UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE FILOSOFÍA EXISTENCIA HUMANA COMO CARIDAD: LA ÉTICA CRISTIANA EN LA FILOSOFÍA DE ANTONIO CASO TESIS Que para obtener el título de LICENCIADA EN FILOSOFÍA Presenta: BANI YARED ESQUEDA HUERTA Director de Tesis: MTRO. VÍCTOR GONZÁLEZ OSORNO XALAPA-ENRÍQUEZ, VER. JULIO DE 2015 0 Contenido AGRADECIMIENTOS ...............................................................................................1 Introducción ...............................................................................................................3 CAPÍTULO I ......................................................................................................... 11 ANTONIO CASO, FILÓSOFO MEXICANO ......................................................... 11 1.1. La filosofía de Antonio Caso ...................................................................... 11 1.2. La existencia como economía y como desinterés ..................................... 19 CAPÍTULO II ........................................................................................................ 29 CRISTIANISMO Y HEROÍSMO ........................................................................... 29 2.1 Caso, Carlyle y Emerson, sobre el héroe, hombre representativo y el caritativo. .......................................................................................................... 29 2.2. La figura del héroe en Carlyle y el Hombre representativo de Emerson .... 32 2.3. La figura del héroe en Caso ....................................................................... 35 2.4. La defensa de un verdadero cristianismo .................................................. 39 CAPÍTULO III ....................................................................................................... 48 EL CULMEN DE LA FILOSOFÍA DE CASO: LA EXISTENCIA COMO CARIDAD ............................................................................................................................. 48 3.1 Cómo asumir la existencia de los héroes a lo largo de la historia .............. 48 3.2 La figura de Cristo....................................................................................... 51 3.3 Una Ética Cristiana ..................................................................................... 54 Conclusiones ........................................................................................................... 60 BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA .............................................................................. 64 AGRADECIMIENTOS “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor…” 1ª de Timoteo 1:12 Hay una enseñanza muy antigua de nuestros antepasados prehispánicos, la ley que se les daba a los niños para instruirlos se resumía en tres principios básicos y fundamentales, estos eran: Ama, Respeta y Agradece. Si estos tres principios eran llevados a la práctica, no se podía esperar nada más que un individuo capaz de vivir armónicamente con todo su entorno. Ser agradecido es una cualidad de los seres vivos, pero más aún de los seres humanos. Por alguna razón los principios o reglas, o éticas que hay en todo el mundo apuntan a mandatos o principios similares a estos. Ser agradecido se nos enseña desde que somos pequeños y es una virtud del ser humano, se demuestra con hechos o con palabras hacia quienes han hecho algo por nosotros, e incluso a quienes no. Es por ello que cada vez que logramos algo, sabemos que no lo hicimos solos, sino que hubo quienes estuvieron con nosotros ayudándonos y apoyándonos en todo momento, no ser agradecido demostraría egoísmo y vanidad, el creernos capaces de lograr todo sin ayuda de los demás. A DIOS Porque, a pesar de ser una idea confusa para muchos, para mí eres una Verdad de la cual he tenido experiencia vívida. A MIS PADRES Leticia Huerta y José Luis Esqueda, siempre han estado ahí a pesar de todo, como ejemplo de vida, de esfuerzo y amor, les agradezco infinitamente su amor y paciencia hacia mí. A MI FAMILIA Mis hermanos Dan y Abdiel, que siempre han estado como compañeros, cómplices y amigos de travesuras, los amo. Primo Adán, eres como un hermano. Abuelita Lupe, este trabajo es para ti, te agradezco por cada peso regalado para el autobús o para mis copias. Tío Miguel Ángel, tía Rosa Elia, tía Eli, mi más grande afecto, admiración, cariño, aprecio y amor es para ustedes, no tengo con qué 1 pagarles su apoyo, su amor sincero y desinteresado, las atenciones para conmigo desde que supieron que llegaría a este mundo, mil gracias por enseñarme la calidez de un hogar y el amor infinito de una familia, a pesar de todo. A mis tías Mary y Chely y mi abuelita Yuya, por preocuparse siempre, ayudarme con Jarv y compartirme algo de su mesa. A MI DIRECTOR DE TESIS Maestro Víctor González Osorno, porque este trabajo no se habría logrado sin su apoyo, ayuda y paciencia. Gracias por sus consejos y por su tiempo dedicado. Porque aparte de ser un maestro y guía para mí, ha sido mi amigo. Mil gracias por todo. A MIS SINODALES Mtro. Luis Antonio Romero García y Mtro. Enrique Sánchez Ballesteros les agradezco que accedieran a leer este trabajo. Mi más profunda admiración y respeto. A MIS AMIGOS Y COMPAÑEROS ¿Qué sería del hombre sin amigos? Con quienes he aprendido a disfrutar de las alegrías de la vida y a enfrentar los sinsabores de ella misma. Alí Mayo, mi mejor amigo en la carrera, confidente, compañero de risas, lágrimas, tristezas y logros, gracias. Mis amigos: Luisa, Alejandra, Jaziel, Josefina, César, Artemio, fueron compañeros de la carrera, pero lo más importante fueron mis verdaderos amigos. Enrique y Gabriela, a pesar de no ser de la misma carrera compartimos viajes, sueños y anhelos. Jacqueline, por convertirte en mi amiga en cuestión de meses gracias al amor por la filosofía, a la inclinación por autores mexicanos y el sufrimiento de la redacción de tesis. Berenice, mi mejor amiga y confidente de años, siempre has estado ahí, pase lo que pase. Benjamín, porque sólo tú sabes lo que significa para mí escribir tu nombre en estas líneas. A todos ustedes ¡Mil gracias! Mi cariño, aprecio y admiración siempre. Bani Yared Esqueda Huerta Julio de 2015 Introducción La filosofía es la explicación de la existencia. ANTONIO CASO1 Conocer y asumir el hecho de una filosofía de lo mexicano puede resultar algo confusa para un estudiante de filosofía, pero, es necesario conocer la filosofía hecha por mexicanos. ¿Qué quiero decir con esto? En general, más allá de asumir la presencia de la filosofía como disciplina, el verdadero interés debe surgir en si la filosofía se ha utilizado para reflexión y planteamiento de soluciones a problemas competentes al país. Es fácil deducir que las causas del descuido de una filosofía puramente mexicana son la falta de originalidad y el repetido uso de filosofías y propuestas procedentes de Europa, es por eso que a través de esta investigación me he decidido hacer una invitación para abrirnos a la reflexión y dejar en claro qué es lo que realmente nos interesa, así como el llamado a reconocer nuestra situación, reconocer que somos mexicanos y como tales tenemos una historia; queramos o no, pertenecemos a una sociedad llena de problemas y conflictos que requieren ser llevados a la reflexión, al análisis, a la filosofía. Sabemos que es imposible partir de cero, con el hecho de ser originales, pues la filosofía en sí es una disciplina nacida en la Grecia antigua, situación que no tiene por qué cerrarnos las puertas, ni asumir que por haber surgido en otro continente debemos sujetarnos a problemas a los que se enfrentaron los primeros grandes filósofos, en absoluto. Lo que intento plantear o proponer es una abertura al uso de la filosofía, la cual a grandes rasgos, es acto puro de la reflexión, ¿no es acaso la filosofía el amor a la sabiduría? Es esa búsqueda que no se queda recluida en Grecia, ni en toda Europa, se da en el hombre, sin excepción de nacionalidad. 1 Con esta frase el autor culmina la introducción de su representativa obra La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, Primera Edición, p. 21. Por tanto, es importante que llevemos a cabo la siguiente reflexión, los grandes e importantes sistemas filosóficos han surgido en Europa, y principalmente en Alemania, demostrado a lo largo de la historia, pero no por ello estamos sujetos a éstos, ni dependen nuestras concepciones de las propuestas que tales han hecho; antes, es muy importante conocerlas, comprenderlas y estudiarlas, pero no estamos obligados a adoptarlas como pensamientos propios, ni mucho menos a hacernos esclavos de ellas, en el sentido de dogmatizarlas. Antes, es necesario centrarnos a una sencilla y simple situación: nuestro origen [nuestra circunstancia]. No somos alemanes ni españoles, mucho menos griegos, ¿es posible cuestionarnos algo tan utilizado como lo que es el Ser, desde una perspectiva mexicana? Quizá es difícil asumir esto ya que la historia que se tiene del México antiguo revela una inmensa cantidad de mitología con la que los ancestros trataban de dar respuesta al mundo que les rodeaba, pero ¿acaso los griegos no fueron así? Los griegos poseyeron una innumerable cantidad de mitos con los que trataban de dar una explicación al mundo, curiosamente el pueblo tolteca se caracteriza por poseer una cosmovisión similar a la de los griegos. Mi intención no es explayarme en una serie de defensas de si hubo o no un genuino pensamiento en los antiguos mexicanos; quiero dejar en claro que el gran aporte de los griegos, representado en el pensamiento de Platón, Aristóteles y muchos más, es importante como ya he mencionado conocerlo, apreciarlo, pero no por ello subestimar el aporte del pensamiento de filósofos mexicanos; ¿por qué no darle valor a su pensamiento? Después de todo, como se ha demostrado a lo largo de la historia de nuestro país desde años atrás ha habido y se ha dado esa búsqueda y cuestión de Ser, del saber, ese constante asombro hacia el mundo y las cosas. Si la filosofía no comienza con eso, entonces no puede ser considerada como tal; Antonio Caso ya nos da luz al respecto: ¿Qué es la filosofía?, la respuesta a esto es una doble pregunta. ¿Qué es la existencia? Y ¿qué valor tiene la existencia? Pero la primera cuestión se subordina para la acción, el entendimiento a la voluntad. La filosofía es la teoría de la dicha, de la felicidad, de la beatitud. Saber es poco aunque sea algo.2 Hagamos filosofía, partiendo desde nuestras raíces, partiendo con la pregunta de nuestra existencia. ¿Por qué hablar de Antonio Caso en la actualidad? Caso, es reconocido por su trabajo ejemplar en favor de la mejora del país, y su filosofía se caracteriza e incluso llega a ser criticada, por una inclinación a lo que es un tipo de cristianismo, sin embargo tal se puede considerar un cristianismo con tintes filosóficos; cuando pareciera que hablar de filosofía con religión es como hablar de contrarios como blanco y negro, peleadas de por vida, Caso logra desprender los tradicionalismos y formalismos de las iglesias que ejercían el cristianismo (muy a su manera), quedándose únicamente con lo más básico, primordial y esencial de éste. Las convicciones de Caso, en torno a la idea de una religión ideal han quedado claras, ya que en ese campo se han llevado a cabo diversas investigaciones y análisis por parte de muchos lectores, críticos y comentadores. Caso no se alejó de sus convicciones cristianas a pesar de sus estudios filosóficos, aunque, a diferencia de la filosofía Tomista, rechazó la posibilidad de demostrar mediante silogismos y argumentos la existencia de Dios, tales desacreditan a la razón, considerada incapaz de ―probar‖ la existencia de Dios, ya que dice: ―lo que ella no puede la fe lo puede‖3 Con tal afirmación se abandona el intento de los medievales de querer dar explicación a lo divino mediante el uso de la filosofía, al igual que Kant: ―…Jamás los materialistas y empiristas nos podrán arrebatar el Ideal Divino. El argumento ontológico no demuestra la existencia de Dios, pero en 2 Antonio Caso, Historia y antología del pensamiento filosófico, México, Secretaría de Educación Pública, 1927, p. 17. 3 Cfr. Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, primera edición. P. 195, IX. la Idea de Dios, la fe se inserta y, con la voluntad inspirada por el ideal, dice: creo, amo y espero….‖4 Caso se muestra pertinente al asumir una imposibilidad de demostrar la existencia de Dios por medio de un método. Aunque pareciese que su conclusión se cierra a la idea de una plena confianza en la fe, la verdad es que Caso apuesta a algo más que un cegamiento y simple dogmatismo, su concepción de humano parece ser un complejo de organismo biológico. Sin duda, en el hombre hay algo divino y debe quedar claro que no es un sentimentalismo. También es importante mencionar que la ciencias en general no fueron descartadas por el autor, es más para él no hay que oponer la religión de las ciencias, él mismo propone que existen tres tipos de verdades: La Científica, considerada como abstracta y utilitaria; La Artística, con una visión ontológica, entrega el ser de las cosas; y por último, La Religiosa, específicamente humana y que la cual añade ―el bien inspira, no manda‖. De tal manera que por su parte la fe descansa en la religión5 y por otra parte las ciencias acuden a la razón, podemos hablar prácticamente de una especie de armonía lo que Caso pretende establecer. En Caso podemos encontrar un ejemplo de pensamiento libre, original y reformador; su influencia en el pensamiento mexicano movió no sólo a uno, sino a muchos pensadores. Además de esto, es de respetar su intención e interés no sólo por un pensamiento práctico en el hombre, sino su consideración de hombre como un compuesto, claro su adhesión del concepto de espíritu: Debe enfatizarse de modo claro que filósofo no es solamente el hombre capaz de crear una doctrina filosófica original sino aquél que puede reproducir con profundidad y dar una nueva vida en su espíritu a las diferentes doctrinas filosóficas…6 Una de las características que es posible rastrear en el pensamiento de Caso es su preocupación por una gran variedad de temas y problemas que para él es 4 Ibid p. 196, IX. Cuando se habla de religión en Caso, se debe entender al cristianismo como desvinculado de la institución católica, protestante, etc., pues sólo se refiere a la práctica sincera y desinteresada del evangelio cristiano, que se encuentra más detallado en el libro de San Juan. 6 Biblioteca del Estudiante Universitario, Antología Filosófica, México D.F., Imprenta Universitaria, 1957, (fragmento del Prólogo de Samuel Ramos), XII. 5 necesario retomar, replantear y resolver, así es como llegó a hacer trabajos desde antropología hasta estética, sin embargo el germen de su filosofía yace en una cuestión y se ve reflejada en su obra máxima: La existencia como economía, como desinterés y como caridad, en esta obra se ve reflejada y sintetizada su más grande preocupación, la cual surge de la cuestión de ¿quién es el mexicano? Llevándolo a una esfera más universal: ¿quién es el humano? La escasez de un ideal en su México contemporáneo lo llevó a realizar su propia búsqueda y planteamiento de una definición de ¿quién soy? ¿Quiénes somos? Y no sólo eso, ¿qué valor tiene la existencia del hombre? Que a su vez va de la mano con la pregunta básica moral: ¿cómo se debe vivir? ¿Cómo ejercer nuestra existencia? Dice Abelardo Villegas: ―Caso postula una moral antes que una cosmología, la primera cuestión se subordina a la segunda, como se subordina para la acción el pensamiento a la voluntad‖7. El pensamiento de Caso, a pesar de ser variado, y a pesar de tratar miles de temas no pierde de base la preocupación por la existencia de lo humano, la necesidad de rescatar lo humano dentro de tanto pensamiento egoísta, científico y progresista, el cual no tacha de inservible ni tampoco lo niega, tampoco desacreditó los sistemas, ni el orden, en lo absoluto; el problema que él logró detectar fue el dogma, la rigidez con la que se estaba tratando de manejar el rumbo del país como el de cada uno de sus habitantes. A Caso le urge reivindicar el rumbo y así hace un llamado a despertar de este pensamiento tan ―ordenado y sistemático‖, y de aquella actitud económica que predominaba, enfrentando con sus ideas nada pretensiosas y más que nada humildes, pues bien su filosofía se reduce a la búsqueda de la existencia no como economía, ni como desinterés, sino como caridad. Caso es un modelo y ejemplo de pensador, maestro y filósofo. Alfonso Reyes también hará su propia descripción acerca de la importancia que representa la obra de Caso para la formación de una nueva cultura: 7 Cfr. Villegas, Abelardo, La filosofía de lo mexicano, Universidad Nacional Autónoma de México, 1988, p. 77 La filosofía positivista mexicana habría de desvanecerse bajo la palabra elocuente de Antonio Caso, quien difundiría por las aulas las nuevas verdades. No hay una teoría, una afirmación o una duda que él no haya hecho suya siquiera un instante, para penetrarlas con aquel íntimo conocimiento que es el amor intelectual. La historia de la filosofía, él ha querido y ha sabido vivirla. Con tal experiencia de las ideas, y el vigor lógico que las organiza, su cátedra, sería más tarde el orgullo de nuestro mundo universitario. Su elocuencia, su eficacia mental, su naturaleza irresistible, lo convertirían en el director público de la juventud.8 Así, podemos resumir que la filosofía de Caso se dedica a buscar un ideal universal al cual se pueda aspirar, y principalmente la juventud. Caso asume que el tiempo en el que vive es uno de los más amargos de la historia del mundo, por ello creo que es importante retomar sus propuestas, su pensamiento y su inconformidad, pues es posible traer a colación esos problemas, se mantienen vigentes, no importa el transcurrir el pasar de los años, este problema es presente puede debatirse sobre ello, aunque fue un problema contemporáneo para Caso y los a demás ateneístas implicaba más que sólo debates, ellos buscaban resultados, por ello que la ética en Caso resulte una alternativa para poder llegar a cumplir un ideal que garantice la realización no sólo de unos ni de uno, sino la realización del humano como tal, para de ahí partir a una realización nacional, que posteriormente se vuelva universal. Esta investigación también abarca la reflexión y análisis de la persona de Cristo como modelo arquetípico e ideal desde la postura de Antonio Caso, para dar respuesta a la preocupación de una falta de identidad del pueblo o sociedad mexicana, y principalmente a lo que parece rastrear como una escasez de moralidad, pérdida de valores humanos, de lo cual, Caso supone, es resultado de la ejercitación de la corriente positivista, ante ello su preocupación radica en postular una ética que haga despertar a la sociedad mexica, pero, ¿por qué la figura de Cristo? ¿Cómo es que llega a semejante conclusión? Debe quedar claro que esta investigación está desligada del plano religioso en el sentido tradicional; es decir, no abordaré problemas como la divinidad, la naturaleza (divina o humana) o las condiciones poco certeras del nacimiento o 8 Reyes, Alfonso, en "Pasado inmediato" en, Obras Completas XII, Fondo de Cultura Económica, México, D.F., p.198-199. muerte de Cristo; sino solamente desde una perspectiva meramente conceptual: Cristo quizá como personificación de la Caridad. Esta última consideración quedará quizá como posible investigación futura al desarrollo de una temática alterna: ¿se puede hablar de ontología cristiana? El desarrollo de este trabajo de investigación se encuentra distribuido de la siguiente manera: En el capítulo uno realizo una contextualización temporal y descriptiva por la que se desarrolló Caso, con la finalidad de comprender el proceso de su pensamiento y en especial a la clarificación del concepto existencia y caridad, en especial la existencia como caridad; también, en especial hago énfasis en la posición crítica de Caso frente al positivismo y, por tanto, una contrastación que resulta muy interesante: la ―Ley de los Tres Estados del positivismo, que se adaptó para representar por etapas el progreso de la nación mexicana,‖9 los cuales son: el teológico, el metafísico y el positivo. Precisamente frente a éstos, pareciera que Caso propone una superación que va del estado económico al desinteresado, para acabar con el estado caritativo; estos tres quieren dar respuesta al sentido de la existencia del pueblo mexicano, que estaba embelesado en el incremento y progreso económico, industrial, etcétera. En el segundo capítulo abordo dos conceptos clave para este trabajo: heroísmo, en especial el concepto de héroe desde tres perspectivas de los autores, Carlyle, Emerson y Caso, de los dos primeros Caso se sirve para retomar el peso e importancia del concepto ―Héroe‖ para después postular el suyo como el más acertado y con el mayor potencial para ser considerado ideal de existencia o modelo arquetípico que, como ya mencioné, concluye con la figura de Cristo; no como un personaje con poderes sobrenaturales. Debe quedar claro que Caso lo retoma como la historia lo ha marcado: como un hombre significativo y reconocido históricamente por las obras que llevó a cabo, de las cuales, los evangelios son el único relato escrito. 9 Zea, Leopoldo, El positivismo y la circunstancia mexicana. Fondo de Cultura Económica, México, D.F., 1985, p. 49. Reitero, se parte de una preocupación por la situación tanto social, económica, académica y moral por la que atraviesa el México de principios del siglo XX; posteriormente, él mismo surge con una idea de reforma o revolución a ciertas prácticas erróneas de la doctrina positivista. ¿Cómo lo hace? Postulando su propia visión de la necesidad de replantear los ideales del país, las aspiraciones a ser un pueblo dotado de cultura, superación y antes que nada, que tenga fijo un modelo ideal al que se pueda aspirar. Es en eso donde radica lo novedoso en Caso, aunque no responda a todo ello de una manera original, lo importante es cómo y cuál es la vía que él considera viable, en este caso, es donde surge y sitúa la figura del héroe para responder a ese ideal. Tal figura se ve representada perfectamente para él como Cristo, pues es mediante la práctica de un cristianismo verdadero como se puede dar respuesta a un sentido de la existencia y un desencadenamiento de la vida como mero interés egoísta y desinteresado, como estaba ocurriendo en el país. Es por ello que el apartado dos es necesario, se necesita de un ideal que marque diferencia y al que todos puedan aspirar. La práctica de una ética cristiana, que radica en rasgos generales, en la ejercitación de la caridad; es mediante ella, así como otros elementos que Caso considera, como se comienza a trazar la vía por la que el pueblo podría encontrarse con su identidad como mexicanos, y por tanto, como seres humanos. Por último, en el capítulo tres abordaré la defensa de por qué es válido y vigente asumir la práctica o aplicación de una ética cristiana, y qué consecuencias tiene para nuestra actualidad, y de cómo es que la figura de Cristo puede ser asumida como modelo ideal para todos los hombres y por consiguiente, el cristianismo podría ser considerado como una buena vía hacia la perfección. CAPÌTULO I ANTONIO CASO, FILÓSOFO MEXICANO Sangre de indio y sangre española es la mía. Pero soy un mexicano de pasiones serenas. Mi amor por la patria no me inspiró la profesión de político ni soldado. Mi ideal fue el estudio, los libros, el arte, la filosofía […]10 ANTONIO CASO En este primer capítulo hago una contextualización de la vida y obra de Antonio Caso, comienzo describiendo en qué consiste su filosofía y en especial, hago un análisis de su problema con la doctrina y educación positivista, la cual se mantuvo vigente hasta las décadas finales del siglo XIX. La finalidad es comprender tanto el germen como el proceso de su pensamiento, donde interviene fuertemente el positivismo como doctrina y forma de vida de la época. En especial se trata de dar luz respecto de la clasificación que hace de la existencia, clave para entender toda su obra: la existencia como economía, la existencia como desinterés y la existencia como caridad. 1.1. La filosofía de Antonio Caso Es necesario llevar a cabo una descripción de la historia, del contexto y todas las vivencias de cualquier personaje a quien queramos aludir, si no es así resultaría muy difícil comprender y encontrar cierto sentido a lo que el autor quiere compartir, e incluso criticar lo que se ha atrevido en la cual es fácil distinguir la humildad de un pensador, dedicado y, antes que nada, definido en cuanto a su origen, su aceptación. Como se mencionó al principio, Caso no da vueltas al asunto ni se 10 Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, Universidad Autónoma de México. México D.F., Dirección General de Publicaciones, 1961., p.20. plantea un posible problema con respecto a considerarse un ―indio‖ o un español; lo deja muy claro: ―Soy un Mexicano‖, sin decir más. Antonio Caso Andrade nació en la ciudad de México, el 19 de diciembre de 1883; su padre fue un liberal y positivista, mientras que su madre una profunda católica; situación que lo llevó a hacer cierta unión de ambas posturas: por un lado, abrazó el cristianismo pero no se convirtió al catolicismo, rechazó los dogmas de la Iglesia, no se convirtió tampoco al protestantismo; en simples palabras fue sólo cristiano, el ejemplo de Cristo lo proclamó en su vida y obras. Molesto por la decadente y opresiva educación impartida en su época, Caso se dedicó al estudio del Derecho pero ejerció la Filosofía y se inclinó siempre al campo de las humanidades; respecto a ello, es importante mencionar la influencia que tuvo en él el pensamiento de Justo Sierra, gran pensador, historiador y humanista quien presentó las primeras inconformidades con la doctrina ejercida en el país, que era el positivismo. Así, apostó sus ideales por el rescate de un humanismo. Muchos autores le reconocen y manifiestan admiración hacia su trabajo y esfuerzo dentro de los muchos campos que abordó, Samuel Ramos lo reconoce de la siguiente manera: Antonio Caso no fue una individualidad aislada en la vida espiritual de arte de un grupo selecto, fue parte de una élite dentro de la cual se incubaron las direcciones literarias y filosóficas de la época.11 A pesar de que a la fecha se han realizado investigaciones y recopilaciones del trabajo de Antonio Caso, concuerdo con la historiadora y compiladora Rosa Krauze de Kolteniuk, experta en la vida, obra y labor del autor ya mencionado, quien plantea la idea de que la filosofía de Caso no ha sido estudiada lo suficiente, pues quizá es reconocido como un autor sobresaliente, e incluso se ha trabajado sobre los tres conceptos de existencia que él maneja, y también se ha tomado el problema de la muerte en su pensamiento, pero con todo esto se tiene la sospecha de que no se ha ahondado en su propuesta que comprende desde preocupaciones por el hombre hasta un sistema o proyecto de ideal sobre lo humano. Esto último 11 Caso, Antonio, Antología Filosófica Biblioteca del Estudiante Universitario, México D.F., Imprenta Universitaria, 1957, (fragmento del Prólogo de Samuel Ramos) XII. es una consideración de Abelardo Villegas quien también trata al autor y desglosa grosso modo su filosofía en algunos de sus textos, principalmente en La filosofía de lo mexicano. Pues bien, para hablar del trabajo filosófico de un autor necesario es comenzar con un panorama y contexto histórico en el cual se desenvolvió, pues es la raíz de la cual surge su preocupación y su filosofía. Samuel Ramos, dentro de su texto breve La filosofía de Antonio Caso, habla de dos tipos de realizaciones de filosofía: Hay quienes son genios de la filosofía y han logrado conformar y crear obras originales que se enfrentan a ciertos problemas, por otra parte, existen las obras que sin traer aportación nueva, son interpretaciones personales de una doctrina original, que surgen por la necesidad de difundir su aplicación a lugares y circunstancias distintas a las que dieron origen.12 Aunque el trabajo de Caso se conforma por principios que logran ordenar un sistema filosófico —sigue diciendo Ramos— ―su filosofía no es original, pero en la interpretación de las ideas, (…) en la forma de exponerlas, de acogerlas o rechazarlas, se pone de manifiesto una acusada personalidad‖13. Quizá la forma en la que comienza y desemboca su trabajo filosófico no son originales, sin embargo, Ramos lo expresa concreta y correctamente, lo interesante y aplaudible en Caso es la vía de respuesta que traza en torno a un problema y que considera urgente tratar. La Revolución Mexicana vino a desencadenarse en el país por respuesta a las injusticias de una clase sobre otra, por ello se da un levantamiento de armas, para exigir al gobierno que resuelva tal situación. Hablando del lado intelectual, Caso se levanta a exigir que la liberación del empobrecimiento académico, cultural y hasta espiritual de su México, que para él radicaba en la ejercitación errónea de un positivismo anticuado y dañino para la sociedad. Muchas lecturas y autores fueron incentivos en su pensamiento, tales como Schopenhauer, Bergson, Husserl, 12 Ramos, Samuel, Ramos, Samuel, Veinte años de educación en México, Obras completas, Tomo II, México, UNAM. 1976., p. 129 13 Íbid., p.130. etc. Sin embargo, a pesar de la influencia de ellos en su pensamiento, no hay en su propuesta ninguna base fundada ni dogmatizada. 1.1.1. Caso y el Positivismo Caso ya no vivió el esplendor del porfirismo, de hecho se desarrolló académicamente cuando ya en el país surgieron los levantamientos contra el régimen. Había descontento de parte del pueblo, había ―paz‖ pero la libertad de expresión se encontraba reprimida por el gobierno; la Iglesia aún se mantenía alejada de los asuntos de la educación y el gobierno, gracias al juarismo, y el positivismo, importado a México en 1867 con la reforma educativa de Gabino Barreda (enviado a estudiar a Francia con August Comte), se mantenía como la doctrina ejercida por el país, que sólo iba en busca del progreso y bienestar. Esta corriente tenía como objetivo acabar con las tradiciones y formas educativas impartidas por España, así como suprimir las diferencias políticas y religiosas con un criterio ―neutral‖: el Científico, que a su vez se consideraba ―criterio de verdad‖ y así establecer a las nuevas generaciones este único criterio.14 Resulta interesante cómo es que Caso, al principio de su vida intelectual fue influido por el pensamiento de Ezequiel Chávez, destacado positivista, sin embargo también influye en él la postura de Justo Sierra, quien es el primero en sopesar y rechazar tajantemente la doctrina positivista. En 1897, Caso ingresa a la Escuela Nacional Preparatoria. Al finalizar sus estudios comenzó a sentir cierta insatisfacción e incluso comenzó desarrollando ciertas dudas respecto a la relación con el positivismo dogmático imperante. Gabino Barreda fue colaborador del Presidente Juárez y también de Sebastián Lerdo de Tejada, se mantuvo ocupado de los programas de estudio del país y se mantuvo por mucho tiempo. Posterior a ello Díaz lo envía a Alemania y Francia. Mientras esto sucede, surge lo que se conoce en la historia de la cultura mexicana como el Ateneo de la Juventud. Este grupo, al que pertenecía Caso, al 14 Cfr. Con Magallón, Mario, Filósofos mexicanos del Siglo XX, Ed. Eón, UNAM, México, 2010, p.101-102. lado de sus compañeros y cómplices de pensamientos similares (José Vasconcelos, Alfonso Reyes, el dominicano Pedro Henríquez Ureña, entre los más representativos), inició en México el rechazo e incluso ataque contra el positivismo, considerando a éste como ―opresor del espíritu humano‖15. Principalmente Caso lo hizo desde la influencia de Sierra, quien criticó fuertemente al positivismo, especialmente en el pensamiento metafísico y religioso, éstas dos, en especial eran las primeras excluidas de las aulas, primero porque la religión era una fase ya superada en el entendimiento del hombre pues el culto a lo desconocido fue abandonado gracias al surgimiento de leyes científicas. La principal crítica que abordaré es la que se presenta Caso frente al positivismo, una contrastación que resulta muy interesante: la ―Ley de los Tres Estados del positivismo, que se adaptó para representar por etapas el progreso de la nación mexicana,‖16 los cuales son: el teológico, el metafísico y el positivo”, frente a éstos, pareciera que Caso propone lo que es el estado, económico, el desinteresado y el caritativo. En la doctrina positivista, el hombre de ciencia ya no se preocupa por el ―más allá‖, es decir las ideas de Dios y alma son consideradas meras ―hipótesis, vicios tradicionales.‖17 Si bien es verdad que el progreso sí se reflejó en la sociedad mexicana, porque había estabilidad económica y política, aun así faltaba algo. Las humanidades, la religión y la metafísica suprimidas impedían un verdadero alcance intelectual. No había originalidad, sólo había imitación de la vida europea. Caso, fue el más brillante y más agudo polemista perteneciente al grupo de los Ateneístas, y consideraba al positivismo como una filosofía de mediocres, de irresponsables; llama a positivismo una doctrina que ―ahorraba el pensar‖18. Para tener un mayor panorama histórico es necesario dejar en claro qué es o cómo se define el positivismo, a grandes rasgos, y posteriormente aclarar la corriente 15 Rosa Krauze, en La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones, 1961, p. 64. 16 Zea, Leopoldo, El positivismo y la circunstancia mexicana. Fondo de Cultura Económica, México, D.F., 1985, p. 49. 17 Interpretación de Gabino Barreda 18 Zea, Leopoldo, El positivismo y la circunstancia mexicana, Fondo de Cultura Económica, México, D.F., 1975, p. 30. positivista en México, pues tal doctrina se adaptó para el país y el tipo de gobierno de ese entonces, los intereses intelectuales querían unificarse en la Ciencia. El positivismo es un concepto que expresa un conjunto de ideas, las cuales, al igual que muchos otros muchos sistemas filosóficos, pretenden o han pretendido poseer un valor universal. Es decir, pretenden valer como soluciones a los problemas que se plantea el hombre, cualquiera que sea su situación espacial o temporal, gráfica o histórica19. En México se recurrió a esta doctrina, ya no como una cátedra a estudiar, sino que se le adoptó como sistema para dirigir al país, y antes que nada, continúa diciendo Zea: ―Se trata de una doctrina puesta al servicio de un determinado grupo de mexicanos. Una doctrina filosófica y de un determinado grupo social, los positivistas mexicanos eran muy conscientes de este carácter instrumental de su filosofía‖20. Es obvio que la mayoría de las interpretaciones que se dieron del positivismo fueron determinadas por la posición social e inclinadas a las ideas políticas y religiosas de quienes les convenía. Los positivistas mexicanos consideraban el método positivo y la filosofía positiva como los métodos verdaderos, considerando a las demás filosofías como el producto de conciencias no emancipadas. El positivismo será una doctrina con pretensión universal, pero la forma en que ha sido interpretada y utilizada por los mexicanos, es mexicana. Para poder saber lo que de mexicano hay en esta interpretación, es menester ir a nuestra historia, a la historia de los hombres que se sirvieron del positivismo para justificar ciertos intereses, que no son los mismos de los positivistas creadores del sistema.21 Los positivistas, a su defensa postulaban: ―no hay mayor potencia moralizadora que las ciencias, el verdadero peligro para la moral está en la ignorancia‖ 22. Justo Sierra desarrolló una especie de escepticismo y negó que la ciencia fuera realmente vehículo de paz. Tras esto, muchos jóvenes le siguieron, entre ellos Caso. 19 Ibid., p. 17. Ibid., p. 28. 21 Zea, Leopoldo, El positivismo y la circunstancia mexicana, Fondo de Cultura Económica, México, D.F., 1975, p. 27. 22 Cfr. Íbid, p. 70. 20 Conocer la situación que se presentó históricamente en el país resulta necesario para comprender lo que radica o se refiere al problema de la educación y formación dentro de las aulas en las que se desenvolvía Antonio Caso, y de donde parte su descontento por la forma de educación y formación de la juventud. Criticó la pobreza en la instrucción de las humanidades y la ausencia de filosofía. A pesar de que hasta cierto punto no se opuso a la desaparición de la enseñanza religiosa, pues siempre declaró que la religión es un asunto personal, lo que sí rechazó fue la imposición dogmática de cualquier doctrina, pues la fe había cambiado de pertenecer a la religión a la ciencia.23 El orden que ofrecía la filosofía positiva de Comte y su cambio de religión, a una religión de la humanidad no era sólo una utopía, o un sueño se consideró como un ideal de orden social para ser implementado en México; el principal problema es que no se dio en todos los mexicanos, sino sólo en un grupo de mexicanos. Es por ello que Caso insiste en que el Ateneo abandone el positivismo y aspire a un ideal, y no sólo el grupo de pensadores, sino toda la sociedad mexicana. ¿Cómo sustenta esto? Por medio del concepto de intuición. Caso busca relacionar las ciencias y la filosofía, lo hace gracias a la conjunción de las filosofías de Husserl y Bergson. La intuición, concepto que lo lleva a tomar una actitud metafísica, también es factor para alejarlo de lo que era el positivismo: ―Señalará que las ciencias por sí solas no llenan las aspiraciones humanas, porque el hombre busca refugio en lo sobrenatural, en la metafísica‖. 24 Acepta la importancia de la ciencia, y no se la niega al positivismo, pero asume que: ―la ciencia es verdadera si no la queremos divinizar: si la respetamos como cosa humana, cambiante, inestable, perfectible, pero no absoluta, no perfecta, no dogmática ni sagrada.‖25 Ante los tres estados del positivismo mexicano: el estado teológico, el metafísico y el positivo, se contraponen los tres estados de existencia que Caso postula en su filosofía: economía, desinterés y caridad. Los positivistas mexicanos, siguiendo la tesis de Comte asumieron que el progreso de la historia del país 23 Cfr. Íbid, p. 44. Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones, 1961, p. 75. 25 Caso, Antonio, Obras Completas, t. IX, México D.F, UNAM, 1976., p.81. 24 estaba representado en esas tres etapas, consideración que se asimila a la de Caso, con la diferencia que él parece no asumirlo como progreso, pero si como etapas. Expondré lo que se entiende por los tres estados en el positivismo mexicano y después aquellos que Caso contrapone. El primer estado, el teológico, se asume como la etapa en la que el país se mantiene en un dominio social de la política, es decir, cuando el clero y la milicia eran lo único a lo que se debía obedecer. Para los positivistas mexicanos este estado es el más retardado en cuanto a un progreso de la humanidad. Según Barreda: No se le aborrece pero se debe procurar superar e iluminar esta etapa y conducirse al camino del progreso y la emancipación… La filosofía positiva, entre todas las escuelas emancipadoras, es la única que ha sabido reconocer y proclamar los inmensos servicios prestados a la humanidad por la teología bajo todas sus formas.26 Ahora, a este estado le sigue el llamado metafísico, en él, se da un cambio y una destrucción de lo teológico, se refiere a la etapa en la que en México se dan las luchas de independencia, de liberales contra conservadores que culmina con el triunfo de los primeros y el surgimiento de la Reforma. Este estado transitorio sólo sirve para dirigir inmediatamente o aspira al estado positivo, del que Barreda se encarga, y que se da a la tarea de dar a conocer a la sociedad mexicana el inicio de una nueva era, de orden y superación de un ―oscurantismo teológico‖, que ya no apela a la divinidad ni la voluntad divina, y tampoco en la voluntad del militar. Se trataba de una era en la cual el desorden desaparece gracias al orden positivo que llegó a sustituir el orden teológico y el desorden metafísico.27 Resulta interesante cómo estos estadios proclamados por el positivismo mexicano comparten características en común con los estadios de existencia que Caso postula en su máxima obra filosófica. Tanto el estado de existencia económico, desinteresado y caritativo tienen referencia con los estados antes mencionados, pero, ¿esto qué tan importante resulta? Si lo vemos en niveles de 26 Barreda, Gabino, ―Rectificaciones Históricas‖, en Opúsculos, discusiones y discursos, UNAM, México, D.F., 1983, p. 221. 27 Cfr. Con Zea, Leopoldo, El positivismo y la circunstancia mexicana, Fondo de Cultura Económica, México, D.F., 1975, p. 49. escala de superación de la existencia o progreso, para Caso viene a ser completamente lo opuesto a lo que Barreda y los demás positivistas postulan. En Caso hay que considerar que el estado de existencia económico equivaldría al estado positivo. ¿Por qué? Porque para Caso, la idea de progreso iba de la mano de los ideales burgueses, donde dominaba el interés personal e individual, lo cual desaprueba y abandona tajantemente. Por otro lado, el estado metafísico en Caso es considerado como el estado de existencia como desinterés, porque hay un estancamiento, no hay ni un avance pero tampoco hay un retroceso, el desinteresado es el iluso, romántico que quizá no muestra un lado egoísta, ni únicamente biológico, su existencia recae en mera contemplación, sin práctica ni mucho menos aspiración a algo mejor. Todo esto dirige a los dos últimos estados, el teológico y el caritativo; el primero, visto desde el positivismo es el estado más retardado, inservible y causante de la falta de progreso de la nación, pero en Caso, la caridad se asimila a este estado teológico, no por la visión de un dominio del clero y la milicia, sino porque es estado caritativo alude a la práctica de una ejercitación de buenas obras y el rechazo del beneficio y bienestar propio. Puede decirse que el estadio teológico aspira a un modo de vida desinteresado de progreso material, pero interesado en un progreso supra material, y es en esta esfera en la que Caso ve la necesidad de ejercitar la existencia. En el siguiente apartado retomaré los tres estados de existencia propuestos por Caso. Comienzo tratando los dos primeros, de los cuales Caso no está convencido y que propone como estados transitorios para el ser humano, ya que el verdadero estado al que debe aspirar el hombre es el caritativo. 1.2. La existencia como economía y como desinterés Como ya se planteó, la labor filosófica de Caso, y en ello concuerdan sus lectores e investigadores, se resume en su obra máxima: La existencia como economía, como desinterés y como caridad, es en ella donde deja plasmadas sus convicciones y donde concluye su filosofía. Esta investigación tiene a fin rastrear la posibilidad de una ética cristiana dentro del pensamiento casiano y para ello veo necesario realizar una puntual descripción de lo que el autor entiende y afirma como existencia: existencia económica, existencia desinteresada y existencia caritativa, esta última la desprenderé de las dos primeras y la desglosaré de manera más detallada en un subtema aparte. Caso comienza su obra con un análisis o compendio de aquellos que, para él, fueron las figuras más representativas que ejercieron el cristianismo de una manera heroica.28 Este estudio preliminar que realiza no es más que una síntesis de lo que es el cristianismo, un ―ensayo de cosmovisión cristiana‖. El autor parte de la figura de Juan ―El Bautista‖, primer precursor y creyente del cristianismo, a quien Caso llama ―recia figura histórica‖. El segundo personaje es el Apóstol Pablo, a quien considera figura trascendente por su trabajo evangelizador, a pesar de que en sus primeros años se le conoció como inquisidor de la primitiva Iglesia Cristiana. Su conversión y su obra, según Caso, son dignas de alabar y reconocer, pues es por Pablo que la palabra ―cristiano‖ se fue dando a conocer de manera universal. Posterior a Pablo nos dirige a san Agustín, filósofo medieval y Padre de la Iglesia. ¿Por qué considerarlo figura representativa? Porque es él quien logra una alianza entre las letras humanas (Filosofía) y la cultura clásica y la inspiración Divina; en resumidas cuentas, es quien logra hacer una síntesis. Carlo Magno sigue en la lista, ya que confirma el régimen católico-feudal, la Noche Buena en el año 800; y tras él Caso nombra a Gregorio VII, a quien considera el más grande Papa de la historia. Caso nos hace mención de otros personajes: Francisco de Asís, Santa Teresa, Kierkegaard, Lutero, Tolstoi y Pascal. Caso establece cuáles serán los puntos a revisar de su texto. Lo primero es el problema: Asumir que el tiempo en el que se vive es uno de los más amargos de la historia del mundo, lo segundo, establecer cuáles son los estados de la existencia del hombre, que son evidentes y demostrables. Se pueden rastrear tres estados de existencia, los cuales son: 1. Existencia como Economía, que es egoísta. 2. Existencia como Desinterés, se asume como la vida artística. 28 Este concepto o idea de Héroe tiene cierto peso y lo sustrae de la obra de Thomas Carlyle y R.W. Emerson De los héroes, el culto a los héroes y Hombres representativos. Tema que se tratará en el siguiente capítulo. 3. Existencia como Caridad, vista desde los principios cristianos. Esta última para Caso es la única que lleva a la plenitud del Bien. Posteriormente a esta exposición el autor describe el fin último de su obra: la exaltación sistemática de la vida sobre la caridad: ―Empeñarse en hacer una apología de la caridad ante la vida sería inútil, si no hubiera razones filosóficas para sostener ante el egoísmo vital, el altruismo cristiano‖29 Podría llegarse a considerar el pensamiento de Caso, con un tono un poco atrevido, como un ―cristianismo filosófico‖, al cual se puede considerar como principal arma frente a la corriente positivista, la cual para nuestro autor no era más que la máxima expresión del Egoísmo. Como se revisó anteriormente, el positivismo declaraba que el (conocimiento) debía fundamentarse en las leyes naturales de la realidad, ante esto Caso parece no estar de acuerdo, e incluso asume aunque después matiza un poco la idea de que la ciencia era egoísmo puro. Según Gaos, la obra de Caso representa ―la preocupación por excelencia de toda su vida‖. Y su propósito final, una interpretación de la esencia del cristianismo. Aunado a esto en el autor había una preocupación por el estatus político, social y económico de México e incluso los conflictos internacionales, en especial la Primera Guerra Mundial que lo conmovió, así como las locales. Para él ninguna cultura tiene que imponerse a otra, y mucho menos por medio de la guerra, la cual es la suprema incultura. Al respecto, cita a Tolstoi: ―la guerra es consecuencia de la irreligiosidad habitual de los hombres modernos, de su olvido del Evangelio, de la sumisión de las masas a los políticos. No se mejorará, el ambiente social y moral del mundo por obra de la política y la diplomacia, sino por el retorno a la religión y moral cristianas.30 Caso asume en el existir del humano como una finalidad inmanente de acaparamiento, la vida es biológica y sustentada por un principio egoísta de la Economía. Lo que vive en su totalidad, según Caso, es reproducción y 29 Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad. Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, primera edición., p. 199, XI. 30 Cfr. Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, primera edición., p. 179, XI. acaparamiento (nutrición), por la cual el hombre llega a su conservación inicial. Es así que logra su fin egoísta de la vida. El egoísta está estrechamente vinculado a sus instintos biológicos, la nutrición, la reproducción y supervivencia. Tanto los animales como el ser humano son egoístas. Lo que se afirma o pretende decir en Caso es que el egoísmo ha pasado a convertirse en la forma de existencia más común y necesaria, cuando no es así; es básica y necesaria, pero en el humano debe ser superada, no es posible mantenerse en ella si se quiere aspirar a un perfeccionamiento, la actividad egoísta (existencia como economía) se debe superar. Vinculado al pensamiento de Henri Bergson, se asume que no existe el desorden en el mundo, sino diversos órdenes, el sacrificio es el desorden de la vida ya que ésta es Economía pura. Se pueden hallar tintes de la filosofía bergsoniana en Caso con respecto a la consideración de lo que es el egoísmo, el conocimiento era siempre interesado, así pues, consideran el egoísmo como el actuar de las personas al sustituir el ser por el tener, por las cosas materiales. Por otro lado, la obra de Caso apunta o da tintes de la obra El mundo como voluntad y representación, al menos por las dos primeras fases del texto. ―La existencia…concuerda con el desinterés artístico de Schopenhauer, así como con las ideas estéticas de Bergson, la filosofía de Caso se encontró influida por el pensamiento de Schopenhauer, Bergson, Husserl e incluso hasta Nietzsche31. Caso señala que el hombre, al ejercer su libertad, lo hace inclinándose a una de estas dos voluntades las cuales son: la egoísta o la caritativa (buena voluntad). Quien se decida por la primera, dice Caso, nunca se satisface en forma plena, pues nunca tendrá suficiente, siempre se quiere más, se busca el más grande provecho sin haberse esforzado lo suficiente (lado Económico). El ser humano que se dirige a la primera voluntad cae ―prisionero‖ del mal, asumiendo pues aquí al egoísmo como ―el mal‖. Al caer en esto, el egoísta cae en una esclavitud, pierde su libertad, se vuele en esclavo de sus apetitos, los cuales son instintos biológicos. Ya no es 31 Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones, 1961, p. 85. capaz de realizar actos altruistas, ya no concibe ayudar a quien lo necesita, mucho menos a quien no. Todas estas actitudes o acciones se resaltan en el ámbito social. El hombre convierte su accionar en una de esas formas: o esclavos del trabajo o esclavos del amor. Tenemos entonces que: El egoísta es quien no sigue la doctrina moral de Jesús, ya que obra mal hacia sus prójimos, hacia sus semejantes. Se ocupa sólo de sí mismo, en su persona, e incluso no le importa perjudicar a los demás con tal de lograr sus objetivos. Es injusto. El egoísta va guiando su existencia, hacia la mortalidad, sus propias acciones lo llevarán a ser para la muerte. Desde el enfoque biológico, los hombres y animales se inclinan por el egoísmo, son egoístas, sin embargo, lo que diferencia al hombre del animal es que el humano puede guiarse por el Bien, el camino de la salvación que es el de la Caridad. Se distinguen entonces dos clases de egoísmo: 1. La conservación individual: se refiere al beneficio personal que siempre quiere obtener el hombre económico, no hay un interés en si perjudica o no los demás con tal de lograr sus objetivos. 2. La reproducción: origen solidario, pero cuando se percata que debe convivir con otras personas, le da la espalda a la ‗soledad‘ y para reproducirse, se acomoda dentro de una vida social, una vida que lo llevará a ser mortal, un cadáver. Pareciese que Caso condena al egoísta, pues para él sólo le espera la pérdida absoluta de su vida terrena e incluso la siguiente (idea presente en el pensamiento Casiano y que se vincula a los conceptos de esperanza y trascendencia)32. 32 Toda esta sección es una interpretación y descripción con mis propias palabras de la lectura de la Historia y antología del pensamiento filosófico. Sociedad de Edición y Librería Franco Americana, S. A., México, 1926, p. 506-508. 1.2.1. La existencia como desinterés Para Caso, el arte es puro. En ninguna forma se subordina a lo Biológico, es por ello que la existencia como desinterés es completamente lo opuesto a la existencia como economía, pues el arte no se subordina a los intereses biológicos. El artista renuncia a poseer y se inclina a la contemplación, contempla aquello que lo nutre, desarrolla su actividad artística. Al mostrar la contemplación excesiva (actividad desinteresada), el arte se vuelve un conocimiento inaccesible para el egoísta. El actuar del artista es contemplativo, al apartarse de los fines biológicos, se desinteresa y despreocupa de todo aquello que no es actividad artística. El interés único y pleno es lo artístico, esto no quiere decir que su desinterés sea despreocupación por lo artístico, sino únicamente por aquello que no sea bello. El artista se deja llevar por una Intuición, por su intuición estética, su desinterés es el ―placer‖ estético. Arte es desaparición definitiva del egoísmo. Dado esto, podemos asumir al artista como: Diferente del egoísta, pues el artista se aleja del querer egoísta, material. El arte reclama un esfuerzo constante y su resultado se torna inútil. Artista=desinteresado. Es posible rastrear en Caso una ―división del espíritu humano‖: Intuición y Razón. La intuición en el artista es desinteresada al buscar el aspecto estético, el artista no generaliza ni relaciona, se deja llevar por ello. El arte es un intermedio entre la vida egoísta y la vida del bien (caritativa). Según Caso, el arte es el descubrimiento de un divino punto neutro de la existencia. Como el artista es quien contempla el mundo en forma desinteresada por el gusto interior de ―ver por ver‖, sólo ve y oye a través de su naturaleza innata y no se sujeta a reglas elaboradas ni a la vía de la experiencia por teóricos y académicos33. Arte= fruto social, personal que parte de una intuición de lo concreto individual. 33 Cfr. Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, primera edición., p. 72, XI. Aun así para Caso, el artista no puede alcanzar la jerarquía de la Caridad. ¿Por qué? Porque a pesar de que el artista deja de mirar los objetos con una finalidad práctica, no es suficiente, pues el arte es de menor compromiso e importancia. Un artista únicamente trasciende por sus obras de arte, será recordado por la mente de los demás, pero hasta ahí se queda. Y, al igual que el egoísta, le espera la nada, en la cuestión contemplativa su elección no lo llevará a la infinitud, ―su hermosa‖ vida no se compara a lo que conduce el más pequeño acto de caridad. El artista no realiza actos caritativos, se arraiga mucho a la perfección terrenal, pero eso no es suficiente. 1.2.3. La existencia como caridad Ya revisadas las dos formas de existencia para Caso no es difícil describir qué es la caridad, o qué es la existencia como caridad. La caridad es la negadora, o mejor dicho es quien niega el egoísmo por excelencia, es el valor apto para la realización completa de la existencia del hombre; es sinónimo de la filosofía casiana. La caridad también es práctica, como el artista no invirtió la fórmula del egoísmo no imitó el modelo que reúne las más altos valores, se quedó inmerso en su contemplación. El caritativo o quien elige el camino de la caridad se convertirá en un ser inmortal, a él le espera la bienaventuranza, es decir, una vida eterna, la promesa que tanto pregona el cristianismo: ―empeñarse en hacer la apología de la caridad ante la vida sería inútil, si no hubiera excelentes razones filosóficas para sostener ante el egoísmo vital, el altruismo cristiano.‖ Ser caritativo apunta a un estado de reconocimiento del prójimo, es el desarraigo del egoísmo y la búsqueda del bienestar único y propio y el acercamiento al otro, la preocupación por el otro. Caso se encontraba preocupado por la situación del país de la decadencia el ámbito moral de la sociedad, de la pérdida de los valores, y primordialmente para él y su concepción, son los valores cristianos y en específico la ejercitación de éste el camino más viable y capaz de cambiar el rumbo egoísta y desinteresado por el que marchaba el país. Moralmente, somos tan inferiores como siempre. Progresan los sistemas, las instituciones que pretenden vencer el mal con la violencia o la persuasión; pero el sentido, la conciencia moral, no progresa. Hoy es tan mala y tan buena la humanidad como el primer día.34 Y más adelante Caso presenta lo que son los ―progresos‖ actualmente, y dice: En lo que sí progresamos, sin disputa, es en la industria, en la ciencia, en lo económico e interesado de la vida, en lo que aumenta nuestro dolor, nuestra avidez. Progresamos en aumentar nuestras relaciones utilitarias con las cosas, en procurarnos nuestros nuevos deseos insaciables; ¿pero tal progreso es un bien?35 Con base en estas citas puedo afirmar que para él lo importante y lo que se plantea y busca con su propuesta de existencia es desembocar en la idea de que el verdadero progreso de los mexicanos y más aún de los seres humanos, es lograr una verdadera identidad de sujeto con el sujeto, es decir, con el otro; este encuentro se desarrolla por medio de la caridad. La idea de caridad en Caso se puede ver resumida cuando afirma que: Cuando se trata de la caridad, se piensa generalmente en el alivio que recibe el débil por la acción del caritativo; mas no en la explosión de fuerza que implica el sentimiento de caridad, al vencer las resistencias del egoísmo y brotar del alma del fuerte. La caridad es indisolublemente fuerza y bondad porque es fuerza; porque es virtud, no conforme al estilo del Renacimiento (virtú), como decía Nietzsche; ni a la griega, ni a la oriental, ni a la romana; sino virtud a secas, sin forma histórica demasiado humana36. Con base en esto puedo afirmar que la pertinencia de la moral propuesta por Antonio Caso se deriva de la necesidad, de ésta en el desarrollo científico, sobre todo si tomamos como origen directriz la concepción hegeliana que dice: El progreso de la ley física está relacionado con el progreso moral. Al llevar a cabo o más bien cuando hacemos práctica de la caridad, el individuo ya está en potencia de llegar al ideal marcado por Caso, ese ideal de humano llevado desde un particular, que es partiendo de la respuesta del sentido de la existencia, conduce al 34 Caso, Antonio. La existencia como economía, como desinterés y como caridad. Ed. Ediciones de la secretaría de educación y como caridad. Pág. 15. 35 Ibid Pg. 152 36 Ibid Pg. 156 acto, y por tanto a llevar una vida cristiana pura, que se resume en dos sencillos mandatos que son: el amor a Dios y el amor al prójimo. La nueva religión estará fundada en la experiencia religiosa de cada quien, algo de la convicción universal de que el único remedio de los males públicos será la moral cristiana. 37 La propuesta que Caso nos está haciendo no es otra más que seguir con el camino marcado por Cristo, seguir sus enseñanzas, no inventando formas de comportarnos con los otros, respetando, simple y sencillamente siguiendo su gran ejemplo, así es posible lograr una vida plena y satisfecha: Pero, si amaba a Jesús, lo desvinculó de los dogmas de la iglesia. El cristianismo, para él era el cristianismo de los evangelios, y sobre todo el del evangelio de san Juan… si se despoja a todo el aluvión de ideas que el catolicismo y el protestantismo le han incorporado a lo largo de los siglos. El cristianismo queda reducido a dos enseñanzas predilectas: el amor al prójimo y la vida eterna…38 Hasta este momento, de acuerdo a esta investigación parece certero o dogmático asumir al cristianismo como única vía a la vida plena y virtuosa; es más, pareciese que todo ese rechazo que hizo Caso a la doctrina positivista sólo fue un arrebato para desembocar en un pensamiento igual o peor. Sin embargo, mi intención es reflexionar, analizar y sopesar por qué la caridad es el camino que puede conducir y dar sentido a la existencia del humano, es más, a continuación abordaré una explicación de lo que es el Cristianismo en Caso, así como la elucidación de un concepto clave en su filosofía, el concepto de Heroísmo, ambos van de la mano y son aunados para nada separados de lo que es la Caridad, punto germen en la filosofía del autor en cuestión. En el siguiente capítulo abordaré primeramente los conceptos de héroe, hombre representativo y hombre caritativo, los dos primeros conceptos pertenecen a dos autores respectivamente, Thomas Carlyle y R.W. Emerson, de los cuales Caso, pareciera que se ayuda para matizar ciertos conceptos y derivar el planteamiento de una cuestión: ¿Cómo se es caritativo? Y ¿Qué características tendría que cumplir? Por ello la necesidad de plantear una figura, modelo de 37 Caso, Antonio, en El Universal, 3 de mayo de 1917. Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones, 1961, p. 109. 38 hombre al que se deba aspirar, los dos primeros conceptos parecen ser de ayuda para Caso, que posteriormente postula la figura de Cristo como modelo arquetípico, partiendo de su forma simple de hombre, como practicante de la caridad. Luego de hacer esta descripción paso a realizar un análisis somero y claro del tipo de cristianismo que se está proponiendo y qué tan importante es reconocerlo como una religión deslindada de instituciones, pues, pareciese que es ahí donde también radica la esencia de la práctica de la Caridad. CAPÍTULO II CRISTIANISMO Y HEROÍSMO En este capítulo, abordo dos conceptos que vienen de la mano con la filosofía de Caso y que son necesarios para reforzar el tema del que se ha de hablar en el último apartado, tales conceptos son: héroe y cristianismo. Comienzo con el concepto de héroe primeramente visto desde una interpretación de Carlyle así como las paridades con la noción de hombre representativo de R. W. Emerson 39. La pregunta es ¿Por qué estos dos autores?, pues bien, en especial Carlyle, propicia en Caso un análisis, reflexión y punto de partida para lo que él ve necesario para crear un modelo ideal de hombre; dadas estas dos posturas paso a exponer la posición de Caso. 2.1 Caso, Carlyle y Emerson, sobre el héroe, hombre representativo y el caritativo. La figura del héroe en Caso no ha sido tratada por otros autores, y si han llegado a rozar tal tema sólo se ha hecho mención del heroísmo filosófico, sin embargo, la manera en la que el autor trabaja el concepto héroe parte de la influencia que tuvo por parte del ensayista Carlyle, y es desde su propia interpretación como él va perfilando lo que después se podría concebir como el modelo ideal de hombre. Los tintes que él hace se inclinan a la figura de Cristo, por ello es necesario dejar clara la idea que trabaja sobre un cristianismo desvinculado de las instituciones. Dentro de este capítulo también se procura responder a las siguientes cuestiones: ¿Cómo sustenta Caso el modelo ideal de los hombres representado en la figura de Cristo? ¿A qué se refiere un verdadero cristianismo? ¿Cómo se es caritativo? ¿Qué se necesita? 39 Thomas Carlyle con su obra De los héroes, el culto de los héroes y lo heroico en la historia y Los hombres representativos de R.W. Emerson. Ambas obras, a pesar de compartir ciertas similitudes toman una perspectiva de las grandes figuras humanas e incluso ficticias grabadas en la historia de la humanidad; ante el concepto héroe Emerson propone el de hombre representativo, de ambos, Caso, el autor de interés dentro de esta investigación, asume una nueva visión de héroe además de los que se citan en lista dentro de Carlye y Emerson, la figura del filósofo como héroe se debe considerar pero sobre esta, aparece una más importante la figura de Cristo, el verdadero héroe, o más bien el arquetipo de hombre a seguir. Es importante seguir con el punto clave de este trabajo, la preocupación por el autor por reivindicar el rumbo que llevaba el país respecto al ámbito cultural y social, la idea de héroe es su primer propuesta y va dirigida principalmente a la juventud del país, su plan, insertar ese ímpetu por el quehacer filosófico, por incitarles a pensar y descubrir el sentido y explicación de su existencia40. Repensar el concepto de héroe a lo largo de la historia no es algo nuevo, sin embargo, pareciese que nunca es suficiente una explicación, concepto, definición o idea de algo. Esta investigación, como ya se mencionó, se enfoca en el autor y filósofo Antonio Caso, y en el análisis y propuesta de su trabajo filosófico, como el mismo título lo menciona una Ética cristiana, pero, para hablar de tal y cumplir con el proyecto de investigación, es necesario llevar cierta secuencia así como responder a ciertas preguntas que son fundamento y clave para esclarecer, en mayor medida de lo posible este problema de interés. Miles de civilizaciones, pueblos, ciudades, reinos tienen relatos tanto verdaderos como meros inventos donde aluden su razón de ser, de existir a figuras máximas que salvaron y, o marcaron un cambio radical en su historia y su transcurrir, estas figuras llevan el nombre de héroes. Este concepto es muy utilizado en la historia, tiene un enorme peso ya que el héroe es una figura literaria que roza con las esferas de la filosofía y de la historia. Un claro y muy conocido ejemplo es la mitología griega (que es en su caso, de las más conocidas y contadas), en ella destacan los mitos, cuentos, epopeyas y las grandes aventuras de personajes tanto reales como ficticios. Pero, ¿qué es lo que hace ser a un héroe? O en otras palabras, ¿cómo se define un héroe? Del lat. heros, -ōis, se entiende como un varón ilustre y famoso por sus hazañas o virtudes. Hombre que lleva a cabo una acción heroica. Nombre dado a por los griegos a los semidioses o a los grandes hombres divinizados. El que se distingue por sus cualidades o acciones extraordinarias, particularmente en la 40 Cfr. Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, dentro del apartado Preliminar, s/n. Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, primera edición. guerra. Principal personaje de una aventura o acontecimiento histórico, dotado de gran valor y sentimientos nobles y elevados. Todas las clases de héroes están hechas intrínsecamente del mismo material; aquél que se entrega a una gran alma, abierto al significado divino de la vida y que después se otorga a un hombre a quien se considera apto para que hable de ello, entone canciones, luche y trabaje por ello, de un modo excelente, victorioso y eterno. Esto es lo que se le ha concedido al héroe, cuya apariencia externa dependerá del tiempo y del entorno donde se encuentre.41 Un héroe no puede considerarse una persona común, para obtener tal título es necesario cumplir con ciertas características. Ahora bien, es sabido o conocido que hay miles de tribus, civilizaciones, pueblos que dejaron plasmado, conforme a su ingenio, algún nuevo conocimiento o hallazgo que cambió el rumbo no sólo de cada una de ellas sino que, al interactuar con otras se transmiten tal información, hallazgo o conocimiento, el cual parece ser el devenir en las sociedades, el intercambio de conocimientos, el surgimiento de los relatos, la herencia de tradiciones e incluso dogmas. El héroe resulta ser aquello que los ateneístas buscaban, no un libertador, o insurgente que moviera al pueblo con levantamiento de armas, sino que revolucione el pensamiento, las ideas, es la importancia clave en Caso y esta idea no es algo original de él, antes, se refiere a la obra y concepción de héroe en Carlyle, es por ello que partiré desde esa noción para después contrastarla con la idea de hombres representativos de Emerson, y dados estos matices ya abordar la visión de Caso. 41 Carlyle, Thomas, De los héroes, El culto a los héroes y lo heroico en la historia, Editorial Cumbre S.A, Décimo sexta edición, 1981, México, p.115. 2.2. La figura del héroe en Carlyle y el Hombre representativo de Emerson Cuando un hombre ocupa su lugar es constructivo, fértil, magnético, inunda a las muchedumbres con su voluntad, que de este modo se cumple. Emerson42 La obra de Carlyle es considerada excepcional por su compendio de las figuras heroicas en la historia de la humanidad. Dentro de ella, parte de lo que se considera el héroe desde una concepción meramente mitológica y llena de fantasía hasta llegar a una visión del héroe como el mismo poeta. El autor, en su labor de sociólogo, historiador y literato asume que la historia universal es el relato de lo que ha hecho el hombre en el mundo. ―Los Grandes hombres -dice- moldearon la historia del mundo‖43. La obra se compone de seis conferencias, en cada una de ellas reúne a quienes para él son los cimientos de la cultura occidental, las figuras más representativas y emblemáticas que han cambiado el curso de la historia universal44. Carlyle fue un historiador y crítico social, perteneció a una familia calvinista y estudió teología, pero no estando convencido de ser sacerdote la abandonó y renunció a todo pensamiento religioso aunque no descalificó ni negó los valores que le fueron inculcando, e incluso mantuvo una concepción muy peculiar de la divinidad. Amó la filosofía y cultura alemana, y se fascinó por las obras de Fichte y Goethe. El héroe para él debe tener un resplandor capaz de comunicar a las almas ―un sentimiento de cordialidad para todas las cosas‖, propugnaba el culto a los héroes y desde el principio valoraba una cualidad esencial que atribuye a Odín (primera conferencia), la invención de las Runas, el alfabeto escandinavo y la creación de la poesía. Así pues, ya en la mitología escandinava surge un Dios heroico, como 42 Emerson, R. W, Hombres representativos, Ed. Cumbre, S.A. Decimosexta edición. 1981, Grolier Internacional, México, p.230. 43 Carlyle, Thomas, De los héroes, El culto a los héroes y lo heroico en la historia, Editorial Cumbre S.A, Décimo sexta edición, 1981, México, p. 8. 44 Caso toma esta idea, y realiza un ensayo pero en lugar de reunir a las figuras emblemáticas de México o de América lo hace de los cristianos más representativos e importantes para él. hacedor de la literatura, un poeta, un escritor; idea relacionada con la concepción prometeica del poeta tan afín del Romanticismo45. Tal parece que el pensamiento de Carlyle produce en Caso, principalmente con la obra De los héroes…, la aceptación de que el avance de la civilización se debe a los hechos de individuos excepcionales y no de las masas. Para Carlyle el ambiente social y sus condiciones son consecuencia de la acción de los héroes, y se mantienen por la inercia de la historia hasta que un nuevo héroe sacude y remueve todo, iniciando una nueva época. Los planteamientos de Carlyle atribuyen el discurrir de la historia al poder creativo de los individuos e ignoran la fuerza de las circunstancias. El historiador escocés creía que nuestros actos y decisiones son tan libres como la libertad misma, y que se alzan sobre los condicionamientos económicos, morales y políticos: ―la mejor característica de una obra literaria es que provoque reacciones en el lector y lo empuje a actuar‖. Los poetas y los profetas son susceptibles de ser considerados héroes, en cuanto a que intentan acercar a los hombres a la Verdad. Para él, son los héroes quienes logran hacer responder y despertar al pueblo, no es que marque una línea de exclusividad, para él, en el fondo todos estamos hechos de la misma sustancia que el héroe, nuestro material genético es el mismo, la única diferencia es que el pueblo –la muchedumbre diría Emerson– regularmente, necesita que el héroe despierte un entusiasmo noble: Invita a salir de un estado de la frivolidad y caos. Así, quienes reconocen esta llamada del héroe se convierten también en héroes, aunque sean anónimos. Pero también hay héroes que equivocan su destino, pues anteponen su vanidad y la fe en su capacidad de acción a la elevada tarea para la que fueron enviados. En este autor pareciese que hay cierta tolerancia a ellos, a diferencia en Caso quien parece reprobar tal acción, es por ello que para él, el verdadero héroe no vive de la vanidad ni el reconocimiento que a fin de cuentas vendría a ser lo que le da sentido a su existencia, para él, el verdadero 45 Ibáñez, María Teresa, El concepto de héroe y su desarrollo en la literatura española actual, Phillipps Universität (Marbug). Artículo Web. PDF. 2 de mayo de 2015. héroe es aquél que conoce el sentido de su existencia y por ello sabe a lo que es enviado, está listo para darse a los demás. Por otro lado, Ralph Waldo Emerson fue un ensayista estadounidense muy famoso, compartió con Carlyle una amistad de por vida, lo admiró demasiado y compartió con él ideas e ideales. Emerson al igual que Carlyle realizó una obra en la cual rescata la idea de hacer un rescate de la importancia de reconocer a las figuras humanas más representativas en la historia, aquellas que han dejado huella, sin embargo, a pesar de coincidir en ciertos parámetros, Emerson tiene una inclinación a la naturaleza. Este autor asume que los hombres son representativos, tanto de cosas como de ideas, y la relación que el hombre tiene con ella, para él el hombre es un centro de la naturaleza, que sirve para relacionar todo lo existente, lo fluido y sólido, material y elemental.46 Emerson habla de los Hombres Representativos, aunque pareciera una obra casi idéntica a la de Carlyle, su postura resulta ser más sobria y no tiende a un romanticismo como lo hace Carlyle, si bien las Grandes figuras humanas merecen su reconocimiento, sin embargo no los asume como héroes y mucho menos habla de un culto a ellos, antes, a cada hombre le es necesario ir en búsqueda del coraje propio. Hay quienes han sobresalido a lo largo de la historia, y que han realizado actos dignos de reconocimiento, pero no asume que sea imposible ser una figura representativa, no es un misterio ni imposibilidad ser genio, como lo aísla Kant: El secreto de ser genio es no permitir que exista una ficción alguna para nosotros, comprobar todo lo que sabemos, exigir buena fe, realidad y un propósito en el alto refinamiento de nuestro tiempo, en las artes, en las ciencias, en los libros y en los hombres; y ante todo, después de todo, mientras tanto y siempre, honrar toda verdad, practicándola.47 Con respecto a esto, podemos establecer más similitud con la postura de Caso ya que se abre más la posibilidad de asumirse como un hombre representativo y que esto se puede lograr gracias a la práctica de la verdad, muy similar al quehacer 46 Emerson, R. W, Hombres representativos, Ed. Cumbre, S.A. Decimosexta edición. 1981, Grolier Internacional, México, p.230. 47 Íbid., p.399. filosófico. Sin embargo no logra culminar en ello, ya que como la figura de héroe en Carlyle se necesita de un actuar para dar sentido a la existencia, llevando a la satisfacción personal, pues, ambos autores hablan mucho de la necesidad de actuar para sí mismo y después ser ejemplo a los demás, lo que en Caso es contrario, se tiene la convicción y el sentido de la existencia, la misión que se tiene, la cual es llevar a cabo actos de caridad, por tanto es capaz de ser modelo para los otros. Para Caso, parece que a Carlyle le faltó hablar sobre otro tipo de heroísmo, el heroísmo filosófico. Según Abelardo Villegas, Caso y Vasconcelos coinciden en que ―…es menester un nuevo tipo de hombre, una nueva forma de vida‖48, es por ello que en Caso es tan importante la figura del héroe, quizá no como la toman Carlyle y Emerson pero rescata de ellos cierta idea de la importancia de estas figuras y más que nada cómo es que gracias a ellas es posible cambiar, no sólo la visión de un pueblo sino de la humanidad. Es verdad, el pensamiento de los ateneístas, siendo específicos con los más representativos ya mencionados, su trabajo y actuar filosófico tiende a un romanticismo y la búsqueda de una utopía, incluso hasta ha sido tachado por irracional, sin embargo considero prudente considerar tales propuestas como una respuesta a la situación decadente por la que atravesaba el país; y tales proyectos sólo pretendían regresar o ir en búsqueda de eso humano que en su tiempo veían escaso o prácticamente desaparecido en la sociedad en la que se desenvolvieron, había que despertar a la juventud principalmente y hacer un llamado, por ello la idea necesaria de los héroes. 2.3. La figura del héroe en Caso Muchos autores coinciden en que la filosofía de Caso recupera una visión de la actitud heroica del filósofo, es más, es muy similar a la visión de Platón considerando al filósofo como único capaz de educar, de formar y moldear hombres capaces de vivir en armonía con la sociedad. Eso lo deja claro cuando se 48 Cfr, Villegas, Abelardo, Filosofía de lo mexicano, Universidad Nacional Autónoma de México, 1988, P. 77. dedica a estudiar el problema de la educación en el país. Estaba convencido de que el único capaz de educar es el filósofo y no el pedagogo: El filósofo ya sabe, por propia reflexión lo que debe pretender del educando, sabe que al educarlo va a cooperar en la formación de un hombre, va a moldearlo y a enseñarle a vivir, y sabe, además, qué es un hombre y cómo ha de realizarse para vivir plenamente. De ahí que no pueda ser buen educador el que no es filósofo.49 Desafortunadamente ha sido escaso el estudio o enfoque que se hace con respecto al interés por esclarecer la idea de héroe como filósofo y la idea de Cristo como ideal o arquetipo de los hombres dentro del pensamiento de Caso, fue por ello que asumí como un problema interesante de tratar e incluso importante contrastar tales ideas con Carlyle y Emerson y su concepción de héroes y hombres representativos. ¿Por qué? Pues es que en Caso hay cierta aprobación de la importancia del estudio y reconocimiento a los héroes a lo largo de la historia de la humanidad, pero no es tanta su aprobación a asumir ciertas figuras como heroicas, dentro de una selección de la obra de Caso titulado Antología Filosófica se asume lo siguiente: ―Falta en el célebre libro de Carlyle, consagrado al culto de los héroes y lo heroico en la historia, un tipo de excepción, el del heroísmo filosófico. Silencioso arquetipo de actitud discreta y apasionada‖.50 Es más, sí es necesaria una figura o un ejemplo arquetípico, pues hay que recordar su gran preocupación contextual con respecto a lo que se vivía en el país y la urgencia que tanto él como sus compañeros ateneístas tanto anhelaban un modelo de identidad, un ideal, una figura capaz de imitar que trajera un cambio en cada individuo, que por consiguiente traería una modificación en la forma de pensar y actuar mexicana de esa época y posterior a esto un expansión en toda América, y así por expansión traerá un cambio tales diferencias que asuman un sentido a su existencia. Pero este asume que, si bien la obra del historiador Carlyle51 compendia excepcionalmente la figura de los héroes y lo heroico a lo largo de la historia de la humanidad falta considerar dentro de la lista al héroe como 49 Caso, Antonio, Conferencia reproducida en Ensayos Críticos y polémicos. Ob. Completas., vol. IV, p. 6. 50 Biblioteca del Estudiante Universitario Antología Filosófica: Antonio Caso. México D.F., Imprenta Universitaria, 2010, Quinta edición, p. 8. 51 Se mencionó en el apartado anterior. filósofo y/o el heroísmo filosófico, pues para él, el filósofo así como los reyes, los grandes guerreros, las figuras míticas relatadas y retratadas como grandes ejemplos de personalidad por sus actos de valentía y trascendencia es pues digno de ser considerado héroe o heroico. El filósofo es capaz de ser un ejemplo pues su vida está en la constante búsqueda por el conocer la Verdad, es la pasión constante, ―el espíritu filosófico es un ánimo constante que tiene mucho de heroico‖52. Aunado a lo anterior asume que el filósofo es el único capaz de formar verdaderos seres humanos, no porque haya una fórmula única que sólo él sabe, sino porque lo considera como dotado de capacidad de guiar, instruir y mostrar el camino a lo justo, y de mostrar cuál es el sentido de la existencia. Es en este campo donde se ve desarrollada su inclinación a la propuesta de un modelo ideal, la figura del héroe en Caso se ve defendida en la imagen de Cristo53, quien, a lo largo de la historia surge como una respuesta a la necesidad del ser humano por tener un líder, o bien, un ejemplo a seguir. Abelardo Villegas, dentro de su análisis del pensamiento mexicano, en especial respecto del Ateneo de la Juventud, dice que el propósito o finalidad que tiene cada uno de sus integrantes y que incluso compartieron fue la visión de un Ideal de hombre mexicano que pudiese elevarse o convertirse en un ideal universal. Principalmente Caso y Vasconcelos demarcan bien su preocupación e incluso, establecen las características que debe cumplir tal figura ideal para conseguir lograr una estabilidad y/o armonía social. Y es que la filosofía arranca como análisis reflexivo de la propia existencia, trayendo consigo una fase de concepción de uno mismo, por ello es heroica, permite liberar las cadenas tradicionales, de las cargas y arquetipos ilusorios. Para 52 Biblioteca del Estudiante Universitario Antología Filosófica: Antonio Caso. México D.F., Imprenta Universitaria, 2010, Quinta edición, p. 14. 53 Como se menciona al inicio de este texto, la figura de Cristo tomada o asumida no en la totalidad divina que se le atribuye, antes, como ejemplo de vida humana que si bien, se puede asumir que tiene una aspiración a lo divino, sin embargo su actuar se reduce a una ejercitación de dos principios natos en el ser humano, estos son: amor al prójimo y la caridad, los cuales no requieren de un estatus de divinidad o trance para llevarse a cabo. Es mera práxis. Caso, hay un nivel superior al heroísmo filosófico, a la labor filosófica y este desemboca en un Cristianismo. Asume que es necesario ejercer la filosofía de manera discreta y heroica, con ímpetu y convicción, ese es un buen camino hacia el hallazgo del sentido de la existencia. Su preocupación fue la vida misma y trató de comprenderla e interpretarla con un criterio moral; estaba convencido de que el saber que no sirve a la vida es simple vanidad humana: saber estéril que no cumple los altos fines que tiene destinados. Y así concibió la existencia como economía, desinterés y como caridad; se ocupó de los principales problemas de la filosofía, y fue uno de los primeros filósofos mexicanos que trataron de comprender su circunstancia: los problemas culturales, políticos y sociales de su patria.54 La filosofía de Caso es sin dudas una filosofía de acción, en eso todos quienes han estudiado su trabajo y quehacer han coincidido. Su molestia por la situación por la que atravesaba el país, es decir el desorden social, económico, y sobre todo la falta de moralidad lo lleva a formar y proponer esta figura arquetípica de ser humano. Su preocupación de toda la vida lo lleva no sólo a escribir sino a practicar aquello de lo que está convencido. Caso necesita servirse de algo para despertar y hacer un llamado a la sociedad mexicana, por ello es que la figura de héroe resulta clave, más que nada el discurso de Caso se dirige en especial a la juventud del país, por ello era necesario tomar una bandera que representara los ideales para dirigir al país a un mejor rumbo. La obra de Carlyle, Sobre los héroes y Los hombres representativos de Emerson le sirven para partir con su idea del arquetipo o ideal para la sociedad mexicana. Es por ello que primero hay analizar qué tomó de estos dos autores, por qué y a diferencia de ellos, qué propuso él. El heroísmo filosófico en Caso se asume como una forma de existencia conveniente que supera el carácter desinteresado y egoísta del ser humano. Estas dos esferas son insuficientes para otorgarle al hombre una vida plena y virtuosa55. 54 Krauze, Rosa, Op. Cit p.41. Al referirme a vida plena y virtuosa hablo de la realización máxima del ser humano como prójimo, es el cumplimiento de llegar a ser, Caso hace hincapié en muchas ocasiones que los hombres (hablando de su época) han confundido el tener con el ser, lo cual viene a ser el primer problema a remediar, el hombre no puede definirse ni reducirse a mera posesión, la existencia no puede considerarse únicamente como el tener. Para Caso eso es lo que hay que trabajar, más que nada con la juventud; devolver a ellos la pasión por una existencia que supere el ámbito egoísta y 55 2.4. La defensa de un verdadero cristianismo Hay pocos cristianos verdaderos, lo digo incluso en cuestión de fe. Los hay que creen, pero por superstición. Los hay que no creen por irreligiosidad: pocos hay entre estos dos extremos. No incluyo en esto a aquellos que practican la verdadera piedad de las costumbres y a todos aquellos que creen por un impulso del corazón. Blaise Pascal56 Heterodoxo, es el título que se da a quien se opone o no coincide con las ideas de la Iglesia ortodoxa, pues bien tal etiqueta no fue molestia para Caso, él mismo se consideró siempre un cristiano sin iglesia, no le era necesario formar parte de una congregación, a pesar de las enseñanzas católicas de su madre, mantuvo una distancia y se centró a la búsqueda esencial del cristianismo: ―mientras que los escolásticos tomistas restringen el campo inmenso de la fe, los heterodoxos lo ampliamos, inmensamente. Creer en Dios no es obra de razonamiento puro, sino acción conjunta del entendimiento y voluntad‖.57 A pesar de que Caso admiraba mucho a Nietzsche, no podía aceptar su anticristianismo, si bien mucho de la filosofía nietzscheana había sido causa de admiración e inspiración por su instinto de superación. Sin embargo, la debilidad que percibe en ellos es su abnegación y desinterés por una autosuficiencia y prosperidad o desarrollo, el interés que prestan al prójimo y la idea de que ésta es sólo una vida pasajera la cual se terminará y que por tanto, lo más importante es llegar a un es esforzarse por ser el mejor para con los otros, todo esto parece patético para el autor alemán. La visión de hombre heroico en Nietzsche parece ser una tal y como es el egoísta para Caso, que sólo busca el beneficio propio, personal, con una finalidad simple y biológica que permita y asegure el bienestar físico y que, es más, se únicamente biológico que va en búsqueda de un beneficio único y propio, la aparición del amor, la sincera comprensión y la pasión 56 Pascal, Blaise, Obras, Versión de Carlos R. de Dampierre, Alfaguara, Madrid, 1981. 57 Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.195. propone y exige ser mejor que los demás, que no muestra interés más que por sí mismo, con el fin de simple y sencillamente subsistir y sobrevivir 58. Ante esto, se podría decir que Vasconcelos aún, consigue dar cabida a tal concepción, ya que considera necesario ese estadio del hombre, es parte de él, pero no el más importante, se debe saber armonizar y conducir. Caso no asume esa vía; sí, el hombre nace con esas necesidades básicas de supervivencia, sin embargo conforme a su transcurrir debe trabajar para erradicar cualquier interés egoísta, orgánico y simple. El hombre debe tender a lo divino siempre. Hablar de un verdadero cristianismo, tanto en los años de Antonio Caso como en la actualidad pareciera algo ilusorio, utópico e inexistente, ¿por qué? No se rechaza lo que se considera un cristianismo ejercido como tal, lo que se rechaza es lo que corrompe a éste; todo recae en la Institución personas que identificados con nombres ostentosos, se presentan como la ―verdadera Iglesia de Cristo‖; pero, en realidad, ¿qué son?, ¿qué es lo que se predica allí? o ¿cuál es el fin último de dichas iglesias? Estas cuestiones se relacionan y van de la mano con este trabajo, recordemos que todo radica en fijar a la sociedad mexicana de su época un arquetipo de hombre, al cual sea posible imitar y que propicie un cambio en el ideal, no sólo de un individuo, sino de la sociedad entera, esa figura a la cual se siga tras asumir el sentido de la existencia. 2.4.1. Sobre el cristianismo auténtico Debe quedar claro que se entiende por cristianismo a la doctrina predicada por Jesús, el hombre de Nazaret. Dicha doctrina transmitida en los evangelios 59 puede ser resumida en: ―amarás al Señor tu Dios, con todo el corazón, toda el alma y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo.‖60 Esta expresión resume de manera 58 Cfr. Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones, 1961, p. 97. 59 Nótese que los evangelios no son reportes biográficos de la vida de Jesús, ni son resultado de un trabajo metódico, sino que son las experiencias de los mismos escritores (evangelistas) sobre lo que sucedió en esa época. 60 Lucas 10:27 sucinta lo que Jesús predicó, y que a la fecha es la menos tomada en cuenta por quienes se autodenominan ―herederos‖ de la doctrina de Jesús. Como puede verse en la expresión ―amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, y con toda tu alma y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo,” la nota particular o el elemento ontológico al cual se hace referencia es el Amor, pero, ¿qué se entiende por amor o qué es lo que este implica? Podemos poseer diversas formas o maneras de amar así como varios tipos de amor, el amor a los padres, a la familia, a los amigos, el amor a la pareja, etcétera. Sin embargo, no es ese tipo el de amor al que aquí me refiero, es más bien el amor entendido como el sometimiento de la voluntad a los designios divinos y como la valoración intrínseca del ―otro‖, es decir tratarle con una dignidad que le es propia por ser persona (prójimo). La nota que diferencia al cristianismo de lo que se denomina o concibe como cristiandad es el amor, pues en el evangelio según Mateo: ―Oyeron ustedes que se dijo: Tienes que amar a tu prójimo y odiar a tu enemigo, sin embargo, yo les digo: Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen‖.61 Caso define la esencia del cristianismo de la siguiente manera: La esencia del cristianismo es la caridad, virtud que es fe y esperanza indisolublemente, amor que es ciencia y anhelo a la vez, pero amor divino en su raíz, porque si entregar lo propio podría explicarse en razón de la propia estupidez, amar a los enemigos y orar por quienes nos calumnian y persiguen ya solamente puede ser obra de la gracia, como dice San Agustín.62 La Cristiandad (concepto utilizado por el filósofo existencialista Sören Kierkegaard) consiste fundamentalmente en pertenecer a una comunidad eclesial (entiéndase por tal, como Institución); en tal afirmación específicamente se estaba refiriendo a la Iglesia Luterana de Dinamarca, la cual se llamaba representante del ―orden 61 Mateo 5:43. 44 Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.187. 62 establecido‖. Título que en la actualidad muchos grupos toman y se jactan de ser los depositarios de proclamar el ―evangelio verdadero‖. Cristiandad no envuelve un modo determinado de vida, es decir, se es cristiano porque ha sido bautizado desde que era niño, porque va a la iglesia el domingo, escucha el sermón del pastor y canta himnos. Pero aquello que el ―cristiano‖ escucha el domingo no influye en su vida del lunes siguiente 63. La cristiandad para Kierkegaard es sólo una ilusión, así que, el filósofo danés se propone una labor: descubrir esa ilusión y ese engaño de la cristiandad, y presentar el verdadero cristianismo, el cual a manera muy general, no es una doctrina para ser expuesta sino para ser vivida.64 El meollo del asunto y donde radica la preocupación tanto de Caso como del autor danés se encuentra en cuanto a la corrupción de las buenas intenciones. Al formar grupos y fundaciones, y se comienza a perder el sentido, por el cual se integró, y desgraciadamente desembocando en actos ruines y desafortunadamente repugnantes, la vida como economía se ve en su máximo esplendor. Caso aceptó el cristianismo y lo aprendió de su madre, quien fuera una devota católica, sin embargo rechazó el catolicismo, su amor y admiración siempre recayeron en un cristianismo novísimo: Pero es posible aún otro cristianismo, más perfectamente esencial, una religión en la que cuanto no forma parte de su íntima naturaleza ha desaparecido; religión desligada del aluvión de incorporaciones accesorias. La historia de la humanidad va depurando el contenido del cristianismo, volviéndolo cada vez más espiritual, más profundo y exclusivamente religioso. Toda acción contingente o accidental desaparece, y sólo queda el fondo irreductible. Cristianismo novísimo y eterno, único y triunfante; cristianismo de Juan, con sus dos enseñanzas predilectas: el amor al prójimo y la vida eterna, es decir, las tres virtudes divinas que son una sola virtud; porque como dice San Juan: ―el que no ama no conoce a Dios. Dios es caridad‖.65 63 Cfr. Anti-Climaco, Ejercicio del Cristianismo. Editado por S. Kierkegaard. Trad. de Demetrio G. Rivero. Se considera que Kierkegaard publicaba con seudónimos. 64 Cfr. Kierkegaard, Soren, Mi punto de vista, Aguilar, Madrid 1988. Traducción de José Miguel Velloso. 65 Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.188. Mencionar a cada momento su satisfacción y embelesamiento hacia la figura de Cristo, siempre fue algo que le pareció a Caso hacer saber: ―Soy Cristiano y devoto del Evangelio; no me refiero a ninguna Iglesia ni a ninguna comunión…‖.66 Es por ello considerable, desde mi particular análisis, considerar una propuesta de un cristianismo profesado tal cual, pero alejado de una Institución, alejado de una iglesia en específico, creo pues necesario en este apartado rescatar y retomarlo. Debe quedar claro que cuando hago referencia al término institución, hablo del hecho de muchos grupos de personas que convienen en la unión, y asociación que comprenden una serie de formalismos, reglas y dogmas para ―guiar de manera correcta la vida espiritual de los seres humanos‖, sin embargo estas asociaciones, sectas definidas incorrectamente como religiones poseen, como dice Caso, la desventaja de ser corruptoras del verdadero y auténtico Cristianismo, la mayoría de estas denominaciones termina cometiendo lucro, así se den cuenta los creyentes o lo pasen desapercibido. Rosa Krauze, toca este tema, cuando habla de la postura religiosa de Caso frente a la ciencia: Las evidencias místicas no las ha procreado la razón, cuando la fe es sólida ya pueden sumar y combinarse los argumentos en su contra; nada la conmueve, su fortaleza se nutre día a día en la contemplación pura y desinteresada de Dios […] Caso sabía que esto hacía imposible toda presencia de universalidad en las religiones. Si la fe no se puede racionalizar, no hay manera de hacerla llegar a todos los hombres […] pero él no pretendió que la fe tuviera alcance universal, por eso quizá no fue católico, cualquier fe le pareció valiosa y respetable, a pesar, como él mismo dijo de sus propias creencias cristianas.67 Son estas afirmaciones las que hacen llegar a la conclusión de que Caso, a pesar de su respeto con todas las religiones y grupos, no podía aceptarlas tal cual, si bien, lo que al parecer a él más le interesaba era lo siguiente: ―no debe hablarse de teologías sino de religiones, y, más bien que de religiones, de religiosidad personal, 66 En una entrevista. La Crónica, Lima, (Perú), 16 de julio de 1921. Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones, 1961, p. 70. 67 como dice Kierkegaard, la religión personal, es más fundamental que la teología y su organización eclesiástica‖.68 Es el acto, es llevar una vida cristiana, más que en una organización, institución y asociación, es llevar el ejemplo de Cristo, poner en práctica sus enseñanzas: ―la nueva religión estará fundada en la experiencia religiosa de cada quien, algo de la convicción universal de que el único remedio de los males públicos será la moral cristiana”.69 Lo que está asumiendo en menos palabras es el siguiente razonamiento: Cristo mandó amar a Dios y después de eso, amar al prójimo, como a sí mismo; ahora quiero reflexionar un poco, si se siente amor, si se ama a alguien necesariamente se le respeta, pues el respeto se deriva del afecto, y de este el amor; una persona que engaña a otra deja en claro su falta de amor, que es el problema de muchas instituciones religiosas, el constante uso del engaño y la persuasión para atraer a la gente, ¿para qué?, no me atreveré a afirmar que toda la gente sabe que el fin de la mayoría de los grupos ―religiosos‖ tienden a engañar. Caso absolutamente no puede soportar esa situación, coincido con él, en ninguna de las enseñanzas de un cristiano aparece la mentira ni mucho menos la búsqueda del beneficio propio; la Verdadera Iglesia se ha de llevar en el alma, en los actos y en las obras, en la negación del egoísmo y el interés. 2.4.2. ¿Cómo se llega a ser caritativo? No hay que olvidar que para el autor hay tres formas de existencia, las cuales están bien definidas en La existencia como economía, como desinterés y como caridad; estas formas no se derivan unas de otras, las dos primeras formas, nos dice, se definen como egoístas, mientras que la Caridad es lo opuesto; en el momento en que se deja de obrar por egoísmo y desinterés y surge el actuar por Caridad, se da 68 Caso, Antonio, La perennidad del pensamiento religioso y especulativo, Revista Moderna de México, octubre de 1909, p.70. 69 Caso, Antonio, en El Universal, 3 de mayo de 1917. un alejamiento de la vida económica y banal, por tanto, es posible abandonar una vida materialista y encontrarse con una vida espiritual: una vida de amor para con los otros, una vida como la de Jesús. Caridad proviene del latín caritatem. Significa amor a Dios y al prójimo; virtud cristiana opuesta a la envidia y a la animadversión. Limosna o auxilio que se ofrece a los necesitados. A lo largo de la historia han aparecido y sobresalido grandes figuras, grandes hombres que han dejado huella por sus enseñanzas, por su ejemplo, tal y como ha quedado claro con los dos apartados anteriores: los héroes; pero a pesar de la gran cantidad de personajes, siempre ha sobresalido uno. Caso siempre se refirió a él en particular: Cristo. La fe que el propone no es más que obra del amor de él hacia Cristo, de su inmensa admiración por su vida y obras, así como la enseñanzas que hasta ahora son conocidas y practicadas, principalmente su sacrificio. Claro, hay mucha cabida para lanzar críticas pero no se debe ignorar que ya Caso se ha encargado de ello al poner en su lugar a la fe y a la razón: La intuición religiosa nos alumbra, si la razón no puede captar su objeto por la superioridad infinita que se ofrece en su meditación…Lo Incomprensible es Dios mismo en su manifestación, la inefable Presencia divina, patente en Jesucristo. Jesús es el paradigma de las cosas humanas que aspiran a ser divinas.70 Yo querría que Jesús no hubiera existido nunca, o si hubiera existido, no se hubiera sacrificado, o que se manifestara como ángel, o genio, o aparición natural, pero fue hombre, y entonces si somos hombres habrá que ser como él. 71 La figura de Cristo como persona es lo único que a Caso le interesa y de la cual tenemos mejor ejemplo, y a pesar de esa inclinación, en ningún momento se habla de un dogma, ni una imposición, ni mucho menos el único camino existente, eficaz y veraz. Más bien es una respuesta al análisis de toda una vida y una experiencia vivida: 70 Cfr. Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, primera edición., p. 197-199, XI. Se respeta el uso de mayúsculas del texto original, tanto en Incomprensible y Presencia, por ser conceptos que el autor maneja con cierta importancia. 71 Caso, Antonio, Ensayos críticos y polémicos, p. 94 México D.F., Porrúa. Imp. Manuel León Sánchez. 1922. Cristo pudo realizar por completo su personalidad en la cruz. Por esto es el modelo de los hombres. ¡Por esto hace siglos se va en busca y no se le acaba de encontrar; porque para hallarlo hay que ser como Él!72 Para llegar a ser caritativo se debe practicar, asumir un proceso de individualidad, dice Caso: ―las, cosas, los seres y las almas son siempre individuales; lo cual no significa, por supuesto que dejen de parecerse entre sí, pero la semejanza se liga indisolublemente a la diferencia‖73. Pero a Caso de nada le sirve una sociedad donde cada individuo posea características únicas y se mantenga en plena contemplación, sin eficacia para la práctica. Así pues le parece más viable referirse a lo general y colectiva, así la existencia pasa a ser entendida por el hombre. ¿Por qué? Porque la individualidad, dice Caso, que no tiene conciencia de sí, propia, es simple individualidad… El pensamiento, la conciencia, hacen de la individualidad algo más individual todavía: la personalidad. Ser personal es poder decir: yo. El yo se opone a todo lo demás, destacase brillantemente sobre el no-yo. La personalidad es una individualidad que sabe que lo es. El personalismo descansa fundamentalmente en la diferencia entre lo que es la persona, el individuo y la cosa, estos son grados del ser para Caso, y se da por medio de un proceso de ascendencia, desde los seres inanimados hasta la culminación en lo Divino, en Dios. La vía de ascendencia es sencilla de comprender, pues bien se parte de aquellas cosas escazas de vida, objetos físicos, después de tales cosas están los individuos, que ya comprenden una conformación de lo físico y lo orgánico, aquí entran los animales, y parte de ellos es el hombre, pero su superioridad radica en su naturaleza intelectual y moral, lo cual lo convierte en una persona, lo que lo lleva a ser el único ser sociable. Sólo el humano, en su existencia, es capaz de ser caritativo: ―somos libres, cuando nos negamos a nosotros mismos, en un movimiento centrífugo, cuando abdicamos heroicamente de nuestra prerrogativa individual‖.74 72 Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, primera edición. p. 199, IX. 73 Ibid, p.184. 74 Caso, Antonio, Op. Cit. P. 186 Ser y actuar como Cristo es mucho mejor que aparentar serlo, es necesario de un esfuerzo, y al llevar a la práctica el amor para con los demás, nos servimos de una moralidad, dejamos de ser egoístas, para entonces volvernos caritativos, desprendidos de nuestras pertenencias. No es algo imposible para Caso, él lo dice: ―el ser humano es un ser espiritual, un creador de valores‖. Se llega a ser caritativo por esta vía de reconocimiento, ‗lo que buscamos es lo único que da sentido a la existencia, existir es buscar, ambicionar, aspirar.‘75 ¿A qué aspirar? Pues al ideal de los hombres, el acto puro de caridad, que es la figura de Cristo. Toda la variedad de obras que Antonio Caso publicó tiene que ver entre sí, y llevan bien marcado el personalismo que profesaba76 todos sus escritos sobre sociología, política, estética, economía, etc. Nunca estuvo su mirada fuera de su ideal, su anhelo por llegar a ser plenamente moral y libre: ―…tal vez podría suprimirse la ética como filosofía especulativa, y decir a los individuos y las naciones, ésta palabra única: ¡Imitad a Jesús!, así de sencillo77. 75 El Universal, 31 de marzo de 1944. Obras Completas, vol. III, p. 166. Cfr. Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones, 1961, p. 223 77 Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.199. 76 CAPÍTULO III EL CULMEN DE LA FILOSOFÍA DE CASO: LA EXISTENCIA COMO CARIDAD La caridad es indisolublemente fuerza y bondad, fuerza porque es bondad, y bondad porque es fuerza; porque es virtud, no conforme al estilo del Renacimiento (virtú)… Sino Virtud a secas. Virtud eterna, única, divina, sin gazmoñería… ¡Caridad, simplemente sólo caridad! ANTONIO CASO78 Se retoma ahora la concepción de la existencia como caridad para abordarla como parte del proyecto ideal dentro de la filosofía Caso. Primero, me centraré en el proyecto de Caso y sus compañeros por su gran preocupación de introducir este concepto de héroe y heroísmo para despertar a la juventud de su época. Cabe demarcar que no me refiero a las concepciones superficiales de los autores Carlyle y Emerson, sólo me centraré en Caso, ya que su idea de heroísmo y concepción de Cristo como Modelo arquetípico resulta más completa y dirigirá al segundo apartado, en donde Caso defiende frente a Nietzsche la visión del superhombre y su visión errada (según Caso) acerca de la práctica del cristianismo. Una vez aclarados esos dos apartados concluyo con mi concepción de una Ética cristiana en la filosofía de Antonio Caso. 3.1 Cómo asumir la existencia de los héroes a lo largo de la historia A pesar de escuchar la palabra héroe, y conocerla, es poco común que realmente usemos ese título para una persona, así sea muy admirada por nosotros, pareciera que nadie es digno de definirse como héroe. Quizá de vez en cuando lo leamos en el periódico, o cuando nos enteramos que alguien rescató a otro u otros de algún accidente o de la muerte. 78 Íbid., p.156. Desafortunadamente, muy pocos son reconocidos por su labor intelectual, aquellos quienes se han preocupado por despertar a la sociedad de su adormecimiento y conformismo. Las dos figuras más representativas en el campo de la filosofía a principios del siglo XX fueron la de Antonio Caso y José Vasconcelos, claro ambos influenciados por sus respectivos maestros, el más reconocido de su tiempo don Justo Sierra quien frente al positivismo instaurado por Gabino Barreda en el México previo a la revolución insertó esa semilla de duda, de inconformidad, de cuestionamiento. Ambos, mediante sus propias vías, no alejadas de la filosofía aplicaron la formulación de un proyecto que culminó en la propuesta de un Ideal, en este caso, un modelo de Ideal Humano. Caso propone un Ideal de Hombre a grandes rasgos abarcando a todo hombre, pues a pesar de que su preocupación se daba por la situación de su país y su tiempo, asumió un modelo de hombre ideal universal, que empezara con una concepción de existencia, con el reconocimiento como hombres personales, como mexicanos y como humanos; se amparó o basó en una propuesta de Ética en la práctica de las enseñanzas de la figura histórica más representante de Occidente, la figura de Cristo. Este proyecto de ideal que traza hasta desembocar en un cristianismo puede ser considerado como no original o al menos no del todo original. Sin embargo maneja ciertos conceptos que sí proponen una vía y respuesta ingeniosa, además de problemática. Su posición frente a la situación del país se vio recia y decidida, quizá no a sacar de los planes de estudio el pensamiento científico y pragmático, pero si ponerlas en su lugar y traer de vuelta las artes y todas aquellas materias discriminadas. Las humanidades que habían sido suprimidas en los planes de estudio cuando se instauró el positivismo en el país, debían ser rescatadas. Abelardo Villegas dice acerca de Caso y sus compañeros: Lo cierto es que Caso universaliza situaciones que no nos son propias sin una explicación que lo justifique plenamente. Lo que hay en él es lo mismo que se encuentra en Justo Sierra, en Reyes, en Vasconcelos, en Ramos, en Zea, etc., un afán de universalizar nuestra personalidad, que supone precisamente individual y definida. 79 En Caso es claro detectar una preocupación por la sociedad mexicana, pero no sólo se queda allí, su preocupación engloba a la humanidad, ve necesario hacer algo por rescatar lo humano en los hombres, la cuestión era, ¿cómo hacerlo? La vía que utiliza es primero que nada el quehacer filosófico, para él la filosofía tenía un verdadero encanto, dice Rosa Krauze. Y es que en la labor del filósofo se da un tipo de heroísmo que él denomina filosófico. Lo que hace la filosofía al hombre es despertarlo, lo conduce a conocer el sentido de su existencia, a investigar más y más, pero no por beneficio propio o sólo por adquirir conocimiento sino que tiene un fin, ese fin es enseñar a los demás. El filósofo tiene una misión y es educar y formar hombres de bien, conducirlos al camino de la búsqueda de lo bueno, lo virtuoso, y la búsqueda de la verdad. Aquél que sigue ese camino ya ha avanzado, pero no es todo, hay en Caso un nivel aún más sublime y este es el del caritativo, que es en lo que se resume el cristiano. La forma de existencia caritativa es en Caso lo más cercano a lo místico. A diferencia de los héroes de Carlyle y Emerson, el héroe en Caso es quien se decide abandonar el egoísmo y el desinterés, no necesita obrar para darle sentido a su existencia, no existe en él vanidad ni necesidad de reconocimiento, pues él sabe cuál es el sentido de su existencia, se ha reconocido y se da a los demás. El caritativo no puede ser considerado débil. La importancia de reconocer a quienes han marcado un cambio en el rumbo de la historia debe seguir vigente, y no sólo eso, es necesario que existan a cada momento nuevos ejemplos de vida y obras. Hemos sido testigos de que los héroes, los hombres ejemplares no siempre son personajes ficticios, ni guerreros o generales. Los ateneístas fueron revolucionarios de ideas y gracias a ellos las artes y las humanidades siguen siendo parte del plan de estudio de nuestro país, era necesario recobrar la cultura, lo sensible en la sociedad mexicana, sacarlo de un campo meramente científico, frívolo, egoísta, con la vista únicamente en la 79 Villegas, Abelardo, Filosofía de lo mexicano, UNAM, México, D.F, 1988, p. 36. sentencia: máximo de provecho con el mínimo de esfuerzo. Villegas dice también: ―México era un pueblo con falta de ideología, un pueblo ciego que no ha sabido ver su camino ni ha sabido tener ideales‖80. 3.2 La figura de Cristo En el capítulo 2 donde retomé el tema de Heroísmo y Cristianismo presenté las tres posturas de los autores Caso, Carlyle y Emerson con respecto al concepto de héroe. La conclusión a la que llegué es que la idea que comparten tanto Emerson y Carlyle es superficial, que incluso recae en el campo de lo que Caso llama o denomina egoísmo. Quizá los actos que han realizado estas figuras han tenido una finalidad buena, sin embargo no logran dar con el sentido de su existencia para ser para los demás y darse. En cambio, la figura que Caso propone es primero la del filósofo que se aventura conocerse a sí mismo y una vez que ha logrado eso, concluye encontrando el verdadero sentido a su existencia. Aquí comienza el lado místico de Caso: hay una figura aún más importante que la del filósofo, el cristiano, o sea, el Caritativo. Cristo fue la caridad encarnada, vino a enseñar a vivir. El filósofo ya es en parte heroico al decidirse buscar la verdad, y a conocerse y reconocerse como lo que es: Filósofo no es solamente el hombre capaz de crear la doctrina filosófica original sino todo aquel que puede reproducir con profundidad y dar nueva vida en su espíritu a las diferentes doctrinas filosóficas. El espíritu filosófico no es un atributo, exclusivo de los grandes filósofos; pueden alentar también con igual hondura y lucidez en hombres que no fueron dotados para la invención de doctrinas originales. En el proceso histórico de la filosofía estos hombres son tan indispensables para su aplicación, como los otros lo son en su marcha progresiva. Estos conceptos deben tenerse presentes siempre que se trate de juzgar y valorizar a los filósofos y doctrinas que han surgido en los países de América, cuya cultura ha sido la derivación de la cultura europea. 81 80 81 Íbid, p. 29. Samuel Ramos, Prólogo, en Antonio Caso, Antología Filosófica, México, UNAM, Biblioteca del estudiante universitario, 2010, p. X. Ahora, el concepto de personalismo tiene mucha importancia en cuanto a los niveles de ascendencia, cuando el hombre se reconoce como persona entonces puede aspirar a algo aún más divino. Pero la figura de Cristo es el máximo al cual se debe aspirar, es el modelo arquetípico. Caso habla de una tabla de valores de la humanidad y la presenta como esta: ―mientras más se sacrifica y más difícil mete se efectúa el sacrificio de la vida meramente animal a fines desinteresados, hasta llegar –desde la contemplación estética y las más buenas acciones– a la acción heroica, se es más noble.‖82 El desinterés, la caridad, el sacrificio, son lo irreductible a la economía de la Naturaleza. Si en mundo sólo fuera voluntad como dice Schopenhauer, sería inexplicable que la voluntad se negase a sí misma en el sacrificio. El mundo es la voluntad del egoísmo y la buena voluntad, además de irreductible, contradictoria con la primera. Lo que prueba, experimentalmente, que hay otro orden y otra vida que rige férreamente el bárbaro imperativo de Darwin.83 A diferencia de la fórmula básica de la vida biológica y egoísta que se resume en: máximo de provecho con el mínimo esfuerzo, Caso presenta: sacrificio= máximum de esfuerzo con mínimum de provecho84. Caso culmina su obra con la frase: ―Imitad a Cristo‖, pero creo que hay más que sólo una concepción religiosa, primero: la ética que se propone se puede resumir en una sola acción: <<Ser caritativo>>. La figura de Cristo para Caso no tiene igual, sus enseñanzas fueron sencillas y atinentes, cobran sentido con la existencia del hombre. A diferencia de Nietzsche, Caso defiende que el cristianismo no es una apología de la debilidad, cuando el ―ama a tu prójimo como a ti mismo‖ sea una realidad, entonces habrá nacido el superhombre85. Y la caridad es fortaleza. El débil, el que ha sido incapaz de vencer su egoísmo, no puede ser caritativo. El cristianismo no es apología de la debilidad, como algunos contemporáneos lo creen, sino de la fuerza moral más pura, de la energía que se opone al mal sin usar de sus medios para vencerlo. Virtud débil es una 82 Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.153. 83 Ibid., p.154. 84 Íbid., p.154. 85 Cfr. Con Margarita Vera, Antonio Caso: La revolución mexicana y la construcción del hombre nuevo, en Filosofía de la cultura en México. Plaza y Valdes. Michoacán. 1997, p. 179. contradicción patente… El cristiano, el apóstol, el héroe, el asceta, el mártir, tiene virtud que ha realizado las hazañas de la historia.86 Porque el acto de caridad no sólo lo implica el alivio del semejante, sino ―Una explosión de fuerza capaz de vencer las resistencias del egoísmo‖87. La diferencia que dice Caso que hay en el campo egoísta es que su punto de acción es centrípeta y la del caritativo, es todo lo contrario, es centrífuga. Quienes son los verdaderos débiles para caso son aquellos que no son capaces de dar. Sólo quieren más y más. El cristiano en cambio ya no pretende tener más, o ser fuerte, pues esta sabido que lo está, pues antes de llegar a vivir una vida como la de Cristo tuvo que hacer un acto de verdadero heroísmo. Para ser cristiano se requiere primero actuar caritativamente. La caridad, además de propiciar al hombre la libertad, pues ya no obra en provecho propio, se niega a sí mismo en un acto centrífugo, y así afirma con más energía su personalidad. Pues la personalidad es una individualidad que está cierta de lo que es, y cuando se reconoce se determina así misma, es ahí donde surge o se da el acto de caridad. Dentro de estas concepciones radica ya la carga mística de Caso, así como su aceptación de que el hombre definitivamente posee algo divino, es por ello que la caridad conduce y guía a la esperanza. Se ve a la figura de Cristo como ejemplo de acción, no de palabra o testimonio, ni escritura, de nada sirve hablar sin actuar, son palabras que resuenan, pero no provocan nada. Ninguna vida más ejemplar que la de Jesús. Él es el ―paradigma de las cosas humanas que aspiran a ser divinas‖… Él fundó realmente la Ética, porque ―mientras un hombre no se sacrificó por el ideal del sacrificio, la ética fue una teoría, un metafisiqueo ingenioso, profundo, pero completamente teórico. Sócrates murió por no ser inconsecuente consigo mismo. Jesús murió por espontánea inspiración; no hacía silogismos, vivía‖.88 86 Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones, 1961, p. 98. 87 Íbid., p.15. 88 Caso, Antonio, Mi convicción filosófica, en Ensayos críticos y polémicos, p.74, Obras completas, Vol. III, p.38. La existencia en Caso, no se asume como algo trágico en muchos otros autores, ―lo que se destruye a sí mismo por su propia naturaleza no puede ser un fin en sí‖89. 3.3 Una Ética Cristiana La obra La existencia como economía, como desinterés y caridad, dice Mario Magallón, es la convicción ética más fuerte de Antonio Caso. Podemos afirmar que él cree lo que allí dice. La filosofía adquiere en esta obra una definición que la coloca por encima de las ciencias naturales y de las matemáticas.‖90 El hombre es hoy tan miserable y tan grande como lo fue siempre, si sufrir es un mal, sufrir muchos males no puede ser la circunstancia atenuante. El progreso (pro, hacia adelante, y gressus, marcha), no puede afirmarse como la ley de la humanidad. Progresamos, si lo hacemos realmente, en los siguientes órdenes: el físico, el mortal, el intelectual y el estético. El progreso físico no existe… No existe un progreso físico, sino diversos estados progresivos, en diferentes tiempos y lugares de la historia.91 Para Caso, lo moral pertenece, no al orden de la existencia como economía, pertenece a otro orden de la existencia, el cual es creado por la humanidad, y como algo exclusivo de ella, esta, la diferencia de los demás seres vivos, como la vida no es un fin en sí misma, cualquier moral que quiera permanecer en la vida biológica fracasará. La moral, es resultado de un orden que sobrepasa a la naturaleza para colocarse por encima de ésta, es un orden sobrenatural, por medio o a través de este el hombre se encamina a la inmortalidad.92 Hay una enorme preocupación por la situación por la situación decadente en la época de Caso, la revolución no tenía marcha atrás, había inconformidad por 89 Íbid., p. 150 Magallón, Mario, Filósofos mexicanos del Siglo XX, Ed. Eón, UNAM, México, 2010, p. 115 91 Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.150. 92 Cfr. Con Magallón, Mario, Filósofos mexicanos del Siglo XX, Ed. Eón, UNAM, México, 2010, p.118 90 todos lados, las conveniencias siempre se han dado, los beneficiados unos pocos, campesinos molestos, y profesionistas que no poseían enseñanza humanista. Para Caso, la inferioridad moral era evidente. Moralmente somos tan inferiores como siempre. Progresan los sistemas, las instituciones que pretenden vencer el mal con la violencia o la persuasión; pero el sentido, la conciencia moral, no progresa. Hoy es tan mala la humanidad como el primer día. Somos más hábiles, quizá, para engañarnos, pero no más buenos; y si algunas virtudes prosperan y algunos vicios declinan, otras virtudes se ahuyentan y nuevos vicios medran.93 El ideal de Caso, que se apega a una ética meramente cristiana, responde al imperativo de crear un hombre purificado del egoísmo, de lo banal, de lo ajeno, de lo perecedero, de las teorías egoístas y vitalistas, pues bien sus principios éticos no son más que la dádiva del amor y el sacrificio. Si es posible lograr esto, podemos aspirar a un cambio en la historia de la humanidad. Las tres leyes clásicas virtudes del cristianismo son de obvia aceptación. La caridad no se demuestra ni colige. Es la experiencia fundamental religiosa y moral. Consiste en salir de uno mismo, en darse a los demás, en brindarse y prodigarse sin miedo de sufrir agotamiento. Esto es en esencia lo cristiano94. Consideremos ahora las siguientes cuestiones: ¿Cómo combatir, según Caso, la existencia como economía, que es evidente, real y fuerte? Para Caso es evidente que la existencia como economía se presenta en todos los seres vivos, por tanto, en los humanos es inevitable nacer con tal, pero no es necesaria, e incluso, la misión que tiene el hombre es superar ese estadio natural y básico, pues se debe tender o aspirar a una perfección de la existencia. ¿Cómo? Caso, asume que la mejor manera de superar ese estadio se debe partir de un reconocimiento, la asimilación que más allá de una simple tendencia natural y biológica poseemos una inspiración de algo bueno, aquí entra un poco en juego la 93 Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.151. 94 Íbid., p. 155. idea de intuición, y en este campo se puede rastrear y asumir cierto misticismo en la filosofía de Caso, por su constante aceptación de la aspiración a la divinidad: En efecto –en el sentir de Caso– la persona humana no puede menos de referirse a la persona divina. El hombre es el único ser que sabe que siente misterio de existir en el mundo, el único ―a cuya perfección le falta alguna cosa‖, por eso será siempre un ser insatisfecho. En los otros seres no hay perplejidad, ni enojo, ni voluntad, ni volubilidad, ni insatisfacción. Sólo el hombre ambiciona una felicidad que no alcanza; sólo él conoce su finitud y su imperfección, por eso aspira a lo perfecto, a lo infinito a lo absoluto.95 Cuando el ser humano cae en el reconocimiento de su circunstancia y su reconocimiento puede entonces asumirse como un ser personal, no individual ni tampoco como una mera cosa, un ser personal se asume como ser espiritual, creador de valores y dotado de capacidad consciente, inteligente y libre de desarrollo sin transformación: Cada personalidad es única, peculiar y ninguna ―puede saciarse‖ sino con la postulación de la persona más amante, más inteligente, libre y desinteresada. ―Esta persona que postula el ideal humano, es la síntesis del ser y el ideal, es Dios.‖96 Con esta cita se abre una reflexión muy importante en Caso, y su ética propuesta pues al hablarnos de ese ideal que recae en Dios, se refleja lo que se ha venido buscando conforme a la aspiración a la figura de Cristo, que es el paradigma de las cosas humanas que aspiran a ser divinas, ―prácticamente entre Él y Dios no hay diferencia; porque, ¿quién sabe lo que es Dios? –por una parte; y, ¿quién sábelo que es el hombre?– por otra‖.97 La expresión ―el verbo hecho carne‖ viene a cobrar sentido, y a dar paso a una comprensión de que lo divino es también parte de lo humano, he ahí la cabida del concepto de humanidad dentro de la filosofía de Caso. Pues bien, tal parece que este paso conduce al hombre a reconocer y abandonar el egoísmo, pues el reconocimiento de humano trae consigo a considerar la existencia del otro, o los otros, y no solo considerar, estar al tanto de esa existencia. La aspiración a la perfección se da considerando al otro, en la práctica de ser mejor para con el otro. 95 Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones, 1961, p. 224. 96 Íbid., p. 224. 97 Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.199. El paso hacia la ética como la propone Caso, ¿es un salto o es un proceso? Después de lo revisado en este trabajo de investigación, y tras el análisis de la obra de Caso se puede considerar que el paso hacia la ética no puede ser considerado como salto, pues no es algo que surja instantáneamente, y tal como lo expone el autor, es cuestión del transcurrir de la vida del humano. El hombre no puede evitar nacer egoísta, con necesidades básicas de supervivencia, la vida económica o egoísta se reduce a eso, pero no es lo conveniente ni lo mejor, pero es una etapa que se asume y que se debe superar: ―Todo ser vivo es egoísta. Desde que la vida apareció como fenómeno terrestre, actúa en ella una energía diversa de las físico-químicas; la voluntad de poder, el egoísmo, inconsciente en la bestia, pero plenamente consciente en el hombre‖98. Es por ello que se puede dar un paso al hombre, a diferencia de todos los demás seres, se le pueden atribuir los conceptos de bien y mal, pues pertenecen al campo de la ética y ésta es exclusiva de los hombres, eso lo lleva a avanzar, a dar un paso más en la búsqueda de perfeccionamiento. Desde el punto de vista biológico, hombres y animales son egoístas, aunque el egoísmo no adopte en el hombre formas más sutiles, formas que ya no se reducen a la biología, sino inciden en su afán de conocerse a sí mismo y explicar el mundo que lo rodea.99 La ciencia y el arte dan al hombre una comodidad de entender hechos, situaciones que parecen difíciles; el estado de contemplación resulta una vía cómoda de existencia sin embargo, a pesar de que la vida desinteresada le da esa comodidad al hombre, para Caso, no es más que una actividad sin mayor finalidad práctica, quizá si abandona la actitud egoísta de cierta manera, pero no del todo. Sí, se desprende de los fines biológicos, y por todo lo que no sea actividad artística, punto que tampoco es del todo correcta en Caso pues el desinterés debe superar el estado de contemplación y dar paso a la práctica. Dado esto, se puede seguir que para llegar a la ética propuesta se da por medio de un proceso, del cumplimiento de etapas, y como ya mencioné, por la búsqueda de un perfeccionamiento, del ser caritativos, que es en lo que se resume su ética: 98 Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones, 1961, p. 89. 99 Íbid., p. 90. Sed perfectos, es decir: sed activos, caritativos. Perfecto significa acabado de hacer, cumplido, realizado. Significa todo in actu, nada in potentia. Dios, según Aristóteles y Santo Tomás, es acto puro. Sed como Él. Enseña el versículo. Sed actos puros; perfectos en el cumplimiento de vuestros fines, dentro de vuestra perfección limitada. No os quedéis con algo virtual. Vivid en vuestras obras, proyectaos en acción caritativa constante, como vuestro padre que está en los cielos es perfecto y trabaja todavía, según dijo Jesús.100 ¿Cuál sería la diferencia o diferencias con el cristianismo? Considerando lo que retomé en el capítulo segundo, el tipo de cristianismo que Caso pregona no es más que quien se reduce a la práctica del amor a Dios antes que nada ni nadie, e inmediatamente el amor al prójimo. Es este cristianismo sin formalismos, es el que se diferencia de los innumerables cristianismos inventados en la actualidad e incluso en la misma época de Caso. La mayor diferencia que hay entre la filosofía y ética cristiana que el autor propone y el cristianismo formal y dogmático que presentan las diversas denominaciones religiosas es que Caso hace una extracción del germen del cristianismo, no alude a la práctica de ritos, de costumbres, de prácticas acostumbradas, ni discursos memorizados, es más, dice: Sólo la Biblia de Israel contiene la substancia eterna del monoteísmo y el camino para hallarlo: la Caridad… Dios es amor. La esencia del cristianismo es la caridad, virtud que es fe y esperanza indisolublemente, amor que es ciencia entregar lo propio podría explicarse en razón de la propia estupidez, amar a los enemigos y orar por los que nos calumnian y persiguen ya solamente puede ser obra de la gracia.101 Ahora, Caso toma las bases y la esencia del cristianismo, sin embargo no lo asume como la única vía de salvación en sentido de dogma tradicional católico, tampoco condena a aquellos que se inclinen por otra religión, es por ello su interés en plantear una ética cristiana. La figura de Cristo y las bases del cristianismo resultan para él la vía más segura para aspirar a la perfección, para dar sentido a la existencia; no necesariamente con la idea de asumir un dogma tras otro, ni imposiciones, o 100 Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.170. 101 Íbid., p.187. sistemas, pues él mismo rechazaba eso. La creación de sistemas no funciona ya que pretenden dar una solución absoluta a problemas que quizá se puedan enfrentar de otras maneras. Hay que recordar que la pretensión de Caso es presentar un modelo de ideal para la sociedad mexicana de su época, y que sin duda se puede asumir en nuestros días como una preocupación vigente; se requiere entonces de ese ideal de forma de existencia que ofrezca tanto a los mexicanos, como al ser humano la posibilidad de poder encontrar y dar sentido a la existencia. El positivismo no pudo dar respuesta a esta necesidad de arquetipo, por ello Caso, junto con sus compañeros ateneístas se dieron a esa tarea; y casi todos compartieron la idea de la necesidad de encontrar esa figura heroica a la cual se le pueda ver como un ejemplo a seguir. Este ser, este individuo, esta persona, el más real de todos los seres, el más individual de todos los individuos, el ser supremo, es Dios. Su individualidad será pura creación, pura libertad, pura bondad. Si fuere real, sólo puede ser Providencia, Caridad, Entusiasmo. Su esencia consistirá en su acción clemente, benéfica y heroica. Su virtud será la fuerza omnipotente de dar. Tendrá realidad, en cuanto fuere como nosotros al cumplir actos heroicos.102 Con esta cita debe quedar claro que Caso asume la figura de Cristo semejante a Dios, es más, puntualiza que entre ambos no hay diferencia alguna, salvo que el acto que llevó a cabo Cristo se hizo mientras Él fue hecho hombre, por tanto, nos muestra que si él fue capaz de llevar a cabo tales actos de caridad, cualquier otro puede aspirar a hacer lo mismo. 102 Íbid., p.186. Conclusiones No más Cristo pudo realizar por completo su personalidad en la Cruz. Por esto es el modelo de los hombres. ¡Por esto hace siglos se va en su busca y no se le acaba de encontrar; porque para hallarlo hay que ser como El! ANTONIO CASO103 Si quisiésemos resumir el trabajo de Caso a su más simple expresión considero que se le consideraría como una práctica de lo que es el cristianismo, o una ética cristiana y que tal, fue la vía que utilizó para oponerse a los pensamientos filosóficos, políticos y religiosos que circulaban durante la primera mitad del siglo XX en México, tema ya revisado en los capítulos 1 y 2. El positivismo fue lo que se conoce como incentivo para despertar en el autor un descontento y desapruebo con la educación mexicana y la decadencia de valores y actitudes humanas entre la sociedad. En el contexto posrevolucionario, los argumentos de Caso son, en algunos aspectos, continuación de una confrontación que se venía dando desde finales del siglo XIX entre las posturas "materialistas y las religiosas". Tomado y convencido de los postulados cristianos se dio a la tarea de determinar una salida definitiva, tanto de un liberalismo extremo como de un catolicismo como fe hegemónica. Ayudado de las filosofías en boga: el personalismo y el intuicionismo, propone que la sociedad debe ser concebida como relación interpersonal, que debe tener como fin el perfeccionamiento de los sujetos que las constituyen, para ello se necesitaba de una figura arquetípica, un modelo a seguir, el ideal que tanto se necesitaba. 103 Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.199. Para Antonio Caso la figura de Cristo es ese ideal al que se puede aspirar y que en ningún momento se postula como único camino o vía a una vida plena. Sin embargo logra comprender en esa propuesta de ética cristiana aquello que se resume en la ejercitación de la existencia como caridad. Su trabajo trajo como resultado una síntesis y un proceso que resume las tres formas de existencia del ser o seres humanos que se logran superar gracias a un proceso de comprensión, de aceptación las circunstancias, etcétera. De acuerdo al aspecto religioso, propició una transformación de la espiritualidad en México, el abandono a cualquier doctrina impuesta trajo una nueva visión para el país y para el pensamiento de la nueva juventud, no sólo de su época respectiva, sino de nuestra actualidad. Desde el siglo XIX la convivencia del liberalismo y el positivismo con otras formas de pensamiento como el panteísmo y el krausismo, fue preparando el terreno a la aparición de una fe personal, no institucional, pero no por ello no dogmática. De esta manera, el supuesto anti dogmatismo positivista se mostraba como una estrategia ideológica que no fue posible seguir sosteniendo. En suma, la caridad cristiana, dirigida a lo social, le permitió al filósofo mexicano participar y proponer una salida a los grandes problemas mundiales y nacionales. ¿Qué tan vigente es este tema? Y ¿Qué puede aportar a la actualidad? La importancia de esta investigación radica en dar a conocer el trabajo de un filósofo mexicano, así como su propuesta que, como en un inicio se apuntó, no es del todo original, sin embargo la manera de abordar los problemas correspondientes a su actualidad y la preocupación por dar respuesta a ellos, si lo es. Es original. Es reconocido por su manera de enfrentar muchos temas, tanto filosóficos como sociológicos e históricos. Representa la figura de un hombre que puede considerarse como ejemplo de vida y reflexión filosófica, pues comprendió, analizó y difundió lo más importante respecto a su época; su filosofía se opone a toda aquella que quiera hacerse llamar única, verdadera u oficial, porqué pues porque cualquiera que se defina de alguna de estas maneras no puede ser llamada filosofía. En la actualidad, este trabajo puede aportar, como Caso podría considerarlo, un cambio de panorama a las doctrinas cerradas, dogmáticas y más aún inmorales, ya que pareciese que en la actualidad cada vez se dan más las situaciones desagradables hablando de los problemas de política, económica y sociológica. La obra: La existencia como economía, como desinterés y como caridad, se resume en el trabajo y preocupación de Caso, en especial la existencia como caridad que se postula como la forma de existencia pura y que es idónea para dirigir a cualquiera para alcanzar una forma de vida sensata, pura y beata. No se habla de una ley que se deba acatar, ni una orden, pues se encontraría en gran contradicción con las doctrinas con las que se discutió; por tanto, es necesario antes que nada el reconocimiento de la situación personal, social y común que cada persona tiene. Es cuestión de un proceso no de un salto. El estudio de Caso, no es anticuado, no es algo que otros hayan dicho; es por ello mi interés de tomarlo, investigarlo y reflexionarlo. Vale la pena considerar su filosofía, pues nos invita a reconocernos como mexicanos, a partir de nuestra circunstancia y a aspirar a algo mejor, a considerar al otro, así como plantearnos la idea de los héroes a lo largo de la historia, pues son ellos ejemplos de vida y enseñanzas que guían al hombre a ser mejor, a querer ser mejor, la aspiración a la perfección. Su filosofía bien puede considerarse un humanismo, a ser para el otro, pues en eso radica la práctica de la caridad. Finalmente, se puede concluir que Caso proyecta la ética cristiana como la posibilidad de solución a la crisis de la sociedad mexicana, a la práctica de la existencia personal; y que incluso puede considerarse aplicable a todas las sociedades del mundo. Ejercer la existencia como caridad es en lo que se resume la ética cristiana y a ella se logra llegar por medio de un proceso de reconocimiento humano, de lo que somos. Parece que si reducimos tal propuesta llegamos a la noción de un humanismo, el cual permaneció olvidado por la práctica del positivismo y que en nuestros días parece ser desplazado por otros intereses. Sin embargo, debe quedar claro que en ningún momento se puede asumir esta propuesta como la única vía que permite dar sentido a la existencia del ser humano, no es un sistema, tampoco una doctrina o un dogma, es una propuesta que es sustentada en una ejercitación de dos principios básicos que no exigen más Como resultado de esta investigación se ha logrado retomar la necesidad de reflexionar ¿Cuál es la situación actual de nuestro país? ¿Es correcta la manera en que dirigimos nuestra existencia? ¿Qué tan necesario sería a seguir un modelo con las características de Cristo para nuestra actualidad? O ¿Qué tan acertado sería? Estas cuestiones surgen de un tipo de reflexión o pensamiento, la filosofía nos ayuda a ello, por eso la necesidad de la ejercitación de ella. El heroísmo filosófico es el primer paso para comprender cuál es el sentido de nuestra existencia, una vez que lo asumimos podemos entonces llevar a cabo una reflexión aún más profunda. Si analizamos si hemos recaído en un tipo de vida o existencia económica, o sólo desinteresada, ¿qué de parecido tiene con la situación actual en nuestra sociedad?, y si hubiese un parecido, la ética cristiana parece ofrecer una redención a tal situación. Nos ofrece como seres humanos reconocernos como personas, distintas, es verdad, pero reconocidas como humanos, nos permite brindarnos para el prójimo. En el momento en el que se abandona el carácter o actitud egoísta o desinteresada surge un ser con la capacidad de brindarse para la ayuda del otro dando lugar a la posibilidad de estabilidad general. Situación que trae beneficio incluso a la sociedad, pues cuando se abandona el egoísmo, el hombre quien quiera que sea, es capaz de tender a un perfeccionamiento espiritual, moral e incluso material. También podemos indicar que el análisis de la ética cristiana en Caso no es un tema concluido, pues, como mencioné en la introducción de este trabajo el quehacer filosófico es acto de reflexión, y tal, demanda un re-pensar, un redescubrir constante, y con ello, una práctica constante. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad. Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F.1989. Caso, Antonio, El concepto de la historia universal y la filosofía de los valores, Fondo de Cultura Económica. México. 1933. Caso, Antonio, La persona humana y el estado totalitario. Obras completas. UNAM. Tomo VII, México, 1933. Caso, Antonio, Discursos a la Nación Mexicana, México, D.F., Porrúa, 1922. Caso, Antonio, Ensayos críticos y polémicos, México, D.F., Cultura, Vol. XIV, núm. 6, 1922. Caso, Antonio, artículo en El Universal, 31 de marzo de 1944, en Obras Completas, vol. III. Caso, Antonio, La perennidad del pensamiento religioso y especulativo, Revista Moderna de México, octubre de 1909. Biblioteca del estudiante universitario, Antonio Caso: Antología Filosófica, UNAM, México D.F, 1995. Barreda, Gabino, Opúsculos, discusiones y discursos, UNAM, México, D.F., 1983 Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, Universidad Autónoma de México. México D.F., Dirección General de Publicaciones, 1961. Zea, Leopoldo, El positivismo y la circunstancia mexicana, Fondo de Cultura Económica, México, D.F., 1985. Ramos, Samuel, Veinte años de educación en México, Obras completas, Tomo II, México, UNAM. 1976 Carlyle y Emerson, De los héroes, Hombres representativos, Editorial Cumbre, S.A. Pascal, Blaise, Obras, Versión de Carlos R. de Dampierre, Alfaguara, Madrid, 1981. Anti-Climaco, Ejercicio del Cristianismo., Editado por S. Kierkegaard. Trad. de Demetrio G. Rivero. Kierkegaard, Soren, Mi punto de vista, Ed. Aguilar, Madrid. Traducción de José Miguel Velloso. 1988. Margarita Vera, Antonio Caso: La revolución mexicana y la construcción del hombre nuevo, en Filosofía de la cultura en México. Plaza y Valdes. Michoacán. 1997. Magallón, Mario, Filósofos mexicanos del Siglo XX, Ed. Eón, UNAM, México, 2010, Villegas, Abelardo, La filosofía de lo mexicano, Universidad Autónoma de México, 1988, México, D.F.