El cambio del uso de las fórmulas de tratamiento en habla tijuanense Alejandra Yanel Pérez Madrigal Universidad Autónoma de Baja California alejandra.perez91@uabc.edu.mx JitkaCrhová Universidad Autónoma de Baja California jcrhova@uabc.edu.mx Marco Antonio Negrete Ojeda Universidad Autónoma de Baja California marco.negrete@uabc.edu.mx Línea temática: Investigación en Lenguas Resumen El uso de las fórmulas de tratamiento tú/usted entre las personas cambia a través del tiempo. La manera en que para una generación anterior era aceptable dirigirse a una persona se ha modificado en las generaciones actuales. Factores como edad, costumbres, cultura, migración, influencia de la sociedad y de los padres han hecho posible los cambios de las fórmulas de tratamiento como las conocemos hoy. Esta investigación, que contempla la muestra de 450 personas de diferentes edades de la comunidad tijuanense, demuestra cómo la perspectiva de las fórmulas t/v se mantiene dinámica a través del paso del tiempo. Se trataron temas como la facilidad de saber qué fórmula de tratamiento utilizar en la vida diaria, las creencias que llevan a las personas a utilizar determinada fórmula, y el nivel de comodidad que sentirían si entre amigos utilizaran la fórmula ‘usted’ en vez del usual ‘tú’. Se encontró, a su vez, que la tendencia más conservadora de utilizar ‘usted’ para tratos a figuras de respeto, como abuelos, padres y profesores, se muestra más prominentemente en las generaciones mayores. Por el contrario, conforme disminuye la edad de la persona, se vuelve más usual tratar a estas mismas figuras con la fórmula ‘tú’. Por los datos registrados, se espera que las fórmulas de tratamiento sigan cambiando en las próximas generaciones y que el uso de la fórmula T se vuelva aún más común. Palabras clave: fórmulas, tratamiento, cambio, generaciones, tú/usted. Introducción Las fórmulas de tratamiento se refieren al uso de las formas Tú o Usted(derivado de Vuestra Merced), presentes en la mayoría de las lenguas , que suelen iniciar con la letra “T” para el trato familiar y “V” para el trato de respeto. El uso de estas formulas refleja la relación de poder que se manifiesta a través del lenguaje.en un lenguaje que posea las formas T y V. Brown y Gilman (1960, citados en Giglioli, 1990)explican que “una persona tiene poder sobre otra al grado de que puede controlar el comportamiento de ésta. El poder es una relación entre al menos dos personas y no es recíproco. … La semántica del poder es similarmente no recíproca; el superior dice T y recibe V” (p. 255). Las formas T y V se originan del latín ‘tu’ y ‘vos’. Wardhaugh (2010) menciona que “la forma T es en ocasiones descrita como la forma ‘familiar’ y la forma V es la formal” (p. 274). Esta investigación muestra el cambio en los usos de las fórmulas de tratamiento en la comunidad tijuanense de la forma V hacia la forma T como consecuencia de un cambio generacional de las reglas sociales del lenguaje. Las generaciones actuales estánen mayor contacto con personas de la misma edad, por esto utilizan fórmulas de tratamiento de rango de “iguales” en un ambiente social con un diferente concepto de la “forma correcta” al dirigirse a alguien, lo que generaliza la fórmula ‘tú’ en lugar de algo más distante como ‘usted’. Las fórmulas de tratamiento El uso de las formalidades a través de las fórmulas de tratamiento ayuda a obtener una comunicación efectiva.Muchos lenguajes contienen el uso de ‘tú’ y ‘usted’, como es el francés, latín, ruso, italiano, alemán, griego, sueco y diferentes variaciones dialectales del inglés. Las fórmulas de tratamiento también tienen diferentes usos, tales como enumerar singular o plural; diferenciar entre tipo de relaciones o respeto y rangos sociales;mostrar solidaridad; y saber cómo usar ‘usted’ fuera del grupo y ‘tú’ dentro de él. (Stockwell, 2002, p. 22). Estas fórmulas indican al hablante cómo se debe de expresar para asegurar una comunicación eficiente con otro individuo. Existen diferentes factores que permiten el uso de cada forma en la comunicación. Un factor muy importante es el grado de similitud que tiene un sujeto con otro. Como regla general, entre más similares sean los sujetos, más probabilidades tienen de utilizar la forma T. Schnell (2010) explica que estas similitudes que “permiten el uso del pronombre de solidaridad T están basadas en disposiciones de comportamiento similares en un grupo social en el que la T de solidaridad puede ser producida por la frecuencia de la interacción social” (p. 16). De esta manera, la forma T también está ligada a la convivencia de los individuos y la frecuencia con que ésta se realiza, dando así lugar a una familiaridad que es característica de esta fórmula de tratamiento. De una manera estrictamente general, Heilenman, Kaplan y Tounier (2006:6, citados en Van Compernolle, Williams y McCourt, 2006) explican que la forma T se usa con “gente a la que le hables por su primer nombre, con niños, con animales, con estudiantes de tu misma edad”, y que la forma V se utiliza con “gente a la que le hables por apellido, gente que acabas de conocer, gente mayor que tú” (p. 1). Esto da una idea de cómo la sociedad cuenta con ideas predeterminadas acerca de las formas T y V, las cuales se basan en ciertas características tales como la previamente mencionada familiaridad, edad y formalidad. Sin embargo, se debe de notar también que el uso de una u otra fórmula de tratamiento implica connotaciones que van más allá de la simple formalidad. Kapovic (2007) menciona que “usted implica distancia real frente a extraños o situacional entre conocidos, o bien respeto frente a superiores y personas mayores del mismo círculo, y, dentro de la familia, a abuelos, padres y parientes mayores” (p. 75). La forma V crea un distanciamiento entre las personas que sirve como barrera para diferenciar relaciones de poder y edad. Por otra parte, “la gente joven suele tutearse desde el primer encuentro” (Kozanda, 2011, p. 12), ya que en esta instancia se cuenta con una edad y valores de una generación similares, los cuales conectan más abiertamente a las personas. El cambio que se presenta en la sociedad del uso cotidiano de la forma V a la forma T no pasa sin controversia por ciertos grupos de generaciones. Morford (1997, 2001, citado en van Compernolle, 2008) menciona que ciertos hablantes de la lengua “encuentran que la disminución de la forma V es una señal de pérdida de respeto en la sociedad moderna, otros creen que el uso extendido de T es indicativo de valores sociales que evolucionan ya que la distancia social y las distinciones de clases son menos importantes ahora que lo que fueron en el pasado” (p. 4). Esta transición también se refleja en ambientes menos estrictos en lo que se refiere a las fórmulas de tratamiento, lo cual acerca más a las personas y hace de la comunicación un proceso más sencillo para unos. De cualquier manera, se siguen presenciando las relaciones de poder y la formalidad que aún conlleva la utilización de la forma V. Álvarez (2005) describe este fenómeno y dice que “cadaindividuo espera ser tratado conforme a la posición que ocupa en la sociedad y considerará una descortesía cualquier desviación imprevista y no justificada” (p. 27), lo cual da lugar a confusiones y malentendidos entre locutores y receptores en la vida diaria si no se usa correctamente la forma V. Es por esto que la comunicación se ve beneficiada cuando es lo más clara posible y no transgrede la formalidad definida por la sociedad. Por el contrario, también puede resultar negativo el usar la forma V cuando no es conveniente. En este caso, cuando se presenta una situación de familiaridad o confianza. Braun (1988) explica que “estos cambios gramaticales [utilizar ‘usted’ en vez de ‘tú’] pueden ser vistos como intentos para mantener una distancia del receptor” (p. 54), lo cual hace ‘tú’ más adecuado para las relaciones amistosas, entre otras. De igual manera que utilizar T en los casos donde por regla se utilizaría V, también se crea conflicto cuando se cambia la forma y se usa V en lugar de T. Nuestro trabajo investigativo fue realizado en la cuidad fronteriza de Tijuana, un centro de atracción de migrantes, que al ser una cuidad joven tiene menos ataduras formales. El diseño del proyecto investigativo parte de un supuesto, que además de la ubicación geográfica, el factor de cambio generacional incide en el uso cada vez más pronunciado de las formas T, sobre todo en las generaciones más jóvenes. Metodología Este trabajo surge como proyecto investigativo que se llevó a cabo en el 2012 dentro de la materia de Sociolingüística y Psicolingüística del programa de Licenciatura en Docencia de Idiomas. Los participantes de este proyecto fueron los alumnos inscritos al curso, quienes investigaron un tema concreto de la sociolingüística variacionista, en este caso el cambio del uso de las fórmulas de tratamiento. El diseño de la investigación es de corte cuantitativo. Se trata de un estudio de caso de habla tijuanense. Los alumnos participantes contribuyeron en el diseño del instrumento que constaba de diez preguntas cerradas de opción múltiple, donde se solicitaron datos sobre el uso de las fórmulas de tratamiento en el ambiente familiar (entre padres, abuelos e hijos), en el ambiente académico (entre profesores y alumnos), y en general el uso de éstas entre diferentes generaciones de edades. El procedimiento fue el siguiente: nueve grupos pequeños de estudiantes aplicaron el instrumento a 50 personas, contempladas en cinco rangos de edades (de 5-19, de 2029, de 30 a 39, de 40 a 49 y mayores de 50 años de edad, en la última categoría.). Cada grupoaplicó diez cuestionarios a cada grupo de edad. Se aplicaron un total de 450 cuestionarios que contenían 10 preguntas sencillas de opción múltiple. Éstas buscaban conocer la manera de dirigirse los unos a los otros, ya sea ‘tú’ o ‘usted’, en ambientes de la vida cotidiana tales como instituciones académicas, el hogar y relaciones amistosas. Cabe señalar que la muestra no era representativa a nivel de la proporción de edad en la población. Es una muestra que representa el uso de fórmulas de acurdo a su utilización generacional, y como asignación de proyecto de salón de clases se puede considerar muestra por cuotas (Hernández, Fernández-Collado, Baptista, 2006). En total, cada grupo de estudiantes aplicó, analizó y reportó los resultados de la aplicación de los 50 cuestionarios. Un décimo grupo de estudiantes se encargó de integrar los resultados. Los autores del presente artículo formaron parte de ese décimo equipo y fueron guiados por la maestra titular de la materia quien diseñó el proyecto. Los hallazgos se reportan el apartado que sigue a continuación. Análisis de resultado y discusión Los hallazgos muestran el cambio paulatino en las tendencias del uso de las fórmulas de tratamiento. Este cambio, que se da de la forma V hacia la forma T, se hace más notorio entre más joven es una generación. Diferentes factores como ideas y edad son responsables por estas modificaciones. Primeramente se preguntó a los encuestados si les parecía difícil saber de qué manera dirigirse a una persona de acuerdo a su edad, respecto a las formas T y V. Esta pregunta recibió respuestas balanceadas en la mayor parte, por lo cual se entiende que mucha gente se siente cómoda cuando se comunica con los demás, y que no dudan al hacerlo, lo cual evita el problema de malentendidos y descortesías (Álvarez, 2005, p. 27). Hay un declive de esta duda cuando la gráfica se acerca a los grupos de edad mayores,lo cual indica que, entremásedad tiene el individuo,más experiencia tiene en ese tipo de situaciones porque ya pasaron todas las etapas anteriores, y se sienten más cómodos que las generaciones más jóvenes en este aspecto. 67% de la gente mayor tiene menos problema al saber cómo dirigirse hacia otros, comparado con la gente menor. La forma en que los encuestados se dirige a sus familiares mayores también presenta cambios hacia la forma T. Al preguntárseles cómo se dirigen/dirigíana sus abuelos, se registró que las generaciones jóvenes son más relajadas cuando se dirigen hacia sus abuelos y por lo tanto prefieren utilizar ‘tú’. De las edades 20-29 y hacia adelante, una inclinación se hace notar, al utilizar más ‘usted’ y alcanzando un 85% en la etapa de 50 en adelante, una generación en la cual las reglas sociales para dirigirse entre ellos eran más estrictas y encaminadas, lo cual indica una relación de respeto (Stockwell, 2002, p. 22). Esto comprueba cómo el uso de ‘usted’ era más común en el pasado. También se les cuestionó el por qué creen que es correcto referirse a sus abuelos de esta manera. Considerando los porcentajes, el grupo más joven de edad (>19) comparte un patrón similar con el tercer grupo(30-39), mientras que el grupo de 20-29 se mantiene dividido en su argumento. Los dos grupos de edades mayoresmuestran una idea estricta sobre el respeto, por lo que lo citan como principal causa de su decisión. A lo que esto se puede referir, es que las normas de respeto aún son fomentadas en la familia desde la infancia, como se vio en el grupo menor a los 19. La gente de los grupos de 20-29 se dirige a sus mayores en la manera que lo hacen por respeto y costumbre, lo cual indica la formalidad de la cultura anterior(Wardhaugh, 2010, p. 274). Es con los dos grupos de edad mayores se puede ver el gran contraste, donde el grupo de 40-49 con 72% y el grupo de 50< con un 76% consideran el respeto como un valor más preciado y es la razón por la cual se dirigen de ‘usted’ a sus mayores, que apunta a la diferencia de edad y de estatus. Continuando con las fórmulas de tratamiento en figuras familiares mayores, se les preguntó a los participantes de qué manera se dirigen/dirigían a sus padres, si de ‘tú’ o de ‘usted’. El contraste más notable entre los grupos ocurrió entre el primero y el último. En el primero, 72% de los entrevistados se dirigió a sus padres usando ‘tú’, que lleva a creer en una manera más relajada y natural acerca del uso de ‘tú’ o ‘usted’, lo cual es indicativo de una interacción social constante (Schnell, 2010, p. 16). Sin embargo, el grupo mayor mostró exactamente lo que se esperaba de ellos: mayor inclinación a utilizar ‘usted’. Los otros grupos tuvieron resultados variados, aunque se puede notar que la preferencia al uso de ‘usted’ se va elevando ligeramente hasta que llega al grupo mayor con un 79%. También se les preguntó si se dirigían a ambos padres con la misma fórmula de tratamiento o si el uso de las formulas de tratamiento fue asimétrico (T para uno y V para otro ). Esta pregunta mostró más variación en los primeros tres grupos, mientras que los últimos dos mostraron un margen más estable. Esto se puede deber a las mixtas impresiones que obtiene la gente de la sociedad o de sus mayores. Gradualmente, se ha vuelto menos frecuente dirigirse a los padres utilizando ‘usted’. Aún es común para los jóvenes dirigirse al menos a uno de sus padres utilizando ‘usted’, aunque utilicen ‘tú’ para el otro, lo que es un fenómeno interesante. Las razones por las que se muestra esta diferencia de uso de fórmulas de tratamiento para los padres recibieron respuestas variadas. En lo que respecta el referirse a la madre, los dos primeros grupos tomaron una vía parecida en sus respuestas. Ambosconsideran con un 57% que la confianza el factor más importante que los inclina a dirigirse de esa manera a sus madres, lo que apunta a una comunicación casual y relajada, así como una conexión más cercana a ellas. Sin embargo, en los grupos de 30-39y 40-49, el respeto o la manera en que los educaron juega un papel crucial sobre la decisión de utilizar entre ‘tú’ y ‘usted’. Esto puede significar que los padres de esos grupos aún llevaban un profundo sentido de lo que era correcto e incorrecto, sobre la manera de dirigirse a otros, o que tenían una relación más distante (Braun, 1988, p. 54). De la misma manera, se les preguntó el por qué se dirigían de la manera que lo hacían a su padre. En esta pregunta, los entrevistados hicieron ver claro que sus padres representan una figura más autoritaria que sus madres, ya que eligieron el respeto como un fuerte factor para dirigirse a sus padres en la manera que lo hacen. Esta opción llega a su más alto punto en el grupo más viejo con 61%, como se esperaba debido a las estrictas normas sociales de cuando eran jóvenes estas personas, lo cual señala una relación de poder (Brown y Gilman, 1960, citados en Giglioli, 1990, p. 255). El grupo más joven obtuvo una respuesta más relajada en este aspecto, ya que no citan al respeto como la causa principal de dicho trato,sino que son más casuales que otras generaciones. El grupo de 40-49 se ve más renuente a dirigirse a sus padres abiertamente, ya que las dos principales respuestas fueron ‘respeto’ con un 36% y ‘como fueron educados,’con un 24% que apunta a una relación más distante con sus padres, ya que interactuaron de acuerdoa las normas sociales, y no porque se sintieran libres de hacerlo. En lo que se refiere a relaciones personales más directas, se les preguntó a los encuestados si se sentirían cómodos/as si sus amigos les hablaran de ‘usted’. La mayoría de las personas se sentiría incómoda si sus amigos se dirigieran a ellos utilizando ‘usted’, que sólo reitera el uso de ‘tú’ en relaciones cercanas y amistosas. Esto pasa porque las personas tienden a dejar las formalidades de lado cuando se sienten cómodos con las personas y se crearía distanciamiento al utilizar ‘usted’ cuando el ‘tú’ ya está completamente establecido (Braun, 1988, p. 54). Las respuestas demuestran que 36% de la gente mayor se sentiría menos incómoda si los trataran de ‘usted’, aunque de ninguna manera se sentirían completamente cómodos con la idea. A continuación se cuestionó el uso de ‘tú’ y ‘usted’ en el ámbito académico. Al preguntárseles cómo se dirigen/dirigían a sus maestros en la escuela, la gente prefiere dirigirse a sus maestros utilizando ‘usted’. Esto se relaciona a cómo la persona percibe a esta figura tradicional de respeto (Heilenman, Kaplan y Tounier, 2006:6, citados en Van Compernolle, Williams y McCourt, 2006, p. 1). Comúnmente los maestros están valorados como una figura de soporte (pero aún en una manera autoritaria), que puede decir el por qué la gente elige esta forma sobre otra. Sin embargo, hay un pequeño incremento en el grupo más joven con un 16% a utilizar la tendencia ‘tú’. Esto puede ser debido a la juventud o tal vez sus maestros actúan demasiado amistosos hacia ellos, por lo tanto los niños y adolescentes sienten que pueden usar ‘tú’. Finalmente, a los encuestados se les preguntó cómo se sentirían si una persona más joven les hablara de tú. Los resultados de esta pregunta demuestran que a 69% delagente mayor le gusta que la gente joven le hable de ‘tú,’ lo cual hubiera sido controversial en generaciones pasadas. Esto puede ser porque la gente quiere sentirse más conectada con estas personas jóvenes y no ser tan distantes, o porque les importan menos los estándares de formalidad que antes se practicaban. Aunque en menor cantidad, aún se distingue un número de personas las cuales se considerarían ofendidas si alguien más joven los tratara de ‘tú’, lo cual indica un punto de vista derivado de la generación y de las normas sociales en las que ellos crecieron (Morford, 1997, 2001, citado en van Compernolle, 2008, p. 4). Conclusión Las ideas que la sociedad instruye en su población sobre cómo se debe de tratar a una persona se reflejan inevitablemente en el lenguaje. Estas ideas son las que determinan una manera de referirse a alguien es correcta o incorrecta, o qué grado de formalidad o informalidad se debe alcanzar para lograr un intercambio aceptable en episodios de la vida diaria. Lo que divide más notablemente a las opiniones capturadas por esta investigación es el rango de edad. Esto se debe, de nuevo, a que cada generación tiene una idea y una manera distinta de reaccionar a las fórmulas de tratamiento que son comúnmente usadas por la comunidad tijuanense. Los datos obtenidos demuestran que se está produciendo un acercamiento entre gente de distintos grupos de edad a través del uso más extenso de la fórmula ‘tú’, el cual no era percibido en grupos tales como el de 40-49 años ni el de 50 en adelante. Este cambio facilita el intercambio de experiencias e información entre generaciones, por ejemplo entre profesores y alumnos, padres e hijos, y enriquece a ambos más libremente que en generaciones pasadas. Referencias Álvarez, A. (2005). estándar del . Oviedo, España: Ediciones Nobel. Braun, F. (1988).Terms of address problems of patterns and usage in various languages and cultures. Berlín: Mounton de Gruyter. Giglioli, P. (1990). Language and social context : selected readings. Harmondsworth, Inglaterra: PenguinBooks. Hernandez, R., Fernández-Collado,C. y Batista, P. (2006). Metodología de la investigación (4ta ed.). México, D.F.: Mc Graw-Hill. Kapovic, M. (2007). “Fórmulas de tratamiento de dialectos en español; fenómenos de voseo y ustedeo”. Hieronymus 1.65-87. Kozanda, D. (2011). bilateral. Hamburgo, Alemania: DiplomicaVerlag. Schnell, H. (2007). Sociolinguistics, solidarity and politeness.Múnich, Alemania: Books on Demand GmbH. Spolsky, B. (1998). Sociolinguistics. 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