Discursos, ponencias y entrevistas Bancomer es ejemplo de esfuerzo empresarial Manuel Espinosa Yglesias Autor: Manuel Espinosa Yglesias Tipo de documento: discurso Título: Bancomer es ejemplo de Discurso pronunciado por don Manuel Espinosa Yglesias, presidente y director general de Bancomer, s. a. en la cena ofrecida al señor Presidente de la República licenciado José López Portillo, el 8 de diciembre de 1977. esfuerzo empresarial Fecha: 8 de diciembre de 1977 Lugar: México, D.F. Audiencia: cena ofrecida al Presidente de la República licenciado José López Portillo Fuente: Revista Bancomer, enero 1978, pp.12-15 Clave de clasificación: II.A.3.a./1977-5 Caja: 39 Palabras clave: devaluación; Bancomer, logros; Bancomer, organización interna; utilidades; democratización del capital; Fundación Amparo . Señor Presidente de la República: a nombre de los miembros de los Consejos de Bancomer, S. A. y en el mío propio, doy a usted las gracias por el honor de su asistencia a este cena, en compañía de su distinguida esposa doña Carmen Romano de López Portillo. Señor Presidente, quiero hacer un paréntesis en esta salutación para decirle lo que yo creo que sentimos hacia usted muy profundamente, todos los mexicanos. Recibió el país realmente convulsionado, la devaluación puso al pueblo en situación muy difícil, comprando los alimentos más caros; los ahorradores perdieron gran parte de su fortuna y los empresarios se sentían descapitalizados, y muchos de ellos, casi quebrados. En general, una devaluación trae otras, quita la confianza, viene el pánico, y éste existía. Tomó la primera magistratura del país y todos sentimos una gran esperanza. A un año de haberla tomado, ya no se puede decir que fue usted una esperanza; hemos visto en usted una realidad. Es muy difícil, señor Presidente, y todos los empresarios lo entendemos, no pasar de una devaluación a las siguientes, máxime en un país del tamaño y con las condiciones geográficas de México. Usted ha logrado, señor Presidente, que todos sintamos una gran calma, una gran seguridad. Todos los aquí presentes, son Consejeros de Bancomer y empresarios. Al principio, como era natural, tenían miedo de invertir. Aquí hay ganaderos, hay agricultores, hay industriales, hay pequeños comerciantes, hay hoteleros, y puedo decirle sinceramente, por el contacto que tengo con ellos, que sentimos en usted un líder, un gran líder digno de toda nuestra confianza y de todo nuestro apoyo. Señor Presidente, muchas gracias. Sr. Lic. David Ibarra Muñoz, secretario de Hacienda y Crédito Público, Sra. de Ibarra Muñoz; Sr. Lic. José Andrés de Oteyza, secretario de Patrimonio y Fomento Industrial, Sra. de Oteyza; Sr. Lic. Fernando Solana Morales, secretario de Comercio, Sra. de Solana; Sr. Lic. Pedro Ojeda Paullada, secretario de Trabajo y Previsión Social, Sra. de Ojeda Paullada; Sr. Lic. Ricardo García Sáinz, secretario de Programación y Presupuesto, Sra. de García Sáinz; Sr. Lic. Enrique Velasco Ibarra, secretario particular del Sr. Presidente, Sra. de Velasco Ibarra; Gral. Brigadier Miguel Ángel Godínez Bravo; Sr. Lic. Gustavo Romero Kolbeck, director general del Banco de México, Sra. de Romero Kolbeck; Sr. Lic. Jorge Espinosa de ©Centro de Estudios Espinosa Yglesias • Discursos, ponencias y entrevistas Bancomer es ejemplo de esfuerzo empresarial • Manuel Espinosa Iglesias • 8 diciembre de 1977 los Reyes, director general de Nacional Financiera, Sra. de Espinosa de los Reyes; Sr. Prof. Enrique Olivares Santana, director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, Sra. de Olivares Santana; Sr. Lic. Rafael Izquierdo, asesor del Sr. Presidente, Sra. de Izquierdo; señores subsecretarios de Hacienda y Crédito Público, altos funcionarios de Hacienda, del Banco de México, de la Comisión Nacional Bancaria y de Seguros, de la Comisión Nacional de Valores. Señoras y señores: El Banco de Comercio se fundó el día 15 de octubre de 1932 por hombres que con acopio de fe y entusiasmo arriesgaron su capital para hacer de ese proyecto una realidad. Su inicio fue modesto: en un edificio rentado, con superficie de 863 metros cuadrados, con un capital de 500,000.00 y con 17 empleados. Años más tarde, el banco adquirió unas propiedades en Venustiano Carranza 40 y 42, las que ocupaban una superficie de 1,688 m2 de terreno y en ellos se levantó un edificio con 7,846 m2 de construcción. En 1934 se empezaron a fundar bancos afilados en el interior de la República, siendo el primero en la ciudad de Puebla; para 1954, ya había 20. El balance consolidado de todas estas instituciones, o sea de los bancos afiliados y del Banco de Comercio, arrojaba al final de ese último año recursos por 2,045 millones de pesos, con un capital, reservas y utilidades acumuladas, de 121 millones. Los impuestos que se pagaron fueron de cinco millones y el número de empleados ascendía a 4,567. Reconozco en este momento la valía de todos los elementos que figuraban entonces en esa institución, en la actualidad por mí representada. A partir de 1955, se puede decir que entró a su Dirección una segunda generación, la que recibió un banco con mucho prestigio. Esta nueva generación inició un ambicioso plan de expansión alcanzando a lo largo de su actuación, entre otros, los siguientes logros: en 1957 adquirió una pequeña financiera a la que le cambió el nombre por el de Financiera Bancomer. Muy poco tiempo después procedió a fundar una Hipotecaria, una Compañía de Seguros y una Inmobiliaria, todas ellas con el mismo nombre. Con la idea de lograr una fuerte expansión a nivel nacional, aumentó el número de bancos afiliados, de 20 a 34. Además, el vigor y dinamismo de la institución se observa muy claramente en las siguientes cifras: El personal del Sistema crece de 4,500 en 1954 a 21,500 en 1976. Los recursos totales al servicio de la economía, de 2,000 millones a 103,000 millones. Los impuestos, de 5 millones a 1,700 millones de pesos, causados directamente y retenidos a la clientela y al personal. Más tarde, y en los terrenos que inicialmente había adquirido, principió la construcción de lo que fue su nuevo edificio y donde actualmente se encuentra la oficina matriz con una superficie de 3,907m2 de terreno y 41,885 m2 de construcción. Con la idea de integrar físicamente las diversas áreas de trabajo en un solo conjunto arquitectónico, moderno y funcional, pues el actual ya agotó toda la posibilidad de expansión, al grado de que ha sido preciso rentar varias oficinas a su alrededor, con la consiguiente pérdida de eficiencia y tiempo, se tomó el acuerdo de trasladar todas las instalaciones del banco a un edificio que se está levantando en un terreno con 65,000 m2 de superficie, ubicado en la Avenida Universidad y Mayorazgo, en Coyoacán. ©Centro de Estudios Espinosa Yglesias • Discursos, ponencias y entrevistas Bancomer es ejemplo de esfuerzo empresarial • Manuel Espinosa Iglesias • 8 diciembre de 1977 Este edificio contará con 110,000 m2 construidos. Los trabajos se principiaron en una época de verdadero clamor por la falta de inversiones necesarias para crear trabajos. Con este paso, el banco hizo evidente su colaboración a nuestras autoridades, así como su confianza en el futuro de nuestro país. Con los ojos puestos en el porvenir, la Dirección se preocupó por asegurar su propia sucesión, consciente de que lo más importante que tiene una organización, es su gente. Para ello, formó un Comité Directivo diseñado para que el banco continúe teniendo el éxito que hasta ahora ha alcanzado, sin las dificultades y problemas a que podría enfrentarse por la renuncia, incapacidad o muerte de un director único. Este sistema de dirección colectiva se instauró extraoficialmente hace cuatro años. Ha trabajado con éxito. Durante el primer año, asistí a todas las juntas; el segundo, a menos de ellas, y, en la actualidad, intencionalmente lo hago de una manera esporádica. Me es muy grato decir a ustedes que aun cuando al principio la dirección colectiva fue severamente criticada, ahora, grandes empresas extranjeras están siendo dirigidas sobre las mismas bases. Un ejemplo de ello es que el 22 de octubre de este año, el New York Times anunció que la Ford Motor Company establecerá un comité que casualmente será muy similar al que tenemos nosotros. Hasta el día 18 de noviembre de 1977 fui la autoridad máxima del Sistema, por supuesto después de los Consejos de Administración. Hoy, los cinco miembros que formamos el Comité Directivo, tenemos iguales facultades. El presidente tiene voto de calidad, pero éste funciona únicamente cuando hay empate. Además, subsiste el cargo de Director General, quien tendrá voz y derecho de veto en el Comité. En caso de vetar alguna decisión, el propio Director General tendré la obligación de hacerlo conocer al Consejo de Administración, el cual podrá levantarlo. Más o menos al mismo tiempo que se fundó el Banco de Comercio en 1932, se organizaron en México otros bancos. Dos de ellos se vieron en apuros y para salvar a los depositantes, el Gobierno tuvo que hacer frente a la situación. Por el contrario, nuestro banco, actualmente Bancomer, s. a., hoy con 565 sucursales, no solo dejó muy atrás a los que se fundaron en el mismo años, sino que logró rebasar aún a los que se habían establecido en el siglo pasado. Durante esta segunda etapa y con la intención de no quedar rezagados ante la dinámica bancaria internacional, nuestra institución entró de lleno a la era electrónica. Para ello hubo que hacer muy fuertes desembolsos. Asimismo, siguiendo la tendencia de las grandes instituciones bancarias del mundo, y en ello hay que reconocer que recibimos el aliento de nuestras autoridades, el Banco de Comercio inició su proyección internacional estableciendo oficinas de representación en Nueva York, Madrid, Londres, Tokio y, finalmente, Los Ángeles. Esta última, al poco tiempo, fue convertida en nuestra primera sucursal operativa en el extranjero. En la actualidad, el manejo de nuestra institución está pasando a una tercera generación. Estoy seguro de que siendo un banco sano, con entusiasmo en la Dirección, podrá cubrir en un corto lapso, el total del territorio nacional y continuar extendiéndose en el extranjero. De hecho, es fácil comprar bancos en Estados Unidos, pero lo que es difícil es tener jóvenes banqueros mexicanos con la preparación que les permita lograr tomar las riendas de ellos. Dije Estados Unidos porque es un gran mercado, pero en realidad, me refiero también a los pases de habla hispana empezando, naturalmente, por los más promisorios. ©Centro de Estudios Espinosa Yglesias • Discursos, ponencias y entrevistas Bancomer es ejemplo de esfuerzo empresarial • Manuel Espinosa Iglesias • 8 diciembre de 1977 Estoy seguro de que la tercera generación podrá llegar en el próximo cuarto de siglo, a hacer de éste el mejor banco del mundo de habla española, pero hay que recordar que para llegar a eso, habrán pasado tres generaciones. No se podría lograr de la noche a la mañana. No es posible olvidar y es justo reconocer que el éxito obtenido hasta ahora se debe en gran parte el clima de estabilidad política y económica, y a la confianza inspiradas por las autoridades del país. A la devoción y entrega de todo el personal, de los miembros de los Consejos de Administración y de las Comisiones Consultivas de los Bancos de Comercio. Muchas de las personas aquí reunidas son de los fundadores. Otros son hijos o nietos de aquéllos. Con toda seguridad, los fundadores de los bancos no disfrutaron en lo absoluto de su inversión por el goce físico de lo que rindiera ésta, sino desarrollar su sentido de creatividad y ante el supuesto de que algún día se irían a disfrutar del producto de dicha inversión. El empresario, por desgracia, no ha logrado proyectar su imagen para hacer llegar al pueblo el mensaje de lo que hace en beneficio de la comunidad. Lo que he recordado es una prueba fehaciente de todo lo que se ha hecho. Las utilidades se reinvirtieron constantemente y se atrajo capital fresco. Desde 1955 a la fecha, el Banco de Comercio, la Financiera, la Hipotecaria y prácticamente todas las demás subsidiarias reinvirtieron todas las utilidades que obtuvieron. La empresa creció con reinversiones y nuevas aportaciones de capital. Siempre buscando lo mejor para el país y aun cuando hace algún tiempo había mucha inseguridad en la vida económica de México, las utilidades se siguieron reinvirtiendo. Es deseable democratizar el capital, pero para lograrlo es indispensable tener instituciones sanas y con una sucesión directiva bien preparada. En Bancomer, s. a. ya se ha hecho esto, al igual que se han tomado decisiones de capital importancia para el futuro, como lo son las construcción del Centro Bancomer y los planes de automatización en los cuales ya hemos hecho un progreso significativo. Cuenta con 4,000 accionistas, pero pienso que es necesario democratizarlo aún más y así trataré de hacerlo. Hace algún tiempo, el Gobierno no deseaba que los bancos crecieran tanto y a los grandes nos costaba mucho trabajo obtener permiso para establecer nuevas sucursales. Hoy, por fortuna, se ha visto que lo verdaderamente importante es contar con bancos fuertes y sólidos, cuyos servicios estén de a cuerdo con los nuevos adelantos que constantemente surgen en el mundo; que tales instituciones sirvan bien, con honestidad y con seguridad a la clientela. Ya se piensa, y lamento no recordar quién lo dijo, «que no hay que hacer fuertes a los débiles a costa de hacer débiles a los fuertes». Los bancos más pequeños, creo yo tendrán que unirse para ser grandes y competir con los grandes, para servir al pueblo, lo que al final de cuentas es lo más importante. Creo que logramos en este tiempo lo que la banca sea más humana. Fuimos los primero en utilizar masivamente los medios de publicidad para que el pueblo sintiera que la banca no es una «torre de marfil», sino que es un servicio como otros similares, dedicada a atraer los recursos que antes estaban ociosos, sin beneficio para el ahorrador y guardados en cajas fuertes o debajo de los colchones. Estos recursos ahora les pueden ser más útiles a ellos mismos, al permitirles ©Centro de Estudios Espinosa Yglesias • Discursos, ponencias y entrevistas Bancomer es ejemplo de esfuerzo empresarial • Manuel Espinosa Iglesias • 8 diciembre de 1977 obtener un interés atractivo, sirviendo al mismo tiempo a su país, es decir a sus propios hijos. De preferencia hemos financiado a las actividades productivas de México, pulverizando el crédito tanto como es posible, y no a negocios particulares de consejeros o accionistas, pues todos ellos han querido cooperar al máximo para el desarrollo de nuestro país. Mi esposa, que tenía una percepción muy clara de la vida, me dijo varias veces: «Manuel, ¿para qué trabajas tanto? A lo largo del tiempo, el dinero te va a perjudicar, a ti o a nuestros hijos». Yo no le hice caso porque cuando se trabaja con entusiasmo no se piensa tanto en el dinero como el éxito y en la realización de un ideal y de una ilusión. Ella me dijo muchas veces: «Te acuestas joven y te levantas viejo». Hoy, que me ha de estar viendo, le digo que en gran parte tuvo razón. Tengo 68 años. Aún cuando me hubiera retirado con ella antes de que pasara al otro mundo, hubiéramos sido dos viejos queriendo empezar a gozar de la vida. Para viajar, jugar, etc. hay que estar acostumbrado, inclusive, a no hacer nada. Se me pasó la vida con ilusiones, sacrificando por ello a muchas de mis gentes. Pienso, en memoria de mi esposa y de acuerdo con mis hijos aquí presentes, que son importantes titulares de acciones del banco, establecer una fundación que lleve su nombre y decirle desde aquí que, lo que físicamente no nos sirvió ni a ella ni a mí, servirá para muchos necesitados que algún día bendecirán su nombre.