R ESEÑA S ANT R O P OLOGI A e n 1883, quizá tambié n esté pensan do e n sí mismo : ''fede ralism o y centra lismo, libe rtad y despot ismo, tolera n cia e intran sigenc ia " . "E l hombre se agita y D ios lo condu ce" diría Carlos V y esa agitaci ón es la que estas crónic as rescata das mejor preser van y adoctr inan, en verdad . Tal Albert o Lle ras al mostra r como la "roca, batida po r la incons tancia de los vien tos y las aguas" (pág. 641) que apare ntaba se r Laure a no Góme z. había sido " un filonaz ista since ro" luego de haber escrito un panfle to contra Hitler, o sería sincero cuand o e logiab a a Alfons o López y a Eduardo Santos o "cuand o acusab a a López de haber asesin ado a Mama toco y a Santos de sentar se sobre un charco de sa ngre " . Laure ano Góme z. en definitiva. no es más que "un polític o que dispar a hacia su objetiv o, ciegamente , aplasta ndo al que se ponga por delant e". Un polític o apenas, e n esta Colom bia volátil e incons tante que hoy exalta y mañan a asesina. Como el caso de la porme norizada recons trucció n con q ue ATturo A lape (1938- 2006) sig uió la histori a del revólve r "Smith & Weson " , calibre treinta y dos corto nique lado con q ue el aparen te ga itanist a que manif estaba " H ay que hace r fuerza para que gane e l docto r Gaitá n " (pág. 826) lo asesi n aría tie mpo después, a l ser G a itán ''uno de los propag andist as de drogas , que van a los pueblo s con culebr as a e ngañar a la gente ''. En ambos casos. era e l mismo Juan R oa Sierra. quien trabaja ba en una vulcan izador a de ll antas. que ·'amal ayaba se r pobre. por carece r de recu rsos para de fenderse·· , "con esa cara de hijue puta que uno tiene ''. manos e n person ajes inconf undi bles. Tambi én texto didáct ico para quiene s estudi an pe riodism o y para los lectore s. en ge neral, exhaus tivo rescate de la crónic a. e l repo rtaje, la e ntrevis ta y el pe rfil de varios de los mejore s es~ritores del país. tan apa sionan te de lee r como útil pa ra e nte nderno s mejor a nosotr os mismos. Pe riodism o. histori a y cre ación fu ndid os e n un solo volum e n. J UA ' GUS T AVO CO il O B O R DA Medicina amazónica: mét odo e historia Enferm edades, epide mias ,, medica mentos. Fragme ntos para una histo ria epidemi ológica y sociocu ltural Augusto Javier Gó m e~ L óp e~ y Hugo Arman do Soroma.vor Trihfn Un ive rsidad Nacion al de Colom bia. Faculta d de Cienci as Human as. Centro de Estudio s Socialcs/Sa ludCoo p. Bogotá , 2008, 360 págs., il. ~ Aquí están, e ntonces, los viajes descub riendo Colom bia y las in fi nitas revolu ciones que la sacudi eron, el coraje res istente de sus habi tantes, co m o el adm irable H oracio Ocón G o nzá lez, ·'de doce años y alumn o de cuarto de primar ia" (pág. 821) que sale a pescar con su padre, lo ve morir y preser va el cadáve r de los ataque s de los tiburo n es, para ente rrarlo, po r fi n, en s u pueblo para que te nga así " una muert e fe liz", e n el ceñido y perfec to re la to de J avier D a río R es trepo ( 1932). Para quiene s aman la literatu ra, aq uí están de cuerpo e nte ro. e n crónicas exhaus tivas o re portaje s incisivos J ulio Flórez y Vargas Yila, Fe rnando Gonzá lez y Anton io Góme z Restre po, To más Carras quilla y Ram ó n Y i nyes (visto por Alfon so Fue nmayo r), Porfiri o Ba rba Jacob y Á lvaro Ceped a Samud io o la madre de Gabrie l García Márqu ez. o rgullosa no del Pre mio Nobel a su hijo, si no de tener una hija monja . Joyas q ue harían esta reseña infinita. citá ndolas todas. Recalq ue mos la cla ridad y e rudición del prólog o, al analizar todas las épocas de l pe riodismo y s us ca racterístic as y la utilidad como investigación históri ca. llena de rasgos hu- Dividi do e n cuatro grande s acápites. este libro, lujosam ente editad o y en forma to de 26 x 34 cm. presen ta abu nd ante info rm ación sob re las dole ncias que, especi alme nte en el pasado , afecta ron a varios grupos indígena s conce nt rados e n la Amazo nia colom biana, a l tiempo que explica en que forma se trataba de curar dichas enfe rmeda des. En el texto se hace un recorrid o a l pasado a través de l cual el lecto r compre nde la sabiduría y el grado de conocimie nto que sobre las planta s y otros seres de la na tura leza hizo posible la existencia de estas culturas milena rias. El rela to está enriqu ecido con num erosas notas, citas, cuadros e imáge nes. mu y bien selecci onadas . que lo co mpl ementa n a la perfección y hace n de é l una obra de consul ta obliga da para los interes ados en e l desarr ollo de la med icina e n nuestr o medio . como pa ra los inte resados e n la etnogr afía de la Amazo nia. B O I. ET (I'/ C ULT U RA L Y BIB L I OG RÁFI CO, VO L . 4 6, N U M. l! l , 20 1 2 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. r- 1 \ 1 1< ( J 1' ( 1 1 ( 1 e, 1 1 R ES E Ñ A S L1 prim e ra pa rt e s~ ocupa de las concepcio nes amcri nd ias y de los mé todos de curación emp leados po r los grupo~ indígenas de la Amazonia para controlar las enl'crmcda de y la epid~..:mias. Para e ntender e. tos concep tos rcsu l t a n ecesa r io com p re nd e r e l increíb le eq uilibri o e xi ste nt e en tre los hab ita ntes de las se l\'aS y el ambie n te que les rodeaba. Los pueblos indígenas. a través de los sig los. lograro n adap ta rse pl ena me n te a s u e nt o rn o y a pre ndi eron a utili zar co n gra n e fic ie ncia los rec ursos que les a p o rt aba la se lva t ropical. Sobrevivie ro n. y a ú n sob reviven algu nos gru pos. me rced a un a ho rticultura iti nera nte e n la que las p rácticas ag ríco la s d e co rte y q ue ma res ult a n eficie ntes e n sue los a negab les y . in verdade ra vocació n agríco la debido a la ca re ncia d e nutrie nt es. Es te t ipo d e agricultura in clu ye d espl aza mi e n to s pe ri ó di co s y cíclicos y a veces un nom adismo más co mpl ejo do nde se a lt era n los pe riodos de ase nt a mie nto con é p ocas de m ovili dad cuya me ta es la de no agota r los recursos y utili za rlos de acue rdo co n un cale nd ario d e co sech as mu y eficie n te. E n la agricul tu ra d e corte y que m a . más qu e la riqu eza de l s ue lo , b asta nte p recaria e n la selva tro pical , impo rtan e l ca lendario agríco la y el uso d e las cen izas como abono . La d ie ta a lim e n ticia, basada en la [ 176] yuca brava. se comple menta con la caza. la pesca. la reco lecció n de frutos y se mill as . ade m ás a lgu nos producto o bte nid os a través de un intercambio in cipie nt e q ue e n é pocas re mo tas fue m uy impo rtante. Para e l indíge na . la selva es un te rri to r io ami ga ble y gene roso. un d on d e los d ioses . co n cep t o co nt r ari o a las . . . creencias que pnma ro n po r va n os sig los. según la cua les la se lva e ra un infi e rn o ve rde. agresivo e inhó spito e n e l q ue ab u nda ban las plagas y mi as mas y las fi eras constitu ía n u n pe ligro per m ane nt e. D e esta abs urda conce pció n. surgida e n los re latos de a lgunos viaj e ros y misio ne ros, e m a na e l e rrado concepto de rehabilita r las se lva s e in corp o rar s us á reas a l p rogreso acudie ndo a la ta la in d iscriminad a , a la desecació n d e los su elos y a la ape rtura de p otreros p ara ampl iar las zo nas agrícolas con e l fi n d e impl antar e n e ll as técnicas co nve ncion a les. que si bien funciona n e n praderas bi e n dre nadas y con sue los ricos en mate ria orgán ica. está n co n d e n a das a l fracaso e n las regio nes selváticas, e n las q ue la expe rie ncia indígena m ile naria h a d emostrado que lo viab le es ese tipo d e agricultura itine ra nte de corte y q u e ma , qu e n o afecta e l m e dioam bie n te y p r opo rciona el suste nto a es tos grupos, casi sie mpre peq ueños, p len am e n te adaptados a e lla y les pe rm ite u n bie nestar m al e nte ndido p o r el hom b re blanco. A cepta nd o esto, po d em os reconoce r q ue los indígenas de la Amazon ia p oseen una cultura muy comp leja , fruto d e unas p rolongada s e xp e rien cias, por comp le to difere nte a la nuestra, y e n la q ue e l m e d ioa m b ie n te se aprovech a con sabiduría porque se le resp e ta , p orque se le con oce de m an era p le na y p orq ue fo rm a p arte d e un u nive rso e n el cua l e l ho m bre es una p arte más d e u n e ngr an aje arm ó n ico y e q uili brado. C o n la ó ptica que p ro p o rcio n a e l a simil ar estos co n ceptos , la se lva a p a rece como un te r r itorio amigo que aporta con ge neros id ad lo necesario p ara lle var la existen cia con dignidad , y que m ed ia nte una econ o m ía su st ent able , a p a rte d e a li m e ntos o fr ece mul titud d e p lantas, entre las cua les abunda n las medicinales y no result an ra ras las ve nenosas y las alucinóge nas. indisp en s ables p ara vivir e n este ambie nte y bajo estas co nce pcio nes mít icas. Por e llo , resulta o po rtuno el e pígrafe con e l q ue se inicia el p rime r acá pite ; allí se indica, có mo pasados cuatro siglos de investigació n te rapé u tica me tódica, d e b emos m ás a los indíge nas, q ue a lo s sabios convencio nales. Merced a una cultura por completo occide n ta L no som os conscien tes de la riqueza b iológica qu e guarda la selva. La se lva tro pical es u na formació n vegeta l que ha apo r tado a la human id ad multitud de productos acompañ ad os d e un acervo de conocimie n tos acumulados por much as gen eracion es. A pesar de e llo , la investigac ión botá nico-farm acé utica d e la cue nca del río Amazonas res ulta po b re cuando se la com para con e l n úme ro de especies que la integr an y co n aque llas q ue uti lizam os para curar las d olen cias d e l cuerpo y d e l espíritu. Los cálcu los h ablan ap e nas d e un 1% . En lo s últimos añ os se ha fortalecido el concepto de conse rvar y pro tege r el m ed ioambien te y de paso ha su rgido un respeto h acia e l conocímiento de los grupos indíge nas. L os tratamient os de me dicin a alte rnativa han ganado terreno , pero sigue n descalifica dos por la m edicina académ ica, n etam e nte a lop á tica, y e n la que los m edicamentos d e ben prod ucir un efecto contrario y diferente al que caracteriza la enferm edad. D e esta m a ne ra , y por la a bundancia de char latanes y de falsos curanderos, se le presta poca atenció n a los m edicamentos de origen vegetal, camp o q ue re quiere m ayores investigaci ones. La concep ción indígen a d e la en fermedad es por completo diferente BOlETÍN CU~TURAL Y BIB~IOG R AFICO, YOI,. . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 46. NÚ M. 82. 20 1 2 RESE ÑAS A \ " r RO PO L O G Í A de la nuest ra. Para el nativo, las dole ncias que afecta n el cue rpo y e l alma provi enen de m a leficios, los cuale s, dentr o de una perce pción mitol ógica muy arraig ada. puede n venir de los cham anes. que son quienes contr ol an e l conoc imien to. un sabe r qu e han h e redad o de su s ances tros. Ellos son depos itario s de una fuerza mítica que hace posib le encon trar e l orige n y la cu ra de las distin tas dolen cias. Los malef icios puede n tamb ién prove nir de seres espec iales que habit an la selva y que son capaces de enca rnar e n difere ntes animales como el jagua r o la danta. Seres mític os como el mohá n, la madre de agua o la madr e de monte, se resien ten cuand o se incumple n las norm as de condu cta tradic ionales o se come ten contr aven. :iones e n activi dades como la caza. la pesca o la recol ecció n de frutos y semillas. Ante un agrav io, estos seres se valen de dardos invisibles que altera n el equilibrio y gener an un castigo. Apar te de estos males de orden espiritu al, las dolen cias pue de n se r causa das por accid entes o por mordedu ras de insec tos, serpi entes u otros anima les. Para comb atir los deseq uilibrios de la natur aleza es mene ster recuperar la armo nía y resca tar a l enfer mo de niveles inferi ores e n los que se halla postr ado como castigo; ese resca te se logra a travé s de soplos, rezos y baños que sirven para restablece r el orden . En este proce so de restab lecer e l equil ibrio, desem peñan un papel esenc ial las susta ncias aluci nóge nas y psico trópic as, pues graci as a su enorm e pode r hace n posib le e l co ntact o con el mund o sobre natur al. El cham anism o implica una fuerz a espiri tual. El cham á n está conec tado con las fuerzas espiritual es que anim an a todos los poblado res de la selva e inte rcede para que perm anezcan e n armo nía. Él tiene la capacidad de organ izar los diverso s nive les cuand o se deseq uilibran y gener an ma les. La cond ucta de l cham án incluye creen cias y prácticas que explic an las relaci o nes entre los seres y su natur aleza . De este modo , ejerc e una funci ón socia l y religiosa en la que se vale de las pla n- BOLETIN CULTU RA L V 81BIIO O M-4FI CO. VOl .¡ 6 . tas a lucinó genas y de otros eleme ntos de orige n anima l o miner al que le perm ite n viajar al conoc imien to de la causa de los males y de las e nferme dades . Es él quien conoc e el origen mític o de los eleme ntos que req uiere. sabe dónd e se encue ntran . en qué mom en to debe recog erlos. cómo debe prepa rarlos y cómo los va a admin istrar . Los autor es del libro e nmar can estos conce ptos e n un análisis de la regió n noroc ciden tal de la Amaz onia, vista a través de su pobla mient o, del inte rcam bio cultu ra l con hab itan tes de otras regio nes y en particular con los del área andin a e n el perio do prehispáni co, inte rcamb io q ue perm itió una ampli a circul ación de produ ctos y mater ias primas, parale lo al cual se difun d ió conoc imient o. A pesar de este interca mbio, aún a media dos del siglo XIX, las nacio nes indíg enas co nserv aban su esta tus; sus miem bros lucían bien forma dos y sin trazas de desnu trición, mant e nían su indep ende ncia, gozab a n de bie nesta r me rced a sus cosechas, a la caza, la pesca, realiz aban a lianza s matri moniales, oficiaban sus ritual es, celeb raban fiestas y mant e nían un sano interc ambio . En e l terren o de la sal ud y como lo demu estra n diver sos docum entos , carec ían de llagas o úlceras y no padecía n de epide mias. Pese a los estrago s causa dos por e l conta cto co n los expe dicio nario s e urope os. los trafic antes de esclav os nativo s y los misio neros . buena parte de los poblado res de la Amaz onia colom biana perm aneci eron al marg en de reducci ones. Solo a finales del siglo XIX se dio inicio a la esclav ización y a la destru cción sistem ática de esas socie dades . probl ema acrec e ntado con el a uge del cauch o que co nllevó la r uina y causó el exter minio de much os grupo s. En la actua lidad. los que sobre viven están some tidos a la degra dació n de su en to rn o. a la presión de los colon os que invad en sus tie rras y al despl azam iento gener ado por acció n de la guerr illa. de los trafic antes de droga s o de otros delincue ntes que anhel an sus tierra s para impla ntar cultiv os ilícitos u orga nizar hacie ndas. Lueg o de tratar las conce pcion es. prácti cas y respu estas de los indígenas frente a las e nferm edade s. vistas en una persp ectiva histór ica. y de analiz ar e l conta cto, el conta gio de e nferm edade s y la destru cción de las socied ades indíg enas de la Amaz onia, los a utore s incluyen el re lato de las enfer meda des y epide mias en la óptica de un capitá n andoq ue. Se trata de Fisi o Pied ra. quie n propo rciona una visión actua l y desga rrado ra de su exper ie ncia. Su relato termi na con estas palab ras que recogen la mitología a ncest ral y e l dram a que viven los actua les pobla dores de la selva fren te a nume rosos probl e mas: Por eso las person as que quiera n tener familia tienen que conoc er cómo van a defend er. cómo van a curar. a cuidar a sus hijos. Así comen zó esa enferm edad de grano s que les prende a los niños del pescad o. Y así Jo curó. por eso hay que conoc er qué hierba s hay para curar. El an te rior re lato se comple me nta con otro testim onio. esta vez ace rca de un caso que dat a de 1979. Se tra ta de una carta dirigi da a la hermana Ca rmen Sánch ez del inte rnado de Santa Tercs ita por el corre gidor de La Chor rera. El funci ona rio se queja de la act itud asum ida por la re ligiosa y por la desat enció n a un niñ o indíge na mord ido por un a serpie nte y cuya vida hubie se podid o N Ú ., . !11 . 2011 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. (I 771 1 \ 1 RO 1' O 1 l }( ./ .-1 R ESEÑAS -;ah ar~c si ~e le tras ladara n Le ticia o se le hubiese adrninist rado el suero antiofídico co n oportunida d. Su texto e · un cla ro cjemrlo de las circu nstan cia~ y rrohlemas que aún afectan a la población indígena. con'> ltkrada po r muchos como inferior o irracional. así como de la precaria a te nción rre5.tada a los casos de salud en las /.ona selvá ticas ai ladas. El párrafo rertinente indica: comercio media nte la orga ni zació n de una expedició n cien tífi ca a l Put u mayo y de la búsqueda de nuevos prod uctos susceptible s de ser come rcializados . • • • ~ Un im portante capítulo es e l dedicado a la explotació n de las quinas en el piedemont e amazónico . Conocidos son los problemas ecológicos. sociales y económ icos ge nerados desde la é poca colonial por la explotación. tran s porte y comercial ización de la casca rilla. y sabidas son las e norm es transfor maciones creadas en los países productore s. Los bosques fue ron devastado s y e l auge generado por la explotació n vi no a me nos con la decadencia de l comercio por e l agotamien to de las especies terapéutic as y po r la competencia de los cult ivos organizad os e n Java y en Ceil án. La crisis tuvo como consecue ncia la decadencia de l comercio y el despoblam iento de los centros de acopio. Este acápite se ilustra con e l caso de los hermanos Reyes, quienes, a través de la compaí'íía E lías Reyes y H ermanos, explotaron la corteza en las montañas de Nariño y del Putumayo y realizaron un interesant e viaje iniciado e n éste río para cu lminar e n Brasil , recorrido que le cos tó la vida a uno de e llos. Rafael Reyes obt uvo los permisos de nav egació n por ag uas brasileras para exportar las cortezas ex traídas en la cuenca del Caque tá por el A tl ántico. Años después, ya como preside nte, quiso reactivar e l [ q8] , • • ' • La d cscortt:sía. los té rminos humillantes e insu ltantes de su ca rta son la prueba del indigno trato que la mayoría de las veces dan a lo indios. pues s i ~tcd tie ne el atrevimient o de dirigirse tan a ltaneramen te a la primera autor idad d e l Cor regimie nto por e l hecho de que le hace un reclamo justo. ya pode mos imagi narnos los modal es qu e e mplea para con ellos. • • • • • • • • "" • • •• • • • • • • .. .. • • • • • • • ' ' El libro continúa con un interesa nte ca pítulo dedicado a la curación y al pensamien to mestizo. Para ello se vale del relato del presbíte ro Manu e l María Albis, qu ie n bajo e l título ·'Curiosida des de la Montaña, y méd ico e n casa", hace una curi osa relación e n la qu e incluye la observació n de alg unos materiales minera les y de especies vegetales de uso terapé utico, acompaña do de l "Espectáculo de la Na tura leza", en el cual, de acuerdo con los meses, se establecen las propiedad es de algunas piedras. junto con el " Lenguaje de las Flores'·, tras lo cual describe varias prescripcio nes y remedios secretos basados en las propiedad es terapéu ticas de algunas plantas o de ot ras materi as de o ri gen an ima l como la hiel de caballo, e l pellejo de culebra, el cuajo de cabrito o las pied ras de cangrejo. Es éste un inte resante prontuario eq uipa rable con otros recetarios antiguos, en los que prima n conceptos pertinente s a las doctr inas de los signos y de los humores. Cierra la parte correspon die nte a los indígenas con come ntarios sobre lo que fue la catástrofe demográfi ca sufrida por los pueblos de natura les entre los siglos XV I y xvm como consecuencia de la colo nizació n e urop ea. E l despojo de sus tie rras, las transforma cio nes culturales y sociales, la pé rdida de sus valores espirituales y mate riales. los impuestos y cargas que les fue ron impuestos hasta llevarlos a la esclavitud y la aparició n de e nfe rmedades y episodios epidémico s para las cuales carecían de defe nsas, así como el deterioro de su entorno, afectaron de manera drástica a las poblacione s generando una verdadera tragedia que se repitió a partir de la segunda mitad del siglo XIX e n las selvas de la cuenca de l Amazonas como consecue ncia de la ampliación de los mercados internacio na les, la demanda de materias primas como la quina , el caucho y las pieles, la ex pansión de las fronteras agrarias y e l desplazamiento de poblacione s de las tierras altas hacia los va lles y zonas de colonización, circunstan cias q ue impactaro n a muchas tribus diezmá ndolas y llevando a la extinción a casi un centenar de ellas. - ~' ·- ' - e .. - . Para establecer e l estado de salud de un enfe rmo se requiere conocer sus a ntecedente s personales , sociales y patológico s; para estudia r la salud de un p ueblo es requisito funda me ntal saber s u historia, su organización social y econó mica y sus re lacio nes. Con esa perspectiv a , los a utores as umen la historia epidemiológica del Gran Cauca, el impacto del progreso y las secuelas de las guerras. E n esta parte se estudia el impacto de la pobreza entre las poblaciones indígenas y afrocolom bianas sobre la base de la aparición de epidemias , la desnutrici ón, la carencia de higien e, el impacto de los agroquími cos, la explotació n minera, los cultivos ilícitos, los cambios BOLET(N CULTU RA L Y BIBLIOGRAFICO . VOL . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 46 . NÚM . 82 . 2012 RES EÑ AS EDU CAC IÓS soci ales , la alte raci ón de los háb itos alim e ntar ios, el alco holi smo , la sobrec arga de trab ajo , el diag nós tico tard ío, las gue rras y los e fect os del pro gres o. Es clar a la re lación e n tre la pob reza y el des arro llo inci pien te con la apa rició n d e las e nfer med ades. Los auto res plan tea n un " raci smo " disfr aza do d e ind ifer enc ia y mar cad o po r la ine rcia o resi sten cia pas iva ante cam bios n ece sa rios e n las form as de vida . A esto s m ales se han unid o en los últi mos año s e l na rcot ráfi co y la corr upc ión; la violenc ia y e l des pilf arro adm inic ;tra tivo han con vert ido e l h omi cidi o e n la prin cipa l cau sa de m ortalida d , en des med ro d e los cam bios soc iale s q ue exig e la situ ació n. Con cluy e el libro con la pres entaci ón d e la hist oria d e l istm o de Pan amá com o ejem plo del raci smo y del imp acto d el pro gres o. Era n atura l que las soc ieda des de l s iglo x1x anh elar an el d esar roll o y la mod erniza ción . Era la épo ca prop icia par a abr ir vías , qu e ocu pab an man os ocio sas y faci litab an el inte rcam bio come rcia l. E l únic o estr ue ndo d e bía ser el de la pólv ora a l abri r min as o e l d e las loco motoras que llev aba n materia s prim as y traí an pro d ucto s e labo rados. L a socie dad esta ba can sad a de las frec ue ntes gue rras y anhela ba la paz y e l pro gres o que darían pas o a una nue va naci ón. Si bien las prem isas eran váli das, se ign oraba que las gue rras con tinu aría n y que la ape rtur a de vías y ferr oca rriles trae ría pro ble mas san itar ios y q u e al lado de quie nes e mig raba n , se des plaz aba n plag as com o el cóle ra o dole ncia s como la fieb re a m a rilla. Nun ca se sab rá la cifr a de mue rtos ocu rrid a dur ante la con stru cció n del Fer roca rril de P a nam á y de l Canal. La mal ar ia y la fie bre ama rilla se e nsa ñar on con los trab aj ado res. Esta cala mid ad sirv ió p a ra com pren der que las e nferm eda des infe ccio sas no las con tagi aba n los mia sm as, sino que se pod ían tran smi tir a través de vec tore s, p o r agu as m al tratadas o por alim e ntos m a l con serv ados; por tant o, si estos fact ores se solu cion aba n se p odía n con tro la r. Quie n lea este inte resa nte libro, no reca erá e n los con cep tos exp re- sa do s por Car los Art uro Tor res ( r 867- r 9 r r) al inic io de 1do/a Fori ( r 900). que fu e ron com part idos por toda la soci eda d hast a hac e cinc uen ta año s y q ue si bie n perm itie ron la colo niza ció n de las zon as and inas. tuvo y aún sig ue teni end o muc has secu elas e n e l man ej o de los sue los. Señ ala el hum anis ta y filós ofo: (... ]en las vegas ardientes de nues tros ríos, no desbrozadas aún por el hacha del colono. crecen las plantas viciosas y las hierbas malditas envenenan el aire con sus efluvios de muerte: emp ero un día será que pene tre el arad o allí y del suelo exub eran te que el esfuerzo del labr ado r trasformó. brot e la cosecha de bendición. que apa rte de invi tar al d e bate . e nriqu ece n e l pro blem a con info rma ción inéd ita y pres enta n nue vos con cep tos de trab ajo. El prim er pas o del d eba te exig e repa rar en la orie ntaci ón de la edu cac ió n que des ea mos con stru i r, pue s e n esta dec isió n nos jugam"os no so lo la form ació n e n los sab eres y com pete ncia s reque rido s para resp o nde r a un modelo eco nóm ico dete rmi nad o. sino en e l mod elo de ho m bre par a la n uev a soci eda d. SAN TIA GO OÍA Z PIE DR AHÍ TA Sa be r pe da gó gic o y crítica a la de mo cr ac ia Ped agog ía, sabe r y cien cias Javier Sáen z Obregón y otro s Facultad de Ciencias Hum anas , Cen tro de Estudios Sociales , Universidad Nacional y Facu ltad de Educación, Unive rsidad de Ant ioqu ia, Medellín, 2010 . 194 págs . Filo sofía de la edu cación. De los grie gos a la tard o mod erni dad Carlos Rojas Osa rio Universidad de Ant ioqu ia, Medellín, 201 o, 404 págs. Dificult ades de la democra cia. Base s de ética política l ván Daría A rang o Instituto de Filosofía, Univ ersidad de Ant ioqu ia, Medellín. 20lO , 140 págs. ¿Qué tipo de edu caci ón y de de mocrac ia que rem os para la Colomb ia de la segu nda d écad a d e l siglo xx1? P a ra resp ond e r de man e ra e labo r a d a a es tas pre gun tas co nt a m os con e l apo rte de esto s tres lib ros, Los auto res de Pedagogía, saber y ciencias son radi cale s, esto es, parten de preg u nt ar: ¿q ué pe dag ogía ? . ¿ para qué socieda d ?, ¿pa ra ens eña r qué cien cia? Ello imp lica , e n con sec ue ncia , volv er a pro ble mat izar los con cep tos cen tra les: pa ra com enz ar. la idea dete rm in ista de ped ago gía: En nues tro país la reducción de la ciencia de la educación o pedagogía a la formación de maestros no solo ha llevado a que no sea vista como disciplina o como espacio de indagación sobr e un prob lem a específico como es el de la educación, sino a que esta se justifique a sí misma. cada vez más desde un punt o de vista técnico. exho rtativo y "esotérico'': desarrollar técnicas y estrategias. y hablar y promover la ··vocacionalidad". Esto último ha prod ucido unas consecuencias en cier ta med ida desa stro sas porq ue, por un lado. no ha pe rmitido que se establezca un diálo go en términos académicos con las demás U OLET fN CULTU RAL Y 81ULI OOKÁ FICO. VOL. 4b, NÚM . 1!2. 2011 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.