Grupo Latinoamericano de Cursillos de - MCC

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Organismo Mundial del
Movimiento de Cursillos de Cristiandad
Grupo Latinoamericano de
Cursillos de Cristiandad
Secretariado Nacional del
Movimiento de Cursillos de Cristiandad
de México
Secretariado Arquidiocesano de
Cursillos de Cristiandad
Monterrey, N. L. México
1
EDICIONES LOS RAMONES, N. L.
Marco Craso # 525 Col. Cumbres 3er. Sector.
Monterrey, N. L. México.
C.P. 64610
E-mail: bcantuf@yahoo.com.mx
Temas impresos bajo licencia de:
ORGANISMO MUNDIAL DEL M.C.C. (OMCC)
GRUPO LATINOAMERICANO DEL M.C.C. (G.L.C.C.)
SECRETARIADO NACIONAL DEL M.C.C. DE MÉXICO (SNMCCMX).
SECRETARIADO ARQUIDIOCESANO DEL MCC, MONTERREY, N. L.
MÉXICO.
Derechos Reservados. Prohibida la reproducción parcial o total.
2
IDEAS FUNDAMENTALES
DEL MCC
3
A los cursillistas
de todo el mundo.
De una manera especial,
a los dirigentes de
Cursillos de
África,
América,
Asia,
Europa y
Oceanía
como punto de referencia
para verificar
su identidad cursillista
Caracas, 5-12-90
EL OMCC
4
NOTA ACLARATORIA A ESTA EDICIÓN
El presente libro se re-editó con un formato diferente al de
algunas ediciones anteriores (Ediciones Trípode), por lo que su
paginación no concuerda con éstas últimas.
Les pedimos encarecidamente que cuando traten un tema
que relacione a este libro, sean tan amables de poner el nombre
de la editora, o para una más fácil ubicación del texto, sólo
pongan el capítulo al que se hace referencia.
Por lo demás, el libro es exactamente idéntico en su
contenido y capitulación al que se aprobó a fines de 1990.
Afectuosamente
Bernardo Cantú Flores
México
Agosto / 20 / 2005
5
6
INDICE DE MATERIAS
Presentación de la primera redacción
Prólogo a la segunda redacción
Siglas más usadas
1.- LA MENTALIDAD DEL MCC
1.- INTRODUCCIÓN
1.- Una clave explicativa
2.- La Mentalidad, principio de unidad e
identidad
3.- Definición
13
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21
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27
27
28
2.- SU PORQUE HISTÓRICO
1.- El punto de partida
2.- Una realidad
3.- Una nueva respuesta pastoral
4.- Antecedentes ideológicos
28
28
29
30
34
3.- SU PORQUÉ ACTUAL
1.- El punto de partida
2.- La realidad actual
3.- Una respuesta pastoral
36
36
37
39
4.- EL NERVIO IDEOLÓGICO:
UN CONCEPTO INTEGRAL, VIVENCIAL
Y COMPROMETIDO DE LAS REALIDADES
FUNDAMENTALES.
41
5.- CONCLUSIÓN
43
2.- LA ESENCIA Y LA FINALIDAD DEL MCC
1.- LA ESENCIA
1.- Conceptos preliminares
2.- El MCC es un Movimiento
3.- El MCC es un Movimiento de Iglesia
4.- Mediante un método propio
7
47
47
48
50
54
2.- LA FINALIDAD
1.- Dificultades para la vida cristiana
2.- La vivencia y convivencia de
lo Fundamental Cristiano
3.- Ayuda a descubrir y a realizar la vocación
personal, con respeto de la misma
4.- Propiciar la creación de núcleos
de cristianos
5.- Fermentar de Evangelio los ambientes
3.- LOS POSTULADOS ESENCIALES QUE SE
DERIVAN DE LA ESENCIA Y LA FINALIDAD
1.- En cuanto al Movimiento en general
2.- En cuanto a los tres tiempos
del Movimiento
54
54
57
60
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63
66
66
67
3.- EL METODO DEL MCC
1.- DEFINICIÓN
2.- EL MÉTODO Y LA MENTALIDAD
3.- LA IMPORTANCIA DEL MÉTODO
4.- LAS CARACTERÍSTICAS DEL MÉTODO
5.- EL USO DEL MÉTODO
71
71
72
72
74
4.- LA ESTRATEGIA DEL MCC
1.- INTRODUCCIÓN
2.- LOS ELEMENTOS DEL PLAN PASTORAL
3.- LAS LÍNEAS BÁSICAS DE LA ESTRATEGIA
4.- LOS RESPONSABLES DE LA ESTRATEGIA
5.- CONCLUSIÓN
79
80
80
86
86
5.- EL PRECURSILLO
1.- DEFINICIÓN
2.- IMPORTANCIA DEL PRECURSILO
1.- En relación a los otros tiempos
2.- Con miras a la eficacia evangelizadora
3.- LA ESTRATEGIA DEL PRECURSILLO
1.- Estudio y Selección de los ambientes
2.- Búsqueda de candidatos
3.- Selección de candidatos
89
89
89
90
90
90
92
94
8
4.- Preparación de los candidatos
5.- Preparación del Cursillo
4.- CONCLUSIÓN
1.- La Gracia como principio y fundamento
2.- La comunidad que respalda y vitaliza
6.- EL CURSILLO
1.- INTRODUCCIÓN
2.- EL CURSILLO DENTRO DE LA PASTORAL
KERYGMÁTICA
3.- CONDICIONES Y CONDUCTAS EXIGIBLES A
LOS AGENTES DE LA PROCLAMACIÓN
4.- EL EQUIPO DE DIRIGENTES
1.- El Coordinador del Equipo
2.- El Director Espiritual
3.- Funciones de los demás dirigentes
4.- Preparación del Equipo
5.- Respeto a la libertad
5.- LA TÉCNICA METODOLÓGICA
EN EL CURSILLO
1.- Pedagogía y Cursillo
2.- La heterogeneidad
3.- El clima del Cursillo
4.- Contactos personales:
convivencia y diálogo
5.- Los grupos en el Cursillo
6.- Duración del Cursillo, orden de los rollos
y horarios
7.- La oración en el Cursillo
8.- La celebración del Sacramento de la
Penitencia
9.- Las celebraciones de la Eucaristía
10.- La devoción a la Madre
11.- La “Guía del Peregrino”
12.- La “Hoja de Compromiso”
13.- La Clausura del Cursillo
6.- LA PROCLAMACIÓN DEL MENSAJE:
NERVIO TEOLÓGICO DEL CURSILLO
1.- Las características de la proclamación
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95
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126
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127
Kerygmática en el Cursillo
2.- Las fases del Cursillo
3.- El “Retiro” o pasos de preparación
4.- Los pasos de la proclamación
5.- La fase de desarrollo de la vida cristiana
6.- La fase de proyección hacia el hombre
y hacia el mundo
7.- EL POSCURSILLO
1.- INTRODUCCIÓN
2.- DEFINICIÓN
3.- EL POSCURSILLO, UN PROCESO DINÁMICO
4.- LA FINALIDAD DEL POSCURSILLO
5.- LA ESTRATEGIA DEL POSCURSILLO
6.- LA ESTRUCTURA DEL POSCURSILLO
7.- LA REUNIÓN DE GRUPO
8.- LOS ELEMENTOS DE LA REUNIÓN DE GPO
9.- COMO SE CONSIGUE EL OBJETIVO
10.- PROCEDIMIENTO
11.- GRUPOS ECLESIALES
12.- LA ULTREYA
13.- LOS DIRIGENTES EN EL POSCURSILLO
14.- CONCLUSIÓN
127
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141
153
153
154
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158
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167
170
173
8.- LAS ESTRUCTURAS OPERACIONALES DEL MCC:
LA ESCUELA Y LOS SECRETARIADOS
1.- INTRODUCCIÓN
177
2.- LA ESCUELA
177
1.- La Escuela, escuela de santidad
178
2.- La Escuela, escuela de comunión
179
3.- La Escuela, escuela de formación
181
4.- Organización de la Escuela
182
5.- La finalidad de la Escuela
183
6.- La estrategia de la Escuela
184
7.- Criterios de integración
184
8.- Aptitudes y actitudes de los dirigentes
186
3.- LOS SECRETARIADOS
187
4.- LOS SECRETARIDOS DIOCESANOS
191
5.- EL SECRETARIADO NACIONAL
193
6.- LOS GRUPOS INTERNACIONALES
195
10
7.- EL ORGANISMO MUNDIAL
8.- LOS ENCUENTROS MUNDIALES
196
198
9.- EL MCC EN LA VIDA Y ACCION PASTORAL
DE LA IGLESIA
1.- INTRODUCCIÓN
203
1.- El Misterio de la Iglesia
203
2.- La acción pastoral
204
2.- EL MCC EN LA VIDA DE LA IGLESIA
205
1.- El MCC, patrimonio de la Iglesia
205
2.- Los criterios de eclesialidad deben inspirar
la vida y acción del MCC en la pastoral de
la Iglesia
206
3.- LA FUNCION PROPIA DEL MCC EN
LA ACCION PASTORAL DE LA IGLESIA
209
1.- El Ministerio de la Iglesia
209
2.- La función específica del MCC
210
3.- La evangelización de los ambientes,
opción fundamental del MCC
210
4.- CARACTERÍSTICAS DE LA OPCIÓN
FUNDAMENTAL DEL MCC
214
1.- La opción por la persona humana
214
2.- La opción por la Pastoral Kerygmática
215
3.- La opción por la Pastoral Comunitaria
218
5.- EL MCC Y LA PASTORAL ORGÁNICA O
PASTORAL DE CONJUNTO
219
6.- CONCLUSIÓN
220
10.- GLOSARIO E INDICE ANALÍTICO
1.- GLOSARIO DEL MCC
2.- INDICE ANALÍTICO
11
225
231
12
PRESENTACIÓN
DE LA PRIMERA REDACCIÓN
Los Cursillos de Cristiandad comenzaron en Mallorca (España),
al finalizar la década del cuarenta.
Se propagaron a otros países, a partir de 1953. En 1966, Pablo
VI afirmó de ellos, con motivo de su l Ultreya Mundial, que,
"acrisolados por la experiencia y acreditados por sus frutos, recorrían
ya, con carta de ciudadanía, los caminos del mundo".
En la actualidad se dan los Cursillos de Cristiandad, en más de
50 naciones de los cinco continentes. Se calcula que los han
practicado más de dos millones de hombres y mujeres de diversas
lenguas y razas.
Se han organizado, como responsables de los Cursillos, a escala
diocesana, nacional y continental, más de 600 secretariados
diocesanos, más de 30 secretariados nacionales y dos oficinas
continentales: la latinoamericana, para toda América, y la europea,
para toda Europa.
Con el fin de ir actualizándose conforme a los signos de los
tiempos, el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, hasta la fecha, ha
organizado tres encuentros mundiales; tres latinoamericanos; y
muchos regionales, nacionales y diocesanos.
Y tiene ya una abundante literatura, tanto metodológica como
vivencial, en varios idiomas.
En noviembre de 1972, el Movimiento celebró su III Encuentro
Mundial en Mallorca (España).
Allí, por una parte, se pudo constatar la madurez de los Cursillos
a nivel mundial; pero, por otra, se reconoció la necesidad de un libro
que, a tiempo, "reflejara lo principal, lo que identifica y caracteriza al
Movimiento en todo el mundo, lo que todos los países y todos los
dirigentes deben sostener, si quieren conservar el Movimiento idéntico
13
a sí mismos".
Y se tomó como única conclusión la preparación de un libro así.
Para que resultara obra de todos, el III Encuentro Mundial:
- determinó que tuviera ocho capítulos concretos;
- escogió cuatro personas y cuatro secretariados nacionales
para que los redactaran;
- eligió siete países que le diesen la aprobación definitiva; y
- encargó a un Secretariado Nacional de que coordinara todo el
proceso.
En su íter se recorrieron los siguientes pasos:
- "Anteproyecto" (las redacciones primeras de los ocho
capítulos en dos volúmenes con un total de 391 folios a
máquina);
- "Juicios o Críticas al Anteproyecto" (un volumen con 138
folios);
- "Proyecto" (la segunda redacción de los ocho capítulos, en su
volumen de 156 folios); y
- "Juicios y enmiendas al proyecto" (un volumen con 57 folios).
El 15 de abril de 1974, los siete países elegidos se reunieron en
Mallorca, hotel Ravenna II, para dar la redacción final a los ocho
trabajos.
El grupo lo compusieron catorce delegados y dos coordinadores
de Austria, Brasil. España. Estados Unidos, México. Nicaragua y
Venezuela; todos veteranos en el Movimiento; y todos, con una
manifiesta buena voluntad de servicio a la Iglesia, mediante el
Movimiento de Cursillos de Cristiandad.
Desde la noche del 15, los catorce delegados se propusieron
como meta reflejar en el libro lo que identifica al Movimiento y lo que
unifica y caracteriza sus estructuras operacionales.
Para ello, por unanimidad, decidieron tener en cuenta lo válido
de los diferentes encuentros nacionales, continentales y mundiales; y
dialogar y reflexionar hasta conseguir, en todo lo posible, la
14
unanimidad del grupo.
En ese clima y con esas intenciones trabajaron intensamente
durante seis días.
Lo primero estudiaron la conveniencia de dar al conjunto una
redacción única, y optaron por conservar el carácter de mosaico de
estilos de que adolecía el proyecto, porque consideraron que ello
enriquecía el libro y, al mismo tiempo, garantizaba que habían
intervenido todos en su composición.
Después decidieron fundir en uno dos de los ocho temas "Esencia y Finalidad" -, por haber descubierto que, además de afines,
eran interdependientes.
Luego retocaron y matizaron los demás temas, eliminando de
ellos algunas de las repeticiones y ajustando, o uniformando, algunos
de sus diferentes enfoques.
Y aquí está, hecha realidad, la aspiración del III Encuentro de
Mallorca.
No es la obra perfecta - perfecto en este mundo no hay nada-.
Pero es lo que el Movimiento cree que puede ser en nuestros días y
en nuestras circunstancias socio-religioso-culturales.
No es la última palabra -la última palabra supondría un punto
final para los Cursillos-. Pero es la confesión humilde de que el
Movimiento, como cualquier otra obra de hombres reconoce que
necesita revisarse y actualizarse de vez en cuando.
No es un rechazo o un cerrar las puertas al Espíritu Santo y a las
iniciativas particulares, al contrario: todos los temas respiran
optimismo, superación, apertura...
Pero es un recordar que "lo mejor es enemigo de lo bueno", y un
certificar de la bondad de lo experimentado, de lo vivido, de lo
"acreditado por sus frutos".
Por eso, en plan de evitar las rigideces de lo definitivo, el último
día, los catorce del grupo manifestaron públicamente que empezaba
15
una era nueva, no la última, para los Cursillos, y pidieron a los
Secretariados Nacionales de lengua no española, los únicos
autorizados para hacer traducciones de IDEAS FUNDAMENTALES
DEL MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD, que no se
conformaran con traducir la letra de sus capítulos, sino que más bien
se esforzaran por reflejar el espíritu que presidió y animó todo el
proceso de su composición: espíritu de puesta al día y de
sintonización con la Iglesia y con sus maestros, el Papa y los Obispos.
Mallorca, cuna del Movimiento de Cursillos, a 21 de abril de
1974.
EL SECRETARIADO NACIONAL DE VENEZUELA
Coordinador
16
PROLOGO A LA SEGUNDA REDACCIÓN
EI MCC se renovó, a nivel mundial, por primera vez, en abril de
1974. Se hizo, a la luz del Concilio, y de las Encíclicas Ecclesiam
Suam y Humanae Vitae, y de la II Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano, y de los tres primeros Sínodos de Obispos.
El libro-guía para la renovación lo redactó un equipo creado por
el III Encuentro Mundial de Dirigentes Nacionales, en 1972. El equipo,
antes de la redacción definitiva (1974), hizo dos consultas a todos los
Secretariados Nacionales. EI libro tuvo una gran acogida, y fue el
punto de referencia, y el foco iluminador, y el imán unificador de los
dirigentes, durante tres lustros en todos los países. Gracias a él, el
MCC se conservó idéntico a sí mismo, sin rezagarse ante el rápido
"aggiornamento" eclesial.
Desde abril de 1974, se celebraron el Año Santo 1975, el Año
Santo de la Redención (1983) y el Año Mariano (1988), que aceleraron
el ritmo del aggiornamento de la Iglesia y enriquecieron a ésta en
muchos aspectos. Desde entonces:
- Vieron la luz pública exhortaciones tan importantes como
Evangelii Nuntiandi, Cathechesi Tradendae, Familiaris
Consortio y Christifideles Laici, que atizaron el fuego sagrado
en los agentes de pastoral de la Iglesia;
- El Papa publicó encíclicas como Redemptor hominis,
Laborem Exercens, Solicitudo rei socialis y otras, que
actualizaron la doctrina social pontificia;
- Algunos teólogos se radicalizaron y la Santa Sede los centró
con los documentos Libertatis Nuntius y Libertatis conscientia;
- En el post-concilio se produjo una crisis tan profunda de
identidad religiosa, que hizo estragos en el clero y en las
asociaciones y movimientos tradicionales de laicos, y dio pie
para una fuerte desacralización, que cristalizó en una
progresiva
descristianización,
hermana
gemela
del
secularismo, del indiferentismo religioso y de la increencia,
nacidos y desarrollados en el mundo civil.
Esos y otros acontecimientos religiosos, unidos al vertiginoso
17
progreso en el mundo de la tecnología y de la ciencia, precipitaron la
urgencia de actualización a todos los niveles y desde todos los
ángulos. En ese clima:
- El Papa Juan Pablo II convocó a una "Nueva Evangelización".
Y fue promoviéndola por todo el mundo en sus viajes
apostólicos;
- Paralelamente, entre los laicos, nacieron varios movimientos
de renovación.
El MCC no escapó a esa urgencia de renovación y de
actualización.
Los delegados participantes en el IV Encuentro Mundial (1988)
captaron y confesaron esa urgencia. Y determinaron actualizar lo
mismo el MCC que el libro que lo identificó y lo unificó durante 16
años. Para eso crearon una Comisión que, haciendo las debidas
consultas, reactivara el Movimiento, poniendo al día su libro básico
IFMCC.
La Comisión cumplió. Se reunió (julio de 1988). Decidió preparar
un borrador de Anteproyecto con todos los materiales a la vista. El
País coordinador envió a cada miembro un dossier con esos
materiales las sugerencias de los Secretariados Nacionales, (las
hechas por el IV Encuentro Mundial y otras). Ante los diversos
enfoques de estos materiales, la Comisión creyó indispensable otra
reunión. La celebró (marzo de 1989). Elaboró un Anteproyecto de
actualización. El país coordinador lo envió a todos los Secretariados
Nacionales, para que opinaran sobre él. Recibió y procesó las
enmiendas y las sugerencias de 28 secretariados contestantes. Y, con
ellas a la vista, la Comisión redactó un Proyecto de Actualización. El
País coordinador lo envió a todos los Secretariados Nacionales.
Recibió juicios y propuestas de 32. Los procesó por temas. Los
entregó a cada redactor. Convocó a la Reunión con los 6 delegados
de los 6 países previamente designados por el IV Encuentro Mundial.
Los doce asistentes, el 27 y el 28-11-90, leyeron y estudiaron los
Juicios y propuestas. Y del 29-11 al 4-12 dieron los últimos retoques al
Proyecto.
Y aquí están las IDEAS FUNDAMENTALES DEL MOVIMIENTO
18
DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD, actualizadas.
Son fruto de las oraciones y sacrificios - las intendencias o
palancas - de miles y miles de cursillistas de todo el mundo.
Son eco de los aportes y recomendaciones de casi dos tercios
de los Secretariados Nacionales. Son, por tanto, la obra de todos.
La Comisión, al enviarlas a todos los países, espera, no sólo que
las acojan como obra de todos, sino, y principalmente, que las
estudien rápidamente y que reflexionen sobre ellas y que profundicen
en su espíritu en todas las Escuelas y Cursillos de Cursillos, con el fin
de que el MCC, renovado en su doctrina, en su espíritu y en su
método, sea hoy lo que Cristo y la Iglesia desean de él.
Por la Comisión.
Secretariado Nacional de Venezuela.
Coordinador
Caracas, 4 de diciembre de 1990
19
20
SIGLAS MAS USADAS
AA = Aposstolicam Atuositatem
AG = Ad Gentes
CCAF = C. Sánchez. F. Suárez: Los Cursillos de Cristiandad
abiertos al futuro. Madrid, 1971.
CCIRC = J. Hervás: Los Cursillos de Cristiandad, instrumento de
renovación cristiana. Madrid,1968.
CCSNE = Cursillos de Cristiandad, Boletín del Secretariado
Nacional de España.
CCSCR = Cursillos de Cristiandad. Boletín del Secretariado
Diocesano de Ciudad Real.
CN = Corrientes nuevas en los Cursillos de Cristiandad.
Ponencias y conclusiones del III Encuentro Mundial de Mallorca.
Trípode. Caracas, 1972.
CR = Los Cursillos se renuevan. Ponencias y conclusiones del II
Encuentro latinoamericano de Itaicí-Brasil. Trípode, Caracas,
1972.
CPSNE = E. Bonnín. M. Fernández: El cómo y el por qué.
Madrid. 1971.
CT = Catechesi Tradendae
ChL = Christifideles Laici
I Enc. Lat. Am. = I Encuentro Latinoamericano Bogotá. 1968.
II Enc. Lat. Am. = II Encuentro Latinoamericano Tlaxcala, 1970.
III Enc. Lat. Am. = III Encuentro Latinoamericano -Itaicí, 1972.
21
IV Enc. Interam. = IV Encuentro Interamericano. Caracas, 1976.
V Enc. Interam. = V Encuentro Interamericano Santo Domingo,
1980.
VI Enc. Interam. = VI Encuentro Interamericano. Costa Rica,
1984.
VII Enc. Interam. = VII Encuentro Interamericano Caracas, 1988.
I Enc. Mund. = I Encuentro Mundial - Roma, 1966.
II Enc. Mund. = II Encuentro Mundial- Tlaxcala. 1970.
III Enc. Mund. = III Encuentro Mundial - Mallorca. 1972.
IV Enc. Mund. = IV Encuentro Mundial - Caracas. 1988.
EN = Evangelii Nuntiandi
ES = Ecclesiam Suam
GS = Gaudium et Spes
HV = Humanae Vitae
LG = Lumen Gentium
LBMCC = J. Capó, F. Suárez: Líneas Básicas del MCC. Madrid,
1972.
LE = Laborem Excercens
L´OsRom = L'Osservatore Romano, edición semanal en español
LN = Libertatis Nuntius
MD = J. Hervás: Manual de Dirigentes, Madrid, 1968.
Medellín = Documentos de la II Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano, Medellín Colombia, 1968.
22
MFMC = Mentalidad y finalidad del MCC. México, 1972.
¿NR? = ¿Nuevos Rumbos? Ponencias y conclusiones del II
Encuentro latinoamericano y del II Encuentro Mundial de
Tlaxcala – México, España, 1971.
OA = Octogessimma Adveniens
PP = Populorum Progressio
Puebla = Documento de la III Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano, Puebla de los Ángeles - México,
1979.
RH = Redemptor Hominis
RP = Reconciliatio et Paenitentia
SC = Sacrosanctum Concilium
SR = C. Gil: Siete Rollos para Dirigentes de Cursillos de
Cristiandad. Sígueme, Salamanca, 1971
SRS = Sollicitudo Rei Socialis
Vertebración = E. Bonnín. B. Vadell, F. Forteza: Vertebración de
Ideas. México, 1962.
23
24
1
LA MENTALIDAD DEL MCC
25
26
1.- INTRODUCCIÓN
1.- Una clave explicativa
1 La Mentalidad es la clave explicativa del Movimiento de
Cursillos de Cristiandad (MCC). Responde al porqué somos lo que
somos y al porqué hacemos lo que hacemos y a cómo lo hacemos. La
Mentalidad es, pues, la causa de nuestros orígenes.
2 Todo lo que es esencial en el MCC está invadido por su
Mentalidad. Es ella la que da la base para juzgar la realidad, y la que
determina la finalidad y los cauces para conseguirla, que se hacen
modos concretos en el método y la estrategia.
3 Precisamente por esto, debemos estar íntimamente unidos en
la Mentalidad, ya que ella constituye lo fundamental del MCC.
2.- La Mentalidad, principio de unidad e identidad
4 La Mentalidad es creativa y liberadora; y, por eso, engendra
criterios y no normas; porque el criterio libera; mientras que la norma,
si bien encauza, puede a veces restringir o anquilosar, si pierde la
Mentalidad o se desvía de la finalidad.
5 Gracias a esa creatividad, la historia del porqué del MCC no es
una historia hecha y terminada, sino una historia que se va haciendo
todos los días con la vida y que también va teniendo su porqué.
6 No existe ninguna Mentalidad sin evolución, sin vida y sin
historia. Esta evolución es, a la vez, consecuencia de la Mentalidad,
que ya se posee; y, causa y origen de la Mentalidad que deviene. Por
tanto, la Mentalidad comporta también un núcleo irreductible, originario
y originante, que, en último término, la identifica: es como el carisma
inicial.
7 El método de Cursillos surgió de la aplicación ordenada de una
Mentalidad, como solución a una problemática concreta, y con miras a
la consecución de un fin específico. La unidad de la Mentalidad con la
esencia, finalidad y método constituye lo esencial del Movimiento; y
27
es, por eso, lo único que debe tenerse en cuenta cuando haya que
aplicar el MCC a las diversas problemáticas pastorales, para que no
pierda su identidad.
3.- Definición
8 Mentalidad es el conjunto de criterios, convicciones, actitudes
vitales y opciones pastorales que, ante las circunstancias que
provocan unas necesidades históricas, impulsan el nacimiento de una
obra y configuran su identidad.
9 En el MCC la Mentalidad puede describirse por los siguientes
elementos constitutivos:
- el conjunto de criterios,
- convicciones y actitudes vitales,
- y opciones pastorales,
- que inspiraron el nacimiento del MCC,
- acompañan su natural y permanente crecimiento,
- y configuran su identidad.
10 Los criterios para la proclamación de la verdad sobre Cristo,
sobre la Iglesia, sobre el hombre y sobre el mundo son, en la
Mentalidad del MCC, como el elemento intelectual; estos criterios,
asumidos vitalmente, se convierten en las convicciones fundamentales
del Movimiento. A su vez, las convicciones se convierten en actitudes
vitales; y éstas se expresan por las opciones pastorales que se
asumen.
11 Estos criterios, convicciones, actitudes y opciones
concurrieron, en un determinado tiempo y lugar, en un núcleo de
personas; y dieron origen al MCC; y acompañan, con su capacidad de
identidad a sí mismo y con su exigencia de madurez, el crecimiento
del mismo.
2.- SU PORQUE HISTORICO
1.- El punto de partida
12 Todo lo que es vida tiene historia; y toda historia tiene su
porqué. Tratemos de descubrir en este apartado por qué ha sido el
28
MCC lo que es, y por qué pretende lo que pretende y no otra cosa. Es
decir; tratemos de conocer su porqué histórico, su historia entendida
como exposición de aquellos criterios, convicciones, actitudes vitales y
opciones pastorales, que en su tiempo dieron origen al MCC.
13 Vamos a señalar el núcleo irreductible que ha dado al MCC
una fisonomía propia, teniendo en cuenta que, en el MCC, primero se
vive y luego se teoriza sobre lo vivido. En el MCC, la teoría nace de
una realidad, es una formulación de vida. A esto lo llamamos método
inductivo.
14 La historia planteó unos problemas; y el intento de solución
de esos problemas, unas opciones. Un núcleo de personas
compartieron una misma Mentalidad que, convertida en vida, originó
un movimiento, que, poco a poco, trató de encaminarse (método), de
orientarse (finalidad) y de definirse (esencia), dando origen a una
respuesta propia y original, para la solución de esos problemas.
15 Con otras palabras, así como el árbol está contenido en cierto
modo en la semilla, así también los Cursillos estuvieron contenidos en
su Mentalidad. En ella estaban contenidas todas las características
genéticas que habrían de marcar el fruto para distinguirlo de todos los
demás; y de ella brotó la raíz, que no sólo los originó, sino que los
sostiene y alimenta.
16 Es preciso, por tanto, conocer cuál fue aquella realidad y
cuáles fueron aquellos criterios, convicciones, actitudes vitales y
opciones pastorales, que presidieron el período de gestación del MCC,
y que vinieron a ser como la clave y explicación de todo lo hecho. El
conocerlos nos ayudará a comprender por qué el MCC es lo que es, y
a comprender todo lo que debe ser, y lo que no puede llegar a ser,
para no perder su identidad.
2.- Una realidad
17 De hecho, nos atreveríamos a afirmar que todo el MCC tuvo
su punto de partida en el conocimiento profundo de la realidad. Y la
realidad, tal cual los iniciadores la vieron en aquel momento, era la
siguiente: un mundo de espaldas a Dios, a Cristo y a su Iglesia...
Tenían la persuasión íntima de que la vida había dejado de ser
29
cristiana, porque la influencia del cristianismo en la vida era
prácticamente nula, incluso en sectores llamados católicos.
18 En "El cómo y el porqué" se afirma ya: "Toda solución
apostólica, para ser eficaz, deberá, por tanto, dirigir su mirada hacia la
vida humana, que exige ser de nuevo bautizada... Se necesita, por lo
mismo, no una solución parcial e individualista, sino una
transformación ambiental que alcance a todos y a todo. Es todo un
mundo lo que hay que rehacer desde sus cimientos, al que es preciso
transformar de selvático en humano, y de humano en divino"1. La
finalidad era clara: transformar en cristiano una sociedad, que había
dejado de serlo.
3.- Una nueva respuesta pastoral
19 Los iniciadores del Movimiento, ante ese mundo
descristianizado, pensaron que se imponían unas líneas
fundamentales de acción, que pueden resumirse así:
a)
b)
c)
d)
e)
f)
1
2
Una pastoral de evangelización, en contraposición a
una pastoral predominantemente de conservación.
Un despertar el hambre de Dios.
Una predicación de conversión y, en consecuencia, un
método kerygmático, en contraposición a un método
meramente apologético y catequético. Lo que, a su vez,
conllevaba la proclamación dinámica y jubilosa de lo
fundamental cristiano en forma testimonial y vivencial.
Una visión de la Iglesia como sacramento universal de
salvación: y no como institución de privilegio para
salvarse.
En consecuencia, una visión del cristiano como apóstol:
en la que el compromiso apostólico no fuera una
supererogación, sino una exigencia y una consecuencia
natural de la vida cristiana2.
Una visión del mundo no como enemigo del alma, sino
como conjunto de personas que Dios quiere redimir.
CPSNE, 46-47.
CPSNE, 16.
30
20 Ante un cristianismo, que no influía ya en la vida, pensaron
que se imponía:
a)
b)
c)
d)
e)
f)
Un cristianismo concebido como vida; y como clave que
motiva y explica la vida, que debe vivirse; no sólo
verdad, que debe conocerse o aceptarse.
La vivencia (no sólo conocimiento y conciencia) de lo
fundamental cristiano.
La influencia de esta vivencia de lo fundamental
cristiano en la sociedad. Es decir un esfuerzo por
impregnar de espíritu y criterios cristianos los ambientes
y las estructuras, lo que se llamó "vertebrar cristiandad'.
Una acción intramundana, y no una acción puramente
intraeclesial. Un cristianismo vivido en el mundo donde
Dios nos plantó, en libre seguimiento de la propia
vocación, dentro de la vía de la normalidad.
No unos nuevos compromisos, sino una nueva actitud
cristiana en la realización de nuestro propio
compromiso temporal.
Si el hombre y el mundo habían dejado de SER
cristianos, a pesar de las manifestaciones externas
cristianas:
- El MCC no pretendería directamente un HACER CRISTIANO,
- sino que pondría todo el énfasis en el SER CRISTIANO,
porque cuando se ES, se HACE mejor todo lo que se puede
hacer. Sólo vale la acción apostólica que es consecuencia del
SER cristiano. La acción; que no es expresión del SER íntimo,
no tiene fuerza de eficacia; porque no lleva sobre sí el sello
inconfundible del compromiso vital; a lo más, sirve para
tranquilizar a los que creen que, con un determinado cupo de
actividades, han cumplido con su obligación.
21 La esencia y la finalidad del MCC están contenidas en estos
presupuestos.
El método
22 Los iniciadores del MCC se hicieron una pregunta: ¿Por qué
31
había dejado el hombre de ser cristiano? Y pensaron que, entre otras,
éstas eran las dos causas principales: Porque le pesaba la ley y
porque desconocía la doctrina auténtica. Y optaron por buscar la recristianización del hombre, dando una respuesta ala segunda causa.
23 En consecuencia, en contraposición con una pastoral
predominantemente de prácticas, el MCC encontró una forma de
presentación novedosa en la proclamación kerygmática de lo
fundamental cristiano. La solución consistiría en dar una síntesis del
cristianismo auténtico; pero no se trataría de enseñar más conceptos,
sino de presentar las mayores realidades de Dios, que colman las
mejores aspiraciones de los hombres.
24 El mensaje resultó novedoso y apasionante, porque los
hombres de entonces, sin que pudiese afirmarse que falsearan
totalmente la verdad, habían puesto tal énfasis en aspectos tan
parciales del cristianismo y tenían una visión tan desfigurada de Dios,
del hombre y del mundo, que habían logrado desvirtuar la Buena
Nueva.
25 Si los hombres se inventan un dios a su medida, es porque
no conocen o no aceptan la medida de Dios. Hay quienes ponen tanto
entusiasmo en lo que los hombres han puesto en la religión, que se
olvidan de lo que ha puesto Dios en ella.
26 Por eso, a una visión de Dios minimizada por el hombre, se
contrapuso la visión de un Dios vivo y personal, ilusionado por el
mismo hombre desde siempre, que lo ama personalmente y busca su
bien. Sólo este concepto de Dios, que es el auténtico, puede colmar
sus deseos.
27 Hoy, todas las líneas de búsqueda convergen en torno a la
persona humana, centro de la creación y de la historia. En aquel
entonces, de ordinario, dentro de la pastoral, se valoraba solamente el
alma.
28 Contra esta visión, el MCC afirmó que todo hombre - por el
hecho de serlo - es persona, es alguien, fuente individual y
permanente de valores vivos. Es alguien singular, único, irrepetible,
consciente, dinámico, concreto, abierto a su propio valor y al de los
32
demás, con percepción crítica para darse cuenta de sus éxitos y de
sus fracasos, así como de sus valores. Alguien único, capaz de
posibilidades únicas, con una estructura y un horizonte mental propios,
con perspectivas y posibilidades que sólo él puede realizar
plenamente, a medida que va realizando su vocación humana en una
vida libre y responsable, con conciencia de sí mismo, de su
responsabilidad, de su misión, de su grandeza, de su fe.
29 La fe libera, porque supone una conversión siempre
progresiva, y es una invitación constante a creer en la fuerza de lo
verdadero. Por eso es la fe la que crea el clima de confianza, que
favorece la realización de la persona humana; mientras la sola
religiosidad puede predisponer al hombre a cumplir preceptos, sin
pensar, sin reflexionar, sin optar, dándole la falsa sensación de
progresar como cristiano, sin que en realidad progrese.
30 Sin duda, todavía bajo el influjo del "desprecio del mundo", se
veía y se consideraba al mundo y a las realidades temporales
demasiado negativamente, y hasta como algo intrínsecamente malo.
31 Era necesario convencer al cristiano de que se le da el
mundo como tarea, de que el hombre cristiano ha de meterse con
coraje en la vida; ha de encarnarse influir, conformar -dar forma- y
fermentar el mundo según el Evangelio.
La estrategia
32 Supuesta la finalidad última del MCC: transformar en cristiano
una sociedad que había dejado de serlo, los iniciadores se plantearon
cuatro opciones en cuanto a la ESTRATEGIA que seguir para
conseguirlo:
a)
b)
c)
d)
Hacer más estructuras cristianas;
Transformar directamente las estructuras existentes;
Transformar a los hombres individualmente;
Transformar en cristiano a aquellos hombres, que hacen o
manejan las estructuras ya existentes; vertebrar cristianos
capaces de vertebrar en cristiano un mundo que ya está
estructurado.
33
33 El MCC optó por esta cuarta forma, con las siguientes
consecuencias:
a)
b)
c)
d)
Estudio de los ambientes, concebidos como las
personas y las circunstancias que coinciden en un determinado tiempo y lugar.
Pastoral de ambientes, a través de las personas de
mayor influencia humana en ellos (agentes de cambio).
Selección de candidatos.
Conocimiento previo y profundo de las personas: sólo
partiendo del hombre como es, puede llegarse a lo que
Dios quiere que sea3.
4.- Antecedentes ideológicos
34 Las líneas fundamentales del nervio ideológico del MCC se
formularon, entonces, así:
a)
b)
c)
d)
3
Un concepto triunfal del cristianismo, que es el único
exacto y verdadero, como solución integral a todos los
problemas humanos, en contraposición con la
concepción aburguesada, estática, conformista e inoperante, que de cristiana no tiene sino el nombre que
usurpa.
Una visión dinámica del catolicismo militante,
entendiendo
el
apostolado
no
como
una
superabundancia, sino como una exigencia de vida que,
lejos de realizarse en una organización burocrática,
constituya la vanguardia decidida del Reino de Dios, el
fermento vivo y operante de la Iglesia.
Un principio de insatisfacción sincero, recto e ilusionado,
único punto de partida posible para toda acción eficaz, y
fuente inagotable de múltiples y siempre mejores
realizaciones.
Un conocimiento profundo y exacto de los hombres de
hoy, de sus problemas y de sus angustias; pero un
conocimiento experimental, vivo, sacado no de fórmulas
Vertebración, 220; CPSNE, 16.
34
e)
f)
g)
h)
i)
estáticas o tomado de "manuales sencillos y prácticos",
sino aprendido en la misma vida, nacido de la
convivencia íntima con la masa, que el fermento
evangélico debe vivificar.
Un convencimiento profundo de la ineficiencia o
inadaptación de ciertos métodos para conseguir el
objetivo esencial de toda acción apostólica,
convencimiento que, lejos de esterilizarse en
lamentaciones o resignarse a la fatalidad de los
acontecimientos, impulse con creciente interés a la
vitalización de todo lo aprovechable y a la búsqueda de
nuevos y fecundos horizontes.
La firme convicción de que sería realmente posible que
cuantos vivían al margen de lo religioso sintieran la
fuerte sacudida de la Gracia y que, por más alejados
que estuvieran de Cristo, eran capaces de entregarse
totalmente a Él, siempre que les presentaran las cosas
de Cristo y de su Iglesia tales como son en sí.
Prescindiendo, si era necesario, de cualesquiera
preferencias o criterios personales, por más arraigados
que estuvieran y que, en último término, no eran sino
aspectos accidentales.
La firme esperanza de que al llevarse a cabo esta
experiencia sucedería lo mismo que en tiempo de Cristo:
las samaritanas y los zaqueos se convertirían en los
más dinámicos apóstoles del Señor.
Un esfuerzo tenso por encontrar una técnica de
realización concreta que, calcada en los procedimientos
apostólicos, tuviera en cuenta los problemas personales
y las exigencias concretas de cada individuo para
solucionarlos de raíz, con una solución que partiera de
Cristo y de su Gracia, aceptados como fuerza y peso,
que influenciaran toda su vida.
La convicción de que la solución era simple, y, por
simple, universal; por ello debía vivirse en el Cursillo la
catolicidad efectiva de la fe, al toparse en una misma
solución y en un mismo ambiente, aunque lanzadas a
distintos horizontes, las diferentes clases y las diversas
35
culturas...4.
3.- SU PORQUE ACTUAL
1.- El punto de partida
35 El porqué histórico no pretende ser una historia sagrada para
memorizar o repetir. Muy por el contrario, esa historia es maestra de
vida que nos ayuda a comprender lo que hoy somos y el porqué de
nuestro aquí y ahora; nos ayuda a precisar nuestra identidad colectiva
y a eclesializar el MCC.
36 La historia inicial es también sólo un punto de partida de
realizaciones más plenas, escritas para impulsar en nosotros un juicio
crítico, y orientadas hacia la posibilidad de construir lúcidamente: el
MCC que queremos ser: un movimiento siempre respuesta eficaz al
momento que se viva.
37 Fiel al método inductivo, el MCC debe reflexionar
permanentemente sobre la realidad y, con ello, enriquecer su
Mentalidad, sin perder su identidad. Para ello, la Mentalidad ofrece dos
servicios al MCC:
a)
b)
La Mentalidad es el principio de su identidad, aquello
que le permite hacer cosas diferentes con idéntico
porqué; y aquello que advierte cuándo se hace lo mismo
con Mentalidad diferente. La Mentalidad es lo que
permite el trasvase de; MCC, sin que éste pierda su
identidad.
La Mentalidad es, al mismo tiempo, principio de su
evolución.
38 Como consecuencia de ello:
- El porqué actual no significa una ruptura con el pasado, sino
su crecimiento y madurez5.
4
CPSNE, 16-17.
“Sabemos que los Cursillos son algo vivo y que con el tiempo se abrirán nuevos panoramas y mejores
matices de los que hoy ofrecemos. Por ello el libro irá creciendo como la vida misma; y hacer definitivo lo
que hoy es oportuno sería ir contra la constante progresión de la historia y de la perenne vitalidad del
Espíritu”; Vertebración, 9.
5
36
- La actualización del MCC viene impuesta por la propia
riqueza de sus criterios fundamentales, por las exigencias de
los tiempos nuevos y por los nuevos ámbitos humanos, a los
que va llegando.
- En el MCC, la unidad se constituye dentro de la pluralidad, lo
que quiere decir que en el MCC se da más importancia a la
Mentalidad y a las personas, que al método; a los criterios
fundamentales, que a los modos concretos.
2. La realidad actual
39 Fe y realidad social. La realidad religiosa de cada hombre
concreto está condicionada y/o posibilitada por un marco sociocultural, realidad circundante, que influye y orienta a las personas en
su manera de pensar y de obrar. Esta realidad influye también sobre la
Iglesia misma, en sus estructuras, en sus convicciones, en sus
opciones vitales y en sus acciones pastorales; y aún sobre el mismo
hecho religioso en su calidad de vivencia personal y comunitaria de la
fe. Por tanto, sin conocer estas realidades, es difícil conocer al
hombre; y, sin asumirlas, es difícil iluminarlo con la fe y acompañarlo
en su camino hacia lo trascendental.
40 Se trata, pues, de que el MCC lea, con mirada evangélica, el
"cada hoy" de la historia, realidad que será siempre diferente, y de que
recuerde que lo que se busca es conocer y evangelizar al hombre
concreto de "cada hoy", no al hombre del pasado, ni al hombre
abstracto, que debiera ser cada hombre.
41 Lectura evangélica de fa realidad actual. Nuestro hoy está
marcado por una característica definitiva: un cambio general,
acelerado y profundo. En consecuencia, es tiempo esencialmente
transitorio y provisional. Por tanto, su lectura no se puede convertir en
punto de partida definitivo, ni admite generalizaciones indebidas (Cf.
ChL, 3).
42 Está a punto de nacer un milenio; y, con él, un hombre y una
sociedad en transición. Una sociedad tecnológica, de amplio
crecimiento demográfico y de gran movilidad social y geográfica, que
origina una pro funda transformación y crea una cultura nueva,
universal, interdependiente; cultura, que es necesario evangelizar.
37
Este hecho crea retos, es decir, circunstancias ricas en desafíos y en
posibilidades nuevas.
43 Pasamos de una sociedad elitista a una sociedad de masas y
democrática; de una sociedad cerrada y estática a una sociedad
dinámica y abierta; de una realidad monolítica a una realidad
pluralista. Estamos pasando de una concepción abstracta a una
concepción concreta y existencial; desde lo rígidamente institucional a
la libertad - comunión; de la norma al criterio; de la imposición a la
opción; de la ideología a los valores; de la seguridad a la búsqueda; de
la observancia a la creatividad; de la sumisión a la responsabilidad; de
la integración al inconformismo social.
44 Esta cultura universal está marcada por "la poderosa y casi
irresistible aspiración de los pueblos a la liberación, fenómeno amplio,
pero vivido bajo formas y en grados diferentes, según los pueblos"6.
Junto con ello hay una "profunda aspiración de los pueblos a la
Justicia"7 y una tendencia humanizadora, llena de signos de
esperanza8.
45 La sociedad actual está enmarcada por una ambivalencia
dialéctica, donde coexisten el bien y el mal; la opulencia y la miseria; la
sociedad post-industrial, que avanza a grandes pasos, y pedazos de
humanidad en verdadero atraso tecnológico... La persona exaltada y
humillada a la vez; la paz es más anhelada que nunca; y el mundo
está marcado por el más alto grado de conflictividad9.
46 Hay un divorcio entre el Evangelio y la cultura de hoy; un
divorcio entre la fe y la historia. Ese es el mayor drama de nuestro
tiempo10. Una expresión de este divorcio ético-cultural es la pobreza e
injusticia de inmensos sectores de la humanidad, generada por la
interdependencia universal11, en la que juega un papel definitivo la
cultura dominante, ya que el mal del mundo está menos en el
acaparamiento de los bienes que en la falta de fraternidad entre los
hombres y los pueblos12. Es más: vivimos una cultura insolidaria, que,
6
LN, 1,1; Cf. EN, 30.
LN, 2,4.
8
RH; 13-17.
9
ChL; 6.
10
EN; 20.
11
SRS; 39; Puebla, 427.
12
PP, 66; Puebla, 421-428.
7
38
además, es una cultura materialista, secularista, agnóstica,
economicista y consumista13, la cultura del tener y del poder. Es éste
el subconsciente cultural de pecado, que legitima y mantiene las
estructuras y la cultura de pecado,
47 Situación pastoral. En una Iglesia en proceso de renovación,
más misionera y dinámica, donde los laicos, hombres y mujeres,
asumen sus propias responsabilidades y derechos, y donde los
obispos viven la colegialidad y se experimenta a todos los niveles la
comunión y participación, se da, sin embargo, el divorcio fe-vida, feIglesia, fe-sacramentos, fe-compromiso liberador. Millones de
bautizados no son cristianos efectivos, no "conocen" a Dios, como en
el inicio del MCC.
48 Finalmente, se nota una insuficiencia de estructuras
pastorales y una inadecuación de formas de evangelización para
responder a la compleja realidad religiosa de hoy.
3.- Una respuesta pastoral
49 Ante el reto de una realidad tan compleja y dinámica se
impone, como una exigencia fundamental, la urgencia del
discernimiento de los signos de los tiempos a la luz del Evangelio,
para descifrar en ellos las expresiones, teorías y prácticas incluidas en
esas aspiraciones de los pueblos14.
50 La lectura pastoral de la realidad, debe apoyarse en el
análisis de la realidad, en el que ofrecen importante servicio a la fe las
técnicas modernas. Este discernimiento debe servir permanentemente
al MCC para detectar y asumir las "Semillas del Verbo”15, encerradas
en cada circunstancia histórica y en cada grupo cultural16; para
madurar unas convicciones fundamentales; y para producir una
adaptación pedagógica, a fin de que se mantenga como una respuesta
siempre actual, y pueda servir eficazmente al hombre y a la sociedad
concreta17.
13
LE, 7.
GS, 4 y 11; LN, 2,4.
15
LG, 17; EN, 53.
16
EN, 21 y 51.
17
GS, 3 y 4.
14
39
51 Ante un mundo descristianizado o por cristianizar, se hace
urgente una opción por la evangelización; por lo que se impone,
prioritariamente, una Pastoral Kerygmática – vivencial - de conversión,
que cambie la mente y reforme la vida18.
52 Ante una nueva realidad cultural se impone la tarea
evangelizar la cultura y las culturas del hombre, no a manera
barniz, sino en profundidad19, en los puntos focales donde
encuentran el mundo y la fe, y donde se rompe o se reconstruye
comunión. A esto lo llamamos Pastoral Ambiental.
de
de
se
su
53 El agente evangelizador es siempre, en última instancia, el
hombre. Sin embargo, no todos los hombres tienen igual capacidad de
influir sobre la naciente cultura. De ahí que, de cara a una mayor
eficacia, el agente evangelizador debe ser aquella persona que,
madurando en su propia vocación personal, tenga mayor influencia en
su propio ambiente.
54 La complejidad de la tarea la hace imposible para hombres
aislados. De ahí que haya que vivificarlos y vincularlos en "núcleos de
cristianos que vayan fermentando de Evangelio sus ambientes".
55 Ante el reto de evangelizar la cultura y las culturas del
hombre, urge un esfuerzo por una planificación pastoral que optimice
los recursos y que sea la respuesta consciente y programada a la
multiplicidad de exigencias pastorales.
56 Con igual urgencia se impone una mayor flexibilidad de
formas y estructuras, con una gran capacidad de encarnación y de
adaptación a las realidades cambiantes, en que se debe trabajar.
57 Surge así la convicción de que el MCC debe mantenerse
como una respuesta original, actual, en el "cada hoy" de la historia,
gracias a su fidelidad al Señor, al conocimiento profundo del hombre y
de la sociedad a la que sirve, y a la inteligente planificación y
adaptación pastoral.
18
19
EN, 2 y 52.
EN, 18-19-20; Puebla, 394-396.
40
4.- EL NERVIO IDEOLOGICO: UN CONCEPTO: INTEGRAL,
VIVENCIAL y COMPROMETIDO DE LAS REALIDADES
FUNDAMENTALES.
58 Un nervio ideólogico. Las convicciones fundamentales que
constituyen el nervio ideólogico del MCC deben ser fieles a cuatro
criterios.
- Dentro del Movimiento se posibilita la vivencia y convivencia
de lo fundamental cristiano, que es lo permanente y lo
universalmente válido. Nuestra adhesión a lo fundamental
cristiano equivale a la adhesión al Reino de Dios y su Justicia.
Todo lo demás son añadiduras. Esta actitud es la raíz de la
"catolicidad" del MCC, lo que lo hace capaz de responder a
todo hombre en cualquier momento y en cualquier lugar.
- Es esencial a nuestra Mentalidad la integridad de la fe, la
adhesión fiel a la totalidad de lo fundamental cristiano, que no
puede ser fraccionado ni mutilado; es decir: al Reino de Dios,
con toda su dimensión salvífica, que abarca la transformación
de toda la vida y de toda la realidad humana, de todo el
hombre y de todos los hombres.
- Se trata de un concepto vivencial, y no puramente teórico; de
unas convicciones, y no de unos conceptos. Sin dicotomías
entre la fe formulada y la vida. La meta es: formular en
verdades la VIDA, y hacer realidad en la vida esas
VERDADES.
- Eso exige un conocimiento comprometido y comprometedor;
es decir, una presencia, una solidaridad y una participación
liberadora en esas realidades.
59 Un concepto integral del hombre. Se trata de la persona
humana en toda su dignidad; del hombre en todas sus dimensiones,
en sus carismas personales, y en sus más profundas aspiraciones
actuales, que se resumen en un ansia de liberación y en una sed
profunda de participación, que exprese su dignidad, y en una íntima
necesidad de comunión, que supere la soledad de la masificación.
Cristo resucitado preside la imagen del hombre nuevo reconstruido por
la Gracia para su comunión y participación en Dios, para su fraternidad
41
y para su señorío sobre las cosas, como herencia común y destino
solidario.
60 Un concepto integral del mundo. Al mundo hay que
entenderlo como las personas y como la trama histórica de las
personas; como escenario del crecimiento humano, impregnado del
Reino de Dios, sometido a la dialéctica del ya y del todavía no; hay
que salvarlo, salvando sus ambientes, sus estructuras, sus culturas;
salvando al hombre para salvar al mundo; salvando al mundo para
salvar al hombre. El mundo está marcado por una profunda exigencia
de socialización (MM, 59).
61 Un concepto bíblico de Dios. Dios, Uno y Trino, Amor y
Familia, Señor y Salvador del Hombre. Padre del hombre y de la
historia, nos creó y nos ama a todos, sin excepción, como personas
individuales, como familias, como comunidades y como pueblos.
62 Un concepto integral de la Iglesia. Queremos construir una
Iglesia servidora del Reino del hombre; una Iglesia misterio, comunión
y misión20; una Iglesia, cuya más profunda identidad sea la
evangelización21, el anuncio del Reino como lo único absoluto22; una
Iglesia santa y penitente, evangelizada y evangelizadora, libre y
liberadora. Queremos llegar a ser una Iglesia solidaria, que colabore
en la redención integral del hombre23, una Iglesia auténticamente
pobre, misionera y pascual, desligada de todo poder temporal y
audazmente comprometida en la liberación de todo el hombre y de
todos los hombres24.
63 Todo ello supone un concepto integral de la evangelización, y
de su proceso, contenido y destinatarios; supone que se haga una
evangelización vivencial, comprometida y comprometedora: una
evangelización, profética, que anuncie lo fundamental y denuncie lo
que se opone al Reino de Dios; una evangelización con un sentido
integral de salvación, que anuncie “ese gran don de Dios que es la
liberación de todo lo que oprime al hombre; pero, sobre todo, la
liberación del pecado y del maligno"25, para llegar a la libertad en Dios;
20
ChL, 32-35.
EN, 14.
22
EN, 8.
23
RH, 10.
24
Medellín, 5. Juventud, 15.
25
EN, 9.
21
42
una evangelización con una teología de la Gracia más bíblica y más
existencial, más viva y más encarnada; una evangelización con una
teología de la esperanza más clara y más concreta, en la que la
respuesta del hombre a Dios, en el diálogo de la salvación, sea más
viva y más responsable.
64 Concepto integral del cristianismo. El MCC debe presentar un
cristianismo como vida cristiana consciente, dinámica y comprometida;
como comunión con Dios y formación permanente, y compromiso
apostólico, en y desde una comunidad con clima natural de fe viva y
comprometida con un SER, antes que con un HACER. Un cristianismo
vivido con la conciencia de que ser cristiano es ser discípulo y testigo,
luz y sal, fermento de salvación; de que salvar es salvarse; y de que
"el camino hacia Dios pasa por el hermano".
65 El cristianismo y la salvación son esencialmente comunitarios.
La comunión y participación se hace realidad en comunidades
integrales, donde se comparta la vida personal, familiar y social; donde
la fe se vive y se comparte íntegramente como comunión, como
formación, como celebración y como compromiso.
66 La vida cristiana exige un cambio de mentalidad, una
conversión, que sea: radical e integral, permanente y progresiva, de
corazón y de vida, individual y comunitaria, personal y social, interior y
operativa, conversión a la justicia y al amor, a la pobreza y a la opción
por los pobres, con miras a su liberación integral.
5.- CONCLUSIÓN
67 Así comprendido, presentado y vivido lo fundamental
cristiano, tenemos la firme convicción de que en el cristianismo, en el
Padre y en Jesús, en el Evangelio vivo y personal, el hombre moderno
encuentra una respuesta plena a sus interrogantes vitales26. Es decir:
el cristianismo es solución concreta, y clave explicativa, capaz de dar
sentido a la vida del hombre.
68 El MCC con esta Mentalidad, tiene vigencia teológica y
pastoral hoy, resulta un elemento eficaz para la nueva evangelización
26
ChL, 7.
43
de la cultura, y un Instrumento de Renovación Cristiana en el seno de
la Iglesia, y, en consecuencia, continúa siendo una respuesta original.
69 Para que la Mentalidad se convierta permanentemente en
vida y acción, y se asegure, así, la permanencia del MCC, es
necesario que dicha Mentalidad sea asimilada y enriquecida por las
Escuelas de Dirigentes, cuyos miembros deben mantener, una actitud
pensante dentro del MCC. La verdad carece de sentido para ellos, si
no se encarna en lo real y si no produce un bien. Por tanto, la
búsqueda incesante de los cauces que permitan una más plena
conformación de las personas al Evangelio debe constituir para ellos
un quehacer ineludible.
70 Discípulos de la verdad, a la que se llega progresivamente,
encontrarán, en la oración, y en el estudio, y en el diálogo, y en el
contraste, y en la experimentación de sus nuevas inquietudes lo que
pueda darse como válido y digno de incorporar al caudal común. Las
convicciones colectivas solamente maduran por el diálogo.
71 El MCC únicamente crecerá en su Mentalidad y conservará
dicha Mentalidad, si en el seno del mismo actúa un grupo de dirigentes
que la posean, y la vivan, y la comuniquen por vía de un contacto
coherentemente explicitado. Personas que además de conocerla y
explicitarla, la hayan incorporado tan vitalmente, que la conviertan en
elemento fermentador.
44
2
LA ESENCIA Y LA FINALIDAD DEL MCC
45
46
1.- LA ESENCIA
1.- Conceptos preliminares
72 Todos los seres vivos están sujetos a cambio, conservando,
sin embargo, la identidad de su núcleo interno. Siendo siempre ellos
mismos, se muestran de un modo nuevo hacia afuera. Desde este
punto de vista, esencia es lo que pertenece al ser y hace que el ser
sea lo que es, y determina su modo de ser, tanto estática como
dinámicamente.
73 El MCC, algo vivo y dinámico, está sujeto a cambios y
perfeccionamientos. Pero el MCC, como ser con vida propia, tiene un
núcleo interno que hace que sea lo que es y que se mantenga siendo
lo que es, a través de todos los cambios. Más aún: ese núcleo interno
de su ser es lo decisivo en su modo de ser y de evolucionar bajo la
acción de las mil circunstancias que ocasionan sus cambios. El MCC
ha ido evolucionando a lo largo de su existencia, adaptándose a las
situaciones de la Iglesia y del mundo. A pesar de eso, los buenos
conocedores del Movimiento lo reconocen como auténtico MCC.
74 Del MCC se han dado muchas descripciones1. Hoy se define
así: "Los Cursillos de Cristiandad (el MCC) son un Movimiento de
Iglesia que, mediante un método propio, posibilitan la vivencia y la
convivencia de lo fundamental cristiano, ayudan a descubrir y a
realizar la vocación personal, y propician la creación de núcleos de
cristianos que vayan fermentando de Evangelio los ambientes2.
75 La Esencia del MCC por consiguiente está en que:
1. es un movimiento;
2. es un movimiento de Iglesia;
3. tiene un método propio;
1
Algunas descripciones pueden verse en Pablo VI, Motu propio, declarando a San Pablo celestial patrono
del MCC, el 14-12-63, en CCSNE, 10 (1964); el mismo Pablo VI en la I Ultreya Mundial, en CCSNE 34 (1966)
6; Mons. Hervás, en CCIRC, 176-177 y 463; Card. Quintero, en Trípode, 28 (1966) 24; Vertebración, 36;
Secretariado Nacional de México, en MAS ALLA, México, 1971, 22.
2
I Enc. Lat.
47
4. posibilita la vivencia y la convivencia de lo fundamental
cristiano;
5. ayuda a descubrir y a realizar la vocación personal;
6. propicia la creación de núcleos de cristianos;
7. que fermenten de Evangelio los ambientes.
76 En esta definición o descripción del MCC quedan claramente
señalados su QUE (esencia), su PARA QUE (finalidad) y su COMO
(método), que explicamos a continuación.
2.- El MCC es un Movimiento
77 Fue Juan Pablo II quien utilizó la palabra movimiento para
explicar el misterio de la Iglesia: "Como bien sabéis, la Iglesia misma
es un movimiento. Y, sobre todo, es un misterio: el misterio del eterno
Amor del Padre, de su Corazón paterno, en el que comienza la misión
del Hijo y la misión del Espíritu Santo. La Iglesia, que nace de esta
misión, se encuentra in statu missionis. Ella es un movimiento que se
inscribe en la historia del hombre - persona y de las comunidades
humanas".
78 "La proclamación dinámica del Evangelio comenzó con la
venida del Espíritu Santo en forma de viento y fuego. El mensaje de la
muerte y resurrección de Cristo no es un acontecimiento estático.
Exige movimiento. Trata de alcanzar a otros. Pide ser esparcido lejos y
ampliamente3.
79 Cuando este movimiento de Dios hacia los hombres
encuentra eco amoroso en ellos, nace la respuesta de la fe en Dios:
los hombres se mueven hacia Dios. Este movimiento de los hombres
hacia Dios es fruto de la acción de Dios y de la decisión del hombre.
Dios puede actuar directamente o a través de la acción de los
evangelizadores, quienes han conocido al Señor Jesús de un modo
tan vivo, tan cordial, tan experimental, que les ha llevado a descubrir,
comprender y realizar su propia vida a la luz del encuentro con Jesús.
Ellos se han dejado penetrar por el Espíritu de Jesús (Cf. Flp 3,12), y,
movidos e impulsados por Él, van haciendo vida propia la Palabra y la
Vida de Jesús; y tratan de que otros hombres y mujeres realicen el
3
Juan Pablo II a los Movimientos Internacionales Católicos, 27-9-81; Juan Pablo II al Pontificio Consejo para
los Laicos, 18-11-84.
48
mismo encuentro, sirviéndose de un método adecuado para ello.
80 Cuando un grupo de personas se une para vivir su vida
cristiana en coherencia con este encuentro, para profundizarlo en su
existencia diaria y para tratar que otras personas se unan a su
experiencia, es cuando surge un movimiento concreto que viene a ser
y a expresar un aspecto del múltiple movimiento que es la Iglesia.
81 En el origen de los movimientos hay siempre una Gracia
especial, concedida por Dios a la Iglesia de un modo directo o
indirecto, sirviéndose Dios de ciertas situaciones históricas de la
Iglesia o de la sociedad, o de ciertas necesidades de los hombres a
las que es urgente responder.
82 Nada más lógico, por tanto, que la presencia simultánea de
diversos movimientos en la Iglesia. Aunque todos son para vivir el
Evangelio, cada uno pone de relieve uno de sus aspectos
fundamentales. Por eso los movimientos que surgen en la Iglesia no
son focos de división, sino manifestaciones fecundas y fecundantes de
la todavía más fecunda y fecundante riqueza de la Iglesia y del
Evangelio.
83 Hay otro hecho: apoyándose en la gran libertad de vida según
el Espíritu, los laicos han descubierto que el bautismo y la
confirmación los capacitan y comprometen para realizar, en la Iglesia
ven el mundo, la misión de todo el pueblo cristiano, en la parte que a
ellos corresponde (CL LG, 31). Y ellos saben que pueden realizar
acciones apostólicas a nivel personal, familiar y organizado, por el solo
hecho de ser bautizados. Y saben también que, para facilitar y
potenciar su acción apostólica, se pueden unir en agrupaciones,
asociaciones o movimientos. El nuevo Código de Derecho Canónico
ha reconocido la legitimidad de esta potestad de los laicos,
apoyándose en la doctrina conciliar.
84 En 1987, en el discurso dirigido a los participantes en el II
Coloquio Internacional de Movimientos Eclesiales, Juan Pablo II dijo:
"En la Iglesia, tanto el aspecto institucional, como el carismático, tanto
la jerarquía como las asociaciones y movimientos de los fieles son
esenciales y contribuyen a la vida, a la renovación, a la santificación,
49
aunque de modo diverso" (2-3-87) .
85 Hoy asistimos a un fuerte florecimiento de movimientos
laicales dentro de la Iglesia. Son ellos la prueba clara de la presencia
activa del Espíritu Santo la huella de Dios, que sigue enriqueciendo a
la Iglesia con sus dones. De ahí que la eclesialidad sea una de sus
características.
3.- El MCC es un Movimiento de Iglesia
86 En la década de los 40 surgió un nuevo movimiento de
Iglesia: el MCC. Unos cristianos -sacerdotes y laicos- en íntima
comunión con su obispo, llegaron a compartir una misma mentalidad y
a convivir una misma inquietud apostólica; y empezaron a trabajar con
una misma finalidad: hacer un mundo más cristiano, haciendo más
cristianos a los hombres. Y, con un mínimo de organización,
comenzaron su trabajo, ensayaron un método para conseguir la
finalidad intentada5.
87 Aquel grupo inicial fue creciendo y hoy son ya muchos los
grupos o núcleos de cristianos, que mediante un método propio,
encarnan en sus vidas esos principios y llevan el Evangelio a sus
ambientes.
88 De aquí nace una consecuencia fundamental: el MCC no es
algo, sino alguien; no es una cosa, sino una realidad organizada, viva
y actuante; una realidad humana constituida por el conjunto de
hombres y mujeres que, después de haber hecho el Cursillo de tres
días, han adoptado la mentalidad y los principios fundamentales y,
siguiendo un método propio, se unen para ayudarse a vivir de un
modo más auténtico la vida cristiana, realizando de un modo nuevo su
relación con Dios, consigo mismos, con los hombres y con el mundo, y
para esforzarse en impregnar de Evangelio sus ambientes, con el fin
de que otras personas también respondan al llamado de Dios.
89 De otro modo: el MCC son los hombres y mujeres que,
después de haber vivido un Cursillo, se unen para intensificar su
5
Cf. CCIRC, 37-39; C: Gil, “Los Cursillos de Cristiandad son un movimiento eclesial”, en Testimonio, 5 (1989)
105-107.
50
respuesta a DIOS en estas cuatro direcciones: un acercamiento
(encuentro) a Dios, que vive y ama; una profundización (encuentro) en
la propia realidad personal, que se conoce mejor; una nueva relación
(encuentro) con los hombres, a quienes descubren como hermanos; y
una nueva visión (encuentro) del mundo, en el que viven y en el que
trabajan.
90 La participación en el MCC es libre y abierta a todas las
personas que han hecho el Cursillo: lo único que une esas personas
con el MCC es su deseo personal de permanecer tomando parte
activa en él.
91 Fue Pablo VI quien definió la eclesialidad del MCC cuando
dijo: "Sabemos que en vuestra palestra de espiritualidad y apostolado,
en el Movimiento de Cursillos, el sensus ecclesiae es norte que
orienta, palanca que mueve, luz y manantial que inspira y vitaliza.
Llevaos de esta visita a Roma, Iglesia reina que preside en la caridad,
un amor hacia la Iglesia mayor aún, si pudiera ser, del que os devora;
un propósito decidido de hacer Iglesia"6.
92 Siguiendo la línea de la eclesiología de comunión, el Vaticano
II había señalado cuatro notas que, juntas, manifestaban el carácter de
eclesialidad de algunas formas de acción apostólica organizada, que
tenían y tienen el fin apostólico de la Iglesia. A los veintitrés años de
aprobado el Decreto Conciliar Apostolicam Actuositatem (18-11-65),
Juan Pablo II, siguiendo la misma línea de la comunión eclesial, abrió
mayores horizontes y reformuló estas notas, fijando los cinco criterios
de eclesialidad7.
Veamos, uno por uno, esos cinco criterios de la eclesialidad
señalados en ChL y su realización en el MCC.
93 La primacía que se da a la vocación de cada cristiano a la
santidad. El MCC siempre ha tenido, como una de sus metas
fundamentales, el proclamar y el cultivar la vocación de los laicos a la
santidad. Por eso ha fomentado la conversión constante y progresiva y
ha estructurado un método para que los cursillistas alcancen la
santidad, viviendo la gracia de un modo consciente, creciente y
6
7
CCSNE, 34 (1966) 7.
ChL, 30.
51
compartido. Uno de los slogans que se ha venido repitiendo desde el
primer Cursillo hasta hoy dice: "No queremos ser buenas personas,
queremos ser santos, y que por nuestra ilusión, por nuestra entrega y
por nuestro espíritu de caridad, lo sean también los demás".
94 La responsabilidad de confesar la fe católica. El MCC siempre
ha tenido conciencia clara de que no debe proclamar una verdad
humana, sino la verdad que viene de Dios y que ofrece al hombre la
auténtica libertad (Cf. Jn 8,32). La razón es la siguiente: Cristo
Salvador instituye la Iglesia como sacramento de salvación y la envía
a predicar a todo el mundo el Evangelio. "El, que creyere y fuere
bautizado se salvará" (Mc 16,16). "No ruego sólo por ellos, sino por
cuantos crean en mí por su palabra” (Jn 17,20).
95 El MCC no sólo se ha preocupado por ajustarse en todo
momento a proclamar el mensaje del Evangelio en coherencia con el
Magisterio de la Iglesia, sino que también se ha esforzado por educar
a los cursillistas para que no se contenten solamente con oírlo, sino
que lo practiquen en la normalidad de su vida8.
96 El testimonio de una comunión firme y convencida en filial
relación con el Papa y con el Obispo respectivo. Hoy la Iglesia se
comprende desde la comunión, es decir, desde esa realidad orgánica
que surge por la acción de Dios y por la propia decisión de cada
cristiano de unirse con Dios y con los otros cristianos, con una unión
similar a la que se vive en el seno de la Trinidad Santa (Cf. Jn, 21-22).
97 Así quiso Cristo la Iglesia: quiso a todos sus miembros
unidos, no según la carne, sino según el Espíritu, unidos en y con la
misma vida de Dios, aceptándose, amándose y entregándose, cada
uno con sus propios dones, a los demás miembros de la Iglesia, hasta
llegar a hacer de todos una sola alma y un solo corazón (Cf. Hech
4,32). En esta comunión está comprometido todo el Pueblo de Dios:
Jerarquía y Laicado. Esta comunión se anuda en la Iglesia, haciendo,
afectivamente, del Papa y de los Obispos, lo que ellos son
efectivamente; principio, fundamento y centro perpetuo y visible de
unidad (Cf. LG. 22).
8
CCIRC, 120; EN, 14,15,16.
52
98 De esta realidad brotan dos consecuencias lógicas para el
MCC: Primera: la relación con la Jerarquía, Papa y Obispos, debe ser
una relación filial, firme, convencida y testimoniada, fruto, no de una
circunstancia más o menos propicia, sino expresión gozosa del propio
ser -movimiento- eclesial, que integra en su ser y en su actuar a
sacerdotes, religiosos y laicos. De ahí la apertura permanente y
normal para acoger, asimilar y adherirse al Magisterio de la Iglesia y a
sus orientaciones pastorales. "Mientras los Cursillos de Cristiandad se
mantengan en línea con la Iglesia viva, al compás de sus mejores
inquietudes y a las órdenes de quienes la rigen, nada tememos de
ellos y mucho esperamos de sus frutos9.
99 La relación con otros movimientos y formas asociadas de
apostolado laical debe ser, también, de comunión y participación; por
ser cada uno reflejo de la espléndida riqueza de la Iglesia, y ser, entre
sí, complementarios. Por eso, 1a apertura servicial y humilde a los
otros movimientos; y la realización, en comunión con ellos, de la
misión de la Iglesia.
100 La conformidad y la participación en el fin apostólico de la
Iglesia. El Vaticano II definió el apostolado como el "propagar el Reino
de Cristo en toda la tierra, para gloria de Dios Padre; y hacer, así, a
todos los hombres partícipes de la redención salvadora; y, por medio
de ellos, ordenar realmente todo el universo hacia Cristo"10. Desde el
principio, el MCC se ha esforzado en participar en el fin apostólico de
la Iglesia en estos cuatro aspectos: a) evangelizar o proclamar la
Buena Nueva; b) santificar a los hombres; c) formar cristianamente sus
conciencias; d) impregnar de espíritu evangélico las diversas
comunidades y los diversos ambientes11.
101 Porque esto ha sido así, y sigue siendo así, es por lo que el
espíritu misionero -de conquista se dijo al principio- es una de las
características del MCC. Este se ha extendido, por la fuerza de
contagio de hombres y mujeres, que han querido, y quieren, llevar el
mensaje de salvación a todos los hombres, empezando, por razones
de eficacia, por los que más influyen en otras personas; por hombres y
mujeres, que han comprendido, y lo quieren realizar, que es todo un
9
Vertebración, 276.
AA, 2.
11
Cf. AA, 20.
10
53
mundo lo que hay que rehacer desde sus cimientos12.
102 El compromiso de una presencia en una sociedad humana
que se ponga al servicio de la dignidad integral del hombre. Los laicos
son Iglesia. Y lo propio del laico es su carácter secular (Cf. LG, 31;
ChL, 15). Su vida está como entretejida con el mundo, es decir, con “la
entera familia humana y con el conjunto universal de las realidades en
las que ésta vive". Dios los llama para que allí, desempeñando su
profesión y guiados por el Evangelio, contribuyan desde dentro, a
modo de fermento, a la santificación del mundo13.
103 En el MCC siempre se ha insistido en la presencia cristiana
del laico en su propio ambiente; allí es donde debe dar fruto
permanente, creciendo él en Cristo; y donde debe trabajar para que
los hombres sean más cristianos14. A fin de realizar esta presencia
cristiana en el mundo, el MCC siempre ha dado un trato preferencial a
cada persona, plasmando una técnica individual que aún tiene valor
hoy15.
4.- Mediante un método propio
104 Método es la disposición adecuada y el empleo de ciertos
medios, claramente conocidos, para alcanzar una meta propuesta, con
la mayor probabilidad de éxito, con la mayor rapidez y con la mayor
perfección.
105 El método en el MCC no es otra cosa que la aplicación
práctica de su, esencia; pero, no una aplicación cualquiera, dejada a
merced del gusto personal y de la improvisación del momento, sino
una aplicación dirigida hacia la mayor eficacia y que no sólo no
desfigure o mutile su esencia, sino que le ofrezca un campo de acción
adecuado, eficaz y fecundo.
2.- LA FINALIDAD
1.- Dificultades para la vida cristiana
12
Cf. C. Gil, Los Cursillos y la Evangelización, Caracas 1976, 143; CCSNE, 34 (1966) 6; Juan Pablo II, a los
Cursillistas de Italia, en L´Osservatore Romano, edic, Lengua Española, 19-5-1985, 17; CCIRC, 110-111;
Vertebración, 102.
13
GS, 2; LG, 31.
14
II Enc. Mund., III.
15
Cf. CPSNE, 79-80.
54
106 Por ser movimiento de Iglesia, el MCC tiene el fin apostólico
de la Iglesia. Y la Iglesia, nos decía Pablo VI, existe para evangelizar.
Por tanto el MCC existe para evangelizar.
107 Podemos decir que la Iglesia evangeliza cuando lleva la
Buena Nueva a los hombres y a los ambientes de la humanidad... y
trata de convertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva
de los hombres, la actividad en la que ellos están comprometidos, su
vida y ambientes concretos16.
108 La finalidad inmediata de la evangelización es el cambio
interior de cada hombre y de todos los hombres, o la conversión. Por
eso la Iglesia anuncia a todos la posibilidad de reiniciar su vida
humana de un modo nuevo; poniendo a Cristo como piedra angular,
como molde definitivo, como norma de vida; así el hombre queda
capacitado para unirse a Dios por Cristo, con Él y en Él.
109 Apoyándonos en imágenes bíblicas17, podemos decir que la
conversión es la renovación de la mente, y la búsqueda constante de
Cristo, y la entrega generosa y siempre despierta a Él, para asimilar su
vida de un modo progresivo, hasta poder llegar a decir: vivo, pero no
yo, es Cristo quien vive en mí (GáI 2,20).
110 El hombre contemporáneo encuentra dificultades especiales
para la aceptación del Evangelio. Por ejemplo: el secularismo, el
bienestar económico y el consumismo, la mitificación de la técnica y
de la ciencia, la exaltación del hombre hasta hacerlo dios de sí mismo
y para sí mismo, el indiferentismo religioso y la poca significancia
práctica de Dios para resolver los problemas de la vida, las
espantosas situaciones de pobreza y miseria por las que pasa el
mundo de hoy, el poder avasallador de las ideologías, el auge de las
sectas, el descuido de los padres en la educación de sus hijos, la
exposición inadecuada o ideológica de la fe cristiana, la manipulación
política del mensaje evangélico: los defectos de la vida religiosa, moral
y social de muchos cristianos.
Todas estas razones y muchas otras más justifican una
16
17
EN, 18; AA, 20; ChL, 30.
Cf. 1 Pe. 2,5; Rom 8; Gál 4-5; Ef 4,22; 5,8; Jn 1,12s; 3,3; 1Jn 3,1.
55
evangelización que sea nueva en su ardor, en sus métodos, en su
expresión18.
111 En la definición del MCC queda formulada su Finalidad con
estas palabras: "Posibilitan la vivencia y la convivencia de lo
Fundamental Cristiano, ayudan a descubrir y a realizar la vocación
personal y propician la creación de núcleos de cristianos, que vayan
fermentando de Evangelio los ambientes".
112 Estas palabras nos describen cuatro aspectos o vertientes
de la Finalidad del MCC:
a)
b)
c)
d)
Posibilitar la vivencia y la convivencia de lo
Fundamental Cristiano;
ayudar a descubrir y realizar la vocación personal, con
respeto de la misma;
la creación de núcleos de cristianos; y
fermentar de Evangelio los ambientes.
113 Cada uno de estos cuatro aspectos implica a los otros tres.
Y cada uno complementa a los otros, de tal modo, que sólo es posible
su separación desde un punto de vista teórico. Podríamos, incluso,
resumirlos con estas palabras de Pablo VI: "Evangelizar significa para
la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la
humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar, a la
misma humanidad: He aquí que hago nuevas todas las cosas. Pero la
verdad es que no hay humanidad nueva, si no hay, en primer lugar,
hombres nuevos con la novedad del bautismo (Cf. Rom, 6,4) y de la
vida según el Evangelio (Cf. Ef 4,23-24; Col 3,9-10)", (EN, 18). Todo
ello supone y exige la conversión del corazón del hombre – conciencia
personal - y del corazón de los hombres o cultura - conciencia
colectiva-, es decir: exige aceptar a Cristo con sus criterios de juicio,
con sus valores determinantes, sus puntos de interés, sus líneas de
pensamiento y las fuentes inspiradoras y modelos de vida que ofrece
en el Evangelio19.
Veamos cada una de estas cuatro vertientes o aspectos de la
finalidad del MCC.
18
19
Cf. Juan Pablo II, Discurso a los Obispos del CELAM, L´Osservarore Romano, 9-3-83.
Cf. En, 18-19.
56
2.- La vivencia y convivencia de lo Fundamental Cristiano
114 Cuando el MCC proclama el mensaje de salvación, no
intenta ni hacer teología, ni formar teólogos, ni establecer sistemas de
moralidad, ni disertar sobre apostolado. Intenta algo totalmente distinto
y, al mismo tiempo, algo tan sencillo y complejo, como es la vivencia
de lo Fundamental Cristiano.
115 La vivencia religiosa. ¿Qué se entiende por vivencia
religiosa? La vivencia religiosa es el proceso psíquico por el cual el
hombre experimenta a Dios humanamente de un modo personal tan
profundo, que incorpora esta experiencia a su propia personalidad20.
Este proceso psíquico, en el que intervienen casi simultáneamente la
inteligencia, el corazón y la sensibilidad, es lo que hace que la vivencia
sea inexplicable; y que, para poder "comprenderla", haya que vivirla
personalmente.
116 Toda vivencia, también la religiosa, puede considerarse de
dos maneras:
a)
b)
como vivencia – acontecimiento -: Un hecho concreto
que influye de un modo especial en la vida de una
persona.
como experiencia religioso - cristiana en la vida
ordinaria del cristiano: La vivencia cristiana no es en el
fondo sino la existencia cristiana. Por medio de la fe, de
la esperanza y de la caridad -como dones infusos del
Espíritu Santo- vive y experimenta el cristiano a Dios,
como Principio y Fin.
117 Toda vivencia cristiana es siempre de algún modo
convivencia.
"Vivir
cristianamente
será
siempre
convivir
comunitariamente, asumiendo, en común, dones, misión y
responsabilidades de acción; será expresarse comunitariamente por
formas que, solamente en esta expresión, tienen sentido y eficacia" 21.
Si la vivencia de lo Fundamental Cristiano es esencial al Cursillo, la
20
21
Cf. J. Ferrater Mora, Diccionario de Filosofía, Buenos Aires 1959, palabra Vivencia.
¿NR? 53.
57
convivencia es esencial a la vivencia cristiana y, por eso, también a la
vivencia del Cursillo.
118 Y, ¿qué es lo Fundamental Cristiano? Para poder valorar la
visión que de lo Fundamental Cristiano se tuvo en el MCC, es
necesario conocer primero la intención que se tenía al hablar de ello.
Lo que: se intentaba era buscar unas fórmulas aptas (tanto en el
contenido como en el modo) para comunicar en tres días y enseñar a
vivir aquello que, sin ser quizás todo lo esencial del cristianismo, lo
contenía. Para ello se centraron voluntariamente los iniciadores en la
proclamación global y testimonial de lo que es base, sustentación,
condición y distintivo de todo lo cristiano, y que lleva a la conversión
de los individuos y, por la conversión de ellos, a la transformación de
los ambientes y estructuras del mundo.
119 Esta búsqueda de fórmulas aptas llevó a enfocar la visión
de lo Fundamental Cristiano de modos distintos22.
120 Hoy se presenta lo Fundamental Cristiano diciendo que es el
Reino de Dios, con cuyo anuncio comienza Cristo su ministerio
apostólico (CL Mc 1,5): Lo Fundamental Cristiano es Cristo, el Hijo de
Dios. El MCC busca la vivencia de este Reino siguiendo el mandato de
Cristo: "Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y lo demás se
22
He aquí una visión esquemática:
- A veces la visión de lo Fundamental cristiano estuvo y está en el MCC, en el triple amor de Mt 22,
36ss: amor a Dios, amor a uno mismo y amor al prójimo como a uno mismo (Editorial de CCSNE, 2
(1963) 1; Cf. E. Bonnín, Esencia y Finalidad, en Ultreya, 12 (1963) 4; CCSNE, 5 (1963) 8; 17 (1964) 11
y 12; 18 (1965) 8; Finalidad del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, en CCSNE, 35 (1966) 12; cf.
También CCSNE, 39 (1966) 12; Ideario, 117-125, 194-200.
- A veces el bautismo que, con su acción transformante y configuradora injerta al bautizado en
Cristo y lo hace partícipe de su triple misión: sacerdotal, profética y real (J y J. Capó, RCC 20; Cf.
Orientación, 1 (1965) 15; 2 (1965) 11; 5 (1965) 11; 8 (1966) 21; Ultreya, 2 (1962) 1; 7 (1963) 1; E.
Bonnín, Esencia y Finalidad, en Ultreya, 9 (1963) 2. Sobre este último texto, véase estudio de C.
Sánchez, Vaticano II y Cursillos de Cristiandad, 105-108; 110-113; CCIRC, 130-131; 218-220; y 153;
CCSCR 4 (1962) 6; CCAAF 40-475.
- A veces, en vivir la gracia que, por ser la participación en la vida de Dios, es siempre creadora de
una nueva existencia en nosotros, algo así como un nuevo principio vital en nosotros y de nosotros.
CCIRC, 195-196; cf. CCIRC 60-61 y 197-199; Jaime Capó, Documentación para un estudio en la
presentación al Documento, T-1: Editorial de CCSNE, 69 (1969)2.
- A veces en vivir el Cuerpo místico de Cristo que es la Iglesia (CPSNE, 60; CCIRC, 76. En su pastoral,
Mons. Hervás el capítulo que titula: Doctrina de los Cursillos, lo dedica íntegramente al Cuerpo
Místico, CCIRC, 161-288; cf. También CPSNE, 58 y MFMC 57-58; algunos autores fundieron o
mezclaron o interrelacionaron estos cuatro enfoques de lo fundamental cristiano (El rollo de
Cursillo de Cursillos titulado “Lo fundamental cristiano en el plan salvífico de Dios”, Cf. MFMC 5360; Vertebración, 193-195.
58
os dará por añadidura" (Mt 6,33).
121 Y por eso el MCC pone el énfasis, sobre todo, en estas
grandes verdades de lo Fundamental Cristiano.
122 a) En Cristo. En Él se revela Dios, Creador y Salvador, y en
Él, el hombre tiene su encuentro con Dios Padre. "El cristianismo no
es, en último término, ni una doctrina sobre la verdad, ni una
interpretación de la vida. Es eso también, pero nada de ello constituye
su esencia nuclear. Su esencia está constituida por Jesús de Nazaret,
por su existencia, su obra y su destino concretos; es decir, por una
personalidad histórica23.
123 b) En la Gracia. "Aquí tocamos de hecho el núcleo del
cristiano tal como él se entiende a sí mismo en realidad" (K. Rahner).
En la Gracia se realiza toda conversión, todo encuentro con Dios, toda
comunidad cristiana. Ella es el don del Padre que Cristo y la Iglesia,
como prolongación de Cristo en la historia, ofrece a todos los
hombres.
124 c) En la fe. "Dios se ha revelado a los hombres en Cristo
hecho hombre" (Heb 1,1; ln 1,14-18; Mt 11,25-27). La respuesta del
hombre al Dios que se le revela en Cristo es la fe; por eso la fe es
sobrenatural en la misma medida en que lo es la revelación; y las dos,
juntamente, constituyen el misterio del encuentro de Dios con el
hombre en Cristo. La fe es, por tanto, el sí pleno del hombre a Dios
que se le revela como su Redentor en Cristo. El MCC pretende la
realización de un encuentro personal con Dios vivo y personal, en el
que la fe es respuesta del amor a un requerimiento personal que
compromete24.
125 d) En la Iglesia. La Iglesia es el único lugar en el que, según
el plan de Cristo, se le encuentra a Él; y en Él, al Padre. "El único
Mediador y camino de salvación es Cristo, quien se hace presente a
todos nosotros en su Cuerpo, que es la Iglesia. Él mismo, al inculcar
con palabras explícitas la necesidad de la fe y del bautismo (Cf. Mc
16,16; Jn 3,5), confirmó al mismo tiempo, la necesidad de la Iglesia, en
23
24
R. Guardini. La esencia del cristianismo, Madrid 1977, 19.
Cf. Juan Alfaro, Herders Theologisches Ttaschenlexicon, 3,88; LBMCC, 39.
59
la que los hombres entran por el bautismo como por una puerta. Por lo
cual no podrían salvarse aquellos hombres que, conociendo que la
Iglesia católica fue instituida por Dios a través de Jesucristo como
necesaria, sin embargo, se negasen a entrar o a perseverar en ella"
(LG,14).
126 e) En los Sacramentos. En los Sacramentos, Dios se
encuentra con los hombres. Y en ellos se concretiza la
sacramentalidad de la Iglesia. Cada sacramento descubre al hombre
la doble dimensión constituyente de la existencia humana. La vertical,
o comunión con Dios: Cristo quiere formar parte de la existencia del
hombre; y la horizontal, o comunión con los hombres: el compromiso
con Cristo conlleva un compromiso con los hombres y con el mundo.
127 Esta vivencia de lo Fundamental Cristiano, el MCC la
concreta en estos cuatro aspectos:
a)
b)
c)
d)
el encuentro con Dios (lo cual trae consigo también la
confrontación consigo mismo);
la amistad con Cristo;
la comunidad con los hermanos;
la responsabilidad apostólica.
3.- Ayudar a descubrir y realizar la vocación personal, con
respeto de la misma.
128 En la Iglesia todos los fieles están llamados a la santidad
(Cf. 1 Tes 4,3; Ef 1,4; LG, 39), o a la unión con Dios (GS,19). "Al salir
de las aguas de la sagrada fuente, cada cristiano vuelve a escuchar la
voz, que un día fue oída a orillas del río Jordán: “Tú eres mi Hijo
amado, en Ti me complazco” (Lc 3,22)" (ChL, 11).
129 Esta vocación a la santidad, común a todos los cristianos, se
realiza por distintos caminos (Cf. LG, 32), según los carismas o dones
que cada uno recibe del Espíritu. Y según el ministerio que cada uno
debe desempeñar en la Iglesia. “Hay diversidad de carismas, pero el
Espíritu es el mismo; diversidad de ministerios, pero el Señor es el
mismo; diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que obra
todo en todos. A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu
para provecho común. Pero todas estas cosas las obra un mismo y
60
único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su
voluntad” (Cf. 1 Cor 12.4-14; LG, 12).
130 La llamada de Dios es una vocación a la comunión y
participación en el ser y misión de la Iglesia, como nos ha recordado
Juan Pablo II en la ChL, y tiene tres aspectos fundamentales que el
MCC trata no sólo de respetar, sino de fomentar, ayudando a
descubrirlos y realizarlos:
a)
b)
c)
la vocación humana: realizarse como hombre, creciendo
en el ser humano;
la vocación cristiana: vivir el bautismo como comunión y
como cooperación con Dios, y como comunión y como
cooperación vital con los otros bautizados.
la vocación cristiana específica: dar cada uno el aporte
específico a la construcción del Reino, según la
vocación concreta de Dios a cada uno.
131 En la mayoría de los casos la persona que participa, por
primera vez, en un Cursillo, ya ha descubierto su vocación personal e,
incluso, la ha ido realizando, con mayor o menor fortuna, en su propio
ambiente. El Cursillo ayudará a unos a descubrirla, y a todos a
fortalecerse en ella. Y los impulsará a una mejor realización en lo que
debe ser, a partir de ahí, la normalidad cristianizada de su vida.
132 La vivencia de lo Fundamental Cristiano centra y unifica al
hombre en el ejercicio de sus facultades espirituales y sentidos, sitúa a
la persona frente a los valores espirituales y materiales y exige que
cada uno tome una decisión a favor de ellos25.
133 La vivencia de lo Fundamental Cristiano, por su apertura a
DIOS, por la respuesta a la llamada de Dios, por el seguimiento de la
vocación personal, aunque se experimente ante algo que es común a
todos, tiene un sello personal insoslayable. A pesar de que Dios se
ofrece a todos y de que alguna vez llama comunitariamente, no se
ofrece ni llama al hombre abstracto, sino al hombre concreto, a cada
hombre.
25
CCAAF, 474. Cf. SR, 73-75.
61
134 Cada hombre es único e irrepetible; y cada llamada de Dios
tiene un destino y un estilo personal. "De ahí que todo proceso de
desarrollo y perfeccionamiento del hombre, dentro de la línea cristiana,
debe llevar impreso este signo personal y personalizante. Es decir,
debe seguir la línea de la propia vocación, para ayudar al llamado a
ser cada vez más persona, Y toda moral que desvirtúe este aspecto
fundamental pasa por alto, al menos en parte, el dogma cristiano y
pone al hombre en una perspectiva cosificante y alienadora26.
4.- Propiciar la creación de núcleos de cristianos
135 Cuando usamos esta expresión, queremos decir que el
MCC hace posible la existencia de núcleos o pequeños grupos de
cristianos, en los que no sólo se respeten la persona, las leyes
sociológicas de la vida y el más elemental sentido común, sino que se
acrecienten, la comprensión y aceptación mutua, la comunión de vida
y destino; la participación y solidaridad entre todos, y se conviva e
irradie, de un modo espontáneo y sencillo, la fe en Cristo.
136 Esta tarea de formar los grupos comprende un triple paso:
- buscar y forjar las personas que se juzguen más idóneas, es
decir, "aquellas personas cuyas actitudes conmueven; que
quizás no 'mandan' porque hacen algo mucho más
trascendental: 'influyen'. Ellas mismas se agruparán, formarán
núcleos"27;
- ayudarles a descubrir y a ocupar, con responsabilidad su
lugar en el mundo como discípulos de Cristo y como
miembros de la Iglesia;
- y vincularlas orgánicamente entre sí, mediante el cultivo de la
amistad humana, la vivencia de la fe cristiana y la acción
apostólica28.
137 Estos núcleos o pequeños grupos son objetivos del
Movimiento, pues la cristiandad se define como "el grupo de cristianos
26
SR, 71; Cf. CCSNE, 2 (1963) 2; PP, 15.
Ideario, 25.
28
CPSNE, 52-53; Pío XI, Mitbrennender Sorge, 21; Pío XII habla de “reconocerse” y de “apretar las filas”, de
“encuadrarse hábilmente”, en la Exhortación pontificia a los fieles de Roma, 1952. J. Hervás habla de
“construir una verdadera familia, una comunidad cristiana, y de un frente común, haciendo posible, eficaz y
sistemático el contacto con los hermanos, mediante las llamadas Reuniones de Grupo, CCIRC, 72.
27
62
que viviendo la Gracia de un modo consciente, creciente y compartido,
hacen fermentar el Evangelio en sus ambientes”29. Y el MCC es un
movimiento de cristiandad.
138 Este aspecto de la finalidad del MCC se expresó con la frase
"vertebrar cristiandad". Hoy, más que esta expresión, se prefiere, para
mayor claridad de lenguaje y por un sentido más bíblico y más
conciliar y por una mayor profundidad de contenido, la fórmula
"propiciar la creación de núcleos de cristianos que viven la Gracia, de
un modo consciente, creciente y compartido y que van haciendo
fermentar el Evangelio en sus ambientes".
5.- Fermentar de Evangelio los Ambientes
139 Para aclarar la acción que debe realizar el Evangelio en el
mundo, es decir en la entera familia humana, con el conjunto universal
de las realidades en las que ésta vive (GS, 2), el Concilio emplea
varias veces la imagen bíblica del fermento (GS, 26,40; LG, 31; AA, 2;
AG, 8; PC, 11).
140 Hoy es una tesis admitida por todos que, estando toda la
Iglesia afectada por su presencia en el mundo o secularidad, esta
realidad afecta de un modo especial a los laicos. "La condición eclesial
de los fieles laicos se encuentra radicalmente definida por su novedad
cristiana y caracterizada por su índole secular" (ChL, 15; Cf. LG, 31,
36; AA, 2).
141 Esta visión teológica de la secularidad hace que el mundo
sea el ámbito y el medio de la vocación cristiana de los fieles laicos
(Cf. ChL, 15); pero, no el mundo en general, sino el medio social
concreto, o el ambiente en que cada uno vive, o la cultura en la que
cada uno se desarrolla.
142 El Concilio entiende por medio social "el pensamiento y las
costumbres, las leyes y las estructuras de la comunidad en que uno
29
La definición es de la ponencia de H. Castaño, que el I Encuentro Latinoamericano recomendó en sus
conclusiones, V), e); cf. Trípode 51 (1968) 33 y 37. El comentario a la definición y a las notas características
de la cristiandad, puede verse en SR, 167-177. “He aquí vuestro papel en la Iglesia, queridísimos hermanos y
hermanas: crear núcleos de creyentes, que lleven el mensaje de la Salvación a todas las partes, haciendo
valer el peso de su opinión no con la imposición, sino con la credibilidad de su testimonio” (Juan Pablo II a
los cursillistas, III Ultreya Nacional de Italia, 24-11-90).
63
vive" (AA, 13). Con la palabra cultura se indica el modo particular
como en un pueblo los hombres cultivan su relación con la naturaleza,
entre sí mismos y con Dios, de modo que puedan llegar a un nivel
verdadera y plenamente humano. Es "el estilo de vida en común" que
caracteriza a los diversos pueblos (CL Puebla, 386; Cf. GS, 53; EN,
19). Y el MCC entiende por ambiente "el grupo de personas que
coinciden en un determinado tiempo y lugar, y cuyas ideas, valores y
actitudes van creando una circunstancia, que, en mayor o menor
grado, determina la conducta de los demás"30.
143 Aunque estos conceptos de medio social, cultura y ambiente
no sean equivalentes en sentido pleno, son de tal manera coincidentes
que, dada la mentalidad del MCC, no haría falta sino explicitar su
significación para decir que fermentar de Evangelio los ambientes es
lo mismo que llenar de espíritu cristiano el medio social o evangelizar
la cultura31.
144 A la esencia del medio social, cultura o ambiente,
pertenecen también las estructuras e instituciones, que son las que
dan vigencia y estabilidad a las ideas, valores y comportamientos
típicos de una sociedad, por eso evangelizar los ambientes incluye
también la evangelización de las estructuras e instituciones, pero una
cosa debe quedar claramente establecida: el MCC, como la Iglesia,
sabe que el objeto primario de la evangelización es el hombre; y el
secundario, las estructuras e instituciones, pues "las mejores
instituciones, los sistemas más idealizados se convierten pronto en
inhumanos, si las inclinaciones inhumanas del hombre no son
saneadas, si no hay una conversión de corazón y de mente por parte
de quienes viven en esas estructuras o las rigen" (EN, 36).
145 A la hora de fermentar de Evangelio los ambientes, esta
tarea puede hacerse mediante la acción personal de cada cristiano,
trabajando de persona a persona, o trabajando sobre las estructuras
en las que vive y actúa. Este apostolado es capilar, constante e
incisivo; es la forma primordial y la condición de todo el apostolado de
los laicos, a veces el único apto y posible32. El Concilio, en AA, 3,
30
Cf. Carlos Mántica, Pensando en Cursillos, Madrid, 1984, 44; citado en Testimonio 4 (1988) 156.
Cf. Ponencia de Venezuela en el IV Encuentro Mundial, Retos que presenta al MCC la tarea de evangelizar
las culturas y las estructuras temporales, en Testimonio 4 (1988) 154-158.
32
Cf. AA, 16-17; ChL, 29.
31
64
señala los modos de realizarlo.
146 El segundo modo de fermentar de Evangelio los ambientes,
y éste es el modo peculiar del MCC, es el que se realiza mediante la
acción de grupos o núcleos, cuya existencia propicia el MCC.
147 Se fermenta de Evangelio, en primer lugar, ayudando a cada
uno de los miembros de los grupos o núcleos a vivir la Gracia de un
modo consciente, creciente y compartido. "La misma santidad vivida,
que deriva de la participación en la vida de santidad de la Iglesia,
representa ya la aportación primera y fundamental y una condición
insustituible para realizar la misión salvífica de la Iglesia..." (ChL, 17).
Para ello hay que "poner los resortes de la vida humana al servicio de
lo divino"33.
148 En segundo lugar, se hace fermentar de Evangelio los
ambientes, mediante la acción que realizan esos grupos. En efecto:
LOS EQUIPOS O NÚCLEOS
- Viven y conviven lo Fundamental Cristiano y su compromiso
apostólico. Pero el compromiso cada uno lo ejerce en su
propio ambiente, donde cada uno tiene posibilidad y
capacidad para transformarlo cristianamente.
- Viven y conviven lo Fundamental Cristiano y su compromiso
apostólico. Pero el compromiso lo ejercen todos en el mismo
ambiente donde alimentan y vigorizan su "ser cristiano", a la
vez que proyectan la dinámica de ese su "ser cristiano",
aunque no tengan misión apostólica procedente de un plan de
pastoral organizada.
- Viven y conviven lo Fundamental Cristiano y su compromiso
apostólico. Pero el compromiso lo ejercen, cada uno por
separado, o en grupo, insertados en la pastoral de la Iglesia, a
nivel parroquial, diocesano o nacional34.
149 Las tres maneras de fermentar son legítimas y alabadas por
el Concilio en Apostolican Actuositatem. Pero el MCC adopta, como
opción preferente, el segundo modo de fermentar de Evangelio los
ambientes.
33
34
CPSNE, 52; Vertebración 195.
Cf. MFMC, 94-95; AA, 10 y 14; ChL, 25-30.
65
150 La fuerza fermentadora de estos grupos se fundamenta en
que esa acción es "un signo de la comunión y de la unidad de la
Iglesia en Cristo, quien dijo: “Donde dos o tres estén congregados en
mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos (Mt 18,20)” (AA, 18). En
estos grupos o núcleos, en efecto, se aúnan libertad y solidaridad; se
ejerce la autoridad con el espíritu del Buen Pastor o de servicio; se
vive ante la riqueza con una actitud diferente a la de nuestra sociedad;
hay formas nuevas de organización y participación; se manifiesta que,
sin una radical comunión con Dios en Jesucristo, toda otra forma de
comunión puramente humana resulta incapaz de sustentarse y termina
fatalmente volviéndose contra el mismo hombre... Estos grupos saben
muy bien que para renovar la sociedad hay que salvar al hombre. Y
que para realizar esta labor deben actuar con "su libre iniciativa y sin
esperar pasivamente consignas y directrices"35. Por eso, estos grupos
abren caminos hacia un nuevo tipo de sociedad y son un ejemplo de
convivencia para todos los hombres.
3.- LOS POSTULADOS ESENCIALES QUE DERIVAN DE LA
ESENCIA Y LA FINALIDAD
151 Vista la Esencia y la Finalidad del MCC, y entendiendo por
postulado esencial aquella verdad que se admite sin pruebas y que
afecta la naturaleza de un ser de tal modo, que no puede cambiarse
sin correr el peligro de cambiar ese ser, se recogen aquí los
postulados esenciales del MCC en cuanto al Movimiento en general y
en cuanto a cada uno de sus tres tiempos.
1.- En cuanto al Movimiento en general
152 a) que sea un movimiento de Iglesia; b) que sea vivencial;
c) que lleve al cursillista a un encuentro con Dios vivo y personal,
consigo mismo, con los hermanos y con el mundo; d) que promueva la
espiritualidad cristiana; e) que sea agente con función específica en la
pastoral; f) que fermente de Evangelio los ambientes; g) que cree
comunidad; h) que se comprometa y comprometa.
35
PP, 81; Cf. GS, 43.
66
2.- En cuanto a los tres tiempos del Movimiento:
153 Precursillo:
a)
b)
c)
que los candidatos para los Cursillos de Cristiandad
sean, al menos en potencia, capaces de ser fermento de
Evangelio en sus ambientes;
que tengan madurez cristiana para captar el mensaje
evangélico y comprometerse;
que tengan aptitud y actitud para vivir en y para la
comunidad.
Cursillo:
a)
b)
c)
que sea la proclamación kerygmática del mensaje de
Cristo, con miras a la vivencia del Misterio Pascual;
que ayude a los asistentes a descubrir su vocación
personal, para realizarla en y para la comunidad
(humana y eclesial);
que los dirigentes, sacerdotes y seglares, sean signos
auténticos de la Iglesia-Comunidad.
Poscursillo:
a)
b)
c)
d)
36
que sea una ayuda para mantener vivo en el cursillista
el espíritu de conversión progresiva;
que esté orientado a que los cursillistas hagan de su
vida una convivencia con los hermanos en la
comunidad eclesial propia y en el mundo donde deben
realizar su misión específica como laicos;
que acreciente en los cursillistas la conciencia de que
deben ser fermento de Evangelio en los ambientes;
que, aunque el MCC no es una asociación sino un
movimiento, necesita una organización adecuada, que
lo encauce y sirva a los cursillistas para insertarse en la
comunidad eclesial y para realizar un cristianismo vivo y
operante36.
III Encuentro Latinoamericano. A. Conclusiones: Cf. CR, 44-45.
67
68
3
EL MÉTODO DEL MCC
69
70
1.- DEFINICIÓN
154 Método es la disposición y el empleo adecuados de ciertos
medios, claramente conocidos, para alcanzar, con la mayor
probabilidad de éxito, con la mayor rapidez y con la mayor perfección,
una meta propuesta.
155 El Método del MCC es la aplicación de su mentalidad y de
su esencia, para conseguir las metas exigidas por esa esencia y esa
mentalidad.
156 El Método del MCC se aplica en sus tres tiempos,
Precursillo, Cursillo Y Poscursillo (de ellos se habla con más detalle en
los capítulos 5, 6 y 7).
Por tanto, el Método del MCC comprende:
a)
b)
c)
Una manera organizada de seleccionar los ambientes
necesitados de evangelización (Precursillo);
una manera efectiva de motivar personas, para que se
decidan a vivir lo fundamental cristiano (Cursillo);
una manera natural de enfrentar valientemente las
realidades de la vida de hoy y de fermentar de
Evangelio los ambientes (Poscursillo).
2.- EL METODO y LA MENTALIDAD
157 Dentro del MCC, el Método no es otra cosa que la
mentalidad y la esencia hechas vida, hechas realidad. No se trata de
una aplicación espontánea, caprichosa y acrítica, dejada a merced del
gusto personal o de la improvisación del momento; se trata de una
aplicación pensada, planificada y realizada con vistas a una mayor
eficacia.
158 El Método encuentra su razón de ser en procurar y
acrecentar la vida que engendra el Movimiento. Está en función de
vida. Está para que no se desfigure la identidad del Movimiento y no
se desvíen o mutilen su esencia, su finalidad y su mentalidad; está
para ofrecer al Movimiento una acción adecuada, fructífera y eficaz.
71
No está el Movimiento para el Método, sino éste para aquél.
159 Sólo la evolución de la mentalidad exigirá el planteamiento
de cambio en el Método, a fin de que la mentalidad no pierda su
identidad. Cuando la aplicación de la mentalidad no resulta eficaz,
habrá que pensar en la necesidad de reajustar el Método que la aplica.
Algo falla en éste, cuando la mentalidad se estanca. La mentalidad no
es rígida, sino que deja en libertad a las personas, para hacer cosas
diferentes en los diversos espacios culturales, siempre que las
opciones que se tienen respeten lo esencial del Movimiento.
3.- LA IMPORTANCIA DEL METODO
160 A pesar de la dependencia y subordinación del Método a la
mentalidad, a la esencia y a la finalidad del Movimiento, es tanta la
importancia del Método que este viene como a imprimirle carácter al
Movimiento. El Método del MCC responde, de un modo concreto, a la
necesidad de buscar caminos que aseguren la autenticidad de nuestro
propio ser cristiano, que resalte en cada persona la grandeza y
dignidad de ese ser cristiano, de forma que, por la acción de los que
han renovado su vida en un Cursillo, el Evangelio irrumpa, impregne y
configure todo el hacer del hombre en las circunstancias concretas en
que cada uno se halla inserto.
161 Y como las circunstancias son tan distintas y variantes, el
Método, en lo que tiene de no sustancial, deberá adaptarse a las
contingencias de lugar y tiempo, si no quiere esterilizar su función.
Esta necesaria adaptación -renovarse o morir- habrá de hacerse en un
clima de oración, de reflexión, de respeto, de discreción, de diálogo
abierto y desapasionado; no sea que las ansias de originalidad, a
veces inconscientes, vengan a desvirtuar el valor de aquello sobre
cuya validez existen experiencias múltiples, largas y fecundas.
162 Dentro de la acción pastoral, el MCC se ofrece a la Iglesia, a
través de su Método, como un servicio, en esta hora trascendental de
la "nueva evangelización”.
4.- LAS CARACTERISTICAS DEL METODO
163 El Método del MCC tiene estas características:
72
a)
Es kerygmático. Todo el Método debe ser fiel a la
opción escogida por el Movimiento dentro del campo del
kerygma. El Método agrupa a personas que como
testigos y no como maestros, proclaman a Cristo. "El
hombre contemporáneo escucha más gustosamente a
los testigos que a los maestros; y, si escucha a los
maestros es porque éstos son testigos" (EN; 41).
164 Lo kerygmático es, con todas sus consecuencias clave,
esencial en el Método del MCC. Bajo esa luz debemos de enfocar y
enjuiciar no sólo los tres días del cursillo, sino también los requisitos y
condicionamientos del precursillo y la realización comunitaria y las
estructuras del Poscursillo. El Método del MCC no es, por lo mismo, ni
apologético ni catequético.
Dentro del campo del kerygma debemos
esquemáticamente, tres notas que afectan a su esencia:
- la proclamación jubilosa del mensaje; .
- hecha por testigos; y
- con vistas a la conversión.
discernir,
Si el Método del MCC no tuviera siempre presente estas
connotaciones del kerygma, se deformaría la mentalidad y finalidad del
Movimiento.
165 b) Es cristocéntrico. Dado el frecuente desconocimiento de
Dios y de Aquél a quien el Padre ha enviado (Jn 1,10), conviene poner
el énfasis sobre un cristocentrismo en el que Cristo sea el núcleo de
su mensaje, proclamado por unos hombres que han vivido el gozo de
la experiencia de la fe. Si éstos han hecho de Cristo el centro de sus
vidas, son capaces de anunciar la grandeza de la realidad de un Dios
que "tanto amó al mundo, que le dio a su Unigénito Hijo, para que todo
el que crea en Él, no perezca, sino que tenga la vida eterna'" (Jn 3,16).
Nuestro mundo es un mundo rescatado "no con plata y oro
corruptibles, sino con la sangre preciosa de Cristo" (1 Pe 1,19).
166 c) Es testimonial. Como no son pocos los bautizados que
niegan, con sus comportamientos diarios, la Gracia que un día les hizo
partícipes de la misma naturaleza divina (2 Pe 1,4), el mensaje debe
ser proclamado por cristianos -por grupos de cristianos- "que irradien
73
de manera sencilla y espontánea, su fe en los valores que van más
allá de los valores corrientes" (EN, 21), de forma que su sola presencia
testimonial sea "un gesto inicial de evangelización" (EN, 21).
167 d) Es personal. El carácter kerygmático exige que se
profundice en un conocimiento más exacto del hombre de hoy, con su
problemática concreta, con la fuerza de las presiones y las
manipulaciones de las ideologías circundantes, con sus angustias
vitales y sus miedos, con sus alegrías y sus esperanzas. En la
proclamación hecha a una comunidad, cada uno percibe que el
mensaje se ha dirigido personalmente a él, pues lo recibe mediante el
trato personal y el testimonio personal (EN, 45).
168 e) Es camino para la conversión. Cuando el hombre se
siente aceptado en su circunstancia, es cuando el hombre se puede
abrir a Cristo que se proclama - y es - camino, verdad y vida. En la
Gracia se realiza toda conversión, todo encuentro con Dios, toda
comunidad cristiana. En el Cursillo no se proclama un sistema de vida
o de valores, sino que se señala el camino por el cual Cristo puede
llegar a ser centro, dueño y salvador de todo hombre, que permita que
Dios tome posesión de él (Cf. Ap. 3,20). El método del MCC,
ayudando al hombre a encontrarse con Cristo y consigo mismo, le
facilita el inicio y progreso de su conversión, poniéndolo en contacto
con Cristo y con los hermanos.
169 f) Es comunitario. Es decir, es un Método que no deja al
hombre solo en la búsqueda de la verdad. El hombre puede y debe
sentir a su lado, más aún, en su interior, la presencia de Cristo que
llega a hacerse comunión: "Donde dos o tres están reunidos en mi
nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20), y la amistad con
los hermanos.
170 g) Es inductivo. El MCC nace y aprende a caminar en la
vida, sacando de la experiencia de cada día, iluminada por el
Evangelio, los criterios y los medios para orientar la vida
cristianamente y construir la comunión con Dios y con los hombres.
5.- EL USO DEL METODO
171 EI Precursillo, el Cursillo y el Poscursillo constituyen un todo
74
indivisible. Para que exista el Movimiento auténtico y para que pueda
conseguirse su finalidad, debe aplicarse la totalidad del Método, en
coherencia con la finalidad concreta de cada uno de sus tiempos.
Alguna o algunas partes del Método no son el Método. Por eso, éste:
172 a) en el Precursillo
- selecciona y estudia los grupos humanos que integran una
comunidad o ambiente;
- selecciona las personas clave de esos ambientes;
- prepara a estas personas para que acepten - o pidan espontáneamente vivir la experiencia de un Cursillo;
173 b) en el Cursillo
- proclama kerygmáticamente lo fundamental cristiano,
mediante el testimonio y el anuncio explícito del Señor Jesús;
- emplea los recursos humanos y técnicos, poniéndolos al
servicio de la Gracia, y respetando la libertad y el ritmo de
crecimiento de cada destinatario del mensaje;
174 c) en el Poscursillo
- apoya a quienes han vivido la gozosa experiencia del Cursillo,
en la realización de su vocación dentro de sus ambientes;
- mediante la reunión de grupo y mediante la ultreya, promueve
la amistad humana, cristiana y apostólica que ayuda a cada
cursillista a crecer, a madurar y a dar siempre más fruto (Cf.
ChL, 57);
- impulsa a cada cursillista hacia la fermentación cristiana de
los ambientes.
75
76
4
LA ESTRATEGIA DEL MCC
77
78
1.- INTRODUCCIÓN
175 La acción humana, en general, para que sea eficaz, debe
ser previamente planificada. Por su capital trascendencia, deberemos
tomar más en seno la planificación de la acción de Cristo en la Iglesia,
a través de cristianos comprometidos.
176 El MCC, agente de la pastoral de la Iglesia, para garantizar
la eficacia de su acción, y siempre fiel a la mentalidad que le anima,
busca el mejor uso de su propio método mediante la valoración y
utilización de los elementos con que cuenta, con vistas a la obtención
de su propia fidelidad. Esto entendemos por ESTRATEGIA: La
planificación integral de la acción del MCC.
177 Según ya se ha dicho, la finalidad última del MCC es la
fermentación cristiana de los ambientes,
- llevada a cabo por personas que influyen naturalmente en
esos ambientes de manera decisiva (hombres ejes
preferentemente en grupos);
- a quienes se les ha posibilitado (finalidad próxima) la vivencia
y convivencia de lo fundamental cristiano (sincera conversión
y constante renovación de su vida cristiana, personal y
comunitaria);
- mediante la presentación kerygmática (palabra y testimonio)
del anuncio de la salvación en Cristo.
178 El hombre, por tanto, es el agente principal del MCC para el
logro de su finalidad propia. Pero no nos referimos al hombre
seleccionado individual o aisladamente, sino al hombre seleccionado
como parte de un conjunto, concebido no como una organización
mecánica, sino como un organismo vivo y operante: el hombre-clave
de su ambiente.
Porque el campo concreto de fermentación, elegido por el MCC,
es el ambiental; y la forma concreta, elegida para lograr esta
cristianización ambiental con mayor rapidez y eficacia, es crear un
clima de conversión y de constante vivificación cristiana de los
hombres que tienen natural y decisiva influencia en esos grupos
79
humanos. El MCC posibilita y acelera la fermentación de los
ambientes, pero quien la realiza es, en última instancia, cada hombre
concreto, renovado en el espíritu.
2.- LOS ELEMENTOS DEL PLAN PASTORAL DEL MCC
179 Dentro de la pastoral de la diócesis o de la nación, el MCC
formula su propio plan evangelizador, orientado hacia los ambientes,
con la cooperación de aquellas personas, que tienen mayor influencia
en ellos1. Los elementos de este plan pastoral son:
a)
b)
c)
d)
e)
el estudio y la selección de los ambientes y la selección
de candidatos dentro de ellos;
la elección del equipo de dirigentes, para preparar y
dirigir un Cursillo de tres días;
la creación de un clima adecuado en el Cursillo, con la
mirada puesta en el "cuarto día";
la reinserción de las personas en sus ambientes,
acompañándolas en su conversión progresiva a Cristo,
y entusiasmándolas y preparándolas para las tareas de
evangelización; y
la vinculación de las personas en pequeños grupos y de
los pequeños grupos entre sí.
3.- LAS LINEAS BASICAS DE LA ESTRATEGIA
180 a) El Misterio de la intendencia. Tratándose de una tarea de
conversión y promoción cristiana de hombres y de cristianización de
grupos humanos, es indispensable -como primero y principal paso,
sobre el que habrán de apoyarse todos los demás esfuerzos
humanos- el contar con la ayuda de la Gracia de Dios, que se ha de
pedir con la fuerza omnipotente de la oración confiada, constante y
humilde.
Hoy, quizás más que nunca, urge recordar que sin Él nada
somos, nada valemos y nada podemos, reafirmando -antes que nadadentro de la Estrategia del MCC, la importancia que, desde siempre,
se ha venido dando, como nota suya muy característica, a la
1
Cf. II Enc. Mund., Poscursillo
80
"intendencia espiritual" o "palanca" (oración, sacrificios, obras de
misericordia). La intendencia ha de ser real, sincera y permanente,
individual y comunitaria, que asegure la eficacia de los demás pasos,
fundamentada en la promesa de Cristo: "Pedid y recibiréis, buscad y
encontraréis, llamad y se os abrirá" (Mt 7,7).
181 b) Selección de los ambientes. En este punto la Estrategia
del MCC se apoya en la naturaleza social del hombre, que le conduce
necesariamente a agruparse. Por eso se determinan y establecen
prioridades entre los ambientes que más urge evangelizar.
182 c) Penetración en los ambientes. Es propio de la Estrategia
del MCC que esos ambientes sean penetrados preferentemente por la
acción de un grupo o comunidad cristiana. Es fundamental, en la
planificación estratégica del MCC, esta actuación en grupo para el
estudio y penetración de los ambientes seleccionados; las actividades
personalistas e individualistas normalmente dificultan el logro de su
propia finalidad.
Estos equipos de trabajo:
- serán fruto de estudios previos sobre cada ambiente;
- se integrarán de acuerdo a las posibilidades reales de
contacto de sus integrantes con el ambiente elegido;
- ofrecerán esperanza de lograr la necesaria cohesión y unidad
entre sus integrantes; y
- recibirán la preparación general y específica para el mejor
logro de la finalidad de su trabajo.
183 d) Descubrimiento y selección de las personas clave. El
segundo paso es detectar las personas-clave que, por su natural y
positiva influencia en un ambiente, ofrecen fundada esperanza de ser
los elementos más capaces de iniciar y madurar, con rapidez y
eficacia, la cristianización de ese grupo humano. Habrán de ser:
- personas auténticamente insatisfechas, influyentes sobre los
demás,
- en actitud sincera de servicio y compromiso, y
- con capacidad de trabajar en colaboración con otros hombres
de buena voluntad.
81
184 e) Preparación de los candidatos. El siguiente paso es dar
una preparación previa y adecuada (fomentar el deseo de encontrarse
consigo mismo, con Dios, con los hermanos, y con el mundo, es decir,
el deseo de conversión) a aquellas personas-clave, que se piensa que
son los candidatos posibles para el Cursillo. Y esa preparación, como
una preevangelización, será hecha a base de testimonios de vida y de
palabra, durante el tiempo que sea necesario para despertar en ellos
una disposición de cambio.
Con casi total certeza, este proceso de tratamiento, que debe
incluir una mayor toma de conciencia de la problemática comunitaria
de su ambiente y un sincero deseo de resolverla, desembocará en una
disposición de búsqueda adecuada para la vivencia del Cursillo.
185 f) La experiencia del Cursillo. El cuarto paso es invitar a los
candidatos a vivir la experiencia de un Cursillo, y acompañarlos hasta
el mismo momento de su entrada en él.
Supuestos los pasos anteriormente señalados, los tres días del
Cursillo tienen decisiva importancia en la Estrategia del MCC. Si son
debidamente dirigidos y vividos, los candidatos seleccionados son
tocados tan profundamente por la Gracia de Dios, que el paso por el
Cursillo normalmente deja huellas profundas en toda su vida.
186 Siendo esto así, como constantemente lo demuestra la
experiencia, el gran amor y respeto que deben merecemos los
hombres, y el deber de que el MCC logre su verdadera finalidad,
obligan, a los dirigentes, a esforzarse con toda su alma para que cada
Cursillo, en cada candidato, consiga sus propios objetivos:
- una conversión integral (interna, externa, individual y
comunitaria), que oriente integralmente su ser y su actuar
cristiano;
- una opción totalizante, que exija que el hombre se esfuerce
constantemente por evitar la dicotomía entre su vida normal y
su fe;
- conseguir que el eje existencial de la persona logre una
motivación cristiana en toda su vida profesional, familiar,
social...;
- orientarle a que se inserte en sus propios ambientes con
82
espíritu evangelizador;
- despertar en él la necesidad de una circunstancia comunitaria
santificante (grupo o comunidad).
187 Para obtener su propio objetivo, el Cursillo cuenta
fundamentalmente con dos medios:
- la proclamación kerygmática de la Palabra de Dios; y
- el testimonio de quienes la proclaman.
Esos dos medios deberán ser objeto constante de búsqueda, de
estudio, de adaptación y de vivencia, en quienes sean llamados y
enviados por Dios y por la Iglesia, para ser heraldos y signos ante los
hermanos que van a experimentar la aventura de un Cursillo.
188 Además de estos dos medios fundamentales, el método
cuenta con una rica variedad de recursos espirituales, psicológicos y
pedagógicos que, con igual profundidad, detalle y responsabilidad de
actualización y adaptación, han de ser objeto de estudio dinamizador
por parte de los integrantes de los equipos dirigentes del Cursillo.
189 g) Seguimiento después del Cursillo. El quinto paso es
acompañar después del Cursillo, a los grupos de personas que hayan
pasado por la experiencia del mismo. Es de vital importancia este
paso, para que esos hombres-clave perseveren y maduren en la
conversión iniciada o renovada en el Cursillo, y logren integrarse como
núcleo cristiano, comprometido y perseverante en la solución cristiana
de los problemas de los ambientes, para cuya fermentación evangélica
fueron seleccionados.
190 Este último paso de la Estrategia del MCC dentro de la
planificación integral de sus acciones, intenta:
- que el mensaje recibido en el Cursillo arraigue cada día con
más profundidad en el alma de los cursillistas;
- que la conversión o renovación de vida cristiana, iniciada en
el Precursillo y profundizada en el Cursillo, llegue a su
maduración integral;
- que se consolide la amistad humana, cristiana y apostólica,
descubierta en el trato y convivencia con los hermanos;
83
- que la acción apostólica, personal y comunitaria, sea
impulsada y canalizada hacia la fermentación cristiana de los
ambientes.
191 Para alcanzar estos objetivos del Poscursillo, y supuesta la
necesaria capacidad de absorción y atención por parte de la
comunidad, es sumamente importante contar con la actuación del
mismo grupo de dirigentes que trabajó, desde el Precursillo y durante
el Cursillo, en el estudio y penetración de cada ambiente. Ellos
procurarán:
- apoyar a quienes salieron del Cursillo en el desarrollo de las
actividades apostólicas que van a iniciar en sus ambientes;
- participar en la formación y maduración de los grupos de
amistad, en los que cada uno encontrará la vivencia y
convivencia de la comunión cristiana;
- fomentar la comunicación entre los diversos grupos que
pertenecen a un mismo ambiente, abriendo paso al
florecimiento de verdaderas comunidades, que sean ante la
sociedad testimonio auténtico de fe, de esperanza y de amor.
192 En esta última etapa, el método del MCC ofrece dos medios
específicos que, a través de la vivencia comunitaria de lo fundamental
cristiano, ayudan al individuo a ir alcanzando progresivamente su
promoción continua personal, para que, a través del individuo, se
perfeccione y santifique la comunidad: la REUNION DE GRUPO y la
ULTREYA.
193 En la REUNION DE GRUPO, quienes lo integran tratan de
hacer permanente a sus miembros la vivencia de lo fundamental
cristiano, compartiéndola comunitariamente para que, con su
testimonio, el grupo haga presente a la Iglesia en el mundo de hoy y
sea fermento de Evangelio en sus ambientes. Este compartir en forma
permanente la vivencia de lo fundamental cristiano, hace que el grupo
madure en su fe, en su esperanza y en su caridad, y se transforme en
una verdadera comunidad cristiana comprometida con sus realidades
espirituales y temporales.
194 En la ULTREYA se realiza el contacto vivencial y el
intercambio de experiencias apostólicas de los grupos de amistad,
84
constituidos en reuniones de grupo.
195 En estrecha relación con la jerarquía.
El Obispo es el último responsable de toda la acción pastoral
que se desarrolla en su diócesis. Por eso, es parte de la Estrategia del
MCC una estrecha e íntima relación de sus responsables con la
jerarquía,
- procurando su buena disposición hacia el Movimiento, con
una adecuada y completa información de su esencia, finalidad
y método;
- consultando sus deseos pastorales, para que el Movimiento,
desde sus funciones propias, contribuya a la cristianización de
los ambientes, que hayan sido considerados como de
prioridad pastoral por su influencia;
- poniendo de manifiesto, con el respeto y la confianza que
conviene a los hijos de Dios, lo que se puede y se debe pedir
al Movimiento;
- informando de los proyectos, logros y dificultades que se
vayan encontrando en el caminar de cada día.
Todo ello habrá de intentarse en un clima de sincero diálogo y
con la mayor frecuencia posible.
196 Aparte de ser una exigencia teológica de nuestra realidad
cristiana y eclesial tan insistentemente deseada y exigida por Cristo en
todos sus seguidores: "Padre, ¡que todos sean una sola cosa!" (Jn
17,11), la comunicación fraterna y la integración con cuantos trabajan
en la pastoral, darán al MCC una mayor eficacia operacional en una
doble dimensión:
- ellos, al conocer nuestra propia esencia, finalidad y método,
aprovecharán mejor lo que el Movimiento puede brindar con
su acción pastoral específica; y
- el Movimiento conocerá y aprovechará, con mayor detalle y
profundidad, las múltiples realizaciones apostólicas que se
estén llevando a cabo en la diócesis, a la búsqueda de
objetivos comunes y asequibles.
85
4.- LOS RESPONSABLES DE LA ESTRATEGIA
197 Los miembros del Secretariado y de la Escuela de
Dirigentes son, en la diócesis, conjuntamente, los responsables de la
planificación y de la animación de las actividades del Movimiento. Con
el objeto de coordinarlas es necesario que conozcan los
acontecimientos nacionales y mundiales, así como también los planes
pastorales de la diócesis y los planes de otros movimientos de
apostolado, que trabajan en la misma área.
5.- CONCLUSIÓN
198 El MCC está empeñado en encontrar y utilizar todos los
medios, para que los cristianos lleguen a la raíz de la vida de hoy y la
impregnen de las enseñanzas de Jesús, el Señor. La Estrategia de
esta forma de apostolado ha prestado grandes servicios a la Iglesia
desde sus comienzos, colaborando en discernir con ella los
ambientes, en los que más se necesita la presencia fermentadora del
Evangelio y facilitándole fermentadores para esos ambientes.
199 En definitiva, la Estrategia del MCC en sus tres tiempos se
centra en:
- la selección de ambientes y candidatos (Precursillo),
- el fomento de una conversión auténtica y progresiva de los
cursillistas (Cursillo),
- la reinserción de los que vivieron el Cursillo en el lugar de
donde salieron, su acompañamiento en las tareas de
fermentar y su vinculación vital con los demás cristianos
comprometidos (Poscursillo).
86
5
EL PRECURSILLO
87
88
1. DEFINICIÓN
200 El Precursillo es el primero de los tres tiempos del MCC, en
el que se inicia el proceso evangelizador que el MCC pretende
realizar, para lograr su finalidad.
El Precursillo comprende:
- el estudio y la selección de los ambientes por evangelizar;
- la búsqueda, selección y preparación de los candidatos, con
miras a una mayor eficacia evangelizadora;
- la preparación de los elementos espirituales, personales y
materiales para el Cursillo;
- la planificación del acompañamiento de los candidatos en el
Poscursillo, para favorecer su maduración en la fe, su
compromiso cristiano y su inserción apostólica en el mundo.
1.- IMPORTANCIA DEL PRECURSILLO
1.- En relación a los otros tiempos
201 Los tres tiempos - Precursillo, Cursillo y Poscursillo-, aunque
perfectamente definidos y delimitados, están de tal modo unidos, que
forman un todo orgánico. Por eso es vital que cada uno de los tres
tiempos cumpla sus objetivos específicos, para que el MCC pueda
lograr su finalidad. El funcionamiento inadecuado de uno de los tres
tiempos tiene sus consecuencias directas en los otros dos y, por ende,
en el desarrollo de todo el MCC.
202 Se requiere, por lo tanto, que los dirigentes estén
convencidos de que toda la estrategia del Precursillo debe ser
orientada para el Cursillo y para el Poscursillo.
203 La necesidad de una gran unidad y coordinación entre Pre y
Poscursillo resulta clara por la constatación de que, en la práctica, los
dos se realizan simultáneamente. De hecho, desde el Poscursillo se
hace el Precursillo. Y el Precursillo se realiza sobre todo, por el
testimonio y por la palabra de los que hicieron Cursillo y por los
planteamientos suscitados por esos testigos encarnados en la
89
realidad1.
2.- Con miras a la eficacia evangelizadora
204 De hecho, entender la importancia del Precursillo es
fundamental, para que se opere en el Poscursillo la cristianización de
los ambientes2. El Precursillo debe pues, desarrollarse en función de la
finalidad inmediata, mediata y última del MCC, que es: posibilitar la
vivencia y la convivencia de lo fundamental cristiano; ayudar a
descubrir y realizar la vocación personal; crear núcleos de cristianos;
fermentar de Evangelio los ambientes3.
205 El Precursillo, adecuadamente desarrollado, revelará la
dimensión misionera del MCC, en la medida en que los que ya
hicieron Cursillo, pasen con naturalidad, de una pastoral de
conservación, a una pastoral de evangelización4, o sea, de
transformación. Por el contrario, cuando falta el estudio de las
prioridades y urgencias de los ambientes, hay fallos en la selección de
los candidatos y, consecuentemente, menoscabo de la eficacia del
MCC5.
3.- LA ESTRATEGIA DEL PRECURSILLO
1.- Estudio y selección de los ambientes
206 La situación contemporánea y sus desafíos. El primer paso
para un estudio serio y una selección adecuada de los ambientes por
evangelizar, es mirar las realidades locales y los desafíos que ellas
presentan a la Iglesia y al MCC. Los documentos de los últimos papas
nos enseñan claramente que la situación del mundo actual produce
una impresión prevalentemente negativa, como consecuencia:
- de las graves desigualdades sociales entre los pueblos y las
sociedades;
- de los síntomas específicos del subdesarrollo;
1
Cf. EN, 21; IV Enc. Mund. Ponencia de Brasil Anexo II, 2,1. Testimonio 4 (1988) 221; cf. V Enc. Interam.
Acuerdos B) 8,1.
2
Cf. I Enc. Lat. Am. IV B.
3
VI Enc. Interam. III, 3.
4
Ibidem.
5
VI Enc. Interam. VII, c.
90
- de la interpedencia entre los países desarrollados y los menos
desarrollados;
- del armamentismo, etc.6;
- del secularismo, del ateísmo, del indiferentismo religioso, etc.
207 La respuesta de la Iglesia. Preocupada, no sólo por alertar al
hombre sobre la gravedad de la situación en el mundo, sino también
de apuntar soluciones; la Iglesia nos dice que es preciso "alcanzar y
transformar con la fuerza del Evangelio, los criterios de juicio, los
valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de
pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la
humanidad, que están en contraste con la Palabra de Dios y con el
designio de salvación"7.
208 La conformación a los planes de pastoral. El MCC está
insertado en las Iglesias particulares. En ellas y con ellas se
desarrolla, para alcanzar plenamente su finalidad.
209 De hecho, la introducción del MCC en una diócesis deberá
contar siempre con la aprobación de la jerarquía, debiendo el clero
local ser informado de las finalidades del MCC, para que lo acoja y
apoye8.
210 El diálogo y la comunión eclesial son el camino para que el
MCC se haga presente en la vida y en la acción de la Iglesia; y allí
actúa como agente de la pastoral ambiental.
211 El primer paso, por lo tanto, en el estudio y la selección de
los ambientes por evangelizar es el conocimiento de los Documentos
Pontificios y de los de las Conferencias Episcopales y el analizar las
prioridades apuntadas en los planes de pastoral de la Iglesia nacional
y particular. De cara a estas prioridades, y teniendo en cuenta su
carisma, el MCC deberá elaborar su propio plan, que fije metas y
prioridades en sus tres tiempos.
6
Cf. ChL, 3y4; SRS, 11-36; PP, 6-10; OA, 8-9; RH, 15-16; IV Enc. Mund. Ponencia de Costa Rica; Testimonio,
4 (1988) 46-49.
7
EN, 19; Cf. ChL, 42.
8
Cf. I Enc. Lat. Am., IV, a.
91
212 La inexistencia de un plan diocesano de pastoral, por lo
tanto, no dispensa al Secretariado y a la Escuela de promover una
adecuada selección y un conveniente estudio de los ambientes, así
como la elección de los mejores caminos para hacer que Cristo esté
presente en ellos9.
213 Las respuestas concretas a los desafíos. El hombre es por
naturaleza un ser social; por eso siente la necesidad imperiosa de
agruparse, para poder realizarse, haciéndose sentir a través de la
participación en distintos grupos humanos.
214 Para llegar al hombre que pretende cristianizar, el MCC
debe determinar los grupos humanos, que, por sus características
especiales, repercuten, con mayor influencia, en el condicionamiento
del comportamiento de los integrantes de la comunidad, y jerarquizar
dichos grupos.
215 En la planificación de ese trabajo, convendrá formar equipos
que puedan penetrar cada ambiente, de acuerdo a sus reales
posibilidades de contacto con los integrantes de los ambientes.
216 Sólo desde un serio y profundo estudio de las circunstancias
ambientales de los candidatos, podrá el MCC lograr la conversión
integral de los mismos10, ya que el ser humano integral por convertirse
es el hombre o mujer insertos en su realidad.
217 Interesarán sobre todo aquellas estructuras o ambientes que
más directa y profundamente repercuten en la sociedad, pues la
fermentación evangélica de los ambientes supone una penetración en
las estructuras y no puede reducirse a una mera actividad
intraeclesial11.
2.- Búsqueda de candidatos12
218 Después de la selección y el estudio dc los ambientes, urge
9
IV Enc. Interam. VII, 2; Cf. IV Enc. Mund. Ponencia de Estados Unidos, 1, Testimonio, 14 (1988) 147.
IV Enc. Interam. VI 2.
11
Cf. III Enc. Mund. Ponencia de Nicaragua, CN, 109.
12
Los criterios aquí indicados servirán de orientación para que cada Secretariado defina sus normas
específicas, según sus circunstancias concretas.
10
92
ubicar en ellos los candidatos que -despertados en el Precursillo,
concientizados en el Cursillo e impulsados en el Poscursillo- actúen
como agentes de cambio. Porque el MCC busca al individuo, para
que, al transformarse en cristiano, vaya a cristianizar la sociedad13. La
identificación de los agentes de cambio debe tener en cuenta a
quienes desde su vida actúan positivamente, muestran preocupación
por el prójimo y sientan ansia de servir a su comunidad, aun cuando
no estén comprometidos con la Iglesia14.
219 ¿Quiénes pueden ir al Cursillo? La experiencia ayuda a
identificar las personas que pueden ir al Cursillo, aquellas en cuya vida
el Cursillo tendría una repercusión más benéfica y, en consecuencia,
produciría más y mejores frutos de evangelización. Es decir: las
personas de cualquier clase social, equilibradas, maduras, libres y
responsables15, que puedan recibir los Sacramentos, que sean
capaces dc captar el mensaje evangélico y comprometerse16. Y de
descubrir sus carismas y ponerlos al servicio de la comunidad17.
220 Al hablar de personas queremos decir que, en el MCC, así
como en la Iglesia, no hay lugar para discriminaciones, pues entre los
bautizados en Cristo, "no hay judío o griego, no hay siervo o libre, no
hay varón o mujer, porque todos somos uno en Cristo"18.
221 ¿Quiénes deben ir al Cursillo? La necesidad de tener en
cuenta la eficacia en la futura fermentación evangélica de los
ambientes seleccionados, indicará cuáles son los candidatos ideales
para el Cursillo:
222 - personas que tengan personalidad profunda, capacidad de
decisión, capacidad de actuar con libertad, capacidad de amar19;
223 - personas que sean realmente o potencialmente líderes, de
suerte que, en los distintos estratos de la sociedad, impacten por sus
13
Cf. II Enc. Mund, Ponencia de Nicaragua, CN, 109.
En el caso de candidates pertenencientes a otras religions, deberá ser seguida la orientación de la
Conferencia Episcopal del respectivo país.
15
Cf. III Enc. Mundial, CN 113.
16
III Enc. Mund. Ponencia de Austria, CN 24.
17
Ibidem.
18
Gál, 3, 28.
19
IV Enc. Interam. VI, 2.
14
93
decisiones muevan por sus opiniones y empujen por sus acciones20;
224 - personas auténticamente insatisfechas y con inquietud
21
social ;
225 - personas que tengan aptitud para vivir en y para la
comunidad22, capaces de actuar como sal, luz y fermento23, a través
de la creación de núcleos de cristianos que faciliten la penetración del
Evangelio en los ambientes24 ya que la transformación de la sociedad
sólo se logra a través de la acción de un sujeto con sentido social25;
226 - personas solidarias, generosas, preocupadas por los
demás y por el mundo26.
227 ¿Quiénes no conviene que vayan al Cursillo? La prudencia y
la caridad piden que no se lleve al Cursillo a aquellos a quienes el
Cursillo no les traería beneficios o soluciones. Son los que no están en
condiciones psicológicas normales27 y los que viven en circunstancias
irregulares de vida28, que no puedan solucionarse.
3.- Selección de candidatos
228 Siempre que sea posible, serán seleccionados varios
candidatos del mismo ambiente29, para facilitar la formación de
núcleos en el Poscursillo.
229 El Secretariado estará en condiciones de programar la
realización de los Cursillos, sólo cuando tengan número suficiente de
personas -y preferentemente grupos de personas- que, por estar
encuadradas en las descripciones hechas arriba, den fundadas
esperanzas de que, trabajando con otros hombres de buena voluntad,
puedan lograr la cristianización de los ambientes.
20
Cf. E. Bonnín, Finalidades del MCC, V, A.E. Ultreya Mundial Roma.
III Enc. Mund. Precursillo
22
III Enc. Mund. CN, 13-17.
23
III Enc. Lat. Am., Conclusiones, II a) 1; LG, 31; ChL, 15.
24
Cf. III Enc. Lat. Am. Acuerdos, II 3,2.
25
ChL, 29.
26
Rh, 16.
27
MD, 231.
28
MD, 231. Cf. I Enc. Lat. Am. II,3.
29
II Enc. Lat. Am., Acuerdos II, 3,1.
21
94
4.- Preparación de los candidatos
230 Es indispensable dar al candidato una preparación
adecuada30, que le facilite el aprovechamiento del Cursillo y la
inserción o reinserción en un grupo, núcleo o comunidad, en el
Poscursillo.
Objetivos de la preparación
231 a) Esclarecer que el Cursillo no es algo teórico, sino
vivencial, orientado para la Iglesia, para la comunidad, para la vida
concreta31; b) crear una disposición de escucha, propiciar una actitud
de conversión, contagiar el deseo de Dios32; e) despertar el deseo de
realizarse como persona y como cristiano33.
Modos de hacer la preparación.
232 a) Respetando la identidad y la libertad de la persona, y
promoviendo el diálogo acerca de la necesidad de la edificación de
una nueva sociedad, más justa y fraterna34, fundada en la dignidad
inviolable de la persona humana35;
b) presentando al cristianismo como respuesta válida a los
planteamientos concretos que las nuevas circunstancias hacen al
hombre36; y a Cristo, como modelo de Gracia y servicio, de liberación y
de solidaridad37;
c) a través de la palabra y del testimonio de una vida, centrada
en Cristo y comprometida con los hermanos;
30
I Enc. Lat. Am., II,4.
III Enc. Mundial Ponencia de Austria, CN, 27.
32
III Enc. Lat. Am., Acuerdos, I, 1.b.
33
Ibidem, II, 3,2.
34
V. Enc. Interam., Acuerdos C, II, B, 1a) y 1b).
35
ChL, 37.
36
V Enc. Interam, Acuerdos C, II, B 2.a)
37
IV Enc. Mund. Ponencia de Italia, a.c.; Testimonio, 4 (1985) 105.
31
95
d) con la humildad de aquél que ve al otro no como objeto de
apostolado, sino como sujeto de su propia conversión;
e) sin precipitación (Cf. EN, 79) o coacción, que generan
actitudes defensivas; y, por el tiempo que sea necesario, para que la
pre-evangelización favorezca más tarde la opción totalizante;
f)
con oraciones y sacrificios por el candidato.
Agentes de la preparación.
233 La preparación del candidato será hecha por su presentante:
preferentemente un grupo o comunidad; cuando eso no sea posible,
por un individuo. El grupo o comunidad debe presentar y apoyar al
candidato, porque su carácter testimonial dará más eficacia a la
preparación38. Lo ideal sería que el candidato ya actuara vivamente en
una comunidad39, lo que facilitaría su integración en el Poscursillo40.
234 Del presentante, -grupo, comunidad o individuo- que inscribe
y prepara su candidato, se espera:
a)
b)
c)
d)
que conozca la finalidad del MCC, los ambientes
seleccionados como prioritarios para la evangelización
y los criterios fundamentales sobre los que pueden, los
que deben y los que no conviene que vayan al
Cursillo;
que conozca bien a su candidato, a través de un
estrecho contacto personal41;
que, como “servidor de la verdad”42, procure, con su
testimonio de palabra43, y de vida44, despertar en el
candidato una disposición hacia la búsqueda, hacia la
amistad y hacia el cambio45;
que sea él mismo (en el caso de que el presentante
38
IV Enc. Interam., III, 1; II Enc. Mund. Precursillo; III Enc. Lat. Am. Acuerdos, I 1b) y II 3,1 y 2.
IV Enc. Mund., Ponencia de España V, 1; Testimonio, 4 (1988) 123.
40
Cf. II Enc. Mund., Precursillo.
41
EN, 46.
42
EN, 78.
43
EN, 22.
44
I Enc. Lat. Am., II, 5; Cf. EN, 76.
45
Vertebración, 22-23.
39
96
sea un individuo) elemento actuante en un grupo o
núcleo; y que con su ejemplo, ayude a su candidato a
incorporarse
a
un
núcleo
de
cristianos,
acompañándolo en el Poscursillo, durante un tiempo
prudencial46.
5.- Preparación del Cursillo
235 Los organizadores del Cursillo se preocuparán de:
- la preparación del equipo de dirigentes, y de
- la preparación de los aspectos materiales, como se dirá en el
Capítulo 6.
4.- CONCLUSIÓN
236 El MCC es obra de Dios; por eso la Gracia es su principio y
fundamento. Y es también obra de hombres; por eso la comunidad lo
respalda y vitaliza.
1.- La Gracia como principio y fundamento
237 Teniendo en cuenta que la Gracia es absolutamente
necesaria en todo movimiento de cristianización, no se celebrará
ningún Cursillo sin una adecuada intendencia espiritual. La comunión
profunda con Dios, lograda a través de la oración, de los sacrificios, de
los Sacramentos y de la reflexión sobre la Palabra, marcará todos los
momentos del Cursillo:
- el del estudio y selección de los ambientes, en los cuales el
MCC pondrá énfasis especial;
- el de la búsqueda, selección y preparación de los líderes de
aquellos ambientes;
- el de la preparación del equipo de dirigentes, que, con
humildad, testimoniará ante los futuros evangelizadores su
lucha constante por la construcción del Reino de Dios en el
mundo. Por eso, en el Precursillo -como en los demás tiempos del MCC -la última palabra es la de la fe y de la es46
I Enc. Lat. Am., IV, 5.
97
peranza en la presencia del Señor que está con nosotros.
2.- La comunidad que respalda y vitaliza
238 El Precursillo será siempre la actividad de una comunidad
orante:
- una comunidad de donde procedan los responsables con
iniciativas, ideas y aliento para llevar adelante la tarea del
Poscursillo;
- una comunidad convencida de que evangelizar no es para
nadie un acto individual y aislado, sino profundamente
eclesial47;
- una comunidad que ore por el Precursillo, convencida de que
la oración ha sido siempre la fuerza de toda actividad eclesial
y específicamente en el MCC.
- una comunidad que programe con responsabilidad pastoral la
acogida de los candidatos en el Poscursillo y su inserción o
reinserción en los grupos o núcleos, a través de los cuales el
MCC cumple su misión evangelizadora.
47
EN, 60.
98
6
EL CURSILLO
99
100
1.- INTRODUCCIÓN
239 Puesto que el MCC intenta la evangelización de los
ambientes a través de la conversión integral y progresiva del hombre,
los tres días del Cursillo tienen mucha importancia; los que viven la
experiencia de un Cursillo sienten, en general, una vivencia tan
profunda, que el paso por un Cursillo marca, sin duda, toda su vida.
240 El Cursillo de Cristiandad es un maravilloso instrumento de
evangelización, que toma a cada individuo tal como es, y le sitúa de
ordinario en condiciones de colaborar con la acción de Dios, en
comunión con los hermanos, con vistas a su constante promoción
cristiana y evangelizadora.
241 Si un Cursillo influye tan profundamente sobre los que lo
viven, el amor y respeto a los hermanos obliga a reflexionar
constantemente sobre qué, cuánto y cómo debe decirse; sobre qué,
cuánto, por qué y cómo debe hacerse, a fin de que el Cursillo
produzca sus frutos y marque de por vida a los que pasan por él.
242 Esto se consigue, supuesta la Gracia de Dios y la libre
opción del hombre, a través de la proclamación kerygmática del
mensaje de la Verdad que salva.
2.- EL CURSILLO
KERYGMÁTICA
DENTRO
DE
LA
PASTORAL
243 2.1. El Cursillo es una forma específica y concreta de la
pastoral profética, en la línea del kerygma. En el MCC todo se
desarrolla en clave kerygmática: el anuncio, el método, el estilo, el
testimonio, el compromiso, todas y cada una de las fases del
Movimiento.
244 Esto fue lo más novedoso del MCC, al irrumpir en la
Pastoral de la Iglesia. Frente a un mundo donde el ser cristiano se
concebía, en términos generales, como la simple aceptación
intelectual de unos determinados contenidos, la proclamación
101
kerygmática implicaba una respuesta libre, existencial, al anuncio de
un Dios personal, encarnado, próximo, que mueve al cambio de la
mente y del corazón: es una proclamación que compromete, que invita
directamente a la conversión.
245 2.2. De ahí que, al tener que enmarcar el Cursillo, debamos
hacerlo desde el ángulo del kerygma.
Kerygma es una palabra griega que, trasvasada sin
modificaciones evolutivas a las lenguas modernas, significa
proclamación, declaración, bando, pregón. Se encuentra repetida más
de setenta veces en el Nuevo Testamento, como proclamación
jubilosa e interpelativa del acontecimiento de salvación, realizada por
Jesús. En los orígenes del MCC no se utilizaba la palabra, pero se
cumplía su contenido. En "El cómo y el porqué", de los tiempos
primeros, ya se dice que no entra dentro de la metodología del
Cursillo, exponer sólo "una serie de lecciones teológicas sobre las
verdades de la fe, ni una enseñanza moral, ni tampoco un programa
de conferencias sobre temas apostólicos. Se trata de una predicación
dinámica, en estado incandescente, que tiene en cuenta que la
doctrina no adquiere su plena significación sino en función de vida. La
explosión del contenido vivo del cristianismo..., entraña, en sí misma,
la invitación personal a participar en esta vida"1.
246 2.3. Dentro del concepto de kerygma podemos distinguir
principalmente cuatro elementos:
a) El anuncio, la proclamación de un mensaje, el nervio teológico
del Cursillo, que se centra en el misterio de Jesús, el Salvador, e
incluye el don del Espíritu, que nos dispensa su vida divina en y por la
Iglesia, sacramento universal de salvación.
247 b) Una proclamación interpelativa, que dice relación directa
y constante a la conversión. Todo anuncio kerygmático tiende, directa
e inmediatamente a provocar el deseo de un cambio, que impregne
todo el campo de los criterios, de los comportamientos, de la vida. Si
no palpitara en la proclamación ese objetivo de conversión, no se
entraría en el terreno de lo kerygmático.
1
CPSNE, 58-59 y 60.
102
248 c) Un estilo jubiloso, es decir, una manera del decir, con una
convicción profunda, sentida, vivida; la seguridad y el gozo que da el
sentimos "como enviados de Dios, como si Dios mismo exhortara por
medio nuestro" (2 Cor 5,20). Ello conlleva: 1) una cierta solemnidad
interior, derivada de la trascendencia del anuncio; 2) un tono sereno,
comprometido, ajustado a las más profundas indigencias y
aspiraciones de la persona humana; y 3) un estilo esperanzado, que
nace del gozo del corazón -fruto del Espíritu Santo-, ante la convicción
de que Dios nos ama.
249 d) Un anuncio que debe ser proclamado por testigos: la
convicción con que se hace la proclamación, debe transmitirse hecha
vida. La proclamación se realiza desde el "testimonio de la vida", que
es "irradiación de la fe, la esperanza y la caridad" (LG, 31); no es sólo
una afirmación ética, sino la exposición del acontecimiento salvador,
que va transformando el corazón del creyente, con lo cual el anuncio
adquiere un sello de autenticidad que ayuda a dar "clamor" de
interpelación al kerygma2.
250 2.4. Desde estas afirmaciones adquiere profundidad aquella
definición tan reiterada: "Un Cursillo es la comunicación jubilosa del
ser cristiano"3: la proclamación del Mensaje de Salvación, hecha por
testigos, con tono interpelativo, en orden a la conversión.
251 Y, desde esta perspectiva kerygmática, el Cursillo tiende a
llenar los siguientes objetivos:
- Un inicio de conversión, derivada de la presentación de un
mensaje, que oriente y promueva todo el vivir cristiano;
- una opción totalizante, que evite la contradicción entre la vida
ordinaria de la persona y su vida de fe;
- un eje existencial, que irradie su influencia sobre la vida
ambiental-familiar-profesional-social- del cursillista, según
éste la ve plasmada en el testimonio de vida de los
responsables; y
- un deseo de hallar una circunstancia comunitaria santificante,
que vaya promoviendo la conversión, y de la que se ha tenido
2
3
“Cursillo y Kerygma”, José Capmany, 5-36.
CPSNE, 58.
103
un anticipo en la conjunción de todos los miembros del equipo
responsabilizado de la realización del Cursillo.
3.- CONDICIONES Y CONDUCTAS EXIGIBLES A LOS
AGENTES DE LA PROCLAMACIÓN
252 3.1. Al descubrir los requisitos y posturas propios de los
dirigentes del Cursillo, citaremos principalmente EN y CPSNE.
El dirigente del Cursillo, instrumento en manos del Espíritu
Santo, es el agente principal de la evangelización... "No habrá nunca
evangelización posible sin la acción del Espíritu Santo”4. La principal
actitud del evangelizador es caer interiormente de rodillas, profundizar
en un sentido de humildad y, sabiéndose mero instrumento bajo la
acción discreta del Espíritu, "invocar constantemente, con fe y fervor,
al Espíritu Santo, y dejarse guiar prudentemente por ÉI, como
inspirador decisivo de sus programas, de sus iniciativas, de su
actividad evangelizadora”5.
253 El es el alma de la Iglesia. El es quien
a)
b)
c)
d)
"actúa en cada evangelizador que se deja poseer y
conducir por Él";
"pone en sus labios las palabras que por sí solo no
podrá hallar";
"explica a los fieles el sentido profundo de las
enseñanzas de Jesús y su misterio"; y
"predispone el alma del que escucha, para hacerla
abierta y acogedora de la Buena Nueva"6.
Los que de alguna manera actúan en un Cursillo no pueden
aspirar más que a ser instrumentos dóciles en sus manos.
254 3.2. Los dirigentes del Cursillo, testigos con la palabra y con
la vida.
a) Por voluntad de Dios, la proclamación del mensaje ha
4
EN, 75.
Ibidem.
6
Ibidem.
5
104
quedado vinculada a la acción libre, voluntaria, instrumental de los
hombres. El elemento humano, puesto al servicio de la Gracia, es el
camino ordinario, para la comunicación del mensaje cristiano; en el
evangelizador debe vivir Cristo y deben encarnarse los valores
cristianos, de forma que éstos no resulten ser sólo ideas bien
trabadas7.
255 Testigos: ésta es la palabra. Testigos por la palabra y por la
vida. El Cursillo intenta iluminar toda la vida a la luz de todo el
Evangelio. Tienen que ir en perfecta consonancia la palabra y la vida.
La palabra es la pauta sobre la que se vacía la vida; la vida es la
realización de la palabra, hecha transparencia. Cristo es, en definitiva,
la Palabra Encarnada y Proclamada.
256 El carácter comprometido y comprometedor del Cursillo,
agente de evangelización en la línea del kerygma, exige que la
proclamación sea testifical. El Evangelio, anunciado sólo
intelectualmente, de una manera académica, no estaría en el campo
del kerygma. Para proclamar una fe viva, se necesita mucho más que
ser profesionales de una ciencia teológica. Esta tarea debe ser
encomendada a quienes sean "argumento plástico de la doctrina que
proclaman, constructores eficaces de la verdad que salva, testigos
experimentales de la trascendencia, hecha presencia y amistad y
salvación"8.
257 b) Con respecto a la palabra del evangelizador, no podemos
menos de recordar la forma de predicar del que fue modelo de todo
evangelizador. "Mi palabra y predicación, decía San Pablo, no
consistió en persuasivos discursos de sabiduría humana, sino en la
manifestación del Espíritu y del poder, para que vuestra fe no se
apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios" (1 Cor
2,4 y 5).
258 Es la Iglesia quien "envía a los evangelizadores. Ella pone
en su boca la Palabra que salva; les explica el mensaje del que Ella
misma es depositaria; les da el mandato que Ella misma ha recibido...,
y les envía a predicar". Pero, "a predicar no a sí mismos o sus ideas
personales, sino un Evangelio del que ni ellos son dueños y
7
8
CPSNE, 61.
LBMCC, 85.
105
propietarios absolutos para disponer de él a su gusto, sino ministros
para trasmitirlo con suma fidelidad"9.
259 c) La palabra del testigo no es suya; será bastante con que
él sea transmisor de la palabra de quien le envió. El evangelizador no
es amo, sino servidor de la palabra que hace libres... El predicador del
Evangelio será aquél, que, aun a costa de renuncias y sacrificios,
busca siempre la verdad que debe transmitir a los demás. No vende ni
disimula jamás la verdad por el deseo de agradar a los hombres, de
causar asombro, ni por originalidad o deseo de aparentar. No rechaza
nunca la verdad; no oscurece la verdad revelada, por pereza de
buscarla, por comodidad, por miedo. No deja de estudiarla. La sirve
generosamente, sin avasallarla10.
260 De todo ello deducimos la necesidad de una constante
formación en todos los dirigentes de un Cursillo11.
261 d) ¿Qué decir y cómo decirlo? Los dirigentes del Cursillo
habrán de adaptarse al hombre histórico, real: la evangelización pierde
mucho de su fuerza y de su eficacia, si no toma en consideración al
hombre concreto al que se dirige; si no utiliza su "lenguaje, sus
símbolos; si no responde a las cuestiones que plantea; si no llega a la
problemática específica de su vida”12, que puede ser de rechazo a la
moral, de inconciencia ante el pecado social, de anticlericalismo por la
formación recibida.
262 La palabra del evangelizador, en un Cursillo, debe estar
hecha de vida, de sinceridad, de seguridad, de valor, de audacia, de
brillo, de júbilo.
263 Finalmente, creemos que, su palabra debe ir ungida de
esperanza. Y volvemos a Pablo VI: "Conservemos -dice-la dulce y
confortable alegría de evangelizar... Y ojalá que el mundo actual...
pueda así recibir la Buena Nueva, no a través de evangelizadores
tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de
ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han
9
EN, 15.
EN, 78.
11
El concepto será ampliado en el capítulo 7; ChL, 57.
12
EN, 63.
10
106
recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo”13.
264 e) Hasta aquí nos hemos referido, directa o indirectamente,
al testimonio de palabra. ¿Será éste suficiente? No. El testimonio de
palabra que no se apoya en un testimonio de vida nutrida en la caridad
-diría San Pablo- es "como bronce que suena o címbalo que retiñe" (1
Cor 13,1).
265 Por eso los dirigentes conviene que consideren como
dirigidas a ellos aquellas palabras de Pablo VI: ¿Creéis
verdaderamente lo que anunciáis? ¿Vivís lo que creéis? ¿Predicáis
verdaderamente lo que vivís? Hoy más que nunca el testimonio de
vida se ha convertido en una condición esencial, con vistas a una
eficacia real de la predicación". Porque "el hombre contemporáneo
escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan,
o, si escucha a los que enseñan, es porque dan testimonio”14.
266 f) En la Exhortación sobre la vocación y misión de los laicos
en la Iglesia y en el mundo, Juan Pablo II, dentro del capítulo dedicado
a "la dignidad de los fieles laicos en la Iglesia-Misterio", destaca, con
palabras luminosas, la vocación universal a la santidad, que no es
llamada a unos privilegiados, sino invitación a todo hombre que llega a
este mundo. Con este testimonio de vida será fácil que el dirigente
abra a Cristo las puertas del corazón del cursillista.
4.- EL EQUIPO DE DIRIGENTES
267 4.1. Los dirigentes del Cursillo no son un conjunto de
individualidades; para que su testimonio sea auténtico, deben tener
sentido comunitario. Desde antes del Cursillo, habrán de sentirse
Iglesia, edificar Iglesia, vivir la Iglesia en un testimonio comunitario:
deben formar un equipo. Todos son uno: una pequeña comunidad,
signo de fe, de esperanza y de caridad. Dentro del Cursillo el equipo
es la Iglesia en tamaño visible, que va realizando la misión de la
Iglesia universal.
268 No es suficiente que cada uno de los miembros del equipo
13
14
EN, 80.
EN, 41.
107
dé buen ejemplo; es imprescindible que den testimonio de ser
comunidad, a fin de despertar en los demás capacidad de asombro,
cercanía de Dios, ansias de sentido comunitario, de acuerdo con la
vocación personal de cada uno.
269 4.2. En el equipo de dirigentes se ensamblan laicos y
sacerdotes, en perfecta armonía y complementariedad. El binomio
sacerdocio-laicado halla en el Cursillo su cordial conjunción: hay entre
ellos unidad de misión y diversidad de servicios. La coordinación y
recíproca colaboración debe ser reflejo de la diferente función del
sacerdote y del laico en la única misión de la Iglesia. Todos sacerdotes y laicos- deben ser encarnación viva de la doctrina; todos
deben exponerla de forma que penetre y enardezca las conciencias;
todos deben conocer los resortes y piezas del método; todos –cada
uno desde su ángulo- deben compartir conjuntamente la
responsabilidad de la buena marcha del Cursillo.
270 4.3 Una unidad de criterios, de voluntades y de corazones;
una común visión de la panorámica total del Cursillo, por el
ensamblamiento de las visiones parciales; una programación eficaz de
los objetivos concretos, compartida por todos; una corresponsabilidad
solidaria -afectiva y efectiva- en la ejecución de los pasos del Cursillo,
y una misma visión sobrenatural del testimonio de vida y de palabra,
hacen que hombres y mujeres, sacerdotes y laicos, del equipo, se
ensamblen para constituir eso: un equipo de dirigentes.
271 4.4. La unión hace la fuerza. "La fuerza de la evangelización
quedará muy debilitada si los que anuncian el Evangelio están
divididos entre sí... Si el Evangelio que proclamamos aparece
desgarrado por querellas doctrinales, por polarizaciones ideológicas o
por condenas recíprocas entre cristianos..., no se puede pretender que
aquellos a los que se dirige nuestra predicación, no se muestren
perturbados, desorientados, si no escandalizados”15. "Que todos sean
uno, decía Jesús, para que el mundo crea" (Jn 17,21).
272 4.5. No hay categorías, sino funciones distintas dentro del
equipo. Al hablar de él, nos referimos a todos los que intervienen
directamente en un Cursillo: "rollistas", auxiliares, personas de
15
EN, 77.
108
servicio, si las hay. Sobre todos recae la responsabilidad de la eficacia
del Cursillo, y todos deben exigirse, un testimonio de fe, de esperanza
y de caridad. Cada uno cumplirá el servicio que le corresponda. El ser
Coordinador no puede constituir una meta para un dirigente, sino la
carga de una responsabilidad mayor. Algunos proclaman el mensaje
en sus Rollos; todos deben proclamarlo con sus vidas.
273 4.6. Aunque no sea lo más importante del Cursillo, los Rollos
son el cauce normal de que se vale el Espíritu, para transmitir el
mensaje y despertar el ansia de la vivencia y la convivencia cristiana.
Lo esencial, para hacer una proclamación, es vivir y asimilar su
contenido, aunque no por ello pueda nadie dispensarse del esfuerzo
del estudio, y dejar a la improvisación lo que exige un correcto y
detenido conocimiento: el mensaje merece ser tratado con dignidad y
precisión, para ser proclamado con sinceridad, convicción y
naturalidad16.
274 4.7. Aunque todo dirigente habrá de guardar, dentro y fuera
del Cursillo, la debida discreción sobre lo que en él ocurra, no es
conveniente fomentar el "secretismo" ni la falta de naturalidad.
275 4.8. El sentido de responsabilidad obliga a que todo
dirigente -laico o sacerdote-, a no ser por motivo grave, no llegue tarde
al Cursillo, ni salga de él, ni se dispense de participar en todos los
actos.
1.- El Coordinador del Equipo
276 a) Incumbe al Coordinador o Rector del Cursillo ser,
juntamente con el Director Espiritual, el principal responsable del
equipo, sin que ello suponga merma del sentido comunitario con los
demás miembros del mismo.
277 b) Entre sus funciones hay que destacar el cuidar: que el
Cursillo se desarrolle en conformidad con las normas generales y los
objetivos concretos, señalados en los esquemas de los Rollos,
previamente aprobados. No puede olvidarse que el Coordinador viene
a ser el eje de la estructura del Cursillo: cuanto se refiere a la técnica y
16
CPSNE, 81 y 82.
109
a la materialidad de su desarrollo, depende, en gran parte, de las
dotes de prudencia y del espíritu sobrenatural del Coordinador.
278 c) Deberá evitar toda manipulación, todo afán de mando y
toda decisión impensada y arbitraria, asumir la responsabilidad última
en cada momento, y distribuir los servicios que pueda delegar en
otros.
279 d) El Coordinador debe conocer toda la técnica del Cursillo,
el objetivo que se debe perseguir en cada momento, los medios de
que se dispone para lograrlo, y la realidad peculiar o fisonomía propia
de aquel Cursillo concreto. Toda su labor podría quedar condensada
en aquella norma escueta que se impuso San Pablo: "Hacerse todo
para todos, a fin de ganarlos a todos para Cristo”(1 Cor 9,22).
280 e) En la elección del Coordinador no debe influir ni su edad,
ni su cultura, ni su facilidad de expresión, ni la antigüedad dentro del
Movimiento (aunque todo ello deba tenerse en cuenta); sino su
personalidad, que no es fuerza de argumentación dialéctica, sino
disposición de comprender y facultad de convencer, más que con
razones, por razón del modo de vivirlas y comunicarlas17.
2.- El Director Espiritual
281 a) Por el carácter con que fue ungido en su ordenación, el
sacerdote tiene en el Cursillo un doble papel que realizar: una misión
de magisterio, y otra, de dispensación de la Gracia.
282 b) En su función magisterial, deberá velar por los cimientos
dogmáticos del mensaje que se proclama. La proclamación del
mensaje habrá de hacerse teniendo presentes las notas derivadas de
la línea kerygmática en que se desenvuelve el Cursillo.
283 c) En su función privativamente ministerial, ha de ser
instrumento para la dispensación de la Gracia a las conciencias y para
la apertura de las conciencias a la Gracia.
284 d) En el Director Espiritual debe resplandecer el equilibrio
17
CPSNE, 113ss.
110
pastoral, la fe en su ministerio, el espíritu de servicio permanente y el
diálogo en la caridad, el respeto a la libertad del otro, la fidelidad al
Magisterio, el testimonio de unidad con la jerarquía, y la actitud de vivir
en profundidad el Cursillo, como ocasión del encuentro y amistad
progresiva con el Señor.
285 e) Lo que afecta a "lo técnico" del Cursillo, no es
incumbencia del Director Espiritual, sino del Coordinador, aunque éste
deberá procurar el acoplamiento más perfecto y cordial con aquél.
286 f) Es lógico que, dentro y fuera del Cursillo, el sacerdote
venga a encarnar lo que sobre él se dice en el Decreto sobre el
Apostolado de los laicos:
- convicción jubilosa de que el derecho y el deber de la
evangelización es algo común a todos los bautizados,
sacerdotes y laicos, para edificación de la Iglesia;
- especial atención y participación fraternal con los seglares en
los trabajos que se hacen en la Iglesia y por la Iglesia;
- representación de la misión recibida de la jerarquía en la
acción pastoral;
- fomento de las relaciones de los seglares con los Pastores;
- adhesión fiel al espíritu y a la doctrina de la Iglesia;
- plena consagración a nutrir la vida espiritual y el sentido
apostólico de los laicos;
- diálogo continuado, para la búsqueda de formas concretas,
que puedan dar mayor eficacia a sus empresas apostólicas,
dentro de la fidelidad a la finalidad y método del Movimiento;
- promoción del espíritu de caridad entre los miembros del
Movimiento y en las relaciones con los demás movimientos y
asociaciones18.
3.- Funciones de los demás dirigentes
287 a) Independientemente de los Rollos que den, la función de
todos los dirigentes del Cursillo es hacerse amigos de los cursillistas
para hacerlos amigos de Cristo. Esta función se cumple
fundamentalmente a base de
18
AA, 25; Cf. Los Sacramentos.
111
-
estar constantemente a su servicio,
interesarse discretamente por su problemática;
orientarlos en sus dudas o inquietudes,
acompañarles en su caminar,
ser testigos vivos de la presencia del Señor,
hacerlos presentes ante el Señor en una oración confiada.
288 b) Por eso,
- aceptan con sencillez la confianza que la Iglesia ha
depositado en ellos, y el compromiso de ser signos
transparentes de la verdad que proclaman;
- saben que sobre ellos recae la búsqueda afanosa y esforzada
de los mejores caminos, de la palabra más oportuna, de las
raíces de los problemas que puedan angustiar a cada
cursillista;
- tienen conciencia de haber sido elegidos para ser agentes de
cambio, a fin de procurar adelantar la hora de Dios en cada
uno, con el oportuno respeto a su libertad;
- se empeñan en dejarse poseer y actuar por la Palabra, que
de alguna manera han de proclamar;
- se confían en la fuerza de las visitas al Santísimo, donde la
oración se hace debilidad de Dios;
- viven fiados en la asistencia del Espíritu;
- comprenden que todo su papel queda reducido a una palabra:
servicio.
4.- Preparación del equipo
289 a) Insistimos en que "es de particular importancia la
conciencia de que la labor formativa, al tiempo que recurre
inteligentemente a los medios y métodos de las ciencias humanas, es
tanto más eficaz cuanto más se deja llevar por la acción de Dios; sólo
el sarmiento que no teme dejarse podar por el Viñador, da más fruto
para sí y para los demás”19.
Pablo VI, dirigiéndose a los agentes de evangelización, escribía
19
ChL, 63.
112
que "se hace necesaria una seria preparación..., animados por la
convicción, cada vez mayor, de la grandeza y riqueza de la Palabra de
Dios. Quienes tienen la misión de transmitirla, deben prestar gran
atención a la dignidad, a la precisión y a la adaptación del lenguaje...
Esta preparación, llevada a cabo con seriedad, aumentará en ellos la
seguridad indispensable y el entusiasmo, para anunciar hoy día a
Cristo"20.
290 b) Es necesaria una preparación próxima y una preparación
remota. La remota, no sólo para ir conociendo y asimilando el
contenido y los objetivos de los Rollos, sino también para incrementar
la unión vital del evangelizador con Cristo, y para profundizar la
adecuación de su vida a las exigencias de la Palabra. Sólo así,
quienes deben cargar con las distintas proclamaciones, sabrán qué
decir, cómo decirlo y con qué finalidad decirlo.
Dentro de esta preparación hay que destacar las reuniones de
todo el equipo, las veces que se estimen necesarias; hay que ir
haciéndose conjuntamente a una técnica, a un clima, a un espíritu,
que deben vivirse comunitariamente, con anticipación a la realización
de la empresa común: así se alimentará "la confianza de que el que
comenzó en vosotros la buena obra, la llevará a cabo hasta el día de
Cristo Jesús" (Flp 1,6).
291 c) Estas reuniones previas conseguirán:
- profundizar en el compromiso de su espiritualidad y testimonio
de vida;
- planificar e incrementar la vida de oración y de sacrificios de
cada uno de los miembros del equipo como tal;
- solicitar oraciones y sacrificios -las llamadas "intendencias" o
"palancas"- de personas y comunidades que respalden y
obtengan de Dios la eficacia del Cursillo;
- aunar criterios y voluntades;
- habituarse a los Rollos, por el sistema que se estime más
oportuno, y tener una visión panorámica de todo el Cursillo,
por la concatenación y ensamblamiento de las visiones
parciales;
20
EN, 73.
113
- distribuir, dentro de la corresponsabilidad en la ejecución
práctica de todo el plan apostólico, los servicios que debe
prestar cada uno de los miembros del equipo, y, mediante
todo ello;
- crear un clima de auténtico equipo, con estilo de Reunión de
Grupo, que haga que los cursillistas puedan repetir, como en
la Iglesia de los primeros tiempos: "¡Mirad cómo se aman!"..
292 d) La preparación próxima no debe cesar ni dentro del
mismo Cursillo, cuando el rollista, antes de iniciar su exposición, se
dirige al Sagrario, para pedir al Señor palabras de eficacia, y ofrecerle
los desvelos de su esfuerzo: "Pedid y se os dará" (Mt 7,7).
293 e) Dentro de esta preparación próxima, hay que colocar las
reuniones del equipo, por la noche, una vez terminadas las tareas de
cada uno de los días del Cursillo, para
- detectar la actitud de los participantes;
- revisar la marcha del Cursillo, corrigiendo posibles descuidos
y desviaciones; y
- programar y responsabilizarse de los distintos trabajos del día
siguiente.
294 Hay que evitar que, en la reunión, pueda desvelarse
cualquier confidencia, recibida de la sinceridad de un cursillista. Los
dirigentes nunca pueden convertirse en jueces o directores
cualificados de conciencia; son sólo instrumentos y testigos de las
maravillas que va obrando la fuerza del Espíritu.
295 f) Todo dirigente, ya antes de ser designado miembro de un
equipo, debe procurarse una adecuada formación remota, a través de
las Escuelas de Dirigentes; en teoría, y admitidas las excepciones ante
casos razonables, sólo los miembros de la Escuela debieran ser
llamados a participar en un Cursillo.
5.- El respeto a la libertad
296 El respeto a la libertad se entiende en la dimensión en que
Pablo VI escribe su Exhortación sobre la evangelización del mundo
contemporáneo: "Se oye decir que imponer una verdad... no es sino
114
una violencia cometida contra la libertad religiosa... Sería ciertamente
un error imponer cualquier cosa a la conciencia de nuestros hermanos.
Pero proponer a esa conciencia la verdad evangélica y la salvación
ofrecida por Jesucristo, con plena claridad y con absoluto respeto
hacia las opciones libres que luego pueda haber -sin coacciones,
solicitaciones menos rectas o estímulos indebidos-, lejos de ser un
atentado contra la libertad religiosa, es un homenaje a esta libertad, a
la cual se ofrece la elección de un camino que incluso los no creyentes
juzgan noble y exaltante”21.
297 "¿O puede ser un crimen contra la libertad ajena proclamar
con alegría la Buena Nueva, conocida gracias a la misericordia del
Señor? ¿O por qué únicamente la mentira y el error, la degradación y
la pornografía han de tener derecho a ser propuestas y, por desgracia,
incluso impuestas con frecuencia, por una propaganda destructiva,
difundida mediante los medios de comunicación social, por la
tolerancia legal, por el miedo de los buenos y la audacia de los malos?
Este modo respetuoso de proponer la verdad de Cristo y de su Reino,
más que un derecho es un deber del evangelizador. Y es, a la vez, un
derecho de sus hermanos recibir, a través de él, el anuncio de la
Buena Nueva de la salvación”22.
298 Hay que respetar, sin reservas ni cortapisas, la libertad del
individuo; pero ello no llega a anular la libertad del que participa como
responsable en un Cursillo. Nadie puede tomar como presión
psicológica o como recorte de libertad la proclamación del mensaje,
hecha con ardor y entusiasmo por quien, afanándose en vivir cotidiana
y plenamente el Evangelio, se siente instrumento en manos del Señor,
para que los demás lo conozcan, transmitiéndoles así el júbilo que ha
dado sentido a toda su vida.
5.- LA TECNICA METODOLOGICA EN EL CURSILLO
1.- Pedagogía y Cursillo
299 "Las técnicas de evangelización son buenas; pero ni las más
perfeccionadas podrían reemplazar la acción discreta del Espíritu. La
preparación más refinada del evangelizador no consigue nada
21
22
EN, 80.
Ibidem
115
absolutamente sin Él. Sin Él, los esquemas más elaborados sobre
bases sociológicas o psicológicas se revelan pronto desprovistos de
todo valor"23. Pero Él quiere utilizar las técnicas de los hombres en el
plan de la Redención universal, para hacer que los hombres seamos
corresponsables, a nuestra medida, en los planes salvíficos de Dios.
300 "Un Cursillo -se escribió ya en los primeros tiempos- no es
una sugestión individual o colectiva, efecto de toda una serie de
reacciones o resortes psicológicos. Ni es tampoco un sentimiento, una
emoción o un entusiasmo religioso, carente de base doctrinal. Un
Cursillo supone y exige, ante todo, una perfecta estructuración
doctrinal, una sólida base dogmática, fundamento de toda convicción
íntima y profunda, de la que brotará luego un criterio cristiano,
empapado de verdades teológicas"24.
301 Existen evidentemente en el Cursillo unas técnicas
metodológicas, que ayudan a crear un clima que facilita el encuentro
con el Señor, orillando los escollos que pudieran impedir o retardar la
llegada y aceptación del mensaje.
302 El riesgo de la técnica está en su desorbitación, en su
inflación -el tecnicismo-; su valor estriba en la subordinación de los
'recursos de la pedagogía a la acción de la Gracia. La "técnica
apostólica" sólo merece tal nombre, cuando se ajusta a su papel de
instrumento de algo superior, sin lo cual nunca se lograría el objetivo
pretendido. No podemos menospreciar o arrinconar los recursos de la
pedagogía, ni pretender acotar o dirigir los caminos de la acción
divina, ni caer en un activismo que hiciera caso omiso de lo
sobrenatural.
303 Los Cursillos de Cristiandad quedarían desvirtuados si se
prescindiera de su método propio. Sin su estrategia específica un
Cursillo podría dar quizás resultados óptimos; pero no sería un Cursillo
de Cristiandad. Hay que conjugar el valor instrumental de lo humano
con el valor causal, decisivo, de lo divino.
2.- La heterogeneidad
23
24
EN, 75.
CPSNE, 58.
116
304 El Cursillo procurará siempre la heterogeneidad, tanto en el
equipo de dirigentes como en los asistentes al Cursillo. Esta
heterogeneidad es consecuencia lógica de la finalidad próxima del
Movimiento, que intenta la vivencia de lo fundamental cristiano, común
a todos. Todos son llamados a incorporarse a la comunidad de la
única Iglesia.
305 La heterogeneidad es conjunción de la diversidad con la
pluriformidad, dentro de la evangélica coincidencia de nuestro ser
cristiano. Se trata de que, al tiempo que se proclama la solidaridad
humana y la fraternidad cristiana, se haga la experiencia entrañable de
aquello que se afirma.
306 "El Pueblo de Dios, por El elegido, es uno: un Señor, una fe,
un bautismo. Es común la dignidad de los miembros, que deriva de su
regeneración en Cristo; común la gracia de la filiación; común la
llamada a la perfección; una sola la salvación; única la esperanza, e
indivisa la caridad. No hay, de consiguiente, en Cristo y en la Iglesia
ninguna desigualdad por razón de la raza, de la nacionalidad, de la
condición social o del sexo, porque no hay judío ni griego; ni hay
siervo o libre; no hay varón ni mujer, porque todos vosotros sois uno
en Cristo Jesús"25.
307 No debemos mantener Cursillos etiquetados: para jóvenes o
para adultos, para catedráticos, para soldados o para obreros. La
heterogeneidad del Cursillo es evidente aplicación de la unidad en la
pluriformidad de la Iglesia.
3.- El clima del Cursillo
308 A la eficacia del Cursillo contribuye extraordinariamente la
creación de un ambiente y un clima apropiados, cuya creación atañe a
todo el equipo de responsables.
309 El clima, en principio, se nos presenta como algo
circunstancial y adjetivo. Es aquello que puede hacer agradable o
estridente, atractivo o hiriente el hecho de participar en una reunión.
En el caso del Cursillo, se adivina, al hablar del clima, que manejamos
25
LG, 32; Gál 3,28.
117
realidades que, aun siendo secundarias, expresan el grado de
interioridad de la circunstancia, en quienes la viven.
310 No nos referimos al clima dc oración o al clima de reflexión,
tan propios del Cursillo, sino al clima de alegría y espontaneidad, que
desemboca en la apertura, en la naturalidad, en la sinceridad, en la
amistad.
311 En el Cursillo se gradúan los medios oportunos para que
aflore este clima, procurando que brote espontáneamente, y se adapte
a la fisonomía de cada entorno. Es indudable la importancia del valor
de una distensión psicológica, que abra válvulas de escape dentro de
la vía de la normalidad.
312 Sentirse amigos y estar alegres son buenos aperitivos para
la comprensión de la amistad con Dios y de la Buena Nueva de la
Gracia. Desde el donaire al diálogo, desde el canto a la
corresponsabilidad, desde un ambiente de sinceridad a una amistad
comunitaria.
4.- Contactos personales: convivencia y diálogo
313 Entre las principales funciones de cada uno de los miembros
del equipo de un Cursillo, está su apertura a la convivencia y al diálogo
con cada uno de los cursillistas.
314 En el Cursillo se da una convivencia, en la que el dirigente
"se abre como amigo, sin querer averiguar diplomáticamente,
taimadamente, la situación espiritual del cursillista. Sólo la vía de la
amistad sincera ofrecerá válvulas para la apertura y el diálogo eficaz.
Aquí la técnica está hecha de oportunidad, de delicadeza, de tacto, de
sentido apostólico"26.
315 En el diálogo personal no se intenta solucionar los
problemas en un terreno moralizante, sino comunicar criterios eficaces
y válidos, sobre la base de la sinceridad humana y de la amistad
cristiana, para la estructuración de toda una vida -la de cada uno-, que
ha de proyectarse para mucho más lejos que la limitada duración de
un Cursillo.
26
CPSNE, 79 y 80.
118
316 En el diálogo personal la "labor de pasillo" tiene
características peculiares en cada uno de los tres días del Cursillo: en
el primero, se intenta conocer mejor al cursillista; en el segundo,
desbloquearle de sus prejuicios, adecuando a sus circunstancias
individuales la verdad proclamada; en el tercero, programar su
inserción en los ambientes propios.
317 Esta evangelización, de persona a persona, queda
canonizada en la "Evangelii Nuntiandi", sin que ello merme validez e
importancia a la proclamación colectiva. "El Señor, dice Pablo VI, la
practicó frecuentemente, como lo prueban las conversaciones con
Nicodemo, Zaqueo, la Samaritana, Simón el fariseo. ¿Hay otra forma
de comunicar el Evangelio, que no sea la de transmitir a otro la propia
experiencia de fe? La urgencia de comunicar la Buena Nueva a las
masas de los hombres no debería hacer olvidar esta forma de
anuncio, mediante la cual se llega a la conciencia personal del
hombre, y se deja en ella el influjo de una palabra, verdaderamente
extraordinaria, que recibe de otro hombre”27.
318 Y no cabe que uno invoque, para evadirse de esta tarea, su
ineptitud, su inhabilidad, sin inutilidad. La Exhortación Christifideles
Laici le contestaría que "Dios llama a cada uno en Cristo por su
nombre, propio e inconfundible". A cada fiel laico... "se ha confiado una
tarea original, insustituible e indelegable". Se trata de "un apostolado
siempre y en todas partes provechoso, y, en ciertas circunstancias, el
único apto y posible"; una forma de apostolado a través de la cual "la
irradiación del Evangelio puede hacerse extremadamente capilar...,
constante..., incisiva”28
5.- Los grupos en el Cursillo
319 Para favorecer este espíritu de convivencia y de diálogo,
fundado en la amistad, los cursillistas son distribuidos en pequeños
grupos (o decurias); en cada uno de ellos se inserta alguno de los
miembros del equipo.
27
28
EN, 46.
ChL, 28.
119
320 Dichos grupos son a manera de pequeñas comunidades.
Entre sus finalidades podrían destacarse el:
-
facilitar una convivencia más cordial y afectiva;
fijar la doctrina proclamada en cada Rollo;
abrir ventanas a la apertura y a la amistad;
iniciar la vivencia del espíritu comunitario.
El dirigente o los dirigentes son, en esos grupos, lo que la
levadura a la masa: toda ella puede quedar transformada por sólo el
contacto con el fermento.
321 Puede que los grupos, el primer día, sean sólo elementales
núcleos de trabajo; pero es probable que, al finalizar el Cursillo, se
hayan convertido en células de otras tantas comunidades de fe y de
amor.
322 Al final de cada día, se tiene una reunión conjunta de los
distintos grupos. En ella,
- se exponen los resúmenes o comentarios vivenciales sobre
los Rollos del día29;
- se convive la actitud con que cada grupo ha vivido la jornada;
- se clarifican los puntos que, en cualquiera de los Rollos del
día, hayan podido quedar incompletos o confusos;
- se facilita la apertura y la integración de los grupos,
lográndose que, en el último día reine en el Cursillo un
auténtico espíritu comunitario.
No es momento para las discrepancias, sino para la comunión.
6.- Duración del Cursillo, orden de los Rollos y horarios
323 Se estableció, desde los orígenes, que el Cursillo tenía la
duración de una noche y tres días completos. La experiencia de
29
Hay cursillos en que se aprovecha la oportunidad para presentar unos gráficos o murales en lo que se han
procurado plasmar las ideas – fuerza que más hayan impactado aquel día. De ellos, como de cualquier otro
medio, afirmaríamos que “sirven cuando no estorban”.
120
muchos años avala que éste es el tiempo necesario y suficiente para
alcanzar los objetivos generales del Cursillo.
324 Los horarios tienen su importancia para el recto desarrollo
del Cursillo. Los hombres tenemos nuestras limitaciones físicas,
psíquicas y emocionales. No se puede imponer una uniformidad en los
horarios, si bien, al confeccionarlos, se habrá de dejar lugar para los
tiempos libres, los diálogos personales y las horas necesarias para el
descanso.
325 Ofrecemos el siguiente orden en las Meditaciones, Rollos y
celebraciones:
Primera noche:
-
ROLLO PRELIMINAR
RETIRO, que consta de
Meditación: CONOCETE A TI MISMO
Meditación: EL PADRE MISERICORDIOSO
Primer día: PROCLAMACIÓN
-
Meditación: LAS TRES MIRADAS
Rollo: IDEAL
Rollo: GRACIA
Rollo: LOS LAICOS EN LA IGLESIA
Rollo: FE
Rollo: PIEDAD
Intervención del Coordinador, centrando el día
Celebración de la EUCARISTÍA
Reunión conjunta de los grupos
Oraciones de la noche
Segundo día: DESARROLLO DE LA VIDA CRISTIANA
- Meditación: LA FIGURA DE CRISTO
- Rollo: FORMACION30
30
En general, se designan los distintos Rollos con los nombres con que tradicionalmente se han conocido.
Algunos títulos se han modificado. Son muchos los Secretariados que optan por la nomenclatura utilizada
aquí. Creemos que no debemos poner demasiado énfasis sobre este tema, ya que el título de los Rollos se
estima algo accidental dentro de la estructura dinámica del Cursillo.
121
-
Rollo: SACRAMENTOS
Rollo: ACCION
Rollo: OBST ACULOS A LA VIDA DE GRACIA
Rollo: DIRIGENTES
Intervención del Coordinador, centrando el día
Celebración de la EUCARISTIA
Reunión conjunta de los grupos
Oraciones de la noche.
Tercer día: PROYECCION HACIA EL HOMBRE Y EL MUNDO
- Meditación: EL MENSAJE DE CRISTO
- Rollo: ESTUDIO Y ANIMACION CRISTIANA DE LOS
AMBIENTES
- Rollo: VIDA CRISTIANA
- Rollo: COMUNIDAD CRISTIANA
- Rollo: GRUPO Y ULTREYA
- Reuniones de Grupos
- Celebración de la EUCARISTIA - CLAUSURA.
7.- La oración en el Cursillo
326 a) Al Cursillo podría aplicársele una frase de Pablo VI: La
Iglesia es una sociedad de oración. Le es esencial a la Iglesia una
actitud de oración. ¿ Qué sería de la Iglesia sin ella? En la órbita de
Cursillos ha tenido fortuna aquella frase: "Hablar a Dios de los
hombres, antes de hablar a éstos de Dios". La oración es el medio
principal, de orden sobrenatural, sobre el que descansa el éxito del
Cursillo. Ora intensamente la comunidad cristiana o parte de ella,
antes y durante el Cursillo; oran, desde el momento de su designación,
los dirigentes del equipo, acudiendo en todo momento a la oración,
para resolver sobre la marcha, los problemas y dificultades que vayan
surgiendo.
327 Frente a tendencias horizontalistas y desacralizadoras, las
gentes del Cursillo
- tienen -deben tener- fe en la oración;
- creen -deben creer- en el poder insustituible de la oración;
- saben -deben saber- que de ella depende la eficacia para la
conversión, que Dios da a los que la piden.
122
El equipo de dirigentes enseña a rezar, rezando.
328 b) Y -lo que es más importante- cada responsable y todo el
equipo oran porque sienten necesidad de la oración antes, durante y
después del Cursillo. Desde antes del Cursillo, el equipo es una
comunidad de oración y, poco a poco ya medida que se va
desarrollando el Cursillo, también éste se transforma en una
comunidad de oración. Normalmente, al comienzo, ese pequeño grupo
de oración está formado sólo por el equipo de responsables; pero el
testimonio del equipo y la doctrina proclamada harán que aquella
comunidad crezca hasta integrar a todos los cursillistas.
329 c) A pesar de que la oración en común tiene la eficacia
especial prometida por Cristo, debe quedar claro, -ha dicho Pablo VIque el sentimiento religioso puede flaquear por falta de dos
características indispensables en la oración: la interioridad y la
individualidad. Hay que intensificar la oración personal, interiorizada.
La oración individual evitará la práctica puramente formal y el posible
ritualismo exterior de la oración colectiva. "Cuando tú vayas a rezar,
entra en tu cuarto, cierra la puerta, y reza a tu Padre, que está en lo
escondido, y tu Padre que ve en lo escondido, te lo pagará" (Mt 6,6).
330 d) Cada día del Cursillo se inicia con las oraciones
comunitarias de la mañana, ofreciendo al Señor el día que se estrena.
331 e) A partir del Rollo de Sacramentos, el centro del Cursillo
se traslada al Sagrario. Se procurará que se hagan frecuentes visitas
al Señor; espontáneas y vivenciales, individualmente y por grupos. Se
intentará, sin ningún género de coacciones, que los cursillistas,
siguiendo el ejemplo de los dirigentes, "se atrevan" a hablar
confidencialmente con Cristo. En torno al Sagrario, el Cursillo llega a
adquirir su dimensión específica. Desde allí el cursillista se sentirá
impulsado a hacer, particular y colectivamente, "otro tanto", dialogando
y confiando sus cosas al Señor. Y, poco a poco, el Cursillo se irá
transformando en auténtica comunidad de oración. Estas visitas:
-
ayudan a la integración de unos con otros;
unen los corazones en un mismo afán;
fomentan la verdadera amistad cristiana;
fraguan comunidad al hacer propio el problema del hermano;
123
- hacen tomar conciencia de nuestra cercanía a Cristo, y del
espíritu que va aflorando a la superficie del Cursillo.
332 f) Las oraciones de la noche, a los pies del Señor, pondrán
fin a cada jornada. En ellas conviene insertar un breve examen de
conciencia, que puede versar, por vía del ejemplo, sobre las actitudes
de los participantes en el Cursillo ante la exposición de la Meditación y
de los distintos Rollos del día.
333 g) Además, el Cursillo se apuntala sobre una comunidad o
unas comunidades orantes que, fuera del Cursillo y a distancia,
sienten la responsabilidad de las palabras de Pío XII en la Encíclica
sobre el Cuerpo Místico: "Misterio verdaderamente tremendo y que
jamás se meditará bastante: que la salvación de muchos depende de
las oraciones y voluntarias mortificaciones de los miembros del Cuerpo
Místico dc Jesucristo". Las oraciones y sacrificios a favor del Cursillo
que, en el estilo cursillista, se conocen con la denominación gráfica de
"intendencias” (o "palancas"), son decisivas para su éxito espiritual31.
334 h) Es positivo que se comunique a los cursillistas la
presencia espiritual de estas comunidades orantes, dando como
normal que los hermanos oren y se sacrifiquen por los hermanos,
aunque no los conozcan, al saber, por experiencia propia, la
trascendencia de esta actitud en orden a la conversión. Tales
comunidades, dentro del misterio de la Comunión de los Santos,
vienen a ser un testimonio de la posibilidad y de la trascendencia de
nuestro cristianismo en cualquier rincón de la tierra y de que Dios
sigue haciéndose presente en la historia a través de núcleos de
personas que viven el Evangelio y se desviven por un mundo mejor32.
8.- La celebración del Sacramento de la Penitencia
335 a) Es natural que, principalmente después del Rollo de
"Sacramentos", se prevean tiempos para la reflexión, a fin de que los
cursillistas que lo deseen, puedan acercarse responsablemente al
Sacramento de la Penitencia. "Sería insensato, además de
31
MD, 50-55.
El rezo del Vía – Crucis en la primera noche dependerá del lugar y de las personas que participen en el
Cursillo. Convendrá reflexionar sobre las circunstancias del lugar y la formación espiritual de los
participantes, para decidir sobre la oportunidad de una devoción ciertamente edificante, en aquel
momento.
32
124
presuntuoso, querer prescindir arbitrariamente de los instrumentos de
Gracia y de salvación que el Señor ha dispuesto, y, en su caso
específico, pretender recibir el perdón prescindiendo del sacramento
instituido por Cristo, precisamente para el perdón"33.
336 b) Nosotros podemos y debemos planificar la proclamación
del mensaje, sin excluir de él el Sacramento de la alegría y la alianza;
pero la hora de la conversión viene señalada por la Gracia de Dios y la
libre voluntad del hombre, que habremos de respetar cuidadosamente.
Es este respeto a la libertad del otro, rectamente entendida, lo que nos
mueve a reconocer que cada cursillista ha de acercarse al Sacramento
de la Penitencia cuando así lo desee. A nosotros incumbirá rezar con
fe, esperar con confianza y alentar con discreción, invitando,
animando, presentando la propia experiencia34.
9.- Las celebraciones de la Eucaristía
337 a) La Eucaristía es "Sacramento de piedad, signo de unidad,
vínculo de caridad, banquete pascual”35, "fuente de vida de la Iglesia, a
la cual hace vivir y crecer", "fuente y cima de toda la vida cristiana”36.
338 b) La Eucaristía es el centro de la vida durante los tres días
del Cursillo; todo en él tiende a crear en los cursillistas conciencia de
que luego, en el "cuarto día", la Eucaristía deberá seguir siendo el
centro de su vida, su encuentro con el Señor, el encuentro en la
comunidad de los hermanos. Las celebraciones eucarísticas deben ser
diarias y diligentemente preparadas, a fin de que sean intensamente
vividas37.
10.- La devoción a la Madre
339 a) La Virgen fue quien apuntaló, desde sus mismos
orígenes, el MCC. No es extraño que sintamos por Ella -Madre del
Redentor, Madre de la Iglesia, "signo de esperanza cierta y de
33
RP, 31,1.
RP, 32.
35
SC, 47.
36
LG, 26.
37
La celebración de la Eucaristía en cada uno de los tres días del Cursillo se acomodará, dentro del horario,
alas circunstancias de cada lugar.
34
125
consuelo para el peregrinante Pueblo de Dios"38- singularísima
devoción.
340 b) Es verdad que en el Cursillo no se le dedica ningún Rollo;
pero también es cierto que durante todo el Cursillo ella va emergiendo
en no pocos de los Rollos, en muchos actos de oración -entre ellos el
Rosario- y en todos los momentos decisivos del Cursillo.
341 c) Siguiendo la exhortación del Vaticano II, el Cursillo se
abstiene "tanto de toda falsa exageración cuanto de una excesiva
mezquindad de alma al tratar de la singular dignidad de la Madre de
Dios". Sabe que "los oficios y los privilegios de la Santísima Virgen
siempre tienen por fin a Cristo, origen de toda verdad, santidad y
piedad". Y recuerda "que la verdadera devoción no consiste ni en un
sentimentalismo estéril y transitorio ni en una vana credulidad, sino
que procede de la fe auténtica, que nos induce a reconocer la
excelencia de la Madre de Dios y nos impulsa a un amor filial hacia
nuestra Madre”39.
342 11. La "Guía del Peregrino"
En un ambiente de oración, no sólo individual sino también
comunitaria, no sería pedagógico vernos privados de una publicación
que contenga algunas fórmulas de plegarias, que puedan ser recitadas
conjuntamente en el Cursillo, y para que, después del Cursillo, tanto
para la oración particular como para los actos colectivos, puedan
encauzar momentos de oración.
343 12. La "Hoja de Compromiso"
Nuestra actitud ante el Señor, en el constante encuentro con los
hermanos se concreta en un compromiso de honor con Él, según las
posibilidades, la vocación y los carismas de cada uno, a base de
utilizar los medios concretos para hacer realidad, día tras día, el ideal
jubiloso de nuestro hacer cristiano. Dentro de esta finalidad se inserta
la "Hoja de compromiso".
38
39
LG, 68.
LG, 67.
126
13. La Clausura del Cursillo
344 a) La Clausura es un acto de gozo íntimo y de servicio a la
Iglesia, en la que la comunidad orante del Cursillo se reúne con los
nuevos hermanos, para compartir una experiencia común -el misterio
de comunión en Cristo- y el particular compromiso ante el mundo. Los
"nuevos" detectan los pasos del caminar de quienes apuntalaron su
"aventura"; los veteranos se asombran otra vez al ver "las cosas
mayores" que ha ido obrando el Señor.
345 b) Son cometidos propios de la Clausura:
- ofrecer a los nuevos cursillistas la oportunidad de dar su
primer testimonio de disposición al cambio;
- presentarles el testimonio vivo y esperanzado de una
comunidad cristiana;
- facilitar el primer contacto con el mañana, aumentando la
ilusión, la entrega, el amor, ante el futuro que se abre en sus
vidas;
- servir de estímulo renovador para todos los participantes;
- dar un sentido eclesial a todo el Cursillo, en el encuentro
jubiloso con los hermanos.
6.- LA PROCLAMACION
TEOLOGICO DEL CURSILLO
DEL
MENSAJE:
NERVIO
1.- Las características de la proclamación kerygmática en el
Cursillo
346 a) Un Cursillo es principalmente, la proclamación de una
doctrina. Supone y exige, por tanto, una estructuración, una sólida
base dogmática, de la que luego brotarán criterios que descenderán a
la realidad de la vida.
347 b) Las distintas proclamaciones que se hacen en el Cursillo,
han recibido, desde los comienzos del Movimiento, el nombre popular
y coloquial de "Rollos", palabra intencionadamente escogida para
evitar el regusto académico de una conferencia o de una lección.
Aunque los Rollos no lo son todo en el Cursillo, constituyen una de sus
127
piezas esenciales: en ellos está contenido el cuerpo doctrinal del
Cursillo, que fundamenta el fondo y el estilo de nuestra espiritualidad
cristiana; son el cauce para el logro recto, consciente y convencido de
lo esencial: la vivencia.
348 c) Las varias proclamaciones del Cursillo deben reunir
determinadas connotaciones, que pueden hallarse desparramadas en
el capítulo, y que resumimos conjuntamente aquí:
- Los Rollos deben ser la proclamación no de una verdad
académica y especulativa, sino de una verdad operante, dinámica, que
se vive o se intenta vivir esforzadamente. Es el llamamiento a "un
nuevo sistema de vida";
349 - los Rollos deberán presentar la verdad de forma encarnada
en las personas y circunstancias concretas en que se realiza el
Cursillo, a fin de facilitar una respuesta de cambio; de ahí que toda
proclamación, deba hacerse no por "profesionales", sino por aquellos
que, de una u otra forma, han respondido a la llamada del Señor
Jesús;
350 - la proclamación del mensaje debe hacerse en tono
jubiloso, impregnado de fe viva, de optimismo, de esperanza, como
corresponde a quienes sienten la presencia interpelativa del señorío
de Jesús;
351 - habrá de despertar una opción totalizante: el espíritu del
Evangelio debe impregnar todas las dimensiones de la vida; sin
embargo, no se trata de vaciar en cada Rollo toda la doctrina cristiana,
sino de exponer lo esencial pata provocar el encuentro personal con
Cristo;
352 - desdicen de cuanto llevamos afirmado, tanto las falsas
humildades como las petulancias que desvían la intencionalidad del
Cursillo; en todo Rollo habrá de resplandecer la sencillez, la
naturalidad, la autenticidad de una vida que, teniendo la audacia de
ser vivida siente el santo rubor de ser expuesta ante los demás;
353 - al exponer el testimonio de las vivencias, se tendrá en
cuenta que se incluyan preferentemente las comunitarias, eligiendo
128
entre éstas las marcadamente temporales, que se dan en la vida
ordinaria de un laico comprometido;
354 - los Rollos pueden y deben mantenerse en una postura
vigilante de revisión, aunque respetando cuidadosamente la fidelidad
al carisma fundacional y al cuerpo de doctrina que en cada momento
se revela. Esta posible revisión no debe efectuarse arbitraria e
independientemente, sino de forma reflexiva, responsable y
coordinada, "con temor y temblor" (1 Cor 2,3).
2.- Las fases del Cursillo
355 a) El proceso metodológico del Cursillo supone unas fases
concretas, que se habrán de mantener, a fin de conformar nuestros
esfuerzos a los postulados que una larga experiencia estima
recomendables, derivados de la teología, de la psicología y de la
pedagogía.
356 b) Cada uno de los Rollos y momentos del cursillo tiene su
objetivo específico, cuya trascendencia no se notará hasta que,
concluido el Cursillo, se alcance la finalidad propia del mismo.
357 e) Los diferentes temas que se exponen en el Cursillo están
engarzados dentro de unas fases prácticas, de forma que el Cursillo
constituye una verdadera creación pedagógica, una obra de arte,
como una pieza musical que, con una armonía de fondo, va
sorprendiendo y desarrollando la canción que da al hombre el sentido
y la alegría de Jesús. Por eso, interesa conocer la concatenación, las
fases del Cursillo.
358 A pesar de ello, en el Cursillo no se dan esas fases de forma
inalterable y rígida. Entre otras razones, porque no se pueden señalar
horas a la Gracia de Dios ya las libres opciones de los hombres.
359 d) Con esta salvedad, podemos distinguir, en el Cursillo,
cuatro pasos distintos; en cada uno de ellos se puede adivinar aquel
objetivo último, con que Jesús inicia la predicación de su mensaje:
"Convertíos y creed en el Evangelio" (Mc 1,15):
a)
el "Retiro" introductorio, en la primera noche y principio
del primer día;
129
b)
c)
d)
e)
la proclamación básica de la fe cristiana, que se ofrece
a lo largo del primer día;
el desarrollo de la vida cristiana, objetivo del segundo
día, y
la proyección de esta vivencia cristiana hacia el hombre
y el mundo, en torno al cual se centra el tercer día.
La conversión es el objetivo de todos y cada uno de los
momentos y fases del Cursillo; la conversión no puede
ser programada, pues es Gracia y libertad entrelazadas:
no podemos fijar tiempos a la acción de Dios, si bien
repetimos que todo el Cursillo -no sólo alguna de sus
fases- se ordena a la conversión.
3.- El "Retiro" o pasos de preparación
360 a) Antes de hablar del "Retiro", debemos hacer referencia al
ROLLO INICIAL, que, es una charla de recibimiento cordial y sincero a
los cursillistas; a un tiempo es el saludo de bienvenida del Coordinador
y la apertura del Cursillo, especificando qué es, para qué es, para
quiénes es, y cómo se dará el Cursillo. Los objetivos del Rollo son:
1) despertar el interés por el Cursillo;
2) aminorar, en cuanto se pueda, las tensiones
psicológicas propias de aquellos momentos;
3) colmar la curiosidad ante lo desconocido que se va a
vivir; y
4) procurar una colaboración amigable a algo que puede
ser definitivo en las vidas de los participantes.
361 b) EL RETIRO, que se debe desarrollar dentro de un clima
de silencio, que ayude a una concentración interior, esta compuesto
esencialmente por tres elementos, en forma de Meditaciones. Las dos
primeras se exponen en la primera noche del Cursillo; la tercera, en la
mañana siguiente.
362 c) CONOCETE A TI MISMO. Con la primera Meditación se
inicia el itinerario pedagógico del Cursillo. Su objetivo es despertar la
conciencia del cursillista, a base de una parada, en la que pueda
analizar su ayer. Es una llamada a la autenticidad reflexiva y sincera.
Tiene que evitar un sentido moralizante. Se trata de que el cursillista
130
se enfrente a su propia realidad, tan distinta y distante de lo que
pretende aparentar ante los demás, para iniciar una apertura hacia
una posibilidad de cambio. Habrán de evitarse los tonos dramáticos
que quemarían etapas, al pretender lograr más de lo que, en aquellos
instantes es lógico esperar.
363 d) EL PADRE MISERICORDIOSO. La segunda Meditación
quiere iluminar de esperanza las inquietudes que haya podido suscitar
la meditación anterior. Después de la presentación cruda de uno
mismo, es interesante hacer la presentación de Dios.
364 Se habrán de desmontar las posibles falsas imágenes, que
cada uno se haya forjado de un Dios a su manera, para mostrarle a
base de la parábola evangélica; como Padre ansioso que está a la
espera de introducirnos en su casa, de hacer fiesta por nuestro
retorno; olvidándose de todo, nos trata como a hijos. Es el retrato del
corazón de Dios, "rico en misericordia".
365 Se habrá de evitar desenfoques, ante las posibles
disgresiones sobre la vida irregular del hijo pródigo o las
mezquindades del hijo mayor, estas disgresiones -en sí interesantespodrían distraer, en aquel momento, de la concentración sobre el
objetivo principal de la Meditación: Dios es Padre que ama, que
espera, que acoge..., que festeja la llegada del hijo que vuelve.
366 e) LAS TRES MIRADAS. La mañana del primer día del
Cursillo se abre con la tercera Meditación: LAS TRES MIRADAS. Dios
Padre se ha acercado a nosotros; este encuentro deberá
transparentarse en todas las proclamaciones de este día: "Quien me
ve a Mí, dice Jesús, ve al Padre". De esta afirmación cabe deducir
que, como mira Jesús, mira el Padre. Mirar es fijar deliberadamente la
vista. En el mirar hay una intención que, en el caso de la mirada de
Jesús, es un designio de amor.
367 "Las tres miradas" añaden a la proclamación del amor de
Dios la constatación de que el hombre puede libremente rechazarlo:
es el riesgo que dimana del misterio de la Gracia y la libertad. Por eso
se descubren tres distintas posturas, adoptadas en otras tantas
escenas evangélicas, a través de tres distintas miradas de Jesús: al
joven rico, encadenado a sus conveniencias; a Judas, víctima de sus
131
ideologías; a Pedro, confiado en sus suficiencias. El cursillista se ve
invitado a definir su actitud ante el Cristo que le mira, al tener que
preguntarse cómo le ve ahora.
368 Es una meditación que completa las dos anteriores, y enfoca
la respuesta a las proclamaciones que se harán a lo largo de la
jornada. Su objetivo es iluminar todo el día con la persona de Jesús,
que está mirando, desde tres posibles vertientes, según la
disponibilidad respecto a Él: su mirada responde a la de cada uno. Lo
importante es destacar las infinitas distancias de cada uno entre la
actitud de Cristo y la de cualquiera de los hombres, incluso la de los
cualificados como "buenos", aquí representados por el hijo mayor.
4.- Los pasos de la proclamación
369 a) IDEAL. El primer Rollo, sobre el IDEAL, contiene la
proclamación de la grandeza del hombre. Su objetivo es concienciar al
cursillista sobre su realidad de persona humana, y despertar el deseo
de un ideal "de altura " con el que dará sentido digno a su vida. Un
ideal de altura centra, libera, realiza, dignifica, ilumina, alienta al
hombre. Sin un ideal el hombre se siente insatisfecho, frustrado, vacío,
todo a su alrededor cruje y se tambalea40. El hombre busca su
felicidad en falsos valores que, lejos de saciar sus ansias, abren en él
nuevos deseos insaciables, que le provocan un sentido de frustración
y una realidad de esclavitud. Necesita un ideal que le realice en
plenitud.
370 El Rollo no ofrece una estricta antropología cristiana; trata
sólo del hombre en su condición natural, aunque abierto a lo
trascendente. Sin embargo, la experiencia constata que no sólo se
abre camino a la proclamación de la Gracia, sino que, además, se
evita una desnaturalización de la persona humana. El Rollo es una
llamada a ser hombre, modo supremo de nuestro encuentro con Él. Es
la proclamación del amor de Dios y su deseo de comunicarse al
hombre.
371 b) LA GRACIA. La siguiente proclamación se centra en la
dignidad del hombre cristiano. En el Rollo sobre LA GRACIA, que
40
GS, 5-8.
132
caracteriza todo el Cursillo, se subraya la autodonación de Dios al
hombre, medio supremo de nuestro encuentro con Él. Es la
proclamación del amor de Dios y su deseo de comunicarse al hombre.
372 Son objetivos del Rollo sentar los cimientos de la vivencia de
lo fundamental cristiano; señalar que la Gracia nos abre al encuentro
con Dios y los hermanos, en un mundo nuevo, de realidades
insospechadas, en el que sólo Dios puede llenar el vacío del alma.
Dios es Alguien cercano, que irrumpe en la vida del hombre, hecho
hijo del Padre, hermano de Jesucristo, templo del Espíritu Santo, en
vida comunitaria con todos los hombres hermanos. Sólo Dios puede
llenar el vacío del alma del hombre. Podemos caminar orgullosos,
confiados, porque Dios -su Gracia- vive en nosotros, dinamizándolo
todo.
373 La imagen del agua -bíblica cien por cien- ayuda a explicar
analógicamente muchos aspectos de esta "invasión" de Dios en
nosotros. La imagen –como toda imagen- tiene el riesgo de entender
la Gracia como "una cosa", que se da y se quita; pero el riesgo se
evita insistiendo en que, siendo una realidad espiritual, la Gracia es
encuentro vital con Dios, es presencia de Dios, que colma nuestros
más profundos anhelos de superación. El Rollo es una llamada a ser
hombre cristiano.
374 c) LOS LAICOS EN LA IGLESIA. La tercera proclamación se
hace en el Rollo de LOS LAICOS EN LA IGLESIA. En él se confirma la
llamada a ser hombre cristiano, ahora dentro de esta comunidad: que
es la Iglesia.
375 Los objetivos que se intentan son: 1) acercarnos al "misterio
de la Iglesia" para tomar conciencia, amorosa y comprometida, de ser
Iglesia, miembros vivos y operantes de la misma; ello conlleva un
sentido de corresponsabilidad comunitaria; 2) mostrar nuevamente el
amor de Dios, al no dejarnos aislados y solitarios, sino integrados en la
asamblea de sus hijos; 3) anticipar los fundamentos teológicos de la
función del laico dentro de la misión de la Iglesia.
376 El campo propio de laico, colocado en el corazón del mundo
y a la guía de las tareas temporales, es el mundo vasto y complejo de
la familia, del trabajo, del sufrimiento, de la política, de lo social, de la
133
economía, de la cultura en general (Cf. EN, 70).
377 La doctrina del Concilio recoge diversas imágenes de la
Iglesia; entre ellas se desarrollan dos: 1) la de Pueblo de Dios, al que
Dios convoca, asiste y marca un destino: una imagen que ayuda
principalmente a comprender el sentido peregrinante de la vida
cristiana y el dinamismo de la Iglesia en la historia; 2) la de Cuerpo
Místico de Cristo, que expresa la participación del cristiano en la vida
del "Cristo total", y la solidaridad en la fraternidad de todos los
miembros, vitalizados por Cristo, Cabeza de este Cuerpo. Esta imagen
del Cuerpo Místico ha sido fundamental en el origen e historia de
Cursillos, y no ha perdido su fuerza de revelación.
378 Se trata de un aspecto de la "radical novedad cristiana", de
que habla Juan Pablo II en su Exhortación sobre el laicado41: "En
virtud de la Gracia, los cristianos viven la Comunión de los Santos: son
sarmientos radicados en Cristo, la verdadera vid, convertidos por Él en
una realidad viva y vivificante que los transforma, por la Gracia del
Espíritu, en "hombres nuevos". La imagen de la vid y los sarmientos"
da luz no sólo para comprender la profunda intimidad de los discípulos
con Jesús, sino también la comunión vital de los discípulos entre sí:
todos son sarmientos de la única vid42.
379 d) FE. ¿Qué le exige al cursillista esta maravilla del Plan de
Dios, expuesto en las tres proclamaciones del día? La respuesta se da
en un monosílabo: FE; la aceptación del plan de Dios. Al Dios que
ofrece su autodonación al hombre en virtud de la Gracia merecida por
Jesucristo en el seno de la Iglesia, el hombre responde como una
aceptación total, confiada, gozosa, en la que no sólo se incluye el
asentimiento de la inteligencia a la revelación de Dios, sino también la
adhesión vital, el seguimiento de Cristo, el compartir su causa y su
suerte.
380 Hay que sintonizar la Gracia de Dios con la libertad del
hombre. Aunque Dios sale al encuentro del hombre, no se llega al
abrazo, si el hombre no sale al encuentro de Dios. Se hace precisa la
humildad. Se hace precisa la oración, fundamentada en el encuentro y
trato y amistad con Dios, con el Cristo amigo. En virtud de la
41
42
ChL, 10-12
ChL, 12.
134
Comunión de los Santos, la oración de los hermanos -lo que
coloquialmente llamamos "intendencia" o "palanca"- puede despertar y
avivar nuestra vida de fe. La aventura cristiana es lo más fascinante
que se puede vivir: todos con todos; todos para todos.
381 Objetivo de este Rollo, es la convicción jubilosa de la
posibilidad de la vida de Gracia, que impregna toda la vida del
creyente. "Ya comáis, ya bebáis, o hagáis cualquier cosa, hacedlo
todo para gloria de Dios" (1 Cor 10,31).
382 Con este Rollo se concluyen las tres grandes
proclamaciones del día: la llamada a ser hombre ("Ideal"), la llamada a
ser hombre cristiano ("Gracia"), y la llamada a ser hombre cristiano en
una comunidad ( “Iglesia”).
5.- La fase de desarrollo de la vida cristiana
383 a) PIEDAD. El mensaje del primer día del Cursillo se
concluye con el Rollo de PIEDAD. Con él se pueden desvanecer
posibles bloqueos y abrir caminos, que sólo serán nuevos porque se
verán como posibles.
384 Objetivos propios de este Rollo son: 1) deshacer erróneas
concepciones sobre la vida cristiana; 2) proclamar que la Gracia debe
vivirse de un modo consciente, creciente y compartido, dentro de la vía
de la normalidad; 3) fundamentar el "nuevo" sistema de vida, sobre el
mandamiento del amor; 4) procurar que el cursillista perciba que la
santidad es asequible a todos.
385 El cursillista se ve en el trance de ir tomando una opción, y
seguramente no llega a adivinar la forma de lograr el cambio que debe
operarse en su vida: la descripción de las falsas posturas de la piedad,
que no puede ser
- ni un individualismo egoísta, para "salvarse de algo";
- ni un formulismo rutinario para cubrir las apariencias de una
vida interior que no existe;
- ni un fariseísmo hipócrita de quien se sirve de la religión para
fines bastardos;
135
ayudará a clarificar ideas y a apuntalar posturas.
386 La auténtica vida de Piedad es la fe llevada coherentemente
a sus últimas consecuencias, impulsada por el Amor que Jesús
proclamó en su mandamiento nuevo. "La fe sin obras es de suyo
muerta" (Sant 2,17). El asentimiento de la mente que acepta a Dios,
debe desparramarse sobre todos los comportamientos del creyente:
"Todo cuanto hagáis, de palabra o de obra, hacedlo en el nombre de
Jesús" (Col 3,17). La vida como hijos del Padre.
387 "Ante la mirada iluminada por la fe, dice Juan Pablo II, se
descubre un grandioso panorama: hombres y mujeres que,
precisamente en la vida y actividades de cada jornada, son los obreros
incansables que trabajan en la Viña del Señor; son los humildes y
grandes artífices... del crecimiento del Reino de Dios en la Historia43.
388 Este Rollo supone, de forma especial, el testimonio personal
de quien puede mostrar, con su vida, que la proclamación, que se ha
hecho a lo largo del día, no es pura fantasía, sino algo asequible a
todos: "todo lo puedo en Aquél que me conforta" (Flp 4,13).
389 b) LA FIGURA DE CRISTO. La Meditación de la mañana del
segundo día nos presenta LA FIGURA DE CRISTO. A estas alturas, el
cursillista está vislumbrando que aquel "ideal de altura", de que se le
habló en el primer Rollo, habrá de centrarlo en el Dios que nos salva
por Jesucristo, aquél que vino a darnos la Vida en abundancia (Jn
10,10), el Agua que sacia nuestra sed hasta la Vida eterna (Jn 4,1314).
390 Es lógico que dejemos que se nos pregunte: ¿Quién dicen
los hombres que soy Yo? ¿Quién dices que es Él para ti? Cristo es
- perfecto hombre, con todas las propiedades y limitaciones de
un hombre, menos en el pecado;
- perfecto Dios, con todos los atributos y prerrogativas de un
Dios que se coloca al servicio del hombre;
- el gran liberador, pues ha venido a comprometerse con cada
uno de nosotros. Por ser hombre, sabe comprenderme; por
43
ChL, 17.
136
ser Dios, tiene poder para remediar mis males; por ser
liberador, Él acompaña todos mis pasos.
391 "El misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del
Verbo Encarnado"44. "La única orientación del espíritu, la única
dirección del entendimiento, de la voluntad, del corazón es para
nosotros ésta: ¡Hacia Cristo, Redentor del hombre; hacia Cristo,
Redentor del mundo! Hacia Él queremos mirar nosotros, porque sólo
en Él, Hijo de Dios, hay salvación, renovando la afirmación de Pedro:
"Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna Jn
6,68)"45.
392 Objetivos de esta Meditación son: 1) que el cursillista
perciba que Jesús es el Dios a nuestro alcance de hombres; 2) que se
despierte en él -o se profundice- el deseo de conocer a Cristo y su
mensaje; 3) que valore lo que nos ha aportado Cristo con su vida, su
muerte y su resurrección; 4) que quiera seguirlo como Maestro, como
Amigo: Él sigue presente dinámicamente entre nosotros.
393 c) FORMACION. Es un Rollo que intenta impulsar al
cursillista a conocerse más ampliamente, a conocer a Dios y al mundo
cambiante en que se mueve pero no con un mero conocimiento
cerebral, sino con un conocimiento dinámico, que abarque toda su
vida: es un Rollo que se encamina a la conversión.
394 Para esos logros, se utiliza una frase feliz de Pablo VI en la I
Ultreya Mundial en Roma: al formarse, el cristiano, reforma los criterios
que sustenta, conforma su vida según el modelo de Cristo, y
transforma, actuando con plena responsabilidad, las estructuras
temporales en que está inmerso46.
395 Es todo el hombre el que debe formarse: "hasta que Cristo
se forme en él" (Gál 4,19). Por la formación se logra el cambio –la
conversión- de todo el hombre. El Rollo expone las distintas fuentes de
formación, desde la contemplación de la naturaleza a la escucha de la
Palabra de Dios, interpretada por el Magisterio de la Iglesia. La
formación nos hará "firmes en lo esencial y humildemente felices en la
44
GS, 22.
RH, 7.
46
Pablo VI, 20-5-1966.
45
137
fe”47.
396 d) SACRAMENTOS. Sigue luego el Rollo de Sacramentos.
Sus objetivos son: 1) despertar al cursillista a la riqueza de la vida
sacramental; 2) descubrir los Sacramentos como signos del amor de
Dios, como encuentros personales con Cristo; 3) apreciar el valor
específico de cada Sacramento; 4) disponer al cristiano para una
vivencia completa de fe, hacia Dios y hacia los hombres, que subyace
en cada Sacramento48.
397 El Rollo describe los Sacramentos como signos eficaces,
que Jesús brinda a su Iglesia, y como nutrición de la fe y de la vida, de
forma que la persona que recibe el Sacramento se vaya
transformando en sacramento, es decir, en signo e instrumento de
Dios para la edificación de la Iglesia, el gran Sacramento de salvación.
Así se evita que el tema derive hacia un posible aislamiento pietista, o
caiga en el peligro de la cosificación y del ritualismo.
398 El Rollo perdería gran parte de su eficacia, si no se ofreciera
una descripción de cada uno de los Sacramentos. Por eso el Rollo no
puede ser breve; sin embargo, hay que prever la tentación de
detenemos en una catequesis más o menos dilatada, en la que se
diluya su carácter vivencial. Para atender a esta necesidad
catequética, el cursillista contará durante el Cursillo con los contactos
personales con los dirigentes del mismo y, después de él, con los
distintos medios de formación, de que se habrá hablado en el Rollo
correspondiente.
399 e) ACCION. El Rollo de ACCION completa el esquema
básico del desarrollo de la fe. Un desarrollo que se hiciera en círculo
cerrado sería un cierto género de egoísmo, arropado bajo la pantalla
de piedad. Si la acción es connatural al hombre, la acción cristiana
debe ser connatural al hombre cristiano: es cuestión, por tanto, de ser
o no ser; de ser o no ser cristiano. Se quiere que éste no se conforme
con "hacer de cristiano", sino que su ser cristiano lleve necesariamente
a un "hacer cristiano".
47
48
CT, 61; ChL, 10-12.
ChL, 12.
138
400 El objetivo de este Rollo es evitar que el cursillista viva
pasivamente su vida de fe; la fe le cierra a todo pasivismo; es preciso
que se abra a los hombres, para hablarles, con el testimonio de la
palabra y el testimonio de toda su vida, de su experiencia de Dios.
Todo en él debe ser, en cualquier momento y situación, transparencia
de Cristo. Todo su ser y su obrar tiene influencias sobre su entorno.
401 El actuar cristiano es una dimensión constitutiva del
creyente, realizada en clave de amor, dentro de las estructuras en que
Dios lo ha colocado: con sensatez, con audacia y con esperanza; con
valor, con tenacidad, con espíritu de sacrificio. La acción cristiana
deriva de la misma naturaleza del ser cristiano; es la realización de las
exigencias del bautismo y de la confirmación49. Sin nuestra acción
apostólica, en los designios de Dios, Cristo no sería solución para el
hombre; Él ha querido contar con nosotros. De nosotros, conjuntados
a Cristo, puede depender la salvación de muchos.
402 f) EL PECADO, OBSTACULO A LA VIDA DE GRACIA.
Contrastando con los tres primeros Rollos del día, llega el de EL
PECADO, OBSTACULO A LA VIDA DE GRACIA: el hombre puede
bloquear los designios de Dios. Dios le ha hecho libre, y el hombre
puede estropear todo su plan.
403 Se intenta -éstos son los objetivos del Rollo-: 1) concienciar
al cursillista sobre la existencia y trascendencia del pecado; 2) abrirle
el alma a la luz del perdón; 3) profundizar en él la actitud necesaria
para una auténtica reconciliación, expresión de su voluntad de
conversión. Estamos asistiendo a la pérdida del sentido de pecado,
provocada por la pérdida de los valores religiosos y éticos; sin
embargo, el pecado
- trunca el equilibrio interior del hombre;
- es actitud de oposición al Reino que Cristo ha venido a
implantar para la felicidad del hombre;
- es frustración de la voluntad de un Dios que quiere que todos
los hombres se salven;
- es una herida producida en el Cuerpo Místico de Cristo,
predestinado a la santidad;
- es la destrucción de la fraternidad de los hombres, que está
49
AA, 2-3.
139
en el mismo núcleo del plan de Dios;
- por él "vivimos en un mundo roto, en pedazos"50.
- por él se llega a crear una mentalidad, que cristaliza en
estructuras que se vuelven opresoras, y se convierten en
instrumentos de nuevas desviaciones, gravemente lesivas
para muchos. En este sentido se puede hablar de pecado
social y pecado estructural.
404 Pero Dios es providente y previsor. Frente a esta situación,
Él despierta en el hombre un "inconfundible deseo" de "recomponer
las fracturas, de cicatrizar las heridas"; el hombre siente "verdadera
nostalgia de reconciliación" que, si para unos es pura "utopía", para
otros es "objeto de una conquista". El hombre, aun sin saberlo, tiende
al retorno a un Dios que, "de tal manera ha amado al mundo, que le
dio a su Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que
tenga la vida eterna" (Jn 3,16).
405 Para superar los obstáculos a la vida de Gracia, una sana
ascética cristiana propone, entre otros medios, la oración, la
abnegación, la dirección espiritual, el amor a la cruz...
406 g) DIRIGENTES. Es el último Rollo del segundo día del
Cursillo. Viene a ser un puente que se tiende entre el Rollo de "Acción"
y el de "Animación cristiana de los ambientes". Se titula DIRIGENTES,
entendiendo por dirigentes no el directivo que está en la cúpula del
saber o del poder, sino todo cristiano capaz de ejercer su "acción
cristiana", fermentando evangélicamente los ambientes en que se
mueve. Con ello queda desvirtuada la objeción, natural en muchos
Cursillistas, de que ellos no han nacido para dirigentes.
407 Dirigente es todo cristiano que, responsabilizado de los
compromisos de su bautismo, por sentirse incorporado a la Iglesia, se
corresponsabiliza de la misión de la misma, dentro de su carácter
secular. "En razón de la común dignidad bautismal, el fiel laico es
corresponsable... de la misión de la Iglesia... La participación de los
fieles tiene una modalidad propia de actuación y de función que, según
el Concilio, es propia y peculiar de ellos. Tal modalidad se designa con
la expresión 'índole secular'... Los fieles laicos viven implicados en
50
RP, 2.
140
todas y cada una de las ocupaciones y trabajos del mundo y en las
condiciones ordinarias de la vida familiar y social, de la que su
existencia se encuentra como entretejida... El mundo se convierte en
el ámbito y el medio de la vocación cristiana de los fieles laicos51.
408 El dirigente es, por tanto, todo creyente que intenta una
coherencia entre su fe y su vida, poniendo a contribución sus talentos,
sus carismas y sus circunstancias. Todo cursillista es un dirigente en
potencia, un cristiano responsable, consecuente, comprometido.
409 Serán objetivos del Rollo: 1) destacar que cada uno,
haciendo uso de sus cualidades, tiene un papel en el mundo; 2)
proclamar que todos somos piezas comprometidas en la progresiva
transformación de nuestro mundo; 3) exponer que, para esa tarea, se
habrá de cultivar una serie de valores naturales y sobrenaturales,
puestos a disposición de la difusión del Reino.
410 Entre estos valores o virtudes, se procurará desarrollar: el
espíritu de iniciativa, la capacidad de riesgo. la simpatía, la fidelidad a
las exigencias del ideal, la confianza en el hombre... Pablo VI, al
hablar del espíritu de la evangelización, enumera como valores
propios del evangelizador, el sentirse humildemente bajo el aliento del
Espíritu, el ser testigos auténticos, el ir a la búsqueda de la verdad y la
unidad, y el caminar animados por el amor, con el fervor de los
santos52.
6.- La fase de proyección hacia el hombre y hacia el mundo
411 a) El último día del Cursillo está íntegramente dedicado a
proyectar al cursillista hacia su mañana. La vivencia de lo fundamental
cristiano, en el contacto personal con el Señor y la amistad con los
hermanos, debe desbordarse sobre el mundo, campo específico del
laico, el hombre del siglo. Desde la meditación de la mañana hasta el
último momento de la Clausura, todo tiende a impulsar al cursillista
hacia lo que, después de los tres días del Cursillo va a ser llamado
"cuarto día", su tarea cotidiana, permanente: la inserción del
cristianismo en la vida. Todo el tercer día del Cursillo se ordena a la
realización de la finalidad última del Movimiento: la evangélica
51
52
ChL, 15.
EN, 75-80.
141
fermentación de las estructuras en las que cada uno se halla inserto.
412 La complejidad de la vida moderna plantea al cristiano
problemas, muchas veces arduos y conflictivos, si quiere vivir en el
mundo como persona de fe. En un solo día, no se pueden hacer
desfilar todas las posibles panorámicas que se van a ir abriendo a
cualquiera en lo concreto de cada día, ni se puede presentar un elenco
de fórmulas mágicas, que siempre resultarían vagas y abstractas, y
que el cursillista irá hallando en su caminar, apuntalado por una
comunidad viva. Pero es posible orientarle, para que viva su
cristianismo, ofreciéndole motivaciones, descubriéndole horizontes,
potenciando su debilidad y abriéndole a la grandeza de una vida
apostólica.
413 b) MENSAJE DE CRISTO AL CURSILLISTA. La Meditación
con que se inicia el día, apunta a iluminar y vincular los distintos Rollos
de la jornada. Se basa en algunos versículos del Sermón de Jesús en
la Cena pascual, tomados del Evangelio de San Juan: "No me habéis
elegido vosotros a Mí, sino que Yo os elegí a vosotros, y os he
destinado a que vayáis, y deis fruto, y vuestro fruto permanezca" (Jn
15,16). "Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en
Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque sin Mí, nada podéis hacer"
(Jn 15,5).
414 La Meditación se enfoca aparentemente sobre el aspecto
espiritual de quien va a lanzarse a la gran aventura; pero en realidad,
no sólo intenta dar al cursillista el clima y la clave en que deben
desenvolverse, sino que, además, le impulsa a lanzarse al mundo de
las realidades que configuran su vida, para fortalecer -y fructificardonde el Señor, según el viejo adagio del MCC: ha "plantado a cada
uno". Todos los Rollos del día son consecuencia de esta Meditación: el
mundo es la tarea del cursillista. Y es con Cristo con quien se dedicará
a las realidades temporales ("Fermentación cristiana de los
ambientes"); con los medios que le propone una sana ascética ("Vida
Cristiana"); en el seno de una comunidad que lo vitaliza, lo impulsa y lo
acompaña ("Comunidad cristiana" y "Grupo y Ultreya").
415 Objetivos de esta Meditación son: 1) concienciar al cursillista
sobre la necesidad de ir al mundo para dar fruto; 2) urgirle a que se
142
pregunte dónde y cómo tiene que darlo; 3) proporcionarle los medios
para una vida cristiana y evangelizadora, y 4) animarle a que se deje
apuntalar y acompañar por una comunidad eclesial viva.
416 c) ESTUDIO Y ANIMACION CRISTIANA DE LOS
AMBIENTES. Hay que concretar el dónde y el cómo de la presencia
del cristiano en el mundo. A ello tiende el primer Rollo de este día:
FERMENTACION CRISTIANA DE LOS AMBIENTES. Es el desarrollo
práctico, concretizado, del Rollo de Dirigentes, ¿cuáles van a ser los
campos de la actuación cristiana del cursillista en el mundo? ¿De qué
formas va a valerse para un proyecto de mañana? No se pretende
ofrecer un manual de acción cristiana, ni abrir el abanico de múltiples
posibles metodologías o recetas. La proyección sobre el mundo será
siempre labor de artesanía, que exigirá creatividad, iniciativa personal,
imaginación. Hay que ayudar al cursillista para que encuentre caminos
y se esfuerce por fermentar, una vez convertido, como en la parábola
evangélica (Cf. Mt 13,33).
417 Dijo el Concilio: "Los fieles laicos son llamados por Dios para
contribuir desde dentro, a modo de fermento, a la santificación del
mundo, mediante el ejercicio de sus propias tareas, guiados por el
espíritu evangélico”53. "Dios les manifiesta su designio en su situación
intramundana, y les comunica la particular vocación de buscar el
Reino de Dios, tratando las realidades temporales y ordenándolas
según Dios”54.
418 La presencia del cristiano se concretará en sus propios
ambientes, entendiendo por tales el conjunto de personas, ideas,
valores y circunstancias que concurren en un determinado lugar y
tiempo, y que influyen en el modo de ser, de pensar y de actuar de
todos. Todo ambiente influye en los comportamientos de uno, y cada
uno puede influir sobre el de los demás. De ahí la necesidad de
discernir los ambientes en que estamos insertos, a sabiendas de que
sólo se influye sobre ellos a través de cada persona incrustada en
ellos. El Rollo habrá de descender a los ambientes concretos de la
familia, del trabajo y de la amistad; habrá de contemplar los problemas
concretos de la droga, el alcoholismo, la marginación o el desempleo;
habrá de hacer referencia al menos a los fenómenos sociológicos que
nos circundan; procesos económico-sociales, corrientes ideológicas,
53
54
LG, 31.
ChL, 15.
143
programas políticos, sociedad de consumo, secularismo, pluralismo a
todos los niveles, erotismo, divorcios, intolerables desigualdades
sociales y económicas el dilatado cerco del hambre y la miseria...
419 Entre los logros que perseguir, la Exhortación sobre los
fieles laicos consagra largos epígrafes a:
vivir el Evangelio sirviendo a la persona y a la sociedad;
promover la dignidad de la persona;
venerar el inviolable derecho a la vida;
sentirnos libres para invocar el nombre del Señor;
hacer que la caridad sea alma y apoyo de la solidaridad;
sabernos agentes en el centro de la vida económico-social y
política;
- evangelizar la cultura y las culturas del hombre55 .
-
420 Pero no podemos perder altura, limitándonos a
descripciones sociológicas; hay que seguir manteniendo un estilo
interpelativo, comprometedor, kerygmático, valiéndonos de la parábola
evangélica del "fermento" (Mt 13,33), que, aun siendo pequeño –y
porque es pequeño-, se hace poderoso por la virtud de Jesús, siempre
que se haga presente en la masa, para fermentarlo todo...
421 Objetivos de este Rollo, que es trascendental en la finalidad
del Movimiento, son: 1) orientar al cursillista a definir sus ambientes –
la familia, el trabajo, las amistades, el ocio-, distinguiendo sus diversos
rasgos e interrelaciones; 2) ayudarle a estar encarnado en cada uno
de ellos; y 3) impulsarle a actuar directamente, entusiásticamente
sobre las personas, para la cristiana transformación de los ambientes
de cada uno, siguiendo esta táctica: conquistar el corazón, luego la
inteligencia y, después la voluntad. Y todo ello acompañado de su
oración y sacrificio, infundiendo confianza en que todo lo podemos en
Aquél que nos conforta (Cf. Flp 4,13).
422 d) VIDA CRISTIANA. Sin ella queda invalidada la evangélica
fermentación de los ambientes. No hay evangelización si los
evangelizadores no han sido previamente evangelizados. Cristo es la
verdadera vid, que comunica vida y fecundidad a los sarmientos. "Los
santos y las santas han sido siempre fuente y origen de renovación en
55
ChL, 36-44
144
las circunstancias más difíciles de toda la historia de la Iglesia. Hoy
tenemos una gran necesidad de santos, que hemos de implorar
asiduamente a Dios56.
423 Objetivos de este Rollo son: 1) incidir en la necesidad de
una conversión consciente, creciente y compartida, enfocada hacia la
animación cristiana de los ambientes; 2) presentar algunos medios
que apuntalen lo que, de otra forma, pudiera ser una aventura efímera:
la Eucaristía será el viático del cursillista; 3) proclamar la grandeza y la
fecundidad de una vida vivida para la construcción de la "civilización
del amor".
424 La vida cristiana "suscita y exige...
- el seguimiento y la imitación de Jesucristo,
- la recepción de sus Bienaventuranzas,
- la escucha de la Palabra de Dios,
- la participación en la vida litúrgica y sacramental de la Iglesia,
- la oración individual, familiar y comunitaria,
- el hambre y sed de justicia,
- el llevar a la práctica el Mandamiento del amor, en todas las
circunstancias de la vida y al servicio de los hermanos,
especialmente de los más pequeños, de los pobres y de los
que sufren"57.
425 Este es, en definitiva, "el nuevo sistema de vida", del que
frecuentemente habla Juan Pablo II: la civilización de "los hombres
nuevos". El Rollo puede concluir con una vibrante reflexión sobre las
Bienaventuranzas, en las que se sintetiza toda vida cristiana.
426 e) COMUNIDAD CRISTIANA. Con este Rollo se intenta que
el cursillista tome conciencia de: 1) que la fe y la vida cristiana son
realidades que se celebran, se profundizan y se testimonian en una
comunidad; 2) que es necesario incorporarse a una comunidad, con lo
que ésta le ofrece y lo que él debe aportar a ella; 3) que en la
comunidad hallará el campo propicio para promocionar su vida
cristiana y proyectarse para ser fermento evangélico en el mundo; 4)
que la parroquia es como la "fuente de la aldea" propia de cada uno, la
Iglesia que "vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas"58, llamada
56
II Sínodo Extraordinario de Obispos (1985), Redacción final, II. A. 4.
ChL, 16.
58
ChL, 26.
57
145
a educar... en la recepción de la Palabra, en el diálogo personal con
Dios, en la vida de caridad fraterna, haciendo palpar, de modo más
directo y concreto, el sentido de la comunión eclesial y de la
responsabilidad misionera.
427 En la reunión del CELAM en Medellín (Colombia) se definió
la Comunidad como un "núcleo de personas comprometidas y
reunidas en Cristo, que actúan, como fermento en la masa del mundo
con el cual se está en contacto". Para fermentar evangélicamente, los
ambientes, necesitamos un núcleo de personas que, viviendo una vida
cristiana, estén comprometidas y, conjuntadas.
428 Somos comunidad por el hecho de ser cristianos, de ser
Iglesia. En su vida interna, la comunidad eclesial se caracteriza por la
realización de aquellas cuatro "perseverancias" de la primitiva Iglesia,
descritas en los "Hechos de los Apóstoles" (2, 44-47); en su vida
externa, se distingue por su doble compromiso: de evangelización
intraeclesial, y de fermentación cristiana del mundo. Son precisos
pequeños núcleos de comunicación, de impulso, de potenciación, de
acompañamiento -es decir, la comunidad-, si no queremos desfallecer
en el camino. La comunidad viene a ser el punto de enlace entre los
tres días del Cursillo y el "cuarto día" del Poscursillo, para abrirnos a
una gozosa y progresiva conversión. Existe un riesgo: sentirse solo. Y
un seguro: huir de la soledad, para incorporamos a una comunidad,
donde todos nos conocemos, nos queremos y nos apuntalamos. Todo
se puede esperar de quien viva y construya el sentido de comunidad.
Allí:
- se comparte la vida de piedad y el amor fraterno;
- se va creciendo y madurando en la fe, la esperanza y el amor;
- se vive con mayor ilusión y alegría nuestra vida cristiana;
- se superan las dificultades en nuestra acción fermentadora, al
detectar que los otros también las saltan y nos apuntalan.
429 "La Iglesia, ha escrito Juan Pablo II, tiene que dar hoy un
gran paso adelante en su evangelización: debe entrar en una nueva
etapa histórica de su dinamismo misionero. En un mundo que, con la
desaparición de las distancias, se hace cada vez más pequeño, las
comunidades eclesiales deben relacionarse entre sí, intercambiarse
energías y medios, comprometerse a una en la única y común misión
146
de anunciar y vivir el Evangelio59.
59
ChL, 35.
147
430 f) GRUPO Y ULTREYA. El Movimiento de Cursillos ofrece
dos medios para vivir y acrecentar el sentido comunitario del cursillista:
EL GRUPO Y LA ULTREYA. Este es el título del último rollo del
Cursillo. Entre otras posibles comunidades, el Grupo y la Ultreya
tienen la virtud de proseguir la transmisión del mensaje dentro de un
mismo estilo y hasta con las mismas expresiones que vivió el
cursillista en el momento de su encuentro con el Señor.
431 El objetivo del Rollo es dar a conocer estas dos fórmulas
comunitarias, de modo que, aquellos que no dispongan al terminar el
Cursillo, de otra comunidad que les comprometa cristianamente,
sepan que Cursillos no les deja solos; al contrario, les abre de par en
par el espacio de sus Grupos y de sus Ultreyas.
432 EL GRUPO se funda sobre la fuerza asociativa de la
amistad.. Y la amistad, dijo Pablo VI cuando dio a nuestros Grupos
"carta de ciudadanía", se funda en afinidades espirituales que:
- proporcionan gusto y fervor,
- excitan la imaginación, y
- facilitan los esfuerzos del apostolado que, tal vez por sí
mismo, ninguno se atrevería a realizar60.
433 El Concilio ya había afirmado que los laicos, "ayudándose
unos a otros espiritualmente por la amistad y la comunicación de
experiencias, se preparan para superar los inconvenientes de una vida
y un trabajo demasiado aislados, y para producir frutos mayores en el
apostolado”61.
434 El Grupo exige la reunión de núcleos reducidos, voluntarios,
periódicos y estables.
435 Estas reuniones deben hacerse:
- con regularidad semanal, pues la amistad que no se cultiva,
se evapora;
- con sigilo, pues la intimidad de la amistad exige discreción;
- con seriedad, ya que en el grupo se comparte vida y
60
61
Pablo VI, L´Oss. Rom., 7-2-1968.
AA, 17.
148
proyectos de vida;
- con sinceridad, sin la cual no se concibe la amistad.
436 No hay fórmulas rígidas para el desarrollo de las reuniones
de Grupo, siempre que en ellas se compartan:
- la unión vital de sus miembros con Cristo,
- el propósito de una progresiva formación, y
- el compromiso concreto de ir impregnando de Evangelio los
ambientes concretos de cada uno de los integrantes del
Grupo.
437 Dado el reducido número de sus miembros, exigido por la
amistad, no puede afirmarse que el Grupo constituya una comunidad
eclesial en el más estricto sentido de la palabra; pero puede y debe
ser semilla y fermento de comunidad.
438 LA ULTREYA es una comunidad eclesial, que se reúne para
compartir la vivencia y convivencia de lo fundamental cristiano, y
potenciar el compromiso de ir amentando cristiana mente los
ambientes.
439 Cuando se deja de intentar cualquiera de estas dos
finalidades, o se pretenden otras distintas, lo natural es que la Ultreya
desfallezca, por vaciarse de contenido.
440 La Ultreya es el medio de universalizar la visión de los
Grupos, abriéndose a los afanes de la Iglesia.
441 No hay ningún método esencial a la Ultreya, aunque ésta
siempre ha de tener carácter formativo y vivencial a la vez. Conviene
que sea semanal.
442 La eficacia de la Ultreya se logra plenamente cuando,
cumpliendo los requisitos de toda comunidad:
- ofrece pistas de lanzamiento para que, a la vista de otras
experiencias vitales, nunca se estanque la propia vida
cristiana, e
- impelidos todos por las inquietudes evangelizadoras de los
149
demás, se sientan comprometidos a dar un paso adelante en
la animación cristiana de los ambientes en que cada uno se
mueve.
150
151
7
EL POSCURSILLO
152
153
1.- INTRODUCCIÓN
443 Todos en la Iglesia, por ser sus miembros, reciben y
comparten la vocación común a la santidad1. La dignidad en cuanto
cristianos, fuente de igualdad para todos los miembros de la Iglesia,
garantiza y promueve el espíritu de comunión y fraternidad y, al mismo
tiempo, se convierte en la fuerza dinámica escondida en la misión de
los fieles laicos2.
444 "La comunión y la misión están profundamente unidas entre
sí, se compenetran y se implican mutuamente, hasta tal punto que la
comunión representa a la vez la fuente y el fruto de la misión: la
comunión es misionera y la misión es para la comunión”3. De ahí que
la misión de la Iglesia se concrete y se manifieste en la
evangelización4.
445 El MCC ofrece, a los laicos, a través de las formas y el
proceso dinámico del Poscursillo, los medios para que cumplan lo que
se les exige como miembros de la Iglesia:
la vocación a la santidad,
la participación en comunidad,
la evangelización.
446 El método del MCC para el Poscursillo está destinado a
ayudar a los laicos a cumplir esas exigencias, en la medida en que
ellos se esfuercen en alcanzar la finalidad última del Movimiento:
"crear núcleos de cristianos que vayan fermentando de Evangelio los
ambientes"5.
2.- DEFINICIÓN
447 El Poscursillo es el medio comunitario destinado a
incrementar e impulsar la conversión y vivencia cristiana iniciada en el
Cursillo, para hacer que las inquietudes individuales y de los grupos
1
ChL, 16.
ChL, 17.
3
ChL, 32.
4
ChL, 33.
5
I Enc. Lat. Am., I.
2
154
que de él se originan, lleguen a fermentar de Evangelio la comunidad
eclesial y humana, y las estructuras temporales6. Lo que se espera del
Poscursillo es lo que se espera de cualquier laico en la Iglesia: que
construya la Iglesia en el mundo7.
448 Después del Cursillo es importante que el Cursillista se
incorpore a una comunidad eclesial donde se desarrolle como
fermento. Puesto que esas comunidades no pueden estar limitadas a
las del Movimiento, ya que el Poscursillo es para la Iglesia, es de
esperar que el Poscursillo ofrezca al cursillista los mejores medios
para tal desarrollo. El fruto de tal incorporación está en conseguir un
laico cristiano, que, a la vez, sea miembro vivo dentro de la Iglesia y
dentro del mundo.
449 El hecho de que en el desarrollo del MCC, los elementos
que hoy conocemos como Poscursillo fueron anteriores al Precursillo y
al Cursillo, nos da la razón para fijamos en la experiencia de los
iniciadores, en este punto. Su experiencia y la de aquellos que han
ensayado el método, ha demostrado que, cuando los tres tiempos
trabajan unidos, son efectivos y válidos para alcanzar la finalidad del
Movimiento8.
450 Los elementos del Poscursillo tienen dos aspectos: el
individual y el comunitario. En el caso del individuo, la meta básica no
es sólo tratar de saber más o hacer más, sino de ser más, de manera
que toda la persona sea renovada interior y progresivamente cada día
en la línea de sus propios carismas y de las oportunidades apostólicas
que la rodean diariamente.
451 Los medios comunitarios del Poscursillo garantizan que
nadie viva o crezca aisladamente, sino en un clima de amistad. La
comunidad cristiana se realiza, a través de compromisos concretos
hechos, y de amor generosamente compartido entre todos y con el
mundo.
3.- EL POSCURSILLO, UN PROCESO DINAMICO
6
Cf. CR, 41.
EN, 21.
8
I Enc. Lat. Am., II, 2.
7
155
452 Todo lo que se hace en función de la finalidad del MCC,
dentro de su método tiene como objetivo final el Poscursillo. La
finalidad del Cursillo es llevar a las personas del Precursillo al
Poscursillo. Como muchas otras cosas en la vida, esto involucra un
proceso. Al tratar de esta fase, procuraremos descubrir el espíritu, lo
que se pretende, sin querer presentar panaceas, porque el Espíritu
sopla donde quiere (Jn. 3,8) y no podemos esclavizarlo a unas
fórmulas concretas.
Siendo el Poscursillo, por su naturaleza necesariamente un
proceso, debe estar lleno de dinamismo y fluidez9. El Poscursillo está
destinado a continuar la conversión y la vivencia de lo fundamental
cristiano, cuyo proceso se inició en el Cursillo10. Dentro de las
estructuras del Poscursillo, la inquietud de los individuos y de los
grupos, iniciada en el Cursillo, es constantemente estimulada, a fin de
que, tanto la Iglesia como la comunidad en la que los individuos y sus
grupos están inmersos, sean continuamente fermentadas con el
espíritu evangélico11.
453 Esta es la finalidad del MCC: buscar evangelizadores
potenciales, en los tres aspectos de la finalidad, conducirlos a la
conversión y animarlos en su tarea de evangelizar el mundo. La tarea
más difícil será siempre esta última. El MCC, desde sus inicios, ha
asumido la responsabilidad de proveer a los que hacen un Cursillo, de
una comunidad, en la cual sean comprendidos, ayudados y
estimulados a crecer y compartir juntos su vida cristiana12. Los medios
que el MCC ofrece, la Reunión de Grupo y la Ultreya, no son fines en
sí mismos, sino un servicio a los individuos y a los grupos para
ayudarles a perseverar en sus esfuerzos y en sus actitudes
apostólicas. Estas estructuras no fueron creadas para reemplazar
estructuras eclesiales, ni tampoco pretenden agotar los medios de
perseverancia comunitaria13. Más bien deben verse como supletorias y
complementarias de la comunidad eclesial14.
9
Ideario, 147.
III Enc. Lat. Am., CR 41.
11
Ibidem, 43-44.
12
I Enc. Lat. Am., IV, 2.
13
II Enc. Mund., III.
14
III Enc. Lat. Am., CR, 41-42.
10
156
157
4.- LA FINALIDAD DEL POSCURSILLO
454 La misión de la Iglesia incumbe a todos los que formamos la
Iglesia. "La vocación de los fieles laicos a la santidad implica que la
vida según el Espíritu se exprese particularmente en su inserción en
las realidades temporales y en su participación en las actividades
terrenas... La santidad es un presupuesto fundamental y una condición
insustituible para realizar la misión salvífica de la Iglesia. La santidad
de la Iglesia es el secreto manantial y la medida infalible de su
laboriosidad apostólica y de su ímpetu misionero"15.
455 Por necesidad, el Poscursillo no debe representar algo extra
para los cursillistas, que les imponga algo más de lo que la Iglesia
pide. Más bien es una herramienta o un medio eficaz para que cada
uno realice lo que le exige su condición de bautizado y de miembro de
la Iglesia; un medio para conseguir lo que se espera de él.
456 El Poscursillo ofrece a cada uno la oportunidad de
profundizar en las relaciones descubiertas, iniciadas o profundizadas
en el Cursillo, que se conocen como "los cuatro encuentros": consigo
mismo, con Dios, con los hermanos y con el mundo. Los compromisos
que cada uno hace en el MCC tienden a intensificar los cuatro
encuentros. La Iglesia llama en nombre del Señor a cada uno de sus
miembros a la santidad y a su misión de evangelizar el mundo. "Todos
los fieles, de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud
de la vida cristiana y a la perfección de la caridad"16.
457 En el momento en que todos vivan como uno todos
compartirán la misión común de la Iglesia17. Aun cuando hay muchas
y variadas formas de trabajos apostólicos y diferentes aspectos de la
misión hacia adentro y hacia afuera, la tarea fundamental de esa
misión es la evangelización18. Es necesario que nuestro celo
evangelizador brote de una verdadera santidad de vida19.
458 Estar en actitud de conversión constante, vivir en
15
ChL., 17; EN, 23.
LG, 40.
17
ChL, 32.
18
ChL, 33.
19
EN, 76.
16
158
comunidad, evangelizar, cambiar nuestra manera de ser para mejorar,
son compromisos exigidos por el bautismo. Si estos compromisos son
vividos gozosamente por toda la Iglesia, nos conducirán a esa nueva
evangelización que la Iglesia esta pidiendo: combatir entre los
individuos la indiferencia hacia Dios, la separación entre religión y
vida, y la falta de participación de muchos en la vida vitalizadora de la
Iglesia; y evangelizar a todos los pueblos, en cuyas culturas hacen
falta comunidades eclesiales20.
459 El MCC ofrece en el Poscursillo los medios más apropiados
para cumplir esta finalidad. La meta del Movimiento es evangelizar,
impregnando los ambientes con el Evangelio.
460 Esta comprensión de la naturaleza ambiental del Poscursillo
se basa en el hecho de que la conversión es un proceso progresivo
que no termina, y que la transformación de ambientes se consigue
sólo en el mismo grado en que se transforman los hombres que los
forman. Un buen programa de Poscursillo ayuda a todos a descubrir, a
aceptar va ocupar responsablemente su puesto en la Iglesia (la
comunidad eclesial) y en el mundo (sus ambientes).
461 La finalidad básica del Poscursillo es renovar, acelerar y
perfeccionar la conversión de cada individuo que ha vivido la
experiencia de un Cursillo21. Esto se intenta a través de un proceso
continuo y progresivo. Su finalidad es la progresiva transformación de
los ambientes de los cuales estas personas son responsables,
especialmente sus familias, vecinos; lugares de trabajo, sus
asociaciones y otras situaciones seculares. Como quiera que éstas se
transforman desde dentro, no se trata de buscar nuevos ambientes o
apostolados a las personas que salen del Cursillo, sino de orientarlas
hacia una actitud y una mentalidad apostólicas, proporcionándole los
medios para evangelizar el lugar donde viven la mayor parte de sus
vidas -sus propios ambientes-, a través de grupos ambientales22.
462 La finalidad del Poscursillo no es convertir el MCC en una
asociación de los que han vivido un Cursillo. Tampoco es su función la
de proveer de trabajadores para toda clase de proyectos eclesiales,
20
ChL, 34.
III Enc. Lat. Am., CR, 41-42.
22
Ibidem, 43-44.
21
159
humanos, independientemente de lo buenos que sean esos proyectos.
El objetivo es que cada persona encuentre su propio y único puesto en
la Iglesia y en el mundo, y que el Poscursillo le proporcione los medios
para vivir allí, su vida cristiana.
5.- LA ESTRATEGIA DEL POSCURSILLO
463 "El compartir lo fundamental cristiano y la vida en comunidad
no convierten al MCC en una asociación. El cristiano comprometido no
necesita ataduras legales para cumplir su vocación a la santidad, para
compartir en amistad cristiana y para evangelizar en el Poscursillo. Lo
importante del Poscursillo es facilitar un clima y una forma, de manera
que cada uno pueda llenar su capacidad de ser santo y apóstol, de
acuerdo con sus propios carismas. Por esta razón debe dedicarse a
llevar a cabo sus propios compromisos temporales, como una
respuesta a estar donde Dios quiere que esté23.
6.- LA ESTRUCTURA DEL POSCURSILLO
464 Los medios o la estructura del Poscursillo están pensados
para lograr la finalidad expresada arriba. Esto está de acuerdo con la
definición dada previamente sobre la finalidad del Poscursillo. Así
como existe la necesidad de conocer el porqué del Poscursillo, existe
también la necesidad correspondiente de estudiar el cómo
conseguirlo, a través de sus estructuras.
465 Hay dos medios básicos para crecer y perseverar en la vida
cristiana dentro del Poscursillo: la Reunión de Grupo para los
individuos, y la Ultreya para la comunidad. Aunque ambas son
estructuras comunitarias, una se encamina principalmente al bien del
individuo, y la otra, al bien de la comunidad. Ambas son básicas en
términos del método. Ambas son importantes para la realización del
enfoque de toda nuestra vida a la luz del Evangelio y para la
oportunidad de compartir esa vida con otros apóstoles. Un cristiano
aislado es un cristiano paralizado. Así también lo será un Grupo, si no
está unido a otros grupos.
23
Cf. II Enc. Mund., 170.
160
7.- LA REUNION DE GRUPO.
Definición
466 De cara a los dos elementos que constituyen la realidad total
de una Reunión de Grupo la definimos como: Un grupo de personas
que son amigas y son cristianas, o quieran serlo, y se reúnen (reunión)
para ser más amigas y más cristianas. De cara a la finalidad del
Movimiento, la Reunión de Grupo es la amistad llevada al terreno de lo
sobrenatural y convertida en ocasión y canal permanente de gracias
actuales que crea una circunstancia (santificante) que va posibilitando
la vivencia auténtica, continua y progresiva de lo fundamental
cristiano, lo cual tiene como consecuencia la fermentación dinámica y
creciente de los ambientes.
Esencia y Finalidad
467 Los grupos son una necesidad humana. Las personas,
como entes sociales, han formado siempre grupos para lograr su
perfección mutua: familia, sociedades, etc. Los grupos son también
una necesidad cristiana. La Iglesia es comunitaria en su esencia y en
ella nadie puede vivir desvinculado de los demás. Su origen no está en
una obra humana, sino en la misma concepción cristiana de Dios
como Trinidad y de la comunión de los santos24.
468 El Grupo de cristiandad quiere ser un reflejo de la Iglesia
(sacramento, signo e instrumento de Cristo), realizándose en una
escala visible y audible. En el fondo no es más que un procedimiento
práctico para unimos (no sólo reunimos) con los hermanos en la
caridad de Cristo, aprovechando la circunstancia de una amistad
humana, para que la caridad universal se convierta en visible, palpable
y dinámica. Es el modo de ser de la Iglesia; no es más que la esencia
del cristianismo realizándose a la escala de nuestras posibilidades.
469 En el Cursillo descubrimos que es posible vivir
cristianamente en el mundo hasta el más alto grado, por medio de los
pequeños grupos de amigos con quienes podemos compartir la vida
que individualmente vivimos como cristianos. El deber básico, después
24
Vertebración 150-151
161
del Cursillo, debe ser el de encontrar ese grupo de amigos. Por
supuesto podemos definir lo que queremos decir con el término
Reunión de Grupo.
470 Es posible que la reunión cree la amistad. Indudablemente,
el proceso de la reunión en el Poscursillo es el factor a través del cual
la amistad se descubre se alcanza, se realiza, se profundiza y se
sostiene en el Grupo. Como lo apunta "Vertebración de Ideas", toda la
vida es un vivir juntos, y si no se vive juntos, no es vida. La forma más
profunda de vivir juntos es la amistad; cuando esa amistad se eleva a
un plano santificador por medio de la Gracia, tenemos el mejor camino
posible para lograr la comunidad cristiana.
471 Todo el que vive el Cursillo, normalmente experimenta una
conversión dentro de la comunidad de fe que es un Cursillo. Esta
experiencia comunitaria de la fe es o debería ser un modelo para
realizar en el Poscursillo, tanto individual como comunitariamente. El
MCC debe promover sus medios propios como los adecuados para los
cursillistas.
472 "La Reunión de Grupo promueve la vivencia de la vida
cristiana en amistad con los demás. Esto supone la planificación y la
realización de los compromisos apostólicos". Esto incluye los planes
para la realización de sus obligaciones apostólicas. La Reunión de
Grupo es vital25 para este proceso de crecimiento. Es un grupo de
personas comprometidas unas con otras para su transformación en
Cristo. La reunión en sí es algo que pasa, es un suceso temporal. El
MCC está interesado en crear o formar grupos de amistad a través del
proceso de la reunión, a fin de perpetuar (hacer perenne) el Cursillo,
esto es, la vivencia y convivencia de lo fundamental cristiano.
8.- LOS ELEMENTOS DE LA REUNION DE GRUPO
473 Hay dos elementos distintos en la llamada Reunión de
Grupo: por una parte, el Grupo, que es la comunidad de personas, que
lo constituyen por mutuo acuerdo; es algo concreto, que trasciende el
acto formal de reunirse. Por otra parte,
25
Ibidem, 128.
162
474 la reunión, que es el momento o acto por medio del cual el
Grupo se reúne, para profundizar su amistad; es un acto transitorio,
temporal.
Estos elementos están entrelazados, ya que uno no puede existir
sin el otro. No se puede formar y mantener un Grupo, a menos que se
reúna periódicamente; y no puede haber reunión, a menos que se
realice por un Grupo con el propósito de alcanzar la finalidad dada en
la definición de Poscursillo.
475 La reunión es lo que hace posible que el Grupo:
1) se forme como Grupo;
2) continúe siendo Grupo;
3) se forme y persevere como germen o semilla de
comunidades cristianas, llenas de celo apostólico.
La combinación de los dos elementos en la realidad única de la
Reunión de Grupo, hace que, cuando se vive, el Grupo se convierta en
germen o semilla de una comunidad cristiana26.
9.- COMO SE CONSIGUE EL OBJETIVO
476 La reunión hace posible la vivencia auténtica, continua y
progresiva de le fundamental cristiano en los miembros del Grupo,
- compartiendo;
- revisando;
- fomentando la vivencia de lo fundamental cristiano en sus
vidas;
- con la ayuda mutua para vivirlo.
477 La Reunión de Grupo ayuda a que la vivencia de lo
fundamental cristiano sea:
1) AUTENTICA: el amor y la ayuda mutua hacen nuestro
cristianismo más auténtico: "Ayudaos mutuamente a llevar vuestras
26
I Enc. Lat. Am., IV.
163
cargas, y así daréis pleno cumplimiento a la ley de Dios" (Gál 6,2), nos
dice San Pablo. "En la Reunión de Grupo debe encontrar el cursillista
la vivencia de lo fundamental cristiano, a la que ha sido llamado”27.
478 2) CONTINUA: la ayuda mutua y la revisión de vida de cara
a lo fundamental cristiano la hacen CONTINUA. La revisión de vida, no
como una técnica que lleva ese nombre, sino como un descubrir y
compartir actitudes, más que hechos, procurándonos altos en el
camino para su reorientación. La ayuda mutua alentándonos y
tendiéndonos la mano mutuamente: "¡Ay de aquél que, si cae, no tiene
quien lo levante!" (Ecl 4,10). Pero "un amigo ayudado por otro amigo
es invencible, como ciudad amurallada" (Prov 18,19).
479 3) PROGRESIVA: la planificación de la vida y el
enriquecimiento que da el compartir la hace PROGRESIV A. Esto es
válido en todos los aspectos de la vida; y en esa vida cristiana no es
excepción. La revisión, la planificación y el compartir nos hacen
mejores hombres, mejores comerciantes, mejores operarios, mejores
industriales, y mejores cristianos. Mejores en todo.
480 4) COMPARTIDA: compartir no significa simplemente
contarse las cosas. Compartir es participar, tomar parte con, hacer
partícipe de, departir y hasta repartir. Compartir lo que se es, lo que se
hace y lo que se hará; y podemos agregar "lo que se tiene", porque,
donde se da una auténtica comunidad humana y cristiana, suele darse
también una progresiva comunión y participación en lo espiritual y en
lo material.
Notas características de la Reunión de Grupo
481 1) SERIEDAD.
La seriedad no significa severidad ni rigidez. Significa
sencillamente que asumimos una actitud seria hacia el valor y la
utilidad de lo que se realiza en la Reunión de Grupo, con el gozo
espontáneo que debe caracterizar siempre nuestra personalidad
cristiana.
27
II Enc. Lat. Am., 15.
164
165
482 2) SINCERIDAD.
Sin sinceridad no hay confianza. Su defecto impide la cordialidad
y el desarrollo de la amistad. Esto conduce a la artificialidad y a la
hipocresía y, eventualmente a la disolución del Grupo. Los frutos de la
sinceridad que deben prevalecer son: la confianza, la honestidad y el
respeto mutuo.
483 3) DISCRECIÓN.
El clima de la Reunión de Grupo debe ser siempre un clima de
intimidad y confianza y, por tanto, de reserva. La reunión debe
realizarse en las circunstancias propias de la cordialidad, del espíritu
de caridad y del entusiasmo apostólico.
484 4) REGULARIDAD.
La constancia y la perseverancia en la asistencia a la reunión
periódica -normalmente semanal- siempre ha demostrado que son un
factor de permanencia; la regularidad es una condición irreemplazable
para mantener el Grupo y su ambiente de amistad y de espiritualidad.
485 La Reunión de Grupo no es un acto más, sino una forma de
vida; no es otra obligación que se asume, sino una ayuda para la
perseverancia; no es simplemente un método, sino una realización
tangible del dogma de la Comunión de los Santos. Sería muy difícil
encontrar razones que justificasen su omisión, sobre todo, cuando se
entiende que la función más importante de la Reunión de Grupo es dar
forma espiritual a todo en la vida; y que, por tanto, deberá ser la mayor
ocupación y gozo28.
10.- PROCEDIMIENTO
486 Podemos afirmar, pues, que la Reunión de Grupo es el
instrumento que el MCC ofrece para iniciar y reafirmar la vida
comunitaria cristiana, y, así, asegurar la conversión progresiva y la
fermentación evangélica de los ambientes. El procedimiento para
lograrlo es:
28
Juan Capó. Reunión de Grupo.
166
-
por la reunión al trato;
por el trato a la amistad;
por la amistad al Grupo;
por la santidad del Grupo y de cada uno de sus miembros, a
la fermentación cristiana de los ambientes.
487 En el Grupo de cristiandad las relaciones son de persona a
persona como tales, en razón de sí mismas, no en razón de una
función que desempeñen. El Grupo comparte unos valores, y los
comparte de idéntica manera desde la perspectiva de una conversión.
Estos valores hacen que los miembros de: Grupo se sientan
identificados y unidos por la fe, formando un todo, eso sí: respetuosos
y conscientes de la individualidad de cada uno.
488 Si la amistad nos une a unos pocos, los valores cristianos
nos abren a todos los demás, El Grupo es así íntimo y abierto,
personal y eclesial, receptor y trasmisor de vida cristiana. Solamente
en el compartir por la vía de la amistad se da plenamente la relación
interpersonal primaria, en razón de las personas como tales. Por la vía
de la amistad se puede compartir todo: lo que se es, lo que se hace y
lo que se tiene.
489 En este compartir no somos subordinados ni compañeros,
sino protagonistas todos en la misma aventura de vivir lo fundamental
cristiano. Sólo en el compartir por amistad se logra un compartir: libre,
porque yo lo deseo, no se impone; profundo, porque no se queda en lo
superfluo, sino que va a lo fundamental, dinámico, vital, estable,
frecuente y duradero; por eso es que el compartir entre amigos la vida
cristiana es, a la vez, cauce, estímulo y garantía para vivirla.
Al estudiar la amistad como fundamento del Grupo, tampoco se
puede dogmatizar sobre el número o naturaleza de sus componentes.
Nadie tiene derecho a escogemos nuestros amigos ni a prohibimos o
imponemos una amistad. El Grupo de cristiandad será siempre con
quien uno quiera y nunca será con quien no se quiera. Esto abre a la
posibilidad de Grupos mixtos (hombres y mujeres), o de matrimonios,
y a la incorporación de personas que no han hecho el cursillo, y a
Grupos geográficos, ambientales o gremiales: innumerables
posibilidades condicionadas únicamente por la capacidad de amistad y
convivencia cristiana entre sus miembros.
167
490 El uso indiscriminado del término Reunión de Grupo puede
crear confusiones y malentendidos. Lo importante no es tener
reuniones, sino que haya un grupo cristiano basado en la amistad. La
reunión es sólo el medio para conseguirlo. La Reunión de Grupo
tendrá un montaje vacío, si en ella no hay búsqueda y espíritu de
exigencia cristiana y mentalidad comunitaria o conciencia de la
necesidad existencial de convivencia. Lo eficaz no es la reunión, sino
el Grupo, las ansias de llevar el bautismo hasta las últimas
consecuencias el afán de superación, la necesidad de compartir, la
relación interpersonal, que lleva a reunirse con espíritu comunitario,
para alcanzar a toda la persona en toda su dimensión humana y
cristiana, consiguiendo que el Grupo sea un signo de piedad, de
caridad y de unidad29.
491 Algunos han descubierto que, siendo el Cursillo el lugar
mejor para forjar amistad, la formación de los Grupos debería
comenzar allí mismo. Las Reuniones de Grupo deben comenzarse lo
antes posible, después del Cursillo. Al principio se debe poner el
énfasis en hacer reunión con diferentes personas en la Ultreya, con la
finalidad básica de descubrir amigos. Como quiera que no se ha
descubierto una varita mágica para crear amistad entre las personas,
debemos crear las circunstancias y situaciones en las cuales pueda
entablarse la amistad. Por lo tanto, debemos reconocer que la amistad
puede descubrirse y nacer en el Precursillo, durante los tres días del
Cursillo o en el Poscursillo. Lo ideal sería que, una persona que haya
sido apadrinada por un Grupo, tenga ese Grupo de amistad,
esperándola cuando salga del Cursillo. En cualquier caso, si no existe
previamente un grupo de amigos, deben fomentarse y crearse las
circunstancias para que pueda realizarse el Grupo. Por lo tanto, los
cursillistas nuevos que no tienen un Grupo al que regresar, deben ser
canalizados hacia las reuniones a través de la Ultreya.
492 En la reunión debe haber un crecimiento, como lo hay en los
diversos aspectos de la vida. Este crecimiento viene de la Gracia, y de
la revisión, de la planificación y del compartir los compromisos. El
proceso de la reunión ayuda a todos a ser mejores amigos, mejores
cristianos, mejores padres, esposos, trabajadores y ciudadanos.
29
III Enc. Lat. Am., CR, 355.
168
Aunque el MCC ofrezca una manera concreta de Reunión de
Grupo, lo hace no para vivir al estilo cursillista, sino como uno de los
instrumentos de perseverancia en el ser cristiano y como un medio
eficaz para iniciar y proyectar la vida comunitaria de la Iglesia30. Esta
manera concreta de realizar una Reunión de Grupo se puede hacer
por medio de la "Hoja de Compromiso" y el "Orden de la Reunión";
pero ese modo no se ofrece para que los cursillistas puedan vivir esta
determinada expresión de vida cristiana, sino más bien como germen
de comunidad y como un instrumento de perseverancia. Los Grupos
son una expresión válida de comunidad cristiana, en la medida en que
son complementarios de la comunidad eucarística u otras
comunidades establecidas en la Iglesia.
493 La meta del MCC se alcanzará como consecuencia de la
vida de las personas que forman el Grupo, compartiendo por la vía de
la amistad. Sólo en esta forma de compartir, cada uno puede tener la
libertad de ser lo que desea ser. Ese compartir de una manera íntima
debe ser frecuente, dinámico, vital, estable, duradero. A cada uno le
proporcionan los demás una guía y una motivación para su vida
cristiana. Y la participación de cada uno en la comunidad cristiana
ofrece a los demás la certeza de que ellos pueden vivir en Cristo.
494 Los Grupos deben ser pequeños, para poder estar
fundamentados en la amistad que tiende a la intimidad. A través del
desarrollo de la reunión, esta intimidad irá progresando si todos se
enriquecen mutuamente.
495 Muchos fallos de la Reunión de Grupo se deben a que se da
más importancia a la mecánica de la reunión que a la exposición del
compromiso entre unos y otros, y con los ambientes. Por eso, desde el
principio, el Grupo debe tender a centrarse en lo esencial,
compartiendo las líneas generales de la piedad, el estudio y la acción
entre los miembros del Grupo y entre los del ambiente en que vive o
trabaja cada uno.
496 En la reunión, más que una búsqueda de nuevas formas,
debe interesamos una comprensión e interpretación más clara de su
espíritu y de su intención. "Se consideran válidas como Reuniones de
30
Ibidem, CR 351.
169
Grupo aquellas que contengan los tres pasos fundamentales del
compartir la vida de piedad, un progresivo conocimiento de Cristo y
una inserción del cristianismo en las estructuras" (1 Enc. Lat. Am.).
11.- GRUPOS ECLESIALES
497 Dentro del espíritu del MCC las Reuniones de Grupo serán
válidas en tanto en cuanto construyan Iglesia y la concreticen en una
comunidad cristiana. Los Grupos deben ser algo eclesial, signos
visibles de la Iglesia por la unión con los pastores31, por la Palabra, por
la Eucaristía. Si cada Cursillo logra que varios Grupos sean semillas
de comunidades cristianas, el Movimiento cumplirá su finalidad: hacer
Iglesia. Los Grupos de cristiandad, pues, deben ser, no sólo un núcleo
de comunidad, sino una verdadera comunidad32.
12.- LA ULTREYA
Definición
498 La Ultreya es una comunidad que se hace visible en una
reunión. Es la comunidad de quienes, en actitud de conversión
progresiva, se sienten unidos en una sola fe, un solo Señor y un solo
bautismo; y, por esto, sienten la necesidad de reunirse para compartir
y potenciar mutuamente en sus vidas la vivencia de lo fundamental
cristiano y el compromiso consciente de descubrir y concretar el lugar
y el modo de vivirlo, según su vocación personal.
499 La Ultreya será comunidad en la medida en que los grupos
estables de amistad formen comunidad, y quieran y sean capaces de
atraer nuevos miembros a esa comunidad viva. Es una Reunión de los
Grupos.
500 La Ultreya impulsa a los Grupos hacia los ambientes; los
Grupos impulsan a los individuos; ambos impulsan sus tareas de
evangelización en el mundo. El Grupo satisface las necesidades
básicas del individuo en un sentido de crecimiento y comunidad; y la
Ultreya satisface la necesidad de crecimiento comunitario, siendo
Iglesia en el mundo. Así, para el individuo, la Reunión de Grupo es el
31
32
Puebla, 98-99.
II Enc. Lat. Am., 16; II Enc. Mund., 171.
170
aspecto más importante del método, pero para la comunidad lo es la
Ultreya. Ambos Son necesarios para lograr progresivamente la
evangelización de los ambientes en el mundo.
501 La Ultreya actúa como estructura de ayuda a los cristianos
en su perseverancia y promoción cristiana. Ella crea conciencia de
Iglesia en los Grupos, ensanchando la visión de las necesidades del
apostolado ambiental y de los medios para cambiar los ambientes. Ella
ayuda a la formación continua de los cristianos. Sin embargo, es
necesario que fomente un impulso fundamental hacia la Iglesia y hacia
el mundo más que hacia el propio MCC.
Finalidad
502 La finalidad de la Ultreya se entiende a partir de la finalidad
del MCC, y está en crear grupos evangelizadores con personas que
sean capaces de vivir lo fundamental cristiano con los demás.
503 Teniendo esto presente, la Ultreya
a)
facilita la vivencia y convivencia de lo fundamental
cristiano, al proporcionar una situación de intercambio
(compartir); para los individuos, a través de las
reuniones, y, para la comunidad, por el testimonio dado
por los que intervienen;
b)
crea un clima de entusiasmo al testimoniar todos la
experiencia vivida del amor a Dios, del amoral prójimo y
del amor al mundo;
c)
fomenta la conversión progresiva de los participantes,
brindándoles la oportunidad de la dirección espiritual, la
ayuda personal de los dirigentes, el reto de iniciar en su
propia vida lo que ha sido testimoniado por otros y el
discernimiento de la propia vocación;
d)
hace posible la fermentación evangélica de los
ambientes,
 por el hecho de ser una comunidad testimonial;
 formando y promoviendo Grupos que facilitan la
amistad, el contacto personal y que animan a
evangelizar en forma general y comunitaria;
 centrando en la santidad, en la "metanoia", en la
reconciliación, en la comunidad cristiana y en la
171
misión.
Misión
504 La Ultreya es a la fermentación de los ambientes, lo que el
corazón es al organismo, al que vivifica concentrando, purificando y
oxigenando la sangre: mas no para guardarla, sino para lanzarla
inmediatamente a todos los ámbitos del cuerpo.
La misión verdadera de la Ultreya no se agota, pues, en el acto
mismo de la Ultreya, sino en el ir logrando hacer de cada familia, de
cada ambiente, de cada estructura, una pequeña Ultreya: una
comunidad de fe, de esperanza y de amor.
505 Vale la pena recordar que lo único que consigue alimentar la
vitalidad tanto de los Grupos como de las Ultreyas es su real inserción
en un clima apostólico, en un clima de Iglesia. Cuando esto no se
logra, siempre se corre el riesgo de que los Grupos y las Ultreyas se
conviertan en ghettos y comunidades centradas en sí mismas, sin
fines apostólicos.
Ultreya y Eucaristía
506 Consecuentes con la afirmación de que la Eucaristía es la
fuente y la cima de toda evangelización y de toda comunidad, igual
que del Cursillo, es de la esencia de la Ultreya impulsar al cristiano a
una participación cada vez más plena en el misterio eucarístico. Esto
no significa que la Eucarística deba celebrarse como parte integral de
la Ultreya.
Ultreya y Palabra de Dios
507 Puesto que el Señor ha querido manifestarse a través de las
Escrituras, la Ultreya tiene que dar a los cristianos el gusto y la
ocasión de profundizar en la Palabra de Dios, confrontándola con su
propia vida.
Método
508 No hay ningún método concreto que sea esencial en la
Ultreya. El mejor método será aquél que permita vivir, compartir y
172
aumentar el espíritu despertado en el Cursillo33.
509 Aún cuando no existe una fórmula universal para las
Ultreyas, en algunos sitios ha sido provechoso llevar el siguiente
esquema:
-
reunión,
testimonios,
comentarios sobre los testimonios,
aclarar y centrar el contenido espiritual de los mismos,
oración.
510 Aunque el ideal sería que las Ultreyas se celebrasen
semanalmente, los Secretariados señalarán la periodicidad, según las
circunstancias de cada lugar.
511 Los que intervienen en las Ultreyas dan testimonio del
crecimiento de su vida de unión con Cristo y con los hermanos, a fin
de que los demás se animen. Presentan a los cursillistas una gran
variedad de testimonios, para que en ellos puedan encontrar un amplio
abanico de posibilidades de crecimiento cristiano y de acción. El que
da su testimonio ofrece ejemplos concretos de cómo vivir lo
fundamental cristiano, en la familia, en el vecindario, en el lugar de
trabajo y con los amigos.
13.- LOS DIRIGENTES EN EL POSCURSILLO
512 Si la animación de los evangelizadores es la tarea del MCC,
es lógico que los dirigentes del mismo realicen en el Poscursillo un
mayor esfuerzo que en cualquiera de sus otros tiempos.
513 Así como el equipo posibilita el desarrollo del Cursillo,
también el Poscursillo se hace posible por un equipo. El objetivo
inmediato de los dirigentes en el Poscursillo es motivar y ayudar a los
cursillistas nuevos a encontrar un grupo de amigos con que puedan
comprometerse para formar parte de una comunidad cristiana34. A
través de esta comunidad se capacitarán para asumir su compromiso
33
34
II Enc. Lat. Am., 16; II Enc. Mund., 171.
Cf. II Enc. Mund., 170, Poscursillo.
173
apostólico en el sitio donde viven35.
514 El papel del dirigente en el Poscursillo se realiza en dos
direcciones:
a)
b)
individualmente, a través del contacto personal con
cada cursillista; y
como miembro de un equipo, en la Escuela y en la
Ultreya.
515 Animado por la inquietud del Evangelio, urgido por el amor
de Cristo, y abierto al Espíritu, el dirigente está profundamente
sintonizado con la misión de la Iglesia; se esfuerza para reconocer y
responder a las posibilidades evangélicas en las situaciones de vida
en las que está inmerso, y trabaja por irse formando en Cristo para
que Cristo también se forme en los demás.
Vivir el Poscursillo consiste en vivir una vida de amistad con Dios
y con nuestros hermanos y hermanas. No se busca la experiencia vital
del Cursillo como un fin en sí mismo; pero alcanzarla es un modo de
expresar cómo ser Iglesia, cómo ser una comunidad espiritual
personalizada. La Iglesia en el MCC es presentada como una realidad
siempre nueva y dinámica.
516 Puesto que la experiencia religiosa es un acontecimiento
personal, todos necesitamos ayuda individual. Por eso, una de las
principales funciones, común a los dirigentes, es su apertura al diálogo
personal y al compartir con los cursillistas, para que todos puedan
actuar como fermento renovador.
En dicho diálogo, no se trata de resolver los problemas
personales en un plan moralizante, sino de construir, de comunicar
criterios efectivos y válidos, para una estructuración cristiana de toda
la vida. Esta es una labor que deberá extenderse más allá de los tres
días del Cursillo.
35
III Enc. Lat. Am., CR, 354; “El MCC, como movimiento de Iglesia, debe proyectar la imagen conciliar del
laico, una imagen de cristianos totalmente comprometidos, como miembros de la Iglesia, a cambiar las
condiciones del mundo en el cual viven” (CR, 347).
174
517 Este diálogo personal y este compartir del dirigente con los
cursillistas, debe hacerse a través de un contacto personal, sobre la
base de la amistad y de la sinceridad. El dirigente se abre como
amigo, sin tratar taimada y diplomáticamente de poner a prueba la
condición espiritual del cursillista. Sólo una sincera amistad ofrecerá
cauces al diálogo y la efectiva apertura. La técnica está hecha de
oportunidad, gentileza y tacto y se lleva a cabo con espíritu apostólico.
El dirigente se hace amigo de todos, de manera que cada uno se haga
amigo de los demás y todos se hagan amigos del Señor. Es un hecho
que quien dice algo y cómo lo dice, es más importante para la persona
que lo que se dice.
518 Cuando el método del Poscursillo se entiende y se utiliza
adecuadamente, por dirigentes que se han comprometido mutuamente
en una misión cristiana común, con espíritu de servicio, el Movimiento
se convierte en un poderoso instrumento de evangelización.
La comprensión del MCC hace nacer en las personas un espíritu
de dedicación y determinación de hacer del Señor el centro de sus
vidas, lo mismo que las vidas de aquellos con quienes viven y
trabajan. Las estructuras y las formas por sí mismas, son algo muerto.
El papel del dirigente del MCC en el programa del Poscursillo es hacer
vivas las Reuniones de Grupo y las Ultreyas y promover la amistad
que las posibilita.
519 El éxito de la Ultreya dependerá no sólo del compartir y del
testimonio de los que participan en ella; sino también de los dirigentes
que facilitan su desarrollo. Los dirigentes una Ultreya servirán a los
demás de una manera sencilla y humilde, como en el Cursillo,
mediante la atención personal y el esfuerzo concertado para crear y
sostener una comunidad evangelizadora de amor.
520 El papel de los dirigentes es muy importante en la Ultreya;
ellos, promoviendo la solidaridad y el dinamismo apostólico
- promueven el espíritu y el clima del compartir, haciendo que
todos compartan con todos;
- establecen contactos personales entre aquellos que han
hecho un mismo Cursillo; procuran la acogida cordial de los
recién llegados, para que ninguno se sienta extraño;
175
- estimulan a quienes aún no tienen un Grupo permanente, de
manera que, sin presiones, acepten las posibilidades que se
les ofrecen de encontrarlo;
- animan, a aquellos que ya han iniciado un Grupo, a
perseverar en la amistad;
- se comprometen a continuar sus contactos personales fuera
de la Ultreya, especialmente con aquellos que se sienten
desanimados, aislados, inestables o insatisfechos.
- aceptan la responsabilidad de tomar la iniciativa que ofrece la
Gracia en cada situación;
- son los comunicadores gozosos de la Gracia de Dios, al
actuar como servidores de todos.
521 Los dirigentes deben emplear sus talentos para mantener al
más alto nivel el espíritu y el clima de cada Ultreya. Su papel es el de
ser fermentos de la masa. Cada reunión debe beneficiarse del interés
de los dirigentes. Cada participante debe sentir el beneficio del
contacto personal con los dirigentes. El equipo dirigente, continuando
el trabajo del Cursillo, debe actuar conjuntado para ayudar a cada
participante y, a través de él, a su ambiente y a su Reunión de Grupo.
14.- CONCLUSIÓN
522 No se olvide que lo importante no es perseverar en el MCC,
sino en la vivencia de una auténtica vida cristiana, para la edificación
de la Iglesia y para la construcción de un mundo mejor. Muchos que
un día hicieron un Cursillo de Cristiandad, aunque hoy no utilicen los
medios específicos del Poscursillo, llevan una vida auténticamente
cristiana. Sin embargo, puesto que el propósito del Poscursillo es la
transformación del mundo por medio de quienes viven lo fundamental
cristiano de un modo progresivo, el MCC promueve el método
específico de perseverancia y maduración en la fe que llama
Poscursillo, como un medio excelente y oportuno de conseguir lo que
se intenta.
523 La definición, que presenta al MCC como la vivencia y la
convivencia de lo fundamental cristiano, no se aplica sólo a los tres
días del Cursillo, sino también, y sobre todo, al Poscursillo; y, así, la
vida, después del Cursillo, consistirá en vivir lo fundamental cristiano; y
la estructura del Poscursillo lo hace posible.
176
524 No se busca esa vivencia y esa convivencia cristiana como
una finalidad cerrada en sí misma, que se agota en la santidad
personal, sino con miras a una dinámica y creciente fermentación
evangélica de la sociedad. El Poscursillo, por tanto, será también la
vivencia y la convivencia de lo fundamental cristiano, en orden a
impregnar de Evangelio los ambientes.
525 El Poscursillo llena las esperanzas de la Iglesia en los fieles
laicos. Al descubrir y realizar su propia vocación y misión, el fiel laico
debe formarse de acuerdo con la sintonía que debe existir entre ser
miembro de la Iglesia y ser ciudadano del mundo36.
526 En la existencia del cristiano no puede haber dos vidas
paralelas: por una parte, la denominada "vida espiritual", con sus
valores y exigencias; y por otra, la denominada "vida secular", es decir,
la vida de familia, del trabajo, de las relaciones sociales, del
compromiso político y cultural37. Ambas deben unirse, como la fe en la
vida y la vida de fe.
36
37
LG., 36.
Ibidem.
177
8
LAS ESTRUCTURAS OPERACIONALES DEL
MCC:
LA ESCUELA Y LOS SECRETARIADOS
178
179
1.- INTRODUCCIÓN
527 El MCC tiene una estrategia propia que le posibilita la
eficacia de su acción por el recto uso de su método y por la valoración,
adaptación, ordenación y aprovechamiento de los medios, recursos y
elementos con que cuenta para alcanzar la finalidad que le es propia.
528 Tanto la aplicación del método, como el desarrollo de la
estrategia, supone unos objetivos; y el logro de éstos engendra una
responsabilidad. Esta, por su parte, exige autoridad suficiente y una
organización adecuada para la ordenación de esos medios, recursos y
elementos.
529 Para atender a ello, en cada realidad diocesana, el MCC
cuenta con dos estructuras operacionales: la Escuela y el
Secretariado, instrumentos de su organización, mediante los cuales se
da la distribución de funciones y, paralelamente, la delegación de
autoridad para "conservar el método, garantizar su recto empleo y
nutrir y perfeccionar un modo de pensar, un modo de obrar y un modo
de vivir, que constituyen la esencia de este Movimiento renovador"1.
2.- LA ESCUELA
530 El MCC nació en el seno de una Escuela; y del esfuerzo
continuado y coordinado de sus dirigentes, recibió la forma y cl
impulso para su crecimiento y perfeccionamiento.
531 La Escuela es, pues, anterior a los Cursillos, porque en sus
entrañas se gestaron en ella se nutrieron y desde ella perseveran y se
difunden como movimiento de Iglesia. Y, en todo tiempo la Escuela ha
resultado -y sigue resultando hoy- pieza esencial para la continuidad y
el desarrollo de la Obra.
532 La Escuela es el instrumento de promoción apostólica que
ayuda a descubrir, encauzar y promover la vocación de las personas
que, habiendo experimentado la vivencia de un Cursillo, se integran a
ella para asumir la responsabilidad de ser dirigentes en la Iglesia, en el
Movimiento y en sus respectivos ambientes temporales.
1
Cf. Mons. Hervás, Hoja informativa del Secretariado de Ciudad Real.
180
533 En la naturaleza de la Escuela convergen tres vertientes:
- escuela de santidad,
- escuela de comunión del Movimiento, y
- escuela de formación.
1.- La Escuela, escuela de santidad
534 En el MCC la Escuela es entendida, en primer lugar, en su
aceptación evangélica: el conjunto de cristianos que buscan caminos
de santidad en el seguimiento y la imitación de un solo Maestro:
Cristo.
535 En ella, hombres y mujeres a quienes une la común
experiencia de un Cursillo, encuentran las raíces y las exigencias de
su apostolado -en y desde el Movimiento- y ponen en ejercicio "la
primera y fundamental vocación", como llama Juan Pablo II a la
vocación a la santidad, convirtiéndose en testimonios vivos de la
dignidad conferida por Cristo2.
536 El MCC, instrumento de renovación evangélica de la vida,
hace de su Escuela, una escuela formadora de cristianos en camino
de santificación, de cara a una realidad permanente: "Los santos y las
santas han sido siempre fuente y origen de renovación en las
circunstancias más difíciles en toda la historia de la Iglesia"3.
537 La vida según el Espíritu -que es el modelo de vida que la
Escuela propone y cuyo fruto es la santificación, suscita y exige de
quienes forman parte de ella, en su condición de bautizados, el
seguimiento y la imitación de Cristo, en:
- la recepción de las Bienaventuranzas;
- el escuchar y meditar la Palabra de Dios;
- la participación consciente y activa en la vida litúrgica y
sacramental de la Iglesia;
- la oración individual y comunitaria;
- el hambre y la sed de justicia;
- llevar a la práctica el mandamiento del amor, en todas las
2
3
ChL, 16.
Idem.
181
circunstancias de la vida; y
- el servicio a los hermanos, especialmente si se trata de los
más pequeños, de los pobres y de los que sufren4.
538 Al ayudar a descubrir y realizar la vocación personal a la
santidad -a la que todos los bautizados están llamados- y que es el
presupuesto fundamental y la condición insustituible para realizar la
misión salvífica de la Iglesia5, la Escuela capacita a quienes forman
parte de ella para vivir "su inserción en las realidades temporales y su
participación en las actividades terrenas", desde lo específico del
método la estrategia y la finalidad del MCC.
539 El MCC, caracterizado por un método inductivo
esencialmente vivencial, busca que, entre los miembros de su Escuela
se reconozca como dirigentes a aquellos que ofrecen, en las
condiciones normales y ordinarias de la vida en el mundo, el
testimonio de una vida santa que, siendo ejemplo para los demás, los
mueva a la conversión6.
2.- La Escuela, escuela de comunión
540 La Escuela, como estructura operacional del Movimiento es
la comunidad de cristianos que, unidos por un clima de Reunión de
Grupo, buscan estar, cada día, más centrados, más comprometidos v
más integrados, para acelerar la vivencia de lo fundamental cristiano
en si mismos, en el Movimiento y en los ambientes en donde se
mueven. Vamos a desarrollar el contenido de esta definición:
541 Como comunidad cristiana en acción, la Escuela es algo que
es y que existe antes, durante y después de las reuniones. Algo que
actúa dentro y fuera de las mismas; que persiste siempre, como
realidad actuante y eficaz, independientemente de las actividades que
tenga o programe.
542 En ella, la comunicación y comunión de personas, criterios,
objetivos y esfuerzos, constituyen la norma primera de vida.
4
Ibidem.
ChL, 16-17.
6
ChL, 17.
5
182
543 La Escuela sitúa a sus integrantes en la vida de comunión
eclesial, para que sean signo para el mundo y fuerza atractiva, que
conduce a creer en Cristo, haciendo que la comunión se abra a la
misión7.
544 Por vivir unidos en y por un clima de Reunión de Grupo, los
integrantes de la Escuela encuentran en tal unidad y en tal comunión,
un ámbito de diálogo donde todos pueden y tienen algo que enseñar y
que aprender, que preguntar y que opinar. Un clima, por otra parte, de
sinceridad y confianza, de autenticidad y libertad, de igualdad (de
derechos y deberes) y pluriformidad (de vocaciones y actitudes), de
unidad en la diversidad y de humildad, tanto personal como
comunitaria.
545 Estar centrados exige algo más que estar informados. Por
ello, la Escuela busca que sus integrantes tomen como centro o eje de
todo el ser cristiano y de todo el quehacer apostólico, lo que se ha
descubierto como esencial: en nuestro caso, hacer de Cristo el centro
de toda la vida personal; y de la mentalidad del MCC, el eje de la
actuación como dirigentes del mismo.
546 En la Escuela se busca un mayor compromiso del
Movimiento, con el fin supremo de la Iglesia: el Reino de Dios, del que
ella "constituye en la tierra el germen e inicio" y es "fuente de plena
liberación y salvación total para los hombres", con los que la Iglesia
"camina y vive, realmente y enteramente solidaria con su historia”8.
Comprometidos con Cristo y con el mensaje evangélico, los
integrantes de la Escuela se comprometen con el hombre, "primer
camino que debe seguir la Iglesia en el cumplimiento de su misión",
vía trazada por el mismo Cristo, la que inalterablemente pasa por la
Encarnación y la Redención9.
547 La Escuela, además, propone a quienes forman parte de
ella, que cada día estén más integrados, a partir del conocerse, del
compenetrarse y del coordinarse, de modo que, como comunidad vital,
no resulta la yuxtaposición de las individualidades de sus integrantes,
sino la unidad de todos en un mismo Maestro y Señor, en una misma
7
LG, 39.
LG, 5; RH, 14; ChL, 36.
9
RH, 14.
8
183
mentalidad y en una misma finalidad.
3.- La Escuela, escuela de formación
548 Los integrantes de la Escuela necesitan, para realizar la
propia vocación y misión de fieles laicos, el ser formados "para vivir
aquella unidad, con la que está marcado su mismo ser de miembros
de la Iglesia y de ciudadanos de la sociedad humana"10. La formación
se constituye así en respuesta a la "llamada a crecer, a madurar
continuamente, a dar siempre más fruto" (ChL,57).
549 Esta tarea de formación que asume la Escuela es exigencia
fundamental para el progreso espiritual, en cuanto dirigente en la
Iglesia y en el Movimiento, como también exigencia de las varias
circunstancias de cosas, personas y deberes a que tiene que
acomodar su actividad11.
550 En el Decreto sobre el Apostolado de los laicos, del Concilio
Vaticano II en la Exhortación Christifideles Laici de Juan Pablo II, la
Escuela encuentra señalados los aspectos principales dc la formación
múltiple y completa que tiene que procurar para los dirigentes del
Movimiento. La Escuela, sin alterar el carácter kerygmático del
método, podrá asumir la formación catequética de sus dirigentes.
551 1. La formación espiritual, llamada a crecer en la intimidad
con Jesús, en la conformidad con la voluntad del Padre y en la entrega
a los hermanos por la caridad y por la justicia12;
552 2. La formación doctrinal, revelada como urgente necesidad,
no sólo por el natural dinamismo de profundización de su fe, sino
también por la exigencia de "dar razón de la esperanza"13;
553 3. La formación humana, por la significación que para la
acción misionera tiene el crecimiento de los valores humanos14 y
porque el dirigente requiere estar adaptado a la propia sociedad y a la
10
ChL, 59.
AA, 28.
12
ChL, 60.
13
Idem
14
Ibidem
11
184
cultura de ésta15;
554 4. La formación social, que lleva aparejada por una parte
una tarea de mentalización sobre la imprescindible promoción del
hombre sobre su compromiso político y social; y por otra, una más
decidida evangelización de la cultura, como respuesta a los eternos
interrogantes que agitan al hombre y a la sociedad de hoy16. Por tanto
el estudio de la Doctrina Social es imprescindible para la formación de
los cursillistas del MCC;
555 5. La formación para el apostolado. El Concilio Vaticano II
exhorta a los movimientos y asociaciones de laicos a fomentarla
cuidadosa y asiduamente. Por eso, según su propia finalidad17, la
técnica propia del MCC pondrá especial énfasis en ello, para que cada
integrante de la Escuela logre un profundo conocimiento de la
proyección social, que caracteriza al MCC.
4.- Organización de la Escuela
556 La Escuela, para que los dirigentes hagan apostolado según
sus propios métodos, como recomienda ChL 62, los formará en su
temática, en su método, en su estrategia y en sus estructuras
operacionales.
557 La Escuela, siendo pieza esencial del MCC, no tiene formas
concretas para su organización y funcionamiento, ni esquema para el
desarrollo de sus sesiones, ni para su temario.
558 El que se afirme su carácter de pieza esencial del MCC, sin
especificar formas de organización de la misma, responde al carácter
inductivo del método.
559 La estructura de la Escuela (la forma en que está
constituida) y su desarrollo (la forma en que se desenvuelven sus
actividades), están determinados por las necesidades, posibilidades y
el nivel alcanzado por el Movimiento en cada lugar.
15
AA, 29.
ChL, 60.
17
AA, 30
16
185
560 No pueden las Escuelas, por lo tanto, ser iguales en todas
sus partes, ni seguir siendo iguales todo el tiempo. En cada caso, y en
cada momento, la atención de las necesidades y la solución de los
problemas estará determinada por las posibilidades del Movimiento; es
decir, por el número, capacidad y entrega del elemento humano
comprometido con los objetivos que se quieren alcanzar, en cada
tiempo y en cada realidad pastoral.
561 En la Escuela no caben los transplantes de otras escuelas y
de otros movimientos, ni el estancamiento. Lo que es necesario y
posible aquí, puede ser necesario pero no posible allá; y lo necesario y
posible hoy, puede no ser suficiente mañana. Por lo que se impone la
evolución y el desarrollo.
5.- La finalidad de la Escuela
562 La Escuela no puede pretender algo distinto de lo que
pretende el Movimiento. Podrá pretender más y ampliará, con ello, el
campo de sus funciones y posibilidades, pero no podrá parcializar o
recortar la finalidad del MCC: la fermentación evangélica de los
ambientes, llevada a cabo por medio de grupos o núcleos de cristianos
que vivan y convivan lo fundamental cristiano, a partir de un proceso
de conversión integral y progresiva, iniciado, renovado y/o revitalizado,
a partir de un Cursillo de Cristiandad.
563 Por ello, la Escuela asume como finalidad propia la de
intensificar la vivencia de lo fundamental cristiano en cada uno de sus
miembros, en el Movimiento y en los ambientes donde se mueven y
son protagonistas.
La Escuela alcanza su finalidad, cuando:
1. a cada uno de sus miembros le da:
- criterios, llenándoles la cabeza de ideas; y
- espíritu (fuego en el corazón) para realizarlas;
2. en el Movimiento consigue:
- sondear inquietudes, convirtiéndose en cauce de ellas;
- impulsar y vitalizar los grupos, núcleos o comunidades que
generan los Cursillos;
186
- profundizar la conversión de quienes la integran; y
- promover a los futuros dirigentes del Movimiento, formándolos
en santidad, doctrina, técnica y espíritu de servicio;
3. en los ambientes consigue, por medio de la evangelización de
las personas-vértebras y de su mentalización, que se conviertan en
promotoras y animadoras de:
- grupos o núcleos de fermentación ambiental;
- comunidades eclesiales; - comunidades civiles.
6.- La estrategia de la Escuela
564 Es punto de partida de la estrategia de la Escuela es el
conformar una comunidad en la que todos sus integrantes se
comprometan a ser inspiradores de grupos, núcleos o comunidades
fermentadoras de Evangelio en los ambientes temporales.
565 El ser y el quehacer comunitario, el compartir las
experiencias de vida generadas en la tarea de vertebrar el Movimiento,
la planificación y organización de las actividades y la evaluación crítica
y profunda del accionar de la Escuela, completan los perfiles de una
estrategia en la que el compartir y el convivir alcanzan la fuerza de un
testimonio que hace posible -en la Ultreya, y en los ambientes- el
convertir, por la conversión de las vértebras.
7.- Criterios de integración
566 Son integrantes de la Escuela los hombres y mujeres que,
habiendo vivido la experiencia de un Cursillo de Cristiandad, aceptan
libremente -y como vocación específica- asumir la misión
evangelizadora de la Iglesia, desde lo específico de la identidad del
MCC.
567 El MCC necesita formar dirigentes que sepan, quieran y
puedan animarlo, impulsarlo y vivificarlo en sus tres tiempos:
Precursillo, Cursillo y Poscursillo: Para esta tarea llama a quienes ya
son dirigentes en las circunstancias ordinarias de sus existencias, para
que también lo sean de sus estructuras operacionales (la Escuela y el
mismo Secretariado).
187
568 La búsqueda de quienes se integrarán a la Escuela, deberá
tender a descubrir en ellos, estos perfiles:
1. cualidades humanas: todo miembro de la Escuela habrá de
estimar y cultivar aquellas aptitudes humanas, sin las cuales "no
puede haber una verdadera vida cristiana", como la pericia profesional,
el sentimiento familiar y cívico, las virtudes que pertenecen a las
costumbres sociales, como la honradez, el espíritu de justicia, la
delicadeza, la fortaleza del alma18;
569 2.virtudes sobrenaturales: porque la fecundidad del
apostolado depende de la unión vital con Cristo, es preciso que los
dirigentes avancen en la santidad decididos y alegres, mediante el
ejercicio continuo de la fe, de la esperanza y de la caridad19;
570 3. estilo propio del MCC: si quienes están insertos en un
movimiento o asociación, han de esforzarse en asimilar fielmente la
característica peculiar de la vida espiritual que le es propia20, en el
caso del MCC el integrarse a la Escuela supone ilusión, entrega y
espíritu comunitario, para que con ellos y desde ellos, puedan ir
desarrollando la propia personalidad, humana y cristiana, utilizando
fielmente el método y la estrategia del Movimiento;
571 4. vocación específica: no todos los que vivieron la
experiencia de un Cursillo están llamados a ser dirigentes del MCC.
Hay muchos caminos para llegar a Dios, en el servicio a la Iglesia y a
los hombres, nuestros hermanos. Ser dirigente de Cursillos es una
vocación concreta y específica, como puede serio el constituirse en
dirigente de un determinado ambiente o empresa humana. De lo que
ningún cristiano puede eximirse es de ser dirigente cristiano en la vida
y en los ambientes en los que la Providencia lo coloque.
572 La Ultreya y las Reuniones de Grupo son los ámbitos
adecuados para descubrir a los futuros integrantes de la Escuela. Por
su madurez, por la integridad de sus vidas, por su capacidad de
apertura y de diálogo, por su humildad, por su espíritu comunitario y su
posibilidad de dedicación, se va perfilando en algunos la imagen del
18
AA, 4.
Idem
20
Ibidem
19
188
dirigente. Ellos son, en definitiva, los hombres y mujeres que debieran
integrar una Escuela dcl MCC.
8.- Aptitudes y actitudes de los dirigentes
573 Puesto que la Escuela es una estructura de servicio, es
natural que quienes sean llamados se comprometan no sólo a asistir a
sus reuniones, ya que son mucho más altas las exigencias de la
Escuela para con sus miembros. A ellos se les pide:
- la ilusión de ser fermento cristiano en una Iglesia y en un
mundo en cambio;
- una progresiva entrega para llevar la Buena Nueva del
Evangelio a los hombres de buena voluntad;
- una disposición dinámica para la animación cristiana del
orden temporal, en una línea de creciente compromiso con las
realidades históricas a las que hay que impregnar de criterios
evangélicos;
- una sensibilidad despierta y equilibrada y una capacidad de
asombro permanentemente renovada, para interpretar los
signos de los tiempos;
- un "santo real miedo" ante las maravillas de la Gracia,
esforzándose por superar todo posible "profesionalismo", al
margen de la normalidad de la vida cristiana;
- la posibilidad de vibrar al compás de un mismo criterio y de un
mismo espíritu, para que lo apostólico resulte espontáneo y
toda verdad sea oportuna, porque todos -en la Escuela- la
deseen, la vivan o la quieran vivir21;
- que estén insertos en un Grupo, comprometido y basado en la
amistad, en cuanto constituye la pieza básica del Poscursillo y
ofrece garantías de una entrega continuada y progresiva;
- que participen con una total disponibilidad en las diferentes
áreas del MCC, en particular en la Ultreya, ya que -de lo
contrario- les sería muy difícil el impulsarlo. De ello depende,
también, que en la Escuela haya simples "expertos" en recitar
rollos o verdaderos ejes del MCC, que no limitan su acción al
Cursillo (tres días), sino que se comprometen con el MCC en
sus tres tiempos.
- que tengan la "santa audacia", si son requeridos por ello, a
21
Vertebración, 30.
189
participar como dirigentes de un Cursillo y la humildad
necesaria, para no resentirse, si no reciben tal invitación. El
ser dirigente de un Cursillo es algo ocasional; lo permanente
es ser cristiano auténtico, para ello se exige esto; para esto
no se exige aquello.
3.- LOS SECRETARIADOS
574 El MCC nació en el seno de la Iglesia; y fue aprobado, y
bendecido, y reconocido por ella misma como instrumento válido para
participar en la misión de implantar el Reino de Dios en el mundo.
575 A los Secretariados, por su parte, les compete ser custodios
de la identidad del MCC y atender a la promoción, desarrollo y
orientación del MCC, en las realidades diocesanas o nacionales. Y en
sus respectivos niveles -de diócesis o de país- poseen la autoridad y la
responsabilidad, delegadas por la jerarquía, para cumplir sus misiones
específicas y prestar al Movimiento los servicios que les son propios.
576 Los Secretariados son los organismos específicos, cuyos
integrantes -sacerdotes y laicos- presentados por la comunidad
cursillista, son escogidos por la jerarquía para orientar, coordinar,
impulsar y servir al Movimiento, en una diócesis o país -según sean
diocesanos o nacionales- para procurar una eficaz inserción en la vida
y en la acción pastoral de la Iglesia, desde lo específico de la identidad
del Movimiento.
577 En la naturaleza de los Secretariados están contenidos dos
aspectos, que hacen su identidad:
- el de la autoridad delegada por la jerarquía para cumplir con
la responsabilidad encomendada, y
- el de la estructura de servicio.
578 La existencia y funcionamiento de los Secretariados
responden a las exigencias de:
1.
guardar la unidad dentro del método determinado,
que contiene las normas, los criterios, los
objetivos y las actividades, que lo definen y
190
2.
3.
4.
caracterizan;
conservar la unidad dinámica del MCC que, como
elemento e instrumento de la Pastoral, tiene que
ser encauzado e impulsado;
salvaguardar su contenido doctrinal, y
mantener una organización adecuada que, junto
con la distribución de funciones y tareas, le
permita la ordenación y coordinación de los
recursos humanos con los que cuenta, para que
el crecimiento del Movimiento sea un crecimiento
orgánico.
579 El servicio del MCC a la Iglesia, mediante una real inserción
en la Pastoral, tiene que estar potenciado por:
1. un profundo sentido de Iglesia, caracterizado por:
 la conciencia de que el MCC no puede ser
considerado, ni entendido como un fin en sí
mismo, ni funcionar -bajo ninguna circunstanciacomo obra aislada de la Pastoral Orgánica (o de
Conjunto);
 una obligada, filial y constante relación con la
jerarquía, responsable última de todos los
movimientos;
 un permanente relación con los responsables de
la planificación pastoral;
 un contacto fraternal y generoso con los demás
movimientos,
asociaciones,
grupos
y
organizaciones de
 la Iglesia para atender a "la obligación de
favorecer y alimentar continuamente vínculos y
relaciones fraternas de estima, cordialidad y
colaboración entre las diversas formas asociativas
de los laicos" y contribuir, así "fecunda y
armoniosamente a la edificación de la casa
común"22;
22
ChL, 31.
191
580 2. la renovada vivencia del espíritu comunitario, en cuanto
que:
- si “el cristianismo no puede ser vivido, si no es conviviéndolo",
difícilmente, más aún, "prácticamente, será imposible que los
Secretariados se conviertan en una realidad dinámica dentro
de la gran comunidad, de no existir en ellos verdadero espíritu
comunitario”23;
- si a todas las estructuras del MCC debe exigírseles ser
"testimonios vivos de espíritu comunitario", resulta obvio que
la exigencia mayor es para quienes, estando a la cabeza del
mismo, se convierten en testigos primeros de este espíritu y
vida de "comunidad de fe, de esperanza y de caridad, a través
de la cual, como un todo visible, llega la Verdad y la Gracia a
todos los hombres"24;
581 3. una constante acción de equipo,
- que permita que decir la verdad con caridad y expresar
libremente las opiniones no sólo sea posible, sino
imprescindible, a la vez que agradecido;
- que, logre que, al detectarse divergencias no sufra la amistad,
ni la disposición de llegar a un acuerdo:
- que, exija que lo decidido por el conjunto, cuente con el leal
compromiso de todos de cumplir lo conjuntamente decidido;
- que, haga que, al surgir cualquier tensión, el arreglo no venga
por vía de anulación de uno de los polos del disenso, sino por
obra del diálogo animador y fraterno, con sentido evangélico.
582 Los Secretariados tienen como objetivo primero e ineludible
el conservar, desarrollar, actualizar y vigorizar la mentalidad, finalidad
y núcleo básico metodológico, que definen y caracterizan al MCC
como un movimiento eclesial.
583 El dar prioridad al logro de estos objetivos llevará a los
miembros del Secretariado a
1. promover la presencia y posibilitar la acción de fermentos de
reflexión; personas o grupos de personas que, además de haber
encarnado en ellas la mentalidad del MCC, mantengan una actitud
23
24
II Enc. Mund., Ponencia de Portugal, en Trípode 73 (1970) 16-17.
LG, 8; III Enc. Mundi. Ponencia de Mexico, CN 178.
192
pensante dentro del mismo MCC y que sientan la verdad con sus
interrogantes continuos;
584 2. no pretender hacerlo ellos todo. Lo eficaz es que se
aplique el principio de subsidiaridad, es decir: que lo que pueda hacer
la Escuela, no lo haga el Secretariado Diocesano y lo que pueda hacer
éste, no lo haga el Secretariado Nacional;
585 3. realizar un permanente estudio de la realidad para
verificar si el estilo, la temática y el funcionamiento del MCC están de
acuerdo con las actitudes fundamentales de la Iglesia y constituyen
respuesta adecuada al mundo, en sus realidades concretas de lugar y
tiempo.
Integración y estructura
586 Si los Secretariados -tanto los diocesanos como el nacional
han sido definidos como una Reunión de Grupo- de sacerdotes y
laicos- a la que la jerarquía encomienda como plan apostólico el
servicio, la orientación y el desarrollo del MCC (en la diócesis o en el
país), este grupo debe estar integrado por aquellos dirigentes que:
1.
2.
tengan un suficiente conocimiento, entrañable
estima y prudencial experiencia en el MCC; y
claro conocimiento y fidelidad a la mentalidad que
originó el MCC, a la finalidad que pretende el
MCC y al método que propicia el logro de sus
objetivos específicos.
587 Las necesidades, posibilidades y circunstancias concretas
de tiempo y lugar son las que condicionan la organización o estructura
de los Secretariados, por lo que el número de sus componentes estará
determinado por las funciones que el cumplimiento de su misión le
exija.
588 Los Secretariados están integrados por sacerdotes y laicos.
Corresponde a los sacerdotes la dirección y asesoramiento espiritual,
la orientación en punto a doctrina y a problemas de conciencia; la
competencia de los laicos abarca las cuestiones de organización y
método y la dirección ejecutiva.
193
589 La renovación parcial y periódica de los miembros de los
Secretariados, además de la revitalización que por sí misma implica,
permite seguir contando en el seno de ellos, con el aporte de
dirigentes ya experimentados.
4.- LOS SECRETARIADOS DIOCESANOS
590 Desde siempre el Secretariado Diocesano ha sido
considerado pieza esencial del MCC25. Está constituido por un grupo
de sacerdotes y laicos a quienes el obispo confía la responsabilidad de
la promoción, el desarrollo y la adecuada dirección del MCC en la
diócesis. 591 No hay una estructura común para todos los
Secretariados Diocesanos, ya que la constitución y organización de
éstos debe responder a la eficacia de la misión, que se quiere realizar;
al grado de desarrollo alcanzado por el MCC en la diócesis y a las
posibilidades y recursos humanos con los que cuenta.
592 El Secretariado Diocesano tiene autoridad delegada por el
obispo sobre el MCC, pero no sobre los cursillistas, para quienes se
constituye en instrumento de servicio y orientación.
Funciones y servicios
593 Las siguientes son algunas de las funciones que
corresponden al Secretariado Diocesano, para promover y servir al
Movimiento, a fin de que éste cumpla con su finalidad:
1.
2.
3.
25
ser custodio de la identidad del MCC, recibiendo,
por su vinculación con el Secretariado Nacional,
garantía de que su orientación se conforma a la
autenticidad de su mentalidad, finalidad y método;
velar por el recto funcionamiento de la Escuela,
en sus diversas vertientes, procurando y
posibilitando los medios necesarios para que ésta
cumpla con su cometido;
delegar en ella (la Escuela) un máximo de tareas,
de cara a una adecuada y completa utilización de
los medios y recursos, pero, a la vez, como
III Convivencia Guadalajara. Conclusiones G) I,1.
194
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
26
camino para la capacitación, promoción y
formación de dirigentes;
realizar un permanente y adecuado estudio de los
ambientes de la diócesis, los criterios y juicios que
en ellos prevalecen y los hombres-vértebras de
los mismos, para que el Precursillo responda a las
necesidades pastorales;
programar y realizar, solamente, aquellos
Cursillos cuyos participantes puedan ser
atendidos en el Poscursillo;
seleccionar como candidatos a participar de los
Cursillos a los que poseen condiciones (aptitudes
y actitudes) que caracterizan a los agentes de
cambio en los ambientes y estructuras y son –o
pueden ser- protagonistas en la promoción y
desarrollo de la persona humana26.
designar el equipo dirigente de cada Cursillo,
seleccionando a aquellos que se encuentren
preparados
espiritual,
técnica
y
metodológicamente, y estén activos en la Escuela
y en la Ultreya;
velar para que los integrantes de los equipos de
Cursillos sean testimonios vivos de que su
proceso de conversión, su inserción en la Pastoral
de la Iglesia y su compromiso apostólico en el
mundo, viene posibilitado por su vivencia
comunitaria en un grupo o núcleo cristiano;
procurar que el equipo de dirigentes de cada
Cursillo asuma la responsabilidad de continuar en
contacto con los participantes del mismo,
promoviendo en ellos la ilusión por la Ultreya y por
la integración en un grupo, núcleo o comunidad
eclesial;
mantener
contacto
permanente
con
el
Secretariado Nacional, contribuyendo él la unidad
del MCC en el país, aceptando las orientaciones
que el mismo MCC imparta, utilizando sus
servicios y ayudando, en la medida de sus
I Enc. Mund. Lat. Am., II, 6.
195
11.
12.
posibilidades, a su sostenimiento material27;
hacer realidad el espíritu de comunión y
participación, con una presencia activa, en los
encuentros, asambleas, convivencias y otras
reuniones que organice y promueva el
Secretariado Nacional, aportando en ellos las
experiencias de vida de sus estructuras
operacionales y los criterios de sus dirigentes más
experimentados; y
colaborar -en el marco de la Pastoral de Conjuntocon los demás movimientos y asociaciones de la
Iglesia, haciendo que ellos conozcan la finalidad y
la estrategia del MCC y lo que éste puede aportar
para el enriquecimiento de la acción eclesial
diocesana y para que, a la vez, la Escuela y la
Ultreya conozcan los múltiples campos de
posibles realizaciones apostólicas que pueden
presentar a quienes vivan la experiencia de un
Cursillo, de cara a ayudar a descubrir y realizar
sus vocaciones personales.
5.- EL SECRETARIADO NACIONAL
594 El Secretariado Nacional es la estructura de servicio que, en
cada país, nombra o reconoce la Conferencia Episcopal para que sea
vía de comunión, de participación y de orientación de los
Secretariados Diocesanos, a la vez que instrumento de relación del
MCC con la jerarquía y de comunicación de las normas, criterios y
orientaciones de la misma jerarquía a los Cursillos de Cristiandad.
595 Como tal, es también el organismo permanente para la
promoción, coordinación y servicio del MCC y para su representación
en las relaciones nacionales e internacionales.
596 La organización y estructura del Secretariado Nacional está
determinada por el grado de desarrollo que el Movimiento ha
alcanzado en cada país, así como por sus necesidades, posibilidades
y realidades humanas geográficas y pastorales.
27
III Convivencia Guadalajara, G) II, 3.
196
597 Son funciones del Secretariado Nacional, para alcanzar el
cumplimiento de la misión y servicios que le son propios, entre otras:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
iluminar, coordinar, relacionar y darle unidad, siempre en
línea de servicio, al quehacer del Movimiento en el país;
ayudar -con carácter subsidiario y complementario- a los
Secretariados Diocesanos, en todo aquello que ellos
mismos no pueden realizar por sí solos, "o en las
actividades para las que fuera solicitada su
colaboración;
promover la iniciación, la reactivación y/o el desarrollo
del Movimiento en el país, procurando que se
mantengan criterios de eficacia y fidelidad a lo que es
esencial a su mentalidad y finalidad y a su necesaria
inserción en la Pastoral de Conjunto;
programar, organizar y realizar Cursillos de Cursillos, o
de Dirigentes, encuentros o jornadas, convivencias
interdiocesanas y nacionales que sirvan a la formación y
actualización de los cuadros dirigentes del país,
teniendo como propósito último la unidad en la
mentalidad, la finalidad y el método, frente a las nuevas
circunstancias que se van generando en la Iglesia, en el
mundo y en el mismo Movimiento;
suscitar una constante y progresiva renovación de los
contenidos de los esquemas de los Rollos, a la luz del
Magisterio de la Iglesia y del proceso de actualización
que el MCC promueve a nivel de grupos internacionales
o en el ámbito del OMCC;
impulsar entre los Secretariados Diocesanos el
conocimiento y permanente aplicación de estas IFMCC;
y
mantener una activa y constante comunicación con los
demás Secretariados Nacionales, de manera especial
en los ámbitos de comunión y participación que crean
los grupos internacionales y el OMCC;. haciéndose
protagonista en la tarea de compartir experiencias de
vida y líneas de pensamiento expuestas en los
encuentros que celebren esos niveles.
197
6.- LOS GRUPOS INTERNACIONALES
598 El MCC -como la Iglesia- se fue haciendo piramidal: nació
en el seno de una asociación, se extendió a una diócesis, se propagó
a un país, para luego alcanzar todas las latitudes y todas las
longitudes, "recorriendo con carta de ciudadanía" los caminos del
mundo, al decir de Pablo VI, en la Ultreya Mundial de Roma28.
599 Ante esa expansión fruto de su vida interna, el MCC, por
conveniencia operacional, creó Secretariados Diocesanos y
Secretariados Nacionales, que, a su vez, encontraron caminos de
comunión y comunicación, de coordinación y de servicio, en los
Grupos Internacionales y, más recientemente, en el Organismo
Mundial de Cursillos de Cristiandad29.
600 Los Grupos Internacionales, en sus respectivos ámbitos, son
organismos de servicio y coordinación de los Secretariados miembros,
por lo que carecen de autoridad alguna sobre los Secretariados
Nacionales o Diocesanos.
601 Dichos Grupos ejercen la representación de los
Secretariados Nacionales que los conforman, ante el OMCC y ante las
demás estructuras eclesiales.
602 Los Grupos Internacionales tienen como objetivo promover y
mantener la unidad de los Secretariados Nacionales de los países que
componen cada Grupo, así como impulsar la reflexión permanente y
dinámica sobre la identidad del MCC y los esfuerzos y caminos que
debe recorrer para lograr que, fiel a su esencia, logre ser respuesta
pastoral a los interrogantes del mundo de hoy.
603 También es objetivo de los Grupos Internacionales –con
carácter subsidiario y complementario- ayudar a la promoción del MCC
en los países donde no está constituido o tienen dificultades para su
desarrollo, con el previo consentimiento de la jerarquía local.
28
Boletín OMCC (1a. Etapa, II período) No. 7 (1988) 3-7
P. Cesáreo Gil, Historia de los Cursillos de Cristiandad, Vol. XXXI, p. 578, Nota 135 bis., en Fliche Martín
“Historia de la Iglesia”.
29
198
604 Como responsables de los objetivos y orientaciones de sus
respectivos encuentros internacionales, los Grupos se constituyen en
el instrumento con que cuenta el MCC -a ese nivel- para ordenar y
coordinar los recursos, elementos y esfuerzos que le permitan
alcanzar tales objetivos.
Los Encuentros Internacionales
605 Los Grupos Internacionales orientan a los Secretariados
Nacionales miembros, mediante reuniones periódicas, en las que
revisan su identidad y la renuevan o reajustan, a la luz del Magisterio
de la Iglesia, de los libros de los iniciadores, de las conclusiones o
resoluciones de los otros encuentros y de estas IDEAS
FUNDAMENTALES.
606 Los Encuentros, de ese modo, se constituyen en una
autorizada referencia doctrinal y metodológica y, a la vez en una
adecuada estructura operacional de servicio de los respectivos Grupos
Internacionales.
607 Además de fijar los lineamientos básicos del MCC para los
países miembros, adecuando su quehacer a las realidades históricas,
a los Grupos Internacionales, les corresponde, también elegir en sus
Escuelas las sedes de los respectivos Grupos y/o de sus dirigentes,
así como propiciar que los Secretariados Nacionales, que los
componen, compartan experiencias apostólicas entre sí.
7.- EL ORGANISMO MUNDIAL
608 El Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad es ámbito
de comunión y participación de los Grupos Internacionales que lo
integran e instrumento para servir a la coordinación, la
intercomunicación y el impulso a la reflexión permanente, con miras a
mantener y desarrollar la unidad del Movimiento a escala universal.
609 Como estructura operacional de servicio no tiene autoridad
sobre los Secretariados Diocesanos o Nacionales, ni sobre los Grupos
Internacionales. Pero como responsable de los objetivos que lo fijan
los encuentros mundiales, constituye la organización con la que el
Movimiento cuenta -a ese nivel- para ordenar y coordinar los
199
elementos y esfuerzos que le posibiliten el cumplimiento de su
responsabilidad, de modo preferencial en todo lo que se refiera a:
610 1. la fidelidad del Movimiento a la Iglesia Universal y a su
Magisterio, como testimonio permanente y renovado de "una
comunión firme y convencida de filial relación con el Papa, centro
perpetuo y visible de unidad30, en el marco de las notas fijadas por el
Concilio Vaticano II31 y los criterios de eclesialidad señalados por Juan
Pablo II, para las asociaciones laicales32;
611 2. el cuidado de la identidad del MCC, a la luz de los libros
de sus iniciadores y en la dinámica de las experiencias vitales,
realizadas en la Iglesia y en el mundo y expresadas en las
conclusiones, acuerdos o resoluciones de los Encuentros
Internacionales y Mundiales y en estas IDEAS FUNDAMENTALES.
612 El OMCC está constituido por los Grupos Internacionales
debidamente reconocidos.
613 El OMCC estima conveniente la rotación de su sede entre
los distintos Grupos que lo conforman. Por eso designa
periódicamente el Grupo, y éste el país, donde estará la sede por el
siguiente período y cuyo Secretariado Nacional se responsabilizará de
sus objetivos y de sus servicios.
614 El OMCC consigue sus objetivos y presta sus servicios por
medio de un Comité Ejecutivo, designado por el Secretariado Nacional
del país elegido como sede.
615 Los servicios que debe prestar el OMCC mediante su
Comité Ejecutivo son, entre otros:
1. la representación del Movimiento ante la Santa Sede;
2. la comunicación y coordinación, en el marco de la acción
pastoral universal de la Iglesia, con otros movimientos,
asociaciones o grupos eclesiales;
3. la comunicación y coordinación de los Grupos Internacionales
30
LG, 23.
AA,20.
32
ChL, 30.
31
200
y de los Secretariados Nacionales;
4. la publicación de los libros, revistas y boletines que se
constituyan en cauce de diálogo intraeclesial y con las
realidades temporales, y sean medios de información y
formación de sus dirigentes, a la vez que fuente de
información y de intercambio de experiencias de los Grupos
Internacionales y Secretariados que los integran;
5. la organización periódica de Encuentros Mundiales en los que
se abran caminos a la unidad, cada vez más creciente, en lo
fundamental y a la actualización y revitalización del MCC en el
marco de una reflexión seria y profunda que, partiendo de los
Secretariados Diocesanos y sus escuelas, pase por los
Secretariados Nacionales y por los Grupos Internacionales,
para expresarse en los Encuentros Mundiales.
8.- LOS ENCUENTROS MUNDIALES
616 Los Encuentros Mundiales son convocados periódicamente,
cuando los Secretariados Nacionales consideren que las
circunstancias históricas reclaman una reflexión mundial.
617 Estos Encuentros constituyen el lugar para la reflexión sobre
la unidad teológica del MCC a escala universal y son, a la vez,
oportunidad para la lectura comunitaria de los signos de los tiempos.
618 Los Encuentros Mundiales son la máxima estructura -y la
más apropiada- que tiene el Movimiento para el discernimiento
colegiado de esos signos, como presencia activa del Señor en la
historia y como realidad que sustenta el proceso de actualización de la
mentalidad de Cursillos, colocándola en la dinámica de la vida de la
Iglesia, del mundo y del propio MCC.
619 Los objetivos generales de los Encuentros Mundiales son:
1.
2.
propiciar una reflexión que ayude a la unidad en lo
fundamental y a la actualización y revitalización del
Movimiento; y
compartir experiencias vitales del Movimiento.
620 Participan de los Encuentros Mundiales todos los países que
201
tienen Secretariados Nacionales y los que, sin tenerlos aún,
acreditados ante el Organismo Mundial, cuentan con el aval de su
respectiva Conferencia Episcopal.
202
203
204
9
EL MCC EN LA VIDA Y ACCION PASTORAL DE
LA IGLESIA
205
1.- INTRODUCCIÓN
621 Para comprender al MCC en la vida y acción pastoral de
Iglesia, es necesario recordar dos realidades fundamentales
íntimamente unidas entre sí: Iglesia y Pastoral. Y ello, por
fundamental razón de que el MCC es un movimiento de Iglesia;
como tal, tiene una clara función dentro de su acción pastoral.
la
e
la
y,
1.- El Misterio de la Iglesia
622 La Iglesia es un misterio grande, que no puede ser abarcado
en definiciones excluyentes. La realidad de su convocación, comunión
y misión sólo pueden tratarse desde una eclesiología comparada.
Ninguna imagen de la Iglesia es exhaustiva; pero todas contienen
parte de verdad.
623 La Iglesia es en Cristo como un sacramento, o sea, signo e
instrumento eficaz de la unión íntima con Dios y de' la unión íntima con
todo el género humano1. Por eso decimos que la Iglesia es un misterio
y un sacramento de Comunión.
624 La Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, cuya cabeza es
Cristo mismo, y cuyo cuerpo, vivificado por el Espíritu Santo, lo
formamos todos los fieles, en íntima unidad de fe y esperanza, en
íntima corresponsabilidad en el amor y en íntima vida de familia en la
que los miembros más pequeños son objeto de particular
predilección2.
625 La Iglesia es Pueblo de Dios, pueblo sacerdotal, profético y
real, nación santa, pueblo histórico que libera, congrega y lleva al
Padre, a todos los hombres en su realidad concreta de tiempo y lugar,
repitiendo en cierto modo la Encarnación, Pasión, Muerte y
Resurrección de Jesús3. Es pueblo construido en la unidad de la
diversidad. y en la igualdad de la dignidad, y del origen y del destino
de todos los hombres.
1
LG, 1
Cf. 1 Cor. 13.
3
LG, 8-9
2
206
626 La Iglesia es Sacramento universal de salvación. Jesús,
autor de la salvación. constituyó la Iglesia a fin de que fuera para todos
y: cada uno, el sacramento visible de la unidad salutífera4. Ella es
servidora universal de la vida divina en todos los hombres, a la manera
de su "Maestro y Señor"; y, en consecuencia, nada de lo que es
auténticamente humano le es extraño, pues ella debe impregnar de la
vida de Dios a todo el hombre y a todos los hombres.
627 Dios puso en marcha la Iglesia para edificar el Reino, del
cual ella es al mismo tiempo parte e instrumento, germen y principio5.
Por ello, la Iglesia se comprende desde su misión6. Ella, enviada como
el Hijo y por el Hijo, está constituida por la comunidad de los que creen
en Jesús y tienen como misión propia, continuar la tarea misma del
Señor: anunciar e instaurar el Reino de Dios. Reino de justicia, de
amor y de paz.
2.- La acción pastoral
618 Es la acción total, global de la Iglesia Pueblo de Dios y
sacramento universal de salvación, mediante la cual, en cumplimiento
de su misión, bajo la guía de sus Pastores, y en unión de todos los
hombres de buena voluntad, se esfuerza por construir entre los
hombres el Reino del Padre.
629 Esta acción total de la Iglesia se realiza fundamentalmente:
- en la edificación de la Iglesia misma, de su propio ser, como
lugar privilegiado de redención y liberación; como anticipo y
germen del Reino, como comunidad en proceso de salvación;
hija y madre, discípula y maestra de verdad, penitente y
reconciliadora, se rehace continuamente en humildad por la
fuerza del Espíritu;
- en su presencia dinámica en el mundo, al cual fue enviada
por su Fundador y cabeza como sal, fermento y luz, para que
así, fuese agente de salvación en la trama misma de toda la
historia humana; historia de salvación.
4
LG, 9.
LG, 5.
6
“Iglesia, tu nombre es misión”. Juan Pablo II, Cf. ChL, 32.
5
207
630 Ante la actual situación de los hombres en el mundo, la
acción de la Iglesia, en respuesta a la Palabra de Dios, se orienta hoy
con especial énfasis en estas grandes líneas:
- un mayor compromiso con Cristo y con el mundo que tiene
que salvar;
- un concepto más integral y más comunitario del Plan salvífico
de Dios;
- un respeto mayor a los individuos, como consecuencia de un
mayor reconocimiento de la dignidad de la persona humana;
- una constante atención a los signos de los tiempos;
- una mayor toma de conciencia de la necesaria presencia en
el mundo, como fermento (encarnación) y como respuesta
(servicio);
- una renovada flexibilidad de forma y de estructuras.
2.- EL MCC EN LA VIDA DE LA IGLESIA
1.- El MCC, patrimonio de la Iglesia
631 El MCC es un movimiento de Iglesia7. Nació de un plan
pastoral, al calor de una comunidad cristiana8 presidida por el obispo;
en ella sus dirigentes y sus estructuras convocan y ayudan a la
conversión; en ella despiertan el hambre de Dios y enseñan a vivir de
su savia; desde ella y en su nombre fermentan los ambientes y abren
espacio al Reino de Dios.
632 El MCC, fiel a su mentalidad, finalidad y método, es un
instrumento de renovación cristiana dentro de la Iglesia. En ella ha
creado multitud de núcleos de fieles que viven y conviven lo
fundamental cristiano y se esfuerzan así por fermentar de Evangelio
los ambientes". Miles de cristianos renovados en un Cursillo de
Cristiandad han revitalizado instituciones y movimientos, han dado
origen a nuevos movimientos, ocupan puestos de responsabilidad en
la acción pastoral de la Iglesia. El MCC aporta a la Iglesia un método
apostólico, acrisolado en la experiencia, en el campo de la
evangelización. Trabaja y vive en equipos eclesiales en íntima
comunión con el obispo. Es, por ello, una parte de la vida y acción
7
8
I Enc. Lat. Am., I.
CCIRC, 37-39.
208
pastoral de la Iglesia; es, ya, un patrimonio de la Iglesia universal.
2.- Los criterios de eclesialidad que deben inspirar la vida y
acción del MCC en la pastoral de la Iglesia.
633 El MCC, como parte de la Iglesia, tiene en ella una función
específica, acorde con su esencia, finalidad y método propio9. Esa
presencia y acción del MCC en la Iglesia, se vive dentro del marco de
unos criterios eclesiológicos-pastorales válidos para cualquier acción
pastoral, que se derivan del ser mismo de la Iglesia, y del Movimiento,
como agente de pastoral10.
Sentido de Iglesia
634 Saberse y sentirse Iglesia, servir a la Iglesia, hacer Iglesia,
aparte de ser los mejores títulos que deben ostentar quienes trabajan
en la Iglesia para implantar el Reino de Dios en el mundo, son la única
razón profunda y válida que puede justificar la existencia misma y la
permanencia en ella de todos sus movimientos y organizaciones
apostólicas.
635 Precisamente por eso el MCC, para que la Iglesia se realice
en el mundo como Cristo lo quiso, debe interesarse en su pastoral,
trabajar en ella con ahínco, hasta lograr que la historia y los hombres
todos se integren al Plan salvífico de Dios. Todo otro horizonte es
reducido. Eso supone que, por sobre todo, el MCC se sienta hijo de la
Iglesia. Así se lo pide el Papa: "Junto con vuestros Pastores estudiad
los cambios aptos para la difusión del Evangelio. Pero, sobre todo, sed
hijos de la Iglesia11.
Sentido comunitario y corresponsabilidad
636 Dios es solo, pero no solitario. Es la más perfecta
comunidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Lo esencial en la comunidad
de Dios es la pluralidad de personas en la unidad de la esencia: Tres
personas distintas y un solo Dios verdadero; Cristo, Dios y Hombre, es
9
II Enc. Mund. Pastoral y Cursillos. III Enc. Mund. B, II,1.
Estos criterios se inspiraron en la mentalidad fundacional y se alimentan a lo largo de los años en el
Vaticano II, en Pablo VI, en los Encuentros Internacionales y últimamente en Juan Pablo II.
11
Mensaje de Pablo VI a la II Ultreya Mundial en México, CCSNE 77-79 (1970) 24.
10
209
el gran revelador de Dios-Amor y de cómo Dios es amor: en
comunidad, en unidad.
637 Creado a imagen y semejanza de Dios12, el hombre se hace
semejante a Dios por el amor, cuando se relaciona sinceramente con
sus semejantes, en un intercambio de verdad y de vida. Desde el
misterio de la Iglesia, es cristiano quien, injertado en Cristo por medio
del bautismo, ame, conviva y comparta con los hermanos. Ser
cristiano será siempre hacer comunidad de fe, de esperanza y de
amor13.
638 El MCC es un agente en la construcción de la Iglesia como
sacramento de comunión y participación; en consecuencia, pone al
servicio de la Iglesia todos sus recursos para colaborar con ella en su
acción pastoral y en la creación y promoción de comunidades
cristianas14, en plena corresponsabilidad con la misma Iglesia.
Revisión y renovación
639 Hablando de la Iglesia en general, Pablo VI no tuvo
inconveniente en afirmar que la palabra "aggiornamento" habrá de
estar siempre presente en ella como meta programática, como un
estímulo a su siempre renaciente vitalidad, a su siempre vigilante
capacidad de estudiar los signos de los tiempos, es decir, a su
siempre joven agilidad para probar todo y quedarse con lo que es
bueno, siempre y en todas partes.
640 El MCC siente con la Iglesia, la necesidad de revisarse y
renovarse cada día y casi cada momento. Este renovarse
constantemente supone estar atento a la vida de los hombres y al
dinamismo de su historia personal y colectiva, tratando de descubrir a
la luz de la palabra, a través de los signos de los tiempos, la forma con
que aquí y ahora puede servir a la Iglesia y al mundo.
641 El MCC nació experimentando el doloroso problema de
buscar caminos nuevos, que aseguraran la autenticidad cristiana del
ser y la eficacia del estar y del actuar en el mundo de todos los
12
Gén, 1,20.
LG 8.
14
Cf. II Enc. Mund. Pastoral y Cursillos.
13
210
bautizados. Este generoso anhelo motivó su nuevo estilo, su temática
y su metodología propios. La renovación es esencial a su origen y a su
desarrollo.
642 Pablo VI, muchos años después, nos anima a seguir en ese
clima constante de revisión y renovación: "Perseverad en el empeño
de acomodar vuestro mensaje a la realidades consoladoras que se
nos anuncian, conciliando la actividad y apostolado con una nueva
situación que exige soluciones precisas y justas, verdaderas y
cabales. Junto con vuestros Pastores, estudiad los cambios aptos para
la difusión del Evangelio”15.
Encarnación
643 Para que la Iglesia pueda ofrecer a todos el misterio de
salvación y la vida traída por Dios, debe insertarse en los diferentes
grupos humanos, con el mismo afecto que con que Cristo se unió por
su encarnación, a ciertas condiciones sociales y culturales de los
hombres con quienes convivió16. Esta renovada encarnación exige
asumir la realidad humana y adaptarse cada día.
644 Igualmente, para que el MCC cumpla su objetivo, debe tener
una permanente y necesaria encarnación de su mentalidad y de su
método a las condiciones sociales y culturales de cada lugar y tiempo.
Este esfuerzo de inculturación supone y exige a todos los
responsables del Movimiento, constante reflexión, análisis sereno y
profundo de la realidad siempre cambiante, permanente actitud de
búsqueda y frecuente evaluación de fracasos y logros obtenidos.
645 El MCC asumió las 5 notas de eclesialidad formuladas por
Juan Pablo II en su Christifideles Laici (No. 30), y recogidas y
comentadas en el Cap. 2, Esencia y Finalidad (Nos. 93 a 103) y que
son:
- la primacía que se da a la vocación a la santidad;
- la responsabilidad de confesar la fe católica;
- el testimonio de una comunión firme y convencida, de filial
relación con el Papa y el Obispo respectivo;
- la conformidad y la participación en el fin apostólico de la
15
16
Mensaje de Pablo VI a la II Ultreya Mundial; Cf. CCSNE, 77-79 (1970) 22 y 24.
AG,10.
211
Iglesia; y
- el servicio de la dignidad del hombre.
646 Ser y actuar como Iglesia exige, pues, al MCC, una
comunión orgánica17 con la jerarquía, expresada en obediencia,
diálogo, iniciativa y corresponsabilidad a la recíproca colaboración18.
647 Los iniciadores del MCC tuvieron conciencia clara de esta
verdad y de sus exigencias: "Mientras los Cursillos de Cristiandad se
mantengan en línea con la Iglesia viva, al compás de sus mejores
inquietudes y a las órdenes de quienes la rigen, nada tememos de
ellos, mucho esperamos de sus frutos"19. Por eso pudo exclamar el
Papa: "Cursillistas de Cristiandad, ¡Cristo, la Iglesia, el Papa, cuentan
con vosotros!”20.
3.- LA FUNCION PROPIA DEL MCC EN LA ACCION
PASTORAL DE LA IGLESIA
1-.El Ministerio de la Iglesia
648 La Iglesia, depositaria de una única misión, la misma de su
Señor, la cumple con una acción variadísima y multiforme, como
variadas y multiformes son las realidades de los hombres, que exigen
respuestas dinámicas y siempre nuevas a la luz de la perenne Palabra
de Dios.
649 Para llevar a cabo su única y específica misión de
evangelización, el Señor la dota de variedad de carismas al servicio de
la construcción del Pueblo de Dios y extensión del Reino. Partícipe de
la misión total de Jesucristo, la Iglesia cumple variedad de servicios o
ministerios que los pastoralistas suelen agrupar en categorías: el
Ministerio Profético o servicio de la Palabra; el Ministerio Litúrgico o
servicio cultual; el Ministerio Hodegético o conducción de la
comunidad cristiana que incluye el servicio de la caridad y la justicia.
Todo ello son formulaciones sólo aproximadas del infinito Ministerio
salvífico de Jesús, perpetuado en la Iglesia.
17
ChL, 20.
ChL, 30-31.
19
Vertebración, 276.
20
Mensaje de Pablo VI a la I Ultreya Mundial. CCSNE, 34 (1966) 7.
18
212
2.- La función específica del MCC
650 El MCC se identifica dentro dc la acción de la Iglesia por sus
opciones pastorales, opciones que ha ido madurando a través de su
experiencia pastoral y que ha formulado en los diversos Encuentros
Internacionales.
651 Como agente de pastoral el MCC tiene una función
específica que, en la realización de la única misión de la Iglesia, está
determinada por su propia mentalidad y método y expresada por su
finalidad.
652 En consecuencia, el MCC se sitúa en la pastoral de la
Iglesia:
- como un elemento y un instrumento de la Pastoral Profética21,
- con función propia en la fermentación evangélica de los
ambientes22,
- y con una forma específica determinada por su mentalidad y
método.
653 El MCC se ha comprometido a colaborar con la Iglesia total
en la tarea de fermentar de Evangelio los ambientes, mediante la
sincera conversión o renovación cristiana de los hombres que tienen
mayor influencia natural en ellos. Y para que su colaboración sea
eficaz, pone al servicio de la Iglesia su propio método.
3.- La evangelización de los ambientes, opción fundamental
del MCC.
El MCC, agente de evangelización
654 "Es en la evangelización donde se concreta y se despliega
la entera misión de la Iglesia... Por la evangelización, la Iglesia es
construida y plasmada como comunidad de fe; más precisamente,
como comunidad de una fe confesada en la adhesión a la Palabra de
Dios, celebrada en los sacramentos, vivida en la caridad como alma
de la existencia moral cristiana... Cada discípulo es llamado en
21
22
II Enc. Mund., Pastoral y Cursillos.
I Enc. Lat. Am., I.
213
primera persona; ningún discípulo puede escamotear su propia
respuesta: ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio! (I Cor 9.16)23. Por la
misma razón, una característica fundamental de la eclesialidad de
cualquier movimiento, consiste en la conformidad y la participación en
el fin apostólico de la Iglesia24, en su misión.
655 El MCC es plenamente consciente de la importancia y
trascendencia del Ministerio Profético o Evangelización, primera
realidad de la economía de la salvación y principio de toda la vida para
la Iglesia25, y se hace no sólo solidario con todos los otros agentes de
la Pastoral Profética, sino también ejecutor, con función propia, según
su esencia, finalidad y método, de este ministerio eclesial. El MCC
vive, pues, en comunión-misionera con la Iglesia, porque entiende que
"dar fruto es una exigencia esencial de la vida cristiana y eclesial. El
que no da fruto no permanece en la comunión: Todo sarmiento que en
mi no dé fruto, mi Padre lo corta”26. El MCC optó por ser agente de
evangelización como un elemento y un instrumento de la Pastoral
Profética27.
656 Esa tarea evangelizadora la asume el MCC sobre las
huellas de la Iglesia, como un ministerio liberador de todo el hombre y
de todos los hombres, como una tarea histórica, porque ha llegado la
hora de la liberación: El Reino de Dios está cerca. El MCC es
consciente de que la liberación integral es parte integrante de la
evangelización y que ésta se expresa en la vivencia del Evangelio
como servicio a la persona (en la promoción de su dignidad y en la
defensa del inviolable derecho a la vida) y a la sociedad. El MCC sabe
que la evangelización hace del evangelizador y del evangelizado,
destinatario y protal1onista de la vida familiar, política y económicosocial28, en la perspectiva del Reino. En este sentido, la
evangelización es el mejor servicio que se puede prestar al hombre29.
657 La evangelización que asume el MCC como parte de la
Iglesia, tiene como finalidad evangelizar la cultura y las culturas del
23
ChL, 33.
ChL, 30; AA, 20.
25
LG, 20.
26
ChL, 32.
27
II Enc. Mund., pastoral y Cursillos.
28
Cf. ChL, Cap. III, 32-44.
29
Puebla, 679.
24
214
hombre. La cultura es la matriz, el consciente o sub-consciente cultural
que legitima los sistemas políticos, sociales y económicos y las
estructuras de injusticia. Por ello, sólo en la inculturación del Evangelio
"desde dentro y a través de la cultura, la fe cristiana llega a hacerse
histórica y creadora de historia", renovadora de sistemas y estructuras.
De ahí "la urgencia pastoral de reservar a la cultura una especialísima
atención" y el llamamiento a "los fieles laicos para que estén
presentes, con la insignia de la valentía y la creatividad intelectual, en
los puestos privilegiados de la cultura"30.
658 El MCC comprende y acepta que la nueva evangelización
propuesta por el Papa como tarea a la Iglesia Universal, debe
evangelizar el actual proceso de unificación cultural planetaria,
teniendo en cuenta la diversidad de características, situaciones y
problemas, con una acción plural, diversificada e inculturada; y al
mismo tiempo en una acción integrante y complementaria en la unidad
de la Iglesia salvíficamente universal. Ello impone el diálogo entre
todas las Iglesias, el reconocimiento de los valores y desvalores
regionales y la promoción de la corresponsabilidad eclesial31.
659 En un mundo donde las dos terceras partes de los hombres
son pobres, éstos han irrumpido en la historia como un colectivo,
cultural e histórico "víctima de una historia de injusticia y protagonista
de otra historia de salvación". Para ello, en el corazón de la nueva
evangelización está la opción preferencial y solidaria por los pobres.
Ellos hacen a la Iglesia un profundo llamamiento: la Iglesia, en virtud
de su compromiso evangélico, debe considerarlos tarea prioritaria32.
660 Estas convicciones fundamentales sobre la evangelización,
constituyen criterio fundamental y prioridad en el MCC y hacen de la
tarea evangelizadora la matriz de la actividad e identidad pastoral del
Movimiento.
30
ChL, 44; Puebla, 395
ChL, 34; SRS, 12-19, 31; Puebla, 421-428.
32
SRS, 39; LN XI, 2; Puebla, 1134.
31
215
El MCC, agente de Pastoral Ambiental
661 Desde sus inicios, el MCC comprendió que era necesario
cambiar radicalmente el mundo y optó por hacerla a través de lo que
su finalidad define a veces como Vertebración de Cristiandad, a veces
como Fermentación de los Ambientes. El MCC optó por una Pastoral
Ambiental.
662 Esta opción pastoral incluye dos exigencias esenciales:
encarnarse en las culturas, y asumir la dimensión misionera de la
Iglesia misma. La evangelización es un servicio no primariamente al
interior de la Iglesia, sino un servicio de la Iglesia y, como Iglesia, al
mundo.
663 El MCC, para cumplir su misión evangelizadora, optó por
evangelizar preferentemente los ambientes decisivos, porque es en
ellos donde simultáneamente se crea, se transmite y se transforma la
cultura. Pero además, es allí donde se produce la ruptura entre el
Evangelio y la cultura, entre la cultura y los valores, y allí también
donde se recrea esa comunión33. En ello coincide con la pastoral
actual que contempla, como una prioridad, la creación de equipos
apostólicos o movimientos de laicos en los ambientes o estructuras
funcionales, donde se elabora y decide en gran parte el proceso de
liberación y humanización de la sociedad.
664 El MCC realiza esta Pastoral Ambiental a través de las
personas de mayor influencia natural en los ambientes, de los mejores
agentes de cambio, organizados y conjuntados en núcleos de
cristianos.
665 La Pastoral Ambiental constituye la opción específica del
MCC, concreta su mentalidad, persigue su finalidad, identifica al MCC
como agente de pastoral en la Iglesia. La estrategia y método, en sus
tres tiempos, facilitan dicha opción. Más concretamente, el MCC se
compromete a:
- planificar su acción pastoral en función de su finalidad última
y, en esta perspectiva, preparar y realizar siempre los
33
Cf. AA, 18-19; Puebla 10, 111, 113; EN, 18-20; ChL, 36 y 44.
216
Cursillos en función directa de la transformación de los
ambientes;
- estudiar, descubrir y jerarquizar los ambientes y en ellos
localizar a los hombres-eje u hombres-vértebra;
- posibilitarles la vivencia de lo fundamental cristiano,
ayudándoles a descubrir y a realizar su vocación personal,
con respeto de la misma;
- promover su conversión constante y progresiva, integrándolos
en núcleos de cristianos para que, desde esa comunidad, con
el ejercicio de su natural influencia, contribuyan cada uno, a
impregnar de Evangelio sus propios ambientes dentro de la
vía de la normalidad.
666 He ahí el compromiso específico dcl Movimiento. El que se
debe pedir. Del que no se debe separar.
4.- CARACTERISTICAS DE LA OPCION FUNDAMENTAL DEL
MCC
667 La evangelización o fermentación de los ambientes, la
Pastoral Ambiental, viene precisada y completada por tres
características fundamentales u opciones pastorales integrantes.
1.- La opción por la persona humana
668 El hombre, el antropocentrismo, constituye valor
fundamental en el MCC. Es finalidad intermedia ayudar a descubrir y
realizar la vocación personal con respeto de la misma34. Esa es la
opción radical por el hombre ya que "toda vida humana es una
vocación"35. La plena realización humana es parte esencial del servicio
a la persona y a la sociedad. Eso es colocar al hombre, a la persona
humana, en el centro de la cultura, de la sociedad y de la historia36, del
Reino de-Dios como tarea.
669 La plena realización humana es, igualmente, parte esencial
de la vocación a la santidad personal y a su misión, vocación que el
34
I. Enc. Lat. Am. I.
ES, 15.
36
Cf. ChL, 37-39, 42-43.
35
217
hombre debe descubrir y vivir37. El MCC está comprometido en la
creación del hombre nuevo, según Dios, en justicia y santidad.
670 La opción del MCC por el hombre expresa su fe en que el
hombre es el constructor de la sociedad y el núcleo fundamental de su
cambio. El hombre nuevo es el agente renovador de los ambientes y
culturas, y mediante ello, el agente de cambio de estructuras. No
habrá nuevas y renovadas estructuras si no hay hombres nuevos38. De
ahí que el secreto está en el hombre y no en los métodos. De ahí que
lo fundamental del MCC lo coloca en el SER, no en el HACER, en el
hombre-cristiano y no en las "obras cristianas", en la realización
interdependiente personas-comunidad.
2.- La opción por la Pastoral Kerygmática
671 El MCC se definió como un agente con función específica
dentro de la Pastoral Profética y dentro de ésta, en la Pastoral
Kerygmática39. Es preciso comprender cabalmente el alcance de esta
afirmación.
672 La dimensión kerygmática constituye como el carácter
definitorio del estilo evangelizador del MCC en los ambientes
prioritarios. Más que de kerygma, hablamos de una Pastoral
Kerygmática que siempre hemos comprendido de esta manera:
673 Es una pastoral de renovación en contraposición a una
pastoral de conservación: se centra en la evangelización y no en la
catequesis ni en la apologética, en el renovar el ser-cristiano, en
despertar el hambre de Dios, en buscar la experiencia de Dios, que
lleva a la conversión integral, progresiva y operante.
674 Es una pastoral predominantemente de anuncio, pero no de
cualquier anuncio, sino del primero, del anuncio de la Buena Nueva,
de lo fundamental cristiano a quienes no lo conocen, o conociéndolo
no lo viven. Es una pastoral esencialmente misionera, va en busca de
la oveja perdida.
37
Cf. ChL, 16, 30, 58.
Cf. Medellín. Introducción, e.
39
II Enc. Mund. Pastoral y Cursillos.
38
218
675 Es un anuncio-denuncia-llamamiento "con una palabra que
convierte y salva, que se convierte en acontecimiento, que abre
espacio a Dios, porque crea hambre de Dios, por una palabra
destinada a la conversión"40; palabra que denuncia y anuncia, palabra
encarnada, que hace presente y experimentable aquello mismo que
proclama, palabra cargada de esperanza.
676 El mensaje lo constituye el anuncio de lo fundamental,
Jesucristo, su vida y su doctrina, siempre base nuclear del mensaje
perpetuo a través de la historia, en su prolongación viva que es la
Iglesia. Siendo la Palabra de Dios radicalmente distinta de las palabras
humanas, "aunque sean éstas, palabras que discurren sobre cosas de
Dios", el MCC está atento a todos los caminos por donde nos llegan
las voces de Dios: la creación, la historia, los profetas, los signos de
los tiempos, los acontecimientos históricos...
677 Es, finalmente, un método kerygmático. Lo que conlleva,
come signo, la palabra y el testimonio. La palabra debe ser una
proclamación dinámica, que engendra crecimiento y plenitud por los
frutos; una proclamación jubilosa que asume el dolor humano para
transformarlo en vida, porque arranca de y lleva a un concepto pascual
del hombre y de la historia. Ese anuncio pretende no la información
sino la vivencia y convivencia en quien lo recibe. Debe convertirse en
acontecimiento cumbre para quienes lo escuchan.
678 Este anuncio sólo puede ser hecho por testigos acreditados
por Dios: anuncio testimonial, transparencia de Dios en la vida de
hombres que se han encontrado con el Señor y se esfuerzan por ser
oyentes fieles, conocedores entusiastas y profundos, personas
poseídas por la Palabra que han de proclamar. Además, el anuncio
debe ir acompañado por signos inteligibles al hombre de cada época:
el compromiso por la justicia, la paz, la inserción apostólica en las
realidades temporales, la vivencia comunitaria de la fe... El anuncio
lleva, pues, inseparable, el testimonio de una vida integral y el
testimonio de un compromiso con el Señor y con los hermanos.
679 Esto es lo que con mayor o menor precisión hemos
entendido y pretendido en el MCC cuando hablamos de Pastoral
40
Boletín Fe; 86, 138-139.
219
Kerygmática.
680 El carácter kerygmático, sin ser excluyente, invade la
estrategia y la metodología del MCC en sus tres tiempos, aunque con
acentos diferentes.
681 En el Precursillo, porque para ser respuesta, el MCC debe
conocer la realidad; y en ella descubrir lo que se opone al Reino, lo
mismo que descubrir en la entraña de las culturas "las semillas del
Verbo": Cuáles son las aspiraciones humanas, los valores culturales
coincidentes germinalmente con el Reino de Dios... Precursillo
kerygmático es abrir a los hombres a la trascendencia, despertar en
ellos su capacidad de Dios. Es abrir el Movimiento a la presencia de
Dios en las diferentes culturas.
682 En el Precursillo, la dimensión kerygmática tiene su acento
prioritario en el testimonio de una vida centrada en Cristo y
comprometida con los hermanos. Es un pre-anuncio, anuncio
existencial. Se trata del lenguaje y de la revelación del amor: en eso
conocerán que somos discípulos del Señor.
683 Es en el Cursillo donde la Pastoral Kerygmática adquiere su
máxima expresión dentro del Movimiento. Desde el punto de vista del
"contenido" kerygmático, en el MCC se hizo opción por presentar lo
fundamental desde el kerygma de la Gracia, que resulta así, un
kerygma vivencial y germinal. La Gracia se hace kerygma trinitario:
comunión y participación de la vida de Dios trino; kerygma
eclesiológico-sacramental. El acento prioritario está en el anunciodenuncia-llamada, avalado por el testimonio integral del equipo
dirigente.
684 El método, la vivencia jubilosa, la conversión, la experiencia
comunitaria de Dios, todo es prioritariamente kerygmático en el
segundo tiempo del MCC.
685 También el Poscursillo, que busca la conversión progresiva
y permanente, la comunión y la participación, la misión y la
corresponsabilidad, exige el talante kerygmático-vivencial-testimonial.
El acento varía en dos etapas:
220
a)
b)
los recién salidos de Cursillo requieren un
catecumenado kerygmático para afianzar la conversión
apenas iniciada;
luego es necesaria una profunda catequesis que
explicite y complemente el anuncio fundamental;
catequesis que, sin embargo, no debe olvidar la
dimensión vivencial-testimonial indispensable para una
conversión integral, progresiva y operante.
686 En la comprensión y vivencia del misterio de Jesús, los
fieles cristianos deben ahondar incluso en conocimiento teológico,
saber no privativo de selectos. Es más: mediante la permanente
reflexión palabra-viva, sus comunidades se constituyen en auténticos
lugares de elaboración teológica.
3.- La opción por la Pastoral Comunitaria
687 Desde sus inicios, el MCC optó por la vivencia comunitaria
de la fe y así lo acuñó en su definición41. Decidió que el Precursillo
fuera una acción preferentemente comunitaria en sus agentes y
destinatarios; comprendió que el Cursillo es una acción de Iglesia y
como Iglesia, vivida en la comunión del equipo. En el Poscursillo los
núcleos cristianos son clima de vivencia de lo fundamental cristiano y
plataforma de lanzamiento apostólico.
688 En el Poscursillo, el MCC, como agente de la Pastoral
Ambiental, aporta a la Iglesia núcleos o pequeños grupos -fermento de
comunidad eclesial- que, en íntima amistad, conviven su cristianismo,
crecen cada día más en la fe e irradian a Cristo en sus ambientes.
689 Esta aportación está en la esencia misma de la Iglesia y
responde a una exigencia constante de su acción salvífica, que se
hace signo comprensible en la pequeña comunidad. La relación vivida
en comunión concreta es, además, una profunda exigencia
antropológica. El hombre, en efecto, es esencialmente trascendente,
es comunión, es donación mutua. La comunidad es, también, una
41
Cf. I Enc. Lat. Am., I.
221
respuesta a las grandes carencias del hombre de hoy, que vive en un
mundo que le ha llevado al anonimato, la deshumanización y el
aislamiento espiritual, no sólo en las grandes ciudades, sino en todos
los sitios que, en alguna forma, sufren las consecuencias de la
tecnificación, la urbanización y la masificación.
690 El MCC tiene la llave de su eficacia precisamente en la
promoción de la siempre renovadora conversión de cristianos que, por
su influencia natural en los ambientes, en núcleos de comunidades, en
íntima unión con Cristo y con los hermanos, viven el misterio de la
Iglesia en comunión con el Padre, y, movidos por el Espíritu, hacen
Iglesia y realizan la misión de Cristo en su servicio al mundo,
plenamente comprometidos en su acción liberadora.
5.- EL MCC y LA PASTORAL ORGANICA O PASTORAL DE
CONJUNTO
691 Siendo la Iglesia una comunidad, no cabe en ella ni el
aislamiento ni los individualismos; siendo un cuerpo orgánico no cabe
en ella la separación sino la integración. Por eso, atenta siempre a los
signos de los tiempos, y consciente de que en los actuales momentos
el hombre siente la necesidad, cada vez más imperiosa, de agrupar y
conjugar esfuerzos en todas las dimensiones de su vivir y actuar, la
Iglesia insiste en la urgencia de lograr la llamada Pastoral Orgánica o
Pastoral de Conjunto, es decir, la coordinación e íntima conexión de
todas las obras de apostolado, en torno a criterios compartidos y
objetivos comunes, bajo la dirección de los obispos, de suerte que
todas las empresas o instituciones apostólicas consigan la mayor
eficacia, construyan y resplandezca al mismo tiempo, la unidad42.
692 El MCC nació en un plan pastoral, al calor de una
comunidad cristiana43, bajo la guía de un Obispo diocesano. Por eso
jamás olvida que su misión no puede ser improvisada ni dispersa.
Para conseguir la mayor eficacia, supuesta la Gracia del Señor, el
MCC hace, en cada Secretariado, su propio plan pastoral a la luz de
las necesidades ambientales y de la pastoral de la Iglesia diocesana.
693 El MCC es un movimiento esencialmente diocesano. Por
42
43
ChL, 17,25.
CCIRC, 37-39.
222
eso ha renovado en todos sus Encuentros la conciencia de que no
puede ser considerado como un agente aparte, disperso, de la
comunidad eclesial. El MCC es un elemento y un instrumento de esa
pastoral.
694 En consecuencia, el MCC fiel a su opción fundamental por la
Pastoral Ambiental, y dentro de su mentalidad, finalidad y método,
debe estar al servicio de la Pastoral Orgánica de la diócesis44 y, en
consecuencia, debe colaborar en la planificación y ejecución: de sus
planes pastorales45.
695 El MCC por ser un movimiento ambiental, impulsará a
quienes hacen Cursillo a vivir su compromiso fundamental en sus
ambientes; y a buscar con libertad su comunidad definitiva. Sin
embargo, motivará también a los cursillistas a que colaboren con la
parroquia, "comunión de comunidades", y sean en ellas instrumento de
renovación cristiana, en plena comunión con sus párrocos.
696 Siempre dentro de su opción fundamental, su mentalidad,
finalidad y método propios, estará en comunión dinámica y real con la
Iglesia nacional y universal, a través de sus Secretariados Nacionales
y Grupos Internacionales y a través del OMCC, instrumento de
comunión e información mundial.
6.- CONCLUSIÓN
697 Es claro que el MCC es, dentro de la Iglesia, un agente de
pastoral específica y, en consecuencia, no es agente de toda la
pastoral de la Iglesia, ni tampoco agente de cualquier pastoral dentro
de ella.
698 El MCC está comprometido a colaborar en la tarea
evangelizadora de la Iglesia (Pastoral Profética), dentro del campo
específico de la fermentación de los ambientes (Pastoral Ambiental).
699 Para lograrlo, pone al servicio de la Iglesia su método,
mentalidad y finalidad: posibilita la vivencia de lo fundamental cristiano
(Pastoral Kerygmática) a aquellos hombres que tienen mayor
44
45
II Enc., Mund., Pastoral y Cursillos.
I Enc. Lat. Am., I.
223
influencia natural en sus ambientes, con respeto y promoción de la
vocación personal (opción por la persona humana), para que
conjuntamente en núcleos de cristianos (Pastoral Comunitaria),
fermenten de Evangelio sus propios ambientes y mediante ello,
renueven la cultura y las estructuras para aproximarlas al diseño del
Reino de Dios.
224
225
10
GLOSARIO E INDICE ANALÍTICO
226
227
1.- GLOSARIO
Ambiente: Conjunto de personas, ideas, valores y
circunstancias que concurren en un determinado lugar y tiempo, y que
influyen en el modo de ser, de pensar y de actuar de todos (Cf. N°
418).
Apologética: Parte de la teología que tiene como finalidad la
búsqueda de las razones para creer y la defensa de la religión y más
específicamente, del cristianismo y su doctrina (Cf. N° 19).
Carisma: Es una gracia especial dada por Dios, que capacita y
motiva a los fieles que la reciben, para los servicios útiles en la
renovación y la mayor edificación de la Iglesia. Puede ser
extraordinario y ordinario. El juicio sobre su autenticidad y ejercicio
razonable pertenece a quienes tienen la autoridad en la Iglesia (CL
LG, 12) (Cf. N° 129).
Coordinador: (Ver Rector).
Cristiandad: Es el grupo de cristianos que, viviendo la Gracia de
un modo consciente, creciente y compartido, hace fermentar el
Evangelio en sus ambientes (N° 137).
Cuarto día: Es el espacio en el que se desarrolla la vida nueva
del cristiano después de los tres días del cursillo (Cf. N° 411).
Cultura: es el modo particular con que, en un pueblo, los
hombres cultivan su relación con la naturaleza, entre sí mismos y con
Dios, de modo que puedan llegar a un nivel verdadera y plenamente
humano. Es el estilo de vida común que caracteriza a los diversos
pueblos; por ello se habla de pluralidad de culturas (Cf. GS, 53). Lo
esencial de la cultura está constituido por la actitud con que un pueblo
afirma o niega su vinculación con Dios (Cf. Puebla, 386, 389) (N° 142).
Cursillismo: Es la visión distorsionada del MCC. Entre otras, la
del que pone el acento más en la técnica que en el espíritu; la del que
228
valora más el estilo que el contenido; la del que cree ser el único
destinatario o el único agente de evangelización; la del que cree que el
MCC es obra exclusivamente de seglares o sólo de sacerdotes (Cf.
N°s. 302,641,269,576).
Cursillista: La persona que ha vivido la experiencia de un
Cursillo de Cristiandad (Cf. N°s. 185-188,239).
Decuria: Palabra con la que, en algunos lugares, se designa a
los pequeños grupos que se forman los tres días del Cursillo (Cf. N°
320).
Dirigente del MCC: Es toda persona que, sintiéndose llamada,
centra su vida en lo esencial del cristianismo y del MCC, se
compromete en favor de las cosas del Reino y busca conjuntarse con
otros para profundizar la vivencia de lo fundamental cristiano en sí
mismo, en el MCC y en los ambientes en que se mueve. Hay sitios en
que, en lugar de la palabra dirigente, se utiliza la de responsable,
militante, vértebra, líder, servidor, testigo, colaborador, cristiano
comprometido, etc. (Cf. N° 540).
Escuela de dirigentes: Es la comunidad de cristianos que,
unidos por un clima de Reunión de Grupo, buscan estar cada día más
centrados, más comprometidos y más integrados, para acelerar la
vivencia de lo fundamental cristiano en sí mismos, en el MCC y en los
ambientes en que se mueven (N° 540).
Estrategia: Es la planificación integral de la acción del MCC (N°
176).
Estructuras: Es el conjunto de instituciones y de realizaciones
prácticas que orientan u organizan la vida económica, social, política,
cultural y religiosa (Cf. LC 74) (Cf. N° 144).
Evangelización: Es la acción de llevar la Buena Nueva, con el
testimonio de vida y de palabra, a todos los ambientes de la
humanidad, y, con su influjo, transformar desde dentro la conciencia
personal y colectiva de los hombres (Cf EN. 18, 21, 22)(Cf. N°. 1071O8).
229
Fase: Cada uno de los pasos que se dan en el Cursillo de tres
días (Cf. N°. 355-359).
Fermentación evangélica de los ambientes: Es la acción que
realiza el cristiano que ha tomado conciencia de su bautismo y lo vive
en la normalidad de su vida. Es la finalidad última del MCC. Se puede
realizar individual o comunitariamente. El modo específico de realizarla
el MCC es mediante la acción de grupos o núcleos, en los que sus
miembros conviven lo - fundamental cristiano y proyectan la dinámica
de su ser cristiano hacia su ambiente (Cf. N° 145).
Grupo: Conjunto de cristianos que se vinculan entre sí por la
amistad para crecer, madurar y dar fruto apostólico (Cf. ChL. 57) (Cf
N°. 470.487).
Inculturación: Es la íntima transformación de los auténticos
valores culturales, mediante su integración en el cristianismo y la
radicación del cristianismo en las diversas culturas humanas (Cf.
Sínodo de los Obispos. 1985. Documento Final. II, D.4).
Inductivo (Método): En el MCC entendemos por método
inductivo el modo de establecer los principios de acción: en primer
lugar se vive y se actúa cristianamente; y, después, a la luz de la
experiencia y del Evangelio, se formulan los principios teóricos del
método y de la estrategia del MCC (Cf. N°'. 13. 170).
Intendencia: Las oraciones y sacrificios voluntarios de unos
cristianos, realizados individual o comunitariamente, con la finalidad de
ayudar a la conversión de los hombres (N° 180).
Líder: (Ver Vértebra).
Mentalidad: Es el conjunto de criterios, convicciones, actitudes
vitales y opciones pastorales que, ante circunstancias que provocan
unas necesidades históricas, impulsan el nacimiento de una obra y
configuran su identidad (N° 8).
Método: Es la disposición y el empleo adecuados de ciertos
medios, claramente conocidos, para alcanzar, con la mayor
probabilidad de éxito, con la mayor rapidez y con la mayor perfección,
230
una meta propuesta (N° 154).
Militante: Es el hombre o mujer que vive su compromiso
bautismal al servicio de la Iglesia y de sus hermanos (Cf. N°s. 406
410).
Opción por los pobres: Es una actitud dinámica de conversión
que tiene como objeto primario el sentirse pobre, situarse junto al
pobre y, desde él, analizar el hecho, las estructuras y sistemas que lo
originan. Se trata de asumir la causa de los pobres (CL N° 659).
Padrino: (Ver Presentante).
Palanca: (Ver Intendencia).
Pastoral: Es la acción total, global, de la Iglesia Pueblo de Dios
y Sacramento universal de salvación, mediante la cual, en
cumplimiento de su misión, bajo la guía de sus Pastores, y en unión de
todos los hombres de buena voluntad, se esfuerza por construir entre
los hombres el Reino del Padre (N° 628). Engloba tres ministerios: el
profético, que se realiza en el anuncio de la Buena Nueva (kerygma,
catequesis, homilía); el litúrgico, que es la celebración del culto de la
nueva alianza y de la alabanza divina; el hodegético o servicio de la
caridad, que es la acción que se realiza para promover la unidad,
armonía y dinamismo del pueblo de Dios.
Poscursillo: Es el medio comunitario destinado a incrementar e
impulsar la conversión y vivencia cristiana iniciada en el Cursillo, para
hacer que las inquietudes individuales y de los grupos que de él se
originan, lleguen a fermentar de Evangelio la comunidad eclesial y
humana y las estructuras temporales (N° 435).
Precursillo: Es el medio comunitario de selección de ambientes
y de búsqueda, selección, tratamiento y preparación de los candidatos
a realizar la experiencia de un cursillo (Cf. CR, 32; N° 200).
Presentante: Es la persona o grupo que busca, selecciona,
prepara e inscribe al candidato para un Cursillo. Su misión se prolonga
hasta que el cursillista se integre en una comunidad cristiana (Cf. N°
231
234).
Rector: Es el principal responsable laico para que el Cursillo se
desarrolle perfectamente (Cf. N°s. 274, 278).
232
Responsable: (Ver Dirigente).
Reunión de Grupo: Es el medio del que se vale el PoscursiIlo
para hacer posible, en un clima de amistad y gracia compartidas, la
vivencia auténtica, continua y progresiva de lo fundamental cristiano
en los miembros del grupo (Cf. N°s. 454 460).
Rollista: Término familiar que designa a los dirigentes que
proclaman el mensaje en el Cursillo (Cf. N°s. 252-267).
Rollo: Nombre con que se designa las proclamaciones que se
hacen en el Cursillo. Son el cauce normal de que se vale el Espíritu,
para transmitir el mensaje y despertar el ansia de la vivencia y la
convivencia cristiana (N° 273).
Secretariado: Grupo de sacerdotes y laicos a quienes la
jerarquía encomienda como plan apostólico el servicio, la orientación y
el desarrollo del MCC en la diócesis o país (N° 586; Cf N° 576).
Testigo: El que proclama con su vida y con su palabra la
experiencia personal de la salvación operada en él por Cristo (CL N°
163,164. 166,254-266).
Testimonio: Es la testificación de la realidad de un hecho,
dándole a la afirmación toda la fuerza y seguridad de quien ha vivido el
hecho.
Tiempos: Cada una de las tres partes del método del MCC:
Precursillo, Cursillo y Poscursillo (Cf. N° 156).
Ultreya: Es la reunión de reuniones de grupo que, en actitud de
conversión progresiva, lleva a los integrantes a compartir la vivencia
de lo fundamental cristiano y la fermentación evangélica de los
ambientes (Cf. N° 486-499).
Vértebra: En el MCC entendemos por vértebra la persona cuyas
decisiones influyen, cuyas opiniones mueven y cuyas actitudes
conmueven. También llamamos vértebra a aquellas personas que, por
sus características en los diversos documentos de los encuentros
233
internacionales, así como en los de la Iglesia, fueron llamados
personas influyentes, vértebras, agentes de cambio social, elementos
clave, locomotoras, agentes de concientización, constructores de la
sociedad pluralista, élites y agentes de cambio, hombres-clave.
Vertebrar cristiandad: Es crear grupos de cristianos que viven
la Gracia de un modo consciente, creciente y compartido y que van
haciendo fermentar el Evangelio en sus ambientes (N° 138).
Vivencia: Es el proceso psíquico por el cual el hombre penetra
en el interior de una realidad, de tal modo que llega a poseerla de una
manera tan inmediata que puede decir que esa realidad y él son la
misma cosa.
Vivencia religiosa: Es el proceso psíquico por el cual el hombre
experimenta a Dios humanamente de un modo personal tan profundo,
que incorpora esta experiencia a su propia personalidad (N° 115).
234
2.- INDICE ANALÍTICO
a.,
139-150,
177;
se
transforman en la medida en
que lo hacen los convertidos,
460; el MCC, agente de pastoral
a., 661-666; la pastoral a. Lo
identifica en la Iglesia, 665; sus
compromisos. 665; el MCC
impulsa a los que han hecho
Cursillo a vivir su compromiso
en sus a., 695; no hay que
buscar nuevos a. para los
cursillistas,
461;
debe
evangelizarlos quien más influye
en ellos, 53, 178; es la solución
para transformar el mundo, 18,
663; estudio y selección de los
a., 33; 179, 181, 211; método
para seleccionarlos, 156; su
penetración,
182;
conviene
formar equipos que puedan
penetrarlos, 215; penetrar las
estructuras para fermentar los
a., 217; la selección y estudio
de los a. deben hacerlos el
Secretariado y la Escuela, 212;
importancia del Precursillo para
la fermentación de los a., 204; la
Ultreya impulsa a los Grupos
hacia los a., 500; cómo la
Ultreya
hace
posible
la
fermentación de los a., 503;
Rollo Estudio y animación
cristiana de los ambientes
concreta el dónde, el cómo de la
presencia cristiana en el mundo,
416; desarrollo concreto del
rollo Dirigentes, 416; en el
mundo debe actuar a modo de
fermento, 417; definición de a. Y
necesidad de discernirlo, 418; a.
Acción Apostólica:
intramundana, 21; sólo vale la
que es expresión del ser
cristiano, 21; canalizarla hacia la
fermentación cristiana de los
ambientes, 190. Rollo: completa
el
esquema
básico
del
desarrollo de la fe, 399; el “ser
cristiano” lleva necesariamente
a un “hacer cristiano”, 399;
objetivo del rollo, 400; el actuar
cristiano, dimensión constitutiva
del creyente, 401; dónde y
cómo debe actuar el cristiano,
401.
Actualización del MCC: viene
exigida
por
sus
criterios
fundamentales, 38.
Adaptación: nace de una
lectura
evangélica
de
la
realidad, 50; a. Del método, en
lo no substancial, a tiempo y
lugar, 161; deben a. La
proclamación Kerygmática, 187,
y los recursos humanos en el
Cursillo,
188,
al
hombre
histórico, 261.
Agentes de cambio: quiénes
son, 218; en el Poscursillo, 208;
el hombre es renovador de
culturas y a. de c., 670.
Ambientes: a., medio social y
cultura, 142, son conceptos casi
equivalentes. 143; finalidad
última del MCC: transformar los
235
de familia, trabajo y amistad,
418; referencia a los fenómenos
sociológicos que nos circundan,
418: logros a perseguir, 419;
mantener estilo kerygmático al
darlo, 420; objetivos del rollo,
421.
Bautismo: exigencias: actitud
de conversión constante, 458,
vivir en comunidad, 458;
evangelizar, 458; el vivirlas
todos gozosamente lleva a la
nueva evangelización, 458;
importancia del grupo para
llevar las exigencias del b. a sus
últimas consecuencias, 490.
Amistad: sobre su fuerza se
funda el grupo del MCC, 432; la
a. es la forma más profunda de
vivir juntos. 470; sólo en la a. Se
logra el compartir, 489; la a. Se
descubre,
alcanza,
realiza,
profundiza y sostiene en el
grupo. 470; formar y madurar
grupos
de
a.,191,
que
consolidan la a. humana,
cristiana y apostólica, 190; la a.,
posibilita la apertura y el
diálogo, 314, 315, 517; hay que
crear
circunstancias
y
situaciones para entablar la a.,
491; elevada por la gracia, es el
mejor
camino
para
la
comunidad cristiana, 470; a. Del
dirigente con los cursillistas en
el Poscursillo, 517.
Buena Nueva, desvirtuada, 24.
Cambio: en la realidad social,
41;
necesidad
de
c.
radicalmente el mundo, 1833,66.
Candidatos
al
Cursillo:
búsqueda, 183, 208; estudio de
los ambientes para ayudarles a
su conversión, 206, 207;
seleccionar varios c. del mismo
ambiente, 217; condiciones para
ser seleccionado, 153, 172,219226; c. ideales, 221-226;
quiénes conviene que no vayan
al Cursillo, 227; preparación,
184, 230-232; objetivos de la
preparación, 231; modos de
hacerla, 232; agentes de la
misma, 233; cuándo debe
programar el Secretariado la
realización de un Cursillo, 229;
acogida de los cursillistas en el
Poscursillo, 238.
Antecedentes ideológicos del
MCC, 34.
ApoIogético: el MCC no es a.,
19.
Apostolado: definición, 100;
exigencia de la vida cristiana,
34.
Carisma:
c.
y
vocación
personal, 129; Dios los da a la
Iglesia para la construcción del
Pueblo de Dios, 649; c. inicial
236
del MCC: la mentalidad, 6.
y caridad, 637; es una exigencia
antropológica y cristiana, 689.
Catequético: el método del
MCC; no es c., 19; formación c.
de los dirigentes del MCC, 550555.
Comunidad
cristiana:
se
realiza en la Gracia, 168; la
amistad elevada por la Gracia
es el mejor camino para la c.c.,
470; el Poscursillo es para
formar parte de una c.c., 513; el
grupo se transforma en c.c. al
compartir la vivencia de lo
fundamental cristiano, 193; el
Precursillo es obra de una c.c.
orante, 238; Rollo de c.c.,
objetivos, 426; qué es la c.c.,
427;
para
fermentar
evangélicamente los ambientes
se
necesitan
núcleos
de
cristianos, 427, 428; caracteres
de la c.c., 428; este rollo enlaza
los tres días del Cursillo y el
cuarto día, 428; riesgo y seguro,
428; las c.c. deben relacionarse
entre sí, 429; los grupos del
MCC son fermento de c.c., 437.
Clausura de un Cursillo: qué
es, 344; sus objetivos, 345.
Clima en el Cursillo: qué es y
qué
indica,
309-310;
los
dirigentes deben crear un c.
adecuado 308.
Compartir: qué significa, 480;
sólo en el c. por amistad se
logra el verdadero c., 489;
cualidades del auténtico c., 489;
cómo debe ser el c. en el grupo
del MCC 493; la vivencia de lo
fundamental cristiano debe ser
c., 480; al hacerlo, el grupo
madura, 193; la vida de gracia
debe ser c., 137.
Compromiso: es exigencia y
consecuencia
de
la
vida
cristiana 19; nueva actitud en el
c. temporal, 21; c. de una
presencia en la sociedad al
servicio del hombre, 102-103; c.
convivido en el grupo, 148;
cómo lo realiza cada uno, 148;
c. con el MCC y con el Reino de
Dios, 546.
Comunión: Dios llama a la c. y
participación en el ser y misión
de la Iglesia, 130; c. y misión se
compenetran y se implican. 444;
c. con Dios y con los hombres,
97; c. de los santos, 378; c. del
MCC con la Iglesia. 696; c. con
el Papa y con el obispo
respectivo, 96-98, 646-647; la c.
camino para que el MCC se
haga presente en la vida y
acción de la Iglesia, 210; la
Escuela, escuela de c., 540547.
Comunidad: Dios es la más
perfecta c., 636; el cristiano
debe hacer c. de fe, esperanza
237
Comunitario: el método del
MCC es c., 169; opción del
MCC por la pastoral c., 687-690;
el aspecto c. del Poscursillo es
para que nadie viva o crezca
aisladamente, 451; la reunión
de grupo es para iniciar y
proyectar la vida c., 492; los tres
tiempos del MCC son acciones
preferentemente c., 687; sentido
c. del MCC, 636-638.
del Poscursillo es promover la
c., 690.
Contactos personales: son de
persona a persona, 317;
características de los c.p., en
los tres días del Cursillo, 316;
dificultades para realizarlos,
318; los c.p. son una tarea
provechosa, apta y posible, 318;
hacen que cada uno perciba el
mensaje
como
dirigido
personalmente a él, 167; los del
dirigente en el Poscursillo, 517.
Corresponsabilidad:
compartida en el Cursillo por
sacerdotes y laicos, 269-270.
Convivencia: 313-318; toda
vivencia es c., 117; el equipo
dirigente abierto a la c. en el
Cursillo. 313; en todo Cursillo se
da una c., 314.
Coordinador del Cursillo: ver
Rector.
Creatividad: de la mentalidad,
4.
Cristiandad: definición,137.
Cristiano:
vocación
a
la
santidad, 93; su misión, 31,
sacramento de Cristo, 397;
como apóstol, 19; la dignidad en
cuanto c., garantiza el espíritu
de comunión y confraternidad,
443; el MCC pone el énfasis en
el ser c., 21; el método es para
asegurar la autenticidad del ser
c., 160; el ser c. lleva
necesariamente el hacer c.,
399; el hacer c., es dimensión
constitutiva del creyente, 401; el
MCC no pretende directamente
un hacer c., 21; hay que
planificar el hacer c., 175; la
reunión de grupo es para
perseverar en el ser c., 492.
Conversión: la exige la vida
cristiana, 66; cómo debe ser la
c., 66,460,461; es la finalidad
básica del Poscursillo, 461;
imágenes bíblicas, 109; el
método del MCC, es para la c.,
168; el kerygma la busca, 164;
proclamación interpelativa para
la c., 247; se realiza en la
Gracia,
168;
buscar
preferentemente la c. de los que
influyen en los ambientes, 178;
acompañar a la persona en su
proceso de c., 179; cómo
madurar la c. en el Poscursillo,
189190; la llave de la eficacia
238
Cristianismo: no influía en la
vida al iniciarse el MCC, 17;
como solución, presentar una
síntesis del c., 20, 67; el c.,
como vida, 20; concepto triunfal
y dinámico, 34; concepto
integral, 64-66; es comunitario,
65; presentar el c. como
respuesta
válida
a
los
planteamientos del hombre,
232.
Cultura: definición de c., medio
social y ambiente, 142; c. y
ambiente son conceptos casi
equivalentes para el MCC, 143;
estructuras
e
instituciones
pertenecen a su esencia, 144;
nace
una
nueva
c.
a
evangelizar,
42,
52;
características de la nueva c.,
44, 46; c. y Evangelio hoy, 46; el
MCC y la evangelización de la
c., 68; el MCC asume
evangelizar la c. y las c., 652;
ambientes en que se crea, se
trasmite y se transforma la c.,
665.
Cristo: es lo fundamental
cristiano, 120, 122; núcleo del
mensaje del MCC, 165; quién
es C. para nosotros, 390;
verdad sobre C., 10; C., imagen
del hombre nuevo, 59; centro,
dueño y salvador del hombre.
168; modelo de Gracia, servicio,
liberación y solidaridad. 232;
centrar en C. el ideal, 389;
esclarece
el
misterio
del
hombre, 391; eje de la vida de
los dirigentes. 545; compromiso
de los dirigentes con c.. 546.
Cursillista: al nuevo, hay que
canalizarlo hacia la reunión de
grupo, 491; es importante que
se incorpore a una comunidad
eclesial, 448; la tarea más difícil
es animarlo a evangelizar, 453.
Cursillo:
sus
postulados
esenciales, 153; la experiencia
del c., 185-188, 239; el C. es
una creación pedagógica, 357;
es
un
instrumento
de
evangelización, 240; lo que de
ordinario logra, 240; objetivos
del c., 186,251; objetivos que
tiende a llenar dentro de la
pastoral kerygmática, 239, 251,
346-354,
proclamación
kerygmática y testimonio de
vida, medios para conseguirlos,
187; otros recursos humanos,
188; preparación del C 235; los
rollistas, 252-266; el equipo de
Cristocéntrico: el método del
MCC es c., 165,232.
Criterios: la mentalidad los
engendra, 4; los c. y la
mentalidad, 9-11; los cuatro c.
fundamentales hoy, 58.
Cuarto Día: último día del
Cursillo dedicado a impulsar al
cursillista a la finalidad última
del MCC, en el c. d., 411.
239
dirigentes, 267-298; su espíritu,
288; los miembros del equipo,
267-275,
287-288;
el
Coordinador o Rector, 276-280;
el Director Espiritual, 281-286;
preparación del equipo, 289;
295; técnica metodológica, 299345; respeto a la libertad, 296298; pedagogía y C., 299-303;
heterogeneidad, 304-307; clima,
308-312; contactos personales,
313-318; grupos en el c., 319,
322; duración, orden de los
rollos y horario, 323-325;
oración, 326-334; celebración
del sacramento de la penitencia,
335-336; celebraciones de la
eucaristía. 337-338; devoción a
la Madre, 339-341; la "Guía del
Peregrino", 342; la "Hoja de
Compromiso", 343; la clausura,
344-345; nervio ideológico del
c., 346-442; las fases del c.,
355-359; el último día dedicado
a la realización de la finalidad
última del MCC, 411; en el C. el
hombre descubre que se puede
vivir cristiana mente por medio
del grupo de amigos, 469; el C.
es el mejor lugar para forjar la
amistad, 491.
321; se reúnen al final de cada
día, para crear comunión entre
todas las decurias, 322.
Diálogo: canonizado en EN,
317; por él maduran las
convicciones colectivas, 70; es
para
comunicar
criterios
eficaces y válidos, 315; viene
posibilitado por la amistad, 314;
es camino para que el MCC se
haga presente en la vida y en la
acción de la Iglesia, 210;
características del d. en cada
día del Cursillo, 316; d. Del
dirigente con los cursillistas,
516; cómo debe hacerse este
d., 517; clima de d. para la
adaptación del método del
MCC, 161; clima de d. con la
Jerarquía, 195.
Diócesis: el MCC nace de un
plan diocesano de pastoral. 1434, 631; comunión firme y
convencida en filial relación con
el obispo, 96-98, 195,579,631,
635; el MCC debe contar con la
aprobación del obispo, 209; los
Secretariados, responsables de
su promoción, desarrollo y
orientación en la d., 575; la
Jerarquía
escoge
a
los
integrantes dcl Secretariado,
576; los Secretariados tienen
autoridad delegada de la
Jerarquía, 577,592.
Decurias o Grupos dentro del
Cursillo: cada cursillista se
inserta en un grupo, 319; que es
a
manera
de
pequeña
comunidad, 320; finalidad de la
decuria, 320; tratar de que
pasen de grupos de trabajo a
comunidades de fe y de amor,
Dios: visión desfigurada de
Dios, 24-25; presentación del
240
Dios vivo y personal, 26;
concepto bíblico de Dios, 61.
Director Espiritual en el Cursillo:
misión de magisterio y misión
de dispensador de la gracia,
281-283; cualidades, 284, 286;
no le corresponde la parte
técnica del Cursillo, 285; su
misión dentro y fuera del
Cursillo, 286.
formado por laicos y sacerdotes
en cordial conjunción, 269;
unidad de misión y diversidad
de servicios, 269; encarnación
viva de la doctrina, 269; deben
conocer el método, 269; deben
compartir la responsabilidad,
269; deben ser uno, 271;
distintas funciones dentro del
equipo, 272; estudio de los
rollos, 273; discreción, 274; su
presencia en el Cursillo, 275;
testigos con la palabra y con la
vida, 254-260; instrumentalidad,
252-253; deben crear un clima
adecuado, 179; deben tener
sentido comunitario, 267: deben
dar
testimonio
de
ser
comunidad, 268; deben hacerse
amigos de los cursillistas y
cómo hacerse, 287; apertura a
la convivencia y al diálogo con
cada cursillista, 313; creen en el
poder de la oración, 327;
enseñan a rezar, rezando, 327;
son un equipo de oración antes,
durante y después del Cursillo,
328, 292; reuniones de la
noche, 293; misión del d. en las
decurias, 320; espíritu de los d.,
288; cl Coordinador o Rector,
276-280; el Director Espiritual,
281-286; c) en el Poscursillo:
deben estar sintonizados con la
misión de la Escuela, 515; se
forman en Cristo y trabajan para
que otros se formen, 515;
buscan la experiencia del
Cursillo como una expresión de
la Iglesia, 514; su función es
Dirigentes del MCC: actitud
pensante dentro del MCC, 69;
deben poseer, vivir y comunicar
la mentalidad del MCC, 71;
necesidad de una constante
formación, 260; a quiénes se
reconoce como d., 539; Rollo:
qué es el dirigente cristiano.
406-408; objetivos dcl rollo, 409;
valores o virtudes que deben
desarrollar, 410; el MCC
necesita d. que sepan, quieran y
puedan animarlo, impulsarlo y
vivificarlo, 567. Los d. en los
tres tiempos del MCC: a) en el
Precursillo: elección del equipo
d. de un Cursillo, 179; deben
estar convencidos de que la
estrategia del Pre está orientada
al Cursillo y a) Poscursillo, 202;
preparación, 237; en cuanto a
labor
formativa,
289;
preparación remota intelectual y
espiritual,
290;
reuniones
previas al Cursillo, 290-291; b)
en el Cursillo: condiciones y
conductas exigibles a los
agentes de la proclamación,
252-266; equipo de d., 267-298;
241
como la del fermento en la
masa,
521;
aptitudes
y
actitudes, 573; cómo deben
actuar los d. en el Poscursillo,
191; dos aspectos de su misión,
514; el Poscursillo exige el
mayor esfuerzo de los d., 512;
es necesaria su actuación para
conseguir los objetivos del
Poscursillo, 191; apertura al
diálogo con los cursillistas, 515;
deben motivarles y ayudarles a
encontrar un grupo de amigos
para formar una comunidad
cristiana, 513; deben hacer
vivas las reuniones de grupo y
las Ultreyas, 518, 520-521;
deben facilitar el proceso de la
Ultreya, 519.
Encuentro con Dios vivo y
personal, 89; se realiza en la
gracia, 168; Dios y el hombre al
e., 380; Passim.
Encuentro con los demás, 89;
Passim.
Encuentro con uno mismo, 89;
Passim.
Encuentro con el mundo, 89;
Passim.
Encuentros, Los cuatro: son
características del MCC como
movimiento de Iglesia, 89; el
Poscursillo
ofrece
la
oportunidad de profundizarlos,
456.
Discreción: hay que guardar d.
sobre lo que ocurre en el
Cursillo, 274,294.
Encuentros internacionales:
reuniones
periódicas
para
revisar la identidad del MCC y
renovarla o reajustarla, 605; son
autorizada referencia doctrinal y
metodológica para el MCC, 606;
eligen las sedes de sus
respectivos grupos y/o de sus
dirigentes, 607.
Doctrina: desconocimiento de
la d., 22. Ver Mensaje.
Encarnarse en el mundo: la
Iglesia se e. en los diferentes
grupos humanos para ofrecer el
misterio de salvación, 643; el
MCC e. su mentalidad y método
para lograr su objetivo, 644;
para cambiar el mundo hay que
e. en las culturas, 663.
Encuentro
Passim.
con
Cristo,
Encuentros mundiales: se
convocan periódicamente, 616;
son lugar de la unidad del MCC,
617; son la máxima estructura
del MCC para el discernimiento
colegiado de los signos de los
tiempos, 618; sus objetivos
generales,
619;
quiénes
participan en ellos, 620.
88;
242
Escuela: el MCC nació en el
seno de una E., 530; es pieza
esencial para la continuidad y
desarrollo del MCC, 531, 558; la
integran quienes, desde la
identidad del MCC, asumen la
misión evangelizadora de la
Iglesia,
566;
aptitudes
y
actitudes de los dirigentes, 573;
las tres vertientes de la E.: a) es
un conjunto de cristianos que
buscan caminos de santidad,
534, 536; en ella ponen en
ejercicio su vocación a la
santidad, 535; suscita en sus
miembros el seguimiento e
imitación de Cristo, 537; ayuda
a descubrir y realizar la
vocación personal, 538; los
capacita para insertarse en las
realidades temporales desde lo
específico del MCC. 538; b)
como estructura operacional del
MCC: definición, 540; existe
antes, durante y después de sus
reuniones, 541; la primera
norma de vida en ella es la
comunión de sus miembros,
542; los coloca en la Comunión
eclesial, 543; viven unidos, en y
por un clima de reunión de
grupo, 544; tienen a Cristo
como eje de su vida y la
mentalidad del MCC como eje
de
su
actuación,
como
dirigentes, 545; deben estar
cada día más integrados, 547;
c) como escuela de formación:
debe dar a sus miembros
formación para que realicen su
vocación y misión de laicos,
548; lo exige el progreso
espiritual y el ser dirigentes en
la Iglesia y en el MCC, 549;
formación
espiritual,
551;
formación
doctrinal,
552;
formación
humana,
553;
formación social, 554; formación
apostólica y específica en el
MCC, 555-556; su finalidad es
la misma del MCC, 562; por eso
intensifica la vivencia de lo
fundamental cristiano en sus
miembros, en el MCC y en los
ambientes, 563; su estrategia es
formar una comunidad en la que
todos se comprometan a ser
inspiradores de grupos o
núcleos fermentadores, 564;
otras
actividades
de
la
estrategia, 565; su organización:
no tiene forma concreta esencial
dado el carácter inductivo del
método, 557-558: su forma
viene determinada por las
necesidades, posibilidades y
nivel alcanzado por el MCC,
559; por eso no son iguales en
todas partes, 560-561.
Esencia del MCC: 72-153;
invadida por la mentalidad, 2,
14, 15; constituida por la unidad
de mentalidad, finalidad y
método. 7: los siete elementos
constitutivos de ella, 75.
243
Esperanza: los alejados pueden
ser apóstoles,. 34; palabra
proclamada, ungida de e. y de
alegría, 263.
ambientes,
217;
e.
Del
Poscursillo.
464-465:
e.
operacionales
del
MCC:
Escuela,
532-573;
Secretariados, 574-620; hoy la
pastoral busca crear equipos
apostólicos
en
las
e.
Funcionales, 665.
Espíritu Santo: principal agente
de evangelización, 252-253.
Estrategia del MCC: 32-33,
175199, 527; concreta la
mentalidad, 2; ha producido
frutos, 198; sus responsables,
197; unión con la Jerarquía,
195; unión con otros agentes de
pastoral, 196; a) del Precursillo:
va orientada al Cursillo y al
Poscursillo, 202; intendencia.
180; selección de ambientes,
182; descubrimiento y selección
de
personas-clave,
183;
preparación para el Cursillo,
184; b) del Cursillo: su
experiencia,
185
188;
proclamación kerygmática, 187,
243-251; testimonio de vida de
los proclamadores, 187, 252
266; otros recursos, 188; c) del
Poscursillo: seguimiento, 189
194: crear clima para que cada
uno sea santo y apóstol, 463.
Estudio: de los rollos, 273;
formación de los dirigentes. 289,
290, 295. Ver Formación.
Evangelio:
dificultades
del
hombre de hoy para aceptarlo,
110; fermentar de E. Los
ambientes, 139-150: el método
es para que el E. Irrumpa,
impregne y configure todo el
hacer del hombre, 160.
Evangelización: necesidad de
una opción por la e., 51;
concepto integral. 63, 107-108;
no es un acto aislado, sino
profundamente eclesial, 238;
tarea fundamental de la misión
de la Iglesia, 457; concentra y
manifiesta la misión de la
Iglesia, 444, 654: la liberación
integral es parte integrante, 656;
condiciones
y
conductas
exigibles a los agentes de la e.,
252-266; el Cursillo, instrumento
de e., 240; si el MCC emplea
bien su método, será poderoso
instrumento
de
e.,
518;
entusiasmar y preparar al
cursillista para la e., 179;
testimonio, gesto inicial de e.,
Estructuras: pertenecen a la
esencia de cultura y ambiente,
144;
falta
de
estructuras
pastorales hoy, 48; flexibilidad
de las e. para evangelizar
mejor, 52; transformar a los
hombres que las crean o las
manejan, 32; penetradas para
lograr la fermentación de los
244
166; evangelizar la cultura y las
culturas del hombre, 657; el
Espíritu Santo es el principal
agente, 252.
Fe: integridad de la f., 58: la f.
libera,
29;
favorece
la
realización de la persona 29; f. y
realidad social, 39-40; el MCC
pone el énfasis en la f., 124; su
experiencia comunitaria en un
Cursillo debe ser modelo para el
Poscursillo, 471; Rollo FE:
respuesta al plan de Dios, 379;
Dios y el hombre al encuentro,
380; objetivos, 381; con él
terminan
las
tres
proclamaciones del día, 382.
Evangelización, Nueva: el
MCC se ofrece a la Iglesia en
esta hora de la n.e., 162; se
llega a ella, al vivir todos
gozosamente las exigencias del
bautismo, 458; debe evangelizar
el actual proceso de unificación
cultural, 658; opción preferencial
por los pobres, 659.
Fermentar de Evangelio los
ambientes: la imagen del f. en
el Concilio, 139; no se puede f.
sin vida cristiana, 422; finalidad
última del MCC, 139-150, 177;
en el ambiente es donde los
laicos realizan su vida cristiana,
141; medio social, cultura y
ambiente, 142; acción personal
para la f., con las personas o
con las estructuras, 145; acción
comunitaria
para
f.
los
ambientes, 146-148; la fuerza
fermentadora de los grupos del
MCC, 150; el MCC posibilita la
vivencia de lo fundamental
cristiano y la acelera para la f.,
178; el tercer día del Cursillo se
ordena a la f., 411; el
Poscursillo busca que las
inquietudes de las personas y
de los grupos sean f. los
ambientes, 452; cómo lo hace la
Ultreya, 503.
Evolución en el MCC: de su
mentalidad, 6; la mentalidad es
principio
de
e.,
37;
ha
evolucionado el MCC, como
todos los seres vivos, 73.
Eucaristía: fuente y cima de
toda la vida cristiana, 337;
centro de la vida durante los
tres días del Cursillo, 338;
deben ser centro en el Cuarto
Día. 338; Ultreya y E., 506.
Fases del Cursillo: el método
supone unas f., recomendables
por su experiencia 355: no son
inalterables y rígidas, 358; las
cuatro f., retiro o f. De
preparación. 360-368; f. De
proclamación de la fe cristiana,
369-382; f. del desarrollo de la
vida cristiana, 383-410; f. de la
proyección hacia los hombres y
hacia el mundo, 411-442.
245
Fermentos de reflexión: su
actitud dentro del MCC, 69-71;
los
Secretariados
deben
promover y posibilitar su acción,
583.
procurar para los dirigentes el
MCC, 550; f. catequética, sin
alterar el carácter kerygmático
del método, 550; f. espiritual de
los dirigentes, 551; doctrinal,
552; humana, 553; social, 554;
para
el
apostolado,
555;
específica para ser dirigente del
MCC, 556.
Finalidad del MCC: 106-150;
viene determinada por su
mentalidad, 2, 14; cuatro
aspectos o vertientes: posibilitar
la vivencia y convivencia de lo
fundamental cristiano 114-127;
ayudar a descubrir y realizar la
vocación personal, 128-134;
propiciar la creación dc núcleos
de
cristianos,
135-138;
fermentar de Evangelio los
ambientes, 139-150; f. Última:
fermentar de Evangelio los
ambientes, 177; tercer día del
Cursillo,
ordenado
a
la
realización de la f. última, 411;
todo lo que se hace en el MCC
tiene como objetivo final el
Poscursillo, 452; se consigue
como consecuencia de la vida
de los que forman el grupo, 493.
Fundamental cristiano: qué
es, 118; proclamación dinámica
y jubilosa de lo f. c., 19;
influencia de la vivencia de lo
f.c. en la sociedad, 20;
proclamación kerygmática, 23;
fidelidad a lo f.c., 58; distintos
modos de ver lo f.c., 119; es el
Reino de Dios, 120.
Futuro: último día del Cursillo
dedicado
a
proyectar
al
cursillista hacia su mañana,
411.
Gracia: los más alejados
pueden acogerla, 34; el MCC
pone el énfasis en la G., 123;
ayudar a vivir la G. de un modo
consciente,
creciente
y
compartido, 147; en la G. Se
realiza toda conversión, todo
encuentro con Dios y toda
comunidad cristiana, 168; toca
profundamente a los que hacen
el Cursillo, 185; principio y
fundamento
de
toda
cristianización, 237; misterio de
la G. y la libertad, 367; el
pecado obstáculo a la vida de la
Formación: Rollo: encaminado
a la conversión, 393; conocerse
mejor y conocer a Dios y al
mundo, 393; el cristiano, al
formarse, reforma los criterios y
transforma el mundo, 394;
distintas fuentes de f., 395. La
Escuela, escuela de f., 548-555;
llamada a crecer, madurar y dar
fruto, 548; exigencia para el
progreso
espiritual,
549;
aspectos de la f. que debe
246
G., 402-405; Rollo: caracteriza
todo el Cursillo, 371; subraya la
autodonación
de
Dios
al
hombre, 371; objetivos, 372; la
imagen del agua, 373; la G.,
encuentro vital con Dios, 373.
con sus Pastores, por la Palabra
y por la Eucaristía, 497; el g.
madura al compartir la vivencia
de lo fundamental cristiano, 193;
por el compartir se transforma
en comunidad cristiana, 193;
debe realizar la penetración de
los ambientes, 182; cómo
preparar al g. para esta labor,
182; preferentemente debe
hacer la preparación de los
candidatos al Cursillo, 233; el g.
logra el contacto vivencial y el
intercambio de experiencias en
la Ultreya, 194; el MCC aporta a
la Iglesia la existencia de estos
g. 688. Rollo: G. y Ultreya, 430442; el MCC ofrece dos medios
para vivir el espíritu comunitario,
430; objetivo del rollo, 431; el g.
se funda sobre la fuerza
asociativa de la amistad, 432433; el g. exige la reunión del
mismo; 434; notas de las
reuniones de g., 435; qué se
debe compartir en ellas, 436, no
son comunidad eclesial, sino
fermento de comunidad, 437,
497.
Grupo: es una necesidad
humana y cristiana, 467; en él
se descubre, alcanza, realiza,
profundiza
y
sostiene
la
amistad, 470; en él las
relaciones son de persona a
persona, como tal, 487; los
valores compartidos identifican
a sus miembros y los unen por
la fe, 487; el g. es íntimo y
abierto, personal y eclesial,
receptor y transmisor de vida
cristiana,
488;
el
MCC
interesado en crear g. De
amistad, 472; por la reunión al
g., 474-475; número de sus
componentes, 489; el g. es con
quien quieras, 489; varias
posibilidades de miembros, 489;
lo importante es el g. basado en
la amistad, no la reunión, 490;
su formación debería comenzar
en el mismo Cursillo, 491; es
complementario
de
la
comunidad eucarística, 492;
debe centrarse en el compartir
piedad, estudio y acción, 495;
cómo debe ser el compartir en
el g., 493; satisface la
necesidad del individuo en
cuanto
a
crecimiento
y
comunidad, 500; debe ser signo
visible de la Iglesia por la unión
Grupos internacionales: 598604; del seno de una asociación
a la carta de ciudadanía en el
mundo, 598; los g.i. son
órganos
de
comunión
y
comunicación, coordinación y
servicio,
599;
no
tienen
autoridad
sobre
los
Secretariados Nacionales ni
diocesanos, 600; representan a
247
los Secretariados nacionales
ante el OMCC y demás
estructuras eclesiales, 601: su
objetivo, 602-604.
Guía del peregrino: 343.
ambiente, 178; es ser social, por
eso se agrupa, 213; opción
fundamental del MCC, 668. Es
lo
primero,
103,
144,
150,178,546,668.
Heterogeneidad: la h. en el
equipo y en los asistentes al
Cursillo,
304:
facilita
la
experiencia de la solidaridad
humana y de la fraternidad
cristiana, 305; razón teológica:
unidad del pueblo de Dios, 306;
no se deben dar Cursillos para
grupos sociales uniformes, 307.
Hombre de hoy: profundo
conocimiento de él, 34, 167; en
transición, 42; encuentra en
Cristo la respuesta plena a sus
interrogantes
vitales,
67;
dificultades para aceptar el
Evangelio, 110; adaptación al h.
de h. en el Cursillo, al proclamar
la Palabra, 261; siente la
necesidad de agruparse y
conjugar esfuerzos, 691.
Historia del MCC: su porqué
histórico, 12-34; no es una h.
para memorizar o repetir, sino
que es maestra de vida, 35;
ayuda a precisar la identidad del
MCC, 35; es un punto de
partida, 36.
Identidad del MCC: tener en
cuenta la mentalidad para no
perderla, 7, 16, 37; la tarea
evangelizadora es matriz de
identidad para el MCC, 660.
Hoja de compromiso: 343; la
reunión de grupo se hace según
ella, 492.
Ideológico: nervio i. Inicial del
MCC, 34; nervio i. del MCC hoy,
58-66.
Hombre: visión desfigurada del
h., 24; verdad sobre el h., 10,27,
28; concepción integral del h.,
59; recristianización del h., 27;
para cristianizarlo, hay que
determinar los grupos que
influyen en él, 214; el h., agente
de evangelización, 53; el
secreto está en el h., no en los
métodos, 670; fe del MCC en
que el h. es el constructor de la
sociedad, 670; influye en su
Iglesia: verdad sobre la I., 10;
quiénes la constituyen y qué
misión tienen, 627; concepto
integral, 62; es una comunión,
97; cuerpo místico de Cristo,
376, 624; pueblo de Dios, 376,
625; sacramento de Cristo, 397,
623; sacramento de salvación,
19, 397, 626; respuesta de la I.
a los desafíos de la sociedad
actual, 207; ella envía a los
predicadores,
257-258;
su
248
misión pertenece a todos sus
miembros, 454; se encarna para
ofrecer a todos el misterio de
salvación, 643; tiene necesidad
constante de revisarse y
renovarse, 639; la santidad,
presupuesto para realizar su
misión
salvífica,
454;
su
ministerio, 648-649: en ella no
caben
aislamientos
ni
individualismos, 691: concreta y
despliega su misión en la
evangelización. 654,
los miembros de la Escuela
cada día más integrados, 547:
criterios de i. en la Escuela,
566-572.
Intendencia: el misterio de la i.,
180: cómo debe ser, 180; en el
Precursillo, 232, 237; para el
Cursillo y el equipo dirigente,
291, 326, 333, 334: se necesita
para que Dios y el hombre se
encuentren, 380.
Jerarquía: es coesencial a la
Iglesia juntamente con los
movimientos, 84; la J. Debe
aprobar el MCC en su diócesis,
209; comunión orgánica del
MCC
con
ella,
646-647:
estrecha relación con ella:
informarla sobre la esencia,
finalidad y método del MCC,
195; manifestarle lo que puede
y debe pedir al MCC, 195;
informarle de proyectos, logros
y dificultades, 195, 646-647; ella
nombra el Secretariado, 576577.
Inductivo, método: 13, 170:
fidelidad al m. i,. 37: por eso la
Escuela
no
tiene
formas
concretas de organización, 557558.
Iniciativa personal para renovar
la sociedad,150.
Insatisfacción: punto de partida
y fuente de realizaciones, 34.
Instituciones: pertenecen a la
esencia de cultura y de
ambiente, 144.
Jubiloso: estilo j., elemento del
kerygma en el Cursillo, 248,
250.
Instrumentalidad: del agente
de evangelización en el Cursillo,
252-253; de la técnica en el
Cursillo, 302.
Kerygma: qué significa, 245;
sus cuatro elementos, 246-249;
características
de
la
proclamación k. en el Cursillo,
346-354; el MCC, agente de la
pastoral k., 671; el carácter k.
invade su método y su
Integración
o
inserción
apostólica:
el
fruto
de
incorporarse a una comunidad
es ser miembro vivo y eficaz en
la Iglesia y en el mundo, 448;
249
estrategia en sus tres tiempos,
163,680; el Cursillo enmarcado
en el k., 245; proclamación k. de
la salvación, 177; medio para
conseguir los objetivos del
Cursillo, 187; pastoral k.,51,162164,671-686.
confesarse en el Cursillo, 324.
Laicos: en la Iglesia de hoy, 47;
son Iglesia, 102; su carácter
secular, 102; deben construir la
Iglesia en el mundo, 447; no
tienen dos vidas paralelas:
espiritual y secular, 526; pueden
unirse
en
agrupaciones,
asociaciones o movimientos, 83;
el MCC siempre ha insistido en
su presencia en el propio
ambiente, 103: el MCC les
ofrece los medios para cumplir
las exigencias de miembros de
la Iglesia, 445; forman con
sacerdotes el equipo dirigente
de un Cursillo, 257.
María: apuntaló al MCC desde
sus orígenes. 339; aunque no
hay un rollo sobre ella, emerge
en todo el Cursillo, 340; lleva a
Cristo, 341.
Magisterio de la Iglesia: el
MCC se ajusta a él, 95, 98;
conocer sus documentos para
estudiar y seleccionar los
ambientes, 211.
Meditaciones en el Cursillo:
Conócete a tí mismo. 362; El
Padre misericordioso 363-365;
Las tres miradas, 367-368; La
figura de Cristo, 389-392; El
mensaje de Cristo al cursillista,
413-415.
Mensaje en el Cursillo: la
proclamación
de
un
m.
elemento del kerygma, 246; lo
constituye el anuncio de lo
fundamental
cristiano,
676;
meditación del último día:
apunta a iluminar y vincular los
rollos del día, 413; textos
evangélicos en que se basa,
413; qué busca. 414; objetivos,
415.
Ley: el peso de la L, 22.
Liberación: la fe libera, 29; la l.
integral es parte integrante de la
evangelización, 656.
Libertad: respeto a la l., 284286; es un error imponer algo a
la conciencia, 284: proponer la
verdad evangélica y la salvación
ofrecida por Cristo es un
homenaje a la l. 284; esto, más
que un derecho, es un deber,
285; la l. del oyente no anula la
del proclamador, 286; l. Para
Mentalidad: 1-71; definición, 8;
es la clave explicativa, 1,16;
causa del origen del MCC. 1,14;
invade la esencia, 2; constituye
lo fundamental del MCC, 3; es
principio de unidad y de
250
identidad, 4-7, 37; principio de
evolución, 37; su historia se va
haciendo, 4-5; comporta un
núcleo irreductible, originario y
originante, 6; es más importante
que el método, 38; método y m.,
157-159; debe ser asimilada y
enriquecida, 69; es eje de la
actuación de los dirigentes del
MCC, 545; servicios que presta
al MCC,37.
166, 678, personal, 167; camino
para
conversión,
168;
comunitario, 169; inductivo, 170;
uso del m. en el Precursillo,
172, en el Cursillo, 173; en el
Poscursillo, 174; es para ayudar
a cumplir las exigencias de ser
miembro de la Iglesia, 446;
reunión de grupo y Ultreya son
básicas en términos de m., 465;
para el individuo lo más
importante del m. es la reunión
de grupo y para la comunidad lo
es la Ultreya, 500.
Método del MCC: qué es, 154,
2231, 104-105, 154-174; hace
concreta la mentalidad, 2; surge
de
la
aplicación
de
la
mentalidad y esencia, 7, 14,
155, 157; es menos importante
que la mentalidad, 38; los
iniciadores
del
MCC
lo
empezaron, ensayando un m.,
86; se aplica en los tres tiempos
del MCC; que forman un todo
indivisible,
156,
171;
importancia, 160-162; es para la
vida, 158; y para el Movimiento,
158; imprime "carácter" al MCC,
160; es para que el Evangelio
irrumpa, impregne y configure el
hacer del hombre y para
asegurar la autenticidad del ser
cristiano, 160; en lo que no es
substancial debe adaptarse a
circunstancias de tiempo y
lugar, 161. 644; si se emplea
bien el MCC será instrumento
poderoso de evangelización,
518;
características:
es
kerygmático, 19, 162-164, 677,
cristocéntrico, 165, testimonial,
Métodos
de
predicación
insuficientes o inadaptados al
iniciarse el MCC, 34.
Ministerio: triple
Iglesia, 649.
m.
de
la
Motivación: el método es para
m. a vivir lo fundamental
cristiano, 152.
Movimiento eclesial: la Iglesia
como m., 77-79; cuándo nace
un m., 80; carisma o gracia
inicial, 81; diversidad de m. En
la Iglesia, 82; los laicos pueden
agruparse en m., 83; los m. Son
coesenciales en la Iglesia, 84;
florecimiento actual, 85; son un
grupo de personas, 88; la
participación en él es libre, 90;
notas de su eclesialidad, 93103; sentido de Iglesia es lo que
justifica un m. u organización
apostólica, 634.
251
Movimiento de Cursillos de
Cristiandad(MCC): descripción,
74; la unidad de mentalidad con
esencia, finalidad, y método
constituye su esencia, 7; origen,
11; nació en el seno de una
Escuela, 530; como fruto de un
plan pastoral, 692; nació
buscando caminos nuevos para
asegurar
la
autenticidad
cristiana de los bautizados, 641;
respuesta pastoral de la Iglesia,
19-34; respuesta hoy, 49-66;
raíz de su catolicidad, 58; es
vivencial, 58; ha evolucionado,
aunque se mantiene siendo lo
que es, 73; al servicio del
hombre, 102-103; obra de Dios,
236-237; obra de los hombres,
236, 238; es patrimonio de la
Iglesia, 631; su sentido de
Iglesia, 634-635; construye la
Iglesia como sacramento de
comunión y participación, 638;
pone al servicio de la Iglesia su
mentalidad, finalidad y método,
699; su servicio a la Iglesia está
potenciado por un profundo
sentido de Iglesia, 580, por la
renovada vivencia del espíritu
comunitario, 581, y por una
constante acción de equipo,
581; conformidad y participación
en el fin apostólico de la Iglesia,
100; existe, como la Iglesia,
para evangelizar, 106; agente
de evangelización. 654-660;
sabe que la evangelización
hace
protagonistas
al
evangelizador
y
al
evangelizado,
656;
la
evangelización matriz de su
actividad e identidad. 660;
asume evangelizar la cultura y
las culturas, 657; agente de la
pastoral de la Iglesia. 176, 651;
función propia en la acción
pastoral de la Iglesia, 621. 633,
648-699; agente de la pastoral
kerygmática, 671-686; agente
de la pastoral ambiental. 661666; proclama la verdad que
viene de Dios, 94; verdades en
que pone énfasis, 121-126;
tiene un método propio, 104105, que está al servicio del M.,
158; el método le imprime
"carácter", 160; posibilita la
vivencia y convivencia de lo
fundamental cristiano, 114-127;
fomenta la vocación a la
santidad, 93; ayuda a descubrir
y realizar la vocación personal,
128-134; propicia la creación de
núcleos de cristianos, 135-138,
para
que
fermenten
de
Evangelio los ambientes, 139
150; está interesado en crear
grupos
de
amistad,
472;
reconocido por la Iglesia como
instrumento
válido
para
implantar el reino de Dios, 574;
si emplea bien su método es
poderoso
instrumento
de
evangelización,
518;
sus
estructuras operacionales, 527620; las necesita para facilitar el
logro de su finalidad, 528-529;
el Secretariado diocesano es
esencial, 590; la Escuela es
252
esencial, 531; necesita formar
dirigentes que sepan, quieran y
puedan animarlo, impulsarlo y
vivificarlo, 567; siente necesidad
de revisarse y renovarse como
la Iglesia, 640; Pablo VI anima a
seguir en clima de revisión y
renovación, 642; debe encarnar
su mentalidad y su método para
cumplir su objetivo. 644; su
relación con otros movimientos,
99, 196; se hace solidario y
ejecutor de la pastoral profética,
655; su comunión orgánica con
la Jerarquía, 646-647; es un
movimiento
esencialmente
diocesano, 693; qué aporta a la
Iglesia, 632; Pablo VI definió su
eclesialidad, 91; notas de su
eclesialidad,
93-103;
la
mentalidad
constituye
lo
fundamental del MCC, 3.
136; valores a respetar y
acrecentar en ellos, 135; su
fuerza fermentadora, 150; son
ejemplo de convivencia humana
y cristiana, 150; quieren ser un
reflejo de la Iglesia, 468; deben
hacerla presente en el mundo,
193; ayudan a cada miembro a
vivir la Gracia de un modo
consciente,
creciente
y
compartido, 147; son para vivir
lo fundamental cristiano, 193;
realizan la fermentación de los
ambientes, 177; hay que
fomentar la comunicación entre
los distintos n., 191; vincular las
personas en n.d.c., y a éstos
entre sí, 54,179. Ver Grupos.
Obstáculos a la vida de la
Gracia:
Ver Pecado.
Opción: elemento constitutivo
de la mentalidad, 8: o. de los
iniciadores, 22; el MCC se
identifica en la Iglesia por sus
o., 650; características de la o.
fundamental del MCC: o. por la
persona humana, 668-670, o.
por la pastoral kerygmática,
671-686, o. por la pastoral
comunitaria, 687690, o. por los
pobres, 659.
Mundo: verdad sobre el m. 10,
31; conjunto de personas que
Dios quiere redimir, 19; visión
desfigurada del m., 30; un m. En
transición,
42;
concepción
integral del m. 60; rehacerlo
desde sus cimientos, 101;
ámbito y medio de la vocación
cristiana de los laicos, 141.
Norma: puede
anquilosar,4.
restringir
o
Oración: clima de o. para
adaptar el método del MCC,
161; la Iglesia es una sociedad
de o., 314; en la o. descansa el
éxito
del
Cursillo,
314;
características
de
la
o,:
Núcleos de cristianos: un n.
Dio origen al MCC, 14; el MCC
propicia su creación 135-138;
los tres pasos para crearlos,
253
interioridad e individualidad,
317. Ver Intendencia.
sabiduría humana, 257; no es
predicación
de
ideas
personales, 258; no es del
testigo, sino que él la trasmite,
259; cualidades de esa P., 262;
ungida de esperanza y alegría,
263; Ultreya y P. de Dios, 507.
Oración comunitaria; ora la
comunidad cristiana por el
Cursillo, 326, 333; los dirigentes
son un equipo de o., 328; o. de
la mañana, 330; visitas al
Santísimo, 331; oraciones de la
noche, 332.
Pastoral: qué es p., 628; se
realiza en la edificación de la
Iglesia y en su presencia
dinámica en e] mundo, 629; el
MCC fue una respuesta p., 1921; situación p. hoy, 47-48;
grandes líneas de la acción p.
hoy, 630; busca la creación de
equipos o movimientos en
estructuras funcionales, 665; el
MCC se ofrece a la p. De la
Iglesia a través de su método,
162. P. de ambientes: qué se
entiende por ella, 52; se realiza
a través de las personas que
influyen en ellos, 33. P. De
conjunto: la Iglesia insiste en la
urgencia de lograrla, 691; el
MCC está al servicio de ella,
dentro dc su mentalidad,
finalidad
y
método,
694;
colabora en la planificación y
ejecución de sus planes, 694. p.
es como el carácter definitoCursillo, dentro de ella, 243-251;
esto fue lo más novedoso en los
inicios del MCC, 244; el MCC,
agente y solidario de otros
agentes, 655; la dimensión P.
es como el carácter definitorio
de su estilo evangelizador, 672;
es pastoral de renovación, 673;
Organismo mundial: es el
ámbito
de
comunión
y
participación de los grupos
internacionales que lo integran,
608; sirve para mantener y
desarrollar la unidad del MCC a
escala universal, 608; es
instrumento
para
la
coordinación, intercomunicación
e impulso a la reflexión, 608; no
tiene autoridad sobre los
Secretariados ni sobre los
grupos internacionales, 609;
coordina los esfuerzos en lo
referente a la fidelidad del MCC
a la Iglesia y a su magisterio,
610; y al cuidado de la identidad
del MCC, 611; lo constituyen los
grupos
internacionales
debidamente reconocidos, 612:
rota su sede entre los grupos
que
lo
conforman,
613;
consigue sus objetivos y presta
sus servicios por medio de un
Comité Ejecutivo. 614; servicios
que presta, 615.
Palabra: la Proclamación de la
p. del evangelizador no es de
254
y anuncio de lo fundamental
cristiano, 674; es anunciodenuncia-llamamiento, 675. El
MCC en la P. de la Iglesia: es
agente de la p., 176; formula su
plan p. dentro del plan nacional
o diocesano, 179, vive y actúa
con la p. de la Iglesia en la
Ultreya, 195; conformación del
Precursillo con ella, 208-212; de
cara a sus prioridades, el MCC
debe fijar su propio plan, 211; la
inexistencia de un plan p. No
dispensa del estudio y selección
de ambientes, 212; cl MCC es
un elemento y un instrumento
de la p., 652; no es agente de
toda ni de cualquier p. 697, sino
de la profética y ambiental. 698.
Penitencia: celebración de la p.
en el Cursillo, 335-336; prever
tiempos para que los cursillistas
puedan
confesarse
responsablemente, 335-336.
Persona
humana:
la
fe
favorece su realización, 29;
conocimiento de la p.h., 33,167;
amor y respeto, 241; respeto a
la identidad y libertad, 232; la
plena realización humana es
parte esencial del servicio a la
p., 668, y parte esencial de la
vocación a la santidad y a su
misión, 669; la p. hoy, 45;
estudio y selección para el
Cursillo, 179; descubrir y
seleccionar las personas-clave.
664; cómo son las p. clave, 183;
cómo se las prepara, 184; cómo
deben ser las que van a un
Cursillo, 219-226; reinsertarlas
en sus ambientes, 179.
Pecado: obstáculo a la vida de
la Gracia Rollo: el hombre
puede bloquear el plan de Dios.
402: objetivos del rollo, 403;
pérdida del sentido del p. por la
pérdida de los valores religiosos
y éticos, 403: consecuencias del
p. 403: el hombre siente
verdadera
nostalgia
de
reconciliación,
404:
sana
ascética cristiana para superar
los obstáculos a la vida de la
Gracia, 405.
Personal: el método del MCC
es p., 167; la evangelización es
de persona a persona, 317; el
aspecto p. del Poscursillo es
para ser más, 450.
Piedad: Rollo: con él se
concluye el mensaje del primer
día,
384;
objetivos,
184:
descripción de las falsas
posturas de p., 385; la auténtica
p., 386: los que la viven son los
que hacen crecer el Reino de
Dios, 387; testimonio personal
del rollista, 388.
Pedagogía
del
Cursillo:
recursos pedagógicos, 188; p. y
Cursillo, 299-303; es una
verdadera creación pedagógica,
357.
255
Planificación: para evangelizar
la cultura, 55: la acción humana
debe ser p. para que sea eficaz,
175.
ambientes, 201-205; se hace
por el testimonio y palabra del
Poscursillo, 203; toda su
estrategia debe ir orientada al
Cursillo y al Poscursillo, 202;
selección y penetración de
ambientes,
181,
182,237;
descubrir y seleccionar las
personas-clave,237;preparación
para el Cursillo,184,230-232,
237; objetivos de la preparación,
231; modos de hacerla, 232;
sus agentes, 233; quiénes
pueden ir al Cursillo, 219-220;
quiénes deben ir, 221-226;
quiénes no conviene que vayan,
227; su carácter kerygmático,
681-682.
Poscursillo: definición, 447;
sus postulados esenciales, 153;
seguimiento de los que han
hecho
la
experiencia
del
Cursillo, 189-194: aspectos
individual y comunitario de los
elementos del P., 450; aporta a
la Iglesia pequeños grupos, 688;
objetivos del P., 190; no es una
exigencia extra, 455, sino un
medio para realizar la vocación
de bautizado, 455; es básico
encontrar un grupo de amigos,
469; llena las esperanzas de la
Iglesia sobre los laicos, 525; es
un proceso dinámico, 452-453;
está destinado a aumentar y
continuar la conversión, 452;
carácter kerygmático, 685-686;
estrategia, 463; estructura, 464465; el Precursillo y el P. Se
realizan simultáneamente, 203;
finalidad del P., 454-462.
Presentante o padrino: debe
hacer
la
preparación
del
candidato a Cursillo, 233; qué
se espera de él, 234.
Problemática que da origen al
MCC: un mundo de espaldas a
Dios, a Cristo y a su Iglesia, 17;
una pastoral de conservación,
apologética y catequética; visión
de la Iglesia como institución de
privilegio, del apostolado como
una supererogación, del mundo
como enemigo del alma, 19; el
MCC como solución, 7, 18;
orientar al cursillista para que
viva su cristianismo, a pesar de
los problemas de la vida
moderna, 412.
Postulados esenciales del
MCC: qué es p. e., 151; p. Del
MCC, 152; p. de cada uno de
los tres tiempos del MCC, 153.
Precursillo: definición y pasos
que
comprende,
200;
postulados, 153; revela la
dimensión misionera del MCC,
205; importancia del P. Para
operar la fermentación de los
256
Proclamación de la Palabra:
nervio teológico del Cursillo,
334-430; p. dinámica de lo
fundamental cristiano, 19; p.
kerygmática, 23; jubilosa, 164;
medio para conseguir los
objetivos del Cursillo, 187; debe
adaptarse constantemente, 187;
en el Cursillo invita a la
conversión, 244; p. interpelativa,
elemento del kerygma, 247;
condiciones
y
conductas
exigibles a los agentes de la p.,
252-266; vinculada a la acción
libre y voluntaria de los
hombres, 254; p. testifical en el
Cursillo, 256; los pasos de la p.,
Ideal, 369-370; La Gracia, 371373; Los laicos en la Iglesia,
374- 378; Fe, 379-382; Piedad,
383-388; La figura de Cristo,
389-392; Formación, 393-395;
Sacramentos, 396-398; Acción,
399-401; El pecado, obstáculo a
la vida de la Gracia, 402-405;
Dirigentes, 406-410; Mensaje de
Cristo al cursillista, 413-415;
Estudio y animación cristiana de
los ambientes, 416-421; Vida
cristiana, 422-425; Comunidad
cristiana, 426-429; Grupo y
Ultreya; 430-442.
presenta, 206.
Recristianizar: al hombre de
hoy, 22.
Rector o Coordinador del
Cursillo: es, junto con el
Director Espiritual, el principal
responsable del equipo, 274,
278; debe cuidar que el Cursillo
se desarrolle con las normas
generales y los objetivos
concretos, 277; evitar toda
manipulación, 278; distribuir los
servicios, 278; conocer la
técnica, los objetivos, los
medios para lograrlos y la
realidad peculiar del Cursillo,
279; criterio para elegirlo, 280;
le corresponde lo técnico del
Cursillo, 285.
Recursos
humanos:
r.
espirituales, pedagógicos y
dinámicos en el Cursillo, 188.
Reino de Dios: adhesión al R.
de D., 58; es lo fundamental
cristiano, 120; los que viven la
Piedad son los que hacen
crecer el R. de D., 387.
Religiosidad:
sola
puede
impedir el progreso del hombre
como cristiano, 29.
Realidad: la mentalidad da la
base para juzgarla, 2; el MCC
nace del conocimiento de la r.,
17; r. social y fe, 39-40; lectura
evangélica de la r., 41-46, 50;
modo de enfrentarla, 156; ver la
r. social y los desafíos que
Renovación: revisión y r. en el
MCC, 639-642.
Responsables: ver Dirigentes.
257
Retiro en el Cursillo: clima de
su desarrollo, 361; meditación
conócete a ti mismo: su
objetivo; 362; Medit. El Padre
misericordioso: presenta a Dios
rico en misericordia, 363-364;
evitar desenfoques, 365; Medit.
Las tres miradas: como mira
Jesús, mira el Padre, 366; el
hombre
puede
rechazar
libremente el amor de Dios, 367;
el cursillista debe definir su
actitud,
367;
prepara
la
respuesta a las proclamaciones
del día, 368; ilumina todo el día
con la persona de Cristo, 368.
475, y la vivencia de lo
fundamental cristiano, 476, que
debe ser auténtica, continua,
progresiva y compartida, 477480; notas: 435; seriedad, 481,
sinceridad, 482, discreción 483,
regularidad
(normalmente,
semanal), 484-485; no hay
normas
rígidas
para
su
desarrollo, 436; qué se debe
compartir, 436; procedimiento,
486; lo eficaz no es la r. sino el
grupo, 490; medios para el
crecimiento en ella, 492; no es
para vivir al estilo cursillista,
sino para perseverar en el ser
cristiano e iniciar y proyectar la
vida comunitaria, 492; debe
comenzar
cuanto
antes,
después del Cursillo, 491; su
montaje en vacío, 490; muchos
fallos se deben a dar más
importancia a la r. y a la
exposición del compromiso,
495; más que formas nuevas,
interesa su espíritu e intención,
496; el dirigente debe hacerla
viva, 518; los miembros de la
Escuela viven unidos en y por
un clima de r. de g., 544; es un
ámbito adecuado para descubrir
a los futuros miembros de la
Escuela, 572. Ver Grupo.
Reunión de Grupo: definición,
466; esencia y finalidad, 467472; es una realización tangible
de la comunión de los santos,
485;
objetivo:
dar
forma
espiritual a todo en la vida, 485;
en ella la amistad se descubre,
se alcanza, se realiza y se
profundiza, 470; es medio para
conseguir la finalidad del MCC,
192; cómo trata de lograrlo, 193;
es vital para el crecimiento
apostólico, 472: no es un fin en
sí misma, sino un servicio a las
personas y a los grupos, 453; es
exigencia del grupo, 434; es
supletoria y complementaria de
la comunidad eclesial, 453;
medio básico para que el
individuo persevere y crezca en
la vida de Gracia, 465;
elementos: el grupo, 473, y la r.,
474; la r. hace posible el grupo,
Revisión: r. y renovación en el
MCC, 639-642.
Rollista: el Espíritu Santo,
principal
agente
de
la
evangelización, 252; sentido de
258
humildad y de instrumentalidad,
252; dejarse poseer por Él y
decir sus palabras, 253; debe
encarnar los valores cristianos,
254, y ser testigo por la palabra
y por la vida, 255; proclama
testificalmente, 256; su palabra
es manifestación del Espíritu,
257;
es
vida,
sinceridad,
audacia, júbilo, 262; ungida de
esperanza, 263; se apoya en el
testimonio de su vida, 264, pues
es testigo, 265, llamado a la
santidad, 266; no se predica a sí
mismo sino que trasmite
fielmente el Evangelio, 258;
busca siempre la verdad, no la
vende ni rechaza, la sirve
generosamente, 259: se adapta
al hombre concreto, 260.
testigos, 349; en tono jubiloso,
350; deben despertar una
opción
totalizante,
351;
cualidades de los r. 352; deben
incluir
vivencias
preferentemente comunitarias,
353; deben mantenerse en
revisión permanente, 354.
Sacerdotes: forman equipo
dirigente con los laicos en el
Cursillo,
269,
en
los
Secretariados, 576. Ver Director
Espiritual.
Sacramentos: el MCC pone el
énfasis en los s., 126; Rollo:
objetivos, 396; signos eficaces
de Cristo, 397; hacen al
cristiano s. de Cristo, 397;
tratamiento vivencial de cada s.,
398.
Rollo
inicial:
charla
de
recibimiento cordial y sincero.
360; sus objetivos.360.
Sacrificio: Ver Intendencia.
Rollos: nombre que designa las
proclamaciones en el Cursillo,
347; son una de las piezas
esenciales del Cursillo, 347; son
cauce
para
transmitir
el
mensaje, 273; vivir y asimilar su
contenido, 273: cada uno tiene
su objetivo específico, 356;
connotaciones
de
los
r,:
proclamación de una verdad
operante, 348; presenta la
verdad encarnada en las
personas
y
circunstancias
concretas del Cursillo, 349; no
lo proclaman profesionales, sino
Santidad: Vocación a la s., 128129,454; todos los miembros de
la Iglesia la reciben y la
comparten, 443; presupuesto
para realizar la misión salvífica
de la Iglesia, 454; la Escuela,
escuela de s., 534-539.
Santos:
hoy
necesidad de s., 422.
tenemos
Secretariado: definición, 576;
competencia. 575; autoridad
delegada y estructura de
servicio, 577; a qué exigencias
259
responde su existencia y
funcionamiento, 578; primer
objetivo, 582; promover y
posibilitar
la
acción
de
fermentos de reflexión, 583;
explicar
el
principio
de
subsidiariedad, 584; realizar un
permanente estudio de la
realidad, 585; qué dirigentes
deben
integrarlo,
586;
organización, 587; papel de los
sacerdotes y de los laicos, 588;
renovación de sus miembros,
589; hace su plan pastoral, 211,
212, 692. S. DIOCESANO: es
pieza esencial del MCC, 590; no
hay una estructura común para
todos, 591; tiene autoridad
delegada sobre el MCC, no
sobre los cursillistas, 592; sus
funciones y servicios, 593; la
inexistencia de plan pastoral
diocesano no le dispensa de
seleccionar y estudiar los
ambientes, 212. S. NACIONAL:
estructura de servicio para ser
vía de comunión de los S.
diocesanos, 594; organismo de
promoción,
coordinación
y
servicio
del
MCC
y
representación en las relaciones
nacionales e internacionales.
595; su estructura responde al
grado de desarrollo del MCC,
596; sus funciones, 597; está
representado en cl OMCC y
demás estructuras eclesiales
por el grupo internacional a que
pertenece, 601.
Secularidad: afecta a toda la
Iglesia, especialmente a los
laicos, 140.
Seglares en la Iglesia: Rollo:
llamada del hombre a ser
cristiano en la comunidad que
es la Iglesia, 374; objetivos del
rollo, 375, campo propio del
laico, 376; diversas imágenes
de la Iglesia, 377.
Signos de los tiempos:
urgencia de discernirlos, 49.
Sociedad: nace una nueva s.,
42; características, 43, 45;
necesidad de edificarla, 232.
Solución: el MCC como s.,
18,23, 34.
Técnica: hay que buscarlas
para ayudar al hombre a
aceptar a Cristo, 34; ninguna
reemplaza a la acción del
Espíritu Santo, 299; se emplea,
porque somos corresponsables
en los planes de Dios, 299;
ayuda a crear un clima
adecuado en el Cursillo, 301; el
riesgo es desorbitarla, 302; su
valor: subordinada a la Gracia,
302; cómo es la t. en el Cursillo,
314.
Testigo: proclamar a Cristo
como t., 162, 164, 166, 255-256;
elemento del kerygma, 249.
260
Testimonio: el método del
MCC es testimonial, 16-6; el t.
Como
gesto
inicial
de
evangelización, 166; medio para
conseguir los objetivos dcl
Cursillo, 187; el t. de palabra se
apoya en el de vida, 264.
500; bienes que aporta la U.,
501; es para la Iglesia y para el
mundo, 501; finalidad: crear
grupos evangelizadores, 502;
cómo los crea, 503; hacer de
cada
familia,
ambiente,
estructura una U., 504; lo que
alimenta su vitalidad es su
inserción en un clima apostólico,
505; U. y Eucaristía, 506;
posible
esquema
de
celebración, 509; periodicidad,
510; testimonios, 511; el
dirigente debe hacerla viva, 518;
es un ámbito adecuado para
descubrir
a
los
futuros
miembros de la Escuela, 572;
Ver Rollo: GRUPO Y ULTREYA,
en Grupo.
Tiempos: el método del MCC
tiene tres t., 156; los tres forman
un todo indivisible, 171, 449, y
orgánico. 201; cuando un t.
funciona mal, queda afectado
todo el MCC, 201.
Ultreya: definición, 438, 498;
medio
para
conseguir
la
finalidad dcl MCC. 192; medio
de universalizar la visión de los
grupos, 440; realiza el contacto
vivencial y el intercambio dc
experiencias apostólicas de los
grupos, 194; qué se consigue
en ella, 194; no tiene un método
esencial, 441, 508; cuándo se
logra su eficacia, 442; es un
servicio a la persona y a los
grupos, 453; es supletoria y
complementaria
de
la
comunidad eclesial, 453; medio
básico para la perseverancia de
los grupos y para que crezcan
en la vida cristiana, 465; es
comunidad, si los grupos forman
comunidad, 499; impulsa los
grupos hacia los ambientes,
500; satisface la necesidad del
crecimiento comunitario, 500;
para la comunidad es la parte
más importante del método,
Unión: la del equipo dirigente
del Cursillo hace la fuerza, 211;
cuando todos los cristianos la
vivan, compartirán la misión
común de la Iglesia, 457; los
valores compartidos en el grupo
identifican y unen por la fe a sus
miembros, 487.
Verdad: hacerla vida, 58; el
MCC proclama la v. que viene
de Dios, 94; el proclamador del
mensaje en el Cursillo, y la v.,
259-260.
Vertebrar cristiandad: cómo se
explicó, 21; cómo se entiende
hoy, 138.
Viacrucis: 335. nota.
261
Vida cristiana: Rollo: sin ella
queda
invalidada
la
fermentación de los ambientes,
422; objetivos del rollo, 423; qué
suscita y exige, 424: las
Bienaventuranzas la sintetizan,
425; el grupo la recibe y la
transmite, 488.
114-127, 177,687; toda v. Es
siempre convivencia, 117; cómo
la concreta el MCC, 127; centra
y unifica al hombre, 132; tiene
un sello personal, 133, 134; en
el grupo, 193; la reunión de
grupo ayuda para que sea
auténtica, 477, continua, 478,
progresiva, 479, compartida,
480; esta v. se aplica al
Poscursillo, 523; la v. se busca
para una dinámica y creciente
fermentación cristiana. 524.
Visitas
al
Santísimo:
individuales y por grupos, 331;
los cursillistas aprenden de los
dirigentes, 331: frutos, 331.
Vivencia: estilo vivencial del
MCC, 58; qué se entiende por v.
religiosa,
115;
vivenciaacontecimiento, 116; vivencia existencia religiosa cristiana,
116: es personal, 516; lo
importante es la v., no el
perseverar en el MCC, 522.
Vocación: seguimiento de la
propia v.. 21; v. del cristiano a la
santidad, 93: 128; el MCC
ayuda a descubrir y a realizar la
v.
personal,
128-134;
v.
humana, cristiana y cristiana
específica, 130; el mundo,
ámbito y medio de la v.
cristiana.
141;
un
buen
programa del Poscursillo ayuda
a descubrirla y a realizarla, 460,
462; la Escuela y la V., 532.
Vivencia de lo fundamental
cristiano:
proclamación
vivencial de lo f.c., 19, 177; el
MCC la posibilita, 58, 74, 75,
262
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