier otra parte cuestan nado a pagar 9.000 ducados por una senten- mediación. Cuando una familia tenía uno quí, propuso a Felipe II “traer todos los cris- más y pagan más derechos”. En Orán las co- cia judicial, reconocía no tener de hacienda de sus miembros en cautiverio, en poder de tianos captivos que de toda la Berbería y Ar- sas no eran diferentes. En marzo de 1587 su más de 4.000 ducados, a causa de tener em- turcos o de berberiscos, el rescate se em- gel se me pidieren de qualquier estado”, a Capitán General, don Pedro Padilla, escribió pleado su caudal en la “redención de cristia- prendía acudiendo a los intermediarios más nos cautivos”. cercanos, a los de “su” territorio, sin tener altamente especializados en las minos cuantitativos, los frailes de estas ór- tareas de negociación. Pero denes religiosas fueron los que mayor nú- además, hubo rescates que no se un precio de una “tercia parte menos que los al rey para informarle de que hasta allí ha- hicieron en tierras africanas sino en que otro ninguno rescatare, aunque sean de bía llegado un turco llamado Haçam, por- el mismo espacio de captura, la santísima trenidad y merced”. Su ofreci- tando “algunos cristianos rescatados y hur- LOS MEDIADORES LOCALES. La investi- las redenciones que periódicamente hacían miento, que obtuvo la aprobación real, te- tados”, con el cual conversó, como buen es- gación acerca del rescate de cautivos en las órdenes redentoras. Las familias de los nía como objetivo último no sólo obtener pía, sobre otros asuntos que afectaban a los fuentes locales presenta un panorama bien cautivos casi siempre trataban de reunir di- intereses españoles en aquellas tierras. distinto al que acabamos de describir. No nero, a veces hipotecando sus propios bien- sólo no se constata el protagonismo de las es, buscando el concurso de los mediadores mero de cautivos rescataron, pues protagonizaron las denominadas “redenciones generales” que periódicamente se hacían con dinero de particulares y con dinero del rey. mediante la realización de “alafías”, Pero también hubo numerosas “redencio- esto es, negociaciones para traducir beneficios del negocio del rescate de los cau- a dinero en efectivo el valor de las tivos, sino de la exportación hacia Marrue- Los burócratas y militares de los presidios presas capturadas en las cos de mercancías de alto valor que se produ- norteafricanos constituirían igualmente cían en España, como eran “paños, bonetes un nada despreciable núcleo de “mediado- y sedas”. Malaquí era el característico hom- res” o, en propiedad, de astutos negociantes bre de frontera que se beneficiaba de los que no dejaron pasar la oportunidad de Otro de los grupos más complicados intereses que se movían entre aprovechar el negocio que se movía ante sus activos en el rescate de cauti- las dos orillas del Mediterráneo. Su negocio ojos. Así, por ejemplo, el citado alcaide de nes particulares” que se enmarcarían en lo que López de Gómara llamó los cautivos rescatados “por vía de contratación”. NEGOCIO LUCRATIVO. incursiones sobre las costas peninsulares. que esperar así a que tuviese lugar alguna de Las familias de los cautivos casi siempre trataban de reunir dinero, a veces hipotecando sus bienes, buscando el concurso de los mediadores más cercanos, fundamentalmente mercaderes y moriscos asimilados AH JULIO 2010 19 10/06/2010 8:12 Página 20 D O S I AH JULIO 2010 20 Frailes redentores de cautivos. Grabado de la obra de Pierre Dan, Histoire de Barbarie... (1637). E R D Cura morisco, cautivo, embajador y mediador Una alafía en la costa ■ De simple cura beneficiado de dos un morisco que vivía en la Almería del pequeñas poblaciones del levante siglo XVI, no debió ser una excepción. almeriense, el morisco Diego Marín Alpargatero de profesión, pero pasó a ejercer labores diplomáticas en también apicultor, Mayordomo vivía las últimas décadas del siglo XVI. Tras en Níjar, en las proximidades de uno la guerra de las Alpujarras, Diego de los espacios costeros del Marín había ejercido como mediador, Mediterráneo español preferidos por desplegando una intensa actividad en los corsarios norteafricanos para sus torno al gran mercado de esclavos actividades. En el año 1561, junto con moriscos de las zonas de Vera y de su otros moriscos, Mayordomo fue Vélez Blanco natal. Poco tiempo capturado por unos corsarios turcos después, el 28 de noviembre de 1573, cuando se disponía a visitar las fue capturado por los corsarios que colmenas que tenían instaladas en los asaltaron la población de Cuevas de campos de Níjar. Desde allí fue Almanzora, y llevado a Tetuán junto conducido hasta unas galeotas turcas con otros 250 moradores de aquella que se hallaban surtas en el cabo de población. En 1577 fue liberado por el Gata, en donde se negoció una alafía sultán Abd-al-Malik, “por los servicios —facilitada por el buen que le había hecho”, actuando a partir entendimiento en la lengua— en la de esa fecha como agente de Felipe II cual se concertó con los turcos en en Marruecos y, desde mediados de pagar 50 ducados por su rescate. 1579, como intérprete del embajador Mayordomo se ofreció como mediador de Felipe II en Marruecos, Pedro para procurar el pago del rescate de Venegas. todos los moriscos apresados, además Los cuatro años de cautiverio en del suyo propio. Como garantía, en las O S I E R Portada del Tratado de la redención de cautivos, de Jerónimo Gracián. Ediciones Espuela de Plata. Sevilla, 2006. AH_29_montado:AH ■ La historia de Alonso Mayordomo, Grabado coloreado por Bárbara Morón Macías de la citada obra de Pierre Dan. Marruecos le debieron servir para el galeotas quedaron sus compañeros más cercanos, fundamentalmente merca- Almorox en el norte de África. Estos merca- aprendizaje de las tareas de mediación moriscos, cuyo destino iba a ser pronto LAS ALAFÍAS. El apresamiento de un cris- cristiana”, sirvieron de escenario para deres y moriscos asimilados. Por estos me- deres solían moverse en torno a “piezas” de en el rescate de cautivos. Sacerdote vendido por la traición del hábil e tiano por parte de los corsarios turco-ber- unas negociaciones que tradicionalmente dios, los familiares trataban de abreviar en alta cotización en el mercado, que requerí- “cristiano” en España, morisco que improvisado mediador. Una vez beriscos no siempre terminaba con el cau- se conocían como “alafías”, una práctica lo posible el tiempo de cautiverio y, si era an una elevada financiación que solía ser hablaba “algarabía”, conocedor de la puesto en libertad, debió “olvidarse” tiverio en tierras norteafricanas y en una que se encuentra plenamente documenta- factible, reducir el coste del rescate. Para lo- aportada por los familiares de los cautivos, realidad de las dos orillas del de la suerte de sus convecinos larga espera de meses o años hasta que lle- da en las costas del reino de Granada desde grar esto último, el camino más directo era por los adelantos en concepto de limosnas Mediterráneo, de la problemática de moriscos, pues aunque vendió un gase un rescate. A menudo, los cautivos mediados del siglo XVI y que se incremen- ponerse en contacto con los citados ladrones de las autoridades político-militares de los cautivos cristianos en el norte de pedazo de huerta y obtuvo un no fueron conducidos hasta Berbería, sino tó tras la guerra de las Alpujarras como de cautivos que vendían, como mercancía ro- Granada y por el empleo de “rehenes” como África, y de las familias cristianas en préstamo de manos de Baltasar de la que los corsarios trataron de negociar su consecuencia del aumento de la actividad bada, a precios inferiores de los fijados por principal aval de sus operaciones. El nego- las costas españolas, reunía todos los Torre, cuando regresó a las naves no rescate en las costas españolas, en las mis- corsaria. los propietarios de los cautivos. cio de estos mercaderes radicaba en el bene- requisitos para erigirse en un gran las halló porque “la mar su puso brava mas playas de captura, o todo lo más unas A pesar de los escasos testimonios que El rescate de cautivos, como operación ficio resultante de la diferencia entre lo pa- especialista de la mediación. Tras su y marcharon las galeotas”. Poco millas mar adentro. Los barcos, las calas nos ha legado este especial sistema de res- mercantil, funcionó no sólo en los enclaves gado por los familiares de los cautivos y lo regreso a Almería, recién liberado, después compareció ante un escribano más recónditas, e incluso la misma “tierra cates, hemos podido reconstruir —a partir norteafricanos sino también a este lado del realmente abonado a los propietarios, ade- muy pronto se puso a trabajar en el público de Almería para otorgar poder del análisis de testimonios notariales— los Mediterráneo, en donde los mediadores más de lo que ganaban con los préstamos rescate de cautivos, llegando a a Baltasar de la Torre, para que fundamentos principales de las alafías. Por fueron en su gran mayoría mercaderes que que solían hacer a los familiares para el pa- colaborar incluso con los frailes concertase el rescate en caso de que los trataban de obtener los máximos beneficios go de los rescates. No obstante, su principal mercedarios fray Rodrigo de Arce y turcos “regresaran de nuevo a hacer de su trabajo de mediación. Pero, dado que riesgo siempre fue la falta de liquidez que fray Luis de Matienzo, quienes fueron alafía”. La mala conciencia, o tal vez la se trataba de unos negocios muy especiales, hizo que, en ocasiones, se aventurasen a comisionados por Felipe II para el amenaza de un pronto retorno de los requerían un conocimiento muy preciso de arriesgadas operaciones como la que dio rescate de los cautivos de Cuevas. Muy turcos sin haber saldado el pago de su Los rescates de cautivos en las dos orillas del rios y el lugar —el barco— en el que se halla- los mecanismos de negociación y, sobre to- con los huesos de Hernando de Jaén en los poco tiempo después actuó como una “libertad condicional”, pudieron ser Mediterráneo y en el mar (alafías). ban los que acababan de ser capturados. De do, dominar la lengua de los vendedores de baños de Argel. de las personas de confianza del sultán las razones que impulsaron a Alonso en Kaiser, W. (ed.), Le commerce des la celeridad en la negociación, y sobre todo, Ahmad-al-Mansur, al tiempo que Mayordomo a acudir a Baltasar de la captifs…, Roma, 2008. pp. 201-225. de la prontitud en reunir el dinero necesa- Más información lo general, eran negociaciones que se producían en un corto espacio de tiempo, en las que quienes trataban de pagar el rescate ■ Andújar Castillo, Francisco solían tener a la vista de sus ojos a los corsa- cautivos. No de otra forma se puede explicar Junto a los mercaderes, operaron como que buena parte de los principales mediado- intermediarios en el rescate de cautivos ejerció como agente del rey de España Torre, un hombre que, además de res que operaron en el Reino de Granada en moriscos asimilados, quienes, entre sus en Marruecos. trabajar como maestro de obras al Prisioneros de los infieles. Vida y rescate de los de los cautivos. El objetivo principal de los el siglo XVI tuviesen un origen morisco. múltiples actividades en el norte de África, servicio del rey en la ciudad de cautivos cristianos en el Mediterráneo corsarios era traducir de inmediato a dinero Así, en la década de los años 60 y 70, el también se ocuparon del rescate de cauti- Almería, debía compartía ese trabajo musulmán (siglos XVI-XVII). el valor de sus presas sin esperar a canjear- intermediario más importante en el res- vos. El caso más relevante fue el del cura con el de mediador en las “alafías” que Ed. Bellaterra. Barcelona, 2004. las durante largo tiempo en el norte de Áfri- cate de cautivos fue el mercader morisco morisco, Diego Marín, un fascinante per- el “Padre Puerto”, cuya ascendencia no es po- periódicamente tenían lugar en la Diego de Almorox, quien organizó una sonaje que, amén de cautivo, actuó como sible precisar, pero que estuvo durante largo costa almeriense. Mientras tanto, los L’esclavage en Mediterránée à l’époque siguiendo en efectivo el valor de la mercan- con intérprete y embajador de Felipe II en Ma- tiempo dedicado a “ir a Berbería”, antes in- moriscos capturados trataron con los moderne. cía humana apresada, los corsarios podían otro mercader granadi- rruecos. Igualmente activo estuvo desde cluso de que fuese comisionado por Felipe II turcos sus rescates, “según uso de Monográfico de la revista Cahiers de la embolsarse el producto de sus presas sin te- no, Hernando de Jaén, mediados del siglo XVI un jesuita de Baza, para el rescate de los cautivos capturados en guerra entre ellos”. Mediterranée, nº 65, 2002. ner que dar cuenta a nadie de los beneficios que actuó como “factor” de conocido en todas las negociaciones como la población almeriense de Cuevas en 1573. compañía mercantil ■ Martínez Torres, J. A., ■ VV.AA. rio para pagar el rescate, dependía el futuro ca. Igualmente, como es presumible, con- de su actividad. ■ AH JULIO 2010 21