Veedurías Ciudadanas: La recolección de basura en Puyango La Comisión de Control Cívico de la Corrupción 1. RESUMEN Después de las protestas que depusieron al ex Presidente de la República, Abdalá Burcaram, en el 1997, el nuevo gobierno conformó la Comisión de Control Cívico de la Corrupción (CCCC) como respuesta a la demanda ciudadana de control de la corrupción y de las administraciones ineficaces del gobierno. La División de Prevención dentro de la CCCC promueve veedurías ciudadanas para aumentar la participación de ciudadanos en las actividades del Estado, lo cual reduce las oportunidades de corrupción. La CCCC provee ayuda con planificación y asesoría técnica a los individuos o grupos comunitarios que han decidido monitorear un área que es vulnerable a la corrupción dentro de la gestión pública. Las veedurías requieren la participación tanto de la agencia en cuestión, la cual tiene que compartir reportes e información financiera, así como de los ciudadanos que participan activamente solicitando, revisando y difundiendo información pública. Al completar la veeduría, los ciudadanos proveen una serie de recomendaciones para ayudar a la agencia pública a mejorar su desempeño. Para examinar la metodología de la CCCC, este estudio de caso describe la veeduría implementada por cuatro individuos en Puyango para monitorear los servicios municipales de recolección de basura. 2. CONTEXTO De acuerdo al más reciente Índice de Percepciones de Corrupción, publicado por Transparencia Internacional en el año 2006, Ecuador está en el puesto 137 de un total de 163 países. Entre los países de América Latina y el Caribe, Ecuador empata con Paraguay y está sólo sobre Haití. Según la Comisión de Control Cívico de la Corrupción (2000), Ecuador pierde aproximadamente 2.000 millones de dólares anuales debido a la corrupción. La CCCC, una entidad gubernamental independiente, fue fundada en 1997 luego de las protestas que destituyeron al ex Presidente Abdalá Bucaram por actos de corrupción. El Doctor Fabián Alarcón, sucesor de Bucaram, estableció la CCCC debido a la presión de organizaciones de la sociedad civil por hacer reformas serias a un sistema político devaluado. Un ejemplo de un escándalo que ocurrió durante el plazo en el poder de seis meses de Bucaram, fue la desaparición de 15 millones de dólares, los cuales estaban destinados a comprar y distribuir mochilas y materias escolares para niños en escuelas primarias1. Luego Jacóbo Bucaram, el hijo del Presidente, organizó una fiesta ostentosa para celebrar haber ganado su primer millón de dólares de cobros aduaneros. La gente salió a la calle para protestar2. Las percepciones de los ecuatorianos sobre la corrupción son ambiguas y complejas de definir. Por un lado, parece que no toleran la corrupción. Sin embargo, el hecho de que cientos de miles de personas marcharan por Quito en oposición a estos actos podría mostrar que los ecuatorianos sancionan rápidamente a los políticos corruptos. Por otro lado, la corrupción es fácilmente olvidada o ignorada. Por ejemplo, antes de llegar a la Presidencia, Bucaram era el Alcalde de Guayaquil. Su administración, que duró sólo un año a causa de acusaciones de corrupción, empeoró los ya pobres servicios públicos de la ciudad. Bucaram no sólo ganó después la elección nacional, sino que también su hermana, del mismo partido, fue elegida Alcaldesa de Guayaquil. Reeligiendo políticos acusados de corrupción, participando en sobornos o “haciéndose el loco”, los ciudadanos son actualmente cómplices de estas malas prácticas. La CCCC está basada en el principio de que cuando los ciudadanos practican su derecho a participar activamente en los procesos de toma de decisiones, se gana mucho en esta lucha. La veeduría es un mecanismo de participación ciudadana que “monitorea las actividades de los funcionarios públicos y el cumplimiento de sus responsabilidades para asegurar que son implementadas con eficiencia, eficacia, equidad, seriedad y calidad” (CCCC 1 El Comercio. “Sandra Correa fue detenida por la Policía ayer en Quito”. Documento electrónico disponible en: www.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=47300&id_seccion=4. 6 de mayo de 2006. 2 El Hoy. “Aduanas como queso de gruyere”. Documento electrónico disponible en: http://www.hoy.com.ec/NoticiaNue.asp?row_id=203809. Accesado el 3 de mayo de 2006. 2005). Existen 75 veedurías implementadas en 16 de las 22 provincias de Ecuador y cada una se enfrenta a un problema distinto. Mientras algunas veedurías resultan directamente de actos de corrupción o de uso ineficiente de fondos públicos, otras tienen como fin pedir la rendición de cuentas al Gobierno por compromisos asumidos con la ciudadanía. Por ejemplo, una veeduría recién formada en Quito busca asegurar que las mujeres paguen por atención materna, la que debería ser gratuita según la Ley. Otra iniciativa en las Islas Galápagos monitorea la pesca deportiva no regulada y ejerce presión al Gobierno por actuar en contra de las agencias de viaje, que ganan dinero poniendo en peligro los diversos ecosistemas de las islas. Este estudio de caso destaca la veeduría de Puyango, un municipio pequeño en el sur de Ecuador, donde un grupo de jóvenes decidió aplicar la metodología de la CCCC y aprender de la gestión pública a través de participación directa. Los participantes en la veeduría opinaron que muchas de las acciones de sus gobiernos locales no eran transparentes, lo cual les hizo sospechar que había corrupción. El Municipio recientemente implementó una reforma para recoger y reciclar basura y cobraba más por estos servicios que en años anteriores. Algunos jóvenes sintieron que el Municipio no estaba implementando la reforma con tanta eficacia y eficiencia como fuera posible, entonces decidieron investigar y evaluar los procesos y los impactos. 3. OBJETIVOS Las veedurías, un componente clave de la estrategia para prevenir la corrupción, involucran a ciudadanos en procesos de gestión pública para detectar irregularidades y proponer soluciones. Incrementando el nivel de participación y vigilancia de la ciudadanía, se ejerce presión sobre las agencias públicas para que manejen los recursos con mayor eficiencia. En el caso de Puyango, los jóvenes pretendieron promover una reforma eficiente para la recolección de basura que utilizaría los impuestos de los ciudadanos de una manera inteligente y que además incluiría procesos de reciclaje. 4. PRINCIPALES ACTORES Como una forma de combatir la corrupción, la Constitución de 1998 proporciona a los ciudadanos el derecho a participar en todas las fases de los procesos de la política pública: la toma de decisiones, implementación, monitoreo y evaluación. La CCCC utiliza esta provisión constitucional como el principio fundamental de sus acciones. Su misión es promover la transparencia en la gestión pública a través de la prevención y la investigación de actos de corrupción, monitoreo de sanciones y promoción de valores honestos. La CCCC tiene siete direcciones: Ejecutiva, Asesoría Jurídica, Prevención, Comunicación, Investigación, Desarrollo Organizacional, Administrativa y Financiera. Cada dirección tiene un representante que preside en el Pleno de la Comisión, el cual se reúne cada semana para discutir sobre cómo la CCCC debería reaccionar ante acusaciones de corrupción y planificar su estrategia. La Dirección General de Prevención, que elaboró la metodología en el año 2000, trabaja en cuatro áreas básicas: Formación Ciudadana, Contraloría Social, Redes Cívicas y Gestión Pública Transparente. La CCCC recibe la gran mayoría de sus fondos del gobierno central y opera con un presupuesto anual de aproximadamente 3.5 millones de dólares. Aunque esta fuente de financiamiento constante permite que la CCCC sostenga sus programas, podría llevar a conflictos de interés y podría afectar la capacidad de la CCCC de vigilar y denunciar irregularidades en las agencias gubernamentales. La metodología de la veeduría es única porque permite que ciudadanos dentro del área de intervención, quienes son concientes de los desafíos y las realidades de su zona, realicen el monitoreo y la evaluación, contrario a lo que sucede con otras veedurías en Ecuador en las que ONGs son quienes las implementan. Aunque la CCCC y las organizaciones locales e internacionales tienen un papel importante en el apoyo técnico, los actores principales son miembros de la sociedad civil como jóvenes, pequeños agricultores, mujeres y líderes de comunidades. Por ejemplo, con el apoyo de CARE, los niños serán los participantes de una veeduría para controlar la violencia en las escuelas. El personal de CARE decidió trabajar en este enfoque porque los niños frecuentemente no avisan a los adultos cuando funcionarios de la escuela abusan de ellos. Por lo tanto, los estudiantes serán capacitados para hablar con otros estudiantes y documentar casos. Además de incrementar la eficacia, la participación de actores que usualmente no son parte de veedurías, expande la red ciudadana de la CCCC para combatir la corrupción. En Puyango, un grupo de 15 jóvenes ya organizado en un centro cultural local, asistió a un taller sobre control social y participación ciudadana. Facilitadores de ONGs locales e internacionales presentaron la metodología de la CCCC y motivaron a los participantes a crear su propia veeduría. De los 15, tres decidieron implementar una veeduría, para ello pidieron ayuda a los mentores del centro cultural para guiarles. Los funcionarios municipales y las radios locales sirvieron como alianzas claves, proveyendo y difundiendo información. 5. METODOLOGÍA 5.1 Metas principales y acciones Con el fin de reducir la corrupción, la CCCC: 1) Ha diseñado una metodología de veeduría ciudadana y control social. 2) Provee asesoría técnica a participantes para incrementar la eficacia. 3) Facilita la publicación y difusión de los resultados de las veedurías a través de sus contactos y de los medios de comunicación. 5.2 Herramientas La metodología de la CCCC Cuando la iniciativa proviene de la sociedad civil, se debe presentar una propuesta que será conocida y aprobada por el pleno de la CCCC. La metodología para la conformación y acción de las veedurías que promueve la CCCC consta de siete pasos indispensables: 1) Preselección de veedores 2) Definición del objeto (tema, problema y objetivos) 3) Recolección de información básica 4) Planificación operativa con identificación de responsables (actividades, plazos, compromisos, indicadores) 5) Producción de informes 6) Reajuste del proceso 7) Socialización de resultados ¿Cómo promueve sus veedurías la CCCC? Primero, cuenta con alianzas personales con ONGs locales e internacionales, quienes a su vez tienen contacto directo con grupos comunitarios. Por tanto, al compartir su metodología con ONGs consolidadas, quienes capacitan a los ciudadanos, la CCCC multiplica sus efectos. Aun más, el hecho de que la CCCC sea una organización altamente respetada, con presencia en los medios de comunicación, da legitimidad a sus iniciativas. Los ciudadanos tienen confianza en que si tienen el apoyo de la CCCC, los medios y los funcionarios políticos tomarán sus resultados más en serio, lo cual aumenta sus incentivos para adoptar la metodología de la CCCC. Los participantes de las veedurías tienen que cumplir con una serie de requisitos para recibir el respaldo oficial de la CCCC. Entre ellos: 1) Ser ciudadanos ecuatorianos o haber vivido en Ecuador por un mínimo de tres años. 2) No pertenecer a partidos políticos o las entidades que son objetos del monitoreo. 3) No haber sido condenado por un crimen. 4) No haber sido destituidos de un puesto público. Estos requerimientos limitan veedurías con motivos políticos o personales. Una vez que los ciudadanos establecen contacto con la CCCC, esta provee un modelo para guiar a los participantes en el desarrollo de una propuesta. Ésta tiene un formato estandarizado que requiere información como el nombre de la organización o de los ciudadanos interesados, una persona de contacto y el contexto, los objetivos, la duración, las actividades y el presupuesto de la veeduría. Si es necesario la CCCC manda personal a las comunidades para elaborar en conjunto un plan paso a paso para obtener información de funcionarios públicos y para monitorear actividades. Estos planes tienen que ser tan concretos como sea posible para orientar a los participantes y permitir que la iniciativa funcione bien desde el comienzo. El Pleno de la Comisión se reúne una vez a la semana para revisar y aprobar las propuestas que cumplen con los requisitos. Una vez aprobados, los grupos ciudadanos no sólo tienen el respaldo formal de la CCCC, sino también reciben un pequeño fondo, de hasta 300 dólares, para los costos de la veeduría. Para formalizar las veedurías, la CCCC distribuye credenciales, las cuales tienen que ser usadas por los veedores todo el tiempo que duren las actividades de ésta. Funcionarios públicos, miembros de la sociedad civil que apoyan la iniciativa y los medios de comunicación, asisten a los eventos públicos en los que se presentan las actividades propuestas y el contexto de las veedurías y donde, además, se entregan las credenciales. Estos eventos son importantes porque generan publicidad y legitimidad para la iniciativa. Dependiendo del ámbito del proyecto, un promedio de entre cuatro y diez personas se hacen veedores oficiales. Una vez que los veedores comienzan a monitorear la agencia en cuestión, mantienen informada a la CCCC sobre el progreso a través de reuniones o conversaciones telefónicas. La CCCC a veces envía expertos para que apoyen a los participantes en aspectos especialmente técnicos de la veeduría. Por ejemplo, si una comunidad desea monitorear la construcción de un sistema de alcantarillado, la CCCC provee un ingeniero temporalmente y gratis, para asegurar la calidad de los materiales usados. Para mantener a los veedores enfocados en sus objetivos particulares, las iniciativas tiene un plazo limitado entre tres y seis meses. Cuando el proceso termina, los participantes entregan un informe técnico y financiero a la CCCC. El primero tiene una descripción breve de actividades y recomendaciones, mientras que el segundo tiene los gastos de la iniciativa, incluidos viáticos, fotocopias, materiales y eventos. La CCCC reembolsa al grupo una cantidad máxima de 300 dólares. Finalmente, los participantes organizan un evento público en el que presentan las recomendaciones a funcionarios públicos y al resto de la ciudadanía. La recolección de basura en Puyango La recolección de basura es uno de los servicios públicos más importantes que los municipios proporcionan. Desafortunadamente, los carros recolectores en los municipios de Ecuador a menudo requieren arreglos, lo que trae como consecuencia demoras en el horario de recolección. Además los botaderos de basura están saturados y los ciudadanos no acumulan correctamente ni separan su basura. El municipio de Puyango ha sido innovador para resolver su problema con la recolección de basura, tan innovador que ganó un premio de 10.000 dólares de CARE. Su reciente reforma de la recolección de basura es la venta de desechos reciclables por medio de la separación de los desechos orgánicos de los inorgánicos. El Municipio vendió basureros adicionales y organizó capacitaciones para facilitar la identificación y la separación de diferentes tipos de basura. Actualmente, la planta procesadora convierte los desechos orgánicos en abono mientras los desechos inorgánicos son reciclados y vendidos. Sin embargo, aunque los ciudadanos pagaron por los basureros adicionales e hicieron el esfuerzo de separar los desechos, los recolectores no siempre siguieron las instrucciones de separar correctamente en el botadero de basura. Los ciudadanos pensaron que el Municipio no utilizaba sus impuestos con la mayor eficacia para asegurar que la reforma logre el impacto deseado. Tres personas de 16, 17 y 25 años estaban especialmente interesados en la implementación de una veeduría para monitorear la recolección de basura. Un líder local, quien trabaja con jóvenes en un centro cultural, aceptó ser el asesor externo. Los miembros de la veeduría trabajaban o estudiaban, lo cual significó que tenían que organizar sus actividades y dividir los deberes resumidos en su plan de trabajo presentado a la CCCC. Luego de recibir la aprobación y las credenciales de la CCCC, pidieron documentos municipales sobre el plan estratégico y la reforma de servicios sanitarios. Estos jóvenes trabajaban en una estación de radio comunitaria ubicada en el Municipio, lo cual facilitó el acceso a información. Los funcionarios municipales conocían a los participantes y confiaban en sus intenciones y el alcalde aceptó apoyarles en su esfuerzo. Los participantes visitaron los botaderos de basura y entrevistaron a ciudadanos, funcionarios municipales y recolectores. Con la base del conocimiento adquirido a través de las capacitaciones implementadas al principio de la reforma de la recolección de basura, los veedores elaboraron una serie de indicadores para determinar si los botaderos de basura cumplían con los más altos estándares. Los participantes hicieron preguntas a los recolectores y a los procesadores en el botadero de basura para determinar si entendieron los requerimientos y las implicaciones de la reforma. Finalmente, visitaron casas para comprobar si los ciudadanos se responsabilizaban con seriedad de la separación de basura. El mayor reto de la iniciativa fue el análisis financiero. Aunque el Municipio estaba dispuesto a entregar toda la información requerida, era difícil determinar la eficacia total de la reforma porque varias ONGs, que manejan sus propios fondos, intervinieron en el proyecto. Esto dificultó el análisis del presupuesto en general. Además los veedores no conocían el tema de finanzas públicas. Luego de que los participantes recopilaron la información, elaboraron una serie de recomendaciones, que incluyeron: 1) mejor capacitación de recolectores, 2) mejoramiento de la vía que lleva al botadero de basura, 3) instalación de una máquina que permitiría que los pequeños agricultores hagan abono para fertilizar sus campos y 4) la ubicación de plantas alrededor el botadero de basura para disminuir el olor y mejorar la estética. Además, el equipo descubrió ineficiencias en la reforma debido al cambio de administración municipal. Con el alcalde anterior, un grupo de gente fue capacitado para promocionar el programa de reciclaje entre los ciudadanos. Cuando la nueva administración asumió el control, los talleres empezaron otra vez con nuevos asistentes. Según los participantes de la veeduría, esta duplicación de esfuerzos es común, especialmente cuando se cuenta con donaciones internacionales. Cuando los participantes se enfrentaron al alcalde, este manifestó que quería usar su propio personal para implementar la reforma. Los participantes aprovecharon sus contactos con la radio local para proveer noticias semanales sobre el proceso. Adicionalmente, los resultados fueron publicados en dos periódicos locales. Los participantes además presentaron sus resultados en un evento público con la participación de la sociedad civil, funcionarios municipales y jóvenes de otros municipios interesados en la implementación de su propia veeduría. 6. DESAFÍOS El personal de la CCCC (dos miembros) que está a cargo de las veedurías no pueden apoyar a todos los grupos que desean implementar la metodología. Incluso en aquellas iniciativas que la CCCC aprueba, el personal no puede proveer toda la ayuda necesaria para asegurar que los participantes estén preparados y que implementen la veeduría a su más alta capacidad. La comunicación es también difícil para la CCCC porque muchos participantes no tienen acceso a Internet o teléfono, y tampoco pertenecen a organizaciones formales, como universidades, ONGs y grupos de agricultores, mujeres o indígenas. El caso de Puyango es una veeduría exitosa que compartió información dentro del Municipio con los participantes y que tomó en cuenta sus recomendaciones. Sin embargo, no es un ejemplo de una iniciativa de veeduría que luche directamente contra la corrupción. Es improbable que los funcionarios públicos involucrados en actividades ilícitas permitieran acceso a información sensible, limitando el impacto de las veedurías. Aunque las veedurías son un mecanismo excelente para generar participación ciudadana en actividades gubernamentales, tienen sus limitaciones en el descubrimiento y la sanción de corrupción. En términos de limitaciones, en el caso de Puyango, la iniciativa sólo se enfrentó a resistencia de una estación de radio rival, la cual manifestó que los participantes eran sólo estudiantes de la escuela secundaria sin experiencia en el tema. La metodología de la CCCC enfatiza que cualquier ciudadano puede participar en una veeduría sin importar su nivel de experiencia. Aunque esta estrategia facilita la inclusión de actores no tradicionales y de ciudadanos comunes en la lucha contra la corrupción, genera dificultades en el análisis de aspectos técnicos de la gestión pública. 7. LOGROS PRINCIPALES Más grupos ciudadanos acuden a la CCCC para apoyar la implementación de veedurías, sugiriendo que la metodología ha sido útil y asequible para implementar. Además, mientras las primeras veedurías se enfocaron en el monitoreo de obras públicas, las más recientes piden rendición de cuentas a funcionarios públicos por gestión eficiente y eficaz como la provisión de servicios públicos de calidad. Esto demuestra que los ciudadanos están avanzando en las estrategias de monitoreo y participación. El hecho de que los participantes sean voluntarios evidencia su compromiso con los objetivos de la veeduría. Generalmente, las iniciativas más organizadas de control social en Ecuador son implementadas por ONGs que reciben donaciones y contratan profesionales técnicos. Generando un concepto de responsabilidad cívica en los ciudadanos, la CCCC es capaz de depender de voluntarios y a la vez reduce su dependencia de recursos financieros. En el caso de Puyango, la veeduría generó un precedente de mayor transparencia y acceso a información. El Municipio entregó documentos importantes y discutió asuntos relevantes con los participantes. Actualmente, el Municipio está implementando un programa de Presupuesto Participativo, lo cual muestra más interés de su parte en actividades de rendiciones de cuentas. 8. LECCIONES APRENDIDAS El impacto real de las veedurías es un punto aún en debate. Nada garantiza por ahora que las recomendaciones presentadas por una veeduría respecto al objeto de su trabajo sean aceptadas o cumplidas. Esta iniciativa es una columna central del plan estratégico de la CCCC y ha sido implementada por cinco años, implicando que la metodología de veedurías está institucionalizada y es sostenible. Sin embargo, en términos de veedurías individuales, poco se hace para asegurar que las reformas recomendadas por participantes sean incorporadas en las actividades del gobierno. Una vez que las recomendaciones son presentadas al público y a los funcionarios gubernamentales, no existe una estrategia formal para monitorear el nivel de implementación. Esto se refleja en el caso de Puyango. Aunque miembros de la veeduría reconocen la apertura del Municipio durante la recopilación de información, manifiestan su frustración con su débil respuesta en cuanto a la implementación de reformas. Aun más, buscan consejos de la CCCC u ONGs internacionales sobre cómo dar seguimiento, lo cual significa que no están empoderados o capacitados para hacerlo por su cuenta. Como consecuencia del punto anterior la CCCC pretende establecer un sistema de monitoreo y evaluación post veeduría. Después de una reunión reciente con participantes de una veeduría en Loja, la CCCC está explorando la posibilidad de incluir un paso final en el proceso. Un mecanismo tan sencillo como una reunión de seguimiento con el Alcalde de Puyando, en la que reporte el nivel de implementación, podría darle el incentivo necesario para actuar. Este componente podría ser la clave para asegurar que agencias gubernamentales tomen en serio a las veedurías y se sientan presionadas para reformar. Sin embargo, sería importante que los participantes implementen el último paso no sólo porque es un requisito de la CCCC, sino también para que se den cuenta de que es la manera más eficaz de pedir rendiciones de cuentas a gobiernos en las recomendaciones propuestas. Es importante que la CCCC mantenga un sistema ágil e imparcial para aprobar las veedurías con el objeto de mantener su credibilidad. El hecho de que la CCCC tenga que respaldar veedurías podría llevar a dos efectos negativos. Primero, el sistema podría volverse ineficiente porque los ciudadanos tienen que esperar la aprobación de la CCCC antes de empezar las actividades. Es clave que la CCCC mantenga un proceso de selección sencilla y ágil que no desanime a los ciudadanos a participar. Además, podría haber discrecionalidad en la selección de las veedurías y los veedores. La CCCC debe hacer el esfuerzo para asegurar que el Pleno de la Comisión sea estrictamente apolítico y apartidario. Si ciudadanos sienten que sus proyectos no fueron seleccionados por razones políticas, la CCCC podría perder su credibilidad. Figura 1. El rol de la CCCC y la participación social en veedurías Capacitación Regulación Participación Social en Veedurías Difusión Rol de la CCCC La CCCC debe buscar un equilibrio entre la supervisión de las veedurías y la flexibilidad para que realice sus investigaciones. Pese las desventajas de la autoridad de la CCCC, es necesario mantener un cierto nivel de control. Si la CCCC se vuelve demasiado flexible en la selección de veedurías, el nivel de calidad podría bajar. Existe una balanza delicada entre proporcionar a las veedurías suficiente libertad y, a la vez, mantener control. Una solución que permitiría a la CCCC responder a la mayor demanda de ciudadanos por veedurías sin poner en riesgo su calidad, sería contratar a una parte externa o crear un consejo aparte con la única responsabilidad de aprobar veedurías. Es necesario que la CCCC difunda de la manera más amplia posible el alcance de las veedurías y su capacidad de monitorear procesos públicos para que los ciudadanos se apropien de ellas. Como se mencionó anteriormente y se mostró en la figura 1, la CCCC necesita difundir información sobre las veedurías y capacitar a las organizaciones de la sociedad civil con herramientas que les permitan monitorear las instituciones públicas. Sin embargo, si la CCCC expande su rol tratando de regular la participación social, podría excluir la misma de la sociedad civil. Un modelo de replicabilidad en otros países debería tener los siguientes elementos: 1) Creación de una entidad anticorrupción (allí donde no existiere) con amplia credibilidad y legitimidad. 2) Expedición de una normativa que regule la conformación y ejecución de veedurías ciudadanas. 3) Construcción de material de capacitación acorde con las realidades del país. 4) Construcción de una base de datos de potenciales veedores y peritos que acompañen a los veedores en temas técnicos. 5) Diseño de un sistema de evaluación y monitoreo post veeduría que verifique el cumplimiento de las recomendaciones. 6) Suscripción de alianzas con otras entidades públicas involucradas en la lucha anticorrupción (Ministerio Público, organismos de control, otros). 7) Firma de un convenio con la entidad a ser monitoreada para que coopere de la mejor manera posible. 8) Diseño y ejecución de una campaña de comunicación que difunda los resultados de la veeduría y posicione en la opinión pública las recomendaciones efectuadas. 9. INFORMACIÓN ADICIONAL Persona de contacto: Dr. Fernando Pazmiño. Director de Prevención CCCC Correo electrónico: fpazmino@control-corrupcion.gov.ec Dirección: Av. Amazonas 4430 y Villalengua. Edificio Amazonas 100, piso 3. Quito-Ecuador Teléfono: 022983600 Sitio web: www.comisionanticorrupcion.com 10. BIBLIOGRAFIA CCCC. 2000. “Dando y Dando: Nuestros Deberes, Nuestras Responsabilidades, Guía Para Maestros”. Quito-Ecuador. CCCC. 2005. Manual de Veedurías Ciudadanas. Quito-Ecuador Moriano, María José. Entrevista personal, 14 de junio, 2006. Participantes de la veeduría en Puyango. Entrevistas personales. 3 de agosto, 2006.