Entre todas sus grandes realizaciones, la obra maestra de Annibale Carracci es la decoración del gran salón del Palacio Farnesio de Roma. Ejecutada entre 1595 y 1605, narran, a partir de los textos de Ovidio, los "Amores de los Dioses". Semejante programa iconográfico no había sido reallizado desde los tiempos de Miguel Ángel, en toda la pintura barroca romana. Organizó la pintura de manera que la arquitectura se prolongara en los frescos merced a numerosos recursos ilusionistas. Empleó la "quadratura", en la que se insertaban los "quadri riportati", es decir, parecían auténticos cuadros con sus marcos de estuco. Esta técnica de la "quadratura" es la que empleó Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, aunque los boloñeses como Carracci la convirtieron en recurso habitual. La obra que nos ocupa representa los amores del dios Baco y Ariadna, hija del rey Minos de Creta. La doncella había sido abandonada por el héroe Teseo en la isla de Naxos. Fue rescatada por el dios del vino con su cortejo, y llevada al Olimpo, en donde vivió como su esposa. Como regalo de bodas, Baco le Triunfo de Baco y Ariadna, 1595-1605. Palacio Farnese entregó una diadema de oro elaborada por Vulcano. Como pintor de carácter ecléctico que era, se dan cita aquí los desnudos tizianescos junto a las potentes anatomías de Miguel Ángel y los escorzos de Rafael.