Allo XXX tOMO XX JULIO DE 1963 - NUMERO 350 EVISTA MEDICA DE COSTA RICA PUBLICACION MENSUAL Fundador Dr. JOAQUIN ZELEDON ALVARADO Director Jefe de Redacci6n Dr. MANUEL ZELEDON P. Dr. FERNANDO ZELEDON P. CUERPO CONSULTIVO Dr. MAX TERAN V. .oro JOSE MI.. QUIRCE M. Ministro de Salubridad Pública Director del Hospital San Juan de Dios Dr. ESTEBAN LOPEZ V. Presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos TERATOMAS Dr. Longino Solo P., Dr, Amoldo fcrnández S. Dr Juan Jcramilla A. 2 249 EDUCAClON BJOLOGICA y ENFERMEDADES VENEREAS Dr. Jesé Amador Guevara DmECCION y ADMINISTRACION Apartado 978 San José. Costa Rica Teléfono 2920 RfVISTA mEDICA DE COSTA RICA Año xxx I SAN JOSE. COSTA RICA Número 350 i Tomo XX JUliO DE 1963 "T e r a t o m a S"·11 Dr. Longino Solo Pacheco· Arnoldo Fernández Solo·· Dr. Juan Jaramillo Anlillón ••• Los Teralomas. son tumores que por su localización en cual. quier parte del organismo y por las consecuencias que de elle se denven, deberán estar en la mente del cirujano siempre que tenga que intervenir un pociente COn diagnóstico de tumor. Siendo tan profusas las diversos localizaciones de estas tuno· raciones en el organismo, serlo práticamente im¡:osible pretender abarcarlos en un trabajo como el que aqu! se presenta. Es el deseo, exponer la experiencia clínica quirúrgica obtenida con tumores del tipo terotomas. que por su lorolización, hucen que no sea rCITe; el que muchos cirujanos se vean abocados a inlervenirlos qui· rúrgicamente en algunas oportunidades. Al principio se hoce una breve exposici6n sobre los terotomas en general y posteriormente una pequeña revisión bibliográfica sobre teratomas med;astinicos de tanta importancia cllnlca; ol!"! rohre los teratomas abdominales y en especial los peritoneoJes y finalmente una sobre los ováricos que con tan gran frecuencia sen encontrados en las intervenciones ginecológíros practicada. por quisles del ovario. Al final se presenta cuatro casos de teratomas, c11nica yana· lomopatolágicamente comprobados. operados en el Servicio de Cirug\a A. del Hospital Central de} Seguro Social, por nosotros. (',a. sos estos seleccionados, porque en todos ellos existen datos de enorme interés méclico-quirúrgico. que los colocan en una posi· ción especial en relacián con otros teratomas que también hemes tenido oportunidad de intervenir. En tQdos los casos se siguió control postoperatorio, lo cual ha informado de su evolución posteríor y de los resultados obtenidos .con la intervención quirúrgiro. (1) .. Trabajo hecho en colaboraci6n con el Hospital Central del Seguro Social. Jefe del Servicio Ciruqla A. Jefe de CHnica del Servjclo Cjrugia A. ".. DeJ Servicio de CiruqJa A. ero lo Caja 250 CONSIDERACIONES GENERALES El término Teratomas, se aplica a un grupo de tumores compuestos por partes de tejidos y órganos complejos derivados de más de una capa germinal y dispuestos desordenadamente. E.tos tumores embrionarios derivados de las diversas hojas blastodérmicas son: a) TERATOMAS TRIDERMICOS (Trifolioma o Trid"rmoma), que están constituidos por tejidos derivados de las tres hojas del blastodermo, tejido todavía embrionarios inclasificables, y aparte zonas en las que se reconoce: epidermis, tejido nervioso central, rudimentos de intestino, g'ándulas, células cartilaginosas jóvenes, óseas, foliculos pilosos, glándulas sebáceas, grasa, pelos. etc. b) TERATOMAS OUISTICOS lJ QUISTES DERMOIDES (Teratomas quisticos benignosl, que eslán constituidos casi siempre, per elementos propios del ectodermo mesodermo (1) y sus tejidos son generalmente de ti¡:o adulto y no embrionario como en los terotamos tridérmicos. Así pues, los tejidos de los terat ,mas pueden se' de tipo adulto o embrionario, yesos tumores son benignos ~or los elementos adultos y malignos por las formaciones embrionarios que tengan. Un principio importante del crecimiento de los teralomas, es la {'.ndencia de un elemento ya adulto o ya embrionario a superar y suprimir a los otros. Estos tumores los consideramos conjuntamente, pues la histogénesis de ambos es idéntica y aunque difieren en algunos detalles morfológicos, macro y microscópicos, y en su curso clinico, sin embargo son en verdad originados por el mismo motivo O est[mulo disontogenéticos. Pese a esto, vamos a dar algunos caracteres diferenciales casi precisos que sirven para su diagnóstico-diferencial. lJ El teratoma por lo general es un tumor sólido, (aunque a veces muestra pequeños quistes). El Dermoide es un tumor quishco. 2) El Dermoide se caracteriza por el predom;nio de elementos ectodérmicos, aunque habitualmente se encuentran en él, tejido mesodérmico y en o::osiones incluso formaciones endodérmicas. El Teratoma por su parte, siempre muestra un conglomerado de elementos derivados de las tres capas embrionarias; pero es evidente a pesar de esto, que no se puede establecer una línea demarcadora clara entre los dos tumores, solo por los detalles señalados. c) El quiste dermoide es por lo general benigno y por tal motivo se le llama, Teratoma Qulstico benigno, y todos los elementos 251 a!lcrmales que lo constituyen se hallan bien diferenciados. El teratoma sólido debe clasificarse como maligno, siendo sus elementos fetales de tipo indiferenciados. Este carácter embrionario le da malignidad inminente que no sólo depende de la degeneración maligna ce algunos de sus elementos, sino de su propia evolución. En este último, las recidivas, las metástasis y la muerte son frecuentes. Esto no quiere decir, que a pesar de lo señalado, no haya casos de degenerac:ón cancerosa del relieve dermoideo de los Teratomas quisticos. Se podrla mós bien decir, que los quistes dermoides son tumores de malignidad ~otencial y que en cambio el Teratoma sólido es un tumor franoamente maligno. Los quistes ¿ermoides constituyen una variedad mucho !néls frecuente que los Teratomas sólidos. Al estudiar la morfogénesis de los tero tomas, debe adm¡tir"e que no puede trazarse una linea de separación precisa entre e~­ tos embriomas dosordenados por una parte, y las implantacior.e. fetales por otra, así como los Teratoides com~!ejos y los tumOrt)$ mixtos por otras. El origen principal de los !eratomas es probablemente la célula sexual aberrante. Sólo es:e origen explica, la predilección de los teratomas por las glándulas sexuales; ademé<. le observación de numerosas células sexuales desplazadas en toda la longitud del endodermo embrionario, ofrece origenes abundantes para la mayorla de los teratomas abdominales o toráxicos y no es fOfO que alguno de estos, re~resenten neoformaclones n1e- tóstasicas a partir de diminutos teratomas del ovario o testlculc. Para los teratomas farlngeos y sacros en cambio, no se puede aducir un modo único de orogen. Para la mayoría de los tmat'Jmas extragenitales, algunos sostienen la teorla ce que se originan desde blastómeras aisladas. Según Ewing, se puede reconocer tres grupos principales d·~ tumores que contienen órganos adultos o embrionarios en dis~{)­ sición desordenada; a) Teratomas derivados de dlu!a sexual aberrante y encontrados principalmente en las glándulas sexuales. b) Teratomas extragenitales que pueden derivarse de blastómercs aislados, casi totipotentes o de una gemación precoz del blastodermo, proceden de blastón",ros separados en un estadio preco;. del desarrollo embrion:lrio del paciente. c) Teratomas derivados de materia multipotent.. de tipos regionales distintos y reprod\).ciendo los órganos de estas regiones. Estos tumores suelen estC'l asociados a un defecto en la formación de las partes de que nacen. En los llamados tumores mixtos, se ha podido demostrar en muchos casos, la naturaleza tridérmica y teratomatosa de muchos 252 de ellos, por lo que se considera que bastantes de estos son ter:ltomas modificados; de ahf que ahora, Se aplique el término de tumores mixtos a neoplasias relativamente simples sobre todo 3rr.~ brionarios de origen puramente local. resultante de hipercrecimiento de tejido embrionario con desplazamiento o sin él. La mayorkr de éstos no contienen derivados de las tres capas germinales, sino que son bidérmicos o monodérm~cos, aunque se observan tumores tridérmicos de origen loca!, especialmente en las extremidades caudal y cefólica. Sin embargo, no siempre es posible determinar, si un tumor es un teratoma escasamente desarrollado de origen heter6ctono o una neoplasia compleja de origen locaL En el turnar mixto verdadero, el proceso blastomatoso afecta a ambos derivados germinales produciendo adenosarcoma o carclnosarcomas etc., y la tendencia a crecer mós que los otros, parece menos marcada que en los teratomas. Por lo que se podrían definir como tumores embrionarios complejos de origen local, que reproducen el desarrollo normal de los tejidos y órganos de la porte afectada, pueden clasificarse según la región en que asientan. El ejemplo mós Upico de éstos se encuentro en las neoplasias mesodérmicas derivadas del riñón primitivo y los tejidos vecinos, l'amados Adenomiosarcomas o Tumores embrionarios complejos congénitos del Riñón. Los llamados dermoides complejos, en su mayoría son terclomas imperfectamente desarrollados, los dermoides mediasUnicos y retroperitoneales pueden ser de estructura relativamente simpIes, pero en general es dificil referir díchas neoformadones <l un origen locaL 1) TERATOMAS DEL OVARIO Las variedades conocidas comúnmente son: el Teratoma Sólido y el Quiste Dermoide, llamado por algunos teratoma qulslico benigno. Representan tipos embrionario y adulto respectivamente del mismo tumor, y aunque difieren en algunos aspectos COmo ya 10 señalamos, tienen ambos el mismo origen y numerosas formas intermedias unen los casos extremos de cada tipo. La princi¡x:tl distinción reside en la malignidad clínioa del Teratoma sólido y relativa benignidad del dermoide simple (2). QmSTE DERMOIDE DEL OVARIO Son quistes dermoide sdel lOa! 15 % de todos las neoplasias ovóricas (12) Un 25% de los derrnoides son bilaterales (3). Aunque pueden presentarse en cualquier edad, incluso en niñas, son mós propios de la vida reproductiva (mujeres jóvenes). Redon- 253 dos de superlicie lisa y pared blanquecina, mate, gruesa y f,or ¡:;a!paclón a veces se perciben zonas duras (nódulos calcificado!) en e'la. Son tumores quisticos de tamaño variable, desde muy pequeños hasta alcanzar a veces proporciones mayores que la cabeza de un adulto. Nacen dentro del ovario, destruyendo el órgano o dejando un pequeño nódulo que asienta sobre el quiste, sin embargo pueden nacer en el ligamento ancho o en el espacio retroperitoneal y ser normales ambos ovarios cuando el tumor se origina a partir de órganos supernumerarios. El dermoide puede emigrar del ovario e implantarse en cuolquier lugar. Procesos malignos se desarrollan según Ewing en un 3"1. de los casos e invaden el peritoneo, adoptando la forma de seudomixomas peritoneales o de neopIasmas de tipo sarcomatoso o carcinomatosos. Tantos los teratomas sólidos como los dereloides se asocian a menudo a Cistornas ováricos 14 %. ya serosas ya seudomucinosos o ya revestidos de epitelio ciliado. Al abrir un quiste dermoldes se encuentra en su interior, además de la grasa (materia sebácea u oleosa). abundantes cabellos,. la mayoría libres, largos y apelotonados. Además pueden aparecer otros anexos epidérmicos (ectodérmicos) sobre todo uno o varios dientes libres o insertados en la pared. Pueden haber también elementos mesodérmicos sobre todo carlllago o hueso. Si se observa cuidadosamente el quiste, se puede observar el relieve dermoideo, cuya pared superlicial que sobresale dentro del quiste liene aspecto de cuero cabelludo con el punteado de numerosas glándulas sebáceas (por esto se llama dermoideo). La sección de este relieve dermoideo mue.,tra con frecuencia, tejido nervioso central, zonas grasas amarillentas o rojizas que al microsc0t:io dejan re::onocer a veces, intesHno. tramos respiratorios, glándula tiroides, etc. Todos ellos en a;;árquica confusión y desviaciones estructurales de los mismos tejidos; pero el carácter más destacado es la presencia de tejidos cutáneos y sus anexos en la pared del quiste. El resto de la pared es una cápsula fibrosa y resistente. Obsérvese pues que en el dermoide hay tendencia oncológica a formar órganos con tejidos que tienen la edad de su portadora, es un tumor coetáneo o contemporáneo (5). En el teratoma hay una rica progresión de edades predominando la embrionaria y aún esta, con gran anarquía histológica. El quiste dermolde es bien pediculado y de evolución pare¡ algunos dolorosa. Según Coníll M., característica de gran valor para el diagnóstico diferencial con otros quistes del ovario. U"ila- 254 terales en el 75"/. ¿e los casos. La Roentgenografia es un excelente auxiliar diagnóstico en este quiste, pues la ~resencia de dientes o manchas óseas en el interior de una sombra circular abdominal baja, es concluyente (5). El signo de Odquist y Laurel1, que es la presenc:a de zonas claras casi transparentes en la placa que atribuyen a tejido adiposo, para algunos es de interés y más constante que el hallcz·;¡o de piezas dentarias a los RX. El Signo de Edeiken o la visualizoción radiográfica del contorno del tumor es otro dato de valor. El ovario suele estar irritado y eslo se traduce a veces por, algunos signos de tipo traslorno menstrual; amenorreas por persistencias luteinicas, melrorrágicas erráticas por persistencia lolicular con hiperplasia endometrial, etc. TERATOMAS SOLJDOS DEL OVAffiO Es un tumor mucho menos tecuente que el dermoideo, ro,i podrlamos ded! que es raro, se observa a cualquier edad ¡::ero generalmente en sujetos más jóvenes que el quiste de:moide. (Mujeres jóvenes de menos de 20 años. Es rara en mujeres postmenopáusicas (12). Casi siempre unilateral. sólido predominantemente, duros con tendencia a perforar pronto la cápsula e inv'ldir órganos vecinos, suelen causar metástasis amplias, de superficie nodular cmcen con rapidez y alcanzar proporciones enormes, aunque de ordinario son pequeños. Si perforan la cápsula, infiltran los órganos adyacentes y causan am ;lias siembras en el petitoneo. Están constituidos por tejidos derivados de las tres capos de blastcderr._~; C~ d'clinguen de los dermojdes por la ausencia de cavidades qulsticas con pelos o sustancias sebáceas; aunque suelen contener numerases quiste:. pequeños. En los típo2 más complejos, pueden hallarse reprocu:idos trozos de todos los tejidos y órganos del cuerpo, aunque de ordinario en forma rundimentari'l e imperfecta. En los tipos más evolucionados incius've puede ícrmarse a veces un feto imperfecto. Se han descrito cartUagos, dientes, (pequeños d'entes de leche, mientras que los dermoides centienen de a¿:J!tos), cerebros asas intestinales, ojo, tiroides, ..te. A veces es tan compleja la estructura que hace im~osible peder identificar macoscópicamente los rudimentos orgáni:os. El pronóstico es malo para los partadores de estos tumores ya que son sumamente malignos dando metástasis a órganos vecinos o distantes, ascitis, adherencias y la muerte. La presencia de tipo tumoral es intermedios y la asociación de tejidos y embrionarios en el mismo tumor, indican que el der- 255 moidl:ls y ~I (ero toma tienen al mismo origen. No obstante la ·-j.ifarencia estructural entre ambos no se ha aclarado satisfactorio:~ mente. Poro algunos los tejidos adultos del dermoide son de kl mismo edad que los del huésped, y los tumores son congénitos, mientras que los te,atomas sólidos nacen más tarde, durante el curso de lo vida y producen tejido embrionario. Para otros, los dermoides congénitos con roras y todos nClcen en adultos jóvenes, siendo posible que lo variedad estructUlal de· pendo del grado de diferenciación de lo célula sexual origina,ia. Otros formas atípicos de Dermoides ováricos serian dados por lo lalta de uno ca¡:a germinal, lo proliferación de elementos úni· cos y los alteraciones secundarios, los cuales podrlan dar origen o diversos subvarieda¿es bien definidos como son. Teratomas bidérmicos Atróficos, Dermoides múltiples, Cario· ma Ová,;co, Bocio Ovárico, etc. Solamente daremos algunos caracterlsticas de este último. STRUMA OVARn Se debe o lo presencio de tejido tiroideo en los tumores ováñcos. Su origen es o partír de células tiroideas metastásicas G de de ]ageneración mucoso de un carcinoma. Se presento en forma benigma y mafigna. Todo el llamado relieve dermoideo de un tumor quistico o todo lo superficie de sección de otro sólido, es tejido tiroideo o predomino éste, con gran ventaja sobre otro que formo el teratoma. Suele tratarse de tumores pequeños al microscopio se observo un cuadro típico de bocio coloide. AparECcen o los 42 años, como edad media, en un 50% de los casos se acompaña de datos c11nicos de hiperliroidismo, cuadro este que remite una vez extirpado el tumor, si es que na coexiste bocio, lo cual sucede en 1/6 parte de los casos. Producen también alteraciones menstruales y o veces asciHa, o veces invaden los tejidos vecinos y periféricos con siembras a peñtoneo y metástasis. 2) QUISTES DERMOIDES y T,ERATOMAS PERlTONTEALES MESENTERICOS y EPIPLOICOS, En el peritoneo aparecen cuatro variedades principales de tumor qulslico. 1) Quistes Linfáticos o Quilosos; 2) Quistes Entéricos; 3) Quites Urogenitales; 4) Dermoides y Teratoides. (Nos referiremos o este último). 256 Los quites dermoides del mesenterio y del peritoneo son raros; asientan en cualquier porción de los mismos, desde el eje celiaco a la pelvis y sus dimensiones pueden ser considerables. En algunos casos está interesado o están insertados en el diafragma. Otros se colocan en situación subhepática, pélvica, etc. De ordinario revest¿os de epitelio escamoso y contienen pelos y materia sebácea. Otros más complejos contienen dientes y a veces inclusive tejido conjuntivo, cartilago y hueso. Se han publicado algunos de teratomas peritoneo/es, no son frecuentes (como el operado por nosotros de situación subhepática), Parece que contribuyen va:ios faclores a originar estos tumores. Se atribuyen a oclusión imperfecta de placas abdominales. Otros se consideran que derivan del ovario por seporación de un tumor ovárico original o por desarrollo de un ovario supernumerario o por implantación a portir de un dermoideo ovárico perforado. La posición de los dermoides complejos hace pensar que muchos de ellos pertenecen al grupo de Teratomas abdominales y que un examen más completo habría revelado una estruotura tridérmica. Les teratomas Tridérmicos del peritoneo, con frecuencia asientan detrás o debajo del higado. No es raro que sea difícil hacer una distinción precisa entre teratoma peritoneal y retro~eri­ toneal. Se presentan en individuos jóvenes o adultos y alcanzan grandes proporciones, su estructura incluye porciones sólidas compuestas de huesos. cavidad medular, cartUago, grasa, músculo, tejido conjuntivo y porciones quíslicas con cavidades que contienen pelos o moco y revestidos de epidermis o epitelio cilíndrico o ciliada. Se encuentran a veCes porciones de intestino, mesenterio, próstata. cerebro, etc. Y se han descrito zonas sarcomatosas o adenosarcomatosas derivados del endodermo y capoces de producir metástasis. 3) TERATOMAS DEL MEDIASTINO: Tumores embrionarios de tamaño variable, desde unos pocos centímetros a grandes masas tumorales de 20 centímetros de díámetro o más (7). Son de forma más o menos redondeada y limites bastante definidos, de tipo quístico uní o multiloculares. La mayorla de ellos aparecen en adultos jóvenes y siguen un curso y de- 257 sarrallo lento. A veces faltan los sintomas. aunque la mayor'C' muestras los resultados de los fenómenos compresivos causados por el tumor. Se ha supuesto que permanecen inactivos hasta la adolescencia, época en que algún factor hormonal o de otro "p<.' estimula su crecimiento. Su localización principal es el mediastino anterior (4) (13). Y en Antero superior aunque menos frecuentes, también ocupan gran frecuencia esa región. ;;00 Burch (l2) señala que los Teratomas ocupan el segundo lugar en frecuencia entre los tumores que aparecen en el mediasti- no antera superior, siendo el primero el Bocio o Adenoma Tiroi· deo, lo cual está de acuerdo con nuestro medio. Peabody y Lawrence (10) después de estudiar una larga serie de casos de tumores meciiastinales, indicaron que el primer lugar lo ocupaba el teratoma, con 20 "/. de frecuencia sobre los otros tumores del mediastino anterior, les seguian con frecuencia los timomas 10,5 .;; y los Bocios Intratoráxicos 6.9"/•. No vieron en las series estudiada". ni un solo caso de Terotoma en el mediastino posterior. Según su estructura pueden clasificarse en 1) Quistes Dermoides y 2) Tera!omas Tridérmicos O sólidos. Con las caroeterlsticas ya enumeradas en las generalidades del tema. Lo grave de los Teratomas sólidos, es su tendencia a la dege· neración muligna. Aunque la mayor parte del tejido suele ser ele naturaleza benigna. la investigación detenida revela a veces Z:lnos de malignidad. Son más propensos a este cambio los Teratcmas sólidos y cuando se extirpan del ID al 20% ya presentan cambios malignos (8) (ID). Para ¡canides (4) cambios malignos fe'eron observados en un II % a 44 % de los casos estudiados por el:os. Los teratomas cuando no están malignizados, son bien encapsulados y no adheridos a los tejidos vecinos (7), su tamaño no in· dica la tendencia a la malignidad, por lo que deben extirparse todos los tumores ya sean pequeños o grandes. La progresión rápida de la sintomatologia indica maligmdad. No puede excluirse un origen único mediante desarrollos uni· laterales de Teratomas para todo el grupo, la mayorla de los autores consideran el tumor simple como derivado del tercero y cucrarcos branquiales que produce los senos cervicales profundos y el timo, y que bajan al mediastino durante la evolución embric,lógica junto con los grandes vasos. (9) 258 En raras ocasiones un quiste se ulcera y se rompe a un bronquio, espectorándose su cotenido, materia sebácea e incluso pelos, lo cual establecerla el diagnóstico (6) (\ 1). Como se dijo, la sintomatologia depende de: a) Tamaño del tumor, b) localización, e) tipo de tumor y tendencia o grado de malignidad. En relación con esto último, la cápsula a veces está mal definida e infiltrada de células sarcomatosas o carcinomatosas a menulo hay invasión local y metástasis. La mayoda de esos tumores se descubren al practicar un ~xa.. men radiológico del tórax de rutina o por cualquiera otra causC!. Los sintomas más frecuentes son: dolor crónico intermitente, disnea de esfuerzo producida por la compresión de las vias respiratorias o las venas pulmonmes, tos por irritación bronquial ejercida por la presión del tumor sobre ellos o su ulceración. A los RX. se ve una imagen tumoral regular, de crecimiento lento que infiltra o no los órganos vecinos, a veces nivele3 líquidos (capa de grasa que 1I0ta sobre la masa liquida, lo cual indica quiste dermoide, y a veces sombras características dadas ¡::or dientes y hueso (6). Otros signos son: el llamado "sindrome de vena cava superior". se debe a. compresión de este vaso por la tumoración, generalmente indica malignidad, aunque a veces tumeres benignos muy grandes pueden darlo. Se caracterica por; Disnea que aumenta progresivamente, ingurgitación yugular venosa, ~de­ ma palpebral que luego extiende a la parte anterior y superior del tórax, la cara se hace voluptuosa y a veces cianótica, ronquera por compresión del recurente, celálea constante, desmayos y vértigos. El llamado síndrome de Horner; ptosis palpebral parcial, enol· tolmos, miosis, 'XIlor y sequedad de la piel del lado afectado, y que es provocado por los teratomas altos del mediastino superior por compresi6n o invasión tumoral de los ganglios simpáticos cero vicales inferiores o taráxicos superiores. A los RX. se comprueba una sombra mediastinal dilusa o irre. guIar poco clara muy opaca que no rechaza los 6rganos sino que los invade, si se asocia a derrame pleural posterior nos está mdicando malignidad. Si la obstrucci6n de la cava, asienta por encima del orificio de la vena ácigos, los sintomas son menos graves. (\4). CASO N9 l.-L. de C. V. M. Historia Clinica. 199265. H. C. S. S. 29 años. Femenino. Oficios domésticos. Antecedentes heredita. rios y familiares sin importancia. 259 Antecedentes personales patológicos: normoreglada hasta h::xce lO meses aproximadamente, desde entonces amenorrea secunda· ria. No ha tenido hijos, es casada. Alimentación deficiente en C(fji· dad y cantidad. Aunque no se detalla bien, relata haber sufrido un traumatismo abdominal hace unos 3 años (previo a la apari· ción de su padecimiento actual). Otros datos sin impartancia. PADECIMIENTO ACTUAL: Desde hace más de dos años, nctó la aparición de dolor abdominal hipogástrico, tipo cólico de mo· derada intensidad irradiado a epigastrio, que calmaba a VeCé" con la defecación, dlas después diarreas de heces amarillentas a veces verdosas sin sangre, fiebre diaria, escalolrios, sudoraciól!. pérdida de peso progresiva severa, anorexia, astenia y adinamia Permaneció asi durante un año y medio época en que comenzó a notar aumento del volumen del abdomen de manera progreSlVa. hasta adquirir proporciones enormes, como la que presenta en b actualidad y que se puede apreciar en las 10tograUas. El dolor lue el único sintoma que calmó, el resto de los relatados a ido au· mentando en todos los aspectos, edemas en miem~os inferiores que aparecieron después del crecimiento abdominal y que ú;¡¡· mamente han aumentado, disnea de esfuerzo, persiste la fiebre en agujas, y se encuentra en estado de excitación intensa, disuria y oliguria. EXPLORACION FlSICA: Paciente del sexo lemenino, páli6·1. facies de angustia, desnutrida, encamada, conformación integra, con g;an crecimiento abdominal que se aprecia a simple vista. PA: 120/70. P: lOO mel. resp; 26 mI. Temp. 36,8' C (que luego sucia y descendia irregularmente). Peso 140 libras. Cráneo, cuello y tórax normales. Abdomen: aumentado de vo· lumen, unas 6 veces lo normal. red venosa colateral en mesogcs· trio. con llenado de abajo hacia arriba. Parece existir líquido libre (¿ascitis?). Dolor en hipogastrio y FID. No esplenomegalia, SI pa· reciera haber hepatomegalia, sin embargo la gran cantidad de Ií· quido intraabdominal impide asegurarlo. No hay signo del tém· pano. A la percusión, matidez periférica y timpanismo centfQl. Extremididas atrofia muscular en las superiores. Una exploración ginecológica fue reportada como normal. A la paciente se le practicaron, en el servicio de medicina 2, donde se encontraba internada, tres paracentesis abdominales en el es· pacio de un mes, obteniéndose 5 litros de líquido amarillento os· curo calé en la primera ocasión, y 3 litros y 3 Y medio en la si· guiente. El reporte de anatomia patológica dice: liquido con abt:n· 260 dante celularidad en la que predominan elementos materiales algunos de ellos con gránulos de color café, la mayoría de estas células presentan citoplasma vacuolado y núcleo pequeño ¡atelal, hay además eritrocitos y pocos p~limorfonucle"res. No se enconlra.. ron elementos malignos ni bacilos B. K. Citologfa: signos de irritación crónica peritoneal. El laboratorio no reportó bacilos (tuberculosos) en el liqUIdo y el cultivo fue negativo para B. K. y piógenos. Señaló: Proteínas totales Eritroc;tos Leucocitos Neutró!ilos segmentados: linfocitos .. 3,3 gms% muchos .........................135 mm3. 65% 35%. 10,5 gm. HT. 38% Galli mainini (-). Orina normal. Hb Leucograma: 10.300 mm3 diferencial normal. Heces: Ascads. VDRL (-). Sangre a gota gruesa {-l. Glicemia (88 mgs%). Amilasemia. Protelnas totales, refadón A. G., Urea Nitrógeno y total, creatinina, Colesterol Total. Fosfalosa alcalina. Transominasas, Bilirrubinas. todos fueron normales. Protrombina de Quick. Electrolitos en sangre 1 retención de la Bromosullaleína normales. Radiología: RX de tórax: Normal. Esófagograma: normal. Serie gastroduodenal: normal, excepto par rechazamiento de las asas del intestino delgado al lado izquierdo del abdomen. Pielograma descendente: rechazamiento hacia arriba de las sombras renales. Los cálices presentan contornos engrosados de tipa inflamatorio, ¡:elvicillas y uréteres de aspecto normal. Electrocardiograma: normal. Habiendo sido vista posteriormente en nuestro servicio de Cirugia, y ·dados 105 antecedentes y el hecho de que una explorac;ón ginecológica no descart6 la pasibilidad de un quiste gigante del ovario, se le practic6 Laparatomfa, encontrando un enOrme quiste del ovario izquierdo, adherido a los intestinos, pero no de manera tan íntima que no permitiera su separaci6n. la cual se logr6 en su mterior se encontraba abundante liquido mucinoso, se logr6 hacer resecci6n total con oolorectomía izquierda. La evolución clínica fue 261 tormentosa, pero por lin 22 d¡as después se le dió alta en buenas condiciones. El reporte de Anatomia patológica fue: Teraioma quistico productor de mucus. Media 45 cms. de diámetro. Fue controlada un año y 4 meses después (último control hecho a la fecha) y ha evolucionado sin ninguna molestia y se encuentra aparentemente sana. (Ver fotegrafias). CASO N° 2.-A. A. A. Historia Cfinica 45565. 36 años, sexo masculino. H. C. S. S Antecedentes hereditarios, familiares y ;ato!ógicos: sin importancia. Padecimiento actual: desde hace aproximadamente 4 años (nótese la cronicidad del padecimiento) ha venido notando dolor retroestarnal de tipo pungitivo y de aparición ocasional, sin rebc:6n con los esfuerzos o alguna otra cosa, con irradiación hacía región epigástrica y al hombro derecho. con duración aproximada de un minuto y dando a veces la sensación de dolor pulsátil. Ccn estas características se mantuvo el dolor hasta hace dos meses en que de intermitente se hizo continuo, severo y que se exacerba con los ejercicios y la tos. Tos seca de tipo irritativo, disnea de grandes esfuerzos que ha ido creciendo ho'la ser de medianos esfuerzos, pérdida de peso de 9 libras en 6 meses, astenia, adinacia, no liebre y no hemoptisis. Exploración fisica: paciente íntegro, normal, lúcido, en buen estado generaL Actitud libremente escogida. PA. 130/80. Pulso 90 Temp. de 37' C. Respiración 22/m!. Cráneo, cara, cuello y abdomen normales. Tórax: forma y volumen normal, movilidad disminuida en el hemitórax derecho, disminución del murmullo vesicular en este lado, a la percusión no se reconocen datos patológicos. Corazón normal. Leucocilos 7.900, diferencial normal. Orina (-). Heces (-). Hb: 11.5 Gm'ji-. Ht: 43% VDRL (-). Estudios radiológicos de pelvis y columna lumbar negativos. RX de tórax: (P. A.) En hilio pulmonar derecho se aprecian dos gruesas sombras de forma ovoidea grande y de contorno 262 neto, que corresponden a masas tumorales del mediastino o de adenopotías. Ambos campos pulmonares despejados. O. A. D. Sombras densas de contornos redondeados netos, q:Je forman cuerpo con la sombra cardioa6rtica en la regi6n de la aorta ascendente de situaci6n anterior. Tomogralfas: La masa tumoral se aprecia más netamente en el catre a 12 cm., y corresponde a la regi6nhiliar, un poco anterior. Con el diagn6stico de probable Teratoma se le practic6 una Toracotomía derecha, encontrándose con un tumor que emergía del mediastino anterior por delante de la cava superior, del tamaño del ~uño de un hombre adulto s6lidamente lijo en su base de implantaci6n, prolundamente situada en la columbra vertebral, retr9aórtico y con proyecci6n hacia el cuello. Consistencia s6lida y en porte renitente. Se hizo extirpoción de la masa al parecer en su totalidad. El informe de anatomia patol6gica señalaba: Teratoma Tridérmico con transformación malig- na focal de tipo carc·noma epidermoide. A juzgar por las muestras y el aspecto microsc6pico, la lesi6n está circunscrita. Con estos datos, el paciente evolucion6 en buenas condiciones saliendo 15 días después de operado, asintomático totalmente. El paciente se mantuvo posteriormente tres meses asintomático, pero luego comenzó a presentar el síndrome compresivo de vena cava superior, que en un mes y medio lo l!ev6 a la muerte, siendo la causa de ésta, una probable recidiva tumoral de la masa degenerada. Pese a que la extirpaci6n aparentemente era radical, he aqui un ejemplo de la malignidad de este tipo de Teratomos. CASO N- 3. Ma. C. C. C. H. C. S. S. Historia Clínica 112923. 41 años, oficios domésticos. Antcedentes: Esposo con Tuberculosis pulmonar. Dos hijos sanos. Reglas normales. Resto sin importancia para el padecimiento actual. Padecimiento actual: Por estar su esposo su/riendo de Tuberculosis pulmonar, la paciente fue enviada a control al Hospital del S. S., donde al practicarle una RX de tórax se le diagnosticó una Masa Tumoral en el mediastino, localizada al mediastino anterior, de forma esférica, bordes regulares, bien limitados. Como sint'Jma de interés, la enferma s610 aquejaba presentar de manera CCCl- 283 sional dolores retroestemales leves que apareclan y desapareclan espontáneamente y sin relación con el esfuerzo u otra cosa. Exploración flsica: del sexo femenino, bien conformada, inlegro, normal lúcida, actitud libremente escogida. PA 110/70. P:76. Temp 37. C. Resp. 221m!. Cráneo, Cara, Cuello y Abdomen, S. D. P. Tórax: Corazón de tono y rilmo normal. Pulmones: discreta disminución de la transmisión de la voz, de las vibraciones Vücales y del murmullo vesicular en base derecha, no soplos, no froteo, no estertores. Exploración ginecológica: vulva y vagina normal, matriz con cuello cilíndrico, regular, duro. Utero en lateroversión derecha, fondo de saco izquierdo ocupado por una masa redonda regular, ligeramente móvil, semidura, no dolorosa. Matriz normal en tamaño y forma: Miembros: S. D. P. Electrocardiograma normal. Exámenes de laboratorio normales. En vista de los datos obtenidos, de la presencia de dos masas, una en Ovario y otra en el mediastino, se planteó la posibii:dcd de Teratoma doble en esta paciente, lo cual hacia el caso suma· mente interesante, dado lo distanciado de las reigones, y la im· presión de ser totalmente independientes uno del otro. Se le practicó primero laparatomia, encontrándose una masa tumoral. redonda, qulstica de color blanco grisácea que ocup.:xba el ovario izquierdo. Evolucionó perfectamente y un mes después de la tizo Toracotomia antero-lateral derecha, encontrando una masa tumoral de unos 6 cm de diámetro situada sobre el diafragma, en el ángulo pericardio diafragmático derecho en el mediar,· tino anterior. Tenia en su interior Uquido transparente y de consistencia blanda, se resecó en su totalidad y se le dio a la paciente salida en buenas condiciones 9 dios después. Un año de control indica que la paciente Se encuentra asintomática. Reportes de anatomía patológica: Masa de 8 cm de evario izquierdo que al corte contiene un cuerpo lóteo hemorrágico y que se diagnosticó como Quiste Dermoide (Teratoma Qulstico). La masa quística del mediastino anterior se diagnosticó también como Quiste, formado por una pared librosa revestida por epitelio. CASO N° 4 O. L. M. G. H. CUnica N° 186.063. H. C. S. S. 30 añcs. iemenino. Antecedentes: casada, maestra, 4 4hijos, último parto hace 9 meses reglas 30 x 3 regular. Ultima hace un mes. Resto de antecedentes sin importancia. 264 Padecimiento actual: Comenzó su enfermedad, hace un nes y dios, con dolor a nivel del hipocondrio derecho, en forma al parecer continua, desde el principio y sensación de pesadez a nivel de esa región. Dios después de aparecido el dolor, comenz6 a presentar crecimiento abdominal con aparición de una tumeiacción que ella relata localizada al lado derecho del abdomen, que duele al palparse y que ha crecido progresivamente con los dios. El dolor ha aumentado de intensidad y persiste continuo. AnoreXia, y astenia marcadas. No relata fiebre, no pérdida de peso, no vómitos, no diarrea, slntomas urinarias (-j. Respiratorios, solar"ente leve asfixia al efectuar esfuerzos. Exploración Física: Paciente del sexo femenino, integra, ~lor­ mal, lúcida, adelgazada, afebril, movimientos. normales, con crecimiento abdominal notorio a simple vista. Cráneo, cuello tórax S. D. P. Abdomen. Se nota un aumento de volumen, provoccd" por una tumoración que abarca todo el hicopondrio derecho, ex·· tendiéndose, hacia abajo hasta la cresta illaca y por la parte madio e inferior hacia el ombligo, por el lado izquierdo llega hasta el hipocondrio izquierdo mitad de esta región, de limites precisos con superficie irregular, muy sensible a la ¡:alpación de consistencia firme se moviliza con dificultad, no se pudo precisar si habi::l ]Jquido. Exploración vaginal normal. PA: 110/64. Temp. 36,8 C. Resp. 23 m!. Fueron normales los siguientes exámenes: Eritrosedimentaci611, Hb, Ht. Leucocitos. Fosfatasas alcalina, Colesterol, Esteres de Colesterol, Protrombina de Quick, Bilirrubina al minuto, Proteinas Totales y Relación A. G. Fósforo. Orina, Heces, V. D. R. L. Radiologia: RX: Tórax P/A. Elevación del hemidiairagma derecho que puede corresponder a un abseco hepático. Biligralincr para visualizar vias biliares: Hepatomegalia con imágenes aéreas en el tercio superior que podrian corresponder a un absceso hepático, o una fistula biliar. Sombra renal derecha se observa rechazada hacia abajo. Vesicula en situación interna pegada a b columna. aspecto norma!. Pielograma descedente: sombra renal derecha de tamaño aparentemente más pequeña que la izquierda, lo cual puede deberse a rotación. Existe una franca ptosis derecha, con acodadura de la unión uretero-pélvica. Hay una buena eliminación del medio de contraste, no hay hidronefrosis, no hay obstrucción ureteral, la sombra vesical aparece normal. 265 En el servICio de medicina se trató de hacer una biopsio a nivel del 9 espacio intercostal derecho, y al introducir la aguja con sorpresa se vio que salían alrededor de 4 litros de liquido fluído de color obscuro, que deja espuma blanca, disminuyendo francamente la tumoración abdominal, en casi toda su totalidad. Examen citológico no indicó células neoplásicas, ni parásitos ni B. K. el diagnóstico fue, exudado hemopurulento. Se reportó que habían micrococus piógenos variedad aureaus, con prueba de patogenicidad positiva. Aunque la tumoración con el drenaje del liquido disminuyó de tamaño, ¡:osteriormente volvió a aumentar pero sin llegar a tener el volumen anterior. Con tales antecedentes se le laparatomizó con el diagnóstico probable quiste hepático. En la operación se le encontró un enorme quiste infrahepático, conteniendo alrededor de 5 litros de li· quido con carácter grasoso café, que desplazaba el riñón y la veslcula y en su cara superior estaba íntimamente adherido a la cápsula de Glison. Se logró extraerlo totalmente y la paciente evolucionó perfectamente bien, dándosele salida en buenas condiciones, un año después se encuentra asintomática. Reporte de anatomía fue de Teratoma de origen Entomesedérmico. GASO N' l.-(Teraloma Quístico del Ovarío) "Ver explicación de cada fotografía, en el resumen de la respectiva historia clínica." Foto de la paciente. donde se puede observar la enorme mC',sa tumoral. Hístológicamente, se puede observar una pared fibrosa de haces paralelos, que por uno: ca· ra está revestida de epi. telio plano y por la otra de epitelio cilíndrico con lormación ¡de mucus en el extremo distal y esbozos de glándulas. Diag.: Terotama Quiso tico productor de Moco. 266 BIBLIOGRAFIA 1) DOMARUS A V. y FARRERA P. - Tumores MediasHnicos. Medicina Interna. Quinta edici6n, pg. 443. 1958. 2) NOVAK. EDUMUND R. - Teraloma 01 Ihe Ovary. Novel's T-exbook 01 Ginecolcgy, sixth edition. pg. 515. 1961. Ova~io. Ginecologia y Obstetricia. pri- 3} NOVAK. EMIL - Tumores del mera edición. pg. 458. 1954. 4) JOANNlDES. MINAS and LANGSrON. H. T. - Mediastinol Tumors and CYsts in Ihe adults. Diseases 01 the Chest. Vol. XXXVIlI. September. P9. 243. 1960. N~ S) CONILL MONTOBIO. V. - Tumores del Ovario V del Paraovario. tado de GinecoJogia. Tercera edición. pg. 664. 1956. Tra- 6) UNDSKOG. GUSTAF E. - Tumores del Mediastino. Medicina InleroaHorríson. Segunda edici6n. n tomo, pg. 1355. 1962. 1} MOOHE. ALLAN R. - Quistes y TUI:lo:'cs del Mediastino. Anatomia Patol6gica. Primera edici6n. pg. 278. 1957. 8) HINSHAW. CORW1N R, - Tumores del Mediastino. Torax. 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Primera edici6n. 268 CASO N' 2.-(Terafoma Degenerado del Mediastino Anterior) SS 41\4, { Ver desaipción de las Ex en pg. 8 ._--'-"'s..s. . 48417 269 CASO N' 2- Estroma conjuntivo en cuyo espeso! huY nu.ne· rosas glándula:¡ de epitelio cúbico o cilíndrico, también hay brotes de epitelio epidel'moide c::m núcleos bien teñidos y bastante carioquinesis. Algunos de estos brotes tienen necrosis central con acúmulos de polinucleares. Hay zonas de tejido linfátic:l. Diág.: Terotoma !ridérmico con transformación maligna focal de tipo Carcinoma Epi.:iermoide. 270 CASO N' 3.-( Quiste del Mediastino) Ver explicación pág. 9. iI Foto transoperatoria. la flecha señala el tu~ mOfo 271 CASO N' 4.-(Teraloma Subhepálico) Explicación de las fotos en página 10. Por error fotográfico. la vesícula scHó al lado izquierdo. en realidad se hata de una Colecistografía. en la cual se aprecia la vesícula re· c:hazada totalmente c:>ntra la colum. na por la masa tumoral. 272. CASO N' 4- Pared del C;lUiste formada fundamentalmente de fibras colágenas en haces paralelos. Hay pequeñas zona.; en las que existen células claras en disposición epitelioide que recuerian a la corteza suprarrenal. Por la cara interna se encontró una zona de epitelio cilíndrico alto. Educación Biológica y Enfermedades Venéreas Por Dr. José Amador Guevara * "Se nos t'nseña a vivir cuando la vida ha pasado. Centenares de colegiales adquierl'n la sífilis antes de llegar a sus l('eciones de Aristóteles SObft" la temperancia," MONTA/GNE. 1. EL NIÑO. En este dil1cil periodo interrogativo del niño, los padres deberán realizar labor de "aclaración" en forma discreta y sencilla. No es conveniente eludir u oponerse a su curiosidad. En la edad escolar, el maestro se verá sorprendido con preguntas que i,',plican sólo una sana curiosidad, a las (.uales deberá con1e~tar con inteligencia, valiéndose de recursos viSIbles e~ el campo de ¡el Zoologia o la Botánica. Lo importante en este momento es la formo de habloi, más qüe el contenido y el londo de lo que se expresa. Baso de las contestaciones debe ser: la verdad y la psicologia. Padres y m..:~€:stros deben prepararse pues, para problema con franqueza y en forma diáfana. c::b.. . rd..:tr el Nada hay vergon- zoso en la naturaleza cuando se mira en Su infinita grandeza. En cuatdo periodos se puede dividir esta educación biológica a saber: loJ 20 ) De curiosidad sexual que comprende de los 4 a los 6 años. De investigación sexual, de los 8 a los 10 años. 3') De revelación sexual, de los 12 a los 14 años. 4' De integración sexual, de los 16 a los 18 años. .. Director Cátedra de Medicina Preventiva. 276 2. EL ADOLESCENTE. El instinto sexual, que tiende a la reproducción de la espec:e, es ~oderosa fuerza que debe canalizarse en forma constructiva. La pubertad constituye una evidente transformación psíquica y física del adolescente, para lo cual nadie se prepara para orientarlo en forma conveniente. Se les deja solos, al garete, en tOlltO complejo y difícil período d~ la vida. Mucho se ha discutido, se discute y se discutirá la conveniencia o no de la educac:ón sexual de los adolescentes. y sobre quienes deben impartirla. Unos señalan a los padres, otros a los maestros, algunos a los sacerdotes. No basta solo indicar quienes, lo que interesa preguntar es SI están preparados para impartir tal enseñanza. Sí conviene establecer que la información sobre el sexo y las enfermedades venéreos es conveniente e inaplazable para defender el valioso capital humano que representa la juventud. La realidad es que ef joven aprende sobre cuestiones sexuales, a través de canales que no son precisamente los más adecuados (revistas pornográficas, sirvientes, choferes, gentes incultas en general). Cuando aprende a vivir, ya tiene amargas experiencias. Este tema del sexo, debe verse con naturalidad, sin malicia ni doble intención, como un natural problema biológico. Convencidos como siempre hemos estado de que sólo la cultura capacitará al individuo para mirar con naturalidad y sin r~<l­ licia o falsos rubores al sexo, es que manifestamos la necesidad de hablar de estos asuntos a la juventud de nuestra patria, ya que frecuentemente ella es iniciada en estas materias por conduct'"es incultos o por lectura abyectas. Estimamos por tanto, de inaplazable urgencia, informar con toda claridad a los jóvenes estudiantes de los ~eligros de las enfermedades venéreas, y de los medios de evitarlas. Consideramos que las clases de educación sexual deben Ser impartidas regularmente en los colegios de Segunda Enseñanza, en forma veraz, que apacigüe la curiosidad, disipe los equívocos, y encauce bien la fuerza del insl;nto; la enseñanza e información debe ser de los más altos quilates. La ignorancia y la malicia contribuyen en en asunto tan delicado. a excitar pasiones inconvenientes y pensamientos malsanos, que toman vias equivocadas. 3. EL MATRlMOmO. El impulso sexual y el instinto de la reproducción son dos fuerzas que se entrelazan biológicamente, para cumplir una misma finalidad. 277 La informaci6n sobre este t6pico, que suponemos iniciado en las etapos previas a la edad en que el hombre o la mujer, están en condiciones de llevar a cabo su uni6n matrimonial. debe recibir un impulso mayor en extensi6n y profundidad. Pero si el aspecto sexual es factor determinante en la felicida matrimonial, existen otros factores que es necesario mencíonar, tales como adap~ taci6n de caracteres, influencias culturales y educativas, la salud lIsica y mental y la situaci6n econ6mica. En relaci6n con el aspecto econ6mico, M. Prevost refiere, la contestaci6n hasta cierto punto clnica de una joven de Parls, que al dejar a su novio por saberlo cobre, exclam6: "Mi resolución no tiene nada de extraordinario. Si yo me hubiere enterado de que mi novio pertenecla a una familia de enfermos, yo con la aprohaci6n de todos, no lo hubiera tomado por compañero; pues bien, la falta de fortuna es también una "tara, algo incompleto y como malsano". Grp.gorio Marañ6n, al comentar lo anterior. se expresa en los siguientes términos: "Esto es terrible, por cierto. En la vida moderna la paternidad exige tanto la aptitud concepcional COmo la capacidad financiera suficiente". Dos aspectos debe contemplar la correcta iníormaci6n sexud, uno espedficamente filos6fico, y otro de as¡:ecto netamente médico (higiénico y eugén;co). El primero pretende incluir el aspecto sexual dentro de un universo de mayor amplitud, relacionado con la psicologla, la sooiologia, la moral. la econom[a y la politica, a fin de enseñar normas de conducta y de ética sexual. El segundo aspecto, el médico, se relaciona con la prevención de las enfermedades de origen sexual, con uno orocreaci6n consc:ente y eugénica, con la prevenci6n de la concepción, cuando está indicada. Una correcta infOlmaci6n evitará muchas neurosis de angustia, de fobias, que perturbarán después por sus derivacio· nes psico¡:áticas, la vida de muchos matrimonios. Al hablar de estos temes. nos inquieta saber quienes deben preparar a los jóvenes en estas disciplinas, que se relacionan con el sexo y el matrimonio. Pero lo importante es que quien asuma tan seria responsabilidad, tenga la habilidad y conocimientos necesarios. Desgraciadamente en asuntos del sexo, las opiniones que pesan en los j6venes suelen ser las de las personas menos competentes. Es necesario que da pedagogía sexual se oriente hacia el conocimiento veraz, con un sentido eminentemente humano atacan· 278 do la hipocres[a. Hay que crear un sentido de mayor responsabilidad y honestidad tanto en el amor COmo en el matrimonio. Respecto a la moral sexual, H. Lewandowski señala que existen en la humanidad 3 tendencias a saber: a. El ascetismo o askesis, que niega la sexualidad como Jor vital. b. El amor materialista, que concibe la sexualidad como una función semejante al comer, beber y dormir. c. El amor romántico que considera la sexualidad como la ralz de todas las grandes actividades artisticas y creadoras. VO!- El matrimonio tiende en forma especifica a la procreación, y demanda la mayor res¡::onsabilidad de los podres. Es necesario tener presente, por otra parte, que los hijos tienen derecho a una vida plena a poseer abrigo, techo, posibilidades culturales y recreativas, y un estado de salud en el sentido que lo establece la Organización Mundial de la Salud. al decir que: "Salud es un completo bienestar lisico, social y mental, y no solamente la ausencia de la enfermedad. Es además, agrega la citada Organización, un derecho de todo ser humano, sin distinción de raza, credo o condición económica y social". Este es el gran reto del hombre americano en el presente. Las investigaciones que conviene realizar antes del rnQtri.monie son en síntesis las siguientes: a. Anamnesis familiar e individual, para COnocer afecciones que pudieran conducir a una patologla de la descendencia. b. Conocimiento de la historia procreativa constitucional de la familia. c. Examen lisico completo, especialmente de los órganos reproductores (mor/ologla y funcionamiento). En relación con este dilicil problema han sido sugeridas las siguientes medidas: a. Coeducaci6n y coinstrucei6n, que contribuirán a hacer a los jóvenes más comp:ensivos y mejor ¡::reparados para la '-ida de relación social. b. Instrucción oportuna aprovechando todos aquellos estudios y disciplinas que permitan establecer relaciones con 279 el aspecto sexual, tales como Biologla, Sociolog(a, Psicolog(a, etc. La psicopatología de los conflictos matrimoniales, est6 formada en gran parte por la imp,eparación de los cónyuges. Ello contribuir6 en mucho a la solución favorable de futuros conflictos que surjan, tanto para una armonia en las relaciones sexuales, como para ejercer una paternidad consciente, lo cual conducir6 a una estaloilidad del individuo, lo familia y la sociedad. c. Relación constante, pero supervigilada, de los jóvenes, hombres y mujeres, en especl6culos diversos, bailes, deportes, que ayuden a crear una atmósfera emocional po- sitiva, para el matrimonio y la paternidad. 4. EL CERTIFICADO PRENUPCIAL E! Certficado Prenupcial realizado mediante la persuaclon y el convencimiento, es una medida que desafortunadamente se tiene en olvido. Sobre su utilidad y conven;encia existe ya suliciente información y experiencias. Ha sido apoyado incluso peor la Igle1ia Católica. En Costa Rica, en anterior oportunidad, la Iglesia inició una campaña tendiente a que un examen méciko adecuado indique a los que intentan contraer matrimonio, no ;;010 sus capacidades fisiológicas, reproductoras, sino también sus cen<liciones potológicas que pudieran transmitirse por herencia. Hemos referido siempre una anécdota ocurrida a nosotros durante una ci':::trla sobre el Certilicado PrenupciaL en San Antonio de Belén: Una pareja de campesinos que iba a contraer matrimonio al dio f;lguiente a nuestra conferencia, se acercó -para informarnos de 3U decisión de posponerlo, en vista de los ex6menes que hablamos recomendado como convenientes. Ante la actitud de nuestra poreja campesina, estaba justificado todo esfuerzo. Convencidos estamos por lo consiguiente de que sólo la educación sexual es capaz de hacer obra estable en los dilerentes niveles de acción de la vida del hombre. E! Regalo de Bodas a muchós esposas inocentes, lo constituye a veces una enfermedad venérea, con todas sus graves consecuen- cias. Es necesario insistir sobre la importancia de una correcta in~ lormación sobre Iisiologla sexual y saber el peligro que las en· fermedades venéreas conflevan. 5. EL PACIENTE. A pesar de conocer los agentes etiológicos de las enfermedades venéreas y los mecanismos por los cuales éstas se transmiten, 280 no obstante contar con medios elicaces para prevenir eslas dolencias y tener a mano maravillosos recursos tera;éuticos, no nos ha sido posible todavia llevar a un grado satisfactorio el conlrol de estos procesos. Ello obedece sin duda alguna, a la deficiente educaci6n que priva en la colectividad en relaci6n con los problemas del sexo y del peligro venéreo. La labor educativa ael paciente es de capital importancia para facilitar tanto la labor del médico como para evitar la diseminación de la enfermedad y las posibles consecuencias. El hecho de que el mayor porcentaje de nuevas infecclOnes ocurra en el sector de poblaci6n de más baja condici6n socia! y cultural, evidencia la importancia del proceso educativo. Por otra parte la reacción emocional por un diagn6stico de sHilis o de blenorragia, abren fecundas posibilidades para educar. Es por tanto indispensable que el médico haga de su consultorio, cátedra de educación, ya que el a:to profesional se prolonga a limites insospechados mediante la acción educativa. S610 la educaci6n, repetimos, es capaz de lograr obras estables. Los enfermos venéreos constituyen un grupa realmente heterogéneo. En muchos de ellos, el médico encontrará conscientes colaboradores que facilitarán su labor. Otros enfermos mostrarán evidente indiferencia, y demandarán del profesional una paciente larea de persuaci6n. Algunos, a veces los más. mostrarán tal grado de ignorancia y descuido en su higiene personal, que exigirán del profesional un esfuerzo sistemático y una actitud cordial para orientarlos adecuadomente hacia medidas de protecci6n personal de prevenci6n, siemqe y cuando el médico tenga evidente injerés por la tarea educativa. 6. EL PUBUCO. En el aspecto de la educación para la salud en el control de las enfermedades venéreas, la educaci6n del público es de gran importancia. Esta sin embargo, presenta modalidades tan especiales, que se distingue notablemente de cualquier otro tipo de divulgaci6n sanitaria. La tarea de educar a la gran masa ciudadana debe ser dirigida a todos los diferentes sectores de la poblaci6n, a lin de que, pueda resultar elicaz en el muy primordial propósito de impedir la diseminaci6n de los procesos venéreos. 281 Es necesario despertar en los integrantes de la colectividad un sentido de lucha en defensa de su propia vida. Pero para realizar tal educación, debe tomarse en cuenta el grado de cultura de aquellos a quienes se dirige, y hacer exposiciones sencillas. breves, amenas e ilustradas, sobre hechos perfectamente comprobados, a fin de despertar en ese público conlianza, deseo de superación y franco optimismo. Disminuir las posibilidades de contagio; evitar nuevas infecciones aconsejando medidas de profiláxis; procurar un mayor número de consultas a los Dispensarios; obtener el fiel cumplimIento de las disposiciones legales y de todas las medidas que en una u otra lorma sean impartidas por los organismos oliciales, será, a grandes rasgos. el balance acumulativo de una campaña de divulgación y el factor que permitirá hacer una mayor labor médico-sanitaria. 7 EL CURANDERISMO ¡ntimamente ligada a la labor educativa, es la lucha que debe emprenderse con todo vigor en contra del curanderismo. verdade. ro plaga social, que se extiende al amparo de la indiferencia de de las autoridades y de la ignorancia del público. Si estimamos que la intervención del profano es siempre nociva, en el campo de las enfermedades venéreas, hemos de convenir, esta intromisión es verdaderamente fatal, ya que al imped'r el control y tratamiento inmediato del enlermo, disminuyen netablemente las oportunidades de establecer un buen pronóstico de curación, y obstaculiza la labor epidemiológica. Si como es alirma. el charlatanismo está en razón inversa del grado de cultura de un pueblo, debemos entonces dar a la educación sanitaria todo el impulso necesario a fin de desterrar, como elemento peligroso a la sociedad, a quien a cambio de una moneda juega con el tesoro más preciado del hombre: su salud. Es necesario, al contemplar este problema, tomar en cuenta además del lactor educativo, aquellos otros de indole social, moral e individual. que contribuyen a mantener la clientela en \<Js consultorios de los charlatanes. Cuando par la cultura higiénica se llega a crear el medio scclal hostil perecerán automáticamente los agentes del curanderismo, como mueren los agentes transmisores d~ enfermedacies cuando les es adverso un medio ambiente