APLICACIONES DE LA RESONANCIA MAGNÉTICA EN PEQUEÑOS ANIMALES Gabriel Manso Díaz, DVM, MS Dpto. de Medicina y Cirugía Animal Facultad de Veterinaria Universidad Complutense de Madrid Introducción La Resonancia Magnética (RM) es una técnica de diagnóstico por imagen avanzada basada en el uso de un campo magnético y ondas de radiofrecuencia en forma de pulsos. Las principales características de esta modalidad se pueden resumir en los siguientes puntos: • Cortes tomográficos: no hay superposición de estructuras. • Multiplanar: el operador orienta cada corte en un determinado plano, de forma que se pueden obtener las imágenes no sólo en los tres planos estándar (transversal, sagital y dorsal), sino también en cualquier plano del espacio. Esto resulta de gran utilidad en determinadas condiciones, como por ejemplo para valorar el nervio óptico. • Excelente contraste de tejidos blandos. • Sin radiación ionizante. • Múltiples secuencias: permiten caracterizar la composición de las lesiones. • Medios de contraste: el medio de contraste usado en RM es el gadolinio, que viaja por el torrente sanguíneo, modificando el campo magnético y cambia la intensidad de señal, permitiendo visualizar mejor las lesiones. Estas, cuando captan contraste, aparecen hiperintensas en las imágenes potenciadas en T1. En los últimos años la RM ha experimentado un gran desarrollo en el campo de la medicina y cirugía de pequeños animales, siendo cada vez mayor su aplicación en el diagnóstico de numerosas patologías. Por tanto, las indicaciones para su uso van aumentando de forma progresiva. De esta forma, en este trabajo se describirán las principales aplicaciones de la RM en las siguientes regiones: • Sistema nervioso central: encéfalo y columna. • Cabeza: incluyendo cavidad nasal, órbita y otras estructuras. • Sistema musculoesquelético. • Cuello. • Tórax, abdomen y pelvis. Sistema nervioso central: Patología intracraneal La RM es la técnica de elección para la valoración del encéfalo, pues ofrece una elevada resolución y contraste del tejido nervioso, muy superior a la obtenida con otras técnicas como es el caso de la tomografía computerizada (TC). El protocolo habitual de cráneo suele componerse de imágenes potenciadas en T1, antes y después de la administración de contraste, y potenciadas en T2, con cortes de 2,5 – 3,5 mm de grosor, dependiendo del tamaño del paciente. Además de estas dos secuencias, el protocolo suele incluir otras como son FLAIR (Fluid Atenuatted Inversion Recovery) y T2*. Neoplasias: Las neoplasias intracraneales pueden ser primarias o metastásicas. Esta técnica permite valorar su localización, tamaño y distribución. Algunos tumores presentan una imagen muy característica, mientras que en otros casos es bastante inespecífica, de forma que el diagnóstico final únicamente podrá obtenerse mediante histopatología. Los tumores intracraneales pueden clasificarse de la siguiente manera: Tumores intra-axiales: astrocitomas, oligodendrogliomas y meduloblastomas. Tumores extra-axiales: meningiomas, tumores hipofisarios, tumores de los plexos coroideos, ependinomas y tumores de la vaina nerviosa. Las metástasis suelen ser intra-axiales. La localización anatómica del tumor en la cavidad craneal aporta gran información sobre su origen. Los tumores suelen ser hiperintensos en imágenes potenciadas en T2 e isointensos con respecto al tejido cerebral normal en T1. En la mayoría de los casos suelen acompañarse de edema perilesional, de gravedad muy variable. También pueden producir un efecto masa, caracterizándose por desplazamiento de la fisura longitudinal, compresión de los ventrículos, hidrocefalia obstructiva, herniación transtentorial o herniación transoccipital El grado y patrón de realce de contraste es muy variable en tumores intra-axiales, pudiendo desde no realzar hasta presentar un realce muy marcado. El realce puede ser homogéneo, heterogéneo o en forma de anillo. En el caso específico de los meningiomas la presencia de realce de la meninge es característico, recibiendo el nombre de cola dural. • • Lesiones vasculares: Los infartos frecuentemente suelen aparecer a nivel del cerebelo, aunque también pueden localizarse en el tronco del encéfalo y en el prosencéfalo. En el caso de los infartos cerebelares suelen presentar una forma característica triangular que se corresponde con la arteria afectada. Suelen caracterizarse por ser hiperintensos en potenciación T2, y ligeramente hipointensos o isointensos en T1 con respecto al tejido cerebral normal. Inicialmente no realzan con contraste. Conforme pasa el tiempo, generalmente después de tres días, aumenta el aporte vascular, principalmente a nivel de la periferia de la lesión. Por tanto, las lesiones subagudas y crónicas suelen captar contraste, siendo más intenso a nivel de la periferia de la lesión. Entre los días 3 y 5 tras la aparición del infarto, aparece edema vasogénico generando un efecto masa. En estos casos el uso de secuencias de difusión permite diferenciar estas lesiones de otros tipos, como por ejemplo tumores, principalmente en los primeros días tras su aparición. Lesiones inflamatorias: Las enfermedades inflamatorias del sistema nervioso central pueden tener una causa infecciosa (bacteriana, vírica o parasitaria) o no infecciosa, como la meningoencefalitis granulomatosa. Estas lesiones suelen ser multifocales o difusas. Generalmente son isointensas con respecto al tejido cerebral normal en las imágenes potenciadas en T1 e hiperintensas en T2. En ocasiones, estas lesiones suelen ser sutiles, por lo que el uso de la secuencia FLAIR es de gran utilidad. La captación de contraste es muy variable, ya que pueden no realzar con el contraste. Puede aparecer realce de la meninge, siendo en algunos casos la única anomalía que se observa. Malformaciones: La RM permite visualizar numerosas malformaciones que afectan al encéfalo. La más frecuente es la hidrocefalia, se caracteriza por un acúmulo excesivo de líquido cefalorraquídeo a nivel del sistema ventricular. Sin embargo, existen numerosas malformaciones que en esa región como son los quistes aracnoideos, la hipoplasia cerebelar o las malformaciones a nivel del hueso occipital y foramen magno. Sistema nervioso central: Columna El protocolo utilizado para el estudio de columna vertebral suele componerse únicamente de secuencias potenciadas en T1 y T2 en los planos sagital y transversal. El plano dorsal aporta gran información, aunque su uso no está tan extendido. Lo mismo ocurre con las imágenes potenciadas en T1 tras la administración de contraste, pues no son de uso rutinario en los estudios de columna. En algunos casos se incluye secuencias de supresión grasa, como el STIR, porque al suprimir la grasa son muy sensibles al edema. Enfermedad discal: Es la patología espinal más frecuente en pequeños animales. La RM permite valorar tanto el disco intervertebral como la médula espinal, lo cual aporta información de gran utilidad tanto para el tratamiento como para el pronóstico en casos de protrusiones y extrusiones. En las imágenes potenciadas en T2 el núcleo pulposo (en condiciones normales es hiperintenso) aparece hipointenso por la pérdida del contenido de agua debido a la degeneración. A partir de las imágenes de RM se puede valorar el número de discos intervertebrales anormales, el grado de compresión, la cantidad y localización del material discal herniado, la presencia de hemorragia, así como la existencia de edema o malacia medular. Neoplasias espinales: Las neoplasias espinales pueden afectar a la médula espinal, a las raíces nerviosas, a las vértebras o a los tejidos blandos paraespinales. Las secuencias de supresión grasa son de gran utilidad en la detección de tumores, así como en la valoración de su extensión. Tras la administración de contraste estas lesiones suelen realzar de manera marcada, delimitando sus márgenes y permitiendo valorar si hay invasión a la médula espinal. Lesiones vasculares: El caso más frecuente de lesiones vasculares a nivel de la médula espinal es el embolismo fibrocartilaginoso, que se caracteriza por la presencia de edema medular. Éste aparece como una región hiperintensa en las imágenes potenciadas en T2 que, en ocasiones, se acompaña de hemorragia. Discoespondilitis: Esta patología suele ser evidente en radiografías simples. La RM permite valorar con gran sensibilidad no sólo el estado el disco intervertebral y de los platillos vertebrales, sino también los tejidos blandos adyacentes y la médula espinal. Gracias al uso de secuencias de supresión grasa como son el STIR o el T1 con saturación grasa tras la administración de contraste, es posible establecer la localización exacta y la extensión (al espacio epidural o a los tejidos blandos adyacentes) de la lesión. Además, esta técnica permite valorar fases tempranas del proceso, en las que la radiografía no muestra todavía anomalías. Traumatismos: Las fracturas y luxaciones vertebrales se valoran fácilmente mediante radiografía. Sin embargo, la RM es necesaria para determinar el estado de la médula espinal, pues puede haber sección medular, edema, malacia o hemorragia. Cabeza: Las limitaciones que presenta la radiología para la valoración de la cabeza, debido a su gran complejidad anatómica y la superposición de un elevado número de estructuras, hace que el uso de técnicas de imagen avanzadas, como la TC y la RM, sean de gran ayuda diagnóstica. Cavidad nasal: Gracias al excelente contraste de tejidos blandos que posee la RM, permite valorar con gran sensibilidad la mucosa nasal, además de las turbinas nasales y la lámina cribosa. Mediante esta técnica es posible el estudio de tumores nasales, rinitis y otras patologías que se asientan en esta región. Permite valorar su extensión, así como la posible invasión de las estructuras adyacentes, incluido el encéfalo. Órbita: La RM es una herramienta de gran utilidad en el estudio de la órbita ya que permite estudiar regiones cubiertas por hueso, que mediante otras técnicas no sería posible. Permite valorar el globo ocular, la región periorbitaria y el nervio óptico. Es especialmente útil en casos de patología orbitaria, como por ejemplo en abscesos retrobulbares, masas, miositis o celulitis. Oído: La otitis media e interna en ocasiones son difíciles de diagnosticar. La RM se puede usar para valorar oído externo, medio e interno. Proporciona una buena imagen del oído interno, permitiendo identificar claramente la cóclea, que se encuentra delimitada por su contenido en endolinfa. Sistema musculoesquelético El uso de la RM como herramienta diagnóstica en el sistema musculoesquelético es cada vez más frecuente en pequeños animales, principalmente para el estudio de las articulaciones del hombro, codo y rodilla. Permite observar con gran resolución signos de artrosis, roturas ligamentosas, daños en el menisco, tendinitis, lesiones óseas, etc. Aparte del estudio de articulaciones, está técnica también es muy adecuada para el estudio de masas de tejido blando, pues aporta información muy útil sobre su naturaleza, localización exacta, dimensiones y extensión. Por tanto, se debe considerar el uso de la RM para la valoración pre-quirúrgica de la escisión de masas de tejidos blandos. Cuello Son numerosas las patologías que afectan a los tejidos blandos del cuello, y en ocasiones se usa la RM en complemento a otras técnicas como la ecografía. La RM, gracias a su capacidad multiplanar, permite obtener imágenes globales de la zona, lo que es fundamental a la hora de conocer las dimensiones, grado de invasión y características de muchas patologías. Las principales indicaciones para el uso de la RM en esta región son en casos de masas tiroideas, grandes linfadenopatías, masas laríngeas y traqueales, entre otras. Su excelente contraste de tejidos blandos hacen que la RM sea especialmente sensible para la detección de patologías en esta región. Además permite obtener angiografías de la zona, lo cual es fundamental a la hora de la planificación quirúrgica para la escisión de masas. Tórax, abdomen y pelvis El uso de la RM para el estudio de estas regiones no está tan extendido como para las anteriores. Generalmente con la ecografía se obtiene la información necesaria para poder establecer un diagnóstico. Además, el uso de otras técnicas como la TC, que son más baratas y rápidas, está desplazando el uso de la RM. Sin embargo, la RM es una alternativa muy útil en regiones como la pelvis donde, como consecuencia de la presencia de hueso, las ventanas acústicas para la ecografía se encuentran muy limitadas. En el estudio del abdomen craneal y el tórax la gran limitación de la RM es el movimiento respiratorio, pues genera un artefacto que impide obtener imágenes de gran calidad. Con el uso de nuevos equipos de alto campo se está eliminando este problema, ya que permiten adquirir en un tiempo menor y sincronizar la adquisición con la respiración o incluso con el movimiento cardiaco. En el siguiente cuadro se resumen las principales indicaciones de la RM en pequeños animales: REGIÓN Sistema nervioso central: encéfalo INDICACIÓN Cualquier sospecha de patología encefálica: · Convulsiones · Signos de pares craneales · Cuadro vestibular · Ataxia · Inclinación de cabeza · Cambios de comportamiento · Ceguera central · Patologías de la hipófisis · Metástasis · Anomalías congénitas · Traumatismo craneal asociado a signos neurológicos Cualquier sospecha de patología de la médula espinal: · Paresia o tetraparesia aguda o progresiva · Déficit de propiocepción Sistema nervioso · Dolor espinal central: columna · Traumatismo espinal · Anomalías congénitas · Discoespondilitis · Hernia de disco Sistema nervioso Sospecha de neoplasia de nervios periféricos (atrofia o dolor muscular periférico progresivos en una extremidad) · Descarga nasal crónica · Estornudo crónico Cavidad nasal · Deformación de la cavidad nasal · Sospecha de masa nasal (Ofrece más información sobre la afectación de tejidos blandos) · Exoftalmia · Dolor al abrir la boca Órbita · Sospecha de masa retrobulbar · Sospecha de patología del nervio óptico · Masas de tejido blando o inflamación de origen desconocido · Linfadenopatía · Glándulas salivares Otras estructuras · Laringe de la cabeza y el · Masas mandibulares o maxilares cuello · Masas tiroideas · Enfermedades crónicas del oido · Patología esofágica Aunque la técnica podría ofrecer imágenes excelentes de los tejidos blandos del tórax, los artefactos por movimiento respiratorio degradan Tórax en gran medida la calidad de las imágenes impidiendo en muchos casos realizar un diagnóstico preciso · Valoración del espacio retroperitoneal · Identificación de masas de órganos de pequeño tamaño Abdomen (adrenales, páncreas, nódulos linfáticos) · Valoración prequirúrgica de masas de gran tamaño (hepáticas, esplénicas, renales, intestinales) · Dolor / cojera de origen articular (ligamentos, tendones, meniscos, Sistema cartílago, hueso, derrame sinovial) musculoesquelético · Valoración prequirúrgica de neoplasias óseas · Masas de tejidos blandos, especialmente valoración prequirúrgica · Búsqueda de metástasis (para pulmón mejor TC) Oncología · Valoración de linfadenopatías · Valoración de la médula ósea · Cuerpos extraños / abscesos en tejidos blandos Misceláneo · Valoración de trayectos fistulosos · Delimitación de grandes masas subcutáneas Bibliografía: • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Avner, A et al. “Retrospective Review of 50 Canine Nasal Tumours Evaluated by LowField Magnetic Resonance Imaging.” The Journal of Small Animal Practice 49.5 (2008): 233–243. 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