20 céntines - Hemeroteca Digital

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AÑO 1 " HUMERO 13
Sábado, 2 de mayo 1931
tlEDACCIÓN Y AOHINISTRACiÓNt .
ALCALÁ, 87
FUNDADOR!
PRIMEROS
LOS
OIRECTORi
PERIÓDICO
NICOLÁS M.* URGOin
PASOS
PUEBLOS
E n nuestro deseo vehemente de
;aflrmar lá República, h a y quien desoánfía de los pueblos. Creo que el
^ m o r es injusto, y no digo ofensivo
porgue toda preocupación será poca. A los pueblos, lugares y aldeas
que viven de la tierra, pegados a
l a tierra, h a llegado, también ej. impulso de liberación, el «¡Basta ya!»,
gue acabó con la monarquia en las
jeleociones del 12 de abril. Los que
¡nó se. sumaron entonces, por desco, npcimiento de l a verdadera situación de ánimo del resto de España
b^por temor a castigos y represalias,
i&e s u m a r á n ahora, y la ratiñcacicn
'de la voluntad nacional será absolu^ament-e decisiva. Conviene, sin embargo, p a r a la intensa propaganda
iq.ue debe hacerse en los pueblos, conocer su situación y sus sentimienitos, porque sea cual fuere el sisteiña electoral, por circunscripciones
y listas o por distritos, el voto de
los pueblos tiene enorme importanicia. Los pueblos g u a r d a n las reseryas inestimables. La cantera, la
fuerza vital, los glóbulos rojos, y sin
ellos haríamos u n a República cloíótica.
Puedo h a b l a r con algún fundamento, porque he corrido buena parte de E s p a ñ a saliéndomd de las
carreteras de turismo. El español de
1931, ni en los pueblos, es monárquico. Los sentimientos fundamentales
de adhesión a la España tradicional, habrán ido debilitándose hasta
en el solar castellano. Del lema:
«Dios, P a t r i a y Rey»—enarbolado
en honor de otro íey—, difícilmente
hubiera podido leer las tres palabras el último Borbón, buscándolas
con un candil en el pecho de los
viejos hidalgos. Alfonso XIII abusó
del poder real. Cuando se le llamaba «el rey niño», con cierta ternura, eu debilidad, su enfermedad hacían creer en el-acabamiento y remate de la monarquía. Algo contribuyó aquella infancia desahuciada
por los médicos, siempre en vísperas de malograrse, a que loe pueblos aguantasen sin un movimiento
de ira. la vuelta dé los repatriados
de Cuba y Filipinas. Los esfuerzos
de la reina madre , por conservar
aquella vida, pudieron más en el corazón del pobre pueblo que la frase
del fusilamiento de Rizal: «Sálvese
mi alma y que se pierda Filipinas».
La monarquía iba a morir con elvástagó podrido, el último descendiente
de Fernando VIL El pueblo conflo,ba. vagamente en el destino; y en
tonces e r destino iba a valerse de
esa criatura p a r a jugarle Ja terri
ble burla, la horrenda farsa de A n
nual.
Í..O.S pueblos tienea el sentido de
lo permanente. De lo que Unarnuno
Uanró, «infrahistoria-.). En política
tienen también el sentido del orden.
'Ha sido u n a suerte, mejor dicho, un
resultado feliz, u n premio a la bien
lograda gestión revolucionaria, que
el triunfo de l a República se asienlae sobre la aquiescencia de todos,
ein lucha y sin sangre; así como fai^orece enormemente a la Revolución
jBl hecho de no causar estragos, al
ipaplantar el nuevo régimen,, proce'diendo con tiento y medida, y n o
lechando por delante ni los íLieiles
ni las disposiciones arbitrarias. Est a es la República que provocaba
tantos teniores^puede decírseles a
ios pueblos—. El orden no dependía
a e la mano de un rey. Ya veis que
»e le a p a r t a y el Estado marcha meY^^- Hemos suprimido, sin sangre,
61 obstáculo vivo que se oponía a
l a reforma de España. Tenenios muPft^-cosas que hacer, y vamos a
nacsrla®,contando con vosotros.
\ LQ primero cpue agradecerán los
puehios a la República, será la obra
He racionalizar—dar sentido común—
»• loa presupuestos del Estado; pop e r en su debida proporciún los gasw s mdispeneables de g u e r r a con
fas gnstofl remuneratorios.
, Pfiro no ss oquivoíiue lamentablepaetits quien v a y a a loe.pueblos esganóles a hablarles sólo en nombre
Wel interés. E s p a ñ a no da ©i aldeaiDo sórdido, él «paysaíh» de «La Tefire». Con d i v e r » s matices de psicología, h a s t a llegar al tipo castellaiio, que, a mi juicio, representa l a
toas, alta expresión del carácter ooItaún a todas l a s regíonee, el español del pueblo pequeño, lugar o alHea, m i r a l a conveniencia, pero
latiende a otros móviles, Lois ocho
fcfios de a i c t a d ú r a h a n sido ocho
feíños de humidlaiciór-. La monarquía
feonSititíucional que quiere volver- a
j e r absoluta, y p a r a cubrir sus falJ a s , a r m a eí brazo de s u s general e s y los convieiite en dictadores al
tervicio del rey,, deecub'rió ©1 juego
p n iforma toe taipíiiideinté, que en
l a última choza.Se l a sierra, los paslfe)re«í y los carlionérós, Helaron a
Kentir l a . v e r g ü e n z a de ser Jttgumtes
del cappí^ú' de liíí señoc-
-MADRID
FÉLIX
yo llamo aquí a todos los que son
incapaces de olvidar el mal sufrido
por culpas ajenas. La tragedia de
Annual repercutió en innuniei^ables
pueblecitos españoles, en millares y
millares de casas que en vano aguardaron la vuelta del hijo soldado.
Pueblecitos, lugares, aldeas, caseríos dispersos en la montaña y en
elliano, que dieron ló que m á s les
valía: la sangre del hijo. ¡Y cómo
la dieron! ¡Con qué absoJuta entrega! ¡Con qué generosa inconsciencia! Si ellos hubieran sabido que un
general'loco, y otro tonto, y u n rey
cegado por la vanidad y por la codicia iban a llevarles a ese hijo, niño aún, a la muerte más vil que h a
sufrido j a m á s un soldado de un
ejército, ¿cómo lo habrían dejado
marchar? Las. mujeres que desengancharon los vagones de los reservistas en el año 9, vieron m á s claro
que los pueblos, saeriflcados pasivamente el.año 31. En muchos hogares todavía no hay noticia. Saben
qtie se quedó allá. Yo vi en el «Antonio López» el embarque de los prisioneros de Abd-el-Krim, ¡Pesadilla
p a r a toda la vida! ¡Memoria y afrenta! Todos declan que en los aduares del interior po(Jía quedar algún
compañero, y ésta h a sido la últim a esperanza de muchas madres.
¿De dónde eran? ¿Cómo se llamaban
las doce mil víctimas de la locura de
Silvestre y de los negocios mineros
de Alfonso XIII?
Yo propongo a mis amigos de CRISOL que, mientras la República lo
hace, abra información y empiece el
trágico censo de los muertos del
21, que cada pueblo envíe noticia de
los suyos. Formaremos así la lista
de los mártires, y sabremos quiénes
cayeron oscuramente en Marruecos,
asesinados por los cabíleños, incapaces de ver otro género de guerra,
sino por las empresas de la monarEn nombre de k>s pueblos que to- quía y por sus temerarios auxiliadavía, desde el año 21, n o h a n teni- res, que aceptaban comisión en fordo voz ni siquiera p a r a quejarse ma de ascensos y honores. Ninguna
PARO GENERAL, por Bagaría
LORENZO
lápida podrá contener tantos nombres. Habría que guardarlos en l a
última fosa de El Escorial, en el libro de los mártires, que sustituiría
al esqueileto, milagrosamente íntegro, gracias, a la benevolencia de la
Revolución.
*
Otras cosas deben oír los pueblos,
pero de ellas hablaremos a p a r t e ,
porque no caben todas en un a r tículo.
Luis BibljLO
¿ES ESTO UN.Í. RF.PUBLICí^ ?
De la Re-pública se es-peraban^
más que se temían, cosas esfelusnantes : incendios, degollinas, violaciones y saqueos como aquellos,
siquiera
como
aquellos
que la dictadura llam-ó uMultas extrarreglamentariasn Pero la Refúhlica ha venido disim-ulando su natural ferocidad. Con un respeto increille—tal vez preñado de según*
das intenciones—a la pro'piedad, et
la religión, al orden y a todas las
doncelleces, incluso las predispuestas al Suicidio.
Esta hipocresía de la República
ha defraudado a mucha gente : a
los treinta millones de comunistas
sanguinarios que hay en España, y
a la media docena escasa de cleri.
calei que nos legó la monarquia.
¿ Qué hacer, entonces, contra el
régimen ? Ya hay quien dice, con
aparente inocencia •. No parece que
estamos en República. Y esta es la
fórmula,. Esta es una
República
que no cumple con su deber. Una
República que probablemente no se
ha dado cuenta de su misión. ¡ A^¿
un fraile devorado, ni un noble colgado de un farol, ni un Banco desvalijado.^ ni una mujer violada t.
¿ Es esta una República ? j Qué vá
a ser A
Ujna República, que ni sic/uier4
sabe para qué sirve la Guardia civil... f Valía la pena de haber destronado al rey con tan poca ceremonia y haberle obligado súbitamente a cambiar de casadero ?
\Ah\ Pero la República es República al fin, y no ha podido disimularlo del todo. Ha ~énse'ñado la oreja por donde menos se esperaba.Ha añadido -una franja a la bandera nacional. ¿Se puede tolerar esto ? Muchos periodistas
monárquicos que no saben hisioria—no se
puede ser monárquico sabiendo historia—han puesto en el cielo el
grito de alarma: u\ La bandera guf
ondeó ea Flandes!»,
han gemido
llenos de patriótica desesperación.
Algunos han llegado a decir que
Colón descubrió América con ta
bandera roja y gualda. Ha sido inútil explicarles que la bandera roja Y gualda viene de Carlos IH
nada más, <y no tiene títulos más
'antiguos, ni estuvo en Pavía ni
Cristo que lo fundó. La República—arguyen—ha cometido este crimen. Y si no lo ha.cometido, QU*
cometa otros. Que viole y 'deselle.
El caso es que -se not-e que hay Re, públicd!.—JJ«\ióñlo.
Precio del e'emplar
•—üstM republicanos wm. terribles. tAUra qu« omBsiinUí; que-M- imtH la
vida entera de un-^ueMol |S«lo íwlto <i«e jhi^idMi » Í M «rntoa aaa )ii«^iui
20 céntines
Sábado 2 de mayo de 1931
—Fiéaitos CGQVoeadefi üuei^dBente |ior
la t a i i ^ para eeietear een^^o bajo la
presidencia del rey. Acudimos. El ley
daba muestras de gran serenidad; pe.
ro se advertía fáálmente fgae estaba
afectadísimo. El preiítdente pronunció
breves palabras exponiendo el objeto
de la reunión, y a seguido, el rey nos Se ascendía p o r u n a anetaa eseale^
aijo que oídas ías opiniones que le h a . r a y se eiitraba en m u , vasta sala, E a
bían expuesto los consultados, había re- medio
h a b í a u n a l a r g a tnesa ovalada,
dactado mía nota que líos iba a leer. como las
los comedores d e fonda
Nos leyó, en efecto, su nota de des- hace treintade años.
las diez de l a n o pedida; la leyó con voz firmí?, aunque che, l a sala t s t a b A
politaria^
velada por la emoción. Y ailí larmmó Llegaba u n joven a.juetodavía
de ve>
el consejo. Los ministros, sin hablar m r de provincias y seacafcul.'a
sentaba a n t e
ni comentar, pasamos a la ¡laüitación
itmiedíata, y allí seguimos reunidos, ; l a m e s a ; allí y a t e n i a u n m o n t ó n d e
hasta que llegó el momento de estre- j pexiódiccs y papeles q u e h a b í a que o r char en señal de despedida la mano i denar y extractar. Además, este joven
t r a í a u n a s cuartillas e n el DO1S;11O. P O ,
del rey.
co a poco iban llegando ¡os domas re-,
Pretendimos obtener aun algíui de- daotores. E n t r a b a José Riqaeltiic Plotalle emocionante de aquella despedi- res, con s u florida barba- e n t r a b a
da, pero nuestro visitado S'; niega a Adolfo Lmia r e n q u e a n d o ; entralia R i contestar,
cardo Fuente, indolente y car>sado s a
—^Figúrense ustedes lo que quieran; e s t a r c a n s a d o , entraba, con ei deshilos momentos eran de gran amar?rura lachado p a n t a l ó n ceñido p o r u a a c o e r ,
y cada cual los atravesó segúc» su te.m- da de esparto, RafaoT t-ielorme Salto-i
neramento... Nada más.
entraba. Jovial y madrileñísimj, Eduar-»
En los días históricos
Los supervivientes de
"El País"
Los acOTiteciKtíentos
dejarroUados sí tuvimos persistentes cambios de imrOesáé eL 12 áe sÉ>ra hasta que ftté pro- presiones... La situación era cada vez
etamada la Kepablicá, fueron tan. pre- más grave, y había que afrontarla ráciji^^as y ^ fsk o^gnitad, qae^ mu- pida y crasamente.
chos de sus detaUes y aspectos tjueda—Pero, ¿no habían sido examinadas
roa inéditos: las iniofmaciohí-s sensa- ya todas las posibilidades?
eicnales se atropálabaa para salir a
—Quedaba aún la posibilidad de ir
yee, y muchas de ellas no lo ¡obraron.
a las Cortes constituyentes, a pesar del
Está aA'm por publicar la reseña del resultado de las municipales, y, ante
Cooi^jo de ministros que se celebró en. "sti' posíbilidao, se Pe^ó a nablar .de si
pakcio el día 14. por la íaráe, para las elecciones constituyentes se habían
de^wdir al rey. Para solicitar sste re- de hacer ausentándose de España el
teto hemos visitado a un ministro de rey, como había preconizadc ívíelquiaaquel'gobierno; al formularle la pre- des.
gunta el ex ministra lia adOiStado una
—¿Se consultó con éste?
actitud de gran re serva, pero, en rea—^No lo sé; oreo que sí, y que conlidad, ese relato qjieda hech.<) *- lo
testó que era ya torde para eso.
largo de nuestra conversación.
-¿•••?
__
—¿Cuándo vieron ustedes que Itega—No sé más. AqueUa mañana fuimos
t a a toda prisa el cambio de régimen?
El ex ministro calla, v iue§o, como llamados a Palacio en consulta...; acupara eludir la respuesta, cwnicnüa a 6 irnos por grupos de tíos o tres ..
do Rosón. Todos los jedacfrjres se h a liacer historia:
—¿Sobre quL> puntos concretos verllaban ya, a las doce, e n l a sala d e
—Las elecciones municipales tienen saba la consulta?
L o s teléfonos d e CBXSOL tienen
redacción, en t o m o a l a ovalada m e carácter administi-aüvo; pero, éstas
—No creo disci-eto contestar.
sa. Escribían y se detenían de c u a n d o
ios n ú m e r o s 53.891 y S3.892
fueron tan discírtidas por los nnos « i —¿Entonces?...
en cuando p a r a ciiarlar. Cuando e l
por los otros, se machacó tanto sobre i
art'culo estaoa tei-nüuadc--, e¡ redactor
si tal candidatura sigiiiücaba la revo- !iiH!U!!niHi;iiiuiiiiiui{¡iMf)iui!!iiiiM¡iiiiiniiiiiiiii¡!mtn)'M;^iiiiiiuiii!iiiiiiiiiiiiii[[iiiiiiiiiiiiiii¡iiHiiiiiiiiiiiiiiniiiiiii
se levantaba y e n t r a b a e n u n c u a r t i t a
lución o tal otra el orden, la íamiiia ..
q,je uabía a l l a d o ; allí estada el direc—Eso 10 í iciéroTí los pei-;.'Ciitcs mct o r El director e r a ua mozo fuerte^ '
liáreitáeoF y de ellos debe s-sr la r.-t;
sr.nguineo. de movimientos -vivos, p r e s . •
ponsabilir'prí
tos Acababa d e encargarse d e la d i —No digo ñ a d í ; lo que coiisl.fyio ss.
rección; sucedía esto e n 1897. , C u á n t o
que a estas elecciones se Tes OTiito fu
tiempo n a p a s a d o ! E n los ü a s e n q u e
carácter administrativo para convertir
Alejandi-o Lerroiix se Hacia cargo d e
l-ís en esencialmente políticas. Esto, lo
ia dirección de «El País» h a b í a a c a b a vimos cuando v a e r a - t a r d e . . . v en 45
ao de ser instalada ¡a nueva r a á q u i n a ;
de las 50 capitales de provincia, los rrera u n a rotativa silenciosa y veloz, n o
pybKcanos obtuvieron, un triunío arror a b i a n a d a m á s perfecto e u ' a q m ' l tiemllador. ílay que reconocer ;1 hecho ,
po. Hace poco la hon-Kis v ^ t o en u n a
Claro que afeimos se obsfcinabiUk e;'.
casa editorial, y hemos sentido a n t e
demostrar por medio de coii.3iíiac,'"cila u n a profunda emoción Corno s e
ñes que la derrota no tem'a importan
contemplan las viejas iDcomotoras q u e
cía, porque en muchas pequeños a.^-K<
no son n a d a j u n t o a las ¡gigantescas
tamientos la mayoría era inonárqií'ca
máquinas de ahora, asi unrábamrjs l a
Hablar por hablar. Las 45 car)ftf;!í>antigua rotvtiva de «M Pa'.s». El d i (¡as se habían declarado rep ioÜi-f-rLEi.:rector, en los respiros que su tavsa l e
pesaban de una manera deíiniti/a y
dejaban, salía a l a .nncba sala d e l a
era tonto no jeconocerlo,
.ertacción; e r a n v a las horas de l a
,-^íQué lilzo el sobiemo en los pri
P'uente, que hubU^ comen- •
Para asociarnos a ia renovación madrugada.
meros momentos?
xado a escriijír su artículo a las once
—SI mismo domingo nos reuninMjs
immaveral debemos purificar la de l a noche, todavía n o h a b í a trasiado
mas que dos Imeas. Desesperado d e
en Gobernación;
todos e-j pusimos
sangre con "Sal de Fruta" ENO. no poder avanzar, había .sacado,- l a s
nuestras opiniones, y, natiü'alaiente,
de u n libro y se había puesto
líubo que reconocer la efectirídad del
Los frestornos propios de esia épo- pruebas
a corregirlas. Desde t n a n o a n t e s que
tariunfo republicano. No sfr tomó de
estas
pruebas
en e l n o l s i l l o d e
momento ninguna resolución. Ai día
ca del año, erupciones, inapetencia, J&'uente; n o h ae.staban
b í n sido tocadas a ú n . •
sig'Bente, lij;ies, per ia tarde, celebralo e r a n a h o r a tampoc-a Dcm A n t » .
mos consejo.
neuralgias y las demás molestias lío
nJxj Catena, el propietario del periódi— ^^Se habló ya entonces de la conveocasionadas principalmente por I cü, h a b í a hecho s u entnvda e n l a sala*
niencia de aconsejar al rey que abdicase o que saliera de España.»
desarreglos
funcionales, desapare- y se entablaba u n a a m e n a cr-nversa;—ÍTo. De lo que se habló fué de que
! ción. E n el ambiente flotatsa yv. simel gobienio carecía de autoridad descen con esta bebida efervescente y pático y generoso balito de l-omanti-'
de aqiid momenfeí, y áe uue debía
aconsejarse al rey -*jue abriés^VéKssulrefoescaníe. ENO laxa, lim^a de ci.^mc. E l joven q u e e n t r a r a el jnrime-
FRUTAS
PÁJAROS
tas.
• • -'
-.-¿Para' a a cambio
toxinas el organismo,, toniñca y
adapta el cuerpo a la estación.
Flores, frutas, pájaros,* no son otra
cosa que manifestaciones de la
Naturaleza satisfecha. Así, la alegría, e! bienestar y el optimismo
que produce ENO, son también
expresiones del organismo sano.
ttiinísterial?
i-^Claro.
'
-f-Pero El en aquel gobierno estabsn
representados todcs los partidos monárquicas, i qué cíase de goniei-no se
podía intentar?
—Quedaba la posiftiEdad de nn goWeffio de fuerza.
ftOtra dictadura?
i—ü>i gobierno de fuerza. TTno de-Ios
ntíHistros, de los m á s caracterizados,
propugnaba esta solución, cus pstaba
BBUy en consohartcia con; ios antecedentes del propio ministro; el general Beleiigtier se Bmitaí^ a decir Q«« éí ha.
ria te que se l e ordenase, pistóañdo
a&o en el bien de España. Los ti'cs
laiaistros de sigaificación libera} se
«pusieron, desde, luego, a esta eoluelin
« f u e r z a , sosteoleado que, de^ués <'el
i«SBttadRi de las elecciones, se carecía
«rasco.
Pías. 4,25
Frasco doble
» 7,50
'Móviles y sanitarios, incluido».)
Ite aotoñ^Eid par» impioner esa SDIU--¿-,-;?
-
•
^
^
—El mismo lunes por k. aoeíte, los
aeouteciatíaitos oameie^tfm. a atropeBar^se; el gOWenio • r(!volucíí)n,ano pubHcó su nota antenaiatora y to?unfitl, V se prdduJePQíi mairifcsíaéifones en
las calles, y sacesos como el de RccoMDS... ASÍ llegamos a! martes No r-e-
Icbrauos consejo por la mañana, pero
Concesku^arlo: FmOERtCO
BO'mT
lafanlaa, íJ.-Afmtsdo
SOí.- Madrid
Ui p«raB«u SSO .Sil d, hw*» v «íruil i«ll* »om m«cu ritltiMdaK.
ttiuitíiíi¡:Hii'=..'"i'íiiU!i;ui(iiiiuii!m!iiaíiumuimíiiii liHiiiiiiiiiiiiiiiiiiimHiiiuimnmJiíii'iiiüüüíiHiüiiníiiiiit
INOFENSIVO ^
PARA NERVIOS
Y CORAZÓN
rvt'
UtS":^t^^!
ro e r a a n a r q u t e t a ; CTeemos que n o h a
dejada de serto en toda su vida. S u s
¡ artículoE ocupaban s e m p r ^ te (tuint&
columna; e s a columna e r a u n m o t i v »
'f de seria preocupación p a r a el director.
! T a n agresivos e r a n los artículos d e l
' neófito, me los progresistas subscritores
del periódico estaban
escandpii.';ados;'
I a :íocenas llegaban l a s b a í ' s todos l o s
«El País» fue e l p'^imer :>: •:\ cSiario
republicano; salía limpia y eíegautemerute impreso; tenía imputa e idealidad. Aquella redacción puede ponersí* como ejemplo de lo q u e es el perioI dismo español. Modemament.--,
estos
mismos días, se h á demostrado
em
atjufil romanticismo, aquel bello ideaHs*
roo de los redactores d e «El P.»í.5» s u b síst.e íntegro Y esa e s l a maye» glo»
ría de l a Prerisa es^kañola. Pceasv^. integia, generosa, sin c o n t a m i n a r :
Prensa,
que h a laborado con eficacia en el a d venimiento d e l a se«nmda
Rfjpúbfica.
Los redactores supervíTientss del an»
tiguo «País» se l e u n í r á » mañssiia do»
m i n g o en f r a t e r n a l y a n t a r , e n tí Caior
00 del Recreo, paca eoaíenmorar e l
fausto aconfcecimienío qtie .señsla e l
tiacimiento d e i m a n o e v a Fspa^a.
.'
í"
ZHPefllsáéax ^Si C B I S O I , ,
A í < . 3 ' á . 't^'í
iiiiiíifi^idiiiii'iiiitiiiiiiiniiiiniriüi'iiü!!'-'
aféUAG
S^badQ 2 de.niáyo dé 1931
HEGHCS Y
PROPÓSITOS
Los hombres de la segunda República
En el ministerio de Instrucción
pública suenan tres timbres a la vez.
gon las diez de la mañana. A.nunclan
la,^ llegada de Marcelino Domingo. Loa
tiníibres avisan al, subsecretario y al
director general de Primera EnseñanKa. Cuando el min'stro entra en su
despacho ya están esperándole Domingo Barnés y Rodolfo' Llopis, con grandes carpetas para la firma. Castro,
el inteligente secretario, tiene prepa/radas dos grandes bandejas con telegramas.
—;. Mucho trabajo?—nos atrevemos
a 1 preguntar.
—¡Mucho! ¡Enorme! — nos contesta TJcim'mgo, con aquella cordialidad
qtie envuelve todog sus gestos—. Desdó que me posesioné del ministerio
nó cesan de llegar millares y millaro- de telegramas. No hay idea del
entusasmo que ha despertado nuestro movimiento en toda España. .En
España y en el extranjero. Esa • es^
la característ'ca del momento. Entusiasmo. Pe. Seguridad en el triunfo.
Eso^-añade rápidamente el min'stro—•
nos coloca cjn situación especial anta
el país. Cuando se llega al Poder en
momento de depresión nacional, es
fácil triunfar. Pero Cuando se llega
en momento de esperanzas, ilusiones
y entusiasmos, el triunfo es más difícil-. Pero nosotros—afirma—no venimos a triunfar, ul a fracasar. Venimos a servir lealmente ese entusiasmo y esa confianza, poniendo en, nuestra obra !o mejor, do nuestro espíritu.
r-;,Hay preparados ya grandes proyectos?
—iQué duda cabe! Nosotros, como
usted sabe, no improvisamos nada. I,o
íundamental se preparó en los días i
en" que nos reuníamos los a.ctuales ministros, cuando sólo éramos ihdividuosl
del Comité revo^lucionarío.
'
— ¿Y ahora?
-^Ahora estamos realizando Una. labor de poco lucimiento, pero muy eficaz. Estamos poniendo en orden los
asuntos que nos legó la Dictadura.
Nadie debe olvidar que hemos recogido una hei-enc'a que necesitamos IW
qü'dar. Una vez liquidada, con miS-í
libertad de movimientos, comenzaremos a realizar nuestro programa.
—i. Qué asunto de los de la Dictadura entretiene más?
—El de las famosas oposiciones
del 28. Todavía es.tá sin liquidar ese
asunto, que, sin duda alguna, es uno
, de los más típicos y que mejor retratan lo que era el régimen anterior.
—;.Oómo lo van a resolver?
—Confiando su estudio al Consejo
de Instrucción públ'ca. Que nos informe. Que nos asesore. Queremos no
escatimar asesoramienltos de ningún
género antes de resolver.
—¿Pero van ustedes a confiar la solución de ese asunto al viejo Consejo
de Tnstnicción pública?—preguntamos
alarmados.
?—No, no—se apresura a rectificar
Domingo—. Hemos reformado el Consejo: Le quitamos aparatosidad. Le hajCemos ganar en eficacia. Menos buró»
craoia. Más consejo, ayuda y colaboración. Por la nueva estructura que
adquiere y por la forma como ha de
actuar, esperamos que ha de reportar grandes beneficios a la obra renoVívdora que hay que realizar en la enseñanza española.
-r-/.Habrá i-eformas generales?—prefifuntarcos.
•—Grandes reformas—^no.=! contesta
rotundamente—. Ahora hemos pedido
a todos loa consejos provinciales de
^speoción los antecedentes necesario
para poder concretar las necesidades
rj*f. 8-Premlante.i de la enseñanza pritr¿S''^' í ' ^ podemos adelantar que
nlr^
necesita crear .25.00 escuelas,
y , tener atendidas su.'? enseñanza!?...
la-a crearemos—exclama Mai-celino
Todos los sábados W en CKISOt. una página sobrB «I-a sema- '
**a 4o loB Ubros», «xm orHícaS, taíortnaciones, consuItMÍ y íeseHas do
*« Pr6dacol«n Ütranria de íispáfiA
y el e&tanietoi a ¿airgro dé im Iwl"*«»te cuadnf de eactUatee.
D. MARCELINO DOMINGO
lleno de fe—. Esas creaciones nos plantean otros dos problemas: el de los
edificios y el del personal. Para uno
y para otro tenemos ya esbozadas las
soluc'.ones más adecuadas.
¿Entonces la primera ensenanaa
sufrirá' modificaciones?
—Indudablemente. Pero nadie debe
olvidar el carácter transitorio y provisional de nuestros cargos. Queremos
impulsar grandemente todo lo. que se
refiere a la enseñanza primaria. Nosotros no tenemos las escuelas que necesitamos. Carecemos do enseñanza
primaria superior. Las actuales escuelas de adultos no responden a sus
fines. Las escuelas rurales han de merecer va, nuestra atención más solíci-
ta. Queremos que se enraicen con la
vida del pueblo. Queremos vitalizarlas.
Queremos que la escuela primaria, rural y urbana, proporcione a los niños
todo lo que los niños merecen: cantinas, colonias, roperos, y. sobre todo,
qUe descubra y facilite vocac'ones y
na csbtaculice la marcha ascendente
de los que lo merezcan hacia los estudios superiores.
—¿Cómo van a resolver ese problema?
—Con una organización racional de
la enseñanza y con una gran cantidad de becas y subsidios a las familias. La famosa «barrera económica»
no tiene razón de ser. Procuraremos
suavizarla si no destruirla. La demo-
cracia necesita de todas las inteligencias. Quien tenga vocación y aptitud
debe proseguir sus estudios.
—¿También se reformará la segunda enseñanza y lá enseñanza superior?
—También. Todo ello ha de sor mo-^
tivo d3 un estudio meditado. El Consejo de Instrucción pública quedará,
de hecho, convertido en una verdadera comisión de reformas. Y las Cortes, en su día, dirán la última palabra. Afirmar que las Cortes dirán la
última palabra no significa que hayamos de permanecer inactivos. Al contrario. Ya lo ve usted. iHemos decretado lo -referente al bilingüismo. Hemos transformado el Consejo de Instrucción pública. Hemos rectificado
unas cuantas disposiciones de las dictadura. Vamos a crear escuelas... A
crearlas y a infundirlas un nuevo espíritu. Aspiramos a que sea España
una democracia auténtica. No habrá
tal democracia s'in Una fuerte base
de cultura. La Escuela será nuestro
más firm.e sostén. Ella conquistara,
para la República las grandes masas
rurales que todavía hoy son víctimas
de su propia ignorancia. A ese despertar de los pueblos ha de contribuir la juventud española y muy especialmente la juventud fistudiantil
Los estudiantes, siguiendo el proceso
hace tiempo comenzado, han de convertirse en profesores de ciudadanía.
La Unión Aragonesa
Mutcafíno Xleminge. visto p w BagaifH
Un gi-upo de elementos destacados
de la reglón aragonesa, que en todo
tiempo exteriorizaron sus fervores por
las cosas de Aragón, han redactado
una ponencia que tiende a suscitar un
mov-iniento aragonesista, que se concretará en una próxima Asamblea de
gentes coincidentes en algunos extremos fundamentales.
El documentó que han dado a la pubicidad en la Prensa regional dice así:
Queremos:
I.. El reconocimiento pleno de la
personalidad jurídica de Aragón, y como consecuencia del mismo, la facultad de desenvolvimiento autónomo de
todas las entidades naturales — Municipio y comarca—y neaesidades peculiares.
II. iReconocimiento del estado juri-»
dico anterior 'a la ley de Mostrencos,
declarando que la norma legislativa
en Aragón, la constituye su secular
derecho basado en la libertad civil del
«Standum ex chartae», aplicándose en
concepto supletorio de norma contractual la costumbre local, ,1a costumbre
comarcal, ia observancia del fuero y
en defecto de todas estas fuentes legales, por el order. mismo de su enua-^
oiación, el sentido natural o la equidad.
m . Intenpificadión deíl riego para
nuestros campos sedientos, manteniendo la aatual Confederación Hidrográfica del Ebro en la forma más apropiada para su máxima eficacia y mediante obras análogas de aprovechamiento del agua en aquellos lugares
no comprendidos en las zonas a que
alcanza el mencionado organismo.
IV. Fomento de los medios de comuniaacJón para llevar a los sitios
más apartados, y a los lugares aragonesas todos los productos mercantiles y el grado de Civilización correapendiente a cada época.
V. Instituciones de cultura dedicadas principalmente a difundir el conocimiento de Aragón en el orden espiritual y en el material. Autonomía
de la Universidad aragonesa.
VI. Solución de nuestro problema
agrario, acomodando a las necesidades
de la actualidad los qonceptos tradicionales del derecho del dominio, y haciendo compatibles con los derechos
legítimos las aspiraciones de la masa
de colonos y jornaleros de nuestros
campos, e idénticas orientaciones en
el problema entre, el capitalista y el
trabajador asialarladp, sin que nos
asunten las más radiaales tranSíorm*clones,, siemipue que so inspiren en
fundamentos de justicia y de humanidad.
Sábado 2 de mayo de 1931
La política financiera de la
República
produjera en el mercado extranjaTo u n a reacción favorable, que correspoinde, por lo demás, a la rualidad objetiva ag nuestra situación
económiioa y i'c^ccionará pai-eja,
mente el cambio de nuestra divisa.
A l a vez que h a cumplido lealmiente su mfeión informativa, h a
dado el ©eñor Hussar u n a eaocueníe lección de honradez a los enviados especiales de cierta prensa venal y sensacJonalista, cuyas insidias o aspavientos, no representan,
afortunadamente, en moaó alguno,
l a opinión pública de nuestros vel
cinos.
«L'Agence Jieonomique et Finan- Pagos, p a r a comunicarle que 'desea
ciére», cuya autoridad e influencia mantener el contacto con el Banso
e n el mundo ñaajiciero internacio- Internacional de Pagos. Está y a
n a l n o necesitamos «nsalzar, p u ¿ l i . echado, por lo tanto, el puente de
có en su numero del limes 27 el si- l a s reiacionee financieras internacioguiente
interesantísimo
trabajo, nales del nuevo Gobierno eepañol.
de &u enviack) esjíecial, titulado
p o r s u parte, ei señor Pastor,
«Los primiepos proyectos financieros miembro prestigioso del Consejo de]
tíej G<>bieimo r€puí3Íicano»:
Instituto de emisión, m© ha' dicho
«Ei nuevo Gobierno, sorprenili- a este respecto:
'do por ¡a rapidez con l a cual se
«Personalmente, so.y partidario
liaai desarrollado los acontecimien- convencido de la estabilización y es
tos, y gue p o r lo tanto no habid timo que s u i-eaüzaeión no debe tarpodido hasta, ahora examinar ¡as d a r mucho. Pero debo eonfcsar gue
cuestiones
financieras,
considera buena 7>art6 aé mis colegas no os
ah'ora—por el hecho del contacto favorable a semejante operación.
con el poder y de los importantes^
No es tanto l a estabiílización misCon objeto de solemnizar i a proproi»emas
plaat^ados—que
toda m a lo que les asusta, como l a cues
l a a r m a d u r a económica del nue- tión del oro, y más aún la valora clamación de l a República, el Casaj
,vo régimen se veía amenazíiGa rización deii activo del Banco con Catailá de Madrid convocó a los
«n s u Malizacién si n o se estudia, rtíación a l a desvalorización defi- catalanes en Madr¡Ci. a fin de que
sen a h o r a mismo m.edidas encami- nitiva del papeLmoneda. Estiman se reunieran en fraternal banq-jeEl acto se celebró ei viernes,
n a d a s a Tin pJan de conjunto. Do que este suplemento de activo co- te.
a h í gue h a y a n tenido l u g a r estos rresponde a los accionistas, mien- en el Hoto] Nacional, y a él concu.
"días numerosos cambios de i m p r o . t r a s que el Estado lo h a de recia rrieion unos cuatrocientos comenBiones. así en ^í ministerio de Ha- mar, a mi entender, con razón. Pe- sales.
cienda cOmo en el Banco de Es.pa- ro esto es, después de todo, uoa
Ocuparon la presidencia el goberfía. Los principales banqueros par- cuestión de negociación técnica in nador civil de Maarid, señor OrteticulaSes del país h a n sido eon- terior ligada al tipo de estabiSiza-, ga y Gasset; el concejal señor -Aranz
eultados, " Tarios técnicos fíeriid-";- ción y a numerosas consideraciones (del partido federal), en representa,
licB dei nuevo régjm€sn cumplen i que no resistirán el empuje de un ción del alcalde de Madrid; el dien estes momentos, cerca del Go-i movimiento de opinión favorable a " rector ce industria, señor Cuito;
bienio republicano l a misidn de' djclia operación.»
el de Comercio, señor Raventós;
coasejeros
ñr:aneiero3
tras
d-.' • Desde el punto de vista político, señor Recaséns Siches, director da
esas entrevistas se h a n tomado, er, j finalmente, el régimen da la impre. i Administración Local, y !os señores
principio, -las siguientes decisiones- j sión de consolicarse. Es interesante •Sastre y Civil, de l a Comisión orPrimero- Control riguroso del señalar a este respecto u n a deci- ganizadora, y Estadeila.
mercado da la peseta, con interven- si<in tácita tomada por Jos miemLos señores Marcelino Domingo y
ción en caso necesario, de modo a bros del Gobierno provisional, pe^o Nicolao d'OIwer fueron esperacos
mantenida secreta todavía, y según durante largo rátOj- p e i o p o r p r o .
oixtener n n a estabilidad relativa.
ministros l«ngarse el Consejo c e Ministros,
Segundo. Aumentar
los medios l a «bal, ninguno de los
candidatura comenzó el acto sin s u presencia.
interiores de crédito y las opera- actuales presentará su
ciones d e cciearing», con el flñ de en las próximas elecciones. L a grA/i
L a orquesta interpretó repetidas
impedir un incremento de la circu- mayoría del actual Gobierno esti- veces el himno de Riego y l a Marselación fiduciaria y de no dar e a ej ma, en efecto, que encargados de liesa, así como el Himno rural a la
extranjero l a Jmpresi-ón de que el «instalar» la República, sus miem- República española, de Oecar HsGobierno actual .tienda a practicar bros deben apartarse por algún Pilá.
u n a política de inflación. El iia. tiempo c.e la arena política, u n a vez
A los postres, el señor Esíadeüa
porte de los billetes en circulación tei-minado. el período de instaIacio;j habló en representación de los c a .
acusa, pOr o t r a parte, im leve au- del régimen.
talanes de Lérida. Recuerda que h a
mento ooH relación a l a semana anteEsto vale decir que las Cortes sido senador catalanista, pero que
rior: 4.950.872.000 pesetas contra h a r á n surgir <chombres nuevos», cu- el sesenta por ciento de su cataia4.893-493.OOfO. E] oro en caja n o h a yo programa económico ' y financie, nismo era consecuencia del .régimen
variado- de mK)¿o sensible y conti- ro puede no semejarse al que p r o . de oprobio que imperaba en Espan ú a en 2.^2m3A9i
pesetas- Final- pugiian—con cierta vaguedad inevi- ña. -Ahora su cataíanismo pide u n a
mente, como c5onsecuencia de va- table—Jos «pronniers» de la Repa- República federal y no quiere u n a
r i a s gestiones de lo® banqueros, '•¡1 blica;»
federación -fría, rígida, slriio cordial,
G<*ferno h a decsdido suspender ln
Finalmente, en SH número si:^ efusiva. H a b l a en c-astellano, por
investsgacióón
de las cuentas co- guíente (28 de abril), el mismo "nr ser ahora instrumento oral de -ana
rrientes en los Bancos, miedida que ^dado comunica a s u periódico q u e g r a n déimocracia.
h a b í a acentnado estos últímos días el gobernador ó e l B a n c o , señor CaEl señor Aranz, en representación
l a i u í ó ' a de capitales. Ese control, rabia.s, h a recibido u n a carta 'ícl del Ayuntamiento de Madrid, d i n ,
qué dejará de ser efectivo, h a s i d j presidente del Bandeo Internacional ge i a p a l a b r a a los comensales, diconfiado al Comité Supesrior Banca de Pagos, felicitándole y expresan. ciendo que el pueblo de Madrid se
rio, compuesto J3or l<5s principales Gó el deseo de conocer l a s inten- aisocia al acto organizado por el CabaagaepoB del país, y que sé h a ciones del Banco relativamente si sal Cátala. Agrega que pertenece
coiapíOíHetidó a aconsejar a todos depósito oro concertado previamen- al partido federal español, porque
loé es^biecimientos de crédito c'e te con vistas a la;, estabilización de ja: República, p a r a existir, tiene que
l a üación, n o alienten l a e v a ^ ¿ n l a peseta si el Banco -de España e ^ ^ federal.
.
íae.'capítaaes;
,
desea cancelar ídicha operación,
Sequerido
ñor
insistentes
apla^i-'
Tercero. Agrupar en el Banco de el B. I. P- se m a e s t r a dispuesto a
España la totalidad de operaciones afceptar el reembolso de los cré- sos. liabJó oi gobernador c¡vil de
a plazos de divisas; denunciando
a ditos concedidos y a liberar eJ oro Madrid, don Eduardo Ortega y Gassu vencimiento
las operaciones en que el Banco dé España depositó s e t Dice que la unidad' ha, de ser
voluntaria y que Cataluña mdepen.
curso, sustituirlas por el nuevo eré_ en el extranjero.
se uniría v o l u n t a r i a m m . e a
dito suministrado
por_ el
Instituto
Da como seguro el (X)rrespon6al diente
'de- emisión, crédito que podría ier que el señor Carabias, a pesar rol E s p a c a Ataca la incomprensión üe
reducida de 19 pOr 100 a cada nue. carácter privado de esta carta, pe- Jos gobiernos anteriores, y sosüene
Ja «epública no puede ser res
%o'- vencimiento.
d i r á el parecer del minisfro de H a . quo
ponsáble de los errores y ele las
ED Cuanto a l a -estabilización d e cienda, y a que' de su «mtestación faltas de i a monarquía,
.
l a peseta, es evidente que no está al señor Quesnay depoiderá sn
El
p
a
A
)
de
S
a
n
SebastJán,
sigue,
g
r
a
n
paróte
l
a
futura
política
finan
iodavía a l a orden áél día, pero
ciera del- Gobierno de l a R ^ ú b l i fué im ¿cuerdo unánime y constila Mea va ffonemdo terreno.
Creo ^ d e r affi-jnar aue el íGobisr- ,ca española, y afirma l a s disposi tuyente.
Don Marcelino Domingo, que liepensoiíaies favcH^leg del
tio se d a r ' a por satisfecho con He- cáiOnes
gó a l a h o r a de los b n n d i s - u n a
g a r a l a s ielécciísies con ei cnreo nuevo g o b e m a í ó r dH Baaaco.
de- l a peseta aproxirEia<íainente lo
Debemos "añadir u n breve comen- vez acabado el Consejo—, se levanta
m i ^ n o gné !o lialíó e n el momento tario. Con esta información, cuya a hablar, siendo objeto de u,na ciadel cambio de régimen. Esto le per- trascendencia í a tenido que reco- moro^i ovación.
mití-iia GémóstraT que la RepúWica nocer h a s t a «Él D ^ a t e » , h a dado
Dice que esperaba que m n e g a r Hainspira en el extranjoro t a n t a con- eil enviado especial-- de «L'Agence b r í a terminado el acto y que por eso
fiariza CCHI l a monarquía y auc, EcOnoznique et Finaficiére»—que es no 1© acompañó su companero de
por o t r a parte, es posible c i e r t a ' r e - su propio director, M. Jean Hus- Gobierno Nicolao d'OIwer. E r a nc^valorización de la peéeta antes de Var—un ejemplo m u y a l t o de lo que cesario este acto, como fué neos,
llegar a u n a estabiíizactón deflniti debe y puede hacer s n informador sarjo el acto del domingo en Barvav-eraz, inteligente y dispuesto a e n . celona; realizamos ei acto de todos
Me entero por otra parte de que t e r a r con ecuanimidad v buena fe conocido y posteriormente el pueblo
el scfior. Cíirabías, e] nuevo gober. a sus lectores dé lo ¿que realmente oataláa yeclbió ai presidente de la
« a d o r del Barjco de España, a c a á a ocurre en el país donde se halla. Bepúblca españoía, con Niceto ,A.Ide escribir a M. Qtiesnay^ director Han bastado Jog dos despaáfios que calá Zamora, oon unánimes mués
general defl Banco Interiia«ional de acabamos de extractar parjt gue s-j t r a s de simpatía y adhesión.
El banquete de la
colonia catalana
Dice que fué u n comproini.so so«
lemne de que el Comité revolucionario, hoy Gobierno provisional de la
República, reconocería que Cataluña
tiene u n a personalidad propia y que
los repxiblicanos catalanes reconocie^
ron el hecho de u n a personaJidadl
peninsular. La fórmula fu-í aiUonoi
mía.
Los republicanos caia.aacs, reconociendo la imposibilidad ce lograr
la autonomía de Cataluña con l a
monarquía, se comprometieron a
codaborar en u n mo-vimiento qua
acabara con la monarquía e inipian.
t a r a ia R ^ ú b h c a .
Alfonso XIII, ai advenimiento de
la primera dictacui-a, recordó en e4
Paaacio de l a Generalidad, de Barcelona, que descendía de Felipe V,
y que él n o rechazaba la conducta dQ
éste con relación a CataUíña. De l a
la monarquía, sóSo declaraciones dg
esta naturaleza se podían- esperar.,
Los republicanos no catalanes s s
comprometieron noblemente al cura-.
pJimiento del pacto; en el momento en que fuera impiü-::í£:da. la'
República, el Gobierno de ¡a m i s ma no intervendría en aquellas instituciones que p a r a
Cataluña r e .
presentan características esenciales
de su personalidad. Los catalanes
se reunirían en Asamblea p a r a re*
dactar u n estatuto qne s e r í a lleva,
do a las Cortes Constituyentes. Este estatuto lo presentaría como pow.
nencia propia el gobernador provi,
sionai. El pacto de San Sebastián
es l a única fórmula p a r a qne Cataluña recobre su autonomía.
En España, en estos momentos
en tfue todo se oesarrolla en u n a
favorable armonía, sólo dos hechos
pueden ocasionar n n a reacción q u e
períuTbe l a m a r c h a del nuevo régimen. Estos son: u n movimiento
comunista o u n movimiento separ a t i s t a Nadie invocará al hombrei
caído.
Si a l g u n a rección :-•?. produjera,
feria invocada la unidad de la patria o la lucha contra el comunismo; entonces IRS fuerzas b a r r i d a s
se pondrían en pie.
No existe peligro comiuiista: en.
ningún pafs aél mundo las m a s a s
obreras han dado el ejemnlo de cor^
d u r a dado aquí.
No iiay peligro scoaiatistn: -Macla n o lo es; l a Generalidad, tanM
poco i o jfipresenta. P e r o es necesa-»
rio que pop l a s actuaciones v iKttj
loe n o m b r í s que se den a las cosas,,
nó lo parezca- Es necesario conser,
v : r l a República conquistada p a r ^
Cataíuña y p a r a España, dico, y
nunca hubo t a n t o españolismo en'
Cataluña y en E s p a ñ a oomo a h o r a Durante l a monarquía, Catalufiai
se sentía pueblo superior dentro da
otro inferior. Igual sepa,ratiem<J •
sentían otras regiones y ciudades
españolas.
Hoy todas son iguales, y r-o ^icn^
teTÍ l a necesidad de separar.se, sin¿
de solidarizarse. Si n o hubiera e l
recuerdo de las vejaciones sufridas,
en «ete momento n o sentirían ni I s
necesidad de fa autonomía.
Se siente partidario de la confederación. La federación existía en laC
Constitución del 74, y ésta no la r e dactó P i y Margall, sino un espíritu tan español eOrno el de Cast%.
lar.
Costa en 19C0 dice que p a r a eu-»
ropeizar h a y quie reconstruir. L 4
reconstrucción se logrará dando vida a los viejos reinos hi.snanos.
Termina pidiendo <rue oet" itctis*
mentó no se díeeflsrure y no f,e H**
vé m á s aHá de donde 1--. s e ñ a l a
el pacto de San Sebastián.
El discurso de don Marcelino Dtfrdingo fué interrumpido por u n á n i mes aplau.sos repetidas veces y aJ
final fué objeto de m í a clam.orosá'
ovación.
7(>dog los martes publica CBISOX.^ redactado por calificados e»petíiúistaa, un resmueo del mercado de valórela de gran interés
para los fiaaiM^eros y el pública eit
]g:eneraL
Sábado 2 de mayo de 1931
UNA NUEVA AGRUPACIÓN.'
ESTAFETA DE ALCANCE
LOS HOMBRES DE ORDENÓLA FUTURA OPOSICIÓN
El enemigo «stá desmoralizado. se satisface con esos resultados esNo saJ)en los reaccionarios espa- pirituales. Quiere la coacción mateñoles (jiié postura adoptar. En la rial. P a r a ellos el separatismo o
lucha en1;re la opinión libre y el po- el comunismo no s.ori un peligro más
der oficial, ellos estuvieron siempre que en im régimen de libertad. La
oon el poder jr contra fa opinión. libertad es, pues, la que, en el fon¿Qué actitud-tomarán ahora, cuando' do, les parece peligrosa. Creen sólo
les falta el poder,- m viejo baluarte, en el plomo do la coacción. No creen
porque, ai cabo, l a opinión nacional en,las alas del espíritu.
lo h a conquistado?
Si hubiesen querido convenceír por
l a razón, habrían reclamado la libert a d de imprenta y el régimen:' deAhora las derechas anuncian, un
mocrático. Como pretendían domi- manifiesto «para agrupar a lo§ elen a r por la fuerza, perpetuaron la mentos de orden».
censura y sostuvieron el régim'en
Ese lla,mamíento, en la hora acdictatorial. A los clamores del pue- tual, constituye una, absurda parablo español que, exigiendo sus dere- doja. ¡Defender el orden! ¡Formar,
chos, invocaba, la razón, contestaban en nombre del orden, un bloque poellos desde el alcázar del poder, sa- lítico! ¡Levantar la b a n d e r a del orcando las ametraRadoras a la caUe.. den precisaraetite cuando el orden
•¿Qué h a r á n ahora, cuando la fuer- es perfecto en el país, cuando no
za está al servicio de la razón, y la suena un tiro en la calle, ni im
opinión pública tiene a s u lado las grito en la plaza, ni ronda u n a pabayonetas?
trulla en l a .ciudad, ni hay u n deP e n s a b a n los reaccionarios poseer- tenido gubernativo en la prisión!...
lo todo, porque eran ellos siempre
¡Los hombres de orden!... ConfiéloiS que venían disponiendo del po- senno.s que están verdaderamente
der, de l a autoridad oficial, de la jsorprendidos de este ord.en republi«Gaceta», del presupuesto... Frente cano. Por primera vez en . muchos
a ellos no, había sino esa coeá im- años, em,pieza a .estar asegurado el
paljpable, imponderahíe, volátil, ver- orden público en España. ¿Cuándo
sátil, meramente- espiritual, que se hubieran creído ellos.que triunfai'ía
llama la voluntad de la nación. Con- la revolución y no habría sangre; que
t r a lo que predican, las derechas caería, la monarquía y no se produsuelen ser profundamente materia- cirían actos terribles de violencia,
tetas. No creían en lo puramente es- atentados ni saqueo.s; que la Repúpiritual. La fe en el espíritu ' está blica gobernaría ,en_pa.z, sin que paíipy del otro lado, de nuestro lado. ra salvar al nuevo régimcii hubiera
¡Gon qué asombro han.visto que el que suspender, ni aun temporalespirita era el que triunfaba, y que >menté,, las libertades públicas, y los
im principio puramente moral como derechos ciudadanos? Oonfié&ennos
la voluntad de la nación, resultaba, que este orden les extraña y les adm á s fuerte que la fuerza, y m á s po- mira. ¿No.fueron, ellos, profetas del
deroso- que los poderes constituí- caos, quienes, anunciaban cabaldos!... ¡Ejemplo alentador p a r a to- mente todo lo contrario?.
dos los idealista® del mtthdo,! '
L a Repúbiiea triunfó en tres
ejemplares jornadas. £-a del día 12,
cuando el pueblo l a voté en las. urComo no tienen fe en el espíritu,, nas electorales. La del d í a 14, cuansino sólo en la coáccióij material, do la proclamó espontáneamente en
los reaccionarios afirman que es toda España, izando en los edificios
ahora cuando e.xisten el peligro se- públicos las; banderas tricolores. Y
paratista, y el peligro comunista. Y la j o m a d a magnífica del día 16, acaprocuran exagerarlos, agrandarlos, so ¡ l a . m á s grande por ser la más
alargando .sobre el área de E s p a ñ a austera; quizá la más difícil por ser
estas dos sombras amenazadoras.
la m á s silenciosa, en la que el pue_ P a r a el materialismo reacciona- blo, después de haber vitoreado y
Srto no había peligro separatista festejado a l a naciente ÍRepública,
cuando, bajo la dictadura, Cataluña volviú al trabajo, retornó a la oficiestaba oprimida y amiordazadaj per- na y a la fábrica, con ademán senseguido su idicBna^ prohibidas sus. cillo, emprendiendo de nuevo la lacaHciorieis, arriadas, sus banderas, bor cotidiana, hoy como ayer, pero
desterrados s u s caudillos. Fué eK- hoy con mejor ánimo y m a y o r estonees—todo el mundo lo sabe—el fuerzo que ayer-; dando el ejemplo
de u n a democracia conseiente y resmomento en que el catalanismo evo-J ponsable,
que, si sabe ejercer s u s delucíonaba espiritualmente hacia el rechos, sabe
también cumpli? s u s
peparatismo. Y es ahora—nadie pue- deberes.
de ignorarlo-tíl momento contrario,
en el que espiritualraente el autonoAnte ese espectáculo admirable,
rniv^mo catal4n ev<l,(Kiona, con afee, | ¿no resulta singularmente extempofco cordial, hacia el federalismo es- ránea esa convocatoria electoral, dipañol. Lce que a h o r a sé inquietan rigida a los elementos de orden?
por la presidancía de Macla no de- ¡Por Dios!, señores dal orden... No
ben olvidar que, espiritualmente, | e x t m i e n tanto las cosas qué v a y a
fué l a dictadura l a que, secuestran- j a p a r e c e r qué lo que sientan ahofa es
dolo y desterrándolo contra t o d a ! cabalmente la nostalgia de un poco
ley, le elevó a ese sitial en el cora-J de desorden.;.
t6n de los catalanes.
XMU de ZüUnETA
P a r a el materifJí.=mo conservador
*io había, peligro ccanunista cuando
lOñ partidarios de la revolución soviéwca ee hallaban en las cárceles; sus
íwgajiizaciones, disueltas; sus cetiW03, cerrados. No ven que espirijualmente — siempre espiritualmenPRIMIPM SOCI&ÜSTAS
i®T*sos procedimieütos opresores «
(El soüalismo científico, t a evoj^í'^stos constituyen, ea-. el a l m a prólución del capital,, Socialismo, i-eW ? * ' ' ^ propaganda m á s eficaz
yolucion, internacionalismo; Salario y benefició," El Estado y el
j«n favor de Rusia. Un extremismo
socialismo, El salario y la renü:'íiA ® otro extremismo. La dictadura
neración futura, El anarquismo.
-.««gra llama a l a dictadura roja.
Táctica socialista y revottición,
b S i ^1 cf'ntrario, u n gobierno de liGraco Babeuf y Ja conjuración de
los Iguales, • Historia del Prttnero
• zari
^ ^ ° * política social avande Mayo), 7 pes.jtas; ea t€la,
Mm
^ ' ^ ^ avanzada, fomentan ; ei
8 pesetas; ISste y todos los libros
•ni^^''^*" general y g a r a n t i z a n e«los
sirve a reembolso, la LIBREi^w^itiialmente la «votación n o r m a l ;
RÍA BIX.'ÍEAN, Príncipe, 16, MA^^^l Estado. .
.
DRID!
tarprf *1 grosero positivismo que
i TOOmlna en nuestra^ derechas n o
Un lector de Oviedo, don J u a n blar en tosco o en fino; se podía ser
Blanco, me escribe u n a discreta car- brusco o suave; se podía padecer
ta; en cuatro anchas y blancas ca- proligidad o gozar de concreción; lo
rillas, oon letra .clara y delgada, ex- que no se perdonaba n u n c a en núes,
pone . mi amable comunicante u n a t r a s Cortes era el pecado de afecporción de atinadas observaciones tación. La pedantería era castigada
acerca del régimen actual y de la inmediatamente con los rumores y
futura asamblea legislativa. Quiero con l a ausencia. Una asamblea que
destacar en la sensata epístola, l o ' había logrado un perfecto dominio
que se dice sobre el abuso de la pa-! en el matiz, en la alusión leve, en
labra en las Cortes: «¿Suscribiría' el arte de decirlo todo sin apoyar,
usted—me pregunta mi bondadoso' sin necesidad de referencias y de cicorrespondiente—una proposición en ' tas eruditas, no toleraba que, de
que se expresara que los o r a d o r e s ; pronto, u n diputado se levantara a
habrán de llevar al parlamento sus j darle u n a lección de sabiduría.
discursos escritos en veinte o vein-. Cuando im representante del país,
tieinco cuartillas de estilo .sobrio y I como h a habido algunos, se propoescueto?» Ante todo, qnierido amigo, i nía enterar a la C á m a r a de algo
yo no tengo que suscribir nada; no i que él sabía y creía que n o sabían.
he de volver al parlamento, n i h e ; los demás, había de hacerlo con u n
d e ' o c u p a r cargo alguno. Pero la i tacto, con u n a sencillez, con u n a
pregunta, úicita a la reflexión; este \ prudencia, que excusaran por adereproche de la verborrea, es el q u e ' lantado su pretensión. Y esto indicon m á s frecuencia, con más perse- ca, no que las asambleas, y en este
verancia, se h a dirigido al parla- caso las Cortes españolas;, fueran
mentarismo. Si se hiciera lo que el m á s inclinadas a Beocia que al Átilector ovetense propone, es decir, si i ca, sino que en esta reunión de homlos discursos,' en vez de pronuncia-' bres de l a r g a práctica m u n d a n a , l a
dos, fueran leídos, a l a segunda se- experiencia de las cosas de la vida
sión de la asamblea no h a b r í a na- valía más, iníinitamente más, que
die, absolutamente nadie, ni en los los libros. Algunas veces se h a inescaños ni en las tribunas. En las tentado resumir la experiencia parasambleas y reuniones populares, lamentaria en l a s páginas de íin
raramente se toleran las lecturas; si volumen; dos • publicaciones son céalguna vez se sufren, es gracias a lebres a este res-pecto. Una, la «Tácla autoridad de quien lee, o al inte- tica de l a s Asambleas legislativas»,
rés extraordinario de lo que s e lee. de .Jeremías Bentham; otra, l a «LóLas asambleas y reuniones popula- gica parlanientaria», de William Geres quieren la p a l a b r a viva y no r a r d Hamilton. Del primer libro se
la palabra muerta, o sea, la pala-j h a n hecho muchas ediciones; aquí,
bra que se lee. No hay nadie que pue- • sobre la mesa, teaiemos la traducda soportar sin impaciencia, en u n a ción española impresa en Burdeos
reunión popular, u n a lectura. El j en 1S29. La «Lógica» de Hamilton es
parlamento es discusión, y cuanto 1 obra de más enjundia, de más origitaás apasionada es la discusión, tan- i nalidad. Publicada en 1808, a p e n a s
ío más interés tieríe, y t a n t o m á s i tuvo éxito; n o e r a n aquellas la.s cirprovechosa p a r a el objeto que s e l ciiBStancias m á s propicias p a r a la
persigue. Un debate oomienra de I publicación de t m libro de est« géu n modo y termina de otro. Todo dé' i nero,; se pensaba en J a g u e r r a n a bate 'es, imprevisible^ Cosas que no poleónica, y n o en los Parlamentos.
se veían antes, al comenzar, se van f; Y, sin eínbargo, ¡qué finura y qué
viendo en el cut^o de la discusión. | penetración en estas páginas en que
Puntos de vista que eran rechaza- j u n parlamentario resume toda « u
dos por el orador preopinante, son experiencia! N i n g u n a -lectura conaceptados luego por este mismo di- vendrá más a los futuros miembros
putado, que se negaba a transigir. de l a s Constituyentes que este libro;
Poco a poco, conforme se v a discu- valdría l a pena de que un editor putiendo la cuestión que antes e r a blicase \m tradncci<ón. Escrita l a
oompleja, se simplifica y acaba por obra en forma de aforismos, en n n o
definirse en u n a fórmula que en de los primeros se halla expuesta, a
los comienzos no aparecía con cla- modo de resumen, toda la experienridad. .
cia acumulada sobre l a materia.
(fAfinnad — dice Hamilton — u n a
y luego—entrando concretamente misma cosa de diferentes maiieras.
en el punto tocado por el lector de \ Cuando reprochéis encontrad algo
Oviedo—, y luego, ¿qué es eso de l a que elogiar; cuando aprobéis, hallad
prolijidad y de l a concreción? ¿De algo que reprochar. Ceded sobre u n
qué orador se puede decir que es punto de importancia' secundaria.
prolijo, y de quién que es ccaicreto? Admitid la proposición y negad l a
La prolijidad y l a concreción de- consecuencia. De« veinte argumentos
penden del orador y de la materia. n o hay n h o solo que pruebe absoluUn orador está hablando sobre u n tanient,e, sin equívoco posible, l o
asunto durante i m a hora, h o r a y que debe probar. ífaced resaltar los
Inedia, dos horas, y no es prolijo; inconvenientes del extremo contrasu discurso es seguido con el m á s rio.» En nuestro P a r l a m e n t o hemos
profundo interés; todo el auditorio visto muchas veces comprobadas l a s
está pendiente de sus palabras. En a g u d a s Observaciones de Hamilton.
cambio, acaba de levantaarse en s u «Cuidad—'escribe el autor en otro
escaño otro diputado; h a comenza- aforismo—cuidad de la gradación de
do a hablar; h a pronunciado u n ios hechos y de los argumentsc^. Los
discurso de diez minutoe; h a pero- mismos liechos y los mismos argurado el tieíopo que d u r a r í a la lectu- mentos, dispumfos diferentemente,
r a de esas veinte o veinticinco cuar- prodncen u n efecfo totalmente difetillas propuestas. Y, s i n embargo, rente.» Y m á s adelante:: «Conviene
a l segundo minuto de estar hablan- que los atrevimientos sean precedido ese. orador, y a h a n comenzado dos de u n a atenuación preparatolos mnrmAlllíia-; -ílas conversaciones ria.» Y también: «Examinad si cierse r e a n u d a n ; los diputados que es- t a s ideas que v a n encadenadas :unas
taban escribiendo cartas y que ha- a otras, son conexas por «u n a t u r a bían levantado l a cabeza u n momen- leza o ligadas por la fuerza d e l a
to del pupitre, t o m a n a inclinarla costumbre.» Un orador parlamentario no debe ser el niismo en los esy continúan escribiendo.
caños y en el banco azul; l a táctica
La oratoria do los parlamentos es
u n a oratoria especial; n o se parece
a ninguna! En él nuestro, tan fino, de los escaños n o ^ l a misma q u e
tan sutil, de atención t a n perfecta, la del banco ministerial, que a h o r a
más de cien años de práctica habían es .azul y que primitivamente fué
hecho, de los cuatrocientos diputa- negro. L a preocupación de todo midos, un cuerno de u n a sensibilidad nistro en el bajaoo azw} debe see. l a
extremada. Una_ caracterMica so- "de evitar a toda, costa conflictos inbresalía etitre loBas en n u e s t r a ora- necesarios. P o r h a b l a r m i s de lo
toria pa,riamentaria: s^ podía ha- que deben hablar los minisía-os dea-
6
Sábado 2 de mayo-de 1931
de el banco azul se ha originado
fuente de ilegitimidad. A los cien
AL CORRER DE LA MAQUINA
muchedumbre de cuestiones peligroaños, Carlos IV vende sus dereclios
sas. Ha habido ün ministro de la
y los de sus sucesores a Napoleón.
Gobernación, don Trinitario Ruiz
Si los vendió, es claro que los peí?
Capdepont, que era un modelo de
dio.
ministros en el banco del gobierno,
Además, ¿cómo ha de reconocer la
Gracián decía en su «Horáculo manación la validez de su propia vennual»: «No hacer negocio del no neta?
gocio»; es decir, no suscitar cuestiones innecesarias. Y Hamilton esIII
cribe: «Si la totalidad de una cuesPor
tanto,
el
único
gobierno legítión es contra ti, habla de una paruna masa de siervos ejcplotados. timo que España ha tenido desde ia
te de la cuestión, como si esa parte
gue llegaran Tarik y Muza aurora de su Historia es. el actual
fuera el todo.» Un orador de la opoPlumas pecadoras propalan la Bastó
con unos miles de bereberes para Ha tomado, por fin, posesión de sí
sición se levantaba a interpelar al especie de que la República ha na- que
el trípode se viniera al suelo. La misma. Ya es libre, por primera vez,
ministro de la Gobernación, don cido mal; que carece de títulos legíse derrumbó con la mis- ¡ y este gobierno, directamente emaTrinitario Ruiz Capdepont. Ei mi- timos; que es, en suma, una nueva monarguía
ma facilidad gue ahora. Los sier-l nado de la voluntad nacional, es el
nistro, con toda clase de miramien- dictadura. Los poderes puros, bue- vos
fueron todos con el mu#,u]- único que tiene plenos poderes, limtos, de elogios al adversario, de sal- nos y valederos los tenía la monar- mán,sehermano
de raza (lois godos pios y valederos, para regir los desvedades para la persona del adver- quía.
eran
germanos
tártarizados),
y gue, tinos de la nación española.
sarlo, comenzaba á hablar de un
Fácil sería la refutación directa de además, les dio la posesión de la
Esta revolución es tan grande, qfUe
inciso insignificante que en su dis- esta equivocada doctrina. Primer ar- tierra mediante ligeros tributos.
nadie debe maravillarse de que no
¡ciir,so había introducido el interpe- gumento y harto decisivo contra ella:
Pero la Iglesia amaba aquella mo- la midan, ni la entiendan, ni la adlador; ese incuso se convertía en que la soberanía reside en la naasunto capital; el ministro amplifi- ción, y que siendo eUa la poseedo- narguía, que la había hecho rica miren, los que aun no han sabido
caba y alargaba lo dicho incidental- ra, ella es también lá única que pue- y poderosa. Asumió la dirección de sobreponerse a la acción estupicTimente por ©1 preopinante. Al contes- de delegarla. Quizás el más alto y ia Roconguista, y dio a ésta por zante de las ideas tradicionales.
tar éste al ministro, lo hacía con claro ejemplo de una delegación de ideal la reconstitución del impeiio
Gonzalo de REPABAZ
cierta indignación; no era eso el esta clase, es el que acabamos de gótico: el trípode arriba dicho. E
asunto de gue él había tratado; la ver realizado en España, con gene- inventó a Pelayo, príncipe godo,
cuestión era otra; volvía a decir lo ral asombro de las demás naciones. continuador de Recaredo y Waniba.
Pelayo era, probablemente, un rúsexpuesto; insistía en sus puntos de
argumento: que dado que tico asturiano. Aungue hubiese desvista. El ministro se levantaba; tor- losSegundo
podares de la monarguía fuesen cendido de aguellos soberanos, ninnaba a la táctica hamiltoniana de buenos
legítimos, y superiores en gún título le habría dado la deslomar la parte por el todo; hablaba pureza yy validez
todos los demás, cendencia, siendo electiva la monarlarga y pausadamente. Tomaba a no por eso se haa de
entender que guía difunta.
replicar, ya más airado, el interpe- " son inconmovibles y etern-r/s,
; ortni
lante. Y el ministro contestaba de son subceptibles de degeneración
Surgen entonces los reyes montay races,
nuevo por el propio sistema. En re- corrupción, y una vez degenerados
en Asturias y en el Pirineo.
Se nos envía la siguiente no*a:
sumen, se cansaba el orador de la y corrompidos pierden la legitimi- Su único título es la fuerza. Son je«El cambio de régimen acatcicio en
oposición y el ministro ahorraba \m dad y se vuelven agrios y nocivos, fes de cuadrillas de guerreros que
estos días gloriosos supone la t7an.sdisgusto al gobierno.
viven
del
saqueo.
El
pueblo
les
sicomo un buen vino que se hace vi- gue a la guerra sin más derechos íorm'ición del Estado en un sentido
nagre. Por lo cual, gravísimos y saliberal y democaiico. Por
El reglamento de la Cámara popu- pientísimos autores de los más acre- gue recoger los despojos que les ampliamente
ello, toda mujer tiene el deber y el
lar será, seguramente, reformado ditados en el campo católico hispa- quieran abandonar. En cambio, pa- derecho moral de vivir esta hora. y
desde las primeras sesiones de las no, como el P. Rivadeneira, en su gan tributos de que los nobles es- aportar a ella, como cualquier- ciudaconstituyentes; pero es necesario de- «Tratado del Príncipe Cristiano», y i tan exentos. La Iglesia intenta re- dEino, su cooperación y esfue.zo para
jar una amplitud vital a toda discu- Quevedo, en su «Política de Dios y sucitar los concilios, que ahora, po- la más firma consolidación de la Resión, a toda fiscalización parlamen- Gobierno de Cristo», sostienen que co a poco, se transforman en asam- pública.
taria. Aparte de gue la utilidad o el monarca- que no cumpla sus obli- bleas en que empieza a introducir- Hasta el presente, aparte ;Je alguna
inutilidad de un debate, su eficacia gaciones pierde el derecho de rei- se el pueblo, mediante la represen- asociación feminista y de las seccioo su ineñcacia, dependen de la per- nar. Pero a todos deja muy atrás tación de las ciudades. Pero no qui- nes femeninas de la U, G de T.. q:¡e
sona que presida la Asamblea. El el P. Mariana en arguella su,famosa ta ni pone rey. Esto corresponde a han despertado en la conciencia de
obreras, el sentido societario para
presidente de una cámara puede ha- obra «Del Rey y de la Institución los magnates y al clero. "Aunque de las
la defensa de sus intereses imiegacer, con su tacto y con su habili- Real», donde enseña que. cuando el derecho la monarquía ha pasado de bles,
¿e ha faecJio parü estimular
dad, que lo que se anuncia como es- monarca se convierte ,eri tirano es electiva a hereditaria, magnates y en lanada
mujer el espíritu de tiuciadanía
clero interviene^n en la elección, a y el de Ja obligación en que «e encuen.
téril e improductivo, no lo sea. Las lícito a los subditos matarlo.
veces contra el derecho. El pueblo, ti-a, como todo ser numano útil y limás aparatosas y complicadas seAplicada por la República esta nunca; apenas como comparsa.
siones, son reducidas a sus pnopios
bre, de colaborar en la construcción del
y debidos términos gracias a la di- doctrina a don Alfonso, mal lo huEl extranjero nos surte de monar- Estado cada vez más justo y perfecto
biera
pasado
este
Borbón
postrero
plomacia del presidente; mi buen
cas, mandando princesas que sitr- en beneficio de tolos.
presidente corta en el acto el escán^ y criminal.
ven para hacerlos, o nobles faméli- Las demás asociacicnes femeninas
dalo que se anunciaba. Don José Cacos que aquí se hacen príncipes, co- gue han bullido en estos úliimos años,
11
fortuna del todo fenecido.s, han
nalejas era admiraWe para atajar
mo los dos Borgoflas, don Raimun- por
los tumultos parlamentarios. Corta- Pero dejo a un lado ambos argu- do y don Enrique, condeg de Gali- actuando tenazmente en detrimenU) de
la
icrmación
de ima verdadera conba de pronto la palabra del dipu- mentos, y entro a investigar el ori- cia y de Portugal. Así, las raíces de ciencia colectiva
e índiínidual, autótado intemperante, pronunciando un gen de la monarquía española.
las regias estirpeá peninsulares es- noma y responsable en la mujer. Sus
magnífico, férvido, grandilocuente
La primera que hubo por acá, fué rárf todas fue.ra de España: las de elementas dirigentes—ciertas poderosas
discurso. En la Cámara toda pare- la de los godos. ¿Los eligió la na- la aragonesa, las dé la catalana, comunidades religiosas m-iscullnas, jet í a qíi€ caía de repente toda el agua ción en ueo de su soberanía? No. la de la catalana, las de la portu- fes políticos de estructura psicológica
arcaica y autócratas y mujeres de esde una formidable catarata. Los di- España era un colonia romana. Ví- guesa.
píritu gregario sin «ílevacicn de miputados escuchaban embelesados. nole bien aljemperador Honorio enLos reyes son amog por la supe- ras—halagaudo
y excitando sentimienVolvía el opositor a su tema, y el tregar la Gaiia Meridional a aque rioridad de la espada. Su título jutos inferiores de vanidad y exhibicio.
gran orador tornaba a pronunciar llós bárbaros, que andaban saquean rídico, el de herederos de los godos. nismo,
fomentando la renuncia de la
otro soberbio discureo. Y ya no haItalia. Los bárbaros allí se esta-! Desde el Renacimiento surge, o me- rírsonalldad femenina «como cosa de
bía medio de que el escándalo pro- do
blecieron, y luego, también por conresurge, la noción del derecho mal gusto», hacían de esas agrupaciosiguiese. La cercana Asamblea cons- cesión del obsequioso emperador, pa- jor
divino del rey. Invocar el derecho nes instrumentos inconscientes y dañotituyente, estará henchida de interés. saron a España; y se repartieron la de
que manejaban para fmes de casla nación sería un crimen. Pe- sos,
tas y grupos, llamados a desaparecer
Priniero, porque «e elaborará en ella tierra, reservándose los dos tercios ro no
ge
le
ociwre
a
nadie.
Sólo
l a constituci<to del Estado; después,- de la propiedad. Pero ai pasar a Es- cuando algunos monarcas se atri- tío raíz.
porque, hecha esa oonstitución, paña, no dejaron la Galia. Esta vir
el derecho de intervenir en lo Por <!Stas rasones es nece.s.irlo y ur.
asentada definitivamente la Repúbli- no a ser la metrópoli; España, una buyen
gente, en estos momentos vitales de
religioso,'
acude la Iglesia oon la- nuestra
historia, recoger en una agi-uca, se separarán dos conceptos que colonia. Hasta que los francos, se- doctrina de
la
limitación
del
poder
pación los anhelos dispersos do tanahora están- juntos: gobierno y Re- cundados por el clero (coro de obispos real.
tas
mujeres
de sensibilidad, que son
pública, liastá las constituyentes he- que arrastraba tras de Sí a loe galoLos primeros definidores de la ya legión, y que desean incorporarse
mos de ser todos ministeriales; no romanos), por haberse hecho católi- nueva
idea de} Estado y del origen a la vida ciudadana de la líepúbUca,
hay ahora para I09 republicanos co el astuto Clodoveo después de lá del poder
eon los Reyes Catoliws. con el debido conodmiento y La máximás (jue una cosa: la ¡República. batalla de Tolbiac, echaron a Dos
ma eficacia y estudiar las s.ilucioues
Después de las constituyentes ha- godos, que seguían siendo arrianos, (Véase su carta al gobernador de los piotlemas múltiples que Se ofre.
Ovando.)
Los
monarcas—dicen—son
brá otras. Habrá los partidos; habrá al otro 1^0 del Pirineo,
ce^ a su actividad, tanto en la vida
cabezas puestas poc Diosf eii la tie- publica como en sus propíos logares,
la deretíia y la izquierda; habrá la
rra.
.
para
conseguir su mejor$imleneo.
«posición. Se podrá, en puma, ha- Y así nace i a monarquía españocer la oposición al gobierno sin he- la. Los títulos 6on: regalo de wn iso- Pero, ¿de dónde tenían los podeEsta
Agrupación, en consecuencia,
rir la República. Ésa oposición, opo- berano extranjero a una horda ex- res doña Isabel y don Fernando? De hace un llamamiento a las mujeres
una
serie
de
crímenes
y
de
la
fuerespañolas de toda clase y condición,
sición eficaz, fecunda, no podrá rea- tranjera; robo de las dos terceras
lizarla más que el partido comiinis- partes de la propiedad por los in- za bruta vencedora en Toro. Para sin más requisitos que la inquebianque se casasen y reinasen, hubo table adhesión al Ideal repablicauo y
ta; partido verdaderamente revolu- vasores; conquista y vasaJlajeí
el más vehemente anhelo de tom.ar una
Queda el español scwnetido a Ser- que suprimir al príncipe de Viana, parte
cionario; partido de fuerzas nuevas
activa en la vida de la nación,
e innovadoras; partido que, d«sde vidumbre, y en manos de g«nte rús- primogénito de don Juam II de Ara- para que a-3udan á unir sus esfuerzos
gón;
a
don
Alfonso,
hermano
de
Isatica
y
cruel.
Los
godos
constituían
ía más remota antigüedad oon el
y realizar sus aspiraciones de cooperaantecedente de los más nobles pen- un ejército acampado en país enemi- bel; al maestre de Santiago, cuando ciÓR y mejora social en un Estado liiba
a
casarse
con
ésta.
Todos
mubre y honrado.
sadores, marcha resueltamente ha- go. Sólo ellos podían llevar armaSi
La monarquía era electiva, pero só- rieron envenenados. En Toro la» María Luisa Navarr.i de Luzmiaga.—
armaá dieron di triunfo a los auto- Xsabel O. de Falencia.—Isabel J. de la
cia lo porvenir, hacia una nueva' lo entre famUiag góticas, las cuá- res
de estos crímenís, contra el de- Espadal—Matilde Gorbea.—Victoríri*
I
les
se
disputaban
el
trono
a
estocar
justicia y un nuevo derecho.
das y puñaladas. De 3í reyes de recho de doña Juana, legítima bere- Duran.—ifería. M. de Baeza. -Carmen
AZOBIÍÍ
G. Vda. de Mesa,—Trudí de Araqulsesta casta, 17 murieron asesinados.
Uiln.-—Rosario Iiacy de Elorríeta.—AliPor fin hiciér«nse católicos ios g<h Los Auslrias, príncipes extranje- cia
Ortiz.»
dos. De&de entonceís amaron a . la ros, ocupan el trono usurpado, y lo
Las adhesiones, al domicilio de la
toB ítSétonos ée C^lSOI. tienen Iglesia, y la iglesia a ellos. Monar- trafimiten a los Borbones, ccoitra los
^ í a . Ejército; 0 Igiesia. form^vcm tratados existentes y sin interven- primera íínnante.T, Miguel Ángel, 31,
loa Búmex<» l@.891 y 83.892*
un trípode que de®cansabÉ(. ^óbre ción de Im Cortes. Nueva ilegalidad, Madrid (6).
Del origen de la monarquía
española
Agrupación femenina
de acción republicana
y
Simado 2 cte axayo de | 9 ^
evidentemente, existe de inoonapati- restó de la compañía los aplausoal
ble entre los sexos, ea l a lucha de óm. púbUoo. Y los nuestros. PRfo,
sexos p de inarmoní^ psicofísica <^| claro es, con deáicación-especial s *
Tina función biológicajnente com- »apon todos «n altóanza de la acm
plementaria.
triz iatachablo.
En la comedia en Wes actos de AnAntffiMio S S r i N A
dré-Paul Antoine <iL'ennemle», que
anoche nos dio a conocer en «1 tea^l
la compañía francesa
3PONTA1BA
E« mxa, idea laiiy siglo XIX. la de ni taa cSÍeijx^ ni tan valiosoéí domo tro Allíázar
dirige Karsanty, el a^nnto antila fataliiia'd, encarnada con especial sus detradíQres, §us liu^nos aaaigos, que
litámeme
en tus aJas
femenino se desarrolla sin ninguna
4iÚección en el sexo lemenino. La aun a,qü^0i5 gua íKjndicionaíoin claae
de
acritud
acusadora.
Hay
U« agradai»Ie oock-tail, de loa
mujer, como elemento perturbaiSor, cnieimente la aHUs.tM y la defensa, acusación, pero sin violencia agrsmás variad<te ingredientes; oomcdiag
Juega ún papel iiriportáate en «1 resultaron j^iempre poeteis. Los místi- Mva.
El
genio
francés,
tratándose
de
tea!tro de «iempre y de tódais partes. cos, cuando la execrsin, «s porque la mujeres, ee inclina galante; tradi- revista, ^^ama, gotas ne seniimea..
tailismo. iodo ello acompañado de
• P;e^ su int€!J?vfi3ición en ealidad de aman en laa formas «uperiores del ción
modifica, pero no desmiraa- oompajses amisicales, de duizoneat
trfalnim» auténtico en la vida del amor; y porque las aman, las temen. te el que
autor de «L'ennemie», a pesar tangos argentinos, y envuelto €it|'
bpmbre, es ©oncepto filosófico y Il- Los satánicos, los decadentes, los
latir en el fondo de su obra y un simpático aire .de originalidad*
iterario de hace poco más de un si- simbolistas, ¿os poetas finiseculares, de
el trazado nn pooo seco y abru- Esto es el espectáculo servido scj
glo. Cancepto romántico en su otl- no se ensBiñan casi nunca con la en
mador del conflicto un íesentinüen- el Fontañba por Agus-tín Remen y
gen, se trasforma luego, cuando los mujer; pTeñeren aprovecharla como to
amargo. Se trata de una comedia Enrique de Kosas, especie de film
pensadores norteños lo recogen y le elemento decorativo en las grecajs de
superficie tranquila, pero de fon- fionoro coa. la vida áé Antonio Fio,
• dan valor, transcendente, Q por lo me- la rima, dedicándolas de paso acres de
do agitado; certera y a veces recar- resj víctiana de la triste fllosoíía
llos, dialéctico, y lo levan y lo traen burlas o altivas ironías. Un solo gada,
pero en totalidad esrarita o»n del vivir; idealista y rebelde, que
desde 3a filosofía h a s t a l a historia y ' poeta, un poeta moderno de nuestro mía gentileza
y fino sentimiento hu- termina llorando, enternecido, ai vei¡
desde la biología hasta él -ensayo, siglo, nn poeta dramático de gran morista y dramático",
que acreditan
sociológico.
a c ^ t o , por. más gue ee produzca en de justamente imparcial el aplauso lo bien vestido que viene, su hijo*
En todos cuantos han tratado el prosa, Strindberg ha sido •al. único con que la ciítica franceisa acogió de un colegio de Oxford, em un ñr
tfema, notamos cieíto rencor irrepri que no ha perdonado al sexo^cene la obra de Antoine, autor joven 9ue nal ¡sentimental suntuoso y tierno^
mitote contra la muier. Un humor | migo» su actuación a través Se la ya c u e n t a / ^ su historia con otros oapaz de cortar la salsa máyonesaií
sombrío le® acompaña siempre. Só- historia humana. Strindberg hiere, éxitos teatrailes.
De la larga sairi© de •et>isodios,:
lo Goethe tiene una Biirada benévo- maltrata, despedaza con furia de
fueron los más celebrados los que
la hacia el <(eterno femenino», que leopardo a la mufeT. No la concede
La mujer en la comedia de An- se manteníaa frecuentemente deti.
ño excluye loe tone© agrios en el co- { ni siquiera los íispetos de la ma- toine, adopta, d^sde luego, nna po- tro ¿é una amable comicidad. Es-'
mentarlo analítico, ni la violencia, ternidad. Y juntamente, por no oon sición central, cuyo influjo irradia peciaimente ios titulados «Alegría»
en varias direcciones. Ella es la y «Los millones de Arlequín» tieen el aguafuerte del drama. Muy al cedérselos,
""
' drama'
pugna: el" genial
icontrario d e Kierkeegard, para turgo de la anteguerra con los dra- causante de las desgracias que .su- nen, atinados aaatices de fino humoquien la mujer íepresenta un valor maturgos y demás lltetatos de la cesivamente deshacen la vida de .risnio y un aXto y iiumano valor,
mecánico de áescomposición, nno postguerra, tanto franceses y aiem^a- tres hombres .•colocados en su cami- cofoo sátira so.ciaJ.
dé los productos más. .representati- nes como—prihcipalmen—, rusos, \ no, verdaderos obstáculos ante la
Al público le entretuvo ia_obra-.iros de esa coáa tan mailá y tan irre- los cuales inician la reivindicación trayectoria recta, inexorable del ca- Se sucede l>odo de un modo tan «"ámediable, que es ]a vida. Idea que y el amor fraterno hacia fa mujer I rácter protagonista. ¿Tiene la culpa piao, gue no había tiempo de po:-:Casi coincide con la de S.chopen- en nombre de la maternidad, no fa- esta^mujer de los estragos que cau- nefse serio. Cuando Antf^io Fi».
hauer, cuando éste afirma que «el miliar a l a antigua, sino social y oo- sa? Y en caso de que la tenga, ¿se- r*^ comenzaba a lanzar literatura,
«.moi* • es •, una trampa quié la especiemunal a la moderna, y en nombre | rá jus.to coordinar su fuerza ciega al ^^ forma de sentencias, pesimismos
pone al individuo».
del trabajo. La libertad'aróOrosa, en'principio generador de ese m^U in- y renunciaciones, lodo ello acoia»
Los intelectuales que peor han tra- todos sentidos, que nace ahora es-'destructible y amadojjue acecha al P.^ü'^'do ¡muy lejanamente con la mii,
tado á la mujer han sido los filóso- pléndida y triunfante en Jos pneblos hombre, y que se representa, con- ^^^a de «Bofaeinia» y de «Manon»:
fos^ luego los dramaturgos, luego los avanzados, es el mejor disolvente • centra y verifica en la fatalidad de Plátano y chatiiiy.
poetas. En esto la mujer ha teni- del prejuicio antifemenino. Si bien lia hembra? Por lo pronto, sería ne-j ^ ^ interpretación, admirable }J0i
do suerte, pues si, en general, sus quedará siempre el campo libre a! cesario separar, convenientemente,' parte de Enrique Rosas, et gran
iefensoíes incondicionales no fueron la investigación profunda de lo que, caso de existir, la^í esencias calami actor, que mostró la flexibilidad de
tosas que contiene el neutiro espíri- su. talento en ©1 personaje centJ'aí^
tu femenino de agüellas otra« que verdaáiei'amente diíicil, y María Ri->
pertenecen al amor; al amor como vera, «xquisltañíante íMaenina, eaii'
sentamiento susceptible de propor- tivó con su arte y su duioe bejüea».
-jbien ^as señoritas Deímás;
cionar, al lado de magniacos gocis. Muy
1W>S Ú L T I M O S ANOS B3E L A Í3ÍCTADURA
^l
y Ortiz y los sefiores Müe»
doilores inauditos^ Porque es acha- Fentes
PeiiocJota, Orenáfno y Cov.
que
frecuente
en
los
dramaturgos
ción a! poder público en la designación de las personas que h a n de
someter a las exigencia de una te- Mención aparte, mierece la señoo b r a r como delegados o representantes suyos e n t a n importante misión.
sis aprioTística los justificantes y rita E]5,a Martínez, que <a>tuvo «tí
P o r las razones expuestas, y d« acuerdo con el Consejo de ministros,
las demostraciones, que van apare- peTsqnalísimo trinnfo en una cau,ción chilena, dicha con siiigoiiar .d».
• e l que suscribe tiene el honor dé s o m e t e r a la aprobación y fflrma de
ciendo en la acción teatral.
y u B s t r a Majestad el siguiente proyecto de decretoi»
La dificultad de esta comedia es- náire. ;
La actuación de la orquesta. CaY e n el decreto se consigna que el cargo de vocal durai'á e u a t r o
tribaba en «justificar». Como en todas las comedias y en todas las nato, y ia presentación, un diachado
• a ñ o s , Tenovándose p o r m i t a d cada doá; q u e l a m i t a d d e los cargos vaobras literarias, después de todo. de buen gasto y 'originalidad, coc a n t e s los n o m b r a r á d i r e c t a m e n t e el ministro, y la o t r a mitad, c o m o
En justiflcaí y en seguir deJicada- operaron graffidemente ai éxito del
hststa entonces, a p r o p u e s t a dé l a J u n t a . Y q u e p a r a d a r aplicación a l
. mente la línea de las contrástació- espectáculo- Los «ffi'Ores Re-món y,
decreto se r e n o v a r á totalmente la J u n t a ; el ministro n o m b r a r á «nce
1 nes a que da lugar nn espíritu ene- De'Rosas,, bien merecen loi^ aplíHiiiuevos y confirmai-á a diez de los actuales. T r a n s c u r r i d o s dos años, por
migo en medio de la vida, y tenien- sos .tWbutados en premio a . s u SJo,
•sortEO, ^ decidirá' los q u e deben cesar.
\
rdo el amor como instrumento de ad- ble intento,
E n v i r t u d de ese decreto césafea» los señores Buylla, Oabriel Maiuu,
versidad'as. Por fortuna para mon
HÍÜRCE
- 3U(iguei Biay, los señores Márquez, P i y Suñer, > don- J o s é Iklarvá, Sánjsieñr André-Panl Antoine, la actnc
chez d e Toca, don. J o s é F e r n á n d e z y J i m é n e z . EH GobieíBo, a s u vez,
que encariíá aquél mpírltu—y ijue
designó a don Luis de Olariaga, don Antonio Simonena, don J u l i o JPaviene repreééntendo el personaje
lacios, don José Ortega y Gasset, dc«i José Plan», don J o s é M a r í a T o tíeisde qu© <!L'ennemie» se estrenó en
P.aiíís—, ^^ madame Sylvie la anist.ij j
rroja, don Luis Bermejo, don J u a n de la Cierva y Codorníu, don Feradmirable, dueña de to.dos los maoa&do Alvarez dé Sotoniáyor, don Inocencio Jiménez y don Manuel
tices, y refinada sensibüizadora de
Fernández N a v a m u e . ,,.,
pequeñas onduJaciones expresivas.
fleeibímos ei sigui'^te despacho
,
JE31 ministro podía descansar tranquilo. E l ministro y quienes, le p e La diversidad, t<sirena del mundo», de Tineoj
d í a n c o n t i n u a m e n t e u n a agi-esión c o n t r a la J u n t a , \Ya se h a b í a t e r m i es también la sirena del arte del ac«El Centro r^uMicano de «asta
. .»ado con l a . a u t o n o m í a de la J u n t a . L o s mismos que defendían l a a u tor. Y TÍO creo fácil llegar a nna localidaid 1© felicita por la íeiiz
t o n o m í a universitaria celebrarán ahora, alborozados, l a supresión de la
más. copiosa divei:sidad de gestó den- campaña iniciada en defensa de itn
a u t o n o m í a de la. J u n t a ,
tro de la unificación característica ayuntamientois Turadies, nuevnmmte
L á " reforma jpródujo l a n a t u r a l emoción entre quipnes conocían .la
del tipo, que la que alcanza la gran 1 a i poder de ios caciques» contra la;
• b r i l l a n t e h i s t o r i a de aquel organismo. Eí_propio Gobierno se creyó, en.
actriz en casi todas las escenas e n ' voüüíitad ael puciblo, izándole Ínque toma parte, pero muy particü- s i t a «1 ella, pues, así se sirr'ííi'
. e l caso de publicar la siguiente n o t a :
I larmente en las apasionadas del ac- ios intereses republicanos.)»
«Sin perjuicio a las conitestaciones a que son acreedoras las persoto último. Se advierte, eso sí, que
n a s q u é se h a n dirigido al jefe d'Sl Gobierno, con motivó de la m ó madame Sylvie es artista que no dfe. difieación d e c r e t a d a en el r é g i m e n d e l a J u n t a d e Ampliación de E s | a a la improvisación del momento
En ignlal sentido recibimos nutudios, cree aquél debe dirigirse a la opinión en esclarecimiento del*
él ejercicio de isus dotes. Ha estudia- merosas cartas y despachos, demoa*
Sentido que en. este asunto h a inspirado la determinación del minisdo a fondo su papeL En «Si je vou- trativos de 3;a injusticia que en 'os
t r o de Instrucción Pública, de completo acuerdo con ©1 presidente
lais...» pudimos notar esta exce- medios rurales se siente ante lá des.
del Consejo,
lente disciplina, que en ningún cacon que los caciques tra.
L a mejor p r u e b a de la amplitud del criterio del Gobierno en esté
go debiera ser olvidada poi; los co- aprenisión
diici'Onales
se
a cambiar da
- a s u n t o e s t á en la designación de persona? p a r a integrar la n u e v a Juiíínediantes. El estudio profundo de casaca jjara aprestan
continuar manejandqi.
. *a, álgrüna como don José O r t e g a y Gassiet, y acaso otras, « o n t r a r i a s al
la figura escénica y de la «parte»
del paíáliteraria, lejos dé constituir, como losÁnkitertees
sistema; y, s i n embargo, de éste y de tódós, antiguos y nuevps, espebe este peligro evifiteiite, coo9.tf
creen algunos repentistas,
un
lastre
í a el Gobierno acepten s u s c a r g o s y á g a a dando relieve a, l a J u n t a
.
-,
lo es ^ d» la nei^Meneiá eá los.
fe Ampliación de Estudios,»
pesado para la espontaneidad de l a ' mímsterios, «n tos puestos más d«^
E n t r o laa p e r s o n a s que c e s a b a n e^ v i r t u d de la reforma de l a j u n versión, facilitan ésta y contribu licados, de tnudiios <ae lo® burócra,"
í ü , f i g u r a b a don Adolfo AlváreK Buylla. U n profesor español, entonce»
yen a realzar esos mü detaJles exqui- ias T fecnioOB que más servilmente
.fie&aoinado » o r l a j u n t a en Ginebra, escribid al sefior Buylla, w o t e a sitos que no pueden ni á^m^ sus- ciendi&iartm» a los dictadora, m nos
t a n d o d e lo q u e h a b í a h « ! h o el Gobierno.
traerse Él lA Ul!^t«d inventiva del «curre p i ^ u n t a r ^ •» Ri^pébUvSí
M t p cuabaq trabaja. JHaáeBitóítápiel a » va & toidaar «n Bfflt|o la nwawíMi
IH señor Buylia. contestó coa lA ^'i^'^f?*'? enrtai/
Gdíze y jfií^ieur H<eííry BosíT ¿o¿a- ée íihTs.f 9Í PWíaf «!B 1M» tenióslM
TEATROS
••L'ENNEMIE"
Cbntra los caciques
jíttí-yei?(Ha e^'madaras %lTíit ¿ *»
1
8
Sábado 2 de mayo de 1931
I.0S hombres que sirven a la dictadu-1
ra pensando—equivocadamente, pero del daño que puedan hacer a Espa-t
lealmente—en Portugal, están en el de- ñ a en general, valerse traidoramen<
beí de salir al pasó de esta maniobra, le de extender, a u n q u e muy disimucuyas consecuencias son inéalculablet ;• ladamente, el burdo pretexto del seestán en el deuer de volver a la razón paratismo catalán.
a los que en sus deliños de soberbia se
Por esto hay que dar la voz dei
muestran d'spuestos a llevarlo t'xio a ¡Alerta!
a les honrados comerciansangre y. fuego, política, muy eficaz!
cuando el Imperio Romano rodó ante tes españoles, p a r a que de n i n g u n a
forma puedan prestarse al juego de
las patas de los cal-a Uos bárbaros.
aquellos que, •en casinos y en cafés,De.'de cualquier punto de vista que lanzan como quien tal no hace, la'
gios prejuicjcs, y resuelven en oca,sio- se mire, la situación de' Portugal des- injuriosa pregunta de: ¿Es verdad
nes lior sí lo que t n derechc r.o les carta-ya todos los equívocos; la dic- qué Maciá n o se resigna a seguir
corresponde. Tanta es la resj-ionsabi- tadura no puede prolongar <3u actualidad de estos reyes, que raramente lo- ción sin la consulta leal, libre de to- llamándose español? Cnando en la'
gran sustraerse a la sanción que mere- das las c<Ku:ciones, a la voluntad del conciencia de todos está que n a d a
hay más lejos de la realidad. que e»
cen, y entonces advierten el territole país.
error, la enorme trascendencia de
t a a s t u t a y m a l intencionad.a inteUna
elección
sincera
es
el
único
reaquella fune.sta extralimitav:ión.
medio que queda sí se quieren evitar rrogante.
Hoy no es concebible en Europa un luchas fratricidas que comprometan
De forma,que, p a r a collar de unai
monarca que decrete por sí y ante si gravisimamente el porvenir nacional. vez esta inquietante Guda, los l u o
una movilización militar.'
¿Por qué no recurrir a ella?
hoy ostentan l a rep.-tsentacíón ca-¿Qné juicio puede merecer una dicque no existe, fundamento le- t a l a n a debieran todas las veceá
ta.Jura, sin la menor raíz legal, que se galYapara
stistraer a la dictadura a és- que fuera preciso declarar, termiatreve a hacer lo que no se atreven
te refrendo perentorio, no se nos al- nantemente, c ' á l <-'s el deseo u n á n i a hacer los rej'es?
, /Vun es tienipc, aun parece que es canza qué razón pueda impedir esta me de los cat3,!-i:i>s, y a qu» a ello lá
tiempo, para que esta, etapa de reac- i consulta que por sí sola, apacigu.'iría obliga nuestra conducta honrada dei
ción nc corone sus culpas con algo ! todas las belicosidades.
ciudadanos cooscii'ites.
que sobrepasaría el límite que todos I Los sublevados de Funchal—^los ínlFernando VALDfVÍ.A SALA
los pueblos se imponen, por resprto 1 eos rebeldes en armas—no piden más
Viajante
propio y por el que desean merecer a ! que eso: respeto a la Constitución,
Pamplona, 931.
los demás. Aun es tiempo ^ie que la ( que el país elija por sí a sus gobcrdictadura portuguesa, apartando a los I ¡cantes, sean quienes fueren.
pérfidos consejeros que la llevan a I ¿En nombre de qué derecho se les
«•Veo con entusiasmo la labor quí!
tan duros trances, consulte su propia i desatiende?
ostá^ desarrollando en CRISOL, y.
csonciencia, y examine su íntima condiquiero señalar sobre todo ¡a que se
ción.
'
refiere a la cuestión catalana. Yo,
\
Bafael ALVABX:Z
PORTUGAL EN ARMAS
Una péttción que no puede ser
denegada
La movilización de las reservas minutares en Portugal alcanza un considerable contingente. A cincuenta mil
"hombres, calculan portugueses bien
informados que ascienden los. efectivos preparados por el Gobierno de la
Dictadura. Muchos de estos reservistas que se encontraban fuera de su
país han tenido que regresar precipitadamente, abandonando fanailiaa y
megccios, como si la Patria se encon-trase efectivament* en riesgo. Otros
habrán dejado las faenas agrícolas o
someroiales., Todos han impuesto en
BUS vidas el msgno sacrificio que sólo se puede pedir al pueblo cuando un
peligro inminente se cierne sobre la
nacionalidad.
Éste peligro no existe. El propio Gobierno dictatorial no se ha atrevido
a concretarla Como merced a la cenI
sura , de^ Prensa está libre de toda fiscalización toma el acuerdo de movili'zat como si se tratase de una sencilla medida administrativa. En los analee del absolutismo no se enaüentran
"casos tan peregrinos ni tan abrumalores ¿é sonietimíento de. un país .a
ios que -rigen-sus destinos, y- téngase
-^iiiiitiitiiiiiiiMniíiiiiiiiHiiiiiiiiiiiiitiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiniiiiiiiiiin
en cuenta que ¡os destinos dé PortüJUÍGIOS
AJENOS
.yal están por azar en manos que
. «ubr«pticiamente se apoderaron - de
«•Uos sin derecho, sin fuerza, misma,
porque la fuerza—sería curioso cont r a s t a r su valor intrínseco—la dio eventual e impremeditadamente el Ejército para fines distintos dé los que se
Récibiínos la siguiente carta:
Así es que no estaría de más salir
han logrado.
«Parece ser que la conducta se./ Portugal, pues, moviliza sin los trá- guida por un grupo de comercian- al paso de aquellos elementos insidiosos que en su propósito de aliviar
.mitee previos que su Constitución consigna, sin las razones evidentes de pe- tes san ta.ndernios Sobre la necesidad en parte la a m a r g u r a que la implande
u
n
a
explicación
aclaratoria
sobre
j
ligro nacional que pudiesen justificar
medida^ de tal naturaleza, sin otra lo que piidi era hábef. de verdad con, tación de la República les h a projustificación que.el deseo de su presi- respecto á una posible 'separación de ducido, no vacilem, a ú n a trueque .ilifiiiiiiifíiiiiiiiiiiltitiiiiiilitiiiiiiiiiiiiiiiitiiiiiiiiniiiiiiiiiiiimiiiiiitiiiiiif
dente y de su Gobierno; un presidente Catalihla ai resto' ae España, h a
elegido en plebiscito como los que se repercutido prGíuiiclamenté, en el
organizaba Primo de Rivera, y un animó de numerosos - comerciantes
'Gobierno nombrado por el elegido con españoles, motivando que muchos de
tai- procedimiento.
elloe acojan con ciertas reservas a
No creo incurrir en delito de introLOS tTLTIMOS AjfíOS DE LA DICTADURA
42
misión importuna—aunque ya supon- los viajantes Catalaxies, siendo vaga-que algunos portugueses no habrán rios los; que, ante el temor de que
de juzgarme con gran benevolencia— pueda otigínarse táí eosa, se niegan
al exteriorizar mi asombro ante la des- a- seguir datido sus pedidos a Cata«Tánger, 7 de junio de 1926.
proporción que existe entre el funda/- luña.
mentó leigal de ur. Poder como el que • Es innegable qué la condüQta de
Mi querido amigo: De Madrid me naandan su carta. ¿Qué he de deen Portugal gobieriaá y la medida'trascirle?: La diotadura continúa su lógica labor de deshacerse de cuancendentaUsij3ia de uña movilizacíóti' Sé estos, ^efiorés- cíjnaeróiáiítes no puede admitir' céoísiiras' desde n i n g ú a
tos piensan,'creen y obran en liberal: y es natural. Lo lastimoso
resei'vas'militares.*
-•
Al decretarm e d i d a de tanta Impor- puntó'df vista, ya:que ísoláLnienté.,en'
es que ha de tardar mucho tiempo nuestra gente en volver de su apotaincia,' ei-Gobierno de • lásbpa no ; hia aceíidrado .patriotiimd les induce a
teosis: ¡Y ellos tan engreídos con sus triunfos por estas tierras donde
previsto-que comete un aiotó de taires- conducirse de esta forma, con notome encuentro, con ocasión de una visita a mis hijos, cónsules aquí
I>onsabilidad que sólo Poderes indi.scu- rio, perjuicio de sus intereses en alen Tetuán! •
^
tibles y con finalidad perfectamente gunos de ellos, 'j'a que al obrar así,
Pero, a pesar de todo y contra todo, sigamos con nuestra fe inalteclara pueden acometer sin recelo de renuncian por consiguiente aá crédi.
rable en la eficacia del progreso democrático y trabajemos sin destener que rendir por ello cuentas es- to que h a s t a aquí disfrutaban de
canso en cuanto determine su efectividad.
trechísimas.
las. casas vendedoras.
•Hubiera un enemigo en las puertas
Pienso con-alegría en la fuerza que traerán ustedes de ese chapuPero como pudiera ocurrir que ésde las fronteras, ardiese el país en to que empieza á manifestat^e tíiiiizón en las aguas lústrales que brotan en el país de la libertad y de Ja
una. sublevación sangrienta, aconteciedemocracia.
r a una conmoción de carácter general, dajtnente, J&grara alcanzar proporlie abraza su viejo amigo
y un Gobierno irregular como el Go- ciones lamentables p a r a todos, con.toiemo de Lisboa tendría forzosamen- vendría poner las cosas en su punte qué pensar en la consulta'a la vo- to en evitación de mayores males.
Adolfo A. BUYLLA.»
luntad nacional antes de decretar una
Hablando los otros días un grupo
movilización.
de viajantes catalanes de lo que y a
Hemos querido publicar esta carta, porque es una de las últimas
' Pero no ocurre nada de eso. VTn gru- parece u ñ a c a m p a ñ a abiertamente
po de republicanos constitucionales se declarada contra ellos, se quejaba.n
que escribió. En ella refleja sus convicciones de siempre. Poco después
níiegai confinado en una isla, a conti- amargamente de la conducta^ obsereiifermó de tel modo el señor Buylla, que vivía sin contacto alguno
tiuar sometido a l , poder fa<-:;i6so que
con el mundo. En esas circunstancias, el señor Buylla fué nombrado
rige la metrópoli; u i a o s encolares vada po-i: diferentes dueños de coasambleísta de la dictadura. El señor Buylla falleció sin enterarse!
, exacerbados poir recientes agravios se mercio y negaban terminantemente
agitan en Lisboa y Oporto contra uíia que en ellos, ni eñ ningún catalán,
de aquel agravio, que a su pasado significaba dicho nombramiento Poi:
dictadura que se jjemiite continúas üv se abrigasen deseos separatistas.
eso no renunció. Y todavía-sé permitió "el presidente de la Asamblea
#omisiones en la vida uriiveíT.itaria, con ¿Pero cómo vamos a querer separarConsultiva, señor Yanguas, hacer el elogio necrológico del señor Buytal pueril motivo como el de encon- ños de España—-decía—si estamos
lla, como ai efectivamente hubiese formado parte de aquel engendros
trar un destino convenients para un viviendo de lo que a ella le vende• dictatorial.
coronel que le es adicto; en el resto mos?
ce la nación el malestar cuide por el
Era no conocer al señor Buylla. O querer, deliberadamente, ofen,
Y es verdad. De u n a verdad incontinuo atropello de la ley, por la
der su memoria.
gi-aye crisis económica, por •:! malestar controvertible. Cataluña, y en espeQue crean todos los gobiernos de fuer- cial Barcelona, está tan yinculalda
za cuando, al sentirse unánimemente al reslo dé E s p a ñ a por u n a cantiEL TEXTO ÚNICO s
rechazados, se convierten en el maycr dad tan enorme de intereses creaenemigo de lá paz social.
dos, que h a s t a resulta infantil, el
Llegaron, al fin, las reformas. El señor Caltejo había comenzado pop
¿Es contra esto contra lo que movi- propósito sólo dé aducir argumenmodificar el consejo de Instrucción pública. Lo hizo más burocrátido.
li'ia las reservas militares la dictadura? tos p a r a fundamentar este hecho.
Tan aventurada y tan de'j<;;ifcelU]a
y , como és de suponer, complatamente reaccionario.
¡
El separatismo no existe, sino en
parece la resolución, que cuesta traba^ l a imaginación de unos cuantos, por
Pero el señor Callejo no necesitaba el consejo para sus refoi-m.is.
•fo Uegar a creer que la pasió i polliica fortuna muy pocos, interesados en
Sabía el ministro todo lo que hacía falta saber. Por eso no necesitó
clfgue hasta tai punto, y el seétatismo
erizar de recelos y disconformidades
consultar su opinión. Hizo las reformas sin solicitar informe oficial
i-irastre a tanto desafuero.
la cordiailidad inquebrantable que
alguno.
Los reyes, por ser reyes, y es natur.T,! mueve- hoy a Cataluña con el resComenzó por una reforma que quiso ser populachera: acabar con
que a serlo concedan ellos ciírta im- to de España, mucho más verdadeel llamado «negocio» de los libros de texto. Y no se le ocurrió otra coportaaoia. propenden a creer que sin- r a , como qjie a ella sólo la guía el
tt'tizan al listado, y que repit'Eent.in
sa que hacer un texto único oficial, e imponerlo a catedráticos y alumla voluntad del pueblo en que reinan. impulso sincero que da el considenom. Eso se le ocurrió a un ministro que f i ^ r a b a en el escalafón dtí
Pensando asi los reyes se dejan llevar rarse libre y dueño Absoluto c a d a
catedráticos de Universidad.
fáciln;ente di les que explotan sus re- uno de su propia voluntad.
La cuestión catalana
I
I
I
I
I
Con motivo de la fies
sido necesario eerrar
antes de las doee de la djí
Haeemos esta indie
nnestpos leetores el retr
<r
Sábado 2 de mayo ^e 1931
aragonés que llevo bastantes af.og; ép.
Baícetóna, üo puedo meiíós' qiíé felicitarles por Ja alteza de miras con que
Wstedés tratan €ste problema.
Ayer, a raíz de la arribada que el
pueblo catalán dispensó al señor Alcalá Zamora, un amigo madrileño y
yo.comentábamos la misma.y las grandes, ^ posibilidades que para el pleito
calálíán podía tener.
,
Decíamos que es muy difícil que en
el í-esto de España puedan hacerse
cargo de la realidad que esto répreisénía. Es muy natural, me decía mi
amigo, que este movimiento despierte
ciertos-recelos en España. Es que; no
!o conocen Nos han enseñado desde
la. escueta que España era una e indivisible, que no pueden concebir él
l-esto de los españoles (sobre -todo los
cbreros como nosotros' a quienes se
nos debe tanta cultura) que los catalanes piensen y sientan cómo lo hacen.
I3eberían los catalanes haber llevado
su -pleito al resto de España, para que
ésta, bien capacitada, reconociera
la razón que les aisiste.
Repuse yo—que acepto el caso catalán hasta el radicalismo más extremo—que los liberales españoles deben
reconocerlo tamblép, porque se trata
de una cuestión de libertad. Todos
Jos republica.nos, socialistas y hombres de ideas avanzadas, no solamente no debftn oponerse a conceder a Cataluña el Estado catalán, sino que, si
los catalanes la desean, deben aceptír
Sr.oluso la separación. Si todos los Uberá-es, en el amplio sentido de esta
llllfli;!l!IHil!!ill|!inil.lÍUI!nil!liinilII!;!lil!l!l]illllililllillilllllMllj:.
Primero de Mayo, ha
número de ''CEISOL'*
del 30 de abril.
¡para justificar ante
le algunos originales.
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Hmiiiiitiiiiiiiiiiiiiiiiiiíiiuiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiil
palabra, aceptamoa y hemos luchado
por lá iibeítad individual, debemos
aceí>tár y, respetar lá lihei-tád CQlectiva cuando la pide y 3a desea todo tm
pueblo. Es decir, que si otras razones
de raza, lengua, historia y demás no
la abonaran, seria suficiente que colectivamente pidieran la separacióh
para que nadie que se sienta liberal
en justicia, pudiera rechazarla.
, Yo les ruego a ustedes que insistan
sobre este punto; mayormente cuando ahora, desde el venerable Maciá
hasta el catalanista mas moderado, no
desean 3a separación, sino lo que quieren es el Pacto.
Yo tengo fe en los hombres del Gobierno .provision,al y creo que aceptarán con todas sus consecuencias el
pacto de San Sebastián. Pero conviene que ustedes, ya desde ahtíi-a, influyan sobre los futuros diputados a las
Gohstituyéntes para que acepten el
Pacto Federal como .solución a este
problema de libertad coSéctiva. Y permítanme que a todos los federales, y
particularmente al maestro CastrCvido, les niegue que miren de convencer a todos los republicanos de toda
España de esta verdaS que los lectores de «El Diluvio» (en al cual trataba
el señor Castrovído de este asunto) ya
k tenemos superada.—-Miguel tFbiergo
Zaragoza.»
La detención de un
profesor
A las protestas de la Unlc;» belga (le
universitarios contra la , detención del
profe.sor belga Leo Mouliti en Milán, el
gnipc universitaric fasciüta ba contentado que <dos universitarios italianoi
no tienen la costumbre de impeirtir el
libre curso de la justicia de su país,
confiada a hombres de conciíai.iia honrada c independencia soberana».
LOS ÚLTIMOS AfíOS DE LA DICTADURA
43
El decreto que instituye la reforma merece ser conocido. Dice asi;
«Señor: Uno de los más importantes problemas de la enseñanza en
los centros oficiales ha sido el de losolibros; de texto; ya desde la ley
de 9 de septiembre de 1857, en que su ilustre autor, don Claudio Moyario, revelaba interés y preocupación por las obras didácticas, hasta
ios tiempos actuales, en que el amor de la opinión demanda una rtíforma radical en la situación presente.
'
Pues aunque lo legislado hasta el día concede a los alumnos omnimotla libertad para estudiar por los libros que más les agraden o con»
Vengan, libertad que se refuerza con la prohibición a los catedráticos
de señalar ni recomendar ning-ún libro determinado para la enseñanza,
es lo cierto que -ni la edad y cultura de los escolares, principalmente
en el bachilleratOi les permite elegir con conocimiento de causa, ni aun
suponiendo que pudieran discernir con acierto cuál es el mejor libro en
cada caso, podrían ejercer tal derecho, pues ño faltan indirectas insinuaciones que les dan resuelta la opción.
De modo que, aunque legalmente no existen en la actualidad libros de texto, eis innegable que la realidad de los hechos enseña qué
en la mayoría ce los casos, por no decir siempre, existe alguna obra
didáctica, cuando no impuesta, como texto oficial.
.Preciso y doloroso es reconocer, hecha la debida y honrosa excepción de cuantos la nierezcan, que en general, tales libros, O pecan de
sobradamente extensos o de harto cscuros, o de excesivamente coator
sos,.cual si se hubieran escrito más para lucir los vastos conocimientos^
de su autor, que para comunicarlos a los discípulos en el grado y medida adecuados a la inteligencia de los que han de estudiarlos, o como
»i ae buscase en la extensión una justificacón del precio, cuando no
ha sido el lucro el fin principal de la obra.
Ante estos males, que han producido ta,n; numerosas quejas, es obligada la intervención del :^oder público, y no para suprimir los libros
de texto, dno para mejorarlos en forma que respondan a lo que d«iien ser.
Si en los grados superiores de la enseñanza universitaria en que
las facultades mentales del escolar han alcanzado completo desarrollo,
.cabe una colaboración del profesor con los alumnos, en que éstos re. 'íiban una siembra de ideas para elaborarlas con su criterio perao. ^'S-l, tales modos serían de dudosa eficacia en los grados medios, en
,«jue la inteligencia en formación ha de recibir la verdad, ya invosti.feada, sin perjuicio de que los alumnos se inicien o aficionen a inquirtrla por su propia cuenta; lo que no excluye que se trabaje sobre
; Wti texto, como modelo o guía del estudio, ya que su comprensión se
*ac:lit,a.ria precisamente con el empleo de tales métodos didácticos.
l'or otra parte, loe apuntes o cedularios, como* extracto de las ex|t''C:;c!ones o resumen de los ejercicios dialogados, sólo son asiequibles
i* «nás avanzados grados dé inteligencia para ser utilizados con fruto,
J6in que el gran numero de institutos, y el de alumnos a cargo de- cada
,í>^ofe8or permitan, sin grandes dispendios para el Estado, llegar de
^*» modo general a suprimir el libro de texto. Insustituible, además,
LOS BIENES DE LA CORONA
El P a r d o y su p o s i b l e
aprovechamiento
No pasaró mucho tiempo sin que les
madrileños se enteren del valor que encierra loque por tantos años se han visto privados dé disfrutar, de la impór.
tancia que tiene para ellos la espléndida propiedad que tenia el ex rey a las
puertas de Madrid.
Fué El Pardo durante mucho tiempo residencia de invierno de los reyes
de España, y hasta hace pocos días era
el mejor coto de caza -jue tenía el, pa.
trimonio que fué de la Corona. Era el
sitio al que invitaija eí ex monarca a
los palatinos que más se distinguían
por su adhesión y en el halago. Allí inr
vitaba también a los que a cambio de
ello ponían después a la disposición del
ex rey sus magníficos cotos, sostenidos
y guardados muchos de ellos sólo con
la preocupación de que en ocasión Oe
la cncferia anual, a la que había de asistlr el señor Borbón, fueran muchas
más qUe en ningún otro sitio, las pie-eas que se pusieran a tiro de la íncan
s:ib)e escopeta del monarca que fué.
Lo que se' reservaba el que fué rey
para su disfrute particular y el de su
camarilla era sólo una parte de la inmensa posesión. Oel resto de tila sacaba la casa real considerables ingresos en concepto de arrendamiento
de caza, caza que de rechazo servía
para cebar la parte que, como decimos antes, se reservaba el ex jefa del
Estado. Tenía, además de los ingresos
que esto suponía anualmente, otra ventaja lo de arrendar parte del monte,
pufs al vencer el arrendamiento de alguno de los cuarteles se daba el caso
de, que los arfendatafios. que siempre
eran p a l a t i n o s , cedían graciosamente a .>^u señor las edificaciones que
hiéierari en el cuartel ai rendado. Eiemplo de esto es el llamac'o «Chalet del
Rincón», oue no nace muchos años
pasó a poder del patrimonio que fué
de la CoríHM, por el prócediirlentb explicado.
Eepública recibe la capital de España*
Está tan a mano El Par Jo, que no pdC.JS lo elegirán para escenario oe m u .
chas emociones. Si desde lejos formaba parte de nuestra vida, ; qué no llega*
rá a ser cuando lo hayamos panetrado
y saboreado en todos sus aspectos!
Cuando estén realizados los proveo
tos que se preparan y se haya coíisé,
guido el mayor rendimiento en. bené*
ficio del pueblo de ese terreno, nos envidiarán muchos pueblos y cuando nos
visiten pasearem'DS con orgullo a sus
representantes por esa exten.<;\ón de
gns severo que los eruditos de entre
eilo.^ conocerán por los cuadros vclazqucnos.
Visitarán también el palacio del Par*
do, que aún conserva obras :1P. a.tb
muy interesantes. Y después les lleva,
lemos ál palacete de la Zarzuela, origen
del nombre de ni,".''stro famoso género
lírico. Al visitarla ahora se descubre la
inutilidad de alguiiaií riquesa;?. l o s
gu-irdas de aquella casa dicen lo poquísimo que la frecuentaba la familia
real. Y toda ella prueba este abandonó. En el jardín de ¡a Zarzuela parece
que su espléodi la wellnngtonia, planta,
da durante el reinado de Amad^Ki I, pide auxilio por oncima de las en-.'inas.Hay que cuidar por dentro sus estancias pintadíis, y por fuera, el jar^
din desdibujado por el tiempo.
' Vehga a nosotros; sabráir.cs pisar
sus salones, que qüer^^mos ver inundados de sol, con el respeto que merece
toda obra de arte, aunque alii no floreíca de modo imponderable; y sabrémos gozar de aquel jardín y de los
otros también abandonados.
Naturalistas, arquitectos y artistas se
Naturalistas, ingenieros, arquitectos y
artistns se ocuparán de que -El Pardo
soa, tan famoso como El Prado, y de que
asi p/)mo este ultimo es el corazón áe
la villa, aquél sea el otro corazón agrestes y libre necmtario por -el pueblO) -co»
mo aspiración para su embcUecimien*
Bien claro se ve ñue. siempre ha .si- to moral y material.
do esta posesión-EI Pardo—privilc-gi-í
de una reducidísima minoría. Para ¡"1
resto del pueblo se niastraba inaccesible, rodeado de tapias y vigilado por
su.«! guardas.
El Pardo, que em.Dieza '-n la Puerta
de Hierro construida en 1753 por Fernando VI como entrada nrincipal de
la po.sesión, con sus 162 kilómetros
cuadrados de superficie .-,' ccn un períDe un embajador, admirador cnti»'
metro cercano a los 100 liilómetros,
ciJbierto de encinas que llec-an hasta siasta del 3'ñor Borbón,^ so cuenta y
las primeras estribaciones de la sierra no se acaba.
de Guadarrama, no ha sido hollado
Una Vez entró en vma estancia de
más que por los perseguidores de la Palacio donde se encontraba el cx-rey,
ca'/a mayor y menor que allí se al- con otros palatinos. El señoír Borbón
berga.
gritó: «¡Aquí está el embajador!, i Que
pongan una silla! > El embajador Ai6
Ya es hora de que conozcan este te- le
vai bote. Silla, en su Idioma, no se le
soro sus verdaderos dueños. Su paisaje, pone
más que a los caballos.
telón de fondo hasta ahora de los
paseos domingueros, es el más sano que
puede haber para eí alma y para el
cuerpo. Deseosd está de beneficiar a
Lord Ponsonl)y, que es «riel oficio»,
todo el que por .sus caminos se aven- acaba de sostener una interesante p o
ture. Estos, que son en la actualidad lémica sobre el concepto de aristocraestrechos y de fUrae escaso, muy pron- cia. Aristocracia, viene a decir, no sótii ac verán ampliados, repara''os y au- lo nó es sinónimo, sino que suele sen
mentados para de ese modo, poder re- antónimo, de titulo de nobleza. Los
correr el monte fácilmente, i Cuantos títulos no producen una aristocracia
valles y riachuelos por descubrir I
apta para gobernar, y tampoco proLa primavera en El Pardo es más ducen una «buena raza». Todo lO cciw
bien dura; le da esa característica el trarlo de la eugenesia.
conjunto de plantas aromáticas que
Los títulos de «grandeza», que pofl
ahora empiezan a florecer. El cantueso, aquí conocemos, y el ejemplo máximo
la jai a, el romero, la mejorana, el to- del último Borbón, bastarían para daí
inilio y la retama armonizan con la U raisón a lord Ponsonby.
rudeza de los encinares.
Hay que ir a respirar el aire puro,
lo huy de 780 metros, que se nos
Un título de «La Nación»:'
ha negado tanto tiempo, y que al llenar«El vampiro no r.erá perdonado».
se nuestros pulmones de él olvidemos
El periódico cesante sigue tan mal!»«
que esa finca representa una tiranía
formado como siempre. Desgraciadopasada.
ment« el «vampiro» ha sido perdonaNo sólo los hombres, sino las cosas de. y cazará conejos en FontalnebleaUi
tendrán acceso a ese enorme recinto
que nos espera. Hay proyectas de núcleos de casas baratas que vayan a poblar algún punto de <m contorno. CuanEl ex órgano de la ex U. P. dice ea
tas posibilidades de colonias escolares su número del 29: «Habrá el i-obléE.
que proporcionen inmenso beneficio a no advertido—en nuestras columnaín
las clases obreras.
por lo menos—un afán de colaborarTodo El Pardo ha de estar en tare- ción»...
ve plazo a disposición del ciudadano;
Todos los gobiernos han tenido opaiJ
lt¡ guardería de hoy es escasa para pro- Rión de adrertlr lo mismo. 'S ¿e pa;tegerlo, y hay que oedir, hay qne im- garlo.
,
plorar de cada visitante de Él Pierdo
Sólo que los de la Kenüblica han de
respete:, mucho respeto para ese ámser una excepción en ello.
.
bito inocente que nos han entregado,
No pase la . gorra el cpleg% - íPW
l.fcmos de iiacer honor a lo q\je de la
ya es tarde.
VILANOS EN EL
AIRE
10
J SSI»ado 2 de mayo de 1931
españoPRENSA DE PROVINCIAS Laslascolonias
de América
3PAIS VASCO
JLa cHcstón nacionalista vasca
JHios, paro terminar, las palabras de
|*íf, "^'i''?"^^^®, A 7 ^ P ^ «' histórico
Imitja del Euskaldulna. «¡Reirá bien
j <Piien lía el últbnoi»
j Y no se olvide que algunos para
dirigido el
' «quienes
" ' P J " " *'iba
»<> /IÍ..:O.!,Í„
„I augurio,
.•_ están ya Iloirando.»
í^Mce ser que los cimientos caciquifes que él nuevo régimen dejd al inaríCfn de la vida politk» oíióal se dedican
E n el discurso que pronunció «1
Los elementos &a(»oDaIis'tas Vascos
3 propalar infundios, aoimsejando la miércoles por la radio el presidende la derecha, que tan adiniraBlemenrí^istencia al pago, difrtntHéndo la es- te ael gobierno provisional hay un
te supieron adaptarse a la dictadura,
pecie malévola de que la República punto concreto de g r a n interés-" oi
prosiguen en su actitud dudosa, creantendrá breve vid». •
que se refiere a las relacioües del
do d|&cultadea a la nac^asate RepúEstas reprobables maniobras hallan gobierno español con l a s mloaiítíi
CATAtUSfA
. b]i<» y haciendo iiaposU>le toda intelieco, sobre todo, en los secretarios de españoias de Ántórica.
" gencia—fecunda para los ideales que
lia cuestíáa catfdaoa
muchos ayuntamientos, quj por des. dicen representan—con nacionaüstas
gracia
p a r a esta provincia han acde j a s más expresivas mues. de jsquierda que lealmente integraron
En «La Kau», del día 28 publica tuado significándose con^o servidores t r aUna
s de desgobierno que h a dado la
el bloque .-mtidinástico, hijo del pacsto Kovira y Virgili un artículo con moti- incondicionales
del
caciquismo,
y
que
de San Sebastián.
vo de la próxima convocatoria por el •por este mc-dio intentan sabotear al restauración h a sido el abandono
Dice a este propósito «Acción Vas- Gobierno y la GencTalidad, de una Gobierno republicano, llevando a la dol «migrante. Ningún europeo ee
ija», ctMnentando los generosos esfner- Asamblea de Ayuntamientos catalanes, par al ánimo de los labr'tígos la con- h a sentido én América tan abando1 sKJs del nuesTo gobsmador civil de Viz- cuya principal laJbor ha de consisth- vicción de que los tinglados jjersona- n a a b de su país como el español.
ea concretar cjuáles son las libertades
., t * y a .
Dojor causaba y asooabro ver cóque ha de reivindicar Cata- IJttas no serán destiuldos, y se conti- mo,
«Un hombre totalmente ajeno a colectivas
después de la g u e n a , h a n ornuarán poniendo en práctica los trisluña.
nuestras discoc^as intestinas, un hommos odiosos procedimientos de la in- ganizado la corriente emigratoria
bre jamás significado en la política
Se trata de delimitar facultades y de finista fpoca monárquica.
a América, aojarte Italia que no la
nacionalista, pero que siente de ver- regular las relaciones entre Cataluña
dé.?cuid6 nunca, Alemania y el Ja^
Contra
tales
procedimientos
lia
de
dad amor a su pueblo, un hombre fun- y el poder central, según se convino
pon. L a s colonias creadas en el Bra«lamentalmente honrado y sincero, don en el pacto de San Sebastián. <iVTct-accionar con toda energía este Go- sil,
apoyadas e n todos los auxilios
• José Martínez de Aragón, actual go- sentada la propaganda, como ponencia tiierno civil, y de ningana manera tobernador civil de Vizcaya, se quiso in- del Gobierno, a las Cortes Constitu- lerará que prosperen esas artes repro- y a-sesoramientos de los respectivos
países representaii u n sentido de la
• tercsar por una solución equitativa, yentes próximas, y reconoaidas que bables.
A tal fin, adviert.v a los ayunfcamien- j vida de relación y de la extensión de
por lo menos transitoria. Entendió sean por estas Cortes las libertades
que el interés superior del pais bien catalanas con el correspondiente siste- tos de esta provincia, y singularmente la influencia nacional que nuestros
de i'elaciones, vendrá la hora de a los secretarios municipales, que de-1 •.:•;,;• . . ' . • r.¡ sí-pscha'oan siquiera
, ttierecía una tregua entre Banderías. ma
el régimen definitivo de la fcen desplegar el mayor celo para el i por lo visto.
Hemos asistido emociosiados a la establecer
de Cataluña. Y la primera cumplimiento de todos aquellos stír\'ilucha que lia stratenido el gobernador autonomía
etPpa
del
futuro
ha de ser, de cios que les están encomandados, y
España, país de c rjigración a
contra sus propias inclinaciones, pri- conformidad coa camino
demo- ea "especial, cedo lo referente al co- América, h a soltado al emigrante
mero, y contra las argucias y bajas cráticos, la reuniónlosdeprincipios
las
Cortes
Conshabilidades de los dirigentes dol par- tituyentes catalanas que han de ©la- bro de impuestos y relacicnes econó- tan pronto cOmo h a salido del puer,
tido, después. Nos ha bastado, para borar la Constitución interior de Ca- micas con los demás organismos pro- to. Maravilla es qiie el desarraigo
\ nuestra «smpleta satisfacción, percibir taluña, cosa distinta del Estatuto de vinciales y del Estado, con la adver- no sea a ú n mayor de lo que es.
claramente que las palabras del se- convivencia o de relación con el Esta- tencia de • que - los propios secretarios Pa-!a los demás países la emigrañor Martínez de Aragón, un día y do 6 los Estados españoles. Si la fu- de ayunfcaoilentos, dacio su carácter de ción es u n medio de eiq[uilibrar la
oti'o día, más clai-amente cada día, tura Constitución española fuese fede- funcionarios técnicos y asesores de las economía y d« extender su radío
, constituían la mejor aprobación y el ralista—de un federalismo suficiente- corporaciones, serán per.sonalmente res de acción e influencia comercial;
Tuct&s, fervoroso elogio de nuestra cootíiente amplio y elástico—este Código ponsables de 'as deficiencias.»
p a r a E s p a ñ a h a sid<3 tan sólo u n a
, diicía siempre elevada, siempre noble fundamental haría inaecesaria la exis.sangría.
•
y generosa, siempre atenta al mayor i tencia de Estatutos especiales para
Y un pretexto p a r a fundar orbeneficio del país.
I Cataluña y los otros pueblos hisi>ániTodas las cuestiones de interés
ganismos
íracasados,
anquilosa,
S señor gobcisador se ha conven- cos. Él contenido de estos Estatutos
dos, como esa Unión Iberoamerilegiojial sobresaliente scrám recocido ahora, como aates nosotros y co- pasaría, coa carácter general, a la
Constitución
española.»
c a n a de la que vale m á s no hablar,
: 3B© dentro de poco tiempo se coayon^
gidas y cmnentadas en nuesixo pecera todo el país, cte que hay que depero de la que tendremos que haI?ara
Kovira
y
Virgrili,
la
Asamblea
_
riódieo,
sin
omisióa
s
i
Jjwdanza.
ja* por imposibles a «sos elementos de Ayuntamientos será el órgano deblar forzosamente.
dirigentes de] partido. ¡No tienen mocrático más adecuado para formuarreglo! Y los hemos dicho por boca lar 4a propuesta^ y la colaboración del
• d e uno de nuestros vcáa elocuentes Grobicrno de !a Generalidad con la
• <»í«dorM. T lo repetiremos una vez Asamblea, «dará ya un carácter nor'-inás a;unqua esos pocos timoratos, que mal a la obra del poder .público cata»
no quieren tomarse la molestia de es- lán en el período transitorio iniciado
44
IXJS ÚLTIMOS AJSOS DE l A DICTADURA
tudiar antecedentes y_ fallar en su con la caída de la monai-quía».
'^qnc¡onc^a cofai decisión, se alarmen
«Así Cataluña tendria necesidaui de
para aquellos que por sus condiciones económicas no pueden concu
rasgándose cónücamenie las vestidu- aguardar a las Constituyentes espsbrrir a un centro oficiad ni a los colegios incorporados o libres.
ras.; •'
ñolas para tener, en embrión; un doLo que sí cabe hacer, y a eUo tiende el presante decreto, es mejoÁ. N. V., no traiciona a los partidos ble poder ejecutivo y legislativo, rexsee su contenido doctrinal, ponerlo al alcanee intelectual de los que
políticog que »aa to»fiado en su leal-1 Pf^s."^'^*'? Tespeotiyamente por el
tad para instaárar en el país-vasco | , ? < * ' ^ ° ^ « > Generahdad y POr la
haái de manejarlo, abaratar au ci^te, aliviando dé esta carga a la
un ambiente de democracia, ni trai- f ^ ™ ^ ^ de Ayuntamientos En con«lase media y dando satis£aoción a tantas y tan repetidas pr.otestaa
ciona a la democracia que está por en- Pf'^t'' ^
la msí^tucion macida del hesobre el actual estado de la cuestióii, sobre todo en el bachillerato
«ima-de los pie-tos nadonales porque • oho revolucionano--el actual Gobierno
Para ello se elegirán, por concurso, textos modelos, que serán proJ
os patrimonio de la humanidad wmo '• *?, ^ Generahdad-tendm ptxa .^Utaconouista Oreeiosa de los tipmnfK • ! «on—la Asamblea de Mumcipios—napiedad del Estado, y que éste podrá vender a poco más de su coste.
conquism preciosa de los tiempos,. ^ j ^ ^ ^^j ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^^j^¡,,j.g3j^^j„,qyg^gea
Como estímulo del profesorado estudioso, y para no detener el proA. K. V.. «o quiere ya más soportar
greso científico y la evolución de los conocimientos, se repetirán los
ias habilidades nal partido, provoca- por -un procedimiento indirecto. Este
sistema,
aunque
sea
interino,
hará
apadas sin más intención que la de sacar
concursos cada cinco años, para que puedan reflejarse en las nuevas
recer a Cataluña como un pueblo goobras los últimos adelantos en todas las disciplinas.
;
siempre tajada? A. N. V quiere cMi-I bgp,a^„
democráUcamente
des
beraado
democráticamente
desde
los
fc^r
obrando con ciar dad y con ia ' eomieozoS del ndéVo régimen.»
Más adelante pudiera convenir, en los sucesivos concursos, autoritinidad de eríteno que ha sido el mas
.zar a las comisiones calificadoras para que otorguen más de un preformidable l^tsamehto de stt éxito cla.tiALIGÜA
mio por caffa disciplina, llevando esto consigo la posible elección por
moroso. A. N. V., no quiere más frenLslS aiánioíMtás caciqttíles
.ios claustros de cada instituto, entre varios textos, aprobados oficialte único que el del bloque antimonár. qBieo, jjorque él con-stítuye dique bas- 'í^í gofcemíKior de Oiensc haoe frenmente.
•
..
,
,
tante contra Xa reacción antidemocrá- te con lina circular .a las mariiobras de
Ningún derecho se lesiona con esta medida, .pues los autores de los
üea, y será el Ijaluarle en que se am- los caciques que- pretenden obstaculilibros que hoy se venden como de texto, sabían que las disposiciones
jpsu^n ios decrslos del país, jporque en zar la obra de la BepúUica:
vigentes, y en especial el artículo 29 del reglamento de exámenes y
él Jáoque está A^ N. V-, que a nadie ce«Be
diversos
organismos
oíiriAles
llede én patriotismo ni de nadie necesita
grados de ló de mayo de 1901, prohibían a los catedráticos señalar ni
gan
a
nú
autoridad
quejas
acerca
de
recibir íeccion«s para saber oómo han
recomendar obra alguna de texto, y, por tanto, ninguna protección jula
pasividad
que
se
observa
en
mudios
de traerse a la realidad las promesas
rídica merece un estado de hecho, que infringía los claros preceptos
aydntamientos para el cumplimiento
del píMíto de San Seba^iin Recordé-• de sus obligaciones tributarias
de ¡a ley.
'
•
Tampoco sé cohibe a los profesores en su indfividual actuaci5n, .pues
en torno al texto, como base fle los estudios, puede siempre, en síi glosa, explicación o comentario, mostrarse la personal labor docente do«(
cada profesor.
Fundado en tales motivos, el ministro que suscribe tiene el honor
de someter a la firma dé vuestra majestad el adjunto proyecto de real
decreto.»
Escriba ÜÍL a máquina por u n a
i^nbi Bada más ai día.
En el articulado se dice que el profesor no podrá exigir a sus alumLaTO^OTmáqaina de escaíbír, con
nos otro libro que el señalado oficialmente como de texto. Para obtodos los adelantos más modernos.
• tener tal consideración, el Gobierno abría unos concursos, previa pu- talicación de unos cuestionarios oficiales, para premiar con 25.000 peeAKÉSTIA ÍI.IMTADA
setas cada una de las obras elegidas. A ese concurso sólo podrían con.
Descuento especial a los lectores de
currír los profesores oficiales. El Estado se encargaría de impriínirestá Revista
—-=;s^M|
!as_ por su cuenta. I A S vendería recargando un 25 por 100 sobre el
W5LÉTIN A RECORTAR (franquéese con 2 céntimos)
precio de coste. T se prometía conseguir la felicidad de los estudiantes, los padres y los profesores.
.V. Ju
El decreto tiene fecha tS de a g ^ t o . Plenas vacaciones. Como ya
SEVILLA, 16 — MAB8ID
se advertía ien el jaíOTno decretó que durante él curso 26-2? se utilifianUaim ^Mtoifa F, g cmaMones ciamta^
y « pernos Me
íam^mm
zarían los textos qué aprobaran Ira «laortrOB de profesores de cada
locBlíifad, nadie creía que se Uevaria a la príeUca. Por lo menos, siemNoa^me _..„_:..,: „..:.._..:.Í,.J...;._.......-.Í„.„
........._....„.^....__.... : :~
pre sé téflíR tm eucao por delante.
.
'
Qjáfe-^._;..,.^..^^;......^.„ ,,„..,,..,^^<^:..lZII^,.,Í¿fate8^.„l.„
^ efecto que produjo el d«creto, « a a o no iwdía por mesM fué
Ae»i«rfttHi«. t i w |piio(Mi»es ae ^ntteroA ta«til«d9ii p w «I miiitatn».
COBOMA^'
-1
Sábado 2 de mayO de 1^3Í
ORFEO
11
ÉL PRIMER LATIGAZO
REBELDE
La r e v i s i ó n de un mito La concentración antifascista
¿Qué es eso de amansar las fieras?
La música de hoy las irrita, las hace
.rebullirse en la butaca, tscarbar en el
pavimento, asestar a la partitura sus
miradas incandescentes.., ¡Bueno ha
quedado el mito!
—¿Lo ve usted?—me dice ^a fiera,
mi vecino de silla—. Hasta los vi clines protestan. De rabia, íia saltado
una cuerda.
En efecto, saltan las cuerdas; pero
¿no estará también eso en el plan dé
Strawinsky? Porque, naturalmente
quien mas alborotó a la fiera íué Strawinsky con .sus «Tres piezas para
cuarteto de cuerda». Cuando leí en el
programa que se trataba de «una especie de taquigrafía sumaria», para la
cual había que exigir «la máxima atención», ya comencé a pensar en el
oyente incapaz no de «comprender>s,
smo de «atender». El llamado «fiera»
prefiere vibrar al unísono: es mucho
mas cómodo... y tradicional.
Porque hay una diferencia radical
e n . r e o s t a música y 3a otra. La otra
extrae del fondo del oyente una meloaia aletargada, la reaviva, la pasea
por todo el sistema norvíoso hasta llegar a Ja cabeza, donde, como todo
buen alcohol, produce sus naturales
efectos: embriaga y, por fin, adormece; ésta impone sus caprichos al oyent ^"H^fite sus recursos a la «máxima
atención», que es tanto como decir a
la «máxima vigilia», viene todo de
fuera, prescinde muchas veces de toda zalamería, etc.
Aligo muy penoso, tener que atender,
obligarse a estar bien despierto. Por
eso la fiera—estropeando el mito—saca las uñas.
LA CLAKIDA.D OSCURA
Para el desatento—en general, el espectador atiende muy poco, o sólo se
atiende a sí mismo; es decir, no sabe
ser espectador, no conoce esa ardua
técnica—; para el insumiso al arte que
una robusta personalidad impone, lo
más oscuro es la extrema claridad.
Por eso Strawinsky aún resulta, oscuro; él, destructor del misterio eri
1^ música: él, que decía a un amigo:
—^Ün cuerpo desnudo es siempre
más bello que un cuerpo vestido, hace inucho tiempo que en arte se emplea el truco del misterio. Ahora hay
que despojar de misterio a la música,
romo a la pintura, como a la literatu
ra, como a la misma naturaleza. Misterio es lo que se ignora. Intentemos
no ijgnorar nada, y sobre todo, no ocultar nada.'El misterio sigue resultando
impresionismo,
Y, otra vez:
—Para enseñar a mi chiquillo cómo
• se hacen los niños, le llevo al campo,
áaaáp ve a ios animales en plena libertad. ¿Porqué hacer un' misterio
de la cosa más «atural que hay en el
njundo?
Pero la claridad y la .sencíl1e¿,' en
arte, sigue encrespando las tenaces
marañas sentimentales donde tan a
gusto descansa el músico retórico.
Por eso Rodolfo Halffter, con su «Divertimento», suscitó parecidos asombros. Esta música geométrica, léspojada de toda granalla intersticial, pulida hasta el esquematismo, clara—por
tanto— clarísima, ¿no iba a resultar
oscura para el «consecuente* amigo
"ie las frondas?
Lo mismo sucedió con los «RispetW e Stramboti» de Malipiero. Jirono.'s de calle, canciones infantiles, bosquejos de tonada, estribillos, frases po• Pulares limpiamente engarzadas dentro de un pequeño mateo. Gracia y
agudeza, Esta tendencia a infantilizar
la música, a volverla un jwco al estaco agreste, a fius orígenes de grito
~-¿no es también el poema «el desarrollo de una exclamación» •—me paJece muy oportuna para podar de ell.-i
Janta hiedra convencional, tanto em"arazjoso cortejo. Se llegó a «eolemni• ?^''» demasiado «los conciertos; Uega: "an a parecerse a un velatorio. Don: "e. . naturalmente, el difunto era la
: STíScía..
Ssta grac'a de que rebosan lais «Tres
Weaas» pi «Divertimento», los «Ri.sel agUísimo «Cuarteto» de Ea"^a se sabe que quienes no poseen la
grac'a—esa cosa alada, sutil, que se
. "a <Íe balde o no se da—se atienen y
fl'elan a )a gravedad, a las 'cyes de
^ gravRdad. Juzgan las obras al peso.
HOME3NAJE A LA SRTIMA .
^ soñador, el nostálgico! también
tenía su plato preferido: nieblas, nubes, humo, representados aquí por los
«Dos bocetos» de Eugenio Goossens.
Potente imaginación, raro humorismo el de este joven inglés. Vn sentido
peeculiar del tema pintoresco y gran
fantasía se juntan en los «Dos bocetos»
para producir una impresión que podríamos llamar «fuegos fatuos musicales», ¿Humor británico? ¿Niebla londinensp? ¡Perdón! ¡Qué le vamos a
hacer, si ello es así! Respetemos los
tópicos siempre que estén primorosamente realizados, como suceda en los
«Bocetos».
El nostálgico y el humorista gozaban de muy buena ración en estos dos
conciertos del «Cuarteto Rafael»-porque se trata de las dos magníficas sesiones musicales que nos ha ofrecido
recientemente, en el Ritz, el ^Cuarteto
Rafael»—; pero la parte del Ipón estaba reservada al humorismo. J creo
que la mejor ejecutada, la más finamente «traducida»—porque todo «ejecutar;» es «traducir» un pensamiento
de autor—. Como si los cuatro hubiesen preferido colaborar con su destreza en obras tan dispares, aunque unificadas por el mismo propósito: agradar, mejor que conmover.
GLOSA DEL CUARTETO
Prefiero que la miúsica no. se empañe con demasiados timbres. I'refiero
que uña estructura musical quede en
manos de cuatro o seis finos ejecutantes, y ellos nos la sirvan intacta, bruñida, bien al sol los engranajes, los
matices. La' música—vehamenoia armonizada del mundo que vive—sólo
puede ser percibida claramente en
pleno recogimiento del espíritu. Hay
fragmentos de gran orquesta en los
que, por haberse querfdo «monumentalizar» lo que, en fin de cuentas, es
sólo intimidad, se borran todos los petñles emotivos, quedan sólo unos andamios de técnico, SuceHe como en las
decoraciones, de teatro: hay que resignarse a la gran mancha, al char
farrinón.
En ea cuarteto—y- más en éste, tan
de guante blanco—, la música se nos
sirve limpia sin un átomo de ruido. Para
mí el cuarteto es un laboratorio musical. Pueden realizarse en él las operacio_nes con la máxima higiene, con la
máxima precisión. Así creo que fueron
realizadas—soy un sencillo esjfieotador,
no un técnico—en el «Cuarteto Rafael». ¿Por qué no se repetirán estas
lecciones de química—o de alquimia—-musical?
Los programas, además, se atenían
a un prudente eclecticismo. Música española clásica—^Arriága—; música española reciente—Conrado tlél Campo,
Turina, Adolfo Salazar, Rodolfo Halffter, Eacarisse—; y música extranjera de extremo avance—Strawinsky,
Goossens, Alallpiéró—. Y, para terminar, la «Chacona de la sonata número 4». del Coloso Jiian Sebastián Bach,
Ambas sesiones dejaron una impresión gratísima. Porque las llamadas
«fieras» eran muy pocas. La concurrencia—heterogénea, sólo Tiniflcada por
su respeto al arte--colaboró también
con su ferviente apíaviso.
Benjamín JABNüS
am
Juventud radical
Se ruega a todos los afiliados de esta colectividad, así como los del partido radical, se pasen por secretaria todos los días de s-ete a nueve de
la tarde para inscribirse en las excursiones de propaganda republicana, que
se celerarán en distinto» pueblos de
Madrid, Toledo y Guadalajara, siendo
la primera, para el día 3 a Toledo, celebrando un mitin ert el teatro Rojas,
tomando parte los señores Abad Conde, Guerra del Río, Torres Campaña,^
Blanco Santanriaría y Andicoberry. .
ORISOL examina semanalmcnte
la marcha de los. mercados, las
cosechas y los valores JFlnaneUios
Blrecoién de CBléOI, AIcalA, SfJ
La certera profecía que en vísperas del triunfo plebiscitario nos hizo
el hoy ministro de la Gobernación
está ya en el camino de las realizaciones. La República española es el primer latigazo para las dictaduras latinas, y en Italia muy especialmente,
el desencanto en los círculos fascistas
es notorio. A la par cobra nuevos
alientos la esperanza de los demócratas italianos, que hoy más que nunca, confían en libertar a su país del
odioso yugo que todavía soporta, y
en reintegrarlo a la gran corriente
universal, devolviéndole siquiera las
esenciales libertades que son norma
indispensable de vida en todo país civilizadoPara transmitir a la democracia española victoriosa el saludo fraternal
do la Concentrac'ónó antifascista, y
también para estrschar aún los lazos
de amistad entre las democracias hermanas, creados durante un común destierro, entre sus luchadores, han venido a Madrid algunos de los hombres más conspicuos de los diversos
sectores que constituyen aquel batallador organismo. Aquí está Treves, el
leader socialista; el republicano Pacchinetti, como Tréves, antiguo diputado, Luigi Campolonghi el presidente
de la Liga de los Derechos del Hombre; Buozzi, delegado por las organizaciones sindicales de la Confederación General del Trabajo; y con ellos
algunos representantes de otros grupos que integran -esa noble coalición
libertadora, cual Leti, cual el coronel
Rossetti, el héroe de la Marina italiana que durante la guerra hundió
el acorazado austríaco «Viribus Unir
tis» y hoy continúa luchando contra
el absolutismo imperialista con otras
armas, ya que el enemigo ha tomado
otro d'sfraz; cual Armando Zajietti,
enviado especial de «La Démiere Heure» de Bruselas.
-CRISOL ha ofrecido a estos hombres—compañeros d© armas en la lucha común poi* la libertad y la digninificación de la vida—hacerse intérprete cerca de sus lectores de la fe
que les insp'ra de su esperanza en el
triunfo final. Con cordial sencillez nos
han dicho, en primer lugar, su profunda satisfacción por. la acogida que
les han dispensado aquí sus camaradas españoles, los que ayer aun eran
sus. compañeros de exilio y hoy dirigen, con acierto que los pi'opios enemigos reconocen, los destinos de la
nación.
Estiman que en España no parece
darse bástante cuenta ía gente de la
enorme transcendencia que entraña,
fuera de sus fronteras, la transformaoión operada én la estructura política
de este. pais.
Ha tenido una repercusión enorme
en el mundo enteró; pero en Italia
ha prbduoiido el efecto de un tragaluz
que' de repente Se abre y deja penetrar en !á celda del prisionero, con una
gran co-iriente purificadora de aire,
la luz de la esperanza.
Al establecer como espontáneamente
ha de hacerse en este caso, una comparación entre las dos penínsulas, no
debe olvidarse — observa Campolonghi que la situación en talia es muy
diferente de lo que era en España hace unas semanas. Se reprocha ai pueblo italiano su' pasividad. Pero ha de
tenerse en cuenta la atmósfera de
denso terror creada y mantenida por
la tiranía fascista. Recuérdese el famoso «plebiscito», organizado por Primo de Rivera hace cuatro años y
compáreselo con la reyolución plebiscitaria que acaba de realizar el pueblo español.
El silenció del pueMo Italiano-añade Treves—es la sola-forma actualmente posible de protesta: la de los
pueblós^ privados de toda ; libertad y
sometidos a un régtmerl de verdadera esclavitud. Mas si la situación es
diferente, la solución no puede aer sino idéntica. TamWén en Italia queremos instaurar Ja República, y una
República inspirada en los mismos
ideales y anhelos de rénovao'ótt social
que en España.
El desencanta en Roms lia sido
tanto mayor cuanto que estaban convencidos de que en Bspaáa había logrado implantarse deftnitivamcnt$ la semilla fascLsta. Por otra
parte la situación económica es allí
muy ^rave. Ya apenas si se consume
y se produce. Horalmente, la opínlén
púbr.ca, hasta aquella parte qué an*
taño se dejara arrastrar por el «bluffa
fascista, está totalmente desvinc^.ila»
da del régimen. Es, por lo tanto, y
esencialmente, una mera cuestión
de fuerza. Con las armas tan sólo se
mantiene Mussolini en el poder.
La m.ejor demostración de que ya
no tiene el menor sostén en la opinión públ'ca es que no se hacen elec->
clones verdaderas. Si el fascismo pen-»
sara contar de antemano con una mayoría importante se apresuraría a celebrarlas. Pero actualmente los diputados, como es bien sabido, los nombra el mismo Gobierno. «Es—precisa
Campolongrhi—una forma de caciquismo de Estado».
Ni siquiera entre los adolescentes
subs'ste la menor llama de 'fervor. Vienen a nuestras filas, cada día más
numerosos, muchos jóvenes de diez y
echo a veinte años. Ya no son solamente los hombres maduros, la generacidín de í a guerra—los antiguos
combatientes y mutilados manifestaron siempre rotundamente su antifascismo mientras pudieron hablar—
á"no las tiuevas cajjlas tambife. En
la misma prensa fasc'sta puede verse
que son jóvenes los que comparecert
actualmente ante el Tribunal especial,
y que hay ya muchos adolescentes
deportados en las islas. Esto puede
con,<5Íderarse como una renovación de
nuestra oposición y un excelente síntoma para el porvenir próximo.
Treves supone que, pese a las jactancias de la prensa mussolinesca, no
se atreverán a sentenciar al profesor belga Moulin. El fascismo tiene por
costumbre—añade—procesar a los indefensos; La única opinión que teme
es la opinión intsrnacional, pues en
Italia misma, sin prensa, s^n medió
de expresión libre y normal del pensamiento, no puede decirse que exista
ahora opinión nacional articulada.
En conclusión—^me dicen los demócratas italianos- -esperamos que la entrada de la Joven República española,
en el campo de la política internación
nal, va a reforzar ",a política de aislamiento, de «cordón sanitario» contra
el peligro fascista: pel'gro internacional porque para los gobierno reaccionarios v los regímenes de fuerza constituye un modolo, y para todos los
pueblos una amenaza contra la paz.
Og'er PRETECF.nXE
Madrid no tiene parque zoológico
Madrid no tiene parque zoológico. Eso que existe en el Retii-o y
que los madrileños llaman la «Casa
de fieras» es poco m á s que una!
b a r r a c a de feria de las que aeomb r a n a los públicos rurales. Ni p o i ! '
su capacidad ni por su variedad,
sirve p a r a nada. De eu direcci<5n técnica no vamos a ocupamos, porque
nunca la tuvo. Fué oreada por uiS
exhibidor de animales; ahora la re*
genta un jardinero. De lo que es ui<
parque zoológico, no tiene la m«-*
ñor noción el vecindario madrileflOr
y, menos aún, de la utilidad de
u n parque zoológico, de los beneficios que reporta p a r a los niños y pair a mucfios adultos.
Es necesario que el primei- muñí*
cipio republicano sn Madrid, pien-f
se ahora que las posesiones réaled
brindan espacios niagnífleos* y adecuadísimos, eft formar u n parqüH
zoológico.
Pero no i n c u r r a en loa errores an'i
teriores. De estas cosas no saben nada ni don Cecilio Rodríguez ni otros!
funciomarios
excesivamente celAH
zos, que en seguida se ofrecían pa-f
r a ello.
'
Un parque zoológico requiere, eií
primer término, nn zoólogo can*)í
organizador.
^mtom»
dé CBISOI.: t(3.891 XJ
63.892
Sábado 2 de mayo de 1931
12
FIGURAS GLORIOSAS.
(LIGANACíONAL
VICENTE BLASCO
IBAÑEZ
LAICA
«Al instaurarse la República españela, la Lága Nacional La:ca, n o
puede dejar en- sflenoio ¡a h o n d a emoexperimentada, pues, en la trans! Elatre todas Jas figuras gloriosas que ción
ien los pasados anos dictatorüiics su- ía rmación lle.-aaíj a cabo, es indudable
que
n u e s t r o s anhelos se ven rofrieron vejámenes y persecuciones ínijustas y cooarües, por su ideoiotna corfe deados de las m á s h a l a g a d o r a s esp«ír&ria al régimen fenecido, ua.'. c e l,is ranaas.
L a libertad, la democracia, los altos
xaas destacadas es la del inai,íii3 nove^lista Vicente Blasco lbáñe¿, que t a n valores espirituales que constituyen la
defensa
de n u e s t r a s aspirac-anes se
a l t o supo colocar el pabelióa literario
hallan e n c a r n a d a s en los hombres
tópañoi i,n todo si extranjero.
Biasco I'oáñez padeció todo el rigor del Gobierno provisújnai de la. R e p ú Bfc las iras de los unos y de la ejivi- bluica española de t a l m a n e r a , que
d i a de los otros. No es extraño. El au- todos y - c a d a u n o son l a m á s firme
,tor de «La Horda», < i a C a t e d r a l , , «La g a r a n t í a de n u e s t r o progreso en cuani a r a ñ a r e g r a » , «El Tnrruso», íja Bode- to al respeto del s a g r a d o d e r e c h o de
iga», y t a n t a s o t r j s obras, joyas de la la libertad de conciencia.
fiiteratura universal, en las que a*:aca,
Con frecuencia, en el p a s a d o n o s
ffinne y valientemente, a íní;t ií,'icioaes vimos compülidos con la d e m a n d a de
i y personas de cierto lango sooial, n o defensa c o n t r a atropellos que de mo' p o d í a gozar de las simpatías de unos do inaudito Se cometían, o r a con oca• y otros. Tenía que ser odiado. Y aquel sión de inscribir en el registro civil
odio se convirtió en persecuciones, en u n a recién nacido, o p o n é n d o s e a concalumnias, en ;;X';omi!mone£. ^'.^dos sus signar el nombre que el padx-e intereenemigos cayeron sobre él, corno cuer- sado deseaba, o r a con motivo de tra•;¡vos hambrientos, cuando la yu.otícación t a r de cumplir la vohxntad expresa-'de aquellas manifestaciones suyas, t a n da por u n ciudadano que deseaba ser
comentadas, en las xjuc, s-.-gún sus ene- enterrado civilmente, como en el cam i g o . " «hablaoa m a l de España»... so de p r e t e n d e r c o n t r a e r matrimonio,
-tli Mintieron!... ¿Mintieron a sabiendas sólo conforme a lo establecido en el
¡de que mentiaii, o acaso pu corta in- Código civil.
:t.?]igeacia los llevó a oree- í-n serio que
P o r párrocos y funcionarios, por
Blasco Ibánez h a b í a difamado a Espa- elementos que n o adraiter. ni t o l e r a n
ñ a , que e r a u n m a l ' p a t r i o t a ? . . . De to- otro modo de p e n s a r que el suyo, se
cio h a b r í a e n t r e los detractores del g r a n
l a L i g a Nacional L a i c a obligada a
; r.oveüsta. Pero lo cierto es q^íe eñ toda vio
í l a obra literaria d e Blasco Ibáiiez, ex- hacer gestiones de protesta u n a s vis-: tensa: y trascendental, de puro y co- ees, y do reclamación de justicia
: I l e c t o estilo, l a t e urv firme y acendra- ot¡.-as, a n t e autoridades locales, provindo Fíitriotismo. Patricttsmo v e r J a d , ciales y nacionales, viéndose en la
, ecuánime y justo, exento da cursis seni. mayoría de los casos completamente
i siblerías y. neuróticas • aberraciones defraudada . su ilusión.
E n enseñanza no h e m o s de detei 'c H a b í a de e c h a r por t i e r r a é u u n a h o r a
t o d a su patriótica labor de tant>3B años? n e m o s , porque sería cosa, interminable:
escuelas i n s t a u r a d a s con fondos
Ii,> lógifta i el sentido común nos diparüoulares, y sostenidas de modo decen lotunáajneijto que iic.
í Hablar nial d e Esr>afía, calumniar a Isfeerado con. c a r á c t e r laico, e r a n ini. Espa; íft, stTía decir que su clima es ín- vadidas é n su derecho, y o t r a s veoes
'[ soportable, que su sol n o es alegré, qn.» s e l l e g a b a a la cláusiu-a. „
-.
; su aiii^ is itisano, q u e sus h o n ' b r e s esE n las prisiones, hospitales, y deí t a n embrutecidos y son cobardes, que m á s estableoiniientos oficiales n o se
¡ n a c e n podridos los frutos qiie tía la en- S'cspetaba el pensaiaiebito ajeno, teí t r a ñ a 'Je su tierra:.. Pero dücir que los niendo que sufrir castigos y molestias
í t o m b r e s qíie h a s t » h a c e nnos: días l a t a n sólo comprsnsibles en países que
r i l a n venido guberoando e r a n uno.'jfar- aún no merecen el concepto d e civi, s a n t e s ; decir que gran par! & del pue- lizados.
; i l l a español es inculto por obra: y graE n los pocos días transcurridos des' c í a (de los que asentaban su poder pro- de la proclamación de la República
• clsamente sobi'e la incultura del pue- hemos tenido ocasión de conocer cuál
í b l o , eso n o es h a b l a r m a l d e España, es el criterio del Gobierno, e n - m a t e r i a
P eso no es caluiruiiar a E,spaiía ; e s sim- de creencia y el respeto- que promete
• iplemente decir l a verdad, la triste ver- a todas. Asi s e t r a n s p a r e n t a de las
f d.id, sobre ios que bajo un r í g i m e n ab- maniféstácidaés que l a P r e n s a atribui ROlútista y arbitrario, vej-atorio p a r a l a ye al Báínistíó de J u s t i c i a al entrevisfóignidad ciudadana, conducían a Es^ tarse con el rejjresentante del Vati.
paria p o r u n camino p l a g a ü o ' ' d e ^obs- cano.
A b u n d a n t s s elementos de iu'ció tet á c u l o s que Se í!;an acumiilan"tó b.a.'jta
•formar la g r a n m o n t a ñ a 4ue llegó a nsino.»! y a p a r a considorar que estaiobstruir el p ^ o por comptetu; nionta- mos dé e n h o r a b u e n a con el resultado
i ñ a que ya hemos rj.sto Cómo v o l j p u l - de los acontecimientos políticos. Muíverizada con la explosión d= la digni- cho nos debe interesar, y : m u c h o m á s
f'r'.ad y conscien'cia ciudadanas, pólvora h a de praocupaiaios a h o r a l a forma' s i n h u m o y apenas sin ruido.
ción de las Coiies Constituyentes, en
+ Despertar esa consciencia a'Jormeci- l a s eualea h a de elaborarse l a a u e v a
¡ Ha; quifeír a l pueblo l a venda que lo copslitución, e n cuyo Código h e m o s decegaba, d a n d o u n poco de luz en las h a c e r c u a n t o e s t é , d e n u e s t r a p a r t e
|tlnlebl&s e n que nos t e n í a n envueltos: p a r a conseguir s e establezca l a sepa.••flSíque a sí mismos s e dallan el título ración de l a Üglesía y el E s t a d o y
g e íKidies d e l a patria, c u a n d o n o eraai que, p o r t a n t o , Inípore l a l i b e r t a d d e
itnás qué unos farsantes, mi'is ridicu- cpucienoia, así como d d e j a r g a r a n Ics histriones sin a r t e a l g u n o ; eso es tizado que n o p u e d a nadie, n i nada,
sin incurrir en responsabilidad, ofen• io qpue pretendió Blasso Ibáñ.e:!.
' Ii;Stima grande que l a mac-rto. in- d e r c o n s t a n t e m e n t e a l p e n s a m i e n t o
oportuna truncase su vida, a ú n llena ¡ a.1eno con c a l a b r a s y con o b r » s .
ÍES m e n e s t e r que a h o r a , m á s que
-íifle g r a n d e s energías, impldiáu.iol^ con'tciBplar el espectáculo dé esta H'upú- antes, procuremos defender n u e s t r o
fblica, española, fruto nacido de la se- ideario, a fin d& que la., fuerza repremilla que como otros muciids seinl-.ra- s e n t a t i v a dé n u e s t r a Asociación sea
. ciores del ideal, Blasco Ibáñ'sz a r m i ó tenida en c u e n t a c u a n d o alce su voz
¡¡ródlgáünente sobre el suelo
esmñol, en d e m a a d a de u n a aspirao.'ón o en
pin importarle que e n t r e las espigss de reeiamac'ón de Justicia.
lia libertad brótase l a cizaña d e l a enZA o b r a n o eetá. t e r m i n a d a , n i muÍVídJa y de la ingraMtud;
cho menos. A u n q u e la, situación ac--# Sfe ¿ e justicia que hoy. libfi al ítn I r a l s e a u n a e s p e r a n z a y t e n g a m o s
fle cadenas y mordazas c!é't;»íia!itC3, fe' en ei porvraiir, n a puede s e r motiE s M a a ^ í d c e - s a voa y r i n d a el h o m e - vo p a r a qü^ rmáie piense q u e n a d a
= » a j e que e l , primer dictador n o p e n r i i t i ó t e n e m o s . q u e h a c e r ; h a y m u c h a gente
j a u e se hiciera, a l a memoria ít'.mortal que ReC6s"ta conocer el g r a d o en que
del autor de «Mare Nóstrum),-.
..
afecta a la d'gniáad ciudadana, el fondo d e n u e s t r o pensamiento, y p a r a
J u a n G A R C Í A MUiíOZ
ooMegU'rliJ es m e n e s t e r l a celebracióu de actos .públicos, coJiferencias,
j Cádiz, y abril de i931. ,
publ'cación de libros, revistas y todo lo que p u e d a contribuir a e s a labor
que p u d i é r a m o s l l a m a r educativa, y
CoHte.<3tando a preguntas de eorres- en tatito no consigamos l a o r e a o ó n
pousales y leetares, que a o s
pveganian do u n a filial de !a L ' g a Nación ní
sotare la pssibiUdad d e aSauíirir aáme- Laica, en t o d a s y c a d a u n a de las
r o s a t r a s a d o s de C É I S O t , , p a r a cóm- >cb!a:tsiones de iEigpaña y debidamenp i e t a r la historia de la dictadura, te- t e p r e p a r a d a s n o podemos abandoBar
« í * ^ * ^ mucho gusto euiKBsffit e a s u en lo m á s m í n i m o la labor que nos
csH«iemüeato que en nuesñtra Adminis- h e m o s impueátó. Sólo entonces s e r á
^ C Í M ( , ; á l c a l i ^ v8?í « n c a o t K t t í ^ ::l o s: cuajuiq nos podemos p e r m i t i r el dai'elemplares que di^een.
nós u ñ deseanso.-^tA .Directiva.»
FUNCIONARIOS
PAGINAS DE LA
VIDA HUMILDE EL C U E R P O DE
PRISIONES
E n u n periódico de S a n Sebastián
leemos u n a c a r t a del pueblo de Idiazábal, famoso por sus quesos, que queremos copiar p a r a que se vea cómo iiorece en la pequeña vida provinciana
13, afición a los ecos de sociedad.
Dice a s í ;
«Boda distinguida.—El sába<lo, día 8,
s e celebró en esta parroquia la boda,
uniendo en eterno lazo a lo.s esposo.^,
nuestro distinguido y opulento americano Jesusíto Arrieta y la bella y siin.
pática joven Dominica Aldasoro.
Había despertado extraordinario interés esta boda e n el vecindario, jiasta que en las casas m á s lejanas se
veían llenos los balcones f "ventanas
con el ferviente a f á n de contemplar est a fehz pareja al conducir a la p a r r o ,
quia, interés que motivaron las círcunstanclsis de los novios y que merecen
destacar en estas l í n e a s :
Nuestro querido amigo 'ion Jesús
AiTieta, llegó a ésta, procedente tíe la
República Argentina, hace dos meses,
quién d a b a muestras evidentes de poseer importante foi-tima, cosa que dio
lugar a varios comentarios e n t r e los
americanos de ésta sobre s.i m a n e r a
de prosperar, puesto que h a c e diez y
odho años fué a la Argentina siendo
analfabeto y h a vuelto en el mismo
grado a su caserío n a t a l «Ari^ti», donde se h a refugiado en unión de su m a dre y h e r m a n o , don J u a n Arrieta. h a biendo resultado de nuevo afortimado
en amores, quien concertó el ruatrimonio a los ocho días de su llegada con
u n a sobrina jove.a y de belleza extraorQinaria de sus diez y ocho primaverus,
hija de los pastores don Francisco y
d c ñ a Josefa Igna(;;a.
H a n llegado a nosotros c a r t a s d e
v.irios oficiales de Prisiones
reclam a n d o u n a s lineas en esta sección.
3u titulo genérico indica, la amplitud
de la misma. Todos los funcionarios
civiles t e n d r á n en estas columnas l a
defensa vigorosa de sus derechos colectivos, lo m i s m o que la c e n s u r a sev e r a de aquellos actos que perjudiquen a los servicios públicos que les
están encomendados.
T a m b i é n recibimos u n a n o t a de u n a
sComisión* sin firmas
responsables.
No la publicamos porque n u e s t r a delicadeza rechaza el anónimo,
aunque
sea j u s t o io que en él se pida.
En
estos tiempos y a se p u e d e
j luchar abiertamente, sin t e m o r a represalias cuando l a verdad a c o m p a ñ a
a la intención del propósito.
Los departamentos ministeriales n o
ron a h o r a despachos de la influencia.
Se puede e n t r a r en ellos con la firmeza de que la justicia no se m a l o g r a
con el gesto del m á s fuerte, sino que
cederá siempre a l a esencia del derecho y de !a razón'.
Y precisamente en la dirección d e
Prisiones h a y u n t e m p e r a m e n t o da
v e r d a d e r a fibra democrática. Victoria
K e n í h a educado su espíritu en la
a v a n z a d a del pensamiento moderno. Y
este signo ideológico es suficiente gar a n t í a p a r a que los funcionarios expongan las reformas que previamente h a y a n sido estudiadas, concretando e n ellas los anhelos profesionales,
sin la m e n o r sugerencia personalista
que disminuya el deseo y el interés
colectivosiLa n u e v a política españo'a debe ?er
p a r a todc« u n a inyección de recia
idealidad. T atendiendo a estos con-.
cept<w democráticos es como los problemas corporativos h a n de estudiarse
y resolverse.
Sabemos quo el Cuerpo de Prisiones
necesita u n a completa reoiganización,
en los aspectos, moral y económico.
N u e s t r o rlgim-=n penitenciario es a r caico e inhumano. U n reflejo de «La
Ca.«;a de los Muertos» de Dostolewski.
E l funcionario es u n preso distinguido. Cumple condena la m i t a d de
s u vida. Guardianes y .-uaestros, todos
los que tienen u n a mis'ón dentro do
las alrceicsi e s t á n sometidos a u n trabajo de Jomada, excesiva por u n a retribución ridículaL.
El acontecimiento n o h a podido ser
m á s fehz p a r a ambos novios, puesto
que l a novia, h i j a de pastores, de j o ven experta en elaboración de queso.3,
h a conseguido e n l a flor d e s u vida hacerse dueña d e un ^pichón con jilata»,
pasando con él a . l a l i d a j a m á s esper a d a p a r a ella; y el novio habiendo
decidido p o r lo visto h a c e r el viaje- a
Europa con el singular objeto de elegir
su consorte, h a cumplido su irisión
apenas llegado. Se h a b r á n guiado se.
guramente, en el antiguo refrán vasco,
que d i c e : «Ezkontzak eta buzUantzak
beroberorik».
Pues como h e dicho al principio ha^
bJa g r a n Interés en presenciar la boda
y la mayoría del pueblo cousiguij verlos; después de dadas las diez, se dirigían los novios de la casa aAldasoro!)
a c o m p a ñ a d o . el novio de l a m a d r i n a ,
h e r m a n a de l a noviar señorita. Pía,; y
la novia J e su tío, hern!iano ííol novio,
E s preciso t a m b i é n h u m a n i z a r la
don J u a n Arrieta, á quienes seguían detrás u n a iiunensa coleccica de, mozos y prisión. Que el delincuente halle m o mozas, q u é por falta de espacio n o es- tivos p a r a olvidar el delito y n o c a u s a s p a r a afirmarlo en su memoriat a m p o sus nombres.
y
i
Tenemos confiauza en el talento da
U n a vez t e r m i n a d a l a ceremonia d e ! Victoria K e n t , y d a r á al régimen pela iglesia, se dirigieíon de nuevo a la ! niteneiar'6 lá ó r e n t a c i ó n precisa que
c a s a «Aldasoro»,' donde tuv-o lugar el ; satisfaga las aspiraciones de los fuubanquete en h o n o r n, 2a boda, ocupan- ¡ oionar'os y socialice, además, la vida
tío l a mesa mayor los esposos, e n unión penal del delincuente.
de los invitados. Ja mayoría autoridaIsaao PACHECO
des eclesiástico-civües; y l a mesa peñ e r a ! estuvo animadísima, d a d a 1.1. alegiía d e los jóvenes comensaless de a m bos sexos, apoyados p o r el renombraP o r indicaciones d e l a directora d e
do acordeonista r e n t o r i a a o «Axmt:í)o»,
quienes u n a vez de.spedldos los novios, Pr'aione!'.. se reunieron los oficiaJes d e
que salían de via;Je, o r g a n u a r o n u n Prisione.í d e Madrid, ehgiendo u n a
Alfredo
baUe, que duró h a s t a las doce de ía comisión, f o r m a d a p o r d o n
noche, y como es n a t u r a l , con su co- bolera, do J u l á n Ballesteros, don Alrrespondiente cena y morreo en ,su in- fonso R a m o s , don Apofinar Bcdriguez,
y don Antonio R a b a s a .encargada de
termedio.
Damos :1a m á s -cordial enhorabuena r e d a c t a r u n a M e m o r i a con l a s a s p i r a a los r e á & i casados y te deseamos ciones del Cuerpo, relativas al m e j o r a u n a e t e r n a Imia de miel y u n ffliz .-ia- m i e n t o m o r a l y m a t e r i a l d e n t r o d e
}y, a la Argentina, que en oreve h a n las posibildades actuales y con m i r a
a lo que acuerden Jas Cortes.
de emprender.-—El corresponsal».
llllllllHlliniHllllltlllllllllUil(llllllllIllHllllliiI!linilHII!!!lll!IUIiHIIIHIIIimillHHIHHHIIII«IIIH"iHil!ii¡illílilHII(ll|lll
i^..
E. B O SSAT,
editor
F l a z a de S a n t a Ana, 9. A p a r t a d o « . M a d r i d
U l t i m a s publicaciones:
.«Holiófilo»: C h a r l a s al Sol, 2." serie. «El mejor libro del mes». P u b l i c a d a s t a m b i é n la 1.' y 3.» serles, a p t a s . 5.
Gferard: I,ee(dones d e Electricidad. Versión española. T o m o I V y últim o , p t a s . 24. O b r a completa, c u a t r o tomos, p t a s , 85.
M a r t í n d e l a E s c a l e r a : Cálculo dlemental y Ejecución d e o b r a s d e h o r m i g ó n a r m a d o . S e g u n d a edición, reformada. iE^tas. 15.
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13
Sábado 2 de mayo de 1931
c sión de datos, la reforma agraria rea- te grandes. Dibujaré u n a línea:
lizada en la mayor parte de los paí- Quijote, Ulenspiegel, Proust, Ulys|Ses europeos, después de la liquidación ses- «Der Mann d m e Eigenschafde la guerra. De este balance se de- ten». P a r a abarcar el libro de MuE s muy interesante en estos mo- 'duce que Rusia ha sido el país más sii «n u n a nota crítica, ésta debía
inentos la publicación del libro «Al profundamente transformador; la obra I tener el' mismo volumen que el liservicio de los campesinos», de Cris- de la revolución, que sufrió en el am- ! brO'. Sólo u n a obra a i a que «Der
tóbal de Castro (Editorial Morata). biente campesino los p6]igros mayo- i Man ohne Eigenschaften» pudies'e
El subtítulo «Hombres sin tierra y res y las mayores dificultades, pudo Bieirvir de crítica, sería digna de s e r .
tierra sin hombres» expresa los carac- consolidarse, gracias al oportunismo le- virie de crítica al «Mann o h n e Eiteres especiales del problema agrario gislativo de Lenin y sus hombres. En geínschaften». Como, prácticamente,
español. El campesino carece de pan Alemania, la reforma ha sido menos es imposibte hacet*le justicia de esy de trabajo, por el predominio de los ¡radical; pero, de todos modos, de la fca manara a la obra de Musil, nos
grandes latifundistas, que tienen con- matriz de la revolución siocialisita han l(ianit.air&mos a una® pocas palabras—
vertida a España en una organización .surgido en pocos años miles de pecasi feudal. El hombre del campo que queños propietarios, que antes servían a menos de l a s <iu€ solem-os dedicar
no encuentra defensa posible para ma- pos intereses de los grandes terrate- a cualquier folleto—señalando con
numitirse de la explotación del gran Inientes. A Alemania le ha falUdo el esta actitud l a impotencia del pepropietario, emigra con sus familia- gran paso de ja colectivización aei riodista ante t a n t a potencia.
res y deja sin brazos la tierra nativa. campo; por eso el programa revoluSe di 06 que pasó l a épcK^ de oro
El problema se plantea simplemente cionario de las masas no ha sido lie- de l a novela- P o r consiguiente, envado
todavía
a
BUS
últimas
consecueny no resulta exagerado decir que si,
contramos a mu.cii.as personas m u y
por fin, hubiese un Estado capaz de cias.
cultas que desisten de leer n o w l a s .
afrontarlo con resolución y empeño,
Ledesma Miranda, joven escritor, que Aligo asff como u n palncipio., u n a
desaparecería con pasmosa sencillez, presenta
un catálogo de obra profun- promesa muda, que s e dieron ¿sí
Hasta ahora, el Estado monárquico da y original,
acaba de publicar «Agoíio acometía en ninguno de sus aspec- nía y tres novelas más» (Renacimien- mismos, 1 ^ prohibe tocar obras notos el problema de la tierra, porque to.) Es un libro que constituye algo, velescas de cualquier clase. Paira
en él descansaba su ¡propia razón de así como un itinerario de fracasos. hA éisas personas está escrito el libro
ser. El latifundismo y la gran pluto- autor describe a los hombres que van de Musil; lo habráai de leer; u n a secracia constituyeron desde siempre el renunciando a sí mismos lentamente, dueción, difícil de describir, v a a
fundamento de la vieja sociedad espa- por un proceso de descomposición o de •hacer llegar este libro a m mano;
ñola, cuyas instituciones políticas em- 'atrofia íntúna. Son muertos del »spi- y lo a p r e t a r á n como u n a mano a la
piezan aJiora a resquebrajarse, quizás ritu que caminan sobre los escombros otra,
con demasiada lentitud.
'de sus renunciaciones. Personajes de
se efectuará u n doble íenóm©Cristóbal de Ciastro escribe su libro urbe y de suburbio que caminan con «lO:y por
u n lado, recobrarán l a fe
bajo la advocación de Costa. La doc- 'el ataúd de su ideal a la espalda. El
trina de recoiisierucción cestista tiene estilo elegiaco, crudo y melancólico de que perdieron, respeto a l a literatura
que jser. Indudablemente, revisada, des- , las cuatro producciones, está someti- noveíeisca; por otro, experimentarán
pues de los avances legislativos que do a las m¿s ásperas disciplinas esté- u n a emoción h a s t a ahora nunca exen materia agraria se han registrado ticas, Ledesma Miranda es un contem- perimentada. Este libro es un. vaso
durante los últimos años. Pero siem- plador de la vida; pero al mismo tiem- del que s© sorbe el néctar delicioso
pre quedará aquel clamor profetice y po la zahiere y la agita con sarcasmo de un lespíritu de coiusumada sutidesesperado del hombre • de Grau, des- que nos hace recordar a los grandes pe- leza. «Der Mann ohne Eigenschafafiando a un Estado medieval con simistas, antes y después de Larra, tenn es u n a novela sin acción; 1.068
su programa de redención campeaina. I Todas las variaciones de un prosista páginas sin sensación, sin acción;
Cosla^sabía que España tenía su sal- moderno se encuentran en las pági- esto quiere decir ,que aquí u n («rovación en el campo, y murió sin ig-^ nas de escritor que pasa, del lirismo
morar que los gobernantes no desea-" más fino, moderno, clarificado, a la man,cieri) de niadurez subHmleí, vierban salvar a España, sino hundirla. aspere?a furiosa y realista de nues- te ante euiS contemporáneos toda Su
sabiduría visionaTia.
El autor de este libro estudia en la tros clásicos.
primera parte, con extraordinaria preJ. DÍAZ FEBNANDBZ
Máximo José KAHX
(1) Musil Robert: «Der Mann ohne
Eigens-chaften», 1.068 páginas. Ernst
Rowohlt Verlag, Berlín, 12 marcos.
LiüKOü) iNüfiVOS
Consultas bibliográficas
P.—Se desea saber: a) ¿Si existe, adé«íiás de la de Pirala, alguna otra obra
que estudie las guerras carlistas? y
b), ¿si será posible obtener bibliogi-afía sobre el mismo tema?
R.—Dada la amplitud de su deseo,
sobr-3 todo en la segunda parte de la
consulta, creemos 16 mejor para usted que adquiera la «Bibliografía» de
Benito Sánchez Alonso, que es la obra
que con más extensión, hasta ahora,
h a recogido lias publicaciones históricas sobre España y contiene gráil
número de referencias sobre su tema.
Adquiera la segunda edición, publicada por el Centro, de Estudios Históricos xaladríá. Duque de Medina.C£li, 4), al precio de 25 peéstas.
P a) ¿Existe en español algún manual del. librero más completo que el
d o ' P á i a ú y el de Vindel, que están
tenpublicac'ón? b). ¿En francés ha aparecido alguno súperioír al de Erunet y
el de Graesse? c) ¿El Instituto Interuaeionai de Bibliografía de Bruselas
publica aJgún boletín? y d) ¿Resuelve
ccnsultas?
'
-ja.---El de Palau no está en publicación. Acabó hace unos años con el
tomo VII. El de Vindel (Francisco),
va por el tomo sexto. El primero es
ampliamente informativo; el siegimdo
no- lo es tanto, aunque tiene valor
enorme por reproducir gran cantidad
de portadas. En español no hay nada" superior, b) En francés no hay nada superior a los citados por usted,
porque algunos, como el de Federn y
Jas publicaciones de la Maison du Wvré, puramente comei'ciales, no los supej-an, aunque son modernos, c) t.o
tiene anunciado y se publicaba hast a . los tiempos de la guerra eurojieaí
no, hemos visto ningún número y creomos que aun no se ha reattvá%#a; y
d) Sí, mediante una pequeña retribución, estipulada por fichas enviadas.
P.—-a) ¿Qué libro histórico de la
revolución rusa es el más detallado"
b) ¿Qué Historia de España, de precio no superior a 50 pesetas, me recomienda?
R.—En lenguas latinas, la que conocemos con más sentido histórico y
más objetiva ps la de Lydia Bach,
«Histoire de la revolution russe», cua-^
tro volúmenes, Libr'airie Valois, París,
7, place du Panthieon."^ El episodio de
la muerte de la familia »o está todavía historiado con rigor oientit'ico.
b) Pida la de Aguado Bleye o el Epítome de Ballesteros, ambas de precio inferior al indicado por usted.
P.—¿Hay algún diccionario francés
español y español-francés, moderno y
completo?
R.—Kl nafis moderno y el m48 completo que conocemos es el del catedrático de Sevilla don Rafael Reyes,
del que hay varias ediciones.
P.—En el número de CÜliSOL del 18
de abril, Máximo José Kafan habla de
una obra de Magnus Hlrchsfeld, titulada «Sittengeschlchte des Weitkrleges», ¿Se ha publicado en castellano
esa obra?
R.—No está traducida, quá sopamos
nosotros, y gi estuviera, nuesitro compaiiero lo hubiera hecho cor; ¿.tar.
Literatura extranjera
— En el número de abril de la «Neue
Rundschau», publica Ortega y Gasset
el ensayo: «¿Wer herrscht in der
Welt?», que prevé la fusión de las na^
cienes.—En el último número de la
•ici.itci-arische Welt» aparece un capítulo de su libro: «La rebelión de las masas».
—El 5 de abril publicó la «Deutsche
Allgemeine Ze'tung» un artículo:
«¿Por qué no España?», que se lamenta, con razón', del poco uso que
se hace en Alemania de la literatura
moderna española respecto a traducciones. A este artículo contesta ahora
Walther Pabst,. el inteligeinte autor
del ensayo sobre Góngora, en el mismo
periódico haciendo un resiunen de las
pocas traducciones hechas. Comenta
que, lo mismt» «Platero y yo», como
las -fGreguerías» de Ramón, aún estando traducidas, no hayan encontrado editor que las publique en forma
de l*ro.
—En Hamburgo se estrenó con gran
éxito la obra de Unamuno; *Ein gatozer Mann».
—Acaba de cumplir cincuenta afios
Antón Wildgan,s. el conocido draiáatargv y lírico austríaco. Su drama
más conocido es «Kaín»; pero la. fuerza mayor de Wildgans la representa
sus flnisimas poesías líricas.
•—Fülcp-Miller, el conocido autor del
libro sobre los jesuítas, terminó una
obra sobre Pól'na Suslowa, «La amiga eterna», de Dostoie-wski.
—Erich Vog^er editó en la casa
Axei Juncker tm totaito úe canciones recopiladas de los esquimales.
Esta colección poét'ca representa un
*curSosum» de primer orden.
(«Der Mann ohm
EigKjnécbafTeléfonos AB CwmOlA
ten» (1) pertenece al gn^Kí' de las
33.892
cinco o f seis íiovelas verdaderamep- ,1^
StMt
y
REVISTAS
EL SISTEMA MÉTRICO. — En la
«Revué scientifique (Revué Rose))^-París, 25 de abril.--El astrónomo hono»
rario del ObseiTatorio <?e B u r d e o s »
E. Doublet, publica un curicso articulo
h'&tórico sobre í l sistema métrico. De
todo el mundo es coaociuo el iimdamento del sistema, oue el metro equivale a la diezmillonésima pane del cuaarante del meridian€. terrestre, r.HMido
entre Dunquerque y Barcelona; que el
gramo es el peso de im centímetro cúbico de agua, etc. j^o que no ka ílerado todavía al fran público es el proceso científico seguido hasta llegar a
tales detenninaciones, los trábalos de
la comisión y las incidencias de los
mismos; los detalles interesances, y como el nuevo sistema arraigó y se h a
ido imponieinto en el mundo.
Monsieur Doublet, comentando la ins.
tajacion de la Dirección de Asuntos
Comerciales de la Exposición Internacional de Lieja de 1G30, construye urí
artículo interesantísimo siguiendo el
desarrollo del sistema métrico imíver*
sal, desde su concepción primera haa*
ta su fijación: los estudios y reunió-nes previos; las soluciones presentadas
y discutidas; los trabajos de geógrafos, astrónomos y matemáticos; lai
medidas de los gobiernos entonces y
después, etc. Es un estudio histórico
interesante.
En el mismo número: «Las enfermed a d e s parasitarias en Madagascar»,
por H. Poisson, y «Iios carourantes y
la carbm-aeión en temperatura baja»,
por Edmond Marcotte.
ESPAÑA REPaBLICANA.-En «L'Europe Nouvelle» (París, 25 de abril).-(
S(? publica una extensa informacióa
de Ijeón Rollin y de Moussec sobre los
antecedentes históricos que han sido
las premisas del actu.il est;ulo de cos<is en España; sobre el cambio aerificado, y se extiende a las posibilidades que en el campe de la economía
se abren a la nueva Esoaña. Coincide
con un escritor político español en
destacar la lelaciór. que puede haber
entre la muerte de las líber tade."? municjpales en \ni.lalar--1521, los comunevos—, y su resurgimiento en abril
de 1931. Allí.se desvió el destino español, y de.'ívlaílo ha estado durance cuatro siglos. Hspafta, bajo los Austrias y,
los Berbenes (Bonaparte y Amadeo representan dos efímeros paréntesis éa
su historia), ha vivido desencauKadas
La jornada del 12 de abril ultim<Jí
que es al mismo tiempo el fin de vatai
revolución de más de un siglo, significa para España el encarrilamiento dé
su vida en el carril de la den-iocractej
que es la tradición F''ninsular, De esta
información forma parte una semblanza de «Don Alfonso de Borbón y Ba^'*
burgo», que comienza con estas p¿lan
bras: «Alfonso XIII ha gozado fuera
de España de una ponularidad que la
hubiera sido mucho más útil en el pafg
donde ha reinado, !o cual obliga a sü*
. poner que ha sido mal compreiidi>to
en el extranjero». Va sefialandá: los aó»,
tos de poder .personal, borbónico, deSa
de el nrimer Coiosejo de ministros que
presidió, siguiendo el relato de Romanonés, hasta la formación del última
gabinete.
Además, en el mismo niimero es iii*
tetesante un articulo de la redacción:!
«El rey Catol juega al «ecarte»; «El
caos econ&riico», p.w'M. Jorga; «El
crédito apícola interii-íclon.il y los gra»
nos franceses», por Rogér Nathan.
EL SERVICIO DE
ÍNTERCAMEIO
I N T E R N A C I O N A L EN BÉLGICA — En Bélgica está organizado
un servicio de intercambio de toda clase de publicaciones, especialmea.
te las oficiales, con los deruás países.Depende del niánisterio íle Ciencias y
Arles. En 1>93Ó había n n crédito de franc o s 35.000, reservado exclusivamente
para el sostenimiento del servi'.'io. El
jefe del sersició. Calarles Pinart, publica un informe detallado sobra la fundación de la oficina y el funcionamienr
to en la «Revué des Bibliothéf|ue.'.» (París, agosto-dici.-.mbre de IÍ1.30)ESÍG ías-
•Í;''CU1O aeabá d e ser distribuido ahora,
a pesar ^ l a fecha qué ostenta. Hay, «deia&s¿ « n «Stuflio íBobre «la
Biblioteca 'Je la llnivérsidád de Buda^
pest», por Jule.s de Bisatray.
14
Sábado 2 de mayo de Í931
Jeaneí te
M
v i b r a r a iais tttulfrj
t i t u d e s en^el
DEL
I
AMOR
.—
I Reapaarecerá el próximo martes
ea
KIALTO
«Amor entre millonarios»
Un asunto' nada nuevo, pero que
cobra insospechados matices de fina
comicidad gracias a Clara Bow, es en
Euma esta graciosa comedia norteamericana.
JUl argumento es la eterna boda de
la muchach'ita humilde con el hombre rico, y el triunfo-, claro está, del
amor venciendo todo género de dificultades.
Clara Bow, la deliciosa artista, es
por sí sola toda la película; dentro
de los límites de la m.is estricta naturaldad, se muestra unas veces picara y otras sentimental, llevando en
todo momento prendido al espectador
de la incopíable delicia de su, gesto
ta» temenino.
El público subrayó con grandes
aplausos, diferentes momentos de la
acertada interpiretación.
BOYALTY
«Xia Arlesiaoa»
Logrado film sonoro en el que juegto. un primordial papel la bucólica
partitura, un tanto ingenua, de Bizet, constituyó un triunfo, pues el público pudo apreciar la perfecta un'ón
de los elementos musicales del poema
con la acción cinematográfica.
El confl'.cto plácido y humano emociona y entretiene cautivando al público en todo momento.
Ija interpretación, justa y digna de
aplauso; muy bien la fotografía, con
detalles de buen gusto y de correcta
técnica; muy bellas las escenas de la
granja.
Toda la película—que alcanzó un
gran'éxito— constituya un triunfo para Baroncelli el hábil director.
'
la
opereta
MONTE
CARLO
llywood son, según el pintor londinen-.
se Cecil Beatón, Marión Davies, Norma Shoarer. Greta Garbo, Mariee Dio«
ti-ich, Llily.an Tarliman e Ina Claire.
iPeoar y hacer penitencia
En Paramount van a filmar la película dri los arrepentidos. Se llamará
«Goal», y en ella actuarán Clara Bowr
y James Miirray. La primera está, según dicen, hecha una santa, y el segundo, a quien echaban de todas partes por informal, ha prometido portase bien.
«Montccarlo»
En Rialto se estrenará el martes
«Montecario», la última producción de
la Paramount, dirigida por Ernesto
Lubitsch, el gran fumador
CINE
MADRID
PAtACíO D Í : L A M Ú S I C A
«Vals (le amor»
Cortesanos de opereta, generales,
bufos, marquesas que besan al compás de la muslquilla vienesa y galanes que ponen los ojos en blanco al
cantar su amor en tiempo de vals.
Todo esto enmarcado en un lujoso ambiente y acompañado de una
música frivola y ligera del nvis puro
corte vienes.
BI público amante dé la opereta,
género que, gracias a su eterna juventud no morirá nunca, tiene en «Vals
de amor» un espectáculo selecto, que
entretiene al vista y el oído.
Destaca la cuidada y graciosa interpretación que da a la deliciosa película Liicián Harrey.
CINE MADMD
«Iván el Terrible»
El criterio estúpido de laa dictaduras impidió la proyección de esta película de alto interés dramático, cruda
y v-olenta descripción gráfica de la
tiranía de aquel zar.
«Iván el Terrible», patológico modelo de tiranos bestiales, gx>bierna a
un pueblo entre una viscosa nube de
sangre y desolación.
Msta, es en sí la trama de la película, rica en el detalle, fastuosa en
presentación, es fiel documento histórico de una época.
La interpretación es admirable, con
esa homogeneidad perfecta de los
films rusos, tnás atentos a las grandes masa¡3 que a los divismos desta/cados, no obstante el gran actor liconidoff, éste espléndido de gesto, dando insospechada naturalidad a la crue'
y siniestra figura del protagonista.
El éxito clamoroso del estreno, se
ha confirmado en días sucesivos. El
Cine Madrid ha encontrado la película de interés y de emoción que se
sostendrá largo tiempo en loe carteles.
HBBCX:
«Charlot» y los toros
La próxima película de Charles Cha.
plín tendrá como* argum.ento. las aventuras dé Tin torero. Y también de toros serán laa próximas pelioulas cómicas de Eddle Quillaa para Pathé y
de Buster Keatón. Tenemos, pues, españoladas en perspectiva.
La belIeJEaen el olne
Las seis mtijores más lindas de Ho-
Jeanette láac Donald, la protagonista de «El desfile del amor», luce en esta cinta por la que desfila el panorama
cosmopolita de Montecario, su belleza
singular y su arte magnífico de actriz,
TTna no%'eIa de Poe en película
IJBO Birínski está haciendo la adap«
tación cinematográfica de la popula-.
rísima novela de Edgar Poc «El crimen de la calle Morgue», que Cari
Laemmie Jr. se propone llevar seguidamente y con todos los honores a
la pantalla sonora.
El prórimo «aftljh» de Bleanor Boandman
La bella esposa de King Vidor empezará muy pronto a trabajar en su
nuevo «aim» «Women Love Once» (laa
m.ujeres aman una vez), original de
Zoé Atkins, gue dlrigrii* Edward Qoovman. Completa» el reparto de la cinta JuUette Compton, Hélsn Johnson y.
Geoffrey ICerr.
Sábado 2 de mayo de t93l
15
Chaplin juegue con «constantes» humanas; con un tipo dé reaccioues d«
tipo sentimental, Que no suelen fallar
-en ningún momento. Es decir: ChapUn
juega sobré seguro. Sabe qué gesto
ha de conmover a continuación de la
riaa, y sabe cómo han de entremezclarse la carcajada y el llanto.
el rol que la casa ha p.}iesto en sus maAhí va la liebre.
Con ello, Chaplin no hace más que
nos. Y que muy pronto dejará pequeñi- situarse dentro de la linea dé humo/ Pepe Brujo tiene un humor envidia- tas a todas las estrellas del film.
ristas de tipo céltico que va desde
ble. Desde el día en ue Itégó a los esÜn día de sol en Joinville
tudiois es conocido por todos los artisCharles Dickens a Eea de Queiroz. Su
tas y empleados, cosa que no logran
primera vea en esta temporada postura queda claramente delineada
algunas personas a pesar del tieinpoi •laPor
bnUado el sol ea. Joinville y es muy
que llevan en la casa. Una de su últi- Jnteresante ver Jus jardines de los Es- dentro del ochocentismo.
mas ocurrencias consiste en «echar una tuoios i^aramount. llenos en la m£iñaY así como el nuevo humorismo liliebre», como dice él: cuando más ca- na üe artistas que reciben con alegría
llados y entretenidos están sus compa- las Cíiricias caras de Febo. Se habla terario ha dejado de ser una reacción
ñeros comienza a gritar con todas sus de la vida de París, de la vida de Es- cínica contra el aentimentalismo, por
fuerzas: «¡Ahí va la liebre, ahí va la pana, dfi triuntos.de fracasos, y hasta la pura y simple razón de que lo senliebre, la liebre, la liebre!...», y simula c!,. vez en cuando se sorprende alguna timental, ha dejado de informar la viperseguirla, como si se tratara de ün pareja junto a un áibol corpulento, tepen-o. Se han dado casos como éste: jiendo bellos diálogos de amor. La pri- da literaria, y por lo tanto, no se hace
E. W. Emo rodaba unas escenas del mavera ha qu-;rido, por priajcra vez, precisa—ni actual—una reacción con'ilm «Lo mejor es reir», con Imperio sorprendemos o m el incomparable te- tra ello, así también las fórmulas del
Argentina y Carlos San Martín. Se ha- soro de sus encantos: un día de sol, un
llaban en el momento más interesan- c if. de juventud, de optimisnvo, de be- humorismo cinematográfico actual han
lleza y en todos los artistas unos de- dejado a un lado el lastre ochocentisseos infinitos de trabajar y de perse- ta-chapliniano. para postular una nueguir más de corea a la faúiti.
va actitud actualista. Es el caso de
Keatón (recaído, sin embargo, en el
último film>, de Laurel, y sobre todo,
de Harry Langdon.
Esto es lo que puede decirse de la
fórmula—de ¡a escuela artística—de
Esta vez, sin duda, porque tenemos Charles Spencer Chaplin. Con todo no
la atención puesta sobre cosas mtás será vano decir que su poderosa iiidiviinmediatas y urgentes, Chaplin se ha dualidad y su intuición maestra nos
pasado sin la polémica de siempre. hacen olvidar, a veces, su ubicación croUna grata acogida cr'tica le ha sido nológica para enfrentarnos, simplemente, con su genio.
sen:
A estas alturas, «Luces de la Ciuíi!" .*'°";;i..i»""'
dad» han sido ya valoradas por la
PRÓXIMAMENTE
oriticaí que ha reconocido su alto voltN
taje y su luminosidad potente. Me interesarla empero estampar dos afirmaciones sobre este film. Primera: «Las
luces de la Ciudad» no marca en la
historia cinematográfica de ChapUn la
última etapa. Diriamos que «El Circo»
es, estilísticamente hablando, muy posterior. Efectivamente, «Las luces de la
Ciudad» está llena de trucos, gestos
y actitudes del Chaplin de la primera
época. (Recuérdense las escenas del
cabaret.) Incluso el maquillaje marca
una regresión en este sentido. Segunda: No es cierto que «Las luces de la
POR
*¿i>
ciudad» sea una sátira contra el cine
OYALTYi
Chaplin desenfocado
Monumental
Cinema
SU
NOCHE
ÍK DE
\B'ODAS
T o d a s l a s pAsiones de esta
raafa, s u s Imckaa y s n a C a n tos éstánntaraviirosainen-'
*« r e f l e j a d o s e n e s t a p e i i enla. desarrollada totalm e n t e « « IcKs t n a g n í f i c o s
paisajeA del' Á f r i c a
Imperio ^ ^
„,i!i A r g e n t i n a
ULT1.ÍÍOJ
/ y o I A.'
U
oe
emtre/M/¿\y
Millonarios
la ¿ e m a l a r t i s t a {
sonoro. E n todo caso, para muchos d#
sus trucos—acaso los uicjoi-es, ChaplínL
no ha tenido inconveniente en utUi»
zar los que la sonoridad le brindaba*
Acaso sin la sincronización, inteligen»
tísima, en «Las luces de la ciudads s4
hubiese señalado de modo indudable,
una crisis muy honda en la producción
chapliniana.
Guillermo MAZ PLAJ.*
i G-ran éxito de risa
dispensada; pero no ha habido esa movilización de gestos, como cuando se
proyectó «La quimera del oro» o «El
Circo». Acaso porque ya estátpdo' "dicho; acaso—no quisiera aventurar una
afirmación rotunda—porque la batalla ya está definitivamente ganada o
perdida.
La ubicación y significación de Chaplin en el ai-te de nuestro tiempo ha
te,r. T comenzó á dar éstos" grttrfs. El
-director, en lugar de reñirle por haber sido una obra de los críticos. El Chaestropeado unos metros de film, rió la plin de la época heréica no-soñó tiungracia y estrechó su mstfio.
ca en el Chaplin de hoy. Fueron los
críticos los que descubrieron al azar
Marita .Angeles
el filón humorístico aentimental y ágiE s como la princesa rubia de una tawn bandera» de j.úbilq.. Ya Cocteau
leyenda interesante. Pertenece a^ una hubo de protestar una vez de que a
de Jas familias más aristocráticas de Cháptih hilbierái tenida qiié defeirsele
Madrid. Descendiente de padres alemanes. Forme parte de los Estiidioa Pa- —«desdé* füeráj»-^)^ aguda calidatf' poé»amouat, -para interpretar un. papel do tica, su camino, lírico, que é,l se apremucha importancia en el film que ha suró a seguir. Luego vino el paroxismo
dlngldo Leo Mittleir,'«La incorregibles.,
^o^^i ^"® ^^ protagonistas Enriqueta del entusiasmo. Y en seguida, la reacdírt^»°r ''^^°"-=^ "^^'sy- En la actuali- ción. Emi)ezó a hablarse del ^ccoeur
do ^ t ?, v^ confiado un rol aistingfil- ignoble» de «Charlot» y a ultrajar su
d o , ^ n . - ^ b e i 4 o Eey, Rosiía Díaz. Gi- actitud.
d ^ A I ^ ' ^ T . n f ^ ' ' " ' ^"^Sfeníina y Tony
«r«Btte«J!.-^l£2 *" '="'=°ta las dotes
^ ^ ^ n ^ t ^ T ^ ^ ^ ' ' ?"« abandoné
Míos o«« i«\ ^' fnema, todos esperanos qae interpretará maravillosamente
RiÁlTb
No se trata, empero de una posición personalmetóe atacable,,desde el
punto de vista de la ética. Lo atacible aquí es el enrolarse en una fói-mula de humorismo absolutamente «uperad'á en la actualidad.
JElsta fórmula es la que hac<> «un
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r X^T^ OPERETA
9 SONORA
JLllian Jiacüeyr
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CRISOL
16
'^Ju.-S
EL AULA ¥ LA CALLE
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Los estudiantes y el
ex ministro
El señor Gascón y Marín, catedrático de Derecho Administrativo de la
Universidad Central y último ministro de Instrucción pública de la monarquía, desde la caída del pasado régimen no había acudido a explicar su
Cátedra.
El miércoles fué a la Universidad,
hiendo recibido con unánimes muestras de hostilidad.
Desde el despacho del rector, salió
acompañado por éste; los estudiantes
formaron una barrera y sólo le dejaron libre la salida. En vista de esta
actitud, el señor Gascón y Marín, con
muestras de gran abatimiento, abandonó la Universidad.
iPeticiones al ministro de Instrucción
Pública
La junta direct.va de la Asociación
de estudiantes de enseñanza libre nos
ruega la publicación de las peticiones
que ha hecho al ministro de Instrucción pública, y que intercedamos en
favor de sus aspiraciones.
< I^as peticiones de esta Asociación
refiérense a los particulares siguientes:
«a) Ampliación del plazo para la
matrícula libre en las Universidades e
Institutos hasta el día 15 de mayo
próx'.mo. en consideración a la prórroga dül curso académico acordada
por varias Universidades, y modificaC-ún en los estudios del Bachillerato.
b) Autorizar a los alumnos del Bachillerato elemental, para terminar
sus estudios por el plan antiguo de
J003, mediante la .ip;obaoió;! áé Í'ÍÍ
as'gnaturas que no hayan sido cursadas en el Bachillerato elemental, hast a tanto que se establezca por las
Cortes un nuevo plan de estudios.
< a Autorización para ingresar e(n
los estudios de Facultad a los alumnos
del 3ach llcrato universitario a quienei3 falte la aprobac'ón de los cursos
Se idiomas, para terminación de estos
estudios o, en otro caso, la concesión
i^l derecho a cursarlos durante el
período de la L'eenciatura.
d> Exención de ex;ín;enes y matríÍSuia de las asignaturas de los antiguos cursos preparatorios, incorporao s a las Facultades, con el carácter de
«complementos» a los alumnos que se
hallen en posesión del titulo de Bachiller universitario.
e) Restablecimiento de a vigenc'a
de los antiguos planes de Facultad,
derogados por Jos planes de la Dictadura—plan Callejo ds 1928 y plan
.¡Tormo de' 1920-^-y modíftcac'ones introducidas en aquéllos respecto a la organización de los cursos preparatorios.
f) Derogación de la real orden de
19 de julio de 1930 restableciendo la
,*ígencia de la legislación anterior, que
jíijitoriza examinarse durante el misÍBiio año académico, en convocatorias
'Bistintas, de los estudios del Bachir
, llera to y de los de PaculfaS y de los
'de la Ixicenciatura y del Doctorado a
•los alumnos que cursen los estudios
^ r enseñanza no oficial » »
Excursión esco-ar
- Organizada por la Asiciaoión OfiIBíal de Estudiantes de Com>!rcia \m
^ u p o de veinte afiliados, acompañados
Bel profesor- de la Escuela Superior
fie Comercio, doiv. Félix Corroa, ha
realizado un viaje de estudios por Valencia, Sagunto y Barcelona.
Visitaron los más importantes ceñiros industriales.
La Cámara de Comercio do Madrid,
lubvencionó la excursife" con quinienitas pesetas, y el Ministerio Je InstrucMón Pública, ..entregó das mil pesetas,
• Skestionadás por él entonces subsecre.
• jtario señor Mompeón, profesor de la
lEseuela de Comercio de Zaiagosia.
, ''.^(UDVKIt'nMOS A. QUXENBS DESD E PBOVDrCIAS HAN SUSCBt.
TO ACCIONES T DECIM.4S 1>E
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i-A
EDrroRiAt.
VDlMam, QUE líO SE MES HA
IPODIPO ENVZAB AUN ACUSE
B E BECIBO POB I ^ ABBUMAr^ORA COBBESPOmiEN'ClA QUE
» E TODAS PABTES NOS ULEiOAN, MUY EN BIOIIVE BECIBI- BAN, SIN EMBABGO, LOS BESGUABDOS PBOVISIONALBS COBBESFONDIENTES
CRISOL
> >
Sábado 2 de mayo de 1^31
DIARIO
Anticipamos a los lectores, que con tan fervoroso entusiasmo nos siguen desde el primer día, una noticia muy gra.ta: Dentro de un mes,
"piójcimamente, CKISOt se publicará a diario, L,a matpünaria indispensable está, en camino.
CBISOL está obligado a corresponder con este esfuerzo a la fe del
pueblo republicano, que ha sabido perdonarle sus inevitables defectos
do prescmución j los inconvenientes de su intermitencia y de su precio.
CKISOL necesita satisfacer plenamente las necesidades de los lectores, porque es un periódico, auténticamente republicano. Ni en su
propiedad, ni en su colaboración, ni en su redacción, ni siquiera en sa
personal subalterno, hay un solo hombre que no sienta profundamente
e' ciedo icpublicano. CBISOL nació republicano, cuando era peligroso
serlo, cuando el serlo le exponía—^le expuso— a la persecución desesperada de la xnoñarquía, en sus últimas convulsiones. CBISOt era republicano clara y definidamenterej)ublicano, cuando eran monárquicos muchos de los republicanos de ahora. IK)S hombres de CRISOL fueron desposeídos de su órgano de expresión y condenados a incomunicación con
el público por los monárquicos que ahora se llaman republicanos.
CBISOI4 aparecerá a diario, notablemente reformado. E n tamaño
bastante mayor que el actual, impreso impecablemente, y al precio corriente de todos los diarios: a diez céntimos.
TendK completa Información de toda España y del extranjero: Información depurada, selectísima. El lector de CBISOI- no necesitará
ya comprar ningún otro periódico para enterarse perfectamente de
cuanto ocurra en su país y fuera de él.
_ CBISOIi, por último, conservará su tono siempre: será, además de
informador veraz, comentarista alerta y desapasionado de la vida ^ú•
blica.
CRISOL es el periódico genuinamenté republicano. No está ligado
a ninguna empresa pública ni privada. No reconoce más intiereses que
los intereses generales de la nación. CRISOL, diario, será el periódico
que necesita el nuevo régimen, implantado por la soberanía popular.
REFORMA DE UN CONSEJO
De la inspecciói
judicial
Etetá suficientem.ente claro que el
ministro de Justicia no ha querido continuar la historia del Consejo judiciíil
en la forma ni con los fines que le
dio la dictadura militar. Pero buena
es recordar lo que fué este Consejo,
aparte el tino en el saneamiento d ú personal que en algrunos casos tuvo.
El primer mal de la constitución del
Consejo estuvo en que la independencia que tenia frente al ministro la
antigua junta organizadora del poder
judicial (independencia que provenía
de la elección libre de sus componentes que eran votados por los funcionarios de la justicia), fué sustituida por
una real dependencia, puesto que quedo formada por vocales natos, que
eran los que ocupaban cargos de
confianza del Gobierno, y vocales elegidos libremente por el minldtro.
LiOs males reatantes que lo ac'olecen están en la sustitución dé atribuciones. Tuvo la función inspectora sobre tribunales y juzgados, qtie la ley
orgánica encomienda a los presidentes de las audiencias con sus salas
de gobierno, organismos gubernativos,
propios del poder judicial. Tuvo la jui-isdicción disciplinaria, que la ley orgü.nic;^da a las salas de gobiirno; pero éstas no podían ejercitarla sin íornr.ac'ón de expediente, con toia clase
de seguridades y garantías paia el
acusado y, en cambio, el visitador que
enviaba el Consejo, de la dictadura
tenía la facultad de corregir por sí
»»
iniínio, reprendiendo, apercibiendo, hastü. suspendiendo provisionalmente en
¡;u función a los acusados.
Le fué otorgado también el podec
indiscutible de tribunal de honor, poder peligrosísimo, que no es necesario demostrar.
Está facultado para nombrar jueces especiales y atribuir competencia
a un tribunal determinado, con lo cual
queda deshecha la garantía constituCapital suscrito previamente:
cional y procesal de las invariables
jurisdicciones que la ley determina.
1.500.000 pesetas
Algunas de estas atribuciones no son
en sí malas: al contrario, son buenas.
Suscripción pública de
Pero tienen dos gn^avísimos defectoa
fundaméntales: Uno, que vulneran la
ley orgánica en toda la parte que se
1 . 5 0 0 . 0 0 0 peseffts
refiere a garantías. Otro, que no hay
cosa ijuena, auttque sean santos loa
llamados a relizárla, cuando la arbien acciones de 500 pesetas y décimas de acción de 50 pegeíaS.
trariedad del ministro es la fuente del
nombramiento. Basta, la sombra de suÍJeción del Consejo al ministro para que
¡se produzca la desmora,lización en- él
BOLETÍN
DE
SUSCRIPCIÓN
«personal qye administra justicia, co'mo"desmoralizaría cualquier otro perDon
••.•=^..,.
t con domicilio .':onal.
:-:.tVíM,
dítoriai
Falmen" propíetari
de LUZ
Capital: 3.000.000 de pesetas
j calle
, provincia de
en
en
i número
suscribe
f piso
décimas de ac-
accciones de 500 pesetas
ción de SO pesetas (1), a cuyo efecto remiten la cantidad
de
pesetas
a razón de
490 pesetag por acción suscrita partt gu pago total (!].
49 pesetas poc - décima suscrita paía su pago total.
100 pesetas por el primer ptíizo por cada acción suscrita.
10 pesetas por el primer plazo por cada décima suscrita.
Se obliga a remitir mensuaknente, $,' razón de 50 pesetas, ^ r acción suscrita. Basta á 15 da dleíembre, o. bien 5 pesetas po.r décima
de acción (1),
.
j ,x ii
Los pagos han de éfectuiírse, necesariamente, en cneijue de racil cobro sobre cualcjuier entidad barcaria de Madrid, o en giros postales
dirigidos al administrador de CRISOL.
. «» »
De conformidad eon lo expuesto, envío por cheque o giro (1) la cantidad de pesetas
En
da
r de
Luis Bello
1931.
(Firma)
' (1> Táchese lo que i»o proceda.
NOTA.—Para más detalles véanse los IMetíasB y «(«dfcioAtt (|ue se publicaron en los tres primeros núioeros de CpXBQTU .
El ayuntamiento de Alcira ha Id?
mado el acuerdo, que le honra, de(
cambiar el nombre del gmipo esco*
lar Primo de Rivera por el de nueai
tro querido colaborador Luis Bellol
La admirable campaña que nu«a*
tro amigo realieó en pro de la cultu*
>a. arrostrándolo todo, bi"^ merec*
estas distínciqnes acordadas por el
pueblo, harto máe envaaeoedoraa
que las gué pudiere otorgar el favoí
tócial, no.siempre justo ni opor*
tuno.
Xtt ctftíca tea(¡mt de ^BISOI.
I MspoBde a un principio depurador
de «rte y de Jostfid^ para «enrlz
pr«^>d«ttos de renoiteclón escénioa.
GS¡ltA.-~^aásim de Álb^ 4
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