NÚMERO 58 / SEPTIEMBRE / 2012 ELECCIÓN DEL FISCAL GENERAL DE LA REPÚBLICA: NECESIDAD DE QUE SE RESPETE LA CONSTITUCIÓN 2. ANTECEDENTES 1. NORMATIVA Constitución: Artículo 131.‐ “Corresponde a la Asamblea Legislativa: […]19.‐ Elegir por votación nominal y pública a los siguientes funcionarios: […] Fiscal General de la República, Procurador General de la República, Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos y Miembros del Consejo Nacional de la Judicatura”. Artículo 192, incisos 1, 2 y 3.‐ “El Fiscal General de la República […] serán elegidos por la Asamblea Legislativa por mayoría calificada de los dos tercios de los Diputados electos. Durarán tres años en el ejercicio de sus cargos y podrán ser reelegidos. La destitución solamente procederá por causas legales, con el voto de los dos tercios de los Diputados electos. Para ser Fiscal General de la República o Procurador General de la República se requieren las mismas cualidades que para ser magistrado de las Cámaras de Segunda Instancia”. Artículo 183.‐“La Corte Suprema de Justicia por medio de la Sala de lo Constitucional será el único tribunal competente para declarar la inconstitucionalidad de las leyes, decretos y reglamentos, en su forma y contenido, de un modo general y obligatorio, y podrá hacerlo a petición de cualquier ciudadano”. Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República Artículo 30. Competencia del Fiscal General Adjunto Compete al Fiscal General Adjunto: a) Suplir las ausencias temporales del Fiscal General de la República como encargado del despacho atendiendo los asuntos de carácter ordinario y en el caso extraordinario de cesación de éste en el cargo por cualquier causa, mientras se elija y toma posesión el nuevo funcionario electo.[…] El 18 de septiembre de 2012 termina el periodo de elección del Fiscal General de la República, y la Asamblea Legislativa debe designar a su sucesor. El 24 de abril de este año, con prácticamente 5 meses de anticipación, la Asamblea Legislativa 2009‐2012 designó al Fiscal General de la República, decreto que fue declarado inconstitucional mediante la sentencia 29‐ 2012. La designación se realizó a través de un procedimiento apresurado en el que se convocó el 29 de marzo a los abogados que tuvieran interés en el cargo a presentar sus documentos, incluso habilitando el asueto de Semana Santa. Esa actuación orientada en gran medida a aprovechar la aritmética legislativa, en lugar de determinar adecuadamente la idoneidad de los candidatos, generó muchas críticas y en los días siguientes se demandó la inconstitucionalidad de ese decreto. ( El 9 de julio de 2012, la Sala de lo Constitucional resolvió que dicha actuación contrariaba la Constitución, por razones muy similares a la doble elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, CSJ, y porque se “infringió el principio de legitimidad democrática derivada en la elección del Fiscal General de la República, contenido en el art. 192 incs. 1° y 2° Cn. –en relación con los arts. 80, 83, 85, 86, 124, 125 y 131 ord. 19° Cn.–, concretado por medio de la regla constitucional de la que se interpreta que una misma legislatura no puede elegir en más de una ocasión al Fiscal General; y consecuentemente, impidió a la siguiente legislatura –2012‐2015– realizar sus competencias relacionadas con las elecciones de segundo grado –entre ellas la elección del mencionado funcionario–, por cuanto la anterior anticipó la referida elección, sin estar facultada expresamente para ello[1]. La sentencia se conoció unas semanas después de que se declaró inconstitucional la doble elección de magistrados de la CSJ y luego de que algunos diputados manifestaron que no estaban dispuestos a cumplir con esos fallos, lo que afectó el Estado de Derecho y generó una grave crisis institucional. Esta situación es similar a la ocurrida con la elección de magistrados de la CSJ de este año, en cuanto existe un fallo de la Sala de lo Constitucional que debe ser acatado por la Asamblea Legislativa nombrando al Fiscal General de la República. [1] Inconstitucionalidad 29‐2012. NÚMERO 58 / SEPTIEMBRE / 2012 3. ANÁLISIS El Fiscal General de la República es uno de los funcionarios más importantes en el ordenamiento institucional de El Salvador. Le corresponde, de conformidad al artículo 193 de la Constitución, desempeñar atribuciones tan importantes como defender los intereses del Estado y de la sociedad, promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, dirigir la investigación del delito, promover la acción penal, nombrar, remover, conceder licencias y aceptar renuncias de los funcionarios y empleados de su dependencia, velar porque en las concesiones de cualquier clase otorgadas por el Estado se cumpla con los requisitos, condiciones y finalidades establecidas, entre otras. En virtud de esta importancia fundamental, principalmente en momentos en que la delincuencia es uno de los mayores problemas que afecta a los salvadoreños, se considera que la elección del Fiscal General en tiempo, es indispensable para garantizar el Estado de Derecho y la seguridad en nuestro país, por lo que la misma debe hacerse en apego a la Constitución, por los órganos competentes, a través de procedimientos transparentes y tomando como criterio fundamental la capacidad e independencia, es decir, la idoneidad de los candidatos. La elección que la Asamblea Legislativa realizó el 24 de abril por segunda ocasión en su periodo de funciones, fue expulsada del ordenamiento jurídico, de modo que conforme a derecho tal decreto ha dejado de existir. La Sala de lo Constitucional interpretó que cada periodo legislativo solo puede elegir al Fiscal General de la República en una ocasión, a fin de garantizar el respeto a la última voluntad popular expresada en las urnas, es decir, cada vez que haya que elegir Fiscal lo harán los últimos diputado elegidos y por lo tanto, la verificación de los requisitos para ocupar ese puesto estarán a cargo de los últimos depositarios del mandato ciudadano. Así las cosas, en respeto al Estado de Derecho, la Asamblea Legislativa está en la obligación de realizar una nueva elección, cumpliendo la sentencia que así lo ordena. A la fecha, la sentencia de la Sala todavía no se ha cumplido, no obstante estar por terminar el periodo del actual titular de la Fiscalía General de la República, que concluye el 18 de septiembre. En caso de no elegirse a tiempo al Fiscal General, el Fiscal Adjunto puede desempeñar sus funciones, lo cual tiene su base en el art. 30 de la Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República, que ya ha sido declarado conforme con la Constitución[1]; sin embargo, esto se trata de una medida extraordinaria ante la falta de elección del titular. La desobediencia de los fallos de la Sala de lo Constitucional que trataban de la elección de magistrados de la CSJ, tuvo un alto costo para el país, por ello se espera que se tengan en cuenta los aprendizajes de ese momento tan difícil, evitando más vejámenes al Estado de Derecho y se cumpla la sentencia eligiendo al Fiscal General de la República idóneo y en el tiempo oportuno. [1] Inconstitucionalidad 13‐2009/14‐2009 RECOMENDACIONES Cumplir el fallo de la Sala de lo Constitucional y elegir al Fiscal General, es la única actuación conforme a la Constitución en el presente caso. Se debe tomar en cuenta el criterio de idoneidad en dicha elección. Abrir el proceso de elección para que más personas interesadas puedan postularse al cargo, sería una medida conveniente. Es perjudicial para el Estado de Derecho y para la ciudadanía que los diputados se opongan nuevamente al cumplimiento de un fallo judicial, que pueda genera una nueva crisis institucional. Que la sociedad civil ejerza su labor de auditoría social velando por el respeto a la Constitución, por el cumplimiento del fallo y evitando cualquier reforma orientada a evadir la sentencia.