Introducción geográfica: situación y extensión Tenerife es la mayor de las siete islas que componen el Archipiélago Canario; está situada entre los paralelos 28 y 29 N y los meridianos 16 y 17 O, ligeramente al Norte del Trópico de Cáncer, y ocupa una posición central entre las islas de Gran Canaria, La Gomera y La Palma. La isla se encuentra a algo más de 300 Kms. del continente africano y a unos 1300 Kms. de la Península Ibérica. Tiene 2.034 Km cuadrados de superficie y una curiosa forma triangular, alzándose en su centro el gigantesco Pico del Teide. Datos Básicos de Canarias Isla Tenerife La Gomera La Palma El Hierro Gran Canaria Lanzarote Fuerteventura CANARIAS Extensión Km2 2.034 370 708 269 1.560 846 1.660 7.447 Población (2005) 701.034 18.285 78.800 8.682 730.622 96.781 60.273 1.588.710 Paisaje y orografía Tenerife es una isla de origen volcánico, cuyo nacimiento puede situarse en los periodos finales del Terciario. Hace siete millones de años emergieron las zonas de Teno, Anaga y Adeje, las cuales se unieron posteriormente entre sí hasta constituir la Cordillera Dorsal. En el centro de la isla, sobre la Caldera de Las Cañadas, se levanta el imponente cono del Teide (3.718m.), punto culminante de la isla y del territorio español. La abrupta orografía isleña y su variedad de climas dan como resultado un territorio de múltiples paisajes y formas, desde el Parque Nacional del Teide hasta los Acantilados de Los Gigantes con sus paredes verticales, pasando por zonas semidesérticas con plantas resistentes a la sequedad en el sur, valles con cultivos tropicales y subtropicales, boscosos parajes de laurisilva en los macizos de Anaga y Teno y extensos bosques de pinos por encima de esta última formación vegetal reliquia de la Era Terciaria. La gran diversidad climática y paisajística de Tenerife se corresponde con una gran riqueza de ecosistemas, cada uno de ellos con su característica flora y fauna. Clima Tenerife se encuentra en el área de transición entre las zonas subtropical y templada. Se beneficia de la llamada Corriente Fría de Canarias, que dulcifica extraordinariamente sus condiciones, y también de los refrescantes vientos alisios, tan apreciados para la navegación, como decisivos para que el clima de las islas no sea el del vecino Sahara. El clima es, precisamente, una de las razones por las que visitar la Isla en cualquier época del año; en Tenerife siempre es primavera, con una media anual de 23 grados centígrados y escasas diferencias entre máximas y mínimas. En este marco de suaves condiciones, es posible encontrar, sin embargo, microclimas para todos los gustos, sorprendentes por su variedad y la cercanía entre unos y otros. Así, el sur es más seco y caluroso, con más horas de insolación, mientras que en la zona norte, más húmeda, la suavidad climática es aún mayor. Otra sorpresa nos espera en La Laguna, segunda ciudad en importancia de la Isla, y su entorno, que, situada a unos 550 metros de altitud sobre el nivel del mar, registra temperaturas sensiblemente más bajas. No olvidemos, además, que la cima del Teide se encuentra a 3.718 metros de altura, por lo que, a medida que se asciende, las condiciones se acercan a las de la alta montaña. Resulta muy aconsejable, por tanto, si viaja a Tenerife, incluir en la maleta alguna prenda de abrigo. Volcanes Canarios El volcanismo canario pertenece a la serie alcalina y entre sus materiales predominan los basaltos de esta composición, pero también se ha emitido toda una gama de rocas que derivan del magma basáltico original. Esta evolución culmina en productos tales como traquitas y fonolitas, particularmente abundantes en la isla de Tenerife. La viscosidad es una de las características esenciales de los magmas; así, las erupciones basálticas son más fluidas y sus lavas recorren largas distancias, mientras los gases escapan continuamente del centro de erupción; por el contrario, los magmas más evolucionados traquíticos- son más viscosos y sus lavas tienen un escaso recorrido, acumulándose en grandes masas próximas a la boca eruptiva, bajo la que se concentran los gases que, en un momento dado, son expulsados con gran violencia y peligrosidad. Erupciones Históricas en Tenerife La historia vulcanológica de Tenerife se completa con la localización de las erupciones de las que se tiene conocimiento histórico. Los guanches, primeros pobladores de la Isla, conocieron otras erupciones, no señaladas como históricas, ya que sólo se considera como tales aquellas de las que se tiene referencia escrita. Señalemos así que los navegantes portugueses del siglo XIV ya dejaron testimonios de alguna de ellas. Erupciones de los años 1704-1705:Estas erupciones, típicamente fisurales, se produjeron a través de tres centros de emisión claramente diferenciados: Siete Fuentes, Fasnia y Montaña de Las Arenas, alineados según una fractura de unos 13 kilómetros de longitud. Erupción de Garachico (1706): El día 5 de Mayo de 1706, a unos 8 kilómetros al sur de la Villa de Garachico, comenzó la erupción de Montaña Negra, que duró nueve días. Es la única de carácter puntual de todas las erupciones históricas de Tenerife y, asimismo, la única que produjo daños materiales considerables, destruyendo buena parte de la ciudad y el puerto de Garachico, por entonces el más importante de la Isla. Erupción del Pico Viejo o Chahorra (1798): Es la última que se ha producido en fecha histórica dentro de los actuales límites del parque nacional del Teide. La erupción tuvo lugar en las laderas del Pico Viejo el día 9 de junio de 1798 y terminó el 8 de setiembre del mismo año. Es la más larga de las ocurridas en época histórica en Tenerife. Erupción de Chinyero (1909): La última erupción ocurrida en Tenerife es la del volcán Chinyero, que dio comienzo el día 18 de noviembre de 1909 y duró 10 días. Las nueve bocas de los primeros momentos se redujeron más tarde a tres bocas principales.