Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES Julio de 2004 Ahí van los atanqueros… con otro indio pa’l cementerio Por Diego Henao1 …hoy en día solo nos toca esperar el sonido inquietante de la sirena de Radio Amarillo, que casi se escucha tres veces a la semana para anunciar lo inesperado: ‘el cadáver de un desconocido fue encontrado en la YE de Rió Seco’... es así como los Kankuamos hemos soportado el paso de la muerte con las manos atadas, pero con el espíritu de seguir resistiendo, esperando la reflexión de los violentos y que el mundo se pronuncie ante esta barbarie que esta acabando con nuestro pueblo... siempre con el anhelo que esta pesadilla termine y todo vuelva a ser tranquilo como hace mucho tiempo se vivía en el pueblo Kankuamo: con parrandas, fiestas de corpus, San Isidro y hasta dando serenata con la trasnochadora de José Calixto...2 Pocos días después de que la Organización de Estados Americanos (OEA), a través del la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, le exigiera al gobierno colombiano el efectivo cumplimiento de las Medidas Cautelares,3 con el fin de proteger a las comunidades del pueblo Indígena Kankuamo y detener el genocidio perpetrado por los actores armados durante los dos últimos años, fue asesinado el Coordinador de Derechos Humanos de la Organización Indígena Kankuamo (OIK): Freddy Arias Arias, en la ciudad de Valledupar. “Ante la ineficacia de estas medidas las autoridades indígenas habían solicitado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que se decretaran Medidas Provisionales, lo cual hizo el máximo Tribunal interamericano en la primera semana de agosto, impartiendo órdenes perentorias al Gobierno Nacional con el objetivo de salvaguardar la vida de los miembros y autoridades de este Pueblo Indígena.”4 Los asentamientos ancestrales de estas comunidades fueron visitadas en marzo del año en curso por el Relator Especial de la Comisión De Derechos Humanos de las Naciones Unidas para la Situación de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales de los Indígenas, 1 Este documento fue elaborado con la ayuda de personas desplazadas que hacen parte de la Mesa de Solidaridad con el Pueblo Kankuamo, y el consejo Nacional de paz de la ONIC, en el marco del convenio CODHES- ONIC y el auspicio de ACNUR. Una versión inicial fue publicada en el Boletín INIPU No 3 de la ONIC, enero de 2004. 2 Indígena Kankuamo, desplazado en la ciudad de Bogotá 3 I. Adopción de medidas con el fin de preservar la vida e integridad de los indígenas respetando su identidad cultural y protegiendo la especial relación que tienen en su territorio; II. Adopción de medidas necesarias para brindar atención de emergencia a las víctimas del desplazamiento forzado; III. Concreción de medidas de protección colectiva; IV. Adopción de medidas para que se investiguen judicialmente los hechos de violencia y de amenazas contra los Kankuamos. 4 Comunicado del Comité Ejecutivo de la Organización Nacional Indígena De Colombia, Onic, 3 de agosto de 2004. 1 Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES Sr. Rodolfo Stavenhagen en su Misión oficial a Colombia. En sus palabras “La situación de los derechos humanos de los pueblos indígenas es dramática y es crítica, en este momento requiere de toda la atención de las autoridades del país, así como de la comunidad internacional”. Durante este mismo mes el Relator Especial de Naciones Unidas sobre Racismo, señor Doudou Diène, presentó en Ginebra (Suiza) el informe de su visita a Colombia,5 realizada entre el 27 de septiembre al 11 de octubre de 2003, en el que se hizo un llamado urgente para enfrentar y superar el racismo en Colombia. En su informe advierte que “las poblaciones indígenas y afrocolombianas, que viven en condiciones socioeconómicas inferiores al resto de la población, son también unas de las comunidades que más sufren los efectos de la violencia en el país”.6 En este sentido señaló que “la dramática situación en Colombia se debe a dos factores: por un lado, el estancamiento político y su corolario, la solución militar como única estrategia para todas las partes, y, por otro, la toma como rehén de la población, que se ve forzada a tomar partido o pagar un terrible costo en sufrimiento humano e indigencia económica y social. La estrategia oficial de ‘seguridad democrática’ se guía más por el imperativo de la seguridad que [por] el interés en la democracia”.7 Los hijos de la madre tierra Asentados en la región Suroriental de la Sierra Nevada de Santa Marta, el pueblo Kankuamo es hoy objeto de exterminio a manos de grupos armados ilegales. Diversos reportajes periodísticos, comunicados a la opinión pública e informes de Derechos Humanos publicados durante los tres últimos años han señalado reiteradamente el dramático impacto de las acciones armadas dentro del territorio Kankuamo, y particularmente la magnitud del genocidio que se viene ejecutando contra este pueblo indígena. El constante despojo territorial a que han sido sometidos durante las últimas décadas se ha agudizado con la intensificación del conflicto armado en sus territorios. Esta dinámica ha traído como consecuencia la inestabilidad organizativa, el deterioro de sus tradiciones culturales, la pérdida de autonomía sobre su territorio, autoridad y soberanía alimentaria. Junto con los otros tres pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta: Wiwa o Arzarios, Ika o Arhuacos y Kaggaba o Kogi, viven actualmente una grave situación de crisis humanitaria. El pueblo Kankuamo tiene una larga historia y un gran legado de sabiduría, fundado en los espíritus de la naturaleza y de la madre tierra, que hoy constituye su razón de ser para continuar viviendo. 5 Ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra el lunes 22 de marzo de 2004 6 Comunicado De Prensa. La política de seguridad democrática acentúa la discriminación racial en Colombia. CCJ. Ginebra, 22 de marzo de 2004. 7 Doc. E/CN.4/2004/18/Add.3, párr. 42 2 Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES Ubicada en el norte del país la Sierra Nevada de Santa Marta se eleva abruptamente desde la costa hasta los 5.879 metros sobre el nivel del mar. Comprende un área de 731.250 hectáreas de bosque tropical seco (caducifolios) y constituye un macizo aislado y montañoso, con una topografía escarpada del lado norte y mucho más suave hacia el Sur. Por su especial configuración posee abundantes aguas y una gran riqueza de flora y fauna. Una intrincada red de caminos ha permitido la producción y el intercambio de productos de cada zona de la sierra y entre los diferentes pisos térmicos. Cada familia posee una vivienda estacional, además de casas ceremoniales tradicionales y lugares sagrados situados en la zona de páramo (+ de 3000 msnm). Esta distribución territorial de la producción, de la residencia, de los sitios de culto y del intercambio es fruto del sistema de control vertical del entorno. Cuenta la tradición indígena que cuando se creó el mundo se consiguieron cuatro barras de hierro llamadas yuisimunu para sostenerlo, para ordenarlo en cuatro regiones como esquinas que van desde las zonas planas y la costa —“línea negra”— hacia la región central, allí donde se encuentran los picos, nevados y lagunas, considerada “el corazón del mundo”. El centro del mundo es para que habiten los hijos de la Madre Tierra. Por esta razón si uno de estos pueblos se desestabiliza o desaparece el ordenamiento del mundo se perturba, lo cual traerá graves consecuencias para la humanidad. Son más de 30 mil indígenas de los cuatro grupos étnicos Kankuamo (21%), Wiwa o Armarios (5%), Ika o Arhuacos (44%) y Kaggaba o Kogi (21%), cada uno con sus propias expresiones, usos y costumbres unidos por mismo sistema de creencias. Los cuatro pueblos fueron enormemente afectados por la colonización española, por la entrada y permanencia de los misioneros capuchinos; por las oleadas de colonos que fueron desplazados por la violencia de los años cincuenta, por la expansión de cultivos de uso ilícito desde la década de los 70 (marihuana y posteriormente la coca), por la presencia de grupos de narcotraficantes y de organizaciones armadas ilegales (guerrilla y paramilitares) a finales de la década de los 90. Los mandatos de los Mamos Ika, Kaku Seránkua y Mamo Nienkua con respecto a la creación del mundo no han sido tenidos en cuenta; muy por el contrario, ante la agudización, degradación y ampliación del conflicto, en conjunto con la política de seguridad democrática del actual gobierno, se esta llevando a cabo el más atroz etnocidio, sin que el gobierno tenga en cuenta sus responsabilidades constitucionales frente a las continuas y sistemáticas violaciones de los DDHH que allí se presentan. Conscientes de la responsabilidad que le dieron los Mamos, el pueblo Kankuamo ha presentado su dificidl situación ante organizaciones sociales y humanitarias para que en conjunto con los hermanos menores, organismos nacionales e internacionales defensoras de derechos humanos, demás pueblos indígenas y comunidad en general, detengamos el desangre del corazón de la Sierra Nevada de Santa Marta y del mundo. 3 Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES El Corazón Del Mundo El pueblo indígena Kankuamo, lo componen 3.000 familias, con una población aproximada de 13.000 personas,8 organizado en 12 comunidades: 1.Antanquez, 2. La Mina, 3. Guatapurí, 4.Chemesquemena, 5. Pontón, 6. Rioseco, 7. Murillo, 8. Haticos, 9. Rancho de la Goya, 10. Las flores, 11. Mojao, 12. Ramalito. Estas comunidades se encuentran ubicadas en la vertiente sur oriental de la Sierra Nevada de Santa Marta, su principal entrada. Están localizadas dentro de la Línea Negra o Zona Teológica;9 territorio dejado por Kakua Serankua a estos guardianes de la Sierra. Tradicionalmente el pueblo Kankuamo ha vivido en su territorio ancestral desde épocas milenarias, el cual les fue entregada por el dios Kaka-Serankua, que en conjunto con Seinyken, dictaminaron la ley origen —en cuanto padres espirituales—, dejando la misión de guardar y velar por el equilibrio del corazón del mundo (la Sierra Nevada de Santa Marta) al lado de sus hermanos Ika, Arzarios y Kaggaba, según su forma tradicional de la cultura, organización, economía, estilo de vida, usos y costumbres. La tradición orientada a la pervivencia cultural ha estado a cargo de los Mamos, quienes con rituales, pagamentos, sitios tradicionales, kankuruas, teruarikas y procesos de adivinación, han determinado el bienestar de este pueblo. Desde el centro de la Sierra (Surivaka) se congregan para unirse con el espíritu de la madre tierra, para seguir orientando a la comunidad, mientras utilizan el poporo, el ayo, la ambira y las mochilas. Si bien de la lengua Kakatukua o Kampanake solo quedan algunos rastros, aún conservan ritmos tradicionales como “el chicote” y la “casa maría”, además de instrumentos como el “tambor”, el “carrizo”, la “maraca” y “la gaita”, con los que animan sus danzas tradicionales: “chinitas”, “cucambas”, “diablos”, “negros” y “negritas”. El pueblo Kankuamo siempre fue gobernado por caciques que ejercían el mandato de acuerdo a lo que la comunidad en conjunto decidiera, rigiéndose por los Mamos y mayores quienes han sido la principal autoridad. Para ocupar este lugar los caciques tenían que sujetarse al proceso de adivinación de los Mamos quienes determinaban si podían gobernar o no, desde su centro espiritual y sagrado, Atanquez. Todo esto cambió cuando llegaron los españoles quienes impusieron los cabildos que hoy en día hacen parte de la estructura política del pueblo Kankuamo. Hoy, además de los Mamos y los Mayores (ancianos), están el Gobernador de Cabildo, los Cabildos Menores que ejercen en cada comunidad, y un equipo conformado según las necesidades de las comunidades. La base de su economía son los cultivos de caña, café y fique; este último utilizado para tejer mochilas, chinchorros y otros. Del trueque regional (intercambio de productos) queda muy 8 Según datos del último censo realizado por la Organización Indígena Kankuamo durante el año 2003 9 Reconocido estatalmente por la resolución 02 del 4 de enero de 1973 4 Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES poco; actualmente comercian sus artesanías y todo lo que cultivan, muchos de ellos han desarrollado artes diferentes a los tradicionales. El árbol de la vida Entre los indígenas que habitan la Sierra, el pueblo Kankuamo es el que más ha sufrido los actos de salvajismo de la conquista española, el colonialismo y en estos momentos la intensificación y degradación de la guerra. De allí su clara posición: no desaparecer como pueblo, asumiendo la responsabilidad que le han encomendado e invocando la fuerza que le dan sus padres espirituales, para recuperar su forma organizativa e identidad cultural en medio del conflicto. De acuerdo con algunos indígenas, durante el último siglo hicieron presencia las misiones religiosas de los Capuchinos, quienes llevaban consigo “la educación”, prohibiendo “hablar en lengua”, usar “la corcha” o vestido tradicional y realizar “pagamentos” a la madre tierra. Con ello rompieron gran parte de la cultura milenaria de los ancestros Kankuamos, aunque como lo afirman, “nos cortaron las ramas y el tronco pero las raíces continúan”. Desde el siglo XVII se celebra en Atánquez las fiestas del Corpus Cristhy —a pesar de esta imposición de la iglesia católica— es un espacio de conmemoración del pacto de paz que les tocó realizar a sus ancestros con los religiosos de la época para mitigar un poco las persecuciones a los Mamos y médicos tradicionales, y una estrategia para conservar algunas de las tradiciones culturales autóctonas. Luego de este proceso de sincretismo cultural y religioso que significó dicha celebración se abrió paso —a mediados del siglo XX— como festival folklórico de la Sierra Nevada, enfocado a la recuperación de algunos valores identitarios. El festival fue el trampolín para impulsar de nuevo las relaciones de hermandad entre todas las comunidades Kankuamas como también con los demás pueblos de la Sierra. Hasta hace muy poco tiempo era común escuchar: ...cuando cualquier Atanquero o de otra comunidad se trasladaban a Valledupar siempre les decían “ahí van los indios atanqueros comedores de iguana con cuero” a mucha gente le molestaba este término por la forma despótica que lo decían y a otros los dejaba pensando; luego cuando se trasladaban al pueblo Arhuaco estos nos decían ahí viene Kankui Bonachi (Kankuamo civilizado) y algunos de nuestros coterráneos les daba rabia y a otros los dejaba pensando y reflexionando sobre nuestra cultura indígena... Señales de una tragedia Por el año 1900, todo era aparentemente tranquilo aunque con las cicatrices que había dejado la colonización Española en sus espíritus, a través de la obstaculización y prohibición de los usos y costumbres tradicionales: obligada asistencia a la iglesia, calificación de las ceremonias tradicionales como ritos diabólicos, la posterior violencia que se les impuso a través de las 5 Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES armas de fuego y la educación controlada por los capuchinos, entre otras; prácticas que en síntesis le daban continuidad a la penetración ideológica iniciada con la llegada de los europeos en el siglo XV. Hacia el año 1910, con una de esas armas que trajeron los Españoles, en este caso la hoja de cruz, ocurrió en Atánquez la muerte de Francho Barreto; “cerca de el mercado público la gente escuchaba como si se estuviera picando hueso”. Allá por el año 1936, aparecen las muertes con armas de fuego (revólver) que no eran comunes en el territorio Kankuamo, en este caso su agresor tuvo que pagar el homicidio en la Gota Fría. Todas las personas que cometían asesinatos eran vistas con repudio en la comunidad. A mediados del siglo XX, se reactivó la violencia con los episodios del 9 de abril de 1948. El territorio Kankuamo se convirtió en receptor de campesinos desplazados que buscaban refugio. Esto trajo como consecuencia el incremento de los hechos violentos, la perdida de territorio y el consecuente proceso de deterioro de la cultura tradicional. Fue una época en la que se generalizó la intolerancia, expandiéndose hacia otros sitios. Aumentó el uso de las armas de fuego y las cifras de homicidios. Hacia la década de 1970, la guaquería, el contrabando de café, y especialmente los cultivos de uso ilícito, generaron un mayor dinamismo económico: la bonanza marimbera, que involucró a la población Kankuamo, sin reparar en los daños que le causarían a la comunidad. La comercialización de estos cultivos enriquecieron a algunos y llevaron a muchos otros a portar armas, situación que incrementó los índices de homicidio en la región y dio continuidad al despojo de tierras. “Cuando esto sucedía solo se escuchaba el sonar de un cacho que con su sonido agudo llegaba al oído de los Kankuamos, este mensaje era señal de una tragedia, donde todo el pueblo se disponía a atender lo que el singular sonido les decía”. Durante la década de 1980, hacen presencia dentro del territorio otros actores generadores de violencia, los grupos insurgentes: FARC, ELN. y EPL. Si bien el despojo territorial dejó de constituir una amenaza, se inició un proceso de perdida de control territorial sin que ello detuviera la tendencia incremental de los homicidios dentro del territorio. Esta situación generó una respuesta colectiva del Pueblo Kankuamo, que lo llevó a retomar su forma organizativa y tomar una posición radical en defensa del territorio y de sus derechos. Durante la década de los 90, la ilusión de un aminoramiento de la violencia y de un cese al fuego a través del gran pacto social en torno de la constitución de 1991 se desvaneció paulatinamente, hasta convertirse en un conflicto entre dos grandes fuerzas: los grupos insurgentes y los grupos paramilitares contrainsurgentes; estos últimos auspiciados por ganaderos y terratenientes que depositaron su apoyo en las denominadas Autodefensas Unidas de Colombia AUC. Sin duda se agudizó el conflicto, se incrementaron los homicidios y se intensificó la disputa territorial. 6 Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES Para el cambio de siglo, el panorama del país ha sido incierto, especialmente para los pueblos indígenas, debido a la polarización generalizada que ha producido la guerra, situación que efectivamente está configurando el delito de genocidio y/o etnocidio, aplicable a la dramática situación que viene sufriendo el pueblo Kankuamo. Analizando lo anterior, particularmente la tendencia de los homicidios violentos en territorio Kankuamo entre 1910 y 1955, solo hubo dos muertes con estas características, es decir un promedio de 1 homicidio cada 23 años; Tendencia que se invirtió en los últimos 30 años con la intensificación del conflicto armado interno. Desplazados y confinados En la última década, ganaderos y terratenientes, formaron grupos de autodefensa en el Cesar y Magdalena, dentro del territorio Kankuamo, haciendo presencia desde 1996 en las comunidades de Río Seco, La Mina, Atánquez y Murillo, perpetrando masacres y asesinatos selectivos; muchos de estos por intervención en conflictos menores de la comunidad: peleas callejeras, de linderos y de chismes. Hacia el año de 1999, las AUC, estableció una base de operaciones en la región de los Corazones y Badillo, retenes móviles en el sitio de la YE y Patillal, creando una frontera entre los pobladores del resguardo y las poblaciones de la parte de baja de la Sierra, mediante el bloqueo de alimentos, medicamentos y control de entradas y salidas de la población, además de cobros según la actividad productiva y/o el tamaño de las tierras, estrategia que hoy se conoce con el nombre de confinamiento. Según la oficina de Derechos Humanos de la Vicepresidencia de la República el proceso que se vive en el corregimiento de Atánquez y sus alrededores es bien crítico en los últimos años. Las autodefensas han utilizado la carretera Valledupar– Atánquez – San Juan del Cesar para penetrar en la Sierra Nevada y han cometido muchos homicidios selectivos y colectivos. Un punto especialmente crítico es el denominado La “Y de los Corazones” en donde desde 1997 vienen practicando sistemáticamente retenes. En varios de ellos han bajado a sus víctimas y las han asesinado o desaparecido al tiempo que han utilizado ese punto, de obligatorio paso para todo aquel que sube a la zona de Atánquez, para proferir amenazas en el sentido que hay que desocupar la zona o para impedir el transporte de víveres.10 Desde el 10 de mayo del año 200011 se han sucedido múltiples desplazamientos masivos, que se incrementaron en el año 2001, cuando las FARC, secuestró a la exministra de cultura Consuelo Araujo, generando la respuesta inmediata por parte de la fuerza pública, en un despliegue militar que no pudo prevenir su posterior asesinato (29 de agosto). Estos hechos suscitaron también un proceso sostenido de retaliación contrainsurgente de las AUC, que produjo la intensificación del conflicto y un nuevo incremento de los homicidios indígenas en 10 Falta cita 11 Más de 1.500 personas se tomaron la plaza Alfonso López, de Valledupar 7 Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES territorio Kankuamo, especialmente de quienes vivían sobre el camino que dicho grupo guerrillero recorrió con la exministra. Es en este contexto, donde dos meses después (el 8 de noviembre de 2001) se oficializó la facción regional de las AUC, denominada “Mártires de Valledupar”, como parte del Bloque Norte, para operar desde entonces en el norte del Cesar y Sur de la Guajira, ejerciendo un amplio control territorial con presencia permanente sobre las comunidades de la Mesa, Azúcar Buena y los Cominos de Tabacal. En los primeros meses del año 2002 ocurrió nuevamente el desplazamiento masivo de más de 60 familias de la comunidad de Atánquez y 40 familias de la comunidad de Río Seco y Murillo sin que se haya podido encontrar solución alguna a su problemática ni una respuesta eficaz por parte del Estado. Hoy son más de 300 familias desplazadas, el 80% de las cuales fueron obligadas a migrar de Atánquez, la Mina y Chemesquemena. Muchas de las personas desplazadas son jóvenes (hombres y mujeres) que debido a las condiciones que les ha impuesto el conflicto armado han tenido que migrar por temor al reclutamiento forzado que realizan cada uno de los bandos en disputa. Toda esta situación ha generado la dispersión geográfica de la población, ha provocado la desintegración comunitaria, la pérdida de autonomía, el menoscabo del control territorial y la ruptura de los procesos de recuperación cultural que se venían adelantando durante la última década. Algo de lo anterior es posible observarlo con la información sobre las familias (alrededor de 900 personas) que se han podido registrar ante la Red de Solidaridad Social. Si bien una cifra no se desplaza región, es desarticulación sociales y de los procesos de que están siendo Departamentos Receptores Población Indígena Kankuamo Desplazada La Guajira 11% Atlántico 7% Tolim a 2% Bolívar 1% Bogotá 11% cercana al 70% fuera de la evidente la de sus redes forzosos cambio cultural a sometidos. Durante los últimos 18 meses Cesar 68% se ha producido la ocupación de los territorios que la población indígena había destinado para su refugio debido al repliegue estratégico de las guerrillas hacia las zonas más altas de la Sierra Nevada de Santa Marta y en virtud del copamiento territorial realizado por las AUC. Son zonas sagradas y de culto que han sido profanadas contra la voluntad y dignidad cultural del pueblo Kankuamo, en una clara infracción del Derecho Internacional Humanitario, especialmente cuando son utilizadas para esconder personas secuestradas. 8 Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES En conclusión, los actuales controles ejercidos por cada uno de los actores armados han puesto de manifiesto la principal estrategia de guerra utilizada en Colombia, especialmente contra los pueblos indígenas que no se desplazan y permanecen resistiendo en sus territorios: el confinamiento. Las FARC y el ELN restringen el paso de la población indígena hacia las zonas planas “por temor a que sean utilizados como informantes”,12 y los grupos paramilitares “les limitan el acceso a las partes altas por ser percibidos como auxiliadores de la guerrilla”13. Un genocidio que no concluye 19 8 19 6 8 19 7 88 19 8 19 9 90 19 9 19 1 92 19 9 19 3 94 19 9 19 5 96 19 9 19 7 98 19 9 20 9 00 20 0 20 1 02 20 03 Cantidad de Homicidios La situación de vulnerabilidad compleja en que viven los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta y especialmente del pueblo Kankuamo es la más grave del país, debido a que los actos constantes de violencia amenazan no solo la vida e integridad personal de sus miembros sino también su existencia como pueblo. La historia de los Kankuamo como la de los pueblos Pueblo Kankuam o indígenas colombianos Tendencia del Genocidio 1986-2000 ha estado signada por el colonialismo, la guerra, las 60 epidemias y la desarticulación 40 territorial, económica y 20 social. Hoy vuelve el huracán del conflicto 0 armado y de nuevo un proceso de reducción Cifra Anual demográfica de este pueblo indígena. Como lo ilustra el siguiente gráfico, sobre las tendencias de los homicidios perpetrados entre 1986 y 1997 contra miembros del pueblo Kankuamo, el promedio histórico no sobrepasa los 3 asesinatos por año durante un poco más de una década, mientras que la curva asciende hacia 1998 cuando se registraron 11 homicidios, cifra que no volvió a descender y, que muy por el contrario, se triplicó en los dos últimos años. El impacto de este fenómeno es mucho más visible cuando se analizan comparativamente las tasas de homicidios en la región, teniendo en cuenta que el resguardo del pueblo Kankuamo pertenece a la jurisdicción de Valledupar, la capital del departamento (Cesar). De acuerdo con el Observatorio Del Programa Presidencial De Derechos Humanos Y DIH, de la Vicepresidencia de la república, “en la vertiente suroriental llama especialmente la atención el caso de Valledupar. Con 336.996 habitantes y una concentración del 80% de la población en el casco urbano, tiene una tasa de homicidios no muy elevada pues su punto más alto fue de 73 por cada cien mil habitantes en 1997 desde cuando tiende a la baja hasta llegar a 56 en 12 Observatorio Del Programa Presidencial De Derechos Humanos Y Dih. Vicepresidencia 13 IBíd 9 Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES 2000”. Y a renglón seguido señala: “Sin embargo su tasa rural de homicidios es cercana a los 200 por cada cien mil habitantes, un indicador muy elevado”.14 Estos indicadores permiten visualizar lo que viene ocurriendo en la zona rural desde el año 2000 y hacer evidente la recurrencia de este fenómeno, aplicado sistemáticamente contra un grupo étnico específico: el pueblo Kankuamo; máxime cuando la cifra de asesinatos asciende 55 durante el año 200315, lo que corresponde a una tasa de homicidios que duplica la tasa rural con 423 homicidios por cada cien mil habitantes. Estas prácticas criminales de los actores armados (FFAA, FARC, ELN y AUC) pretenden el exterminio o expulsión del Pueblo Kankuamo, con el fin de asegurar su hegemonía. La homogenización de las prácticas sociales, económicas, políticas y culturales, mediante el uso de la fuerza o la intimidación, constituyen un proceso de limpieza étnica. Es decir, la expulsión (desplazamiento forzado) o exterminio de “ciertos” individuos o grupos sociales de una región por medio de asesinatos, torturas, detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales, confinamiento, ataques Tendencia y Participación contra población civil, agresiones Presuntos Responsables Homicidios sexuales, violación de los espacios 1986-2003 FARC sagrados y de culto, y/o destrucción 50 ELN de propiedades. AUC 40 Ejército 03 02 20 20 00 01 20 99 20 98 19 97 19 96 19 95 19 94 19 93 19 92 19 91 19 90 19 89 19 88 19 87 19 19 19 86 La situación de 30 crisis humanitaria que Desconocidos experimenta este 20 pueblo indígena es la 10 expresión contemporánea del 0 Etnocidio histórico a que han estado sometidos, no obstante los procesos de resistencia desarrollados durante el último siglo. Práctica orientada intencionalmente hacia el exterminio del grupo como al exterminio de su cultura. Se trata del Genocidio en tanto “destrucción de un pueblo”, considerado hoy como crimen de lesa humanidad en la medida en que puede ser perpetrado de modo indiscriminado o selectivo por medio de armas convencionales, industriales o mediante la combinación de ambas. Según el artículo II de la Convención para la Prevención y Sanción del Crimen de Genocidio, que entró en vigor el 12 de enero de 1951, el Delito de Genocidio es definido así: "Se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, en cuanto tal: A. Matanza de miembros del grupo; B. Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo; C. Sometimiento intencional del grupo a 14 Ibíd. Pag 14 15 Cálculos elaborados por la ONIC según datos del censo poblacional realizado por la Organización indígena Kankuamo durante el año 2003. 10 Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES condiciones de existencia que puedan acarrear su destrucción física total o parcial; D. Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo; E. Traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo".16 Como bien lo sustentó la Comisión de Esclarecimiento Histórico de Guatemala, en su informe “Guatemala, memoria del silencio” (ONU 1999)17 “El elemento subjetivo o intención de destruir al grupo ha sido interpretado por la jurisprudencia internacional en el sentido que: "la intencionalidad que es particular al crimen de genocidio no necesita ser expresada claramente (y que ) puede inferirse de un cierto número de hechos, tales como 'la doctrina política general' de la que surgieron las acciones previstas en el artículo 4 [y/o], la reiteración de actos destructivos y discriminatorios". (Interpretación del Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia). (…) Para que se configure el tipo genocida, basta la intención de destruir al grupo, cualquiera sea el motivo. Por ejemplo, si el motivo por el cual se intenta destruir a un grupo étnico no es de carácter racista, sino sólo militar, igualmente se configura el delito de genocidio. (…) Un acto cumple con los requisitos del tipo penal de genocidio, definido por la Convención incluso si forma parte de una política más extensa que no se encuentra dirigida al exterminio físico propiamente tal. En este sentido es pertinente distinguir entre política genocida y actos de genocidio. Existe una política genocida cuando el objetivo final de las acciones es el exterminio de un grupo, en todo o en parte. Existen actos genocidas cuando el objetivo final no es el extermino del grupo sino otros fines políticos, económicos, militares o de cualquier otra índole, pero los medios que se utilizan para alcanzar ese objetivo final contemplan el exterminio total o parcial del grupo. Veamos unos pocos datos que permiten dar una idea del genocidio a que está siendo sometido el pueblo Kankuamo: 1. Sólo durante el año 2002 fueron perpetrados 38 homicidios, esta cifra corresponde al 39% de los cometidos en los 16 anteriores y con los 55 cometidos durante el 2003 casi la igualan (95%). 2. En un periodo relativamente corto (20 de octubre de 2002 y marzo de 2003) fueron asesinados 7 líderes cada mes (35), y sólo durante el mes de febrero fue asesinado un lider Kankuamo cada dos días (15). 16 Adoptada por la resolución 260 (III) del 9 de diciembre de 1948 de la Asamblea General de las Naciones Unidas y que entró en vigor el 12 de enero de 1951. El Estatuto del Tribunal Criminal Internacional, adoptado por la conferencia internacional de Roma el 17 de julio de 1998, describe el crimen de genocidio exactamente en los mismos términos. http://hrdata.aaas.org/ceh/mds/spanish/cap2/vol3/genocide.html#Note2 17 Capitulo II: Volumen 3. http://hrdata.aaas.org/ceh/mds/spanish/cap2/vol3/masacres.html http://hrdata.aaas.org/ceh/mds/spanish/cap2/vol4/vol4.html 11 http://hrdata.aaas.org/ceh/mds/spanish/toc.html Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES 3. Durante el Marzo de 2003, fueron desplazados 40 jóvenes hacia Valledupar, la mayor parte de ellos menores de edad, con el fin de evitar el reclutamiento forzoso que realizan las FARCEP en territorio Kankuamo. 4. Julio 28 de 2003, un grupo de hombres fuertemente armados (presuntamente de las AUC) llegaron a la vivienda del señor Evelio Rodríguez Martínez, Secretario General de la Organización Indígena Kankuamo (OIK), y al no encontrarlo, incendiaron su vivienda con todos sus bienes y enseres. 5. Agosto 30 de 2003, las FARC –EP, instalaron un reten en el sector de la Mina, lugar donde fue asesinado un miembro de la comunidad Kankuamo, además de ingresar a la vivienda del señor Eliécer Correa, quien pertenece al Consejo de Mayores, para amenazarlo de muerte tanto a él como a su esposa acusándolos de pertenecer a las AUC. 6. Agosto 31 de 2003, incursión de tres miembros del frente 59 de las FARC, en el sector de Chemesquemena, quienes abordaron a la comisión humanitaria de la Defensoría del pueblo y el Ministerio del Interior, interrogándolos sobre el objeto de su presencia en el lugar. En los últimos meses la mayor cantidad de homicidios se presenta en Pontón y la menor en Rioseco. Las AUC hacen presencia hegemónica en Rioseco y Murillo mediante constantes retenes y desapariciones. Las demás comunidades son sitios de tránsito. Ante la magnitud de los hechos violentos, especialmente de los asesinatos, la ONIC ve con preocupación la omisión del Estado en: 1. Practicar las diligencias debidas para el levantamiento de los cadáveres, 2. la recopilación y custodia de pruebas (particularmente de los hechos ocurridos fuera del perímetro urbano de Valledupar), 3. la ausencia de investigación y seguimiento a las violaciones cometidas por paramilitares, ELN y FARC, 4. la falta de control del paramilitarismo que está incrustado en la institucionalidad; situación que no permite denunciar ni hacer el seguimiento jurídico debido. Prueba de lo anterior, es lo que ocurre en el sitio de “Ye de los corazones” donde los grupos paramilitares realiza los retenes para asesinar, amenazar, desaparecer e intimidar a la población Kankuamo, sitio que queda a tan solo 10 minutos del Batallón de Artillería No. 2 La Popa de Valledupar y a 5 minutos de Patillal, lugar donde opera un comando adscrito a este batallón. Al respecto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA manifiesta lo siguiente: … ha manifestado su preocupación por los asesinatos, desapariciones, masacres y desplazamientos forzados de los que han sido objeto los miembros de los pueblos indígenas en Colombia. En particular, aproximadamente 50 miembros del pueblo Kankuamo han sido asesinados por grupos armados ilegales durante el presente año, y más de 180 desde el año 1993. La práctica constante de ataques dirigidos en contra de sus líderes rompe la cohesión de los pueblos indígenas en torno a la defensa de sus derechos, en especial el derecho a la vida, a la autonomía y al territorio. (…) La Comisión reitera al Estado Colombiano su preocupación por la situación de vulnerabilidad en que viven los pueblos indígenas en Colombia. Los 12 Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES constantes actos de violencia perpetrados en contra de los pueblos indígenas que reclaman el respeto y la protección de sus derechos fundamentales amenazan no solo la vida e integridad personal de sus miembros sino también su existencia como pueblos. Las respuestas La historia reciente del pueblo Kankuamo, considerado extinguido desde finales del siglo XIX, como la de todos los pueblos nativos de la tierra sagrada (Islas de las Tortugas), ha estado marcada por la reflexión, la reorganización y la evaluación del papel que han cumplido frente a si mismos y frente al mundo occidental. Poco después de la puesta en marcha de la Constitución Política de 1991 y de la conmemoración de los 500 años de colonización europea en nuestro continente, este grupo étnico realizó dos Congresos Kankuamo en Atanquez (1993 y 1995).18 Allí, decidieron conservar a los Mamos y Mayores, Cabildos y Secretarios como la estructura organizativa principal, de acuerdo con la ley de Origen que rige a todos pueblos hermanos de la Sierra. En ambos congresos ratificaron la decisión de asumir la identidad indígena para reconstruir la cultura y la organización. El proceso de recuperación cultural iniciado logró durante el 2003 el reconocimiento del Estado para la constitución legal del Resguardo Kankuamo.19 En medio de las adversidades y del genocidio provocado por la guerra, las constantes acciones de resistencia de la comunidad Kankuamo, así como las denuncias que han realizado (locales, nacionales e internacionales) sobre su crítica situación, han convocado el apoyo solidario de la Defensoría del Pueblo, de organismos defensores de derechos humanos, de organizaciones indígenas regionales y nacionales, del sistema de Naciones Unidas, de la Organización de Estados Americanos, y de la comunidad internacional. La Defensoría del Pueblo, emitió la Resolución Defensorial No. 024 del 18 septiembre de 2002, para requerir de las autoridades del orden nacional y regional la adopción de medidas destinadas a proteger y garantizar los derechos humanos de los pueblos indígenas que habitan en esta zona del país. La Defensoría del Pueblo a través de la Defensoría Delegada para Asuntos Indígenas y Minorías Étnicas, ha manifestado recurrentemente su preocupación por la alarmante situación de violaciones a los Derechos Humanos que enfrentan los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta y de la Serranía del Perijá: reclutamiento de menores, enfrentamiento armado de grupos subversivos (Eln, Farc, Auc), y las Fuerzas Armadas. En este sentido ha llamado la atención sobre las fumigaciones y la apropiación de tierras por parte de los colonos, acciones que tienden a agudizar la situación indígena que reclama mayor atención del gobierno local y nacional”. 18 Celebrado entre el 16 y 20 de diciembre de 1.993. En el participaron las 12 comunidades Kankuamo, algunos Mamos de los otros tres pueblos de la sierra (Ikas, Kággabas, Wiwas), un representante del pueblo indígena Páez (Senador de la República) y un representante indígena Muisca. 19 Mediante resolución del INCORA No. 012 del 10 de abril de 2003 13 Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES La Defensoría del Pueblo llevó a cabo en el primer semestre del año 2003 el nombramiento de la Defensoría Comunitaria, destinada exclusivamente al monitoreo y seguimiento de la situación en la Sierra Nevada de Santa Marta. • La Defensoría del Pueblo solicitó de manera urgente (abril de 2003) al Fiscal General de la Nación la conformación de una comisión altamente calificada para que investigue y esclarezca los crímenes y violaciones graves a los derechos humanos, cometidos contra los miembros del Pueblo Indígena Kankuamo, responsabilidad que la Fiscalía General dejó en cabeza de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y DIH. La Defensoría del Pueblo aún no ha sido notificada sobre la creación y funcionamiento de dicha Unidad. La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) señaló que en lo que va de 2003, además del incremento en el asesinato de indígenas, se ha recrudecido el hostigamiento hacia la población Kankuamo, que se manifiesta en el aumento de las incursiones paramilitares, los bloqueos de vías, alimentos, medicamentos, el control de entrada y salida de los habitantes y la pérdida de tierras perteneciente a los resguardos indígenas. La Red de Solidaridad Social y la Dirección de Etnias adscrita al Ministerio del Interior han venido realizando reuniones durante los últimos tres meses, donde se ha expuesto la problemática de pueblo Kankuamo, pero son mínimas las acciones realizadas. El Ministerio de Defensa ha venido realizando Consejos de Seguridad con los pueblos indígenas. En la Sierra Nevada se llevo a cabo un Consejo de Seguridad el día 26 de septiembre de 2003, con presencia de la máxima autoridad de las fuerzas armadas (la entonces ministra Marta Lucia Ramírez), quien se comprometió en garantizar la vida y defensa de los derechos del pueblo Kankuamo, lo cual no ha sido posible. La Organización de Estados Americanos (OEA), a través de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, exigió Medidas Cautelares al gobierno colombiano, para detener el genocidio del pueblo Kankuamo, con el propósito de brindar la protección y atención que requieren frente a la crisis humanitaria que están viviendo. La comunicación consta de cuatro puntos: 1. Adoptar medidas que preserven la vida e integridad de los indígenas respetando su identidad cultural y protegiendo la especial relación que tienen en su territorio. 2. Adoptar medidas necesarias para brindar atención de emergencia a las víctimas del desplazamiento forzado. 3. Concretar medidas de protección colectiva. 4. Adoptar medidas para que se investiguen judicialmente los hechos de violencia y de amenazas contra los Kankuamos. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en Colombia se ha pronunciado reiteradamente sobre la crisis humanitaria que viven los pueblos indígenas de la región: 14 Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES “Otra grave omisión estatal detectada por la Oficina es la que ha dado lugar a la situación que hoy afrontan los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta sometida por los miembros de grupos paramilitares a un régimen de terror, intimidación y violencia. Los miembros de estas comunidades indígenas siguen padeciendo ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, restricciones ilegítimas a la libertad de circulación y de comercio, profanación de los lugares y objetos de culto y múltiples delitos contra su patrimonio económico. En esta región sigue siendo patente la existencia de vínculos de participación, apoyo, tolerancia y aquiescencia entre paramilitares y miembros de las fuerzas armadas”.20 Como se puede observar este genocidio a que esta siendo sometido el pueblo Kankuamo es de pleno conocimiento por parte de organismos defensores de Derechos Humanos a nivel nacional e internacional y del gobierno Colombiano. Conclusiones generales 1. Hoy se advierte la consolidación de un sistema externo de control cultural, político, militar y económico del territorio, mediante hegemonías transitorias, sustentadas en la necesidad de dominio de los actores armados. Es clara la utilización del territorio y de la población Kankuamo que resiste el huracán de la guerra, dentro de una estrategia económico militar de los actores armados, debido a la importancia estratégica de la principal vía de entrada a la Sierra Nevada de Santa Marta (corredor) para el impulso de las acciones militares contrainsurgentes y antinarcóticos del Plan Colombia (en el marco de la política de Seguridad Democrática), para el desarrollo de cultivos de uso ilícito y para la realización de Megaproyectos de Desarrollo21. 2. Como ha dicho la Corte Internacional de Justicia, las disposiciones de la Convención reflejan dictámenes elementales de la conciencia de la humanidad que tienen fuerza de derecho vinculante independientemente de su ratificación formal. […] la Convención establece que los grupos protegidos o las potenciales víctimas del genocidio son los grupos nacionales, étnicos, raciales o religiosos, “en cuanto tales”,22 como es el caso del pueblo Kankuamo. 3. Cada vez se hace más dramática la pérdida de la identidad cultural de este pueblo indígena. El proceso de fortalecimiento organizativo se ha visto truncado por una guerra ajena, impidiendo el normal desarrollo de los trabajos espirituales de los Mamos, la autonomía individual y colectiva, el libre ejercicio de la jurisdicción de sus autoridades y las actividades de socialización propias de los procesos de etnoeducación y salud. 20 Pronunciamiento en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, celebrado el viernes 8 de agosto de 2003. 21 Hoy por hoy, pese al conflicto o a costa de este, se tiene prevista la construcción de la “hidroeléctrica multipropósito de Guatapuri”, destinada a generar energía, distritos de riego y acueducto para Valledupar. 22 La Convención contempla tanto elementos objetivos de la acción, descritos en la enumeración del artículo II, que constituyen el tipo genocidio, y un elemento subjetivo, que consiste en que la acción debe realizarse con la "intención de destruir al grupo total o parcialmente. 15 Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES 4. Este conflicto está llevando a un aniquilamiento sistematizado de la población Kankuamo. En razón de la sistematicidad de los hechos violentos perpetrados, se hace visible la consolidación de una política de aniquilamiento y desterritorialización para este pueblo, por parte de los grupos armados legales e ilegales involucrados en esta guerra, con la complacencia del gobierno nacional. 5. Es innegable, entonces, el genocidio y etnocidio que se está llevando a cabo en contra del pueblo Kankuamo y la ineficaz respuesta estatal para protegerlo, o para prevenir o disuadir dicho exterminio. 6. Contrario a lo que se esperaba con la exigencia de las medidas cautelares de la CIDH al Estado colombiano los homicidios aumentaron y es constante la omisión en que están incurriendo las autoridades encargadas de velar por la seguridad, vida e integridad de los miembros de las comunidades del pueblo Kankuamo. Los cuatro pueblos indígenas que están al cuidado de la Sierra Nevada constituyen poblaciones en alto riesgo. 7. El incumplimiento se da especialmente por parte de los organismos de seguridad del Estado con jurisdicción en territorio de este pueblo indígena, encargados de enfrentar, judicializar y neutralizar el accionar de los actores armados al margen de la ley. 8. Alertamos al Gobierno Nacional sobre la contingencia de que el Estado colombiano sea cuestionado ante la comunidad internacional de ser responsable, por omisión, y haber incurrido en las circunstancias que se describen en el cuerpo normativo de la "Convención para la Prevención y Represión del Crimen de Genocidio", en algunos de cuyos apartes dispone: "Las partes contratantes confirman que el genocidio, tanto si ha sido cometido en tiempo de paz como en tiempo de guerra, es un crimen del derecho de gentes, que éstas se comprometen a prevenir y a castigar. ( preámbulo). 16