XXIX Congreso ORDECCCAC Organización Regional de Cámaras de la Construcción de Centroamérica y el Caribe CONSTRUCCIÓN FACTOR DE DESARROLLO HUMANO 1 Y 2 DE DICIEMBRE 2000 MANAGUA, NICARAGUA CONGRESO DE LA ORGANIZACIÓN REGIONAL DE CÁMARAS DE LA CONSTRUCCIÓN DE CENTROAMÉRICA Y EL CARIBE MANAGUA, NICARAGUA, DICIEMBRE 2 DE 2000. "CONSTRUCCIÓN FACTOR DE DESARROLLO HUMANO" ALIANZAS, LEGISLACIÓN Y ÉTICA EN LA CONSTRUCCIÓN ING. MANUEL GONZÁLEZ RUÍZ CÁMARA PANAMEÑA DE LA CONSTRUCCIÓN ALIANZAS, LEGISLACIÓN Y ÉTICA EN LA CONSTRUCCIÓN Introducción.Conocedores de los objetivos que mueven a la Organización Regional de Cámaras de la Construcción de Centroamérica y el Caribe (ORDECCCAC) y conscientes del interés de esta Organización de promover, a través de este Congreso, una visión que nos permita fortalecer el papel que la construcción desempeña en el bienestar de nuestros pueblos, nos proponemos compartir con ustedes experiencias que contribuyen al desarrollo de la industria de la construcción en nuestro país y los resultados positivos que han experimentado países vecinos al formar alianzas estratégicas. En esta oportunidad y, en el marco de la celebración de la Reunión de ORDECCCAC, corresponde a la Cámara Panameña de la Construcción presentar el tema "Alianzas, Legislación y Ética en la Construcción", el cual en principio pareciera orientarse a tres áreas distintas de nuestro interés, pero que en este ejercicio práctico expondremos dentro de un mismo concepto temático. Es por todos conocidos la permanente inquietud de los miembros de esta organización por trazar estrategias y adoptar medidas que nos fortalezcan frente a países más fuertes. Con la tendencia económica de la globalización, esta inquietud se ha convertido en una preocupación, aún para aquellos países que, como el nuestro, tradicionalmente hemos mantenido nuestras puertas abiertas a la inversión extranjera. Efectos comunes de esta tendencia mundial han sido la liberación de barreras comerciales, la eliminación del proteccionismo a las industrias locales, la universalización de los incentivos fiscales reduciendo de forma significativa los beneficios existentes, las privatizaciones de los servicios públicos, lo que nos lleva indiscutiblemente a adoptar medidas, para lograr consolidar nuestra capacidad financiera y técnica y mejorar la productividad de nuestras empresas a fin de competir con empresas sólidas de capital extranjero, en condiciones más equitativas. En adición a la globalización, nuestros países enfrentan presiones impuestas por las entidades de crédito internacional que, al facilitar financiamientos a nuestros gobiernos para la ejecución de proyectos, exigen condiciones favorables a empresas de sus países para participar en los proyectos por ejecutar. Estas nuevas corrientes y condiciones aconsejan la conformación de alianzas, como parte de una nueva estrategia para afrontar los retos de la globalización y estimular la participación en macro proyectos que exigen de una mayor capacidad tecnológica, financiera y operativa del sector empresarial privado. Por otra parte, el tratamiento de las legislaciones que regulan el sector construcción en nuestros respectivos países, hace de esta materia un tema de tratamiento obligado y de atención permanente. Se incorporan a las materias enunciadas el tratamiento de la ética, aspecto que reclama una mayor consideración de parte de quienes participamos en el competitivo medio de la construcción, sector que no escapa de los reiterados conflictos de intereses económicos, sean particulares, territoriales o en función de la capacidad y tamaño de las organizaciones empresariales. Así enfocamos el tema que nos corresponde en los términos que a continuación desarrollamos. ALIANZAS EN LA CONSTRUCCIÓN En el ámbito internacional, se han conformado alianzas como una estrategia válida para consolidar empresas técnica y económicamente y, así, ampliar el espectro de los servicios que brindan de manera eficiente. Legislación y experiencias panameña en alianzas.En Panamá, se ha presentado con alguna frecuencia la conformación de consorcios para la ejecución de obras de edificación, caso distinto se da con las alianzas de empresas para la ejecución de macro proyectos de construcción, área en la que no se han registrado mayores experiencias. En cambio, hemos sido testigos de las fusiones que se han producido entre empresas que se dedican a otras actividades económicas, a saber: Entidades bancarias de capital panameño, empresas dedicadas a brindar servicios como afianzadoras, aseguradoras y financieras. Esta tendencia, como hemos indicado con anterioridad, aún no la experimentamos en nuestra industria. No obstante, somos consientes que deberíamos revisar el tema, con la seriedad que merece, a efectos de adoptar oportunamente las medidas que nos lleven a ser más competitivos, más aún, cuando nuestra legislación no brinda condiciones más favorables a los nacionales. La legislación vigente de nuestro país brida a las empresas extranjeras las mismas condiciones que a los nacionales para participar en proyectos públicos o privados. La única condición que podría catalogarse como protección a los nacionales es el requisito que se le exige a las empresas extranjeras de tener un representante técnico nacional, para efectos de obtener la idoneidad de la Junta Técnica de Ingeniería y Arquitectura que les habilite para ejercer estas actividades en Panamá. No obstante, se trata de un trámite sencillo y libre de trabas a las empresas extranjeras. Así mismo, nuestras legislaciones sobre contratación pública y respecto de concesiones administrativas brindan un marco de apertura a la inversión extranjera. Reiteramos que ninguno de estos cuerpos normativos establecen limitaciones o restricciones la participación de extranjeros, muy por el contrario, ni siquiera se exige a los extranjeros que constituyan sociedades panameñas para efectos de participar en los actos de licitación pública. Estos pueden presentar propuestas y contratar con el Estado, utilizando las personerías jurídicas del país de origen. Las empresas extranjeras han incursionado además en la compra de acciones de empresas privatizadas. En Panamá, al igual que en otros países de la región, las empresas estatales que brindaban servicios de utilidad pública han sido en su mayoría, privatizadas a pesar que algunas de ellas eran rentables para el Estado. Obviamente, quienes han estado en capacidad de aspirar a adquirir estos negocios han sido empresas extranjeras o multinacionales. A manera de ejemplo es importante mencionar el caso de la privatización de los puertos y de la telefonía, actividades en las cuales han incursionado empresas de capital extranjero. Debemos reconocer que en ambos casos, se han hecho cuantiosas inversiones de dinero y se brindan servicios de manera eficiente. Por su parte, la mayoría de los servicios de electrificación fueron también privatizados. El Instituto de Recursos Hidráulicos y Electrificación (IRHE), se dividió en ocho empresas dedicadas a la generación, transmisión o distribución de energía eléctrica, algunas de estas actividades se han mantenido en empresas estatales y otras han sido transferidas a empresa privadas de capital extranjero, especialmente español. La experiencia con algunas de estas empresas ha sido un tanto distinta a las que nos hemos referido con anterioridad, toda vez que algunas de éstas empresas imponen condiciones de mercado un tanto desfavorable a los nacionales, muchas veces en violación de las disposiciones vigentes dictadas por el Ente Regulador de los Servicios Públicos. Similar situación se presenta con las obras dadas en concesión. Reconocemos que mediante el sistema de concesiones administrativas, nuestros países, en vías de desarrollo, tienen una real opción de desarrollar proyectos de infraestructura de gran envergadura para el bienestar y progreso de nuestros pueblos, sin necesidad de hacer millonarias e inmediatas inversiones de dinero. No obstante, nuestros gobiernos no deben, con este pretexto, negociar términos que a la larga resulten, en extremo, onerosos para todos. En Panamá contamos con dos obras de infraestructura vial desarrolladas bajo el sistema de concesiones administrativas por empresas de capital mexicano. La primera de esas obras incluía la construcción de un corredor y una autopista. La ejecución de esta segunda fase del proyecto no se ha iniciado luego de varios años de adjudicada la concesión y la empresa concesionaria ha obtenido del gobierno nacional una larga prórroga y blandas condiciones para su ejecución. En el segundo caso, la empresa ha concluido la construcción de la obra con éxito, sin embargo, durante la ejecución de la misma, se variaron algunas condiciones y especificaciones del contrato, amén de los reclamos de la comunidad por indemnizaciones que debería recibir y en virtud de temas de índoles ambiental. Esta última empresa logró negociar con el gobierno nacional, un contrato que contiene condiciones que podríamos calificar de ventajosas para aquella y que no registra precedentes similares en contratos celebrados con empresas locales, a saber: garantía de tráfico; garantía de prórroga del contrato en caso que la empresa no logre recuperar su inversión al cabo del término de la concesión; traspaso de tierras propiedad del Estado de gran valor para su desarrollo por parte de la concesionaria, entre ellas envidiables áreas de mar para su relleno; garantía de utilidad mínima, entre otras. Reiteramos que nuestra industria no ha sido pionera en la conformación de consorcios para hacer frente a la competencia extranjera generada principalmente por efecto de la globalización, sin embargo, ello no deja de ser tema de interés y de discusión de nuestros agremiados. Motivados por ese interés, la Cámara invitó a un expositor de nacionalidad colombiana para participar en el recién celebrado Congreso Interamericano de la Industria de la Construcción a fin que compartiera con los congresistas y demás participantes de este evento, la experiencia colombiana en materia de alianzas estratégicas. Experiencia Colombiana.Para nosotros fue de grata impresión conocer la iniciativa de nuestro vecino país de conformar consorcios de empresas dedicadas a la construcción para hacer frente a la competencia extranjera en la ejecución de macro proyectos por desarrollarse en ese país y con el propósito de incursionar en mercados externos. Uno de ellos es la Organización de Ingeniería Internacional, S.A. (Grupo ODINSA, S.A.). Este consorcio fue constituido en 1992 con el objeto de reunir en una empresa la capacidad operativa, financiera y técnica de todas sus empresas accionistas. La aspiración de este grupo económico era consolidarse como una empresa líder en los campos de la ingeniería y la construcción, a fin de ofrecer servicios de calidad y colaborar, de esta manera, en el desarrollo de las comunidades. Este Consorcio de capital colombiano, luego de dos años de constituido, suscribió dos contratos de concesión, contratos que tradicionalmente eran adjudicados a empresas extranjeras. Según información suministrada por este consorcio, los proyectos por ejecutar de conformidad con esos contratos implicaban inversiones por el orden de 40 millones de dólares cada uno, para lo cual ODINSA contó con el apoyo de instituciones financieras colombianas. Cumplido su octavo año de existencia, ODINSA ha suscrito cuatro concesiones viales, una concesión férrea, dos importantes proyectos en el sector inmobiliario y tiene, en proceso de cierre, dos importantes aeropuertos fuera de su país. Más aún, de las quince concesiones que ha licitado el gobierno de ese país, trece han sido adjudicadas a consorcios de empresas dedicadas a la construcción de capital colombiano, logrando estos grupos económicos iniciar oportunamente las obras y ejecutarlas en el término convenido. Según nos indican los representantes de ODINSA, las fortalezas de este esquema son, entre otras, la consolidación de la capacidad de ejecución de múltiples obras simultáneamente; de la capacidad financiera; la experiencia técnica; de la independencia administrativa, además de la transferencia de experiencia y conocimiento a los accionistas. Entre sus debilidades se mencionan la diversidad de intereses de los accionistas y los posibles conflictos de intereses entre la empresa y los accionistas. ODINSA ha logrado consolidarse y crecer gracias al esquema que ha utilizado. Esta empresa, al celebrar un contrato de obra, no interviene en el proceso de construcción sino que subcontrata a empresas accionistas, Para ello, somete las tareas por realizar a un concurso interno y adjudica las mismas sobre la base de criterios como precio, experiencia, capacidad financiera y técnica, participación de acciones y antigüedad como accionista de la empresa. Por otra parte, al distribuir utilidades ODINSA únicamente reparte acciones, no así capital, lo que ha permitido que esta empresa se fortalezca económicamente. El beneficio de la empresa accionista es la utilidad que recibe por el subcontrato que se le adjudique, además de las acciones que reciba. Esta positiva experiencia de nuestro vecino país, nos lleva a concluir que las alianzas estratégicas son un medio idóneo para hacer frente, en condiciones más equitativas, a la competencia de las empresas extranjeras y multinacionales para el desarrollo de importantes proyectos de construcción, competencia que no podríamos afrontar las empresas locales aisladamente. LEGISLACIÓN EN LA CONSTRUCCIÓN Como hemos indicado con anterioridad, contamos con un completo conjunto de leyes que regulan nuestra actividad. Podemos hacer referencia a cuerpos normativos de vieja data como las normas que regulan las relaciones contractuales entre los promotores, constructores, arquitectos y clientes recogidas en el Código Civil de 1917 y que regulan en detalle la responsabilidad de cada uno de estos actores. Igualmente, podemos mencionar normas de reciente data relativas a la protección al consumidor y que incluyen disposiciones sobre garantías, vicios ocultos en obras nuevas de construcción y a la responsabilidad de los promotores en lo que respecta a publicidad engañosa. En adición a estas leyes, tenemos una amplia regulación sobre desarrollo urbano, reglamentaciones en materia técnica que sería imposible detallar en esta presentación. Sin embargo, al referirnos a la Legislación en el Sector de la Construcción, debemos identificar con suma claridad, aquellos aspectos legislativos que regulan el ejercicio profesional de quienes se dedican a la ejecución de obras de ingeniería y arquitectura; otros que regulan aspectos específicos, así como de otros que incentivan el desarrollo en sus distintas modalidades. Leyes en materia profesional.En el caso particular de nuestro país, el ejercicio profesional de la ingeniería y arquitectura está regulado mediante la Ley N° 15 de 26 de enero de 1959, modificada por la Ley N° 53 de 4 de febrero de 1963. En términos muy particulares, la Ley N° 15 de 1959 establece que, para ejercer en el territorio de la República de Panamá las profesiones de ingeniería y arquitectura, además de las actividades propias de agrimensores y maestros de obra, se requiere certificado de idoneidad obtenido de conformidad con los requisitos establecidos en esta Ley. Dispone la citada norma jurídica que sólo podrán obtener el certificado de idoneidad para el ejercicio de tales profesiones, los ciudadanos panameños que cumplan con los requisitos establecidos por la ley y los extranjeros en cuyos países se permita el ejercicio de tales profesiones en igualdad de condiciones, Esta legislación regula de manera amplia y detallada todo lo relativo al ejercicio profesional de estas actividades. Régimen Laboral.En materia laboral, únicamente dos artículos del Código de Trabajo hacen expresa alusión al Trabajo en Construcción, mediante los cuales se definen obras y actividades de construcción para los efectos estrictamente laborales. No obstante, existe una amplia legislación complementaria que regula, entre otros aspectos: El contrato de Trabajo por Obra Determinada o por Fase Correspondiente, éste último aplicable únicamente en Construcción, y el mecanismo de reducción parcial de la planta de trabajadores durante la ejecución de la obra (Ley N° 72 de 1975). El Régimen Laboral aplicable a Obras Especializadas de Interés Social como carreteras, puentes, caminos, entre otras, mediante el cual se exceptúa la aplicación de recargos por trabajo en horas extraordinarias, en los casos que el difícil acceso al área recomiende laborar hasta tres semanas consecutivas otorgando con posterioridad tres días de descanso (Ley N° 5 de 1982). El Régimen de Primas de Producción en el Sector Construcción, que permite incentivar la producción de los trabajadores, pagando una prima adicional al salario pactado (Ley N° 101 de 1974). En adición a la Legislación, las empresas miembros de nuestra Organización se rigen en sus relaciones laborales por una Convención Colectiva negociada con el Sindicato de mayor beligerancia en nuestro país (SUNTRACS), convenio que se negocia cada cuatro años. Este documento contiene más de 100 cláusulas que regulan en detalle aspectos que se presentan a diario en las relaciones obrero patronales de la construcción y se compone además de un tomo que incluye reglamentos: o o o o o De seguridad; De pago de horas extraordinarias; De la comisión de avenimiento, creada entre CAPAC y SUNTRACS para dirimir controversias entre empresas y trabajadores, como instancia previa a las autoridades administrativas o jurisdiccionales; De primas de producción: De rendimientos mínimos, entre otros. Legislación sobre Contrataciones Públicas La contratación de Obras Públicas está regulada mediante la Ley N° 56 de 27 de diciembre de 1995, reglamentada por el Decreto Ejecutivo N° 18 de 25 de enero de 1996. Se trata de una legislación especial, de orientación moderna que introduce, por primera vez en nuestro país, los principios rectores de la contratación pública como lo son: El principio de Transparencia, el cual ha sido objeto de una especial reglamentación a través del Decreto Ejecutivo N° 19 de 1996. El principio de Economía El principio de Libre Concurrencia El principio de Responsabilidad El principio de Equilibrio Contractual, mediante el cual se busca mayor equidad entre los derechos y obligaciones del gobierno y los particulares. El Deber de Selección, Objetiva y Justa del Contratista. De igual manera, regula los deberes y derechos de las partes y dedica un capítulo especial al Contrato de Obra. Para nuestro gremio fue de primera importancia introducir normas que redujeran sustancialmente los aspectos formales y los trámites burocráticos y que además garantizaran mayor equidad entre las partes contratantes, en especial, en temas sensibles para el contratista como el pago de las cuentas. Con el propósito de procurar el pago oportuno de las cuentas, la nueva legislación incluyó un artículo que establece la obligación de pagar intereses moratorios al contratista, en caso que la cuenta no se pague en el término máximo de 90 días a partir de la fecha en que se formalice la presentación de la cuenta respectiva. Desafortunadamente, esta disposición no ha tenido efectividad práctica, dado que no ha habido voluntad del gobierno de reconocer este derecho a quienes contratan con el Estado. En este cuerpo normativo se incluyeron además disposiciones relativas a Precalificación y Evaluación de propuestas, Mediación y Arbitraje, y, por primera vez, se introdujo un artículo sobre incentivos por entrega anticipada de la obra. Normas municipales.a regulación de los aspectos relacionados con la construcción de obras de edificación, movimientos de tierra, demoliciones, entre otros, está a cargo de las autoridades municipales, las que a nivel de cada Distrito establecen la normativa aplicable en materia de aprobación de planos, permisos de construcción y ocupación, verificación de las normas de desarrollo urbano y el cumplimiento para que la obra se ejecute conforme a los planos y especificaciones de la misma. Incentivos fiscales.Como aspectos de principal importancia, en materia de legislación, nuestro país cuenta con adecuadas normas de incentivos al sector construcción, especialmente en el sector de viviendas de interés social, destacándose entre otras: Intereses Preferenciales en Préstamos Hipotecarios para vivienda: Régimen fiscal que crea un incentivo aplicable al comprador de una vivienda, al financiar su compra mediante un préstamo hipotecario. Se fija un tramo preferencial en los intereses bancarios de acuerdo con el valor de venta de la vivienda, siempre que no exceda de US$62,500.00 Este tramo preferencial reduce la tasa de interés bancaria del préstamo entre 2% y un 5%. Por tanto, en el evento que la tasa de interés bancaria fijada sea un 50.50%, con el régimen de intereses preferenciales puede reducirse hasta 5.50% ste gráfico muestra el comportamiento del mercado de viviendas en los últimos 10 años. En 1990, luego de nuestra peor crisis económica y política, se otorgaron apenas 1919 préstamos para vivienda, manteniéndose un crecimiento anual hasta 1999, año en el que se otorgaron 17489 préstamos para vivienda, con excepción de 1997. En 1999 se otorgaron 15532 préstamos para viviendas de hasta US$62,500, 4 veces más que aquellos para viviendas con valor superior a los US$100,000 y 13 veces más que aquellos para viviendas entre los US$62,500 y US$100,000, lo que demuestra la importancia de este incentivo. Incentivo a la Reinversión: Mediante este incentivo se exonera del impuesto sobre la renta a las utilidades que se deriven de actividades de construcción, siempre que se presenten dos condiciones: o o Que en el siguiente periodo fiscal se invierta cuatro veces el monto de las utilidades del periodo anterior; Que en la inversión se dirija a la construcción de viviendas de un valor que no exceda de US$62,500.00 Exoneración del pago de Impuesto sobre Mejoras a las nuevas construcciones por el término de veinte años, beneficio que se dirige al comprador de cualquier tipo de mejoras. Exoneración del pago del Impuesto de Transferencia de Bienes Inmuebles en la primera venta de viviendas. Este incentivo representa un ahorro para el promotor, a quien se le exime de pagar el 2% del valor de cada vivienda nueva que venda. Incentivo a la Construcción de Viviendas de Interés Social: Quienes invierten en la construcción de viviendas de interés social pueden deducir de su renta neta gravable la suma de US$1,000 o de $750, en la primera venta de cada vivienda nueva, cuyo precio de venta no exceda de US$10,000 ó de US$14,000, respectivamente. Incentivos a la Construcción de Inmuebles destinados al Turismo: Mediante una legislación que data de 1994 se crearon una serie de incentivos aplicables a inversiones destinadas a promover el turismo en nuestro país. Entre ellos los siguientes: 1. Incentivos aplicables a la Construcción de hoteles, pensiones y otros inmuebles destinados al hospedaje turístico: o o o Se exonera, hasta por 20 años, del impuesto de importación en la introducción de la mayoría de los bienes necesarios para su construcción; Se exonera del impuesto de inmueble por 20 años; Se permite una depreciación del 10% anual sobre los bienes inmuebles excluyendo el valor del terreno. 1. Inversión en conjuntos monumentales históricos: a. Exoneración por 10 años del impuesto de inmuebles sobre el terreno y por 30 b. años sobre las mejoras construidas en el mismo. Exoneración por una vez del impuesto de importación sobre materiales y equipos necesarios para la construcción, remodelación y equipamiento del bien. 1. Construcción, equipamiento y operación de centros de convenciones, parques recreativos, zoológicos, centros especializados en turismo, ecoturismo y marinas: a. Exoneración de impuesto de introducción de materiales y equipos. b. Posibilidad de depreciar los bienes de inmuebles sobre las mejoras. Incentivos a la construcción de obras ejecutadas bajo el Sistema de Concesión Administrativa. La Ley 5 de 15 de abril de 1988 establece el sistema de concesión administrativa para la ejecución de obras de interés público, aplicable a la construcción, mejora, mantenimiento, restauración y explotación de carreteras, autopistas y otras. En virtud de esta ley los concesionarios tienen derecho a: 1. Exoneración del Impuesto de Importación, Reexportación e Impuesto a la transferencia de Bienes Muebles (ITBM) por maquinarias y equipo. 2. Exoneración Total del Impuesto sobre la Renta por los primeros 5 años, 75% de 3. exoneración en los 5 años siguientes y el 50% de la renta estará exonerada durante el resto de la vigencia de la concesión administrativa. Durante la administración de la obra, se exonera del Impuesto de Timbres, del Impuesto de Importación del equipo de mantenimiento y operación y del ITBM aplicable a esas importaciones. Incentivo a la Construcción, ampliación, reconstrucción y operación de hospitales o clínicas - hospitales: Se exonera del Impuesto de Importación el equipo, instrumentos y aparatos médicos; las maquinarias y materiales de construcción que no se producen en Panamá y que son necesarios para la construcción, ampliación, reconstrucción y operación de hospitales o clínicas - hospitales que tengan capacidad para 20 o más pacientes hospitalizados simultáneamente. Estos beneficios son algunos de los denominados Incentivos a la Industria de la Construcción aplicables en la República de Panamá, a los cuales se suman una serie de programas creados por el gobierno a fin de facilitar y promover la inversión en la construcción de viviendas de interés social, programas en los cuales el Estado tiene alguna participación, sea aportando capital que sirva a los compradores como abonos iniciales de los préstamos celebrados para la compra de viviendas o aportando terrenos de su propiedad para la ejecución de proyectos de este tipo de vivienda. Recientemente, la Cámara Panameña de la construcción participó en la redacción de una iniciativa legislativa destinada a crear una figura innovadora, de la que se tiene buenas experiencias en la República de Chile. Se trata del Arrendamiento Financiero con Promesa de Compraventa, mejor conocido como Leasing Habitacional. Esta propuesta legislativa tiene como propósito promover la inversión en el desarrollo de proyectos habitacionales dirigidos especialmente a personas o familias cuyos ingresos provienen de la denominada economía informal y que no son sujetos de crédito. De aprobarse este proyecto, estas personas podrían optar por arrendar bienes inmuebles por un término máximo 3 años, periodo en el cual pagarán un canon. Parte de este canon se destinará a un fondo o ahorro que al término del contrato de arrendamiento se constituirá en el abono inicial de la vivienda y la otra parte de destinará al arrendamiento del inmueble propiamente. La entidad bancaria que financie la compra de las viviendas reguladas bajo este programa tendrá acceso a la información relativa al comportamiento del arrendador en el pago del canon, lo que servirá a esta entidad para analizar su capacidad de ahorro y su conducta en el pago de sus obligaciones. Quienes inviertan en este tipo de proyectos gozarán de algunos incentivos fiscales, al igual que al administrador del bien inmueble. Todos estos beneficios y programas son aplicables tanto a nacionales como a extranjeros. Reiteramos que nuestra Carta Magna y el resto de nuestra legislación brindan un tratamiento igualitario tanto a nacionales como extranjeros y son muy pocas las medidas que, en nuestra industria, se han adoptado a nivel de legislación a efectos de contrarrestar la inversión de empresas extranjeras con fuertes capitales, contra las que nuestras empresas deben competir en igualdad de condiciones. ÉTICA EN LA CONSTRUCCIÓN De los temas tratados, el concerniente a la ética en la industria de la construcción, es el que reclama un tratamiento conceptual más elaborado porque corresponde a un área de interés para los contratistas locales e internacionales, dada las nuevas orientaciones de una economía globalizada que rebasa la competitividad territorial y trasciende a un marco de referencia regional, continental y en algunos casos universal. No cabe duda que los nuevos modelos económicos y el énfasis globalizado de la economía moderna hacen que, cada vez más, las barreras territoriales y las fronteras políticas de los respectivos países se vean superadas por el interés de las grandes y medianas empresas de compartir el mercado de la construcción en medianos y pequeños países. Así observamos, que empresas europeas, japonesas y de los países más desarrollados de América, incursionan en los mercados de nuestros países en vías de desarrollo. Esta realidad nos propone en principio, recurrir a las alianzas estratégicas como reacción a la competencia que surge del nuevo modelo globalizado de participación. De igual manera, esta realidad nos impone la necesidad de aplicar principios y normas éticas para evitar la competencia desleal, el abuso de oportunidades y particularmente los focos de corrupción. Conscientes de esta realidad, durante los últimos eventos organizados por la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción y por organismos regionales como ORDECCCAC, se ha considerado oportuno y necesario, tratar el tema de la Ética en la construcción como consideración impostergable a la nueva realidad que vive nuestro sector. La industria de la construcción compenetrada en el importante significado que tiene esta actividad en el ordenamiento jurídico y en el desarrollo social, económico y financiero de nuestros países ha considerado oportuno tratar en el seno de su organización continental, la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC), los aspectos relativos al establecimiento de normas éticas aplicables al sector construcción, particularmente dentro de un esquema de participación y competencia globalizada. Así, en la recién celebrada reunión del Consejo Directivo de esta Federación se hizo énfasis en la convicción de nuestra Organización Continental de contribuir a orientar los valores de la sociedad en la búsqueda permanente del bien común, de la honestidad, equidad y justicia, asumiendo la responsabilidad de atender, promover y difundir esos valores. Según se manifestó en esa reunión, éstos principios han motivado la redacción de un Código de Ética para la Construcción que debemos revisa y adoptar como una guía de referencia en nuestro actuar como profesionales en la actividad que ejercemos. De acuerdo con la propuesta del Código de Ética, la visión ética de los constructores propuesta por FIIC, implica el compromiso voluntario de establecer principios y normas aplicables a la realidad cotidiana en el desarrollo de la industria, para lo cual los constructores deberán tomar en consideración, los siguientes principios: El principio de responsabilidad ante la sociedad y la profesión El principio de competencia, mediante el manejo de conocimientos y actitudes a niveles consistentes con el desarrollo de la tecnología, legislación y gerencia; aplicando el debido cuidado, aptitud y diligencia en los servicios que presta al cliente; El principio de trato justo con terceros para evitar que acciones por descuido o intencionales dañen la reputación o negocio de otro; El principio de integridad orientado a actuar en toda ocasión en función de los intereses legítimos del cliente y realizar los servicios profesionales con integridad y lealtad. La FIIC y sus miembros exigirán ante las autoridades el cumplimiento de normas y legislación vigente, oponiéndose a las acciones de soborno, combatiendo la corrupción y denunciando todo intento de extorsión. Nuestra actividad exige que actuemos con una visión ética, en especial, en momentos en que las empresas constructoras, tanto en el ámbito nacional como internacional, se adaptan a nuevas formas de participación dentro de políticas de mercados abiertos. Debemos introducir a nuestras proyecciones y expectativas de beneficio material, normas aplicables a esta nueva forma de conducta, por lo que se hace necesario el enunciado de principios éticos que faciliten un ambiente adecuado a la competencia leal que debe privar en nuestras actividades y en nuestro interés de expandir nuestros mercados. Tratándose de un nuevo estilo económico que deja atrás las limitaciones geográficas, las restricciones territoriales y normativas de cada país, el cual amplía el marco de participación de cada empresa a su calificación tecnológica y capacidad financiera debemos entonces establecer normas éticas que se practiquen en adición a las regulaciones legales que normen en cada caso la actividad constructora. En este sentido consideramos que no basta la existencia de normas coercitivas o compulsivas que se apliquen en las relaciones empresariales, para que el hombre actúe correctamente, sino que es esencial tener una clara convicción de que los valores éticos son los que tienen vigencia positiva en nuestras sociedades. Es de vital importancia que todo profesional de la ingeniería y arquitectura actúe de buena fe y en forma honrada; ejerza su profesión procurando en la medida de lo posible la perfección y cumpliendo sus deberes y obligaciones asumidas frente a clientes, autoridades y la sociedad en general. No puedo concluir mi intervención, sin antes hacer un llamado a ustedes, estimados colegas, para que a través de nuestras organizaciones procuremos el rescate de los valores éticos y morales entre quienes ejercemos las profesiones de la ingeniería y arquitectura dentro del campo de la construcción. Muchas Gracias.