83 En los márgenes del margen El suelo de la periferia, entre la dominación y la resistencia Noelia Feldmann*y Erika Saccucci ** Resumen A partir de la dinámica que imprime el capital sobre la tierra y su articulación con un Estado que provee los elementos normativos y regulatorios que permiten las condiciones de su reproducción, se produce en Córdoba un proceso de reconfiguración de la territorialidad urbana. Analizando desde la óptica de la producción-destrucción de territorialidades, daremos cuenta de dos dimensiones que caracterizan de modo general estas reconfiguraciones en las territorialidades, la primera de ellas, destaca una dinámica de refuncionalización de tierras ubicadas en zonas céntricas o aledañas a la ciudad capitalina, con la consecuente relocalización-deslocalización de poblaciones con bajo poder adquisitivo hacia la periferia; y una segunda dimensión en la que la territorialidad burguesa avanza sobre la revalorización y captura del suelo de la periferia. Recurriendo al análisis de las entrevistas de vecinos y vecinas, se identificarán elementos que hacen a la configuración de nuevos conflictos y resistencias frente al creciente proceso de expulsión intraperiferia. Palabras claves: Periferia – Intra-periferia – territorialidades * Estudiante de Ciencia Política. Universidad Católica de Córdoba. Integrante del Colectivo de Investigación “El Llano en Llamas”. ** Licenciada en Ciencia Política. Universidad Católica de Córdoba. Doctoranda y Becaria Conicet. Integrante del Colectivo de Investigación “El Llano en Llamas”. Código de referato: SP.169.XXIX.13. STUDIA POLITICÆ Número 30 ~ invierno 2013 Publicada por la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, de la Universidad Católica de Córdoba, Córdoba, República Argentina. 84 STUDIA POLITICÆ 30 - invierno 2013 Abstract Córdoba has sutfered a process of reconfiguration of the urban territoriality as a result of the dynamics that the capital introduces in the land market and, also, as a result of its articulation with the State, which provides the necessary normativity for its reproduction. We will analyze the latter from the production-destruction of territoriality viewpoint, taking two dimensions into account. The first one, will highlight the refunctionalization of lands located in the city center (or nearby), and the second one the capitalist speculative way of revalving the land of the city’s periphery. Key words: Suburbs – intra suburbs – territorialities 1. Intenciones y explicitaciones metodológicas E espacio urbano es el resultado del entrecruzamiento de dispositivos, tecnologías, disposiciones sociales, y formas de la dominación y resistencias en la disputa constante por los recursos sociales, identidades y campos posibles de acción (Ciuffolini, 2011). Es producto de un proceso histórico, dinámico, políticamente constituido y orientado a la (re)producción de las relaciones capitalistas de explotación y dominación que se configuran en y por el espacio (Núñez, 2009) en tensión y disputa constante. L Así, la ciudad es la resultante de las relaciones de fuerzas que se configuran en determinado momento histórico y, por ende, es dinámica tanto en sus usos, recursos, ordenamiento poblacional y organización territorial. En los siguientes apartados se propondrá una lectura de las modificaciones de la territorialidad urbana en la provincia de Córdoba basándonos en los datos construidos en el marco del proyecto Apropiación/expropiación de territorialidades sociales. Análisis comparativo de procesos de erradicación/ relocalización de sectores sociales empobrecidos, en ciudades argentinas 1. Se buscará dar cuenta de la reconfiguración de lo urbano a partir de la dinámica que imprime el capital sobre la tierra, abordando diversas dimensiones: la captura del suelo de alto valor financiero en zonas urbanas cén1 Este proyecto centra su atención en aquellas políticas públicas de erradicación de asentamientos y villas, y también tomas de tierra, para desde allí indagar no sólo “la cuestión de lo urbano” y su apropiación, sino también explorar las formas de sociabilidad a que dan lugar y la construcción/destrucción de identidades y relaciones sociales diferenciadas. Esta investigación recorre el estudio de tres casos de ciudades argentinas (Córdoba, Mar del Plata y Santa Fe), bajo la mirada transdisciplinar de los miembros de equipo participantes. NOELIA FELDMANN - ERIKA SACCUCCI 85 tricas, con su consecuente relocalización-deslocalización de poblaciones con bajo poder adquisitivo a la periferia; y una segunda dimensión que persigue una revalorización del suelo de la periferia, en tanto nuevo espacio disputable por el capital; reflexionando, por último, sobre la configuración de nuevos conflictos y resistencias frente al creciente proceso de expulsión intra-periferia. 2. La tierra en disputa El capital, en su proceso de expansión geográfica y desplazamiento temporal, se articula con un Estado que proporciona los elementos normativos y regulatorios que permiten las condiciones de su reproducción. Los cambios morfológicos de la ciudad de Córdoba exigen ser comprendidos a partir de la aplicación de diversas políticas públicas que modificaron sustancialmente su composición, tanto social como económica, en relación a las necesidades de las diversas fracciones del capital. El Estado desarrolla políticas públicas que dan cuenta no sólo de las necesidades de estos sectores, sino también de las tensiones y alianzas que se establecen. Tanto el capital agro-industrial como el inmobiliario anclan su posibilidad productiva en el suelo como requisito para la producción, encontrando como barreras a la posibilidad de expansión territorial la actual configuración de las territorialidades sociales, por lo que, la reconfiguración del uso del espacio se convertía en una demanda del sector a los fines acumulativos. Así, el Estado asume diversos roles en el proceso de redefinición de la ciudad. Sin embargo, la función gerencial se constituye como transversal a dicha dinámica. Este nuevo paradigma de gestión pública expresa fuertemente la idea del Estado como un “ordenador” de lo ya existente en las diversas dimensiones: económica, social, política, de servicios y territorial. Dicha visión se constituye como opuesta a otras anteriores en tanto resalta algunas funciones estatales, relegando otras. En este nuevo paradigma el Estado oficia en su función principalmente administrativa de los recursos económicos y sociales, con el objetivo de hacerlo de la manera más “eficiente” posible, desplazando la función propiamente operativa de la política pública. La administración de los recursos sociales y económicos escasos incluye la sanción de marcos regulatorios que funcionen como dispositivos vehiculizadores de las directrices administrativas. En materia urbana, dichas directrices se han consolidado como la gestión de la vida de amplias porciones de la población, supeditadas a los intereses y necesidades de la 86 STUDIA POLITICÆ 30 - invierno 2013 facción del capital que en determinado momento histórico se impuso. En Córdoba la dinámica económica está constituida principalmente por el agronegocio en tanto organiza la producción y acumulación 2 articulándose/complementándose con otras actividades de la economía local, donde los excedentes producidos a partir de la producción, principalmente sojera, son re-invertidos en la ciudad en la actividad inmobiliaria 3. El desarrollo del sector agropecuario permite comprender no sólo el desenvolvimiento del sector inmobiliario, y la obra pública vial, a partir de los ajustes espacio-temporales (Harvey, 2004) y la relación que existe entre los diversos sectores. Es decir, la ciudad absorbe la plusvalía generada en el sector rural (Ferrero, Ibáñez Mestres y Machado Ibars, 2012). Ambas actividades, caracterizadas por ser los sectores dinámicos de la economía, dependen en gran medida del suelo como requisito para la acumulación. En este sentido, tomaremos puntualmente al capital inmobiliario, en tanto actor principal y directo de las modificaciones de la ciudad. De esta manera, llegado un alto grado de desarrollo de tal sector, los usos del espacio urbano, tal cual estaban dados, pasan a convertirse en una limitante seria para el desarrollo y acumulación del mismo. Se hace necesario entonces reconfigurar el uso del espacio, y con él las relaciones sociales que se daban en estas territorialidades. La reconfiguración del espacio urbano se ha consolidado a través de la expropiación y destrucción de las territorialidades populares, generando diversos procesos de resistencias. Dicha expropiación y destrucción ha asumido diversas dimensiones; una, signada especialmente por la necesidad de refuncionalización de tierras ubicadas en zonas céntricas o aledañas a la ciudad capitalina, y otra, anclada en la propia periferia de la ciudad y el interior de la provincia. 2 Según datos obtenidos del MECON, en 2011 las exportación nacionales registraron una suba del 20,3 % respecto al año anterior, en las que los Grandes Rubros de mayor dinamismo relativo fueron los Productos Primarios y las Manufacturas de Origen Industrial (MOI), los cuales registraron subas del 39,8 % y 22,1 %, respectivamente. La participación de Córdoba fue del 29,4 % en productos primarios y del 43,7 % en MOI. 3 Según datos obtenidos de la Cámara de Comercio Argentina, la prestación de servicios —incluyendo al comercio— es la actividad de mayor incidencia en el PBG (Producto Bruto Geografico) cordobés con una participación de 59 % sobre el total, medido a precios corrientes. Dentro de los sectores productores de servicios, se destaca Servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler, con un 30,9 % del valor agregado generado por estos sectores, y un 18,2 % del total del valor agregado provincial. NOELIA FELDMANN - ERIKA SACCUCCI 87 La primera dimensión viene dada principalmente por la ejecución del Programa “Mi Casa Mi Vida” 4 que, formalmente, implicaba la relocalización de aquellos asentamientos precarios que se encontraran bajo peligro ambiental, en especial de inundaciones. La ejecución de esta política pública fue fundamental en tanto implicó el traslado de 35 asentamientos de los 158 que existían en 2001 (De la Vega y Hernández, 2011) superando ampliamente el número de asentamientos que efectivamente se encontraba bajo emergencia ambiental. En términos generales, esta política pública operó como dispositivo legitimador de la liberación de tierras de alto valor económico, para que pudiesen ingresar al mercado y, de esta manera, garantizar la expansión y acumulación de la actividad inmobiliaria y especulativa, en tanto significó la destrucción de la territorialidad social popular frente a la lógica mercantil del capital. Así, la base territorial del capital inmobiliario se ampliaba mientras se “periferizaba” la pobreza por tratarse de un sector que, a los ojos de la burguesía, era visto como amenaza a la seguridad de la ciudad 5. El resultado de la aplicación de esta política fue un profundo proceso (des) subjetivador de los relocalizados y una marcada segregación social en donde el centro quedó compuesto por grandes emprendimientos inmobiliarios para sectores de alto poder adquisitivo y la periferia popular a la espera de ser controlada a partir de la construcción de los “Barrios-Ciudad” y sus mecanismos de disciplinamiento (Ciuffolini, 2011). En esta dimensión, el Estado desarrolló un rol sumamente relevante en el proceso de (re) configuración urbana de manera activa-material, no sólo a través de la producción de políticas públicas, sino, además, como sujeto principal y motor de la relocalización de los asentamientos populares. Es decir, para una mejor y más eficiente administración de los recursos urbanos, era menester liberar las zonas populares ampliando la territorialidad del capital inmobiliario. El Estado desarrolla su accionar a partir de la administración de la territorialidad y sus relaciones, habilitando aquellas que propician la generación 4 Dicho programa es financiado por el BID a partir del préstamo 1287-OC-AR. En el marco del programa de Apoyo a la Modernización del Estado, más particularmente el “Proyecto de emergencia para la rehabilitación habitacional de los grupos vulnerables afectados por las inundaciones en la ciudad de Córdoba”. Posteriormente, en el año 2006 la provincia recibe una nueva partida presupuestaria de la misma institución. 5 Al respecto se puede consultar JOB y FERRERO (2010). “Mi Casa, Mi Vida, para la seguridad de ellos”. 88 STUDIA POLITICÆ 30 - invierno 2013 de valor, y afianzan el paradigma de la ciudad moderna, limpia y securitaria, destruyendo, por ende, aquellas que son consideradas abyectas, irregulares, poco modernas y peligrosas. Sin embargo, la creciente bonanza y desarrollo del capital en la provincia implicó un rápido nuevo estancamiento en la posibilidad de acumulación inmobiliaria, al colapsar la disponibilidad de tierra en áreas centrales, por lo que el proceso gentrificador comienza a ampliarse hacia otras territorialidades sociales que, hasta el momento no habían sido atractivas para el capital inmobiliario. De la misma manera que los conflictos por el acceso y conservación de la tierra en aquellos asentamientos que habían resistido a la relocalización y desalojo, recrudecían, sufriendo una nueva escalada. Ejemplos de cómo el proceso gentrificador ha ampliado su alcance territorial son los casos de Barrio Güemes y Barrio Alberdi que, habiendo sido barrios tradicionalmente populares, hoy se encuentran en un proceso de creciente revalorización y expulsión de esos sectores. Dicho proceso se da a partir de la compra-demolición-reconstrucción de viviendas y edificios que desplaza a sus moradores populares, por la creciente valorización económica del suelo, alquileres y costo de vida. La producción del espacio urbano y de la territorialidad que materializa el capital inmobiliario como condición de acumulación, ha generado otra nueva dinámica de expansión territorial; el fenómeno de los countrys o barrios cerrados dan cuenta de ello (Schapira, 2000). Dichos emprendimientos se localizan en las periferias de la ciudad y se caracterizan por ser complejos habitacionales completos (con todos los servicios necesarios). En esta segunda dimensión, la intervención estatal es resignificada. El Estado ya no opera como un agente activo-material en la destrucción-producción de territorialidades sino que, asume el rol de regulador de dichas relaciones ya sea a través de la sanción de marcos regulatorios que apunten a favorecer o perjudicar determinados usos y disposiciones del suelo urbano, o bien en su dimensión represiva allí donde se manifieste un avance de la territorialidad popular, a través de las tomas de tierra, resguardando los intereses del capital. La función gerencial se mantiene, en tanto el objetivo es el mismo, pero se modifica la dinámica. Tal como lo expresan los siguientes extractos, la periferia se convierte entonces en un nuevo foco de atención e interés para el capital inmobiliario, en la posibilidad de mercantilizar territorios previamente configurados en territorialidades populares, a partir de la compra de los mismos, su reestructuración y nueva venta. Dicho proceso genera grandes conflictos en la NOELIA FELDMANN - ERIKA SACCUCCI 89 medida en que muchos proyectos de countrys son proyectados sobre territorialidades populares. “Este chango que yo te digo que tiene como 30 cooperativas fantasmas, na, era un tipo que vos lo escuchás hablar y decís “este es el dirigente que quiero”, y vos ves la... estuvo defendiendo a los usurpadores estos de guante blanco, que son Tala Huasi, del country, no te digo de defender... esto es una posesión, es una posesión. ER1: Loma Negra EO: en frente, vos pasás Loma Negra, subís, y ahí tenés la entrada que dice... bueno, “compre aquí su vida” y no sé qué boludeces dice, y resulta que ahí es una posesión. Se la quitaron a gente de la zona” (TOMA V1. Icho Cruz). “Muchos de los que están laburando ahí en Vialidad los conozco, son, Vialidad y DIPAS están pegados, y vienen de la época también, y bueno, me decían ahí que ahora están por pavimentar, esos lotes van a valer 70 u 80.000 dólares, pero mínimo, imaginate la fortuna... son 150 lotes, 150 lotes, hoy lo están negociando con posesión a 35, 40.000 pesos, y sin ningún tipo de (-) vos le llevás el agua, la luz y el pavimento, es en el camino que va a Cabalango, y eso se va a unir con la ruta, y va... por San Clemente, para allá, o te venís para La Calera, y esos lotes... la intendenta de ahí, bah, la Jefa Comunal lo que quiere hacer es un country, ella quiere todos rubios y de ojos celestes y más de 1,95 mts” (TOMA V1. Icho Cruz). “Hay un banco de tierras que está y que lamentablemente acceden personas con mucho capital económico y crean esos grandes... no sé, tipo, un country, hay mucho country que también son plantados en, instalados en lugares así tomados... de tierras y por ahí eso es como que la política está orientada hacia lo que es la plata... y es difícil si no te encontrás a alguien que diga así mirá, estas tierras están al servicio de quien las necesite, qué sé yo, por ahí uno no sabe” (TOMA V2 Icho Cruz). Tal como sostienen los entrevistados, las disposiciones del capital sobre estos terrenos construyen un imaginario de quiénes pueden y deben habitar estos espacios en términos de clase, en tanto estos emprendimientos son desarrollados para determinado estereotipo social que niega y excluye a los sectores populares. La lucha por la tierra es, entonces, la disputa por la configuración del espacio urbano y el enfrentamiento de formas de ser y hacer, de formas y lógicas de vida. La producción de la territorialidad urbana, fruto de la aplicación del PMCMV había construido un imaginario social que asociaba el 90 STUDIA POLITICÆ 30 - invierno 2013 centro a la forma de vida deseable, respetable, legal, segura y sofisticada, mientras que la periferia era asociada a su contrario; insegura, no deseable, indigna e ilegal. La producción del imaginario social se había anclado sobre una dicotomía, con su consiguiente correlato territorial. “Las experiencias y prácticas de vida están fuertemente influidas por la ubicación urbana, constituyen a las percepciones y expectativas en relación al imaginario social” (Scarponetti, 2011:9). La necesidad del capital de expandir la producción de territorialidad urbana a la periferia implica la redefinición de dicho imaginario a partir de disputar la lógica y forma de vida de la propia periferia estableciendo un nuevo límite social, un nuevo margen, uno signado por la pertenencia de clase y la presencia de todos los servicios, y otro por la “carencia” de los mismos. La propia periferia se configura hoy como centro de lucha en la medida en que la gentrificación también ha comenzado a darse en estas porciones territoriales que, hasta el momento, habían sido el destino de los pobladores expulsados del centro. El fundamento de la lucha por el acceso a la tierra y sus usos posibles viene dado, entre los sectores populares, por la necesidad de habitar un espacio, y en los sectores del capital por anclar su actividad especulativa en la mercantilización de la tierra y no por las formas de acceso a la propiedad. En el discurso de los entrevistados surge que muchos emprendimientos inmobiliarios se desarrollan sin títulos de propiedad formales, valiéndose de “posesiones”. Es decir, tanto los sectores populares como muchos de estos emprendimientos carecen del cumplimiento de la titularidad, por lo que la discusión sobre la misma será una estrategia argumentativa y legitimadora que emergerá en algunos conflictos al momento de justificar la intención de desalojo y la destrucción de la territorialidad popular, mientras que, lo que los entrevistados ver como trasfondo, es la segregación social basada en la pertenencia de clase y el prototipo creado de quién es apto y deseable que habite la ciudad. Así, en la lucha por la producción de las territorialidades intervienen diversas estrategias. En palabras de los entrevistados/as: “ER1: ¿Y por qué creés que, no sé, que salen con todo eso de que la tierra está contaminada, que...? EO: No sé, hay muchos comentarios, que dicen que esto quieren, nosotros le hemos limpiado, la mayoría de la gente, le han limpiado para que haya un jardín, dice. O para que haya un country. Dicen que un parque lo van a hacer en el medio con una lagu- NOELIA FELDMANN - ERIKA SACCUCCI 91 na. No sé, comentarios ER1: Claro. Ahora que ustedes ya limpiaron todo. Antes... EO: Claro. Antes no, no sabían que, era un basural porque del centro todos traían acá y echaban” (TOMA V-5. Pueblos Unidos). “Así pasaron muchos meses, con mucha, eh, digamos muchas presiones, sobre todo de la policía. Y en realidad a los pocos días de, de la toma se inició una denuncia de quienes se dicen dueños de eso, que son el Grupo ECIPSA, que es una, una corporación inmobiliaria que ha hecho los primeros countries de Córdoba, que tiene digamos muchos negociados inmobiliarios, eh... y, bueno, ellos hicieron una denuncia y nos... eh, ahí empezó toda también una cuestión de la misma empresa de bancar adicionales de la policía, entonces permanentemente había policía ()” (TOMA V-4 CABILDO). “Lo que acá, había una decisión que esas tierras se querían. Porque eran parte del barrio. Más allá que sean después propiedad de esta empresa, eh, eran parte del crecimiento natural del barrio. Estos countries lo que ponen en toda la periferia es un tapón a los barrios populares. Si encima un country que no tienen nada que ver con la (-) ER2: Con el barrio. EO: Claro, con el barrio. Y, bueno, así digamos fue la decisión, digamos, desde el principio. De, de tomarla y (-)” (TOMA V-4 Cabildo). La lucha por la tierra se materializa en diversos momentos, pero en el discurso de los y las entrevistadas surge la noción de latencia del conflicto. Latencia que se desenlaza cuando hay una afirmación de la territorialidad popular, cuando esta se expande o ancla en nuevos territorios. El capital genera disputas en el uso y disposición del suelo allí en donde se ha consolidado el avance de la territorialidad popular. Esta disputa aparece en la construcción del discurso, mediante la forma de un inusitado interés por aquellas porciones territoriales; sorpresivas apariciones de aparentes dueños, inundación de personal policial, entre otras reacciones. En este sentido, cada nuevo mega-emprendimiento en la periferia se consagra como una victoria que se erige sobre la destrucción de la territorialidad popular, generando nuevas expulsiones y nuevas resistencias. La territorialidad popular, en palabras de los entrevistados, se halla “encerrada” o acorralada por el asedio del capital inmobiliario. Dan cuenta de este asedio expresiones tales como “tapones a los barrios populares” que buscarían ampliar y extender la lógica de ser y habitar el espacio del capital, al mismo tiempo que persiguen el objetivo de aislarse del “afuera” que se constituye como riesgoso, peligroso y atemorizador. 92 STUDIA POLITICÆ 30 - invierno 2013 Esta forma de vida que busca perpetuarse es aquella que le es funcional a la (re)producción del consumo: “EO: Sí. Encima ellos, por ejemplo, para... a Ecipsa para la entrada del country le hicieron todo el alumbrado desde el Municipio, un alumbrado hasta el final de la calle, que son como cuatro cuadras hacia atrás. A nosotros NADA. Pero a ellos TODO. Digo ¿no? cómo funciona también, el mecanismo este de las corporaciones, cuánta guita se maneja que les resuelven todo. Inclusive ahora les va a resolver una salida a la calle Vélez Sarsfield para que ellos entren directo al country por ahí y no tengaN que entrar por Villa El Libertador. ER1: ¿Es ese que está el cartelito el recobo, el remanso? ¿No es ese el country? Porque ya hay unos carteles puestos sobre (-) cuando vos vas a la Católica, ya hay unos carteles, ¿no los viste? (dirigiéndose a ER2) ER2: No. ER1: Ah, claro, vos venís del otro lado de Alta Gracia. Ella viene de Alta Gracia. Desde Córdoba, cuando vos vas a la Católica, ya hay unos carteles que dicen el remanso, el recobo (-) EO: Le cambiaron el nombre (-) ER1: El “re algo” es, tiene como nombre de cementerio (risas) EO: ¿Cómo era? Al principio, no me acuerdo qué nombre tenía, después le cambiaron a “Urcas del Sur” ER1: ¿Urcas del Sur? ¡Qué choto, Urcas del Sur! (risas) Pero aparte mal eso. EO: Y el proyecto de ellos es así hacer como un country que tenga mucho la cuestión de los deportes, porque metían ahí en el proyecto, que lo hemos visto por internet, es, qué sé yo, hay canchas de tenis, canchas de fútbol (-) ER2: Hay algo así, yo vi algo así ¿no? (-) EO: No me puedo acordar ahora el nombre. ER2: Yo vi algo de un cartel de un country sobre deportes. EO: Sí, que hasta ahora no están hechos. ER1: Qué bárbaro, me impresiona la oferta. Impresionante, que haya un country (-) EO: Sí, es impresionante. En todos los anillos de la circunvalación se reconocen todos countries, del otro lado de la Vélez Sársfield. ER2: ¿Y eso en la Comisión se habla? EO: Sí, porque hay un problema, en la ciudad el problema es el tema esta especulación inmobiliaria a través de los(-) o los emprendimientos en altura, porque en Alberdi también lo están haciendo y los están recontra encerrando a todos los vecinos de ahí, históricos. Pero también el anillo de toda la circunvalación es eso. Como en el campo es el tema de la soja, que también está arrinconando a los campesinos. Y son realidades muy comunes. Nosotros articulamos un montón con los compañeros del Movimiento Campesino, porque estamos en una lucha común. ER1: Y sí (TOMA V-4 Cabildo). En este extracto emergen diversas nociones de las características del capital, su forma de configurarse y cómo debe desarrollarse la lucha. En relación a la configuración del capital aparece la identificación de diversas fracciones (especialmente el agronegocio y la especulación inmobiliaria) NOELIA FELDMANN - ERIKA SACCUCCI 93 que son preponderantes en Córdoba y algunos elementos que denotan una forma de comprender las relaciones que establecen entre sí. En el plano analítico, las diversas fracciones del capital asumen distintas dinámicas y formas de relación, dependiendo si se trata de vínculos de complementariedad o de exclusión. La dinámica, morfología, segmentación o integración y construcción de fronteras internas son la resultante no sólo de la característica del capital como performador de las relaciones sociales y de lo “urbano”, sino que, además, resultan de las disputas o competencias tanto intra-capital, como con los sectores populares. Por una parte, la relación de complementariedad entre las fracciones del capital asume la dinámica de coaliciones, acciones corporativas, fomento de obras de infraestructura públicas, entre muchas otras. Por otra, la relación de exclusión es aquella que da cuenta de las tensiones y luchas que existen hacia dentro de las propias fracciones por el uso y disposición del territorio, en la medida en que los intereses y necesidades de las mismas se hacen incompatibles y contradictorios. Estas luchas se configuran a partir de la competencia del espacio urbano y sus posibles disposiciones, allí en donde los recursos se vuelven escasos por serles necesarios a más de una fracción. La resolución de la disputa intra-capital estará dada a partir de la capacidad de incidencia que cada una tenga sobre el Estado 6 y sus políticas públicas 7. Las diversas fracciones del capital establecen relaciones de acuerdo a sus intereses. Este mismo criterio opera en el relacionamiento con los sectores populares a los fines de garantizar y resguardar su actividad productiva tanto en el plano de lo material, como en el de lo simbólico: “Sí, en sí ellos tenían contacto con los del campo, los dueños digamos, los aparentemente dueños, eh.... y ellos decían que acá no querían villa, porque ellos quieren vender todo eso, que están haciendo un country ahí. ER1: Sí. EO: Entonces pidieron que más o menos construyamos un barrio” (TOMA V7 Cabildo). De esta manera, en el discurso de los entrevistados podemos encontrar diversas dimensiones de la lucha por el acceso a la tierra, una de ellas es la 6 POULANTZAS (2001) define fracciones de clase a las fuerzas sociales que, por su relación con las fuerzas de producción se reflejan en otros niveles, por ejemplo, en el Estado. 7 Al respecto, resulta interesante indagar en los cambios de categorización que han sufrido diversas zonas en el marco del Plan 20/20. 94 STUDIA POLITICÆ 30 - invierno 2013 pugna entre diversas lógicas de “ser” en el espacio; formas de relacionarse entre sí, con el suelo, lazos de comunidad, parámetros estéticos, entre otros. Como dice Ciuffolini, “lo cotidiano se sustrae entonces del ámbito puramente privado al que tradicionalmente se lo ha confinado, para transformarse en público y colectivo. Hacia el interior de ese espacio la politización de lo cotidiano es un movimiento que singulariza y define las formas de pertenencia de los distintos colectivos; y hacia el exterior es el modo de inscripción y disputa con las lógicas del poder” (2011:311). La lógica del capital busca perpetuar la forma de vida basada en el consumo y capacidad adquisitiva; alusiones a la importancia de generar ambientes cuidados, relajantes, asépticos, saludables, que propicien el deporte dan cuenta de los valores y prácticas que el capital toma y reproduce, fetichizándolos. Aquellos valores y gustos que se pretendieran individuales y privados, dan cuenta de luchas constantes entre lógicas sobre la definición de territorialidades. En la construcción discursiva subjetiva de algunos entrevistados se pueden rastrear lecturas estructurales sobre la conflictividad urbana que se escinden de explicaciones puntuales, y que, por el contrario, dan cuenta de un modo de entender la lucha en la provincia. La identificación de los oponentes y del tejido de vinculaciones entre ellos, que los volverían un mismo enemigo, justifica la idea de la necesidad de elaborar estrategias en común entre los sectores populares a los fines de mejorar la resistencia partiendo del común enfrentamiento a la díada “especulación inmobiliaria-producción sojera”. De esta manera, no sólo el conflicto ha emergido como característica principal de la periferia en la actualidad, sino que, además, es posible dar cuenta de un nuevo proceso incipiente pero relevante de expulsión intra-periferia de territorios desplazados por el capital para la construcción de nuevos emprendimientos inmobiliarios, hacia otros emplazamientos en la periferia que al menos momentáneamente no se encuentran en disputa. 3. Nueva ideología de lo urbano El mencionado proceso de expansión de los intereses inmobiliarios hacia las zonas periféricas, opera mediante la idea de expansión del desarrollo urbano, entrando en tensión con las territorialidades populares. El interés inmobiliario persigue que un modelo de ciudad-mercancía sea desarrollado en la periferia, esto implica una disposición de la morfología de la misma, redefinir sus límites, usos del suelo posibles y modos de habitar posibles. NOELIA FELDMANN - ERIKA SACCUCCI 95 En palabras de Ferrero y Gallego “el entorno construido aparece, entonces, como medio para el desarrollo de técnicas de establecimiento, legitimación y reproducción de una determinada mirada, de una ideología que organiza cualquier estructura social, desde la casa hasta la ciudad” (2012:4). En los relatos de los entrevistados-entrevistadas, hay una lectura clara de una actual reconfiguración de la territorialidad en términos de “metamorfosis”. La “metamorfosis” se asocia al par “barrios exclusivos” —“engendro” que se vivencia como “intervenciones”— “dolor” en el territorio. Esta “metamorfosis” implica una redefinición del espacio, de sus usos posibles y de las relaciones sociales, en este sentido la palabra “xenofobia” da cuenta de ello, a la vez que, su emergencia aparece como condición de reproducción de la “parte económica”. “Entonces, los barrios exclusivos como es ese engendro allá de Tala Huasi, que vos ya sabés la historia, el otro es Icho Cruz sierra, encima se hizo comuna. Si vos vieras, era Icho Cruz, toda la vida fue Icho Cruz (...). Esas son intervenciones muy dolo(-), muy jodidas acá, como siguen las intervenciones estas de mierda, hablando en criollo. Todo el mundo lo tiene naturalizado, no sé si me entendés. ¡está naturalizado! Por ejemplo, esto de Tala Huasi, yo nunca pude entender esto, que un barrio... ¡es un barrio! ¿Te das cuenta? ahora es una comuna, ahora es una comuna. Eh, y bueno, eso es lo que yo digo ¿cómo se dio una metamorfosis muy, muy grande? Y en la parte económica apareció toda esa xenofobia que te digo, a los bolivianos o gente que trae, sigue trayendo de afuera, por ejemplo, ahí es donde apareció la necesidad de ver cómo...las comunas creo que Cuesta Blanca lo hizo, un código de edificación, no sé, Icho Cruz supongo que tendrá también. Aparecen algunos criterios como para ver si, pero sé que hay problemas, suponte había un tipo que quería hacer 70 casas en el río. Me lo dijo una persona el otro día “no, pero es buena persona, hay un proyecto...es buena persona, logramos que haga 12 casas para 12 personas, no para 70” ¡adentro del río! Y ahora me voy a comprar algo ¿viste? me fui por el bajo así, miro... una cosa mirá... es como embute, no casas, embute, son casitas que las deben estar armando para alquilar, pero que no tienen un pito que ver con esto, no sé si me entendés. Pero, si esto está autorizado, vos imagináte. De ahí viene que esto parece como una cosa media feucha ¿te das cuenta? (TOMA-V10Icho Cruz). “ER1: ¿Quién hace las medianeras esas que están al final del barrio? EO: Ellos. ER1: Ellos construyen esa medianera. Pero no cierran el lateral de las canchas, cierran solo la que da al fondo, digamos. EO: Pero eso también 96 STUDIA POLITICÆ 30 - invierno 2013 tiene que ver con esta instancia en que se está negociando. ER2: Ah. ER1: ¿Cuándo hicieron esa medianera ellos? EO: Hace dos meses. Cuando después del fallo del Tribunal Superior de Justicia, que falló a favor nuestro, para que no se nos desaloje. Eso ya, eso fue como visibilizar, materializar la pérdida. Que para nosotros fue como un alivio porque decís “bueno ya hiciste esa medianera ahí”. Pero, antes nos habían hecho un bordo de tierra de la altura de la medianera, que no se si lo vieron ustedes. ER1: No. Porque cuando llegamos ya estaba la medianera. ER2: Sí. EO: Bueno a la misma altura de la medianera, pero un bordo de tierra. Que en realidad eso tenía que ver con invisibilizarnos porque ellos empezaron a vender terrenos ahí. Antes, cuando fue lo de la toma no había nada. Ellos hicieron después toda una infraestructura de calles adentro, de tendido eléctrico, alumbrado público. Toda una serie de cosas y nos tuvieron que tapar. Porque si no imaginate, vender terreno para countries con todas esas casas re humildes, que sé yo, no les daba. Entonces nos taparon en tierra a todos. Ese bordo grande, que a nosotros nos vino bárbaro en realidad, porque tapa un montón el viento” (TOMA-V04-Cabildo). Estos extractos dan cuenta de un apartheid social (De Sousa Santos, 2005) que encuentra su legitimación en una ideología de lo urbano, esta ciudadmercancía desarrolla una “estética”. Aquí “vender terreno para countries con todas esas casas re humildes (...) no les daba”, la posibilidad de éxito de esta ciudad-mercancía está vinculada a la producción de límites entre zonas salvajes y zonas civilizadas. En esa producción del espacio en los momentos en que, la “riqueza segregada y protegida” (Harvey, 2004) y los espacios de pobreza se entremezclan, emergen las “medianeras”, las fronteras imaginarias y materiales para asegurar los límites entre unos y otros. La noción de “invisibilización” emerge en los relatos de los entrevistadosentrevistadas, como mecanismo de los dueños de mega emprendimientos que disputan la periferia. A su vez, los medios de comunicación construyen un imaginario de la territorialidad popular mediante una imagen de lo “sucio” lo “baldío”, lo susceptible de ser comprado, o caso contrario, lo susceptible a ser borrado, ocultado. En este sentido se interpreta la siguiente cita: Cuando venía la prensa, escúchenme, cuando venía la prensa de canal 10 no sé quién les pagaba o no sé cómo es la cosa, venía y filmaban enfocaban las casas de madera y donde estaba la basura. ¿Y por qué no enfocaban toda la realidad? (...) Oye, hay partes que hay basura alta, bueno, está bien. Pero hay partes donde no (-) (...) ER2: Y eso ¿qué consecuencias piensan que tiene? Que la televisión muestre (-) EO1: Y, que estába- NOELIA FELDMANN - ERIKA SACCUCCI 97 mos (-) O sea vi, yo hablo de lo que vi. Yo pensaba, yo pensaba en ese tiempo que hay algunas personas interesadas en este predio y ese más dejó para que vean todo con lo que uno está y para que posiblemente busquen, trasladen en otro lado. Porque... Eh, si no hubiera eso, entonces, pues, fácil, anden vigilando, o sea, mirando las casas que están, porque habían casas buenas en ese tiempo ya y la mía ya en ese tiempo estaba y nunca la enfocaban. Siempre a las partes y si enfocaban en esa parte pero donde había de madera. ¿Y por qué no viene a la calle y lo dejo (-)? ¿Qué problema se hace? Mostrar la verdad, si hay (-) (TOMA-V09-Pueblos Unidos). En estos espacios de pobreza, se afirma la vivencia de un nosotros como “excluidos”, en las entrevistas no hay pertenencia a la ciudad del consumo, de la formalidad. El imaginario construido respecto de quienes pueden y deben habitar esos espacios en términos de clase, se articula con la posibilidad de acceso a derechos, a servicios: ciudadano-consumidor, se vuelve el módulo mediante el cual los entrevistados interpretan la ausencia de servicios, de derechos. Como dice el entrevistado-entrevistada: “Y bueno, como el Estado en cierta forma no se hace cargo, el sistema no se hace cargo, nosotros somos excluidos del sistema. Yo intenté, o sea, nosotros con mi familia intentamos acceder a una vivienda y pagarla... decir ‘no, nosotros queremos pagar nuestra vivienda’, ‘no, pero tenías que estar en una villa, porque el plan que hay hoy es de erradicación de villas’, ‘no, pero esperá, no me quiero ir a vivir a una villa, no me quiero ir a vivir por una cuestión de que no quiero y no me podés obligar ir a vivir a una villa para que entre en un plan para que me des una vivienda’, y aparte que no sé si tenías que tener como 5 años o 2 años viviendo en una villa para que entraras en el plan, digo... de ahí te excluye, en ese plan no entrás, en el plan Clase Media no entrás porque no tenés, no alcanzás a ganar lo suficiente, tus ingresos no dan con esto... entonces te va excluyendo y de golpe estás excluido de todos lados, y decís, ‘pará, a dónde pertenezco’, y sí, pertenezco a los que luchan, pertenezco a los sin tierra, y por eso estoy acá” (TOMA-V04-Icho Cruz). Esta condición de “excluidos del sistema (...) excluido de todos lados” puede leerse en clave de “población excedente” (De Giorgi, 2006); y es sobre la administración de la población excedente que se ordenan unas especificas técnicas de gobierno. En esta ideología de lo urbano, en las técnicas, dispositivos y discursos que se desarrollan, se cuela una matriz inmunitaria (Espósito, 2005) del nuevo orden. La gestión del beneficio, de los intereses del capital, se asocia a la gestión de la vida, de la población. La “metamorfosis” se articula con la “xenofo- 98 STUDIA POLITICÆ 30 - invierno 2013 bia” como condición de reproducción de la “parte económica”, distinguiendo espacios de riqueza, progreso, salud y, por ende, espacios a proteger; y espacios de mugre, de enfermedad, de pobreza y, por ello, espacios a dejar morir 8. El dejar morir habilita tanto a esa muerte política que tiene lugar cuando el ser parte de la comunidad política es responder al requisito de ser un ciudadano-consumidor y se es un “excluido del sistema”; como a la exposición explicita al riesgo que aparece como una constante en el registro de los entrevistados-entrevistadas: EO: Don Pedro Lencina. El es un dirigente de Pueblo Obrero. Y SE QUEDARON. Siguen ahí, tienen la luz de enganche, el agua también le pusieron a través de un (...) de ahí podían conectarse. No dejaban conectar a la red, por la contaminación, que el agua se iba a contaminar si pasaba por la sección de nosotros. Así que todo lo que está ahí es provisional, porque ni EPEC se quiere meter, porque está contaminado y ningún servicio te quieren poner. Legalmente no te quieren poner ningún servicio allá. Así que, toda esa gente que vive de ese lado del ex-basural, todos viven así. Hay casas construidas y todo, pero no tienen legalmente nada. Así están allá (silencio) (TOMA-V2a-Ob. Angelelli). EO: Gente de inmobiliarias, gente del gobierno, no sé, que estaban haciendo negocios con estas tierras, ellos tomaban la tierras y las vendían... te vendían el derecho a la posesión. No es que vendían el terreno, porque la gente que hoy está en esos terrenos está en la misma condición nuestra, no tiene papeles. Pero bueno, había gente que sacaba rédito de estos terrenos, y que eso sí es ilegal, porque la tomaban con el fin de comercializar, no de una vivienda, de... y esa gente sí, obvio que está en contra nuestro y esa gente si te hace mala cara o te... por ejemplo, por ahí en el dispensario se niegan a hacerte una historia clínica porque para nosotros eso es una prueba de que estamos viviendo acá, y bueno, cosas como esas sí, pero es la única... así, persecución, que hemos tenido, pero de los vecinos nunca (TOMA-V04-Icho Cruz). 8 Tanto FOUCAULT (2008) como ESPOSITO (2005) observan cómo el poder de proteger la vida lleva implícita la muerte. En este sentido aparece la idea de la muerte como imperativo, como derecho de un Estado que entiende el dejar morir como mecanismo de protección y conservación de su población. Derecho de muerte será entendido por FOUCAULT (2008) en un sentido amplio, no implicará el explícito ejercicio de matar sino que incluirá el exponer a la muerte, multiplicar el riesgo para algunos, generar una muerte política, la expulsión, el rechazo. NOELIA FELDMANN - ERIKA SACCUCCI 99 EO: Como para que tuvieran un lugar. Porque lo que sucede ahí también es que como es el campo y hacia atrás no había nada, lo que nos costó mucho, además de la policía, fue el tema climático. Mucho viento, mucho frío. Cuando había lluvias era una cosa de terror. O sea, para los niños, para todos era complicado porque, eh, se enfermaban constantemente. Y también la empresa, por ejemplo, empezó a fumigar los alrededores. Entonces venían también con esos tractores mosquitos que tiraban. Entonces nos hacía re mal. Teníamos que, por ahí, retirarnos y se quedaban los hombres. Nos íbamos las mujeres con los chicos. ER1: Claro. EO: Pero como todas situaciones así de presionarnos, presionarnos, para que (-) ER2: Y, ¿que más hizo la empresa? Porque, bueno, a través de la policía esto que vos me decís (-) EO: Y la denuncia judicial, que era lo que siempre teníamos (TOMA-V04-Cabildo). El imaginario de la ciudad-mercancía, construye para asegurar su producción-reproducción, una ciudad securitaria. Una ciudad como dispositivo, que en el desarrollo de la administración de la población actúa sobre sectores específicos de ella para su contención-control-ocultamiento. Avanzando de forma ilimitada, en un proceso de desposesión, desterritorialización y segregación de los sectores populares; preservando determinadas formas de vida, y exponiendo a otras al riesgo constante o muerte política. La operatoria del poder sobre el territorio cordobés deja entrever la dimensión de la disputa por la tierra que es una disputa por formas o lógicas del hacer, del vivir, y por ello, una disputa por la vida. 4. En lucha por los márgenes La dominación despliega una serie de estrategias que buscan refuncionalizar el suelo de la periferia, adquirirlo para su desarrollo económico, para trasladar temporal y espacialmente los excedentes, a fin de comenzar un nuevo proceso de acumulación. Las estrategias se ordenan bajo una línea general de planificación estratégica sobre el territorio, y bajo ella se articulan diversos dispositivos. El discurso de la planificación estratégica, cristalizado en los acuerdos privados y públicos que dan origen al Plan Director Urbano (PD), o de reordenamiento y refuncionalización del suelo, se constituyen en torno a la disputa por la producción del espacio. La dominación explicita una proyección de revalorización del suelo en zonas periféricas que se encuentran en cierta proporción habitados por asentamientos precarios y tomas de tierras. 100 STUDIA POLITICÆ 30 - invierno 2013 En este sentido, se ordenan algunos relatos de los entrevistados que perciben los intereses por refuncionalizar el suelo periférico, cambiar un modo del habitar por otro, un habitar popular, por uno selecto, de barrios cerrados. La lucha por la tierra, sus accesos y disposiciones, en su fase actual, ha implicado ampliar su base territorial hasta alcanzar territorialidades que le habían sido ajenas, incluso hasta la periferia que se había definido históricamente en clara oposición a la territorialidad producida en el centro. De esta manera, cada vez más se desdibuja la fragmentación de la ciudad en el esquema centro-periferia tal cual la hemos conocido, y asistimos a una redefinición de la territorialidad de la periferia. Dicha redefinición, tal cual hemos dicho, en muchos casos da lugar a resistencias y luchas, mientras que, en otros, la expulsión se consagra nuevamente como el modo de garantizar la territorialidad del capital. La particularidad que adquiere la expulsión en esta nueva fase en desarrollo tiene que ver con que esta se da hacia dentro de la propia periferia, generando movimientos desplazatorios en la medida en que la territorialidad del capital avanza y destruye la popular, despojándola de sus tierras. En los relatos de los entrevistados-entrevistadas, podemos rastrear y reconstruir cómo se han dado y legitimado los desplazamientos en la periferia. Ideas como la del riesgo de vivir en lugares contaminados, la necesidad de protección de la familia (hijos), y la de encontrarse en espacios “inhabitables” son sus argumentaciones recurrentes en los discursos de los entrevistados. El “No sé a dónde nos vamos a ir si no tenemos a dónde ir” sumado a la emergencia de “la cosa era salir de ahí”, exponen la encrucijada y explicitan la situación de precariedad de los sectores populares. “Cuando nosotros llegamos no sabíamos que estaba contaminado, cuando nosotros llegamos allá no sabíamos que estaba contaminado. Por eso también nos pusimos ahí, pero cuando nos enteramos que estaba contaminado ya no quisimos construir nosotros. Teníamos una pieza construida así que ya no le quisimos aumentar más nada, quedó así como estaba” (TOMA-V2b-Ob. Angelelli). “Porque nadie más quería salir. Al vecino Max le conocíamos nosotros hace tiempo, así que le digo a mi hermana: “Preguntémosle al vecino Max a ver si no quiere salir”. Le dijimos: “Vecino, hay un sitio bueno donde podemos salir a hacer nuestras casas para que los chicos crezcan mejor” (...) El vecino dijo: “Bueno, vecina, entonces salgamos”. De ese modo, él también salió con sus hermanos. Son 4 creo ellos, así que, NOELIA FELDMANN - ERIKA SACCUCCI 101 ellos ya invitaron a otras personas también que querían salir. Y bueno, salimos todos aunque el gasto de las casas de allá obvio que nadie te ha dado. El precio que te ha costado no te han devuelto, te han dado lo que han querido, pero bueno. La cosa era salir de ahí. De ese modo, llegamos acá. Nos hemos ido sumando, sumando y nos hemos venido. Por la gracia de Dios, estamos mejor que allá. En verdad, no se podía vivir ahí. Vidrio, basura, había las mangueritas de transfusión de sangre, un montón de cosas feas salían. Entonces, no podían jugar los chicos afuera, porque allá van esas inyecciones llenas, allá van. Y vieras lo que eran en el calor, era un desastre. se reventaban así, o escuchabas que reventaba y te ibas a ver, eran las botellitas de las inyecciones que con el calor reventaban. De ese modo, hemos pasado para acá. Acá también estamos luchando, a ver si nos seguimos acomodando mejor y eso” (TOMA-V4-Ob. Angelelli). “Sí, «Quedate ahí, si no te van sacar ya... sacar ya no los van a sacar» para mí ya no nos sacan ya. Yo siempre me fui a hablar con ella y dice que esa parte de allá querían que nos sacaran de acá, por esta bosta contaminada. Y le dije yo “No sé a dónde nos vamos a ir, si no tenemos a donde ir”. “Yo tengo dos hijos y yo no sé adónde me voy a ir, a la calle” le digo. Tenía miedo porque decía que la parte esta se va toda para allá la tierra esta, y está contaminando TODO ya el Hogar III, por la misma tierra, dice... que pasa la máquina, que la tierra se la tiraba para allá, todo. Era un quibombo bárbaro porque yo sé que esta tierra está contaminada todavía. Dijo que iban a hacer un nuevo estudio, no sé si han hecho el nuevo estudio que iban a hacer” (TOMA-V03-Pueblos Unidos). Sin embargo, estos idearios entran en contradicción con la atribución de sentido que le confieren algunos entrevistados; para estos, el eje del conflicto radicado en la contaminación aparece como una “teoría” entre otras, que desarrollan los sectores del capital inmobiliario a fin de apoderarse de dichos terrenos para la construcción de nuevos mega-emprendimientos. “EO3: El asunto que dicen que estos terrenos, eh, había varias teorías por las cuales querían desalojarnos a los pobladores. Una por la contaminación, dos porque eran terrenos fiscales, no se pueden invadir y tres (...) ER2: Ah, ¿Son terrenos fiscales? EO3: Esas son teorías, teorías que se estaban manejando... y tercero, tercero que querían hacer un plan de vivienda tipo country así, para... bueno me imagino, no sé qué grupo, grupo de poder económico muy fuerte... constructora. Total que al final (-) ER1: Y, disculpame, ¿Hace cuánto que, que empezaron a querer des- 102 STUDIA POLITICÆ 30 - invierno 2013 alojarlos? (ladra un perro) EO3: (...) des (-) desde que estos terrenos comenzaron a ser limpiados por los pobladores, porque eran totalmente ignorados” (TOMA V1 Pueblos Unidos). Aun sin profundizar en estas nociones, el proceso de movimientos intraperiferia se consolida en algunos casos, especialmente cuando la territorialidad popular es destruida. Respecto del dispositivo institucional se advierte en los registros un dispositivo institucional eficiente en la administración y regulación de medidas que aportan a la generación de nuevos enclaves productivos (inversiones en infraestructura, servicios sociales y regularización dominial). Así lo expresa el siguiente extracto: “En un momento, la municipalidad con el cartón amarillo, era porque le convenía a él, te reconocía, te conectaba el agua, a algunos les cobró impuestos, en un momento... hace 8 años, 10. Después de un tiempo y cuando el valor de la tierra subió, aparte de económicamente, un valor social mucho más importante, más en una zona turística, etc., empezaron a, digamos, a aparecer estas otras cosas «no, el cartón amarillo no, no me sirve» a presionar porque bueno, son intereses encontrados. Está perdiendo un negocio como muy importante y hay gente que está jugándose por su, por su tierra, su vivienda, su lugar en el mundo, entonces, son intereses muy importantes que se cruzan y bueno, por eso es que fuimos haciendo esto” (TOMA-V08Icho Cruz). Mientras que, el dispositivo institucional, al momento de intervenir en el espacio diferencial lo hace mediante la represión, en los registros se resalta la figura del “adicional”, esta fuerza pública pagada por el capital privado (Capdevilla et al., 2014). Los autores resaltan cómo esta vinculación explicita entre fuerza pública-capital privado “desdibuja los límites de la legalidad, al hacer patente la ilegalidad reinante” (Capdevilla et al., 2014:256). Ante este escenario, la confrontación con las fuerzas policiales, el autocuidado y la protección, se vuelven una herramienta de resistencia, en palabras de los entrevistados-entrevistadas: “Porque, de hecho, bueno, me acuerdo que nos pasó una vez que estábamos en asamblea y nos avisaron que estaba la policía en un terreno cargando herramientas y máquinas en el móvil para llevárselas y fuimos... todos, todos los que estábamos en la asamblea fuimos hasta el terreno a ver qué es lo que pasaba, y bueno, el argumento de la policía era que como... que se las llevaban para que no se las roben, y... bueno, que terminó siendo un triunfo, un triunfo frente a ese caso puntual, frente al NOELIA FELDMANN - ERIKA SACCUCCI 103 tema del accionar de la policía porque... se logró con eso remover al que era entonces subcomisario de acá, lo trasladaron, a los 2 agentes que estaban ahí les hicieron un sumario, porque bueno, nuestro planteo era que estaban entrando en propiedad privada. Por más que seas la policía no podés venir a un terreno, qué sé yo, venir y decir ‘mirá, me llevo tu carretilla porque capaz que te la roban’ (risas), era una cosa totalmente absurda, y después de ese hecho puntual, digamos que la, la... el trato con la policía empezó a ser otro” (TOMA-V09- Icho Cruz). De igual modo, el imaginario de un Estado ausente permite la conformación de un nosotros que transita prácticas de autoorganización para la exigencia de prestación de servicios o el cumplimiento de compromisos asumidos, como así también experiencias de autoorganización y gestión de recursos y servicios para aquellos territorios que no forman parte del suministro; se crean prácticas de autonomía y desvinculación, des-sujeción de los dispositivos institucionales (Capdevilla et al., 2014). Los espacios diferenciales emergentes en los suelos de la periferia resisten a los avances de las formas de dominación, normalización, a la desposesión. La lucha por quedarse en el lugar y la expresa decisión de que “esas tierras se querían” se vuelve crucial cuando el capital presiona y el Estado ordena que se claudique. En este sentido, una serie de relatos se ordenan en torno a la práctica de la movilidad intra-periferia. “Y si bien ahí en Villa El Libertador como que había habido algunos intentos de toma y demás, pero habían sido desalojados rápidamente. Porque también, por ahí, los punteros políticos jugaban de algún modo en algún momento entregando o porque no estaba la decisión tampoco de, de quedarse. Para nosotros fue fundamental, me parece, que para que esta lucha continuara, la decisión de quedarnos SOBRE la tierra. Porque algunas tomas de tierra tienen otras características, que es ir, tomar, y a lo mejor después salirse de la tierra para poder negociar. O una compra más barata o, que sé yo, la donación de o(-), o el acceso a viviendas sociales, lo que sea. Lo que acá, había una decisión que esas tierras se querían” (TOMA-V04-Cabildo). “ER1: Bueno, contanos si querés cómo fue que vos llegaste acá, cómo te enteraste de la posibilidad de venir acá a vivir. EO: ah, a mí me contó un... yo... pasa que yo llegué acá a Hogar III a la casa de mi cuñada. Y estaba cuidando una casa de un chico boliviano. Y entonces, él llega un momento en que dice, estuve un año ahí, y llega un momento en que dice «mirá, voy a vender esta casa». Y bueno, teníamos que ver dónde ir y no alcanza para alquiler. Yo llegué con dos nenas, esta me la dejé allá. Yo, desesperada, así, lloraba, no sé qué hacer, y empecé a buscar 104 STUDIA POLITICÆ 30 - invierno 2013 así. Y me comentaron para aquel lado, y (...) me dice «mirá, para aquel lado están invadiendo». A mí me parecía que no estaban haciendo nada porque vinieron la primera vez y después los echaron la cana, es eso no. Y después la segunda, yo entré en la segunda. Pero me dice un señor también y me dice “mirá, vete por aquel lado de allá, que empezaron allá” (...) y habían agarrado muchos ya y habían cercado. Y dice que no hay más espacio, y donde yo iba a agarrar ya es camino. Y yendo más para aquel lado, y ya había dos chicos ahí, que son de acá, de Córdoba. Y vivían ahí en su chocita de madera y me dice «venite acá», me dice «sé mi vecina, yo te lo voy a cuidar». Y yo le conté mi problema «mire, yo tengo mis nenitas y no me alcanza» (...) cada día me ayudaba para venirme de Perú (...) no alcanzaba. Y bueno, yo agarré este terreno, y él me lo cuidó. Gracias a él tengo este terreno. (...) Cuando yo agarré ya aquel lado de allá, ya toda la parte de atrás estaba todo limpio. Y después agarraron y empezaron a limpiar todo lo de adelante. Es que cuando se dieron cuenta todos, ya todo estaba ocupado ya. Y hace bastante ya, edificado ya, ¿me entiendes?, así con chocitas, otros materiales con blocks, otros con ladrillos con barro, ya hasta tenían los caños así enterrados, compraban agua acarreando con los baldes, viste. Y yo también tenía acá a la vecina, acá al costado, ella sabía tener agua. Hemos sabido pagar agua también nosotros, hemos pagado. Y bueno, y luz también así nos daban (...) o si no con velas” (TOMAV06-Pueblos Unidos). Por último, otro argumento relevante que emerge con insistencia, en lo relativo a las razones que adquieren estos movimientos, tiene que ver con el aumento del costo de vida y de los alquileres en las zonas periféricas. Allí donde muchos moradores podían sostener los gastos, incluso alquileres en la periferia, comienzan a cobrar relevancia casos de necesidad de abandono, a los fines de trasladarse a lugares más periféricos. El avance territorial progresivo del capital y sus lógicas, acompañado de la consiguiente especulación, producen verdaderos movimientos migratorios desorganizados, bajo la aparente decisión individual. 5. Reflexiones finales En el presente artículo hemos realizado un repaso por algunas de las políticas públicas habitacionales más relevantes de los últimos veinte años en la provincia de Córdoba. Dicho repaso exige ser analizado desde la óptica de la producción-destrucción de territorialidades; producción en tanto avance de territorialidades burguesas y destrucción, en tanto el afianzamiento de NOELIA FELDMANN - ERIKA SACCUCCI 105 aquellas, las cuales se configuran sobre la destrucción, de las territorialidades populares. El actual proceso de reconfiguración de la ciudad se vincula con la necesidad de expansión y desarrollo de determinadas fracciones del capital, en específico el capital inmobiliario, y con su articulación con un Estado asentado sobre un paradigma gerencial, ordenador y administrador de los recursos ya existentes y de las poblaciones. Dicho proceso de reconfiguración, implica, en su fase actual, ampliar la base territorial avanzando sobre territorialidades que le habían sido ajenas, como la periferia que, en momentos anteriores, podía leerse en oposición a la territorialidad producida en el centro. Las transformaciones morfológicas de la territorialidad urbana transgreden el esquema de interpretación anclado en centro-periferia. El avance de la territorialidad burguesa sobre la popular comienza a darse en la periferia y algunas ciudades del interior cordobés. De esta manera es que surgen nuevos conflictos y resistencias a dicha expropiación de la tierra. El avance sobre la territorialidad de la periferia opera bajo el imaginario de una ciudad-mercancía que, para garantizar su hegemonía, desarrolla formas de intervención sobre el territorio periférico, discursos y prácticas que hacen a la segregación y eliminación política de los sectores populares que la habitan. La noción de conflicto y disputa surge de manera clara en el discurso de los y las entrevistadas. Esta disputa adquiere diversas dimensiones; culturales, en tanto los entrevistados reconocen que el capital busca imponer una idea prototípica de quién y cómo debe habitar el suelo urbano, dejando de lado y negando otras formas posibles, y material en tanto la lucha por este territorio ha comenzado a generar procesos de expulsión intra-periferia. Aun así, el avance del poder no ocluye la posibilidad de resistencia. Los sujetos se constituyen en la lucha, en una disputa clara por la tierra y los modos de vida posibles en ella. Las experiencias de autoorganización, enfrentamiento y autonomía adquieren forma. La disputa por la territorialidad de la periferia emerge, como así también una incipiente, pero no menor, estrategia de los sectores populares, que, bajo la aparente decisión individual, se desplazan o migran hacia dentro de la propia periferia, producto del despliegue del capital y sus lógicas. Proceso que, en perspectiva, cabría esperar que se agudice. 106 STUDIA POLITICÆ 30 - invierno 2013 Bibliografía CAPDEVILLA, J. et al. (2014) Terrenos de resistencia: prácticas colectivas y modos de intervención estatal en los barrios. En: NUÑEZ, A. (Comp.) Tiempos itinerantes: apropiación y expropiación de territorialidades sociales en ciudades argentinas. Buenos Aires: EUDEM (En prensa). CIUFFOLINI, M. A. (2011) Control del espacio y los recursos sociales: lógicas, relaciones lejandra. Política y territorialidad en tres ciudades argentinas (pp. 21-36). Buenos Aires: El Colectivo, CLACSO. DE GIORGI, A. 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