AÑO DE LA PROMOCIÓN DE LA INDUSTRIA RESPONSABLE Y DEL COMPROMISO CLIMÁTICO Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES Año X / Nº 1888 49991 TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 01949-2013-PA/TC JUNÍN JOSE LUIS VILCAHUAMÁN DELGADO Y OTROS SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los días 16 del mes de abril de 2014 del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Urviola Hani, Mesía Ramírez y Calle Hayen, pronuncia la siguiente sentencia ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por los señores José Luis Vilcahuamán Delgado, Ángel Páucar Páucar y Juan Jesús Chamorro Balvin, contra la sentencia expedida por la Primera Sala Mixta de Huancayo de la Corte Superior de Justicia de Junín, de fojas 343, su fecha 15 de marzo de 2013, que declaró infundada la demanda de amparo de autos. ANTECEDENTES Con fecha 10 de enero de 2011, los recurrentes interponen demanda de amparo contra la Municipalidad Distrital de Chilca solicitando que se les reincorpore como obreros de limpieza pública, por haberse vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo y al debido procedimiento, y los principios de primacía de la realidad y de irrenunciabilidad de derechos adquiridos. Manifiestan que ingresaron a trabajar el 2 de enero de 2007 en diversas modalidades contractuales como obreros de limpieza pública, cargos que desempeñaron hasta el 3 de enero de 2011, fecha en que fueron despedidos. Sostienen que inicialmente fueron contratados en el régimen laboral del Decreto Legislativo Nº 728, pero que a partir del mes de julio de 2007 se le obligó a suscribir contratos por prestación de servicios no personales y luego contratos administrativo de servicios, a pesar de que sus cargos eran de naturaleza permanente. El procurador público de la emplazada deduce la excepción de incompetencia por razón de la materia y contesta la demanda sosteniendo que es cierto que en un inicio los demandantes suscribieron contratos de trabajo sujetos a modalidad, pero que por motivos presupuestarios se optó por contratarlos mediante contratos de locación de servicios. Indica que, posteriormente, los recurrentes se sometieron voluntariamente al régimen del contrato administrativo de servicios, en el cual eran conscientes que su culminación era automática el 31 de diciembre de 2010. El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Huancayo, con fecha 19 de julio de 2011 declaró fundada la excepción de incompetencia por razón de la materia. La Sala revisora con fecha 13 de marzo de 2012, revocó la apelada y declaró infundada la excepción, ordenando la continuación del proceso. El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Huancayo, con fecha 26 de junio de 2012, declaró infundada le demanda, por considerar que los recurrentes suscribieron contratos administrativo de servicios y que se ha cumplido con sus plazos de duración, por lo que se extinguieron en forma automática. La Sala revisora confirmó la apelada por similares argumentos. FUNDAMENTOS Delimitación del petitorio y procedencia de la demanda 1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene la reincorporación de los demandantes en el cargo que venían desempeñando, porque habrían sido objeto de un despido arbitrario. Los demandantes alegan que si bien suscribieron contratos administrativos de servicios, en los hechos prestaron servicios bajo una relación laboral a plazo indeterminado. 2. En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas a materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STCNº 00206-2005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante, en el presente caso corresponde evaluar si los demandantes han sido objeto de un despido arbitrario. Análisis del caso concreto 3. Para resolver la controversia planteada, conviene recordar que en las SSTC Nº 00002-2010-PI/TC y 038182009-PA/TC, así como en la RTC Nº 00002-2010-PI/TC, este Tribunal ha establecido que el régimen de protección sustantivoreparador contra el despido arbitrario, previsto en el régimen laboral especial del contrato administrativo de servicios, guarda conformidad con el artículo 27º de la Constitución. 4. Consecuentemente, en el proceso de amparo no corresponde analizar si con anterioridad a la suscripción del contrato administrativo de servicios, los contratos de trabajo modales o civiles que suscribieron los demandantes fueron desnaturalizados, pues en el caso de que ello hubiese ocurrido, dicha situación de fraude constituiría un período independiente del inicio del contrato administrativo de servicios, lo que es constitucional. A. Respecto de los demandantes Ángel Páucar Páucar y Juan Jesús Chamorro Balvin 5. Hecha la precisión que antecede, en relación a los demandantes Ángel Páucar Páucar y Juan Jesús Chamorro Balvin, cabe señalar que con los contratos administrativos de servicios de fojas 129 y 152, y sus adendas de fojas 108 a 128 y de 131 a 151, respectivamente, se desprende que los actores mantuvieron una relación laboral a plazo determinado, que culminó al vencer el plazo contenido en la última adenda suscrita por las partes de fojas 108 y 131; esto es, el 31 de diciembre de 2010. 6. Por lo tanto, habiéndose cumplido el plazo de duración del referido contrato, la extinción de la relación laboral de los demandantes se produjo en forma automática, conforme lo señala el artículo 13.1, inciso h, del Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM. PROCESOS CONSTITUCIONALES 49992 B. Respecto del demandante José Luis Vilcahuamán Delgado 7. En relación al demandante José Luis Vilcahuamán Delgado, debe indicarse que con los contratos administrativos de servicios y sus prórrogas, obrantes de fojas 87 a 107, queda demostrado que el recurrente ha mantenido una relación laboral a plazo determinado, que debió culminar al vencer el plazo consignado en la última prórroga de fojas 87, esto es, el 30 de setiembre de 2010. 8. Sin embargo, se advierte que ello no habría sucedido por cuanto, conforme al certificado de trabajo de fojas 5 y a la propia declaración de la emplazada de fojas 190 en su escrito de contestación, el demandante continuó laborando para la emplazada sin suscribir contrato escrito. 9. Al respecto, cabe reconocer que las consecuencias de este hecho (trabajar después de la fecha de vencimiento del plazo del contrato administrativo de servicios) no se encuentran previstas en el Decreto Legislativo Nº 1057 ni en el Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM, es decir, que se estaba ante una laguna normativa; sin embargo, a la fecha de emisión del presente pronunciamiento, dicho supuesto se encuentra regulado en el artículo 5.2 del Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM, que fue incorporado por el Decreto Supremo Nº 065-2011-PCM. 10. Destacado lo anterior, este Tribunal considera que el contrato administrativo de servicios se prorroga de forma automática si el trabajador continúa laborando después de la fecha de vencimiento del plazo estipulado en su último contrato administrativo de servicios. Este hecho no genera que el contrato administrativo de servicio se convierta en un contrato de duración indeterminada, debido a que el artículo 5º del Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM, prescribe que la “duración del contrato no puede ser mayor al período que corresponde al año fiscal respectivo dentro del cual se efectúa la contratación”. En la actualidad, este parecer se encuentra reconocido en el artículo 5.2º del Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM, que fue incorporado por el Decreto Supremo Nº 065-2011-PCM. 11. Por lo tanto, cuando se termina la relación laboral sin que se presente alguna de las causas de extinción del contrato administrativo de servicios, se genera el derecho a percibir la indemnización prevista en el numeral 13.3º del Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM. 12.Finalmente, este Tribunal considera pertinente destacar que el hecho de que un trabajador continúe laborando después de la fecha de vencimiento del plazo estipulado en su último contrato administrativo de servicios constituye una falta administrativa que debe ser objeto de un procedimiento disciplinario, a fin de que se determine las responsabilidades previstas en el artículo 7º del Decreto Legislativo Nº 1057, pues dicho hecho contraviene el procedimiento de contratación previsto en el artículo 3º del Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda de amparo al no haberse acreditado la vulneración de los derechos invocados. Publíquese y notifíquese. SS. URVIOLA HANI MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN W-1133424-10 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 02038-2012-PA/TC ICA EMILDA NATIVIDAD CANTORAL RAMOS SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 25 días del mes de noviembre de 2013, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, inicialmente integrada por El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 los magistrados Beaumont Callirgos, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia, con el voto en mayoría de los magistrados Beaumont Callirgos y Eto Cruz, que devino la posición minoritaria, el voto en discordia del magistrado Mesía Ramírez, posición con la que concurre el voto del magistrado Calle Hayen, llamado a dirimir; y el voto finalmente dirimente del magistrado Álvarez Miranda, que adhiere a la posición del magistrado Mesía Ramírez; votos, todos, que se agregan a los autos ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Emilda Natividad Cantoral Ramos contra la resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, de fojas 75, su fecha 6 de marzo de 2012, que declaró infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 6 de julio del 2011 y escrito de subsanación del 15 de julio del 2011, la recurrente interpone demanda de amparo contra el Gobierno Regional de Ica solicitando su inmediata reposición en el cargo que venía desempeñando, más el pago de los costos del proceso. Refiere que prestó servicios mediante contratos de locación de servicios y contratos administrativos de servicios, desde el 2 de enero de 2007 hasta el 30 abril del 2011, fecha en que, aduciendo el vencimiento de su contrato, se da por concluido el vínculo laboral. El Procurador a cargo de los asuntos judiciales del Gobierno Regional de Ica contesta la demanda expresando que en el presente caso se trata de un cese bajo el régimen de contrato administrativo de servicios, por lo que es irrelevante o improcedente que se pretenda dilucidar si con anterioridad a la suscripción de dicho contrato la demandante prestó servicios bajo subordinación, encubiertos en contratos civiles. Asimismo, refiere que el cese se produjo por el vencimiento del contrato administrativo de servicio suscrito por las partes. El Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, con fecha 26 de agosto de 2011, declara infundada la demanda, por considerar que el cese de la actora se produjo al vencimiento del contrato administrativo de servicio suscrito entre las partes, lo que, como ya tiene establecido el Tribunal Constitucional, no vulnera derecho constitucional alguno. La Sala competente, por similares fundamentos que la apelada, declara infundada la demanda. Por los fundamentos, que a continuación se exponen en los votos que se acompañan, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN ÁLVAREZ MIRANDA VOTO SINGULAR DEL MAGISTRADO MESÍA RAMÍREZ Visto el recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Emilda Natividad Cantoral Ramos contra la resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, de fojas 75, su fecha 6 de marzo de 2012, que declaró infundada la demanda de autos, el magistrado firmante emite el siguiente voto: ANTECEDENTES Con fecha 6 de julio del 2011 y escrito de subsanación del 15 de julio del 2011, la recurrente interpone demanda de amparo contra el Gobierno Regional de Ica solicitando su inmediata reposición en el cargo que venía desempeñando, más el pago de los costos del proceso. Refiere que prestó servicios mediante contratos de locación de servicios y contratos administrativos de servicios, desde el 2 de enero de 2007 hasta el 30 abril del 2011, fecha en que, aduciendo el vencimiento de su contrato, se da por concluido el vínculo laboral. El Procurador a cargo de los asuntos judiciales del Gobierno Regional de Ica contesta la demanda expresando que en el presente caso se trata de un cese bajo el régimen de contrato administrativo de servicios, por lo que es irrelevante o improcedente que se pretenda dilucidar si con anterioridad a la suscripción de dicho contrato la demandante prestó servicios bajo subordinación, encubiertos en contratos civiles. Asimismo, refiere que el cese se produjo por el vencimiento del contrato administrativo de servicio suscrito por las partes. El Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, con fecha 26 de agosto de 2011, declara infundada la demanda, por considerar que el cese de la actora se produjo al vencimiento del contrato administrativo de servicio suscrito entre las partes, lo que, como ya tiene establecido el El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES Tribunal Constitucional, no vulnera derecho constitucional alguno. La Sala competente, por similares fundamentos que la apelada, declara infundada la demanda. FUNDAMENTOS Procedencia de la demanda 1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene la reposición de la demandante en el cargo que venía desempeñando, porque habría sido objeto de despido arbitrario. Se alega que la demandante, a pesar de haber suscrito contratos civiles, en los hechos prestó servicios bajo una relación laboral. 2. Por su parte, la emplazada manifiesta que la demandante no fue despedida arbitrariamente, sino que al vencimiento del plazo de su último contrato administrativo de servicios se extinguió la relación contractual. 3. Considerando los argumentos expuestos por las partes y los criterios de procedencia establecidos en el precedente vinculante de la STC Nº 00206-2005-PA/TC, estimo que en el presente caso corresponde evaluar si la demandante ha sido objeto de un despido arbitrario. Análisis del caso concreto 4. Para resolver la controversia planteada, conviene recordar que en las SSTC 00002-2010-PI/TC y 03818-2009-PA/TC, así como en la RTC Nº 00002-2010-PI/TC, el Tribunal Constitucional ha establecido que el régimen de protección sustantivo – reparador contra el despido arbitrario, previsto en el régimen laboral especial del contrato administrativo de servicios, guarda conformidad con el artículo 27º de la Constitución. Consecuentemente, en el proceso de amparo no corresponde analizar si con anterioridad a la suscripción del contrato administrativo de servicios (CAS), los contratos civiles que suscribió la demandante fueron desnaturalizados, pues en el caso que ello hubiese ocurrido, dicha situación de fraude constituiría un periodo independiente del inicio del contrato administrativo de servicios, lo que es constitucional. 5. Hecha la precisión que antecede, cabe señalar que con los contratos administrativos de servicios, obrantes de fojas 13 a 32 de autos, queda demostrado que la demandante ha mantenido una relación laboral a plazo determinado, que debió culminar al vencerse el plazo contenido en el último contrato administrativo de servicios suscrito por las partes, esto es, el 31 de enero de 2011. Sin embargo, en la demanda se alega que ello no habría sucedido, por cuanto la demandante ha venido laborando después de la fecha de vencimiento del plazo de su último contrato administrativo de servicios, conforme se aprecia de la carta remitida por la emplazada, en la que se le informa que se da por concluido el contrato administrativo de servicios con fecha 29 de abril de 2011. Al respecto, cabe reconocer que las consecuencias de este hecho no se encontraban previstas en el Decreto Legislativo Nº 1057 ni en el Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM, es decir, que se estaba ante una laguna normativa. Pero, a la fecha de emisión de la presente sentencia, dicho supuesto se encuentra regulado por el art. 5.2 del D.S. 075-2008-PCM, incorporado por el D.S. 0652011-PCM. 6. Destacada la precisión que antecede, considero que el CAS se prorroga en forma automática si el trabajador continúa laborando después de la fecha de vencimiento del plazo estipulado en su último contrato administrativo de servicios. Este hecho no genera que el contrato administrativo de servicios se convierta en un contrato de duración indeterminada, debido a que el artículo 5º del Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM prescribe que la “duración del contrato no puede ser mayor al período que corresponde al año fiscal respectivo dentro del cual se efectúa la contratación”. En la actualidad, este parecer se encuentra reconocido en el art. 5.2 del D.S. 075-2008-PCM, incorporado por el D.S. 065-2011-PCM. Por lo tanto, cuando se termina la relación laboral sin que se presente alguna de las causas de extinción del contrato administrativo de servicios, se genera el derecho a percibir la indemnización prevista en el numeral 13.3 del Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM. 7. Finalmente, estimo pertinente destacar que el hecho de que un trabajador continúe laborando después de la fecha de vencimiento del plazo estipulado en su último contrato administrativo de servicios constituye una falta administrativa que debe ser objeto de un procedimiento disciplinario, a fin de que se determine las responsabilidades previstas en el artículo 7º del Decreto Legislativo Nº 1057, pues dicho hecho contraviene el procedimiento de contratación previsto en el artículo 3º del Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM. Por estos fundamentos, mi voto es por declarar INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado la vulneración del derecho alegado. Sr. MESÍA RAMÍREZ VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO CALLE HAYEN Puestos los autos a despacho para dirimir la discordia surgida, y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5º, parágrafo 49993 quinto, de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, así como en los artículos 11º y 11º-A de su Reglamento Normativo, procedo a emitir siguiente voto: 1.- Es de verse de la demanda que corre de fojas 6 a 8, que la pretensión de la accionante está dirigida a que se deje sin efecto el despido incausado del cual habría sido objeto, y que se le restituya en su puesto de trabajo. Refiere que prestó servicios para la demandada en el cargo de Secretaria en la Unidad de Imagen Institucional a partir del 2 de enero 2007, suscribiendo inicialmente contrato de locación de servicios no personales, el que fue renovado de manera sucesiva y que a partir del mes de abril de 2008 ha venido suscribiendo contrato administrativo de servicios (CAS) hasta el 30 de abril de 2011, fecha en la que se da por concluido el CAS mediante comunicación de fecha 29 de abril de 2011. 2. Conforme es de verse de los contratos que corren en autos de fojas 3 al 12, aparece que la actora con fecha 7 de abril de 2007 suscribió con la demandada de manera interrumpida contratos de servicios no personales hasta el 29 de febrero de 2008, habiendo prestando servicios en esta misma condición hasta el 31 de marzo de 2008. 3. De fojas 13 al 32, corren los contratos administrativos de servicios suscritos por ambas partes, de donde aprecia que la actora laboró bajo esta condición a partir del 1 de julio de 2008 hasta el 31 de enero de 2011; sin embargo, ha prestado servicios hasta el 30 de abril de 2011 sin suscribir contrato alguno. 4. El artículo 5.2 del Decreto Supremo 075-2008 establece que “ En caso el trabajador continúe laborando después de vencimiento del contrato sin que previamente se haya formalizado su prórroga o renovación, el plazo de dicho contrato se entiende automáticamente ampliado por el mismo plazo del contrato o prórroga que esté por vencer, sin perjuicio de la responsabilidad que corresponda a los funcionarios o servidores que generaron tal ampliación automática. Para tal efecto, la entidad contratante informa al trabajador sobre la no prórroga o la no renovación con una anticipación no menor de cinco días hábiles previos al vencimiento de contrato.” En el caso de autos, si bien al término del CAS la actora continuó prestando servicios sin suscribir contrato alguno, nos encontramos frente a un supuesto de renovación automática contemplado en el artículo en referencia supra, situación que no determina la desnaturalización del CAS, por cuando esta situación ha sido prevista en la norma sustantiva. Por las consideraciones expuestas, mi voto es porque se declare INFUNDADA la demanda. Sr. CALLE HAYEN VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO ÁLVAREZ MIRANDA Llamado por ley a dirimir la discordia surgida en autos, me adhiero al voto de los magistrados Mesía Ramírez, pues, conforme lo justifica, también considero que la demanda debe ser declarada INFUNDADA. Sr. ÁLVAREZ MIRANDA VOTO DE LOS MAGISTRADOS BEAUMONT CALLIRGOS Y ETO CRUZ Con el debido respeto por la opinión expresada por nuestro colega, no concordamos con ella, pues consideramos que la demanda de autos debe ser declarada FUNDADA. Los argumentos que respaldan nuestra posición son los siguientes: 1. Es importante destacar que lo expresado en el presente voto se circunscribe a la denominada “regla jurisprudencial” de presunción de prórroga automática del contrato administrativo de servicios (CAS) vencido aplicado a los casos de trabajadores que continúen laborando en la respectiva institución. Dicha regla, cabe precisar, no se encuentra normada en el Decreto Legislativo 1057 (que regula el régimen especial del CAS) y tampoco ha sido abordada por el Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Expediente 00002-2010-PI/TC (publicada el 15 de noviembre de 2010) que confirmó la constitucionalidad del referido decreto. 2. La posición que aquí expresamos no se ve alterada por la reciente expedición de la norma reglamentaria, Decreto Supremo 065-2011-PCM, publicado el 27 de julio del 2011 en el diario oficial El Peruano, que modifica el Reglamento del Decreto Legislativo 1057 y que introduce en su artículo 5 la presunción de la prórroga automática del CAS vencido. Estimamos que la citada modificatoria es inválida. Primero, porque, conforme lo exigen los parágrafos a) y b) del inciso 24 del artículo 2 de la Norma Fundamental y la reiterada jurisprudencia del Tribunal Constitucional, los derechos fundamentales sólo pueden limitarse, restringirse o intervenirse por ley (Cfr. STC 02235-2004-AA/TC, Fundamentos Jurídicos 3, 4 y 6) y no por normas reglamentarias; y, más aun, dicha ley debe superar exigencias de proporcionalidad y razonabilidad. Y segundo, porque 49994 PROCESOS CONSTITUCIONALES la modificatoria reglamentaria en mención no desarrolla ningún extremo del Decreto Legislativo 1057, sino que, por el contrario, excede sus alcances al establecer consecuencias jurídicas respecto de un estado de cosas (trabajadores con CAS vencidos) no regulado en dicho decreto. Es consabido que las normas reglamentarias tienen un alcance limitado por la ley, pues es ésta la que establece y orienta su marco de actuación. Un reglamento no puede reemplazar la voluntad de la ley. Si el órgano que ha legislado el CAS no ha evidenciado expresamente los supuestos de presunción de su prórroga automática en caso de vencimiento, entonces, el órgano reglamentario se encuentra impedido de expedir normas que establezcan tal presunción jurídica. 3. Aclarado lo anterior, sobre la cuestión de fondo, tenemos que en el presente caso, la resolución de minoría declara infundada la demanda por considerar que, si bien en el periodo posterior al 31 de enero de 2011 el demandante laboró sin suscribir contrato, ello no implica que la relación encubierta se encuentre regulada por el régimen laboral de la actividad privada del Decreto Supremo 00397-TR, porque antes de tal periodo la demandante había suscrito precisamente un CAS; por lo que, agregan, debe sobrentenderse que en la práctica éste se “prorrogó automáticamente”. Y siendo que el CAS se prorrogó automáticamente y que se extinguió sin una causa de extinción legal, correspondería percibir la indemnización prevista en el régimen laboral especial del Decreto Legislativo 1057. 4. Al respecto, consideramos que a efectos de dar respuesta a la pretensión planteada, deben examinarse dos puntos controvertidos. En primer lugar, si es constitucionalmente válida la regla jurisprudencial planteada sobre la presunción de “prórroga automática” de los CAS vencidos, en la hipótesis que los trabajadores continúen laborando y, con ello, la pertenencia al Decreto Legislativo 1057 (con todas sus limitaciones laborales); y en segundo lugar, de ser inaplicable la citada regla, cuál sería la protección al trabajador en el caso concreto y si corresponde o no la reposición por vulneración del derecho fundamental al trabajo. 1) Respecto de la regla jurisprudencial que establece la “presunción de prórroga automática” 5. Respecto a esta primera cuestión, consideramos que no existen razones que justifiquen el establecimiento y aplicación al presente caso de la denominada presunción de “prórroga automática” como medio de solución. En nuestra opinión, tal falta de justificación se fundamenta básicamente en tres argumentos: 1) por la ausencia de regulación en el Decreto Legislativo 1057; 2) por la interpretación extensiva de las limitaciones de derechos que ya contiene el Decreto Legislativo 1057; y 3) por la incompatibilidad de la “prórroga automática” con el régimen constitucional del trabajo. 1.1. Ausencia de regulación en el Decreto Legislativo 1057, CAS 6. En cuanto al punto 1.1, considero que la solución planteada por la minoría no tiene cobertura legal y además carece de suficiente motivación. En primer lugar, porque el régimen laboral especial establecido en el Decreto Legislativo 1057 no regula expresamente, en ningún extremo (como hemos adelantado en el fundamento 2, supra), el supuesto de un trabajador que labora con un CAS vencido. En segundo lugar, porque tampoco se puede desprender una regulación implícita, toda vez que en ningún extremo del articulado del Decreto Legislativo 1057 existe alguna regla que permita u ordene a los “agentes de aplicación” tomar como verdadero o hecho cierto la existencia tácita de un CAS o, lo que es lo mismo, una “prórroga automática” del CAS. En stricto sensu, estimamos que esta presunción de “prórroga automática” del CAS constituye, en la práctica, la creación ex novo de una regla jurisprudencial, la misma que, desde nuestro punto de vista, es innecesaria y, además, se implementa (i) sin una evaluación preliminar de la constatación de la existencia de una laguna normativa y (ii) sin examinarse si el sistema jurídico ya ofrece o no alguna consecuencia jurídica, que resulte de aplicación, para esta tipología de supuestos. Debe resaltarse que ante la existencia de vacíos normativos en las leyes, es el legislador ordinario el órgano competente para regular tal vacío, salvo, claro está, que otra norma jurídica del subsistema jurídico laboral, ya haya previsto una solución válida. Si el Tribunal Constitucional crea reglas jurisprudenciales (como la existencia de una presunción de prórroga automática del CAS), pese a la presencia de otras normas del sub-sistema laboral que ya regulan ese supuesto, genera innecesariamente antinomias, es decir, contradicciones respecto de un mismo supuesto de hecho. En efecto, la precitada regla jurisprudencial de la “presunción de prórroga automática del CAS” genera una estéril situación antinómica con el artículo 4 del Decreto Supremo 003-97-TR –– aplicable al presente caso, dado que su régimen laboral es el de la actividad privada––, el mismo que establece que en las relaciones de trabajo se presume un contrato a plazo indeterminado. Así, prevé que “En toda prestación personal de servicios remunerados y subordinados, se presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado” [resaltado agregado]. En ese sentido, cabe preguntarse ¿cuál sería la justificación de crear jurisprudencialmente una regla jurídica, aplicándola al caso concreto, y descartar el artículo 4 del Decreto Supremo 003-97-TR, teniendo en cuenta que en ambos casos nos encontramos ante trabajadores que continuaron laborando sin suscribir contrato y fueron despedidos sin causa motivada? La respuesta es evidente. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 En los supuestos de vacíos legales, la jurisprudencia sólo puede generar soluciones interpretativas cuando de ninguna otra norma se desprenda la solución (discrecionalidad). En el caso del vacío normativo objeto de pronunciamiento (situación jurídico-laboral que tiene el trabajador que sigue trabajando en la respectiva institución pese al vencimiento del CAS), existe el artículo 4 del Decreto Supremo 003-97-TR que resulta de aplicación, por lo que es claro que ésta es la norma que debe emplearse, no siendo adecuada ni pertinente la creación de la denominada regla jurisprudencial de “prórroga automática del CAS”. 1.2. Interpretación extensiva injustificada de las restricciones de derechos que ya contiene el Decreto Legislativo 1057, CAS 7. En cuanto al punto 1.2, consideramos que la posición de la minoría extiende las limitaciones de los derechos laborales del Decreto Legislativo 1057 a un universo de casos no regulados por ella; pues, como hemos referido en los párrafos anteriores, el Decreto Legislativo 1057 no se coloca en la hipótesis y, menos aún, establecen cuál es la protección de los trabajadores que laboran con CAS vencidos. En este punto, debemos de precisar que en anterior oportunidad (Cfr. Voto Singular de las STC 00102010-PI/TC y fundamento de voto de la STC 0993-2012-PA), he señalado que el régimen laboral del Decreto Legislativo 1057 puede ser constitucionalmente legítimo si se interpreta como temporalmente “provisoria” y, por lo tanto, constituye una etapa de transición hacia un reconocimiento pleno de los derechos constitucionales laborales por parte del Estado, el mismo que en virtud del principio de progresividad de los derechos sociales, paulatinamente deberá implementar mejores condiciones jurídicas y fácticas de trabajo propio de la dimensión prestacional o positiva de los derechos fundamentales; por lo que las limitaciones que esta etapa de transición establece en el Decreto Legislativo 1057 a los derechos constitucionales laborales (deficiente protección contra el despido arbitrario, temporalidad indefinida del contrato laboral, obstaculización a los derechos de sindicalización, huelga, etc.) se encuentran justificadas sólo en el contexto actual; pero, de ninguna manera significa que estas limitaciones también puedan ampliarse, mediante el razonamiento analógico, a casos no previstos por el legislador ordinario. Es necesario recordar que la Constitución en su artículo 139 inciso 9) establece el principio de inaplicabilidad por analogía de las normas que restrinjan derechos fundamentales (Cfr. STC 02235-2004-PA/TC, fundamento 8), lo que implica que no se pueden extender las restricciones de derechos fundamentales desde aquellos supuestos regulados en la ley a aquellos supuestos no regulados en ella. Si se asume que los derechos fundamentales tienen una posición preferente en el sistema de fuentes del ordenamiento jurídico peruano, entonces, ante un vacío legislativo, no se pueden crear jurisprudencialmente iguales o mayores restricciones a tales derechos que las ya existentes. Los órganos jurisdiccionales no pueden establecer mayores restricciones a los derechos fundamentales que aquellas ya establecidas en determinadas leyes. Ello se desprende del artículo 1 de la Constitución, conforme al cual “la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”, y del artículo 44 del mismo cuerpo normativo que establece que “garantizar la plena vigencia de los derechos” es uno de los deberes primordiales del Estado. De este modo, no consideramos justificado que se extienda el régimen especial del Decreto Legislativo 1057, CAS –mediante una denominada regla jurisprudencial de prórroga automática del CAS–, a un trabajador que seguía trabajando pese a vencimiento del CAS–, cuando en realidad correspondía aplicar, sin mayor duda, el aludido artículo 4 del Decreto Supremo 003-97-TR. 1.3. Incompatibilidad de la regla jurisprudencial de “prórroga automática” con el régimen constitucional del trabajo 8. En cuanto al punto 1.3., consideramos que la regla jurisprudencial de presunción de “prórroga automática del CAS vencido” no es compatible con nuestro régimen constitucional del trabajo, pues no protege los derechos del trabajador como parte débil de la relación laboral; por el contrario, se interpreta a favor del empleador y en contra del trabajador, lo que justamente la Constitución en sus artículos 1 y 26 busca equiparar en virtud de los principios protectores o de igualación compensatoria, por el cual, reconociéndose la existencia asimétrica de la relación laboral, se promueve por la vía constitucional y legal la búsqueda de un equilibrio entre los sujetos de la misma (Cfr. STC 00082005-PI/TC, fundamento 20, in fine); principios que no podrían ser satisfechos en la medida en que, desde la opinión de la mayoría, las consecuencias del incumplimiento de la normas laborales por parte del respectivo empleador (al permitir a una persona laborar sin contrato) lejos de favorecer al trabajador, lo pone en una situación de desventaja frente al empleador. Si conforme lo ha sostenido el Tribunal Constitucional, el principio de favorabilidad en materia laboral, “hace referencia al deber de los operadores jurídicos de aplicar, en caso de duda, la fuente formal de derecho vigente más favorable al trabajador, o la interpretación de esas fuentes que les sea más favorable (in dubio pro operario)” (STC 00016-2008-PI/TC, fundamento 11), y conforme se sostiene en doctrina laboral autorizada, el principio “pro operario” “se expresa diciendo que la norma jurídica aplicable a las relaciones de trabajo y de Seguridad Social, en caso de duda El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES en cuanto a su sentido y alcance, debe ser interpretada de la forma que resulte más beneficiosa para el trabajador o beneficiario” [Alonso Olea, Manuel y otra. Derecho del trabajo. 19ª edición, Civitas, 2001, p.971], es absolutamente claro que la condición más favorable para el trabajador está representada por la aplicación del artículo 4 del Decreto Supremo 003-97-TR y con ello la presunción de existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado. Asimismo, en la posición minoritaria, tampoco se favorece al trabajador –cuyo CAS venció y sigue trabajando– cuando se asume que la protección contra el despido arbitrario debe ser ventilada en otra vía diferente del amparo, vía en la que se podrá hacer efectivo el cobro de la indemnización regulada en el régimen del Decreto Legislativo 1057, protección que, desde nuestra óptica, no le corresponde justamente porque su contrato en ese régimen ya culminó y, por tanto, ya no pertenece a él. Por otro lado, la regla de presunción de “prórroga automática” además genera otra situación de desigualdad, pero ya no entre empleador – trabajador, sino que entre trabajador – trabajador. La aludida regla distingue implícitamente en dos grupos la problemática de los trabajadores que laboran sin suscribir contrato (por supuesto, no sujetos al régimen laboral público, cfr. STC 0206-2005-PA/TC, fundamento 21). Un grupo de trabajadores sin antecedentes de un CAS y otro grupo con antecedentes de un CAS. A los primeros, el juez constitucional los repone en su puesto de trabajo por vulneración al derecho del trabajo por presumirse un contrato laboral a plazo indeterminado, mientras que al segundo grupo se presume un contrato de trabajo temporal y los redirige (indirectamente) al juez ordinario para el cobro de una reparación económica. En ambos supuestos nos encontramos ante trabajadores que no son del régimen público y, a su vez, ambos continúan como trabajadores en la Administración Pública sin suscribir contrato. La regla jurisprudencial de la “prórroga automática”, no obstante, propone una protección menor para el segundo grupo sustentado únicamente en el pasado laboral, el cual considero no es una propiedad relevante y determinante para justificar una diferenciación con el primer grupo; siendo así, en mi concepto ello es incompatible con el artículo 26.1 de la Constitución que establece el principio laboral de igualdad de oportunidades sin discriminación tanto en el acceso al empleo como en el tratamiento durante el empleo, además de no observar el citado principio de favorabilidad en materia laboral. 9. En consecuencia, por las razones expuestas, estimamos que la regla jurisprudencial de presunción de la “prórroga automática” es incompatible en el presente caso con el artículo de la Constitución que establece como prioridad del Estado el deber de protección al trabajador contra el despido arbitrario, así como los artículos 1 y 26, que reconocen principios que deben regular la relación laboral (dignidad, de favorabilidad en materia laboral e igualdad), por lo que considero que no cabe aplicarla al presente caso. 2) Respecto del nivel de protección al trabajador en el caso concreto y verificación sobre si corresponde o no la reposición por vulneración del derecho al trabajo 10. Descartada entonces la antedicha regla jurisprudencial de la mayoría, estimamos que la controversia que plantea el caso no se circunscribe a verificar lo que dice o quiso decir el Decreto Legislativo 1057 y su reglamento (como erróneamente creemos que se ha asumido), sino a verificar qué exige la Constitución y las normas laborales de desarrollo en el caso genérico de un trabajador que labore sin contrato en la Administración Pública y que es despedido arbitrariamente. Y en este nuevo enfoque, la interpretación que este Tribunal ha establecido es extensa. Por ello, respecto a la segunda cuestión sobre cuál sería la protección adecuada al trabajador y si corresponde o no su reposición, estimamos que el caso de autos se encuentra subsumido en el ámbito de aplicación general de la presunción legal contenida en el artículo 4 del Decreto Supremo 003-97-TR, primer párrafo, que establece, como ya se ha mencionado, que en toda prestación personal de servicios remunerados y subordinados, se presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado. 11. En ese sentido, con la Carta remitida por la entidad emplazada, de fecha 29 de abril de 2011, donde se le comunica a la trabajadora que se da por concluida su permanencia en el Gobierno Regional, se desprende que la demandante se ha desempeñado sin contrato de trabajo con posterioridad al 31 de enero de 2011; consecuentemente, al haber sido despedida sin expresarle causa alguna derivada de su conducta o capacidad laboral que justifique tal decisión, se ha producido un despido arbitrario, frente a lo cual corresponde estimar la demanda. En ese sentido, por las consideraciones expuestas, mi voto es porque se declare FUNDADA la demanda por haberse acreditado la vulneración del derecho fundamental al trabajo, nulo el despido y se ORDENE la reposición de la demandante en el cargo que venía desempeñando o en otro de similar nivel o categoría en el plazo de dos días, más el pago de costos. Asimismo, exhortar a la emplazada, y a la Administración Pública en general, a ser más diligentes y celosos en cuanto al respeto de la normativa laboral vigente y no incumplir sus obligaciones como empleador de celebrar con debida oportunidad los respectivos contratos individuales de trabajo, sea a plazo indeterminado o sujeto a modalidad conforme establezca la ley pertinente, con la finalidad de no incurrir en vulneraciones constitucionales y responsabilidades laborales, administrativas o de otra índole, en lo tocante a prórrogas fácticas o interpretables, 49995 eventualmente, que no son necesarias para la entidad o institución estatal. Sres. BEAUMONT CALLIRGOS ETO CRUZ W-1133425-2 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 04058-2012-PA/TC HUAURA SILVIA PATRICIA LÓPEZ FALCÓN SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 30 días del mes de abril de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Silvia Patricia Lopez Falcón contra la sentencia expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, de fojas 311, su fecha 18 de julio de 2012, que declaró infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 4 de mayo de 2011, la recurrente interpone demanda de amparo contra la Juez de Familia de la Provincia de Barranca, doña Patricia Maura De La Cruz, solicitando la nulidad de la resolución Nº 11, de fecha 26 de abril de 2011, mediante la cual se confirmó la resolución Nº 6, de fecha 18 de febrero de 2011, que declaró la conclusión del proceso y ordenó el archivamiento definitivo de los actuados, en los seguidos contra don Elvis Andy Zúñiga Ríos, en representación de su hija S.M.Z.L., sobre alimentos. Sostiene la recurrente que en el proceso sobre alimentos se reprogramó fecha para la audiencia única a realizarse el día 18 de febrero de 2011, a las 12:00 horas, pero que por motivos de salud de su hija mayor llegó con dos minutos de retraso, es decir, cuando ya la secretaria cursora había culminado con el llamado a las partes; agrega que en ese momento se apersonó al juzgado, y que la juez le indicó que resolvería con la razón de la secretaría y la justificación pertinente. Refiere que, sin embargo, la juez no ha considerado la justificación presentada, dando por concluido el proceso. Considera que las resoluciones aludidas han transgredido sus derechos a la tutela jurisdiccional efectiva y al debido proceso. Con fecha 25 de mayo de 2011, la emplazada doña Patricia Maura De La Cruz Romero contesta la demanda aduciendo que se ha obrado conforme a ley, toda vez que se ha comprobado la inasistencia de las partes a la audiencia programada. El procurador público a cargo de los asuntos judiciales del Poder Judicial contesta la demanda señalando que el amparo contra resoluciones judiciales no puede servir para replantear una controversia resuelta por los órganos jurisdiccionales ordinarios. El Primer Juzgado Civil de Barranca de la Corte Superior de Justicia de Huaura, con fecha 29 de diciembre de 2011, declaró fundada la demanda, por considerar que no resulta razonable aplicar al proceso de alimentos, que se rige por el Código de los Niños y Adolescentes, el tercer párrafo del artículo 203º del Código Procesal Civil, referido a la conclusión del proceso por inasistencia de las partes. La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, con fecha 18 de julio de 2012, revocando la apelada, declaró infundada la demanda, por considerar que pese a que no se analizó los medios de prueba a fin de justificar la inasistencia a la audiencia única, tampoco se ha probado en los autos lo dicho por la demandante sobre lo acontecido el día de la audiencia programada, por lo que los jueces han aplicado debidamente la ley pertinente a la situación procesal generada. Mediante recurso de agravio constitucional de fecha 17 de agosto del 2012, la recurrente reitera los argumentos de su demanda, puntualizando que la jueza demandada no ha tenido en cuenta el pedido de reprogramación de audiencia solicitado, dejando de lado los argumentos sustentatorios de su pedido. FUNDAMENTOS Petitorio 1. Conforme se aprecia del petitorio de la demanda, el objeto del presente proceso constitucional es que se declare la nulidad de la resolución Nº 6, de fecha 18 de febrero de 2011, que declara la conclusión del proceso y ordena el archivamiento definitivo de los actuados, y su confirmatoria, la resolución Nº 11, de fecha 26 de abril de 2011, en los seguidos por la recurrente contra don Elvis Andy Zúñiga Ríos, en representación de su hija S.M.Z.L., sobre alimentos. 49996 PROCESOS CONSTITUCIONALES 2. Expuesta la pretensión en los términos señalados, este Colegiado considera necesario determinar, a la luz de los hechos descritos en la demanda y de los recaudos que obran en ella, si se ha producido la vulneración de los derechos constitucionales invocados por la recurrente al haberse declarado la conclusión del proceso, por la inasistencia de las partes a la audiencia única programada. 3. Al respecto, la recurrente alega que promovió un proceso judicial de alimentos (Exp. Nº 2621-2010) contra don Elvis Andy Zúñiga Ríos, programándose la audiencia única para el día 10 de febrero de 2011, fecha en la cual asistió en compañía de su abogada; sin embargo, no se llevó a cabo dicha diligencia toda vez que la juez se encontraba despachando en otro juzgado por motivos de vacaciones, por lo que reprogramada ésta para el día 18 de febrero de 2011, a horas 12:00, asistió con dos minutos de retraso, es decir, cuando ya se había realizado el llamado a las partes, apresurándose a subir al despacho de la señora juez (junto a la secretaría judicial), manifestándole las razones de su tardanza y solicitando que se tome en cuenta la asistencia de la parte demandada, quien ya se encontraba presente incluso antes del llamado, a fin de no frustrar la audiencia. Indica que mediante escrito presentado en la fecha solicitó la reprogramación de audiencia por los hechos expuestos debido al delicado estado de salud de su hija mayor. Sin embargo su pedido se proveyó con un decreto de “ESTESE A LO RESUELTO” (remitiéndose en ese sentido a la resolución de fecha 18 de febrero de 2011), mediante el cual se da por concluido el proceso; es decir, no se ha considerado los argumentos justificatorios de su tardanza a fin de reprogramar dicha audiencia, y no se ha realizado análisis alguno de su pedido, aplicándose en estricto la norma supletoria, decisión que ha sido confirmada por la juez revisora. El derecho a la motivación de las resoluciones judiciales 4. Este Colegiado aprecia que la cuestión constitucional que plantea el caso se vincula a la necesidad de que las resoluciones, en general, y las resoluciones judiciales en particular, estén debidamente motivadas, por ser éste un principio básico que informa el ejercicio de la función jurisdiccional, y, al mismo tiempo, un derecho de los justiciables de obtener de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada y congruente con las pretensiones oportunamente propuestas. Al respecto, en la STC 8125-2005-PHC/TC, fundamento 11, se ha señalado que: [l]a exigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas en proporción a los términos del inciso 5) del artículo 139 de la Norma Fundamental, garantiza que los jueces, cualquiera que sea la instancia a la que pertenezcan, expresen la argumentación jurídica que los ha llevado a decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de administrar justicia se haga con sujeción a la ley; pero también con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de defensa de los justiciables (...). 5. Cabe, asimismo, puntualizar que en el proceso de amparo el análisis de si una determinada resolución judicial vulnera, o no, el derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales, debe realizarse a partir de los propios fundamentos expuestos en la resolución cuestionada, de modo que las demás piezas procesales o medios probatorios del proceso en cuestión sólo pueden ser evaluados para contrastar las razones expuestas, mas no pueden ser objeto de una nueva evaluación o análisis. Y esto porque en este tipo de procesos, al Juez constitucional no le incumbe el mérito de la causa, sino el análisis externo de la propia resolución a efectos de constatar si ésta es el resultado de un juicio racional y objetivo en el que el juez ha puesto en evidencia su independencia e imparcialidad en la solución de un determinado conflicto, sin caer ni en arbitrariedad en la apreciación e interpretación del Derecho, ni tampoco en subjetividades o inconsistencias en la valoración de los hechos del caso […]”. Sobre la afectación del derecho a la debida motivación 6. Tomando en cuenta los hechos que se describen en la demanda, este Colegiado considera que el debate se centra en el reclamo sobre una presunta afectación del derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales. Argumentos del demandante 7. Sostiene la demandante que como consecuencia de las resoluciones cuestionadas, se ha dispuesto la conclusión del proceso de alimentos iniciado a favor de su hija, aplicándose estrictamente lo prescrito en el Código Procesal Civil referido al apercibimiento de declararse la conclusión del proceso por inasistencia de las partes, sin antes evaluar su pedido de reprogramación de audiencia que contenía la justificación de su tardanza y/o inasistencia, y que fue presentado el mismo día de la frustrada audiencia. Argumentos del demandado 8. La Juez emplazada aduce que ha basado su fallo revisor en la constatación de la inasistencia de la recurrente a la audiencia única programada, pese a estar debidamente notificada. Consideraciones del Tribunal 9. En el caso de autos, se cuestiona la decisión de dar por concluido el proceso de alimentos a favor de la menor S.M.Z.L., por El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 la inasistencia de las partes a la audiencia programada con fecha 18 de febrero de 2011, decisión sustentada en el apercibimiento decretado con anterioridad, en aplicación supletoria de lo previsto en el artículo 203º del Código Procesal Civil, para los procesos de alimentos, según el cual: “La fecha fijada para la audiencia es inaplazable y se realizará en el local del juzgado. A ella deberán concurrir personalmente las partes, los terceros legitimados y el representante del Ministerio Público, en su caso. Las personas jurídicas y los incapaces comparecerán a través de sus representantes legales. Las partes y terceros legitimados pueden concurrir con sus abogados. Salvo disposición distinta de este Código, sólo si prueba un hecho grave o justificado que impida su presencia, el Juez autorizará a una parte a actuar mediante representante. Si a la audiencia concurre una de las partes, esta se realizará sólo con ella. Si no concurren ambas partes, el Juez dará por concluido el proceso”. 10. Al respecto, se debe puntualizar que los procesos de alimentos se tramitan según lo establecido por el Código de los Niños y Adolecentes, mediante el proceso único, en el que está prevista la realización de la audiencia única (tachas excepciones, defensas previas, medios de pruebas, saneamiento procesal, conciliación, y sentencia), estableciéndose en el artículo 170º del código citado que: “Contestada la demanda o transcurrido el término para su contestación, el Juez fijará una fecha inaplazable para la audiencia. Esta debe realizarse, bajo responsabilidad, dentro de los diez días siguientes de recibida la demanda, con intervención del Fiscal. En los procesos de violencia familiar no hay audiencia de conciliación”. 11. Asimismo, se debe tener en cuenta que de la lectura del artículo antes citado no se aprecia sanción alguna respecto de la situación sobreviniente por la inasistencia de las partes a la audiencia programada; sin embargo, el artículo 182º del código en mención establece la regulación supletoria, al indicar que: “Todas las cuestiones vinculadas a los procesos en materias de contenido civil en las que intervengan niños y adolescentes, contempladas en el presente Código, se regirán supletoriamente por lo dispuesto en el Código Civil y en el Código Procesal Civil.” De lo que se desprende que toda aquella situación de vacío que en términos sustantivos y procesales se presente en la tramitación de los procesos contenidos en el Código de los Niños y Adolescentes, debe ser regulada tanto por el Código Civil como por el Código Procesal Civil. 12. La precisión antes hecha no resulta de por sí antojadiza, sino que obedece a las normas jurídicas y principios contenidos en el Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes, cuyo artículo VII establece las fuentes que sirven de soporte para dicha herramienta normativa, al señalar que: “En la interpretación y aplicación del presente Código se tendrá en cuenta los principios y las disposiciones de la Constitución Política del Perú, la Convención sobre los Derechos del Niño y de los demás convenios internacionales ratificados por el Perú. En todo lo relacionado con los niños y adolescentes, las instituciones familiares se rigen por lo dispuesto en el presente Código y el Código Civil en lo que les fuere aplicable” (subrayado agregado). 13. Resulta relevante también mencionar el principio que rige a toda actuación del Estado y los particulares sobre cualquier decisión que relacione a los niños niñas y adolescentes, plasmado en el artículo IX del Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes, referido al Interés superior del niño y del adolescente, el cual expresa que: “En toda medida concerniente al niño y al adolescente que adopte el Estado a través de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, del Ministerio Público, los Gobiernos Regionales, Gobiernos Locales y sus demás instituciones, así como en la acción de la sociedad, se considerará el Principio del Interés Superior del Niño y del Adolescente y el respeto a sus derechos. Las normas del Código Civil, Código Penal, Código Procesal Civil y Código Procesal Penal se aplicarán cuando corresponda (subrayado nuestro) en forma supletoria al presente Código. Cuando se trate de niños o adolescentes pertenecientes a grupos étnicos o comunidades nativas o indígenas, se observará, además de este Código y la legislación vigente, sus costumbres, siempre y cuando no sean contrarias a las normas de orden público”. La protección del interés superior del niño, niña y adolescente como contenido constitucional 14. En anterior oportunidad el Tribunal Constitucional [STC 02132-2008-PA/TC] ha precisado que el principio constitucional de protección del interés superior del niño, niña y adolescente constituye un contenido constitucional implícito del artículo 4º de la Norma Fundamental, en cuanto establece que “La comunidad y el Estado protegen especialmente al niño, al adolescente, (…)”. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES Tal contenido de fundamentalidad es reconocido a su vez por la “Convención sobre los Derechos del Niño” de 1989, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y ratificada por el Estado Peruano mediante Resolución Legislativa Nº 25278 del 3 de agosto de 1990, publicada en el diario oficial El Peruano el 4 de agosto de 1990. El texto de la mencionada Convención se publicó en Separata Especial el 22 noviembre 1990 y mediante Ley Nº 25302, publicada el 4 de enero de 1991, se declaró de preferente interés nacional la difusión de la "Convención sobre los Derechos del Niño". 15. La mencionada Convención sobre los Derechos del Niño establece, entre otras disposiciones, las siguientes: Artículo 3 En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño. Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y administrativas adecuadas. Artículo 27 1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social. 2. A los padres u otras personas encargadas del niño les incumbe la responsabilidad primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño. (…) 4. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para asegurar el pago de la pensión alimenticia por parte de los padres u otras personas que tengan la responsabilidad financiera por el niño (…). 16. Teniendo en cuenta que el artículo 55º de la Constitución establece que “Los tratados celebrados por el Estado y en vigor forman parte del derecho nacional” y que la Cuarta Disposición Final y Transitoria de la Constitución prevé que “Las normas relativas a los derechos y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretan de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y con los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por el Perú”, no queda sino convenir en que los contenidos de tal Convención sobre los Derechos del Niño resultan vinculantes en el ordenamiento jurídico peruano, conclusión resultante de la aplicación del control de convencionalidad al que estamos sujetos. 17. Este Tribunal Constitucional ya se ha pronunciado en anteriores oportunidades respecto del contenido constitucional del interés superior del niño, niña y adolescente, y en la exigencia de su atención especial y prioritaria en los procesos judiciales. Así, en la sentencia del Expediente Nº 03744-2007-PHC/TC estableció que: (...) es necesario precisar que, conforme se desprende la Constitución, en todo proceso judicial en el que se deba verificar la afectación de los derechos fundamentales de niños o menores de edad, los órganos jurisdiccionales debe procurar una atención especial y prioritaria en su tramitación. En efecto, como uno de los contenidos constitucionalmente protegidos del artículo 4º de la Constitución que establece que “La comunidad y el Estado protegen especialmente al niño, al adolescente (...)”, se encuentra la preservación del interés superior del niño y del adolescente como una obligación ineludible de la comunidad y principalmente del Estado. Desarrollado tal contenido, el Código de los Niños y Adolescentes ha precisado en el artículo IX que “En toda medida concerniente al niño y al adolescente que adopte el Estado a través de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, del Ministerio Público, los Gobiernos Regionales, Gobiernos Locales y sus demás instituciones, así como en la acción de la sociedad, se considerará el Principio del Interés Superior del Niño y del Adolescente y el respeto a sus derechos” (resaltado agregado). Tal atención a prestarse por los órganos jurisdiccionales, como se desprende de la propia Norma Fundamental (artículo 4º), debe ser especial en la medida en que un niño o un adolescente no se constituye en una parte más en el proceso sino una que posee características singulares y particulares respecto de otras, por lo que más allá del resultado del caso, debe procurarse un escrupuloso tratamiento y respeto de sus derechos durante el proceso. (Resaltado agregado). Asimismo, tal atención deber ser prioritaria pues el interés superior del niño y del adolescente tiene precedencia en la actuación estatal respecto de aquellas decisiones judiciales en las que no se encuentran comprometidos sus derechos fundamentales. 18. Ahondando en ello, mediante la sentencia recaída en el Expediente Nº 06165-2005-HC/TC, este Tribunal reconoció que: (…) La tutela permanente que con esta disposición se reconoce tiene una base justa en lo que se ha señalado como interés superior del niño y del adolescente, doctrina que se ha admitido en el ámbito jurídico como parte del bloque de constitucionalidad 49997 del mencionado artículo 4º, a través del artículo IX del Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes y, en el espectro internacional, gracias al principio 2 de la Declaración de los Derechos del Niño y al artículo 3º, inciso 1 de la Convención sobre los Derechos del Niño 1[15] (…) (resaltado agregado). 19. De lo antes descrito se tiene que el principio constitucional de protección del interés superior del niño, niña y adolescente presupone que los derechos fundamentales del niño, niña y adolescente, y en última instancia su dignidad, tienen fuerza normativa superior no sólo en el momento de la producción de normas, sino también en el momento de la interpretación de ellas, constituyéndose por tanto en un principio de ineludible materialización para el Estado, la sociedad en su conjunto y la propia familia, incluidos claro está el padre, la madre o quien sea el responsable de velar por sus derechos fundamentales. Solución del caso en concreto 20. La demandante sostiene que en los seguidos contra don Elvis Andy Zúñiga Ríos, en representación de su hija S.M.Z.L. sobre alimentos, se ha hecho caso omiso a su pedido de reprogramación de audiencia, pese a haber justificado las razones de su tardanza o inasistencia a la audiencia, emitiéndose la resolución Nº 6, de fecha 18 de febrero de 2011, que declara la conclusión del proceso y el archivamiento definitivo de los actuados, decisión posteriormente confirmada mediante resolución Nº 11, de fecha 26 de abril de 2011. 21. Al respecto, de autos se observa que la audiencia única programada para el 18 de febrero de 2011, no se llevó a cabo por inasistencia de las partes, tal como lo hace saber la secretaria judicial (fojas 56 del expediente acompañado 02621-2010-01301-JO-FC-01); sin embargo, se verifica que la recurrente solicitó la reprogramación de audiencia mediante escrito presentado en la fecha (18 de febrero de 2011), justificando las razones de su tardanza y /o inasistencia, indicando una serie de hechos ocurridos a partir del momento en que llegó al juzgado, alegando incluso haber solicitado ante el despacho de la juez el pedido de realización de la audiencia con la parte demandada, quien se encontraba presente (pero que no había registrado su asistencia). La recurrente expresaba que su llegada tardía se debió a las dificultades de salud que atravesaba su hija mayor S.A.L.F., adjuntando la documentación pertinente para corroborar sus afirmaciones. No obstante, aparece de autos la resolución cuestionada Nº 6, de fecha 18 de febrero de 2011, mediante la cual la jueza del proceso, con la constancia de inasistencia, resolvió declarar concluido el proceso aplicando supletoriamente el artículo 203º del Código Procesal Civil, proveyendo a su vez en la misma fecha el pedido de reprogramación con un decreto que disponía “…estese a lo dispuesto mediante resolución seis…”. De todo ello se desprende que la jueza a cargo de la causa para la resolución que ponía fin al proceso no tuvo en consideración el escrito presentado oportunamente, aplicando de forma tangencial las normas procesales, sin avizorar las implicancias en la menor alimentista, toda vez que se trataba de derechos alimentarios en donde está en juego la vida y la subsistencia de la persona, más aún tratándose de una infante. 22. Debe resaltarse que si las justificaciones vertidas por la demandante generaban algún tipo de duda en la autoridad judicial que conocía del proceso, bien pudo corroborarse lo afirmado con la exigencia de las instrumentales del caso. La magistrada emplazada, pese a ello, optó por el fácil camino de dar por concluido el proceso, sin tener en cuenta la naturaleza especial del mismo e incluso sin tener en cuenta que la recurrente contaba con una medida cautelar de asignación anticipada de alimentos en forma de retención judicial, en la cual, de acuerdo con el artículo 658º del Código Procesal Civil, la liquidación de las pensiones devengadas y de los intereses computados se realizan a partir del día siguiente de la notificación de la demanda. 23. También se observa que la actividad judicial realizada no ha previsto los mecanismos de protección y adecuación de las actuaciones del Estado en este caso en el ámbito jurisdiccional, a fin de dar pertinente y oportuna protección a la infante parte de dicho proceso, en aplicación del interés superior del niño, siendo de mayor relevancia el que, aun cuando hubieran sido imprecisas la justificaciones presentadas, el solo hecho de accionar un pedido a fin de que no se dé por concluida la causa, evidencia una actitud diligente y protectora de la madre, quien tiene bajo su cuidado la responsabilidad de la vida de su hija; cuanto más si se aprecia que hasta ese entonces no se había dado indicio alguno de inactividad procesal por parte de la madre en sus actuaciones como representante legal. 24. Cabe recordar que en todo caso también se aprecia la inobservancia, entre otros, del artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil, que establece que: “El Juez deberá atender a que la finalidad concreta del proceso es resolver un conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica, haciendo efectivos los derechos sustanciales, y que su finalidad abstracta es lograr la paz social en justicia. En caso de vacío o defecto en las disposiciones de este Código, se deberá recurrir a los principios generales del derecho procesal y a la doctrina y jurisprudencia correspondientes, en atención a las circunstancias del caso”. PROCESOS CONSTITUCIONALES 49998 25. En dicho contexto, conviene subrayar que el principio del interés superior del niño, comprende, entre otras cosas, una actuación tuitiva por parte de los operadores jurisdiccionales, a quienes corresponde la adecuación y flexibilización de las normas y la interpretación que de ellas se realice, a fin de lograr la aplicación más favorable con el fin de dar solución a la controversia reclamada, siendo de especial importancia este principio toda vez que se trata niños, niñas y adolescentes, que tienen especial cuidado y prelación de sus intereses frente al Estado. Irreparabilidad parcial de la demanda de amparo de autos 26. No obstante la descripción detallada de los hechos producidos y pese al hecho de la emisión de que las resoluciones judiciales cuestionadas obedece a una actuación arbitraria e inadecuada de las normas y principios que deberían regir para los casos en donde se involucren intereses de los niños, niñas y adolescentes, este Colegiado aprecia que el declarar la nulidad de las resoluciones cuestionadas trayendo como consecuencia la reposición de las cosas al estado anterior a la violación del derecho invocado, con la consiguiente continuación del proceso de alimentos en el estado en que se encontraba hasta antes del vicio determinado, resulta innecesario. En efecto, se advierte del reporte de expediente visualizado en la fecha en el portal institucional del Poder Judicial, http://cej.pj.gob.pe/cej/forms/paginar.htlml?pagina=1 que mediante resolución Nº 19, de fecha 8 de julio de 2013, expedida por el Juez del Juzgado de Familia de Barranca, Exp. 00429-2012-0-1301-JPFC-01, se confirma la resolución del a quo que declaró fundada en parte la demanda, ordenado que don Elvis Andy Zúñiga Ríos cumpla con pasar la pensión alimenticia mensual y adelantada de trescientos nuevos soles a favor de su hija S.M.Z.L., resolución que se encuentra en etapa de ejecución. 27. Por consiguiente y al margen de que en el presente caso se presente una situación de irreparabilidad, el Tribunal Constitucional estima que, en aplicación del segundo párrafo del propio artículo 1º del Código Procesal Constitucional, y atendiendo a que está acreditada en autos la afectación del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales, conforme a los fundamentos precedentes, corresponde declarar fundada la demanda, no con el propósito de reponer las cosas al estado anterior a la violación denunciada –lo cual resulta inviable–, sino con el objetivo de evitar que conductas como las que aquí se han analizado puedan repetirse. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda de amparo, al haberse acreditado la vulneración del derecho a la debida motivación. 2. Exhortar a las autoridades jurisdiccionales a que se abstengan de incurrir en el futuro en las acciones lesivas iguales o similares a las descritas en los fundamentos de la presente sentencia. 3. Establecer como Doctrina Jurisprudencial Vinculante, conforme al artículo VI del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, los criterios contenidos en los fundamentos 10, 11, 19 y 25 de la presente sentencia. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA W-1133425-3 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 00054-2013-PA/TC ICA FILOMENA GREGORIA RAMOS PACHECO SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 17 días del mes de marzo de 2014 la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Filomena Gregoria Ramos Pacheco contra la resolución expedita por la Primera Sala Civil de Corte Superior de Justicia de Ica, foja 127, su fecha 26 de septiembre de 2012, que declara improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES La demandante interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), con el objeto que se declare El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 inaplicable la denegatoria ficta de la solicitud pensionaria del 19 de enero de 2011; y que en consecuencia, se le otorgue pensión de jubilación especial conforme con el Decreto Ley 19990, más el pago de devengados e intereses. La emplazada contesta la demanda alegando que la actora no ha adjuntado documentos idóneos que acrediten, la totalidad de aportaciones para acceder a la pensión que solicita. El Cuarto Juzgado Civil Transitorio de Ica, con fecha 16 de julio de 2012, declaró fundada la demanda, por considerar que la actora ha acreditado que cumple con los requisitos para acceder a una pensión del régimen especial del Decreto Ley 19990, antes del 18 de septiembre de 1992. La Sala Superior competente revoca la apelada y, reformándola, declaró improcedente la demanda, estimando que la actora no ha acreditado que cumple con los requisitos para acceder a una pensión de jubilación. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio En el presente caso, la actora pretende se le otorgue pensión de jubilación especial conforme el Decreto Ley 19990, más devengados e intereses. En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, sobre la base de los alcances del derecho fundamental a la pensión como derecho de configuración legal, este Colegiado delimitó los lineamientos jurídicos que permiten ubicar las pretensiones que, por pertenecer al contenido esencial de dicho derecho o estar directamente relacionadas con él, merecen protección a través del proceso de amparo. Por ello, en el literal b) del mismo fundamento, se precisó que “forma parte del contenido esencial directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión, las disposiciones legales que establecen los requisitos para su obtención”. En consecuencia, corresponde analizar si la demandante cumple los presupuestos legales que permitirán determinar si tiene derecho a percibir la pensión que reclama, pues de ser así se estaría verificando la arbitrariedad en el accionar de la entidad demandada. 2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11 de la Constitución) 2.1. Argumentos de la demandante Afirma que han transcurrido más de 6 meses desde que presentara a la ONP sus documentos y que a la fecha no ha recibido respuesta, por lo que ha operado el silencio administrativo negativo. Agrega que los documentos presentados acreditan que tiene los requisitos para acceder a la pensión que solicita. 2.2. Argumentos de la demandada Señala que el certificado de trabajo y la liquidación de beneficios sociales no son documentos idóneos para acreditar el periodo laboral de la actora, y que su autenticidad es cuestionable. 2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 2.3.1. De conformidad con el artículo 47 del Decreto Ley 19990, se encuentran comprendidos en el régimen especial de jubilación los asegurados obligatorios y facultativos nacidos antes del 1 de julio de 1931 o del 1 de julio de 1936, según se trate de hombres o mujeres, y que acrediten por lo menos 5 años de aportaciones al 18 de diciembre de 1992; asimismo, que se encuentren inscritos en cualquiera de las Cajas de Pensiones del Seguro Social al 1 de mayo de 1973. 2.3.2. Respecto a la edad de jubilación, de la copia del documento nacional de identidad, de fojas 2, se desprende que la demandante nació el 9 de mayo de 1930, por lo que cumple con el requisito de haber nacido antes del 1 de julio de 1936 para la obtención de pensión especial bajo el régimen del Decreto Ley 19990. 2.3.3. En la STC 04762-2007-PA/TC (Caso Tarazona Valverde) publicada en el diario Oficial El Peruano el 25 de octubre de 2009, este Tribunal ha establecido los criterios para el reconocimiento de periodos de aportaciones que no han sido considerados por la ONP. 2.3.4. Para acreditar las aportaciones realizadas y, por ende, el cumplimiento de los requisitos legales que configuran el derecho, la demandante ha adjuntado: Empresa de Transporte Chinchay Suyo S.A. Copia legalizada el certificado de trabajo y una liquidación por tiempo de servicios (fs. 6 y 7), en los que se consigna que laboró desde el 4 de noviembre de 1954 hasta el 25 de abril de 1961. Luis Parro Barrantes - Fundo “Yancay” Los Molinos - Ica Copia legalizada del certificado de trabajo, la liquidación por tiempo de servicios y cinco hojas de planillas correspondientes al año 1972 (fs. 8, 9 y 58 a 62), en los que se indica que trabajó desde el 20 de agosto de 1967 hasta el 30 de setiembre de 1972. En consecuencia, al verificarse los periodos laborados, se concluye que la demandante ha acreditado en total 11 años y 7 meses de aportaciones al Sistema Nacional de Pensiones. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES 2.3.5. En razón de lo expuesto, la demandante reúne los requisitos necesarios para obtener una pensión de jubilación, conforme lo establece el artículo 47 del Decreto Ley 19990, por lo que la demanda debe estimarse. 2.3.6. En consecuencia, al haberse determinado la vulneración del derecho pensionario de la demandante, conforme a lo dispuesto en el precedente contenido en la STC 5430-2006-AA/ TC, corresponde ordenar el pago de los devengados, intereses y costos del proceso según lo dispuesto por el artículo 81 del Decreto Ley 19990, concordado con la Ley 28798; el artículo 1246 del Código Civil, y el artículo 56 del Código Procesal Constitucional, respectivamente. 3. Efectos de la sentencia De acuerdo con el artículo 55 del Código Procesal Constitucional, debe procederse al restablecimiento del derecho fundamental a la pensión consagrado en el artículo 11 de la Constitución, ordenándose a la ONP que expida la resolución administrativa que permita el acceso del demandante a la pensión de jubilación del régimen especial del Decreto Ley 19990, que le corresponde por reunir los requisitos previstos legalmente, más el pago de pensiones devengadas, intereses legales y costos procesales Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda, porque se ha acreditado la vulneración del derecho a la pensión. 2. Reponiéndose las cosas al estado anterior a la violación del derecho a la pensión, se ordena a la emplazada que cumpla con otorgar pensión a la demandante conforme a los fundamentos de la presente, en el plazo de 2 días hábiles, con el abono de los devengados, intereses y costos. 49999 aplicable el artículo 413º del Código Procesal Civil, pues en su caso corresponde solo la aplicación del artículo 56º del Código Procesal Constitucional. FUNDAMENTOS 1. El recurrente solicita mediante el recurso de agravio constitucional que se condene al pago de costos procesales a la entidad emplazada en atención a lo dispuesto por el artículo 56. º del Código Procesal Constitucional. Debe precisarse que pese a que la demanda fue estimada por las dos instancias judiciales, se desestimó el extremo relativo al pago de costos, en aplicación del precepto contenido en el artículo 413º del Código Procesal Civil. 2. Teniendo en cuenta las consideraciones del Poder Judicial, este Tribunal estima importante recordar que si bien el Código Procesal Constitucional- que regula las reglas de tramitación de los procesos constitucionales- establece en el artículo IX de su Título Preliminar la posibilidad de la aplicación supletoria de los Códigos Procesales afines a la materia que se discute en un proceso constitucional; debe tenerse en cuenta que dicha aplicación supletoria se encuentra supeditada, entre otras cosas, a la existencia de un vacío o defecto legal del referido Código y al logro de los fines del proceso, situación que no ocurre en el caso del pago de los costos procesales cuando el Estado resulta ser el emplazado en este tipo de procesos, pues expresamente el referido artículo 56.º indica que: “Si la sentencia declara fundada la demanda, se impondrán las costas y costos que el Juez establezca a la autoridad, funcionario o persona demandada. Si el amparo fuere desestimado por el Juez, éste podrá condenar al demandante al pago de costas y costos cuando estime que incurrió en manifiesta temeridad. En los procesos constitucionales el Estado solo puede ser condenado al pago de costos. En aquello que no esté expresamente establecido en la presente Ley, los costos se regulan por los artículo 440º al 419º del Código Procesal Civil.” Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA W-1133425-4 PROCESO DE HÁBEAS DATA EXP. Nº 00558-2013-PHD/TC LIMA TEOFILO SANTOS CASTAÑEDA ORIHUELA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 13 días del mes de enero de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Teófilo Castañeda Orihuela contra la resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 289, que declaró fundada, en parte, la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 13 de enero de 2012, el recurrente interpone demanda de hábeas data contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP) solicitando la entrega de copias certificadas o fedateadas del expediente administrativo Nro. 39599141910/ Decreto Ley Nro. 19990, más el pago de costas y costos. Manifiesta que la entidad demandada se ha negado tácita e injustificadamente a entregar dicha documentación, no obstante haberla requerido administrativamente. Con fecha 8 de marzo de 2012, la entidad emplazada se allana parcialmente a la demanda. Indica que no le corresponde el pago de las costas y costos del proceso. El Octavo Juzgado Constitucional de Lima, con fecha 27 de marzo de 2012, declaró fundada la demanda por considerar que de autos se evidencia que la entidad demandada no ha entregado la información solicitada, Adicionalmente, al considerar que se allanó a la demanda, dispuso que de conformidad con lo prescrito por el artículo 413º (in fine) del Código Procesal Civil, la demandada se encuentra exenta del pago de costas y costos del proceso. La Sala revisora confirmó la apelada en el extremo que declaró sin costos del proceso. El recurrente interpone recurso de agravio constitucional solicitando el pago de costos invocando la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, pues considera que el Estado solo se encuentra exonerado del pago de costas y que no le resulta 3. En tal sentido, el hecho de que la emplazada se haya allanado al proceso en los términos que expresa el último párrafo del artículo 413.º del Código Procesal Civil, no implica que no se haya vulnerado el derecho invocado por el demandante, todo lo contrario, el allanamiento planteado implica un reconocimiento expreso de la existencia de la conducta lesiva por parte de la entidad emplazada, que ha permitido resolver prontamente la pretensión del accionante, sin embargo, ello no evitó la lesión de su derecho invocado ni transformó en innecesaria su petición de tutela judicial efectiva respecto de dicho derecho. En efecto, resulta evidente que fue la conducta lesiva previa ejecutada por la emplazada la que generó en el demandante la necesidad de solicitar tutela judicial para acceder a la restitución de su derecho conculcado, situación que, en el presente caso, le generó costos para accionar el presente proceso (como lo es el asesoramiento de un abogado, entre otros) y los cuales, de acuerdo con el artículo 56º antes citado, corresponden ser asumidos por la emplazada, a modo de condena por su accionar lesivo. 4. Consecuentemente, este Colegiado aprecia que la decisión de las respectivas instancias judiciales contraviene el texto expreso del artículo 56.º del Código Procesal Constitucional, aplicable al proceso de hábeas data conforme lo dispone el artículo 65.º del mismo cuerpo legal, que establece la obligatoriedad del órgano jurisdiccional de ordenar el pago de costos procesales ante el supuesto de declararse fundada la demanda constitucional, constituyendo uno (el pago de costos) consecuencia legal de lo otro (el carácter fundado de la demanda). Y es que tal dispositivo legal, por regular de manera expresa el pago de costos procesales a cargo del Estado en los procesos constitucionales, es el que resulta aplicable al caso de autos pues no existe un vacío o defecto legal, que permita la aplicación supletoria del Código Procesal Civil en cuanto a dicho pago. 5. Por tal motivo, este Colegiado considera que el recurso de agravio constitucional debe ser estimado, debiendo ordenarse a la Oficina de Normalización Previsional-ONP (Estado) el pago de los costos procesales de acuerdo a los términos ya detallados en los fundamentos precedentes de la presente sentencia. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú, con el fundamento de voto del magistrado Álvarez Miranda HA RESUELTO Declarar FUNDADO el recurso de agravio constitucional presentado; en consecuencia, ORDENA a la Oficina de Normalización Previsional-ONP el pago de costos procesales a favor del demandante. SS. Publíquese y notifíquese. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA 50000 PROCESOS CONSTITUCIONALES FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO ÁLVAREZ MIRANDA Emito el presente fundamento de voto pues si bien estimo que la presente demanda debe ser declarada fundada, ello obedece a las siguientes razones. 1. Es objeto de revisión, a través del recurso de agravio constitucional, el extremo de la decisión de segunda instancia que eximió del pago de costos procesales a la Oficina de Normalización Previsional (ONP), a pesar de que se declaró fundada la demanda. Por ende, el asunto litigioso radica en determinar si la interpretación realizada por las instancias precedentes para eximir a la emplazada del pago de costos resulta constitucionalmente adecuado. 2. A juicio de este Colegiado, no puede soslayarse, bajo ningún punto de vista, que si bien el artículo IX del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional permite la posibilidad de aplicar supletoriamente otros códigos procesales, ello se encuentra supeditado a la existencia de algún vacío en la regulación de determinada situación por parte del Código Procesal Constitucional y siempre que ello no desvirtúe la naturaleza de los procesos constitucionales. 3. Sin embargo, el artículo 56° del Código Procesal Constitucional establece expresamente que "si la sentencia declara fundada la demanda, se impondrán las costas y costos que el Juez establezca a la autoridad, funcionario o persona demandada" y que "en los procesos constitucionales el Estado sólo puede ser condenado al pago de costos", por lo que no existe ningún vacío legal que cubrir. 4. Por ello, el extremo de la sentencia cuestionada que, pese a estimar la demanda, eximió del pago de costos procesales a la emplazada, contraviene el texto expreso del artículo 56° del mencionado código, que conforme ha sido expuesto, establece la obligatoriedad del órgano judicial de ordenar el pago de costos procesales ante el supuesto de declararse fundada la demanda constitucional, constituyendo uno (el pago de costos) consecuencia legal de lo otro (el carácter fundado de la demanda), incluso en los supuestos en que la emplazada se allane. 5. Y es que, en la medida que el Código Procesal Constitucional regula expresamente esta situación ("Principio de Ley Especial prima sobre la Ley General"), no resulta aplicable lo previsto en el artículo 413° del Código Procesal Civil, máxime si se tiene en cuenta que si el actor se vio obligado a recurrir a la justicia constitucional fue justamente por la desidia de la emplazada que, a fin de cuentas, terminó conculcado el derecho a la autodeterminación informativa del recurrente. 6. Es más, la lógica del razonamiento esbozado por las instancias precedentes podría inclusive desincentivar a la ONP la contestación oportuna de este tipo de solicitudes, pues así no cumpla dentro de los plazos establecidos con entregar la documentación requerida (a pesar de que no existe ninguna razón para negar lo peticionado), su desidia e ineficiencia sólo repercutiría negativamente en el demandante quien no sólo tendría que soportar el agravio manifiesto a su derecho fundamental a la autodeterminación informativa sino que también tendría incurrir en una serie de costos de carácter económico pues así el proceso de habeas data no se encuentre sujeto a tasas judiciales ni requiera necesariamente de la firma de un letrado, acceder a la justicia constitucional importa la irrogación de gastos que si bien son en cierta forma aminorados al eximirse al litigante de tales requisitos (o al menos de la obligatoriedad de contar con el asesoramiento de un abogado), no puede negarse no sólo que existan sino que, en determinados supuestos, la carencia de recursos económicos de los agraviados les imposibilite revertir tales violaciones al citado derecho fundamental. 7. Así mismo, tampoco puede quedar inadvertido que lo resuelto tanto por el a quo como por el ad quem, no toma en cuenta que la presente demanda no es fruto de un hecho aislado sino que por el contrario, obedece a una práctica que debe ser desterrada no sólo porque implica la conculcación de los derechos fundamentales de quienes solicitan sus expedientes administrativos, sino porque la mayor parte de tales causas terminarán judicializándose en el fuero constitucional ralentizando la tramitación de otras que sí requieren de tutela urgente (externalidad negativa), a pesar de que no existe argumento jurídico válido que justifique negar la entrega de tal información. 8. En tal sentido, la interpretación realizada por las instancias judiciales no resulta constitucionalmente adecuada, en especial, cuando ha de interpretársela desde el sentido que le irradia la Constitución y la propia lógica de los procesos constitucionales, que como ha sido desarrollado de manera reiterada por este Colegiado, no pueden ser comprendidos ni analizados exclusivamente desde las perspectivas desarrolladas por la teoría general del proceso, dadas las particularidades del derecho procesal constitucional. 9. Por consiguiente, la imposición de este tipo de medidas no sólo resulta arreglada a derecho conforme ha sido esgrimido infra sino que resulta necesaria para el funcionamiento de una jurisdicción constitucional que pueda salvaguardar efectivamente los derechos fundamentales de los particulares. 10. Por tal motivo, este Colegiado considera que el recurso de agravio constitucional debe ser estimado, debiendo ordenarse a la ONP el pago de los costos procesales. Por tales consideraciones, mi VOTO es porque se declare FUNDADO el recurso de agravio constitucional presentado y por tanto FUNDADA la demanda en el extremo impugnado; en El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 consecuencia ORDENA a la ONP el pago de costos procesales a favor del recurrente, cuya liquidación se hará en ejecución de sentencia. Sr. ÁLVAREZ MIRANDA W-1133425-5 PROCESO DE HÁBEAS DATA EXP. Nº 02128-2013-PHD/TC LIMA VICTOR RODOLFO ROMERO ALFARO SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 6 días del mes de marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Víctor Rodolfo Romero Alfaro contra la resolución expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 63, su fecha 13 de marzo de 2013, que declaró infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 3 de julio de 2012 el recurrente interpone demanda de hábeas data contra el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) solicitando que se disponga la entrega de una copia del acta de calificación de su solicitud ingresada en julio del 2007, bajo el registro Nº 0242-2007, elaborada por la Comisión Ejecutiva creada por la Ley Nº 27803 y reactivada y ampliada por la Ley Nº 29059, debidamente firmada por sus miembros. Manifiesta haber presentado una solicitud ante la Comisión Ejecutiva para que se calificara su despido como uno irregular en virtud de lo que disponen las Leyes N.os 27803 y 29059; sin embargo, refiere que no fue incorporado a ningún listado de trabajadores irregularmente cesados, pese a encontrarse en igual situación que otras personas que sí fueron incorporadas, razón por la cual, al convenir a su derecho de conocer el por qué no fue incluido en las referidas listas, requiere la información antes detallada. El Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del MTPE contesta la demanda argumentando que a través del proceso de hábeas data no es posible entregar información inexistente. El Sexto Juzgado Especializado en lo Constitucional de Lima, con fecha 22 de agosto de 2012, declaró infundada la demanda, por estimar que la documentación solicitada no existe y por lo tanto el emplazado no se encuentra en la obligación de entregar la información peticionada. La Sala recurrida confirmó la apelada por similares fundamentos. FUNDAMENTOS Delimitación del petitorio y procedencia de la demanda 1. Mediante la demanda de autos, el actor solicita la entrega de una copia del acta de calificación de la solicitud que presentara en julio del 2007, bajo el registro Nº 0242-2007, elaborada por la Comisión Ejecutiva creada por la Ley Nº 27803, reactivada por la Ley Nº 29059, debidamente firmada por sus miembros. 2. Con el documento de fecha cierta de fojas 5, se acredita que el recurrente ha cumplido con el requisito especial de la demanda de hábeas data previsto en el artículo 62º del Código Procesal Constitucional. Análisis de la controversia 3. Este Colegiado en reiterada jurisprudencia ha establecido que el inciso 5) del artículo 2º de la Constitución declara que toda persona tiene derecho “a solicitar sin expresión de causa la información que requiera y a recibirla de cualquier entidad pública, en el plazo legal, con el costo que suponga el pedido”. Con ello, la Constitución ha consagrado en estos términos el derecho fundamental de acceso a la información, cuyo contenido esencial reside en el reconocimiento del derecho que le asiste a toda persona de solicitar y recibir información de cualquier entidad pública, no existiendo, por tanto, entidad del Estado o persona de derecho público excluida de la obligación respectiva. (Cfr. STC Nº 1673-2010-PHD/TC, STC Nº 1864-2010-PHD/TC, entre otras). 4. Asimismo, ha manifestado a través de la STC Nº 17972002-PHD/TC, que “que el derecho de acceso a la información pública tiene una doble dimensión. Por un lado, se trata de un derecho individual, en el sentido que garantiza que nadie sea arbitrariamente impedido de acceder a la información que guarden, mantengan o elaboren las diversas instancias y organismos que pertenezcan al Estado, sin más limitaciones que aquellas que se han previsto como constitucionalmente legítimas […] En segundo El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES lugar el derecho de acceso a la información tiene una dimensión colectiva, ya que garantiza el derecho de todas las personas de recibir la información necesaria y oportuna […]”. 5. Por otra parte, resulta necesario precisar que el numeral 18.3 del artículo 18º del Decreto Supremo Nº 006-2009-TR (modificado por el Decreto Supremo Nº 009-2009-TR) establece que “La Comisión Ejecutiva notifica su decisión de no incluir a un ex trabajador en el RNTCI, mediante comunicación escrita, individual y motivada, en el domicilio consignado por éste en su respectiva solicitud, dentro de los diez (10) días hábiles siguientes de concluido el plazo establecido en el numeral anterior. La Secretaría Técnica notifica, a nombre de la Comisión Ejecutiva, la referida decisión de no inclusión a los ex trabajadores que corresponda”, normatividad por la cual se evidencia que en cada oportunidad de ingreso de una solicitud sobre la evaluación de despidos presuntamente irregulares, la Comisión Ejecutiva tenía competencia para efectuar el procedimiento administrativo respectivo de evaluación y calificación de las solicitudes, realizando para ello una labor que necesariamente debió ser plasmada en documentos o soportes informáticos. 6. Teniendo en cuenta lo expuesto en los fundamentos precedentes, se advierte que en el caso concreto el actor cuenta con el derecho de conocer el resultado de la evaluación y calificación de la solicitud presentada en julio del 2007, bajo el registro Nº 02422007, lo cual implica acceder al acta de calificación que requiere o, en su defecto, a toda la información que se encuentre contenida en el expediente administrativo que se formulara en su caso, razón por la cual el Ministerio emplazado debe limitarse a entregar la información requerida en los propios términos en los que aparece en dicho expediente. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda de hábeas data por haberse acreditado la afectación del derecho de acceso a la información pública del demandante. 2. Ordenar al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo que entregue a don Víctor Rodolfo Romero Alfaro copia integral del acervo documentario obrante en el expediente administrativo formulado en mérito de su solicitud presentada en julio del 2007, con registro Nº 0242-2007, bajo el costo que suponga la reproducción de dicha información y en el estado en que se encuentre. Publíquese y notifíquese. SS. VERGARA GOTELLI MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ W-1133425-6 PROCESO DE HÁBEAS DATA EXP. Nº 05670-2013-PHD/TC LIMA GERARDO SEFERINO BARRIENTOS SILVA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 18 días del mes de marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez y Calle Hayen, pronuncia la siguiente sentencia ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Gerardo Ceferino Barrientos Silva contra la sentencia expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 98, su fecha 29 de mayo de 2013, que declaró infundada la demanda de hábeas data de autos. ANTECEDENTES Con fecha 17 de febrero de 2012, el recurrente interpone demanda de hábeas data contra el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, solicitando que se le entregue copia certificada del Acta de Calificación de su solicitud ingresada en julio del año 2007 concerniente a su pedido de incorporación al Registro de Trabajadores Cesados Irregularmente de acuerdo con la Ley Nº 27803. Señala que ha solicitado dicha información, sin embargo ésta no le fue proporcionada por lo que desconoce las razones por las cuales no ha sido incorporado en ninguno de los listados del citado registro El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, a través de su Procurador Público, contesta la demanda manifestando que la pretensión del demandante de que se le entregue copia del acta de calificación que mereció su solicitud ingresada con el registro 50001 Nº 00673- resulta inatendible, pues no existe acta de calificación individual al no haber cumplido el recurrente con los requisitos señalados en el artículo 1º de la Ley 29059, ya que no se generó un acta individual por parte de la comisión ejecutiva. El Quinto Juzgado Constitucional de Lima, con fecha 21 de setiembre de 2012, declaró infundada la demanda por considerar que la entidad emplazada ya le informó al actor debidamente y en su oportunidad las razones por las cuales no fue considerado en las listas de ceses colectivos irregulares. La Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima confirmó la apelada agregando que la emplazada no está en capacidad de brindar la información solicitada toda vez que no obra en el expediente administrativo el acta de calificación. FUNDAMENTOS Precisión del petitorio de la demanda 1. Mediante la presente demanda, el recurrente solicita copia del Acta de Calificación de su solicitud ingresada con fecha 9 de julio del año 2007, relacionada con su pedido de incorporación al Registro de Trabajadores Cesados Irregularmente previsto en la Ley Nº 27803. Cuestiones procesales previas 2. De acuerdo con el artículo 62º del Código Procesal Constitucional, para la procedencia del hábeas data se requerirá que el demandante previamente haya reclamado, por documento de fecha cierta, el respeto de su derecho y que el demandado se haya ratificado en su incumplimiento o no le haya contestado dentro del plazo establecido. Tal requisito, conforme se aprecia de autos, ha sido cumplido por el accionante según consta de fojas 6. Análisis del caso concreto 3. Aunque en la STC Nº 09476-2006-PHD/TC este Tribunal declaró infundada la pretensión de un demandante que solicitaba que se le informe que las razones por las cuales no fue incluido en dicho registro; ello difiere de lo solicitado en el presente caso, pues lo requerido se circunscribe a solicitar copias del Acta de Calificación de su solicitud ingresada el 9 julio del año 2007. De otro lado, no es la primera oportunidad en que este Tribunal ha conocido un requerimiento similar, pues en la STC Nº 00297-2011-PHD/TC ya estimó un pedido sustancialmente idéntico. 4. Para este Colegiado, el demandante tiene el derecho de conocer el contenido del expediente administrativo, formado como consecuencia de su solicitud, en el estado en el que se encuentre. Y es que el objetivo del proceso de hábeas data es, por lo que respecta a supuestos como el aquí analizado, el de proporcionar la información solicitada, sin otras exigencias que la de ser actual, completa, clara y cierta. 5. En el presente caso se observa que mediante carta Nº 02638-2009-MTPE/ST, de fecha 3 de setiembre de 2009 (fojas 42), emitida por la Secretaría Técnica a nombre de la Comisión Ejecutiva, se informó al recurrente las razones detalladas por las cuales no había sido considerado dentro de la relación de ex trabajadores inscritos en el Registro Nacional de Trabajadores Cesados Irregularmente. 6. Al respecto es necesario precisar que el inciso 3) del artículo 18º del Decreto Supremo Nº 006-2009-TR dispone que “La Comisión Ejecutiva notifica su decisión de no incluir a un ex trabajador en el RNTCI, mediante comunicación escrita, individual y motivada, en el domicilio consignado por éste en su respectiva solicitud, dentro de los diez (10) días hábiles siguientes de concluido el plazo establecido en el numeral anterior. La Secretaría Técnica notifica, a nombre de la Comisión Ejecutiva, la referida decisión de no inclusión a los ex trabajadores que corresponda”. En dicho contexto se aprecia que una vez ingresada la solicitud, es la Comisión Ejecutiva quien adquiere competencia para todo el trámite administrativo de evaluación y calificación de las solicitudes, realizando una labor que necesariamente ha de estar plasmada en documentos y/o soporte que acrediten la atención debida a los documentos y solicitudes presentadas; tan es así que no se ha negado en momento alguno la existencia del referido expediente administrativo, sino solo el hecho de que exista en él el acta de calificación solicitada, al no haber pasado la revisión de los requisitos legales, situación que no impide que pueda entregarse al recurrente todo el acervo documentario y valorativo sustentatorio de la decisión arribada por la Comisión Ejecutiva comunicada mediante la Secretaría Técnica, en el estado en que se encuentre dicho expediente. 7. Por ende, el ministerio emplazado debe limitarse a entregar la información requerida, en los propios términos en los que aparece en el expediente o soporte administrativo. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda de hábeas data de autos. 2. Ordena al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo que entregue al demandante, bajo el costo que suponga tal pedido, PROCESOS CONSTITUCIONALES 50002 copia de todo el acervo documentario obrante en mérito de la solicitud presentada, en el estado en el que se encuentre. Publíquese y notifíquese. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 2.2. Argumentos de la demandada Manifiesta que la demandante no se encuentra dentro del contenido constitucionalmente protegido, y que se le otorgó pensión por el monto de S/. 857.36. SS. 2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional VERGARA GOTELLI MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN W-1133425-7 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 01394-2012-PA/TC LIMA CARMEN PALMERO MUÑOZ DE MORALEJO SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 20 días del mes de noviembre de 2013, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Carmen Palmero Muñoz de Moralejo contra la resolución expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 219, su fecha 28 de diciembre de 2011, que declaró improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 12 de diciembre de 2008, la recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), con el objeto de que se declare inaplicable la Resolución 31920-2008-ONP/DPR.SC/DL 19990, y que, en consecuencia, se le reconozca 40 años de aportaciones, sin la aplicación del Decreto Ley 25967. Asimismo, solicita el pago de devengados, intereses legales, costos y costas del proceso. La emplazada contesta la demanda expresando que la pretensión no se encuentra dentro del contenido constitucionalmente protegido del derecho a la pensión; adicionalmente, sostiene que la actora percibe pensión de jubilación con un monto superior al mínimo institucional fijado. El Trigésimo Sétimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha 10 de enero de 2009, declara infundada la demanda, argumentando que los medios probatorios presentados por la actora resultan insuficientes; asimismo, en cuanto a la aplicación del Decreto Ley 25967, considera que su aplicación se debe a que la actora cumplió los años requeridos luego de la entrada en vigencia de dicho decreto ley. La Sala Superior competente revoca la apelada y declara improcedente la demanda, por considerar que la demandante no ha cumplido con adjuntar información para acreditar los años de aportes que alega haber efectuado. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio En el presente caso, la demandante percibe pensión de jubilación del Decreto Ley 19990, y pretende que se le reconozca más años de aportaciones dentro del régimen del Decreto Ley 19990 y se reajuste su pensión sin la aplicación del Decreto Ley 25967, más el pago de devengados, intereses legales, costos y costas del proceso. A la luz del fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, publicada en el diario oficial El Peruano el 12 de julio de 2005, que constituye precedente vinculante, este Tribunal estima que en el presente caso, aun cuando en la demanda se cuestiona la suma específica de la pensión que percibe la parte demandante, procede efectuar su verificación por las especiales circunstancias del caso (grave estado de salud de la actora), a fin de evitar consecuencias irreparables. En consecuencia, al advertirse que la pretensión del actor está comprendida en el supuesto previsto en el fundamento 37 de la citada sentencia, corresponde analizar el fondo de la cuestión controvertida. 2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11 de la Constitución) 2.1. Argumentos del demandante Alega que la ONP no le ha reconocido la totalidad de sus aportaciones por el periodo laborado desde 1971 hasta 1986, a pesar de haber sido acreditadas fehacientemente; agrega que padece de uretrocisto rectoide de tercer grado. Reconocimiento de aportes 2.3.1. En la STC 04762-2007-PA/TC (Caso Tarazona Valverde) y en su resolución aclaratoria, se han establecido los criterios relativos al reconocimiento de los periodos de aportaciones que no han sido considerados por la ONP. 2.3.2. Para la acreditación de las aportaciones no reconocidas, la demandante ha presentado: - Carta expedida por el Jefe del Área de Actas y Certificados del Ministerio de Educación, que indica que laboró desde el año 1966 hasta 1968 en el colegio particular “Princesa Margarita (f. 132); sin embargo, dicho documento no ha sido sustentado con documentación adicional idónea. - Constancia de trabajo (f. 133) y copia de la hoja de liquidación de beneficios sociales (f. 29 del cuaderno del Tribunal) expedida por el colegio particular “De Jesús”, en el cual se consigna que laboró desde el 1 de abril de 1971 hasta el 25 de febrero de 1986. Al respecto, es pertinente mencionar que si bien la ONP ya reconoció aportes en dicho periodo, restaría por reconocerle 2 años y 11 meses de aportaciones; sin embargo, el reconocimiento de tales aportes no variará en el monto de su pensión, ya que a la demandante se le otorgó la pensión máxima. 2.3.3. En cuanto a la alegación referida a la indebida aplicación del Decreto Ley 25967, es necesario señalar que este Colegiado ha establecido en reiterada jurisprudencia que los alcances de la denominada contingencia son los comprendidos en la Resolución Jefatural 123-2001-JEFATURA-ONP, la cual dispone que si el asegurado cesa en el trabajo antes de haber cumplido el requisito de la edad establecido por ley para alcanzar el derecho a la pensión de jubilación, la contingencia se producirá cuando lo cumpla, sin necesidad de que, concurrentemente, se reúna el requisito de los años de aportaciones, y que ello deba producirse antes de la fecha de cese. 2.3.4. De la copia legalizada de la Resolución 31920-2008ONP/DPR.SC/DL 19990, de fecha 12 de setiembre de 2008 (f. 4), fluye que a la actora le fue otorgada una pensión de jubilación adelantada al haber cesado el 28 de febrero de 2007, reuniendo a dicha fecha 37 años y 5 meses de aportes. 2.3.5. Conforme a los artículos 38 y 41 del Decreto Ley 19990, para acceder a la pensión del régimen general del Decreto Ley 19990, en el caso de las mujeres, se requiere tener 55 años de edad y acreditar, por lo menos, 13 años de aportaciones antes del 18 de diciembre de 1992. 2.3.6. La demandante afirma en su demanda que cumplió los requisitos para acceder a una pensión de jubilación antes de la entrada de vigencia del Decreto Ley 25967. Sobre tal aseveración se debe precisar que antes de la entrada en vigencia de dicho decreto ley se requería contar con los requisitos establecidos en el fundamento supra; así, del documento nacional de identidad (f. 3), se observa que la actora nació el 6 de enero de 1942, por lo que cumplió los 55 años de edad el 6 de enero de 1997, cuando ya estaba vigente el Decreto Ley 25967, de modo que su aplicación para el cálculo del monto de la pensión no fue retroactiva ni arbitraria. 2.3.7. En consecuencia, no habiéndose acreditado la vulneración del derecho a la pensión invocado por la recurrente, corresponde desestimar la demanda. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú, HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda, al no haberse acreditado la vulneración del derecho a la pensión del recurrente. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA W-1133425-8 PROCESO DE HÁBEAS DATA EXP. Nº 03411-2013-PHD/TC LIMA PABLO ÁLVAREZ FRISANCHO SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 28 días del mes enero de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES Urviola Hani, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia, con el fundamento de voto del magistrado Urviola Hani ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Pablo Álvarez Frisancho contra la resolución expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 358, su fecha 22 de mayo de 2013, que exoneró del pago de costos procesales a la Oficina de Normalización Previsional. ANTECEDENTES Con fecha 8 de noviembre de 2011, la recurrente interpone demanda de hábeas data contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP) solicitando la entrega de copias certificadas o fedateadas del expediente administrativo Nº 11392249474 DL 19990, más el pago de costos. Manifiesta que mediante solicitud de fecha 10 de octubre de 2011 requirió a la emplazada la entrega de la documentación antes mencionada, sin que haya obtenido respuesta alguna. Con fecha 12 de diciembre de 2011, la entidad emplazada se allana a la demanda. El Quinto Juzgado Constitucional de Lima con fecha 6 de julio de 2012, declaró fundada la demanda, por estimar que la emplazada lesionó el derecho invocado al no entregar las copias requeridas por el demandante. Asimismo, exoneró a la emplazada del pago de costos procesales. La Sala revisora confirmó la apelada en el extremo referido al pago de costos, en aplicación lo dispuesto por el artículo 413º del Código Procesal Civil. El recurrente interpone recurso de agravio constitucional solicitando el pago de costos manifestando que corresponde condenar al Estado al pago de costos en aplicación del artículo 56° del Código Procesal Constitucional, conforme al criterio que ha venido sosteniendo el Tribunal Constitucional. FUNDAMENTOS Delimitación del petitorio 1. El recurrente solicita, mediante el presente recurso de agravio constitucional, que se condene a la entidad emplazada al pago de costos procesales en atención a lo dispuesto por el artículo 56º Código Procesal Constitucional. Análisis de la controversia 2. En el presente caso, se aprecia que la demanda fue estimada por el a quo, al considerar que la emplazada lesionó el derecho invocado al no haber entregado la documentación requerida al demandante, y exoneró a la emplazada del pago de costos por haber cumplido con presentar el expediente administrativo en instancia judicial (f. 302). 3. Posteriormente el demandante interpuso recurso de apelación contra el extremo referido al pago de costos, sosteniendo que corresponde condenar a la ONP con dicho pago en atención a lo que dispone el artículo 56° del Código Procesal Constitucional. El referido medio impugnatorio sería desestimado por el ad quem argumentando que: “TERCERO: La figura jurídica del allanamiento viene a ser un acto jurídico procesal que importa la sumisión expresa a las pretensiones formuladas por la parte contraria en la demanda, su realización trae como consecuencia la inmediata expedición de la sentencia. De esta manera, en el presente proceso mediante escrito de fecha 12 de diciembre de 2011, de fojas 20 a 21, la ONP contesta la demanda y se allana respecto de la pretensión de otorgamiento de copias certificadas del Expediente Administrativo Nº 113-92249474. Efectivamente, mediante resolución Nº 03 de fecha 23 de enero de 2012, obrante a fojas 29, se tiene por allanada a la pretensión demandada. CUARTO: Que, para darle solución a la presente controversia, se debe precisar que el artículo IX del Título Preliminar del propio Código Procesal Constitucional establece imperativamente que en caso de vacío o defecto de dicha norma, serán de aplicación supletoria los códigos procesales afines a la materia discutida, siempre que no contradigan los fines de los procesos constitucionales y los ayuden a su mejor desarrollo. QUINTO: En ese sentido, el artículo 413 del Código Procesal Civil, en su último párrafo, ha determinado que también están exonerados de dicho pago quien reconoce o se allana a la demanda dentro del plazo para contestarla, todo ello con el fino de que el p´roceso no sea dilatado innecesariamente. En tal sentido esta norma es aplicable a los procesos constitucionales. (…)” (sic) (f. 358). 4. Teniendo en cuenta los argumentos de las instancia judiciales precedentes, este Tribunal considera importarte recordar que si bien resulta cierto que el Código Procesal Constitucional –que regula las reglas de tramitación de los procesos constitucionales– establece en el artículo IX de su Título Preliminar la posibilidad de la aplicación supletoria de los códigos procesales afines a la materia que se discute en un proceso constitucional, debe tenerse en cuenta que dicha aplicación supletoria se encuentra supeditada, entre otras cosas, a la existencia de un vacío o defecto legal del 50003 referido Código y al logro de los fines del proceso, situación que no ocurre en el caso del pago de los costos procesales cuando el Estado resulta ser el emplazado en este tipo de procesos, pues expresamente el artículo 56º dispone que “Si la sentencia declara fundada la demanda, se impondrán las costas y costos que el Juez establezca a la autoridad, funcionario o persona demandada. Si el amparo fuere desestimado por el Juez, éste podrá condenar al demandante al pago de costas y costos cuando estime que incurrió en manifiesta temeridad. En los procesos constitucionales el Estado solo puede ser condenado al pago de costos. En aquello que no esté expresamente establecido en la presente Ley, los costos se regulan por los artículos 410 al 419 del Código Procesal Civil.” 5. En tal sentido, el hecho de que la emplazada se haya allanado en los términos que expresa el último párrafo del artículo 413º del Código Procesal Civil, no implica que no se haya vulnerado el derecho invocado por la demandante; todo lo contrario, el allanamiento planteado implica un reconocimiento expreso de la existencia de la conducta lesiva por parte de la entidad emplazada, que ha permitido resolver prontamente la pretensión de la accionante, sin embargo, ello no evitó la lesión de su derecho invocado ni transformó en innecesaria su petición de tutela judicial efectiva respecto de dicho derecho. En efecto, resulta evidente que fue la conducta lesiva previa ejecutada por la emplazada la que generó en el demandante la necesidad de solicitar tutela judicial para acceder a la restitución de su derecho conculcado, situación que, en el presente caso, le generó costos para accionar el presente proceso (como lo es el asesoramiento de un abogado) y los cuales, de acuerdo con el artículo 56° antes citado, corresponden ser asumidos por la emplazada, a modo de condena por su accionar lesivo. 6. Consecuentemente, este Colegiado aprecia que la decisión adoptada por las instancias judiciales anteriores contraviene el texto expreso del artículo 56º del Código Procesal Constitucional, aplicable al proceso de hábeas data conforme lo dispone el artículo 65° del mismo cuerpo legal, que establece la obligatoriedad del órgano judicial de ordenar el pago de costos procesales ante el supuesto de declararse fundada la demanda constitucional, constituyendo uno (el pago de costos) consecuencia legal de lo otro (el carácter fundado de la demanda). Y es que tal dispositivo legal, por regular de manera expresa el pago de costos procesales a cargo del Estado en los procesos constitucionales, es el que resulta aplicable al caso de autos pues no existe un vacío o defecto legal, que permita la aplicación supletoria del Código Procesal Civil en cuanto a dicho pago. 7. Por tal motivo, este Colegiado considera que el recurso de agravio constitucional debe ser estimado, debiendo ordenarse a la ONP (Estado) el pago de los costos procesales. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú HA RESUELTO Declarar FUNDADO el recurso de agravio constitucional presentado; en consecuencia ORDENA a la ONP el pago de costos procesales a favor de don Pablo Álvarez Frisancho, cuya liquidación se hará en ejecución de sentencia. Publíquese y notifíquese. SS. URVIOLA HANI MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO URVIOLA HANI Si bien estoy de acuerdo tanto con la parte resolutiva como con la parte considerativa de la ponencia recaída en autos, quisiera realizar las siguientes precisiones adicionales: 1. En la ponencia recaída en autos se estima la pretensión del demandante referida a la condena al pago de los costos procesales contra la emplazada, Oficina de Normalización Previsional (ONP), en atención a la aplicación del artículo 56° del Código Procesal Constitucional, considerando que en virtud de dicho dispositivo debe entenderse que en aquellos casos en los cuales se declara fundada una demanda en el marco de un proceso constitucional constituye una consecuencia legal de dicha decisión el que la parte demandada sea condenada al pago de los costos del proceso. En ese sentido, no habría lugar a la aplicación supletoria del artículo 413° del Código Procesal Civil, en consideración del artículo IX del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, en la medida en que nos encontramos ante un supuesto expresamente regulado por el artículo 56° del Código Procesal Constitucional. 2. Sin embargo, a pesar de que dicho argumento resulta correcto en términos generales, considero que la decisión del PROCESOS CONSTITUCIONALES 50004 Tribunal en el presente caso se encuentran fundamentada también en razones que atañen a la conducta procesal de la parte emplazada y a la incidencia de dicha conducta en los derechos fundamentales del demandante, que otorgan aún mayor fortaleza argumentativa al fallo del presente caso que el argumento al que he hecho alusión en el fundamento 1 supra. Dichas razones pueden ser resumidas, de un lado, en el reconocimiento del acto lesivo del derecho fundamental a la autodeterminación informativa del demandante por parte de la emplazada y, de otro lado, en los incentivos perversos de orden económico que pueden generarse con la excepción al pago de costos procesales como efecto del allanamiento de la demandada. 3. En efecto, el hecho de que la emplazada se haya allanado en los términos que expresa el último párrafo del articulo 413° del Código Procesal Civil no implica que no se haya vulnerado el derecho invocado por el demandante. Dicho allanamiento implica, por el contrario, un reconocimiento expreso de la conducta lesiva por parte de la entidad emplazada, la cual generó justamente la necesidad por parte del demandante de solicitar tutela judicial mediante el presente proceso constitucional, con los consecuentes costos que ello implica (tales corno el asesoramiento de abogado), los cuales corresponden ser asumidos entonces por la emplazada a modo de condena por su accionar lesivo. 4. De otro lado, la decisión de exceptuar a la entidad emplazada de la condena al pago de costos en casos como el de autos en atención al allanamiento, en aplicación del artículo 413° del Código Procesal Civil, puede traer como consecuencia la generación de un desincentivo a la ONP para no atender oportunamente solicitudes de información como la planteada por el demandante. Dicho desincentivo consistiría en que, conociendo la ONP que la no atención de lo solicitado en el plazo oportuno daría lugar a un proceso judicial en su contra cuya conclusión puede lograr posteriormente sin costo alguno a través del allanamiento, esta ya no estaría interesada en atender prontamente tales solicitudes por cuanto los procesos judiciales que podrían generarse a consecuencia de tal demora únicamente correrían por cuenta de los ciudadanos perjudicados, quienes, a la par que ven vulnerado su derecho constitucional a la autodeterminación informativa, se verían obligados a asumir también el costo procesal por dicha vulneración. A mayor ablandamiento, cabe considerar inclusive que la interposición de sendas demandas de hábeas data originadas por este tipo de conducta por parte de la ONP podría dar lugar a un innecesario e injustificado incremento de la carga procesal de la jurisdicción constitucional, lo cual implicaría demorar la tramitación de aquellas causas que sí requieren de tutela urgente. Por tales razones, considero que en casos como el presente la condena a la emplazada al pago de los costos procesales se encuentra plenamente justificada, en estricta aplicación del artículo 56° del Código Procesal Constitucional. Sr. URVIOLA HANI W-1133425-9 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 02925-2013-PA/TC LIMA ROBERTO MAMANI PACHA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 18 días del mes de marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez y Calle Hayen, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Roberto Mamani Pacha contra la resolución expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 150, su fecha 13 de marzo de 2013, que declara improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP) con el objeto de que se declare inaplicable la Resolución Nº 1173-2007-ONP/DC/DL 19990, mediante la cual se le otorgó pensión de jubilación minera en la modalidad de mina subterránea; y que en consecuencia se le otorgue pensión de jubilación minera completa por padecer de enfermedad profesional (neumoconiosis). Asimismo solicita que se disponga el pago de devengados, intereses legales y costos del proceso. La emplazada contesta la demanda alegando que el actor viene percibiendo una pensión de jubilación minera completa conforme a la Ley Nº 25009 y su reglamento, y que lo que pretende es que dicha pensión sea otorgada sin topes, lo cual no es posible pues toda pensión está sujeta a un tope máximo. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 El Trigésimo Segundo Juzgado Civil de Lima, con fecha 9 de enero de 2012, declara improcedente la demanda por considerar que de conformidad con el artículo 5, inciso 1 del Código Procesal Constitucional la pretensión del actor no se encuentra comprendida en el contenido esencial del derecho a la pensión constitucionalmente protegido. La Sala Superior competente confirma la apelada por el mismo fundamento. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio El objeto de la demanda es que se otorgue al actor pensión de jubilación minera completa bajo los alcances del artículo 6 de la Ley Nº 25009 y del artículo 20 del Decreto Supremo Nº 029-89-TR. Aduce que pese a que padece de enfermedad profesional, la ONP no le ha otorgado una pensión completa conforme al artículo 6 de la Ley Nº 25009, motivo por el cual se ha vulnerado su derecho a la pensión. En atención a los criterios de procedencia establecidos en el fundamento 37 de la STC Nº 1417-2005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante, este Colegiado estima que, en el presente caso, aun cuando la demanda cuestiona la suma específica de la pensión que percibe la parte demandante, resulta procedente efectuar su verificación a fin de evitar consecuencias irreparables, dado que el demandante se encuentra en grave estado de salud. 2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11 de la Constitución) 2.1. Argumentos del demandante Manifiesta que mediante Resolución Nº 1173-2007-ONP/DC/DL 19990 se le otorgó pensión de jubilación minera en la modalidad de mina subterránea de conformidad con lo dispuesto en los artículos 1 y 2 de la Ley Nº 25009 y en el artículo 1 del Decreto Ley Nº 25967. Sin embargo, al haber acreditado que padece de enfermedad profesional, considera que le corresponde percibir la pensión de jubilación minera completa regulada por el artículo 6 de la Ley Nº 25009. 2.2. Argumentos de la demandada Señala que al accionante se le otorgó una pensión de jubilación minera en virtud a las aportaciones efectuadas, la misma que está sujeta a un tope establecido por ley, por lo que no puede percibir un monto mayor. 2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 2.3.1. De la Resolución Nº 1173-2007-ONP/DC/DL 19990 de fecha 5 de enero de 2007 (f. 9), se aprecia que la ONP otorgó al actor una pensión de jubilación minera por la suma de S/. 857.36. 2.3.2. Sobre el particular, resulta pertinente precisar que el derecho a una “pensión de jubilación minera completa”, establecido en el artículo 2 de la Ley Nº 25009, no puede interpretarse aisladamente, sino más bien en concordancia con el Decreto Ley Nº 19990, la propia Ley 25009 y su reglamento, aprobado por el Decreto Supremo Nº 029-89-TR. En consecuencia, la referencia a una “pensión de jubilación completa” no significa de manera alguna que ella sea ilimitada, sin topes y que se otorgue con prescindencia de las condiciones mínimas y máximas comunes a todos los asegurados, por lo que debe ser calculada teniendo en cuenta la remuneración máxima asegurable, establecida por los artículos 8, 9 y 10 del Decreto Ley Nº 19990, y el regulado por el artículo 78 del Decreto Ley Nº 19990, modificado por el Decreto Ley Nº 22847 –que fijó un máximo referido a porcentajes–, y actualmente por el artículo 3 del Decreto Ley Nº 25967. 2.3.3. Siendo así, como quiera que el demandante goza de una pensión de jubilación conforme se advierte de la resolución impugnada, la percepción de una pensión minera completa resulta equivalente en su caso, razón por la cual su modificación no alteraría el ingreso prestacional que en la actualidad viene percibiendo. 2.3.4. En consecuencia, no se ha acreditado la vulneración del derecho constitucional a la pensión del demandante, por lo que la demanda debe ser desestimada. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda porque no se ha acreditado la vulneración del derecho a la pensión. Publíquese y notifíquese. SS. VERGARA GOTELLI MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN W-1133425-10 El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 02176-2013-PA/TC LIMA JESÚS GUEVARA QUESADA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 13 días del mes de marzo de 2014 la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Jesús Guevara Quesada contra la resolución expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 131, su fecha 10 de enero del 2013, que declaró infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), con el objeto que se declare inaplicable la Resolución Nº 62876-2006-ONP/DC/DL 19990, de fecha 26 de junio de 2006, y que en consecuencia se le otorgue pensión de jubilación del régimen general de jubilación del Decreto Ley Nº 19990. Asimismo solicita el pago de los reintegros. La emplazada contesta la demanda expresando que el actor no ha cumplido con presentar documentación idónea que logre acreditar el mínimo de aportaciones para el acceso a la pensión de jubilación solicitada. El Noveno Juzgado Constitucional de Lima, con fecha 23 de abril de 2012, declara infundada la demanda argumentando que el actor no ha cumplido con acreditar los años requeridos de aportaciones que señala en su demanda. La Sala Superior competente confirma la apelada por similar fundamento. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio En el presente caso el demandante solicita el reconocimiento de años de aportes y el otorgamiento de una pensión de jubilación del régimen general de jubilación del Decreto Ley Nº 19990. En el fundamento 37 de la STC Nº 1417-2005-PA/TC, sobre la base de los alcances del derecho fundamental a la pensión como derecho de configuración legal, este Colegiado delimitó los lineamientos jurídicos que permiten ubicar las pretensiones que, por pertenecer al contenido esencial de dicho derecho o estar directamente relacionadas con él, merecen protección a través del proceso de amparo. Por ello, en el literal b) del mismo fundamento, se precisó que “forma parte del contenido esencial directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión, las disposiciones legales que establecen los requisitos para su obtención”. En consecuencia corresponde analizar si el demandante cumple los presupuestos legales que permitirán determinar si tiene derecho a percibir la pensión que reclama, pues de ser así se estaría verificando la arbitrariedad en el accionar de la entidad demandada. 2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11 de la Constitución) 2.1. Argumentos del demandante Manifiesta que reúne las aportaciones necesarias para acceder a una pensión de jubilación según el régimen general del Decreto Ley Nº 19990 y que pese a ello la emplazada desconoce su derecho. 2.2. Argumentos de la demandada Señala que el demandante no ha presentado los medios probatorios idóneos para acreditar el período de aportes que alega haber efectuado. 2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 2.3.1. Conforme el artículo 38 del Decreto Ley Nº 19990, modificado por el artículo 9 de la Ley Nº 26504 y el artículo 1 del Decreto Ley Nº 25967, para obtener una pensión del régimen general de jubilación se requiere tener 65 años de edad y acreditar, por lo menos, 20 años de aportaciones. 2.3.2. De la copia del documento nacional de identidad (f. 13) se advierte que el actor nació el 18 de abril de 1939, por lo que cumplió la edad requerida el 18 de abril de 2004. 2.3.3. De la resolución cuestionada (f. 14) se desprende que la ONP deniega la pensión solicitada aduciendo que el actor solo acredita 6 años de aportaciones al Sistema Nacional de Pensiones. 2.3.4. Este Tribunal en el fundamento 26.f de la STC Nº 4762-2007PA/TC ha precisado que para acreditar períodos de aportaciones no 50005 resulta exigible que los jueces soliciten el expediente administrativo de otorgamiento de pensión o copia fedateada de éste, cuando se está ante una demanda manifiestamente infundada. Para estos efectos se considera como una demanda manifiestamente infundada aquella en la que se advierta que el demandante solicita el reconocimiento de años de aportaciones y no ha cumplido con presentar prueba alguna que sustente su pretensión; cuando de la valoración conjunta de los medios probatorios aportados se llega a la convicción de que no acreditan el mínimo de años de aportaciones para acceder a una pensión de jubilación; o cuando se presentan certificados de trabajo que no han sido expedidos por los ex empleadores sino por terceras personas. 2.3.5. El demandante, a fin de acreditar sus aportaciones adicionales al régimen del Decreto Ley 19990, ha presentado los siguientes documentos: FÁBRICA DE AGUAS GASEOSAS “LA INDIA” Por el período del 1954 al 1956: • Certificado de trabajo (f. 94); sin embargo esta instrumental no ha sido corroborada con la documentación adicional idónea exigida por el precedente. • Cédula de inscripción de la Caja Nacional de Seguro Social (fs. 15 y 95); sin embargo no es un documento idóneo para la acreditación de aportes. • Planillas de salarios (fs. 96 a 98); sin embargo la fecha de ingreso consignada se contradice con la señalada en el certificado de trabajo. ESTACIÓN DE SERVICIOS CAROLINA S.R.Ltda. - Por el período del 10 de febrero de 1973 al 31 de diciembre de 1978: Certificado de trabajo (fs. 10, 12 y 102); sin embargo en ambos certificados no se consigna los datos de quien suscribe dicho documento, por lo que no causa certeza suficiente. - Por el período del 31 de diciembre de 1978 al 31 de diciembre de 1982: Certificado de trabajo (fs. 9 y 11); sin embargo en ambos certificados no se consigna los datos de quien suscribe dicho documento, por lo que no causa certeza suficiente. - Por el período del 7 de enero de 1979 al 31 de diciembre de 1982: Certificado de trabajo (f. 109); sin embargo además de que la fecha de ingreso indicada no es la misma que la consignada en los certificados de folios 9 y 11, no se ha identificado a la persona que firma el documento Cabe señalar que el demandante también presento: • Cédulas de inscripción de la Caja Nacional de Seguro Social de los años 1957, 1962 y 1970 (fs. 16 a 18 y 99 a 101); sin embargo no son documentos idóneos para la acreditación de aportes. • Planillas de salarios (fs. 103 a 106 y 108); sin embargo en dichas planillas no se observa el periodo laborado. • Guía de compra de estampilla; sin embargo en dicho documento no se consigna los datos del demandante. 2.3.6. Por consiguiente, corresponde seguir el criterio previsto en el fundamento 26.f de la STC Nº 4762-2007-PA/TC, según el cual se está ante una demanda manifiestamente infundada cuando: “(...) de la valoración conjunta de los medios probatorios aportados se llega a la convicción de que no acreditan el mínimo de años de aportaciones para acceder a una pensión de jubilación; o cuando se presentan certificados de trabajo que no han sido expedidos por los ex empleadores sino por terceras personas (...)”. 2.3.7. En consecuencia, no habiéndose acreditado la vulneración del derecho a la pensión invocado por el recurrente, la demanda debe desestimarse. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda porque no se ha acreditado la vulneración del derecho a la pensión. Publíquese y notifíquese. SS. VERGARA GOTELLI MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ W-1133425-11 PROCESOS CONSTITUCIONALES 50006 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 04687-2012-PA/TC AREQUIPA VANESSA JESÚS PÉREZ FERNÁNDEZ SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 18 días del mes de marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia con el voto en mayoría de los magistrados Mesía Ramírez y Eto Cruz, el voto en discordia del magistrado Álvarez Miranda y el voto dirimente del magistrado Calle Hayen, que se agregan a los autos. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Vanessa Jesús Pérez Fernández contra la sentencia expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, de fojas 235, su fecha 18 de septiembre del 2012, que declaró infundada la demanda de amparo de autos. ANTECEDENTES Con fecha 20 de diciembre de 2011, la recurrente interpone demanda de amparo contra el Poder Judicial, solicitando que se deje sin efecto el despido incausado del que fue objeto materializado a través del Memorándum Nº 777-2011-PEROA/CSJA, de fecha 24 de octubre de 2011, mediante el cual se le comunicó el término de su contrato de trabajo para servicio específico; y que, en consecuencia, sea repuesta en el cargo de especialista legal o en otro de igual o similar jerarquía y se le abone los costos procesales. Refiere que laboró desde el 3 de marzo hasta el 31 de octubre de 2011, mediante contratos de trabajo para servicio específico, efectuando una labor de carácter permanente que está comprendida en el cuadro de asignación de personal, y la causa objetiva no guarda correspondencia con la modalidad de contratación laboral celebrada, por lo que su contrato de trabajo para servicio específico se desnaturalizó configurándose una relación laboral a plazo indeterminado; por lo tanto, al no haberse expresado una causa justa de despido se han vulnerado sus derechos al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario, al debido proceso y de defensa. El procurador público encargado de los asuntos judiciales del Poder Judicial contesta la demanda argumentando que la presente controversia debe ser dilucidada en otra vía procedimental que cuente con una etapa probatoria, de la cual carece el proceso de amparo, por cuanto en el caso de autos se requiere de la actuación de medios probatorios. El Séptimo Juzgado Especializado en lo Civil de Arequipa con fecha 12 de abril de 2012, declaró infundada la demanda, por considerar que de la revisión de los contratos celebrados por las partes se desprende que se ha descrito con objetividad la causa determinante del contrato y que al no haberse renovado su contrato por haber sido cubierta la plaza por una tercera persona sobre la base de un proceso judicial, no se ha vulnerado los derechos alegados por la demandante. La Sala revisora, revocando la apelada, declaró improcedente la demanda, por similar fundamento. FUNDAMENTOS 1) Delimitación del petitorio La demandante solicita su reposición en el cargo de especialista judicial o en otro de igual o similar jerarquía, sosteniendo que ha sido despedida incausadamente, y que se le abone los costos del proceso. Alega que se han vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario, al debido proceso y de defensa. 2) Consideraciones previas En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas a la materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC Nº 0206-2005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante, este Tribunal considera que, en el presente caso, corresponde evaluar si la recurrente ha sido objeto de un despido incausado conforme señala en su demanda. 3) Sobre la afectación del derecho al trabajo y a la protección adecuada contra el despido arbitrario El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 3.2 Argumentos del demandado La parte demandada argumenta que la controversia debe ser dilucidada en otra vía procedimental, en la que se puedan actuar medios probatorios. 3.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 3.3.1. El artículo 22º de la Constitución Política del Perú establece que: “El trabajo es un deber y un derecho. Es base del bienestar social y medio de realización de una persona”, mientras que el artículo 27º señala que: “La ley otorga al trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario”. En tal sentido, cabe resaltar que el contenido esencial del derecho al trabajo implica dos aspectos: El de acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. En el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de este aspecto implica un desarrollo progresivo y según las posibilidades económicas del Estado. El segundo aspecto trata del derecho al trabajo entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa justa. 3.3.2. De los contratos de trabajo para servicio específico (fs. 37 a 46) y del Memorándum Nº 777-2011-PER-OA/CSJA, de fecha 24 de octubre de 2011 (f. 92), se advierte que la recurrente laboró para la parte demandada desde el 3 de marzo hasta el 31 de octubre de 2011, en el cargo de Especialista Judicial, habiéndosele comunicado a través del referido memorándum la culminación de sus labores por decisión unilateral del que fuera su empleador. 3.3.3. El artículo 63º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR establece expresamente que “los contratos para obra determinada o servicio específico, son aquellos celebrados entre un empleador y un trabajador, con objeto previamente establecido y de duración determinada”. Asimismo, el artículo 72º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR establece que “los contratos de trabajo a que se refiere este Título necesariamente deberán constar por escrito y por triplicado, debiendo consignarse en forma expresa su duración y las causas objetivas determinantes de la contratación, así como las demás condiciones de la relación laboral”. Mientras que el inciso d) del artículo 77º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR prescribe que los contratos de trabajo sujetos a modalidad se desnaturalizan cuando, entre otros supuestos, el trabajador demuestra la existencia de simulación o fraude a las normas establecidas en ese cuerpo legal. 3.3.4. Así, en la cláusula segunda de los contratos de trabajo para servicio específico, se consigna que la causa objetiva del contrato es “(…) mantener operativo los servicios que presta EL EMPLEADOR a la ciudadanía” (fs. 37 a 46); sin embargo, no puede considerarse cumplido en el presente caso el deber de consignar en el contrato la causa objetiva determinante de la contratación con la sola mención genérica, toda vez que ello que no puede explicar por sí mismo la necesidad de un contrato temporal. Asimismo, si bien en cláusula primera de los referidos contratos se establece que la administración requiere la contratación temporal de personal “(…) hasta que culmine el proceso de selección de la Plaza Nº 0016153 correspondiente al cargo de ESPECIALISTA LEGAL (…)”; no obstante ello, dicha referencia tampoco puede ser considerada como la causa objetiva de un contrato de trabajo para servicio específico que pueda justificar la contratación o necesidad perfectamente delimitada a satisfacerse mediante una contratación temporal de un trabajador para que realice la labor de especialista legal que constituye una actividad permanente dentro de la organización del Poder Judicial, lo que evidencia el fraude en la contratación de la recurrente. De este modo, este Tribunal considera que la parte demandada no cumplió con especificar la causa objetiva determinante de la contratación o necesidad perfectamente delimitada a satisfacerse mediante una contratación temporal. 3.3.5. Siendo así, resulta manifiesto que el demandado utilizó la referida modalidad contractual como una fórmula vacía, con el propósito de simular una relación laboral de naturaleza temporal cuando en realidad era permanente; en consecuencia, se ha incurrido en la causal de desnaturalización del contrato prevista en el inciso d) del artículo 77º del Decreto Supremo Nº 003-97TR. Por lo que la ruptura del vínculo laboral, sustentada en el vencimiento del plazo del contrato, tiene el carácter de un despido arbitrario, frente a lo cual procede la reposición como finalidad eminentemente restitutoria de todo proceso constitucional de tutela de derechos fundamentales. 4) Sobre la afectación de los derechos de defensa y al debido proceso 4.1. Argumentos de la demandante 3.1 Argumentos de la demandante La demandante sostiene que se ha vulnerado su derecho al trabajo y a gozar de una protección adecuada contra el despido arbitrario, toda vez que al haberse desnaturalizado el contrato de trabajo para servicio específico que suscribió con la parte demandada, se configuró una relación laboral a plazo indeterminado motivo por el cual no debió ser despedida sin expresión de una causa justa prevista en la ley. La demandante también afirma que su despido sin expresión de causa resulta violatorio de su derecho constitucional al debido proceso, pues no ha podido ejercer su derecho de defensa. 4.2. Argumentos de entidad demandada Al respecto, la entidad demandada no hace alusión respecto a los derechos mencionados. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES 4.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 4.3.1. Como el Tribunal Constitucional tiene establecido, el derecho fundamental al debido proceso, consagrado en el artículo 139º, numeral 3), de la Constitución, comprende una serie de garantías, formales y materiales, de muy distinta naturaleza, cuyo cumplimiento efectivo garantiza que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre inmersa una persona, pueda considerarse justo (STC Nº 10490-2006-AA, fundamento 2). De ahí que este Tribunal haya destacado que el ámbito de irradiación de este derecho continente no abarca exclusivamente al ámbito judicial, sino que se proyecta también al ámbito de los procesos administrativos (STC Nº 07569-2006-AA/TC, fundamento 6). También el Tribunal ha precisado en reiterada jurisprudencia (STC Nº 03359-2006-PA/TC, por todas) “que el debido proceso –y los derechos que lo conforman, p. e. el derecho de defensa– resultan aplicables al interior de la actividad institucional de cualquier persona jurídica, máxime si ha previsto la posibilidad de imponer una sanción tan grave como la expulsión. En tal sentido, si el emplazado consideraba que el actor cometió alguna falta, debieron comunicarle, previamente y por escrito, los cargos imputados, acompañando el correspondiente sustento probatorio, y otorgarle un plazo prudencial a efectos de que –mediante la expresión de los descargos correspondientes– pueda ejercer cabalmente su legítimo derecho de defensa.” Por su parte, el derecho de defensa se encuentra reconocido expresamente por el artículo 139º, numeral 14, de nuestra Constitución, y constituye un elemento del derecho al debido proceso. Según lo ha señalado la jurisprudencia de este Tribunal, el contenido esencial del derecho de defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso judicial, cualquiera de las partes resulta impedida, por concretos actos de los órganos judiciales, de ejercer los medios necesarios, suficientes y eficaces para defender sus derechos e intereses legítimos [STC Nº 1231-2002-HC/TC]. Es así que el derecho de defensa (de naturaleza procesal) se constituye como fundamental y conforma el ámbito del debido proceso, siendo presupuesto para reconocer la garantía de este último. Por ello, en tanto derecho fundamental, se proyecta como principio de interdicción para afrontar cualquier indefensión, y como principio de contradicción de los actos procesales que pudieran repercutir en la situación jurídica de algunas de las partes, sea en un proceso o procedimiento, o en el caso de un tercero con interés. 4.3.2. En el caso de autos, la controversia constitucional radica en determinar si la entidad demandada, al dar por culminado el vínculo laboral con la demandante, lo hizo observando el debido proceso, o si, por el contrario, lo lesionó. Efectuada esta precisión, debe comenzarse por evaluar la lesión del derecho de defensa, toda vez que forma parte del derecho al debido proceso. 4.3.3. De acuerdo con lo previsto por el artículo 31° del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, el empleador no podrá despedir a un trabajador por causa relacionada con su conducta laboral, sin antes otorgarle por escrito un plazo razonable no menor de seis días naturales para que pueda defenderse por escrito de los cargos que se le formulen; es decir, el despido se inicia con una carta de imputación de cargos para que el trabajador pueda ejercer su derecho de defensa, efectuando su descargo en la forma que considere conveniente a su derecho. 4.3.4. En el presente caso ya ha quedado determinado que la recurrente mantenía con la entidad demandada una relación laboral a plazo indeterminado, la cual se dio por terminada sin expresarse causal alguna; es decir, la actora fue despedida por su empleador sin que éste le haya remitido previamente una carta de imputación de faltas graves. 4.3.5. Por lo expuesto, el Tribunal considera que en el presente caso la entidad demandada también ha vulnerado el derecho al debido proceso de la recurrente, específicamente, su derecho de defensa. 5) Efectos de la sentencia 5.1. En la medida en que en este caso se ha acreditado que la parte demandada ha vulnerado el derecho constitucional al trabajo, corresponde ordenar la reposición de la demandante como trabajadora a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional. 5.2. Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código Procesal Constitucional, la municipalidad emplazada debe asumir los costos procesales, los cuales deberán ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. 5.3. Teniendo presente que existen reiterados casos en los que se estima la demanda de amparo por haberse comprobado un despido arbitrario, el Tribunal estima pertinente señalar que cuando se interponga y admita una demanda de amparo contra una entidad del Estado que tenga por finalidad la reposición del demandante, ello debe registrarse como una posible contingencia económica que ha de preverse en el presupuesto, con la finalidad de que la plaza que ocupaba se mantenga presupuestada para, de ser el caso, poder actuar o ejecutar en forma inmediata la sentencia estimativa. En estos casos, la Administración Pública para justificar el mantenimiento de la plaza presupuestada, tendrá presente que el artículo 7º del Código Procesal Constitucional dispone que “El Procurador Público, antes de que el proceso sea resuelto en primer 50007 grado, está facultado para poner en conocimiento del titular de la entidad su opinión profesional motivada cuando considere que se afecta el derecho constitucional invocado”. Con la opinión del procurador público puede evitarse y preverse gastos fiscales, ya que la Administración Pública puede allanarse a la demanda (si es que la pretensión según la jurisprudencia y los precedentes del Tribunal Constitucional es estimable) o proseguir con el proceso. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a la afectación de los derechos al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario, al debido proceso y de defensa; en consecuencia, NULO el despido de que ha sido objeto la demandante. 2. ORDENAR que el Poder Judicial reponga a doña Vanessa Jesús Pérez Fernández como trabajadora a plazo indeterminado en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22.° y 59.º del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos procesales. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN ETO CRUZ VOTO DE LOS MAGISTRADOS MESÍA RAMÍREZ Y ETO CRUZ Visto el recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Vanessa Jesús Pérez Fernández contra la sentencia expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, de fojas 235, su fecha 18 de septiembre del 2012, que declaró infundada la demanda de amparo de autos, los magistrados firmantes emiten el siguiente voto: ANTECEDENTES Con fecha 20 de diciembre de 2011, la recurrente interpone demanda de amparo contra el Poder Judicial solicitando que se deje sin efecto el despido incausado del que fue objeto materializado a través del Memorándum Nº 777-2011-PER-OA/CSJA, de fecha 24 de octubre de 2011, mediante el cual se le comunicó el término de su contrato de trabajo para servicio específico; y que, en consecuencia, sea repuesta en el cargo de especialista legal o en otro de igual o similar jerarquía y se le abone los costos procesales. Refiere que laboró desde el 3 de marzo hasta el 31 de octubre de 2011, mediante contratos de trabajo para servicio específico, efectuando una labor de carácter permanente que está comprendida en el cuadro de asignación de personal, y la causa objetiva no guarda correspondencia con la modalidad de contratación laboral celebrada, por lo que su contrato de trabajo para servicio específico se desnaturalizó configurándose una relación laboral a plazo indeterminado; por lo tanto, al no haberse expresado una causa justa de despido se han vulnerado sus derechos al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario, al debido proceso y de defensa. El procurador público encargado de los asuntos judiciales del Poder Judicial contesta la demanda argumentando que la presente controversia debe ser dilucidada en otra vía procedimental que cuente con una etapa probatoria, de la cual carece el proceso de amparo, por cuanto en el caso de autos se requiere de la actuación de medios probatorios. El Séptimo Juzgado Especializado en lo Civil de Arequipa con fecha 12 de abril de 2012, declaró infundada la demanda, por considerar que de la revisión de los contratos celebrados por las partes se desprende que se ha descrito con objetividad la causa determinante del contrato y que al no haberse renovado su contrato por haber sido cubierta la plaza por una tercera persona sobre la base de un proceso judicial, no se ha vulnerado los derechos alegados por la demandante. La Sala revisora, revocando la apelada, declaró improcedente la demanda, por similar fundamento. FUNDAMENTOS 1) Delimitación del petitorio La demandante solicita su reposición en el cargo de especialista judicial o en otro de igual o similar jerarquía, sosteniendo que ha sido despedida incausadamente, y que se le abone los costos del proceso. Alega que se han vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario, al debido proceso y de defensa. 50008 PROCESOS CONSTITUCIONALES 2) Consideraciones previas En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas a la materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC Nº 0206-2005PA/TC, que constituyen precedente vinculante, consideramos que, en el presente caso, corresponde evaluar si la recurrente ha sido objeto de un despido incausado conforme señala en su demanda. 3) Sobre la afectación del derecho al trabajo y a la protección adecuada contra el despido arbitrario 3.1. Argumentos de la demandante La demandante sostiene que se ha vulnerado su derecho al trabajo y a gozar de una protección adecuada contra el despido arbitrario, toda vez que al haberse desnaturalizado el contrato de trabajo para servicio específico que suscribió con la parte demandada, se configuró una relación laboral a plazo indeterminado motivo por el cual no debió ser despedida sin expresión de una causa justa prevista en la ley. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 en el inciso d) del artículo 77º del Decreto Supremo Nº 003-97TR. Por lo que la ruptura del vínculo laboral, sustentada en el vencimiento del plazo del contrato, tiene el carácter de un despido arbitrario, frente a lo cual procede la reposición como finalidad eminentemente restitutoria de todo proceso constitucional de tutela de derechos fundamentales. 4) Sobre la afectación de los derechos de defensa y al debido proceso 4.1. Argumentos de la demandante La demandante también afirma que su despido sin expresión de causa resulta violatorio de su derecho constitucional al debido proceso, pues no ha podido ejercer su derecho de defensa. 4.2. Argumentos de entidad demandada Al respecto, la entidad demandada no hace alusión respecto a los derechos mencionados. 4.3. Consideraciones 3.2. Argumentos del demandado La parte demandada argumenta que la controversia debe ser dilucidada en otra vía procedimental, en la que se puedan actuar medios probatorios. 3.3. Consideraciones 3.3.1. El artículo 22º de la Constitución Política del Perú establece que: “El trabajo es un deber y un derecho. Es base del bienestar social y medio de realización de una persona”, mientras que el artículo 27º señala que: “La ley otorga al trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario”. En tal sentido, cabe resaltar que el contenido esencial del derecho al trabajo implica dos aspectos: El de acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. En el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de este aspecto implica un desarrollo progresivo y según las posibilidades económicas del Estado. El segundo aspecto trata del derecho al trabajo entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa justa. 3.3.2.De los contratos de trabajo para servicio específico (fs. 37 a 46) y del Memorándum Nº 777-2011-PER-OA/CSJA, de fecha 24 de octubre de 2011 (f. 92), se advierte que la recurrente laboró para la parte demandada desde el 3 de marzo hasta el 31 de octubre de 2011, en el cargo de Especialista Judicial, habiéndosele comunicado a través del referido memorándum la culminación de sus labores por decisión unilateral del que fuera su empleador. 3.3.3. El artículo 63º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR establece expresamente que “los contratos para obra determinada o servicio específico, son aquellos celebrados entre un empleador y un trabajador, con objeto previamente establecido y de duración determinada”. Asimismo, el artículo 72º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR establece que “los contratos de trabajo a que se refiere este Título necesariamente deberán constar por escrito y por triplicado, debiendo consignarse en forma expresa su duración y las causas objetivas determinantes de la contratación, así como las demás condiciones de la relación laboral”. Mientras que el inciso d) del artículo 77º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR prescribe que los contratos de trabajo sujetos a modalidad se desnaturalizan cuando, entre otros supuestos, el trabajador demuestra la existencia de simulación o fraude a las normas establecidas en ese cuerpo legal. 3.3.4. Así, en la cláusula segunda de los contratos de trabajo para servicio específico, se consigna que la causa objetiva del contrato es “(…) mantener operativo los servicios que presta EL EMPLEADOR a la ciudadanía” (fs. 37 a 46); sin embargo, no puede considerarse cumplido en el presente caso el deber de consignar en el contrato la causa objetiva determinante de la contratación con la sola mención genérica, toda vez que ello que no puede explicar por sí mismo la necesidad de un contrato temporal. Asimismo, si bien en cláusula primera de los referidos contratos se establece que la administración requiere la contratación temporal de personal “(…) hasta que culmine el proceso de selección de la Plaza Nº 0016153 correspondiente al cargo de ESPECIALISTA LEGAL (…)”; no obstante ello, dicha referencia tampoco puede ser considerada como la causa objetiva de un contrato de trabajo para servicio específico que pueda justificar la contratación o necesidad perfectamente delimitada a satisfacerse mediante una contratación temporal de un trabajador para que realice la labor de especialista legal que constituye una actividad permanente dentro de la organización del Poder Judicial, lo que evidencia el fraude en la contratación de la recurrente. De este modo, consideramos que la parte demandada no cumplió con especificar la causa objetiva determinante de la contratación o necesidad perfectamente delimitada a satisfacerse mediante una contratación temporal. 3.3.5. Siendo así, resulta manifiesto que el demandado utilizó la referida modalidad contractual como una fórmula vacía, con el propósito de simular una relación laboral de naturaleza temporal cuando en realidad era permanente; en consecuencia, se ha incurrido en la causal de desnaturalización del contrato prevista 4.3.1.Como el Tribunal Constitucional tiene establecido, el derecho fundamental al debido proceso, consagrado en el artículo 139º, numeral 3), de la Constitución, comprende una serie de garantías, formales y materiales, de muy distinta naturaleza, cuyo cumplimiento efectivo garantiza que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre inmersa una persona, pueda considerarse justo (STC Nº 10490-2006-AA, fundamento 2). De ahí que el Tribunal haya destacado que el ámbito de irradiación de este derecho continente no abarca exclusivamente al ámbito judicial, sino que se proyecta también al ámbito de los procesos administrativos (STC Nº 07569-2006-AA/TC, fundamento 6). También el Tribunal ha precisado en reiterada jurisprudencia (STC Nº 03359-2006-PA/TC, por todas) “que el debido proceso –y los derechos que lo conforman, p. e. el derecho de defensa– resultan aplicables al interior de la actividad institucional de cualquier persona jurídica, máxime si ha previsto la posibilidad de imponer una sanción tan grave como la expulsión. En tal sentido, si el emplazado consideraba que el actor cometió alguna falta, debieron comunicarle, previamente y por escrito, los cargos imputados, acompañando el correspondiente sustento probatorio, y otorgarle un plazo prudencial a efectos de que –mediante la expresión de los descargos correspondientes– pueda ejercer cabalmente su legítimo derecho de defensa.” Por su parte, el derecho de defensa se encuentra reconocido expresamente por el artículo 139º, numeral 14, de nuestra Constitución, y constituye un elemento del derecho al debido proceso. Según lo ha señalado la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, el contenido esencial del derecho de defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso judicial, cualquiera de las partes resulta impedida, por concretos actos de los órganos judiciales, de ejercer los medios necesarios, suficientes y eficaces para defender sus derechos e intereses legítimos [STC 12312002-HC/TC]. Es así que el derecho de defensa (de naturaleza procesal) se constituye como fundamental y conforma el ámbito del debido proceso, siendo presupuesto para reconocer la garantía de este último. Por ello, en tanto derecho fundamental, se proyecta como principio de interdicción para afrontar cualquier indefensión, y como principio de contradicción de los actos procesales que pudieran repercutir en la situación jurídica de algunas de las partes, sea en un proceso o procedimiento, o en el caso de un tercero con interés. 4.3.2.En el caso de autos, la controversia constitucional radica en determinar si la entidad demandada, al dar por culminado el vínculo laboral con la demandante, lo hizo observando el debido proceso, o si, por el contrario, lo lesionó. Efectuada esta precisión, debe comenzarse por evaluar la lesión del derecho de defensa, toda vez que forma parte del derecho al debido proceso. 4.3.3.De acuerdo con lo previsto por el artículo 31° del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, el empleador no podrá despedir a un trabajador por causa relacionada con su conducta laboral, sin antes otorgarle por escrito un plazo razonable no menor de seis días naturales para que pueda defenderse por escrito de los cargos que se le formulen; es decir, el despido se inicia con una carta de imputación de cargos para que el trabajador pueda ejercer su derecho de defensa, efectuando su descargo en la forma que considere conveniente a su derecho. 4.3.4.En el presente caso ya ha quedado determinado que la recurrente mantenía con la entidad demandada una relación laboral a plazo indeterminado, la cual se dio por terminada sin expresarse causal alguna; es decir, la actora fue despedida por su empleador sin que éste le haya remitido previamente una carta de imputación de faltas graves. 4.3.5.Por lo expuesto, consideramos que en el presente caso la entidad demandada también ha vulnerado el derecho al debido proceso de la recurrente, específicamente, su derecho de defensa. 4.3.6.En la medida en que en este caso se habría acreditado que la parte demandada ha vulnerado el derecho constitucional al trabajo, correspondería ordenar la reposición de la demandante como trabajadora a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES 4.3.7.Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código Procesal Constitucional, la municipalidad emplazada debería asumir los costos procesales, los cuales deberán ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. 4.3.8.Teniendo presente que existen reiterados casos en los que se estima la demanda de amparo por haberse comprobado un despido arbitrario, estimamos pertinente señalar que cuando se interponga y admita una demanda de amparo contra una entidad del Estado que tenga por finalidad la reposición del demandante, ello debe registrarse como una posible contingencia económica que ha de preverse en el presupuesto, con la finalidad de que la plaza que ocupaba se mantenga presupuestada para, de ser el caso, poder actuar o ejecutar en forma inmediata la sentencia estimativa. En estos casos, la Administración Pública para justificar el mantenimiento de la plaza presupuestada, tendrá presente que el artículo 7º del Código Procesal Constitucional dispone que “El Procurador Público, antes de que el proceso sea resuelto en primer grado, está facultado para poner en conocimiento del titular de la entidad su opinión profesional motivada cuando considere que se afecta el derecho constitucional invocado”. Con la opinión del procurador público puede evitarse y preverse gastos fiscales, ya que la Administración Pública puede allanarse a la demanda (si es que la pretensión según la jurisprudencia y los precedentes del Tribunal Constitucional es estimable) o proseguir con el proceso. Por estos fundamentos, nuestro voto es por: 1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a la afectación de los derechos al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario, al debido proceso y de defensa; en consecuencia, NULO el despido de que ha sido objeto la demandante. 2. ORDENAR que el Poder Judicial reponga a doña Vanessa Jesús Pérez Fernández como trabajadora a plazo indeterminado en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22.° y 59.º del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos procesales. 50009 3. De ahí que, a fin de corregir tal situación, resulta constitucionalmente lógico que el ordenamiento jurídico supedite el acceso al empleo público a la aprobación de un concurso en el que se evalúen tanto los méritos como las habilidades de los participantes en el marco de una evaluación transparente. Sólo de esta manera se garantizaría que el gobierno de turno no utilice el aparato estatal para cubrir tales plazas con personas cercanas al mismo que carezcan de la idoneidad necesaria para ocuparlas. 4. Por ello, en el empleo público no cabe la aplicación mecánica del concepto de “desnaturalización”, pues a diferencia de una empresa particular en la que sus accionistas velan por sus legítimos intereses, el Estado, que es la gran empresa de todos los peruanos, muchas veces termina siendo superado por intereses subalternos, perjudicando abiertamente a la sociedad en su conjunto y, en especial, a las personas que, a pesar de estar debidamente cualificadas y tener vocación de servicio, no logran ingresar al sector público. 5. No desconozco que, jurisprudencialmente, el Tribunal Constitucional ha venido amparando pretensiones tendientes a reincorporar a ex-trabajadores públicos que fueron contratados bajo un contrato de locación de servicios y contratos modales so pretexto de una “desnaturalización” del mismo, sin tomar en consideración el citado filtro, pese a que de manera uniforme y reiterada se ha señalado que el proceso de amparo tiene una finalidad restitutiva y no declarativa. 6. En tal escenario, se ha venido incorporando a personas al régimen laboral de la actividad privada regulado en el Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728 a pesar de no haber pasado por un proceso de evaluación de méritos en el que previamente se haya determinado la existencia de una plaza disponible, y en segundo término, si cumplen con los requisitos necesarios para desempeñar dicha labor. Al respecto, de lo actuado no se aprecia que exista dicha plaza ni que cumpla en teoría con lo requerido para eventualmente acceder a la plaza. Por tales consideraciones, soy de la opinión que la presente demanda debe ser declarada IMPROCEDENTE. Sr. ÁLVAREZ MIRANDA Sres. W-1133425-13 MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ PROCESO DE HÁBEAS CORPUS VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO CALLE HAYEN EXP. Nº 05883-2013-PHC/TC LIMA VITALIANO ROCA MÉNDEZ Representado(a) por JULIO ROCA GÓMEZ Puesto los autos a mi despacho para dirimir la discordia surgida; por lo que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5°, parágrafo 5°, de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional y el artículo 11 y I 1-A de su Reglamento Normativo, procedo a emitir el siguiente voto: 1. Que compartiendo íntegramente con los fundamentos expuestos en el voto en mayoría, me adhiero a los mismos y los hago míos, por lo que mi voto también es porque se Declare FUNDADA la demanda en lo que respecta a la afectación de los derechos al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario, al debido proceso y de defensa; en consecuencia, NULO el despido de que ha sido objeto la demandante. ORDENAR que el Poder Judicial reponga a doña Vanessa Jesús Pérez Fernández como trabajadora a plazo indeterminado en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22° y 59° del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos procesales. recurso de queja, y que se disponga notificar a las partes y oficiar a la Sala de origen para que proceda conforme a ley. Sr. CALLE HAYEN VOTO SINGULAR DEL MAGISTRADO ÁLVAREZ MIRANDA Con el debido respeto por la opinión vertida por mis colegas magistrados, emito el siguiente voto singular por las siguientes consideraciones. 1. Según el artículo 5º de la Ley Nº 28175, Ley Marco del Empleo Público, el acceso al empleo público se realiza mediante concurso público y abierto, por grupo ocupacional, en base a los méritos y capacidad de las personas, en un régimen de igualdad de oportunidades. 2. A través de dicho filtro, se persigue, en la medida de lo posible, dotar a la Administración Pública de los mejores cuadros, pues a diferencia de lo que ocurre con los particulares, quienes guiados por el incentivo de ser cada día más eficientes bajo pena de ser expectorados del mercado, procuran captar al mejor personal en base a sus cualificaciones personales y trayectoria; ello no suele presentarse con frecuencia en el sector público, pues carece de tal incentivo. SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 19 días del mes de marzo de 2014 la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto don Julio Roca Gómez contra la resolución expedida por la Segunda Sala Especializada en lo Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 283, su fecha 17 de junio del 2013, que declaró improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 25 de setiembre del 2012 don Julio Roca Gómez interpone demanda de hábeas corpus a favor de don Vitaliano Roca Méndez, y la dirige contra el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) y contra doña Rosabel Jesús del Valle Marticorena, Sub Gerente de Depuración de Identificación de Reniec. Se alega la vulneración del derecho a no ser privado del Documento Nacional de Identidad (DNI). Se solicita que se rehabilite la inscripción Nº 09385755 y se expida el DNI a nombre de don Vitaliano Roca Méndez. El recurrente refiere que con fecha 6 de mayo de 1986, don Vitaliano Roca Méndez realizó en la oficina del Registro Electoral del Perú ubicado en el distrito de La Victoria una primera inscripción con Nº 07451701 y con una identidad que no le correspondía, la de Marcos Roca Gómez, quien nació el 25 de abril de 1966 y falleció el 15 de mayo de 1966. Con fecha 8 de enero de 1988, don Vitaliano Roca Méndez realizó una segunda inscripción con su verdadera identidad, es decir, Vitaliano Roca Méndez, nacido el 27 de enero de 1967 conforme al Acta de Nacimiento Nº 48 inscrita ante la Oficina de Registro Civil de la Municipalidad Distrital “Los Morochucos”, Pampa Cangallo, Región Ayacucho, y obtuvo la Libreta Electoral Nº 09385755. Posteriormente realizó el canje de la libreta electoral por el DNI. El accionante aduce que con fecha 16 de noviembre del 2010 caducó la vigencia del DNI Nº 09385755 y que al efectuar el trámite para su renovación se le informó que con fecha 10 de julio del 2007 la emplazada había dispuesto la cancelación de la inscripción Nº 09385755, por causal de doble inscripción, manteniéndose 50010 PROCESOS CONSTITUCIONALES vigente la inscripción Nº 07451701, que corresponde a don Marcos Roca Gómez. Ante esta situación el favorecido inició proceso administrativo en el que ha presentado el acta de nacimiento y defunción de su hermano Marcos Roca Gómez, así como su propia acta de nacimiento. Se agrega que mediante Resolución AFIS Nº 1014-2011/GRI/SGDI/RENIEC, de fecha 3 de octubre del 2011, la autoridad administrativa advirtió que existe una irregularidad en cuanto a su fecha de nacimiento, pues se registra como tal el 27 de enero del 1967, pero se realizó la inscripción el 1 de enero de 1967, concluyéndose que don Vitaliano Roca Méndez posee dos actas de nacimiento; sin embargo administrativamente ya se realizó la corrección en el acta de nacimiento, consignándose que la inscripción de su nacimiento se realizó el 1 de febrero de 1967. El accionante manifiesta que pese a la corrección del acta de nacimiento don Vitaliano Roca Méndez y a que se ha presentado el acta de defunción de don Marcos Roca Gómez, así como una constancia expedida por el Presidente de la Junta Directiva Comunal de San Carlos de Juscaymarca, del Distrito de Los Morochucos, de Pampa Cangallo (Ayacucho), en la que se acredita que en el Cementerio de San Carlos existe un nicho a nombre de Marcos Roca Gómez, el Reniec mantiene la cancelación de la inscripción Nº 09385755, que corresponde a don Vitaliano Roca Méndez. A fojas 65 obra la declaración de la demandada en la que manifiesta que conforme al examen sumario Nº 4277-2007 y al informe pericial Nº 2223-2008, se comprobó que el favorecido mantenía dos inscripciones vigentes, por lo que en aplicación del Decreto Ley Nº 14207 se procedió a cancelar la segunda inscripción, manteniéndose la vigencia de la primera mediante Resolución AFIS Nº 508-2007/SGDI/GPDR/RENIEC, de fecha 10 de julio del 2007. La demandada sostiene que en la partida de nacimiento de don Marcos Roca Gómez se consigna como fecha de nacimiento el 25 de abril de 1966 y en el acta de defunción se señala como fecha de nacimiento el 25 de abril de 1968. A fojas 70 obra la declaración del favorecido en la que se ratifica en todos los extremos de la demanda y además manifiesta que cometió un error al registrarse con la identidad de su hermano Marcos Roca Gómez, por un mal consejo de su madrastra Zaragoza Gómez Berrocal, para que herede los bienes que le hubiesen correspondido a su medio hermano; pero dos años después sacó su libreta electoral con su verdadera identidad. El procurador público del Registro Nacional de identificación y Estado Civil (RENIEC) aduce que el favorecido realizó una primera inscripción el 6 de mayo de 1986, a nombre de Marcos Roca Gómez, indicando haber nacido el 25 de abril de 1968 en Pampa Cangallo, Cangallo, Ayacucho, sus padres Paulino y Zaragoza, con Libreta Militar Nº 2418761680. Posteriormente con fecha 7 de diciembre de 1999 tramitó el canje de la libreta electoral por el DNI. Y, con fecha 8 de enero de 1988, realizó una segunda inscripción a nombre de Vitaliano Roca Méndez nacido el 27 de enero de 1968 en Pampa Cangallo, Cangallo, Ayacucho, sus padres Paulino y Victoria, Libreta Militar Nº 8600512089. Con fecha 27 de julio de 1998 tramitó el canje de su libreta electoral por el DNI y con fecha 12 de noviembre de 2004 realizó un trámite de rectificación de imágenes y datos de su inscripción. Al tener doble inscripción, mediante Resolución AFIS Nº 508-2007/SGDI/GPDR/RENIEC de fecha 10 de julio del 2007, se dispuso la cancelación de la segunda, por la causal de doble inscripción. El procurador público también manifiesta que la Municipalidad Provincial de Cangallo informó que no existe acta de nacimiento a nombre de Vitaliano Roca Méndez, pero sí existe el Acta de Nacimiento Nº 67, registrada por mandato judicial a nombre de Marcos Roca Gómez nacido el 25 de abril de 1968, promovida a solicitud de la madre Zaragoza Gómez Berrocal y los datos consignados en dicha acta coinciden con los datos consignados en la primera inscripción Nº 07451701 a nombre de Marcos Roca Gómez. Asimismo la Municipalidad Distrital de Los Morochucos, Cangallo, Ayacucho, informó que en sus archivos existe el Acta de nacimiento Nº 48 a nombre de Vitaliano Roca Méndez, en la que se registra como fecha de nacimiento el 27 de enero de 1967 y su fecha de inscripción el 1 de enero de 1967; se indica también la existencia del Acta de Defunción Nº 63, a nombre de Marcos Roca Gómez, quien registra fecha de deceso el 15 de mayo de 1966. Con fecha 27 de diciembre del 2010, don Vitaliano Roca Méndez, identicado con DNI Nº 09385755 solicita la cancelación de la inscripción Nº 07451701 a nombre de Marcos Roca Gómez, consignándose en el acta de defunción como fecha 15 de mayo de 1966, pero en el acta de nacimiento, que se presentó para la inscripción Nº 07451701 se consigna como fecha 25 de abril de 1968; es decir, la defunción se habría registrado antes que el nacimiento, por lo que mediante Resolución AFIS Nº 1014-2011/ GRISGDI/RENIEC, de fecha 3 de octubre del 2011, se denegó la solicitud de cancelación de la primera inscripción, puesto que la documentación proporcionada por don Vitaliano Roca Méndez no corresponde a la identidad declarada por él mismo en la inscripción Nº 07451701. El Trigésimo Octavo Juzgado Penal con Reos en Cárcel de Lima, con fecha 30 de enero del 2013, declaró infundada la demanda por considerar que el Reniec procedió conforme al artículo 77º del Decreto Ley Nº 14207, Registro Electoral del Perú, pues el favorecido se inscribió dos veces, proporcionando datos falsos para obtener una herencia familiar. La Segunda Sala Especializada en lo Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima revocó la apelada declarándola improcedente, por considerar que la Reniec actuó conforme a ley al cancelar la segunda inscripción y que el problema fue originado por el propio recurrente, quien debe acudir El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 a la vía ordinaria para anular la partida de nacimiento que no corresponda a su verdadera identidad. En el recurso de agravio constitucional se reiteran los fundamentos de la demanda. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio El recurrente solicita que se rehabilite la inscripción Nº 09385755 y se expida el DNI a nombre de don Vitaliano Roca Méndez. Se alega la vulneración del derecho a no ser privado del Documento Nacional de Identidad (DNI). 2. Sobre la afectación del derecho a no ser privado del documento nacional de identidad (artículo 2º, inciso 1, de la Constitución) 2.1. Argumentos del demandante El recurrente refiere que por un error y por haber sido mal aconsejado por su madrastra, el favorecido con fecha 6 de mayo de 1986 realizó una primera inscripción utilizando el nombre de su medio hermano ya fallecido Marcos Roca Gómez (Nº 07451701), y con fecha 8 de enero de 1988, el favorecido realizó una segunda inscripción con su verdadera identidad, Vitaliano Roca Méndez (Nº 09385755). 2.2. Argumentos del demandado La demandada y el procurador público del Reniec manifiestan que se canceló la inscripción Nº 09385755 porque el favorecido se inscribió dos veces con dos identidades diferentes, y que los documentos presentados para anular la primera inscripción Nº 07451701 no coinciden con los datos consignados al momento del registro. 2.3 Consideraciones del Tribunal Constitucional El Tribunal en la sentencia recaída en el Expediente Nº 22732005-PHC/TC ha establecido que entre los atributos esenciales de la persona, ocupa un lugar primordial el derecho a la identidad, consagrado en el inciso 1) del artículo 2º de la Carta Magna, entendido como el derecho que tiene todo individuo a ser reconocido estrictamente por lo que es y por el modo cómo es. En la sentencia precitada este Colegiado respecto al nombre consideró que “(…) es la designación con la cual se individualiza al sujeto y que le permite distinguirse de los demás. El nombre tiene dos componentes: el prenombre y los apellidos. (…) Es obligatorio tenerlo y usarlo; es inmutable, salvo casos especiales; (…) Asimismo, permite la identificación, individualización y la pertenencia de una persona a una familia.” La inscripción del nacimiento es el acto oficial que queda inscrito en el registro de estado civil, por lo que es razonable que se remita la prueba del nombre a lo que resulte en dicho registro; así también cualquier variación y los actos que de una u otra forma inciden en el nombre de la persona, también se inscriben en el citado registro. Por consiguiente, la información relativa al nombre que se encuentre inscrita en el registro del estado civil, acredita en forma veraz el nombre de una persona determinada. El documento nacional de identidad (DNI) constituye un instrumento que permite no sólo identificar a la persona, sino también le facilita realizar actividades de diverso orden, como participar en comicios electorales, celebrar acuerdos contractuales, realizar transacciones comerciales, etc. Al respecto, el Tribunal Constitucional ha precisado que “la existencia y disposición del Documento Nacional de Identidad depende no sólo la eficacia del derecho a la identidad, sino de una multiplicidad de derechos fundamentales. De ahí que cuando se pone en entredicho la obtención, modificación, renovación, o supresión de tal documento, no sólo puede verse perjudicada la identidad de la persona, sino también un amplio espectro de derechos [uno de ellos, la libertad individual], siendo evidente que la eventual vulneración o amenaza de vulneración podría acarrear un daño de mayor envergadura, como podría ocurrir en el caso de una persona que no pueda cobrar su pensión de subsistencia, por la cancelación intempestiva del registro de identificación y del documento de identificación que lo avala”. (Expediente Nº 2273-2005-PHC/TC, fundamento 26, caso Quiroz Cabanillas). De los argumentos de las partes y de los documentos que obran en autos, este Colegiado concluye que la demanda debe ser desetimada por las siguientes consideraciones. a) El favorecido a fojas 70 de autos reconoce que realizó dos inscripciones ante el Registro Electoral del Perú, una a nombre de su hermano Marcos Roca Gómez y otra consignando su verdadero nombre, Vitaliano Roca Méndez. b) A fojas 87 obra la partida de inscripción Nº 07451701, en la que el favorecido se inscribe con el nombre de Marcos Roca Gómez, nacido el 25 de abril de 1968 en Pampa Cangallo, Cangallo-Ayacucho, y consignó como nombres de sus padres los de Paulino y Zaragoza. c) A fojas 89 obra la partida de inscripción Nº 09385755, en la que el favorecido se inscribe con el nombre de Vitaliano Roca Méndez, nacido el 27 de enero de 1969 en Pampa Cangallo, Cangallo-Ayacucho, y consignó como nombres de sus padres los de Paulino y Victoria. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES d) Mediante Resolución AFIS Nº 508-2007/SGDI/GPDR/ RENIEC de fecha 10 de julio del 2007, se dispuso la cancelación de la segunda inscripción con el Nº 09385755, por la causal de doble inscripción. Esta resolución fue notificada con fecha 26 de julio del 2007 al recurrente en el domicilio consignado en la Reniec (fojas 101) y en el Formato de Inscripción o Permanencia al Sistema Nacional de Pensiones (fojas 118), mediante Carta Nº 15961-2007/SGDI/GPDR/RENIEC, de fecha 10 de julio del 2007 (fojas 108 y 109). e) Con fecha 27 de diciembre del 2007, don Vitaliano Roca Méndez solicitó al Reniec la cancelación de la inscripción Nº 07451701 (fojas 112). Esta solicitud fue denegada mediante Resolución AFIS Nº 1014-2011/GRI/SGDI/RENIEC, de fecha 3 de octubre del 2011 (fojas 146), que fue materia de apelación, recurso que fue declarado infundado mediante Resolución Gerencial Nº 00026-2012/GRI/RENIEC, de fecha 15 de mayo de 2012, por considerarse que existen irregularidades en los datos consignados en las partidas de nacimiento y defunción para acreditar que la identidad de Marcos Roca Gómez corresponde a su medio hermano ya fallecido y la identidad de Vitaliano Roca Méndez es la verdadera identidad del favorecido. f) En la partida de inscripción Nº 07451701, a fojas 87 de autos, se consigna como fecha de nacimiento de Marcos Roca Gómez el 25 de abril de 1968, pero en su acta de nacimiento se consigna 25 de abril de 1966 (fojas 126) y en el acta de defunción se consigna como fecha de fallecimiento el 15 de mayo de 1966 (fojas 127). A fojas 132 obra otra acta de nacimiento de don Marcos Roca Gómez, en la que se consigna otra fecha de nacimiento, 25 de abril de 1968. g) A fojas 116 obra el acta de nacimiento de don Vitaliano Roca Méndez, que fue asentada el 1 de enero de 1967, pero en ella se consigna como fecha de nacimiento el 27 de enero de 1967 y en la partida de inscripción Nº 09385755 (fojas 89), se señala que don Vitaliano Roca Méndez nació el 27 de enero de 1969. En consecuencia, la Reniec dispuso la cancelación de la inscripción Nº 09385755 por doble inscripción en el registro y por haberse detectado varias irregularidades en las partidas de nacimiento y defunción presentadas. Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el presente caso no se vulneró el derecho a no ser privado del documento nacional de identidad. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda en lo que se refiere a la vulneración el derecho a no ser privado del documento nacional de identidad. 50011 Refiere que en el proceso penal que se siguió en su contra por el delito de violación sexual de menor de 14 años de edad, fue condenado a 30 años de pena privativa de libertad; que la madre de la agraviada señaló que la comisión del presunto delito se habría cometido en el año 2005, denunciando recién los hechos el 2010, es decir 5 años después; que su familia le ha imputado hechos que jamás cometió, y que las declaraciones de la supuesta agraviada son imputaciones falsas. Asimismo afirma que si la menor fue víctima del delito que se le imputa a los 11 años, debió sufrir grave daño psicológico y físico, el que debió ser observado por la madre en dicho momento, no entendiéndose por qué después de 5 años recién denunció los hechos. Finalmente expresa que interpuso recurso de apelación contra la sentencia condenatoria, denegándosele de manera arbitraria dicho recurso, considerando que debió aplicársele el Código de Procedimientos Penales. Los emplazados, con fecha 18 de abril de 2013 absuelven el traslado de la demanda aduciendo que han resuelto conforme la norma procesal que era de aplicación inmediata, razón por la cual no es admisible su denuncia respecto de que debió de aplicarse el Código de Procedimientos Penales. Por otro lado señalan que el recurrente pretende cuestionar la valoración de la prueba actuada en juicio, lo que es propio de la justicia ordinaria. El Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Trujillo de la Corte Superior de Justicia de Libertad declaró la improcedencia de la demanda considerando que lo que se pretende es la valoración de medios probatorios, cuestiones que son propias de la justicia ordinaria y no constitucional. La Sala Superior revisora confirmó la resolución apelada por similares argumentos. En el recurso de agravio constitucional el actor manifiesta que debe aplicarse el Código de Procedimientos Penales, puesto que era la norma procesal que más le favorecía. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio El recurrente solicita la nulidad de la Resolución de fecha 7 de noviembre de 2011, que lo condenó a 30 años de pena privativa de libertad por el delito de violación sexual de menor de 14 años, porque se le estaría afectando sus derechos al debido proceso, a la libertad de tránsito y a la libertad individual. Asimismo expresa que los emplazados al denegarle su recurso de apelación contra la sentencia condenatoria afectan su derecho de defensa. No obstante, este Colegiado considera pertinente expresar que si bien el recurrente no lo dice claramente, en puridad denuncia la afectación de su derecho a la pluralidad de instancia, puesto que propiamente manifiesta que se le ha denegado su recurso indebidamente. En tal sentido este Tribunal analizará la pretensión sobre la base del referido derecho. 2. Cuestiones previas Publíquese y notifíquese. SS. VERGARA GOTELLI MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ W-1133425-14 PROCESO DE HÁBEAS CORPUS EXP. Nº 03496-2013-PHC/TC LA LIBERTAD FLAVIO MURRUGARRA BURGOS SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 14 días del mes de marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Flavio Murrugarra Burgos contra la resolución expedida por la Primera Sala Penal Superior de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, de fojas 246, su fecha 27 de mayo de 2013, que declaró improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 12 de abril de 2013 el recurrente interpone demanda de hábeas corpus contra los integrantes del Juzgado Penal Colegiado de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, señores Quispe Lecca, López Patiño y Luján Castro, con el objeto de que se declare la nulidad de la Resolución de fecha 7 de noviembre de 2011, arguyendo que se le está afectando sus derechos al debido proceso, a la libertad de tránsito y a la libertad individual. Se advierte que el recurrente cuestiona la sentencia condenatoria argumentando para ello que: i) se le imputa hechos falsos: ii) se le imputa hechos que presuntamente ocurrieron en el año 2005, pero que recién se le denuncia en el año 2010, esto es 5 años después, por lo que existe duda respecto de ello; y iii) causa extrañeza que la madre no haya denunciado cuando la agraviada debe haber evidenciado daño físico y psicológico; cuestionamientos de connotación penal que evidentemente exceden el objeto de los procesos constitucionales de hábeas corpus. Cabe destacar que el Tribunal Constitucional viene subrayando en reiterada jurisprudencia que los juicios de reproche penal de culpabilidad o inculpabilidad, así como la valoración de las pruebas penales y su suficiencia, no están referidos en forma directa al contenido constitucionalmente protegido del derecho a la libertad personal, toda vez que son aspectos propios de la jurisdicción ordinaria que no compete a la justicia constitucional [Cfr. RTC Nº 02245-2008-PHC/TC, RTC Nº 05157-2007-PHC/TC, RTC Nº 00572-2008-PHC/TC, entre otras]. Por tanto, respecto a este extremo de la demanda es de aplicación el artículo 5.1 del Código Procesal Constitucional. 3. Sobre la afectación del derecho a la pluralidad de la instancia (artículo 139º, inciso 6, de la Constitución Política del Estado) 3.1 Argumentos del demandante El demandante expresa que la Sala emplazada no debió denegarle su recurso de apelación, puesto que debió de aplicar el Código de Procedimientos Penales. 3.2 Argumentos del demandado El demandado aduce que ha aplicado el código procesal que correspondía, puesto que en materia procesal rige el principio de aplicación inmediata de la norma procesal, incluso en los procesos en trámite. 3.3 Consideraciones del Tribunal Constitucional El derecho de acceso a la pluralidad de instancia constituye un elemento conformante del derecho al debido proceso, (Art. 139, inciso 6, Constitución Política del Perú), y previsto además 50012 PROCESOS CONSTITUCIONALES de manera expresa en el literal h del artículo 8, inciso 2, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que establece: “(...) Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: (...) h) derecho a recurrir del fallo ante el juez o el tribunal superior”. De acuerdo con ello, el derecho a la pluralidad instancia reconoce de manera expresa el derecho de todo justiciable de recurrir una sentencia que pone fin a la instancia, especialmente cuando ella le es adversa a sus derechos y/o intereses. Sin embargo, tal derecho a la pluralidad de instancia no implica un derecho del justiciable de recurrir todas y cada una de las resoluciones que se emitan al interior de un proceso. En este sentido este Colegiado ha señalado que se trata de un derecho de configuración legal, y que corresponde al legislador determinar en qué casos, aparte de la resolución que pone fin a la instancia, cabe la impugnación (Cfr. STC Nº 05019-2009-PHC/TC, fundamento 3). Así, se ha establecido que: [El derecho de acceso a los recursos] en tanto derecho de configuración legal, corresponde al legislador crearlos, establecer los requisitos que se debe cumplir para que estos sean admitidos, además de prefigurar el procedimiento que se deba seguir. Su contenido constitucionalmente protegido garantiza que no se establezca y aplique condiciones de acceso que tengan el propósito de disuadir, entorpecer o impedir irrazonable y desproporcionadamente su ejercicio (Cfr. STC Exp. Nº 5194-2005PA/TC, fundamento 5). Por tanto, el adecuado ejercicio del derecho de acceso a los recursos supone directamente la utilización de los mecanismos que ha diseñado normativamente el legislador, para que los justiciables puedan cuestionar las diversas resoluciones expedidas por el órgano jurisdiccional (Cfr. STC Nº 05019-2009-PHC/TC, fundamento 4). Dicho ello, se pasará a analizar la pretensión de autos. Al respecto, el recurrente alega que la sala emplazada ha vulnerado sus derechos al haberle denegado su recurso de apelación contra la sentencia condenatoria. Se observa de autos que: a) Con fecha 10 de noviembre de 2011 fundamenta su recurso de apelación. b) Por Resolución Nº 7, de fecha 11 de noviembre de 2011, se concede el recurso de apelación interpuesto por el sentenciado. c) Por Resolución Nº 9, de fecha 5 de enero de 2012, se admite el recurso impugnatorio de apelación. d) Por Resolución Nº 11, de fecha 26 de marzo de 2012, se señaló fecha para la realización de la audiencia de apelación, siendo citado para el día 19 de abril de 2012. e) Con fecha 18 de abril de 2012 el recurrente solicita la reprogramación de la audiencia de apelación, argumentando que se encuentra fuera de la ciudad de Trujillo. f) Con fecha 19 de abril de 2012 la Segunda Sala Penal de Apelaciones de La Libertad declara inadmisible el recurso de apelación presentado por el letrado del actor, dejando a salvo su derecho de justificar su inconcurrencia dentro del plazo de 48 horas a fin de proceder a evaluar lo pertinente. g) Con fecha 2 de mayo de 2012 el recurrente informa que sus abogados defensores no han asistido a la audiencia programada, solicitando que se reprograme nueva fecha para la audiencia de apelación y se nombre un abogado de oficio. h) Por Resolución Nº 12, de fecha 1 de junio de 2012, se declara improcedente la solicitud del recurrente. De todo ello se advierte que el recurrente presentó recurso de apelación, el que no sólo fue concedido sino admitido, señalándose la respectiva audiencia de apelación conforme lo establece la ley. Sin embargo, fijada la fecha ni el recurrente ni sus abogados asistieron a la audiencia, otorgándosele incluso el plazo de 48 horas para justificar su inconcurrencia, lo cual no hizo, puesto que recién con fecha 2 de mayo de 2012 solicitó la reprogramación de la audiencia de apelación; es decir, fuera del plazo otorgado. Por tal razón, en el presente caso se advierte que al actor no se le ha impedido recurrir la sentencia condenatoria, puesto que no sólo se le concedió y admitió su recurso, sino que se fijó fecha para la audiencia de apelación, observándose que el propio actor y sus abogados inasistieron a la referida audiencia, y peor aún, teniendo la posibilidad de justificar su inconcurrencia en el plazo de 48 horas, no lo hicieron en fecha oportuna. Por ende se advierte de autos que no se ha afectado el derecho a la pluralidad de instancia del recurrente. Finalmente respecto al argumento referido a que se le debió de aplicar el Código de Procedimientos Penales, se advierte que se ha aplicado la norma procesal vigente y pertinente, toda vez que, conforme a reiterada jurisprudencia de este Tribunal , en caso de normas procesales se aplica la ley vigente al momento en que se da el acto procesal. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO 1. Declarar IMPROCEDENTE la demanda que alega fundamentos de mera legalidad, conforme a lo expresado en el fundamento 2 de la presente sentencia. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 2. Declarar INFUNDADA la demanda por no haberse acreditado la afectación del derecho a la pluralidad de instancia. Publíquese y notifíquese. SS. VERGARA GOTELLI MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ W-1133425-15 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 02171-2012-PA/TC CUSCO SONIA HUAHUASONCCO CARRIÓN SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 28 días del mes de enero de 2014 la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Sonia Huahuasoncco Carrión, contra la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco, de fojas 257, su fecha 7 de marzo de 2012, que confirmando la apelada declaró infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 3 de julio de 2009, doña Sonia Huahuasoncco Carrión interpone demanda de amparo contra la juez del Juzgado Penal de Calca, doña Rocío Soledad Cáceres Pérez, con el objeto de que se declare la nulidad de la Resolución Nº 04, de fecha 5 de junio de 2009, que en definitiva declaró improcedente la solicitud de constitución en parte civil e improcedente el recurso de apelación interpuesto contra el auto de no ha lugar a abrir instrucción penal expedida en el proceso penal seguido contra don Edwin Pumaccahua Puma, por el delito de violación de la libertad sexual, en su agravio. Alega la violación del derecho a la tutela judicial efectiva y a la pluralidad de la instancia. Refiere que una vez culminada la investigación preliminar, el Fiscal Provincial Mixto de Calca formalizó denuncia penal contra don Edwin Pumaccahua Puma, por el delito antes mencionado, en su agravio; denuncia que fue rechazada por la juez emplazada, toda vez que resolvió no ha lugar a abrir instrucción penal. Agrega que mediante escrito de fecha 25 de mayo de 2009 solicitó ser constituida en parte civil, así como interpuso recurso de apelación contra el auto de no ha lugar a abrir instrucción penal; solicitud que mediante Resolución Nº 3, de fecha 26 de mayo de 2009 fue aceptada en parte, pues se le admitió como parte civil, pero de manera contradictoria se declaró improcedente el recurso de apelación. En este contexto, señala que mediante escrito de fecha 5 de junio de 2009 solicitó la corrección material de dicha resolución, lo que motivó que la juez emplazada de oficio declare la nulidad de la referida Resolución Nº 3 y proveyendo de nuevo el escrito de fecha 25 de mayo de 2009, mediante la resolución judicial cuestionada, de fecha 5 de junio de 2009 declaró improcedente la solicitud de constitución en parte civil e improcedente el recurso de apelación interpuesto contra el auto de no ha lugar a abrir instrucción penal; lo cual, vulnera los derechos invocados. La juez emplazada a través de su escrito de descargo (fojas 110), solicita que la demanda sea denegada por considerar que el único legitimado para interponer recurso de apelación contra el auto de no ha lugar a abrir instrucción penal es el Fiscal en tanto titular de la acción penal pública. Asimismo, señala que el agraviado para poder impugnar debe haberse constituido en parte civil, y esto último tiene lugar únicamente cuando existe un proceso penal en trámite. A su juicio, dado que la decisión de no ha lugar a abrir instrucción penal no fue impugnada por el Fiscal, quedando por tanto consentida dicha decisión, no había proceso penal en trámite dentro del cual la actora pudiese haber sido admitida como parte civil. Por su parte, el Procurador Público del Poder Judicial, a través de su escrito de contestación a la demanda (fojas 137), solicita que la demanda sea declarada improcedente por considerar que la resolución cuya nulidad de pretende ha sido dictada dentro de un proceso regular en el que la ahora demandante ha tenido la oportunidad de apelar la resoluciones que ella considerada no arregladas a Derecho; de lo que se deduce que, en definitiva, que lo que busca es revisar los actuados que ya han sido materia de pronunciamiento en sede ordinaria. El Juzgado Mixto de Calca, con fecha 15 de abril de 2011, declaró infundada la demanda por considerar que la solicitud de la agraviada de constituirse en parte civil sólo procede cuando existe una causa penal abierta, que no es el caso de autos, por lo tanto, antes de que se decida abrir proceso penal la agraviada no puede ejercer ningún derecho de impugnación al carecer de El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES legitimidad, que sí la tiene el representante del Ministerio Público por ser el titular de la acción penal pública por imperio de la norma constitucional. La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco, con fecha 7 de marzo de 2012, confirmando la apelada declaró infundada la demanda por considerar que si la denuncia fue denegada no existía entonces ningún proceso penal en iniciado o en curso; por tanto, si no existía proceso penal alguno mal puede pretender la actora constituirse en parte civil en un proceso inexistente; y más bien, todo cuanto se derive del acto de la formalización de denuncia hasta cuando se inicie el proceso penal mediante el auto de apertura de instrucción es de competencia únicamente del Fiscal, así como la de impugnar el auto de no ha lugar a abrir instrucción. FUNDAMENTOS Delimitación del petitorio 1. La demanda tiene por objeto que se declare la nulidad de la Resolución Nº 04, de fecha 5 de junio de 2009 que, en definitiva, declaró improcedente la solicitud de constitución en parte civil e improcedente el recurso de apelación interpuesto contra el auto de no ha lugar a abrir instrucción penal expedido en el proceso penal seguido contra don Edwin Pumaccahua Puma, por el delito de violación de la libertad sexual, en su agravio, toda vez que según refiere vulnera su derecho a la pluralidad de instancias, pues pese a tener la condición de agraviada en el proceso penal, no se le permite impugnar dicha resolución judicial, a fin de defender sus demás derechos. El ejercicio de la acción penal y el inicio del proceso 2. El artículo 159°, inciso 5 de la Constitución encarga al Ministerio Público el ejercicio de la acción penal de oficio o a petición de parte. En ese sentido, corresponde a los fiscales hacer ejercicio de la titularidad de la acción penal pública y, una vez conocida la denuncia o noticia criminal, proceder a formalizarla ante el juez penal si lo estiman procedente, conforme a lo establecido por la Ley Orgánica del Ministerio Público, aprobada por Decreto Legislativo N° 52. Es en este marco constitucional, ante la existencia de suficientes elementos incriminatorios que hagan necesario una investigación judicial, el representante del Ministerio Público deberá formalizar la denuncia ante la judicatura penal competente, decisión fiscal que evidencia el desarrollo de una mínima actividad probatoria así como un razonable grado de convicción al que debe arribar el fiscal en el transcurso de esta investigación previa al proceso penal. 3. Como se advierte, la Constitución ha residentado en el Ministerio Público la facultad de ejercitar la acción pena; sin embargo, de ella no se deriva que exista prohibición alguna para que, en determinados supuestos, otras personas puedan ejercitar la acción penal –como ocurre en los delitos perseguibles por acción privada–, o puedan participar del proceso penal –procuradores públicos o quien se haya constituido en parte civil, entre otros–; ello ha quedado librado al desarrollo legislativo que sobre el particular realice el legislador ordinario. 4. Pero lo que queda meridianamente claro es que para el inicio del proceso penal –allí donde aún es aplicable el Código de Procedimientos Penales–, es necesario que quienes están legitimados para ello presenten la denuncia pertinente, ante la autoridad judicial competente. 5. El problema se presenta en relación a quienes pueden cuestionar el auto que emite el juez declarando no ha lugar a abrir instrucción. Conforme a lo establecido en el tercer párrafo del artículo 77º del Código de Procedimientos Penales, en una interpretación restrictiva y que además ha sido acogida por la doctrina y jurisprudencia nacional, pueden apelar los fiscales, cuando les ha correspondido a ellos el ejercicio de la acción penal, o los agraviados, cuando el ejercicio de la acción ha correspondido a éstos. Sin embargo, nada de ello se deriva de la Constitución, sino que así ha sido establecido en una norma, que por su origen es preconstitucional, de modo que corresponde analizar si la interpretación que se hace de dicha disposición, es acorde o no con la Constitución, y si es el caso, si afecta o no los derechos fundamentales de los presuntos agraviados o víctimas. 6. Cierto es que los agraviados o víctimas pueden intervenir en los procesos penales seguidos contra los presuntos responsables del delito, siempre y cuando se constituyan en parte civil, lo que ocurre cuando el proceso ya ha sido iniciado, pero no pueden intervenir antes que ello ocurra, salvo en los supuestos de acción privada. Ello evidentemente deja en una situación desventajosa a quien presuntamente ha sufrido los efectos de uno o varios hechos ilícitos, puesto que su actuación queda supeditada al ejercicio de la acción penal por parte del representante del Ministerio Público, así como a que éste interponga los recursos impugnatorios pertinentes, en caso que la denuncia sea rechazada. 7. En el primer caso, vemos que ello es así por mandato constitucional, empero en el segundo, si ya se interpuso la denuncia penal respectiva por el sujeto procesal legitimado para ello, nada impide que el agraviado, en caso se rechace la denuncia, pueda interponer conjunta o individualmente el recurso respectivo, dado que al tener interés en el resultado del proceso, no se le puede denegar o impedir que acceda a los órganos jurisdiccionales competentes, ni limitar su derecho a la instancia plural. Iniciado el proceso, resulta obvio que para seguir actuando en el proceso penal, será necesario que se constituya en parte civil, como 50013 anteriormente fue expuesto, pero mientras tanto, no se puede impedir o limitar su actuación en el proceso penal, más allá de los límites que implícita o explícitamente la Constitución ha precisado. 8. De modo que el párrafo tercero del artículo 77º del Código de Procedimientos Penales, debe ser interpretado no limitando la participación del agraviado a los procesos de acción civil, cuando se haya rechazado la denuncia penal, sino también a los proceso de acción pública, para impugnar la decisión judicial que desestima el inicio del proceso penal; más aún cuando resulta imposible, jurídicamente, que se constituya en parte civil, dado que aún no existe proceso alguno en trámite dentro del cual presentar dicha solicitud. El derecho a la pluralidad de la instancia y la impugnación del auto de no ha lugar a abrir instrucción penal por parte del agraviado 9. Este Tribunal Constitucional en reiterada jurisprudencia ha precisado que el derecho a la pluralidad de la instancia tiene por objeto garantizar que las personas, naturales o jurídicas que participen en un proceso judicial tengan la oportunidad de que lo resuelto por un órgano jurisdiccional –incluso en la etapa de ejecución– sea revisado por un órgano superior de la misma naturaleza, siempre que se haya hecho uso de los medios impugnatorios pertinentes, y formulados dentro del plazo legal. De modo similar este Tribunal tiene establecido que el derecho a la instancia plural es un derecho fundamental de configuración legal, es decir, que corresponde al legislador el crear los recursos procesales estableciendo los requisitos que se debe cumplir para que estos sean admitidos, además de prefigurar el procedimiento que se deba seguir. 10. Para el caso de la impugnación del auto de no ha lugar a abrir instrucción penal expedido en el marco del modelo antiguo del proceso penal recogido por el Código de Procedimientos Penales el derecho constitucional a la pluralidad de la instancia ha sido configurado el legislador mediante la creación del recurso de apelación, previsto en el artículo 77º de dicho cuerpo jurídico. 11. Como ha quedado expuesto, el este Tribunal Constitucional considera que dicha norma debe ser interpretada en el sentido que el agraviado también puede apelar del auto de no ha lugar a abrir instrucción, en los delitos perseguibles de oficio. Y ello es así en la medida en que permite la impugnación por parte del agraviado; es decir, a través de la ampliación del contenido del derecho a la pluralidad de la instancia otorga la mayor protección a los derechos del agraviado frente a actos que le pudieran afectar, lo que se pone de manifiesto en los casos en que el Fiscal pese haber formalizado denuncia penal no impugna el auto de no ha lugar a abrir instrucción penal. En definitiva, esta opción interpretativa busca optimizar en su mayor grado el derecho a la pluralidad de la instancia. 12. Ahora bien, una vez adoptada la decisión interpretativa en el sentido de que el agraviado también puede impugnar el auto de no ha lugar a abrir instrucción, corresponde determinar si para ejercer este derecho el agraviado debe previamente constituirse en parte civil, y en definitiva, si la exigencia de este requisito encuentra una justificación razonable en el contexto del actual Estado Constitucional. Al respecto, las instancias judiciales inferiores han señalado que a la luz del modelo antiguo del proceso penal existe una marcada línea doctrinaria y jurisprudencial en el sentido de que el acto de constitución en parte civil sólo tiene lugar cuando existe un proceso penal en trámite, es decir, luego de que se haya dispuesto abrir instrucción; de lo que se infiere que este acto procesal no procede cuando se ha declarado no ha lugar a abrir instrucción, toda vez que en estricto no existiría ni siquiera proceso penal. Pues bien, este modo de entender las cosas a juicio de este Tribunal excede de lo constitucionalmente razonable, ya que más allá de entender en términos únicamente formales el inicio del proceso penal a partir del auto de apertura de instrucción (pues en términos materiales el proceso penal inicia a partir de la investigación preliminar), se olvida de que el agraviado o víctima al igual que el imputado y las demás partes del proceso penal también tienen derechos fundamentales. Y si bien tradicionalmente no se les ha otorgado el tratamiento que les corresponde ni tampoco por lo general se hace uso de los mismos ello no significa que carezcan de vigencia y eficacia, pues los derechos dada su configuración constitucional son opciones que tienen vigencia y eficacia incluso cuando nunca se haya hecho uso de los mismos o se haya hecho un uso poco frecuente. Por tanto, nada impide que el agraviado pueda incluso antes del inicio formal del proceso penal impugnar los actos procesales que le afectan sus derechos, aunque para ello sea preciso entenderla desde una perspectiva diferente. 13. A la luz de lo anterior, bastaría diferenciar entre las nociones de agraviado y parte civil. La diferencia operativa entre éstos radica básicamente en que el primero gozaría de derechos de carácter general: a impugnar el auto de no ha lugar a abrir instrucción, a impugnar el sobreseimiento o la sentencia absolutoria, a ser informado del resultado del proceso penal, etc., mientras que el segundo además de éstos gozaría de derechos de carácter especifico: deducir la nulidad de actuados, a participar en los actos de investigación y de prueba, etc. Así, bien entendidas las cosas no existe una justificación razonable para exigir como requisito indispensable el inicio del proceso penal muchos menos la constitución en parte civil para que el agraviado pueda impugnar los actos procesales que de modo general le afectan sus derechos. En efecto, la opción interpretativa de que también el agraviado puede impugnar el auto de no ha lugar a abrir instrucción resulta plenamente congruente con la diferenciación aludida entre agraviado y parte civil en el sentido de que el primero puede impugnar el auto de no ha lugar a abrir instrucción, como resulta obvio, sin que exista proceso penal en trámite y más aún sin la necesidad de que se constituya en parte civil. Por los demás, ésta 50014 PROCESOS CONSTITUCIONALES parece ser la lógica del Nuevo Código Procesal Penal de 2004 que reconoce a la víctima determinados derechos según su posición jurídica concreta en el proceso penal. Análisis del caso materia de controversia constitucional 14. En el caso constitucional de autos, este Tribunal debe determinar si la Resolución Nº 04, de fecha 5 de junio de 2009, que en definitiva declaró improcedente la solicitud de constitución en parte civil e improcedente el recurso de apelación interpuesto contra el auto de no ha lugar a abrir instrucción penal expedida en el proceso penal seguido contra don Edwin Pumaccahua Puma, por el delito de violación de la libertad sexual, en agravio de la ahora demandante doña Sonia Huahuasoncco Carrión ha sido dictada respetando o no el contenido del derecho a la pluralidad de la instancia. A tales efectos, de los actuados que sustentan la decisión contenida de la referida resolución judicial, en la parte relevante, se tiene lo siguiente: - Mediante la Resolución judicial cuestionada Nº 04, de fecha 5 de junio de 2009, la juez emplazada declaró de oficio la nulidad de la resolución Nº 3, de fecha 26 de mayo de 2009 que, a su vez, la admitió como parte civil y declaró improcedente el recurso de apelación interpuesto contra el auto de no ha lugar a abrir instrucción; y proveyendo de nuevo el escrito de fecha 25 de mayo de 2009 sobre constitución en parte civil y apelación de auto, declaró improcedente la solicitud de constitución en parte civil e improcedente el recurso de apelación interpuesto contra el auto de no ha lugar a abrir instrucción penal. El argumento principal es que el único legitimado para impugnar el auto de no ha lugar a abrir instrucción penal es el Fiscal en tanto titular de la acción penal pública, y que la constitución en parte civil sólo tiene lugar siempre que exista un proceso penal en trámite (fojas 68). - Según hemos señalado, el artículo 77º del Código de Procedimientos Penales debe ser interpretado de manera extensiva, permitiendo que el supuestamente agraviado pueda apelar el auto que declara no ha lugar a abrir instrucción sin que exista proceso penal en trámite y sin necesidad de constituirse en parte civil. Ahora bien, en el caso uno de los cuestionamientos es que la actora celebró una transacción extrajudicial con don Edwin Pumaccahua Puma, se entiende por los daños y perjuicios ocasionados por el hecho; sin embargo, se advierte que dicho acto se realizó bajo la condición de que el denunciado cumpla con el pago de S/. 3.000.00 entre el 14 y el 20 de marzo de 2009, y que en caso de incumplimiento se continuaría la denuncia (fojas 52); y que a decir de la actora el denunciado no cumplió con el pago, lo cual según agrega puso de conocimiento en su oportunidad al titular de la acción penal pública (Fiscal) a través de su escrito de fecha 23 de marzo de 2009, según lo señala en el recurso de agravio constitucional (fojas 266) y reiterada a través de la solicitud de constitución en parte civil y recurso de apelación contra el auto de no ha lugar a abrir instrucción (fojas 62); de lo que se concluye que la agraviada (ahora demandante) goza de la legitimidad procesal para ejercer su derecho a impugnar los actos procesales generales que afectaban su derechos. 15. Así las cosas, este Tribunal Constitucional tiene sobradas razones para discrepar de la línea argumentativa fijada en la Resolución judicial cuestionada Nº 04, de fecha 5 de junio de 2009 y los fundamentos señalados por las instancias judiciales inferiores en la medida en que se restringe injustificadamente el derecho de la demandante a interponer el recurso de apelación contra el auto de no ha lugar a abrir instrucción en defensa de sus derechos fundamentales en su condición de agraviada; advirtiéndose por tanto que se ha producido la violación del derecho constitucional a la pluralidad de la instancia, y que por lo mismo, la resolución judicial Nº 04, de fecha 5 de junio de 2009 debe ser declarada nula, ordenándose se emita una nueva disposición, por lo que la demanda debe ser estimada. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú, HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda al haberse acreditado la vulneración del derecho a la pluralidad de la instancia; en consecuencia, NULA la Resolución judicial Nº 04, de fecha 5 de junio de 2009, que declaró improcedente la solicitud de constitución en parte civil e improcedente el recurso de apelación interpuesto contra el auto de no ha lugar a abrir instrucción penal expedida en el proceso penal seguido contra don Edwin Pumaccahua Puma, por el delito de violación de la libertad sexual, en agravio de la ahora demandante. 2. ORDENAR al Juzgado Penal de Calca expedir nueva resolución, con arreglo a lo expresado en la presente sentencia. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA W-1133425-16 El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 00886-2013-PA/TC HUÁNUCO ARTURO RIVERA Y CALDAS SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 28 días del mes de enero de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrado por los Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Arturo Rivera y Caldas contra la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, de fojas 165, su fecha 29 de enero de 2013, que declaró improcedente la demanda. ANTECEDENTES Con fecha 12 de julio de 2012, el actor interpone demanda de amparo contra los miembros del Comité Electoral Universitario de la Universidad Hermilio Valdizán de Huánuco, a fin de que la Resolución Nº 0069-2012-UNHEVAL-CEU, de fecha 5 de julio de 2012, sea declarada nula, al habérsele excluido arbitrariamente de la Asamblea Universitaria. Solicita ser declarado como representante ante la asamblea. Según lo denuncia, se ha desacatado lo previsto en el artículo 79º del Reglamento General de Elecciones, que estipula que la Asamblea Universitaria estará conformada por 12 docentes principales de la lista ganadora y 6 docentes principales de la que ocupe el segundo lugar; sin embargo, se designó a 13 docentes principales de la lista ganadora y solo a 5 de la lista que ocupó el segundo puesto. Asimismo señala que, a pesar de haber ocupado el quinto lugar de su lista, fue arbitrariamente ubicado en la sexta posición. Tal situación, según el accionante, vulnera su derecho a elegir y a ser elegido, así como su derecho a la igualdad. Si bien el a quo admite la demanda, la Universidad Hermilio Valdizán de Huánuco devuelve la notificación aduciendo que, en aquel momento, el mandato de los miembros del referido comité electoral había concluido. Empero, tal pedido fue declarado improcedente y, por ende, fueron declarados rebeldes. Esta última demandados. resolución fue impugnada por los Con fecha 31 de octubre de 2012, el Segundo Juzgado Mixto de Huánuco declara infundada la demanda, por considerar que no se ha incumplido el Reglamento General de Elecciones, toda vez que contrariamente a lo señalado por el demandante, el artículo 53º de dicho reglamento no estipula que la lista que ocupe el segundo puesto deba tener tal cantidad de representantes ni que deba seguirse a rajatabla dicho orden de prelación. Con fecha 29 de enero de 2013, la Sala Civil de Huánuco confirma tanto la resolución que declara rebeldes a los emplazados como la que declara infundada la demanda. En lo relacionado a la sentencia de primer grado, el ad quem la confirmó por cuanto, a su juicio, lo alegado por el actor no se condice con lo establecido en el mencionado reglamento. FUNDAMENTOS Delimitación del petitorio 1. La presente demanda tiene por objeto que la Resolución Nº 0069-2012-UNHEVAL-CEU, de fecha 5 de julio de 2012, sea declarada nula y que, por consiguiente, se nombre como representante ante la asamblea en su condición de docente principal. Sobre la alegada violación del derecho fundamental a la participación política 2. El derecho a la participación en la vida política, económica, social y cultural de la nación, reconocido en el artículo 2°, inciso 17, de la Constitución, constituye un derecho fundamental cuyo ámbito de protección es la libre intervención en los procesos y la toma de decisiones en el ámbito político, económico, social y cultural. La participación política constituye un derecho de contenido amplio e implica la intervención de la persona, en todo proceso de decisión, en los diversos niveles de organización de la sociedad. De ahí que éste no se proyecta de manera restrictiva sobre la participación de la persona en el Estado-aparato o, si se prefiere, en el Estadoinstitución, sino que se extiende a su participación en el Estadosociedad, es decir, en los diversos niveles de organización, público y privado. Tal es el caso, por ejemplo, de la participación de las personas en la variedad de asociaciones, con diversa finalidad, o la participación en todo tipo de cargos; la característica común de todos ellos es que su origen es un proceso de elección por un colectivo de personas. Piénsese en la junta directiva de la asociación, del colegio profesional, de los cargos precedidos por elección en las universidades, públicas y privadas, etc. (Cfr. STC Nº 05741-2006-PA/TC). El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES Análisis del caso en concreto 3. Conforme se aprecia de la Resolución Nº 0069-2012UNHEVAL-CEU (Cfr. fojas 2), el demandante ha sido proclamado y reconocido como representante accesitario de los profesores principales ante la Asamblea Universitaria. Al respecto, cabe precisar que si bien el actor denuncia una serie de arbitrariedades cometidas por el Comité Electoral Universitario, tales cuestionamientos no encuentran respaldo en el reglamento que, precisamente, ha sido incorporado a los actuados por él mismo. Efectivamente, el inciso “a” del artículo 53º del mencionado reglamento establece un mecanismo de reparto de los representantes de la lista que ocupe el segundo lugar completamente distinto al expresado por el demandante. Por ello, la actuación del mencionado Comité Electoral Universitario no puede ser calificada como arbitraria. 4. Aunque el demandante en el recurso de agravio constitucional también alega que la resolución cuya nulidad pretende no cuenta con motivación alguna, tal como se desprende del tenor de la misma se ha efectuado una breve enumeración del desarrollo del calendario electoral, lo que a criterio de este Colegido resulta suficiente para justificar los resultados de la elección. 5. En consecuencia, dicho extremo de la demanda resulta infundado. Lo argumentado por el recurrente, como ha sido expuesto supra, carece de asidero. Sobre la alegada afectación del derecho fundamental a la igualdad 6. Si bien el actor también afirma haber sido discriminado, no puede soslayarse que al no haber propuesto un tertium comparationis (término de comparación) válido; lo alegado en el sentido que se le ha conculcado su derecho fundamental a la igualdad resulta improcedente (Cfr. RTC Nº 04775-2006-PA/TC, entre otras) en aplicación el artículo 5.º, inciso 1, del Código Procesal Constitucional. 7. Y es que, conforme ha sido precisado reiteradamente, si se alega alguna supuesta infracción al derecho a la igualdad en la aplicación de una disposición normativa, es menester que el demandante ofrezca un tertium comparationis válido a partir del cual pueda efectuarse el examen de constitucionalidad del acto reclamado, como lo sería la existencia de algún caso puntual en que se hubiere proclamado como representante ante la Asamblea Universitaria a algún candidato que se encuentre en una situación idéntica a la suya. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO 1. Declarar INFUNDADA la demanda de autos en el extremo referido a la alegada vulneración del derecho fundamental a la participación política. 2. Declarar IMPROCEDENTE la demanda de autos en el extremo referido a la alegada vulneración del derecho fundamental a la igualdad. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA W-1133425-17 PROCESO DE HÁBEAS DATA EXP. Nº 03252-2013-PHD/TC LIMA LUCIO EUGENIO ENRIQUE APARICIO SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 9 días del mes de abril de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Lucio Eugenio Enrique Aparicio, debidamente representado por su abogado don Aníbal Z. Florentino Arias, contra la sentencia expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 64, su fecha 10 de abril de 2013, que declaró infundada la demanda de hábeas data de autos. ANTECEDENTES Con fecha 27 de abril de 2012, el recurrente interpone demanda de hábeas data contra el Ministerio de Trabajo y Promoción del 50015 Empleo, con la finalidad de que se le entregue copia certificada del Acta de Calificación de su solicitud ingresada el 16 de julio del año 2007 concerniente a su pedido de incorporación al Registro de Trabajadores Cesados Irregularmente de acuerdo con la Ley Nº 29259. Señala que ha solicitado dicha información a la emplazada, sin embargo ésta no le fue proporcionada por lo que desconoce las razones por las cuales no ha sido incorporado en ninguno de los listados del citado registro. El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, a través de su Procurador Público, contesta la demanda manifestando que la pretensión del demandante de que se le entregue copia del acta de calificación que mereció su solicitud ingresada con el registro Nº 6526- resulta inatendible, ya que no existe la documentación solicitada de la manera requerida, deviniendo en un imposible físico y jurídico. Agrega que el expediente administrativo existente ha sido presentado ante el Juzgado Laboral de Lima donde se ventila el proceso contencioso administrativo correspondiente, Exp. Nº 183411-2009-00674-0-LA, seguido por el recurrente sobre no inclusión en la lista de trabajadores cesados irregularmente (RS. Nº 028-2009-TR). El Cuarto Juzgado Especializado en lo Constitucional de Lima, con fecha 29 de agosto de 2012, declaró fundada en parte la demanda, ordenando a la entidad demandada la entrega bajo costo de lo solicitado referente a toda la información obrante en el expediente administrativo recaído en su solicitud de inscripción en el registro de cesados, incluyendo las actas de calificación correspondientes; e infundada la demanda en cuanto a informar las razones por las cuales no fue inscrito, exonerando de los costos al demandado. La Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima revocó la apelada, por considerar que lo solicitado significaría producir información inexistente por cuanto nunca fue producida, ni se podrá realizar; toda vez que la Comisión indicada ya culminó sus funciones. Agrega que tampoco el presente proceso se encuentra orientado a determinar las razones por las cuales el demandante no ha sido considerado en la relación de trabajadores que fueron declarados como irregularmente cesados. FUNDAMENTOS Precisión del petitorio de la demanda 1. Mediante la presente demanda el recurrente solicita copia del Acta de Calificación de su solicitud ingresada el 16 de julio del año 2007 concerniente a su pedido de incorporación al Registro de Trabajadores Cesados Irregularmente previsto en la Ley Nº 29059. Cuestiones procesales previas 2. De acuerdo con el artículo 62º del Código Procesal Constitucional, para la procedencia del hábeas data se requiere que el demandante previamente haya reclamado, por documento de fecha cierta, el respeto de su derecho, y que el demandado se haya ratificado en su incumplimiento o no le haya contestado dentro del plazo establecido. Tal requisito, conforme se aprecia de autos, ha sido cumplido por el accionante conforme se aprecia de fojas 9. Análisis del caso concreto 3. Aunque en la STC Nº 09476-2006-PHD/TC este Tribunal declaró infundada la pretensión de un demandante que solicitaba que se le informe las razones por las cuales no fue incluido en dicho registro; ello difiere de lo solicitado en el presente caso, pues lo requerido se circunscribe a solicitar copias del Acta de Calificación de su solicitud ingresada el 16 julio del año 2007. 4. Para este Colegiado, el demandante tiene el derecho de conocer el contenido del expediente administrativo o del acervo documentario, formado como consecuencia de su solicitud, en el estado en el que se encuentre. Y es que el objetivo del proceso de hábeas data es, por lo que respecta a supuestos como el aquí analizado, el de proporcionar la información solicitada, sin otras exigencias que la de ser actual, completa, clara y cierta. 5. Para ello es necesario analizar que en cuanto a lo señalado por la emplazada respecto a que “(… ) no obra en el acervo documentario de la Comisión Ejecutiva de la Ley Nº 27803 (…)” la información requerida, (fojas 27) se observa que mediante Carta Nº 8337-2009-MTPE/ST de fecha 3 de setiembre de 2009 (fojas 39) emitida por la Secretaría Técnica a nombre de la Comisión Ejecutiva, se informó al recurrente las razones detalladas por las cuales no había sido considerado dentro de la relación de ex trabajadores inscritos en el Registro Nacional de Trabajadores Cesados Irregularmente, al no haberse acreditado el cumplimiento de los requisitos solicitados. 6. Es necesario precisar que el artículo 18º del Decreto Supremo Nº 006-2009-TR en su inciso 3 establece que “La Comisión Ejecutiva notifica su decisión de no incluir a un ex trabajador en el RNTCI, mediante comunicación escrita, individual y motivada, en el domicilio consignado por éste en su respectiva solicitud, dentro de los diez (10) días hábiles siguientes de concluido el plazo establecido en el numeral anterior. La Secretaría Técnica notifica, a nombre de la Comisión Ejecutiva, la referida decisión de no inclusión a los ex trabajadores que corresponda”. Por lo que en dicho contexto se aprecia que una vez ingresada la solicitud, es la Comisión Ejecutiva quien adquiere competencia PROCESOS CONSTITUCIONALES 50016 para todo el trámite administrativo de evaluación y calificación de las solicitudes, realizando una labor que necesariamente ha de estar plasmada en documentos y/o soporte que acrediten la atención debida a los documentos y solicitudes presentadas. 7. En el caso concreto, respecto a la pretensión de que se otorgue copia certificada del acta de calificación de su solicitud de inscripción en el Registro Nacional de Trabajadores Cesados Irregularmente, conviene precisar que el recurrente tiene todo el derecho de conocer lo contenido en el acta de calificación a razón de su pedido presentado (Registro Nº 6526) o en todo caso del expediente administrativo o acervo documentario existente. 8. No es la primera oportunidad en que este Tribunal ha conocido un requerimiento similar. En la STC Nº 00297-2011-PHD/ TC este Colegiado estimó un pedido sustancialmente semejante. 9. Por ende, el ministerio emplazado debe limitarse a entregar la información requerida en los propios términos en los que aparece en el expediente. Estimatoria de hábeas data y pago de costos procesales a cargo del Estado 10. El artículo 56º del Código Procesal Constitucional establece que “si la sentencia declara fundada la demanda, se impondrán las costas y costos que el Juez establezca a la autoridad, funcionario o persona demandada (…) En los procesos constitucionales el Estado sólo puede ser condenado al pago de costos”. 11. Por tal motivo, este Colegiado considera que habiéndose estimado la demanda, corresponde ordenarse al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (Estado) el pago de los costos procesales. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda de hábeas data de autos. 2. Ordenar al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo entregue al demandante, bajo el costo que suponga tal pedido, copia de todo el acervo documentario obrante en mérito de la solicitud presentada, en el estado en el que se encuentre, en consecuencia. 3. ORDENAR al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo el pago de costos procesales a favor de don Lucio Eugenio Enrique Aparicio, cuya liquidación se hará en ejecución de sentencia. - La Resolución Nº 03-2011, de fecha 8 de noviembre de 2011, que declaró la improcedencia de la nulidad deducida contra la Resolución Nº 01-2011; - El Decreto Nº 160-2011, de fecha 22 de noviembre de 2011, que exige el pago de la multa impuesta a través de la Resolución Nº 01-2011. Sostiene que la impugnación planteada debió ser tramitada con efecto suspensivo, por lo que se ha vulnerado su derecho a no ser sometido a procedimiento distinto al predeterminado por la ley. Asimismo aduce que existen una serie de irregularidades que se evidencian en el hecho de que se haya llamado la atención de la relatora, las cuales constituyen delito contra la fe pública. Finalmente señala que la multa impuesta no ha sido debidamente fundamentada y que su causa ha sido postergada ilegítimamente. Por su parte, los jueces emplazados contestan la demanda aduciendo que si bien se cometió un error mecanográfico, no puede entenderse que ello menoscabe algún derecho fundamental del demandante. Asimismo sostienen que no es cierto que su causa haya sido postergada y que, contrariamente a lo argüido por el accionante, la multa impuesta obedece a lo que enfáticamente ha sido previsto en el último párrafo del artículo 404º del Código Procesal Civil, por conducirse de manera impropia. Finalmente indican que no es cierto que se haya postergado indebidamente su causa. La Procuraduría Pública del Poder Judicial contesta la demanda solicitando que sea declarada improcedente, debido a que busca cuestionar el criterio jurisdiccional de los jueces emplazados y que las resoluciones cuestionadas han sido emitidas luego de un proceso regular en el que se han respetado los derechos fundamentales del actor. El Primer Juzgado Mixto de Juliaca declara infundada la demanda, por considerar que las resoluciones judiciales cuestionadas han sido válidamente emitidas cumpliendo escrupulosamente lo previsto en el Código Procesal Civil, que regula tanto el efecto otorgado a todo recurso como las sanciones ante conductas inoficiosas. La Primera Sala Civil de Juliaca confirma la recurrida por estimar que la queja presentada no ha sido resuelta en forma indebida. En cuanto a la aplicación de multa, argumenta que no es necesario justificarla pues, según el último párrafo del artículo 404º del Código Procesal Civil, ello es consecuencia de que la queja es declarada infundada. Publíquese y notifíquese. FUNDAMENTOS SS. Delimitación del petitum VERGARA GOTELLI MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ W-1133425-18 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 03846-2012-PA/TC PUNO LUIGI CALZOLAIO SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 6 días del mes de setiembre de 2013, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Calle Hayen, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Luigi Calzolaio contra la sentencia expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Juliaca, de fojas 257, su fecha 13 de agosto de 2012, que declaró infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 29 de noviembre, el recurrente interpone demanda de amparo contra los integrantes de la Primera Sala Civil Juliaca - San Román de la Corte Superior de Justicia de Puno, señores Lozada Cueva, Mamani Coaquira y Fuentes Mezco; contra la relatora de dicha Sala, señorita Chura Pachari; así como contra el Procurador Público del Poder Judicial, a fin de que se declare la nulidad de: - La Resolución Nº 01-2011, de fecha 19 de octubre de 2011, que declaró infundada la queja presentada contra la Resolución Nº 155-2011, emitida por el Segundo Juzgado Mixto de San Román, que concedió la apelación presentada contra la Resolución Nº 152-2011 sin efecto suspensivo ni con la calidad de diferida y le impuso una multa de 3 unidades de referencia procesal (URP). El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 1. A través del presente proceso, el recurrente persigue que se tramite la apelación presentada contra la Resolución Nº 152-2011 con efecto suspensivo (Pretensión Nº 1) y que, en consecuencia, se anule la sanción decretada en la Resolución Nº 01-2011 (Pretensión Nº 2). 2. En tales circunstancias, este Colegiado considera imprescindible precisar, en virtud del principio de suplencia de la queja deficiente, que aunque la anulación de la citada sanción haya sido planteada como pretensión accesoria a que se declare la nulidad de las resoluciones que no estimaron conceder dicha apelación con efectos suspensivos; en realidad, tales pretensiones son independientes entre sí, conforme será desarrollado supra. Consideraciones previas 3. Conforme ha sido advertido de manera uniforme y reiterada por este Colegiado, el proceso de amparo contra resoluciones judiciales está circunscrito a cuestionar decisiones judiciales que vulneren de forma directa derechos fundamentales toda vez que la irregularidad de una resolución judicial con relevancia constitucional se produce cada vez que ésta se expida con violación de cualquier derecho fundamental, y no sólo en relación con los supuestos contemplados en el artículo 4º del Código Procesal Constitucional. 4. Asimismo, también se ha establecido que el amparo contra resoluciones judiciales requiere como presupuesto procesal indispensable la constatación de un agravio manifiesto que comprometa seriamente el contenido protegido de algún derecho de naturaleza constitucional, presupuesto básico sin el cual la demanda resultará improcedente. 5. Si bien a través del amparo el juez constitucional puede examinar la presunta inconstitucionalidad de una resolución judicial, no es labor de la justicia constitucional subrogar al juez ordinario en la interpretación y aplicación de los dispositivos legales, como tampoco lo es el analizar la comprensión que la judicatura realice de estos. Por el contrario, sólo cabe revisar las decisiones emitidas por la justicia ordinaria cuando éstas y sus efectos contravengan los principios que informan la función jurisdiccional encomendada, o los pronunciamientos adoptados vulneren los principios de razonabilidad y proporcionalidad afectando -con ello- de modo manifiesto y grave cualquier derecho fundamental. Y es que, como resulta obvio, el amparo contra resoluciones judiciales no puede servir para replantear una controversia resuelta por los órganos jurisdiccionales ordinarios, pues no constituye un medio impugnatorio que continúe revisando una decisión que sea de exclusiva competencia de la jurisdicción ordinaria. 6. Si bien el actor denuncia una serie de anomalías procesales, este Colegiado considera que aunque los emplazados cometieron El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES un error mecanográfico al momento de consignar la fecha, dicha equivocación no amerita un pronunciamiento de fondo ni mucho menos que se declare la nulidad de dicha resolución. Y es que, conforme ha sido desarrollado jurisprudencialmente, “(m)ientras que el proceso que degenere en inconstitucional se habrá de corregir mediante el ejercicio del proceso constitucional, la simple anomalía o irregularidad lo será mediante los medios de impugnación previstos al interior de cada proceso. Ese es el límite con el cual ha de operar el juez constitucional y, a la vez, la garantía de que no todo reclamo que se le hace por infracciones al interior de un proceso pueda considerarse un verdadero tema constitucional” (STC Nº 09727-2005-PHC/TC). 7. De ahí que tanto la corrección del mes en que fuera expedida la Resolución Nº 01-2011, convalidada a través de la Resolución Nº 03-2011, como el subsiguiente llamado de atención a la relatora de la Sala demandada, no tienen incidencia constitucional alguna. Por ello, no cabe duda que tal alegato es manifiestamente improcedente. Análisis de la Pretensión Nº 1 8. Tal como ha sido precisado el petitorio, corresponde dilucidar si las razones esgrimidas tanto por la Resolución Nº 01-2011 (que declaró infundada la queja planteada contra el concesorio de apelación), como por la Resolución Nº 03-2011 (que declaró la improcedencia de la nulidad deducida contra la Resolución Nº 01-2011), resultan suficientes para justificar que la apelación interpuesta contra la Resolución Nº 152-2011 sea tramitada sin efecto suspensivo ni con la calidad de diferida. Derechos fundamentales comprometidos: los derechos a no ser sometido a procedimiento distinto del previamente establecido (inciso 3 del artículo 139º de la Constitución Política del Perú) y a la motivación de las resoluciones judiciales (inciso 5 del artículo 139º de la Constitución Política del Perú) Argumentos del demandante 9. Según refiere, la apelación presentada en el proceso civil subyacente debió ser tramitada con efecto suspensivo. Argumentos de los demandados 10. De acuerdo con los jueces emplazados, la apelación presentada en el proceso civil subyacente ha sido tramitada conforme a lo previsto en el Código Procesal Civil. 11. La Procuraduría Pública del Poder Judicial no esgrime argumentos de fondo. Consideraciones del Tribunal 12. En primer lugar, cabe mencionar que la Constitución, en su inciso 4 del artículo 139º, reconoce expresamente la observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional (efectiva) como uno de los principios y derechos que informan la impartición de justicia. 13. El debido proceso, por su parte, constituye uno de los elementos básicos del modelo constitucional de proceso previsto por nuestra norma fundamental. Este atributo continente alberga múltiples garantías y derechos fundamentales que condicionan y regulan la función jurisdiccional; consecuentemente, la afectación de cualquiera de estos derechos lesiona su contenido constitucionalmente protegido. En su variable de respeto a la motivación de las resoluciones, salvaguarda al justiciable frente a la arbitrariedad judicial, toda vez que garantiza que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero capricho de los magistrados, sino en datos objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del caso. 14. Por su parte, el derecho a no ser sometido a procedimiento distinto del previamente establecido garantiza que las reglas procesales esenciales con los que un proceso se configura por anticipado, no puedan ser distorsionadas o desnaturalizadas durante el desarrollo del mismo. 15. En tales circunstancias, cabe precisar, en primer lugar, que la dilucidación respecto de qué efecto debió concederse la apelación interpuesta, esto es, si debió haber sido tramitada con efecto suspensivo o no, es un asunto que en principio corresponde ser determinado por la justicia ordinaria y no de la justicia constitucional, salvo que se trate de una decisión manifiestamente arbitraria. 16. En segundo lugar, este Colegiado considera que la decisión de conceder la impugnación planteada sin efecto suspensivo ni con la calidad de diferida no puede ser calificada como arbitraria pues, conforme se advierte de tales resoluciones, se ha esbozado por qué se le ha otorgado tal efecto. Y es que, conforme fluye de tales resoluciones, dicha impugnación no calza en el supuesto establecido en el artículo 371º del Código Procesal Civil. De ahí que, al margen de que los fundamentos vertidos en las resoluciones emitidas en el proceso subyacente resulten compartidos o no en su integridad por el recurrente, dichas argumentaciones justifican de manera concluyente por qué lo solicitado no resulta atendible. Por tanto, dicha pretensión resulta infundada. Análisis de la Pretensión Nº 2 17. Contrariamente a lo resuelto en relación a la Pretensión Nº 1, la dilucidación sobre si la sanción impuesta ha sido debidamente motivada amerita un pronunciamiento de fondo, pues el conflicto 50017 constitucional sometido a este Tribunal radica en determinar si resulta necesario fundamentar las razones jurídicas y fácticas que justifican la decisión de sancionar al actor, o si, por el contrario, ello resulta innecesario en virtud de lo establecido en el último párrafo del artículo 404º del Código Procesal Civil, según el cual, el sólo hecho de que se declare infundada la queja acarrea la aplicación de una sanción. Derecho fundamental comprometido: el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales (inciso 5 del artículo 139º de la Constitución Política del Perú) Argumentos del demandante 18. De acuerdo con el actor, la multa impuesta no ha sido debidamente justificada. Argumentos de los demandados 19. Los jueces demandados sostienen que la sanción impuesta es consecuencia de haberse declarado infundada la queja conforme a lo establecido en el último párrafo del artículo 404º del Código Procesal Civil. 20. La Procuraduría Pública del Poder Judicial no aduce argumentos de fondo. Consideraciones del Tribunal 21. El tránsito del decimonónico Estado Legal de Derecho al Estado Social y Democrático de Derecho supuso, entre otras cosas, abandonar la tesis según la cual la Constitución no era más que una mera norma política, esto es, una norma carente de contenido jurídico vinculante y compuesta únicamente por una serie de disposiciones orientadoras de la labor de los poderes públicos, para consolidar la doctrina conforme a la cual la Constitución es también una norma jurídica, es decir, una norma con contenido dispositivo capaz de vincular a todo poder (público o privado) y a la sociedad en su conjunto. 22. Es decir, significó superar la concepción de una pretendida soberanía parlamentaria, que consideraba a la ley como la máxima norma jurídica del ordenamiento, para dar paso -de la mano del principio político de soberanía popular- al principio jurídico de supremacía constitucional, conforme al cual, una vez expresada la voluntad del Poder Constituyente con la creación de la Constitución del Estado, en el orden formal y sustantivo presidido por ella no existen soberanos, poderes absolutos o autarquías. Todo poder devino entonces en un poder constituido por la Constitución y, por consiguiente, limitado e informado, siempre y en todos los casos, por su contenido jurídico-normativo. 23. La Constitución es, pues, norma jurídica y, como tal, vincula. La supremacía normativa de la Constitución de 1993 se encuentra recogida en sus dos vertientes: tanto aquella objetiva, conforme a la cual la Constitución preside el ordenamiento jurídico (artículo 51º), como aquella subjetiva, en cuyo mérito ningún acto de los poderes públicos (artículo 45º) o de la colectividad en general (artículo 38º) puede vulnerarla válidamente. 24. En virtud del principio de supremacía normativa, ni el legislador al emitir legislación procesal (Cfr. STC Nº 01761-2008PA/TC), ni el juez al resolver los procesos a su cargo, pueden desconocer el contenido constitucionalmente protegido de ningún derecho fundamental. Es más, en tanto poderes públicos no sólo deben velar por salvaguardarlos, sino que tienen la ineludible misión promover su efectividad. 25. En tal sentido, afirmar que existen resoluciones judiciales que puedan imponer sanciones sin necesidad de justificación alguna supone sostener, con el mismo énfasis, que en tal escenario, la Constitución ha perdido su condición de norma jurídica, para volver a ser una mera carta política referencial, incapaz de vincular a la judicatura, pues lejos de optimizar el derecho fundamental a la motivación de las resoluciones judiciales tal posición desconoce que los jueces, en su quehacer diario, se encuentran en la ineludible obligación de respetar los derechos fundamentales. 26. Por ello, aun cuando el legislador elabore disposiciones legales que contravengan formal o materialmente la Constitución, los jueces tiene el deber de aplicar el control difuso o realizar una interpretación de la ley conforme a la Constitución, decantándose por descartar toda interpretación que vulnere a esta última. 27. Resulta innegable que el juzgador, en tanto director del proceso, debe estar facultado para evitar cualquier inconducta de las partes o sus abogados tendiente a enturbiar el normal desarrollo del proceso, como por ejemplo al dilatar la ejecución de lo resuelto mediante articulaciones inoficiosas e irreflexivas, o al denostar irresponsablemente la majestad de la autoridad judicial, en cuyo caso las sanciones pueden servir de instrumento para desincentivar este tipo de malas prácticas que, como resulta obvio, constituyen un manifiesto abuso de derecho. 28. La justificación de este tipo de sanciones no es otro que desalentar que los litigantes comparezcan deslealmente ante el órgano jurisdiccional abusando de las garantías jurisdiccionales que salvaguardan la correcta impartición de justicia en un Estado Social y Democrático de Derecho, en el que la efectividad del derecho al acceso a la justicia así como del resto de derechos fundamentales de carácter procesal exigen al titular del mismo el deber de abstenerse de cualquier proceder malicioso tendiente a conseguir la satisfacción de sus intereses a toda costa. 29. No obstante lo expuesto, el mero hecho de que lo solicitado no resulte atendible no puede inexorablemente acarrear, de manera 50018 PROCESOS CONSTITUCIONALES automática, la imposición de una sanción pecuniaria, pues ello no necesariamente implica que se haya actuado dolosamente de mala fe, esto es, lo que justamente se persigue desincentivar. 30. En la medida que la buena fe se encuentra estrechamente ligada a la presunción de inocencia, se debe presumir que la actuación del litigante, en principio, no es temeraria. De ahí que, la aplicación de una sanción requiere que dicha inconducta se encuentre debidamente detallada en la resolución judicial que la impone (motivación cualificada), a fin de desvirtuar tal presunción. 31. Multar indiscriminadamente a todos los litigantes, no sólo resulta manifiestamente arbitrario al no distinguir entre el litigante honesto que aspira a una tutela arreglada a derecho, de quien se vale de argucias ilegítimas para satisfacer sus intereses a como dé lugar; sino que, en la práctica, constituye un obstáculo irrazonable que menoscaba el acceso a la justicia de quienes no obran de manera desleal al obviar tomar en consideración que, en el ámbito jurídico, los intérpretes tienen un amplísimo margen creativo para construir sus argumentos y que aunque los resultados de tal interpretación no concluyan en lo mismo, ello no significa que sólo una interpretación sea correcta. 32. En ese orden de ideas, el que una decisión jurisdiccional se decante por una posición en lugar de otra no implica necesariamente que ésta última sea errónea, por lo que si el litigante no se ha conducido de manera incorrecta, la sola posibilidad de ser sancionado por ejercer sus derechos fundamentales es algo que este Colegiado no puede convalidar, no sólo porque desconoce que un enunciado legal puede ser susceptible de múltiples interpretaciones (discrecionalidad interpretativa), sino porque en determinados escenarios puede desincentivar el ejercicio legítimo del derecho de acceso a la justicia, en la medida en que abre la posibilidad de castigar a un litigante que se ha conducido en el proceso de manera leal, por el sólo hecho de no compartir su interpretación. 33. Por tanto, dado que los jueces demandados han inferido una inconducta en el actor sin siquiera justificar tal inferencia (aunque sea mínimamente), so pretexto de una interpretación literal de la disposición contenida en el último párrafo del artículo 404º del Código Procesal Civil; es evidente que se ha conculcado el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales del accionante en tanto, como ha sido expuesto, dicha interpretación no resulta constitucionalmente adecuada. 34. Y es que, contrariamente a lo afirmado tanto por los jueces emplazados como por el ad quem, una interpretación a rajatabla de dicha disposición legal, en la que el juez, cual autómata, aplica sanciones sin evaluar la conducta del litigante, no se condice con los principios que guían la función jurisdiccional en un Estado Social y Democrático de Derecho. 35. Para este Colegiado, una aplicación mecánica de lo literalmente establecido en el artículo 404º, en el sentido interpretativo de que el sólo hecho de que la queja sea declarada infundada acarrea inexorablemente la imposición de una multa al litigante, resulta inconstitucional. Tal interpretación contraviene abiertamente el derecho fundamental a debida motivación de las resoluciones judiciales, según el cual resulta necesario que dichas providencias judiciales cuenten con una motivación suficiente que respalde lo decidido. 36. Si bien el Tribunal Constitucional tiene el deber de reconocer que, mientras no resulte violado el contenido esencial del derecho fundamental a la motivación de las resoluciones judiciales, el legislador democrático tiene muchas posibilidades, todas ellas “constitucionalmente posibles”, de regular el recurso de queja; sin embargo, la interpretación literal del último párrafo del artículo 404º del Código Procesal Civil vulnera en forma manifiesta el mencionado derecho fundamental, pues la aplicación de una sanción, como cualquier otra, exige que las razones que justifican su imposición se encuentren sustentadas en forma diáfana, a fin de explicitar el fundamento jurídico y fáctico del porqué de la decisión. Efectos de la sentencia respecto del extremo estimativo 37. A fin de enmendar tal situación, corresponde declarar la nulidad de la Resolución Nº 01-2011, en el extremo que impone al actor una multa de 3 URP, a fin de que en el lapso de 10 días hábiles, dicha Sala emita un nuevo pronunciamiento sobre el particular con el objeto de que evalúe si el proceder el actor en el proceso subyacente amerita ser sancionado. 38. Sin perjuicio de lo expuesto, este Colegiado estima pertinente precisar que lo resuelto en el presente proceso en modo alguno supedita o condiciona el criterio jurisdiccional de la mencionada Sala, puesto que la calificación de la conducta del actor es un asunto que compete exclusiva y excluyentemente a la justicia ordinaria. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO 1. Declarar INFUNDADA el extremo de la demanda de autos referido a la alegada afectación del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales y del derecho a no ser sometido a procedimiento distinto del previamente establecido. 2. Declarar FUNDADA el extremo de la demanda de autos referido a la afectación del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales, al no haberse motivado la sanción impuesta. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 3. Declarar la nulidad de la Resolución Nº 01-2011, en el extremo que impone una multa de 3 URP conforme a lo estipulado en los fundamentos 37 y 38. 4. Proscribir toda interpretación literal del último párrafo del artículo 404º del Código Procesal Civil que desconozca lo precisado en los fundamentos 25 a 36. Publíquese y notifíquese. SS. CALLE HAYEN ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA W-1133425-19 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 03682-2012-PA/TC PIURA AMELIA CÓRDOVA DE LÓPEZ SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 18 días del mes de marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrado por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Amelia Córdova de López contra la sentencia expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, de fojas 181, su fecha 27 de julio de 2012, que declaró infundada la demanda ANTECEDENTES Con fecha 12 de octubre de 2011, la recurrente interpone demanda de amparo contra la Dirección Regional de Educación de Piura y la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura S.A.C., a fin de que: - Se deje sin efecto la retención mensual que se viene efectuando a su pensión de S/. 336.36 nuevos soles, en virtud del préstamo otorgado por la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura S.A.C. a su finado esposo; - Se ordene la devolución de la suma de S/. 2,520.28 nuevos soles, por las retenciones indebidas efectuadas desde el mes de julio hasta el mes de agosto de 2011; - Se ordene, además, el pago de los costos del proceso. Sustenta sus pretensiones en que, a pesar de no haber solicitado crédito alguno a la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura, ni haber suscrito contrato alguno con dicha entidad financiera, se le viene descontado S/. 336.36 nuevos soles de la pensión de sobrevivencia – viudez que la Dirección Regional de Educación de Piura le deposita a través de la mencionada caja municipal, debido a una deuda que contrajo su finado esposo con la mencionada empresa de intermediación financiera. De acuerdo con la accionante, su pensión es inembargable en virtud de lo establecido en el numeral 6 del artículo 648º del Código Procesal Civil, según el cual, las remuneraciones y pensiones inferiores a 5 unidades de referencia procesal (URPs) son inembargables; por tanto, en la medida que únicamente percibe S/. 770.80 nuevos soles, su pensión no puede ser materia de embargo. Tal situación, a su juicio, vulnera su derecho a la pensión. La Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura S.A.C. contesta la demanda solicitando que sea declarada infundada pues, simple y llanamente, se ha limitado cumplir lo pactado con el fallecido cónyuge de la recurrente, quien le autorizó a descontar tales cuotas de las pensiones de sus sobrevivientes. Asimismo, manifiesta que dicha norma del Código Procesal Civil no resulta de aplicación por cuanto no ha solicitado medida cautelar alguna. La Dirección Regional de Educación de Piura, por su parte, sostiene que la demanda es infundada debido a que los cuestionados descuentos obedecen al préstamo que solicitó el ex cónyuge de la demandante. Por otro lado, arguye que dicha acreencia tiene que ser asumida por la heredera del causante, y que, en todo caso, se le viene cobrando de manera progresiva conforme a lo expresamente pactado con su difunto marido. El Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Piura declara fundada la demanda, por estimar que, conforme a lo señalado por el Tribunal Constitucional en la STC Nº 01780-2009-PA/TC, resulta de aplicación lo previsto en el numeral 6 del artículo 648º del Código Procesal Civil, por lo que la pensión que percibe la demandante es inembargable. La Segunda Sala Especializada Civil de Piura declara infundada la demanda, por considerar que la recurrente debe asumir la El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES obligación contraída con la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura S.A.C., al haberla gravado su fallecido cónyuge. En cuanto a la aplicación de lo establecido en el inciso 6 del artículo 648º del Código Procesal Civil, estima que dicha norma no resulta aplicable, debido a que expresamente se pactó tales descuentos. FUNDAMENTOS Delimitación del asunto litigioso 1. La cuestión litigiosa radica en determinar si lo estipulado en una “Carta de autorización de descuento voluntario” (Cfr. fojas 64) suscrito entre la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura S.A.C. y quien en vida fuera don José Alindor López Alcántara, cónyuge de la actora, resulta lesivo de sus derechos fundamentales. 2. Tal como se desprende de autos, tanto la demandante como los emplazados reconocen que doña Amelia Córdova de López no ha suscrito contrato alguno con la citada entidad financiera; muy por el contrario, los emplazados convergen en sustentar sus argumentos en que tales descuentos obedecen a que expresamente se pactó que: “En caso de fallecimiento, autorizo en forma expresa, para que la CMAC PIURA S.A.C. descuente de las pensiones de sobrevivencia a las que tuvieran derechos mis deudos, los importes correspondientes hasta la total cancelación de la deuda.” 3. Por consiguiente, corresponde analizar si dicha cláusula puede vincular a la demandante o no. Por tal motivo, este Colegiado también analizará el problema planteado, en virtud del principio iura novit curia, desde la perspectiva de los derechos fundamentales a la libertad contractual y al acceso al órgano jurisdiccional. Cuestión procesal previa: ¿Es posible revisar la constitucionalidad de una cláusula contractual en un proceso constitucional? 4. Como este Tribunal ya ha establecido, la autonomía de la voluntad es la base para el ejercicio del derecho fundamental a la libre contratación (Cfr. STC Nº 02175-2009-PA/TC) y se refiere a la capacidad residual que permite a las personas regular sus intereses y relaciones coexistenciales de conformidad con su propia voluntad. Es la expresión de la volición, tendiente a la creación de una norma jurídica con interés particular (Cfr. STC Nº 00047-2004PI/TC) 5. Prevista en el inciso 14) del artículo 2° de la Constitución, la libre contratación se concibe como el acuerdo o convención de voluntades entre dos o más personas naturales y/o jurídicas para crear, regular, modificar o extinguir una relación jurídica de carácter patrimonial (Cfr. STC Nº 00008-2003-AI/TC), esto es, autorregular su marco de intereses (Cfr. STC Nº 02175-2009-PA/TC). 6. De otro lado, el contrato es una fuente de derecho que tiene reconocimiento constitucional (Cfr. STC Nº 00047-2004-PI/TC). Sin embargo, dicho vínculo -fruto de la concertación de voluntadesdebe versar sobre bienes o intereses que poseen apreciación económica, tener fines lícitos y no contravenir las leyes de orden público (Cfr. STC Nº 00008-2003-AI/TC). 7. En ese sentido, los acuerdos contractuales, incluso los suscritos en ejercicio de la autonomía privada y la libertad contractual de los individuos, no pueden contravenir otros derechos fundamentales, puesto que, por un lado, el ejercicio de la libertad contractual no puede considerarse como un derecho absoluto y, por otro, todos los derechos fundamentales, en su conjunto, constituyen el orden material de valores en los cuales se sustenta todo el ordenamiento jurídico peruano (Cfr. STC Nº 00858-2003AA/TC). Por ello, ningún pacto contractual puede oponerse al contenido protegido de otros derechos fundamentales (Cfr. STC Nº 027362004-PA/TC). En consecuencia, el Tribunal Constitucional estima que es posible analizar la constitucionalidad de la cláusula contractual materia de autos, máxime cuando su aplicación podría eventualmente menoscabar otros derechos fundamentales. Análisis de constitucionalidad de la referida cláusula contractual 8. En primer lugar este Colegiado considera necesario precisar que las acreencias deben ser honradas por los deudores o, en su defecto, por sus sucesores (responsabilidad intra vires hereditatis), conforme a las reglas establecidas en el Código Civil, que son de carácter imperativo. Ante el fallecimiento del deudor, las deudas que contrajo recaen en los herederos, los que están obligados a asumir el pago de las mismas hasta donde alcancen los bienes que constituyen la masa hereditaria. No se puede pactar en contrario, pues nuestro ordenamiento jurídico no lo permite. 9. Si sobre la base de dicha cláusula, la entidad financiera acreedora pretende exceptuarse de transitar por la vía judicial para requerir el pago de la deuda a terceros conforme a lo establecido en el mencionado código apelando a la voluntad del fallecido esposo de la accionante y, motu proprio, descontar las cuotas impagas de las pensiones que percibe la demandante; es evidente que tan arbitrario proceder no puede encontrar respaldo constitucional en el derecho a la libertad contractual de don José Alindor López Alcántara, el que, conforme a lo anotado supra, ha sido vulnerado. 50019 10. De igual manera se vulnera, además, el derecho de acceso al órgano jurisdiccional, que garantiza la potestad de acceder a los órganos jurisdiccionales para solicitar que se resuelva un conflicto de intereses o una situación jurídica que forma parte del contenido constitucionalmente protegido de los derechos al debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva, consagrados en el artículo 139 inciso 3) de la Constitución (Cfr. STC Nº 03843-2008-PA/TC). Y es que, en lugar de recurrirse al órgano jurisdiccional para solicitar el pago de la citada obligación pecuniaria contraída por su fallecido esposo, de acuerdo con las reglas señaladas en Código Civil, se optó por retenerse de la pensión de la actora los montos adeudados por su finado esposo, de manera que se optó por la autotutela, lo cual resulta inaceptable en términos constitucionales. 11. Tampoco puede soslayarse que las codemandadas no han tomado en cuenta que de acuerdo con el numeral 6 del artículo 648º del Código Procesal Civil, las remuneraciones y pensiones inferiores a 5 unidades de referencia procesal (URPs) son inembargables. 12. En consecuencia, corresponde estimar las pretensiones de la actora al haberse determinado que las demandadas han actuado al margen de la Constitución y la ley. Efectos de la presente sentencia 13. Al haberse determinado que la pensión de la recurrente ha sido objeto de descuentos indebidos, corresponde ordenar el cese de estos así como la restitución y/o devolución de lo indebidamente descontado, más los intereses legales, y condenar a las codemandadas al pago de costos conforme a lo estipulado en el artículo 56º del Código Procesal Constitucional, lo que será determinado en ejecución de sentencia; dejando a salvo el derecho de la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura de iniciar las acciones judiciales correspondientes para el cobro de la deuda contraída por don José Alindor López Alcántara a sus sucesores. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda de autos, en lo que respecta a la afectación de los derechos a la libertad contractual y de acceso al órgano jurisdiccional. 2. Ordenar el cese de los descuentos a la pensión que viene percibiendo la demandante así como la restitución de lo indebidamente descontado conforme a lo señalado en el fundamento 13 de la presente sentencia, con costos. Publíquese y notifíquese MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA W-1133425-20 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 02675-2013-PA/TC ICA APARICIO MEDINA JARA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 18 días del mes de marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez y Calle Hayen, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Aparicio Medina Jara contra la resolución expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, de fojas 76, su fecha 27 de marzo de 2013, que declaró infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 10 de mayo de 2012 el recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), con el objeto de que se declare inaplicable la resolución denegatoria ficta de su solicitud pensionaria del 27 de octubre de 2008, y que, consecuencia, se le otorgue pensión de invalidez vitalicia por enfermedad profesional conforme al Decreto Ley 18846 y a su norma sustitutoria, la Ley 26790. La ONP contesta la demanda señalando que el actor solicitó renta vitalicia por enfermedad profesional en el 2008, que le fue denegada mediante Resolución 3417-2010-DPR.SC/DL 18846, quedando firme administrativamente; mientras que, a su vez, no existe relación de causalidad entre las enfermedades que presenta el demandante con el ambiente en que realizó sus labores. El Tercer Juzgado Civil de Ica, con fecha 15 de noviembre de 2012, declara fundada la demanda, por considerar que el certificado 50020 PROCESOS CONSTITUCIONALES de trabajo y el certificado médico presentados por el demandante son pruebas fehacientes para acreditar la enfermedad profesional que padece. La Sala Superior revisora revoca la apelada y, reformándola, declara infundada la demanda, por estimar que no se existe una relación causa efecto entre las condiciones de trabajo y la enfermedad. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio El objeto de la demanda es que se otorgue al actor una pensión de invalidez vitalicia por enfermedad profesional dentro de los alcances del Decreto Ley 18846 y su norma sustitutoria, la Ley 26790. En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, sobre la base de los alcances del derecho fundamental a la pensión como derecho de configuración legal, este Colegiado delimitó los lineamientos jurídicos que permiten ubicar las pretensiones que, por pertenecer al contenido esencial de dicho derecho o estar directamente relacionadas con él, merecen protección a través del proceso de amparo. Por ello, en el literal b) del mismo fundamento, se precisó que “forma parte del contenido esencial directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión, las disposiciones legales que establecen los requisitos para su obtención”. En consecuencia corresponde analizar si el demandante cumple los presupuestos legales que permitirán determinar si tiene derecho a percibir la pensión que reclama, pues de ser así se estaría verificando la arbitrariedad en el accionar de la entidad demandada. 2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11 de la Constitución) 2.1. Argumentos del demandante Refiere padecer las enfermedades profesionales de neumoconiosis e hipoacusia a consecuencia de las labores que realizó en un centro minero en minas a tajo abierto, habiendo estado expuesto a la contaminación ambiental. 2.2. Argumentos de la demandada Manifiesta que no se ha probado el nexo de causalidad entre las enfermedades que el actor supuestamente padece y las labores que realizó como oficial encargado de la limpieza del Campamento San Juan (sanidad y limpieza), ayudante y electricista, labores que no importan un trabajo directo en las labores propias de la mina. 2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 2.3.1. Mediante el precedente vinculante recaído en el fundamento 14 de la STC 02513-2007-PA/TC, este Tribunal ha ratificado el precedente relativo a la acreditación de la enfermedad profesional, reiterando que únicamente podrá efectuarse mediante un examen o dictamen médico emitido por una Comisión Médica Evaluadora de Incapacidades del Ministerio de Salud, de EsSalud o de una EPS, conforme lo señala el artículo 26 del Decreto Ley 19990. 2.3.2. Se advierte de los actuados que la solicitud pensionaria el 27 de octubre de 2008 (fs. 4 y 5) fue resuelta por la Administración mediante la Resolución 3417-2010-ONP/DPR.SC/DL 18846, del 6 de setiembre de 2010 (folios 41 del expediente administrativo 01800013408), desestimando el pedido por considerar que el certificado médico que se presentó con la mencionada solicitud fue emitido el 27 de abril 2009 (folios 17 del expediente administrativo), concluyendo que la norma aplicable no era el Decreto Ley 18846 sino la Ley 26790. 2.3.3. Con el escrito de demanda el actor adjunta el Certificado de Evaluación Médica de Incapacidad – DS 166-2005-EF, presentado en copia legalizada, de fecha 4 de mayo de 2011, emitido por la Comisión Médica de Incapacidades del Hospital III Regional Honorio Delgado Espinoza – Arequipa de EsSalud, que dictamina el padecimiento de hipoacusia neurosensorial moderada bilateral y silicosis con 68 % de menoscabo global (f. 3), documento médico con el cual se pretende acreditar su incapacidad laboral en el presente proceso de amparo dado que el pronunciamiento administrativo que denegó el pedido del actor solo evaluó la normatividad aplicable. 2.3.4. Resulta pertinente precisar que a efectos de determinar si una enfermedad es producto de la actividad laboral, se requiere de la existencia de una relación causa – efecto entre las condiciones de trabajo y la enfermedad. Por ello este Tribunal ha señalado en la sentencia mencionada (fundamento 26), que en el caso de las “enfermedades profesionales originadas por la exposición a polvos minerales esclerógenos, ha de precisarse su ámbito de aplicación y reiterarse como precedente vinculante que: en el caso de la neumoconiosis (silicosis), la antracosis y la asbestosis, el nexo o relación de causalidad en el caso de los trabajadores mineros que se laboran en minas subterráneas o de tajo abierto, se presume siempre y cuando el demandante haya desempeñado las actividades de trabajo de riesgo señaladas en el anexo 5 del Decreto Supremo Nº 009-97-SA, ya que son enfermedades irreversibles y degenerativas causadas por la exposición a polvos minerales esclerógenos”. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 2.3.5. Asimismo, en la sentencia mencionada precedentemente este Tribunal ha precisado que para establecer si la hipoacusia es de origen ocupacional, es necesario acreditar la relación de causalidad entre las condiciones de trabajo y la enfermedad. Para ello se deberá tener en cuenta las funciones que desempeñaba el demandante, el tiempo transcurrido entre la fecha de cese y la fecha de determinación de la enfermedad, además de las condiciones inherentes al propio lugar de trabajo; ello quiere decir que la relación de causalidad en esta enfermedad no se presume sino que se tiene que probar, dado que la hipoacusia se produce por la exposición repetida y prolongada al ruido. 2.3.6. De la misma forma toda enfermedad distinta a la neumoconiosis, diagnosticada a los trabajadores de minas subterráneas o tajo abierto, deberá relacionarse con las actividades laborales desarrolladas para establecer si existe relación de causalidad entre estas y la enfermedad padecida. 2.3.7. Según se aprecia del certificado de trabajo de fecha 14 de febrero de 2011 (f. 7), el actor laboró para la empresa Marcona Mining Company desde el 1 de febrero de 1966 hasta el 24 de julio de 1975; para la Empresa de Hierro del Perú desde el 25 de julio de 1975 hasta el 31 de diciembre de 1992; y para Shougang Hierro Perú S.A.A. desde 1 de enero de 1993 hasta el 10 de febrero de 2011, desempeñándose como electricista A, en mantenimiento eléctrico. 2.3.8. Sin embargo, aun cuando en el Certificado de Evaluación Médica de Incapacidad – DS 166-2005-EF, presentado en copia legalizada, de fecha 4 de mayo de 2011, emitido por la Comisión Médica de Incapacidades del Hospital III Regional Honorio Delgado Espinoza – Arequipa de EsSalud, se dictamine que el actor padece de las enfermedades de silicosis e hipoacusia neurosensorial moderada bilateral con menoscabo de 68%, no es posible determinar objetivamente el nexo causal, debido a que está acreditado con el certificado de trabajo que el demandante laboró como electricista I en el área de mantenimiento eléctrico, no apareciendo de este documento, ni en la constancia de modalidad de trabajo expedida por su ex empleadora (f. 8), que haya laborado en minas subterráneas o tajo abierto, para que pueda aplicarse la presunción prevista en el precedente vinculante recaído en el fundamento 26 de la STC 02513-2007-PA/TC. 2.3.9. Consecuentemente el demandante no ha acreditado que las enfermedades que padece sean consecuencia de la exposición a factores de riesgo inherentes a su actividad laboral, motivo por el cual la demanda debe ser desestimada. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda porque no se ha acreditado la afectación del derecho a la pensión. Publíquese y notifíquese. SS. VERGARA GOTELLI MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN W-1133425-21 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 01928-2013-PA/TC LIMA PATROCINIO FLORES CONISLLA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 28 días del mes de enero de 2014 del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados Urviola Hani, Mesía Ramírez y Eto Cruz pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Patrocinio Flores Conislla contra la resolución expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 188, su fecha 31 de enero de 2013, que declara improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), con el objeto de que se declare inaplicable la Resolución 590-2008-ONP/DSO.SI/DL 19990, de fecha 23 de junio de 2008, que suspendió el pago de su pensión de jubilación; y que, en consecuencia, se restituya la pensión que se le otorgó mediante Resolución 13509-2004-ONP/ DC/DL 19990, del 24 de febrero de 2004, de conformidad con el Decreto Ley 19990. Sostiene que ha cumplido con los requisitos necesarios para acceder a una pensión de jubilación del referido El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES régimen previsional del Decreto Ley 19990; y que, pese a ello, la entidad demandada le suspendió el goce de la citada pensión sobre la base de indicios o evidencias de falsificación de documentos, sin haberse acreditado dicha situación. Asimismo, solicita el pago de los devengados, intereses legales y costos procesales. La emplazada contesta la demanda alegando que se suspendió la pensión del actor por existir evidencias de información y documentación con indicios de falsedad y adulteración, habiendo adquirido la calidad de cosa decidida la resolución administrativa de suspensión. El Noveno Juzgado Constitucional de Lima, con fecha 30 de noviembre de 2011, declaró fundada la demanda, por estimar que solo puede anularse o suspenderse el pago de la pensión de jubilación mediante sentencia judicial consentida y/o ejecutoriada, lo cual no ha sucedido en el caso de autos. La Sala Superior competente, revocando la apelada, declara improcedente la demanda argumentando que existen vías específicas, igualmente satisfactorias para la protección del derecho constitucional invocado. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio En el presente caso, el recurrente interpone demanda de amparo con el objeto de que se declare inaplicable la Resolución 590-2008-ONP/DSO.SI/DL 19990; y que, en consecuencia, se reactive su pensión de jubilación. Cuestiona la resolución que declara la suspensión de pago, por lo que corresponde evaluar su pretensión. Evaluada la pretensión planteada según lo dispuesto por el fundamento 107 de la STC 00050-2004-AI/TC y otros acumulados, debe recordarse que el derecho a no ser privado arbitrariamente de la pensión constituye un elemento del contenido esencial del derecho a la pensión, el cual encuentra protección a través del proceso de amparo, de conformidad con los supuestos de procedencia establecidos en el fundamento 37.b) de la STC 014172005-PA/TC, por lo que corresponde verificar si se ha respetado el derecho al debido procedimiento administrativo. Por otro lado, considerando que la pensión como derecho fundamental, por su naturaleza, requiere de regulación legal para establecer las condiciones necesarias para su goce, cabe concluir que aquellas limitaciones o restricciones temporales o permanentes a su ejercicio han de estar debidamente sustentadas, a efectos de evitar arbitrariedades en la intervención de este derecho. 2. Sobre afectación del derecho al debido proceso (artículo 139.3 de la Constitución) 2.1. Argumentos del demandante Sostiene que sin motivo legal alguno y con base en simples suposiciones se procedió a suspender su pensión de jubilación, pues nunca se sustentó la aludida adulteración de documentos para lograr el otorgamiento de la pensión de jubilación. 2.2. Argumentos de la demandada Alega que la resolución cuestionada fue expedida con arreglo a ley, en virtud de dispositivos legales que enmarcan la legalidad del acto administrativo, como son: el artículo 32.1 de la Ley 27444, el numeral 14 del artículo 3 de la Ley 28532 y el artículo 3 del Decreto Supremo 063-2007-EF. 2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional Suspensión de la pensión de jubilación 2.3.1. Cuando la causa de suspensión del pago de la pensión estuviera referida a documentos que sustentan aportaciones al régimen del Decreto Ley 19990, la Administración deberá respetar las normas que regulan el Procedimiento Administrativo General, para ejercer la facultad de fiscalización posterior y, de ser el caso, cuestionar su validez. 2.3.2. A este respecto, el artículo 32.3 de la Ley 27444 expresa que: “En caso de comprobar fraude o falsedad en la declaración, información o en la documentación presentada por el administrado, la entidad considerará no satisfecha la exigencia respectiva para todos sus efectos [...]”, debiendo iniciarse el trámite correspondiente para la declaración de su nulidad y determinación de las responsabilidades correspondientes. 2.3.3. Obviamente, la consecuencia inmediata y lógica, previa a la declaración de nulidad del acto administrativo, es la suspensión de sus efectos, dado que sería ilógico aceptar que pese a comprobar la existencia de ilícito o fraude en la obtención de un derecho, la Administración está obligada a mantenerlo hasta que se declare su nulidad. 2.3.4. Así, en materia previsional se deberá proceder a suspender el pago de las pensiones obtenidas fraudulentamente, pues su continuación supondría poner en riesgo el equilibrio económico del Sistema Nacional de Pensiones y el incumplimiento de la obligación de velar por la intangibilidad de los fondos de la seguridad social. Ello sin dejar de recordar que, conforme a las normas que regulan el Procedimiento Administrativo General que se ha referido, procederá a condición de que la ONP compruebe la ilegalidad de la documentación presentada por el pensionista, 50021 luego de lo cual asume la carga de realizar las acciones tendentes a declarar la nulidad de la resolución administrativa que reconoció un derecho fundado en documentos fraudulentos. 2.3.5. Cabe señalar que el artículo 3.14 de la Ley 28532 ha establecido, como obligación de la ONP, la facultad de efectuar acciones de fiscalización necesarias, con relación a los derechos pensionarios en los sistemas a su cargo, para garantizar su otorgamiento conforme a ley. A su vez, el artículo 32.1 de la Ley 27444 establece que por la fiscalización posterior, la entidad ante la que se realiza un procedimiento de aprobación automática o evaluación previa queda obligada a verificar de oficio, mediante el sistema de muestreo, la autenticidad de las declaraciones, de los documentos, de las informaciones y de las traducciones proporcionadas por el administrado. Por tanto, la ONP está obligada a investigar, debidamente, en caso de que encuentre indicios razonables de acceso ilegal a la prestación pensionaria, a fin de determinar o comprobar si, efectivamente, existió fraude para acceder a esta, e iniciar las acciones legales correspondientes. 2.3.6. Siendo así, si la ONP decide suspender el pago de la pensión, la resolución administrativa que al efecto se expida, debe establecer con certeza que uno o más documentos que sustentan el derecho a la pensión son fraudulentos o contienen datos inexactos; además, y en vista de la gravedad de la medida, toda vez que deja sin sustento económico al pensionista, debe cumplirse la obligación de fundamentar debida y suficientemente la decisión, dado que carecerá de validez en caso de que la motivación sea insuficiente o esté sustentada en términos genéricos o vagos. Y ello es así porque la motivación de los actos administrativos, más aún de aquellos que extinguen o modifican una relación jurídica previsional (caducidad y suspensión) es una obligación de la Administración y un derecho del administrado, incluso considerando la motivación por remisión a informes u otros, caso en el cual la ONP está en la obligación de presentarlos para sustentar su decisión y poder efectuar el control constitucional de su actuación. 2.3.7. Asimismo, el artículo segundo de la reciente Ley 29711 y su reglamento, aprobado por Decreto Supremo 92-2012-EF, prescribe que la ONP, en todos los casos “que compruebe que existe falsedad, adulteración y/o irregularidad en la documentación y/o información a través de la cual se ha reconocido derechos pensionarios, ésta queda facultada para suspender los efectos de los actos administrativos que los sustentan, sin perjuicio de las acciones que la Administración pudiera implementar en observancia de lo establecido en el artículo 32 de la Ley 27444 Ley del Procedimiento Administrativo General”. 2.3.8. En el caso de autos, mediante la Resolución 135092004-ONP/DC/DL 19990, del 24 de febrero de 2004 (f. 3), se le otorgó pensión de jubilación al actor, a partir del 14 de mayo de 1997, reconociéndole 32 años de aportaciones, mientras que por Resolución 590-2008-ONP/DSO.SI/DL 19990 (f. 9), la ONP suspendió el pago de ésta a partir de agosto de 2008. 2.3.9. La Administración sustenta la cuestionada resolución en la aplicación del privilegio de controles posteriores contemplado en el numeral 1.16 del artículo IV del Título Preliminar de la Ley 27444 y de la fiscalización posterior consignada en el artículo 32.1, de la misma ley, del Procedimiento Administrativo General, indicando que en el Informe 003-2008-DSO.SI/ONP (f. 94) la Subdirección de Inspección y Control comunicó a la Dirección de Servicios Operativos que de las investigaciones y verificaciones realizadas en los expedientes administrativos de las personas mencionadas en el Anexo Nº 1 de la resolución de vista, se ha podido concluir que existen suficientes indicios razonables de irregularidad en la información y/o documentación presentada con el fin de obtener pensión de jubilación. 2.3.10. Efectivamente, se advierte del Informe de fecha 15 de noviembre de 2011 (f. 161) y el Informe Grafotécnico 886-2009SAACI/ONP (f. 69), de fecha 7 de enero de 2009, que obran en el Expediente Administrativo 01800016804; que del análisis comparativo de las Liquidaciones de Beneficios Sociales y el Recibo de Indemnización 410 atribuidos a los ex empleadores Aurelio Montoya Macedo – María Rosa Macedo de Camino y otros, Negociación Agrícola Cascajal S.A. y Cooperativa Agraria de Producción La Unión Ltda. Nº 238, insertos en otros expedientes administrativos, se concluye que dichos documentos tienen coincidencias tipográficas en cuanto a su diseño, calibre, interlineado y defectos de impresión, permitiendo establecer que la mencionada documentación atribuida a diferentes empleadores corresponde a un mismo origen, constituyendo uniprocedencia mecanográfica por haber sido elaborada en una misma máquina de escribir; en consecuencia, reviste la calidad de fraudulenta. 2.3.11 Por consiguiente, la suspensión de la pensión del recurrente se justifica en la existencia de indicios razonables de adulteración de la documentación que sustenta su derecho. Ello configura una medida razonable mediante la cual la administración garantiza que las prestaciones se otorguen de acuerdo a ley. En consecuencia, la administración no ha cometido un acto arbitrario mediante el cual vulnere el derecho a la pensión del demandante; por el contrario, ha ejercido de manera legítima su facultad de fiscalización. 2.3.12. Siendo así, este Tribunal considera correcta la medida de suspensión del pago de la pensión del demandante mientras se realicen las investigaciones correspondientes, por lo que corresponde desestimar la demanda. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. PROCESOS CONSTITUCIONALES 50022 HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado la vulneración del derecho a la pensión del recurrente. SS. URVIOLA HANI MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ W-1133425-22 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 01160-2013-PA/TC HUAURA ZENAIDO ZÚÑIGA AYALA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 28 días del mes de enero de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Calle Hayen y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11 de la Constitución) 2.1. Argumentos del demandante Sostiene haber laborado desde el 8 de abril de 1948 hasta el 1 de febrero de 1998, por 49 años, y haber aportado al FEJEP, antes del 1 de mayo de 1973, por más de 15 años en la condición de empleado; que sólo se le ha reconocido 35 años de aportaciones y que al no haber optado por acogerse al Decreto Ley 17262, fue incorporado al Decreto Ley 19990, correspondiéndole la bonificación complementaria del 20% establecida en la Decimocuarta Disposición Transitoria del Decreto Ley 19990. Asimismo, sostiene que para el cálculo de su remuneración de referencia no se ha tomado en cuenta sus gratificaciones ordinarias de julio y diciembre, razones todas por las que considera que se está vulnerando su derecho a la pensión. 2.2. Argumentos de la demandada Alega que no es posible reconocer más años de aportes al actor, pues los trabajadores empleados comenzaron a cotizar para un sistema de jubilación a cargo del Estado a partir del 1 de octubre de 1962 y los años de aportación que se pretenden acreditar son anteriores a la referida fecha. Agrega que no le corresponde la bonificación complementaria por no haber acreditado haber pertenecido al FEJEP. 2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Zenaido Zúñiga Ayala contra la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, de fojas 190, su fecha 29 de enero de 2013, que declaró improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), con el objeto que se declare inaplicable la Resolución 4154-2004-ONP/DC/DL 19990 en cuanto le reconoce 35 años de aportes; y que, en consecuencia, se reajuste su pensión de jubilación previo reconocimiento de 49 años de aportación, y se le otorgue como ex trabajador del Fondo Especial de Jubilación de Empleados Particulares (FEJEP) la bonificación complementaria del 20% establecida en la Decimocuarta Disposición Transitoria del Decreto Ley 19990. Asimismo, solicita que el nuevo cálculo de su pensión tome en consideración sus gratificaciones ordinarias de julio y diciembre, y que se le pague los devengados, los intereses legales, los costos y las costas del proceso. Sostiene haber aportado al FEJEP por más de 15 años en la condición de empleado y antes del 1 de mayo de 1973, y que al no haber optado por acogerse al Decreto Ley 17262, fue incorporado al Decreto Ley 19990, correspondiéndole la bonificación solicitada. La ONP deduce la excepción de incompetencia territorial y contestando la demanda alega que no es posible reconocer más años de aportación al actor, pues los trabajadores empleados comenzaron a cotizar para un sistema de jubilación a cargo del Estado a partir del 1 de octubre de 1962 y los años de aportación cuyo reconocimiento se pretende son anteriores, y que al accionante no le corresponde la bonificación complementaria porque no acredita haber pertenecido al FEJEP. El Segundo Juzgado Civil de Barranca, con fecha 2 de marzo de 2012, declara infundada la excepción de incompetencia, y con fecha 20 de setiembre de 2012 declara infundada la demanda, por considerar que no es posible reajustar la pensión reconociendo más años de aportes, por cuanto la fecha de inicio de la cotización pensionaria de los trabajadores empleados fue a partir del 1 de octubre de 1962, y porque ya viene percibiendo la pensión máxima del Sistema Nacional de Pensiones (SNP). La Sala Superior competente revoca la apelada y, reformándola, declara improcedente la demanda, por estimar que el accionante percibe un monto mayor al mínimo vital, por lo que no se afecta el contenido constitucionalmente del derecho a la pensión. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio El objeto de la demanda es que se reajuste la pensión de jubilación del actor, previo reconocimiento de 49 años de aportación, y que se aplique la bonificación complementaria del 20% establecida en la Decimocuarta Disposición Transitoria del Decreto Ley 19990. Asimismo, el actor solicita que para establecer la remuneración de referencia se tome en consideración sus gratificaciones ordinarias de julio y diciembre. Además, pide el pago de los devengados, los intereses legales, los costos y las costas del proceso. En atención a los criterios de procedencia establecidos en el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante, este Colegiado estima que, en el presente caso, aun cuando la demanda cuestiona la suma específica de la pensión que percibe la parte demandante, resulta procedente efectuar su verificación a fin de evitar consecuencias irreparables, pues el actor padece de enfermedad pulmonar intersticial difusa (f. 140). 2.3.1. Este Tribunal en el fundamento 26 de la STC 047622007-PA/TC así como en su resolución aclaratoria, ha establecido como precedente vinculante las reglas para acreditar periodos de aportaciones en el proceso de amparo, detallando los documentos idóneos para tal fin. 2.3.2. Asimismo, respecto al reconocimiento de las aportaciones de los empleados particulares, este Tribunal, en la STC 6120-2009PA/TC, señala que desde una visión de la seguridad social como derecho fundamental y en aplicación de sus principios rectores como la universalidad, la solidaridad y la progresividad, entre otros, no resulta constitucionalmente legítimo denegar el acceso a la pensión, desconociendo aportes que en su momento efectuaron los trabajadores, los empleadores y el Estado, este último como obligado a brindar las prestaciones previsionales derivadas de la edad, desocupación, enfermedad y muerte según la carta constitucional de 1933; más aún cuando la posición del trabajador como destinatario del derecho a la pensión se ha consolidado en las Constituciones de 1979 y 1993, como se advierte del tratamiento jurisprudencial que este Colegiado le ha dado al derecho a la pensión y a la seguridad social. Así, en principio, no existe un fin determinado respecto al destino del aporte, y por ello no se puede establecer una circunstancia particular como condición para la obtención del beneficio; por tanto, no cabe establecer una relación directa entre aporte y prestación, pues la idea de establecer un límite al aporte realizado solo porque al iniciarse la protección de necesidades sociales su finalidad era la implementación de la protección sanitaria debe ser entendida en el contexto inicial y embrionario de esta institución. Sin embargo, hoy, al haberse producido la consolidación de la seguridad social, ampliándose inclusive la base del aseguramiento en respeto al principio de universalidad y en atención a los principios de progresividad y no regresividad que regulan los derechos sociales, resulta irrazonable aceptar la postura que la ONP ha mantenido y mantiene como la que se aprecia en el presente caso. 2.3.3. En el presente caso, de la Resolución 4154-2004ONP/DC/DL 19990, de fecha 13 de enero de 2004 (fs. 5 y 6), se advierte que se ha otorgado al accionante pensión de jubilación por mandato judicial, infiriéndose de la Resolución 36647-98-ONP/DC y de la hoja de liquidación D.L. 19990 (fs. 3 y 4), que originalmente se aplicó el Decreto Ley 25967 a su pensión, lo cual fue corregido mediante un primigenio proceso constitucional, pero manteniéndose los 35 años completos de aportaciones al SNP; y de acuerdo con la contestación de la demanda (f. 44), no se le reconoció el periodo anterior al 1 de octubre de 1962, sosteniéndose que los trabajadores empleados comenzaron a cotizar para un sistema de jubilación a cargo del Estado a partir de la referida fecha. 2.3.4. Con la demanda el accionante ha presentado el original del certificado de trabajo que consigna que laboró en Agro Industrial Paramonga S.A. (f. 10) y el original de la declaración jurada, que contiene las remuneraciones percibidas por el actor desde febrero de 1997 a enero de 1998 (f. 11), ambos documentos del 16 de noviembre de 2011; y las copias simples de la compensación por tiempo de servicios y de la liquidación de adeudos laborales y otros beneficios y copia legalizada de la indemnización por tiempo de servicios (fs. 12, 13 y 14) de la indicada ex empleadora. Asimismo, de la revisión del expediente administrativo 12100012398 (fs. 63 a 136), se advierte que obran, en copia fedateada, el certificado de trabajo del 4 de febrero de 1998 (f. 88), la compensación por tiempo de servicios y la liquidación de adeudos y otros beneficios del 31 de enero de 1998 (fs. 89 y 90), emitidas por Agro Industrial Paramonga S.A., y presentadas por el actor en el procedimiento administrativo por el cual se le otorgó inicialmente su pensión de jubilación mediante Resolución 36647-98-ONP/DC, en el que se consigna, al igual que en la documentación aparejada al escrito de demanda, que el actor laboró desde el 8 de abril de 1948 hasta el 1 de febrero de 1998. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES 2.3.5. Asimismo, se observa de la copia fedateada del cuadro de aportaciones por empleador del 25 de marzo de 1998 (f. 52), que en el rubro observaciones se consigna que “el asegurado laboró como obrero del 08.04.48 al 14.05.57 y como empleado del 15.01.57 al 31.01.98. Aportes como empleado contados a partir del 01.10.62 fecha desde que los empleados aportan al SNP” (sic), evidenciándose que la ONP, a pesar de constatar la generación de aportes en la relación laboral con Agro Industrial Paramonga S.A. no reconoció la totalidad de aportaciones bajo el argumento mencionado, lo cual –a partir de lo expresado en el fundamento 2.3.2.supra–, constituye un accionar arbitrario de la entidad previsional; más aún cuando se expidió la Resolución 4154-2004ONP/DC/DL 19990, que si bien fue en cumplimiento de un mandato judicial, no corrigió lo referido al reconocimiento de aportaciones, manteniéndose en consecuencia la arbitrariedad configurada ab initio. 2.3.6. En consecuencia, al haber comprobado la relación laboral en los términos descritos, se han generado aportes al SNP, por lo que la ONP debe reconocer las aportaciones adicionales a las verificadas administrativamente durante el 8 de abril de 1948 hasta el 1 de octubre de 1962, que en caso concreto y conforme a lo pretendido por el actor son 49 años de aportaciones. 2.3.7. En cuanto al cálculo de la remuneración asegurable, incluyendo sus gratificaciones ordinarias de julio y diciembre, se advierte de la Hoja de Liquidación (f. 112), así como del original de la Declaración Jurada emitida por su empleador (f. 11), que efectivamente no se han considerado dichos montos, por lo que conforme a los artículos 8 y 9 del Decreto Ley 19990, el reajuste de la pensión de jubilación debe establecerse en atención a la remuneración asegurable, incluyendo el concepto de gratificaciones ordinarias. 2.3.8. De otro lado, sobre la bonificación complementaria del 20%, debe recordarse que la Decimocuarta Disposición Transitoria del Decreto Ley 19990 establece que los empleados comprendidos en el FEJEP, que al 1 de mayo de 1973 se hubiesen encontrado en actividad, hubieran aportado por lo menos durante 10 años y hubiesen quedado incorporados al SNP, por no haber optado por permanecer en el régimen del FEJEP, tendrán derecho, además de la pensión liquidada conforme al Decreto Ley 19990, a una bonificación complementaria equivalente al veinte por ciento (20%) de la remuneración de referencia, si al momento de solicitar su pensión de jubilación acreditan, al menos, 25 años de servicios, y la pensión no podrá exceder del monto máximo a que se refiere el artículo 78. 2.3.9. Al respecto se advierte que el demandante estuvo comprendido en el FEJEP, al haberse encontrado laborando como empleado (f. 112), y contar con más de 10 años de servicios al 1 de mayo de 1973, quedando automáticamente incorporado al SNP al no haber optado por permanecer en el régimen del FEJEP; acreditando, además, tener 49 años de servicios al momento en que solicitó su pensión de jubilación. En consecuencia, reuniendo los requisitos indicados, le corresponde la bonificación solicitada. 2.3.10.Por consiguiente, advirtiéndose la afectación de los derechos del actor, corresponde estimar la demanda. 2.3.11.En cuanto al pago de los reintegros, debe ordenarse su pago, descontándose la diferencia de las pensiones ya percibidas desde la fecha de pago, si fuera el caso. 2.3.12.Respecto a los intereses legales, en la STC 054302006-PA/TC este Colegiado ha establecido que deben ser pagados de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 1246 del Código Civil. 2.3.13. En lo que se refiere al pago de los costos procesales, corresponde que estos sean abonados conforme al artículo 56 del Código Procesal Constitucional, declarando improcedente el pago de las costas. 3. Efectos de la sentencia En consecuencia, de conformidad con el artículo 55 del Código Procesal Constitucional se debe ordenar, de conformidad con la STC 05430-2006-PA/TC, el pago de los reintegros de pensiones, de los intereses legales de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 1246 del Código Civil; correspondiendo, de acuerdo con el artículo 56 del Código Procesal Constitucional, ordenar el pago de los costos procesales y declarar improcedente el pago de las costas del proceso. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA, en parte, la demanda por haberse acreditado la vulneración del derecho a la pensión; en consecuencia, NULA la Resolución 4154-2004-ONP/DC/DL 19990. 2. Reponiendo las cosas al estado anterior de la vulneración del derecho, ordena a la ONP que expida nueva resolución administrativa reconociendo al actor un total de 49 años de aportes al Sistema Nacional de Pensiones, conforme a los fundamentos de la presente sentencia; así como el pago de la bonificación establecida por la Decimocuarta Disposición Transitoria del Decreto Ley 19990; debiéndose abonar los reintegros de pensiones con 50023 arreglo a ley, los intereses legales a que hubiere lugar, así como los costos procesales. 3. Declarar IMPROCEDENTE el pago de las costas. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN ETO CRUZ W-1133425-23 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 03363-2013-PA/TC CAJAMARCA ANTONIO MELITON CASTRO MURGA Y OTROS SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 28 días del mes de enero de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Urviola Hani, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia ASUNTO Recurso de agravio constitucional a favor del cumplimiento de una sentencia del Poder Judicial interpuesto por don Antonio Melitón Castro Murga y otros contra la resolución de fecha 30 de mayo de 2012, de fojas 346, expedida por la Sala Especializada Civil de Cajamarca que resuelve tener por cumplido el mandato de la sentencia constitucional. ANTECEDENTES Con fecha 4 de diciembre de 2009 don Antonio Melitón Castro Murga y otros interpusieron demanda de amparo contra la Asociación Regional de Cesantes y Jubilados de Educación de Cajamarca-ARCYJEC, solicitando -entre otras pretensiones- que se deje sin efecto la Resolución Nº 001-2009-CD-ARCYJEC, que los excluye de la Asociación, y que se ordene sus reposiciones a la ARCYJEC. Sostenían que la sanción de exclusión de la Asociación fue llevada a cabo vulnerando el derecho al debido proceso y lo consignado en el estatuto, pues se les sancionó por faltas sobre las cuales no tenían conocimiento. La Sala Especializada en lo Civil de Cajamarca, con sentencia de fecha 7 de octubre de 2010 (Exp. Nº 2179-2009), declaró fundada la demanda de amparo disponiendo que se dejen sin efecto las resoluciones administrativas que excluyeron a los demandantes del seno de la Asociación y se los reponga como asociados de la ARCYJEC, hasta que la Asamblea General de Base Regional resuelva la propuesta de exclusión de socios de la Comisión Especial Investigadora, por considerar que la sanción de exclusión fue impuesta por acuerdo del Consejo Directivo y ejecutada por la Presidencia de la asociación, pese a que dicha atribución es de la Asamblea General, por lo que se ha violentado el principio del juez natural. Mediante sendas cartas notariales de fechas 8 de agosto de 2011, la ARCYJEC comunica a los recurrentes que quedan reincorporados a la asociación citándolos a Asamblea General para el día 26 de agosto de 2011. Posteriormente, y en un momento coetáneo, la ARCYJEC expide la Resolución Nº 0012011-CD-ARCYJEC, de fecha 24 de agosto de 2011, que resuelve ratificar la reincorporación de los recurrentes y desestima el pedido de reprogramar la Asamblea General convocada. Ya en fecha 26 de agosto de 2011 se lleva a cabo la Asamblea General, en la cual se resuelve separar definitivamente de la ARCYJEC a los recurrentes. Con escrito de fecha 16 de setiembre de 2011, presentado en fase de ejecución de sentencia, los recurrentes solicitan la ejecución de la sentencia constitucional emitida, alegando que no se ha emitido una resolución formalizando su reincorporación como asociados, por lo que aún no se les considera reincorporados en la ARCYJEC, y no se ha dado cumplimiento a la sentencia. El Segundo Juzgado Civil de Cajamarca, con resolución de fecha 28 de noviembre de 2012, resuelve tener por ejecutada la sentencia constitucional, por considerar que la ARCYJEC ha cumplido cabalmente con el mandato de la sentencia constitucional, reincorporando a los recurrentes en el seno de la asociación con pleno ejercicio de sus derechos legales y constitucionales. La Sala Especializada Civil de Cajamarca, con resolución de fecha 30 de mayo de 2012, resuelve tener por ejecutada la sentencia constitucional, por estimar que se ha cumplido con reponer las cosas al estado anterior a la vulneración de los derechos constitucionales de los recurrentes, más aún si dos de ellos han tenido participación con voz y voto en la Asamblea General. 50024 PROCESOS CONSTITUCIONALES FUNDAMENTOS §1. Delimitación del petitorio 1. El recurso de agravio constitucional (RAC) interpuesto por don Antonio Melitón Castro Murga y otros tiene por objeto que se ejecute en sus propios términos la sentencia constitucional de fecha 7 de octubre de 2010, expedida por la Sala Especializada en lo Civil de Cajamarca (Exp. Nº 2179-2009), que ordenó sus reposiciones como asociados de la ARCYJEC. En suma, el presente RAC tiene por objeto discutir si se ha ejecutado la sentencia constitucional emitida. §2. Cuestión procesal previa. La competencia del Tribunal Constitucional para resolver el recurso de agravio constitucional a favor del cumplimiento de sentencias expedidas por el Poder Judicial 2. Este Colegiado, mediante resolución de fecha 2 de octubre del 2007 recaída en el Expediente Nº 0168-2007-Q/TC, estableció la procedencia del recurso de agravio constitucional a favor del cumplimiento de las sentencias emitidas por el Tribunal Constitucional, precisando que “el recurso de agravio a favor del cumplimiento de las sentencias del Tribunal Constitucional tiene como finalidad restablecer el orden jurídico constitucional, el mismo que ha sido preservado mediante sentencia estimatoria del Tribunal en el trámite de un proceso constitucional” (fundamento 8). Actualmente, dicho criterio ha sido complementado y en parte modificado por la sentencia recaída en el Expediente Nº 000420009-PA/TC. 3. Criterio similar al establecido en el Expediente Nº 01682007-Q/TC fue incorporado mediante resolución de fecha 14 de octubre del 2008, recaída en el Expediente Nº 0201-2007-Q/TC, a través del cual este mismo Colegiado estableció la procedencia del recurso de agravio constitucional a favor del cumplimiento de las sentencias emitidas por el Poder Judicial argumentando que “la procedencia excepcional del RAC en este supuesto tiene por finalidad restablecer el orden jurídico constitucional, correspondiendo al Tribunal valorar el grado de incumplimiento de las sentencias estimatorias expedidas por el Poder Judicial cuando éste no cumple dicha función, devolviendo lo actuado para que la instancia correspondiente dé estricto cumplimiento a lo declarado por el Tribunal” (fundamento 10). 4. Por lo expuesto, este Colegiado tiene competencia para pronunciarse, vía recurso de agravio constitucional, respecto al fiel cumplimiento y/o incumplimiento de la sentencia constitucional dictada por la por la Sala Especializada en lo Civil de Cajamarca (Exp. Nº 2179-2009). La razón de ello, estriba en que el incumplimiento en sus propios términos de una sentencia, sea ésta dictada por el Poder Judicial o por el propio Tribunal Constitucional, acarrea en la práctica una denegatoria (desestimación) de lo pretendido en la demanda, de allí su conformidad con lo dispuesto en el inciso 2) del artículo 202° de la Constitución Política del Perú y con el artículo 18° del Código Procesal Constitucional. §3. Sobre la vulneración del derecho a que se respete una resolución que ha adquirido la calidad de cosa juzgada; ¿se ha ejecutado la sentencia constitucional? 3.1. Argumentos de los demandantes 5. Alegan los recurrentes que no se ha dado cumplimiento a la sentencia constitucional, puesto que no se ha emitido una resolución formalizando la reincorporación de los recurrentes como asociados de la ARCYJEC. 3.2. Argumentos del demandado 6. No obra alegación alguna del demandado en relación al pedido de ejecución de sentencia. 3.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 7. Este Colegiado ha precisado en forma reiterada que “mediante el derecho a que se respete una resolución que ha adquirido la autoridad de cosa juzgada se garantiza el derecho de todo justiciable, en primer lugar, a que las resoluciones que hayan puesto fin al proceso judicial no puedan ser recurridas mediante medios impugnatorios, ya sea porque estos han sido agotados o porque ha transcurrido el plazo para impugnarla; y, en segundo lugar, a que el contenido de las resoluciones que hayan adquirido tal condición, no pueda ser dejado sin efecto ni modificado, sea por actos de otros poderes públicos, de terceros o, incluso, de los mismos órganos jurisdiccionales que resolvieron el caso en el que se dictó” (Cfr. STC Nº 4587-2004-AA/TC, fundamento 38). 8. Del mismo modo, ha establecido que “(...) el respeto de la cosa juzgada (…) impide que lo resuelto pueda desconocerse por medio de una resolución posterior, aunque quienes lo hubieran dictado entendieran que la decisión inicial no se ajustaba a la legalidad aplicable, sino tampoco por cualquier otra autoridad judicial, aunque ésta fuera de una instancia superior, precisamente, porque habiendo adquirido el carácter de firme, cualquier clase de alteración importaría una afectación del núcleo esencial del derecho” (Cfr. STC Nº 0818-2000-AA/TC, fundamento 4). 9. Conforme es posible apreciar a fojas 199-203, donde obra la sentencia constitucional expedida por el Poder Judicial que tiene El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 autoridad de cosa juzgada, los recurrentes fueron vencedores en el proceso de amparo seguido en contra de la ARCYJEC (Exp. Nº 2179-2009), proceso en el cual se dispuso dejar sin efecto las resoluciones administrativas que los excluyeron del seno de la Asociación y se ordenó reponerlos como asociados de la ARCYJEC, hasta que la Asamblea General de Base Regional resuelva la propuesta de exclusión de socios de la Comisión Especial Investigadora. 10. Ya en fase de ejecución de sentencia, y a fin de dar cumplimiento a lo ordenado en el proceso de amparo, mediante cartas notariales de fecha 8 de agosto de 2011 la ARCYJEC comunica a los recurrentes que quedan reincorporados a la asociación, citándolos a Asamblea General para el día 26 de agosto de 2011 (fojas 269-273). Posteriormente, y en un momento coetáneo, la ARCYJEC expidió la Resolución Nº 001-2011-CDARCYJEC, de fecha 24 de agosto de 2011, que resolvió ratificar la reincorporación de los recurrentes y desestimó el pedido de reprogramar la Asamblea General convocada (fojas 274-275). Ya con fecha 26 de agosto de 2011 la ARCYJEC lleva a cabo la Asamblea General, en la cual se resolvió separar definitivamente a los recurrentes (fojas 280-284). 11. De este modo, sucedidos así los actos procesales, a este Colegiado no le queda duda alguna que la sentencia constitucional de fecha 7 de octubre de 2010 ha sido ejecutada en sus propios términos, toda vez que los recurrentes fueron reincorporados como asociados de la ARCYJEC, y luego de ello fueron sometidos a Asamblea General para que se decidiera las imputaciones que recaían sobre ellos. 12. Por lo expuesto, este Colegiado declara que, en el presente caso, no se ha vulnerado el derecho a que se respete una resolución que ha adquirido la calidad de cosa juzgada de la recurrente, reconocido en el artículo 139º de la Constitución Política del Perú. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO Declarar INFUNDADO el recurso de agravio constitucional a favor del cumplimiento de una sentencia emitida por el Poder Judicial. Publíquese y notifíquese. SS. URVIOLA HANI MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ W-1133425-24 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 06104-2013-PA/TC AYACUCHO ELISA YARIN CONGA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 18 días del mes de marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez y Calle Hayen, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Elisa Yarin Conga contra la resolución expedida por la Sala Civil de Huamanga de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, de fojas 49, su fecha 23 de julio de 2013, que declaró improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 24 de enero de 2013, la recurrente interpone demanda de amparo contra la Dirección Regional de Educación de Ayacucho, con el objeto de que se deje sin efecto la Resolución Directoral Regional 1398, de fecha 28 de mayo de 2012, que le deniega su solicitud pensionaria, y la Resolución Ejecutiva Regional 1226-2012-GRA/PRES, de 18 de diciembre de 2012, que declara infundado el recurso de apelación; y que, en consecuencia, se le otorgue una pensión de orfandad, por ser hija soltera mayor de edad. Señala que le corresponde la pensión de viudez a partir de la muerte de su señora madre, doña Andrea Conga viuda de Yarín, quien venía gozando de una pensión de viudez hasta su fallecimiento ocurrido el 5 de enero de 2012. El Juzgado Especializado en Derecho Constitucional de Huamanga, con fecha 11 de marzo de 2013, declara improcedente la demanda, por estimar que según el artículo 34, inciso c) del Decreto Ley 20530, a la recurrente no le asiste el derecho a percibir El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES pensión de orfandad, por cuanto la pensión de viudez excluye la anterior. La Sala Superior revisora confirma la apelada por considerar que la demandante no cumple con los requisitos legales para percibir la pensión de orfandad que solicita. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio El objeto de la demanda es que se otorgue a la recurrente pensión de orfandad como hija soltera mayor de edad bajo los alcances del Decreto Ley 20530. En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, publicada en el diario oficial El Peruano el 12 de julio de 2005, este Tribunal ha señalado que aun cuando, prima facie, las pensiones de viudez, orfandad y ascendientes no forman parte del contenido esencial del derecho fundamental a la pensión, el acceso a las prestaciones pensionarias sí forma parte de él y por ello son susceptibles de protección a través del amparo los supuestos en que se deniegue una pensión de sobrevivencia, a pesar de cumplirse los requisitos legales. En consecuencia, al verificarse que la pretensión está comprendida en el supuesto previsto en fundamento 37.d) de la citada sentencia, corresponde analizar el fondo de la cuestión controvertida. 2. Consideraciones previas La demanda de autos ha sido rechazada liminarmente, aduciéndose que a la actora no le asiste el derecho para percibir pensión de orfandad, por cuanto la pensión de viudez la excluye. Habiéndose puesto en conocimiento de la emplazada el recurso de apelación interpuesto contra la resolución que rechazó liminarmente la demanda (f. 34), conforme lo dispone el artículo 47 del Código Procesal Constitucional, y en atención a los principios de economía y celeridad procesal, se procederá a analizar el fondo de la cuestión controvertida, pues se encuentra garantizado su derecho de defensa, todo ello en tanto y en cuanto, tal como se ha mencionado, de conformidad con lo establecido en el fundamento 37.d de la STC 1417-2005-PA/TC, la pretensión a pesar de no formar parte del contenido esencial del derecho a la pensión puede ser revisada a través del amparo dado que se encuentra en juego el acceso a una pensión de orfandad. 3. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11 de la Constitución) 50025 carezcan de renta afecta, y no estén amparadas por algún sistema de seguridad social. La pensión de viudez excluye este derecho”. 3.2.4. Posteriormente, mediante Ley 28449, publicada en el diario oficial El Peruano 30 de diciembre de 2004, se modificó el citado artículo 34 del Decreto Ley 20530, en los términos siguientes: “Artículo 34.- Solamente tienen derecho a pensión de orfandad los hijos menores de dieciocho (18) años del trabajador con derecho a pensión o del titular de la pensión de cesantía o invalidez que hubiera fallecido. Cumplida esta edad, subsiste la pensión de orfandad únicamente en los siguientes casos: (…) b) Para los hijos mayores de dieciocho (18) años cuando adolecen de incapacidad absoluta para el trabajo desde su minoría de edad o cuando la incapacidad que se manifieste en la mayoría de edad tenga su origen en la etapa anterior a ella. En este caso tendrán derecho, además de la pensión de orfandad, al pago de una bonificación mensual cuyo monto será igual a una remuneración mínima vital. La declaración de incapacidad absoluta requiere de un dictamen previo y favorable de una Comisión Médica del Seguro Social de Salud, ESSALUD, o del Ministerio de Salud. (...)” 3.2.5. En el presente caso, para resolver la demanda de autos, resulta necesario tener en cuenta dos hechos relevantes: a) conforme se advierte del Acta de Defunción (f. 6), con fecha 25 de febrero de 1971 falleció don Adrián Casimiro Yarin Soto quien fuera padre de la demandante, lo que generó que se otorgará pensión de viudez a doña Andrea Conga Gallardo; b) según el Acta de Defunción (f. 5), con fecha 5 de enero de 2012 ocurrió el deceso de la referida madre de la accionante. 3.2.6. A tenor de lo consignado en los fundamentos precedentes, cabe concluir que a la fecha de ocurrido el deceso de la madre de la accionante ya no se encontraba vigente el inciso c) del artículo 34 del Decreto Ley 20530, por cuanto al 5 de enero de 2012 ya se encontraba en vigor la modificatoria establecida por la Ley 28449, conforme se glosa en el fundamento 3.2.4.supra. 3.2.7. Asimismo, este Colegiado considera conveniente precisar que si bien la actora pretende el acceso a una modalidad pensionaria que ya no está prevista dentro del ordenamiento jurídico, se evalúa el acceso a una pensión de orfandad conforme a la normativa pensionaria vigente del Decreto Ley 20530, verificando que la actora no cumple con los requisitos previstos legalmente. 3.2.8. En consecuencia, no advirtiéndose que las resoluciones administrativas hayan sido dictadas de manera arbitraria, debe desestimarse la demanda. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. 3.1. Argumentos de la demandante HA RESUELTO Sostiene que a partir de la muerte de su madre, en su condición de hija soltera mayor de edad, le corresponde percibir una pensión por orfandad. 3.2. Consideraciones del Tribunal Constitucional 3.2.1. En la STC 0050-2004-AI/TC, 0051-2004-AI/TC, 00042005-AI/TC, 0007-2005-AI/TC y 0009-2005-AI/TC (acumulados), al desarrollar el criterio de dependencia económica para la obtención de una pensión de sobrevivencia, se ha señalado que el sustento de este tipo de pensiones “Debe ser concebida como una garantía para velar por el mantenimiento de una vida acorde con el principio de dignidad de aquellos que, en razón de un vínculo familiar directo, dependían económicamente de parte de dicha pensión, es decir, como una garantía derivada del reconocimiento de la familia como instituto fundamental de la sociedad (artículo 4 de la Constitución)”. Esta afirmación supone la existencia de una relación de dependencia material entre el titular de la pensión y los posibles beneficiarios de la pensión de sobrevivencia. En algunos supuestos esta condición se considera cumplida sobre la base de ciertas presunciones. Así, en el caso de los hijos menores de edad es una presunción iure et de iure; en otros, como en el caso de las hijas solteras mayores de edad, modalidad actualmente desaparecida, se exigía determinadas condiciones con las cuales se verificaba la imposibilidad de sustentarse ante la ausencia del sostén de la familia. 3.2.2. Este Tribunal ha dejado establecido en uniforme y reiterada jurisprudencia (desde la STC 0853-2005-PA/TC) que “(...) la pensión de sobreviviente se sustenta en el estado de necesidad en que quedan aquellas personas que dependían económicamente del fallecido, porque no contarán más con los medios económicos para atender su subsistencia. Cabe agregar que si bien la premisa es que dicho estado de necesidad sea efectivo o real, legislativamente se ha previsto, por un lado, la presunción de dicho estado (p.e. pensión de viudez para la cónyuge mujer o pensión de orfandad para los hijos menores) o la demostración manifiesta del mismo (p.e. pensión de orfandad para el hijo mayor de 18 años que siga estudios de nivel básico o superior, y pensión de viudez del cónyuge varón). Debe añadirse que la situación de necesidad debe ser actual en relación con la circunstancia del fallecimiento, dado que sólo en dicho supuesto operará la medida protectora propia de la seguridad social, vale decir, se configurará una protección efectiva a los beneficiarios”. 3.2.3. El artículo 34.c) del Decreto Ley 20530 estableció que tienen derecho a pensión de orfandad “Las hijas solteras del trabajador, mayores de edad, cuando no tengan actividad lucrativa, Declarar INFUNDADA la demanda porque no se ha acreditado la afectación del derecho pensionario de la accionante. Publíquese y notifíquese. SS. VERGARA GOTELLI MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN W-1133425-25 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 02160-2013-PA/TC LIMA JUDITH MARIA GLORIA AGÜERO HUERTA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 13 días del mes de marzo de 2014 la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Judith María Gloria Agüero Huerta contra la resolución expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha 12 de marzo de 2013, de fojas 271, que declaró infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 9 de febrero de 2011 la recurrente interpone demanda de amparo contra el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo con el objeto de que se deje sin efecto el despido arbitrario efectuado el 30 de diciembre de 2010, del cual ha sido objeto, y que en consecuencia se disponga su reposición laboral, más el pago de las costas y los costos procesales, por la vulneración de 50026 PROCESOS CONSTITUCIONALES sus derechos constitucionales al trabajo, a la estabilidad laboral en el trabajo, al debido proceso, de defensa y a la igualdad como trabajador. Manifiesta haber realizado labores desde el 11 de agosto de 1997 hasta el 30 de diciembre de 2010, en calidad de profesional en la Dirección de Formación Profesional y Capacitación Laboral de la entidad demandada, bajo dependencia, subordinación y remuneración, de forma permanente e ininterrumpida, por lo que al haber sido contratada mediante contrato administrativo de servicios (CAS), su cese laboral es fraudulento e inconstitucional. Refiere que al prestar servicios a dicha entidad por más de 13 años, debe reconocérsele su condición como servidora pública, de conformidad con el Decreto Legislativo 276. El Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo propone la excepción de incompetencia, y contesta la demanda aduciendo que al haberse establecido que la demandante prestó labores en el marco de un contrato CAS, se tiene que al vencimiento del plazo establecido en este, y no existiendo trámite de ampliación, se dio por terminado el vínculo contractual. El Octavo Juzgado Constitucional de Lima, con fecha 7 de diciembre de 2011, declaró infundada la excepción propuesta por la entidad demandada, y con fecha 21 de diciembre de 2012, declaró infundada la demanda por considerar que con los contratos administrativos de servicios queda demostrado que la actora mantuvo una relación laboral a plazo determinado, que debió culminar al vencer el plazo contenido en el referido informe. La Sala Superior revisora confirmó la apelada por similar fundamento. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 diciembre de 2010, y las addendas de los contratos administrativos de servicios obrantes a fojas 93, 94, 96 al 110, de los cuales se constata que estaba establecida una relación laboral sujeta a un contrato administrativo de servicios entre la demandante y la emplazada, el cual culminó el 30 de diciembre de 2010, con lo que queda demostrado que la recurrente ha mantenido una relación a plazo determinado sujeta a un contrato administrativo de servicios que culminó al vencer el plazo del contrato; por tanto, la extinción de la relación se produjo en forma automática conforme el artículo 13.1.h) del Decreto Supremo 075-2008-PCM, por lo que corresponde desestimar la demanda. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda porque no se ha acreditado la vulneración de los derechos invocados por la actora. Publíquese y notifíquese. SS. VERGARA GOTELLI MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ FUNDAMENTOS W-1133425-26 Cuestiones preliminares 1. En el presente caso en puridad la accionante solicita que: a) se deje sin efecto el despido arbitrario de fecha 30 de diciembre de 2010, fecha en la que venció el plazo establecido en su último contrato administrativo de servicios (CAS); y, b) se le reconozca su condición como servidora pública al haber prestado por más de 13 años servicios para la entidad demandada. 2. Al respecto este Colegiado considera que en el caso concreto sólo procederá a realizar un análisis de fondo en cuanto al despido acaecido el 30 de diciembre de 2010, pues con dicho acto arbitrario se habría vulnerado sus derechos constitucionales invocados. Por otro lado, con relación a su pedido de reconocimiento como servidora pública por los 13 años de servicios prestados a la entidad emplazada, corresponde señalar que el proceso de amparo no es la vía idónea para ventilar dicho extremo de su petitorio, de conformidad con el primer párrafo del artículo 1 del Código Procesal Constitucional. Procedencia de la demanda 3. De autos se aprecia que la recurrente solicita su reposición en el cargo que venía desempeñando, más el pago de costas y costos procesales. Señala que realizó labores para la emplazada, de forma permanente e indeterminada, y que fue despedida de forma arbitraria sin que exista causa justa prevista en la ley, vulnerando su derecho al trabajo. 4. Por su parte, la parte emplazada manifiesta que la accionante no fue despedida arbitrariamente, sino que al vencer el plazo de su contrato administrativo de servicios se extinguió su respectiva relación contractual. 5. Considerando los argumentos expuestos por las partes y los criterios de procedencia establecidos en el precedente vinculante de la STC Nº 00206-2005-PA/TC, en el presente caso corresponde evaluar si la demandante ha sufrido un despido incausado. Análisis de la controversia 6. Antes de analizar el fondo de la controversia es necesario indicar que conforme a lo señalado por la propia demandante, laboró ininterrumpidamente desde el año 1997 a 2010, sin embargo de lo actuado se advierte que existe interrupción entre los meses de enero a octubre de 2007, razón por la cual se analizará sólo el último periodo por el que prestó servicios continuos ininterrumpidos, esto es del 7 de noviembre de 2007 al 30 de diciembre de 2010. 7. Para resolver la controversia planteada, conviene recordar que en las SSTC N.os 00002-2010-PI/TC y 03818-2009-PA/TC, así como en la RTC 00002-2010-PI/TC, este Tribunal ha establecido que el régimen de protección sustantivo – reparador contra el despido arbitrario, previsto en el régimen laboral especial del contrato administrativo de servicios, guarda conformidad con el artículo 27º de la Constitución. Consecuentemente en el proceso de amparo no corresponde analizar si con anterioridad a la suscripción del contrato administrativo de servicios, los contratos civiles que suscribió la demandante fueron desnaturalizados conforme indica en su demanda, pues en el caso de que ello hubiese ocurrido, dicha situación de fraude constituiría un período independiente del inicio del contrato administrativo de servicios, lo que es constitucional. 7. Hecha la precisión que antecede, cabe señalar que la accionante en su escrito de demanda y recurso de agravio constitucional (f. 168 y 321, respectivamente) ha expresado que firmó contrato administrativo de servicios (CAS), lo cual ha sido corroborado con la constancia de prestación de servicios (f. 67), donde se indica que laboró desde el 1 de agosto de 2008 al 31 de PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 02987-2013-PA/TC LAMBAYEQUE HOVERG YAMIL RIOJAS BETANCOHURT SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 18 días del mes de marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez y Calle Hayen, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Hoverg Yamil Riojas Betancohurt contra la resolución expedida por la Sala Especializada en Derecho Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, de fojas 100, su fecha 30 de abril de 2013, que declaró improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 11 de julio de 2012 el recurrente interpone demanda de amparo contra Servicios Postales del Perú S.A. (SERPOST S.A.), solicitando que se deje sin efecto el despido arbitrario del que fue objeto y que, en consecuencia, se ordene su reposición en el cargo de Técnico y se pague las costas y los costos procesales. Manifiesta que ingresó a laborar en el mes de julio de 2010 y que trabajó hasta el 2 de julio del 2012, fecha en que se le impidió el ingreso a su centro de trabajo; que los contratos de trabajo para servicio específico que suscribió se han desnaturalizado, debido a que las labores que desarrolló corresponden a actividades ordinarias de la emplazada y que, por otra parte, la causa objetiva consignada en el contrato no ha desaparecido; y que se han vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo y al debido proceso. El Segundo Juzgado Especializado Civil de Chiclayo, con fecha 17 de agosto del 2012, declaró improcedente la contestación de la demanda y la excepción propuesta por el apoderado judicial de la emplazada; y con fecha 9 de octubre de 2012 declaró fundada la demanda, por estimar que la emplazada no ha acreditado que ya no existía la causa objetiva que justificó la contratación, por lo que la extinción de la relación laboral del demandante obedeció a una decisión unilateral del empleador y no a causas objetivas. La Sala Superior competente, revocando la apelada, declaró improcedente la demanda, por considerar que desde la fecha de conclusión del contrato de trabajo suscrito por el demandante transcurrieron 11 días sin que haya acudido a las autoridades pertinentes para dejar constancia del supuesto despido de hecho, por lo que no se acredita el alegado despido arbitrario, y más bien se trataría de abandono de trabajo. FUNDAMENTOS 1) Delimitación del petitorio El demandante solicita su reposición en el cargo que venía ocupando, sosteniendo que ha sufrido un despido arbitrario. Afirma que los contratos de trabajo en la modalidad de servicio específico se desnaturalizaron, debido a que las labores que desarrolló son actividades ordinarias de la entidad emplazada y que la causa objetiva consignada en el contrato no ha desaparecido. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES 2) Consideraciones previas En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas a materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC 0206-2005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante, en el presente caso corresponde evaluar si el recurrente fue objeto de un despido arbitrario. 3) Sobre la afectación de los derechos al trabajo y a la protección adecuada contra el despido arbitrario 3.1. Argumentos de la parte demandante El demandante afirma que ha sido víctima de un despido sin expresión de causa, violatorio de sus derechos constitucionales al trabajo y al debido proceso, debido a que no obstante mantener con la empresa emplazada un contrato de trabajo a plazo indeterminado, por desnaturalización del contrato para servicio específico, fue despedido de manera incausada. 3.2 Argumentos de la parte demandada La parte demandada argumenta que el accionante no ha sido despedido, sino que su vínculo laboral se extinguió por vencimiento del plazo de duración del contrato de trabajo. 3.3 Consideraciones del Tribunal Constitucional 3.3.1 El derecho al trabajo se encuentra reconocido por el artículo 22º de la Constitución. Al respecto, este Tribunal estima que el contenido esencial del referido derecho constitucional implica dos aspectos. El de acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. Aunque no resulta relevante para resolver la causa, cabe precisar que, en el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de este aspecto de este derecho constitucional implica un desarrollo progresivo y según las posibilidades del Estado. El segundo aspecto del derecho es el que resulta relevante para resolver la causa. Se trata del derecho al trabajo entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa justa. 3.3.2. La cuestión controvertida se circunscribe a determinar si los contratos de trabajo del recurrente en la modalidad para servicio específico han sido desnaturalizados por la causal prevista en el inciso d) del artículo 77º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, que establece que los contratos a modalidad se desnaturalizan y convierten en indeterminados cuando el trabajador demuestra que hubo simulación o fraude a las normas legales establecidas en el mencionado decreto supremo. 3.3.3 Al respecto, el artículo 63.º del TUO del Decreto Legislativo Nº 728 establece expresamente que “los contratos para obra determinada o servicio específico, son aquellos celebrados entre un empleador y un trabajador, con objeto previamente establecido y de duración determinada.” Asimismo, el artículo 72º del TUO establece que “los contratos de trabajo a que se refiere este Título necesariamente deberán constar por escrito y por triplicado, debiendo consignarse en forma expresa su duración y las causas objetivas determinantes de la contratación, así como las demás condiciones de la relación laboral.” 3.3.4 Examinados los contratos de trabajo para servicio específico suscritos entre las partes, obrantes de fojas 2 a 6, se aprecia que no se ha cumplido con la exigencia de consignar debidamente la causa objetiva temporal determinante de la contratación del actor; toda vez que el demandante no ha sido contratado para desarrollar labores temporales sino de naturaleza permanente, por cuanto realizó labores de motociclista en el transporte y distribución de envíos, actividad que tiene el carácter de principal u ordinaria de la emplazada. En efecto en el numeral 4) del literal A del contrato se consigna: “al haberse incrementado el servicio especial que forma parte de la actividad normal de EL EMPLEADOR…”; lo que evidencia que la función que desempeñó el actor era permanente. Además debe precisarse que para los supuestos de incremento de actividades la ley prevé otra modalidad y no la de servicio específico. 3.3.5 Por consiguiente, habiéndose acreditado la existencia de simulación en los contratos citados, estos deben ser considerados como de duración indeterminada, conforme lo establece el inciso d) del artículo 77° del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, razón por la que el recurrente sólo podía ser despedido por una causa justa relacionada con su conducta o capacidad laboral, por lo que la ruptura del vínculo laboral sin expresión de causa justa, tiene el carácter de un despido arbitrario frente a lo cual procede la reposición como finalidad eminentemente restitutoria de todo proceso constitucional de tutela de derechos fundamentales. 3.3.6 Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el presente caso se ha configurado un despido arbitrario, vulneratorio del derecho al trabajo del actor, reconocido en el artículo 22º de la Constitución. 4) Sobre la afectación del derecho al debido proceso 4.1 Argumentos de la parte demandante El demandante también afirma que su despido sin expresión de causa resulta violatorio de su derecho constitucional al debido 50027 proceso, pues no se siguió el procedimiento de despido establecido en la normatividad laboral. 4.2 Argumentos de la parte demandada La parte emplazada sostiene que el demandante no fue despedido, sino que su relación laboral se extinguió por vencimiento del plazo de su contrato de trabajo. 4.3 Consideraciones del Tribunal Constitucional 4.3.1 Como este Tribunal tiene señalado, el derecho fundamental al debido proceso, consagrado en el artículo 139º, numeral 3), de la Constitución, comprende una serie de garantías, formales y materiales, de muy distinta naturaleza, cuyo cumplimiento efectivo garantiza que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre inmersa una persona, pueda considerarse justo (STC Nº 10490-2006-AA, fundamento 2). De ahí que este Tribunal haya destacado que el ámbito de irradiación de este derecho continente no abarca exclusivamente al ámbito judicial, sino que se proyecta también al ámbito de los procesos administrativos (STC Nº 07569-2006-AA/TC, Fundamento 6). También este Tribunal ha establecido en reiterada jurisprudencia (STC Nº 03359-2006-PA/TC, por todas) “que el debido proceso –y los derechos que lo conforman, p. e. el derecho de defensa– resultan aplicables al interior de la actividad institucional de cualquier persona jurídica, máxime si ha previsto la posibilidad de imponer una sanción tan grave como la expulsión. En tal sentido, si el emplazado consideraba que el actor cometió alguna falta, debieron comunicarle, previamente y por escrito, los cargos imputados, acompañando el correspondiente sustento probatorio, y otorgarle un plazo prudencial a efectos de que –mediante la expresión de los descargos correspondientes– pueda ejercer cabalmente su legítimo derecho de defensa.” 4.3.2 En el caso de autos, la controversia constitucional radica en determinar si la empresa demandada, al dar por culminado el vínculo laboral con el actor, lo hizo observando el debido proceso, o si, por el contrario, lo lesionó. Efectuada esta precisión, debe comenzarse por evaluar la lesión del derecho de defensa, toda vez que forma parte del derecho al debido proceso. 4.3.3. De acuerdo con lo previsto por el artículo 31° del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, el empleador no podrá despedir a un trabajador por causa relacionada con su conducta laboral sin antes otorgarle por escrito un plazo razonable no menor de seis días naturales para que pueda defenderse por escrito de los cargos que se le formulen; es decir el despido se inicia con una carta de imputación de cargos para que el trabajador pueda ejercer su derecho de defensa, efectuando su descargo en la forma que considere conveniente a su derecho. 4.3.4 En el presente caso ya ha quedado determinado que el recurrente mantenía con la demandada una relación laboral a plazo indeterminado y que el empleador dio por terminada la relación laboral sin expresar causal válida alguna; es decir, el recurrente fue despedido sin que le haya remitido previamente una carta de imputación de faltas graves. 4.3.5 Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el presente caso la empresa demandada también ha vulnerado el derecho al debido proceso de la recurrente, específicamente, su derecho de defensa, por lo que debe estimarse la demanda. 5) Efectos de la sentencia 5.1 En la medida en que en este caso se ha acreditado que la empresa demandada ha vulnerado los derechos constitucionales al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario y al debido proceso, corresponde ordenar la reposición del demandante como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional. 5.2 Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código Procesal Constitucional, la empresa emplazada debe asumir los costos y las costas del proceso, los cuales deberán ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú, HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a la afectación de los derechos al trabajo y al debido proceso; en consecuencia, NULO el despido arbitrario del demandante. 2. ORDENAR a Servicios Postales del Perú S.A. (SERPOST S.A.) que reponga a don Hoverg Yamil Riojas Betancohurt como trabajador a plazo indeterminado, en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22.º y 59.º del Código PROCESOS CONSTITUCIONALES 50028 Procesal Constitucional, con el abono de los costos y las costas procesales. Publíquese y notifíquese. SS. VERGARA GOTELLI MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN W-1133425-27 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 02128-2012-PA/TC CAJAMARCA EDILBERTO GIL HOYOS SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 30 días del mes de abril de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, emite la siguiente sentencia, con el voto en mayoría de los magistrados Mesía Ramírez y Eto Cruz, el voto en discordia del magistrado Álvarez Miranda, y el voto dirimente del magistrado Calle Hayen, que se agregan a los autos. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Edilberto Gil Hoyos contra la resolución expedida por la Sala Mixta Descentralizada Permanente Itinerante de Santa cruz de Chota de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca, de fojas 187, su fecha 4 de abril de 2012, que declaró improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 5 de enero de 2011, el recurrente interpone demanda de amparo contra la Municipalidad Distrital de Lajas, solicitando que se deje sin efecto el despido arbitrario, del que fue víctima y que, consecuentemente, se ordene su reposición en el cargo de policía municipal. Refiere que prestó servicios desde el 2 de enero de 2007 hasta el 3 de enero de 2011 inicialmente mediante un contrato civil y luego mediante contratos personales. Refiere que durante la prestación de servicios laboró bajo subordinación y dependencia, en calidad de obrero, realizando trabajos de naturaleza laboral, por lo que, para su despido, debía imputársele una causa, lo que no ocurrió en el presente caso. El Alcalde de la Municipalidad demandada propone la excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa, y contesta la demanda sosteniendo que efectivamente el actor laboró como policía municipal, pero no como obrero sino como empleado del régimen laboral público, conforme se señala en los contratos suscritos entre las partes, por lo que debe declararse improcedente la demanda, pues el régimen aplicable al actor es el contenido en el Decreto Legislativo 276. El Primer Juzgado Civil de Chota, con fecha 25 de abril de 2011, declara infundada la excepción propuesta, y con fecha 19 de octubre de 2011 declara fundada la demanda, por considerar que se encuentra acreditado que el actor se desempeñó como policía municipal, consecuentemente se colige que estas labores fueron esencialmente de vigilancia, por lo que tendría la condición de obrero, y de acuerdo con el segundo párrafo del artículo 37 de la Ley Orgánica de Municipalidades Nº 27972, el régimen laboral aplicable es el de la actividad privada. La Sala Superior revisora declara improcedente la demanda, argumentando que el actor desempeñó labores dentro del régimen laboral de la actividad pública, hecho que no fue cuestionado por el actor; por lo que debe recurrir a la vía del proceso contencioso administrativo para cuestionar el despido. A fojas 197 obra el recurso de agravio constitucional interpuesto por el demandante, en el que sostiene que en autos está plenamente demostrado que el régimen laboral de servicio de la demandada es el de la actividad privada, previsto en el Decreto Legislativo Nº 728, y el Decreto Supremo Nº 03-97-TR, y en este contexto la demandada no ha demostrado que el recurrente haya cometido falta grave. Asimismo, refiere que ha quedado plenamente demostrado que la función de policía municipal es de naturaleza permanente. FUNDAMENTOS Delimitación del petitorio 1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene la reposición del demandante en el cargo que venía desempeñando, porque habría sido objeto de un despido arbitrario. Se alega que el demandante ha venido laborando en virtud de un contrato de trabajo, de modo que habiéndose dado por extinguida su relación laboral sin expresión de una causa justa, se ha configurado un despido arbitrario, lesivo de su derecho al trabajo. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 Conforme a lo expuesto, corresponde analizar si en el presente caso procede la reincorporación del demandante por haber sido separado de su cargo de manera incausada. Para ello, habrá de dilucidarse si el actor prestó servicios bajo el régimen laboral de la actividad privada y, de ser esto así, determinar si en su relación existía, en realidad, un contrato de trabajo a duración indeterminada, en cuyo caso el actor sólo podía ser despedido por una causa relacionada con su conducta o capacidad laboral que justifique el despido 2. De acuerdo con los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas a materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC Nº 206-2005PA/TC, que constituyen precedente vinculante, de conformidad con lo dispuesto en el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, este Tribunal estima que, en el presente caso, corresponde efectuar la verificación del despido incausado alegado por el demandante. Sobre la afectación del derecho al trabajo (artículo 22º de la Constitución) Argumentos del demandante 3. El recurrente afirma que ha sido víctima de despido incausado el 3 de enero de 2011, ya que prestaba servicios de manera indeterminada, en labores de naturaleza permanente, como policía municipal, y sin causa alguna fue despedido, por lo que solicita que se ordene su reposición en el cargo de policía municipal de la Municipalidad Distrital de Lajas. Argumentos de la entidad demandada 4. La Municipalidad demandada aduce que el actor fue un trabajador del régimen laboral de la actividad pública, tal y como queda demostrado con los diversos contratos suscrito por las partes, en los que específicamente se señala que pertenece al régimen laboral de la actividad pública normado por el Decreto Legislativo Nº 276, por lo que corresponde ser analizada la presente controversia en la vía ordinaria. Consideraciones del Tribunal Constitucional 5. El contenido constitucionalmente protegido del derecho al trabajo implica dos aspectos: por un lado, el de acceder a un puesto de trabajo, y por otro el derecho a no ser despedido sino por causa justa. El primer aspecto supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo, según las posibilidades del Estado. El segundo radica en la proscripción de ser despedido, salvo que medie una motivación justificada (STC 1124-2001-AA/TC, fundamento 12; STC 3330-2004-AA/TC, fundamento 30). 6. El Tribunal Constitucional ha señalado en la STC 0976-2001PA/TC, que entre las modalidades de despido arbitrario se destaca el despido incausado, el cual se produce cuando “se despide al trabajador, ya sea de manera verbal o mediante comunicación escrita, sin expresarle causa alguna derivada de la conducta o la labor que la justifique” (fundamento 15, b). 7. Respecto a la afirmación hecha por el actor en la demanda, debe precisarse que en autos obra los contratos por servicios personales con vigencia desde enero de 2008 hasta el 31 de diciembre de 2010 y desde enero hasta el 31 de diciembre de 2007, mediante contrato por servicios no personales, realizando labores de policía municipal (f. 6 a 13). Dicha afirmación es corroborada con el certificado de trabajo de fojas 15, además de las boletas de pago de fojas 16 a 37.Asimismo, obra en autos de fojas 38 a 62 copia de las tarjetas de asistencia del demandante, donde se acredita que laboró sujeto a un horario en el periodo, de enero de 2009 a noviembre de 2010. Asimismo, en estos documentos se ha consignado que la labor o cargo del actor era de policía municipal en el área de guardianía, labor que realizó con eficiencia, tal como se especifica en el certificado de trabajo que obras en autos a fojas 15. Es decir, el demandante realizaba labores que, según la jurisprudencia del Tribunal Constitucional (STC Nº 0998-2011-PA/TC, entre otros), corresponden a las que realiza un obrero. Consecuentemente, en el presente caso es de aplicación el artículo 37 de la Ley Nº 27972, que establece que los obreros municipales están sujetos al régimen laboral de la actividad privada, por lo que debe entenderse que es éste el régimen laboral aplicable al demandante, careciendo de validez la calificación que hizo la Municipalidad demandada de las labores prestadas por el demandante, pues es contraria a la mencionada ley. 8. El artículo 4 del Decreto Supremo 003-97-TR establece que “En toda prestación personal de servicios remunerados y subordinados, se presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado”. Asimismo, precisa que toda relación laboral o contrato de trabajo se configura al concurrir y comprobarse la existencia de tres elementos esenciales: (i) la prestación personal por parte del trabajador, (ii) la remuneración y (iii) la subordinación frente al empleador. 9. Al respecto, conforme al certificado de trabajo, las boletas de pago y las tarjetas de asistencia, así como de la propia afirmación hecha por la municipalidad demandada, mencionados en el fundamento 4, se acredita que el actor prestó servicios personales, remunerados y bajo subordinación y dependencia; por lo que dicha prestación de servicios debe ser considerada como una contratación laboral a plazo indeterminado. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES 10. Por consiguiente, habiéndose despedido al demandante sin expresarle causa alguna derivada de su conducta o capacidad laboral que justifique el despido, se ha vulnerado su derecho constitucional al trabajo, por lo que, en mérito de la finalidad restitutoria del proceso de amparo, procede la reposición del demandante en el cargo que venía desempeñando. En estos casos, la Administración Pública para justificar el mantenimiento de la plaza presupuestada tendrá presente que el artículo 7 del C.P.Const. dispone que: “El Procurador Público, antes de que el proceso sea resuelto en primer grado, está facultado para poner en conocimiento del titular de la entidad su opinión profesional motivada cuando considere que se afecta el derecho constitucional invocado”. Con la opinión del Procurador Público puede evitarse y preverse gastos fiscales, ya que la Administración Pública puede allanarse a la demanda (si es que la pretensión según la jurisprudencia y los precedentes del Tribunal Constitucional es estimable) o proseguir con el proceso. 11. Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código Procesal Constitucional, la entidad emplazada debe asumir los costos procesales, los cuales deberán ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda de amparo, al haberse acreditado la vulneración del derecho al trabajo; en consecuencia, NULO el despido incausado del que ha sido víctima el recurrente. 2. ORDENAR que la Municipalidad Distrital de Lajas cumpla con reponer a don Edilberto Gil Hoyos como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando, o en otro de similar nivel o jerarquía, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículos 22 y 59 del Código Procesal Constitucional; y se le abone los costos del proceso. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN ETO CRUZ VOTO DE LOS MAGISTRADOS MESÍA RAMÍREZ Y ETO CRUZ Visto el recurso de agravio constitucional interpuesto por don Edilberto Gil Hoyos contra la resolución expedida por la Sala Mixta Descentralizada Permanente Itinerante de Santa cruz de Chota de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca, de fojas 187, su fecha 4 de abril de 2012, que declaró improcedente la demanda de autos, los magistrados firmantes emiten el siguiente voto: ANTECEDENTES Con fecha 5 de enero de 2011, el recurrente interpone demanda de amparo contra la Municipalidad Distrital de Lajas, solicitando que se deje sin efecto el despido arbitrario del que fue víctima, y que, consecuentemente, se ordene su reposición en el cargo de policía municipal. Refiere que prestó servicios desde el 2 de enero de 2007 hasta el 3 de enero de 2011 inicialmente mediante un contrato civil y luego mediante contratos personales. Refiere que durante la prestación de servicios laboró bajo subordinación y dependencia, en calidad de obrero, realizando trabajos de naturaleza laboral, por lo que, para su despido, debía imputársele una causa, lo que no ocurrió en el presente caso. El Alcalde de la Municipalidad demandada propone la excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa, y contesta la demanda sosteniendo que efectivamente el actor laboró como policía municipal, pero no como obrero sino como empleado del régimen laboral público, conforme se señala en los contratos suscritos entre las partes, por lo que debe declararse improcedente la demanda, pues el régimen aplicable al actor es el contenido en el Decreto Legislativo 276. El Primer Juzgado Civil de Chota, con fecha 25 de abril de 2011, declara infundada la excepción propuesta, y con fecha 19 de octubre de 2011 declara fundada la demanda, por considerar que se encuentra acreditado que el actor se desempeñó como policía municipal, consecuentemente se colige que estas labores fueron esencialmente de vigilancia, por lo que tendría la condición de obrero, y de acuerdo con el segundo párrafo del artículo 37 de la Ley Orgánica de Municipalidades Nº 27972, el régimen laboral aplicable es el de la actividad privada. La Sala Superior revisora declara improcedente la demanda, argumentando que el actor desempeñó labores dentro del régimen laboral de la actividad pública, hecho que no fue cuestionado por el actor; por lo que debe recurrir a la vía del proceso contencioso administrativo para cuestionar el despido. A fojas 197 obra el recurso de agravio constitucional interpuesto por el demandante, en el que sostiene que en autos 50029 está plenamente demostrado que el régimen laboral de servicio de la demandada es el de la actividad privada, previsto en el Decreto Legislativo Nº 728, y el Decreto Supremo Nº 03-97-TR, y en este contexto la demandada no ha demostrado que el recurrente haya cometido falta grave. Asimismo, refiere que ha quedado plenamente demostrado que la función de policía municipal es de naturaleza permanente. FUNDAMENTOS Delimitación del petitorio 1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene la reposición del demandante en el cargo que venía desempeñando, porque habría sido objeto de un despido arbitrario. Se alega que el demandante ha venido laborando en virtud de un contrato de trabajo, de modo que habiéndose dado por extinguida su relación laboral sin expresión de una causa justa, se ha configurado un despido arbitrario, lesivo de su derecho al trabajo. Conforme a lo expuesto, corresponde analizar si en el presente caso procede la reincorporación del demandante por haber sido separado de su cargo de manera incausada. Para ello, habrá de dilucidarse si el actor prestó servicios bajo el régimen laboral de la actividad privada y, de ser esto así, determinar si en su relación existía, en realidad, un contrato de trabajo a duración indeterminada, en cuyo caso el actor sólo podía ser despedido por una causa relacionada con su conducta o capacidad laboral que justifique el despido. 2. De acuerdo con los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas a materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC Nº 206-2005PA/TC, que constituyen precedente vinculante, de conformidad con lo dispuesto en el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, estimamos que, en el presente caso, corresponde efectuar la verificación del despido incausado alegado por el demandante. Sobre la afectación del derecho al trabajo (artículo 22º de la Constitución) Argumentos del demandante 3. El recurrente afirma que ha sido víctima de despido incausado el 3 de enero de 2011, ya que prestaba servicios de manera indeterminada, en labores de naturaleza permanente, como policía municipal, y sin causa alguna fue despedido, por lo que solicita que se ordene su reposición en el cargo de policía municipal de la Municipalidad Distrital de Lajas. Argumentos de la entidad demandada 4. La Municipalidad demandada aduce que el actor fue un trabajador del régimen laboral de la actividad pública, tal y como queda demostrado con los diversos contratos suscrito por las partes, en los que específicamente se señala que pertenece al régimen laboral de la actividad pública normado por el Decreto Legislativo Nº 276, por lo que corresponde ser analizada la presente controversia en la vía ordinaria. Consideraciones del Tribunal Constitucional 5. El contenido constitucionalmente protegido del derecho al trabajo implica dos aspectos: por un lado, el de acceder a un puesto de trabajo, y por otro el derecho a no ser despedido sino por causa justa. El primer aspecto supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo, según las posibilidades del Estado. El segundo radica en la proscripción de ser despedido, salvo que medie una motivación justificada (STC 1124-2001-AA/TC, fundamento 12; STC 3330-2004-AA/TC, fundamento 30). 6. El Tribunal Constitucional ha señalado en la STC 0976-2001PA/TC, que entre las modalidades de despido arbitrario se destaca el despido incausado, el cual se produce cuando “se despide al trabajador, ya sea de manera verbal o mediante comunicación escrita, sin expresarle causa alguna derivada de la conducta o la labor que la justifique” (fundamento 15, b). 7. Respecto a la afirmación hecha por el actor en la demanda, debe precisarse que en autos obra los contratos por servicios personales con vigencia desde enero de 2008 hasta el 31 de diciembre de 2010 y desde enero hasta el 31 de diciembre de 2007, mediante contrato por servicios no personales, realizando labores de policía municipal (f. 6 a 13). Dicha afirmación es corroborada con el certificado de trabajo de fojas 15, además de las boletas de pago de fojas 16 a 37.Asimismo, obra en autos de fojas 38 a 62 copia de las tarjetas de asistencia del demandante, donde se acredita que laboró sujeto a un horario en el periodo, de enero de 2009 a noviembre de 2010. Asimismo, en estos documentos se ha consignado que la labor o cargo del actor era de policía municipal en el área de guardianía, labor que realizó con eficiencia, tal como se especifica en el certificado de trabajo que obras en autos a fojas 15. Es decir, el demandante realizaba labores que, según la jurisprudencia del Tribunal Constitucional (STC Nº 0998-2011-PA/TC, entre otros), corresponden a las que realiza un obrero. Consecuentemente, en el presente caso es de aplicación el artículo 37 de la Ley Nº 27972, que establece que los obreros 50030 PROCESOS CONSTITUCIONALES municipales están sujetos al régimen laboral de la actividad privada, por lo que debe entenderse que es éste el régimen laboral aplicable al demandante, careciendo de validez la calificación que hizo la Municipalidad demandada de las labores prestadas por el demandante, pues es contraria a la mencionada ley. 8. El artículo 4 del Decreto Supremo 003-97-TR establece que “En toda prestación personal de servicios remunerados y subordinados, se presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado”. Asimismo, precisa que toda relación laboral o contrato de trabajo se configura al concurrir y comprobarse la existencia de tres elementos esenciales: (i) la prestación personal por parte del trabajador, (ii) la remuneración y (iii) la subordinación frente al empleador. 12. Al respecto, conforme al certificado de trabajo, las boletas de pago y las tarjetas de asistencia, así como de la propia afirmación hecha por la municipalidad demandada, mencionados en el fundamento 4, se acredita que el actor prestó servicios personales, remunerados y bajo subordinación y dependencia; por lo que dicha prestación de servicios debe ser considerada como una contratación laboral a plazo indeterminado. 10. Por consiguiente, habiéndose despedido al demandante sin expresarle causa alguna derivada de su conducta o capacidad laboral que justifique el despido, consideramos que se ha vulnerado su derecho constitucional al trabajo, por lo que, en mérito de la finalidad restitutoria del proceso de amparo, procede la reposición del demandante en el cargo que venía desempeñando. En estos casos, la Administración Pública para justificar el mantenimiento de la plaza presupuestada tendrá presente que el artículo 7 del C.P.Const. dispone que: “El Procurador Público, antes de que el proceso sea resuelto en primer grado, está facultado para poner en conocimiento del titular de la entidad su opinión profesional motivada cuando considere que se afecta el derecho constitucional invocado”. Con la opinión del Procurador Público puede evitarse y preverse gastos fiscales, ya que la Administración Pública puede allanarse a la demanda (si es que la pretensión según la jurisprudencia y los precedentes del Tribunal Constitucional es estimable) o proseguir con el proceso. 11. Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código Procesal Constitucional, la entidad emplazada debería asumir los costos procesales, los cuales deberán ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. Por estos fundamentos, nuestro voto es por: 1. Declarar FUNDADA la demanda de amparo, al haberse acreditado la vulneración del derecho al trabajo; en consecuencia NULO el despido incausado del que ha sido víctima el recurrente. 2. ORDENAR que la Municipalidad Distrital de Lajas cumpla con reponer a don Edilberto Gil Hoyos como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando, o en otro de similar nivel o jerarquía, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículos 22 y 59 del Código Procesal Constitucional; y se le abone los costos del proceso. Sres. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO CALLE HAYEN Puestos los autos a despacho para dirimir la discordia surgida, y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5º, parágrafo quinto, de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, y en los artículos 11º y 11º-A de su Reglamento Normativo, procedo a emitir el siguiente voto: 1. Hecho el análisis de autos, comparto los fundamentos expuestos en el voto en mayoría, a los cuales me adhiero y hago míos; por lo que mi voto también es porque declare FUNDADA la demanda de amparo, al haberse acreditado la vulneración del derecho al trabajo; en consecuencia, NULO el despido incausado del que ha sido víctima el recurrente. 2. Mi voto también es por ORDENAR que la Municipalidad Distrital de Lajas cumpla con reponer a don Edilberto Gil Hoyos como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando, o en otro de similar nivel o jerarquía, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículos 22 y 59 del Código Procesal Constitucional; y se le abone los costos del proceso. Sr. CALLE HAYEN VOTO SINGULAR DEL MAGISTRADO ÁLVAREZ MIRANDA Con el debido respeto por la opinión vertida por el resto de mis colegas magistrados, emito el siguiente voto singular por las siguientes consideraciones. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 1. Según el artículo 5º de la Ley Nº 28175, Ley Marco del Empleo Público, el acceso al empleo público se realiza mediante concurso público y abierto, por grupo ocupacional, en base a los méritos y capacidad de las personas, en un régimen de igualdad de oportunidades. 2. A través de dicho filtro, se persigue, en la medida de lo posible, dotar a la Administración Pública de los mejores cuadros pues, a diferencia de lo que ocurre con los particulares, quienes guiados por el incentivo de ser cada día más eficientes bajo pena de ser expectorados del mercado, procuran captar al mejor personal en base a sus cualificaciones personales y trayectoria; ello no suele presentarse con frecuencia en el sector público, pues carece de tal incentivo. 3. De ahí que, a fin de corregir tal situación, resulta constitucionalmente lógico que el ordenamiento jurídico supedite el acceso al empleo público a la aprobación de un concurso en el que se evalúe tanto los méritos como las habilidades de los participantes, en el marco de una evaluación transparente. Sólo de esta manera se garantizaría que el gobierno de turno no utilice el aparato estatal para cubrir tales plazas con personas cercanas al mismo, que carezcan de la idoneidad necesaria para ocuparlas. 4. Por ello, en el empleo público no cabe la aplicación mecánica del concepto de “desnaturalización”, pues a diferencia de una empresa particular, en la que sus accionistas velan por sus legítimos intereses, el Estado, que es la gran empresa de todos los peruanos, muchas veces termina siendo superado por intereses subalternos, perjudicando abiertamente a la sociedad en su conjunto, y en especial a las personas que, a pesar de estar debidamente cualificadas y tener vocación de servicio, no logran ingresar al sector público. 5. No desconozco que, jurisprudencialmente, el Tribunal Constitucional ha venido amparando pretensiones tendientes a reincorporar a ex - trabajadores públicos que fueron contratados bajo un contrato de locación de servicios y contratos modales so pretexto de una “desnaturalización” del mismo, sin tomar en consideración el citado filtro, pese a que de manera uniforme y reiterada se ha precisado que el proceso de amparo tiene una finalidad restitutiva y no declarativa. 6. En tal escenario, se ha venido incorporando a personas al régimen laboral de la actividad privada regulado en el Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, a pesar de no haber pasado por un proceso de evaluación previa de méritos en el que se haya determinado la existencia de una plaza disponible, y en segundo término si las personas cumplen con los requisitos necesarios para desempeñar dicha labor. Al respecto, de lo actuado no se aprecia que exista dicha plaza ni que el actor cumpla en teoría con lo requerido para eventualmente acceder a la plaza. Por tales consideraciones, soy de la opinión que la presente demanda debe ser declarada IMPROCEDENTE. Sr. ÁLVAREZ MIRANDA W-1133425-28 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 03670-2012-PA/TC Y EXP. 04296-2012PA/TC (ACUMULADO) LAMBAYEQUE JUAN CÉSAR REAÑO MONTOYA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 9 días del mes de abril de 2014 la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Juan César Reaño Montoya contra la resolución expedida por la Sala Especializada de Derecho Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, de fecha 31 de mayo de 2012, de fojas 453, que declaró improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 16 de noviembre de 2010, el recurrente interpone demanda de amparo contra la Dirección General de la Defensa Pública del Ministerio de Justicia, solicitando que se declare la nulidad de la Resolución Administrativa Nº 18-2010-JUS/DGDP, de fecha 3 de noviembre de 2010; y que, consecuentemente, se ordene su reincorporación en su centro de labores, se reconozca la desnaturalización de su relación laboral y los años de servicios prestados, se cursen los partes al Ministerio Público a fin de que proceda de acuerdo a sus atribuciones, se disponga el pago de las remuneraciones dejadas de percibir y se abone las costas y costos del proceso. Refiere el demandante que ingresó a trabajar el 5 de abril de 1998, sujeto a un contrato de locación de servicios, y que posteriormente, desde agosto de 2008, fue contratado mediante contratos administrativos de servicios; habiendo ejercido el cargo El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES de Director Distrital de la Defensoría Pública de Lambayeque desde del 1 de octubre de 2009 hasta el 3 de noviembre de 2010, fecha en que mediante la resolución cuestionada en autos se dispuso arbitrariamente la extinción de su contrato, pues fue emitida en atención a un procedimiento sancionador en el que se vulneró su derecho al debido proceso. Asimismo, refiere que su contrato se había desnaturalizado, pues en la práctica se desempeñaba como un trabajador más de la entidad demandada, sujeto a subordinación, con un horario de trabajo y percibiendo una remuneración mensual en contraprestación a su trabajo. La Procuradora Pública Adjunta de la Procuraduría Pública a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Justicia propone las excepciones de incompetencia por razón de la materia y de falta de agotamiento de la vía administrativa, solicita que se archive la demanda por sustracción de la materia, y contesta la demanda afirmando que la resolución que declaraba el cese del demandante fue declarada nula mediante la Resolución Viceministerial Nº 592010-JUS, de fecha 13 de diciembre de 2010, por lo que el actor fue repuesto en su puesto de trabajo de oficio. El Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo, con fecha 30 de setiembre de 2011, declaró infundadas las excepciones propuestas e improcedente el pedido de conclusión del proceso; y, con fecha 21 de noviembre de 2011, declaró fundada en parte la demanda, por considerar que la suscripción por el recurrente del contrato administrativo de servicios encubría un contrato laboral a plazo indeterminado. La Sala revisora revocó la apelada y declaró improcedente la demanda, por estimar que en el caso de autos el cese se produjo como resultado del vencimiento del contrato administrativo de servicios del demandante. FUNDAMENTOS 50031 7. Para resolver la controversia planteada, conviene recordar que en las STC 00002-2010-PI/TC y 03818-2009-PA/TC, así como en la RTC 00002-2010-PI/TC, este Tribunal ha establecido que el régimen de protección sustantivo – reparador contra el despido arbitrario, previsto en el régimen laboral especial del contrato administrativo de servicios, guarda conformidad con el artículo 27º de la Constitución. Consecuentemente, en el proceso de amparo no corresponde analizar si con anterioridad a la suscripción del CAS, los contratos civiles que suscribió el demandante fueron desnaturalizados, pues en el caso que ello hubiera ocurrido, dicha situación de fraude constituiría un periodo independiente del inicio del CAS, que es constitucional. 8. Cabe señalar que está acreditado que el demandante laboró mediante contratos administrativos de servicios (f. 25 del cuadernillo de este Colegiado expediente Nº 4296-2012-PA/TC, acumulado al presente expediente), con lo que se ha demostrado que el actor ha mantenido una relación laboral a plazo determinado bajo el régimen laboral especial previsto en el Decreto Legislativo 1057, que culminó al vencerse el plazo de su contrato administrativo de servicios, esto es el 31 de julio de 2011, conforme se desprende de la copia del Certificado de Prestación de Servicios CAS Nº 882014-OGA/ORRHH, de fecha 30 de enero de 2014, expedido por el Jefe de la Oficina de Recursos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, presentado por el mismo demandante. Por lo tanto, la extinción de la relación laboral del demandante se produjo en forma automática, conforme lo señala el literal h) del artículo 13.1 del Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM. Por consiguiente, al constatarse que no se ha vulnerado derecho constitucional alguno del recurrente, corresponde desestimar la demanda. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. §. Delimitación del petitorio y procedencia de la demanda HA RESUELTO 1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene la reposición del demandante en el cargo que venía desempeñando, porque habría sido objeto de despido arbitrario. Asimismo, el actor solicita que se reconozca la desnaturalización de su relación laboral y los años de servicios que prestó para la entidad emplazada, con el pago de las remuneraciones dejadas de percibir y el abono los costos y las costas del proceso. Alega que a pesar de haber suscrito contratos de locación de servicios y contratos administrativos de servicios, en los hechos prestó servicios bajo una relación laboral a plazo indeterminado, por lo que no podía ser cesado sino sólo por causa justa y luego de un procedimiento con todas las garantías del debido proceso. 2. La emplazada refiere que si bien inicialmente se dispuso la resolución unilateral del contrato administrativo de servicios del demandante como sanción por la comisión de una falta laboral, dicha decisión fue dejada sin efecto el 13 de diciembre de 2010, disponiéndose la reposición del actor en su puesto de trabajo, en el mismo cargo que venía desempeñando antes del acto violatorio. Asimismo, niega mantener con el recurrente un contrato laboral a plazo indeterminado, pues estaba sujeto a un contrato administrativo de servicios, que no ha sido desnaturalizado. 3. Considerando los argumentos expuestos por las partes y los criterios de procedencia establecidos en el precedente vinculante de la STC Nº 00206-2005-PA/TC, en el presente caso corresponde evaluar si el demandante ha sido objeto de un despido incausado. §. Cuestión previa 4. A fojas 240 de autos obra la Resolución Viceministerial Nº 59-2010-JUS, de fecha 13 de diciembre de 2010, mediante la cual se declaró la nulidad de la Resolución Administrativa Nº 18-2010-JUS/DGDP, de fecha 3 de noviembre de 2010; y, por lo tanto, insubsistente la extinción del contrato administrativo de servicios Nº 20091689 del recurrente; disponiéndose, además, que la Oficina de Personal observe la vigencia del referido contrato. Al respecto, conforme ambas partes lo han reconocido, el actor fue efectivamente repuesto en el cargo de Director Distrital de Lambayeque de la Dirección General de Defensa Pública (fojas 327 y 362). Por lo tanto, administrativamente se declaró la nulidad de la Resolución Administrativa Nº 18-2010-JUS/DGDP; sin embargo, conforme se ha acreditado, el actor fue cesado el 31 de julio de 2011, alegándose un vencimiento del CAS. 5. En tal sentido, este colegiado es competente para emitir pronunciamiento demérito en cuanto a los extremos de la demanda referidos a la reincorporación del actor a su centro de labores, por cuanto precisa que nuevamente fue despedido (f. 4 del cuadernillo de este Colegiado, expediente Nº 04296-2012-PA/TC), y a la alegada desnaturalización de los contratos administrativos de servicios, pues aduce el actor que en los hechos debía ser considerado como un trabajador a plazo indeterminado. 6. De autos se advierte que el demandante prestó servicios para la Municipalidad emplazada durante periodos interrumpidos, desde el 5 de abril de 1998 hasta el 4 de noviembre de 2010, mediante contratos de locación de servicios, y posteriormente a través de contratos administrativos de servicios (CAS), siendo el último periodo el comprendido entre el 16 de diciembre de 2010 hasta el 31 de julio de 2011 mediante contratos administrativos de servicios, período en el cual fue cesado nuevamente, según lo manifestado por el propio demandante a fojas 4 del cuadernillo de este Colegiado (Expediente Nº 4296-2012-PA/TC, acumulado al presente expediente). Declarar INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado la vulneración de los derechos alegados. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA W-1133425-29 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 02168-2013-PA/TC SANTA MANUEL INOCENTE VIVAR ROMERO SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 3 días del mes de marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Urviola Hani, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Manuel Inocente Vivar Romero contra la sentencia expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa, de fojas 361, su fecha 21 de diciembre de 2012, que declaró infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 31 de marzo de 2011 y escrito de subsanación de fecha 26 de abril del mismo año, el recurrente interpone demanda de amparo contra la Municipalidad Provincial de Pallasca, solicitando que se deje sin efecto la Resolución de Alcaldía Nº 032-2011-MPP-C-A, de fecha 13 de enero de 2011, mediante la cual la emplazada resuelve su contrato de trabajo de duración indeterminada y se declara la nulidad de la Resolución de Alcaldía Nº 234-2010-MPP, que reconoció las labores de naturaleza permanente que venía desarrollando como personal de seguridad ciudadana; y que, por consiguiente, se lo reponga en su puesto de trabajo. Manifiesta que ingresó a laborar en la entidad emplazada el 1 de septiembre de 2009 y que trabajó ininterrumpidamente hasta el 20 de enero del 2011, fecha en que fue despedido; que prestó servicios personales en situación de dependencia, desarrollando labores de naturaleza permanente, labores que fueron reconocidas por la entidad emplazada, procediéndose a suscribir contrato de trabajo indefinido; y que, sin embargo, la nueva gestión municipal dejó sin efecto la resolución de alcaldía que lo reconoció como trabajador permanente y resolvió su contrato de trabajo, vulnerando su derecho al trabajo, por lo que ha sido víctima de despido arbitrario. 50032 PROCESOS CONSTITUCIONALES La emplazada propone las excepciones de incompetencia y de falta de legitimidad para obrar del demandante y contesta la demanda expresando que si bien es cierto que el demandante era servidor público sujeto al régimen laboral de la actividad privada, también lo es que era obrero eventual porque dependía de la vigencia del Proyecto de Implementación y Equipamiento de Seguridad Ciudadana y Serenazgo, el mismo que concluyó el 31 de diciembre del 2010, por lo que no podía continuar trabajando; y que, por otro lado, el ingreso del demandante vulneró disposiciones legales vigentes, toda vez que no se cumplió con el requisito de contarse con plaza presupuestada. El Juzgado Mixto de Cabana, con fecha 5 de junio de 2012, declaró infundadas las excepciones propuestas y, con fecha 9 de julio de 2012, declaró fundada la demanda, por estimar que aplicando el principio de primacía de la realidad, se concluye que el actor prestó servicios personales como sereno, labor propia o inherente a los gobiernos locales, por lo que ha sido víctima de despido arbitrario puesto que se extinguió unilateralmente su relación laboral sin observarse el procedimiento de despido. La Sala Superior competente revocó la apelada y, reformándola, declaró infundada la demanda, por considerar que, habiéndose cancelado el proyecto en el que trabajaba el demandante, no puede continuar desempeñando el cargo de sereno. FUNDAMENTOS 1) Delimitación del petitorio El demandante solicita su reposición en el cargo que venía ocupando, sosteniendo que ha sufrido un despido arbitrario. Afirma que prestó servicios personales en situación de dependencia, desarrollando labores de naturaleza permanente, labores que fueron reconocidas por la entidad emplazada, procediéndose a suscribir contrato de trabajo indefinido; que, sin embargo, la nueva gestión municipal dejó sin efecto resolución de alcaldía que lo reconoció como trabajador permanente y resolvió su contrato de trabajo. 2) Consideraciones previas 2.1. En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas a materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC 0206-2005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante, en el presente caso corresponde evaluar si el recurrente fue objeto de un despido arbitrario. 3) Sobre la afectación del derecho al trabajo 3.1. Argumentos de la parte demandante El demandante afirma que ha sido víctima de un despido sin expresión de causa, violatorio de su derecho constitucional al trabajo, debido a que no obstante mantener con la entidad emplazada un vínculo de naturaleza laboral, fue despedido sin expresión de causa, aduciéndose la cancelación del proyecto en el cual trabajaba. 3.2. Argumentos de la parte demandada La parte demandada sostiene que si bien es cierto que el demandante era servidor público sujeto al régimen laboral de la actividad privada, también lo es que era obrero eventual porque dependía de la vigencia del Proyecto de Implementación y Equipamiento de Seguridad Ciudadana y Serenazgo, el mismo que concluyó el 31 de diciembre del 2010, por lo que el actor no podía continuar trabajando; y que, por otro lado, el ingreso del demandante vulneró disposiciones legales vigentes, toda vez que no se cumplió con el requisito de contarse con plaza presupuestada. 3.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 3.3.1. El derecho al trabajo se encuentra reconocido por el artículo 22º de la Constitución. Al respecto, este Tribunal estima que el contenido esencial del referido derecho constitucional implica dos aspectos. El de acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. Aunque no resulta relevante para resolver la causa, cabe precisar que, en el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de este aspecto de este derecho constitucional implica un desarrollo progresivo y según las posibilidades del Estado. El segundo aspecto del derecho es el que resulta relevante para resolver la causa. Se trata del derecho al trabajo entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa justa. 3.3.2. Dado que la entidad emplazada reconoce expresamente en su escrito de contestación de demanda que el actor tuvo la condición de servidor público sujeto al régimen laboral de la actividad privada, la controversia se circunscribe a determinar si tuvo la condición de obrero eventual, como sostiene la emplazada; y, por otro lado, si la extinción de su vínculo laboral es constitucionalmente válido o si, por el contrario, constituye un despido arbitrario o incausado. 3.3.3. A fojas 2 obra el contrato de trabajo indefinido suscrito por las partes el 12 de noviembre del 2010, para que el demandante se desempeñe como personal de seguridad ciudadana, señalándose en la cláusula primera que el actor viene desarrollando labores de naturaleza permanente desde hace más de un año. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 3.3.4 Mediante Resolución de Alcaldía Nº 234-2010-MPP, de fecha 23 de noviembre del 2010 (f. 5), la entidad emplazada reconoció al demandante como trabajador permanente, precisando en la parte considerativa que viene laborando ininterrumpidamente desde el 1 de septiembre de 2009 desempeñando las labores permanentes de personal de seguridad ciudadana, sujeto a un horario de trabajo y bajo dependencia, por lo que tiene la condición de obrero municipal sujeto al régimen laboral de la actividad privada. 3.3.5 A fojas 73 corre la Resolución de Alcaldía Nº 032-2011MPP-C-A, de fecha 13 de enero del 2011, mediante la cual se declara la nulidad de la resolución de alcaldía que reconoce las labores de naturaleza permanente del demandante y resuelve su contrato de trabajo a plazo indeterminado, aduciendo que no se puede continuar manteniendo al personal de seguridad ciudadana porque el proyecto en el que trabajan concluyó el 31 de diciembre del 2010, por no contar con disponibilidad presupuestal, económica y financiera; además que no se ha tenido en cuenta que dichos trabajadores tienen la condición de obreros eventuales y que no están comprendidos en los instrumentos de gestión institucional, tales como el CAP, el PAP, el MOF y el ROF. 3.3.6 Respecto a la naturaleza de las labores que desarrolló el recurrente, este Colegiado estima que no pueden considerarse eventuales, toda vez que, como lo ha establecido en reiterada y uniforme jurisprudencia, la labor del personal de seguridad ciudadana constituye una prestación de naturaleza permanente en el tiempo, por ser una de las funciones principales de las municipalidades, por lo que no se justifica que se prescinda de la prestación de sus servicios, dado que, como es evidente, no se puede prescindir del servicio de seguridad ciudadana porque, como ya se dijo, este obedece a una necesidad permanente que debe ser satisfecha por todo gobierno local. 3.3.7 Por otro lado, el que no se haya comprendido al personal de seguridad ciudadana en los documentos de gestión institucional, pese a que desarrolla labores de naturaleza permanente, es una omisión que, evidentemente, es de responsabilidad de la administración municipal y no del trabajador, por lo que tampoco puede servir de justificación para despedirlo. 3.3.8 Se concluye, entonces, que la Resolución de Alcaldía Nº 032-2011-MPP-C-A fue expedida desconociendo la condición de obrero permanente del actor. Por tanto, dado que se ha establecido que el demandante tenía en realidad un contrato de trabajo de duración indeterminada, solamente podía ser despedido por causa de su conducta o su desempeño laboral, lo que no ha sucedido en el presente caso, razón por la cual ha sido víctima de un despido arbitrario, vulneratorio de su derecho al trabajo; por consiguiente, debe estimarse la demanda. 3.3.9 Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el presente caso se ha configurado un despido incausado, violatorio del derecho constitucional al trabajo, reconocido en el artículo 22º de la Constitución. 4) Efectos de la sentencia 4.1 En la medida en que en este caso se ha acreditado que la entidad demandada ha vulnerado el derecho constitucional al trabajo, corresponde ordenar la reposición del demandante como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional. 4.2 Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código Procesal Constitucional, la entidad emplazada debe asumir los costos del proceso, los cuales deberán ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. 4.3 Teniendo presente que existen reiterados casos en los que se estima la demanda de amparo por haberse comprobado un despido arbitrario, el Tribunal estima pertinente señalar que cuando se interponga y admita una demanda de amparo contra una entidad del Estado que tenga por finalidad la reposición del demandante, ello debe registrarse como una posible contingencia económica que ha de preverse en el presupuesto, con la finalidad de que la plaza que ocupaba se mantenga presupuestada para, de ser el caso, poder actuar o ejecutar en forma inmediata la sentencia estimativa. En estos casos, la Administración Pública, para justificar el mantenimiento de la plaza presupuestada, tendrá presente que el artículo 7º del Código Procesal Constitucional dispone que “El Procurador Público, antes de que el proceso sea resuelto en primer grado, está facultado para poner en conocimiento del titular de la entidad su opinión profesional motivada cuando considere que se afecta el derecho constitucional invocado”. Con la opinión del procurador público puede evitarse y preverse gastos fiscales, ya que la Administración Pública puede allanarse a la demanda (si es que la pretensión según la jurisprudencia y los precedentes del Tribunal Constitucional es estimable) o proseguir con el proceso. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a la afectación del derecho al trabajo; en consecuencia, NULA la El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES Resolución de Alcaldía Nº 032-2011-MPP-C-A, y NULO el despido arbitrario del demandante. 2. ORDENAR a la Municipalidad Provincial de Pallasca que reponga a don Manuel Inocente Vivar Romero como trabajador a plazo indeterminado, en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22.º y 59.º del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos procesales. Publíquese y notifíquese. SS. URVIOLA HANI MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ W-1133425-30 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 01126-2012-PA/TC LAMBAYEQUE DOGNER LIZITH DÍAZ CHISCUL SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 6 días del mes de marzo de 2014 la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por Dogner Lizith Díaz Chiscul contra la resolución expedida por la Sala Especializada en Derecho Constitucional de la la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, de fojas 537, su fecha 31 de enero de 2012, que declaró improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 24 de junio de 2009, el recurrente interpone demanda de amparo contra el Director de Educación y Doctrina Policial y el Presidente del Consejo de Disciplina de la Policía Nacional del Perú (PNP), solicitando que se declare nulas la Resolución Directoral Nº 855-2009-DIREDUD-PNP, de fecha 13 de junio de 2009, y la Resolución del Consejo de Disciplina Nº 001-2009-DIREDUD-PNP-CH/Sec, de fecha 16 de abril de 2009, que lo separan definitivamente de la Escuela de Suboficiales de la Policía Nacional del Perú con sede Reque Chiclayo. En tal sentido, solicita que se ordene su reincorporación a la Escuela a fin de graduarse como efectivo de la policía y que se ordene el pago de las remuneraciones dejadas de percibir desde la fecha en que fue separado injustamente. Alega que mediante las resoluciones cuestionadas se le ha separado definitivamente de la Escuela de Oficiales de la Policía Nacional del Perú con sede en Reque-Chiclayo por el solo hecho de que existe una partida de nacimiento de un menor, que le atribuye su paternidad. Afirma que tal hecho ha sido desmentido por la propia madre del menor, y por el reconocimiento de paternidad realizado por Roy Styp Bonfild Briones, mediante notario público. Refiere que existen intereses extraños que han influido para hacerle daño en su carrera policial, y que, en todo caso, en el supuesto negado caso de que sea el padre del menor, se le estaría discriminando por razón de sexo, y vulnerándose el derecho a su familia, por lo que le resulta aplicable el precedente establecido en la STC 05527-2008HC/TC. Alega también que se le ha vulnerado su derecho al debido proceso sustantivo, ya que no se han valorado debidamente los medios probatorios ofrecidos. El Director de la Escuela Técnico Superior PNP Chiclayo, solicita que la demanda sea declarada improcedente en virtud del artículo 5, inciso 2) del Código Procesal Constitucional (CPCo), afirmado que existen vías igualmente satisfactorias para la protección del derecho supuestamente vulnerado. De otro lado, alega que el actor presentó temerariamente una declaración jurada expresando ser soltero y no tener hijos, no obstante tener la condición de padre del menor D.M.D.F., como se acredita con la Partida de Nacimiento Nº 63072059, expedida por la Municipalidad Distrital de Reque. Así, mientras está acta no sea anulada, es válida. En virtud de ello se determinó que el actor incurrió en la infracción disciplinaria contemplada en el artículo 133, inciso 16), de la Ley Nº 28338. Indica que el procedimiento administrativo disciplinario fue instruido de oficio en virtud a la normativa del régimen disciplinario. Expresa que si se tolera este tipo de comportamiento, en el futuro se tendrá policías carentes de valores, principios y fuerza para aplicar la ley. Y finalmente concluye que al actor no se le ha sancionado por ser padre de familia sino por faltar a la verdad al presentar información falsa, perjudicando a terceros postulantes. Y que de acuerdo con la normativa vigente la postulación a las escuelas de instrucción a aquellas personas que sean padres de familia resulta improcedente. 50033 El Procurador Público Especializado en Asuntos de la Policía Nacional de Perú plantea la excepción de incompetencia por materia, argumentando que en virtud de la STC 0206-2005-PA, este tipo de pretensiones deberían ser tramitadas en un proceso contencioso administrativo. Contestando la demanda, sostiene que se ha comprobado que el actor presentó información falsa u omitió información declarando bajo juramento ser soltero y no tener hijos, evidenciándose su actitud y comportamiento contrarios a las normas de disciplina de la institución. Indica además que la Ley Nº 28338 prevé la separación definitiva del accionante por medida disciplinaria, por lo que no se trata de una sanción desproporcionada. Igualmente expresa que para evaluar todas las pretensiones del accionante se requiere de una estación probatoria inexistente en el proceso de amparo. Con fecha 7 de setiembre de 2011, el juez declaró infundada la demanda por considerar que se ha acreditado que el actor mintió en su declaración jurada, puesto que luego de rechazar que conocía a la madre del menor y desconociendo su firma y huella dactilar de la Partida de Nacimiento Nº 63072059, modificó su opinión y dijo que la madre de la menor era su amiga y que las firmas y huellas dactilares en la partida sí eran las suyas. Con ello se estaría demostrando que la partida de nacimiento es auténtica, y que no puede invalidarse unilateralmente por el actor, debiendo cuestionarla en un trámite judicial. Hasta que ello no suceda, tal partida es un documento válido que debe ser tomado como tal. Por consiguiente, no se habrían vulnerado los derechos fundamentales del actor. La Sala revoca la resolución apelada y la declara improcedente, por considerar que es la vía del contencioso administrativo el medio idóneo para cuestionar actos en los que se exijan actuaciones probatorias. FUNDAMENTOS 1. Mediante la presente demanda el actor ha identificado que el acto lesivo estaría contenido en la Resolución del Consejo de Disciplina Nº 001-2009-DIREDUD-PNP-CH/Sec (fojas 06), de fecha 16 de abril de 2009, y en la Resolución Directoral Nº 855-2009DIREDUD-PNP, de fecha 13 de junio de 2009, (fojas 03). Alega que mediante tales resoluciones se está vulnerando sus derechos fundamentales al debido proceso, a la motivación, a la presunción de inocencia, de igualdad ante la ley, a no ser discriminado en razón de sexo, a la educación y, por extensión, al trabajo. 2. Solicita por consiguiente, que las referidas resoluciones sean declaradas nulas, que se ordene su reincorporación a la Escuela Técnico Superior de la Policía Nacional del Perú (PNP) a fin de graduarse como efectivo de la Policía, y que se ordene el pago de las remuneraciones dejadas de percibir desde la fecha en que fue separado injustamente. 3. Los argumentos utilizados por el recurrente para cuestionar las referidas resoluciones son que la PNP inició una investigación sobre un hecho no denunciado y que no valoró los medios probatorios ofrecidos. Asimismo, manifiesta que no incurrió en ningún hecho doloso ni ha faltado a la verdad material en su declaración jurada, porque no tiene un hijo biológico. Y por último, alega que resulta discriminatorio que por el solo hecho de ser padre de familia se le instaure un procedimiento y se le sancione. 4. Este Tribunal aprecia una contradicción manifiesta en la presente demanda. De un lado el actor “ha sostenido, sostiene y sostendrá que NO ES EL PADRE BIOLÓGICO” del menor D.M.D.F. (resaltado y mayúsculas en original, fojas 24). Pero, de otro lado, afirma que el solo hecho de ser padre no debería condicionar su permanencia en la Escuela de la Policía puesto que tiene derecho a ser padre de familia. Así, el actor está alegando al mismo que tiempo que no es padre, pero que deben protegerse sus derechos de padre y a tener una familia. No obstante esta contradicción, este Tribunal procederá a ponderar los argumentos expuestos por las partes. § Sobre la afectación del derecho al debido proceso 5. Tal como ya lo tiene expresado este Tribunal en uniforme y reiterada jurisprudencia, el derecho al debido proceso tiene un ámbito de proyección sobre cualquier tipo de proceso o procedimiento, sea éste judicial, administrativo o entre particulares. Así, se ha establecido que el derecho reconocido en el inciso 3) del artículo 139.° de la Constitución no sólo tiene un espacio de aplicación en el ámbito “judicial”, sino también en el ámbito administrativo” y, en general, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos lo ha sostenido, puede también extenderse a “cualquier órgano del Estado que ejerza funciones de carácter materialmente jurisdiccional, (el que) tiene la obligación de adoptar resoluciones apegadas a las garantías del debido proceso legal, en los términos del artículo 8° de la Convención Americana” (Caso Tribunal Constitucional del Perú, párrafo 71). De igual modo, la Corte Interamericana sostiene –en doctrina que ha hecho suya este Colegiado en la sentencia correspondiente al Exp. Nº 2050-2002AA/TC– que “si bien el artículo 8° de la Convención Americana se titula “Garantías Judiciales”, su aplicación no se limita a los recursos judiciales en sentido estricto, sino al conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales, a efectos de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus derechos” (párrafo 69). “(...) Cuando la Convención se refiere al derecho de toda persona a ser oída por un “juez o tribunal competente” para la “determinación de sus derechos”, esta expresión se refiere 50034 PROCESOS CONSTITUCIONALES a cualquier autoridad pública, sea administrativa, legislativa o judicial, que a través de sus resoluciones determine derechos y obligaciones de las personas. (Párrafo 71) [La Corte ha insistido en estos postulados en los Casos Baena Ricardo, del 2 de febrero de 2001 (Párrafos 124-127), e Ivcher Bronstein, del 6 de febrero de 2001 (Párrafo 105)]”. 6. Con la presente demanda el actor cuestiona el procedimiento administrativo sancionador que se le siguió porque se le estaría sancionado por un hecho que no fue denunciado. El Tribunal considera que tal alegación no tiene base constitucional por las consideraciones que a continuación pasa a desarrollar. La Ley Nº 28338 del Régimen Disciplinario de la Policía Nacional del Perú (derogada por la Única Disposición Derogatoria de la Ley Nº 29356, publicada el 12 mayo 2009) permitía el inicio de oficio del procedimiento administrativo disciplinario. Así, el artículo 74º de la referida norma (párrafo modificado por la Segunda Disposición Complementaria Modificatoria de la Ley N° 28857, publicada el 27 julio 2006) establecía que “El procedimiento administrativo disciplinario por infracciones graves y muy graves se promoverá de oficio, atendiendo a las siguientes razones: 1. Por iniciativa de los Órganos de Investigación. 2. Como consecuencia de una denuncia debidamente acreditada, en cuyo caso, contendrá obligatoriamente, nombre y apellidos completos, domicilio, fotocopia del documento de identidad y firma del denunciante. 3. Previo Informe administrativo de cualquier miembro de la P.N.P. 4. Por orden superior escrita.” 7. De otro lado, la Ley Nº 28338, artículo 133, inciso 16, preceptúa que: “Los cadetes y alumnos de las Escuelas de Formación de la Policía Nacional del Perú serán sancionados con separación definitiva por medida disciplinaria de las Escuelas de Formación, en caso de cometer una o varias de las infracciones que se detallan a continuación: […] “Haber logrado su ingreso a la Escuela de Formación respectiva, presentando documentos o información falsa; o adulterando u omitiendo la información requerida.” 8. Confirmándose que la entidad demandada actuó en virtud de la citada base legal, es decir, en virtud de una investigación de oficio, corresponde que el Tribunal Constitucional evalúe si los hechos que sustentan la sanción efectivamente pueden ser considerados como requisitos necesarios para postular a una institución policial, o por el contrario, constituyen una intromisión en la vida personal y privada de las personas. § Sobre el derecho al debido proceso: valoración de la prueba y presunción de inocencia 9. Este Tribunal Constitucional ha expresado (STC 0102002-AI/TC, fundamentos 133-135) que el derecho fundamental a la prueba tiene protección constitucional, en la medida en que se trata de un derecho comprendido en el contenido esencial del derecho al debido proceso, reconocido en el artículo 139, inciso 3, de la Constitución. Una de las garantías que asisten a las partes del proceso es la de presentar los medios probatorios necesarios que posibiliten la creación de convicción en el juzgador sobre la veracidad de sus argumentos. Sin embargo, como todo derecho fundamental, el derecho a la prueba también está sujeto a restricciones o limitaciones, derivadas tanto de la necesidad de que sean armonizados con otros derechos o bienes constitucionales –límites extrínsecos–, como de la propia naturaleza del derecho en cuestión -límites intrínsecos-. 10. El derecho a la prueba es un derecho complejo cuyo contenido, de acuerdo con lo señalado anteriormente por el Tribunal Constitucional (STC 6712-2005/HC/TC, fundamento 15), está determinado: “(...) por el derecho a ofrecer medios probatorios que se consideren necesarios, a que estos sean admitidos, adecuadamente actuados, que se asegure la producción o conservación de la prueba a partir de la actuación anticipada de los medios probatorios y que éstos sean valorados de manera adecuada y con la motivación debida, con el fin de darle el mérito probatorio que tenga en la sentencia”. La valoración de la prueba debe estar debidamente motivada por escrito, con la finalidad de que el justiciable pueda comprobar si dicho mérito ha sido efectiva y adecuadamente realizado. 11. El actor ha alegado que a pesar de presentar medios probatorios que acreditarían que él no es el padre biológico del menor D.M.D.F. y que, por lo tanto, no habría cometido falta alguna, estos no habrían sido tomados en cuenta en el procedimiento administrativo sancionador. 12. En autos ha quedado acreditado que el demandante presentó una declaración jurada a la entidad emplazada, en la que manifestaba que era soltero y que no tenía hijos (f. 76), sin embargo, existe una partida de nacimiento, suscrita por él, en la que se advierte que ha declarado como hijo suyo al menor de iniciales D.M.D.F. (f. 67). De modo que corresponde evaluar, en primer término, si dicho requisito puede ser utilizado para descalificar a un postulante o cadete de las escuelas policiales, así como si, en el caso de autos, ha quedado plenamente determinado que el demandante es el padre del menor referido. 13. Respecto al requisito relativo a la presentación de la declaración jurada, se advierte que las resoluciones cuestionadas se sustentan en los artículos 37.3.12º y 133.16º de la Ley Nº 28338, los que establecían: El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 Artículo 37.- Clases de infracciones Las infracciones se clasifican en leves, graves y muy graves, de acuerdo a la siguiente tipificación:" (…) 37.3 Constituye Infracción Muy Grave: (…) 37.3.12 Presentar para trámites administrativos documentos y declaraciones juradas contrarias a la verdad. Artículo 133.- Infracciones y procedimiento Los cadetes y alumnos de las Escuelas de Formación de la Policía Nacional del Perú serán sancionados con separación definitiva por medida disciplinaria de las Escuelas de Formación, en caso de cometer una o varias de las infracciones que se detallan a continuación: (…) 16. Haber logrado su ingreso a la Escuela de Formación respectiva, presentando documentos o información falsa; o adulterando u omitiendo la información requerida. 14. De modo que, conforme a las disposiciones precitadas, presentar documentos o declaraciones juradas contrarias a la verdad constituye una falta muy grave, lo que en el caso de autos se habría configurado con la presentación de la declaración jurada que corre a f. 76. Sin embargo, la Ley N. º 28338 no establece cuál o cuáles son los requisitos que deben presentarse para postular a una vacante en las escuelas policiales. 15. En el caso del demandante, si bien existe la partida de nacimiento acotada, también debe tomarse en consideración que aunque con la partida del menor de iniciales D.M.D.F. se acreditaría su paternidad, ello no constituye un hecho indubitable, dado que en autos corre la la declaración de Roy Styp Bonfield Briones expresando que es el padre del menor D.M.D.F. (fojas 10), la que data del 21 de abril de 2009; es decir, es posterior a la Resolución del Consejo de Disciplina Nº 001-2009-DIREDUD-ETS-PNP-CH/ Sec, pero, sin embargo, fue presentada antes de que se emita la Resolución Directoral Nº 885-2009-DIRED UD-PNP. 16. Aunque este documento no enerva el contenido de la partida de nacimiento, si genera dudas respecto de la paternidad del demandante, situación que por cierto no puede ser determinada en sede administrativa, sino ante la jurisdicción ordinaria, siendo pues prematuro que se haya emitido un pronunciamiento como el que corre en autos sin que previamente no se haya determinado si el demandante es o no padre del menor precitado, y en consecuencia –y por lo que respecta al presente proceso–, si era pasible de sanción administrativa alguna. 17. Por ello, cabe declarar fundada la demanda y disponer que el demandante continúe sus estudios en la Escuela de Suboficiales de la Policía Nacional del Perú con sede en Reque, Chiclayo, siempre y cuando los reglamentos institucionales así lo permitan, esto es, que cumpla con los demás requisitos establecidos en dicha entidad. § El derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad 18. En relación a este derecho, en la sentencia dictada en el Exp. Nº 00007-2006-PI/TC, el Tribunal Constitucional expuso que: “45. El derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad no se halla enunciado literalmente en la Constitución de 1993, como sí lo estuvo por la Constitución de 1979. En efecto, el artículo 2, inciso 1, de ésta establecía que toda persona tiene derecho: “A la vida, a un nombre propio, a la integridad física y al libre desenvolvimiento de su personalidad” (énfasis añadido). 46. Aun cuando el artículo 2, inciso 1, de la Constitución vigente, cuando menciona el derecho de la persona al “libre desarrollo y bienestar” pudiera interpretarse como alusivo al libre desenvolvimiento de la personalidad, tal interpretación no sería del todo correcta ya que desarrollo y bienestar, dotan de un contenido o, al menos, de una orientación, en los que habría de interpretarse la libertad de actuación. Por el contrario, el objeto de protección de la libertad de actuación es la simple y llana conducta humana, desprovista de algún referente material que le otorgue algún sentido –desarrollo y bienestar-. Por ello, corresponde examinar si hay otra vía a efectos de considerarlo como un derecho conformante de nuestro ordenamiento constitucional. 47. El libre desenvolvimiento de la personalidad constituye un derecho fundamental innominado o implícito que se deriva o funda en el principio fundamental de dignidad de la persona (arts. 1 y 3, Constitución). En efecto, la valoración de la persona como centro del Estado y de la sociedad, como ser moral con capacidad de autodeterminación, implica que deba estarle también garantizado la libre manifestación de tal capacidad a través de su libre actuación general en la sociedad. 19. La consecuencia importante del reconocimiento de este derecho fundamental constituye la prohibición del Estado de intervenir en esta esfera o adjudicar consecuencias a los actos o conductas que en ese ámbito impenetrable tienen lugar. En tal sentido, las conductas que se encuentran bajo el ámbito de protección del derecho al libre desenvolvimiento “constituyen ámbitos de libertad sustraídos a cualquier intervención estatal que no sean razonables ni proporcionales para la salvaguarda y efectividad del sistema de valores que la misma Constitución El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES consagra” (STC Nº 2868-2004-AA/TC, fundamento 14, quinto párrafo). 20. Por ello, el Estado debe abstenerse de intervenir o evitar que su intervención afecte el libre desenvolvimiento de la personalidad e incluso el proyecto de vida de un ciudadano. En este contexto, resulta oportuno precisar que la decisión de un hombre y una mujer de traer al mundo una nueva vida humana es una de aquellas opciones que se encuentran protegidas por el derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad, que no puede ser objeto de injerencia por autoridad pública o por particular alguno. Consecuentemente, todas aquellas medidas que tiendan a impedir o a hacer más gravoso el ejercicio de la mencionada opción vital, resultan inconstitucionales. 21. En la STC Nº 05527-2008-HC/TC este Tribunal dejó sentada su posición en relación a que: “(…) el embarazo de una alumna, cadete o estudiante no es un hecho que pueda limitar o restringir su derecho a la educación. Por ello, ningún manual o reglamento interno de ningún colegio, instituto, universidad o escuela pública o privada, puede, ni explícita, ni implícitamente, tipificar como infracción, falta o causal de mala conducta, el embarazo de una alumna, estudiante o cadete. Dicho de otro modo, ninguna autoridad pública o particular puede impedirle a una mujer estudiar normalmente por su estado de embarazo. En este sentido, cualquier norma que se ocupe de tipificar la maternidad como causal de infracción o falta en el ámbito educativo debe ser inaplicada por los jueces en virtud de la facultad conferida por el artículo 138.° de la Constitución, por ser contraria a los derechos fundamentales a la educación, a la igualdad y al libre desarrollo de la personalidad” (f. 22). 22. Ello, por cierto, es de aplicación también al padre, que en general, por el solo hecho de serlo, no tiene limitación o afectación a derecho alguno, salvo en aquellas entidades en las que el solo hecho de ser padre es considerado como una “falta grave” o se convierte en un “demérito” para continuar con los estudios de formación o capacitación superior. 23. Esta situación, en criterio del Tribunal Constitucional, tiene un efecto pernicioso cuyas consecuencias son contrarias a la Constitución y a afectan a quienes, por mandato del artículo 4º, deben ser objeto especial por parte del Estado: los niños y las madres. 24. Ello ocurre porque en su afán de seguir estudios en una escuela policial, los hombres que ya son padres saben que no pueden declarar tal hecho, y como consecuencia de ello se podrían negar a reconocer a sus hijos y/o a asumir las responsabilidades que derivan de tal reconocimiento. Evidentemente ello no es intención de los institutos de formación policial, pero la práctica de exigir que quienes se forman en ello no tengan hijos pues de hacerlo, serán sancionados en su institución educativa, tiene el efecto pernicioso precitado. Resulta pues increíble que quienes son formados para –conforme al mandato constitucional contenido en el artículo 166º de la Constitución–, garantizar, mantener y restablecer el orden interno; para prestar protección y ayuda a las personas y a la comunidad; para garantizar el cumplimiento de las leyes y la seguridad del patrimonio público y del privado, así como para prevenir, investigar y combatir a la delincuencia, tengan que aprender primero a vulnerar la Constitución y el ordenamiento jurídico, al verse obligados a mentir, por temor a las “sanciones” que derivan del hecho de ser padre –como si esto último fuera ilegal o configure una inconducta funcional–. 25. Y es que así como el embarazo de una alumna, cadete o estudiante no es un hecho que pueda limitar o restringir su derecho a la educación, ello tampoco puede afectar a quien es padre de un niño o niña. Por ello, ningún manual o reglamento interno de ningún colegio, instituto, universidad o escuela pública o privada puede, ni explícita ni implícitamente, tipificar como infracción, falta o causal de mala conducta, el embarazo de una alumna, estudiante o cadete. Dicho de otro modo, ninguna autoridad pública o particular puede impedirle a una mujer estudiar normalmente por encontrarse en estado o por ser madre, ni tampoco impedírselo a quien es padre de un niño o niña. 26. De ahí que resulte pertinente, en esta ocasión, utilizar la técnica de la declaración de una situación de hecho incompatible con la Constitución, esta vez con relación al requerimiento que se efectúa a los estudiantes de un instituto policial que declaren si son padres o no, y que, como consecuencia de ello, puedan ser separados de la institución. Se trata de dotar de efecto expansivo general a las consideraciones realizadas en esta ocasión, de manera que esta sentencia pueda ser invocada por otros estudiantes, hombres o mujeres que, por el hecho de ser padres, puedan ser discriminados por tal razón en el desarrollo de una actividad formativa. 27. Por cierto, no escapa para el Tribunal Constitucional que, por su naturaleza, las escuelas policiales tienen regímenes educativos y de formación distintos a las que corresponden a instituciones de otro tipo, acordes a las exigencias que son propias del tipo de información que imparten; en ese sentido, el establecimiento de faltas o sanciones que pueden llevar a la separación de un estudiante, ante hechos que objetivamente pueden ser verificados, tiene sustento constitucional, como lo ha expresado este Tribunal en su jurisprudencia (STC Nºs. 03480-2012-PA/TC y 01668-2011-PA/TC, entre otras). Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. 50035 HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda; en consecuencia, NULAS la Resolución Directoral Nº 855-2009-DIREDUD-PNP, de fecha 13 de junio de 2009, y la Resolución del Consejo de Disciplina Nº 001-2009-DIREDUD-PNP-CH/Sec, de fecha 16 de abril de 2009. ORDENA que el demandante continúe sus estudios en la Escuela de Suboficiales de la Policía Nacional del Perú con sede en Reque, Chiclayo, siempre y cuando cumpla con los demás requisitos establecidos en dicha entidad. 2. Declarar, como un Estado de Cosas Inconstitucional, que la declaración de paternidad o maternidad en una institución educativa policial o militar se constituya en una falta o argumento que dé lugar a una sanción administrativa en contra de quien tiene la condición de padre o madre; en consecuencia: ORDENA que las instituciones educativas policiales o militares se abstengan de imponer sanciones o de considerar un demérito la condición de padre o madre de sus estudiantes. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA W-1133425-31 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 04064-2011-PA/TC AREQUIPA JOEL CHRISTIAN DELGADO ZAPATA Y OTROS SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima (Arequipa), a los 18 días del mes marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Urviola Hani, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Joel Christian Delgado Zapata y otros contra la resolución de fojas 292, su fecha 19 de agosto de 2011, expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, que declaró infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 16 de setiembre de 2010, don Joel Christian Delgado Zapata, don Víctor Jaime Yana Salas y doña Lourdez Zapata Rodríguez interponen demanda de amparo contra la Municipalidad Provincial de Arequipa, solicitando que se deje sin efecto el despido arbitrario del que fueron víctimas; y que, consecuentemente, se ordene su reincorporación en los cargos de obreros de mantenimiento de parques y jardines de la Subgerencia de Gestión Ambiental. Refieren que laboraron mediante contratos de trabajo a tiempo parcial hasta el 31 de julio de 2010, fecha en que fueron despedidos; y que sus contrataciones se habían desnaturalizado en contratos de trabajo a plazo indeterminado, pues en realidad laboraban 8 horas diarias, prestando labores de naturaleza permanente bajo subordinación y dependencia, por lo que sólo podían ser despedidos por causa relativa a su conducta o capacidad laboral. El procurador público de la Municipalidad emplazada contesta la demanda señalando que los actores laboraron mediante contratos temporales a tiempo parcial, por 3 horas y 45 minutos diarios, que sus últimos contratos tuvieron vigencia del 1 de mayo al 31 de julio de 2010 y que no fueron despedidos sino que cuando venció el plazo estipulado en sus contratos se extinguió la relación laboral. Asimismo, sostiene que los actores laboraron como personal de apoyo y que su jornada no superó las 4 horas diarias de trabajo. El Primer Juzgado Civil de Arequipa, con fecha 25 de marzo de 2011, declaró fundada la demanda, por considerar que los actores laboraron más de 4 horas diarias, por lo que su relación se desnaturalizo en un contrato de trabajo a plazo indeterminado y sólo podían ser despedidos por causa justa, lo que no ocurrió en el presente plazo. La Sala Superior revisora, revocando la apelada, declaró infundada la demanda, por considerar que los documentos presentados por las partes no generan convicción para acreditar que los contratos a tiempo parcial se desnaturalizaron en contratos de trabajo a plazo indeterminado. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio La presente demanda tiene por objeto que se declare la reincorporación de los actores en sus cargos de obreros de 50036 PROCESOS CONSTITUCIONALES mantenimiento de parques y jardines de la Subgerencia de Gestión Ambiental de la Municipalidad emplazada, alegándose la vulneración de sus derechos constitucionales al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario y al debido proceso. 2. Consideraciones previas 2.1. Este Colegiado en la STC Nº 00206-2005-PA/TC, publicada en el diario oficial El Peruano el 22 de diciembre de 2005, ha precisado, con carácter vinculante, los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo en materia laboral del régimen privado. 2.2. Respecto al demandante Víctor Jaime Yana Salas, este Tribunal debe señalar que si bien el actor afirma haber laborado más de 4 horas diarias, sin embargo en autos se encuentran los contratos a tiempo parcial suscritos por el demandante, esto es por una jornada de trabajo de tres horas y cuarenta y cinco minutos diarios (ff. 179 a 188), y a pesar de haber iniciado en junio de 2010 una demanda en la vía ordinaria laboral para que se declare la desnaturalización de su contrato laboral a tiempo parcial y se le reconozca como un trabajador indeterminado más el pago de sus respectivos beneficios sociales (Exp. 02944-2010-0-0401-JRLA-01), a la fecha aún dicho proceso judicial continúa en trámite, habiéndose fijado fecha para la vista de la causa el “27 de marzo de 2014”, conforme se puede apreciar de la información obtenida en la página web oficial de poder judicial (búsqueda de expedientes), y como se ha podido comprobar también con la información remitida por la Sala Laboral Transitoria de la Corte Superior de Justicia de la República en virtud de los requerimientos efectuados por este Tribunal (f. 32, 35, 36, 47 y 48). En tal sentido, el referido proceso judicial a la fecha aún está pendiente de resolución definitiva. En consecuencia, se concluye que con las instrumentales obrantes en autos no se ha podido acreditar de manera fehaciente lo dicho por el demandante, pues no es posible determinar si el actor laboró más de 4 horas diarias; por tanto, de acuerdo con los criterios de procedencia establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la sentencia precitada, se determina que la pretensión del demandante no procede, de conformidad con lo establecido en los artículos 5.2 y 9 del Código Procesal Constitucional. 2.3. Respecto a los demandantes Joel Christian Delgado Zapata y Lourdez Zapata Rodríguez, en atención a los criterios de procedencia establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la sentencia precitada, que constituyen precedente vinculante, corresponde evaluar si han sido objeto de un despido arbitrario. 3. Sobre la afectación de los derechos al trabajo y a la protección adecuada contra el despido arbitrario 3.1. Argumentos de la parte demandante Los demandantes afirman que se han vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo y a la protección contra el despido arbitrario, toda vez que a pesar de haber suscrito contratos a tiempo parcial, en realidad laboraban 8 horas diarias, prestando labores de naturaleza permanente bajo subordinación y dependencia, configurándose una relación laboral a plazo indeterminado, por lo que sólo podían ser despedidos por causa relativa a su conducta o capacidad laboral. 3.2. Argumentos de la parte demandada La municipalidad emplazada aduce que los demandantes laboraban mediante contratos a tiempo parcial, es decir, laboraban 3 horas y 45 minutos diarios, y que no habían sido despedidos, sino que su relación laboral se extinguió por el vencimiento de sus respectivos contratos. 3.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional Lourdez Zapata Rodríguez 3.3.1 El artículo 12 del Decreto Supremo Nº 001-96-TR, establece que: “Se considera cumplido el requisito de cuatro (4) horas en los casos en que la jornada semanal del trabajador dividida entre seis (6) o cinco (5) días, según corresponda, resulte en promedio no menor de cuatro (4) horas diarias.” Por lo que, en caso la jornada laboral sea inferior a este promedio, carecerá el trabajador de protección contra el despido arbitrario. Asimismo, según el artículo 4º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, el contrato a tiempo parcial, si bien goza de cierta flexibilidad, debe ser necesariamente por escrito, de lo contrario se considerará que el trabajador tiene todos los beneficios de un trabajador que labora más de 4 horas. 3.3.2 Con relación a la demandante, en sus contratos de trabajo a tiempo parcial suscritos con la Municipalidad emplazada, de fojas 197 a 204, consta en su cláusula tercera que fue contratada por una jornada de trabajo de tres horas y cuarenta y cinco minutos diarios, teniendo como plazo de vigencia su último contrato hasta el 31de julio de 2010 (f. 204). Asimismo, obra a fojas 146 el Informe Nº 413-2010-MPA/GSC/SGGA-PYJ, en el que consta que existía personal contratado a tiempo parcial que laboraba en el Departamento de Parques y Jardines, que trabajaba en turnos de tres horas y cuarenta y cinco minutos De igual manera ocurre con la lista de personal de fojas 147. No obstante lo antes expuesto, la actora expresa en la demanda que la jornada laboral diaria era de ocho horas. Sin embargo, en El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 autos no obra medio probatorio idóneo que acredite que la actora ha laborado más de 4 horas diarias. Para probar su dicho ha presentado constataciones en la que se entrevista a compañeros de trabajo, vigilantes, personas particulares y otras que se negaron a identificarse (f. 115 a 119), así como la constatación policial a fojas 143, en la que se entrevistó a la presidente de un comité vecinal. Es decir, constataciones que no pueden ser tomadas en consideración en el presente proceso. Asimismo, presenta en copia simple parte del cuaderno de labores de la actora llenados manualmente, en los que no constan firmas o sellos de los presuntos empleadores (f. 120 a 142), por lo que tampoco pueden ser tomados en consideración. 3.3.3. Consecuentemente, no se ha producido la alegada desnaturalización de los contratos de trabajo a tiempo parcial de doña Lourdez Zapata Rodríguez; por el contrario, la ruptura del vínculo laboral se debió al cumplimiento del plazo pactado en el contrato temporal, de conformidad con el artículo 16.c) del Decreto Supremo Nº 003-97-TR. Se concluye, entonces, que al no haberse acreditado la vulneración del derecho constitucional al trabajo, la demanda, respecto a la actora, debe ser desestimada. Joel Christian Delgado Zapata 3.3.4. El artículo 22º de la Constitución Política del Perú establece que: “El trabajo es un deber y un derecho. Es base del bienestar social y medio de realización de una persona”, mientras que el artículo 27º prescribe que: “La ley otorga al trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario”. En tal sentido, cabe resaltar que el contenido esencial del derecho al trabajo implica dos aspectos: el de acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. En el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de este aspecto implica un desarrollo progresivo y según las posibilidades económicas del Estado. El segundo aspecto trata del derecho al trabajo entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa justa. 3.3.5. Con relación al demandante, de fojas 4 a 8 del Cuadernillo de este Colegiado, se advierte que el recurrente interpuso en la vía ordinaria judicial una demanda contra la Municipalidad Provincial de Arequipa sobre desnaturalización de contratos y cobro de beneficios económicos. En segunda instancia de dicho proceso (Exp. Nº 02030-2010-0-0401-JR-LA-02), la Sala Laboral Transitoria de Arequipa, con sentencia de fecha 15 de junio de 2012, en su considerando 5.4 expresa que: “(…) el formalmente denominado contrato a tiempo parcial es simulado, pues en sí encerraba una relación laboral superior a cuatro horas diarias (…)”. Mientras que en su parte resolutiva estableció que: “CONFIRMARON la SENTENCIA (…) mediante la cual se declara FUNDADA la demanda interpuesta por Joel Christian Delgado Zapata en contra de la Municipalidad Provincial de Arequipa (…) declarando desnaturalizados los contratos de trabajo a tiempo parcial (…), debiendo considerarse al actor en su condición de trabajador contratado a plazo indeterminado, dentro del régimen laboral privado y disponiendo que la demandada cumpla con incluir al actor en planillas de obreros permanentes (…)”. Asimismo, contra la sentencia citada, la Municipalidad emplazada interpuso recurso de casación, el cual fue resuelto por la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, con fecha 7 de diciembre de 2012, que declaró improcedente dicho recurso (f. 53 a 56 del cuaderno de este Tribunal). 3.3.6. En consecuencia, en virtud de la sentencia emitida en el Exp. Nº 02030-2010-0-0401-JR-LA-02, que ha adquirido la calidad de cosa juzgada y en la cual se ha reconocido judicialmente que el demandante y la parte emplazada mantuvieron una relación laboral a plazo indeterminado, corresponde a este Tribunal estimar la demanda de amparo, por cuanto conforme a lo señalado en el considerando 3.3.5 supra, ha quedado establecido que entre las partes existió una relación de naturaleza laboral a tiempo completo y no a tiempo parcial; por lo que la ruptura del vínculo laboral, sustentada en el vencimiento del plazo del contrato, tiene el carácter de un despido arbitrario, frente a lo cual procede la reposición como finalidad eminentemente restitutoria de todo proceso constitucional de tutela de derechos fundamentales. 3.3.7. Por lo que respecto a don Joel Christian Delgado Zapata, al haberse acreditado la vulneración del derecho constitucional al trabajo, se ingresará a analizar si la municipalidad emplazada afectó su derecho constitucional al debido proceso. 4. Sobre la afectación del derecho al debido proceso 4.1. Argumentos de la parte demandante El recurrente afirma que en el despido arbitrario del que han sido víctima, la entidad emplazada también ha vulnerando su derecho al debido proceso, pues lo despidió sin seguir el procedimiento sancionatorio establecido por la ley. 4.2. Argumentos de la parte demandada La parte demandada sostiene que el actor no fue despedido, sino que la relación contractual entre las partes terminó al vencer el plazo de vigencia de su contrato a tiempo parcial. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES 4.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 4.3.1. Como este Tribunal tiene fijado, el derecho fundamental al debido proceso, consagrado en el artículo 139º, numeral 3), de la Constitución, comprende una serie de garantías, formales y materiales, de muy distinta naturaleza, cuyo cumplimiento efectivo garantiza que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre inmersa una persona, pueda considerarse justo (STC Nº 104902006-AA, fundamento 2). De ahí que este Tribunal haya destacado que el ámbito de irradiación de este derecho continente no abarca exclusivamente al ámbito judicial, sino que se proyecta también al ámbito de los procesos administrativos (STC Nº 07569-2006-AA/ TC, fundamento 6). También este Tribunal ha establecido en reiterada jurisprudencia (STC Nº 03359-2006-PA/TC, por todas) “que el debido proceso –y los derechos que lo conforman, p. e. el derecho de defensa– resultan aplicables al interior de la actividad institucional de cualquier persona jurídica, máxime si ha previsto la posibilidad de imponer una sanción tan grave como la expulsión. En tal sentido, si el emplazado consideraba que el actor cometió alguna falta, debieron comunicarle, previamente y por escrito, los cargos imputados, acompañando el correspondiente sustento probatorio, y otorgarle un plazo prudencial a efectos de que –mediante la expresión de los descargos correspondientes– pueda ejercer cabalmente su legítimo derecho de defensa.” Por su parte, el derecho de defensa se encuentra reconocido expresamente por el artículo 139º, numeral 14, de nuestra Constitución, y constituye un elemento del derecho al debido proceso. Según lo ha señalado la jurisprudencia de este Tribunal, el contenido esencial del derecho de defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso judicial, cualquiera de las partes resulta impedida, por concretos actos de los órganos judiciales, de ejercer los medios necesarios, suficientes y eficaces para defender sus derechos e intereses legítimos [STC 1231-2002-HC/TC]. Es así que el derecho de defensa (de naturaleza procesal) se constituye como fundamental y conforma el ámbito del debido proceso, siendo presupuesto para reconocer la garantía de este último. Por ello, en tanto derecho fundamental, se proyecta como principio de interdicción para afrontar cualquier indefensión y como principio de contradicción de los actos procesales que pudieran repercutir en la situación jurídica de algunas de las partes, sea en un proceso o procedimiento, o en el caso de un tercero con interés. 4.3.2. En el caso de autos, la controversia constitucional radica en determinar si la entidad demandada, al dar por culminado el vínculo laboral con el actor, lo hizo observando el debido proceso, o si, por el contrario, lo lesionó. Efectuada esta precisión, debe comenzarse por evaluar la lesión del derecho de defensa, toda vez que forma parte del derecho al debido proceso. 4.3.3 De acuerdo con lo previsto por el artículo 31° del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, el empleador no podrá despedir a un trabajador por causa relacionada con su conducta laboral, sin antes otorgarle por escrito un plazo razonable no menor de seis días naturales para que pueda defenderse por escrito de los cargos que se le formulen; es decir, el despido se inicia con una carta de imputación de cargos para que el trabajador pueda ejercer su derecho de defensa, efectuando su descargo en la forma que considere conveniente a su derecho. 4.3.4. En el presente caso, tal como se ha establecido en los considerandos 3.3.4 y 3.3.5 supra, ha quedado determinado que el recurrente mantenía con la municipalidad demandada una relación laboral a plazo indeterminado, la cual se dio por terminada sin expresarse causal alguna; es decir, el demandante fue despedido por su empleador sin que éste le haya remitido previamente una carta de imputación de faltas graves. 4.3.5. Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el caso de autos la entidad demandada también ha vulnerado el derecho al debido proceso del recurrente, específicamente, su derecho de defensa. 5. Efectos de la sentencia Víctor Jaime Yana Salas 5.1. De acuerdo con lo expuesto en los considerandos 2.2 y 2.3 supra, la vía del amparo no es idónea para ventilar el caso del señor Víctor Jaime Yama Salas, por lo que la demanda es improcedente de conformidad con lo dispuesto en los artículos 5.2° y 9° del Código Procesal Constitucional. Lourdez Zapata Rodríguez 5.2. Según el considerando 3.3.3 supra, se concluye que no se ha acreditado la vulneración del derecho constitucional al trabajo, por lo cual la demanda, respecto a la actora, debe ser desestimada. Joel Christian Delgado Zapata 5.3. En la medida en que en este caso, respecto al señor Joel Christian Delgado Zapata, se ha acreditado que la entidad demandada ha vulnerado los derechos constitucionales al trabajo, a la protección contra el despido arbitrario y al debido proceso, corresponde ordenar la reposición del demandante como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venían desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas 50037 coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional. 5.4. Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código Procesal Constitucional, la municipalidad emplazada debe asumir los costos procesales, los cuales deberán ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. 5.5. Finalmente, teniendo presente que existen reiterados casos en los que se estima la demanda de amparo por haberse comprobado la existencia de un despido arbitrario, este Tribunal juzga pertinente señalar que cuando se interponga y admita una demanda de amparo contra la Administración Pública que tenga por finalidad la reposición de la parte demandante, ello tiene que registrarse como una posible contingencia económica que tiene que preverse en el presupuesto, con la finalidad de que la plaza que se ocupaba se mantenga presupuestada para, de ser el caso, poder actuar o ejecutar en forma inmediata la sentencia estimativa. En estos casos la Administración Pública, para justificar el mantenimiento de la plaza presupuestada, tendrá que tener presente que el artículo 7º del CPConst. dispone que “El Procurador Público, antes de que el proceso sea resuelto en primer grado, está facultado para poner en conocimiento del titular de la entidad su opinión profesional motivada cuando considere que se afecta el derecho constitucional invocado”. Con la opinión del procurador público puede evitarse y preverse gastos fiscales, ya que la Administración Pública puede allanarse a la demanda (si es que la pretensión según la jurisprudencia y los precedentes del Tribunal Constitucional es estimable) o proseguir con el proceso. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA en parte la demanda, por haberse acreditado la vulneración de los derechos al trabajo, a la protección contra el despido arbitrario y al debido proceso; en consecuencia, NULO el despido del cual fue objeto el señor Joel Christian Delgado Zapata. 2. ORDENAR a la Municipalidad Provincial de Arequipa, que cumpla con reincorporar al señor Joel Christian Delgado Zapata en su mismo puesto de trabajo o en otros de igual o similar nivel, en el plazo máximo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22° y 59° del Código Procesal Constitucional; con el abono de los costos del proceso. 3. Declarar INFUNDADA la demanda en el extremo que se solicita la reincorporación de la señora Lourdez Zapata Rodriguez, por no haberse acreditado la vulneración de los derechos alegados. 4. Declarar IMPROCEDENTE la demanda en el extremo que se solicita la reincorporación del señor Víctor Javier Yana Salas. Publíquese y notifíquese. SS. URVIOLA HANI MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ W-1133425-32 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 05304-2011-PA/TC LIMA SONIA PILAR DELGADILLO QUISPE SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 30 días del mes de abril de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Sonia Pilar Delgadillo Quispe contra la resolución expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 379, su fecha 4 de octubre de 2011, que declaró improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 29 de octubre de 2007, la recurrente interpone demanda de amparo contra la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú (ENSABAP), con el objeto que se le permita el acceso a la seguridad social (atención médica y farmacológica gratuita) que requiere de manera urgente, por atravesar un cuadro de artritis severa en todo el cuerpo, lo cual se agrava porque su trabajo consiste en posar desnuda durante casi 50038 PROCESOS CONSTITUCIONALES toda la jornada laboral, pues desde el 1 de abril de 2003 a la fecha labora como modelo de artes plásticas dentro de los alcances de la Ley 28131, Ley del Artista. ENSABAP deduce las excepciones de caducidad y prescripción adquisitiva, y contestando la demanda alega que la actora ingresó a prestar un servicio conforme se aprecia del contrato privado de locación de servicios suscrito desde el 1 de abril de 2003, para posar como modelo, lo cual se efectuó de acuerdo con el presupuesto aprobado y mediante contratos de locación de servicios sucesivos con plazos determinados. Señala que como entidad pública brinda servicios educativos y forman parte del pliego presupuestal del Ministerio de Educación, por lo cual la contratación de personal debe encontrarse presupuestada. El Decimoquinto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, de fecha 14 de enero de 2011, declara infundadas las excepciones propuestas y fundada la demanda, por considerar, de un lado, que conforme al contenido del derecho constitucional a la salud, éste comprende la conservación del estado de salud y el goce de las prestaciones de salud; y, de otro lado, que en virtud de la aplicación del principio de primacía de la realidad queda establecido de los sucesivos contratos de locación de servicios que entre las partes se ha configurado una relación de naturaleza laboral, por lo que la entidad demandada está obligada a efectuar las respectivas prestaciones de salud. La Sala Superior revisora revoca la apelada y, reformándola, declara improcedente la demanda, por estimar que de los actuados se aprecia que la actora obtuvo con fecha 18 de agosto de 2010 sentencia favorable expedida por el Tribunal Constitucional, en el proceso de amparo seguido contra la demandada, en el que quedó acreditada la existencia de una relación laboral bajo el régimen de la actividad privada conforme al Decreto Legislativo 728 y por tanto sujeta a los beneficios y obligaciones que la legislación laboral impone; y que en tanto la pretensión consiste en que se cumpla con regularizar la cobertura del seguro para prestaciones de salud, ello debe ventilarse en la vía laboral ordinaria. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio En el presente proceso, la demandante solicita que la institución demandada le otorgue de manera integral las prestaciones médicas asistenciales y farmacológicas gratuitas que brinda el Seguro Social de Salud (EsSalud). En la STC 0050-2004-AI/TC, 0051-2005-AI/TC, 004-2005-PI/TC, 0007-2005-PI/TC, 0009-2005-PI/TC (acumulados) este Colegiado ha precisado que el contenido de la seguridad social se encuentra conformado fundamentalmente por los siguientes aspectos: en primer lugar, por las disposiciones legales que establecen las condiciones de pertenencia a un determinado régimen de seguridad social; en segundo lugar, por las disposiciones legales que establecen las condiciones para la obtención de un derecho subjetivo a una determinada prestación; y, en tercer lugar, por el principio de solidaridad, explicado como portador de la justicia redistributiva subyacente en todo sistema de seguridad social. En ese sentido, lo que pretende la actora es la defensa de su derecho fundamental a la seguridad social al pretender el acceso a las prestaciones de salud. Por tal motivo, la procedencia de la demanda se sustenta en la defensa del derecho a la seguridad social conforme a lo previsto en el literal 19 del artículo 37 del Código Procesal Constitucional y, como se ha señalado, en la SSTC 04977-2007-PA/TC y 00540-2007-PA/TC, entre otras. 2. Consideraciones iniciales Resulta relevante recordar que este Tribunal Constitucional, con fecha 18 de agosto de 2010, expidió sentencia en el Exp. Nº 241-2010-PA/TC declarando fundada la demanda de amparo y ordenando que ENSABAP reponga a la demandante en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel. Asimismo, cabe puntualizar que no obstante lo precisado anteriormente, se ha podido constatar (http://www.tc.gob.pe/ jurisprudencia/2013/00382-2013-AA.pdf) que la actora se vio obligada a interponer un recurso de agravio constitucional (RAC) a favor del cumplimiento de la sentencia constitucional recaída en el Exp. Nº 382-2013-PA/TC, de fecha 12 de junio de 2013, que declaró fundado el mencionado recurso de agravio constitucional y ordenó que el a quo cumpla con expedir una nueva resolución disponiendo que ENSABAP ejecute la sentencia emitida por este Tribunal y suscriba con la accionante un contrato de trabajo a plazo indeterminado. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 realizar una denuncia con carácter reservado contra la demandada por desconocer sus derechos como trabajadora, desempeñándose como modelo en bellas artes, sin haber obtenido una respuesta formal, mientras que su salud continua deteriorándose sin posibilidad de poder acceder a las atenciones médicas que brinda EsSalud, que le corresponden como trabajadora. 3.2. Argumentos de la entidad demandada Sostiene que la urgente atención médica alegada por la demandante en razón a la artritis que supuestamente padece, no se encuentra acreditada en autos, y que si bien su labor es de modelo, no siempre lo hace desnuda, sino en formas variadas. Aduce que habiendo sido contratada a través de contratos de locación de servicios, estos suponen una prestación de servicios independiente y no subordinada, con el respectivo pago de una retribución a cambio de una prestación de servicios, pero que de manera alguna implica el reconocimiento de beneficios de orden laboral, como los que ahora solicita. 3.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 3.3.1. En la STC 09600-2005-PA/TC se ha precisado que en igual medida que la seguridad social se convierte, en tanto garantía institucional, en el soporte sobre el cual se cimienta el derecho fundamental a la pensión, las prestaciones de salud, sean éstas preventivas, reparadoras o recuperadoras, también encuentran sustento en aquélla. En este caso la salud, o más precisamente su alteración, se convierte en la contingencia a ser protegida a través de la seguridad social, buscando con ello el mantenimiento de la calidad de vida. 3.3.2. El Tribunal Constitucional ha señalado que el artículo 10 de la Constitución Política reconoce a la seguridad social como un derecho humano fundamental, que supone el derecho que le "asiste a la persona para que la sociedad provea instituciones y mecanismos a través de los cuales pueda obtener recursos de vida y soluciones para ciertos problemas preestablecidos", de modo tal que pueda obtener una existencia en armonía con la dignidad, teniendo presente que la persona humana es el fin supremo de la sociedad y del Estado (STC 008-96-I/TC, fundamento 10). 3.3.3. La Ley 26790, Ley de Modernización de la Seguridad Social en Salud, establece las condiciones, las obligaciones, la permanencia y la pérdida de la condición de afiliado regular y en su artículo 3 precisa que son asegurados del Régimen Contributivo de la Seguridad Social en Salud los afiliados regulares o potestativos y sus derechohabientes. 3.3.4. Al respecto, habiendo este Tribunal Constitucional ordenado a la demandada tanto en la sentencia constitucional como en el RAC a favor del cumplimiento de dicha sentencia primero, que reponga a la actora en su puesto de trabajo (STC 241-2010-PA/TC) y posteriormente, en el proceso de ejecución de dicha sentencia, que ejecute la sentencia constitucional aludida y se suscriba un contrato de trabajo a plazo indeterminado (STC 382-2013-PA/TC), se determina con claridad que por mandato de este Tribunal, la actora tiene la condición de afiliada regular a la Seguridad Social en Salud y la entidad demandada la obligación de cumplir con la contribuciones respectivas a EsSalud, así como viabilizar el acceso de la demandante a las prestaciones de salud (médicas y farmacológicas) que le corresponden como empleada y, por ende, asegurada obligatoria. 3.3.5. Asimismo, de los actuados se evidencia la renuencia de la empleadora demandada en proceder a registrar a la actora como afiliada regular en EsSalud, configurando esta conducta omisiva un incumplimiento de lo ordenado en sede constitucional, lo que a su vez produce un grave perjuicio en la salud de la actora, puesto que arbitrariamente se le está privando del acceso a la atención de su salud y, en consecuencia, a la protección que brinda el derecho en la seguridad social de salud. 3.3.6. Por tanto, en observancia a lo ordenado por este Tribunal Constitucional en los pronunciamientos precitados, corresponde que se brinde a la actora como asegurada obligatoria, la accesibilidad a la seguridad social en salud en todo momento que lo requiera, por lo que la demanda debe ser estimada. 3.3.7. Debe agregarse que al corresponderle a la actora la calidad de afiliada regular goza de la cobertura integral del Seguro Social y, por tanto, tiene derecho a solicitar las atenciones médicas que necesite, debiendo EsSalud, en todo caso, ejercer el derecho de repetición o reembolso contra la demandada al amparo de lo dispuesto por el artículo 10 de la Ley 26790, Ley de Modernización de la Seguridad Social en Salud y su reglamento, aprobado por Decreto Supremo 009-97-SA. 4. Efectos de la sentencia 3. Sobre la afectación del derecho a la seguridad social (artículo 10 de la Constitución) 3.1. Argumentos de la demandante Manifiesta que al desconocer la demandada su derecho como artista modelo dentro de los alcances de la Ley 28131, Ley del Artista, está actuando de manera fraudulenta en la relación laboral y poniendo en riesgo su integridad física, toda vez que se le impide el acceso a las prestaciones de salud pese a que se encuentra padeciendo de una artritis aguda en todo el cuerpo que requiere con urgencia de tratamiento médico. Sostiene que la entidad demandada se niega efectuar los pagos de ley respectivos a la seguridad social y que incluso se vio forzada a En consecuencia, de acuerdo con el artículo 55 del Código Procesal Constitucional, debe procederse al restablecimiento del derecho fundamental a la seguridad social consagrado en el artículo 10 de la Constitución, y ordenarse a ENSABAP que inscriba a la demandante en la Seguridad Social en Salud, que le corresponde en su calidad de trabajadora y afiliada obligatoria, precisándose que se encuentra facultada a solicitar las atenciones médicas que necesite, debiendo EsSalud exigir a la empleadora la repetición o el reembolso respectivo por tales prestaciones de salud, de ser el caso. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda, porque se ha acreditado la vulneración del derecho a la seguridad social. 2. Ordena que Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes (ENSABAP) inscriba a la demandante en la Seguridad Social en Salud (EsSalud), a fin de que la actora acceda a las prestaciones de atención médica y de medicinas, de acuerdo con los fundamentos de la presente sentencia, dentro de los dos días siguientes de notificada, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículo 22 y 59 del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos procesales. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA W-1133425-33 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 04950-2012-PA/TC UCAYALI RAUL SIMEON ACOSTA AMPUERO SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 28 días del mes de marzo de 2014 la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Raúl Simeón Acosta Ampuero contra la resolución expedida por la Sala Especializada en lo Civil y Afines de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, de fojas 421, su fecha 27 de agosto de 2012, que declaró infundada la demanda de amparo de autos. ANTECEDENTES Con fecha 29 de diciembre de 2009, el recurrente interpone demanda de amparo contra la Universidad Privada de Pucallpa, solicitando que se declare nula la Carta Nº 163-2009-UPP/P, del 21 de diciembre de 2009, que dispone prescindir de sus servicios como Jefe del Departamento de Asuntos Académicos, por ser un cargo de confianza, y que, en consecuencia, se repongan las cosas al estado en que se produjo la vulneración de su derecho al trabajo. Manifiesta haber laborado para la emplazada realizando diversas funciones, tales como coordinador académico, secretario de la comisión de selección de docentes, director del centro pre universitario, entre otros, pero que su labor como profesor principal fue a dedicación exclusiva, por lo que su despido debió ser motivado y por causa justa, lo cual no ha ocurrido en su caso. La emplazada no contestó la demanda. El Primer Juzgado Civil de la Provincia de Coronel Portillo, con fecha 9 de marzo de 2012, declaró fundada la demanda, por considerar que en el Reglamento de Organización y Funciones de la universidad emplazada no se ha determinado expresamente que los cargos ejercidos por el demandante sean de confianza. La Sala Superior competente, revocando la apelada, declara infundada la demanda estimando que en autos el demandante no ha acreditado su condición de profesor principal, sino que desde el inicio de sus labores ha desempeñado cargos jefaturales. FUNDAMENTOS Procedencia de la demanda y delimitación del petitorio 1. El demandante alega haber sido despedido arbitrariamente debido a que la emplazada le comunicó la extinción de su relación laboral sin la expresión de una causa justa relacionada con su conducta o capacidad laboral. 2. Por su parte la demandada, en su escrito de apelación, manifiesta que el recurrente no ha sido despedido arbitrariamente, puesto que no ha laborado en cargos ordinarios, sino que ha realizado labores como personal de dirección y de confianza. 3. La controversia se centra en determinar si existió, o no, una relación laboral de confianza entre el demandante y la universidad emplazada, debido a que el actor ha manifestado que por el cargo de profesor principal que desempeñaba sólo podía ser despedido por una causa justa relativa a su capacidad o conducta. 4. De acuerdo con los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo en materia laboral individual privada, establecido en los fundamentos 7 a 20 de la STC 0206-2005-PA/TC, que constituye 50039 precedente vinculante de conformidad con lo dispuesto en el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, este Tribunal estima que en el presente caso procede efectuar la verificación del presunto despido incausado. Análisis de la controversia 5. A tenor de lo previsto en el artículo 43º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, el trabajador de dirección “es aquel que ejerce la representación general del empleador frente a otros trabajadores o a terceros, o que lo sustituye, o que comparte con aquéllas funciones de administración y control o de cuya actividad y grado de responsabilidad depende el resultado de la actividad empresarial”. Asimismo, dicha norma establece que los trabajadores de confianza “son aquellos que laboran en contacto personal y directo con el empleador o con el personal de dirección, teniendo acceso a secretos industriales, comerciales o profesionales y, en general, a información de carácter reservado. Asimismo, aquellos cuyas opiniones o informes son presentados directamente al personal de dirección, contribuyendo a la formación de las decisiones empresariales”. 6. Este Colegiado ha considerado que los trabajadores que asumen un cargo de dirección o de confianza están supeditados a la “confianza” –valga la redundancia– del empleador. En este caso, el retiro de la misma puede ser invocada por el empleador y constituye una situación especial que extingue el contrato de trabajo al ser de naturaleza subjetiva, a diferencia de los despidos por causa grave, que son objetivos. 7. Asimismo, en la STC Nº 03501-2006-PA/TC se ha establecido que si un trabajador desde el inicio de sus labores conoce de su calidad de personal de confianza o de dirección, o por el hecho de realizar labores que implique tal calificación, estará sujeto a la confianza del empleador para su estabilidad en su empleo; de lo contrario, solo cabría la indemnización o el retiro de la confianza depositada en él, tal como viene resolviendo este Colegiado. También se precisó que la diferencia existente entre ambas categorías de trabajadores –personal de dirección y personal de confianza– radica en que el trabajador de dirección tiene poder de decisión y actúa en representación del empleador, con poderes propios de él; mientras que el personal de confianza, si bien trabaja en contacto directo con el empleador o con el personal de dirección, y tiene acceso a información confidencial, sólo coadyuva en la toma de decisiones por parte del empleador o del referido personal de dirección. 8. Es preciso tener en cuenta que la determinación de la calificación de dirección o de confianza de un cargo laboral no queda al mero arbitrio del empleador, sino que debe responder, de modo estricto, a la naturaleza de las funciones y labores que implica dicho cargo. Queda claro entonces que la determinación de la naturaleza de “confianza” de un cargo no depende de la voluntad del empleador, sino que está supeditada, como ya se dijo, a las reales funciones llevadas a cabo por el trabajador. 9. En el caso bajo análisis, el demandante manifiesta que por la multiplicidad de funciones encargadas y por la naturaleza de las mismas, su cargo no tenía la condición de dirección y confianza, por haber desempeñado funciones de profesor principal y a dedicación exclusiva. Al respecto, del Informe Nº 024-2005-CONAFU-CDEYC (f. 4), se advierte que el demandante fue propuesto como Gerente General de la emplazada, y del Acta de Reunión de la Comisión Organizadora (f. 10), de fecha 29 de octubre de 2005, se establece que, en su calidad de coordinador académico, fue designado provisionalmente como Responsable de la Carrera Profesional de Administración de Negocios; asimismo, con las Cartas Nº 0132008-UPP/P (f. 26), 049-2008-UPP/P (f. 28), 064-2008-UPP/P (f. 32) y 128-2008-UPP/P (f. 33), de fechas 1 de febrero, 24 de abril, 21 de mayo y 25 de julio de 2008, respectivamente, se le encarga la Vicepresidencia Académica y mediante el Memorándum Nº 0042008/UPP/P (f. 27) y la Carta Nº 145-2008-UPP/P (f. 34), de fechas 24 de marzo y 10 de setiembre de 2008, se le encarga la Presidencia de dicha casa de estudios. Por otro lado, con la Resolución de la Comisión Organizadora Nº 006-2008-PCO-UPP (f. 29), de fecha 3 de mayo de 2008, se le designa como representante de la promotora durante el proceso de autoevaluación y, con el Acta de la Comisión Organizadora (f. 31), de fecha 20 de mayo de 2008, se advierte que, en su calidad de Jefe del Departamento de Asuntos Académicos, es propuesto como Vocal de la Comisión de Admisión 2008-II y para la elaboración del Reglamento del Concurso de Admisión 2008-II. Asimismo, mediante la Resolución Nº 3192008-CONAFU (f. 35), del 28 de agosto de 2008, se le reconoce como Gerente General de la Comisión Organizadora, y mediante la Resolución N. 014-2009-UPP/PCO ( f. 39), del 26 de junio de 2009, como Vocal de la Comisión de Admisión 2009-II. Por otro lado, con la Constancia de fojas 41, se evidencia que fue Miembro del Comité de Autoevaluación Permanente para la formulación de los 3 informes de autoevaluación anual – IDEA (2005-I, 2006-I y II, 2007-I y II, 2008-I). 10. Es decir, con dichos documentos el demandante no ha acreditado haber desempeñado las funciones de profesor principal y a dedicación exclusiva, tal como éste lo afirma, sino que desde el inicio de su relación laboral tenía conocimiento que su cargo era de dirección; más aún si en el Informe de Actuaciones Inspectivas de la Dirección Regional de Trabajo y Promoción del Empleo de Ucayali (f. 156) y en la Constancia de Asistencia Nº 169-2009-DRTPESDDGyAT-OC-UC (f. 155), del 3 de noviembre y 2 de diciembre de 2009, respectivamente, se establece que no se ha acreditado su condición de docente principal y se advierte que éste se ha venido PROCESOS CONSTITUCIONALES 50040 desempeñando en el cargo de Jefe del Departamento de Asuntos Académicos. Al respecto, en los artículos 47 y 48 del Reglamento de Organización y Funciones de la universidad emplazada (f. 263), se establece que el Jefe del Departamento de Asuntos Académicos es elegido a propuesta del Vicepresidente Académico y que entre sus funciones resaltan: supervisar, controlar y evaluar el desempeño del personal asignado a su dependencia; mantener reuniones de coordinación con los responsables de las carreras profesionales o facultades para evaluar la marcha académica de cada una de ellas; asistir a las sesiones de la Comisión Organizadora para presentar informes sobre cuestiones académicas que deben ser conocidas por la Comisión, y emitir opinión cuando ella sea requerida. Además se señala que los trabajadores se sujetan al régimen laboral de la actividad privada. 11. Siendo así, considerando que por la naturaleza del cargo y las funciones realizadas, el demandante desempeñaba un cargo de confianza, se concluye que su cese laboral dispuesto mediante la Carta Nº 163-2009-UPP/P (f. 67), no vulnera derecho constitucional alguno, ya que el demandante, desde el inicio de la relación laboral, estaba sujeto a la confianza del empleador para su estabilidad en el empleo. Por tal razón la demanda debe ser desestimada. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda, por no haberse acreditado la vulneración del derecho al trabajo. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA W-1133425-34 PROCESO DE CUMPLIMIENTO EXP. Nº 01192-2012-PC/TC LIMA JORGE EMILIANO CASTILLO LUDEÑAS SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 18 días del mes de marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, inicialmente integrada por los magistrados Beaumont Callirgos, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia, con el voto en mayoría de los magistrados Mesía Ramírez y Eto Cruz; el voto en discordia del magistrado Beaumont Callirgos, posición a la que se suma el voto del magistrado Álvarez Miranda, llamado a dirimir; y el voto finalmente dirimente del magistrado Calle Hayen, que adhiere a la posición de los magistrados Mesía Ramírez y Eto Cruz; votos, todos, que se agregan a los autos. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 demanda, por estimar que la resolución cuyo cumplimiento se exige reúne los requisitos previstos en la STC Nº 0168-2005-PC/ TC, por lo que ordenó que la emplazada abone al demandante la bonificación reconocida mediante la Resolución Administrativa Nº 14012-07-DIRREHUM-PNP, de fecha 17 de setiembre de 2007, pago que debía efectuarse conforme a lo previsto en el artículo 1236.º del Código Civil, condenándose al pago de los costos del proceso. La Sala revisora confirma la apelada por los mismos fundamentos. FUNDAMENTOS 1. De autos se aprecia que la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima confirmó la sentencia de primera instancia que declaró fundada la demanda y ordenó que la emplazada: “dé cumplimiento a lo ordenado por la Resolución Directoral Nº 14012-07-DIRREREHUM-PNP, de fecha diecisiete de setiembre del dos mil siete, la misma que dispone el pago a favor del actor de la bonificación adicional de conformidad con la Ley Nº 24700, en los términos indicados por la acotada resolución directoral; cuyo pago debe realizarse con valor actualizado al día de acuerdo con el Artículo 1236º del Código Civil; y los devolvieron”. 2. El demandante ha interpuesto recurso de agravio constitucional solamente respecto del extremo referido a que se ordene el pago de: i) los intereses legales devengados por el incumplimiento de la emplazada del pago de la bonificación adicional desde el 22 de junio de 1987 hasta el 5 de mayo de 1992, reconocido a favor del demandante mediante la Resolución Directoral Nº 14012-07-DIRREHUM-PNP, de fecha 17 de setiembre de 2007, en virtud de la Quinta Disposición Complementaria de la Ley Nº 24700, y ii) los costos procesales. 3. Así las cosas, la emplazada, al no haber cumplido con pagar la bonificación en forma oportuna, conforme era su obligación, ha causado un grave perjuicio económico al demandante, toda vez que éste se ha visto obligado a interponer una demanda, ocasionándosele, de ese modo, gastos innecesarios que han incrementado su inicial afectación. Por tanto, y sin perjuicio de las demás responsabilidades a que hubiere lugar, este Colegiado estima que corresponde ordenar el pago de costos conforme al artículo 56.° del Código Procesal Constitucional, el mismo que deberá hacerse efectivo en la etapa de ejecución de sentencia, donde, además, de acuerdo con los artículos 1236.° y 1244.° del Código Civil, deberán abonarse los intereses legales a partir de la fecha en que se determinó el pago de los derechos al actor hasta la fecha en que se hagan efectivos. Por otro lado, la liquidación deberá realizarla el juez según la tasa fijada por el Banco Central de Reserva en el momento de ejecutarse la presente sentencia. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú HA RESUELTO Declarar FUNDADO el recurso de agravio constitucional; en consecuencia, DISPONE el pago de los intereses legales y de los costos del proceso al demandante en la etapa de ejecución de sentencia, conforme a lo expresado en el fundamento 3, supra. Publíquese y notifíquese. SS. ASUNTO MESÍA RAMÍREZ Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Jorge Emiliano Castillo Ludeñas contra la sentencia expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 158, su fecha 16 de diciembre de 2011, en los extremos en los que no se ordenó el pago de intereses legales y de costos. ANTECEDENTES Con fecha 21 de octubre de 2008, el recurrente interpone demanda de cumplimiento contra el Director de Economía y Finanzas de la Policía Nacional del Perú, solicitando que se dé cumplimiento a la Resolución Directoral Nº 14012-07-DIRREHUMPNP, de fecha 17 de setiembre de 2007, que dispuso que se le abone la bonificación adicional por el reconocimiento de doble tiempo de servicios reales y efectivos desde el 22 de junio de 1987 hasta el 5 de mayo de 1992, en virtud de lo dispuesto en la Quinta Disposición Complementaria de la Ley Nº 24700, debiendo efectuarse el referido pago de acuerdo con lo establecido en el artículo 1236.º del Código Civil, con el pago de los costos del proceso. La Procuradora Pública del Ministerio del Interior a cargo de los asuntos judiciales de la Policía Nacional del Perú propone la excepción de incompetencia por razón de la materia, y contesta la demanda argumentando que el pago de la bonificación adicional está condicionado a la existencia de disponibilidad presupuestaria y que la resolución administrativa cuyo cumplimiento se exige se emitió contraviniendo dispositivos legales, toda vez que la Ley Nº 24700 fue derogada por el Decreto Ley Nº 25475. El Noveno Juzgado Especializado en lo Constitucional de Lima, con fecha 4 de junio de 2009, declara infundada la excepción propuesta; y con fecha 18 de marzo de 2011 declara fundada la CALLE HAYEN ETO CRUZ VOTO DE LOS MAGISTRADOS MESÍA RAMÍREZ Y ETO CRUZ Visto el recurso de agravio constitucional interpuesto por don Jorge Emiliano Castillo Ludeñas contra la sentencia expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 158, su fecha 16 de diciembre de 2011, en los extremos en los que no se ordenó el pago de intereses legales y de costos, los magistrados firmantes emiten el siguiente voto: ANTECEDENTES Con fecha 21 de octubre de 2008, el recurrente interpone demanda de cumplimiento contra el Director de Economía y Finanzas de la Policía Nacional del Perú, solicitando que se dé cumplimiento a la Resolución Directoral Nº 14012-07-DIRREHUM-PNP, de fecha 17 de setiembre de 2007, que dispuso que se le abone la bonificación adicional por el reconocimiento de doble tiempo de servicios reales y efectivos desde el 22 de junio de 1987 hasta el 5 de mayo de 1992, en virtud de lo dispuesto en la Quinta Disposición Complementaria de la Ley Nº 24700, debiendo efectuarse el referido pago de acuerdo con lo establecido en el artículo 1236.º del Código Civil, con el pago de los costos del proceso. La Procuradora Pública del Ministerio del Interior a cargo de los asuntos judiciales de la Policía Nacional del Perú propone la El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES excepción de incompetencia por razón de la materia, y contesta la demanda argumentando que el pago de la bonificación adicional está condicionado a la existencia de disponibilidad presupuestaria y que la resolución administrativa cuyo cumplimiento se exige se emitió contraviniendo dispositivos legales, toda vez que la Ley Nº 24700 fue derogada por el Decreto Ley Nº 25475. El Noveno Juzgado Especializado en lo Constitucional de Lima, con fecha 4 de junio de 2009, declara infundada la excepción propuesta; y con fecha 18 de marzo de 2011 declara fundada la demanda, por estimar que la resolución cuyo cumplimiento se exige reúne los requisitos previstos en la STC Nº 0168-2005-PC/TC, por lo que ordenó que la emplazada abone al demandante la bonificación reconocida mediante la Resolución Administrativa Nº 14012-07DIRREHUM-PNP, de fecha 17 de setiembre de 2007, pago que debía efectuarse conforme a lo previsto en el artículo 1236.º del Código Civil, condenándose al pago de los costos del proceso. La Sala revisora confirma la apelada por los mismos fundamentos. 50041 agravio constitucional debe declararse FUNDADO en parte, en el extremo que solicita el pago de costos procesales de conformidad con el artículo 56º del Código Procesal Constitucional; e IMPROCEDENTE el extremo sobre pago de intereses legales, por razón de no haber sido debidamente solicitados en la etapa postulatoria del proceso. Sr. BEAUMONT CALLIRGOS VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO ÁLVAREZ MIRANDA Llamado por ley a dirimir la discordia surgida en autos, me adhiero al voto del magistrado Beaumont Callirgos, pues, conforme lo justifica, también considero que el recurso de agravio constitucional debe ser declarado IMPROCEDENTE en el extremo de pago de intereses legales, por razón de no haber sido debidamente solicitados en la etapa postulatoria del proceso. FUNDAMENTOS Sr. 1. De autos se aprecia que la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima confirmó la sentencia de primera instancia que declaró fundada la demanda y ordenó que la emplazada: “dé cumplimiento a lo ordenado por la Resolución Directoral Nº 14012-07-DIRREREHUM-PNP, de fecha diecisiete de setiembre del dos mil siete, la misma que dispone el pago a favor del actor de la bonificación adicional de conformidad con la Ley Nº 24700, en los términos indicados por la acotada resolución directoral; cuyo pago debe realizarse con valor actualizado al día de acuerdo con el Artículo 1236º del Código Civil; y los devolvieron”. 2. El demandante ha interpuesto recurso de agravio constitucional solamente respecto del extremo referido a que se ordene el pago de: i) los intereses legales devengados por el incumplimiento de la emplazada del pago de la bonificación adicional desde el 22 de junio de 1987 hasta el 5 de mayo de 1992, reconocido a favor del demandante mediante la Resolución Directoral Nº 14012-07-DIRREHUM-PNP, de fecha 17 de setiembre de 2007, en virtud de la Quinta Disposición Complementaria de la Ley Nº 24700 , y ii) los costos procesales. 3. Así las cosas, la emplazada, al no haber cumplido con pagar la bonificación en forma oportuna, conforme era su obligación, ha causado un grave perjuicio económico al demandante, toda vez que éste se ha visto obligado a interponer una demanda, ocasionándosele, de ese modo, gastos innecesarios que han incrementado su inicial afectación. Por tanto, y sin perjuicio de las demás responsabilidades a que hubiere lugar, estimamos que corresponde ordenar el pago de costos conforme al artículo 56.° del Código Procesal Constitucional, el mismo que deberá hacerse efectivo en la etapa de ejecución de sentencia, donde, además, de acuerdo con los artículos 1236.° y 1244.° del Código Civil, deberán abonarse los intereses legales a partir de la fecha en que se determinó el pago de los derechos al actor hasta la fecha en que se hagan efectivos. Por otro lado, la liquidación deberá realizarla el juez según la tasa fijada por el Banco Central de Reserva en el momento de ejecutarse la presente sentencia. Por estos fundamentos, nuestro voto es por declarar FUNDADO el recurso de agravio constitucional; y, en consecuencia, se disponga el pago de los intereses legales y de los costos del proceso al demandante en la etapa de ejecución de sentencia, conforme a lo expresado en el fundamento 3, supra. Sres. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO CALLE HAYEN Puestos los autos a despacho para dirimir la discordia surgida, y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5º, parágrafo quinto, de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, y en los artículos 11º y 11º-A de su Reglamento Normativo, procedo a emitir siguiente voto: Hecho el análisis de autos, comparto los fundamentos expuestos en el voto de los magistrados Mesía Ramírez y Eto Cruz, me adhiero a ellos y los hago míos; por lo que mi voto también es porque se declare FUNDADO el recurso de agravio constitucional (RAC) interpuesto y que, en consecuencia, se disponga el pago de los intereses legales y los costos del proceso al recurrente en la etapa de ejecución de sentencia. Sr. CALLE HAYEN VOTO SINGULAR CALLIRGOS DEL MAGISTRADO BEAUMONT Con el debido respeto por la opinión vertida por mis colegas magistrados, en el presente caso considero que el recurso de ÁLVAREZ MIRANDA W-1133425-35 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 01417-2013-PA/TC LIMA HERMENEGILDO JIMÉNEZ ORIHUELA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 3 días del mes de marzo de 2014 la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Calle Hayen y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Hermenegildo Jiménez Orihuela contra la resolución expedida por la Sétima Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 242, su fecha 19 de julio de 2012, que declaró infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP) con el objeto que se declare inaplicable la Resolución 1430-2006-ONP/DP/DL 19990, de fecha 6 de julio de 2006, mediante la cual se dispuso la suspensión de su pensión de invalidez con arreglo al Decreto Ley 19990, y que, en consecuencia, se restituya el pago de la referida pensión. Asimismo, solicita el pago de los devengados, los intereses legales y los costos procesales. La emplazada contesta la demanda manifestando que se declaró la suspensión de la pensión de invalidez del actor porque no cumplió con presentarse a la evaluación médica dispuesta por la Administración para comprobar su estado de invalidez, por lo que no resulta una medida arbitraria la suspensión dispuesta. El Primer Juzgado Constitucional de Lima, con fecha 30 de noviembre de 2011 declara fundada la demanda, por estimar que la ONP no ha cumplido con motivar la resolución que declara la suspensión de la pensión del demandante, vulnerando de esta maneras sus derechos al debido proceso y a la pensión. La Sala Superior competente, revocando la apelada, declara infundada la demanda, por estimar que la emplazada declaró la suspensión de la pensión del recurrente porque este no cumplió con acudir a las evaluaciones médicas dispuestas en reiteradas ocasiones, y porque, no ha acreditado que mantiene las condiciones de invalidez que dieron origen a la pensión de invalidez, tal como se acredita con el Certificado de Comisión Médica de Incapacidades de la Red Asistencial Junín, de fecha 1 de agosto de 2006. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio El recurrente solicita que se declare inaplicable la Resolución 1430-2006-ONP/DP/DL 19990, de fecha 6 de julio de 2006, mediante la cual se dispuso la suspensión de su pensión de invalidez otorgada según el Decreto Ley 19990, y que, en consecuencia, se restituya el pago de la referida pensión con el abono de devengados, intereses y costos procesales. Considera que se ha declarado la suspensión de su pensión de invalidez sin hacerle saber las razones debidamente fundamentadas de tal medida, por lo que resulta arbitraria e ilegal. Evaluada la pretensión planteada según lo dispuesto por el fundamento 107 de la STC 00050-2004-AI/TC y otros acumulados, es menester señalar que el derecho a no ser privado arbitrariamente de la pensión constituye un elemento del contenido esencial del derecho a la pensión, el cual encuentra protección a través 50042 PROCESOS CONSTITUCIONALES del proceso de amparo, de conformidad con los supuestos de procedencia establecidos en el fundamento 37.b) de la STC 014172005-PA/TC, por lo que corresponde verificar si se ha respetado el derecho al debido procedimiento administrativo, en el que se encuentra comprendido el derecho a una debida motivación. Por otro lado, considerando que la pensión como derecho fundamental, por su naturaleza, requiere de regulación legal para establecer las condiciones necesarias para su goce, debe concluirse que aquellas limitaciones o restricciones temporales o permanentes a su ejercicio han de estar debidamente sustentadas, a efectos de evitar arbitrariedades en la intervención de este derecho. Cabe mencionar que en su recurso de agravio constitucional el actor manifiesta que no se presentó a una segunda evaluación médica dispuesta por la emplazada. 2. Sobre la afectación del derecho al debido proceso (artículo 139.3 de la Constitución) 2.1. Argumentos del demandante Manifiesta que mediante la Resolución 52752-2005-ONP/ DC/DL 19990, de fecha 15 de junio de 2005 (f. 3), se le otorgó pensión de invalidez definitiva conforme al Decreto Ley 19990, al haber acreditado encontrarse incapacitado para trabajar en forma permanente a partir del 5 de junio de 1986. Sin embargo, a través de la Resolución 1430-2006-ONP/DP/DL 19990, de fecha 6 de julio de 2006 (f. 150), la ONP decidió declarar la suspensión de su pensión de invalidez de conformidad con lo establecido por el artículo 35 del Decreto Ley 19990, considerando que no cumplió con someterse a una evaluación médica para comprobar su estado de invalidez. Considera que se han vulnerado sus derechos constitucionales al debido proceso y a una debida motivación porque la emplazada ha declarado la suspensión de su pensión de invalidez sin haber realizado una investigación particular de su situación, en la que precise las razones para haber tomado tal medida, y su derecho a la pensión, por habérsele privado del medio que le permite solventar su subsistencia. 2.2 Argumentos de la demandada Sostiene que declaró la suspensión de la pensión de invalidez del demandante en aplicación del artículo 35 del Decreto Ley 19990, toda vez que el actor no cumplió con someterse a una evaluación médica para comprobar su estado de invalidez. Manifiesta que el numeral 14 del artículo 3 de la Ley 28532 establece como función de la ONP efectuar las acciones de fiscalización que sean necesarias con relación a los derechos pensionarios en los sistemas a su cargo, a fin de garantizar su otorgamiento con arreglo a ley. Y que conforme al artículo 32.1 de la Ley 27444, la ONP queda obligada de oficio, mediante el sistema de muestreo, a verificar la autenticidad de las declaraciones de los documentos e informaciones proporcionadas por el pensionista. 2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 2.3.1. Respecto a las causales de suspensión de pensiones de invalidez, el Decreto Ley 19990 establece un supuesto vinculado al estado de salud del pensionista. Así, en el artículo 35 se establece que "Si el pensionista de invalidez dificultase o impidiese su tratamiento, se negase a cumplir las prescripciones médicas que se le impartan, se resistiese a someterse a las comprobaciones de su estado o a observar las medidas de recuperación, rehabilitación o reorientación profesional, se suspenderá el pago de la pensión de invalidez mientras persista en su actitud, sin derecho a reintegro". 2.3.2. Asimismo, el tercer párrafo del artículo 26 prescribe que "Si efectuada la verificación posterior, se comprobara que el Certificado Médico de invalidez es falso o contiene datos inexactos, serán responsables de ello penal y administrativamente, los médicos e incluso el propio solicitante". Es decir que la responsabilidad de los partícipes de estos ilícitos se determina cuando se comprueba la falsedad o inclusión de datos inexactos en el certificado médico. 2.3.3. De otro lado, si la causa de suspensión del pago de la pensión estuviera referida a documentos que sustentan las aportaciones al Sistema Nacional de Pensiones –SNP, la Administración deberá respetar las normas que regulan el Procedimiento Administrativo General, a fin de ejercer la facultad de fiscalización posterior y, de ser el caso, cuestionar su validez. 2.3.4. A este respecto, el artículo 32.3 de la Ley 27444, a la letra dice: “En caso de comprobar fraude o falsedad en la declaración, información o en la documentación presentada por el administrado, la entidad considerará no satisfecha la exigencia respectiva para todos sus efectos (…)”; procediendo a iniciarse el trámite correspondiente para que se declare la nulidad del acto administrativo, la determinación de las sanciones correspondientes y responsabilidades penales, de ser el caso. 2.3.5. Obviamente, se entiende que la consecuencia inmediata y lógica, previa a la declaración de nulidad del acto administrativo, es la suspensión de sus efectos, dado que lo contrario sería aceptar que, pese a comprobar la existencia de ilícito o fraude en la obtención de un derecho, la Administración se encuentre obligada a mantenerlo hasta que se declare su nulidad. 2.3.6. Así, en materia previsional, conforme a las normas que regulan los requisitos indispensables para el reconocimiento del derecho pensionario, la ONP está facultada para suspender el El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 pago de las pensiones obtenidas fraudulentamente, toda vez que continuar con el pago supondría poner en riesgo el equilibrio económico del Sistema Nacional de Pensiones y el incumplimiento de la obligación de velar por la intangibilidad de los fondos de la seguridad social. Ello sin dejar de recordar que, conforme a las normas que regulan el Procedimiento Administrativo General a que se ha hecho referencia, procederá a condición de que la ONP compruebe la ilegalidad de la documentación presentada por el pensionista, luego de lo cual asume la carga de realizar las acciones correspondientes para declarar la nulidad de la resolución administrativa que reconoció derechos pensionarios sustentada en documentación y/o información falsa, adulterada y/o irregular presentada por el administrado. 2.3.7. Por su parte, cabe precisar que el artículo 3.14 de la Ley 28532, ha establecido como una de las funciones de la ONP “Efectuar las acciones de fiscalización que sean necesarias, con relación a los derechos pensionarios en los sistemas a su cargo, para garantizar su otorgamiento con arreglo a ley” (subrayado agregado). A su vez, el artículo 32.1, en concordancia con el artículo IV, inciso 1.16 de la Ley 27444, establece que la entidad ante la que se ha realizado un procedimiento de aprobación automática o evaluación previa, por la fiscalización posterior, queda obligada a verificar de oficio, mediante el sistema de muestreo, la autenticidad de las declaraciones, de los documentos, de las informaciones y de las traducciones proporcionadas por el administrado. Por consiguiente, en caso de que existan indicios razonables de acceso ilegal a la prestación pensionaria, la ONP está obligada a investigar a fin de determinar o comprobar si efectivamente existió fraude para acceder a ésta, e iniciar las acciones legales correspondientes, en caso que la información presentada no sea veraz. 2.3.8. Siendo así, en el caso de que la ONP decida suspender el pago de la pensión, la resolución administrativa que al efecto se expida debe establecer con certeza si uno o más documentos e información que sustentan el derecho a la pensión son falsos, adulterados y/o irregulares; además, y en vista de la gravedad de la medida, toda vez que deja sin sustento económico al pensionista, debe cumplir con su obligación de fundamentar debida y suficientemente su decisión, dado que carecerá de validez en caso de que la motivación sea insuficiente o esté sustentada en términos genéricos o vagos. Y ello es así porque la motivación de los actos administrativos, más aún de aquellos que extinguen o modifican una relación jurídica (caducidad y suspensión), es una obligación de la Administración y un derecho del administrado, incluso considerando la motivación por remisión a informes u otros, caso en el cual la ONP está en la obligación de presentarlos para sustentar su actuación y poder efectuar el control constitucional de su actuación. 2.3.9. De la Resolución 52752-2005-ONP/DC/DL 19990 (f. 3), se evidencia que se otorgó al demandante la pensión de invalidez definitiva porque, según el Certificado Médico de Invalidez de fecha 11 de enero de 2005, emitido por el Hospital D. Olavegoya –JaujaDireccional Regional de Salud de Junín (f. 201), su incapacidad era de naturaleza permanente, con un menoscabo de 71%, por adolecer de espondiloartrosis con radiculopatia. 2.3.10 Consta en la Resolución 1430-2006-ONP/DP/DL 19990, de fecha 6 de julio de 2006 (f. 150), que la ONP suspendió la pensión de invalidez del actor en aplicación del artículo 35 del Decreto Ley 19990, debido a que mediante notificación del 30 de mayo de 2006, se le requirió someterse a una evaluación médica para comprobar su estado de invalidez, no obstante, transcurrido el plazo otorgado el pensionista no se presentó a la evaluación médica en cuestión. 2.3.11 De autos se advierte que el demandante a lo largo del proceso ha sostenido que la ONP suspendió su pensión de invalidez sin que medie resolución alguna que precise de manera fundamentada los motivos por los que se ha procedido a su suspensión o que se haya probado la adulteración de los documentos con los que solicitó su pensión de invalidez o se haya comprobado que no padece de incapacidad; sin embargo, de autos no fluye que ello haya ocurrido en el presente caso, pues se precisa claramente en la resolución impugnada que se negó a someterse a la revisión médica ordenada. Asimismo, en su recurso de agravio constitucional el recurrente sostiene que no cumplió con presentarse al examen médico, pero obra en autos el Informe de Evaluación Médica de Incapacidad, de fecha 1 de agosto de 2006 (f. 147), emitido por el Red Asistencial Junín de EsSalud, en el que se determinó que el actor padece de 12% de menoscabo por adolecer de espondiloartrosis. Sobre el particular, y sin perjuicio de lo anotado respecto a lo afirmado por el actor en cuanto a que no se sometió al examen médico, este Colegiado advierte que el documento médico es de fecha posterior a la resolución que declara la suspensión de la pensión de invalidez del demandante, de lo que se podría inferir que el accionante no habría cumplido con asistir a la evaluación médica para la cual fue notificado con fecha 30 de mayo de 2006. 2.3.12. En ese sentido se ha verificado que la suspensión de la pensión del demandante no ha sido arbitraria; por tal motivo no se ha acreditado la vulneración del derecho a la motivación, integrante del derecho al debido proceso. 3. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11 de la Constitución) 3.1. Argumentos del demandante Señala que al privarse injustificadamente de percibir el ingreso que le sirve para su subsistencia, se ha vulnerado su derecho a la pensión. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES 3.2. Argumentos de la demandada Sostiene que no se ha vulnerado el derecho a la pensión del recurrente, pues se ha verificado que no reúne los requisitos legalmente previstos para percibir la prestación reclamada. 3.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 3.3.1. En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, sobre la base de los alcances del derecho fundamental a la pensión como derecho de configuración legal y de lo expuesto a propósito del contenido esencial y la estructura de los derechos fundamentales, este Colegiado delimitó los lineamientos jurídicos que permitirán las pretensiones que, por pertenecer al contenido esencial dicho derecho fundamental o estar directamente relacionadas a él, merecen protección a través del proceso de amparo. Así en el literal b) del mismo fundamento, se precisó que “forma parte del contenido esencial directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión, las disposiciones legales que establecen los requisitos para la obtención de un derecho a la pensión. Así, será objeto de protección en la vía de amparo los supuestos en los que, presentada la contingencia, se deniegue a una persona el reconocimiento de una pensión de jubilación o cesantía, a pesar de haber cumplido los requisitos legales para obtenerla (edad requerida y determinados años de aportación), o de una pensión de invalidez, presentados los supuestos previstos en la ley que determinan su procedencia”. 3.3.2. De la resolución cuestionada se desprende que la ONP resolvió suspender el pago de la pensión de invalidez del actor de conformidad con lo establecido por el artículo 35 del Decreto Ley 19990 y en ejercicio de las facultades que le han sido otorgadas por el artículo 3.14 de la Ley 28532, que establecen, respectivamente, la facultad de fiscalización y suspensión de pago cuando el asegurado o pensionista no acuda a las evaluaciones médicas que se le programen. 3.3.3. Por lo tanto, en vista de que el demandante no cumplió con acudir a la evaluación médica, la suspensión de pago de la pensión no es una decisión irrazonable de la entidad gestora; más bien constituye la consecuencia prevista legalmente por el incumplimiento por parte del pensionista de invalidez de una exigencia de carácter sustancial para la percepción de la pensión, lo cual no implica una violación del derecho a la pensión. 3.3.4. A mayor abundamiento este Tribunal debe precisar que la reactivación de pago de la pensión de invalidez se encuentra condicionada al resultado de la reevaluación médica que confirme el estado de invalidez del demandante. En tal sentido, fluye del mencionado Informe de Evaluación Médica de Incapacidad, de fecha 1 de agosto de 2006, que el actor presenta 12% de menoscabo, por adolecer de espondiloartrosis en grado de invalidez que resulta menor al exigido por el artículo 24, literal a) del Decreto Ley 19990 para la obtención de pensión de invalidez. 3.3.5. En consecuencia, no se ha acreditado la vulneración del derecho a la pensión del recurrente. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú, HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda, porque no se han acreditado la vulneración del derecho a la motivación –integrante del debido proceso– ni del derecho a la pensión del actor. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN ETO CRUZ W-1133425-36 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 01813-2013-PA/TC LA LIBERTAD ENRIQUE VALDERRAMA LÁZARO SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 6 días del mes de marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Enrique Valderrama Lázaro contra la resolución expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, de fojas 48, su fecha 13 de diciembre de 2012, que declaró improcedente in límine la demanda de autos. 50043 ANTECEDENTES El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), con el objeto de que se revise su liquidación de pensión de renta vitalicia por enfermedad profesional del Decreto Ley 18846 y la Ley 26790, y se realice un nuevo cálculo conforme a lo establecido en los artículos 18.2. y 18.2.2. del Decreto Supremo 003-98-SA, otorgándole como pensión inicial el 70% de su remuneración de referencia, más el pago de las pensiones devengadas con los intereses generados por la errónea liquidación oportuna. El Primer Juzgado Especializado en lo Civil de La Libertad, con fecha 5 de septiembre de 2012, declara improcedente la demanda por considerar que el actor tiene otras vías igualmente satisfactorias para la protección del derecho vulnerado conforme a lo dispuesto en el artículo 5, inciso 2) del Código Procesal Constitucional, motivo por el cual puede obtener la atención del derecho que reclama, cuestionar el acto administrativo y actuar los medios probatorios pertinentes en la vía del proceso contencioso administrativo; y, además, no se encuentra en ninguno de los supuestos de urgencia que establece el Tribunal Constitucional para conocer el presente caso en la vía excepcional y residual del amparo. La Sala Superior competente confirma la apelada por similares fundamentos. FUNDAMENTOS 1. Consideraciones previas Previamente, debe señalarse que se ha rechazado de plano la demanda, en primera instancia y segunda instancia, alegándose que existen vías igualmente satisfactorias y que la pretensión del actor, referida al reajuste de su pensión de renta vitalicia por enfermedad profesional no se encuentra dentro de los supuestos contemplados por la norma constitucional ni dentro de los criterios jurisprudenciales fijados por el Tribunal Constitucional, que son de obligatorio cumplimiento. Tales criterios han sido aplicados de forma incorrecta, conforme lo advierte este Colegiado, pues el actor solicita un reajuste en la pensión de renta vitalicia que percibe conforme al Decreto Ley 18846, como consecuencia de la enfermedad profesional que padece; lo que implica que a pesar de percibir una pensión, por las objetivas circunstancias del caso resulta urgente su verificación a efectos de evitar consecuencias irreparables (neumoconiosis). En mérito de lo expuesto y atendiendo a la jurisprudencia de este Colegiado, la pretensión del demandante es susceptible de protección mediante el proceso constitucional del amparo, por lo que resulta pertinente emitir un pronunciamiento de fondo, más aún si la demandada fue notificada del concesorio de la apelación (f. 42 y 46), lo que implica que su derecho de defensa está garantizado. 2. Delimitación del petitorio El demandante solicita que se realice un nuevo cálculo de su pensión de renta vitalicia por enfermedad profesional de conformidad con lo dispuesto en los artículos 18.2.1 y 18.2.2. del Decreto Supremo 003-98-SA, y se le otorgue una pensión inicial equivalente al 70% de su remuneración de referencia, más el pago de las pensiones devengadas y los intereses respectivos. 3. Análisis de la controversia 3.3.1. Este Tribunal, en el fundamento 40 de la STC 025132007-PA/TC, que constituye precedente vinculante, ha establecido que la fecha en que se genera el derecho, es decir, la contingencia debe establecerse desde la fecha del dictamen o certificado médico emitido por una Comisión Médica Evaluadora o Calificadora de Incapacidades de EsSalud, o del Ministerio de Salud o de una EPS, que acredita la existencia de la enfermedad profesional, dado que el beneficio deriva justamente del mal que aqueja al demandante, y es a partir de dicha fecha que se debe abonar la pensión vitalicia del Decreto Ley 18846 o pensión de invalidez de la Ley 26790 y sus normas complementarias y conexas. 3.3.2. Por su parte, el artículo 18.2, segundo párrafo, del Decreto Supremo 003-98-SA, que Aprueba las Normas Técnicas del Seguro Complementario de Trabajo de Riesgo, prescribe que la pensión de invalidez se fijará tomando como base de cálculo las doce últimas remuneraciones computadas desde el acaecimiento del siniestro (contingencia): “18.2. Pensiones de invalidez La ASEGURADORA pagará al ASEGURADO que, como consecuencia de un accidente de trabajo o enfermedad profesional, quedara en situación de invalidez; las pensiones que correspondan al grado de incapacidad para el trabajo conforme al presente Decreto Supremo [003-98-SA], de acuerdo a las normas técnicas dictadas por el Ministerio de Salud a propuesta de LA COMISIÓN TÉCNICA MÉDICA. Los montos de pensión serán calculados sobre el 100% de la ‘Remuneración Mensual’ del ASEGURADO, entendida como el promedio de las remuneraciones asegurables de los 12 meses anteriores al siniestro […]” (subrayado agregado). 3.3.3. Sobre el particular, este Colegiado en la RTC 00349-2011-PA/TC, atendiendo a que el acaecimiento de la 50044 PROCESOS CONSTITUCIONALES “contingencia” puede originarse con posterioridad al momento del cese laboral, dependiendo de la fecha de expedición del correspondiente certificado médico, establece como regla jurisprudencial que, en los supuestos en que el momento de la contingencia se presente con posterioridad a la culminación del vínculo laboral del trabajador, se deberá completar la ausencia de remuneraciones efectivas con el monto de la remuneración mínima vital (RMV). 3.3.4. Consta de la Resolución 1817-2012-ONP/DPR.SC/ DL 18846, de fecha 19 de junio de 2012 (f. 2), que habiéndose determinado que el demandante laboró para su ex empleador Corporación Minera Nor Perú S.A., en calidad de trabajador obrero, desde el 28 de enero de 1961 hasta el 13 de abril de 1991, y que según el Certificado Médico 258, de fecha 9 de julio de 2008, expedido por la Comisión Médica Calificadora de Incapacidades (f. 7), se dictaminó que presentaba neumoconiosis, con una incapacidad del 70% a partir de febrero de 1991; la ONP le otorgó pensión de invalidez vitalicia (renta vitalicia) por enfermedad profesional a partir del 9 de julio de 2008. 3.3.5. Al respecto, se advierte que aplicando los precedentes dictados por este Tribunal, la ONP ordenó el pago de la renta vitalicia a favor del accionante a partir del 9 de julio de 2008, fecha del diagnóstico médico en que se determino la contingencia. No obstante, de la Hoja de Liquidación (f.6), se advierte que el cálculo de la pensión del demandante se efectuó en base a las 12 últimas remuneraciones mensuales, tomando en cuenta para el cálculo el periodo comprendido del 1 de mayo de 1990 al 30 de abril de 1991, esto es, los 12 últimos meses a la fecha de cese de sus actividades laborales, ocurrida el 13 de abril de 1991. 3.3.6. Es así que el recurrente recurre al amparo manifestando que para efectos del cálculo de la pensión otorgada no se han aplicado los montos vigentes a la fecha de la contingencia –pronunciamiento médico que determina la existencia de la enfermedad profesional-, por cuanto, al no tomarse los montos vigentes a dicha fecha, no se ha cumplido con lo dispuesto en el Decreto Supremo 03-98-SA. 3.3.7. En consecuencia, atendiendo que para la determinación del monto de la pensión de invalidez (antes renta vitalicia) por enfermedad profesional del recurrente, la emplazada debió aplicar las normas vigentes a la fecha de la contingencia, establecida el 9 de julio de 2008, fecha en que se diagnosticó su enfermedad profesional, corresponde estimar la demanda, disponiéndose el cálculo de la prestación del actor de acuerdo con lo dispuesto por el segundo párrafo del artículo 18.2 y el artículo 18.2.1. del Decreto Supremo 003-98-SA. 3.3.8. Al respecto, importa precisar que, conforme a lo señalado en el fundamento 3.3.3. supra, la remuneración mensual a partir de la cual se aplicará el porcentaje indicado en las normas vigentes a la fecha de la contingencia, deberá establecerse conforme a lo resuelto por este Tribunal en la RTC 0349-2011-PA/TC, que prescribe que: “(…) En los casos en que la parte demandante haya concluido su vínculo laboral y la enfermedad profesional se haya presentado con posterioridad a dicho evento, el cálculo se efectuará sobre el 100% de la remuneración mínima mensual de los trabajadores sujetos al régimen laboral de la actividad privada, vigente en los doce meses anteriores a la contingencia, salvo que en dicho lapso se hubiese tenido también la calidad de trabajador, supuesto en el cual se tomará en consideración la remuneración mensual durante los meses respectivos, de modo que, para la determinación del monto de las pensiones según el tipo de invalidez generado, habrá de seguirse lo dispuesto en los artículos pertinentes del Decreto Supremo 003-98-SA. (remarcado y subrayado agregado). 3.3.9. Asimismo, corresponde estimar el pago de los montos (reintegros) dejados de percibir de acuerdo con el precedente establecido en la STC 5430-2006-PA/TC, los mismos que deberán abonarse desde el 9 de julio de 2008, con los intereses legales conforme a lo dispuesto en el artículo 1246 del Código Civil. 3.3.10. En lo que respecta al pago de los costos procesales, corresponde que estos sean abonados conforme al artículo 56 del Código Procesal Constitucional. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú con el fundamento de voto del magistrado Vergara Gotelli HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda, por haberse acreditado la vulneración del derecho fundamental a la pensión; en consecuencia, NULA la Resolución 1817-2012-ONP/DPR.SC/DL 18846, del 19 de junio de 2012. 2. Reponiendo las cosas al estado anterior a la vulneración, ordena que la ONP, en el plazo de 2 días, otorgue al demandante la pensión de invalidez vitalicia por enfermedad profesional conforme a los fundamentos de la presente sentencia, y proceda al pago de los montos, por concepto de reintegros, dejados de percibir El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 desde el 9 de julio de 2008, con el abono de los intereses legales correspondientes, más costos procesales Publíquese y notifíquese. SS. VERGARA GOTELLI MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO VERGARA GOTELLI Emito el presente fundamento de voto bajo las siguientes consideraciones: 1. En el presente caso el recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP) con la finalidad de que se revise la liquidación de pensión de renta vitalicia por enfermedad profesional del Decreto Ley 18846 y la Ley 26790, y se realice un nuevo cálculo conforme a lo establecido en los artículos 18.2 y 18.2.2 del Decreto Supremo N° 003-98SA, otorgándole como pensión inicial el 70% de su remuneración de referencia, mas el pago de las pensiones devengadas con los intereses generados por la errónea liquidación oportuna. 2. Las instancias precedentes rechazaron liminarmente la demanda considerando que para la dilucidación de la pretensión del actor, se requiere de un proceso que cuente con etapa probatoria, correspondiendo la aplicación del artículo 5.2 del Codigo Procesal Constitucional. 3. Entonces tenemos que el tema de la alzada trata de un rechazo liminar de la demanda (ab initio), en las dos instancias (grados) precedentes, lo que significa que no hay proceso y por lo tanto no existe demandado (emplazado). Por ello cabe mencionar que si el Superior no está conforme con el auto venido en grado debe revocarlo para vincular a quien todavía no es demandado puesto que no ha sido emplazado por notificación expresa y formal requerida por la ley. Lo que se pone en conocimiento es “el recurso interpuesto” y no la demanda. Por esto es que el Tribunal Constitucional al intervenir como tribunal de alzada debe limitarse al auto de rechazo liminar. 4. Debo manifestar que al concedérsele al actor el recurso extraordinario de agravio constitucional, el principio de limitación aplicable a toda la actividad recursiva le impone al Tribunal Constitucional (Tribunal de alzada) la limitación de sólo referirse al tema de la alzada, en este caso nada más y nada menos que el auto de rechazo liminar. 5. Debo señalar que el artículo 47º del Código Procesal Constitucional en su último parágrafo precisa ciertamente que “si la resolución que declara la improcedencia (auto de rechazo liminar evacuado por el Juez al calificar la demanda) fuese apelada, el juez pondrá en conocimiento del demandado el recurso interpuesto”. Este mandato tiene un sustento en la más elemental lógica: el recurso de apelación concedido y notificado al que debería ser considerado demandado si la sala superior revoca el auto cuestionado, produce efectos para ambas partes. 6. Por cierto si el Superior revoca el auto venido en grado, para vincular a quien todavía no es demandado puesto que no ha sido emplazado por notificación expresa y formal por no existir proceso y no ser él, por tanto, demandado, tiene que ponérsele en su conocimiento “el recurso interpuesto” y no la demanda, obviamente. 7. En atención a lo señalado es materia de la alzada el pronunciamiento del Tribunal Constitucional respecto del rechazo liminar, estando en facultad sólo para pronunciarse por la confirmatoria del auto recurrido o por la revocatoria de éste, y excepcionalmente en cuando se trate de casos que amerite un pronunciamiento de emergencia por tutela urgente del derecho se podría ingresar al fondo del asunto controvertido. 8. En el presente caso tenemos que el recurrente solicita se realice un nuevo cálculo de su pensión de renta vitalicia por enfermedad profesional de conformidad con la normativa que le corresponde, así como el pago de la pensión inicial equivalente al 70% de su remuneración de referencia, mas el pago de las pensiones devengadas y los intereses respectivos. En este caso encontramos un tema excepcional en el que el demandante es una persona con una enfermedad producida por la labor realizada, razón por la que se presenta un caso especial que amerita el ingreso al fondo de la pretensión, conforme se ha hecho en la resolución puesta a mi vista, correspondiendo por ende estimar la demanda de amparo. Por las razones expuestas mi voto es porque se declare FUNDADA la demanda de amparo y en consecuencia NULA la Resolución N° 1817-2012-ONP/DPR.SC/DL 18846, del 19 de junio de 2012, debiéndose en consecuencia otorgar al recurrente la pensión de invalidez vitalicia por enfermedad profesional en los términos establecidos en la resolución, así como el pago de El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES los montos dejados de percibir desde el 9 de julio de 2008 por concepto de reintegros, mas el abono de los intereses legales correspondientes y los costos procesales. 50045 probado el nexo de causalidad entre las enfermedades que el actor supuestamente padece y las labores que desempeñó. 2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional S. VERGARA GOTELLI W-1133425-37 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 02659-2013-PA/TC PASCO CARLOS EUFRACIO SILVESTRE SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 18 días del mes de marzo de 2014 la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Urviola Hani, Mesía Ramírez y Calle Hayen, pronuncia la siguiente sentencia ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Carlos Eufracio Silvestre contra la resolución expedida por la Sala Superior Mixta de la Corte Superior de Justicia de Pasco, de fojas 214, su fecha 18 de abril, que declaró infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), con el objeto que se declare la nulidad de las Resoluciones 10488-2011-ONP/DPR/DL 18846, 2551-2011-ONP/DPR.SC/DL 18846 y 820-2009-ONP/DPR.SC/ DL 18846; y que, en consecuencia, se le otorgue la pensión de invalidez de la Ley 26790. Asimismo, solicita el pago de pensiones devengadas e intereses legales. La ONP contesta la demanda manifestando que la pensión de invalidez fue denegada porque se solicitó dentro de los alcances del Decreto Ley 18846, cuando al actor debió haberla pedido por la Ley 26790, pues la anterior norma ya no se encontraba vigente a la fecha de su cese que se produjo en el 2011. Asimismo, señala que no existe relación de causalidad entre las supuestas enfermedades alegadas por el demandante y las labores realizadas por el actor. El Segundo Juzgado Civil de Cerro de Pasco, con fecha 14 de enero de 2013, declara improcedente la demanda, por considerar que, en lo concerniente a la enfermedad de neumoconiosis, según lo determinado en el informe de evaluación médica y la historia clínica que obran autos, ésta ha alcanzado un porcentaje de incapacidad de 46% y no alcanza el mínimo del 50% exigido por la Ley 27690 y su norma conexa para acceder a la pensión de invalidez solicitada. La Sala Superior revisora revoca la apelada y, reformándola, declara infundada la demanda, por estimar que al actor no le corresponde la pensión de invalidez por enfermedad profesional, dado que la neumoconiosis de la que adolece no alcanza el 50% que señala el Decreto Supremo 003-98-SA. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio El recurrente pretende que se le otorgue una pensión de invalidez vitalicia por enfermedad profesional dentro de los alcances de la Ley 26790, más el pago de los devengados e intereses legales. En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, publicada en el diario oficial El Peruano el 12 de julio de 2005, este Tribunal ha señalado que forman parte del contenido esencial directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión las disposiciones legales que establecen los requisitos para su disfrute, y que la titularidad del derecho invocado debe estar suficientemente acreditada para que sea posible emitir un pronunciamiento de mérito. En consecuencia, la pretensión demandada está comprendida en el supuesto previsto en el acápite b) del citado fundamento, motivo por el cual corresponde analizar el fondo de la cuestión controvertida. 2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11 de la Constitución) 2.1. Argumentos del demandante Refiere padecer de enfermedad profesional como consecuencia de las labores que realizó por más de 37 años en un centro minero. 2.2. Argumentos de la demandada Manifiesta que el porcentaje de menoscabo que acredita el demandante es inferior al 50%, por lo que no le corresponde gozar de una pensión de invalidez, y que, asimismo, no se ha 2.3.1. Este Colegiado, en el precedente vinculante recaído en la STC 02513-2007-PA/TC, ha unificado los criterios respecto a las situaciones relacionadas con la aplicación del Régimen de Protección de Riesgos Profesionales (accidentes y enfermedades profesionales). 2.3.2. En dicha sentencia ha quedado establecido que en los procesos de amparo referidos al otorgamiento de una pensión vitalicia conforme al Decreto Ley 18846, o de una pensión de invalidez conforme a la Ley 26790, la enfermedad profesional únicamente podrá ser acreditada con un examen o dictamen médico emitido por una Comisión Médica Evaluadora de Incapacidades del Ministerio de Salud, de EsSalud o de una EPS, conforme lo señala el artículo 26 del Decreto Ley 19990. 2.3.3. Cabe precisar que el régimen de protección fue inicialmente regulado por el Decreto Ley 18846, y luego sustituido por la Ley 26790, del 17 de mayo de 1997, que estableció en su Tercera Disposición Complementaria que las reservas y obligaciones por prestaciones económicas del Seguro de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales (SATEP) serían transferidas al Seguro Complementario de Trabajo de Riesgo (SCTR) administrado por la ONP. 2.3.4. Posteriormente, mediante el Decreto Supremo 003-98SA se aprobaron las Normas Técnicas del SCTR, estableciéndose las prestaciones asistenciales y pecuniarias que se otorgan al titular o beneficiarios a consecuencia de un accidente de trabajo o enfermedad profesional. 2.3.5. El artículo 18.2.1. del Decreto Supremo 003-98SA prescribe que se pagará una pensión vitalicia mensual equivalente al 50% de la remuneración mensual al asegurado que, como consecuencia de un accidente de trabajo o enfermedad profesional, quedase disminuido en su capacidad de trabajo en forma permanente en una proporción igual o superior al 50% pero menor a los dos tercios. 2.3.6. En el presente caso, se advierte del Informe de Evaluación Médica de Incapacidad – DL 18846, de fecha 26 de noviembre de 2008 (f. 6), emitido por la Comisión Médica de Evaluación de Incapacidades del Hospital II Pasco de EsSalud, que el actor adolece de neumoconiosis e hipoacusia neurosensorial bilateral con 54% de menoscabo global. Asimismo, en la historia clínica anexada a los autos (f. 91), se precisa que padece de neumoconiosis con 46% de menoscabo y 14% de incapacidad por hipoacusia bilateral (f. 92 vuelta). 2.3.7. Cabe indicar que respecto a la enfermedad profesional de neumoconiosis, este Colegiado ha manifestado que el nexo causal existente entre las condiciones de trabajo y dicha enfermedad es implícito para quienes realizan actividades mineras. No obstante, en el presente caso se advierte que la neumoconiosis genera una incapacidad menor a aquella prevista en el fundamento 2.3.5, supra, por lo que no es posible otorgar la pensión sustentada en el padecimiento de dicha enfermedad. 2.3.8. Respecto a la enfermedad de hipoacusia neurosensorial bilateral, cabe precisar que mediante el precedente vinculante recaído en el fundamento 14 de la STC 02513-2007-PA/TC, este Tribunal ha establecido que la acreditación de la enfermedad profesional únicamente podrá efectuarse mediante un examen o dictamen médico emitido por una Comisión Médica Evaluadora de Incapacidades del Ministerio de Salud, de EsSalud o de una EPS, conforme lo señala el artículo 26 del Decreto Ley 19990. Así, en el presente caso, debe tenerse por acreditada la enfermedad a partir de la fecha del diagnóstico emitido mediante el Informe de Evaluación Médica de Incapacidad (f. 6); esto es, a partir del 25 de noviembre de 2008. 2.3.9. Sin embargo, pese a que en el caso de autos la enfermedad de hipoacusia neurosensorial bilateral que padece el demandante se encuentra debidamente acreditada de conformidad con lo establecido en la STC 2513-2007-PA/TC, de la constancia, declaración jurada del empleador y certificado de trabajo (fs. 5, 6 y 35), se advierte que el actor ha laborado como oficial, operario, electricista, operador de tablero de control y tablerista, labores en las cuales no es posible establecer objetivamente la existencia del nexo de causalidad entre la labor realizada por el actor y el diagnóstico de dicha enfermedad. Asimismo, tal como se precisó anteriormente, en la historia clínica del demandante consta que el porcentaje de incapacidad producido por la enfermedad de hipoacusia neurosensorial es de 14%, por lo que tampoco cumple el requisito mencionado en el fundamento 2.3.5. supra. 2.3.10. Consecuentemente, aun cuando el recurrente adolece de hipoacusia neurosensorial bilateral, no se ha acreditado que dicha enfermedad sea consecuencia de la exposición a factores de riesgo inherentes a su actividad laboral; debiendo tenerse en cuenta además que su porcentaje de menoscabo no es el mínimo que se requiere para acceder a la pensión de invalidez vitalicia. 2.3.11. Por consiguiente, al no haberse acreditado la vulneración de los derechos constitucionales del actor, la demanda debe ser desestimada. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú PROCESOS CONSTITUCIONALES 50046 HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda, al no haberse acreditado la vulneración del derecho a la pensión del recurrente. Publíquese y notifíquese. SS. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 meses anteriores a aquel en que se produjo la invalidez, y que padece 51.8% de incapacidad, por lo que le corresponde percibir una pensión de invalidez conforme al Decreto Ley 19990, motivo por el cual, al denegarle la pensión solicitada, la emplazada está actuando de manera arbitraria y vulnerando su derecho a la pensión. 2.2. Argumentos de la demandada URVIOLA HANI MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN W-1133425-38 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 02207-2013-PA/TC LAMBAYEQUE MÁXIMO BENJAMÍN CASTRO TÁVARA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 18 días del mes de marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados Urviola Hani, Mesía Ramírez y Calle Hayen, pronuncia la siguiente sentencia ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Máximo Benjamín Castro Távara contra la resolución de la Sala Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, de fojas 89, su fecha 18 de marzo de 2013, que declara infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), con el objeto de que se declare inaplicable la Resolución 14804-2011-ONP/DC/DL 19990, de fecha 24 de octubre de 2011, y que, en consecuencia, se le otorgue pensión de invalidez conforme al artículo 25.b) del Decreto Ley 19990. Asimismo, solicita que se disponga el pago de los devengados e intereses legales correspondientes. La emplazada contesta la demanda expresando que la documentación presentada por el actor no es la idónea para acreditar las aportaciones que manifiesta haber efectuado, motivo por el cual no le corresponde la pensión de invalidez que reclama. El Cuarto Juzgado Civil de Chiclayo, con fecha 29 de agosto de 2012, declara infundada la demanda, estimando que si bien el recurrente ha acreditado 5 años de aportes, no ha demostrado haber efectuado 12 meses de aportaciones en los 36 meses anteriores a la fecha en que se produjo la invalidez. La Sala Superior competente confirma la apelada, por el mismo fundamento. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio El recurrente solicita que se declare inaplicable la Resolución 14804-2011-ONP/DC/DL 19990, de fecha 24 de octubre de 2011, y que, en consecuencia, se le otorgue pensión de invalidez conforme al artículo 25 del Decreto Ley 19990. Asimismo, solicita que se disponga el pago de los devengados e intereses legales correspondientes. Considera que se ha vulnerado su derecho a la pensión al no otorgársele pensión de invalidez, pues está acreditado que padece de incapacidad y que además ha efectuado las aportaciones correspondientes. En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, sobre la base de los alcances del derecho fundamental a la pensión como derecho de configuración legal, este Colegiado delimitó los lineamientos jurídicos que permiten ubicar las pretensiones que, por pertenecer al contenido esencial de dicho derecho o estar directamente relacionadas con él, merecen protección a través del proceso de amparo. Por ello, en el literal b) del mismo fundamento, se precisó que “forma parte del contenido esencial directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión, las disposiciones legales que establecen los requisitos para su obtención”. En consecuencia, corresponde analizar si el demandante cumple los presupuestos legales que permitirán determinar si tiene derecho a percibir la pensión que reclama, pues, de ser así, se estaría verificando la arbitrariedad en el accionar de la entidad demandada. 2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11 de la Constitución) 2.1. Argumentos del demandante Manifiesta que ha efectuado 5 años y 8 meses de aportaciones, de los cuales 12 meses de aportes se han efectuado en los 36 Señala que, a lo largo del proceso, el demandante no ha cumplido con demostrar que cumple con los requisitos para acceder a una pensión de invalidez conforme al Decreto Ley 19990. 2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 2.3.1. El artículo 25 del Decreto Ley 19990, dispone que: “Tiene derecho a pensión de invalidez el asegurado: a) Cuya invalidez, cualquiera que fuere su causa, se haya producido después de haber aportado cuando menos 15 años, aunque a la fecha de sobrevenirle la invalidez no se encuentre aportando; b) Que teniendo más de 3 y menos de 15 años completos de aportación, al momento de sobrevenirle la invalidez, cualquiera que fuere su causa, contase por lo menos con 12 meses de aportación en los 36 meses anteriores a aquél en que produjo la invalidez, aunque a dicha fecha no se encuentre aportando; c) Que al momento de sobrevenirle la invalidez, cualquiera que fuere su causa, tenga por lo menos 3 años de aportación, de los cuales por lo menos la mitad corresponda a los últimos 36 meses anteriores a aquél en que se produjo la invalidez, aunque a dicha fecha no se encuentre aportando; y d) Cuya invalidez se haya producido por accidente común o de trabajo, o enfermedad profesional, siempre que a la fecha de producirse el riesgo haya estado aportando”. 2.3.2. Asimismo, el artículo 26 del Decreto Ley 19990, modificado por el artículo 1 de la Ley 27023, dispone que el asegurado que pretenda obtener una pensión de invalidez deberá presentar “[...] un Certificado Médico de Invalidez emitido por el Instituto Peruano de Seguridad Social, establecimientos de salud pública del Ministerio de Salud o Entidades Prestadoras de Salud constituidas según Ley 26790, de acuerdo al contenido que la Oficina de Normalización Previsional apruebe, previo examen de una Comisión Médica nombrada para tal efecto en cada una de dichas entidades [...]” 2.3.3. Sobre el particular, conviene recordar que según el artículo 24, inciso a), “se considera inválido al asegurado que se encuentra en incapacidad física o mental prolongada o presumida permanente, que le impide ganar más de la tercera parte de la remuneración o ingreso asegurable que percibiría otro trabajador de la misma categoría, en un trabajo igual o similar en la misma región.” 2.3.4. En el Certificado Médico – DS 166-2005-EF, de fecha 6 de julio de 2006 (f. 10), se indica que el demandante padece de columna inestable y espondilolistesis con 51.8% de menoscabo. Asimismo, de la resolución cuestionada (f. 4), así como del Cuadro Resumen de Aportaciones (f. 6) se advierte que la emplazada le reconoció al actor 5 años y 8 meses de aportaciones, de los cuales 3 meses se efectuaron en el año 2005, y el resto de aportaciones entre 1991 y 1995. 2.3.5. En cuanto a la fecha en que se genera el derecho a la referida pensión, este Colegiado en el precedente vinculante recaído en el fundamento 40 de la STC 02513-2007-PA/TC, referido al otorgamiento de la pensión vitalicia o de invalidez, ha establecido que “la fecha en que se genera el derecho, es decir, la contingencia debe establecerse desde la fecha del dictamen o certificado médico emitido por una Comisión Médica Evaluadora o Calificadora de Incapacidades de EsSalud, o del Ministerio de Salud o de una EPS, que acredita la existencia de la enfermedad profesional, dado que el beneficio deriva justamente del mal que aqueja al demandante, y es a partir de dicha fecha que se debe abonar la pensión vitalicia del Decreto Ley Nº 18846 o pensión de invalidez de la Ley Nº 26790 y sus normas complementarias y conexas”, criterio que resulta aplicable mutatis mutandis a los casos de pensión de invalidez del Régimen del Decreto Ley 19990, en razón de establecerse la fecha de inicio del pago de este tipo de prestaciones. 2.3.6. Teniendo en cuenta lo señalado en el fundamento anterior, si bien es cierto que del certificado médico de fojas 10 se advierte que el demandante adolece de 51.8% de incapacidad, también lo es que la contingencia ocurrió el 6 de julio de 2006; es decir, no cuenta con 12 meses de aportación en los 36 meses anteriores a aquél en que se produjo la invalidez, puesto que laboró entre 1991 y 1995 y efectuó 3 meses de aportaciones en el año 2005. Por tal motivo, no reúne los requisitos para acceder a la pensión solicitada. 2.3.7. En consecuencia, al no haberse acreditado la vulneración del derecho a la pensión, la presente demanda debe ser desestimada. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado la afectación del derecho a la pensión del actor. Publíquese y notifíquese. SS. URVIOLA HANI MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN W-1133425-39 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 02425-2012-PA/TC LIMA JUANA CECILIA JESÚS NEWTON PLENGE VDA. DE PEDRAZA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 30 días del mes de abril de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncian la siguiente sentencia, con el voto en mayoría de los magistrados Mesía Ramírez y Eto Cruz, el voto en discordia del magistrado Álvarez Miranda, y el voto dirimente del magistrado Calle Hayen, que se agregan a los autos ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Juana Cecilia Jesús Newton Plenge Vda. de Pedraza contra la resolución expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 203, su fecha 18 de enero de 2012, que declaró improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES La recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), con el objeto de que se declare la nulidad de la Resolución 3742-2011-ONP/DPR.SC/DL 19990, de fecha 12 de enero de 2011, y que, en consecuencia, la emplazada cumpla con reconocerle una pensión de jubilación reducida del Decreto Ley 19990, más el pago de pensiones devengadas e intereses legales. La emplazada contesta la demanda expresando que la demandante no cumple con el requisito de aportaciones exigido para acceder a la pensión de jubilación reducida, por cuanto pretende el reconocimiento de 7 años de aportaciones por un periodo laboral comprendido entre el 27 de agosto de 1958 hasta el 30 de agosto de 1965, con la calidad de empleada, pero de la revisión de las normas queda establecido que las cotizaciones a la Caja de Pensiones del Seguro Social del Empleado recién comenzaron a efectuarse a partir del mes de octubre de 1962; además que adjunta como medio de prueba un certificado de trabajo, por lo que no cuenta con documentación idónea para probar sus aportaciones. El Sexto Juzgado Especializado en lo Constitucional de Lima, con fecha 22 de agosto de 2011, declaró infundada la demanda, por considerar que la actora no ha adjuntado documento que acredite que el emisor del certificado de trabajo y de la liquidación de beneficios sociales tenía facultades para ello, ni mucho menos se ha comprobado la existencia jurídica de la ex empleadora. La Sala Superior revisora revocó la apelada y, reformándola, la declaró improcedente, por considerar que la demandante no ha efectuado aportaciones con fines pensionarios antes del 1 de octubre de 1962, pues estas se establecen recién mediante Ley 14069; en cambio, reconoce a la demandante el periodo posterior al 1 de octubre de 1962, esto es 2 años y 10 meses de aportes, los que no resultan suficientes para acreditar el mínimo de 5 años. En su recurso de agravio constitucional, la demandante incide en argumentar sobre la comprobación de su vínculo laboral, y luego se refiere a las razones constitucionales y legales que la asisten para exigir el reconocimiento del periodo de aportación anterior al 1 de octubre de 1962, pues las posteriores fueron reconocidas por la sentencia de vista. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio La demandante solicita la nulidad de la Resolución 37422011-ONP/DPR.SC/DL 19990, emitida por la emplazada, que le deniega el acceso a una pensión de jubilación reducida del Decreto Ley 19990, por lo que solicita se disponga se le otorgue dicha pensión. Alega la violación de su derecho constitucional a la pensión. Habiéndose reconocido en sede judicial las aportaciones posteriores al 1 de octubre de 1962, en la presente instancia, sólo se evaluará el reconocimiento de las aportaciones anteriores a esta fecha, pues se trata de un solo empleador. 50047 2. Consideraciones previas En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, publicada en el diario oficial El Peruano el 12 de julio de 2005, el Tribunal Constitucional ha señalado que forman parte del contenido esencial directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión las disposiciones legales que establecen los requisitos para el disfrute de tal derecho, y que la titularidad del derecho invocado debe estar suficientemente acreditada para que sea posible emitir pronunciamiento; estando a lo expuesto precedentemente, la pretensión está comprendida en el supuesto previsto en el fundamento 37.b) de la citada sentencia, motivo por el cual corresponde efectuar un análisis de fondo de la cuestión controvertida. 3. Sobre la afectación del derecho al acceso a una pensión de jubilación reconocido en el artículo 11 de la Constitución 3.1. Argumentos de la demandante Sostiene que en las STC 1962-2004-PA/TC, 2722-2004-PA/ TC, 925-2005-PA y 7873-2006-PC/TC, el Tribunal Constitucional establece la validez de las aportaciones efectuadas durante el tiempo laborado antes del 1 de octubre de 1962. Alega que los artículos 1, 4, 7, 10 y 11 de la Constitución, reconocen como fin supremo de la sociedad y del Estado la defensa de la persona humana y el respeto a su dignidad; la protección del anciano; el derecho universal y progresivo a la seguridad social, y al libre acceso a una prestación pensionaria. 3.2. Argumentos de la demandada La emplazada refiere que no procede el reconocimiento de aportaciones anteriores al 1 de octubre de 1962, por cuanto la demandante afirma haber laborado desde el 27 de agosto de 1958, en condición de empleada. Indica que por Ley 10807, del 5 de diciembre de 1946, posteriormente por Ley 10948 de fecha 1 de enero de 1948, luego por Decreto Ley 10941 del 1 de enero de 1949 y luego por Ley 13016 del 19 de diciembre de 1955, se crearon las condiciones legales para hacer realidad y efectivas las prestaciones de salud, primero, y que fue con este fin que se comenzó a aportar mediante la Ley 13724, estableciéndose que la Caja de Pensiones se encontraba en organización. Concluye que con fecha 7 de mayo de 1962 se emitió la Ley 14069, que faculta al Poder Ejecutivo a que mediante Decreto Supremo se adicionen a la Ley 13724 los artículos correspondientes a la regulación de la Caja de Pensiones, y en su Cuarta Disposición General Transitoria se estableció que las aportaciones se devengarían a partir de octubre de 1962. 3.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 3.3.1. El artículo 42 del Decreto Ley 19990, estableció que para tener derecho a una pensión reducida era necesario contar, en el caso de las mujeres, con 55 años de edad y con un mínimo de 5 a un máximo de 13 años de aportaciones. 3.3.2. Del documento nacional de identidad (f. 11), se constata que la demandante nació el 5 de marzo de 1937, y que, por consiguiente, cumplió los 55 años de edad el 5 de marzo de 1992. 3.3.3. De la resolución cuestionada (f. 8), se desprende que la emplazada denegó a la recurrente la pensión de jubilación por no acreditar aportaciones al Régimen del Decreto Ley 19990. 3.3.4. En sede judicial, como se afirma en la delimitación del petitorio, se ha reconocido el vínculo laboral y las aportaciones posteriores al 1 de octubre de 1962, quedando por evaluar solamente si se reconocen las efectuadas con anterioridad a esta fecha, pues la demandante ha presentado un certificado de trabajo y una liquidación de tiempo de servicios que corresponden a un solo ex empleador (f. 4 y 5). 3.3.5. Respecto al reconocimiento de las aportaciones de los empleados particulares, el Tribunal Constitucional en la STC 6120-2009-PA/TC señala que desde una visión de la seguridad social como derecho fundamental y en aplicación de sus principios rectores como la universalidad, la solidaridad y la progresividad, entre otros, no resulta constitucionalmente legítimo denegar el acceso a la pensión desconociendo aportes que en su momento efectuaron los trabajadores, los empleadores y el Estado, este último como obligado a brindar las prestaciones previsionales derivadas de la edad, desocupación, enfermedad y muerte según la carta constitucional de 1933; más aún cuando la posición del trabajador como destinatario del derecho a la pensión se ha consolidado en las Constituciones de 1979 y 1993, como se advierte del tratamiento jurisprudencial que este Colegiado le ha dado al derecho a la pensión y a la seguridad social. 3.3.6. Así, en principio, no existe un fin determinado respecto al destino del aporte, y por ello no se puede establecer una circunstancia particular como condición para la obtención del beneficio; por tanto, no cabe establecer una relación directa entre aporte y prestación, pues la idea de establecer un límite al aporte realizado solo porque al iniciarse la protección de necesidades sociales su finalidad era la implementación de la protección sanitaria, debe ser entendida en el contexto inicial y embrionario de esta institución. Sin embargo, hoy, al haberse producido la consolidación de la seguridad social, ampliándose inclusive la base del aseguramiento en respeto al principio de universalidad 50048 PROCESOS CONSTITUCIONALES y en atención a los principios de progresividad y no regresividad que regulan los derechos sociales, resulta irrazonable aceptar tal postura de la emplazada. 3.3.7. Como se tiene dicho en el fundamento 3.3.4, supra, la demandante, a fin de acreditar sus aportaciones al régimen del Decreto Ley 19990, adjunta los documentos ahí mencionados, en los que se consigna que laboró como empleada desde el 27 de agosto de 1958 hasta el 30 de agosto de 1965, siendo que el periodo anterior al 1 de octubre de 1962 fue desconocido por la Administración solo por tener la calidad de empleada, con el argumento de que "los empleados empiezan a cotizar a partir del 1 de octubre de 1962 [...]". Cabe precisar que el vínculo laboral con su ex empleadora se encuentra ya reconocido en sede judicial, pero de ese periodo se le reconoce como aportado al Sistema de Pensiones solo 2 años y 10 meses, es decir el periodo laborado a partir del 1 de octubre de 1962, mas no el laborado con fecha anterior, esto es 4 años, 1 mes y 3 días, periodo este que, conforme a lo expuesto precedentemente, corresponde reconocer, por lo que sumados ambos hacen un total 6 años, 11 meses y 3 días. 3.3.8. En tal sentido, constatándose que la demandante cumple los requisitos exigidos en los artículos 42 y 48 del Decreto Ley 19990, corresponde otorgarle una pensión de jubilación reducida, por lo que se debe estimar la demanda y abonarle las pensiones devengadas de acuerdo con lo señalado por el artículo 81 de la mencionada norma. 3.3.9. Respecto a los intereses legales, el Tribunal Constitucional ha sentado precedente vinculante en la STC 05430-2006-PA/TC, indicando que el pago de dicho concepto debe efectuarse conforme a la tasa establecida en el artículo 1246 del Código Civil. 3.3.10. En la medida en que se ha acreditado que la emplazada ha vulnerado el derecho constitucional a la pensión, corresponde, de conformidad con el artículo 56 del Código Procesal Constitucional, ordenar que dicha entidad asuma los costos procesales, los cuales deberán ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el presente caso se violó el derecho de acceso a la pensión de jubilación establecido en el artículo 11 de la Constitución. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda porque se ha acreditado la vulneración del derecho fundamental a la pensión; en consecuencia, NULA la Resolución 3742-2011-ONP/DPR.SC/DL 19990. 2. Reponiendo las cosas al estado anterior de la vulneración, ordena que la ONP le otorgue a la demandante una pensión de jubilación reducida bajo el régimen del Decreto Ley 19990, conforme a los fundamentos de la presente sentencia, abonándole las pensiones devengadas, los intereses legales y los costos del proceso. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN ETO CRUZ El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 El Sexto Juzgado Especializado en lo Constitucional de Lima, con fecha 22 de agosto de 2011, declaró infundada la demanda, por considerar que la actora no ha adjuntado documento que acredite que el emisor del certificado de trabajo y de la liquidación de beneficios sociales tenía facultades para ello, ni mucho menos se ha comprobado la existencia jurídica de la ex empleadora. La Sala Superior revisora revocó la apelada y, reformándola, la declaró improcedente, por considerar que la demandante no ha efectuado aportaciones con fines pensionarios antes del 1 de octubre de 1962, pues estas se establecen recién mediante Ley 14069; en cambio, reconoce a la demandante el periodo posterior al 1 de octubre de 1962, esto es 2 años y 10 meses de aportes, los que no resultan suficientes para acreditar el mínimo de 5 años. En su recurso de agravio constitucional, la demandante incide en argumentar sobre la comprobación de su vínculo laboral, y luego se refiere a las razones constitucionales y legales que la asisten para exigir el reconocimiento del periodo de aportación anterior al 1 de octubre de 1962, pues las posteriores fueron reconocidas por la sentencia de vista. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio La demandante solicita la nulidad de la Resolución 37422011-ONP/DPR.SC/DL 19990, emitida por la emplazada, que le deniega el acceso a una pensión de jubilación reducida del Decreto Ley 19990, por lo que solicita se disponga se le otorgue dicha pensión. Alega la violación de su derecho constitucional a la pensión. Habiéndose reconocido en sede judicial las aportaciones posteriores al 1 de octubre de 1962, en la presente instancia sólo se evaluará el reconocimiento de las aportaciones anteriores a esta fecha, pues se trata de un solo empleador. 2. Consideraciones previas En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, publicada en el diario oficial El Peruano el 12 de julio de 2005, el Tribunal Constitucional ha señalado que forman parte del contenido esencial directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión las disposiciones legales que establecen los requisitos para el disfrute de tal derecho, y que la titularidad del derecho invocado debe estar suficientemente acreditada para que sea posible emitir pronunciamiento; estando a lo expuesto precedentemente, la pretensión está comprendida en el supuesto previsto en el fundamento 37.b) de la citada sentencia, motivo por el cual corresponde efectuar un análisis de fondo de la cuestión controvertida. 3. Sobre la afectación del derecho al acceso a una pensión de jubilación reconocido en el artículo 11 de la Constitución 3.1. Argumentos de la demandante Sostiene que en las STC 1962-2004-PA/TC, 2722-2004-PA/ TC, 925-2005-PA y 7873-2006-PC/TC, el Tribunal Constitucional establece la validez de las aportaciones efectuadas durante el tiempo laborado antes del 1 de octubre de 1962. Alega que los artículos 1, 4, 7, 10 y 11 de la Constitución, reconocen como fin supremo de la sociedad y del Estado la defensa de la persona humana y el respeto a su dignidad; la protección del anciano; el derecho universal y progresivo a la seguridad social, y al libre acceso a una prestación pensionaria. 3.2. Argumentos de la demandada VOTO DE LOS MAGISTRADOS MESÍA RAMÍREZ Y ETO CRUZ Visto el recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Juana Cecilia Jesús Newton Plenge Vda. de Pedraza contra la resolución expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 203, su fecha 18 de enero de 2012, que declaró improcedente la demanda de autos, los magistrados firmantes emiten el siguiente voto: ANTECEDENTES La recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), con el objeto de que se declare la nulidad de la Resolución 3742-2011-ONP/DPR.SC/DL 19990, de fecha 12 de enero de 2011, y que, en consecuencia, la emplazada cumpla con reconocerle una pensión de jubilación reducida del Decreto Ley 19990, más el pago de pensiones devengadas e intereses legales. La emplazada contesta la demanda expresando que la demandante no cumple con el requisito de aportaciones exigido para acceder a la pensión de jubilación reducida, por cuanto pretende el reconocimiento de 7 años de aportaciones por un periodo laboral comprendido entre el 27 de agosto de 1958 hasta el 30 de agosto de 1965, con la calidad de empleada, pero de la revisión de las normas queda establecido que las cotizaciones a la Caja de Pensiones del Seguro Social del Empleado recién comenzaron a efectuarse a partir del mes de octubre de 1962; además que adjunta como medio de prueba un certificado de trabajo, por lo que no cuenta con documentación idónea para probar sus aportaciones. La emplazada refiere que no procede el reconocimiento de aportaciones anteriores al 1 de octubre de 1962, por cuanto la demandante afirma haber laborado desde el 27 de agosto de 1958, en condición de empleada. Indica que por Ley 10807, del 5 de diciembre de 1946, posteriormente por Ley 10948 de fecha 1 de enero de 1948, luego por Decreto Ley 10941 del 1 de enero de 1949 y luego por Ley 13016 del 19 de diciembre de 1955, se crearon las condiciones legales para hacer realidad y efectivas las prestaciones de salud, primero, y que fue con este fin que se comenzó a aportar mediante la Ley 13724, estableciéndose que la Caja de Pensiones se encontraba en organización. Concluye que con fecha 7 de mayo de 1962 se emitió la Ley 14069, que faculta al Poder Ejecutivo a que mediante Decreto Supremo se adicionen a la Ley 13724 los artículos correspondientes a la regulación de la Caja de Pensiones, y en su Cuarta Disposición General Transitoria se estableció que las aportaciones se devengarían a partir de octubre de 1962. 3.3 Consideraciones 3.3.1 El artículo 42 del Decreto Ley 19990, estableció que para tener derecho a una pensión reducida era necesario contar, en el caso de las mujeres, con 55 años de edad y con un mínimo de 5 a un máximo de 13 años de aportaciones. 3.3.2. Del documento nacional de identidad (f. 11), se constata que la demandante nació el 5 de marzo de 1937, y que, por consiguiente, cumplió los 55 años de edad el 5 de marzo de 1992. 3.3.3. De la resolución cuestionada (f. 8), se desprende que la emplazada denegó a la recurrente la pensión de jubilación por no El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES acreditar aportaciones al Régimen del Decreto Ley 19990. 3.3.4. En sede judicial, como se afirma en la delimitación del petitorio, se ha reconocido el vínculo laboral y las aportaciones posteriores al 1 de octubre de 1962, quedando por evaluar solamente si se reconocen las efectuadas con anterioridad a esta fecha, pues la demandante ha presentado un certificado de trabajo y una liquidación de tiempo de servicios que corresponden a un solo ex empleador (f. 4 y 5). 3.3.5. Respecto al reconocimiento de las aportaciones de los empleados particulares, el Tribunal Constitucional en la STC 6120-2009-PA/TC señala que desde una visión de la seguridad social como derecho fundamental y en aplicación de sus principios rectores como la universalidad, la solidaridad y la progresividad, entre otros, no resulta constitucionalmente legítimo denegar el acceso a la pensión desconociendo aportes que en su momento efectuaron los trabajadores, los empleadores y el Estado, este último como obligado a brindar las prestaciones previsionales derivadas de la edad, desocupación, enfermedad y muerte según la carta constitucional de 1933; más aún cuando la posición del trabajador como destinatario del derecho a la pensión se ha consolidado en las Constituciones de 1979 y 1993, como se advierte del tratamiento jurisprudencial que este Colegiado le ha dado al derecho a la pensión y a la seguridad social. 3.3.6. Así, en principio, no existe un fin determinado respecto al destino del aporte, y por ello no se puede establecer una circunstancia particular como condición para la obtención del beneficio; por tanto, no cabe establecer una relación directa entre aporte y prestación, pues la idea de establecer un límite al aporte realizado solo porque al iniciarse la protección de necesidades sociales su finalidad era la implementación de la protección sanitaria, debe ser entendida en el contexto inicial y embrionario de esta institución. Sin embargo, hoy, al haberse producido la consolidación de la seguridad social, ampliándose inclusive la base del aseguramiento en respeto al principio de universalidad y en atención a los principios de progresividad y no regresividad que regulan los derechos sociales, resulta irrazonable aceptar tal postura de la emplazada. 3.3.7. Como se tiene dicho en el fundamento 3.3.4, supra, la demandante, a fin de acreditar sus aportaciones al régimen del Decreto Ley 19990, adjunta los documentos ahí mencionados, en los que se consigna que laboró como empleada desde el 27 de agosto de 1958 hasta el 30 de agosto de 1965, siendo que el periodo anterior al 1 de octubre de 1962 fue desconocido por la Administración solo por tener la calidad de empleada, con el argumento de que "los empleados empiezan a cotizar a partir del 1 de octubre de 1962 [...]". Cabe precisar que el vínculo laboral con su ex empleadora se encuentra ya reconocido en sede judicial, pero de ese periodo se le reconoce como aportado al Sistema de Pensiones solo 2 años y 10 meses, es decir el periodo laborado a partir del 1 de octubre de 1962, mas no el laborado con fecha anterior, esto es 4 años, 1 mes y 3 días, periodo este que, conforme a lo expuesto precedentemente, corresponde reconocer, por lo que sumados ambos hacen un total 6 años, 11 meses y 3 días. 3.3.8. En tal sentido, constatándose que la demandante cumple los requisitos exigidos en los artículos 42 y 48 del Decreto Ley 19990, corresponde otorgarle una pensión de jubilación reducida, por lo que se debe estimar la demanda y abonarle las pensiones devengadas de acuerdo con lo señalado por el artículo 81 de la mencionada norma. 3.3.9. Respecto a los intereses legales, el Tribunal Constitucional ha sentado precedente vinculante en la STC 05430-2006-PA/TC, indicando que el pago de dicho concepto debe efectuarse conforme a la tasa establecida en el artículo 1246 del Código Civil. 3.3.10. Consideramos, entonces, que se ha acreditado que la emplazada ha vulnerado el derecho constitucional a la pensión, por lo que correspondería, de conformidad con el artículo 56 del Código Procesal Constitucional, ordenar que dicha entidad asuma los costos procesales, los cuales deberían ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. Por lo expuesto, estimamos que en el presente caso se violó el derecho de acceso a la pensión de jubilación establecido en el artículo 11 de la Constitución. Por estos fundamentos, nuestro voto es por: 1. Declarar FUNDADA la demanda porque se ha acreditado la vulneración del derecho fundamental a la pensión; en consecuencia, NULA la Resolución 3742-2011-ONP/DPR.SC/DL 19990. 2. Reponiendo las cosas al estado anterior de la vulneración, ordena que la ONP le otorgue a la demandante una pensión de jubilación reducida bajo el régimen del Decreto Ley 19990, conforme a los fundamentos de la presente sentencia, abonándole las pensiones devengadas, los intereses legales y los costos del proceso. Sres. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO CALLE HAYEN Puestos los autos a despacho para dirimir la discordia surgida, y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5º, parágrafo 50049 quinto, de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, y en los artículos 11 y 11-A de su Reglamento Normativo, procedo a emitir el siguiente voto: 1. Hecho el análisis de autos, comparto íntegramente los fundamentos expuestos en el voto en mayoría, a los cuales me adhiero y hago míos; por lo que mi voto también es porque declare FUNDADA la demanda, porque se ha acreditado la vulneración del derecho fundamental a la pensión; en consecuencia, NULA la Resolución 3742-2011-ONP/DPR.SC/DL 19990. 2. Reponiendo las cosas al estado anterior de la vulneración, voto también por ordenar que la ONP le otorgue a la demandante una pensión de jubilación reducida bajo el régimen del Decreto Ley 19990, abonándole las pensiones devengadas, los intereses legales y los costos del proceso. Sr. CALLE HAYEN VOTO SINGULAR DEL MAGISTRADO ÁLVAREZ MIRANDA Con el debido respeto por la opinión vertida por mis colegas magistrados, emito el siguiente voto singular, pues conforme a la posición que vengo esgrimiendo de manera uniforme y reiterada, los empleados particulares recién empezaron a cotizar a la Caja de Pensiones por disposición de la Ley Nº 13724 el 1 de octubre de 1962. Por tanto, la demandante no alcanzaría los años de aportaciones necesarios para acceder a la pensión solicitada. Siendo así, considero que la presente demanda resulta IMPROCEDENTE. Sr. ÁLVAREZ MIRANDA W-1133425-40 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 04286-2012-PA/TC HUAURA WALTER ROBERTO ROJAS GONZALES SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 19 días del mes de mayo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia, con el voto en mayoría de los magistrados Mesía Ramírez y Eto Cruz, el voto en discordia del magistrado Álvarez Miranda, y el voto dirimente del magistrado Calle Hayen, que se agrega en autos. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Walter Roberto Rojas Gonzales contra la sentencia expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, de fojas 428, su fecha 26 de junio de 2012, que declaró infundada la demanda de amparo de autos. ANTECEDENTES Con fecha 18 de abril de 2011, el recurrente interpone demanda de amparo contra el Poder Judicial y contra el Presidente y el Administrador de la Corte Superior de Justicia de Huaura, solicitando que se declare sin efecto el despido incausado del que ha sido objeto; y que, por consiguiente, se lo reponga en su puesto de trabajo, en el cargo de auxiliar administrativo I, con el pago de las remuneraciones caídas y los costos procesales. Manifiesta que ha laborado de forma ininterrumpida desde el 4 de abril de 2008 hasta el 31 de marzo de 2011, y que se prescindió de sus servicios no obstante que sus contratos de trabajo por suplencia y para servicio específico se habían desnaturalizado y convertido en un contrato de trabajo a plazo indeterminado, debido a que se omitió consignar en ellos la labor concreta para la cual fue contratado, simulando, además, labores que en realidad eran de naturaleza permanente, pues siempre se desempeñó como notificador de la sede de Huaral. Alega la vulneración de sus derechos constitucionales al trabajo, al debido proceso y de defensa. El Procurador Público Adjunto del Poder Judicial contesta la demanda manifestando que se celebró con el actor contratos de trabajo de naturaleza accidental y, por lo tanto, era consciente de las condiciones de temporalidad de los contratos al momento de su suscripción, no pudiendo pretender en el proceso de amparo, cuya naturaleza es restitutiva de derechos, que se declare el derecho reclamado, máxime si tiene una vía específica para ventilar su pretensión. Por su parte, el Presidente y el Administrador de la Corte Superior de Justicia de Huaura, de manera similar proponen las excepciones de falta de agotamiento de la vía administrativa y de falta de legitimidad para obrar del demandado, y contestan la demanda señalando que el recurrente prestó servicios mediante 50050 PROCESOS CONSTITUCIONALES contratos temporales sujetos a modalidad, reemplazando temporalmente a trabajadores que contaban con contratos de trabajo a plazo indeterminado; y que el demandante está haciendo mal uso de los procesos constitucionales cuya naturaleza es restitutiva de derechos, y no declarativa. El Primer Juzgado Civil de Huaral, con fecha 2 de noviembre de 2011, declaró infundadas las excepciones propuestas y, con fecha 13 de diciembre de 2011, declaró fundada en parte la demanda, por considerar que si bien el actor fue contratado para reemplazar a diversos trabajadores, mediante contratos de suplencia, y para cubrir necesidades de recursos humanos, mediante contratos de emergencia, en los hechos siempre desempeñó funciones de auxiliar judicial del área de notificaciones de la sede judicial de Huaral, quedando acreditada la simulación de los referidos contratos, por lo que los mismos deben ser considerados como de duración indeterminada. La Sala revisora revocó la apelada y declaró infundada la demanda, por estimar que el recurrente durante los meses de febrero y marzo de 2011 mantuvo con la entidad emplazada una relación laboral a plazo determinado bajo el régimen de contratación administrativa de servicios, regulado por el Decreto Legislativo Nº 1057, el mismo que, según el criterio establecido por el Tribunal Constitucional, constituye un régimen laboral especial que no infringe la Constitución; y que, asimismo, no corresponde analizar si el período laborado por el demandante con anterioridad a los contratos CAS constituyó una situación de fraude por ser un período independiente, el cual, además, no fue impugnado oportunamente. En su recurso de agravio constitucional (fojas 434) el accionante manifiesta que si bien fue contratado para desempeñar labores temporales, en los hechos realizó labores en la central de notificaciones de la sede judicial de Huaral, las cuales son de naturaleza permanente y están contempladas en el Manual de Organizaciones y Funciones de la Corte Superior emplazada. FUNDAMENTOS 1) Antes de analizar el fondo de la controversia, es necesario precisar que si bien la Sala revisora fundamentó su decisión en que el actor suscribió dos CAS en febrero y marzo de 2011, de los autos se deduce que dichos contratos son el realidad contratos de emergencia bajo los alcances del Decreto Supremo Nº 003-97-TR (f. 3 y 4). 2) Delimitación del petitorio La presente demanda tiene por objeto que se ordene la reposición del demandante en el cargo que venía desempeñando, porque habría sido objeto de un despido incausado. Alega que los contratos de trabajo sujetos a modalidad celebrados con la entidad emplazada se han desnaturalizado y convertido en un contrato de trabajo a plazo indeterminado, de modo que habiéndose dado por extinguida su relación laboral sin expresión de una causa justa, se ha configurado un despido arbitrario, lesivo de sus derechos constitucionales al trabajo, al debido proceso y de defensa. 3) Consideraciones previas En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas a materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC Nº 00206-2005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante, en el presente caso corresponde evaluar si el demandante ha sido objeto de un despido incausado. 4) Sobre la afectación del derecho al trabajo 4.1. Argumentos de la parte demandante La parte demandante afirma que ha sido víctima de un despido sin expresión de causa, violatorio de su derecho constitucional al trabajo, debido a que los contratos modales suscritos con la entidad demandada se han desnaturalizado y convertido en un contrato de trabajo a plazo indeterminado. 4.2. Argumentos de la parte demandada La parte demandada argumenta que el actor no fue despedido, pues sus contratos de trabajo de suplencia, para servicio específico y de emergencia eran de naturaleza temporal; y que el demandante debe acudir a la vía del proceso laboral para ventilar su pretensión, pues el proceso de amparo tiene una naturaleza restitutiva de derechos y no declarativa. 4.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 4.3.1. El derecho al trabajo está reconocido por el artículo 22º de la Constitución. Al respecto, este Tribunal estima que el contenido esencial de este derecho constitucional implica dos aspectos. El de acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. En el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de este aspecto de este derecho constitucional implica un desarrollo progresivo y según las posibilidades del Estado. El segundo aspecto del derecho trata del El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 derecho al trabajo entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa justa. 4.3.2. Según el artículo 4.º del Decreto Supremo Nº 00397-TR, “En toda prestación personal de servicios remunerados y subordinados, se presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado. El contrato individual de trabajo puede celebrarse libremente por tiempo indeterminado o sujeto a modalidad. El primero podrá celebrarse en forma verbal o escrita y el segundo en los casos y con los requisitos que la presente Ley establece”. Del artículo transcrito puede señalarse que en el régimen laboral peruano el principio de continuidad opera como un límite a la contratación laboral por tiempo determinado. Por ello el Tribunal Constitucional, en la STC Nº 01874-2002-AA/TC, precisó que hay una preferencia por la contratación laboral por tiempo indefinido respecto de la de duración determinada, la que tiene carácter excepcional y procede únicamente cuando las labores que se van a prestar (objeto del contrato) son de naturaleza temporal o accidental. Como resultado de dicho carácter excepcional la ley establece formalidades, requisitos, condiciones y plazos especiales para este tipo de contratos, e incluso sanciones cuando, a través de estos, utilizando la simulación o el fraude, se pretende evadir la contratación laboral por tiempo indeterminado. En este sentido el artículo 4.º de la referida norma legal opera como un límite a la contratación temporal, ya que sólo los empleadores podrán contratar trabajadores con contratos de trabajo sujetos a modalidad “en los casos y con los requisitos que la presente Ley establece”. 4.3.3. La cuestión controvertida se circunscribe a determinar si los contratos de trabajo del recurrente han sido desnaturalizados por la causal prevista en el inciso d) del artículo 77º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, que establece que los contratos a modalidad se desnaturalizan y convierten en indeterminados cuando el trabajador demuestra que hubo simulación o fraude a las normas legales establecidas en el mencionado decreto supremo. 4.3.4. A fojas 17 de autos obra el contrato de trabajo para servicio específico, vigente del 1 de julio al 30 de setiembre de 2008, en el que se advierte que no se ha cumplido con la exigencia legal de precisar en qué consiste, justamente, el servicio para el cual fue contratado el demandante. En efecto, en la cláusula primera del citado contrato se consigna: “EL EMPLEADOR, debido al Proceso de Reforma que viene implementando requiere cubrir necesidades de recursos humanos a fin de mantener debidamente operativos los servicios que presta”. Asimismo, en la cláusula segunda se señala: “Para el logro del objeto, materia de la cláusula anterior, EL EMPLEADOR contrata a EL TRABAJADOR para que realice labores de Auxiliar Judicial, el mismo que deberá someterse al cumplimiento estricto de las funciones.”. De las cláusulas transcritas puede concluirse que en el mencionado contrato se ha omitido consignar la causa objetiva específica que autorizó la contratación temporal del demandante, pues se señala de manera genérica que su labor era la de “Auxiliar Judicial” sin precisar cuáles eran específicamente las labores a realizar en dicho cargo; tampoco se reseña en qué consistía el proceso de reforma que estaba realizando el Poder Judicial. Por otro lado, sin perjuicio de que por mandato legal se tiene que enunciar la causa objetiva de la contratación, se debe tener en consideración que un auxiliar judicial realiza labores propias u ordinarias del Poder Judicial, por lo que no se justifica la contratación temporal. 4.3.5. En consecuencia, el referido contrato modal del demandante se desnaturalizó al no establecerse la causa objetiva de contratación y haber simulado una relación laboral de carácter temporal cuando en realidad era de naturaleza permanente, vulnerando un elemento esencial de la contratación temporal, configurándose la causal de desnaturalización prevista en el inciso d) del artículo 77º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, por lo que dicho contrato se ha convertido en un contrato de duración indeterminada. Siendo así, los contratos de trabajo suscritos por las partes con posterioridad carecen de eficacia jurídica, pues mediante ellos se pretendió encubrir la existencia de una relación laboral a plazo indeterminado. 4.3.6. Habida cuenta que la relación laboral era de duración indeterminada, el demandante solamente podía ser despedido por una causa justa relacionada con su conducta o capacidad laboral, lo que no ha sucedido en el presente caso, razón por la cual ha sido objeto de un despido arbitrario. 4.3.7. Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el presente caso se ha configurado un despido incausado, vulneratorio del derecho al trabajo del actor, reconocido en el artículo 22º de la Constitución. 5) Sobre la afectación del derecho al debido proceso 5.1. Argumentos de la parte demandante El demandante también afirma que su despido sin expresión de causa resulta violatorio de su derecho constitucional al debido proceso, pues fue despedido sin haber sido sometido a un proceso administrativo disciplinario. 5.2. Argumentos de la parte demandada Al respecto, la parte demandada sostiene que el actor suscribió contratos de trabajo de naturaleza temporal, los mismos que tienen una fecha fija de duración, por lo que ahora no puede El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES aducir que ha sido víctima de un despido incausado y menos pretender el reconocimiento de un contrato laboral de naturaleza indeterminada. 5.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 5.3.1. Como el Tribunal Constitucional tiene fijado, el derecho fundamental al debido proceso, consagrado en el artículo 139º, numeral 3), de la Constitución, comprende una serie de garantías, formales y materiales, de muy distinta naturaleza, cuyo cumplimiento efectivo garantiza que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre inmersa una persona, pueda considerarse justo (STC Nº 10490-2006-AA, fundamento 2). De ahí que el Tribunal haya destacado que el ámbito de irradiación de este derecho continente no abarca exclusivamente al ámbito judicial, sino que se proyecta también al ámbito de los procesos administrativos (STC Nº 075692006-AA/TC, fundamento 6). También el Tribunal ha establecido en reiterada jurisprudencia (STC Nº 03359-2006-PA/TC, por todas) “que el debido proceso –y los derechos que lo conforman, p. e. el derecho de defensa– resultan aplicables al interior de la actividad institucional de cualquier persona jurídica, máxime si ha previsto la posibilidad de imponer una sanción tan grave como la expulsión. En tal sentido, si el emplazado consideraba que el actor cometió alguna falta, debieron comunicarle, previamente y por escrito, los cargos imputados, acompañando el correspondiente sustento probatorio, y otorgarle un plazo prudencial a efectos de que –mediante la expresión de los descargos correspondientes– pueda ejercer cabalmente su legítimo derecho de defensa.” Por su parte, el derecho de defensa se encuentra reconocido expresamente por el artículo 139º, numeral 14, de nuestra Constitución, y constituye un elemento del derecho al debido proceso. Según la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, el contenido esencial del derecho de defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso judicial, cualquiera de las partes resulta impedida, por concretos actos de los órganos judiciales, de ejercer los medios necesarios, suficientes y eficaces para defender sus derechos e intereses legítimos [STC 1231-2002-HC/TC]. Es así que el derecho de defensa (de naturaleza procesal) se constituye como fundamental y conforma el ámbito del debido proceso, siendo presupuesto para reconocer la garantía de este último. Por ello, en tanto derecho fundamental, se proyecta como principio de interdicción para afrontar cualquier indefensión y como principio de contradicción de los actos procesales que pudieran repercutir en la situación jurídica de algunas de las partes, sea en un proceso o procedimiento, o en el caso de un tercero con interés. 5.3.2. En el caso de autos, la controversia constitucional radica en determinar si la entidad demandada, al dar por culminado el vínculo laboral con el actor, lo hizo observando el debido proceso, o si, por el contrario, lo lesionó. Efectuada esta precisión, debe comenzarse por evaluar la lesión del derecho de defensa, toda vez que forma parte del derecho al debido proceso. 5.3.3. De acuerdo con lo previsto por el artículo 31° del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, el empleador no podrá despedir a un trabajador por causa relacionada con su conducta laboral, sin antes otorgarle por escrito un plazo razonable no menor de seis días naturales para que pueda defenderse por escrito de los cargos que se le formulen; es decir el despido se inicia con una carta de imputación de cargos para que el trabajador pueda ejercer su derecho de defensa, efectuando su descargo en la forma que considere conveniente a su derecho. 5.3.4. En el presente caso ya ha quedado determinado que el recurrente mantenía con la entidad demandada una relación laboral a plazo indeterminado, por lo que este Tribunal considera que el Memorando Nº 255-2011-OA-CSJHA/PJ, de fecha 30 de marzo de 2011, obrante a fojas 64, no puede ser calificado como una carta de imputación de faltas graves según lo prescrito por el artículo 31° del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, pues en ella el empleador se limita a comunicar al demandante su decisión de dar por terminado el vínculo contractual sin expresar causal alguna relacionada con su conducta o capacidad laboral, por lo que este Colegiado concluye que el recurrente fue despedido sin que le haya remitido previamente una carta de imputación de faltas graves. 5.3.5. Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el presente caso la entidad demandada también ha vulnerado el derecho al debido proceso del recurrente, específicamente, su derecho de defensa. 6) Efectos de la sentencia 6.1 En la medida en que en este caso se ha acreditado que la entidad demandada ha vulnerado los derechos constitucionales al trabajo y al debido proceso, corresponde ordenar la reposición del demandante como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional. 6.2 Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código Procesal Constitucional, la entidad emplazada debe asumir los costos procesales, los cuales deben ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. 6.3 Finalmente, teniendo presente que existen reiterados casos en los que se estima la demanda de amparo por haberse comprobado la existencia de un despido arbitrario, este Tribunal estima pertinente señalar que cuando se interponga y admita una 50051 demanda de amparo contra la Administración Pública que tenga por finalidad la reposición de la parte demandante, ello tiene que registrarse como una posible contingencia económica que tiene que preverse en el presupuesto, con la finalidad de que la plaza que se ocupaba se mantenga presupuestada para, de ser el caso, poder actuar o ejecutar en forma inmediata la sentencia estimativa. En estos casos la Administración Pública, para justificar el mantenimiento de la plaza presupuestada, tendrá que tener presente que el artículo 7º del CPConst. dispone que “El Procurador Público, antes de que el proceso sea resuelto en primer grado, está facultado para poner en conocimiento del titular de la entidad su opinión profesional motivada cuando considere que se afecta el derecho constitucional invocado”. Con la opinión del procurador público puede evitarse y preverse gastos fiscales, ya que la Administración Pública puede allanarse a la demanda (si es que la pretensión según la jurisprudencia y los precedentes del Tribunal Constitucional es estimable) o proseguir con el proceso. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional con la autoridad que le confiere la constitución Política del Perú HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a la afectación de los derechos al trabajo y al debido proceso; en consecuencia, NULO el despido de que ha sido objeto el demandante. 2. ORDENAR que el Poder Judicial reponga a don Walter Roberto Rojas Gonzales como trabajador a plazo indeterminado en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22.° y 59.º del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos procesales. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN ETO CRUZ VOTO DE LOS MAGISTRADOS MESÍA RAMÍREZ Y ETO CRUZ Visto el recurso de agravio constitucional interpuesto por don Walter Roberto Rojas Gonzales contra la sentencia expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, de fojas 428, su fecha 26 de junio de 2012, que declaró infundada la demanda de amparo de autos, los magistrados firmantes emiten el siguiente voto: ANTECEDENTES Con fecha 18 de abril de 2011, el recurrente interpone demanda de amparo contra el Poder Judicial y contra el Presidente y el Administrador de la Corte Superior de Justicia de Huaura, solicitando que se declare sin efecto el despido incausado del que ha sido objeto; y que, por consiguiente, se lo reponga en su puesto de trabajo, en el cargo de auxiliar administrativo I, con el pago de las remuneraciones caídas y los costos procesales. Manifiesta que ha laborado de forma ininterrumpida desde el 4 de abril de 2008 hasta el 31 de marzo de 2011, y que se prescindió de sus servicios no obstante que sus contratos de trabajo por suplencia y para servicio específico se habían desnaturalizado y convertido en un contrato de trabajo a plazo indeterminado, debido a que se omitió consignar en ellos la labor concreta para la cual fue contratado, simulando, además, labores que en realidad eran de naturaleza permanente, pues siempre se desempeñó como notificador de la sede de Huaral. Alega la vulneración de sus derechos constitucionales al trabajo, al debido proceso y de defensa. El Procurador Público Adjunto del Poder Judicial contesta la demanda manifestando que se celebró con el actor contratos de trabajo de naturaleza accidental y, por lo tanto, era consciente de las condiciones de temporalidad de los contratos al momento de su suscripción, no pudiendo pretender en el proceso de amparo, cuya naturaleza es restitutiva de derechos, que se declare el derecho reclamado, máxime si tiene una vía específica para ventilar su pretensión. Por su parte, el Presidente y el Administrador de la Corte Superior de Justicia de Huaura, de manera similar proponen las excepciones de falta de agotamiento de la vía administrativa y de falta de legitimidad para obrar del demandado, y contestan la demanda señalando que el recurrente prestó servicios mediante contratos temporales sujetos a modalidad, reemplazando temporalmente a trabajadores que contaban con contratos de trabajo a plazo indeterminado; y que el demandante está haciendo mal uso de los procesos constitucionales cuya naturaleza es restitutiva de derechos, y no declarativa. El Primer Juzgado Civil de Huaral, con fecha 2 de noviembre de 2011, declaró infundadas las excepciones propuestas y, con fecha 13 de diciembre de 2011, declaró fundada en parte la demanda, 50052 PROCESOS CONSTITUCIONALES por considerar que si bien el actor fue contratado para reemplazar a diversos trabajadores, mediante contratos de suplencia, y para cubrir necesidades de recursos humanos, mediante contratos de emergencia, en los hechos siempre desempeñó funciones de auxiliar judicial del área de notificaciones de la sede judicial de Huaral, quedando acreditada la simulación de los referidos contratos, por lo que los mismos deben ser considerados como de duración indeterminada. La Sala revisora revocó la apelada y declaró infundada la demanda, por estimar que el recurrente durante los meses de febrero y marzo de 2011 mantuvo con la entidad emplazada una relación laboral a plazo determinado bajo el régimen de contratación administrativa de servicios, regulado por el Decreto Legislativo Nº 1057, el mismo que, según el criterio establecido por el Tribunal Constitucional, constituye un régimen laboral especial que no infringe la Constitución; y que, asimismo, no corresponde analizar si el período laborado por el demandante con anterioridad a los contratos CAS constituyó una situación de fraude por ser un período independiente, el cual, además, no fue impugnado oportunamente. En su recurso de agravio constitucional (fojas 434) el accionante manifiesta que si bien fue contratado para desempeñar labores temporales, en los hechos realizó labores en la central de notificaciones de la sede judicial de Huaral, las cuales son de naturaleza permanente y están contempladas en el Manual de Organizaciones y Funciones de la Corte Superior emplazada. FUNDAMENTOS 1) Antes de analizar el fondo de la controversia, es necesario precisar que si bien la Sala revisora fundamentó su decisión en que el actor suscribió dos CAS en febrero y marzo de 2011, de los autos se deduce que dichos contratos son el realidad contratos de emergencia bajo los alcances del Decreto Supremo Nº 003-97-TR (f. 3 y 4). 2) Delimitación del petitorio La presente demanda tiene por objeto que se ordene la reposición del demandante en el cargo que venía desempeñando, porque habría sido objeto de un despido incausado. Alega que los contratos de trabajo sujetos a modalidad celebrados con la entidad emplazada se han desnaturalizado y convertido en un contrato de trabajo a plazo indeterminado, de modo que habiéndose dado por extinguida su relación laboral sin expresión de una causa justa, se ha configurado un despido arbitrario, lesivo de sus derechos constitucionales al trabajo, al debido proceso y de defensa. 3) Consideraciones previas En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas a materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC Nº 00206-2005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante, consideramos que en el presente caso corresponde evaluar si el demandante ha sido objeto de un despido incausado. 4) Sobre la afectación del derecho al trabajo 4.1. Argumentos de la parte demandante La parte demandante afirma que ha sido víctima de un despido sin expresión de causa, violatorio de su derecho constitucional al trabajo, debido a que los contratos modales suscritos con la entidad demandada se han desnaturalizado y convertido en un contrato de trabajo a plazo indeterminado. 4.2. Argumentos de la parte demandada La parte demandada argumenta que el actor no fue despedido, pues sus contratos de trabajo de suplencia, para servicio específico y de emergencia eran de naturaleza temporal; y que el demandante debe acudir a la vía del proceso laboral para ventilar su pretensión, pues el proceso de amparo tiene una naturaleza restitutiva de derechos y no declarativa. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 y el segundo en los casos y con los requisitos que la presente Ley establece”. Del artículo transcrito puede señalarse que en el régimen laboral peruano el principio de continuidad opera como un límite a la contratación laboral por tiempo determinado. Por ello el Tribunal Constitucional, en la STC Nº 01874-2002-AA/TC, precisó que hay una preferencia por la contratación laboral por tiempo indefinido respecto de la de duración determinada, la que tiene carácter excepcional y procede únicamente cuando las labores que se van a prestar (objeto del contrato) son de naturaleza temporal o accidental. Como resultado de dicho carácter excepcional la ley establece formalidades, requisitos, condiciones y plazos especiales para este tipo de contratos, e incluso sanciones cuando, a través de estos, utilizando la simulación o el fraude, se pretende evadir la contratación laboral por tiempo indeterminado. En este sentido el artículo 4.º de la referida norma legal opera como un límite a la contratación temporal, ya que sólo los empleadores podrán contratar trabajadores con contratos de trabajo sujetos a modalidad “en los casos y con los requisitos que la presente Ley establece”. 4.3.3. La cuestión controvertida se circunscribe a determinar si los contratos de trabajo del recurrente han sido desnaturalizados por la causal prevista en el inciso d) del artículo 77º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, que establece que los contratos a modalidad se desnaturalizan y convierten en indeterminados cuando el trabajador demuestra que hubo simulación o fraude a las normas legales establecidas en el mencionado decreto supremo. 4.3.4. A fojas 17 de autos obra el contrato de trabajo para servicio específico, vigente del 1 de julio al 30 de setiembre de 2008, en el que se advierte que no se ha cumplido con la exigencia legal de precisar en qué consiste, justamente, el servicio para el cual fue contratado el demandante. En efecto, en la cláusula primera del citado contrato se consigna: “EL EMPLEADOR, debido al Proceso de Reforma que viene implementando requiere cubrir necesidades de recursos humanos a fin de mantener debidamente operativos los servicios que presta”. Asimismo, en la cláusula segunda se señala: “Para el logro del objeto, materia de la cláusula anterior, EL EMPLEADOR contrata a EL TRABAJADOR para que realice labores de Auxiliar Judicial, el mismo que deberá someterse al cumplimiento estricto de las funciones.”. De las cláusulas transcritas puede concluirse que en el mencionado contrato se ha omitido consignar la causa objetiva específica que autorizó la contratación temporal del demandante, pues se señala de manera genérica que su labor era la de “Auxiliar Judicial” sin precisar cuáles eran específicamente las labores a realizar en dicho cargo; tampoco se reseña en qué consistía el proceso de reforma que estaba realizando el Poder Judicial. Por otro lado, sin perjuicio de que por mandato legal se tiene que enunciar la causa objetiva de la contratación, se debe tener en consideración que un auxiliar judicial realiza labores propias u ordinarias del Poder Judicial, por lo que no se justifica la contratación temporal. 4.3.5. En consecuencia, el referido contrato modal del demandante se desnaturalizó al no establecerse la causa objetiva de contratación y haber simulado una relación laboral de carácter temporal cuando en realidad era de naturaleza permanente, vulnerando un elemento esencial de la contratación temporal, configurándose la causal de desnaturalización prevista en el inciso d) del artículo 77º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, por lo que dicho contrato se ha convertido en un contrato de duración indeterminada. Siendo así, los contratos de trabajo suscritos por las partes con posterioridad carecen de eficacia jurídica, pues mediante ellos se pretendió encubrir la existencia de una relación laboral a plazo indeterminado. 4.3.6. Habida cuenta que la relación laboral era de duración indeterminada, el demandante solamente podía ser despedido por una causa justa relacionada con su conducta o capacidad laboral, lo que no ha sucedido en el presente caso, razón por la cual ha sido objeto de un despido arbitrario. 4.3.7. Por lo expuesto, consideramos que en el presente caso se ha configurado un despido incausado, vulneratorio del derecho al trabajo del actor, reconocido en el artículo 22º de la Constitución. 5) Sobre la afectación del derecho al debido proceso 5.1. Argumentos de la parte demandante 4.3. Consideraciones 4.3.1. El derecho al trabajo está reconocido por el artículo 22º de la Constitución. Al respecto, estimamos que el contenido esencial de este derecho constitucional implica dos aspectos. El de acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. En el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de este aspecto de este derecho constitucional implica un desarrollo progresivo y según las posibilidades del Estado. El segundo aspecto del derecho trata del derecho al trabajo entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa justa. 4.3.2. Según el artículo 4.º del Decreto Supremo Nº 00397-TR, “En toda prestación personal de servicios remunerados y subordinados, se presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado. El contrato individual de trabajo puede celebrarse libremente por tiempo indeterminado o sujeto a modalidad. El primero podrá celebrarse en forma verbal o escrita El demandante también afirma que su despido sin expresión de causa resulta violatorio de su derecho constitucional al debido proceso, pues fue despedido sin haber sido sometido a un proceso administrativo disciplinario. 5.2. Argumentos de la parte demandada Al respecto, la parte demandada sostiene que el actor suscribió contratos de trabajo de naturaleza temporal, los mismos que tienen una fecha fija de duración, por lo que ahora no puede aducir que ha sido víctima de un despido incausado y menos pretender el reconocimiento de un contrato laboral de naturaleza indeterminada. 5.3. Consideraciones 5.3.1. Como el Tribunal Constitucional tiene fijado, el derecho fundamental al debido proceso, consagrado en el artículo 139º, numeral 3), de la Constitución, comprende una serie de garantías, El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES formales y materiales, de muy distinta naturaleza, cuyo cumplimiento efectivo garantiza que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre inmersa una persona, pueda considerarse justo (STC Nº 10490-2006-AA, fundamento 2). De ahí que el Tribunal haya destacado que el ámbito de irradiación de este derecho continente no abarca exclusivamente al ámbito judicial, sino que se proyecta también al ámbito de los procesos administrativos (STC Nº 075692006-AA/TC, fundamento 6). También el Tribunal ha establecido en reiterada jurisprudencia (STC Nº 03359-2006-PA/TC, por todas) “que el debido proceso –y los derechos que lo conforman, p. e. el derecho de defensa– resultan aplicables al interior de la actividad institucional de cualquier persona jurídica, máxime si ha previsto la posibilidad de imponer una sanción tan grave como la expulsión. En tal sentido, si el emplazado consideraba que el actor cometió alguna falta, debieron comunicarle, previamente y por escrito, los cargos imputados, acompañando el correspondiente sustento probatorio, y otorgarle un plazo prudencial a efectos de que –mediante la expresión de los descargos correspondientes– pueda ejercer cabalmente su legítimo derecho de defensa.” Por su parte, el derecho de defensa se encuentra reconocido expresamente por el artículo 139º, numeral 14, de nuestra Constitución, y constituye un elemento del derecho al debido proceso. Según la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, el contenido esencial del derecho de defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso judicial, cualquiera de las partes resulta impedida, por concretos actos de los órganos judiciales, de ejercer los medios necesarios, suficientes y eficaces para defender sus derechos e intereses legítimos [STC 12312002-HC/TC]. Es así que el derecho de defensa (de naturaleza procesal) se constituye como fundamental y conforma el ámbito del debido proceso, siendo presupuesto para reconocer la garantía de este último. Por ello, en tanto derecho fundamental, se proyecta como principio de interdicción para afrontar cualquier indefensión y como principio de contradicción de los actos procesales que pudieran repercutir en la situación jurídica de algunas de las partes, sea en un proceso o procedimiento, o en el caso de un tercero con interés. 5.3.2. En el caso de autos, la controversia constitucional radica en determinar si la entidad demandada, al dar por culminado el vínculo laboral con el actor, lo hizo observando el debido proceso, o si, por el contrario, lo lesionó. Efectuada esta precisión, debe comenzarse por evaluar la lesión del derecho de defensa, toda vez que forma parte del derecho al debido proceso. 5.3.3. De acuerdo con lo previsto por el artículo 31° del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, el empleador no podrá despedir a un trabajador por causa relacionada con su conducta laboral, sin antes otorgarle por escrito un plazo razonable no menor de seis días naturales para que pueda defenderse por escrito de los cargos que se le formulen; es decir el despido se inicia con una carta de imputación de cargos para que el trabajador pueda ejercer su derecho de defensa, efectuando su descargo en la forma que considere conveniente a su derecho. 5.3.4. En el presente caso ya ha quedado determinado que el recurrente mantenía con la entidad demandada una relación laboral a plazo indeterminado, por lo que consideramos que el Memorando Nº 255-2011-OA-CSJHA/PJ, de fecha 30 de marzo de 2011, obrante a fojas 64, no puede ser calificado como una carta de imputación de faltas graves según lo prescrito por el artículo 31° del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, pues en ella el empleador se limita a comunicar al demandante su decisión de dar por terminado el vínculo contractual sin expresar causal alguna relacionada con su conducta o capacidad laboral, por lo que el recurrente fue despedido sin que le haya remitido previamente una carta de imputación de faltas graves. 5.3.5. Por lo expuesto, concluimos que en el presente caso la entidad demandada también ha vulnerado el derecho al debido proceso del recurrente, específicamente, su derecho de defensa. 5.3.6. En la medida en que en este caso se ha acreditado que la entidad demandada ha vulnerado los derechos constitucionales al trabajo y al debido proceso, consideramos que corresponde ordenar la reposición del demandante como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional. 5.3.7. Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código Procesal Constitucional, la entidad emplazada debería asumir los costos procesales, los cuales deberían ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. 5.3.8. Finalmente, teniendo presente que existen reiterados casos en los que se estima la demanda de amparo por haberse comprobado la existencia de un despido arbitrario, estimamos pertinente señalar que cuando se interponga y admita una demanda de amparo contra la Administración Pública que tenga por finalidad la reposición de la parte demandante, ello tiene que registrarse como una posible contingencia económica que tiene que preverse en el presupuesto, con la finalidad de que la plaza que se ocupaba se mantenga presupuestada para, de ser el caso, poder actuar o ejecutar en forma inmediata la sentencia estimativa. En estos casos la Administración Pública, para justificar el mantenimiento de la plaza presupuestada, tendrá que tener presente que el artículo 7º del CPConst. dispone que “El Procurador Público, antes de que el proceso sea resuelto en primer grado, está facultado para poner en conocimiento del titular de la entidad su 50053 opinión profesional motivada cuando considere que se afecta el derecho constitucional invocado”. Con la opinión del procurador público puede evitarse y preverse gastos fiscales, ya que la Administración Pública puede allanarse a la demanda (si es que la pretensión según la jurisprudencia y los precedentes del Tribunal Constitucional es estimable) o proseguir con el proceso. Por estos fundamentos, nuestro voto es por: 1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a la afectación de los derechos al trabajo y al debido proceso; en consecuencia, NULO el despido de que ha sido objeto el demandante. 2. ORDENAR que el Poder Judicial reponga a don Walter Roberto Rojas Gonzales como trabajador a plazo indeterminado en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22.° y 59.º del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos procesales. Sres. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO CALLE HAYEN Puestos los autos a despacho para dirimir la discordia surgida y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5º, parágrafo quinto, de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional y los artículos 11 y 11-A de su Reglamento Normativo; procedo a emitir el siguiente voto: Hecho el análisis de autos comparto los fundamentos expuestos en el voto de los magistrados Mesía Ramírez y Eto Cruz, a los cuales me adhiero y hago míos; por lo que mi voto también es porque se declare FUNDADA la demanda, por haberse acreditado la vulneración del derecho al trabajo en consecuencia, NULO el despido del que ha sido objeto el demandante, Voto también por ORDENAR que el Poder Judicial reponga a don Walter Roberto Rojas Gonzales como trabajador a plazo indeterminado en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 221 y 59º del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos del proceso. Sr. CALLE HAYEN VOTO SINGULAR DEL MAGISTRADO ÁLVAREZ MIRANDA Con el debido respeto por la opinión vertida por mis colegas magistrados, emito el siguiente voto singular, por las razones que a continuación expongo: 1. Según el artículo 5º de la Ley Nº 28175, Ley Marco del Empleo Público, el acceso al empleo público se realiza mediante concurso público y abierto, por grupo ocupacional, en base a los méritos y capacidad de las personas, en un régimen de igualdad de oportunidades. 2. A través de dicho filtro, se persigue, en la medida de lo posible, dotar a la Administración Pública de los mejores cuadros pues a diferencia de lo que ocurre con los particulares, quienes guiados por el incentivo de ser cada día más eficientes bajo pena de ser expectorados del mercado, procuran captar al mejor personal en base a sus cualificaciones personales y trayectoria; ello no suele presentarse con frecuencia en el sector público pues carece de tal incentivo. 3. De ahí que, a fin de corregir tal situación, resulta constitucionalmente lógico que el ordenamiento jurídico supedite el acceso al empleo público a la aprobación de un concurso en el que se evalúen tanto los méritos como las habilidades de los participantes, en el marco de una evaluación transparente. Sólo de esta manera, se garantizaría que el gobierno de turno no utilice el aparato estatal para cubrir tales plazas con personas cercanas al mismo que carezcan de la idoneidad necesaria para ocuparlas. 4. Por ello, en el empleo público no cabe la aplicación mecánica del concepto de “desnaturalización”, pues a diferencia de una empresa particular en la que sus accionistas velan por sus legítimos intereses; el Estado, que es la gran empresa de todos los peruanos, muchas veces termina siendo superado por intereses subalternos, perjudicando abiertamente a la sociedad en su conjunto, y en especial, a las personas que a pesar de estar debidamente cualificadas y tener vocación de servicio, no logran ingresar al sector público. 5. No desconozco que, jurisprudencialmente, el Tribunal Constitucional ha venido amparando pretensiones tendientes a reincorporar a ex - trabajadores públicos que fueron contratados bajo una figura modal bajo pretexto de una “desnaturalización” del mismo, sin tomar en consideración el citado filtro, pese a que de PROCESOS CONSTITUCIONALES 50054 manera uniforme y reiterada se ha señalado que el proceso de amparo tiene una finalidad restitutiva y no declarativa. 6. En tal escenario, se ha venido incorporando al régimen laboral de la actividad privada regulado en el Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral a ex - trabajadores contratados bajo figuras modales, pese a no haber pasado por un proceso de evaluación previa de méritos, a través de la cual se determine, en primer lugar, si existe una plaza disponible, y en segundo término, si cumplen con los requisitos necesarios para desempeñar dicha labor, pues si bien previamente han sido evaluados al ser contratados bajo cualquier figura modal, dicha evaluación no tiene el rigor que supondría su ingreso definitivo; y más aún cuando la propia “desnaturalización” del contrato tiene su origen en una actitud negligente o maliciosa de los funcionarios desleales de las instituciones públicas, que podría tener rasgos de mala fe y que en todo caso debería ser objeto de un debate en la vía ordinaria. Por tales consideraciones, mi VOTO es porque se declare la IMPROCEDENCIA de la presente demanda. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 el actor no fue despedido arbitrariamente, sino que se produjo el vencimiento del plazo contractual, razón por la que ordenó su reincorporación mediante contrato de trabajo sujeto a la modalidad de intermitencia, porque se trata de un contrato que puede ser permanente; e improcedente el extremo que postula la reposición como trabajador a plazo indeterminado. La Sala revisora revocando la apelada, declaró improcedente la demanda, por considerar que en el presente caso, conforme al Pleno Jurisdiccional Supremo en materia laboral, en virtud de lo previsto en la Ley Nº 29497, los jueces de trabajo están facultados para conocer de la pretensión de reposición en los casos de despidos incausados o fraudulentos. El demandante interpone recurso de agravio constitucional contra la sentencia de vista ratificando los términos de su demanda, insistiendo en que laboró ininterrumpidamente y que sus contratos de trabajo modales se desnaturalizaron porque no se consignó con la mayor precisión la causa objetiva determinante de la contratación modal, ni las circunstancias y condiciones para la reanudación de las labores en caso de una eventual interrupción. FUNDAMENTOS Sr. 1) Delimitación del petitorio ÁLVAREZ MIRANDA W-1133424-1 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 04675-2012-PA/TC MOQUEGUA PABLO CÉSAR TORRE RAMOS SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 28 días del mes de enero de 2014 la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Pablo César Torre Ramos contra la sentencia de fojas 316, su fecha 2 de octubre de 2012, expedida por la Sala Mixta Descentralizada de Ilo de la Corte Superior de Justicia de Moquegua, que declaró improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES Mediante escrito de fecha 10 de agosto de 2011 y escrito de subsanación de fecha 22 de agosto de 2011, el recurrente interpone demanda de amparo contra la Corporación Pesquera Inca S.A.C. (Copeinca S.A.C.) solicitando que se deje sin efecto legal y se declare nulo el despido incausado de que fue objeto; y que, en consecuencia, sea reincorporado en el cargo de almacenero de materiales - Ilo que venía ocupando, y se ordene el pago de las costas y costos procesales. Sostiene que laboró desde el 21 de enero de 2010 hasta el 30 de junio de 2011, en virtud de contratos de trabajo bajo la modalidad intermitente, los mismos que se desnaturalizaron por haber sido contratado para efectuar una labor que por sus características siempre es regular y continua, tanto es así que fue realizada de manera ininterrumpida y permanente durante todo el periodo en el que prestó sus servicios sin que existan periodos de interrupción. Agrega que en consecuencia en los hechos se estableció una relación de trabajo de naturaleza indeterminada y solamente podía ser despedido por una causa justa prevista en la ley. Alega que se han vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario y al debido procedimiento. El apoderado de la sociedad emplazada contesta la demanda manifestando que el actor no prestó servicios de manera ininterrumpida, toda vez que Copeinca es una empresa dedicada a la actividad pesquera que por diversos factores se ve obligada a interrumpir sus actividades. Sostiene que el demandante realizaba una labor que puede ser interrumpida porque la industria de la pesca es particularmente aleatoria, por lo que habiendo existido varios periodos de veda decretados por el Estado durante el tiempo en el que fue contratado, no puede afirmarse que trabajó de manera ininterrumpida, lo que además tampoco ha sido acreditado por el actor. De otro lado niega que se haya producido la desnaturalización de los contratos de trabajo bajo la modalidad intermitente y señala que el vínculo laboral del demandante se extinguió por el vencimiento del plazo establecido en su último contrato. Manifiesta también que para la validez de los contratos de trabajo bajo la modalidad intermitente no se requiere que imperiosamente tenga que constatarse que se hayan producido suspensiones, sino solamente que exista un hecho exógeno que incida en la productividad y en las actividades de la empresa de tal forma que disminuya su producción o paralice determinadas áreas o plantas. El Primer Juzgado Mixto de Ilo con fecha 5 de julio de 2012, declaró fundada la demanda, por estimar que el demandante laboró en periodos discontinuos y que, por lo tanto, no se desnaturalizaron los contratos de trabajo modales; agrega que El demandante solicita su reposición en el cargo de almacenero de materiales - Ilo y que se le pague las costas y costos del proceso. Aduce que el contrato de trabajo bajo la modalidad intermitente se desnaturalizó porque laboró ininterrumpidamente, y que, por lo tanto, se configuró una relación laboral de naturaleza indeterminada. Alega que se han vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario y al debido proceso. 2) Consideraciones previas En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas a la materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC Nº 00206-2005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante, este Tribunal considera que, en el presente caso, corresponde evaluar si el recurrente ha sido objeto de un despido incausado conforme señala en su demanda. 3) Sobre la afectación del derecho al trabajo y a la protección adecuada contra el despido arbitrario 3.1 Argumentos del demandante El actor sostiene que se ha vulnerado su derecho al trabajo y a gozar de una protección adecuada contra el despido arbitrario, toda vez que al haberse desnaturalizado el contrato de trabajo a plazo fijo que suscribió con la parte demandada, se configuró una relación laboral a plazo indeterminado, motivo por el cual no debió ser despedido sin expresión de una causa justa prevista en la ley. 3.2 Argumentos de la sociedad demandada La sociedad emplazada argumenta que el demandante no prestó sus servicios de manera ininterrumpida y que el hecho de que no exista suspensión de las labores tampoco conlleva la desnaturalización de los contratos de trabajo bajo la modalidad intermitente, por cuanto únicamente es necesario que atendiendo a la actividad que realiza una empresa exista la posibilidad de que los servicios que contrata puedan ser suspendidos por factores externos. Sostiene que el vínculo laboral que existía entre las partes se extinguió con el vencimiento del plazo establecido en el respectivo contrato de trabajo. 3.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 3.3.1. El artículo 22º de la Constitución Política del Perú establece que: “El trabajo es un deber y un derecho. Es base del bienestar social y medio de realización de una persona”; mientras que el artículo 27º señala que: “La ley otorga al trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario”. En tal sentido, cabe resaltar que el contenido esencial del derecho al trabajo implica dos aspectos: el de acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por la otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. En el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de este aspecto implica un desarrollo progresivo y según las posibilidades económicas del Estado. El segundo aspecto trata del derecho al trabajo entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa justa. 3.3.2. El contrato de trabajo intermitente se encuentra regulado en el artículo 64º del Decreto Supremo Nº 003-97TR, que establece: “Los contratos de servicio intermitente son aquellos celebrados entre un empleador y un trabajador, para cubrir las necesidades de las actividades de la empresa que por su naturaleza son permanentes pero discontinuas”. Asimismo, el artículo 65.º de la referida norma legal señala que: “En el contrato escrito que se suscriba deberá consignarse con la mayor precisión las circunstancias o condiciones que deben observarse para que se reanude en cada oportunidad la labor intermitente del contrato”. De ello se concluye que la ley permite contratar a personal bajo la modalidad de trabajo intermitente para que preste servicios en El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES una actividad permanente en el giro del empleador, pero que es discontinua, pues la labor para la que es contratado el trabajador dependerá de otros factores para que se pueda llevar a cabo y cumpla su finalidad. 3.3.3. Es importante precisar que a lo largo del proceso ambas partes reconocen haber suscrito contratos modales desde el 21 de enero de 2010 hasta el 30 de junio de 2011 (fs. 37, 86 y 91). Este Tribunal, mediante resolución de fecha 21 de enero de 2013, solicitó a la sociedad demandada que remita todos los contratos de trabajo suscritos con el actor durante el periodo comprendido desde el 21 de enero de 2010 hasta el 30 de junio de 2011 (f. 4 a 7 del cuaderno de este Tribunal). Sin embargo, hasta la fecha la demandada no ha cumplido con presentar la información solicitada; requerimiento que además ya le había sido formulado por el a quo, mediante las resoluciones de fechas 2 de marzo y 10 de abril de 2012 (fs. 210 y 227). Tales hechos evidencian la renuencia de la emplazada de presentar los contratos de trabajo a fin de que puedan ser debidamente merituados en el presente proceso. Es por ello que mediante resolución de fecha 7 de junio de 2013, este Tribunal solicitó a la Subdirección de Registros Generales de la Dirección Regional de Trabajo y Promoción del Empleo de Moquegua - Zona Desconcentrada de Ilo la remisión de los referidos contratos de trabajo (fs. 12 a 15 del cuaderno del Tribunal); no obstante, tampoco se ha dado respuesta al requerimiento formulado. 3.3.4 En tal sentido, debe precisarse que constituye un principio procesal que la carga de la prueba le corresponde a quien afirma un hecho; por ende, si la sociedad emplazada asegura que los contratos de trabajo de intermitencia fueron suscritos con todas las formalidades de ley, debió probar dicha afirmación presentando en el proceso todos los contratos, por lo que al no haberlo efectuado, pese al requerimiento señalado en el fundamentos 3.3.3, y no habiéndose acreditado debidamente la existencia de una causa objetiva de un contrato de trabajo modal, debe entenderse que la relación laboral es a plazo indeterminado, de conformidad al artículo 4 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR. 3.3.5 De otro lado, este Tribunal advierte que con la hoja de Liquidación de Beneficios Sociales que obra a fojas 34, se acredita también que el recurrente laboró para la sociedad demandada desde el 21 de enero de 2010 hasta el 30 de junio de 2011, en el cargo de almacenero de materiales – Ilo, y que trabajó de manera ininterrumpida por 1 año, 5 mes y 9 días, conforme se consigna en dicho documento elaborado por la propia demandada; por lo que se debe concluir que no hubo interrupción de las labores del recurrente durante todo el tiempo en el que fue contratado, lo que conllevaría también a la desnaturalización de la contratación bajo la modalidad de trabajo intermitente como afirmó el demandante; más aún, si el actor continuó efectuando las labores para las que fue contratado pese a que, conforme lo acreditó en autos la propia emplazada, existieron periodos de veda decretados por el Estado. 3.3.6 Siendo ello así, este Tribunal considera que debe estimarse la presente demanda, por haberse demostrado que hubo simulación en la contratación temporal del recurrente, puesto que se ha pretendido simular la contratación del actor cuando en realidad no se acreditó haberse suscrito contratos modales durante todo el periodo laboral y que no se presentó ninguna interrupción o suspensión en sus labores; es decir, el servicio prestado no fue discontinuo conforme a lo estipulado en el artículo 64º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, con lo que queda desvirtuado las afirmaciones del empleador en el sentido que se habría contratado temporalmente al actor, pues en autos se ha acreditado que el demandante prestó servicios continuamente en calidad de almacenero de materiales - Ilo. 3.3.7 En consecuencia, resulta manifiesto que la sociedad emplazada simuló una relación laboral de naturaleza temporal que en realidad era permanente; conforme a lo señalado por el art. 4 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR. Por tanto, habiendo quedado acreditado que las partes mantuvieron una relación laboral a plazo indeterminado, se debe concluir que el demandante solamente podía ser despedido por una causa justa relacionada con su conducta o capacidad laboral, hecho que no ha sucedido, por lo que la demanda debe estimarse al haberse vulnerado los derechos constitucionales al trabajo y a la adecuada protección contra el despido arbitrario. solo a nivel judicial sino también en sede administrativa e incluso entre particulares, y supone el cumplimiento de todas las garantías, requisitos y normas de orden público que deben observarse en las instancias procesales de todos los procedimientos, incluidos los administrativos y conflictos entre privados, a fin de que las personas estén en condiciones de defender adecuadamente sus derechos ante cualquier acto que pueda afectarlos. Por otra parte el inciso 14 del referido artículo de la Carta Magna consigna: “El principio de no ser privado del derecho de defensa en ningún estado del proceso”. 4.3.2. A su vez, conviene mencionar que el artículo 22º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR dispone que: “Para el despido de un trabajador sujeto a régimen de la actividad privada, que labore cuatro o más horas diarias para un mismo empleador, es indispensable la existencia de causa justa contemplada en la ley y debidamente comprobada”. Y el artículo 31º de la referida norma legal establece que: “El empleador no podrá despedir por causa relacionada con la conducta o con la capacidad del trabajador sin antes otorgarle por escrito un plazo razonable no menor de seis días naturales para que pueda defenderse por escrito de los cargos que se le formulare, salvo aquellos casos de falta grave flagrante en que no resulte razonable tal posibilidad o de treinta días naturales para que demuestre su capacidad o corrija su deficiencia”. 4.3.3. Ha quedado acreditada en autos la existencia de una relación laboral de naturaleza indeterminada establecida entre las partes, de lo que se infiere que el actor solamente podía ser despedido conforme a lo expuesto en el fundamento 4.3.2. supra, lo que no se aprecia del expediente, corroborándose con lo expresado en el Acta de Verificación de Despido Arbitrario (hechos y documentos verificados en relación al despido arbitrario) (fs. 3 a 13); en consecuencia, la sociedad ha vulnerado su derecho al debido proceso del actor; por lo que corresponde amparar la presente demanda. 4.3.4 Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el presente caso se ha configurado un despido arbitrario, vulneratorio de los derechos al trabajo y a la protección adecuada contra el despido arbitrario, y al debido proceso del actor, reconocidos en los artículos 22º y 139º de la Constitución, por lo que la demanda debe estimarse. 5) Efectos de la presente sentencia 5.1. En la medida en que en este caso se ha acreditado que la sociedad demandada ha vulnerado los derechos constitucionales al trabajo y a la protección adecuada contra el despido arbitrario, y al debido proceso, corresponde ordenar la reposición del demandante como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional. 5.2 Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código Procesal Constitucional, la sociedad demandada debe asumir los costos y costas procesales, los cuales deberán ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a la afectación de los derechos al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario, y al debido proceso; en consecuencia, NULO el despido de que ha sido objeto el demandante. 2. ORDENAR que Corporación Pesquera Inca S.A.C. (Copeinca S.A.C.) reponga a don Pablo César Torre Ramos como trabajador a plazo indeterminado en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22.° y 59.º del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos y costas procesales. 4) Sobre la afectación del derecho al debido proceso Publíquese y notifíquese. 4.1. Argumentos del demandante SS. El actor sostiene que se han vulnerado sus derechos al debido proceso por cuanto únicamente procede el despido luego de seguirse un procedimiento en el cual se imputa una causa justa prevista en la ley, lo que no ocurrió en su caso. 50055 MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA 4.2. Argumentos de la sociedad demandada W-1133424-2 La sociedad emplazada argumenta que el actor no era un trabajador a plazo indeterminado y que por tanto no era menester seguir el procedimiento de despido previsto en el Decreto Supremo Nº 003-97-TR. 4.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 4.3.1. El artículo 139º, inciso 3) de la Constitución Política del Perú establece que: “Son principios y derechos de la función jurisdiccional: (…) 3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”. Al respecto, este Tribunal en más de una oportunidad ha establecido que el derecho al debido proceso es aplicable no PROCESO DE HÁBEAS DATA EXP. N° 04759-2012-PHD/TC AMAZONAS JENNER MELENDEZ TRAUCO SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 28 días del mes de marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados 50056 PROCESOS CONSTITUCIONALES Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Jenner Meléndez Trauco contra la resolución de fecha 24 de setiembre de 2012, de fojas 83, expedida por la Sala Mixta y Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Amazonas, que declaró infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 27 de enero de 2012, el recurrente interpone demanda de hábeas data contra la Agencia Municipal del Caserío San Luis a fin de que, en virtud de su derecho de acceso a la información pública, se le proporcione: - Copias de todas las actas de asambleas y reuniones realizadas entre el 1 de mayo de 2011 y el 14 de diciembre de 2011; - Copias de recibos y/o tickets emitidos entre mayo de 2011 a diciembre de 2011 por el pago de ocupación de plaza pecuaria – sisa para la venta de alimentos y animales menores, ordenados correlativamente. - Copias de recibos y/o tickets emitidos entre mayo de 2011 a diciembre de 2011 por el pago de secado de café, ordenados correlativamente. - Copias del perfil del parque principal Caserío San Luis Bagua Grande. Según refiere, la demandada se ha negado a brindarle lo solicitado pues no ha respondido la solicitud que presentó el 15 de diciembre de 2011. Por su parte, la emplazada sostiene que si bien no entregó la información requerida, ello se debe a que el actor no ha cancelado el costo de reproducción que liquidó y, posteriormente, notificó al demandante. El Juzgado Mixto de Utcubamba declara infundada la demanda, por considerar que el accionante no pagó los costos de reproducción. La Sala Mixta y Penal de Apelaciones de Utcubamba confirma la recurrida por la misma razón. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 proporcionarle la documentación requerida; sin embargo, en lugar de apersonarse a las instalaciones de la emplazada a cancelar dicho costo a fin de satisfacer sus pretensiones, cuestiona que el costo de reproducción de lo solicitado es demasiado barato pues, en su opinión, el costo de reproducción no puede ser inferior a S/. 0.10 nuevos soles (Cfr. escrito obrante a fojas 46-49). 6. A juicio de este Tribunal, dicho cuestionamiento denota una evidente falta de seriedad por parte del actor pues, pese a brindársele la facilidad de cancelar aproximadamente S/. 0.01 nuevos soles por concepto de costo de reproducción por folio, cuestiona dicha suma por ser una cantidad muy por debajo del valor de mercado. Empero, el recurrente no toma en consideración que aunque el valor de mercado puede servir de referencia para evaluar si el costo de reproducción resulta exorbitante, el artículo 20º del TUO de la Ley Nº 27806, Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, aprobado mediante Decreto Supremo Nº 043-2003-PCM, no ha fijado como costo de reproducción al valor de mercado puesto que tal concepto engloba no sólo al costo efectivo de reproducir la información solicitada, sino que incorpora cierto margen de ganancia. Esto último no es susceptible de ser cobrado por la emplazada, al encontrarse impedida de lucrar con las reproducciones que proporciona. Es más, incluso existen supuestos excepcionalísimos en que las entidades obligadas a brindar dicha información deben subvencionar dicho costo atendiendo, a que el solicitante se encuentra imposibilitado de asumirlo. 7. De otro lado, el mero hecho que se haya liquidado el costo de reproducción en torno a un valor aproximado no resulta per se inconstitucional, pues si lo peticionado son copias de recibos y/ o tickets, más de uno podría ser fotocopiado en una hoja y así reducirse el costo de reproducción total. De ahí que lo esgrimido por el accionante respecto de que tal proceder tiene la subrepticia intención de negarle lo solicitado, carece de asidero. Distinto sería si al momento de apersonarse a las oficinas de la emplazada, dicha cifra aproximada se incrementa ostensiblemente, en cuyo caso resultaría evidente que se estaría ante un proceder arbitrario que tendría que ser enmendado. 8. Por consiguiente, la demanda resulta infundada. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda. FUNDAMENTOS 1. En primer lugar, de lo actuado se aprecia que el demandante ha requerido por escrito la documentación que peticiona y, según lo señala, su solicitud no ha obtenido respuesta. Por tal motivo, corresponde emitir un pronunciamiento de fondo. 2. El derecho fundamental de acceso a la información pública se encuentra reconocido en el artículo 2.5 de la Constitución de 1993 y, en términos generales, consiste en la facultad que tiene toda persona para, sin expresión de causa, solicitar y acceder a la información que se encuentra en poder, principalmente, de las entidades estatales, excluyéndose aquella cuyo acceso público se encuentra prohibido por la Constitución; es decir, la información que afecte la intimidad personal y la que expresamente se excluya por ley o por razones de seguridad nacional. Las mencionadas excepciones constitucionales al citado derecho fundamental han sido desarrolladas por los artículos 15º, 16° y 17° del Texto Único Ordenado de la Ley Nº 27806, Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública. 3. Asimismo, de acuerdo con el numeral 61.1º del Código Procesal Constitucional, toda persona puede acudir al proceso de hábeas data para “acceder a información que obre en poder de cualquier entidad pública, ya se trate de la que generen, produzcan, procesen o posean, incluida la que obra en expedientes terminados o en trámite, estudios, dictámenes, opiniones, datos estadísticos, informes técnicos y cualquier otro documento que la administración pública tenga en su poder, cualquiera que sea la forma de expresión, ya sea gráfica, sonora, visual, electromagnética o que obre en cualquier otro tipo de soporte material”. 4. En el presente caso, no se aprecia que la emplazada se haya negado a proporcionar la información solicitada, pues, conforme se aprecia de la notificación obrante a fojas 37, se comunicó al accionante que su entrega se encontraba supeditada a la cancelación de S/. 40.00 (cuarenta y 00/100 nuevos soles) por concepto de costos de reproducción, dado que son aproximadamente 4,000 (cuatro mil) folios. En opinión de este Colegiado, dicha suma resulta no resulta ni desproporcionada ni irracional, ni el accionante ha acreditado encontrarse en un estado de necesidad que le imposibilite pagar dicha cantidad que, en modo alguno, puede ser calificada como excesiva. 5. Si bien al impugnar lo resuelto por las instancias judiciales precedentes, el actor ha señalado que dicha diligencia de notificación no ha cumplido con las formalidades establecidas en la Ley del Procedimiento Administrativo General, no puede soslayarse que el debate sobre si se cumplió o no con la formalidad prevista en el artículo 21.5 de la Ley del Procedimiento Administrativo General, Ley Nº 27444 no puede ser realizado en esta instancia debido a que su probanza requiere de una etapa no prevista en el proceso constitucional de hábeas data, en virtud de lo establecido en el artículo 9º del Código Procesal Constitucional. En todo caso, no puede soslayarse que en el presente proceso el actor ha tomado conocimiento de la predisposición de la emplazada de Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA W-1133424-3 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 04910-2012-PA/TC PIURA ARMANDO GABRIEL CHÁVEZ LÓPEZ SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 30 días del mes de abril de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia, con el voto en mayoría de los magistrados Mesía Ramírez y Eto Cruz, el voto en discordia del magistrado Álvarez Miranda, y el voto dirimente del magistrado Calle Hayen, que se agregan a los autos. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Armando Gabriel Chávez López contra la resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, de fojas 142, su fecha 17 de agosto del 2012, que declaró improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 31 de enero del 2012, el recurrente interpone demanda de amparo contra la Municipalidad Distrital de Castilla, solicitando que se deje sin efecto el despido arbitrario del que fue objeto, y que, en consecuencia se ordene su reposición en el cargo de chofer de limpieza pública. Manifiesta que prestó servicios para la municipalidad emplazada desde el 2 de julio del 2011 hasta el 2 de enero del 2012, fecha en que fue despedido; que no suscribió ningún contrato con la demandada; y que se desempeñó como chofer obrero de limpieza pública. Agrega que fue despedido sin expresión de causa, vulnerándose sus derechos al trabajo y al debido proceso. El Procurador Público de la municipalidad emplazada contesta la demanda expresando que el demandante no ha trabajado ni El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES suscribió ningún contrato con su representada, sino que prestó servicios para la empresa EMCASAC, mediante contrato de naturaleza civil. El Juzgado Mixto de Castilla, con fecha 4 de mayo de 2012, declaró fundada la demanda, por estimar que se ha acreditado que el demandante mantuvo una relación laboral de duración indeterminada con la municipalidad emplazada, y que se vulneró el derecho al trabajo del demandante porque se le despidió sin expresión de causa. La Sala Superior competente, revocando la apelada, declaró improcedente la demanda, por considerar que el demandante tenía la condición de empleado municipal, razón por la cual la pretensión debe ventilarse en la vía contencioso-administrativa. FUNDAMENTOS 1) Delimitación del petitorio El demandante solicita su reposición en el cargo que venía ocupando, sosteniendo que ha sufrido un despido arbitrario. Afirma que, habiéndose desempeñado como chofer de limpieza pública, tenía la condición de obrero municipal sujeto al régimen laboral de la actividad privada. 2) Consideraciones previas 2.1. En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas a materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC Nº 0206-2005PA/TC, que constituyen precedente vinculante, en el presente caso corresponde evaluar si el recurrente fue objeto de un despido arbitrario. 3) Sobre la afectación del derecho al trabajo 3.1. Argumentos de la parte demandante El demandante afirma que ha sido víctima de un despido sin expresión de causa, violatorio de su derecho constitucional al trabajo, debido a que no obstante mantener con la entidad emplazada una relación laboral de naturaleza indeterminada, fue despedido de manera incausada. 3.2. Argumentos de la parte demandada El Procurador Público de la Municipalidad emplazada sostiene que el demandante no suscribió contrato alguno con su representada, sino que tuvo una relación de carácter civil con la empresa municipal EMCASAC En Liquidación, mediante contratos de locación de servicios. 3.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 3.3.1. El derecho al trabajo se encuentra reconocido por el artículo 22º de la Constitución. Al respecto, este Tribunal estima que el contenido esencial del referido derecho constitucional implica dos aspectos. El de acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. Aunque no resulta relevante para resolver la causa, cabe precisar que, en el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de este aspecto de este derecho constitucional implica un desarrollo progresivo y según las posibilidades del Estado. El segundo aspecto del derecho es el que resulta relevante para resolver la causa. Se trata del derecho al trabajo entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa justa. Respecto al derecho constitucional a la protección adecuada contra el despido arbitrario reconocido en el artículo 27º de la Constitución, se debe señalar que este Tribunal, en la STC Nº 00976-2001-AA/TC, delimitó su contenido e interpretó qué debe entenderse por protección adecuada contra el despido arbitrario. Asimismo, el Tribunal ha reconocido en reiterada jurisprudencia (por todas, la STC Nº 05650-2009-PA/TC), dos tipos de protección en casos de despido arbitrario, de carácter excluyente y a elección del trabajador: a) protección de eficacia resarcitoria, cuando el trabajador opta por recurrir a la vía ordinaria solicitando el pago de la indemnización por despido arbitrario; y b) protección de eficacia restitutoria, cuando el trabajador opta por recurrir a la vía constitucional a través del proceso de amparo constitucional, siempre y cuando el despido se haya producido, entre otros supuestos, de manera incausada, es decir, ejecutado de manera verbal o mediante comunicación escrita, sin expresión de causa alguna relacionada con la conducta o el desempeño laboral del trabajador que la justifique. 3.3.2. El primer punto a dilucidar es determinar cuál fue la entidad o empresa para la que prestó servicios el recurrente; esto es, si fue la municipalidad emplazada o la Empresa Municipal de Maquinaria Pesada S.A.C En Liquidación (EMCASAC). La parte emplazada sostiene que no mantuvo ningún tipo de relación con el demandante y que fue con EMCASAC que éste tuvo una relación de carácter civil. Sin embargo, de fojas 69 a 82 obra la memoria de liquidación de la mencionada empresa, de la que se desprende que el día 6 de julio del 2011 se cursó carta de despido al demandante poniendo fin al vínculo contractual que mantuvieron. Por otro lado, de los comprobantes de pago que obran de fojas 28 a 32 y a fojas 50057 42, se acredita que el actor prestó servicios en calidad de chofer de limpieza pública para la municipalidad emplazada, a partir de la segunda quincena del mes de julio hasta diciembre de 2011, como se desprende del membrete y sellos en los que consta la denominación “Municipalidad Distrital de Castilla”. 3.3.3. Respecto a la naturaleza de los servicios que prestó el demandante, debe tenerse presente que la labor de chofer de limpieza pública tiene la característica de ser permanente, subordinada y, además, por su propia naturaleza debe estar sujeta a un horario de trabajo impuesto por la Municipalidad emplazada y bajo dependencia dado que la emplazada debía brindar al actor los instrumentos necesarios para el ejercicio de sus funciones; también está acreditado que el demandante percibió un pago mensual por la función que cumplía. 3.3.4. Por otro lado, ambas partes concuerdan en señalar que el recurrente no suscribió ningún tipo de contrato con la municipalidad emplazada; por lo tanto, no existiendo contrato de trabajo celebrado por escrito por las partes, queda acreditado que el actor prestó servicios personales, remunerados y bajo subordinación y dependencia de la emplazada, de conformidad con el artículo 4º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR; por lo que dicha prestación de servicios debe ser considerada como una contratación laboral a plazo indeterminado. 3.3.5. Por consiguiente, habiéndose despedido al demandante sin expresarle causa alguna derivada de su conducta o capacidad laboral que lo justifique, se ha vulnerado su derecho constitucional al trabajo, por lo que, en mérito de la finalidad restitutoria del proceso de amparo, procede la reposición del demandante en el cargo que venía desempeñando. 4) Sobre la afectación de los derechos al debido proceso y de defensa 4.1. Argumentos de la parte demandante El demandante también afirma que su despido sin expresión de causa resulta violatorio de sus derechos constitucionales al debido proceso, pues no se ha seguido el procedimiento de despido establecido en la normatividad laboral. 4.2. Argumentos de la parte demandada La parte emplazada sostiene que no mantuvo ningún tipo de relación con el demandante. 4.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 4.3.1. Como el Tribunal Constitucional tiene señalado, el derecho fundamental al debido proceso, consagrado en el artículo 139º, numeral 3), de la Constitución, comprende una serie de garantías, formales y materiales, de muy distinta naturaleza, cuyo cumplimiento efectivo garantiza que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre inmersa una persona, pueda considerarse justo (STC Nº 10490-2006AA, fundamento 2). De ahí que el Tribunal haya destacado que el ámbito de irradiación de este derecho continente no abarca exclusivamente al ámbito judicial, sino que se proyecta también al ámbito de los procesos administrativos (STC Nº 07569-2006-AA/TC, fundamento 6). También el Tribunal ha establecido en reiterada jurisprudencia (STC Nº 03359-2006-PA/TC, por todas) “que el debido proceso –y los derechos que lo conforman, p. e. el derecho de defensa– resultan aplicables al interior de la actividad institucional de cualquier persona jurídica, máxime si ha previsto la posibilidad de imponer una sanción tan grave como la expulsión. En tal sentido, si el emplazado consideraba que el actor cometió alguna falta, debieron comunicarle, previamente y por escrito, los cargos imputados, acompañando el correspondiente sustento probatorio, y otorgarle un plazo prudencial a efectos de que –mediante la expresión de los descargos correspondientes– pueda ejercer cabalmente su legítimo derecho de defensa”. Por su parte, el derecho de defensa se encuentra reconocido expresamente por el artículo 139º, numeral 14, de nuestra Constitución, y constituye un elemento del derecho al debido proceso. Según lo ha desarrollado la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, el contenido esencial del derecho de defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso judicial, cualquiera de las partes resulta impedida, por concretos actos de los órganos judiciales, de ejercer los medios necesarios, suficientes y eficaces para defender sus derechos e intereses legítimos [STC Nº 12312002-HC/TC]. Es así que el derecho de defensa (de naturaleza procesal) se constituye como fundamental y conforma el ámbito del debido proceso, siendo presupuesto para reconocer la garantía de este último. Por ello, en tanto derecho fundamental, se proyecta como principio de interdicción para afrontar cualquier indefensión y como principio de contradicción de los actos procesales que pudieran repercutir en la situación jurídica de algunas de las partes, sea en un proceso o procedimiento, o en el caso de un tercero con interés. 4.3.2. En el caso de autos, la controversia constitucional radica en determinar si la entidad demandada, al dar por culminado el vínculo laboral con el actor, lo hizo observando el debido proceso, o si, por el contrario, lo lesionó. Efectuada esta precisión, debe comenzarse por evaluar la lesión del derecho de defensa, toda vez que forma parte del derecho al debido proceso. 4.3.3. De acuerdo con lo previsto por el artículo 31° del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, el empleador no podrá despedir a un trabajador por causa relacionada con su conducta laboral, sin antes otorgarle por escrito un plazo razonable no menor de seis días naturales para que pueda defenderse por escrito de los 50058 PROCESOS CONSTITUCIONALES cargos que se le formulen; es decir el despido se inicia con una carta de imputación de cargos para que el trabajador pueda ejercer su derecho de defensa, efectuando su descargo en la forma que considere conveniente a su derecho. 4.3.4. En el presente caso ya ha quedado determinado que el recurrente mantenía con la demandada una relación laboral a plazo indeterminado y que el empleador dio por terminada la relación laboral sin expresar causal válida alguna; es decir, el recurrente fue despedido sin que le haya remitido previamente una carta de imputación de faltas graves. 4.3.5. Por lo expuesto, este Tribunal considera que en el presente caso la entidad demandada también ha vulnerado el derecho al debido proceso del recurrente, específicamente, su derecho de defensa. 5) Efectos de la sentencia 5.1. En la medida en que en este caso se ha acreditado que la entidad demandada ha vulnerado los derechos constitucionales al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario y al debido proceso, corresponde ordenar la reposición del demandante como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional. 5.2. Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código Procesal Constitucional, la entidad emplazada debe asumir los costos del proceso, los cuales deberán ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. 5.3. Teniendo presente que existen reiterados casos en los que se estima la demanda de amparo por haberse comprobado un despido arbitrario, el Tribunal estima pertinente señalar que cuando se interponga y admita una demanda de amparo contra una entidad del Estado que tenga por finalidad la reposición del demandante, ello debe registrarse como una posible contingencia económica que ha de preverse en el presupuesto, con la finalidad de que la plaza que ocupaba se mantenga presupuestada para, de ser el caso, poder actuar o ejecutar en forma inmediata la sentencia estimativa. En estos casos, la Administración Pública, para justificar el mantenimiento de la plaza presupuestada, tendrá presente que el artículo 7º del Código Procesal Constitucional dispone que “El Procurador Público, antes de que el proceso sea resuelto en primer grado, está facultado para poner en conocimiento del titular de la entidad su opinión profesional motivada cuando considere que se afecta el derecho constitucional invocado”. Con la opinión del procurador público puede evitarse y preverse gastos fiscales, ya que la Administración Pública puede allanarse a la demanda (si es que la pretensión según la jurisprudencia y los precedentes del Tribunal Constitucional es estimable) o proseguir con el proceso. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a la afectación de los derechos al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario y al debido proceso; en consecuencia, NULO el despido arbitrario del demandante. 2. ORDENAR a la Municipalidad Distrital de Castilla que reponga a don Armando Gabriel Chávez López como trabajador a plazo indeterminado, en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22.º y 59.º del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos procesales. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN ETO CRUZ VOTO DE LOS MAGISTRADOS MESÍA RAMÍREZ Y ETO CRUZ Visto el recurso de agravio constitucional interpuesto por don Armando Gabriel Chávez López contra la resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, de fojas 142, su fecha 17 de agosto del 2012, que declaró improcedente la demanda de autos, los magistrados firmantes emiten el siguiente voto: ANTECEDENTES Con fecha 31 de enero del 2012, el recurrente interpone demanda de amparo contra la Municipalidad Distrital de Castilla, solicitando que se deje sin efecto el despido arbitrario del que fue El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 objeto, y que, en consecuencia se ordene su reposición en el cargo de chofer de limpieza pública. Manifiesta que prestó servicios para la municipalidad emplazada desde el 2 de julio del 2011 hasta el 2 de enero del 2012, fecha en que fue despedido; que no suscribió ningún contrato con la demandada; y que se desempeñó como chofer obrero de limpieza pública. Agrega que fue despedido sin expresión de causa, vulnerándose sus derechos al trabajo y al debido proceso. El Procurador Público de la municipalidad emplazada contesta la demanda expresando que el demandante no ha trabajado ni suscribió ningún contrato con su representada, sino que prestó servicios para la empresa EMCASAC, mediante contrato de naturaleza civil. El Juzgado Mixto de Castilla, con fecha 4 de mayo de 2012, declaró fundada la demanda, por estimar que se ha acreditado que el demandante mantuvo una relación laboral de duración indeterminada con la municipalidad emplazada, y que se vulneró el derecho al trabajo del demandante porque se le despidió sin expresión de causa. La Sala Superior competente, revocando la apelada, declaró improcedente la demanda, por considerar que el demandante tenía la condición de empleado municipal, razón por la cual la pretensión debe ventilarse en la vía contencioso-administrativa. FUNDAMENTOS 1) Delimitación del petitorio El demandante solicita su reposición en el cargo que venía ocupando, sosteniendo que ha sufrido un despido arbitrario. Afirma que, habiéndose desempeñado como chofer de limpieza pública, tenía la condición de obrero municipal sujeto al régimen laboral de la actividad privada. 2) Consideraciones previas 2.1. En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas a materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC Nº 0206-2005PA/TC, que constituyen precedente vinculante, en el presente caso corresponde evaluar si el recurrente fue objeto de un despido arbitrario. 3) Sobre la afectación del derecho al trabajo 3.1. Argumentos de la parte demandante El demandante afirma que ha sido víctima de un despido sin expresión de causa, violatorio de su derecho constitucional al trabajo, debido a que no obstante mantener con la entidad emplazada una relación laboral de naturaleza indeterminada, fue despedido de manera incausada. 3.2. Argumentos de la parte demandada El Procurador Público de la Municipalidad emplazada sostiene que el demandante no suscribió contrato alguno con su representada, sino que tuvo una relación de carácter civil con la empresa municipal EMCASAC En Liquidación, mediante contratos de locación de servicios. 3.3. Consideraciones 3.3.1. El derecho al trabajo se encuentra reconocido por el artículo 22º de la Constitución. Al respecto, estimamos que el contenido esencial del referido derecho constitucional implica dos aspectos. El de acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. Aunque no resulta relevante para resolver la causa, cabe precisar que, en el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de este aspecto de este derecho constitucional implica un desarrollo progresivo y según las posibilidades del Estado. El segundo aspecto del derecho es el que resulta relevante para resolver la causa. Se trata del derecho al trabajo entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa justa. Respecto al derecho constitucional a la protección adecuada contra el despido arbitrario reconocido en el artículo 27º de la Constitución, se debe señalar que este Tribunal, en la STC Nº 009762001-AA/TC, delimitó su contenido e interpretó qué debe entenderse por protección adecuada contra el despido arbitrario. Asimismo, el Tribunal ha reconocido en reiterada jurisprudencia (por todas, la STC Nº 05650-2009-PA/TC), dos tipos de protección en casos de despido arbitrario, de carácter excluyente y a elección del trabajador: a) protección de eficacia resarcitoria, cuando el trabajador opta por recurrir a la vía ordinaria solicitando el pago de la indemnización por despido arbitrario; y b) protección de eficacia restitutoria, cuando el trabajador opta por recurrir a la vía constitucional a través del proceso de amparo constitucional, siempre y cuando el despido se haya producido, entre otros supuestos, de manera incausada, es decir, ejecutado de manera verbal o mediante comunicación escrita, sin expresión de causa alguna relacionada con la conducta o el desempeño laboral del trabajador que la justifique. 3.3.2. El primer punto a dilucidar es determinar cuál fue la entidad o empresa para la que prestó servicios el recurrente; esto es, si fue la El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES municipalidad emplazada o la Empresa Municipal de Maquinaria Pesada S.A.C En Liquidación (EMCASAC). La parte emplazada sostiene que no mantuvo ningún tipo de relación con el demandante y que fue con EMCASAC que éste tuvo una relación de carácter civil. Sin embargo, de fojas 69 a 82 obra la memoria de liquidación de la mencionada empresa, de la que se desprende que el día 6 de julio del 2011 se cursó carta de despido al demandante poniendo fin al vínculo contractual que mantuvieron. Por otro lado, de los comprobantes de pago que obran de fojas 28 a 32 y a fojas 42, se acredita que el actor prestó servicios en calidad de chofer de limpieza pública para la municipalidad emplazada, a partir de la segunda quincena del mes de julio hasta diciembre de 2011, como se desprende del membrete y sellos en los que consta la denominación “Municipalidad Distrital de Castilla”. 3.3.3. Respecto a la naturaleza de los servicios que prestó el demandante, debe tenerse presente que la labor de chofer de limpieza pública tiene la característica de ser permanente, subordinada y, además, por su propia naturaleza debe estar sujeta a un horario de trabajo impuesto por la Municipalidad emplazada y bajo dependencia dado que la emplazada debía brindar al actor los instrumentos necesarios para el ejercicio de sus funciones; también está acreditado que el demandante percibió un pago mensual por la función que cumplía. 3.3.4. Por otro lado, ambas partes concuerdan en señalar que el recurrente no suscribió ningún tipo de contrato con la municipalidad emplazada; por lo tanto, no existiendo contrato de trabajo celebrado por escrito por las partes, queda acreditado que el actor prestó servicios personales, remunerados y bajo subordinación y dependencia de la emplazada, de conformidad con el artículo 4º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR; por lo que dicha prestación de servicios debe ser considerada como una contratación laboral a plazo indeterminado. 3.3.5. Por consiguiente, habiéndose despedido al demandante sin expresarle causa alguna derivada de su conducta o capacidad laboral que lo justifique, se ha vulnerado su derecho constitucional al trabajo, por lo que, en mérito de la finalidad restitutoria del proceso de amparo, procede la reposición del demandante en el cargo que venía desempeñando. 4) Sobre la afectación de los derechos al debido proceso y de defensa 4.1. Argumentos de la parte demandante El demandante también afirma que su despido sin expresión de causa resulta violatorio de sus derechos constitucionales al debido proceso, pues no se ha seguido el procedimiento de despido establecido en la normatividad laboral. 4.2. Argumentos de la parte demandada La parte emplazada sostiene que no mantuvo ningún tipo de relación con el demandante. 4.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 4.3.1. Como el Tribunal Constitucional tiene señalado, el derecho fundamental al debido proceso, consagrado en el artículo 139º, numeral 3), de la Constitución, comprende una serie de garantías, formales y materiales, de muy distinta naturaleza, cuyo cumplimiento efectivo garantiza que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre inmersa una persona, pueda considerarse justo (STC Nº 10490-2006-AA, fundamento 2). De ahí que el Tribunal haya destacado que el ámbito de irradiación de este derecho continente no abarca exclusivamente al ámbito judicial, sino que se proyecta también al ámbito de los procesos administrativos (STC Nº 07569-2006-AA/TC, fundamento 6). También el Tribunal ha establecido en reiterada jurisprudencia (STC Nº 03359-2006-PA/TC, por todas) “que el debido proceso –y los derechos que lo conforman, p. e. el derecho de defensa– resultan aplicables al interior de la actividad institucional de cualquier persona jurídica, máxime si ha previsto la posibilidad de imponer una sanción tan grave como la expulsión. En tal sentido, si el emplazado consideraba que el actor cometió alguna falta, debieron comunicarle, previamente y por escrito, los cargos imputados, acompañando el correspondiente sustento probatorio, y otorgarle un plazo prudencial a efectos de que –mediante la expresión de los descargos correspondientes– pueda ejercer cabalmente su legítimo derecho de defensa”. Por su parte, el derecho de defensa se encuentra reconocido expresamente por el artículo 139º, numeral 14, de nuestra Constitución, y constituye un elemento del derecho al debido proceso. Según lo ha desarrollado la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, el contenido esencial del derecho de defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso judicial, cualquiera de las partes resulta impedida, por concretos actos de los órganos judiciales, de ejercer los medios necesarios, suficientes y eficaces para defender sus derechos e intereses legítimos [STC Nº 12312002-HC/TC]. Es así que el derecho de defensa (de naturaleza procesal) se constituye como fundamental y conforma el ámbito del debido proceso, siendo presupuesto para reconocer la garantía de este último. Por ello, en tanto derecho fundamental, se proyecta como principio de interdicción para afrontar cualquier indefensión y como principio de contradicción de los actos procesales que pudieran repercutir en la situación jurídica de algunas de las partes, sea en un proceso o procedimiento, o en el caso de un tercero con interés. 50059 4.3.2. En el caso de autos, la controversia constitucional radica en determinar si la entidad demandada, al dar por culminado el vínculo laboral con el actor, lo hizo observando el debido proceso, o si, por el contrario, lo lesionó. Efectuada esta precisión, debe comenzarse por evaluar la lesión del derecho de defensa, toda vez que forma parte del derecho al debido proceso. 4.3.3. De acuerdo con lo previsto por el artículo 31° del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, el empleador no podrá despedir a un trabajador por causa relacionada con su conducta laboral, sin antes otorgarle por escrito un plazo razonable no menor de seis días naturales para que pueda defenderse por escrito de los cargos que se le formulen; es decir el despido se inicia con una carta de imputación de cargos para que el trabajador pueda ejercer su derecho de defensa, efectuando su descargo en la forma que considere conveniente a su derecho. 4.3.4. En el presente caso ya ha quedado determinado que el recurrente mantenía con la demandada una relación laboral a plazo indeterminado y que el empleador dio por terminada la relación laboral sin expresar causal válida alguna; es decir, el recurrente fue despedido sin que le haya remitido previamente una carta de imputación de faltas graves. 4.3.5. Por lo expuesto, consideramos que en el presente caso la entidad demandada también ha vulnerado el derecho al debido proceso del recurrente, específicamente, su derecho de defensa. 5) Efectos de la sentencia 5.1. En la medida en que en este caso se ha acreditado que la entidad demandada ha vulnerado los derechos constitucionales al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario y al debido proceso, correspondería ordenar la reposición del demandante como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional. 5.2. Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código Procesal Constitucional, la entidad emplazada debería asumir los costos del proceso, los cuales deberán ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. 5.3. Teniendo presente que existen reiterados casos en los que se estima la demanda de amparo por haberse comprobado un despido arbitrario, estimamos pertinente señalar que cuando se interponga y admita una demanda de amparo contra una entidad del Estado que tenga por finalidad la reposición del demandante, ello debe registrarse como una posible contingencia económica que ha de preverse en el presupuesto, con la finalidad de que la plaza que ocupaba se mantenga presupuestada para, de ser el caso, poder actuar o ejecutar en forma inmediata la sentencia estimativa. En estos casos, la Administración Pública, para justificar el mantenimiento de la plaza presupuestada, tendrá presente que el artículo 7º del Código Procesal Constitucional dispone que “El Procurador Público, antes de que el proceso sea resuelto en primer grado, está facultado para poner en conocimiento del titular de la entidad su opinión profesional motivada cuando considere que se afecta el derecho constitucional invocado”. Con la opinión del procurador público puede evitarse y preverse gastos fiscales, ya que la Administración Pública puede allanarse a la demanda (si es que la pretensión según la jurisprudencia y los precedentes del Tribunal Constitucional es estimable) o proseguir con el proceso. Por estos fundamentos nuestro voto es por: 1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a la afectación de los derechos al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario y al debido proceso; en consecuencia, NULO el despido arbitrario del demandante. 2. ORDENAR a la Municipalidad Distrital de Castilla que reponga a don Armando Gabriel Chávez López como trabajador a plazo indeterminado, en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22.º y 59.º del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos procesales. Sres. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO CALLE HAYEN Puestos los autos a despacho para dirimir la discordia surgida, y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5º, parágrafo quinto, de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, y en los artículos 11 y 11-A de su Reglamento Normativo, procedo a emitir el siguiente voto: 1. Hecho el análisis, comparto íntegramente los fundamentos expuestos en el voto en mayoría, a los cuales me adhiero y hago míos; por lo que mi voto también es porque declare FUNDADA la demanda de amparo en lo que respecta a la afectación de los PROCESOS CONSTITUCIONALES 50060 derechos al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario y al debido proceso; en consecuencia, NULO el despido arbitrario del demandante. 2. Mi voto también es por ORDENAR que la Municipalidad Distrital de Castilla reponga a don Armando Gabriel Chávez López como trabajador a plazo indeterminado, en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos del proceso. Sr. CALLE HAYEN VOTO SINGULAR DEL MAGISTRADO ÁLVAREZ MIRANDA Con el debido respeto por la opinión vertida por mis colegas magistrados, emito el siguiente voto singular por las siguientes consideraciones. 1. Según el artículo 5º de la Ley Nº 28175, Ley Marco del Empleo Público, el acceso al empleo público se realiza mediante concurso público y abierto, por grupo ocupacional, en base a los méritos y capacidad de las personas, en un régimen de igualdad de oportunidades. 2. A través de dicho filtro, se persigue, en la medida de lo posible, dotar a la Administración Pública de los mejores cuadros pues, a diferencia de lo que ocurre con los particulares, quienes guiados por el incentivo de ser cada día más eficientes bajo pena de ser expectorados del mercado, procuran captar al mejor personal en base a sus cualificaciones personales y trayectoria; ello no suele presentarse con frecuencia en el sector público, pues carece de tal incentivo. 3. De ahí que, a fin de corregir tal situación, resulta constitucionalmente lógico que el ordenamiento jurídico supedite el acceso al empleo público a la aprobación de un concurso en el que se evalúe tanto los méritos como las habilidades de los participantes, en el marco de una evaluación transparente. Sólo de esta manera se garantizaría que el gobierno de turno no utilice el aparato estatal para cubrir tales plazas con personas cercanas al mismo, que carezcan de la idoneidad necesaria para ocuparlas. 4. Por ello, en el empleo público no cabe la aplicación mecánica del concepto de “desnaturalización”, pues a diferencia de una empresa particular, en la que sus accionistas velan por sus legítimos intereses, el Estado, que es la gran empresa de todos los peruanos, muchas veces termina siendo superado por intereses subalternos, perjudicando abiertamente a la sociedad en su conjunto, y en especial a las personas que, a pesar de estar debidamente cualificadas y tener vocación de servicio, no logran ingresar al sector público. 5. No desconozco que, jurisprudencialmente, el Tribunal Constitucional ha venido amparando pretensiones tendientes a reincorporar a ex - trabajadores públicos que fueron contratados bajo un contrato de locación de servicios y contratos modales, so pretexto de una “desnaturalización” del mismo, sin tomar en consideración el citado filtro, pese a que de manera uniforme y reiterada se ha precisado que el proceso de amparo tiene una finalidad restitutiva y no declarativa. 6. En tal escenario, se ha venido incorporando a personas al régimen laboral de la actividad privada regulado en el Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, a pesar de no haber pasado por un proceso de evaluación previa de méritos en el que se haya determinado la existencia de una plaza disponible, y en segundo término, si las personas cumplen con los requisitos necesarios para desempeñar dicha labor. Al respecto, de lo actuado no se aprecia que exista dicha plaza ni que cumpla en teoría con lo requerido para eventualmente acceder a la plaza. Por tales consideraciones, soy de la opinión que la presente demanda debe ser declarada IMPROCEDENTE. Sr. ÁLVAREZ MIRANDA W-1133424-4 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 00446-2013-PA/TC LIMA GLORIA LUZ NAVARRO PRÍNCIPE SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 28 días del mes de enero de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Gloria Luz Navarro Príncipe contra la resolución expedida por la Sexta El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 Sala Civil de Corte Superior de Justicia de Lima, foja 639, su fecha 25 de setiembre de 2012, que declara improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES La recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), solicitando que se declare inaplicable la Resolución Nº 4154-2010-ONP/DPR.SC/DL 19990 del 20 de enero de 2010; y que, en consecuencia, se le otorgue una pensión de jubilación adelantada según el Régimen del Decreto Ley 19990, reconociéndole previamente la totalidad de años de aportaciones. Asimismo, solicita el pago de los devengados e intereses legales. La emplazada contesta la demanda alegando que la actora no ha adjuntado documentos idóneos que acrediten la totalidad de aportaciones para acceder a la pensión que solicita. El Décimo Juzgado Especializado en lo Constitucional de Lima, con fecha 6 de marzo de 2012, declaró infundada la demanda, por considerar que la actora no ha acreditado que cumple con el requisito de aportes para acceder a la pensión adelantada del régimen del Decreto Ley Nº 19990. La Sala Superior competente revoca la apelada y la declara improcedente, por el mismo fundamento. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio En el presente caso, la demandante pretende que se le otorgue la pensión de jubilación adelantada prevista en el segundo párrafo del artículo 44 del Decreto Ley Nº 19990. En el fundamento 37.b) de la STC Nº 1417-2005-PA/TC, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 12 de julio de 2005, este Tribunal ha señalado que forman parte del contenido esencial directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión las disposiciones legales que establecen los requisitos para el disfrute de tal derecho. En consecuencia, al advertirse que la pretensión de la actora está comprendida en el supuesto previsto en el fundamento precitado, corresponde analizar el fondo de la cuestión controvertida. 2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11 de la Constitución) 2.1. Argumentos de la demandante Manifiesta que ha solicitado pensión de jubilación adelantada con arreglo al Decreto Ley Nº 19990 y que la ONP arbitrariamente ha desconocido las aportaciones generadas. 2.2. Argumentos de la demandada Aduce que los documentos presentados no son idóneos para acreditar aportaciones al Sistema Nacional de Pensiones. 2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 2.3.1. El artículo 44 del Decreto Ley Nº 19990 establece que los trabajadores que tengan cuando menos 55 o 50 años de edad y 30 o 25 años de aportaciones, según sean hombres y mujeres, respectivamente, tienen derecho a una pensión de jubilación adelantada. 2.3.2. De la copia del documento nacional de identidad (f. 2), se advierte que la demandante nació el 24 de octubre de 1948; por lo tanto, cumplió la edad requerida para acceder a la pensión solicitada el 24 de octubre de 1998. 2.3.3. De la resolución cuestionada y del cuadro resumen de aportaciones (f. 29 a 31), se advierte que la ONP le reconoce a la actora 22 años de aportaciones. 2.3.4. Debe tenerse presente que en el fundamento 26 de la STC Nº 4762-2007-PA/TC, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 25 de octubre de 2008, así como en su resolución aclaratoria, este Colegiado ha establecido como precedente vinculante las reglas para acreditar periodos de aportaciones en el proceso de amparo, detallando los documentos idóneos para tal fin. 2.3.5. Para acreditar aportaciones no reconocidas por la demandada, este Colegiado evalúa la documentación presentada por la accionante, así como la del Expediente administrativo 1300209105, documentos que se detallan a continuación: Bodega Pacae S.A. a. Certificado de trabajo en el que se indica que laboró desde el 16 setiembre de 1971 al 18 de noviembre de 1975 (f. 6); sin embargo, no se identifica a la persona que lo suscribe, razón por la cual no brinda certeza suficiente. b. Liquidación de beneficios sociales, que no cuenta con el membrete o sello de la empresa, por lo que no resulta idóneo para la acreditación de aportes (f. 8) c. Certificado de trabajo expedido en el formato del Seguro Social del Perú (f. 7), documento que no registra el nombre y cargo de la persona que lo suscribe y que, por tanto, tampoco resulta suficiente para acreditar periodo alguno de aportes. d. Copia fedateada de 12 boletas de pago de salarios correspondientes a los meses de agosto a diciembre de 1975 (f. 172 a 182). El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES Así las cosas, se concluye que la demandante no ha presentado documentos idóneos que permitan cumplir la exigencia impuesta por este Colegiado en el precedente invocado en el fundamento 2.3.4 para acreditar el período mínimo de aportaciones en la vía del amparo, motivo por el cual se debería desestimar la demanda. 2.3.6. No obstante, este Colegiado considera que a efectos de evitar un perjuicio innecesario a la demandante, procede la aplicación del principio iura novit curia, consagrado en el artículo VIII del Código Procesal Constitucional. En consecuencia, en el presente caso, la configuración legal del derecho a la pensión de la recurrente deberá ser analizada según lo dispuesto por las normas que regulan el régimen general de jubilación establecido en el Decreto Ley Nº 19990. 2.3.7. A tenor del artículo 38 del Decreto Ley Nº 19990, modificado por el artículo 9 de la Ley Nº 26504, y el artículo 1 del Decreto Ley Nº 25967, para obtener una pensión del régimen general de jubilación, se requiere tener 65 años de edad y acreditar, por lo menos, 20 años de aportaciones. 2.3.8. Por consiguiente, conforme a lo indicado en el fundamento 2.3.7., supra, la demandante cuenta con 22 años de aportaciones y tiene 65 años de edad en la actualidad, por lo que cumple los requisitos para acceder a una pensión de jubilación del régimen general del Decreto Ley 19990 desde el 24 de octubre de 2013 (fecha en que cumplió 65 años de edad), motivo por el cual la demanda debe ser estimada, abonándose las pensiones generadas y los intereses legales. 2.3.9. Respecto a los intereses legales, en la STC Nº 054302006-PA/TC se ha establecido que deben ser pagados de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 1246 del Código Civil. 2.3.10. El artículo 56 del Código Procesal Constitucional establece que “si la sentencia declara fundada la demanda, se impondrán las costas y costos que el Juez establezca a la autoridad, funcionario o persona demandada (…) En los procesos constitucionales el Estado sólo puede ser condenado al pago de costos”. 2.3.11. Si bien correspondería, de conformidad con el artículo 56 del Código Procesal Constitucional, ordenar que la demandada asuma los costos procesales, de autos se desprende que se ha modificado el petitum de la demanda una vez iniciado el proceso, en cuyo caso, la negativa de la ONP no ha sido arbitraria, pues los requisitos para acceder a la pensión solicitada recién la recurrente los cumplió luego de presentada la demanda. 50061 Cajamarca solicitando que cese la privación de su derecho al descanso por maternidad del cual es objeto, y que, en consecuencia, se le otorgue la licencia por maternidad con goce de sus haberes, más el pago de los costos del proceso, sin perjuicio de que se le aplique a la demandada la multa correspondiente por actuar con temeridad y mala fe. Manifiesta ser trabajadora de la entidad emplazada, y que al encontrarse en estado de gestación de ocho (8) meses, le corresponde el derecho a la licencia de descanso pre y post natal por maternidad remunerado. Alega que en más de una oportunidad solicitó dicho beneficio a la demandada, sin embargo, hasta la actualidad no ha obtenido respuesta, lo cual vulnera sus derechos constitucionales a la protección de la persona humana, a la igualdad, a la no discriminación y a sus derechos laborales reconocidos en la Constitución Política del Perú. El procurador público de la Municipal Provincial de Cajamarca, contesta la demanda alegando que la demandante no ha cumplido con presentar el informe médico que certifique su estado gestacional, siendo éste un requisito establecido por Ley. Asimismo, señala que la actora al ser contratada de forma temporal, no le correspondería el derecho a descanso por maternidad. El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Cajamarca, con fecha 3 de mayo de 2012, declaró fundada la demanda por estimar que al haberse acreditado con los instrumentales presentados que la actora se encontraba en estado de gestación, la entidad emplazada ha vulnerado los derechos constitucionales de la accionante, correspondiendo otorgarle el beneficio solicitado. La Sala Superior revisora, revocó la apelada, y reformándola declaró improcedente la demanda por considerar que para dilucidar la pretensión planteada existen vías procedimentales, igualmente satisfactorias, para la protección del derecho vulnerado, de conformidad con el artículo 5, inciso 2 del Código Procesal Constitucional. La demandante en su recurso de agravio constitucional interpuesto con fecha 8 de noviembre de 2012, sostiene que el Ad quem no ha tomado en cuenta que al negársele el descanso por maternidad no solo afecta a su persona, sino también al menor como concebido, y que de ir a un proceso ordinario como se indica, por ser un proceso más lato, la agresión puede convertirse en irreparable. FUNDAMENTOS Delimitación del petitorio 3. Efectos de la presente sentencia En consecuencia, se ha acreditado que a la demandante le corresponde percibir la pensión del régimen general de jubilación, a partir del 24 de octubre de 2013. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda. 2. Ordena que la ONP emita resolución otorgando al demandante la pensión del régimen general de jubilación conforme a lo dispuesto en los fundamentos de la presente sentencia. Publíquese y notifíquese. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA W-1133424-5 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 00388-2013-PA/TC CAJAMARCA MARÍA JUANA TERÁN ISPILCO SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 22 días del mes de abril de 2014 la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO El recurso de agravio constitucional interpuesto por doña María Juana Terán Ispilco contra la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca, de fojas 101, su fecha 16 de octubre de 2012, que declaró improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 20 de diciembre de 2011, la recurrente interpone demanda de amparo contra la Municipalidad Provincial de 1. La presente demanda tiene por objeto que se le otorgue a la demandante el descanso por maternidad, alegándose que pese a que cursó la respectiva solicitud al Jefe de Recursos Humanos y al Alcalde de la Municipalidad Provincial de Cajamarca, su pedido no obtuvo respuesta alguna. Consideraciones previas 2. Debe tenerse en cuenta que el argumento utilizado por la Sala Superior para dilucidar lo pretendido por la actora, esto es, licencia pre y pos natal con goce de haberes, es que ello estaría comprendido dentro del supuesto de incumplimiento de disposiciones y normas laborales cualquiera [que] fuera su naturaleza, señalado en el fundamento 17 del precedente recaído en el Exp. Nº 00206-2005-PA/TC (caso Baylon Flores), motivo por el cual resuelve que existe otra vía igualmente satisfactoria para ventilar la pretensión de la recurrente, conforme se ha establecido en el inciso 2 del artículo 5º del Código Procesal Constitucional. 3. Sin embargo, tal no es una interpretación constitucionalmente adecuada de la citada disposición, en especial, cuando ha de interpretársela desde el sentido que le irradia el artículo 200°, inciso 2, de la Constitución y, además, desde la naturaleza del proceso de amparo, en tanto vía de tutela urgente. 4. Desde tal perspectiva, en la interpretación de la referida disposición debe examinarse si, aun cuando existan vías judiciales específicas igualmente satisfactorias, la resolución de la pretensión planteada exige, en virtud de las circunstancias del caso, una tutela jurisdiccional urgentísima y perentoria. 5. En dicho contexto, en el caso de autos se pone de manifiesto la urgencia de la tutela jurisdiccional requerida, muy al margen de la existencia de una vía igualmente satisfactoria, dado que la accionante se encontraba embarazada y requería contar con el citado descanso y éste le fue negado -por omisión- sin razón alguna que justifique dicha negativa. Es evidente entonces, que lo decretado por el Ad quem resulta, a todas luces, irrazonable. 6. A juicio de este Tribunal, la arbitrariedad denunciada amerita un pronunciamiento de fondo, pues no sólo obvia lo previsto en la Ley Nº 26644, sino que abiertamente desconoce lo previsto en los artículos 4º y 23º de la Constitución, que califican a la madre como sujeto de especial protección. 7. Una trabajadora embarazada, en tanto titular de una especial protección constitucional, tiene habilitada la jurisdicción constitucional para exigir el cumplimiento de los mencionados descansos pues, dada su situación de gravidez, el Estado se encuentra en la ineludible necesidad de adoptar medidas urgentes para salvaguardar sus intereses, así como los del niño que está por nacer. 8. Así, visto que en autos obran medios probatorios objetivos, este Tribunal estima que procederá a emitir un pronunciamiento de fondo, más si se tiene en cuenta que la demandada ha reconocido los hechos (estado de gestación de la actora), y que su negativa de 50062 PROCESOS CONSTITUCIONALES otorgarle dicho beneficio a la recurrente se basó en un mero trámite administrativo, el cual bien pudo constatar. Consideraciones del Tribunal Constitucional 9. El artículo 4 de la Constitución Política del Estado prescribe: “La Comunidad y el Estado protegen especialmente al niño, al adolescente, a la madre y al anciano en situación de abandono (…)”. Asimismo, el artículo 23 establece que “el trabajo, en sus diversas modalidades es objeto de atención prioritaria del Estado, el cual protege especialmente a la madre, al menor de edad y al impedido que trabajan”. Tal deber se traduce en las obligaciones estatales de adoptar todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación en contra de la mujer en la esfera del empleo, prohibiendo, bajo pena de sanciones, el despido motivo de embarazo o licencia por maternidad, así como, la discriminación sobre la base del estado civil y prestar protección especial a la mujer durante el embarazo (artículo 11, numeral 1 y 2, literales a y d de la Convención sobre la eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer de las Naciones Unidas) (STC Nº 00206-2005-PA/TC). 10. En el caso de autos, se encuentra debidamente acreditado que: a) La recurrente se encontraba gestando y que la fecha probable de parto era el 1 de febrero de 2012, conforme se advierte de su historia clínica 13-21173, y del reporte de ecografía obstétrica (f. 2 y 3). b) La demandante solicitó al Jefe de Recursos Humanos y al Alcalde de la Municipalidad Provincial de Cajamarca, con fechas 23 de noviembre y 2 de diciembre de 2011 su descanso por maternidad (f. 4 y 5). c) La demandante no obtuvo respuesta, tal como lo reconoce la emplazada en su escrito de contestación de demanda (fj. 53), en el cual alega que no cumplió con presentar el informe médico que certifique su estado gestacional. Al respecto, debe indicarse que dicho argumento no resulta válido, pues bien pudo solicitar a la actora que presente dicho medio probatorio, sin embargo, a pesar de que la recurrente solicitó en dos oportunidades dicho beneficio, la Administración omitió emitir pronunciamiento, sea rechazándola o subsanando dicho escrito, lo cual evidencia una conducta arbitraria y, por ende, vulneratoria a los derechos constitucionales de la accionante. d) Asimismo, debe tenerse presente, que el argumento vertido por la entidad edil acerca de que la demandante tenía la condición de trabajadora temporal, y no a plazo indeterminado, por lo que no correspondía otorgarle el derecho de licencia por maternidad con goce de haberes, resulta irrazonable, pues la Ley Nº 26644, no establece diferenciación sobre el régimen laboral que tengan las mujeres que se encuentren en estado gestacional. 11. Por tanto, este Colegiado concluye que la accionante ha padecido un tratamiento arbitrario, y que a la fecha de emitirse la resolución objeto de agravio constitucional, dicho agravio se ha tornado irreparable, pues dicho beneficio tiene sentido en la medida que busca coadyuvar a la recuperación de la mujer luego del alumbramiento así como a procurar el bienestar del bebé. Al ser brindado con posterioridad al alumbramiento, si bien podría indemnizar el tiempo que no debió laborar, la finalidad perseguida por la norma ya no se cumpliría. 12. En la medida que luego de presentada la demanda, la agresión denunciada en su momento como amenaza se ha consumado y, en las actuales circunstancias, se ha convertido en irreparable, resulta aplicable, a contrario sensu, el artículo 1, segunda parte, del Código Procesal Constitucional. De acuerdo con dicha norma: “Si luego de presentada la demanda cesa la agresión o amenaza por decisión voluntaria del agresor, o si ella deviene en irreparable, el Juez, atendiendo al agravio producido, declarará fundada la demanda precisando los alcances de su decisión, disponiendo que el emplazado no vuelva a incurrir en las acciones u omisiones que motivaron la interposición de la demanda, y que si procediere de modo contrario se le aplicarán las medidas coercitivas previstas en el artículo 22 del presente Código, sin perjuicio de la responsabilidad penal que corresponda.” 13. Dada la gravedad del acto lesivo denunciado, y atendiendo a que, en situaciones similares, la trabajadora pueda sufrir arbitrariedades de esta índole, es necesario que este Tribunal declare fundada la presente demanda, a fin de ordenar a la emplazada que no vuelva a incurrir en actitudes de este tipo. 14. Las trabajadoras gestantes, bajo ningún concepto, pueden ser compelidas a renunciar al descanso pre y postnatal. Sus requerimientos de descanso deben ser atendidos con prontitud por lo que, ante eventuales arbitrariedades, la jurisdicción constitucional, a través de los procesos de cumplimiento y amparo, dada la premura en que debe dilucidarse tal pretensión, resulta idónea para salvaguardar los derechos de las gestantes. 15. En tal sentido, corresponde a los jueces que conozcan este tipo de demandas resolverlas tan pronto como sea posible, pues ante la negativa del empleador en acatar dicha obligación, existe un gran riesgo de que el agravio denunciado termine siendo irreparable. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda al haberse acreditado que la accionante ha sido víctima de un tratamiento arbitrario, pues, pese a encontrarse gestando se le han negado las licencias establecidas en Ley Nº 26644; consecuentemente, se dispone que la Municipalidad Provincial de Cajamarca, en lo sucesivo, no vuelva a incurrir en las conductas que motivaron la presente demanda. 2. Disponer que de reincidir la Municipalidad Provincial de Cajamarca en arbitrariedades de esta naturaleza, se apliquen las medidas coercitivas previstas en el artículo 22 del Código Procesal Constitucional, sin perjuicio de las responsabilidades de ley, con el pago de costos. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ ÁLVAREZ MIRANDA W-1133424-6 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 00653-2013-PA/TC LIMA FÉLIX REYNALDO ATO MERINO SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 30 días del mes de abril de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia; con el voto en mayoría de los magistrados Mesía Ramírez y Eto Cruz, el voto en discordia del magistrado Álvarez Miranda y el voto dirimente del magistrado Calle Hayen, que se agregan a los autos. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Félix Reynaldo Ato Merino contra la sentencia expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 268, su fecha 18 de julio de 2012, que declaró infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 24 de marzo de 2010, el recurrente interpone demanda de amparo contra Tecnología de Alimentos S.A. (TASA), solicitando que se deje sin efecto la carta de fecha 11 de febrero de 2010, mediante la cual de forma indebida e injustificada se extingue su relación laboral que venía manteniendo con la Sociedad demandada; y que, en consecuencia, se lo reponga en el cargo que venía ocupando, se le abone las remuneraciones y bonificaciones dejadas de percibir y las costas y costos del proceso. Manifiesta que laboró ininterrumpidamente, desde el 12 de octubre de 2006 hasta el 11 de febrero de 2010, desempeñándose como pescador en el cargo de motorista de la embarcación pesquera de la demandada, habiendo sido despedido sin expresión de una causa justa prevista en la ley, atribuyéndosele de forma indebida e ilegalmente la condición de un trabajador de confianza, sin tener en cuenta que la emplazada no ha cumplido con comunicar de forma escrita al trabajador dicha condición, además que por las funciones que desempeñaba como motorista dentro de una de las embarcaciones pesqueras de la demandada en modo alguno puede ser considerado como un trabajador de confianza. Alega la vulneración de sus derechos al trabajo y a gozar de una adecuada protección contra el despido arbitrario. El apoderado de la sociedad demandada propone la excepción de incompetencia por razón de la materia y contesta la demanda argumentando que la labor de motorista es de mucha importancia por cuanto es de carácter especializado, ya que supone operar el motor de la embarcación durante las faenas, así como efectuar su mantenimiento; agrega que sin el indispensable concurso del motorista no sería posible realizar las labores de pesca, es por ello que el cargo de motorista es considerado como de confianza, teniendo pleno conocimiento el demandante que la labor que desempeñaba siempre tuvo tal calificación, conforme se hizo de conocimiento del demandante. Asimismo, refiere que la razón por la que se produce su despido obedece a que la empresa ha venido atravesando una serie de transformaciones y reestructuraciones en sus procedimientos productivos, lo que ha conllevado que se produzcan profundos cambios en su entorno y en el mercado en el que se desempeña, por lo que el demandante, en su calidad de trabajador de confianza, fue incluido en el proceso de restructuración, dándose por concluida su relación laboral. El Tercer Juzgado Especializado en lo Constitucional de Lima con fecha 6 de octubre de 2011, declara infundada la excepción propuesta y con fecha 30 de enero de 2012 declara infundada la demanda, por estimar que el puesto de motorista es un cargo El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES de confianza establecido por el propio convenio colectivo entre el Sindicato Único de Pescadores de Nuevas Embarcaciones del Perú – SUPNEP y la Asociación de Armadores de Armadores de Nuevas Embarcaciones Pesqueras – AANEP, el mismo que fue suscrita por los representantes de los trabajadores, teniendo conocimiento de esta calificación el demandante a través de su Sindicato, al cual perteneció hasta inicios del año 2010. La Sala revisora fundamento. confirma la apelada por similar El demandante interpone recurso de agravio constitucional contra la sentencia de vista precisando que se ha incurrido en error, por cuanto no se ha tomado en cuenta el principio de irrenunciabilidad de los derechos reconocidos en la Constitución y la ley; y que todo trabajador por su condición de tal, sea o no trabajador de confianza, una vez superado el periodo de prueba, automáticamente adquiere el derecho a la estabilidad en el trabajo, por que goza de la protección adecuada contra toda forma de despido. FUNDAMENTOS 1) Delimitación del petitorio El demandante solicita su reposición en el cargo de motorista, sosteniendo que ha sido despedido incausadamente dado que el cargo que desempeñaba no era de confianza, pues no se ha tenido en cuenta que la sociedad emplazada no ha cumplido con comunicar de forma escrita al trabajador dicha condición, no habiéndose seguido el procedimiento establecido en los artículos 30º y 31º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR para su despido, por lo que solicita que a través del presente proceso se ordene su reincorporación a la demandada como trabajador a plazo indeterminado. Alega que se han vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo y a gozar de una adecuada protección contra el despido arbitrario. 2) Consideraciones previas En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas a la materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC Nº 0206-2005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante, este Colegiado considera que, en el presente caso, corresponde evaluar si el recurrente ha sido objeto de un despido arbitrario conforme señala en su demanda. 3) Sobre la afectación del derecho al trabajo y a gozar de una protección adecuada contra el despido arbitrario 3.1. Argumentos del demandante El actor sostiene que se ha vulnerado sus derechos al trabajo y a gozar de una protección adecuada contra el despido arbitrario, toda vez que ha sido despedido sin expresión de una causa justa prevista en la ley, atribuyéndosele de forma indebida e ilegalmente la condición de un trabajador de confianza, sin haberse tenido en cuenta que la sociedad no ha cumplido con comunicar de forma escrita al trabajador dicha condición, y que por las funciones que desempeñaba como motorista dentro de una de las embarcaciones pesqueras de la demanda en modo alguno puede ser considerado como trabajador de confianza. 3.2. Argumentos de la sociedad demandada La demandada argumenta que la razón por la que se produce el despido obedece a que la empresa ha venido atravesando una serie de transformaciones y reestructuraciones en sus procedimientos productivos, lo que ha generado profundos cambios en su entorno y en el mercado en el que se desempeña, por lo que el demandante, en su calidad de trabajador de confianza, fue incluido en el referido proceso de restructuración, dándose por concluida su relación laboral. 3.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 3.3.1. El artículo 22º de la Constitución Política del Perú establece que: “El trabajo es un deber y un derecho. Es base del bienestar social y medio de realización de una persona”, mientras que el artículo 27º señala que: “La ley otorga al trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario”. En tal sentido cabe resaltar que el contenido esencial del derecho al trabajo implica dos aspectos: el de acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. En el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de este aspecto implica un desarrollo progresivo y según las posibilidades económicas del Estado. El segundo aspecto trata del derecho al trabajo entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa justa. 3.3.2. Para resolver la controversia se debe determinar si el cargo de motorista es de confianza, o no. 3.3.3. De acuerdo con lo previsto en el artículo 43.º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, son trabajadores de confianza aquellos que laboran en contacto personal y directo con el empleador o con el personal de dirección, teniendo acceso a secretos industriales, 50063 comerciales o profesionales y, en general, a información de carácter reservado. 3.3.4. Sobre el particular, debe recordarse que en el fundamento 3 de la STC Nº 03501-2006-PA/TC, el Tribunal Constitucional precisó que: 3. Los trabajadores comunes gozan del derecho de acceder a un puesto de trabajo en el sector público, tienen estabilidad en su trabajo y no pueden ser despedidos arbitrariamente, según la STC Nº 0206-2005-AA/TC. Mientras que los que asumen un cargo de confianza están supeditados a la “confianza”, valga la redundancia, del empleador. En este caso, el retiro de la misma es invocada por el empleador y constituye una situación especial que extingue el contrato de trabajo al ser de naturaleza subjetiva, a diferencia de los despidos por causa grave, que son objetivos (subrayado agregado). 3.3.5. En sentido similar, debe destacarse que en los fundamentos 15 y 16 de la sentencia referida, el Tribunal enfatizó que: 15. Para calificar a un trabajador de dirección o de confianza conforme a la legislación actual, se procederá de la siguiente manera: a) Se identificará y determinará los puestos de dirección y de confianza de la empresa, de conformidad con la Ley; b) Se comunicará por escrito a los trabajadores que ocupan los puestos de dirección y de confianza que sus cargos han sido calificados como tales; (…). 16. De la misma manera la calificación de dirección o de confianza es una formalidad que debe observar el empleador. Su inobservancia no enerva dicha condición si de la prueba actuada esta se acredita. Por lo que si un trabajador desde el inicio de sus labores conoce de su calidad de personal de confianza o dirección, o por el hecho de realizar labores que implique tal calificación, estará sujeto a la confianza del empleador para su estabilidad en su empleo, de lo contrario solo cabría la indemnización o el retiro de la confianza depositada en él, tal como viene resolviendo este Colegiado (subrayado agregado). 3.3.6. Asimismo, es pertinente resaltar que en el fundamento 11 de la sentencia en mención se estableció que: 11. (…) un trabajador de confianza tiene particularidades que lo diferencian de los trabajadores “comunes”, tales como: a) La confianza depositada en él, por parte del empleador; la relación laboral especial del personal de alta dirección se basa en la recíproca confianza de las partes, las cuales acomodarán el ejercicio de sus derechos y obligaciones a las exigencias de la buena fe, como fundamento de esta relación laboral especial. b) Representatividad y responsabilidad en el desempeño de sus funciones; las mismas que lo ligan con el destino de la institución pública, de la empresa o de intereses particulares de quien lo contrata, de tal forma que sus actos merezcan plena garantía y seguridad. c) Dirección y dependencia; es decir que puede ejercer funciones directivas o administrativas en nombre del empleador, hacerla partícipe de sus secretos o dejarla que ejecute actos de dirección, administración o fiscalización de la misma manera que el sujeto principal. d) No es la persona la que determina que un cargo sea considerado de confianza. La naturaleza misma de la función es lo que determina la condición laboral del trabajador. (…) e) La pérdida de confianza que invoca el empleador constituye una situación especial que extingue el contrato de trabajo; a diferencia de los despidos por causa grave, que son objetivos, ésta en cambio es de naturaleza subjetiva. El retiro de la confianza comporta la pérdida de su empleo, siempre que desde el principio de sus labores este trabajador haya ejercido un cargo de confianza o de dirección. 3.3.7. De la carta de fecha 11 de febrero de 2010, expedida por el Gerente de Recursos Humanos de la Sociedad emplazada, se advierte que el demandante fue cesado como trabajador de confianza; no obstante, en autos no se ha probado que su ingreso hubiese tenido tal calificación, en los términos señalados en los fundamentos 3.3.3, 3.3.4, 3.3.5 y 3.3.6 supra, tal como se evidencia de la boletas de pago (f. 3 a 15) y la hoja de liquidación (f. 107), en las que no se consigna el cargo de motorista como de confianza, y si bien en el transcurso del presente proceso la emplazada ha sostenido que el demandante tenía pleno conocimiento que su cargo siempre fue considerado como de confianza (f. 122) no ha presentado en autos documento que acredite este hecho. Por otro lado se debe precisar que si bien es cierto que la emplazada ha adjuntado en calidad de medio probatorio las convenciones colectivas de trabajo que suscribieran el Sindicato Único de Pescadores de Nuevas Embarcaciones del Perú – SUPNEP y la Asociación de Armadores de Nuevas Embarcaciones Pesqueras – AANEP, de fechas 12 de abril de 2002 y 12 de marzo de 2007 (habiendo sido el demandante miembro del SUPNEP hasta el 19 de enero de 2010, conforme obra a fojas 21 de autos), también es cierto que de acuerdo con lo dispuesto en el literal b) del 50064 PROCESOS CONSTITUCIONALES artículo 12º del Decreto Ley Nº 25593, para ser miembro de un sindicato se requiere: “b) No formar parte del personal de dirección o desempeñar cargo de confianza del empleador, salvo que el estatuto expresamente lo admita”. Por lo que siendo ello así, de haber tenido el cargo de motorista la condición de cargo de confianza, el demandante no hubiera podido encontrarse afiliado como miembro del SUPNEP, pues no se ha acreditado en autos que los “estatutos” lo admitan expresamente. 3.3.8. Asimismo, es pertinente precisar que de acuerdo con las funciones descritas en el documento que la emplazada adjunta en calidad de anexo al presente proceso (f. 47 y 48), el motorista está encargado de: • “(…) Efectuar el servicio de guardias, para garantizar el buen funcionamiento y seguridad de la nave. • Coordinar con el Supervisor de Mantenimiento de Flota, todos los trabajos de mantenimiento, sea preventivo, correctivo y predictivo, para asegurar el correcto funcionamiento de los equipos. • Firmar el acta de conformidad de trabajos realizados a bordo, no sin antes probar y estar plenamente seguro de su correcto funcionamiento. • Llevar el control del diario de máquinas, anotando horas de trabajo, presiones, temperaturas, etc. De los equipos y la solicitud de reparaciones y materiales requeridos antes del siguiente zarpe. • Reportar las fallas y averías al Coordinador del Centro de Control de Mantenimiento vía radio, nextel o cualquier otro medio en su debido momento y lugar.” Por lo que se puede concluir que por las funciones que el demandante desempeñaba como motorista, este no puede ser considerado como cargo de confianza; por tanto, éste sólo podía ser despedido por una causa justa relacionada con su conducta o capacidad laboral, lo cual no ha sucedido en el caso de autos, por lo que la ruptura de su vínculo laboral tiene carácter de un despido arbitrario, frente a lo cual procede la reposición como finalidad eminentemente restitutoria de todo proceso constitucional de tutela de derechos fundamentales. 3.3.9. Con relación a las remuneraciones dejadas de percibir, el Tribunal Constitucional ha establecido que teniendo el reclamo del pago de las remuneraciones dejadas de percibir naturaleza indemnizatoria y no, obviamente, restitutoria, debe dejarse a salvo el derecho del demandante de reclamarlas en la forma legal correspondiente. 4) Efectos de la Sentencia 4.1. En la medida en que en este caso se ha acreditado que la demanda ha vulnerado los derechos constitucionales al trabajo y a gozar de una adecuada protección contra el despido arbitrario, correspondería ordenar la reposición del demandante como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional. 4.2. Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código Procesal Constitucional, la emplazada debe asumir los costos y costas procesales, los cuales deben ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a la afectación de los derechos al trabajo y a gozar de una adecuada protección contra el despido arbitrario; en consecuencia, NULO el despido de que ha sido objeto el demandante. 2. ORDENAR que Tecnología de Alimentos S.A. (TASA) reponga a don Félix Reynaldo Ato Merino como trabajador a plazo indeterminado en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22.° y 59.º del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos y costas procesales. 3. Declarar IMPROCEDENTE la demanda en el extremo referido al pago de las remuneraciones dejadas de percibir. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN ETO CRUZ VOTO DE LOS MAGISTRADOS MESÍA RAMÍREZ Y ETO CRUZ Visto el recurso de agravio constitucional interpuesto por don Félix Reynaldo Ato Merino contra la sentencia expedida por El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 268, su fecha 18 de julio de 2012, que declaró infundada la demanda de autos, los magistrados firmantes emiten el siguiente voto: ANTECEDENTES Con fecha 24 de marzo de 2010, el recurrente interpone demanda de amparo contra Tecnología de Alimentos S.A. (TASA), solicitando que se deje sin efecto la carta de fecha 11 de febrero de 2010, mediante la cual de forma indebida e injustificada se extingue su relación laboral que venía manteniendo con la Sociedad demandada; y que, en consecuencia, se lo reponga en el cargo que venía ocupando, se le abone las remuneraciones y bonificaciones dejadas de percibir y las costas y costos del proceso. Manifiesta que laboró ininterrumpidamente, desde el 12 de octubre de 2006 hasta el 11 de febrero de 2010, desempeñándose como pescador en el cargo de motorista de la embarcación pesquera de la demandada, habiendo sido despedido sin expresión de una causa justa prevista en la ley, atribuyéndosele de forma indebida e ilegalmente la condición de un trabajador de confianza, sin tener en cuenta que la emplazada no ha cumplido con comunicar de forma escrita al trabajador dicha condición, además que por las funciones que desempeñaba como motorista dentro de una de las embarcaciones pesqueras de la demandada en modo alguno puede ser considerado como un trabajador de confianza. Alega la vulneración de sus derechos al trabajo y a gozar de una adecuada protección contra el despido arbitrario. El apoderado de la sociedad demandada propone la excepción de incompetencia por razón de la materia y contesta la demanda argumentando que la labor de motorista es de mucha importancia por cuanto es de carácter especializado, ya que supone operar el motor de la embarcación durante las faenas, así como efectuar su mantenimiento; agrega que sin el indispensable concurso del motorista no sería posible realizar las labores de pesca, es por ello que el cargo de motorista es considerado como de confianza, teniendo pleno conocimiento el demandante que la labor que desempeñaba siempre tuvo tal calificación, conforme se hizo de conocimiento del demandante. Asimismo, refiere que la razón por la que se produce su despido obedece a que la empresa ha venido atravesando una serie de transformaciones y reestructuraciones en sus procedimientos productivos, lo que ha conllevado que se produzcan profundos cambios en su entorno y en el mercado en el que se desempeña, por lo que el demandante, en su calidad de trabajador de confianza, fue incluido en el proceso de restructuración, dándose por concluida su relación laboral. El Tercer Juzgado Especializado en lo Constitucional de Lima con fecha 6 de octubre de 2011, declara infundada la excepción propuesta y con fecha 30 de enero de 2012 declara infundada la demanda, por estimar que el puesto de motorista es un cargo de confianza establecido por el propio convenio colectivo entre el Sindicato Único de Pescadores de Nuevas Embarcaciones del Perú – SUPNEP y la Asociación de Armadores de Armadores de Nuevas Embarcaciones Pesqueras – AANEP, el mismo que fue suscrita por los representantes de los trabajadores, teniendo conocimiento de esta calificación el demandante a través de su Sindicato, al cual perteneció hasta inicios del año 2010. La Sala revisora fundamento. confirma la apelada por similar El demandante interpone recurso de agravio constitucional contra la sentencia de vista precisando que se ha incurrido en error, por cuanto no se ha tomado en cuenta el principio de irrenunciabilidad de los derechos reconocidos en la Constitución y la ley; y que todo trabajador por su condición de tal, sea o no trabajador de confianza, una vez superado el periodo de prueba, automáticamente adquiere el derecho a la estabilidad en el trabajo, por que goza de la protección adecuada contra toda forma de despido. FUNDAMENTOS 1) Delimitación del petitorio El demandante solicita su reposición en el cargo de motorista, sosteniendo que ha sido despedido incausadamente dado que el cargo que desempeñaba no era de confianza, pues no se ha tenido en cuenta que la sociedad emplazada no ha cumplido con comunicar de forma escrita al trabajador dicha condición, no habiéndose seguido el procedimiento establecido en los artículos 30º y 31º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR para su despido, por lo que solicita que a través del presente proceso se ordene su reincorporación a la demandada como trabajador a plazo indeterminado. Alega que se han vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo y a gozar de una adecuada protección contra el despido arbitrario. 2) Consideraciones previas En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas a la materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC Nº 0206-2005PA/TC, que constituyen precedente vinculante, consideramos que, en el presente caso, corresponde evaluar si el recurrente ha sido objeto de un despido arbitrario conforme señala en su demanda. El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES 3) Sobre la afectación del derecho al trabajo y a gozar de una protección adecuada contra el despido arbitrario 3.1. Argumentos del demandante El actor sostiene que se ha vulnerado sus derechos al trabajo y a gozar de una protección adecuada contra el despido arbitrario, toda vez que ha sido despedido sin expresión de una causa justa prevista en la ley, atribuyéndosele de forma indebida e ilegalmente la condición de un trabajador de confianza, sin haberse tenido en cuenta que la sociedad no ha cumplido con comunicar de forma escrita al trabajador dicha condición, y que por las funciones que desempeñaba como motorista dentro de una de las embarcaciones pesqueras de la demanda en modo alguno puede ser considerado como trabajador de confianza. 3.2. Argumentos de la sociedad demandada La demandada argumenta que la razón por la que se produce el despido obedece a que la empresa ha venido atravesando una serie de transformaciones y reestructuraciones en sus procedimientos productivos, lo que ha generado profundos cambios en su entorno y en el mercado en el que se desempeña, por lo que el demandante, en su calidad de trabajador de confianza, fue incluido en el referido proceso de restructuración, dándose por concluida su relación laboral. 3.3. Consideraciones 3.3.1. El artículo 22º de la Constitución Política del Perú establece que: “El trabajo es un deber y un derecho. Es base del bienestar social y medio de realización de una persona”, mientras que el artículo 27º señala que: “La ley otorga al trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario”. En tal sentido cabe resaltar que el contenido esencial del derecho al trabajo implica dos aspectos: el de acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. En el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de este aspecto implica un desarrollo progresivo y según las posibilidades económicas del Estado. El segundo aspecto trata del derecho al trabajo entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa justa. 3.3.2. Para resolver la controversia se debe determinar si el cargo de motorista es de confianza, o no. 3.3.3. De acuerdo con lo previsto en el artículo 43.º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, son trabajadores de confianza aquellos que laboran en contacto personal y directo con el empleador o con el personal de dirección, teniendo acceso a secretos industriales, comerciales o profesionales y, en general, a información de carácter reservado. 3.3.4. Sobre el particular, debe recordarse que en el fundamento 3 de la STC Nº 03501-2006-PA/TC, el Tribunal Constitucional precisó que: 3. Los trabajadores comunes gozan del derecho de acceder a un puesto de trabajo en el sector público, tienen estabilidad en su trabajo y no pueden ser despedidos arbitrariamente, según la STC Nº 0206-2005-AA/TC. Mientras que los que asumen un cargo de confianza están supeditados a la “confianza”, valga la redundancia, del empleador. En este caso, el retiro de la misma es invocada por el empleador y constituye una situación especial que extingue el contrato de trabajo al ser de naturaleza subjetiva, a diferencia de los despidos por causa grave, que son objetivos (subrayado agregado). 3.3.5. En sentido similar, debe destacarse que en los fundamentos 15 y 16 de la sentencia referida, el Tribunal enfatizó que: 15. Para calificar a un trabajador de dirección o de confianza conforme a la legislación actual, se procederá de la siguiente manera: a) Se identificará y determinará los puestos de dirección y de confianza de la empresa, de conformidad con la Ley; b) Se comunicará por escrito a los trabajadores que ocupan los puestos de dirección y de confianza que sus cargos han sido calificados como tales; (…). 16. De la misma manera la calificación de dirección o de confianza es una formalidad que debe observar el empleador. Su inobservancia no enerva dicha condición si de la prueba actuada esta se acredita. Por lo que si un trabajador desde el inicio de sus labores conoce de su calidad de personal de confianza o dirección, o por el hecho de realizar labores que implique tal calificación, estará sujeto a la confianza del empleador para su estabilidad en su empleo, de lo contrario solo cabría la indemnización o el retiro de la confianza depositada en él, tal como viene resolviendo este Colegiado (subrayado agregado). 3.3.6. Asimismo, es pertinente resaltar que en el fundamento 11 de la sentencia en mención se estableció que: 11. (…) un trabajador de confianza tiene particularidades que lo diferencian de los trabajadores “comunes”, tales como: 50065 a) La confianza depositada en él, por parte del empleador; la relación laboral especial del personal de alta dirección se basa en la recíproca confianza de las partes, las cuales acomodarán el ejercicio de sus derechos y obligaciones a las exigencias de la buena fe, como fundamento de esta relación laboral especial. b) Representatividad y responsabilidad en el desempeño de sus funciones; las mismas que lo ligan con el destino de la institución pública, de la empresa o de intereses particulares de quien lo contrata, de tal forma que sus actos merezcan plena garantía y seguridad. c) Dirección y dependencia; es decir que puede ejercer funciones directivas o administrativas en nombre del empleador, hacerla partícipe de sus secretos o dejarla que ejecute actos de dirección, administración o fiscalización de la misma manera que el sujeto principal. d) No es la persona la que determina que un cargo sea considerado de confianza. La naturaleza misma de la función es lo que determina la condición laboral del trabajador. (…) e) La pérdida de confianza que invoca el empleador constituye una situación especial que extingue el contrato de trabajo; a diferencia de los despidos por causa grave, que son objetivos, ésta en cambio es de naturaleza subjetiva. El retiro de la confianza comporta la pérdida de su empleo, siempre que desde el principio de sus labores este trabajador haya ejercido un cargo de confianza o de dirección. 3.3.7. De la carta de fecha 11 de febrero de 2010, expedida por el Gerente de Recursos Humanos de la Sociedad emplazada, se advierte que el demandante fue cesado como trabajador de confianza; no obstante, en autos no se ha probado que su ingreso hubiese tenido tal calificación, en los términos señalados en los fundamentos 3.3.3, 3.3.4, 3.3.5 y 3.3.6 supra, tal como se evidencia de la boletas de pago (f. 3 a 15) y la hoja de liquidación (f. 107), en las que no se consigna el cargo de motorista como de confianza, y si bien en el transcurso del presente proceso la emplazada ha sostenido que el demandante tenía pleno conocimiento que su cargo siempre fue considerado como de confianza (f. 122) no ha presentado en autos documento que acredite este hecho. Por otro lado se debe precisar que si bien es cierto que la emplazada ha adjuntado en calidad de medio probatorio las convenciones colectivas de trabajo que suscribieran el Sindicato Único de Pescadores de Nuevas Embarcaciones del Perú – SUPNEP y la Asociación de Armadores de Nuevas Embarcaciones Pesqueras – AANEP, de fechas 12 de abril de 2002 y 12 de marzo de 2007 (habiendo sido el demandante miembro del SUPNEP hasta el 19 de enero de 2010, conforme obra a fojas 21 de autos), también es cierto que de acuerdo con lo dispuesto en el literal b) del artículo 12º del Decreto Ley Nº 25593, para ser miembro de un sindicato se requiere: “b) No formar parte del personal de dirección o desempeñar cargo de confianza del empleador, salvo que el estatuto expresamente lo admita”. Por lo que siendo ello así, de haber tenido el cargo de motorista la condición de cargo de confianza, el demandante no hubiera podido encontrarse afiliado como miembro del SUPNEP, pues no se ha acreditado en autos que los “estatutos” lo admitan expresamente. 3.3.8. Asimismo, es pertinente precisar que de acuerdo con las funciones descritas en el documento que la emplazada adjunta en calidad de anexo al presente proceso (f. 47 y 48), el motorista está encargado de: • “(…) Efectuar el servicio de guardias, para garantizar el buen funcionamiento y seguridad de la nave. • Coordinar con el Supervisor de Mantenimiento de Flota, todos los trabajos de mantenimiento, sea preventivo, correctivo y predictivo, para asegurar el correcto funcionamiento de los equipos. • Firmar el acta de conformidad de trabajos realizados a bordo, no sin antes probar y estar plenamente seguro de su correcto funcionamiento. • Llevar el control del diario de máquinas, anotando horas de trabajo, presiones, temperaturas, etc. De los equipos y la solicitud de reparaciones y materiales requeridos antes del siguiente zarpe. • Reportar las fallas y averías al Coordinador del Centro de Control de Mantenimiento vía radio, nextel o cualquier otro medio en su debido momento y lugar.” Por lo que se puede concluir que por las funciones que el demandante desempeñaba como motorista, este no puede ser considerado como cargo de confianza; por tanto, éste sólo podía ser despedido por una causa justa relacionada con su conducta o capacidad laboral, lo cual no ha sucedido en el caso de autos, por lo que la ruptura de su vínculo laboral tiene carácter de un despido arbitrario, frente a lo cual procede la reposición como finalidad eminentemente restitutoria de todo proceso constitucional de tutela de derechos fundamentales. 3.3.9. Con relación a las remuneraciones dejadas de percibir, el Tribunal Constitucional ha establecido que teniendo el reclamo del pago de las remuneraciones dejadas de percibir naturaleza indemnizatoria y no, obviamente, restitutoria, debe dejarse a salvo el derecho del demandante de reclamarlas en la forma legal correspondiente. 3.3.10. En la medida en que en este caso se habría acreditado que la demanda ha vulnerado los derechos constitucionales al trabajo y a gozar de una adecuada protección contra el despido arbitrario, correspondería ordenar la reposición del demandante 50066 PROCESOS CONSTITUCIONALES como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional. 3.3.11. Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código Procesal Constitucional, la emplazada debería asumir los costos y costas procesales, los cuales deberían ser liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia. Por estos fundamentos, nuestro voto es por: 1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a la afectación de los derechos al trabajo y a gozar de una adecuada protección contra el despido arbitrario; en consecuencia, NULO el despido de que ha sido objeto el demandante. 2. ORDENAR que Tecnología de Alimentos S.A. (TASA) reponga a don Félix Reynaldo Ato Merino como trabajador a plazo indeterminado en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22.° y 59.º del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos y costas procesales. 3. Declarar IMPROCEDENTE la demanda en el extremo referido al pago de las remuneraciones dejadas de percibir. Sres. MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO CALLE HAYEN Puesto los autos a despacho para dirimir la discordia surgida y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5º, parágrafo quinto, de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional y con los artículos 11 y 11-A de su Reglamento Normativo, procedo a emitir el siguiente voto: Hecho el análisis de autos comparto los fundamentos expuestos en el voto emitido por los magistrados Mesía Ramírez y Eto Cruz; por lo que también estimo debe declararse FUNDADA la demanda en lo que respecta a la afectación de los derechos al trabajo y a gozar de una adecuada protección contra el despido arbitrario; y en consecuencia, NULO el despido de que ha sido objeto el demandante; se ORDENE que Tecnología de Alimentos S.A. ( TASA) reponga a don Félix Reynaldo Ato Merino como trabajador a plazo indeterminado en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos y costas procesales; y se declare IMPROCEDENTE la demanda en el extremo referido al pago de las remuneraciones dejadas de percibir. Sr. CALLE HAYEN VOTO SINGULAR DEL MAGISTRADO ÁLVAREZ MIRANDA Con el debido respeto por la opinión vertida por mis colegas magistrados, emito el presente voto singular por las siguientes consideraciones. 1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene la reposición del actor en su centro de trabajo y el abono de las remuneraciones y bonificaciones dejadas de percibir además del pago de costas y costos. Sin embargo, su pedido no puede ser atendido en la vía de amparo, pues la dilucidación de la presente causa amerita una actividad probatoria extensa. Por ende, corresponde declarar la improcedencia de la misma. 2. Contrariamente a lo señalado por el accionante, considero que el análisis de la controversia debe realizarse considerando las singularidades propias de este sector pesquero. Y es que la dilucidación respecto de si el cargo que ocupa era de confianza o no, requiere efectuarse a la luz de la ley de la normativa sectorial. Ello, a mi juicio, evidencia que la controversia no puede ser canalizada a través de la presente vía. 3. Por ello, soy de la opinión que la dilucidación del presente asunto litigioso no puede realizarse a través del presente proceso, por cuanto, según lo previsto en el artículo 9° del Código Procesal Constitucional, carece de una etapa probatoria en la que las partes puedan actuar los medios probatorios tendientes a acreditar fehacientemente sus afirmaciones; razón por la cual, estimo que la presente demanda resulta improcedente en virtud del numeral 2 del artículo 5° del Código Procesal Constitucional, según el cual, la demanda resulta improcedente cuando existan El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 vías procedimentales especificas, igualmente satisfactorias, para la protección del derecho constitucional amenazado o vulnerado. Por tales consideraciones, soy de la opinión que la presente demanda debe ser declarada IMPROCEDENTE. Sr. ÁLVAREZ MIRANDA W-1133424-7 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 01390-2013-PA/TC PIURA MARTIN SALINAS PULACHE SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 14 días del mes de marzo de 2014 la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados Mesía Ramírez, Calle Hayen y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por el abogado de don Martín Salinas Pulache contra la resolución de fojas 116, su fecha 13 de febrero de 2013, expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, que declaró improcedente la demanda de autos. ANTECEDENTES Que con fecha 9 de julio de 2012, el recurrente interpone demanda de amparo contra la Gerencia General del Poder Judicial, solicitando que se incremente su remuneración conforme a la escala remunerativa del personal jurisdiccional y administrativo del Poder Judicial aprobada mediante el Decreto Supremo Nº 0662012-EF, por haberse vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo, a la igualdad, a la no discriminación y a una remuneración digna. Manifiesta que mediante el Decreto Supremo Nº 0662012-EF se incrementó las remuneraciones de los trabajadores del régimen laboral del Decreto Legislativo Nº 728, pero no ha sucedido así para los trabajadores del Decreto Legislativo Nº 276, al cual pertenece, a pesar de tener la misma jerarquía, las mismas funciones y el mismo horario, lo cual resulta ser discriminatorio. El Procurador Público Adjunto del Poder Judicial contesta la demanda señalando que la pretensión de la demanda carece de contenido constitucional y que no corresponde al proceso de amparo su dilucidación. El Quinto Juzgado Civil de Piura, con fecha 2 de octubre de 2012, declaró improcedente la demanda en aplicación del artículo 5.2 del Código Procesal Constitucional. La Sala revisora confirmó la apelada por similar argumento. En su recurso de agravio constitucional, el demandante reiteró lo argumentos expresados en su demanda. FUNDAMENTOS Delimitación del petitorio 1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene la nivelación de la remuneración del demandante desde mayo de 2012 conforme a la escala remunerativa aprobada mediante el Decreto Supremo Nº 066-2012-EF, para el personal jurisdiccional y administrativo del Poder Judicial sujeto al régimen laboral del Decreto Legislativo Nº 728. Procedencia de la demanda 2. En atención a los argumentos expuestos en la demanda, los hechos plantean un caso de discriminación salarial. En consecuencia, en vista que se encuentra involucrado el derecho fundamental a la remuneración en relación con la afectación al derecho a la igualdad ante la ley, y siendo que el presente debate no versa sobre un conflicto de carácter legal, excluido por razón de la materia del proceso de amparo según el fundamento 23 del precedente recaído en la STC Nº 0206-2005-PA/TC, corresponde evaluar si el demandante ha sido objeto de un trato discriminatorio. Sobre la afectación del derecho a la igualdad y a la no discriminación 3. En la STC Nº 00009-2007-PI/TC, este Colegiado ha explicado que “el derecho a la igualdad tiene dos facetas: el derecho a la igualdad en la ley y el derecho a la igualdad en la aplicación de la ley. En cuanto a la primera, el derecho a la igualdad exige que la norma deba ser aplicable, por igual, a todos los que se encuentren en la situación descrita en el supuesto de la norma jurídica; mientras que por la segunda, el derecho a la igualdad implica que un órgano no puede apartarse arbitrariamente del sentido de sus decisiones en casos sustancialmente iguales, y que cuando se considere que El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES se debe modificar sus precedentes, tiene que ofrecer para ello una fundamentación suficiente y razonable”(fundamento 20). 4. En vista de que el demandante ha señalado que los efectos del Decreto Supremo Nº 066-2012-EF le deben ser aplicados por el Poder Judicial por razón de encontrarse en la misma situación que la de los trabajadores del Poder Judicial sujetos al régimen laboral privado, el presente caso trata sobre el derecho a la igualdad en la aplicación de la ley. 5. La controversia se circunscribe entonces en establecer si el hecho de que el demandante haya sido excluido del aumento salarial establecido en la nueva escala remunerativa de los trabajadores del Poder Judicial sujetos al régimen laboral del Decreto Legislativo Nº 728, aprobada mediante el Decreto Supremo Nº 066-2012-EF, constituye o no un acto discriminatorio. 6. El Decreto Supremo Nº 066-2012-EF, publicado el 5 de mayo de 2012 en el Diario Oficial El Peruano, en su artículo 1º establece que: “La presente norma tiene por objeto aprobar una nueva Escala Remunerativa del Pliego Nº 004: Poder Judicial, del personal jurisdiccional y administrativo sujeto al régimen laboral del Decreto Legislativo Nº 728, conforme a lo dispuesto en la Octogésima Sétima Disposición Complementaria Final de la Ley Nº 29812, Ley de Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2012” (énfasis agregado). 7. Conforme al test de igualdad desarrollado por este Colegiado en las STC Nº 00045-2004-PI/TC y STC Nº 00004-2006-PI/TC, se debe establecer un término de comparación válido para efectuar el análisis de la medida diferenciadora, término que debe basarse en una situación sustancialmente análoga a la del demandante. 8. El demandante es un trabajador del régimen laboral público y ha ofrecido como término de comparación la situación laboral de los trabajadores del régimen laboral privado. Para ello, ha ofrecido la boleta de pago de fojas 3 del trabajador Samuel Darío Suarez Carrasco, quien se desempeña en el cargo de auxiliar judicial en el régimen laboral privado. En consecuencia, debe determinarse si la situación remunerativa en ambos regímenes, público y privado, son sustancialmente similares para efectos de evaluar la afectación al derecho a la igualdad del actor. 9. Sobre los regímenes de contratación laboral, este Colegiado ha tenido oportunidad de precisar en la STC Nº 0002-2010-PI/TC que “El ordenamiento jurídico peruano contiene cuando menos dos regímenes laborales generales, alrededor de los cuales giran otros más específicos. Nos referimos a los regulados por los Decretos Legislativos Nº 276 y 728, denominados Ley de Bases de la Carrera Administrativa y de Remuneraciones del Sector Público, el primero, y Ley de Fomento del Empleo, el segundo, los cuales contiene la legislación marco aplicable tanto al sector público como al sector privado, respectivamente. El acceso, características, derechos y obligaciones, finalización de la relación laboral, etc., están regulados en cada caso de manera específica y expresa, lo que a su vez ha dado lugar a que los mecanismos de protección de tales regímenes sean diferentes y específicos, como de alguna manera lo ha señalado el Tribunal Constitucional en el denominado Caso Baylón (STC Nº 206-2005-PA/TC)” (negritas agregadas). 10. El régimen laboral del Decreto Legislativo Nº 276 regula la carrera administrativa de los funcionarios y servidores del sector público. Se sustenta en un sistema de méritos y calificaciones, y está estructurado en grupos ocupacionales con sus respectivos niveles de carrera, donde el ingreso y promoción a cada uno de ellos está determinado por requisitos preestablecidos, como la capacitación, la antigüedad, la evaluación, etc. Este régimen se rige sobre un Sistema Único de Remuneraciones, donde la Administración Pública constituye una única institución y la remuneración está determinada según el nivel y grupo ocupacional en el que se encuentra el trabajador. 11. El personal del régimen laboral del Decreto Legislativo Nº 728, por el contrario, no es un trabajador de carrera y no tiene un nombramiento, sino un contrato de trabajo. Las escalas remunerativas en este régimen, a diferencia del Decreto Legislativo Nº 276 (al que pertenece el demandante), está determinada por cada institución y según el presupuesto asignado, pudiendo variar según la negociación que pudiera tener directamente con el Ministerio de Economía y Finanzas. La situación laboral de un trabajador del régimen laboral privado, en ese sentido, no es un término de comparación válido para apreciar un trato desigual respecto a la situación del demandante, porque sus regulaciones y formas de determinar la remuneración son sustancialmente distintas. 12. Teniendo presente ello, no puede entonces considerarse que la exclusión al demandante en la aplicación del Decreto Supremo Nº 066-2012-EF por parte del Poder Judicial vulnere el derecho a la igualdad en la aplicación de la ley, por cuanto se trata de un régimen laboral cuya naturaleza o característica es de diferente naturaleza y, por ende, es un sistema de contratación laboral independiente. En consecuencia, la presente demanda debe desestimarse. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. 50067 HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda de amparo, porque no se ha acreditado la vulneración de los derechos alegados. Publíquese y notifíquese. SS. MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN ETO CRUZ W-1133424-8 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 01565-2013-PA/TC PUNO ERIKA PAOLA ESPINOZA RADO SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 9 días del mes de abril de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados Urviola Hani, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Erika Paola Espinoza Rado contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Puno, de fojas 93, su fecha 5 de marzo de 2013, que declaró infundada la demanda. ANTECEDENTES La recurrente interpone demanda de amparo contra la Dirección Regional de Salud; solicitando que se declare inaplicable la Resolución Directoral Regional Nº 212/DRS-PUNO-DEA-PER, de fecha 26 de marzo de 2004 y la Resolución Directoral Nº 04632011-DE-RED-S-SRURH, de fecha 28 de diciembre del 2011, a fin de que se le otorgue pensión de orfandad como hija soltera mayor de edad, con costos. La emplazada contesta la demanda y solicita que sea declarada infundada. Argumenta que la actora ha superado la mayoría de edad y no adolece de alguna incapacidad para el trabajo, por lo que ha caducado su derecho a pensión de orfandad. El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Puno, con fecha 4 de octubre de 2012, declaró infundada la demanda, considerando que no corresponde continuar otorgando pensión a la demandante por ser de aplicación una de las causales de extinción automática del derecho a pensión, concretamente la descrita en el inciso c) del artículo 55 del Decreto Ley Nº 20530. La Sala superior competente confirma la apelada, por fundamentos similares. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio La demandante solicita que se le otorgue pensión de orfandad por tener la condición de hija soltera mayor de edad, en aplicación del artículo 34 del régimen pensionario del Decreto Ley 20530. En la sentencia recaída en el Expediente Nº 1417-2005PA/TC, publicada en el Diario Oficial El Peruano, el 12 de julio de 2005, este Tribunal ha señalado que aun cuando, prima facie, las pensiones de viudez, orfandad y ascendientes, no forman parte del contenido esencial del derecho fundamental a la pensión, en la medida de que el acceso a las prestaciones pensionarias sí lo es, son susceptibles de protección a través del amparo los supuestos en los que se deniegue el otorgamiento de una pensión de sobrevivencia, a pesar de cumplirse los requisitos legales para ello. De autos se aprecia que la actora argumenta cumplir con los requisitos establecidos para acceder a la pensión de sobreviviente, por lo que procede analizar el caso en sede constitucional. En consecuencia, corresponde analizar si la demandante cumple los presupuestos legales que permitirán determinar si tiene derecho a percibir la pensión que reclama, pues de ser así se estaría verificando la arbitrariedad en el accionar de la entidad demandada. 2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11 de la Constitución) 2.1. Argumentos de la demandante Afirma que su madre falleció cuando era menor de edad razón por la que percibió pensión de orfandad como menor de edad, la que le fue ampliada por realizar con éxito estudios superiores, los mismos que ha culminado obteniendo su título profesional de pregrado. 50068 PROCESOS CONSTITUCIONALES Sostiene que desde el mes de diciembre de 2011 no percibe la pensión de orfandad y se encuentra cursando estudios de post grado (maestría en tecnología de alimentos) en la Universidad Agraria La Molina de la ciudad de Lima, su estado civil es soltera, no realiza actividad lucrativa que le genere ingresos económicos y no se encuentra amparada por un sistema de seguridad social, por lo que considera le corresponde pensión de hija soltera mayor de edad. 2.2. Argumentos de la demandada La pensión que venía percibiendo ha caducado definitivamente el 10 de diciembre de 2004, lo que justifica la denegatoria de solicitud de continuación de pensión ante la autoridad administrativa. 2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 2.3.1 De la Resolución Nº 1576-98/ONP-DC-20530 (f. 4), del 21 de setiembre de 1998, se advierte que a la demandante, a partir del 12 de setiembre de 1996, se le otorgó la pensión de sobrevivientes – orfandad dispuesta en el Decreto Ley Nº 20530. 2.3.2 En las Sentencias Nºs. 0050-2004-AI/TC, 0051-2004-AI/TC, 0004-2005-AI/TC, 0007-2005-AI/TC y 0009-2005-AI/TC (acumulados), al desarrollar el criterio de dependencia económica para la obtención de una pensión de sobrevivencia, se ha señalado que el sustento de este tipo de pensiones “Debe ser concebida como una garantía para velar por el mantenimiento de una vida acorde con el principio de dignidad de aquellos que, en razón de un vínculo familiar directo, dependían económicamente de parte de dicha pensión, es decir, como una garantía derivada del reconocimiento de la familia como instituto fundamental de la sociedad (artículo 4 de la Constitución)”. Esta afirmación supone la existencia de una relación de dependencia material entre el titular de la pensión y los posibles beneficiarios de la pensión de sobrevivencia. En algunos supuestos esta condición se considera cumplida sobre la base de ciertas presunciones. Así, en el caso de los hijos menores de edad, es una presunción iure et de iure; en otros, como en el caso de las hijas solteras mayores de edad, modalidad actualmente desaparecida, se exigía determinadas condiciones con las cuales se verificaba la imposibilidad de sustentarse ante la ausencia del sostén de la familia. 2.3.3 El artículo 34.c) del Decreto Ley Nº 20530, vigente hasta su derogación por la Ley Nº 27617, del 1 de enero de 2002, estableció el derecho a una pensión de orfandad a favor de las hijas solteras del trabajador, mayores de edad, que cumplieran los siguientes requisitos: i) no tengan actividad lucrativa; ii) carezcan de renta afecta, y iii) no estén amparadas por algún sistema de seguridad social. 2.3.4 En consecuencia cabe señalar que para resolver la demanda de autos, en concordancia con lo establecido en el artículo 55º inciso c) del Decreto Ley Nº 20530 (modificado por Ley Nº 28449), debe verificarse previamente si la demandante cumple las condiciones previstas en el derogado artículo 34, inciso c), del Decreto Ley 20530 para percibir la pensión de orfandad. 2.3.5 En el presente caso, por un lado, la accionante alega haber cumplido la condición de hija soltera mayor de edad, hecho que acredita con la copia de su Documento Nacional de Identidad corriente a fojas 2 y el certificado de soltería de fojas 20. 2.3.6 Por otro lado, para determinar si se encuentra amparada por un sistema de seguridad social, la demandante no ha presentado documento alguno que acredite tal hecho; es más, consultada la página web de ESSALUD, http://ww4.essalud.gob. pe:7777/acredita/servlet/Ctrlwacre, se advierte que la actora estuvo asegurada, con código autogenerado 8312100EIROE003, hasta el 31 de marzo de 2014. 2.3.7 Asimismo la actora presenta una constancia expedida por la ONP (f. 18), de fecha 9 de enero de 2012, donde se advierte que no se encuentra en los registros como “pensionista del Decreto Ley 19990”. Sin embargo, de la consulta a la Pág. Web de la Superintendencia de Banca y Seguros y AFP, http://www.sbs.gob. pe/app/spp/Afiliados/afil_datos_documento.asp, se advierte que la actora se encuentra afiliada al Sistema Privado de Pensiones (AFP Integra) con código autogenerado Nro. 60658OEERIO7; habiendo sido su ingreso el 3 de junio de 2009. Finalmente, no se ha demostrado que la actora no se encuentre en condiciones de atender su subsistencia por sus propios medios. 2.3.8 A lo indicado es conveniente agregar que este Tribunal ha dejado establecido en uniforme y reiterada jurisprudencia (desde la STC 0853-2005-PA/TC) que “(...) la pensión de sobreviviente se sustenta en el estado de necesidad en que quedan aquellas personas que dependían económicamente del fallecido, porque no contarán más con los medios económicos para atender su subsistencia. Cabe agregar que si bien la premisa es que dicho estado de necesidad sea efectivo o real, legislativamente se ha previsto, por un lado, la presunción de dicho estado (p.ej. pensión de viudez para la cónyuge mujer o pensión de orfandad para los hijos menores) o la demostración manifiesta del mismo (p.ej. pensión de orfandad para el hijo mayor de 18 años que siga estudios de nivel básico o superior, y pensión de viudez del cónyuge varón). Debe añadirse que la situación de necesidad debe ser actual en relación con la circunstancia del fallecimiento, dado que sólo en dicho supuesto operará la medida protectora propia de la seguridad social, vale decir, se configurará una protección efectiva a los beneficiarios”. Dicho esto, se observa de la resolución cuestionada que la actora tenía expedito su derecho para solicitar pensión en su condición de hija soltera mayor de edad a partir del 19 de diciembre de 2004 (f. 6), fecha en la que cumplió la mayoría de edad. Sin El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 embargo, la solicitud pensionaria de la accionante fue presentada con fecha 2 de diciembre de 2011 (f. 15), habiendo transcurrido más de 6 años, lo que implica que el estado de necesidad al que se alude en el recurso de agravio constitucional (f. 102) no es actual, por lo que no puede operar dicha medida protectora. 2.3.9 En consecuencia, al no advertirse que las resoluciones administrativas hayan sido dictadas de manera arbitraria, debe desestimarse la demanda. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú. HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda, al no haberse acreditado la vulneración del derecho fundamental a la pensión. Publíquese y notifíquese. SS. URVIOLA HANI MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ W-1133424-9 PROCESO DE AMPARO EXP. Nº 02054-2013-PA/TC LIMA JORGE ADÁN CÁCEDA SALDAÑA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 18 días del mes de marzo de 2014, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Urviola Hani, Mesía Ramírez y Calle Hayen, pronuncia la siguiente sentencia ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Jorge Adán Cáceda Saldaña contra la resolución expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 184, su fecha 6 de marzo de 2013, que declara improcedente la demanda de amparo de autos. ANTECEDENTES El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), solicitando que se declare inaplicable la Resolución 96957-2006-ONP/DC/DL 19990, de fecha 6 de octubre de 2006; y que, en consecuencia, se restituya el pago de su pensión de invalidez definitiva, de conformidad con el Decreto Ley 19990. Asimismo, solicita el abono de los devengados y los intereses legales respectivos. La emplazada contesta la demanda expresando que el demandante debe acudir a una vía que cuente con etapa probatoria, puesto que presenta una enfermedad distinta a la que le generó el derecho a la pensión. El Quinto Juzgado Constitucional de Lima, con fecha 24 de abril de 2012, declara improcedente la demanda, considerando que es necesario contar con etapa probatoria puesto que en autos existen certificados médicos contradictorios. La Sala Superior competente confirma la apelada, argumentando que ha quedado acreditado que el demandante padece en la actualidad una enfermedad distinta a la que sirvió de base para que se le otorgue la pensión de invalidez, y con un grado de incapacidad que no le impide ganar un monto equivalente wwwwwwwwwwwwwal que percibe como pensión. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio La pretensión demandada es que se restituya la pensión de invalidez del demandante cuestionándose la resolución que declara la caducidad del derecho a la pensión. De acuerdo con lo dispuesto por el fundamento 107 de la STC 00050-2004-AI/TC y otros acumulados, el derecho a no ser privado arbitrariamente de la pensión se constituye como un elemento del contenido esencial de este derecho, el cual encuentra protección a través del proceso de amparo, conforme a los supuestos de procedencia establecidos en el fundamento 37.b) de la STC 01417-2005-PA/TC. Asimismo, considerando que la pensión como derecho fundamental, por su naturaleza, requiere de regulación legal para establecer las condiciones que resultan necesarias para su goce; se concluye que aquellas limitaciones o restricciones temporales o permanentes a su ejercicio deben encontrar debido sustento legal, así como una argumentación suficiente y razonable, para efectos de evitar la arbitrariedad en la intervención de este derecho. Siendo ello así, corresponde efectuar la evaluación del caso concreto en atención a lo antes precitado, considerando además El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES que la titularidad del derecho invocado debe estar suficientemente acreditada para que sea posible emitir un pronunciamiento. 2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11 de la Constitución) 2.1. Argumentos del demandante Manifiesta que por haber sufrido un accidente de trabajo le diagnosticaron lesión parcial irreversible de plexo braquial y menoparesia superior izquierda, con 80% de incapacidad, lo cual originó que se le otorgue su pensión de invalidez, que posteriormente fue declarada caduca. 2.2. Argumentos de la demandada Aduce que al presentar el demandante una enfermedad distinta a la que le generó el derecho a la pensión, debe acudir a una vía que cuente con etapa probatoria. 2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional 2.3.1. Según el artículo 33.a) del Decreto Ley 19990, la pensión de invalidez caduca “Por haber recuperado el pensionista la capacidad física o mental o por haber alcanzado una capacidad, en ambos casos, en grado tal que le permita percibir una suma cuando menos equivalente al monto de la pensión que recibe”. 2.3.2. Asimismo, el inciso a) del artículo 24 del Decreto Ley 19990, establece que se considera inválido: “Al asegurado que se encuentra en incapacidad física o mental prolongada o presumida permanente, que le impide ganar más de la tercera parte de la remuneración o ingreso asegurable que percibiría otro trabajador de la misma categoría, en un trabajo igual o similar en la misma región”. 2.3.3. Del tenor del Certificado Médico de Invalidez emitido por el Hospital de Apoyo Chepén con fecha 13 de noviembre de 2002 (f. 8), que sustentó la Resolución 12946-2004-ONP/DC/DL 19990 (f. 13), que le otorgó pensión de invalidez, se advierte que el actor padece de lesión parcial irreversible del plexo braquial, presentando un menoscabo de 80%. 2.3.4. De otro lado, de la Resolución 96957-2006-ONP/DC/DL 19990 (f. 22), de fecha 6 de octubre de 2006, se observa que se declaró caduca la pensión del actor sustentándose en el certificado médico de fojas 112, el cual indica que presenta “secuela de TEC y secuela de traumatismo superficial en miembro superior izquierdo”, con un porcentaje de menoscabo de 20%. 2.3.5. Asimismo, debe precisarse que el actor ha presentado un certificado médico de fecha 24 de enero de 2007, emitido por la Comisión Médica Evaluadora y Calificadora de Incapacidades de la Red Asistencial Lambayeque - EsSalud (f. 7), que dictamina que padece de secuela de lesión del plexo braquial izquierdo y monoparesia superior izquierda, con un menoscabo del 60%, de lo que se desprende que el actor presentó y siempre ha presentado la misma enfermedad que generó el derecho a la pensión de invalidez otorgada, como fluye de la resolución que declara su caducidad y que según el último certificado médico expedido dentro de los alcances del artículo 26 del Decreto Ley 19990, presenta un grado de incapacidad que le impide ganar un monto equivalente al que percibe como pensión. 2.3.6. En consecuencia, teniendo en cuenta lo anotado, este Tribunal concluye que se encuentra acreditado el estado de invalidez y que, además, éste ha permanecido en los términos previstos en el artículo 24 del Decreto Ley 19990; por tanto, corresponde estimar la presente demanda. 3. Efectos de la sentencia Acreditándose en autos la vulneración del derecho a la pensión, se debe ordenar el pago de las pensiones devengadas desde octubre de 2006, y de los intereses legales de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 1246 del Código Civil, más el pago de los costos procesales conforme al artículo 56 del Código Procesal Constitucional. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda, porque se ha acreditado la vulneración del derecho a la pensión; en consecuencia, NULA la Resolución 96957-2006-ONP/DC/DL 19990. 2. Reponiendo las cosas al estado anterior a la vulneración, ordena a la emplazada que cumpla con restituir el pago de la pensión de invalidez del demandante, desde el mes de octubre de 2006, conforme a los fundamentos de la presente sentencia, con el abono de las pensiones devengadas, los intereses legales y los costos procesales Publíquese y notifíquese. SS. URVIOLA HANI MESÍA RAMÍREZ CALLE HAYEN W-1133424-11 50069 PROCESO DE HÁBEAS DATA EXP. Nº 02356-2013-PHD/TC LIMA MARGOTH OLGA VENEGAS GUTIÉRREZ SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 13 días del mes marzo de 2014 la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Aníbal Florentino Arias, en representación de Margoth Olga Venegas Gutiérrez, contra la sentencia expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 49, su fecha 6 de marzo de 2013, que declaró infundada la demanda de hábeas data de autos. ANTECEDENTES Con fecha 20 de marzo de 2012 la recurrente interpone demanda de hábeas data contra el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, solicitando que se le entregue copia certificada del Acta de Calificación de su solicitud ingresada el 13 de julio de 2007, concerniente a su pedido de incorporación al Registro de Trabajadores Cesados Irregularmente de acuerdo con la Ley Nº 29059. Señala que ha solicitado dicha información, sin embargo ésta no le fue proporcionada por lo que desconoce las razones por las cuales no ha sido incorporado en ninguno de los listados del citado registro El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, a través de su Procurador Público, contesta la demanda manifestando que la pretensión del demandante de que se le entregue copia del acta de calificación que mereció su solicitud ingresada con el registro Nº 266102012 resulta inatendible, ya que no existe la documentación solicitada de la manera requerida, deviniendo en un imposible físico y jurídico. El Tercer Juzgado en lo Constitucional de Lima, con fecha 28 de junio de 2012, declaró fundada la demanda. La Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima revocó la apelada y la declaró infundada por considerar que lo solicitado significaría producir información inexistente por cuanto nunca fue producida, ni se podrá realizar, toda vez que la Comisión indicada ya culminó sus funciones. FUNDAMENTOS Precisión del petitorio de la demanda 1. Mediante la presente demanda la recurrente solicita copia del Acta de Calificación de su solicitud ingresada el 13 de julio de 2007, concerniente a su pedido de incorporación al Registro de Trabajadores Cesados Irregularmente previsto en la Ley Nº 29059. Cuestiones procesales previas 2. De acuerdo con el artículo 62º del Código Procesal Constitucional, para la procedencia del hábeas data se requerirá que el demandante previamente haya reclamado, por documento de fecha cierta, el respeto de su derecho y que el demandado se haya ratificado en su incumplimiento o no le haya contestado dentro del plazo establecido. Tal requisito, conforme se aprecia de autos, ha sido cumplido por la accionante conforme se aprecia de fojas 6 de autos. Análisis del caso concreto 3. Aunque en la STC Nº 09476-2006-PHD/TC este Tribunal declaró infundada la pretensión de un demandante que solicitaba se le informen las razones por las cuales no fue incluido en dicho registro; ello difiere de lo solicitado en el presente caso, pues lo requerido se circunscribe a solicitar copias del Acta de Calificación de su solicitud ingresada el 13 de julio de 2007. 4. Para este Colegiado, la demandante tiene el derecho de conocer el contenido del expediente administrativo, formado como consecuencia de su solicitud, en el estado en el que se encuentre. Y es que, el objetivo del proceso de hábeas data es, por lo que respecta a supuestos como el aquí analizado, el de proporcionar la información solicitada, sin otras exigencias que la de ser actual, completa, clara y cierta. 5. Es necesario precisar que el artículo 18º del Decreto Supremo Nº 006-2009-TR en su inciso 3 prescribe que “La Comisión Ejecutiva notifica su decisión de no incluir a un ex trabajador en el RNTCI, mediante comunicación escrita, individual y motivada, en el domicilio consignado por éste en su respectiva solicitud, dentro de los diez (10) días hábiles siguientes de concluido el plazo establecido en el numeral anterior. La Secretaría Técnica notifica, a nombre de la Comisión Ejecutiva, la referida decisión de no inclusión a los ex trabajadores que corresponda.”. Por lo que en dicho contexto se aprecia que una vez ingresada la solicitud, es la Comisión Ejecutiva quien adquiere competencia para todo el trámite administrativo de evaluación y calificación de las solicitudes, realizando una labor que necesariamente ha de estar plasmada en documentos y/o soporte que acrediten la atención debida a los documentos y solicitudes presentadas. 6. En el caso concreto, respecto a la pretensión de que se otorgue copia certificada del acta de calificación de su solicitud de inscripción en el Registro Nacional de Trabajadores Cesados Irregularmente, conviene precisar que la recurrente tiene todo el derecho de conocer lo contenido en el acta de calificación a razón El Peruano Sábado 13 de setiembre de 2014 PROCESOS CONSTITUCIONALES 50070 de su pedido presentado (Registro Nº 026610) o en todo caso del expediente administrativo o acervo documentario existente. 7. Cabe anotar que no es la primera oportunidad en que este Tribunal ha conocido un requerimiento similar. En la STC Nº 002972011-PHD/TC este Colegiado estimó un pedido semejante. 8. Por ende, el ministerio emplazado debe limitarse a entregar la información requerida en los propios términos en los que aparece en el expediente o soporte administrativo. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda de hábeas data de autos. 2. Ordena al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo entregar al demandante, bajo el costo que suponga tal pedido, copia de todo el expediente administrativo o del acervo documentario obrante en mérito de la solicitud presentada, en el estado en el que se encuentre. Publíquese y notifíquese. SS. VERGARA GOTELLI MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ W-1133424-12 PROCESO DE HÁBEAS CORPUS EXP. Nº 02431-2013-PHC/TC LA LIBERTAD WILLIAM ALEXANDER PLASENCIA ESCOBAR 2. Cuestión previa En el caso de autos el recurrente expresa que el beneficiario fue detenido sin que exista mandato judicial alguno, que fue conducido de manera intempestiva a la carceleta del Poder Judicial y que recién tomó conocimiento, en dicho momento, por versión de los efectivos policiales, que se encontraba detenido por el mandato contenido en la disposición judicial de fecha 3 de junio de 2011, lo que ha afectado su derecho de defensa. El artículo 5.5 del Código Procesal Constitucional establece que “no proceden los procesos constitucionales cuando: 5) a la presentación de la demanda ha cesado la amenaza o violación de un derecho constitucional o se ha convertido en irreparable”. En el caso de autos si bien el favorecido afirma que desconocía de las razones de su detención y que se le estaba deteniendo sin que exista mandato judicial, en realidad se aprecia del propio escrito ampliatorio del recurrente (fundamento 3), que éste tenía pleno conocimiento de la razón por la que fue detenido, por lo que en este extremo resulta de aplicación el artículo 5.5 del Código Procesal Constitucional, puesto que a la presentación de la demanda había cesado la presunta vulneración del derecho alegada. 3. Sobre la afectación al derecho a la libertad personal (artículo 2°, 24° de la Constitución) 3.1 Argumentos del demandante El recurrente cuestiona el hecho de que se haya detenido al favorecido cuando la pena que se le impuso ya había vencido en exceso, concluyendo que en el momento de su detención ya se encontraba rehabilitado. Sostiene que desde la fecha de expedición de la sentencia condenatoria (14.12.2009) hasta la de la detención de su patrocinado (16.02.2013), la pena ya había sido cumplida. 3.2 Argumentos de la demandada El Juez emplazado expresa que el favorecido no cumplió la pena impuesta, puesto que emitida la resolución revocatoria y dispuesta la orden de captura, recién se efectivizo ésta con fecha posterior. SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 3.3 Consideraciones del Tribunal Constitucional Lima, 10 de marzo de 2014 ASUNTO Recurso de agravio constitucional interpuesto por don César Yunior Valera Malca contra la resolución expedida por la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, de fojas 164, su fecha 10 de abril de 2013, que declaró infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 17 de febrero de 2012, el recurrente interpone demanda verbal de hábeas corpus a favor de William Alexander Plasencia Escobar contra la juez del Tercer Juzgado Unipersonal de La Libertad, la cual es ampliada posteriormente por escrito de fecha 18 de febrero de 2013. Expresa que el favorecido el día 17 de febrero de 2012 fue detenido sin que exista mandato judicial alguno, siendo conducido de manera intempestiva a la carceleta del Poder Judicial, tomando conocimiento en dicho momento, por versión de los efectivos policiales, que se encontraba detenido por el mandato contenido en la disposición judicial de fecha 3 de junio de 2011, resolución que nunca le fue notificada a su domicilio, lo que ha afectado su derecho de defensa. El recurrente refiere, en su escrito ampliatorio, que el favorecido fue condenado por el delito de libramiento indebido a dos años de pena privativa de la libertad, suspendida en su ejecución por el mismo tiempo. Señala que la revocatoria de la suspensión de la pena fue producto de la emisión de la Resolución de fecha 3 de junio de 2011, pero que su detención efectiva se produjo el 16 de febrero de 2013; es decir, la detención del beneficiario se ejecutó cuando ya había cumplido la pena. Aduce que el favorecido ya ha cumplido su pena, por lo que la orden de detención es arbitraria. Añade que no existe ninguna causal que interrumpa el plazo de rehabilitación, puesto que la pena ya ha sido cumplida en exceso. Realizada la investigación sumaria el Juez emplazado, señor Vía Castillo, sostiene que el actor no ha cumplido la pena, puesto que el sentenciado en realidad no cumplió su pena suspendida conforme a las reglas de conducta impuesta, razón por la cual se le revocó la condicionalidad de la pena, habiéndose ejecutado dicha revocatoria recién cuando se detuvo al favorecido. El Octavo Juzgado de Investigación Preparatoria de Trujillo de la Corte Superior de Justicia de La Libertad declara infundada la demanda, considerando que la resolución que revoca al recurrente el periodo de prueba se encuentra arreglada a ley, habiendo sido expedida con observancia del debido proceso. La Sala Superior revisora confirma la resolución apelada considerando que aún no se cumple de manera efectiva la pena que se le aplicó. El recurrente interpone recurso de agravio constitucional reproduciendo los argumentos de su demanda. FUNDAMENTOS 1. Delimitación del petitorio La presente demanda está dirigida a denunciar que: i) el favorecido fue detenido sin que conociera las razones de la detención; y que ii) la pena impuesta ha sido cumplido en exceso, afectándosele así sus derechos de defensa y a la libertad individual. La libertad personal es un derecho subjetivo, reconocido en el inciso 24) del artículo 2.° de la Constitución Política del Estado y, al mismo tiempo, es uno de los valores fundamentales de nuestro Estado Constitucional de Derecho, por cuanto fundamenta diversos derechos constitucionales, a la vez que justifica la propia organización constitucional. En cuanto derecho subjetivo garantiza que no se afecte indebidamente la libertad física de las personas, esto es, su libertad locomotora, ya sea mediante detenciones, internamientos o condenas arbitrarias. Los alcances de la garantía dispensada a esta libertad son oponibles frente a cualquier supuesto de privación de la libertad locomotora, independientemente de su origen, autoridad o persona que la haya efectuado. En el caso de autos el actor cuestiona que el favorecido haya sido detenido cuando ya se había cumplido la pena impuesta, encontrándose rehabilitado. Al respecto se observa, a fojas 30, que el recurrente fue condenado por el delito de libramiento indebido a dos años de pena privativa de libertad, suspendida en su ejecución por igual término, bajo determinadas reglas de conducta. Posteriormente, por pedido del representante del Ministerio Público, se programó la audiencia de revocatoria, pedido que fue plenamente conocido por el favorecido, quien solicitó que se difiera la fecha de audiencia (fojas 62). Del Acta de Audiencia de Revocatoria (fojas 69) se aprecia que se declaró fundado el requerimiento del fiscal, encontrándose presente el abogado del beneficiario. En razón de dicha revocatoria –respecto de la cual no se aprecia apelación alguna– se cursaron órdenes de captura, conforme se aprecia de fojas 70 en adelante. Es en virtud de dichas órdenes que se detuvo al favorecido el 17 de febrero de 2013, de modo que no puede argumentar que al momento de su detención ya se había ejecutado la pena, puesto que la revocatoria de la suspensión de la pena se dio con fecha 3 de julio de 2011, cuando todavía no se había ejecutado la pena, razón por la que, al haber sido detenido recién con fecha 17 de febrero de 2013, debe computarse el tiempo que falta para que cumpla la pena impuesta. Por lo expuesto, la demanda debe ser desestimada al no haberse acreditado la afectación de los derechos del beneficiario. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú HA RESUELTO 1. Declarar IMPROCEDENTE la demanda respecto del extremo expresado en el fundamento 2 de la presente sentencia. 2. Declarar INFUNDADA la demanda respecto de la afectación del derecho a la libertad individual. Publíquese y notifíquese. SS. URVIOLA HANI MESÍA RAMÍREZ ETO CRUZ W-1133424-13