CRISIS DE LA MONARQUÍA BORBÓNICA. GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Y LOS COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL. LA CONSTITUCIÓN DE 1812. I.- INTRODUCCIÓN El cambio del siglo XVIII al siglo XIX viene marcado por el derrumbamiento del Antiguo Régimen. En España este derrumbamiento se gesta durante el reinado de Carlos IV y tiene su punto culminante durante la guerra de la Independencia, provocada por la influencia ideológica de la R.F y por la debilidad y desprestigio de la monarquía española. ABSOLUTISMO LIBERALISMO Poder absoluto del monarca Separación de poderes Religión Razón Economía de subsistencia Libertad económica. Liberalismo económico Privilegios de la nobleza y el clero Todos iguales ante la ley La Revolución Francesa marcó el final del Antiguo Régimen y el inicio de una nueva etapa histórica, la EDAD CONTEMPORÁNEA. En España coincide con el reinado de Carlos IV que trató de evitar el contagio revolucionario, poniendo fin al programa de reformas llevadas a cabo por su padre, Carlos III, y, volviendo a un absolutismo más tradicional. Sin embargo, fue incapaz de evitar la invasión napoleónica, que sumió a España en la Guerra de la Independencia (1808-1814), se imponía a José I Bonaparte como nuevo rey. Paralelamente, los liberales españoles, herederos de la ideología revolucionaria francesa, se organizaron políticamente contra la ocupación y constituyeron las Cortes de Cádiz que elaboraron la primera constitución española, en 1812. La descomposición del Antiguo Régimen y la llegada de un “nuevo Régimen” basado en el liberalismo, se producirá de forma lenta y discontinua a lo largo del reinado de FERNANDO VII (1814-1833), en el que se producen avances hacia el liberalismo, como el Trienio Liberal, con retrocesos hacia una monarquía absolutista como ocurrió durante la década ominosa. Paralelamente, las colonias americanas, ante la debilidad política española y la difusión de las nuevas ideas liberales, aprovecharon la ocasión para iniciar su emancipación. España perderá durante el reinado de Fernando VII la mayor parte de sus colonias americanas y asistirá a lo largo del siglo XIX a la liquidación definitiva de su imperio colonial, que termina en 1898 con la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. II.- CRISIS DE LA MONARQUÍA BORBÓNICA El reinado de Carlos IV, hijo de Carlos III, supuso el inicio de la crisis del Antiguo Régimen. Al comienzo de su reinado, al menos en teoría, la situación del país no era tan mala. El reinado de Carlos III terminó sin conseguir sus dos objetivos principales: la modernización y el engrandecimiento de España. Carlos IV aportó muy poco a la monarquía, ya que estaba muy poco preparado para el trono y le interesaban más la caza, la carpintería.. que los asuntos de Estado. De hecho su reinado fue dirigido por su mujer, Mª Luisa de Parma y por Godoy, su primer ministro. Fue proclamado monarca en diciembre de 1788. Su nombre completo fue: Carlos Antonio Pascual Francisco Javiar Juan Nepomuceno Jose Januario Serafín Diego. En su reinado se vio superado por los acontecimientos ocurridos en el pais vecino: Francia, la Revolución Francesa y más tarde la llegada de Napoleón. En principio mantuvo como primer ministro a Floridablanca. Parecía que su gobierno iba a continuar con las políticas reformistas de su padre. De hecho las medidas reformistas no se hacen esperar. Se limita el precio del pan, se restringe la acuulación de los bienes de manos muertas, incluso el monarca tomó la decisión de eliminar la 'ley sálica', medida que fue aprobada en Cortes, pero que luego el monarca, por la sucesión de hechos, no llegó a promulgar. Pero un hecho, que va a cambiar la historia e influye decisivamente en el gobierno de Floridablanca: la Revolución Francesa. Cuantas más noticias llegan de Francia, mayor es el nerviosismo en la Corte española. Se cierran las Cortes, se controlan las fronteras, se suspenden los Pactos de Familia y se apoya diplomáticamente a Luis XVI. Que las ideas revolucionarias no llegarán a España llegó a ser una obsesión. El reformismo acaba, comienza el conservadurismo. Ilustrados importantes como Jovellanos fue desterrado. Floridablanca fue demasiado beligerante desde el punto de vista de Carlos IV y las ideas revolucionarias llegan a España. Esto hace que salga del gobierno en 1792 Le sustituirá el conde de Aranda, a principios de 1792, quien suavizará la postura oficial española frente a la Francia revolucionaria. Esto irrita a Carlos IV, sobre todo, tras el derrocamiento de Luis XVI y el apresamiento de la familia real francesa. El monarca francés fue encarcelado y se proclamó la I República francesa. Ante estos hechos Carlos IV destituye al conde de Aranda en noviembre de 1792. Es el momento de que Godoy llegue al poder. De hecho, su ascenso es algo muy rápido, y pasa de ser un guardia de corps (guardia real encargada de la protección del monarca) a ser el valido de Carlos IV. Fue un hombre de pensamiento ilustrado, de hecho, impulsó medidas reformistas, como la desamortización de los bienes de las casa de misericordia y hospicios regentados por la Iglesia. Su gobierno también estuvo directamente influido por lo ocurrido en el país vecino. Sus primeras actuaciones fueron encaminadas a salvar la vida de Luis XVI. Hecho que no se consiguió y Luis XVI fue decapitado en enero de 1793. Este hecho hizo que España participase, junto con las demás potencias europeas, en la guerra de la Convención (guerra del Rosellón), todas unidas contra la Francia revolucionaria. En esta guerra España ocupa el Rosellón. Francia responde ocupando plazas españolas, tanto en el Pais Vasco, como en Cataluña. En 1795 se firma la paz de Basilea. Francia le devuelve a España las plazas ocupadas, a cambio de la isla de santo Domingo. Este hecho hace que Carlos IV le otorgue el título de 'Príncipe de la Paz' De nuevo Francia y España comienzan a entenderse. En 1796 Godoy firma con Francia el Tratado de san Ildefonso, España se vuelve a convertir en la aliada de España. Ambas van a ir de nuevo unidas frente a Gran Bretaña, enemiga tradicional de la Francia revolucionaria y enemiga tradicional de España por el control del comercio con América y la hegemonía marítima. Esta nueva situación nos trae de nuevo el participar en más guerras contra Gran Bretaña y junto con Francia. En 1797 la escuadra española es derrotada en Portugal en el cabo san Vicente. En América los ingleses ocupan la isla de Trinidad. Estos hechos hacen que Godoy deje el gobierno en 1798. De 1798 a 1800 Francisco Saavedra y Mariano Luis de Urquijo serán los secretarios de Estado de Carlos IV. En 1800 Napoléon llega al poder y le interesa mucho que España siga siendo la aliada de Francia. Presiona a Carlos IV para que Godoy vuelva al gobierno. De esta forma Godoy vuelve. Napoleón necesita a España para luchar contra los ingleses, sus enemigos más férreos en Europa. En 1801 Francia y España firman el Convenio de Aranjuez. A partir de este momento la escuadra española está a disposición de Napoleón. Esto, de nuevo, va a implicar más guerras contra Gran Bretaña. España le va a declarar la guerra a Portugal (1801), la guerra de las Naranjas. Es de las pocas batallas que España ganará. Portugal se compromete a impedir que los buques británicos en sus puertos. En 1805, la coalición formada por Gran Bretaña, Austria, Rusia, Nápoles y Suecia se enfrentan a Francia para derrocar a Napoleón. España participa en la guerra. En la batalla de Trafalgar la escuadra franco- española es derrotada, la armada española es aniquilada por Gran Bretaña. . Ante esta derrota marítima, Napoleón el intenta el bloqueo continental. España y Francia se vuelven a unir en el tratado de Fontainebleau (1807). Por este tratado, Francia y España se reparten Portugal, incluso el propio Godoy se queda para él una parte (se suponía que iba a ser nombrado príncipe del Algarve). Por este tratado se le permite a las tropas francesas el paso por España para llegar a Portugal. Pronto se verá que las tropas francesas no estarán en España, solo, de paso. Esta sucesión de guerras hará que la Hacienda del país se resienta. El gobierno se ve incapaz de solucionar este problema. El miedo a una revolución le impedía tomar las medidas necesarias, que pasaban por eliminar privilegios de la nobleza y el clero. Junto a esto, la presencia de las tropas francesas en España aumentó la oposición hacia Godoy, enfrentado a los más conservadores por su política reformistas y entreguista hacia Napoleón. Resumiendo, son muchos los problemas a los que Carlos IV se tiene que enfrentar durante su reinado: ● Las crisis de subsistencia producidas por la escasez de cereales, hace reaparecer las hambrunas y con ellas el malestar social y los motines. ● ● ● ● Nuevas epidemias, como la fiebre amarilla y el cólera que inciden en una población débil por el hambre. Las constantes guerras y la alianza de España con Francia, que hicieron del país un estado supeditado a los intereses franceses. La bancarrota del estado, provocada por las continuas guerras. La deuda pública llegó a ser diez veces más que los ingresos del Estado. Para solucionarlo se recurrió a la subida de impuestos y a la desamortización, por primera vez, de los bienes sociales de la Iglesia, fueron vendidos en subasta pública, aunque no sirvió para mejorar la situación de la Hacienda Real. La crisis política, que se debe al enorme descontento de algunos sectores privilegiados contra Carlos IV por haber nombrado valido a Godoy. Estos sectores creían que la solución de todos los problemas pasaban por la eliminación de Godoy, la abdicación de Carlos IV y el entronización de su hijo Fernando, Príncipe de Asturias, que participó en varias conspiraciones contra su padre. A finales de 1807, se produce la Conjura del Escorial, una conspiración encabezada por Fernando, Príncipe de Asturias, que pretendía la destitución de Godoy y el destronamiento de Carlos IV. Pero esta conspiración no prosperó, entre otras cosas porque Fernando delató a sus colaboradores. La situación cada vez era más complicada y los siguientes hechos ocurridos los vamos a estudiar en los antecedentes o causas de la Guerra de la Independencia. II. GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (12808 - 1814) La guerra es una respuesta “nacional” a la invasión francesa, y tiene tanto un carácter interno como internacional: - Carácter interno, por la crisis del reinado de Carlos IV que desembocó en la presencia francesa en España y en el alzamiento militar del pueblo contra el dominio francés. - Carácter internacional, pues España formaba parte del proyecto hegemónico de Napoleón, al que se oponían otras potencias como Inglaterra. Y también fue la guerra un proceso revolucionario, ya que las juntas de defensa se negaron a obedecer y asumieron la soberanía del país, lo que llevará a la convocatoria de las Cortes de Cádiz y a elaborar una Constitución. ● II.1.- Causas de la Guerra de la Independencia Motín de Aranjuez El motín de Aranjuez La conspiración de marzo de 1808 marcó el fin del reinado de Carlos IV. Godoy, tras la firma del TRATADO DE FONTAINEBLEAU en 1807 (se autorizaba a las tropas napoleónicas la entrada en España para conquistar Portugal, aliado de Gran Bretaña, a cambio del posterior reparto de su territorio entre ambos países), desconfiaba de las intenciones de Napoleón, por lo que planeó trasladar a los reyes a Andalucía y después, probablemente, a América. Cuando el pueblo conoció la noticia, estalló un motín en Aranjuez, localidad en la que se encontraban el monarca y el valido. Éste fue encarcelado y Carlos IV se vio obligado a abdicar en su hijo Fernando, cuyos partidarios habían organizado y financiado la revuelta. El que un monarca legítimo fuera derrocado por una revuelta popular (inducida por su propio hijo) era un hecho sin precedentes en la historia de España y puso de manifiesto el grado de descomposición política a la que había llegado la monarquía española. Las renuncias de Bayona L Inmediatamente Fernando VII ratificó el pacto con Francia, cuyas tropas entraban en Madrid al mando del mariscal MURAT, a quien Napoleón había nombrado jefe de un ejército de cien mil soldados que ocupó los lugares estratégicos en España. Sin embargo, Napoleón cambió de planes y decidió ocupar toda España y convertirla en un estado satélite de Francia, poniendo al frente de ella a algún miembro de su propia familia, como ya había hecho en otros lugares en Europa. Para ello, debía retener a la familia real, por eso, atrajo a Carlos IV y a Fernando VII, junto con Godoy (al que había liberado para tenerle bajo su control) a Bayona, población francesa en la frontera con España. Una vez allí logró que Fernando VII devolviera la corona a Carlos IV y éste, a su vez, abdicaba en Napoleón, que designaba rey a su hermano JOSÉ BONAPARTE (José I, conocido como el rey intruso). La abdicación de Carlos IV y Fernando VII se conocen como LAS RENUNCIAS DE BAYONA DE 1808 y se produjeron sin demasiadas dificultades. El levantamiento del 2 de Mayo de 1808 Ante la noticia de que la familia real estaba retenida en Bayona y que Francia invadía España, estalló en Madrid un motín popular contra las tropas francesas, que habían ocupado la ciudad y se habían convertido en el auténtico poder político. El pueblo de Madrid combatió espontáneamente contra los franceses en la Puerta del Sol. Las tropas españolas se unieron a la sublevación. La represión napoleónica fue muy dura y fusilaron a muchos madrileños en las afueras de la ciudad. La noticia de estos acontecimientos se extendió por todo el país y desembocó en un levantamiento general: HABÍA ESTALLADO LA INDEPENDENCIA GUERRA DE LA II.2. Bandos enfrentados Algunos sectores ilustrados veían a las tropas francesas como los difusores de las ideas ilustradas. Esto hizo que hubiera dos bandos bien diferenciados. ● ● Los AFRANCESADOS: eran las elites intelectuales, políticas y sociales, que colaboraron con los franceses ya que buscaban evitar el conflicto abierto con ellos. También hubo entre ellos un gran número de ilustrados, que veían en Napoleón al heredero de los ideales de la Revolución Francesa. Durante muchos años, los historiadores españoles les han considerado malditos. Los NO COLABORACIONISTAS: fueron la gran mayoría de españoles que se opusieron a la dominación política francesa y se levantaron en armas, lucharon no solo contra las tropas y las autoridades francesas, sino también contra los afrancesados españoles, a los que tildaban de colaboracionistas. A este bando se unieron también numerosos nobles y eclesiásticos partidarios de la legitimidad de los Borbones y políticos ilustrados, auténticos patriotas, como Jovellanos . II.2. Etapas de la Guerra Primera etapa, los primeros éxitos españoles. (mayo-octubre de 1808) El ejército francés fue incapaz de dominar la Península Ibérica. Inicialmente el ejército napoleónico ocupó todo el Norte, las dos mesetas y gran parte del Levante hasta Valencia, aunque numerosas ciudades, como Zaragoza y Gerona, resistieron y fueron sitiadas. Sin embargo, las tropas francesas que invadían Andalucía fueron derrotadas en la Batalla de Bailén por un improvisado ejército español. Simultáneamente, Inglaterra derrotaba a los franceses que ocupaban Portugal. El ejército francés tuvo que replegarse hacia el País Vasco, a la orilla norte del Ebro, trasladándose el gobierno de José I de Madrid a Vitoria. Segunda etapa: la hegemonía del ejército napoleónico. (1808 – 1812). Tras la derrota de Bailén, Napoleón entró personalmente en España al mando de sus tropas, más de 150.000 hombres formaban los ejércitos de Napoleón. Así logró expulsar a los ingleses de Galicia, derrotó al ejército español y ocupó parte de la P.I, restableciendo en Madrid a su hermano en el trono. Zaragoza y Gerona cayeron en manos francesas tras una larga resistencia (1809). Más tarde los ejércitos franceses entraron en Portugal y Andalucia, aunque no pudieron tomar Lisboa y Cádiz, que se van a convertir en los dos focos de resistencia fundamentales de la Península. Durante esta etapa el fenómeno de la guerrilla fue tomando importancia. Las guerrillas estaban formadas por cuadrillas improvisadas de oficiales y soldados huidos del ejército, bandoleros, aventureros...clérigos... que continuamente hostigaban al ejército francés y boicoteaban sus líneas de comunicación, a la vez que atacaban con una gran rapidez. La actuación de la guerrilla obligó a Napoléon a dedicar más recursos económicos y militares a la guerra de España, en vez de dedicarlos a las guerras en Europa. Etapa final: retirada progresiva del ejército napoleónico y fin de la guerra. (1812 – 1814) España ayudada por ingleses y portugueses formó un gran ejército dirigido por el duque de Welington. Se consiguió derrotar a los franceses, entre otras cosas, porque su número era ya menor, ya que Napoleón estaba muy centrado en su campaña de Rusia. La batalla más importante fue la de Arapiles (Salamanca en 1812). A partir de este momento el signo de la guerra cambió. En 1813 las tropas francesas fueron derrotadas y expulsadas de España, aunque quedaron algunas en Cataluña hasta 1814. Con la firma del Tratado de Valençay (diciembre de 1813), Napoleón reconocía a Fernando VII como rey de España. II.3. Modelos políticos durante la guerra Durante la Guerra convivieron al mismo tiempo dos modelos políticos diferentes: - El modelo reformista francés de José Bonaparte - El modelo liberal español, que impulsó la creación de las Cortes de Cádiz. Fue una auténtica revolución política ya que suponía la eliminación del absolutismo y la introducción de los principios del liberalismo. El modelo de José Bonaparte: la Monarquía autoritaria e ilustrada. La población se resistió a aceptar su autoridad, mientras Napoleón le desautorizaba, intervieniendo continuamente en el gobierno de España. Su reinado se caracterizó por tres aspectos: Napoleón impuso el Estatuto de Bayona. Imitó el modelo de despotismo ilustrado de los Borbones. Buscó su apoyo político en los afrancesados. ● Napoleón impuso el Estatuto de Bayona Era una carta otorgada que hizo aprobar a un centenar de nobles, eclesiásticos y militares que reunió en Bayona en 1808. Una carta otorgada es un documento elaborado por el rey, en él concede algunas libertades y derechos al pueblo, pero sin la participación del éste en su elaboración. Con ella pretendía dar una imagen de modernidad y de legalidad a la nueva monarquía, recogiendo algunas ideas esenciales como: - El sistema político era una monarquía autoritaria en la que el rey tenía un amplio poder legislativo. - Se creaba un parlamento muy limitado en sus atribuciones. Era bicameral con un Senado y unas Cortes, elegidas por sufragio censitario muy restringido. - Se suprimían los privilegios y se concedían algunos derechos individuales, igualdad de impuestos para todos.... para acabar poco a poco con el Antiguo Régimen. - La única religión oficial era el catolicismo. El modelo político nacional: el liberalismo Fue una auténtica revolución política. Mientras las instituciones borbónicas y las autoridades, como la Junta de Gobierno, el Consejo de Castilla, las audiencias, las capitanías... aceptaban las abdicaciones de Bayona y colaboraban con José I, la mayoría del país las rechazó y formó sus propios órganos de gobierno basados en el liberalismo: las Juntas (1808 - 1810) Las Juntas fueron instituciones de gobierno que surgieron espontáneamente y estuvieron compuestas por ciudadanos destacados de la nobleza, el clero y la burguesía. Asumen la soberanía nacional al no haber un gobierno legítimo. Se hacen cargo del gobierno y organizan la lucha contra los franceses. Es un acto revolucionario porque asumen la soberanía nacional. En una primera fase se crean por aclamación popular, las Juntas de defensa locales. Las juntas de defensa locales formaron las juntas provinciales. Las provinciales eligieron la Junta Suprema Central, que se convirtió en el gobierno de la resistencia. . A pesar de todo, las Juntas, acabaron siendo rechazadas por los que se oponían al Antiguo Régimen y por los que lo defendían. Por este motivo, sus miembros renunciaron a sus poderes cediéndolos a una regencia. A la vez anunciaron la convocatoria a Cortes que debía llevar a cabo la reforma política. Juntas de defensa locales Juntas provinciales Junta Suprema Central Las Juntas Se rechaza la actitud reformista francesa, plasmada en el 'Estatuto de Bayona'. La resistencia española intenta transformar el país según las ideas revolucionarias de la burguesía liberal. La guerra ofrece la coyuntura apropiada para las innovaciones por: El protagonismo del pueblo. Gobierno espontáneo de las Juntas ante El vacío de poder por: - No aceptación de los Bonaparte - Ausencia de los Reyes Descrédito de la Junta de Gobierno dejada por Fernando VII, y el Consejo de Castilla, colaborador con los franceses. Esto hace que surjan las Juntas Provinciales. - Basan su autoridad en la legitimidad popular. - Dirigen la guerra contra Napoleón. Se forman primero en Asturias y Sevilla, en Aranjuez todas se unificarán en la Junta Suprema Central, que presidirá Floridablanca. La Junta Suprema Central asume: La soberanía nacional. La convocatoria de Cortes. Se disuelven en 1810, en enero. Antes inicia un proceso de convocatoria de Cortes. Mientras se reúnen las Cortes se mantiene una regencia de 5 miembros y se organiza una consulta al país, a través de las Juntas Provinciales, sobre las reformas que las Cortes tendrían que hacer. II.4. Consecuencias de la Guerra Fueron muy numerosas, y algunas de ellas trágicas. 1ª.- Las pérdidas fueron enormes, tanto humanas (unos 250.000 muertos, exilio de afrancesados) como económicas (daños en agricultura y ganadería, destrucciones….). 2ª Significó la primera acción revolucionaria en la España contemporánea en la lucha por la soberanía nacional, de la que las juntas de defensa, la Junta Suprema y las posteriores Cortes de Cádiz se hicieron herederas. 3ª.- Bajo el reinado de José I, tuvo lugar el primer proyecto reformista en la España contemporánea, aunque sin gran trascendencia, como ya se ha indicado. 4ª.- Supuso la crisis del Antiguo Régimen y la implantación del ideario liberal y revolucionario, lo que se materializó en la formación de las Cortes de Cádiz y posterior redacción de la Constitución de 1812. 5ª.- Por último, debilitó el peso internacional de España y favoreció la independencia de las colonias americanas, que se habían sublevado aprovechando el vacío de poder existente en la metrópoli. III. LOS COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL: LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812 El Consejo de Regencia sustituyo a la Junta Suprema Central y estuvo formado por 5 miembros: el general Casaños, Antonio de Escaño, Francisco Saavedra, don Pedro de Quevedo y Quintano y don Esteban Fernandez de León. Aunque intentaron paralizar la convocatoria de las Cortes, éstas finalmente fueron convocadas. Mientras se realizaba la convocatoria de las Cortes, los franceses invadieron Andalucía, excepto Cádiz, que se convirtió en el lugar de reunión a partir de septiembre de 1810. La guerra dificultó la elección y desplazamiento de muchos diputados provinciales, por lo que se designaron suplentes entre los residentes en Cádiz, tanto para los diputados de la península como para los americanos. Finalmente unos 300 diputados se reunieron en la ciudad sitiada. En la primera sesión de las Cortes (24 de septiembre de 1810), éstas se proclaman depositarias de la soberanía nacional y se convierten en unas Cortes Constituyentes (cámara única legislativa, con voto por individuo, cuya finalidad es elaborar una Constitución). La Regencia acabó dimitiendo ante las Cortes. III.1. Las Cortes de Cádiz: composición e ideología Estuvieron VIGENTES ENTRE 1810 Y 1813. Tras la retirada progresiva de las tropas francesas, se trasladaron a Madrid y siguieron funcionando hasta la vuelta de Fernando VII que decretó su disolución (1814). Composición e ideología: los partidos políticos, tal y como los entendemos hoy día, no existían en las Cortes de Cádiz, aunque si es posible distinguir tres ideologías: Los liberales: llamados revolucionarios: eran partidarios de emprender cambios radicales. Defendían la creación de una cámara única, depositaria de la soberanía nacional, que elaborase una Constitución, al modo de la Asamblea Nacional Constituyente de Francia. Fueron los auténticos triunfadores, ya que consiguieron imponer sus criterios. Los reformistas o jovellanistas: eran ilustrados, partidarios de una monarquía al estilo del Parlamentarismo inglés: se pactaría con el rey (que conservaría un enorme poder). Reformas pero respetando el A.R.Se crearían unas Cortes estamentales, con dos cámaras, una de las cuales representaría a los privilegiados. A pesar de que fueron derrotados en Cádiz, su ideología fue la que se impuso en la España del siglo XIX y en la mayoría de las constituciones que se llevaron a cabo. Los absolutistas: defensores al la soberanía real de origen divino y contrarios a cualquier reforma. Las Cortes son convocados con un sistema de sufragio universal, pero en vez de ser directo, es un sufragio universal a dos niveles, es decir: Los ciudadanos eligen a los compromisarios. Los compromisarios a los diputados. Cuando se reúnen el 24 de septiembre de 1810 sólo se presentan 95 diputados de los 240 previstos, muchos no pudieron llegar por la ocupación francesa. De los 95, tan solo, 42 eran titulares elegidos. Fundamentalmente eran personas de la periferia. Hubo una gran presencia de clérigos, un 40% del total. Los aristócratas eran muy pocos. La burguesía está muy presente. Entre las principales actuaciones de las Cortes de Cádiz destacamos: Las Cortes se declaran depositarias de la soberanía nacional, y entendieron como nación, al conjunto de ciudadanos libres, iguales en derechos y ante la ley. Plantearon acabar con el Antiguo Régimen, suprimir el régimen señorial, los privilegios estamentales y elaborar una Constitución, la de 1812, que será la verdadera primera Constitución de nuestro país. Impulsaron la creación de un nuevo sistema económico basado en los principios del liberalismo. Para ello, las Cortes realizaron una importante labor legislativa que se concretó en: a) Supresión de los bienes de manos muertas y posibilidad de desamortización de los bienes de la Iglesia. b) Abolición de los gremios y de los derechos señoriales y aprobación del libre establecimiento de industrias. c) Libertad de comercio y supresión de la Mesta, que desde siglos anteriores venía favoreciendo a la ganadería. III.2. La Constitución de 1812 El principal objetivo de las Cortes fue la elaboración de una Constitución, la primera Constitución española. Se promulgó el 19 de marzo de 1812 y es la más extensa de todas nuestras constituciones. En ella se recogen los principios básicos del liberalismo: ● Soberanía nacional ● División de poderes ● Sufragio ● Derecho de propiedad Se convertirá en el modelo del liberalismo progresista español durante gran parte del siglo XIX. Es técnicamente perfecta, pero inadecuada para las condiciones del pueblo español a principios del siglo XIX, de ahí su fracaso. Los principios fundamentales de la Constitución ● Sistema político: Monarquía parlamentaria, en la que la SOBERANÍA NACIONAL limita el poder del rey. La corona, hereditaria según el orden sucesorio tradicional, tiene limitadas sus competencias y el rey no tiene capacidad para disolver las Cortes. Éstas elaboran las leyes, que son sancionadas por el rey, reservándole la Constitución la capacidad de veto durante dos legislaturas. División de poderes: El poder legislativo unicameral lo tenía las Cortes que eran sobre las que estaba depositada la soberanía nacional. Se elegían por sufragio universal masculino indirecto, es decir, los varones mayores de edad (25 años) no elegían directamente a los diputados, sino que elegían a unos representantes, que se encargaban de la elección. Estos representantes tenían que tener un nivel mínimo de rentas. Las mujeres no votaban. Poder ejecutivo: lo tiene el rey, inviolable pero con importantes limitaciones. Nombra a los ministros pero éstos deben ser aceptados por las Cortes Poder judicial: lo tienen los tribunales de justicia, con un código de leyes común para todos. Derechos individuales: se reconoce la libertad, la propiedad, la igualdad jurídica y fisca l. Se crea la milicia nacional: un cuerpo armado de carácter civil, independiente del ejército, encargado de defender a la nación. Esta institución jugará un papel decisivo en la vida española como brazo armado del liberalismo progresista . La religión católica se establece de forma tajante como religión oficial y única de la nación española. Se ordena la prohibición de cualquier otra. El peso específico de la Iglesia se encuentra ya en el preámbulo de la Constitución, en el que se enuncia: “En el nombre de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, autor y supremo legislador de la . sociedad” Educación: Todos los ayuntamientos debían crear escuelas de primeras letras. La administración local recae en los ayuntamientos, elegidos por sufragio universal masculino e indirecto. La nación está formada por los ciudadanos libres de los dos lados del Atlántico. Repercusión de la Constitución ● ● La Constitución tuvo una gran repercusión en otros países europeos, donde los iberales la adoptarán como modelo a seguir en los próximos años, pues representaba a un tiempo la ideología liberal y el sentimiento nacionalista que se despertaba en algunos pueblos europeos. También tuvo gran trascendencia para España pues significó una revolución que desmanteló el Antiguo Régimen y alumbró un sistema político liberal. No obstante, su vigencia temporal efectiva fue reducida, pues terminada la Guerra de Independencia regresó al país Fernando VII, quien ante la debilidad de los apoyos con que contabanlos liberales, y el respaldo de los sectores absolutistas, disolvió las Cortes, derogó la Constitución y la labor legislativa de las Cortes. Los liberales serán entonces perseguidos, dando comienzo a una represión absolutista, que marcó el reinado de Fernando VII (1814-1833). IV. REINADO DE FERNANDO VII La desaparición de Napoleón, supuso el inicio en toda Europa de la Restauración, la vuelta al absolutismo y a las monarquías legítimas. La vuelta a la situación anterior a la Revolución Francesa. En España se produjo el retorno de Fernando VII y la anulación de las reformas liberales y de los principios revolucionarios emanados de las Cortes de Cádiz. Sin embargo, al absolutismo impuesto por Fernando VII se opusieron liberales, que accedieron al poder durante tres años (Trienio Liberal, 1820-1823), de ahí que podamos distinguir a lo largo del reinado TRES ETAPAS Sexenio Absolutista (1814- 1820) El regreso al poder de Fernando VII y el golpe de estado (1814) ● ● Cuando Fernando VII regresa a España, las Cortes le dieron instrucciones para que se dirigiera directamente a Madrid para jurar la Constitución. Pero hizo caso omiso y se dirigió a Aragón ante la aclamación popular y el apoyo de los altos oficiales del ejército y los diputados absolutistas de las Cortes, que hicieron público el Manifiesto de los persas, que entregaron al rey. A su llegada a Valencia, se pidió el fin del proceso liberal y el restablecimiento del absolutismo Este manifiesto sirvió de justificación a Fernando VII para dar un golpe de Estado. Mediante un decreto se anularon todas las medidas dadas por las Cortes y la Constitución de 1812. Se disolvieron las Cortes y se detuvo a los políticos liberales. La restauración del absolutismo se puso en marcha. Lo primero que hizo fue restablecer las instituciones del Antiguo Régimen que existían en 1808 y la sociedad estamental: devolvió las tierras desamortizadas a las órdenes religiosas, restauró los gremios y los señoríos jurisdiccionales. Problemas a los que tuvo que hacer frente Pésima situación económica: como consecuencia de la guerra el país se hallaba destrozado, la agricultura destrozada, el comercio colonial hundido, las comunicaciones inservibles y las arcas vacías. Las revueltas populares se extienden mientras aumenta la represión política. Inestabilidad en el gobierno: los ministros eran relevados continuamente debido, en gran parte, a la enorme influencia de la camarilla personal del monarca. La deuda del Estado: era un problema antiguo pero se agravó con los gastos ocasionados por la Guerra y la emancipación de los territorios americanos, que obligaba al continuo envío de tropas a las colonias para sofocar las rebeliones. El malestar en el ejército: especialmente de los guerrilleros, relegados a puestos de escasa relevancia. Se quejaban del retraso en las pagas, las míseras condiciones de vida en los cuarteles y, sobre todo, el envío de tropas a América. Conspiraciones liberales: fueron continuas durante esos años, alimentadas por las sociedades secretas (como la masonería) y el ejército, que promovía pronunciamientos militares (cada año hubo como mínimo un pronunciamiento), aunque fueron fallidos hasta 1820. Final de la etapa En enero de 1820 Fernando VII tiene que enfrentarse al pronunciamiento de parte del ejército. Fue una sublevación del comandante RAFAEL RIEGO y sus tropas, el 1 de enero de 1820 en Cabezas de San Juan (Sevilla), proclamando la vigencia de la Constitución de 1812 y negándose a embarcar con destino a Buenos Aires para sofocar las rebeliones independentistas que habían estallado en sueldo americano, si no se les pagaba su sueldo. Aunque no consiguió el apoyo de toda Andalucía, la sublevación se extendió por muchas ciudades españolas y Fernando VII, abandonado por sus tropas leales, tuvo que firmar un decreto en el que prometía jurar la Constitución de 1812. Se iniciaba el Trienio Liberal: el pronunciamiento había triunfado. Trienio liberal (1820 - 1823) Durante los tres años que dura esta etapa, España se transforma en una monarquía constitucional, con Fernando VII como rey constitucional y las Cortes como depositarias de la soberanía nacional, aunque el rey siempre se opuso a su papel constitucional, apoyándose en la nobleza y el clero partidarios del absolutismo. Este intento de liberalismo hay que entenderlo, teniendo en cuenta, la corriente revolucionaria que se difunde por Europa. Las revoluciones de 1820 darán lugar a la independencia de Grecia, en España su reflejo fue la llegada del gobierno liberal. Muchas de las reformas aprobadas en las Cortes de Cádiz son puestas en marcha: En el medio rural: se abolió el régimen señorial y jurisdiccional y los mayorazgos En terreno religioso: se suprimió el Tribunal de la Inquisición, se redujo el número de órdenes religiosas y conventos y se desamortizaban sus bienes para ser vendidos por el Estado. En el campo educativo: se aprobó la primera legislación sobre la enseñanza, el llamado Reglamento General de Instrucción Pública Se creó el primer Código Penal En la administración territorial se dividió el Estado en 52 provincias y se eliminaron las aduanas interiores Se constituyó la Milicia Armada para abortar cualquier intento de golpe de estado que pudiera acabar con la Constitución y el régimen liberal. Sin embargo, estas reformas no suponían un cambio profundo del sistema de la propiedad ya que el campesino siguió careciendo de tierra y el país de una base económica sólida. Los liberales se van a dividir en dos facciones, por un lado los progresistas o exaltados y por otro lado, los moderados o doceañistas. Moderados o deceañistas: partidarios de aplicar las medidas aprobadas por las Cortes de Cádiz pero, llegando a un compromiso con los grupos poderosos del Antiguo Régimen: reforzar el poder ejecutivo del rey, limitar las funciones de las Cortes estableciendo un Parlamento bicameral y eliminando el sufragio universal masculino y las medidas más radicales de las Constitución de 1812. Eran mayoría y dominaban las Cortes. Su líder era Martínez de la Rosa. Progresistas y exaltados: querían la destrucción del Antiguo Régimen y la reducción de funciones del rey; defendían la Constitución de 1812 y el sufragio universal masculino. Eran minoritarios y se convertirán en el grupo disconforme y revolucionario. Sus líderes fueron Alcalá Galiano, Riego y Juan Álvarez de Mendizábal Final del Trienio Liberal: los Cien Mil hijos de san Luis Se produjo cuando Fernando VII solicitó secretamente la intervención de la Santa Alianza para acabar con la monarquía constitucional. La Santa Alianza, se creó tras la derrota de Napoleón, para atajar cualquier conato de revolución liberal en cualquier país europeo. La Santa Alianza envió tropas francesas llamadas los Cien Mil Hijos de San Luis para acabar con el Trienio Liberal. El gobierno liberal exaltado, falto de apoyo popular, fue incapaz de hacer frente al avance militar francés y se vio obligado a capitular. Sólo Barcelona resistió más tiempo, dirigida la resistencia por Espoz y Mina, pero terminó rindiéndose en noviembre de ese mismo año. El Trienio Liberal había fracasado y se iniciaba una década de represión contra los liberales: la Década Ominosa (la llamaron así los liberales para denominar a un período funesto y aborrecible para España ). La Década Ominosa (1823 - 1833) La vuelta al absolutismo y la represión • Se restablecieron las instituciones del absolutismo: el mismo día en que Fernando VII fue liberado por los Cien Mil Hijos de San Luis promulgó un decreto por el que anulaba todo lo legislado durante el Trienio Liberal, volviendo al absolutismo y al Antiguo Régimen. •La represión contra los liberales fue durísima y para ello se creó una policía gubernamental muy eficaz. Se suprimieron los periódicos no afines al régimen, se clausuró momentáneamente la Universidad, se ilegalizaron los clubes liberales, se purgaron librerías y bibliotecas, etc. Una de las actuaciones represivas más conocidas fue la ejecución a garrote vil de Mariana Pineda, una joven granadina, acusada de confeccionar una bandera con el lema “Ley, libertad, igualdad”. La mayoría de los liberales tuvieron que exiliarse. • Se depuró la administración y el ejército: 80.000 funcionarios fueron represaliados, especialmente docentes; se condenó a muerte al coronel Riego y al guerrillero el Empecinado, entre otros muchos, y a la cárcel a miles de personas. Las reformas llevadas a cabo Fue imposible seguir gobernando con instituciones del Antiguo Régimen. Por eso el propio Fernando VII impulsó reformas para modernizar la administración: • Se realizaron los primeros Presupuestos generales del Estado, lo que permitió una mayor recaudación, que evitó el colapso económico de un Estado endeudado. • Se creó el Banco Real de San Fernando (1829), heredero del Banco de San Carlos e inmediato precedente del actual Banco de España, y la Bolsa de Madrid (1831) Oposición al gobierno ● La oposición liberal: A pesar de la dura represión que sufrieron, los liberales promovieron pronunciamientos desde la clandestinidad y el exilio. Uno de los más conocidos fue el de la Junta de Londres, que envió al general Torrijos (Ministro de la Guerra en el Trienio Liberal exaltado) a España, desembarcó en las costas malagueñas, procedente de Gibraltar, y murió fusilado junto con sus compañeros (1823). ● La oposición ultraconservadora: los realistas. Fue más peligrosa que la liberal. Esta facción defendía el absolutismo más conservador y la pureza de la religión católica. Consideraban que los ministros más moderados eran traidores y tenían secuestrado al rey. Por eso promovieron continuas sublevaciones contra el gobierno. Conflicto sucesorio Al no tener hijos, el heredero natural al trono era el hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro. Pero la situación cambió al quedar embarazada María Cristina de Borbón Dos Sicilias (sobrina del monarca y su cuarta esposa). Meses antes del parto, Fernando VII derogó la Ley Sálica, norma impuesta por Felipe V que impedía el acceso al trono de las mujeres, mediante la publicación de un decreto denominado la PRAGMÁTICA SANCIÓN (1830), por lo que al nacer la futura Isabel II se convertía en la heredera al trono. En 1832 el rey enfermó gravemente y los sectores realistas más conservadores, consiguieron convencerle para que derogara la Pragmática Sanción, imposibilitando así la coronación de su hija. La reina movilizó a sectores moderados del Gobierno y del ejército y consiguió la nueva puesta en vigor de la Pragmática Sanción. Isabel era la heredera A partir de ese momento, MARÍA CRISTINA se hace cargo del gobierno apoyándose en los liberales más moderados y apartando del poder a los realistas (el propio Carlos María Isidro es enviado forzosamente a Portugal por decisión de su hermano). Cuando en 1833 muere Fernando VII, Isabel II será la reina y María Cristina de Borbón se convierte en reina regente. A partir de este momento se inició una guerra civil, la PRIMERA GUERRA CARLISTA, entre partidarios de Isabel II y los de Carlos María Isidro. Guerras carlistas Isabel II, niña Bandera carlista Carlos María Isidro V. EMANCIPACIÓN DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA VI. CONCLUSIÓN El siglo XIX comienza de forma abrupta para España y con una gran influencia del país vecino. A lo largo de estos años vemos como la relación con Francia va oscilando dependiendo de los intereses de los gobernantes. Esto da pie a un Napoléon ávido de imperio, que ve en España uno de los territorios donde por donde expandirse. Para ello cuenta con la ayuda inestimable de un rey inhabil y de Godoy obnuvilado por el poder El sistema del A.R ha entrado en crisis y se van a poner las bases para su desaparición. Las causas para esto son muy variadas: desde la mala gestión de los monarcas absolutos, que han sido incapaces de resolver problemas endémicos como las crisis de subsistencia, , hasta la difusión de forma masiva de las ideas ilustradas, su triunfo en la Independencia de EE.UU, la revolución francesa... Ideas ilustradas que en nuestro país intentaron silenciarse de todas las formas posibles. Las ideas liberales se han plasmado en nuestra primera Constitución, fruto de las Cortes de Cádiz, que encarna y representan lo más liberal y progresista de nuestro país y que son fruto de la no aceptación del monarca impuesto por Napoleón. Ideas liberales que se enfrentan a esa España rancia y tradicionalista, y que con la vuelta de Fernando VII va, de nuevo, a ostentar el poder. Esta situación es aprovechada por nuestras colonias en América para iniciar el proceso de emancipación. España pierde con ello gran parte de sus ingresos y todo el comercio colonial. Tras la muerte de Fernando VII aparece el problema sucesorio, Isabel su hija y su hermano Carlos Isidro pugnarán por el trono. Mª Cristina de Borbón, será la regente y buscará apoyos para su hija en el sector más moderado de los liberales, lo que dará lugar a que poco a poco el liberalismo se vaya asentando en el país.