04 INVERSION DIRECTA/ 345 2/7/03 14:36 Página 67 La inversión directa en los países del este europeo. Una valoración de su naturaleza y volumen. CONCHA M. LATORRE Universidad Complutense de Madrid En el año 2001, en el que ha habido un desplome de la inversión directa mundial, los flujos destinados a las economías de Europa del este se han mantenido, ¿es esto casual? El objeto fundamental de este trabajo es valorar el volumen y la naturaleza del fenómeno de la inversión directa en los antiguos países comunistas durante el período 1992-2001. En concreto, el análisis se centrará en las economías que serán admitidas en la Unión Europea en mayo del 2004 (Hungría, la República Checa, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia y las tres repúblicas Bálticas: Estonia, Letonia y Lituania); y también en los flujos de inversión directa recibidos en Bulgaria y Rumanía, que tienen posibilidades de ser admitidas en el 2007. Este conjunto de economías se aglutina en la literatura bajo la siglas PECOs (países de Europa central y oriental) o CEEC (Central and Eastern European Countries), en las de lengua inglesa, y despiertan diversas cuestiones de interés. ¿Se da un proceso de atracción de inversiones similar al que ha ocurrido en otras economías ante la perspectiva de integración en un área económica mayor (Baldwin, 1996, p. 640; Fernández Otheo, 2002, p. 167)? ¿Qué porcentaje de esas entradas brutas de capital está relacionado con el «mero» fenómeno privatizador? ¿Cuánto equivale a inversiones de «primer establecimiento»? ¿Quién invierte en estos países? Y ¿con qué objetivo?, ¿para utilizarlos de plataformas exportadoras para acceder a otros mercados? Para dar respuesta a estas cuestiones, el trabajo, siguiendo una metodología descriptiva, se estructura de la siguiente forma: el próximo epígrafe sitúa la importancia de la inversión directa en una perspectiva comparada con otros países, analizando si ha habido creación de inversión. El segundo recoge la importancia de la inversión de primer establecimiento y la relacionada con las privatizaciones. Muestra también la desigual evolución ECONOMÍA INDUSTRIAL N.o 345 • 2002 / III 67 04 INVERSION DIRECTA/ 345 2/7/03 14:36 Página 68 C. M. LATORRE temporal de las inversiones brutas recibidas en cada uno de los países del este europeo. En el apartado siguiente (tercero) se recogen, a grandes rasgos, los factores que han influido en la evolución de la inversión directa en estos países. En el cuarto se atiende al origen de las inversiones, que provienen de la Unión Europea en su mayoría. El escaso peso de la inversión en los PECOs en el total de inversiones de la Unión Europea es un interesante punto desarrollado. En el quinto se analiza el patrón sectorial, lo que permite una mejor caracterización de la naturaleza de las inversiones en la zona. Las conclusiones cierran el artículo. GRÁFICO 1 INVERSIONES BRUTAS RECIBIDAS DEL RESTO DEL MUNDO POR REGIONES 1992-2001, EN MILLONES DE DÓLARES 50.000 45.000 40.000 35.000 30.000 25.000 20.000 15.000 10.000 5.000 0 1992 1993 1994 1995 CEEC-10 1996 1997 Periferia europea 1998 China 1999 2000 2001 Brasil FUENTE: Unctad (WIR, 1998-2002). La inversión en el este en una perspectiva comparada 68 En general, el fenómeno de inversión directa es de interés por muchas razones; entre ellas, por el crecimiento vertiginoso que recientemente ha tenido en todo el mundo, lo que constituye una faceta importante de la denominada globalización. No obstante, el período que en este trabajo se ha considerado está acotado por dos interrupciones en tan significativo crecimiento una a comienzos de los noventa y la otra en el año 2001, que aún continúa en la actualidad (1). Estas dos crisis de la inversión directa han sido contemporáneas a fuertes crisis económicas, lo que muestra, de alguna manera, cuánto influyen las expectativas en el fenómeno inversor. Algo que complica su estudio, al ser las expectativas difíciles de analizar empíricamente (Baldwin, 1996, p. 639). De los flujos de capital, la «parte del león» se dirige a (y desde) los países desarrollados, que suponen más de tres cuartos partes del total de inversiones brutas (2). En este panorama irrumpen en la década de los noventa los países del este europeo que surgen como nuevo destino de la inversión tras su apertura al resto del mundo y el abandono del comunismo como régimen político y fiscal. ECONOMÍA INDUSTRIAL N.o 345 • 2002 / III GRÁFICO 2 INVERSIONES BRUTAS RECIBIDAS POR REGIONES SOBRE EL TOTAL DE INVERSIÓN DIRECTA MUNDIAL 1992-2001, EN PORCENTAJE 14 12 10 8 6 4 2 0 1992 1993 1994 CEEC-10 1995 1996 1997 Periferia europea 1998 China 1999 2000 2001 Brasil FUENTE: Unctad (WIR, 1998-2002). En los gráficos 1 y 2 se valora el peso de la inversión directa en el este europeo comparándola con el que posee en otros países. No se recogen las cifras de los primeros años noventa porque para los países del este europeo no son muy fiables, como ocurre con la mayoría de los datos de estos países en ese período. Aparte de que los métodos estadísticos no son buenos, la inversión directa que recoge la Unctad es de proyectos «registrados», lo cual no quiere decir que sean proyectos terminados (Unctad 1994, p. 98) (3). El gráfico 1 muestra los valores absolutos de entradas de inversión directa procedentes de todo el mundo que se han dirigido a los PECOs, a la periferia europea (España, Grecia y Portugal), a China y a Brasil. Las inversiones brutas recibidas en los países del este en el período 1992-2001 han crecido a una media del 27,5% anual. Es un crecimiento muy importante, superior al que han experimentado las inversiones brutas en china y en la economía mundial en el mismo período, ambas en torno al 22%, pero 04 INVERSION DIRECTA/ 345 2/7/03 14:36 Página 69 LA INVERSIÓN DIRECTA EN LOS PAÍSES DEL ESTE EUROPEO... inferior al experimentado por Brasil, que ha sido de un 42,4% (4). China supone un punto de referencia interesante porque no sólo ha alcanzado niveles de inversión directa recibida propios de países desarrollados, sino que se ha colocado entre los diez países que más inversión recibían del mundo para gran parte del período. Aunque su economía ha experimentado un volumen de entradas muy por encima de las de los países ex-comunistas, como era de esperar, el ritmo de crecimiento no ha sido tan rápido como el de éstos. La comparación con China también tiene el atractivo de que se trata de un país que se encuentra en la transición desde un sistema planificado a una economía de mercado. Si bien, la economía china ha heredado del comunismo un sistema básicamente rural, mientras que los países del este europeo cuentan más bien con un ingente, aunque obsoleto, sector industrial (FMI, 2001, p. 179). Brasil, por otra parte, ha sido la economía de América del Sur que más flujos ha recibido en el período estudiado, pero, a diferencia de China, no sólo el volumen de inversión bruta recibida supera al del este europeo, sino que también las cifras de crecimiento de esta variable están muy por encima. Resulta obvio, a partir de los datos de Brasil, que la zona sudamericana ha tenido mayor capacidad de atracción de flujos que los países candidatos durante el período considerado. CUADRO 1 INVERSIONES BRUTAS RECIBIDAS EN PORCENTAJE DEL PIB EN LOS CEEC-10 (1992-2001) 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 % IBR/PIB 1,94 1,85 3,84 2,94 3,45 5,09 5,26 5,77 5,45 Media 3,95 Notas: Datos del PNB en millones de dólares, a precios y tipos de cambio corrientes, procedentes de Unctad (on-line). Porcentajes de variación del PNB en términos reales, tomados del FMI (2001). Los datos de inversiones brutas recibidas son de Unctad (WIR 1998-2002). FUENTE: Elaboración propia, con datos de Unctad (WIR 1998-2002), Unctad (on-line) y FMI (2001). CUADRO 2 PORCENTAJE DE INVERSIONES BRUTAS RECIBIDAS RESPECTO A LA FORMACIÓN BRUTA DE CAPITAL 1995 1999 Mundo 5,3 16,3 Países desarrollados 4,4 17,0 Países en desarrollo 7,7 13,8 África 6,7 10,4 Sudamérica Sur, este y sureste asiático CEEC-10 17,4 35,4 8,2 11,2 15,01 21,22 FUENTE: Elaboración propia, con datos de Unctad (EIR 1998-2002). Por último, el contraste periferia europeacandidatos presenta un perfil cambiante, digno de especial atención, que analizaremos en breve. La tasa de crecimiento medio anual de las inversiones brutas recibidas, sin embargo, refleja un saldo total más beneficioso para el este europeo, que, recordemos, creció a un 27,5%, frente al 16,5% de la periferia. ros noventa, los descensos de entradas en la periferia tuvieron lugar al mismo tiempo que los incrementos en los PECOs. Posteriormente, en ambas zonas la inversión bruta recibida ha crecido a ritmos similares, y por último, a partir del 2000, la periferia supone un mayor peso en el total de entradas mundiales que los países del este (5). Esto plantea una incógnita inquietante, especialmente ante la próxima entrada de los países del este europeo en la Unión Europea. ¿Han desplazado o desplazarán los países del este a los países de la periferia como destino de inversión? O ¿es el crecimiento de los flujos en el este el destino de una inversión mundial creciente que no implica ningún tipo de «redistribución»? El gráfico 2 recoge los tantos por cientos sobre el total de inversión mundial que han supuesto los valores absolutos del gráfico 1. Se observa que la inversión en el este ha oscilado entre un 2% o 3% de la mundial. Su evolución frente a la de la periferia europea se caracteriza por el ya mencionado perfil oscilante. En los prime- La respuesta a esa cuestión no es sencilla ni se tiene evidencia suficiente como para llegar a una conclusión clara al respecto. Buch et al. (2002, pp. 11-15) la analizan basándose en datos de la inversión alemana, por una parte, y de la de Austria, Francia, Alemania, Holanda, Suecia, Reino Unido y EEUU, por otra. Concluyen que la caída de los flujos en España y Portugal se debe a que estas economías han alcanzado sus niveles de stock de equilibrio, encontrándose en un estadio más avanzado de desarrollo, en el que son ellas las inversoras internacionales, proceso éste independiente de la evolución de las economías ex-comunistas. Si los datos de crecimiento de la inversión bruta recibida en los países del este europeo son llamativos en un contexto internacional, aún más lo son sus volúmenes en relación con el tamaño de estas economías. El cuadro 1 ofrece los datos de inversión directa recibida como porcentaje del PIB. Las cifras son elevadísimas. La media anual es de casi un 4% para el período 1992-2001. Pongamos el dato en perspectiva. Recordemos el boom de atracción de inversión que experimentó España al convertirse de facto en miembro de la entonces Comunidad Económica Europea. Pues bien, para ese período, comprendido aproximadamente entre 1986 y 1992, la media anual de inversiones brutas recibidas respecto al PNB fue de un 1,77% (Bajo-Rubio y López-Pueyo, 2002, p. 87). Sólo en 1991, en el que España fue el tercer país del mundo por inversiones brutas recibidas, el porcentaje de entradas sobre el PIB alcanzó el 4,19% (Campa y Guillén, 1996, p. 208). Los datos de inversión directa recibida sobre la formación bruta de capital también muestran un elevado promedio para la región de un 21% en 1999 (cuadro 2). Esta cifra es similar a la media de España en el período 1986-1992, que fue de un 20,50% (6). Es un promedio inferior al de la región de Sudamérica, que incluye grandes imanes de la inversión a finales de los noventa como Brasil, sobre todo, seguida de Argentina, y Chile. Pero es un promedio superior al de la región sur, es- ECONOMÍA INDUSTRIAL N.o 345 • 2002 / III 69 04 INVERSION DIRECTA/ 345 2/7/03 14:36 Página 70 C. M. LATORRE te y sureste asiático, que anda entorno al 11%, y que contiene las economías de China, Hong Kong (7), Singapur, Corea y Tailandia, que vienen demostrando también inusuales capacidades de atracción de volúmenes de capital. CUADRO 3 INVERSIONES BRUTAS RESPECTO AL STOCK TOTAL DE LOS PAÍSES EN DESARROLLO 1990 Stocks Total países en desarrollo Stocks de inversiones brutas recibidas Otro dato que ayuda a situar la importancia de la inversión directa en el este es el de los stocks que de la misma se han acumulado. Como se afirmó, aunque las tasas de inversión fueron muy elevadas durante el régimen planificado, el capital físico heredado estaba obsoleto. El stock de capital por empleado a inicios de la transición en los países del este europeo suponía aproximadamente el 10% del de los miembros de la Unión Europea (Boeri, T. y Brücker, H., 2000, p. 17). El crecimiento del stock de entradas en los países candidatos respecto al stock total de entradas en otros países en desarrollo ha sido considerable. Los países ex-comunistas se han abierto «paso» entre el grupo de países en desarrollo, aumentando con empuje su peso relativo. Recordemos que han competido con regiones como las del sur, este y sureste asiático y también con las economías de América del Sur. Véase el cuadro 3. 1995 % 2000 Stocks 487.694 % 849.376 Stocks % 1.979.262 África 39.427 8,08 60.898 7,17 95.381 4,82 Sudamérica 66.699 13,68 112.159 13,20 385.709 19,49 297.282 60,96 535.348 63,03 1.183.952 59,82 3.662 0,75 31.468 3,70 102.288 5,17 Sur, este y sudeste asiático CEEC-10 FUENTE: Elaboración propia, con datos de Unctad (WIR, 2001). GRÁFICO 3 CREACIÓN DE INVERSIÓN POR REGIONES 1993-2001, PORCENTAJE 8 6 4 2 1993 1994 0 1995 1996 1997 1998 1999 2000 –2 2001 –4 –6 CEEC-10 Aus+Fin+Sue Periferia europea España Nota: Datos del PNB en millones de dólares, a precios y tipos de cambio corrientes, procedentes de Unctad (on-line). Porcentajes de variación del PNB en términos reales, tomados del FMI (2001). Los datos de inversiones brutas recibidas son de Unctad (WIR, 1998-2002). FUENTE: Elaboración propia, con datos de Unctad (WIR, 1998-2002), Unctad (on-line) y FMI (2001). 70 Creación de inversión La creación de inversión es el resultado de restar a las entradas de capital las salidas y relacionarlas con el PIB. Esta variable transmite en qué medida un área es atractiva para la inversión. Si es muy atractiva recibirá muchas inversiones brutas y no emitirá demasiadas al exterior. De lo hasta aquí expuesto cabe esperar un fuerte efecto de creación de inversión en los países del este europeo, como en efecto se ha dado. El gráfico 3 recoge los datos de creación de inversión del grupo de los países del este europeo, de los tres países admitidos en 1995 en la Unión Europea (Austria, Finlandia y Suecia), de la periferia europea y España. Parece oportuno in- ECONOMÍA INDUSTRIAL N.o 345 • 2002 / III cluir ahora a los países recientemente admitidos, puesto que han vivido también en esta década su propio proceso de creación de inversión con motivo de su entrada en la Unión Europea (Baldwin, 1996, p. 640). La creación de inversión en los países del este europeo ha sido de gran entidad. Muestra una media anual de un 3,85% sobre el PIB. En contraste, Campa y Guillén (1996, p. 208) obtuvieron una media de creación de inversión anual en España para el período 1986-1992 de un 2,06%. Período en el que, como ya se comentado, se experimentó el boom de inversión directa en España. Por tanto, los países del este europeo han experimentado un proceso de creación de inversión mayor que el experimentado en España en el momento de su entrada en la Unión Europea, y mucho mayor que el experimentado por los países recientemente admitidos en dicha institución, tal y como se puede observar en el gráfico 3. En el caso de Austria, Finlandia y Suecia, la creación de inversión ha consistido más bien en pasar de unas inversiones netas negativas (que indicaban un alto nivel de inversiones brutas emitidas) a una situación en la que las inversiones brutas recibidas casi equilibran las inversiones netas (8). Los valores negativos de creación de inversión en España se deben fundamentalmente al activo papel de inversión en el exterior que comienza a desarrollar de 1997 en adelante. España en esos años llega a alcanzar un liderazgo mundial entre los países origen de inversión di- 04 INVERSION DIRECTA/ 345 2/7/03 14:36 Página 71 LA INVERSIÓN DIRECTA EN LOS PAÍSES DEL ESTE EUROPEO... recta, que conservará también en el 2001, aun a pesar de la fuerte caída de su inversión exterior de ese año (9). Algo similar, aunque de manera mucho más moderada, ocurre en Portugal para el mismo período. En suma, los datos de la creación de inversión en los países del este europeo vuelven a remarcar el grandísimo crecimiento de los niveles de inversiones brutas recibidas, especialmente en la segunda mitad de los noventa. Sin duda, el este europeo se ha convertido en un destino atractivo para la inversión directa, abriéndose hueco esta área entre los países subdesarrollados. Estamos, además, ante un fenómeno que es de gran importancia en la evolución de las economías del este, como lo demuestra el alto porcentaje que supone tanto en su PIB como en su formación bruta de capital. En el siguiente apartado dejaremos de hablar de los países del este europeo como «bloque» para analizar la desigual distribución de las inversiones brutas recibidas por cada uno de ellos. Los porcentajes de greenfield investment y de privatizaciones permitirán un primer análisis de la naturaleza de la inversión directa que están recibiendo, análisis que se completará cuando se atienda a su patrón sectorial al final de este trabajo. Privatizaciones, inversiones de primer establecimiento y distribución por países El gráfico 4 refleja los datos de entradas de capital para el total de los países del este europeo, destacando el gran peso que tienen la República Checa, Polonia y Hungría en el total de los inversiones brutas recibidas y las escasas inversiones directas en el exterior del total de estos países. El gráfico 5 muestra la evolución de las inversiones brutas recibidas para cada uno de los países ex-comunistas. Las inversiones brutas recibidas en los países del este europeo prácticamente no crecieron o incluso descendieron en GRÁFICO 4 INVERSIÓN BRUTA MUNDIAL RECIBIDA Y EMITIDA EN EL TOTAL DE LOS PECOs, EN POLONIA, HUNGRÍA Y REPÚBLICA CHECA 1992-2001, MILLONES DE DÓLARES 25.000 20.000 15.000 10.000 5.000 0 1992 1993 1994 1995 1996 República Checa+Hungría+Polonia 1997 1998 1999 IB recibida 2000 2001 IB emitida FUENTE: Elaboración propia, con datos de Unctad (WIR, 1998-2002). 1992 y 1993 (gráfico 4). El clima, claramente, era poco propicio a la inversión. Los países estaban sumidos en lo que se ha llamado transformational depression con características como PIB decreciente en todos y cada uno de los países (10), inflación elevada, alto desempleo (11) y valor de las monedas nacionales poco fiable. Por otra parte, adolecían y adolecen de escasez de infraestructuras y contaban con un sistema bancario poco o nada desarrollado. A ello se unía la amenaza de inestabilidad política y la ausencia de un marco regulado en temas tan importantes para una economía de mercado como la propiedad. En muchos casos la legislación no era acorde con los estándares internacionales, como ocurría con los sistemas de contabilidad. Además, en estos inicios de los noventa, la Unión Europea, de donde proceden la mayoría de inversores en el este, experimentaba una fuerte crisis económica y era fuerte la competencia de otros países subdesarrollados que resultaban atractivos para la inversión (Unctad, 1994, p. 101; Unctad 1995, p. 99). Adicionalmente, el leve crecimiento o la reducción de inversiones brutas recibidas en estos primeros años noventa están relacionados también con la exclu- sión de las participaciones de capital extranjero en procesos de privatizaciones. Aunque una importante característica de los flujos de inversión en los países del este es su estrecha relación con estos procesos (Unctad 2001b, p. 1; EBRD 2001, p. 54), no todas las privatizaciones tomaron la forma de inversión directa (Kalotay y Hunya, 2000, pp. 4445). Y es que no siempre se permitió al capital foráneo participar, sobre todo, como se viene diciendo, a comienzos del período, momentos en los que se quiso dar opción a inversores nacionales a comprar empresas que anteriormente pertenecían al Estado. Se anteponían así objetivos redistributivos y de defensa ante «ingerencias extranjeras» a los de eficiencia económica, ya que la mayoría de los estudios confirman la mejor gestión de las empresas privatizadas por parte de los inversores extranjeros (Kalotay y Hunya, 2000, pp. 44-46; Megginson y Netter, 2001, pp. 360-361), algo que parece lógico. El perfil del gráfico de inversiones brutas recibidas por países y, en ocasiones, también el perfil conjunto de los diez países se puede explicar, en buena parte, por el avance de procesos privatizadores que contaron con participación foránea. Así, el «pico» de inversiones brutas recibidas para el año 1995 (gráfico 4) se corresponde con ECONOMÍA INDUSTRIAL N.o 345 • 2002 / III 71 04 INVERSION DIRECTA/ 345 2/7/03 14:36 Página 72 C. M. LATORRE las potentes alzas de Hungría, la República Checa y Polonia en el gráfico por países (gráfico 5). Una parte del alza proviene de las privatizaciones masivas en la economía húngara y también en la República Checa, que esta vez sí permitieron participación extranjera (Holland y Pain, 1998, p. 3). El crecimiento en Polonia, sin embargo, tiene lugar por otros motivos, ya que su proceso privatizador ha sido relativamente lento en el contexto del este europeo (Kalotay y Hunya, 2000, p. 44). El ritmo privatizador con participación extranjera se vio muy reducido en 1996, lo que explica la disminución de las entradas de capital. La República Checa vio descender los flujos recibidos porque además atravesaba una crisis económica. Esto, unido al menor nivel de inversiones brutas en Hungría, provocó que los niveles de concentración de los países máximos receptores descendieran en 19961997 al nivel más bajo de todo el período; aun así, se alcanzó un nada despreciable 70%. Si bien, los flujos habían aumentando en Polonia. 72 Los fuertes repuntes de las inversiones brutas recibidas en Polonia, la República Checa y Bulgaria (a partir de 1997), y en Rumanía (desde 1996), están de nuevo relacionados con incrementos de la participación de capitales extranjeros en las privatizaciones (gráfico 5). Las necesidades de atraer inversión eran acuciantes ante los grandes déficit internos y externos de todos estos países. Tal vez fuera éste el motivo que evitó una caída en las inversiones brutas recibidas en 1998. En este año, las crisis tanto asiática como rusa sí golpearon la confianza de otros mercados emergentes, como el de Tailandia, Corea e Indonesia. Y es posible que las privatizaciones también limitaran el alcance del conflicto de Kosovo en 1999. En Bulgaria, país fronterizo con Yugoslavia, donde se encuentra Kosovo, las entradas de capital aumentaron en 1999; donde sí descendieron, aunque levemente, es en Rumanía, que también hace frontera. Conviene confrontar los datos de privatizaciones con los de inversión de primer establecimiento en la zona. El cuadro 4 presenta los porcentajes de greenfield investment sobre el total de inversiones brutas recibidas para varios años del período ECONOMÍA INDUSTRIAL N.o 345 • 2002 / III GRÁFICO 5 INVERSIÓN BRUTA RECIBIDA EN LOS PECOS, 1992-2001 MILLONES DE DÓLARES 10000 + 9000 8000 7000 + + 6000 5000 4000 1000 + 1992 1993 + + 0 1994 ∗ 1995 ∗ ∗ ∗ 1996 1997 1998 Bulgaria Rep. Chec Estonia Hungría Letonia Lituania + Polonia Rumania Eslovaqui Eslovenia ∗ + + + 3000 2000 + 1999 2000 ∗ ∗ 2001 FUENTE: Elaboración propia, con datos de Unctad (WIR, 1998-2002). analizado. Se observa la disminución progresiva de las inversiones de primer establecimiento con el paso del tiempo. Es, tal vez, la otra cara de la moneda del ascenso de la participación foránea en los procesos privatizadores. De hecho, la caída de los greenfield investments ha sido mayor en los países del este europeo que en otros en desarrollo, que, aunque también experimentaron procesos privatizadores (como en América del Sur), probablemente lo hicieron en menor medida (12). El cuadro 5 recoge, para algunos países, el cálculo del porcentaje de las inversiones brutas recibidas que ha estado relacionado con las privatizaciones, cálculo que, no obstante, hay que tomar con prudencia. El recurso a las privatizaciones foráneas no puede durar para siempre, como es obvio. La cuestión es si estos países serán capaces de atraer otro tipo de inversiones como greenfield investments, y fusiones y adquisiciones no ligadas a privatizaciones, sin que la inversión bruta recibida pierda mucha fuerza. Se trata de si podrán imitar la exitosa transición de Hungría, que en 1998 sólo recibía un 0,6% de flujos ligados a privatizaciones, frente al 67% de 1995 (cuadro 5). La media de inversión bruta recibida sobre el PIB durante 1998-2001 en este país se ha mantenido, no obstante, en un pujante 4%. De cualquier manera, los datos sobre privatizaciones de aquellos países de los que poseemos información tampoco invitan a situar las privatizaciones como el factor esencial en la atracción de inversión directa, salvo en el llamativo caso checo. Volviendo con la evolución temporal, Polonia, en el año 2001, experimentó la primera reducción en la inversión bruta recibida desde 1989, lo que se debe fundamentalmente a un descenso en el ritmo privatizador. Polonia es la mayor economía de los países candidatos. En la región del este sólo Rusia tiene mayor PIB que Polonia, y en términos de población sólo Rusia y Ucrania están por delante. Esto parece haber sido un factor clave en la atracción de inversiones directas, dado que su evolución no parece haber estado tan influida por los procesos privatizadores. En 1998, un 40% de la propiedad del Estado aún no había sido privatizada, en claro contraste con la evolución de Hungría o de la República Checa, con sólo un 15% y 20%, respectivamente, en ese año, en manos del estado (Kalotay y Hunya, 2000, p. 41). Factores de atracción de los países del este ¿Qué hay detrás de tan llamativa capacidad de atracción de inversión bruta por parte de estos países? La respuesta no es sencilla, porque la inversión directa, de partida, es un terreno económico con 04 INVERSION DIRECTA/ 345 2/7/03 14:36 Página 73 LA INVERSIÓN DIRECTA EN LOS PAÍSES DEL ESTE EUROPEO... ausencia de fundamentos teóricos sólidos. Aunque entre las teorías más consagradas se encuentre el modelo OLI (Dunning, 1977, 2000), aún queda camino por recorrer. La mayoría de estos países poseen tanto pequeños territorios, como reducidas poblaciones y escasos recursos naturales, restando esto fuerza al factor localización. ¿Dónde residen, pues, sus ventajas? Si ya los estudios econométricos referentes a los determinantes de la inversión directa distan de ser conclusivos, en los países del este, dada la peculiaridad de su tránsito del comunismo al capitalismo, es mayor aún el conjunto de factores interactuando y, por consiguiente, mayor la complejidad del análisis. Parece más claro encontrar atractivos en los tres países que mayor inversión directa han atraído: Polonia, República Checa y Hungría. Por una parte, tienen en común el formar parte del grupo de países más avanzados en el proceso de transición, lo que genera un clima de estabilidad necesaria para la inversión extranjera. Por otra, cuentan con un PIB mayor que el de otras economías como Eslovenia y Estonia, que son las que completan la denominada «primera ola de reformadores», y que, por tanto, también han acometido mayor número de reformas en pro de la economía de mercado. Además, las tres economías gozan de una especial proximidad geográfica con respecto a la Unión Europea, son sus fronteras al este lo que las convierte en atractivas plataformas exportadoras. Por último, al menos para la República Checa y Hungría, hay constancia del atractivo de unas buenas dotaciones de capital humano (OCDE, 2001b, p. 7; OCDE, 2000, p. 9). Estrin y Bevan en su estudio de factores para los PECOs encuentran evidencia para la hipótesis de que el PNB del país que recibe flujos de inversión es determinante, así como sus niveles de crecimiento, aunque no lo es el del país que los emite. Muestran que la distancia influye negativamente en las entradas de capital y que los costes laborales influyen no vía salarios sino cuando se incorpora el factor productividad. Sin embargo, no encuentran evidencia de significatividad en el factor comercio, que en otros muchos estudios aparece (Bevan y Estrin, CUADRO 4 INVERSIÓN DE PRIMER ESTABLECIMIENTO (PE) Y FUSIONES Y ADQUISICIONES (F&A EN LOS PAÍSES DEL ESTE EUROPEO Y EN PAÍSES EN DESARROLLO 1993, 1995 Y 1999, EN PORCENTAJE Este europeo PE F&A P. en desarrollo PE F&A 1993 82 18 1993 81 19 1995 59 41 1995 84 16 1999 57 43 1999 70 30 Nota: Los porcentajes son sobre el total de inversión directa recibida. Los porcentajes correpondientes a privatizaciones se encontrarán en F&A. Los países que se consideran este europeo son, aparte de los diez objeto de nuestro estudio, Croacia, Bosnia y Herzegowina, Belarus, Moldova, Rusia y Ucrania. FUENTE: Marín Lorentowicz y Raubold (2002), p. 18. CUADRO 5 INVERSIÓN DIRECTA RECIBIDA VÍA PRIVATIZACIONES SOBRE EL TOTAL 1992-1999, EN PORCENTAJE 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Bulgaria Nd 7 26 70 33 67 40 27 Rep. Checa Nd 87 99 99 92 79 Nd Nd Hungría 33 27 8 67 25 12 0,6 0 Polonia 31 10 5 13 9 9 4 Nd Rumanía Nd 6 9 19 6 27 55 Nd Notas: Se han tomado los datos de inversiones brutas ligadas a privatizaciones; los porcentajes son respecto a los flujos totales de UNCTAD (WIR, 1998-2002). De cualquier manera, los datos para estos países son problemáticos porque la definición de flujos relacionados con privatizaciones difiere entre países. Nd = no diponible. FUENTE: Kalotay y Hunya (2000), pp. 42-43. 2000, p. 13). Los flujos, según su estudio, también están influidos por los anuncios de avances en el proceso de integración en la UE, pudiendo esto favorecer a los países más avanzados en dicho proceso, creando un círculo vicioso para los que se encuentran más rezagados (Bevan y Estrin, 2000, p. 23). Holland y Pain (1998) analizan datos de 1992 a 1996. En su análisis obtienen que las relaciones comerciales son significativas. Los salarios también son significativos, pero no la productividad (Holland y Pain, 1998, p. 16). En lo único en lo que coinciden con Bevan y Estrin (2000) es en la importancia de los métodos de privatización. Otros estudios se han realizado basándose en encuestas en las que los empresarios citaban como principales factores de atracción de las economías del este la búsqueda de nuevos mercados y, en menor medida, los costes laborales (Krugman, 1995, citado en Holland y Pain, 1998, p. 1, Marin, Lorentowicz y Raubold, 2002). Son, pues, numerosos los factores que se barajan como determinantes de la inversión directa. Muy interesante sería dilucidar qué es lo que podría encontrarse detrás del desvío de flujos de países del sur europeo a los del este, si es que éste tiene lugar, pregunta todavía en el aire. En este sentido cabe afirmar el peligro de la buena dotación de capital humano en general de los PECOs, como se recoge en una comparación con España en Martín et al. (2002), pp. 101-103. Los autores muestran evidencia empírica de que los niveles educativos de la mano de obra de aquellas economías son equiparables a los españoles, mientras que sus salarios son muchos más bajos. Si bien, a favor de España está el hecho de la clara insuficiencia de infraestructura de los países candidatos, factor de importancia en la atracción de flujos de capital (Martín et al., 2002), p. 100. ECONOMÍA INDUSTRIAL N.o 345 • 2002 / III 73 04 INVERSION DIRECTA/ 345 2/7/03 14:36 Página 74 C. M. LATORRE CUADRO 6 INVERSIÓN DIRECTA DE UE-15 EN LOS PECOs. 1999 Origen de la inversión directa Total IB (*) % de EU-15 El principal inversor en los PECOs es la UE, que supone el 70% aproximadamente del stock de capital de la región. Estados Unidos se sitúa algo por encima del 10%, siendo el tercer país inversor de importancia en la zona. El primero es Alemania, con un 20% del stock total de inversión en estos diez países (13); tras ella Holanda, que supone casi el 14%. Austria y Francia son los siguientes países en importancia, y suponen alrededor del 7%, cada uno, del stock de capital de la zona. España, por contraste, supone el 0,5% (Martín et al., 2002, p. 92) (14). Japón es el gran inversor ausente. Los datos de origen de las inversiones, una vez más, invitan a la cautela. Muchas empresas realizan sus inversiones a través de filiales en terceros países que presentan mejores condiciones fiscales o por otras razones. Por ejemplo, la alemana Siemens realizó importantes inversiones en Hungría por medio de su filial austriaca y, en general, se cree que la inversión proveniente de Estados Unidos está infravalorada en la economía húngara (OECD, 2000, p. 19). 74 La gran importancia de la inversión proveniente de la Unión Europea para los países del este contrasta con la nimiedad de lo que suponen esos flujos en el total de la inversión directa de la Unión Europea. Pongámoslo en cifras: la inversión europea en los PECOs fue sólo un 2,3% del total de su inversión directa en el año 1999, por ejemplo (Boeri y Brücker, 2000, p. 64). Esto limita en gran medida las consecuencias que la inversión directa en los países del este podría tener para aquellas economías europeas que son origen de tal inversión. Cuestión distinta es que la inversión bruta recibida en los PECOs desplace a la recibida por la periferia europea, puesto que entonces estas economías periféricas quedarán privadas de capitales que, aunque sea difícil cuantificar en qué medida, sin duda han contribuido al crecimiento económico. El cuadro 6 recoge datos que ilustran en mayor medida este reducido papel ECONOMÍA INDUSTRIAL N.o 345 • 2002 / III de 1994 a 1999 IB en CEEC-10 IN en CEEC-10 % del total IB % PNB % FBCF Austria Bélgica-Luxemburgo Dinamarca Finlandia Francia Alemania Italia Holanda Portugal España Suecia Reino Unido 2.613 2.950 1.090 335 5.552 18.482 1.700 6.955 198 325 2.196 537 5,8 6,5 2,4 0,7 12,3 40,8 3,8 15,4 0,4 0,7 4,8 1,2 22,3 6,2 4,7 3,2 1,7 2,8 22,0 4,4 5,5 0,5 2,9 Nd 0,2 0,6 0,2 0,1 0,1 0,1 0,1 0,5 0,1 0,0 0,2 Nd 0,9 2,8 1,1 0,4 0,7 0,6 0,5 2,3 0,5 0,1 1,4 Nd Total EU-15 (a) 45.302 100 2,3 0,1 0,7 IN total en el extranjero % GDP % FBKF 0,4 1,8 3,4 16,1 0,4 2,2 1,1 5,8 4,8 25,2 1,9 9,3 -0,2 -1,0 3,1 13,9 2,3 8,5 4,4 18,3 -17,4 -104,8 Nd Nd 2,4 11,9 Nota: IB (inversión bruta), IN (inversión neta); Nd (no diponible); (*) Millones de dólares USA; (a) Incluye todos los UE-15, aunque no aparezcan en el cuadro. FUENTE: Boeri y Brücker (2000), pp. 63-64, que, a su vez, se basan en datos no publicados de Eurostat. de la inversión en el este europeo en el total de la inversión directa de la UE. En el cuadro 8 se presentan los principales inversores en cada uno de los países del este. vicios sólo pueden ser dispensados cerca de los consumidores y no son ni «exportables» ni «importables» (Belitz y Roulstone, 1999, p. 21). Destaca, en el sector terciario, el importantísimo peso de las instituciones de crédito y seguros (17,4%), rama prácticamente inexistente con anterioridad a la transición. El patrón sectorial de la inversión directa También cuentan con gran importancia las ramas intensivas en mano de obra no cualificada, como la de «comercio, recuperación y reparación» (12,5%), aunque otras, en principio, susceptibles de incorporar mayores avances técnicos y mayor productividad (transporte y comunicaciones) cuentan con casi un 8% del stock de capital. Algo nada desdeñable y harto necesario en estas economías que están retrasadas, como se mencionó, en el plano de las infraestructuras. Inicialmente, los flujos parecieron centrarse algo más en el sector manufacturero, aunque el de servicios siempre ha contado con un volumen considerable (Unctad 1994, p. 100; Unctad 1995, p. 111). La tendencia se ha invertido, sin embargo, conforme avanzaba el período estudiado. Así, los datos del stock de capital recibidos a 31 de diciembre de 1999 señalan que la distribución entre ambos sectores era similar: 41,5% para las manufacturas y 45,9% para los servicios (cuadro 7). Un peso tan grande de los servicios implica que gran parte de la inversión directa acude a los países del este en busca de nuevos mercados (market seeking). Esto es así porque la gran mayoría de los ser- La mayoría de la inversión manufacturera se ha dirigido a sectores tradicionales (22%), entre los que destacan el de «productos alimenticios, bebidas y tabaco» (10%), y la minería de productos metálicos y no metálicos (6,8%). Ambos tipos de inversión tienen también como motivación predominante la búsqueda de nuevos mercados (Belitz y Roulstone, 04 INVERSION DIRECTA/ 345 2/7/03 14:36 Página 75 LA INVERSIÓN DIRECTA EN LOS PAÍSES DEL ESTE EUROPEO... 1999, p. 13). Un reciente estudio sobre la inversión directa alemana (que como se vio es la que mayor peso tiene en la zona) señala que las inversiones de estos dos sectores son de tipo horizontal (15). Así lo demuestra el escaso nivel de reexportaciones sobre ventas de las filiales alemanas operando en los PECOs, que es de un escaso 1% en el sector de productos alimenticios, del 0,5% en bebidas y tabaco e inexistente (0%) en el de la minería de productos metálicos y no metálicos (Marin et al., 2002, p. 22). El resto de los sectores manufactureros tradicionales presentan una mayor tendencia a exportar, un elevado 45% según los datos de las filiales alemanas (Marin et al., 2002, p. 22), lo que indica que se trata de inversiones de tipo vertical que buscan mayor eficiencia en la producción (efficiency seeking). Ahora bien, estas inversiones verticales, cuantitativamente tienen menor importancia, suponiendo alrededor de un 4% del total de inversiones directas. Las industrias intermedias han sido destino del 15,8% del stock, del cual un importante monto (el 7,8%) se dirigió a la rama de material de transporte. Gran parte de esta inversión es de tipo vertical, como parece indicar el hecho de que las «reexportaciones» de filiales alemanas sobre ventas sean de un elevado 38% (Marin et al., 2002, p. 22). Dentro de este sector se encuentra la industria automovilística, cuya inversión directa a priori puede estar motivada tanto por la búsqueda de nuevos mercados como por el ahorro de costes. Aunque, el alto porcentaje de reexportaciones hace sospechar que se trata más bien de lo segundo, en el caso de los países del este europeo. La inversión bruta recibida en manufacturas avanzadas es pequeña, 3,5% del stock total de inversión, como era de esperar, dado el gran retraso tecnológico de los países del este europeo con respecto a los países más desarrollados. En definitiva, estamos ante un tipo de inversión directa predominantemente horizontal que busca un mercado interno que las empresas domésticas no pueden abastecer, bien porque no existen (como ocurre en muchos casos en el sector servicios), o bien porque cuando existen producen con tecnologías obsoletas, CUADRO 7 DISTRIBUCIÓN SECTORIAL DEL STOCK DE CAPITAL EXTRANJERO RECIBIDO EN LOS PECOs PORCENTAJE DE STOCK A 31 DE DICIEMBRE DE 1999 Agricultura Industria Energía Manufaturas Avanzadas Máquinas de oficina y proceso de datos Material y equipo eléctrico Intermedias Productos químicos Caucho y plásticos Maquinaria agrícola e industrial Material de transporte Tradicionales Minerales y productos metálicos Minerales y productos no metálicos Productos alimenticios, bebidas y tabaco Textiles, cuero y vestido Papel e impresión Otros productos manufacturados y madera Construcción Servicios Comercio, recuperación y reparación Alojamiento y restauración Transporte y servicios anexos Comunicaciones Instituciones de crédito y seguros Otros servicios destinados a la venta No clasificado Total recibido (millones de dólares) 0,5 47,7 6,2 41,5 3,5 1,2 2,3 15,8 2,3 3,1 2,6 7,8 22,0 2,0 4,8 10,0 1,2 3,0 1,0 3,0 45,9 12,5 1,2 4,8 2,9 17,4 7,1 2,9 95.776,0 FUENTE: Martín et al. (2002), p. 94. frente a las cuales los países desarrollados cuentan con grandísimas ventajas competitivas. Esto no es óbice para que muchas de estas inversiones se vean adicionalmente atraídas por una mano de obra más barata que la europea, y ante la búsqueda de nuevos mercados vean la posibilidad simultánea de reducir costes. Lo que parece claro es que el destino final de la producción de filiales ex- tranjeras en estos países es predominantemente el mercado doméstico, al menos por el momento (16). En pocos casos estamos ante inversiones de tipo vertical, cuya finalidad sea aprovechar unos menores costes para reexportar posteriormente. Esto último sólo parece darse en el sector del automóvil. Conclusiones El fenómeno de la inversión directa en la Europa del este presenta un crecimiento sólido y progresivo en la década de los noventa, especialmente en su segunda mitad. Sus tasas han sido mayores que las del ya potente crecimiento de la inversión directa mundial, por lo que estos países se han abierto un hueco importante como destino de la inversión en el contexto de los países en desarrollo. Las inversiones brutas recibidas han supuesto un elevadísimo 4% del PNB como media del período 1992-2001 y un también muy considerable 21% de la formación bruta de capital del año 1999. Particularmente significativo ha sido que la atracción de inversiones no ha decaído en épocas de crisis, ni en el 2001, en el que se redujo la inversión mundial, ni en las crisis de Asia y Rusia en 1998. La inversión directa ha supuesto, pues, un importante empujón para todas las economías ex-comunistas, pero ha estado desigualmente distribuida. En efecto, hablar de inversión bruta recibida en los países del este europeo es, por el momento, más bien hablar de los flujos recibidos por Polonia, la República Checa y Hungría, donde se concentran de manera muy considerable. La tarea de dilucidar los factores de atracción de estas tres economías es algo complejo. No obstante, parece tener peso que están más avanzadas en su proceso de adopción del sistema de mercado, que son relativamente grandes en el contexto de los países del este y que geográficamente hacen frontera con la Unión Europea. Aunque el peso de las privatizaciones parece ser considerable, no se trata del factor determinante para la mayoría de estos países del este europeo de los que se dispone de datos. Ahora bien, cuan- ECONOMÍA INDUSTRIAL N.o 345 • 2002 / III 75 04 INVERSION DIRECTA/ 345 2/7/03 14:36 Página 76 C. M. LATORRE CUADRO 8 STOCK DE INVERSIÓN DIRECTA EN LOS PECOs SEGÚN EL PAÍS DE ORIGEN DICIEMBRE DE 2000, EN PORCENTAJE Bulgaria R. Checa Hungría Polonia Rumanía R. Eslovaca Eslovenia Lituania Estonia Letonia Alemania Austria EEUU Holanda Suiza Francia Italia Reino Unido Japón Otros 12,7 5,4 6,0 4,7 2,7 2,8 9,5 4,6 0,2 51,5 26,6 10,1 6,7 30,7 2,2 4,4 1,0 5,1 0,3 12,8 27,30 12,10 8,80 22,50 2,50 6,20 2,70 1,90 2,00 14,10 12,9 2,6 16,1 9,2 1,7 17,3 7,5 4,8 1,0 27,1 11,2 4,4 6,1 16,6 2,1 8,1 6,8 5,2 0,1 39,2 27,5 14,7 6,9 24,7 0,8 3,3 1,3 3,3 0,4 17,1 12,5 45,6 3,9 3,0 3,6 10,7 5,4 3,6 0,2 11,6 6,9 Nd 14,8 Nd 5,5 Nd Nd Nd 6,8 Nd 2,5 1,1 3,9 1,6 1,5 0,2 0,6 2,8 0,1 Nd 8,4 0,9 9,7 2,9 1,3 Nd 0,1 7,4 Nd Nd EU-15 64,3 86,3 79,83 67,0 61,2 75,9 84,0 Nd 84,6 50,8 100,0 100,0 100,00 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 3929,0 17552,0 10393,00 45772,0 4576,0 3614,0 2809,0 Nd Nd Nd Total Total, Millones $ Nota: Los datos para la República Checa y Hungría son de 1999; los de Estonia y Letonia son también de 1999 y provienen de Unctad (2000), p. 226; los de Lituania provienen de OCDE (2001), p. 17. Nd: no disponible. FUENTE: WIIW (2002), p. 450. do se generalice el hecho de que la inversión ligada a procesos privatizadores no puede durar para siempre, habrá que ver si las inversiones brutas recibidas continúan creciendo a tan elevados ritmos. Hungría ya ha experimentado una transición positiva en este sentido, sin solución de continuidad en la atracción de inversión. 76 Respecto al origen de la inversión en estos países, la Unión Europea es el principal inversor, liderando la lista de inversión Alemania, Holanda, Austria y Francia. EEUU es el tercer país por importancia. Aunque las inversiones brutas provenientes de la Unión Europea son esenciales para los PECOs, estos flujos son un escasísimo porcentaje de la inversión directa en el exterior de la Unión Europea (un 2,3% en el año 1999). En cuanto al patrón sectorial, está repartido de manera muy igualada entre el sector manufacturero y el servicios. Destacan en las manufacturas las industrias alimenticias, el material de transporte y los minerales y productos no metálicos. En los servicios, los de intermediación financiera, los relacionados con la generación de redes de distribución comerciales y, en menor medida, el transporte ECONOMÍA INDUSTRIAL N.o 345 • 2002 / III y las comunicaciones son los más atractivos para el capital extranjero. Las inversiones en sectores manufactureros avanzados son de escaso volumen, como cabía esperar de la gran distancia tecnológica entre el este europeo y los países que en ellos invierten. En la mayoría de los casos, con la notable excepción del sector automovilístico, el tipo de inversión es horizontal, con el objetivo primordial de avastecer los mercados domésticos. El período objeto de estudio necesariamente había de ser reducido. Quedan abiertas cuestiones interesantes para investigar. Dentro de éstas, especial atención merecen las implicaciones en cuanto al posible desvío hacia las economías del este europeo de flujos anteriormente destinados a otras economías, como la periferia europea. También la posibilidad de que la inversión bruta recibida se abra en el futuro a las exportaciones, en especial a la Unión Europea, de la que pronto comenzarán a formar parte. De igual modo será interesante observar la evolución de la inversión «de primer establecimiento», que ha ido perdiendo peso a lo largo de la década estudiada, al compás de unas privatizaciones crecientes. Notas (1) Los lamentables acontecimientos del 11 de septiembre del 2001 han influido en el descenso en el crecimiento del PIB mundial a un 1,3% (compárese con el 4% del 2000). Este hecho, junto con la disminución en el número de fusiones y adquisiciones, ha provocado una caída en la inversión directa que ha afectado especialmente a los países desarrollados, donde los flujos disminuyeron a la mitad de lo que habían sido en el 2000. En los países en vías de desarrollo, las inversiones brutas recibidas también han caído, aunque en mucha menor medida (Unctad 2001c, p. 5). (2) Más en concreto, la tríada (Unión Europea, Estados Unidos y Japón) supuso en el 2000 el 71% de las inversiones brutas emitidas y el 82% de las emitidas. La mayor parte de estas inversiones tomaron la forma de fusiones (Unctad 2001c, p. 1). (3) En este artículo se ha intentado soslayar este problema, recogiendo siempre el último dato de la Unctad disponible para cada año; así de Unctad (2002) se recogen los datos desde 1996 hasta el 2000; de Unctad (2001), el dato 1995; de Unctad (2000), el dato para 1994; de Unctad (1999), el de 1993, y de Unctad (1998), el dato de 1992. Éstos son los datos que se reflejan en los gráficos. Los datos de la Unctad difieren de los recogidos por EBRD (2001), porque estos últimos no incluyen ganancias reinvertidas (Holland y Pain, 1998, p. 4). Unctad, sin embargo, es la fuente 04 INVERSION DIRECTA/ 345 2/7/03 14:36 Página 77 LA INVERSIÓN DIRECTA EN LOS PAÍSES DEL ESTE EUROPEO... que permite hacer mejores comparaciones internacionales. (4) Todas estas tasas, y las que aparecerán más adelante de crecimiento medio anual de inversiones brutas recibidas, se han elaborado a partir de los datos de la Unctad (1998-2002) para el período 1992-2001. (5) La mayoría de los flujos de la periferia, conviene apostillar, han sido recibidos por España. (6) El dato de Formación Bruta de Capital de España excluye el sector de la construcción (Bajo-Rubio y López-Pueyo, 2002, p. 87). (7) Como se mencionó, China lleva una gran carrera en la atracción de entradas de capital durante los noventa. Hong-Kong, China, habiendo ostentado altas atracciones de capital durante el mismo período, aunque no a los niveles chinos, en el 2000 dio un gran salto, sobrepasando a aquella economía y se colocó el quinto país a la cabeza de entradas de capital del mundo (Unctad 2001c, p. 5). (8) Detrás del gran pico de creación de inversión en 1999 en los países recientemente admitidos en la UE se encuentra un impresionante, a la vez que fugaz, aumento de inversiones directas en Suecia para dicho año. Mientras que la, no menos llamativa, caída de la inversión directa en la zona en el año siguiente está motivada por el fuerte incremento de las inversiones en el exterior tanto de Suecia como de Finlandia (Unctad 2001, pp. 291 y 296). (9) Para una nueva perspectiva de la inversión directa en España en el período 1993-2001, consúltese Fernández-Otheo (2002). No toda la inversión bruta recibida en España contribuye a nuestro sector productivo, una buena parte está «de paso», siendo su destino final terceros países. (10) El descenso más pronunciado fue el de los países bálticos, donde el PIB llegó a caer hasta un 40%, mientras que el rango de los restantes fue entre un 13% y 25% (Svejnar, 2002, p. 8). (11) Las economías del este tenían «sobreempleo» en las empresas en la época de planificación, pero las cifras del desempleo han sido de dos dígitos en los años noventa. La única excepción es la República Checa, cuyo desempleo rondó el 3%-4% en la primera mitad de los noventa, para ascender a un 6% ó 9% durante la recesión que experimentó entre 1997 y 1999 (Münich et al., 2000, p. 2; Kalotay y Hunya, 2000, p. 55). (12) Dado su origen comunista, en los países del este hay mucho «espacio» para privatizaciones. De los 600 billones de dólares USA recaudados desde 1990 en los procesos privatizadores de los treinta países de la OCDE más de la mitad proceden del este europeo (Megginson y Netter, 2001, p. 327). (13) La importancia de Alemania se puede justificar por los importantes vínculos culturales y económicos que tuvo con estos países con anterioridad a su régimen comunista (Bevan y Estrin, 2000, p. 7). Algo parecido ocurre con la vinculación de los países nórdicos con las tres repúblicas bálticas (Holland and Pain, 1998, p. 16; Martín et al., 2002, p. 93). (14) Martín et al. (2002), p. 92, presentan un cuadro muy interesante que permite situarse ágilmente respecto a los principales inversores para el conjunto de estos diez países. (15) La inversión horizontal reproduce en distintas localizaciones geográficas el mismo tipo de actividad, obteniendo el mismo tipo de producto, ya que suele estar motivada por criterios de búsqueda de mercados. Por contraste, la inversión vertical reparte en varias localizaciones las distintas fases de la producción, en búsqueda de mayor eficiencia y menores costes. (16) La notable excepción a este panorama predominantemente abastecedor de mercados domésticos sería Hungría, que sí ha desarrollado un potencial reexportador y de cierta inversión directa en el exterior (Unctad, 1997, p. 97). Este país, pionero en la recepción de inversiones, ha visto agotado pronto su escaso mercado interior. Aunque también puede deberse el fenómeno al hecho de que las multinacionales tuvieran desde el principio una estrategia de utilizar Hungría como plataforma exportadora. Bibliografía ARISTOTELOUS, K. y FOUNTAS, S. (1996): «An Empirical Analysis of Inward Foreign Direct Investment Flows in the EU with Emphasis on the Market Enlargement Hypothesis», Journal of Common Market Studies, vol. 34, nº 4, pp. 571-583. BAJO-RUBIO, O. y LÓPEZ-PUEYO, C. 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