ABANDONO DE LA CONVERTIBILIDAD Lic. Susana G. de Gelman1 El presente trabajo fue expuesto en el Seminario “Emergencia económica - abandono de la convertibilidad” organizado por el Departamento de Economía de la FCEUNNE y el Consejo Profesional de Ciencias Económicas en el mes de abril. La crisis económico-social de Argentina se ha agravado en los últimos meses, coincidente con el abandono de la convertibilidad y el default, ya que estos dos hechos importantes, sin un acompañamiento político y la falta de instrumentación de medidas económicas adecuadas la han profundizado. Lo más grave, es que se incorpora un fenómeno altamente temido y no querido como es la hiperinflación. Es decir, que no sólo estamos en presencia de una recesión que dura 4 años, sino que además, está acompañada de una inflación de precios de los bienes transables aunque los salarios y los servicios están anclados. En esta extrema situación, las relaciones de nuestro país con el FMI no han avanzado positivamente ya que el organismo internacional insiste en políticas económicas contractivas. En estos últimos meses, los problemas económicos y sociales por los que está atravesando nuestro país, nunca han sido vistos en esa magnitud, ni aún en la época de la llamada “Gran Depresión” de los años 30. Hemos sufrido crisis profundas, pero a diferencia de la actual, se salía de la mismas en periodos más cortos y en forma más rápida. Tal los ejemplos de: • En 1967, durante el gobierno militar y siendo Ministro de Economía el Dr. Krieger Vasena, que a pesar de una devaluación del 40% (pasó el dólar de 250 a 350 pesos ley) la inflación de ese año fue del 8,7%. • En 1975, el llamado “rodrigazo”, fue un sinceramiento de todas las variables macroeconómicas con el consiguiente proceso hiperinflacionario de mediados de 1975 hasta los primeros meses del año 1976. • En el periodo 1976/81, siendo el Dr. Martínez de Hoz Ministro de Economía, se ancló el dólar a través de la llamada “tablita cambiaria”, que no pudo lograr ganar la lucha contra la inflación y, además, fue acompañada de un proceso de desinversión y de importaciones indiscriminadas que trajo aparejado la desindustrialización y el comienzo de una deuda externa con crecimiento galopante. • Nuevamente, en el gobierno constitucional del Dr. Alfonsín, tuvimos rebrotes inflacionarios que culminaron en el año 1989, con una 1 Susana Gelman es Licenciada en Economía y Profesora del Departamento de Economía de la FCE-UNNE. hiperinflación nunca vista en la Argentina, previo Plan Austral en Junio de 1985, con anclaje de un dólar a 0,80 de australes. En el orden internacional, durante los últimos años de la década de los 70’ y toda la década de los 80’, las políticas económicas estaban encuadradas dentro del modelo neoliberal, con Margaret Tatcher, a la cabeza en Inglaterra y en lo académico, con Milton Friedman, Robert Lucas, etc., en Estados Unidos y se plasmaron en lo que se conoce como “Consenso de Washington”. En América Latina, se ha denominado a los años 80’ como la “década perdida”, a raíz de las políticas macroeconómicas derivadas de la crisis del petróleo y la consiguiente acumulación de endeudamiento externo provocado por préstamos potenciados por las altas tasas de interés y que llegaban a cuadruplicar las tasas de crecimiento del ingreso de las economías de la región. Los planes de estabilización ortodoxos acordados con el FMI (periodo 1960-1985), tendían a asegurar la capacidad de pago de los préstamos externos y los ajustes aconsejados eran fuertemente recesivos. Se caracterizaban por una “maxidevaluación” que provocaba inflación, una redistribución del ingreso a favor de los bienes transables, en contra de los salarios vía incrementos de precios. Se aplicaban políticas monetarias y fiscales restrictivas. El fracaso generalizado de estas políticas, configuró un caso diferente y la necesidad de dar soluciones distintas y comienza a perfilarse a fines de la década de 1980 el programa del Consenso de Washington. Esta denominación fue adoptada por John Williamson en la conferencia del Instituto de Economía Internacional en 1989 en la ciudad de Washington. El autor resumía las áreas en las que deberían concentrarse las reformas estructurales para estabilizar las economías y erradicar la pobreza: 1. Disciplina fiscal. Control del gasto público. Mejoramiento del sistema impositivo. 2. Liberalización del sistema financiero. 3. Mantenimiento de un tipo de cambio fijo competitivo, estable y único. 4. Apertura económica y fomento a la inversión extranjera directa. Perfecta movilidad de los flujos de capitales 5. Privatización de empresas públicas. 6. Desregulación y reforma del Estado. Michel Camdessus, Director Gerente del FMI (hasta el 2000), aconsejaba profundizar el proceso de globalización, a través de las reformas estructurales. En cambio, Joseph Stiglitz, Vicepresidente del Banco Mundial (hasta fines de 1999) y Premio Nobel de Economía, año 2001, sostenía que era necesario complementar el funcionamiento de los mercados con políticas públicas que aseguraran la competencia, fomentando la educación, el avance tecnológico y la transparencia. La economía argentina de los ochenta se caracterizó por alta inflación, bajo crecimiento económico, desmonetización y desequilibios fiscales y externos (déficit gemelos) en un contexto internacional de altas tasas de interés y flujos de capitales negativos, situación similar para toda América Latina. A fines del primer trimestre del año 1991, la economía de Argentina presentaba altas tasas de inflación, a igual que a fines de 1989 (Plan Bonex) , es así que el 27 de marzo del año 1991, se aprobó la Ley de Convertibilidad Nº 23.928, que establecía: a) Una paridad de 10.000 australes 1 dólar y se disponía que a partir del 1/1/92, se quitaban 4 ceros al austral pasando a los pesos. 2 b) Respaldo del 100% de la base monetaria con reservas de oro, divisas y títulos públicos (primero con un máximo del 10% de las reservas y luego con un 20%) c) Inembargabilidad de las reservas del BCRA, que pertenecen a los tenedores de pesos ya que constituyen prenda común de la base monetaria. d) Se derogaron los mecanismos de indexación y actualización monetaria. Las características esenciales de la convertibilidad eran: i) ii) iii) iv) Nominalidad: 1$ = 1U$S Institucionalidad: El tipo de cambio se establece por ley del Congreso. Respaldo y consistencia: 100% de reservas internacionales para respaldar la base monetaria Flexibilidad de precios y salarios La dinámica de la convertibilidad, cuando el shock estabilizador fue exitoso, aumentó en la primera etapa el salario real (por baja súbita de la inflación) y recompuso los mecanismos de financiamiento y crédito que incrementaron el consumo, la inversión y por ende a la demanda agregada con un crecimiento explosivo de las importaciones (bienes transables: reacción por cantidades) y un aumento de los precios de los bienes no transables como los servicios. Hubo aumento en los precios relativos, ya que la devaluación fue de cero y ello implicó que la moneda doméstica se apreciara y no se produjera una rápida convergencia con los precios internacionales. La apreciación del peso afectó a la producción local provocando un sesgo antiexportador e incentivando las importaciones. Al implementarse reducciones a las barreras comerciales (baja de aranceles) los productores locales requirieron elevar su competitividad para compensar la caída del tipo de cambio real. Con la convertibilidad y las reformas económicas de los años 90, privatizaciones, desregulaciones, apertura comercial, integración del Mercosur y reformas a la Carta Orgánica del BCRA, el país presentó un crecimiento 2 Ilustración del proceso inflacionario: en 1970, se quitan 2 ceros, 4 ceros en 1983, 3 ceros en 1985 y 4 ceros en 1992. notable del PIB y de la inversión, y la monetización de la economía creció notablemente permitiendo la expansión del crédito doméstico. No obstante, el modelo tuvo regideces y efectos adversos en la desocupación, la distribución de la renta y la pobreza, así como una fuerte dependencia respecto al ingreso de capitales extranjeros (con la volatilidad típica de los nuevos mercados globalizados), con un notorio crecimiento de la deuda y gran fragilidad ante shocks externos. Al cumplirse los diez años de la convertibilidad y estando el mismo Ministro de Economía, Dr. Cavallo, prácticamente se dejan de cumplir algunas de las características citadas, como ser la ampliación de la paridad con una mixtura de dólar- euro (cuando éste alcanzara igual valor al dólar) y con el comienzo del uso de las reservas internacionales para el sostenimiento de esta ley y para el cumplimiento de las obligaciones con la banca internacional. Ante un retiro masivo de depósitos bancarios, en diciembre del 2001, se aplica el vulgarmente conocido “corralito” que en el mes de enero de este año se vuelve más rígido y se produce la primera devaluación del 40%, desde abril de 1991. El dólar pasó a valer 1,40 $. Sin embargo, el tipo de cambio era fijo y el FMI exigió un mercado cambiario flexible con flotación limpia. Las autoridades monetarias y económicas, aceptaron esta flotación pero con intervención del BCRA y pasar a una flotación sucia. El dólar se disparó sin justificativos económicos pero sí de falta de confianza, sobrepasando a fines de marzo los 4 pesos. Hoy oscila en los 3 pesos, y se sigue considerando alto. Como en Enero de este año se declara el default, la posibilidad de créditos tanto internos como externos es nula. Nos encontramos en este segundo trimestre del año, con altas tasas de inflación, salarios fijos, tipos de cambio que responden a lo que hemos llamado de flotación sucia, con una fuerte caída del PIB que dura cuatro años en forma ininterrumpida, con una tasa de desempleo que llegará en Mayo al 24% ( cifra similar a la alcanzada en la década de los años 30 en EEUU), es decir, estamos frente a lo que se ha llamado “stangflation” estancamiento con inflación, que se diferencia de otras crisis donde estaban presentes la depreción y la deflación. Sin embargo, el FMI sigue insistiendo con las mismas medidas: a) Reducción de los déficit provinciales en un 60%. No más emisión de bonos y retiro de los que están en circulación. b) Política monetaria contractiva con altas tasas de interés que compensen a la inflación para contener la demanda de dólares. c) Restablecimiento de la confianza en el sistema financiero. Devolución de los depósitos y permitir la capitalización de los bancos. d) Cambios en las leyes de Quiebras y de Subversión Económica. Todo lo expuesto puede observarse empíricamente, a través de los datos estadísticos que presentamos a continuación: Evolución del PIB – Concumo e Inversión La evolución del PIB nos muestra 42 meses ininterrumpidos de recesión. Con respecto al consumo, en el primer trimestre del 2002 cayó 14,8% por el alza en los precios y la caída de los salarios reales . Con respecto a la inversión y el ahorro, con el “corralito”, el ahorro es prácticamente nulo a igual que la inversión, a raíz del “default”. El crédito bancario cayó el 10% en el primer trimestre y las tasas de interés nominales son altísimas. De acuerdo a los datos del Ministerio de Economía de la Nación, el PIB del año 2001 fue de $ 263.870 millones de pesos, a precios de 1993. Si consideramos la paridad de 1 a 1 de la convertibilidad, el PIB del año 1993 fue de U$S 263.870 millones de dólares Si calculamos el PIB en dólares a Abril del año 2002 y con una cotización de $ 3 = 1 dólar, el PIB del año 2001 sólo alcanzó la suma de 90.000 millones de dólares. CUADRO Nº 1 EVOLUCION DEL PIB - CONSUMO - INVERSION a precios de 1993 – variación anual en % Años PBI 1994 5,9 1995 - 2,9 1996 5,5 1997 8,1 1998 3,9 1999 - 3,4 2000 - 0,8 2001 - 4,5 2002 -12,0 (1er.trimestre) Consumo 5,1 - 3,6 5,0 8,1 3,5 - 1,3 - 0,5 - 5,2 Inversión 13,8 - 13,1 8,9 17,7 6,5 - 8,7 - 6,8 -15,9 Fuente: Ministerio de Economía – Nación Evolución de la tasa de inflación Respecto a la evolución de los precios, existe una inflación reprimida por la recesión y el alto desempleo, se está vendiendo stock, etc. y se estima una inflación cercana al 100% para este año. Obviamente, se reintroduce el tema de la indexación. Durante la vigencia de la convertibilidad, las tarifas públicas fueron las que más aumentaron (empresas privatizadas), pero desde enero de este año se anuló la indexación dolarizada y se pesificaron. Se esperan aumentos escalonados y consensuados. Es decir, que estamos en presencia de una inflación importada (a raíz de la devaluación y del aumento de precios de los bienes transables) y monetaria (por el aumento de la emisión monetaria). CUADRO Nº 2 INFLACIÓN (%) Argentina 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 84,0 17,5 7,4 3,9 1,6 0,1 0,3 0,7 - 1,8 –1,0 - 0,6 10,0 (1er. Trim.) Fuente: Suplemento Económico – Diario Clarín Sector Externo A pesar de la fuerte devaluación, el BCRA sigue perdiendo reservas, ya que estamos en presencia de un tipo de cambio con flotación sucia, como lo hemos indicado. Nadie desconoce que el valor del dólar es el termómetro de la economía. Sin embargo, a pesar de la desmesurada devaluación, esta política cambiaria no consiguió provocar un boom en las exportaciones como el que era esperado, aunque sí se redujeron un 60% las importaciones, pero no sólo por la devaluación sino por la gran retracción de la actividad económica y caída de la producción que es la mayor demandante de insumos importados . El saldo positivo del comercio exterior se estima en una cifra superior a los 10.000 millones de dólares que ha de compensar la no entrada de capitales por el default. CUADRO Nº 3 EXPORTACIONES E IMPORTACION(*) años Exportaciones Importaciones Saldo X/PIB 1993 16.341 22.028 - 5.687 6,9 1994 18.840 26.682 - 7.842 7,5 1995 23.086 24.066 - 981 9,5 1996 24.850 28.284 - 3.434 9,7 1997 27.876 35.884 - 8.008 10,0 1998 30.838 38.904 - 8.066 10,7 1999 30.449 34.521 - 4.072 10,9 2000 31.272 34.486 - 3.194 11,3 2001 32.167 29.657 2.510 12,2 2002 3.667 1.480 2.188 (1er. Bimestre) (*) Años 1993/2001 en millones de pesos equivalente a millones de dólares Primer bimestre del año 2002 en millones de dólares Fuente: Dirección Nacional de Cuentas nacionales Observamos en el Cuadro Nº 3 que el saldo de las exportaciones netas, fue negativo en todo el periodo analizado, excepto en el año 2001 y será fuertemente positivo en el 2002. También es destacable la mayor participación de las exportaciones en el PIB. Respecto a la deuda externa, alcanza los 150.000 millones de dólares y no ha de aumentar por el momento, hasta que no se logre un acuerdo con el FMI y se trate de salir del default, a través de: a) reprogramando los vencimientos y/o b) logrando una quita de intereses y capital. (Ver Cuadro Nº 4) La evolución de las reservas internacionales, es otra de las variables que debemos analizar y allí sorprende la abrupta caída de las mismas ya que las mismas en todo el periodo de la convertibilidad respaldaron en un 100% a la base monetaria. Los datos del Cuadro Nº 5 se presentan en dólares, ya que la relación era 1 a 1; a mediados de Abril, según estimaciones del BCRA era de 36.000 millones de pesos. CUADRO Nº 4 ESTIMACIÓN DE DEUDA EXTERNA – (en millones de dólares) Total de Deuda Externa 150.000 (160% del PIB año 2001) S. Público no Financiero y BCRA 56% S. Privado no financiero 24% S.Financiero (sin BCRA) 20% Deuda a Dic/91 66.780 millones de dólares Deuda a Dic. 97 124.696 “ “ Deuda a Dic.98 140.489 “ “ Deuda a Dic. 01 150.000 “ “ Fuente: Ministerio de Economía de la Nación CUADRO Nº 5 EVOLUCION DE LAS RESERVAS INTERNACIONALES (en millones de U$S) Diciembre 1995 Diciembre 1999 Diciembre 2000 Agosto 2001 Diciembre 2001 Marzo 2002 13.770 25.349 25.984 15.445 19.608 13.262 Fuente: BCRA – Ministerio de Economía de la Nación Ingreso por habitante y pobreza Se estima una caída del salario real del 15% en el primer trimestre del año y esto va acompañado de un aumento de la pobreza y la indigencia que han de alcanzar nuevos records. En el año 1997, se estimaba que el ingreso por habitante alcanzaba los U$S 8.000. De acuerdo a la cotización del dólar, este ingreso anual se ha reducido, llegando a los U$S 2.500 anuales y pasa del primer lugar en América Latina al noveno puesto, después de Perú. El Cuadro Nº 6 es bastante elocuente, al demostrar la fuerte concentración del ingreso que se ha producido en la última década, donde al 10% más rico le ha correspondido el 37,3% y al 10% de la población más pobre, sólo el 1,3%, ensanchándose la brecha entre uno y otro decil, alcanzando una diferencia de 28,7 veces en el 2001, cuando en el año 1974 era de 12,3 veces y en 1989, de 23,1 veces CUADRO Nº 6 DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO (Capital Federal y Gran Buenos Aires) Comparación entre el 10% más rico y el 10% más pobre (años 1974 –1989-1999-2001) 1974 1989 1999 2001 Decil I 2,3% 1,6% 1,5% 1,3% Decil X 28,2% 37,5% 36,3% 37,3% Diferencia en veces 12,3 23,1 24,2 28,7 Fuente: I NDEC Mercado laboral Se ha estimado que los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares, que el INDEC ha de realizar en el mes de Mayo, determinará una tasa de desocupación del 24%, tasa a la cual no se había llegado en toda la historia económica argentina. El Cuadro Nº 7, muestra los indicadores del mercado laboral de nuestro país, considerando la totalidad de los aglomerados urbanos. CUADRO Nº 7 INDICADORES DEL MERCADO LABORAL EN ARGENTINA – (en %) Total del país - Aglomerados urbanos encuestados Oct/91 Tasa de Desocupación Mayo/01 6,0 16,4 Tasa de Actividad 39,5 42,8 Tasa de Empleo 37,1 35,8 Mayo 2001 (en miles) Población Ocupada Pobl. Desocupada PEA 12.018 2.283 14.300 Fuente: INDEC Para finalizar, reproduciremos conceptos vertidos por el Profesor Jeffrey D. Sachs(2) “ Cuando estalló la crisis financiera argentina, atribuí la responsabilidad principal a la Argentina misma, más que a instituciones internacionales como el FMI. Ahora, medio año después, hay que rever la balanza de responsabilidades”. “... EL FMI sigue machacando con un solo tema: la crisis económica argentina es el resultado del despilfarro fiscal ...” “... Centra su atención en el déficit del presupuesto, es decir, persigue los síntomas y no las causas ...” “ En 1936, John Maynard Keynes demostró que era inútil tratar de equilibrar el presupuesto en medio de una depresión económica. El FMI desoye trágicamente esta lógica en el caso argentino ...” (2) Jeffrey D. Sachs, Profesor de la Universidad de Harvard, publicado en el Diario La Nación, en Abril del 2002.