Explotación forestal y aspectos medioambientales

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9.- Explotación forestal y aspectos
medioambientales.
Población:
8.781.000 (1994).
Superficie:
449.964 Km2.
Capital :
Estocolmo.
1.SUECIA Y EL MEDIO AMBIENTE
Está ubicada en la parte oriental de la península escandinava. El norte es un
área cubierta de bosques, donde se explota el hierro y se localizan las fábricas
de papel. La región central, con mesetas y llanuras fértiles, es la principal zona
industrial del país (metalúrgica). El sur es una región agrícola: trigo, papas,
remolacha azucarera y ganadería bovina son las principales actividades. Es el
área más densamente poblada del país. Las zonas costeras de los mares del
Norte y Báltico padecen altos niveles de contaminación
Entorno y medio ambiente
Suecia es el país escandinavo más extenso, con 450.000 km² Sus destacadas
características paisajísticas se deben a la actividad glacial; la costa, de unos
7.000 km de longitud, está recortada por fiordos, especialmente al Oeste y en
las inmediaciones de Estocolmo, y más de cien mil lagos se diseminan por su
territorio. Las islas de Öland y Gotland, al sur de la capital, están formadas de
piedra caliza plana, pero las playas suecas son arenosas y se han convertido
en uno de los puntos de ocio más apreciados por los habitantes de las urbes.
El Norrland, término con el que se denomina al 60 por ciento del norte del país,
está escasamente poblado y cuenta con una extensión uniforme de bosques,
ríos y torrentes. El sistema montañoso Skanderna sirve de frontera natural
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hacia el Oeste, separando Suecia de Noruega. El monte Kebnekaise, cubierto
por un glaciar, destaca como el punto más elevado con sus 2.111 m.
De todas las criaturas salvajes que habitan en Suecia, las más fáciles de
observar son los alces, los ciervos y los zorros. Lobos, linces y osos pardos
han sufrido el progresivo e imparable avance de la agricultura y el ataque de
los ávidos cazadores, pero están reapareciendo en algunas provincias
occidentales y en las regiones montañosas. Los lobeznos sobreviven en las
montañas gracias al ganado, a pesar de los ataques procedentes de los
airados ganaderos. La variada vida avícola gorgojea, revolotea y se agita
desde la costa hasta las montañas nevadas; destaca el martín pescador, uno
de los pájaros más bellos, y el más hábil ebanista, el pájaro carpintero. Para
observar las truchas asalmonadas que han capturado los pescadores suecos
sólo hay que dirigirse a los lagos y arroyos del Norte.
Uno de los fenómenos naturales propio de los países escandinavos debido a
su latitud es el sol de medianoche, que puede contemplarse en tierras suecas
entre finales de mayo y finales de julio, y cuyo fin dará paso a las lluvias de
agosto. Como contrapartida, en invierno predomina la oscuridad. Los
temperaturas medias de Estocolmo alcanzan sus máximas en julio, con unos
22ºC, momento en el que se puede disfrutar de dieciocho horas de sol; a lo
largo de ese mismo mes, en las montañas más septentrionales los valores se
mantienen en torno a los 11 ºC, aunque pueden llegar a ser negativos y
producirse nevadas ocasionales incluso en verano; al norte del golfo de Botnia
se llega a los 30ºC. El registro pluvial anual más elevado se encuentra en
Göteborg, con precipitaciones de más de 700 mm que caen principalmente en
forma de nieve en Laponia, dejando un manto blanco sobre la región durante
más de doscientos días al año. La mayoría de los puertos costeros se
mantienen helados en invierno, mientras que el archipiélago de Estocolmo
puede llegar a estarlo durante un par de meses.
NOTICIA SOBRE EL MEDIO AMBIENTE
Suecia decide eliminar el PVC
El Parlamento de Suecia aprobó el pasado 23 de noviembre de 1995 la
eliminación del plástico clorado PVC en este país. La decisión tuvo lugar
durante el debate parlamentario sobre el cloro y los productos clorados
organizado por el Ministerio de Medio Ambiente de Suecia.
Al inicio del debate la ministra de Medio Ambiente de Suecia, Anna Lindh,
afirmó: "La pregunta que nos debemos hacer no es si deberíamos eliminar el
PVC, sino cómo debe hacerse".
El debate parlamentario se desarrolló en torno a una propuesta presentada por
el Comité de Agricultura en el cual se aseguraba: "una evaluación del PVC
muestra que este plástico no puede ser parte de una sociedad ecológica. Se
deberín eliminar rápidamente los artículos de PVC rígidos y blandos con
aditivos peligrosos para el medio ambiente". Además considera que es posible
realizar una evaluación del PVC en todas sus fases desde la producción del
cloro hasta la generación de residuos.
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el Departamento de Inspección Química y la Agencia de Medio Ambiente en
Suecia investigarán ahora cómo eliminar el PVC. Presentarán sus conclusiones
al Ministerio de Medio Ambiente en junio de 1996.
Detalle de un bosque de abedules, árboles muy abundantes en Suecia.
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2.EXPLOTACIÓN FORESTAL EN SUECIA
Geografía física.
El país, que ocupa la mitad oriental de la península de Escandinavia, forma
parte del escudo báltico, la sección más antigua del continente europeo. El
zócalo precámbrico que aflora en amplias superficies cristalinas de su territorio
se vio afectado por la orogénesis caledoniana, que dio lugar, en el O, a la
formación de los Alpes escandinavos (Kebnekaise, 2.117 m de alt.). El zócalo
desciende hacia el golfo de Botnia, en el E, mientras que hacia el S
desaparece bajo una capa sedimentaria en Escania y en las islas Öland y
Gotland. La presencia de calizas, así como un déficit pluviométrico bastante
neto dan un matiz subárido al paisaje. La conformación actual de Suecia es el
resultado de la acción glaciar del inlandsis que cubrió el territorio en el
cuaternario. Los glaciares labraron en las alturas plataformas rocosas (fjäll),
mientras que en los valles ensanchados en artesa constituyeron depósitos de
morrenas, que a su vez han dado origen a numerosos lagos. El peso de los
hielos provocó también la depresión de extensas áreas bajo el nivel del mar.
En las sucesivas y alternas fases se produjeron una serie de levantamientos y
rebajamientos isostáticos, con los consiguientes fenómenos de retirada y
entrada de las aguas marinas, que determinaron la morfología costera: el
mismo golfo de Botnia se originó por la transgresión marina; lo mismo se
puede decir de la fragmentación de islas, particularmente numerosa a la altura
del golfo de Estocolmo. La retirada definitiva de los glaciares, con la
consiguiente disminución de la presión, provocó un levantamiento de las
tierras que todavía continúa en la actualidad. En sentido latitudinal, se
distinguen tres regiones fisiográficas en Suecia. El Norrland o Norte es una
vasta área (casi las dos terceras partes del país) poco poblada, especialmente
en la parte más septentrional que corresponde a la zona sueca de Laponia. Se
trata de una región de tierras altas, con un borde occidental levantado que va
declinando hacia el golfo de Botnia. El Svealand, que corresponde a la Suecia
centromeridional, es un área depresiva caracterizada por la presencia de los
grandes lagos. Se trata de la zona más urbanizada del país. Finalmente, el
Götaland, en la Suecia meridional, comprende el Smaland, formado por
mesetas de 300-400 m de alt. que limitan por el S la depresión central, y
Escania, zona de llanuras situada en el extremo meridional de la península de
Escandinavia. Los ríos de Suecia nacen en los relieves occidentales,
originándose generalmente en un lago excavado por los glaciares, y desciende
hacia el Báltico con una dirección paralela de NO a SE (Lule, Ume, Angerman,
Indals y Dal). Entre los numerosos lagos que salpican el territorio sueco, están
el Vanern (tercero de Europa en extensión), el Vattern y el Mälar. El notable
desarrollo latitudinal de Suecia determina fuertes variaciones climáticas de N a
S, sobre todo en el interior, ya que la franja costera se ve afectada por la
acción moderadora del mar Báltico y del océano Atlántico. El norte (Norrland)
se caracteriza por el frío intenso y la persistencia de una capa de nieve. El
centro, la región de los grandes lagos y el Svealand presentan un clima menos
riguroso. El clima del sur (Götaland) es suave y húmedo, por la influencia
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marítima. Las temperaturas medias anuales oscilan los 7-8 oC en el S y los -1
y -2 oC en el N. Las precipitaciones son relativamente abundantes (800-1.000
mm anuales de media), sobre todo en el verano y el otoño, y caen en forma de
nieve en gran parte del país. Oscilan entre los 1.500 mm anuales de los
relieves noroccidentales y los menos de 500 del O de Laponia. Suecia se
encuentra esencialmente incluida dentro de la zona del bosque boreal. En el
Norrland predomina el bosque de coníferas, pinos y abetos, mezclados con
abedules, aunque en las regiones más septentrionales sólo crece la tundra
subártica. Las turberas son muy numerosas en el bosque boreal. Los bosques
frondosos aparecen al S de la depresión central, que constituye un verdadero
límite botánico.
Geografía humana y económica.
Suecia es, por sus condiciones naturales, un país poco poblado, con una
densidad media de 19 hab./km2, aunque se dan grandes desequilibrios
regionales. La población tiende a concentrarse en el golfo de Botnia y en el S,
mientras la Laponia sueca y la cadena escandinava están prácticamente
deshabitadas. Otro desequilibrio viene dado por el éxodo rural y el acentuado
urbanismo. Actualmente tiene uno de los índices de población urbana más
altos del mundo (84 %). El país cuenta con una docena de ciudades con más
de 100.000 hab., aunque sólo la capital supera los 500.000. Las tres ciudades
más importantes (Estocolmo, Götegorb y Malmö) son puertos activos. La
agricultura, a pesar de que sólo ocupa un porcentaje muy reducido de la
población activa (3,7 %) y de las desfavorables condiciones naturales (la
superficie cultivada representa menos del 6,3 % del total), obtiene
rendimientos muy elevados, de manera que permite al país ser autosuficiente
en muchos productos. Las tierras agrícolas se concentran en el entorno de
Estocolmo y en Escania. Los principales productos son los cereales (cebada,
trigo), remolacha azucarera, patatas, frutas y hortalizas. Las plantas forrajeras
alimentan una ganadería bovina intensiva, especializada en la producción
lechera. Uno de los mayores recursos de Suecia es la explotación forestal, ya
que la mayor parte del territorio está cubierta por bosques, que proporcionan
madera para la industria papelera y las numerosas serrerías. La pesca es una
actividad tradicional y se desarrolla sobre todo en el Báltico y también en el
mar del Norte. El subsuelo sueco es particularmente rico en minerales de
hierro, con los principales yacimientos en Bergslag, Kiruna y Gällivare. El país
es uno de los máximos productores europeos y mundiales de este mineral.
Por otra parte, Suecia cuenta también con importantes recursos
hidroeléctricos, aunque éstos han alcanzado su techo. Además, el país ha de
hacer frente a una gravosa factura petrolera. Suecia es uno de los países más
industrializados del mundo. Algunas de sus empresas privadas poseen
numerosas filiales en el extranjero y figuran entre las mayores firmas
mundiales. Se pueden distinguir tres regiones industriales en el país: la del N,
caracterizada por las serrerías y por los establecimientos de producción de
pasta de papel. La Suecia central cuenta con las más avanzadas industrias
metalúrgicas y en la zona meridional se concentra la industria ligera destinada
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al consumo interno. La industria siderúrgica, aunque se ha visto afectada por
la crisis del sector, exporta aceros especiales a todo el mundo, al tiempo que
alimenta a las construcciones mecánicas (automóviles, navíos, aeronáutica) y
eléctricas. También son importantes las industrias química, textil (algodón) y
alimentaria. Al mismo tiempo, han ganado terreno la robótica, la electrónica y
las telecomunicaciones.
Capital de autonomía:
Vitoria
Superficie (Km2):
7250
Capitales de provincia:
Bilbao, San Sebastián
1.PAIS VASCO Y MEDIO AMBIENTE
Paisaje
El paisaje es reflejo de la actividad humana. El hombre, en un principio uno de
los elementos del paisaje natural, fue alterándolo paulatinamente, realzando
profundas modificaciones que crearon un paisaje estrictamente humano, cuyo
máximo exponente son las grandes ciudades.
En los últimos tiempos se ha pasado de la concepción clásica que entendía el
paisaje como trasfondo estético de la actividad humana a la concepción actual,
donde el paisaje, se define como recurso y patrimonio cultural, adquiriendo así
una consideración creciente en el conjunto de los valores ambientales que
demanda la sociedad. Esta nueva dimensión del paisaje como recurso implica
su conservación.
La Viceconsejería de Medio Ambiente en colaboración con el Dpto.
Interuniversitario de Ecología de Madrid ha elaborado la cartografía temática
correspondiente al paisaje de la Comunidad Autónoma del País Vasco a escala
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de 1:25.000. El estudio delimita cuencas visuales, unidades de paisaje
intrínseco y puntos de incidencia paisajística.
Las cuencas visuales son áreas visualmente autocontenidas, conjuntos que
guardan entre sí una relación recíproca de intervisibilidad. Las unidades de
paisaje intrínseco se definen como zonas que presentan en su ámbito una
homogeneidad relativa desde los puntos de vista perceptivo y funcionalidad. Su
clasificación se efectúa mediante cuatro datos evaluados para cada unidad:
vegetación-usos del suelo, dominio geomorfológico del entorno, relieve de la
unidad y localización fisiográfica de la misma. Los puntos de incidencia
paisajística son enclaves con apreciable peso específico, positivo o negativo,
en la percepción del paisaje
2.PAIS VASCO Y EXPLOTACIÓN FORESTAL
Explotación y pérdida del suelo
Es en este ámbito donde se desarrollan la mayor parte de las actividades
humanas; ya que el suelo es utilizado como soporte para la expansión urbana
e industrial, para el desarrollo de infraestructuras y vías de comunicación,
explotaciones mineras, almacenamiento de residuos urbanos e industriales, al
mismo tiempo que es sometido a una intensa explotación agrícola, forestal y
ganadera.
El rápido proceso de industrialización acaecido durante los últimos decenios,
junto con el fuerte crecimiento de la población mundial y el espectacular
aumento de las zonas urbanas, han incrementado considerablemente la
presión antrópica sobre esta frágil capa, hasta tal punto que muchas zonas,
antaño fértiles y productivas, se han convertido en monstruosas moles de
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hormigón o en zonas desérticas de escaso valor agrícola o forestal.
Esta pérdida masiva de suelo ha disparado todas las alarmas, de tal manera
que la protección y mejora del suelo se ha convertido en una de las
prioridades fundamentales de la Unión Europea; también es tema de debate y
preocupación de numerosos organismos internacionales y supranacionales,
como por ejemplo Naciones Unidas o los países reunidos en la Cumbre de
Río. En esta última, los diversos estados participantes adoptaron una serie de
declaraciones que tenían en cuenta la protección de los suelos. En esta
misma línea, la Convención de Naciones Unidas de lucha contra la
desertización plantea la necesidad de evitar y reducir la degradación del
suelo, promover su rehabilitación en zonas degradadas y recuperar tierras
parcialmente desertizadas. Otros programas recientes abordan aspectos
vinculados a la protección del suelo contra la erosión y contaminación; estos
potencian el desarrollo sostenible y la biodiversidad como estrategia.
En los últimos tiempos, la sociedad ha pasado de considerar el suelo como un
recurso abundante y barato a estimar que es un recurso difícilmente
renovable, que se degrada o destruye con suma facilidad y que requiere un
largo período de tiempo para su formación. Es evidente que el suelo
desempeña una serie de funciones claves (ambientales, sociales y
económicas), al mismo tiempo que constituye un hábitat esencial para la flora
y la fauna, un elemento primordial del paisaje y del patrimonio cultural, así
como una fuente de materias primas. Este preciado recurso se ve afectado
por múltiples amenazas, entre las que podemos destacar: la erosión (que
desemboca en la desertización en casos extremos), la pérdida de fertilidad, la
contaminación, el sellado, la salinización y la pérdida de biodiversidad. En el
caso concreto del País Vasco, una de las actividades que más puede incidir
en la degradación del suelo es la explotación forestal, sobre todo cuando va
acompañada de preparaciones agresivas del terreno.
La acusada tradición forestal del País Vasco, junto con su elevada
potencialidad climática y el fuerte desarrollo urbano-industrial acaecido
durante las últimas décadas, han propiciado el abandono del caserío y de los
antiguos usos agrícolas y ganaderos del territorio. Este hecho, junto con la
creciente demanda de productos madereros, papel y derivados, ha
transformado profundamente el sistema de explotación del territorio,
imponiendo nuevos paisajes, ya que una parte importante de los antiguos
cultivos, praderas y pastizales, e incluso muchas zonas ocupadas por
vegetación autóctona, han sido sustituidas por plantaciones forestales de
turno corto (Pino radiata y eucalipto) que pueden definirse como auténticos
monocultivos madereros.
Con el fin de obtener la máxima rentabilidad posible y mantener una
competitividad en el mercado, se han introducido en los últimos años
diferentes técnicas selvícolas mecanizadas que facilitan la extracción de la
madera, así como las operaciones de limpieza y la preparación del terreno
para la siguiente rotación. Es decir, los sistemas tradicionales de explotación
forestal y acondicionamiento del suelo han sido sustituidos por otros más
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agresivos que no sólo eliminan completamente la vegetación y los residuos de
tala, sino que, incluso, llegan a destruir o a modificar profundamente las
características físico-químicas de los suelos originales, potenciando su
destrucción por erosión.
Determinadas características geográficas del País Vasco (las fuertes
pendientes, las elevadas precipitaciones o la vulnerabilidad de algunos suelos
a la erosión) hacen que el fenómeno de la pérdida de suelo pueda alcanzar
importantes dimensiones en esta área. Así, estimaciones recientes indican
que el 26% de la superficie se encuentra sometida a una erosión de
intensidad media, mientras que el 3% sufre pérdidas elevadas de suelo. Esta
situación se agrava considerablemente durante los meses posteriores a la
preparación y explotación de una ladera, ya que ésta pierde completamente
su cubierta vegetal quedando expuesta a los rigores climáticos, lo que puede
traducirse en elevadas pérdidas de suelo.
Evidentemente, el tipo de preparación utilizado potencia o minimiza los
procesos erosivos; así, podemos diferenciar tres situaciones sensiblemente
contrastadas:

Preparaciones intensivas. La mayor parte de las operaciones de tala,
extracción, destoconado y acondicionamiento se efectúan utilizando
maquinaria pesada. Implican la retirada de los restos de corta y la
extracción del mantillo orgánico del suelo (decapado): esto determina
el empeoramiento de sus condiciones físico-químicas.

Preparaciones intermedias. El uso de maquinaria pesada es más
limitado y el subsolado carece de entidad, de ahí que coexistan zonas
en las que el suelo se ha destruido. También en estos casos se retiran
los restos de corta, se efectúa destoconado y decapado parcial o total
del horizonte orgánico.

Preparaciones convencionales. Es la técnica menos agresiva, ya que
la mayor parte de las labores son manuales y los restos de tala no
aprovechables permanecen sobre la superficie del terreno. No se
efectúa destoconado ni decapado, y el suelo original no experimenta
cambios significativos.
Al margen de los procesos erosivos que pueden desarrollarse en estos
ámbitos, las preparaciones también inciden en la fertilidad de los suelos e,
incluso, en la productividad forestal. Hay que tener en cuenta que la retirada
de los restos de tala priva al suelo de una excepcional fuente de nutrientes;
por esa razón, si después de la tala se dejan estos residuos sobre la
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superficie del terreno, favoreceremos su reciclaje mediante su
descomposición, retornando al suelo una parte importante de los elementos
nutritivos extraídos durante la fase de crecimiento de los árboles (estos
podrán ser nuevamente utilizados en la siguiente rotación). La pérdida de la
fertilidad también incide sobre la productividad de los árboles; en las parcelas
en las que se practica la técnica del decapado se constatan reducciones de
los crecimientos.
Actualmente, la sociedad demanda cada vez más una gestión sostenible de
los recursos, así como la preservación del medio natural; por ello, resulta
aconsejable encontrar un equilibrio entre explotación y conservación. Es
recomendable que después del aprovechamiento forestal, se evite (en la
medida de lo posible) la retirada del mantillo vegetal del suelo y de los restos
de corta, ya que estos constituyen una eficaz protección del suelo ante la
erosión; por otro lado, contienen una gran cantidad de nutrientes que retornan
al suelo tras su descomposición y, de esta manera, evitan su
empobrecimiento.
Trabajo realizado por:
Naiara Cruz
Ane M. Rodríguez
Begoña Martinez.
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