Mentiras y falsos datos sustentaron la invasión de EEUU a Iraq Caracas, 10 Sep. AVN (Verónica Morales).- Al cumplirse nueve años de los sucesos del 11 de septiembre del 2001, en que fueron derribadas las Torres Gemelas y atacado el Pentágono por la acción de terroristas, según la versión oficial, la historia posterior de guerras en el Medio Oriente continúa concitando las más variadas reflexiones, principalmente sobre las numerosas investigaciones realizadas desde diferentes enfoques científicos y perspectivas políticas, así como sobre las propias declaraciones de los protagonistas que desencadenaron las invasiones y ocupaciones de otros países. Uno de los gobernantes europeos que más apoyo ofreció al presidente estadounidense George W Bush en su decisión de invadir a Iraq fue el premier británico Tony Blair, quien recientemente fue boicoteado y abucheado por un grupo de ciudadanos en Dublin cuando pretendía presentar su último libro. En el 2002 Blair debió hacer un documento para avalar ante la opinión pùblica su decisión de apoyar a Bush. “Este informe ha sido redactado a partir de múltiples fuentes, incluyendo las notas de los servicios de inteligencia (espionaje), y demuestra que el régimen iraquí está hecho para poseer y conservar armas de destrucción masiva, y que actualmente está empeñado en llevar una campaña de obstrucción hacia y contra los inspectores encargados del armamento de las Naciones Unidas”, declaró el gobernante. Estas fueron parte de las declaraciones de Tony Blair ante el mundo, al momento de presentar, el 24 de septiembre de 2002, el informe investigativo titulado: “Irak: sus infraestructuras de disimulación, de fraude y de intimidación” donde se aseguraba la existencia de armas de destrucción masiva en poder de Saddam Hussein. Blair sostuvo que "los servicios de inteligencia concluyeron que Irak tiene armas químicas y biológicas, que Saddam sigue produciéndolas y que tiene planes de utilizar esas armas, que podrían ser activadas en cuestión de 45 minutos". El 04 de febrero fue distribuido este informe entre los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) compuesto por Rusia, China, Francia, Inglaterra y por supuesto Estados Unidos. Al día siguiente como siguiendo las líneas de un libreto minuciosamente escrito, el secretario de Estado de Estados Unidos, Collin Powell interviene ante el consejo y declara: “Deseo llamar la atención de mis colegas, sobre el informe muy interesante que el Reino Unido a distribuido ayer y que describe con un lujo de detalles, las actividades emprendidas por Irak para engañar” Powell con base en el informe del Reino Unido, solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU atacar a Iraq. Thierry Meyssan analista político francés, fundador y presidente de la Red Voltaire, en su trabajo titulado: “Tony Blair confiesa lo falso del informe británico contra Irak”, señaló "los propios responsables de la comisión investigadora presidencial admiten ahora que no están convencidos en cuanto al informe que ellos mismos firmaron". Prepararon el campo En la declaración del presidente George W. Bush ante las ONU el 07 de febrero de 2003, aseguró que “el régimen nunca ha dado cuentas del gran arsenal de mortíferas armas químicas y biológicas”. Al año siguiente, el 21 de enero de 2004, dando continuidad a la estrategia de desprestigio, falsedad y engaño orquestada desde el Departamento de Estado contra Iraq, Bush afina su campaña de mentiras En esa oportunidad afirmó durante su discurso sobre el Estado de la Nación que “estamos buscando todos los hechos. El Informe Kay ya identificó decenas de programas de acción relacionados con armas de destrucción masiva, así como cantidades significativas de equipo que Irak ocultó a las Naciones Unidas”. “Si no hubiésemos intervenido, los programas de armas de destrucción masiva del dictador continuarían hasta hoy”, sentenció Bush. Por su parte Donald Rumsfeld, secretario de Defensa de EEUU en el gobierno de Bush, durante una conferencia de prensa el 12 de marzo de 2003 aseveró que “dice (Saddan Hussein) que no tiene armas químicas o biológicas, pero nosotros sabemos que continúa ocultando armas químicas y biológicas, moviéndolas a lugares diferentes frecuentemente, cada 12 o 14 horas, y poniéndolas en barrios residenciales”. El responsable por la defensa de la nación más belicista del mundo no titubeó al afirmar que “existe la teoría de que las armas de destrucción masiva pudieron no existir al inicio de la guerra. Supongo que eso es posible, pero improbable”. El 25 de enero de 2004, el primer ministro británico Tony Blair, durante una entrevista con el rotativo The Observer aseguró que “en mi mente no tengo absolutamente ninguna duda de que la información de los servicios de inteligencia era genuina”. Más adelante comentó que “es absurdo decir que cualquier servicio de inteligencia es infalible, pero si me pregunta qué creo, yo creo que la información era correcta, y pienso que al final habrá una explicación”. En tanto David Kay, Jefe de inspectores de armas, en entrevista para la BBC de Londres en 2003 advirtió que “hemos encontrado un gran volumen de evidencia en relación con las intenciones de Saddam Hussein de seguir intentando adquirir armas de destrucción masiva”. “Nadie duda de que Irak tuvo armas de destrucción masiva antes de 1991. Pero trece años de intervención de Naciones Unidas, incluido el doctor (Hans) Blix (ex jefe de inspectores de inspectores de armas de la ONU), no pudieron confirmar que efectivamente los iraquíes se hubiesen deshecho de todas esas armas, como ellos dicen”. Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)