/:/ ./ HOMENAJE A LA SMA. VIRGEN. e;:Deinde dicit discipulo: Ecce matcr tua. ~t ex illn hora accepit earo discipulus in sun,» JOAXN. Cap. XIX,-Ver. 27. María, que del piélago y del nlma Las tcmpelltn.des calma, Que rccoge en BUS brazos y consuela Al náufra.go del mar y de la vida, Bálsamo á toda hCl'iJa, Puerto ú. toda aflicción, Maris slclla! GA~l'.U: NÚÑEZ DE ..lUCE. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia HOMENAJE A LA t,- N'T"I' 1l\/l A S ni 1 (" ...J l'H ;. TIR0r'1\.i :"\:', ,-<, ' V .. ¡ l"UL ... \ DEL ROSARIO DE tI-; TERCER L:L CE!'~TENARIC DE LA , RE¡'<OVACION DE SU IMAGEN .. -- - . - SIl:.LiO:::- . CA TALOC Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PRÓLOGO. Que el día 26 de Diciembre de ] 586, verificó la Santísima Virgen María Madre de Dios, en Chiquinquirá, el prodigio de renovar su propia imagen en el fondo tic un cuauro ya casi completamcnte destruído, en que aClOs antes había sido toscamente pintada por Alonso de Narváez ; y que este acontecimiento singular fu6 como el primer eslabón de una no interrumpida ni terminada serie de hechos portentosos, con que la Reina Soberana ue los Ciclos quiso fundar la Fe cristiana y enccnd"r la antorc1l3. de su inefable Caridad en el sucio colombiano,'son cosas que están jurídicamente comprobadas, y acerca de las cuales no es lluestro ánimo entrar eIl disertaciones en cstJ. publicación, que sólo sc hace como un justo obsequio á quien es Autora u(; tan grandes beneficios. Base necesaria de este sencillo obsequio es, de consiguiente, la Fe, que, según la valiente expresión dd Cardenal Sadoleto, (L ha de entcnderse como amplio y pleno vocablo, que contiene en sí, no sólo la credulidad y la. confianza, sino también el deseo de obedecer á Dios, y la caridad, príncipe y señora de todas las virtudes cristiauas.:p Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 4 PR6LOGO. A quienes no tengan la felicidad de creer, los excitamos formalmente para que, si á lo menos poseen el deseo de adquirir la Fe, vean el libro en que se hallan relatados y comprobados los maravillosos sucesos de que hablamos. Quien con ánimo imparcial, sin preocupaciones y sólo movido por el deseo de poseer la verdad religiosa, lea dicho libro, quedará satisfecho de la sencilla veracidad que encierra. Intitúlase: Verdadera Histórica Rclact'ó1z del origm, mallifestacióll y prodigiosa renovaczón por si misma y milagros de la l1wlgen di! la Sacratisima Virgen Afa1'ia, Jfadre de Dios, Nuestra SeflOra de El Rosario de Chiquillquird, que estd en el Nuevo ReYllo de Grmzada, á cuidado de los ReN· giosos del Ordm de Predicadores; fué sacado á luz, la primera vez, por el M. R. P. Fray Pedro de Tobar y Buendía, y reimpreso, á cuidado del M. R. P. Fray Pedro Masustegui, por Antonio Marfn, en Madrid, el año de 1735. Sentimos que las pequeiías dimensiones de la presente publicación y la prisa con que ha sido acometida, no nos permitan trascribir una buena parte de dicha obra; pero consideramos de toda oportunidad el insertar, á modo de prefacio, algunos trozos tomados de los que nos parecen más notables. Sean los siguientes: «Alégrense los campos de Chiquinquirá, y toda aquella tierra cclebre con regocijo la dicha, que ha tenido, de que en ella hubiese sido transplantada la Rosa del Cielo, María Santísima Virgen en su Imagcn del Rosario, quc si la hermosura de esta Divina Rosa estuvo deshojada, y perdidos los colores en un roto y maltratado lienzo, ya le goza aquel campo renovada de divinos colores, por haber sido escogido para teatro de esta Soberana Reina, en que haciendo ostentación de sus Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PRÓLOGO. 5 maravillas, descubrió su hermosura en su Imagen, tan superior y divina, que aunque á los que han tenido la dicha de recrear sus ojos en ella, les ha de parecer borrón la pintura, que yo hiciere, no obstante, para que los que no la han visto pintada en el lienzo del milagro, no carezcan del consuelo de saber cómo y de qué manera se ve hoy, por no faltar á la obligación de historiador, procurari~ con el tosco pincel de mi pluma sacar de esta bendita imagen una copia. ,C«El lienzo en que está pintada, es una manta de algodón, que tiene de alto vara y cuarta, y de ancho vara y tres cuartas, poco menos. La estatura de la Madre de Dios es de cinco palmos; la disposición de su santisimo cuerpo, es peregrina; las proporcionadas facciones de su rostro, son soberanas; y el todo, de hermosura tan superior, que causa asombro y pasmo á cuantos la ven, con una gravedad tan majestuosa, acompaliada de tan agradable y estremada modestia y compostura, que arrebata los ojos y la atención, embelesa los entendimientos y se roba los corazones tan insensiblemente, que 10 mismo es poner en ella la vista, que quedar presa de sus afectos la voluntad. Sólo quien la ha visto,y experimentado este su poderoso atractivo, (que creo son todos los que entran con reverencia en su templo) puede hacer entero concepto de esta verdad. a:Tiene esta Señora los ojos casi cerrados é inclinados con el rostro á su precioso Hijo, que tiene sobre el brazo izquierdo en graciosa disposición, y tan á 10 natural, que parece más vivo que pintado; en cuya mano derecha tiene un hilo, que pende de el pié de un pajarito de varios colores, que está pintado sobre el pecho de su Santísima Madre; de cuyo rostro el color casi es indeterminable á la vista, y á lo que parece, es al blanco color de perla i tiene en su soberana cabeza una Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 6 PRÓLOGO. toca blanca, que dejándole descubierto todo el rostro, y la garganta, cae por los lados en bien sombreados dobleces, y se recoge sobre el pecho. En la mano derecha tiene un rosario de color de coral; los trazos del ropaje son primorosos, porque la túnica es de color rosado claro, con sombras de carmín oscuro y del mismo color es el paño en que está envuelto el niño Jesús, del medio cuerpo para abajo, y para arriba está desnudo. El manto es de color azul celeste, y baja de los hombros por los lados, recogiéndose la punta del derecho debajo del brazo izquierdo; y á sus santísimos pies tiene una media luna con las puntas para arriba. «En los gloriosos Santos San Andrés Apóstol y San Antonio de Padua, que están pintados á los lados de la Madre de Dios, hay también mucho que admirar, así en la hermosura de sus rostros como en la primorosa disposición de sus cuerpos; está San Andrés alIado izquierdo, vuelto el rostro hacia la Santísima Virgen, muy grave y se\'ero, con los ojos puestos en un libro que tiene abierto en la mano derecha, con tánta propiedad, que parece que está leyendo, y debajo del brazo izquierdo tiene la Santísima Cruz, signo de su martirio j el color de la túnica es rosado encendido, con oscur;¡s sombras de carmín j el manto que le ajusta al cuello, es de color de muy fina grana, tiene descubiertos los pies y la estatura es de cinco palmos. Del mismo tamaño e~ la de San Antonio de Padua, que está alIado derecho de la Madre de Dios, tiene el rostro penitente y devoto, y calada la capilla; en la mano izquierda tiene un libro cerrado, y sobre él parado un niño Jesús con el mundo en la mano; en la derecha tiene el Santo una palma verde, signo de su virginidad, y los pies descubiertos. «De esta manera qued6 el milagroso lienzo de Nuestra Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PRÓLOGO. 7 Señora del Rosario de Chiquinquirá, después de su admirable renovación; y así se ve al presente pintada su Sacratisima Imagen, y la de los dos gloriosos santos; y aunque después del milagro quedaron en el lienzo por algunos años las roturas y agujeros; poco á poco se fueron cerrando, sin percibirse el modo; porque con la sutileza, que la naturaleza misma hace crecer las plantas sin poderse percibir el movimiento, así de milagro se fueron cerrando, de tal manera, que ya no se ve en aquel portentoso lienzo, ni un rasgo de las roturas que tenía de antes, ni serial alguna de haberlas tenido, ni de que hayan sido resanadas por artífice humano; y sólo se reconoce haber sido toda esta obra del divino Poder, que con s6lo un rasgo de su pincel, cerró los que tenía el lienzo, dejando acabada esta maravilla con los primores de su poderosa mano, no sólo en el aumento de la materia, que faltaba, cuanto en la pintura, que la llenase y cubriese, repitiendo nuevos prodigios ¡\ los primeros, á los cuales se aiiade otro muy singular, que de ordinario se experimenta, y es, que desde la grada del altar se ve esta milagrosa Imagen con tan perfectas facciones, hermosura Y viveza de colores en toda la pintura, que excede toda ponderación, Y dejamos referido; y subiendo encima del altar, á ver más de cerca aquel prodigio de maravillas, lo que se ve en el portentoso lienzo, es un género de sombras de unos colores muertos, que parece haber sido lavadas y las facciones del rostro de la Madre de Dios, no se perciben con aquella perfección que vista de lejos, desde donde atendida, no solamente se ve muy extremadamente hermosa, y toda la pintura de vivos colores, sino que parece cs la Imagen de la Madre de Dios de relieve y que se sale del lienzo con hermosura y graciosidad tan divina, y colores tan inimitables, que aunque muchos de los excelentes pintores que ha Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 8 PR6LOGO. habido en aquel reino, han querido copiarIa, jamás han podi. do dibujarla con perfección, ni hOansabido determinar si la pintura está al óleo, ó al temple; porque parece lo uno y lo otro, y no es lo que parece. Bastantemente se prueba esta verdad con .una declaración que hizo como testigo de vista, el Alférez Baltasar de Figueroa, pues siendo tan primoroso pintor, como lo acreditan sus obras, y queriendo sacar de esta milagrosa Imagen un retrato, se le turbó la vista de manera que confesó públicamente á voces en la iglesia, no poder principiar el bosquejo, por la mucha turbación que le había causado la vista de esta Soberana Señora. Y siendo el autor prior de su santa casa, vió que sucedió casi lo mismo ~ Juan de Cifuentes, pintor, pues habiendo querido á vista de la milagrosa Imagen, sacar de ella un retrato, y le dió un trasudor y temor tan grande, que no se atrevió á dar pincelada alguna; ni ha sido posible que pintor alguno haya podido sacar de esta admirable Imagen un diseño, que con verdad se diga corresponde al original. V «Cuando el milagro de la manifestación y renovación por sí misma de esta bendi ta Imagen, no estuviera tan .suficientemente comprobado en las copiosas informaciones que hicieron, así el Cura de Chiquinquirá como los Jueces comisarios, bastaba verla al presente, para conocer en ella, que es obra toda sobrenatural, porque si consideramos en los motivos que tuvo el Padre Juan Alemán de Leguizamón, para quitarIa del altar en que estaba en la capilla del pueblo de Suta, y atendemos de la manera que está al presente en aquel milagroso lienzo, en el aseado lucido altar del suntuoso templo de Chi. quinquirá j conoceremos con evidencia, que fué renovada de milagro, y que es obra de la Divina Omnipotencia y una maravilla muy grande el que se conserve tan hermosa y luci- Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PRÓLOGO. 9 da al presente j pues estando como está y permanece pintada en una manta de algodón, lienzo poco durable, y materia tan corruptible (que habrá que está tejido muy cerca dI;: doscientos af¡os) se conserva tan sano é ileso, como si se acabara de tejer, y lo más que hay que admirar es, que aunque hubieran tenido con él muy especial cuidado y procurado preservarle de las injurias del tiempo, y lluvias en el altar de la capilla de Suta, donde estaba, y de que no hubiera sido arrastrado por los suelos en la de Chiquinquirá, como lo demuestran las manchas de las lluvias á que estuvo por muchos días expuesta, sino que hubiera estado en parte muy decente libre de inmundos ajamientos, á los cincuenta arIOSya estuviera tan podrido, que se quedaran en las manos los pedazos. Esta es tan notoria verdad, que se prueba con la experiencia: porque se ha visto en el Nuevo Reino que algunas personas por curiosidad, han procurado conservar algunas mantas de algodón de las finas, que antiguamente tejían los indios, que llaman de pincel, porque con tierra negra y colorada pintaban en ellas curiosas labores, y por mucho cuidado que con ellas han tenido, ya de ellas aun no hay memoria: y que el lienzo en que está pintada esta Soberana Imagen, siendo de la misma materia se haya conservado sano, é ileso y fuerte, ¿quién habrá que no conozca que es milagrosa la conservación? Que permaneciera no habiéndose mojado y maltratado, maravilla fuera; pero que persista con tanta integridad á más de ser muy antiguo, después de estar roto, ajado y deslustrado, sobre ser milagro, manifiesta superior causa de mayor admiración; porque si el año de mil quinientos y sesenta y cinco, ya parecía en el altar de Suta, la Imagen muy antigua por estar borrada la pintura y el lienzo roto y maltratado, ¿cómo pudiera parecer al presente, ni haber de él un vestigio, si no Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 10 PR6LOGO. fuera pendiente de conservador sobrenatural? ¿Cómo pudiera manifestarse sin señal de haberse resanado las roturas, si no hubiera quedado por muestra del milagro, el que en las partes donde estaban, no se vea indicio alguno de ellas? ¿Y có· mo pudiera todo aquel milagroso lienzo permanecer con la Imagen de la Madre de Dios, y de los dos Santos, tan hermoso, con lucidos colores, al cabo de ciento y ocho ai'ios de su renovación, si no fuera porque ha repetido Dios, Autor de la primera maravilla, continuar prodigios en honra de la imagen de su Santísima Madre, para que reconociendo nosotros que aquella es toda obra suya, y de Sll Divino Poder, le alabemos y glorifiquemos, dándole muchas gracias por tántos milagros juntos, como ha obrado, y por el singular beneficio que hizo á todo el Nuevo Reino y á los fieles, erigiendo este teatro de sus misericordias, dándonos á esta Celestial Reina por dispensadora de ellas, y nuestra única protectora y Abogada, y singular asilo en ql]c todos los que la invocan en sus necesidades, experimenten su remedio y la hallen como piadosa Madre, para alivio y consuelo de sus tribulaciones? «A más de las informaciones que tenía ya en su poder el señor Arzobispo, de los milagros que había obrado la Madre de Dios en esta su bendita imágen, comprobados por fray Juan de Figeredo, Cura y Vicario de Chiquinquirá, y por el padre Jerónimo de Sandoval, Cura y Vicario de la Villa de Leiva, Visitador y Juez Comisario, con la noticia que tuvo el dicho señor Arzobispo de la fervorosa devoción con que los vecinos de la ciudad de Tunja y su Cabildo habían solicitado el favor y amparo de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, y de los muchos prodigios que había hecho dando salud á los enfermos, desterrando como llena y Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PR6LOGO, II hermosa luna las tinieblas de la noche de tristeza, que por la peste afligían á Tunja, así en ella como en los pueblos eamarcan os, con maduro acuerdo y compelido de su santo celo, despachó su comisión á la ciudad de Tunja, en donde estaba esta bendita imágen, nombrando por Jueces, Comisarios á los Padres el Licenciado] uan Rodríguez Adalid,J uan de Castellanos, Beneficiado de la dicha ciudad, y Juan de Cañada, Cura y Vicario de ella, para que todos juntos hicieran jurídicas, y auténticas informaciones del orígen y milagros de la Madre de Dios del Rosario de Chiquinquirá: por ser el dicho auto el fundamento en que estriba la autoridad de esta relación, no quiero omitir ponerlo á la letra. a: AUTO «Don Fray LzeÚ Zapata de Cárdenas, por la gracia de Dios, Arzobispo de la ciudad de Santafé y .Nuevo Reino de Granada, del Consejo de su 1I1ages/ad, <rc.A Vos clliccnciado Juan Rndr!guez Adalid, Clérigo P,'esbitero, salud y g1'aeía: Sabed, como ya debéis saber, como estando e1Z una Iglesia que cstd C1Zlos aposetltos de Chiqmilquird, es/d una l'mdgen de Nuestra S%ra del ROS'lrio cn 1&1Z lienzo, somos informados que Izaee aígtt1los mila/!ros, as! dmtro de su Iglesia como fuera de ella, y que halz acudido y acudm muchas gentes ti visitarla y d tener 11Ovenas,y que ahora la han llevado d la czi/dad de Tunja, donde al presente está: )' que Yuan de Ftgueredo, Cura y Vz'cm'jo de aquella 19lesia,por nuestro mandado y comisión, hizo cierta infonnaciÓn tocallte d los dichos milagros, y después de él, Ger6nimo de Salldoval, Cura y Vicayt'o de l'lucstra Scrzo1'ade LÚ'lJa, por 11uestro mandado Ilizo otras infol'maciones. Y porque para vcrijicaciólz de una cosa de ta1zta m01tta, y que tanto 110S importa, cOllvz"me que Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PR6LOGO. Vospor vuestm proPia persona, ¡untamete con :Juan de Castellanos, Bene1ufidado de la Iglesia Parroquial de la dicha ciudad de Tun/a, y jua11 de Cañada, Cura, y Picado de ella, cOnfiatldo como confiamos, de vuestra persona y de las suyas, que haréis la dicha averiguación C01Z mucha diligencia, cuidado, recNtud, y cristiandad: por tanto por la presente vos cometemos, y mandamos que luégo, y con la mayor brevedad quepudiéredes, que seáis llegados á la dicha ctudad de Ttm/a, hagáis parecer ante Vos, con asistencia de los di.. chos Cura y Beneficiado, á todas aquellas pers01taS que su.. pieren, y hubieren visto ó mtmdido todos los mt7agt'os, que la ReÍ1za de los Angeles del Rosarzo de Chiqut"1zquiráha hecho r fuere hadendo, hadéndoles las preguntas y repregun.. las quefileren 1zecesarzas,y vosparecieren c01we1zientes,sinque se encubra m"se esconda dia de todo aquello, que suPieren muy por extenso, y en qué día, y á qué hora, quiénes estabatl delante,y cómo estaba el Henzo en que estaba Nuestra-Señora figurada antes que hictera los tales milagros, quién la llevó á la Iglesia de Chz"quinquiráy cómo está ah01"aal presente, si han aderezado alguna cosa de la. Imágen, y si estaría el dtcho Henzoroto,y por dónde,y qué tanto,)' cómoestá ahora/ y haciendo tales las demás preguntas, y repregtmtas, que vos pancieren, y al ft11de cada dicho de cada testigo, fir .. maréis vos, y los dtchos Benqiciado, y Cura, y ante el Notario, que de ello défé. Y si por estar vos ocupadoy los dichos Benqiciado y Cura no pudiéredes ir á dtcho pueblo,y estancias, y repartimientos de indt"os,y pueblos de españoles donde conviniere hacer las dichas averiguciones, vos damospoder y facultqd e1Zforma tan bastattte, cual en tal casose requiere, )' de hechoes necesario,pam que podáis emltar un Sacerdote, dos, d más, que tales sean cual les convenga hacer/as, Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PRÓLOGO. y mcargá1zdoles las cOfzciencz'at;y que miren de wánto momento es, é importa1zcia averiguar lo susodicho: y fichas todas las dichas t'llformac:ones, ast laJ que vos h:cieredes, como las que hicieren los subdelegados, que 1zombraredes, o1'zginalmente cerradas y selladas, firmadas de vuestros fzombres, y del dicho Notarz"o,y C01'persona de recato nos las enviaréis, para que por Nos vistas, proveamos lo que más convenga: Yast mismo, h:l1'éis averiguaciones de todas las Hmosllas, que se hubieren dado á la dtcha Imdgm, ast en esa ciudad como m su Iglesia, y de todo el/o vendrá ittventario, jtmtamente con las dichas informaciones, y todo el/o lo depositaréis en persona de cotzfitl1zzapara que conste lo que es, y proveamos lo que se ha de hacer/ y fecho esto, ó antes, pareciéndoos que convt"me, daréis ordm que la Imdgm de Nuestra Seiiora se lleve á su Iglesia y Casa de Chiqut"1zquirá, con aquella vme,'ación, y decelzáa, que se reqttiere, y como somos z"nformados se trajo d la dicha ciudad de Tunja: sobre /0 cual y sobre cada una cosa tocante d lo de esta comisión, que todo vos cargamos la conciencia, y ti los dtchos Bmejiciado y Cura, y Srlbdelegados que etZvidredes, que para poder hacer lo suso. dicho, y d cada una cosa, y parte de el/o, procederás d censuras, y /0 podáis hacer: porque vos damos tan bastante poder, cual en tal caso se requiere, y de derecho es 1zecesario,y cometemos nuestras veces. Fecho elZ Sa1Ztafé ti los seis dias del mes de Enero, de mil quinientos y ochenta y ocho míos. Fray Luis Zapata" Por mandado de su Señor{a" Alo1Zso Cortés. «En virtud de la dicha comisión hicieron los jueces comisarios con cuidado, rectitud y cristiandad, las informaciones del origen y milagros de esta admirable y prodigiosa Imagen, haciendo las preguntas y repreguntas, según y como en el auto se contiene, en que declararon muchos testigos de Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 14 PR6LOGO. vista, y entre ellos los de mayor autoridad, que fueron el Padre Francisco Pérez, Clérigo Presbítero, que fué de los pueblos de Chiquinquirá y Suta, el año de mil quinientos y setenta y dos, y el Padre Juan Alemán de Leguizamón, Clérigo Presbítero que había sido Cura de los dichos pueblos el año de mil quinientos y setenta y cuatro; y el Padre Juan de Figueredo que lo era actual de los mismos pueblos el ario de mil quinientos y ochenta y seis, en que sucedió el milagro de la manifestación y renovación por sí misma de esta Santa Imagen: de cuyas contestes declaraciones como de testigos de vista, y tan calificados, hemos deducido la histórica relación que hasta aquí tenemos hecha, según y como se contiene en dichas informaciones actuadas por dichos Jueces Comisarios en la ciudad de Tunja, principiadas el día quince de Enero y concluídas el día diez y ocho del año de mil quinientos y ochenta y ocho, ante Juan de Ortegón, Escribano de Su Majestad, Receptor de Número de su Real Audiencia del N uevo Reino. crCon la verdad deducida de tan auténticas informaciones, se desvanece la confusa variedad con que algunos discurrían el origen y renovación por sí misma de esta bendita Imagen, en que se faltaba á la sustancia de la verdad, fundándose tan solamente en unas declaraciones que hicieron los muy reve. rendos padres presentados fray Esteban Santos y fray Diego Verdugo, de la orden de predicadores, ante el muy reverendo padre Maestro Fray Juan de Pereira, Notario Apostólico, el año de mil seiscientos cincuenta y uno, en que dijeron habían aido decir á don Pedro Marchán encomendero de 105 pueblos de Suta y Chiquinquirá, que había oido referir á su padre Alonso Sánchcz Marchán, que la milagrosa Imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá, S~ había pintado en los aposen- Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PRÓLOGO. 15 tos de Suta, en una casa de campo de sus padres, á devoción de un religioso lego de Santo Domingo, llamado Juan Andrés Jadraque, y que el pintor se llamaba Juan Antonio de Narváez: y que dicho religioso, luégo que estuvo pintada la Imagen, la llevó á Chiquinquirá. De esta noticia hicieron los religiosos mucho aprecio el año de mil seiscientos cincuenta y uno por haberles parecido que era la más cierta y verdadera, y yo por talla estimaba, y tuvo hasta el año de mil seiscientos ochenta y dos, que deseando saber sin ambiguedad, el fundamento de esta tradición, tuve la afortunada dicha de que llegaran á mis manos las dichas informaciones originales, en que hallé constante la verdad del origen de esta milagrosa Imagen, que es según y como se ha expresado, comprobada con las deposiciones de los clérigos, que fueron curas de los pueblos de Suta y Chiquinquirá el año de mil quinientos setenta y dos y el de setenta y cuatro, los cuales, como antiguos testigos dc vista, supieron mejor quién fué el pintor de la Imagen, su nombre, en qué parte, y á devoción de quién, y la causa de que le provino al lienzo haberse roto, y á la pintura habersc borrado, y perdido los colores y desfigurádose¡ por qué causa se llevó;í Chiquinquirá, cuándo, y por qué tiempo, quc nó Don Pedro Marchán, que fué cncomendero de Suta y Chiquinquirá sesenta al10s después, que lo fué Anta. nio de Santa Ana: y el pueblo de Suta no se nombró de Mar· chán sino desde que Alonso Sánchez Marchán sucedió en la encomienda á Antonio de Santa Ana que fué por el año de mil quinientos y ochenta y tres. «Luégo que concluyeron las referidas informaciones, los jueces comisarios tomaron cuentas de las limosnas quc se habían recojido en la ciudad de Tunja, y se hallaron por cuenta en el libro en poder de Diego Hernández de Ervallo, Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 16 PR6LOGO. como depositario nombrado por el Cabildo de la dicha ciudad, novecientos y ochenta reales y ocho y medio, con más muchas preseas de oro, con plata, y ornamentos, con que había contribuido la devoción, para el adornodela Santísima Imagen, y celebración de los divinos oficios: y haciéndole de todo entrega al padre cura Juan de Figueredo, le dieron orden dichos comisarios, para que sacára de la ciudad de Tunja la milagrosa Imagen, y la restituyera á su casa de Chiquinquirá . ...... , , , . « Los milagros que Dios ha obrado por honra de la bendita imagen de su purísima Madre, Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, han sido tantos, y tan admirables, que si de todos cuantos publica la fama, hubiera testimonio que los autorizara, se pudieran escribir muchos y grandes libros: en éste, sólo haré relación de los que hallé en jurídicos instrumentos en el archivo del convento de Chiquinquirá, comenzando por los más portentosos, que son dignos de mayor admiración y noticia, cuanto excede la conversión sobrenatural de un pecador, á todas las obras de naturaleza, y que se ordenan al bien temporal de las criaturas. Sea el primer milagro, el que se ve pintado en un lienzo, que entre otros adorna las paredes de esta santa casa. CataTina García, natural de la ciudad de Mariquita, muy celebrada por su hermosura, y á quien por ella llamaban el ángel de Gualy, por tener sus divertimientos, y morada cerca del río, que con nombre de Gualy pasa por dicha ciudad, vi· vía tan entregada á vicios y deleites humanos, y tan olvidada de solicitar el bien y salvación de su alma, que no bastando saludables consejos que la daban, para que dejára sus torpezas, y enmendára sus costumbres, la castigó Dios con una grave enfermedad, postrándola en una cama, donde afligida, Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PR6LOGo. 11 y cercada de dolores, estando muy cercana á la muerte sin esperanza de vida, abrió los ojos de la consideración, atendiendo al mísero estado en que se hallaba, y acordándose de la Madre de Dios de Chiquinquirá, llamándola en su favor y amparo, la prometió de corazón, que si le alcanzaba salud, enmendaría su vida, y que iría á empleada en su servicio en su santa casa de Chiquinquirá. Acabando de hacer la promesa, se halló buena y sana, y levantándose de la cama, luégo al punto comenzó á repartir sus joyas á las imágenes de las iglesias; y habiendo vendido sus vestidos y alhajas, repartió el dinero á los pobres reservando s610 el que fué necesario para hacer un humilde saco de jerga; y vistiéndoselo á raíz de las carnes, cual otra Magdalena, salió por la calle más pública de la ciudad, y cogiendo su camino á pié, llegó á Chiquinquirá, donde derramando arroyos de lágrimas, nacidas de dolor de sus pecados, dió las gracias á la sacratfsima Virgen María, por el beneficio que en cuerpo y en alma le habia hecho i en cuyo reconocimiento, quedó en Chiquinquirá, haciendo grandes penitencias, en que permaneció quince años, hasta que murió, dejando mucho ejemplo en la opinión de sus virtudes. ([En la guerra que Don Juan de Borja, Presidente del nuevo Reino, hizo en persona á los indios pijaos, salió una escuadra de doce soldados por orden del Gobernador Don Diego de Ospina, para que fuesen á ganar el alto de una sierra. Mandaron á un indio confederado que subiese á un árbol y viese la tierra; y habiendo subido, dijo que iban perdidos. Estando consultando lo que harían, llegó una espía española de las que tenían en diferente partes j y les dijo: que por aquella parte venía gran multitud de indios, que seria n más de dos mil, que en seguimien to del rastro de los españoles ve. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 18 PRÓ1.0GO. nían en su alcance. Trasfigurados con esta noticia, viendo que eran pocos contra tantos, reconocieron el notorio peligro en que estaban, y que no podian escaparse de las manos de los indios, sin dejar de ser muertos 6 cautivos. Iba por soldado un mulato, llamado Francisco Maguisa; y viendo á. sus compañeros temerosos y desalentados, les dijo: señore(soldados, aquí no hay más remedio sino es invocar á la Virgen de Chiquinquirá en nuestro socorro y prometer de ir en romería y con penitencia á su santa casa, si nos libra de este peligro; y hecha la promesa, animarse y pelear cada uno por diez, porque no hay otro remedio. Yponiendo por obra el consejo se postraron de rodillas, y alzando las manos al cielo, todos con lágrimas en los ojos pidieron á la Soberana Virgen de Chiq uinquirá los amparase con su divino socorro. Estando en estas plegarias sintieron la multitud de indios, que se les acercaba; y dando Santiago dicho mulato, que era animoso, y versado en peleas con los indios, se trabó la batalla: y siendo tan pocos los espalloles, y tantos los indios, habiéndose continuado sangrienta la guerra, se fueron retirando los indios, los cuales, como afrentados, volvieron segunda vez sobre los espai'ioles, y habiendo peleado un gran rato se volvieron á retirar, sin que cspafíol alguno hubiese recibido herida ó dai'io alguno: encontrando al día siguiente con el Gobernador Don Dicgo de Ospina, le refirieron todo el suceso: y dentro de pocos días encontrándose esta compallía con la que llevaba á su cargo el Gobernador Olaya, supieron de él, y de sus soldados, cómo habían encontrado con la tropa de indios, que habian acometido á los doce soldados: y que habiendo peleado con ellos toda la compañía del dicho Ola ya, no habían podido haber á las manos más de unas ind!as y dos indios, los cuales habían dicho que estaban espantados de ha- Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PR6LOGO. ber visto que tan pocos, como eran los doce, se les hubiesen escapado á tantos indios, sin ser presos ó muertos: pero que ellos, y los demás habian visto, que una mujer vestida de blanco andaba entre los soldados, y que cuando acometían los indios á maniatar á los españoles, los espantaba la mujer, y se les quitaban á ellos las fuerzas en viéndola: de modo, que se les caían de las manos las lanzas, y que no habian podido hacer presa alguna; porque en entrambas embestidas los espantó la mujer. Lo cual, por el dicho de los indios y promesa que habian hecho antes á la Virgen Santísima de Chiquinquirá, los doce hombres tuvieron á milagro su libelaJ, y haberse escapado de la muerte, aunque ellos no vieron á esta señora, se persuadieron á que esta poderosa Reina, como escuadrón bien ordenado, les había asistido á favorecerIos en aquel peligro, y había sido terrible á sus contrarios: y reconocidos á tan singular beneficio, fueron varios á Chiquinquirá á dar las gracias á Dios y á su Santísima Madre: en cuya iglesia, porque no se perdiera la memoria de este milagro, está figurado en uno de sus lienzos. «Padecía rígida servidumbre un afligido cristiano en la bárbara ciudad de Argel, y teniendo oportuna ocasión de fuga, la logró. Echáronle mellaS sus amos y saliendo en su seguimiento, le daban ya alcance. Reconoció el mísero fugitivo el peligro presente, y previniendo melancólico los futuros daños, que aprehendido padecería en el tiránico poder del bárbaro irritado africano, postr6se de rodillas, im'ocando á la Serenísima Virgen María de Chiquinquirá, más con afectos, que palabras, le favoreciese. Acercáronse más sus amos, y él se halló rodeado y cubierto de una densa y oscura nube, que ocultándolo de la enemiga vista, pasaron adelante. Permaneció de rodillas en todo este intervalo de tiempo encornen- Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 20 PRÓLOGO. dándose á e5ta dulcísima Madre de los afligidos, que consolando á su siervo se le manifestó en su hermosura, que después vió en su Imagen y pintura de Chiquinquirá, afirmando ser aq ueHa hermosa Redentora, que se le había aparecido, y librado del cautiverio mahometano. Continuó la celestial Sefiora sus beneficios, hasta llevarlo á tierra de cristianos, de donde el redimido cautivo se puso en camino para la Santa Casa de Chiquinquirá, donde hizo á Dios humildes gracias, y á ésta Purísima Virgen Madre suya; y refirió el caso delante de IlUlchos, que lo testificaron, para honra y gloria suya. ((En hacimiento de gracias, por el general beneficio, que reci bió la ci udad de San tafé, cuando afligida del furor de la peste grande que infestó el Reino entero, poblando los sepulcros, se juntaron algunos vecinos á tener el mérito de asistir personalmente á la fábrica de una capilla que erigieron en la Iglesia parroq uial de Nuestra Se110ra de las Nieves consagrada á esta milagrosa Reina que benigna templó la indignación de su Hijo, alcanzando universal sanidad para todo el Nuevo Reino, y como peones cargaban la madera y materiales. Salieron, pues, treinta á traer una grande piedra, que condujeron en carreta correspondiente: llegaron á un charco de agua y el padre Juan Martín Serrano, clérigo presbítero, queriendo pasar de un salto, le dió en vago, y cayó en tierra bocarriba; y no advirtiendo detener la carreta los que la tiraban, hubo de pasar por encima del Sacerdote; lo cual visto por algunas personas, lo encomendaron á Dios. como difunto; y cuando así lo juzgaban, vieron, que se levantó bueno y sano, sin que la carreta le hiciera daño alguno, habiendo sus ruedas cogídole atravesado el cuerpo por un hombro, pecho y canilla; y siendo extraordinario el peso de la piedra, que pasaba de noventa arrobas, s610 quedaron en estas partes las Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PR6LOGO. 21 seiíales de los clavos, para calificar milagroso el suceso, obrado por esta misericordiosa Reina, en cuyo obsequio y honor se llevaba aquel material; y por ser tan relevante esta maravilla, entre las obradas por esta Soberana Princesa, cstá encomendada su memoria en uno de los lienzos de su Santa Casa de Chiquinquirá. «Juan López, natural de la ciudad de MUlO, y vecino de la de Tunja, habiendo ido por Oficial de la visita que hizo en la de Zaragoza el Doctor Don Simón López, Arcediano de la Catedral de Santafé, estando ejerciendo el oficio de Fiscal, le dió la enfermedad de la tierra, con una tan ardiente calentura que le privó del juicio: y como quien estaba sin él, salió de la casa en que vivía. y se metió en la montaiía, y sin saber lo que hacía apretado del furor, que le daba la calentura, sacó un cuchillo, q uc llevaba, y hiriéndose con él en la garganta, se degolló de tal manera, que se cortó las venas por encima de la nuez, penetrando tinto el cuchillo, que llegó hasta 10 último del guarguero. Con las ansias de la muerte llamó á la Madre de Dios de Chiquinquirá, y habiendo estado por espacio de tres días degollado y dc~angrado, sin comer, ni beber, revolcándose en su sangre, y á las inclemencias del tiempo; al cabo de ellos, llegaron á donde él estaba unos negros, que andaban fugitivos, y lo hallaron postrado en el suelo con la herida dicha, la cual tenía cubierta de muchas hormigas, las cuales mordiéndole la herida, se la cerraron, dando como puntadas en la garganta, menos en la parte de la nuez. Y viéndolo de aquella manera, y que estaba vivo, lo llevaron cargado hasta la entrada de la ciudad, donde lo dejaron; y volviendo en si, se fué por sus pies desde allí á su casa, en que halló, que ya se habían muerto el Visitador, y dos criados que tenIa. Y disponiendo salir con brevedad para Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 22 PRÓLOGO. Chiquinquirá, se puso en camino, llevando por signos del milagro, que había obrado la Madre de Dios, en la garganta, unos verdugones muy colorados, de las puntadas que le ha bian dado las hormigas, menos en la abertura del guargiiero, que nunca se cerró, y para comer, y hablar, se ponía en ella una chapa de plata, y así llegó á Chiquinquirá, donde dió á Dios y á su Purísima Madre humildes gracias¡ y en memoria del milagro, lo mandó figurar en uno de los lienzos de su Santa Casa, y de esta suerte vivió muchos años. crEn los Reinos de España, y puerto de San Lucar de Barrameda, acometido de tres contrarios un hombre, uno de ellos le atravesó una sien, sacándole el estoqu~ por un ojo. Al caer mortalmente herido, llamó á la Madre de Dios de Chiquinquirá de las Indias. Quedó en suelo sin habla, y volviendo en sí, después de un gran rato, se halló solo, y con la espada atravesada en la dicha parte; y no pudiendo levantarse, repitiendo invocar á la SunUsima Virgen de Chiquinquirá prometió de ir en romería á visitarla á su Santa Casa. Hecha la promesa, al punto se puso en pié con tantos alientos, como si no tuviera herida de tanto peligro, y teniendo con la mano la espada atravesada, se fué á su casa, donde se la sacaron con mucha facilidad; y habiéndolo curado, dentro de breves días estuvo bueno y sano, y en los primeros galeones que salieron de Cádiz, se embarcó para las Indias, y en hábito de peregrino llegó á Chiquinquirá, donde habiendo hecho sus novenas y dado las gracias á la Madre de Dios, publicó el suceso, cuya memoria se conserva en una pintura, entre otras, que adornan las paredes de la Iglesia. "Bartolomé Bermúdez natural de la ciudad de Santafé, por mal fundadas sospechas que tuvo de su esposa, entró ciego de cólera, y celos, para matarla¡ la cual viéndole con la Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PR6LOGO. espada desnuda, llamó en su favor á la Madre de Dios de ':hiquinquirá, y no hallando dónde, ni cómo refugiarse, se metió debajo de un cojín j desde donde reparando que la buscaba demudado, y colérico, fué servida la Santísima Virgen, de ocultada, y que no la viese. Pasáronse tres días, y habiendo dado á entender Bartolomé Bermúdez, que estaba gustoso con su mujer, satisfecho del mal fundamento de sus sospechas, se hubo de manifestar, y fué bicn recibida por entonces. Mas continuando sus malos intentos,recogió los reales que tenía, previniendo una mula para ausentare en ejecutándolos; habiéndose acostado juntos una noche, teniendo prevenidas la espada, y daga en la cabecera, le pareció, que estaría ya dormida su inocente mujer, y alargando el brazo á coger la daga, (invocando en su corazón á la Soberana Virgen de Chiquinquirá, para que le ayudase en sus acciqnes, y en la que intentaba, como si fuera justa), no la halló, ni la espada, donde las había puesto. Levantóse admirado á buscadas y habiendo dado diferentes vueltas por todo el "posento, no pudo halladas. V olvióse á cama, lleno de confusión, lbmando siempre á esta Soberana Seíiora, y habiendo amanecido, halló la espada, y daga, colgadas en un alto barraganete de la casa. Salió de ella confuso, y yendo al campo á ver la mula, que babía dejado prevenida, la halló muerta, ensartada en la estaca, en que la había amarrado. Volvió á su casa atónito, y asombrado, y viéndolo la mujer, le rogó por la Santísima Virgen de Chiquinql1irá, le dijese la causa; y habiéndosela participado, le satisfizo su esposa. de suerte, justificando su inocencia, que no dejándole materia en que dudar de su verdad, quedó satisfecho, pidiéndole con lágrimas perdón; y reconociendo haber sido esta Soberana SelÍora medio para que él no ejecutase el sangriento, é inocente uxori- Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PRÓLOGO. cidio, fué á Chiquinquira en hacimiento de gracias; y habiendo entrado á su Santa Iglesia, á las cuatro de la tarde, se postró de rodillas en la primer grada del Altar Mayor, y comenzando tierno, y lloroso á dar gracias, notó, que veía á la milagrosa Virgen, y á los Santos de sus lados, clara, y distintamente; y admirado de que á aquellas horas estuviese descubierta, y sin la cera encendida, extrañó la novedad, y pareciéndole, que pudiera ser fantasía ó turbación de su vista, por las lágrimas que derramaba, se limpió los ojos, y vol. viéndolos á poner en la Imágen, la vi6 de la misma suerte descubierta; y llenándosele el corazón de gozo, y alegría, con reverencial temor y turbación, se le cayó el Rosario en el suelo, inclinóse á alzado, y cuando volvió á ver la Imagen, la halló cubierta con todos sus velos, quedando nuevamente confuso, mirando su indignidad para los favores, que esta Señora le hacía, y fué amante de su consorte." La idea de la presente publicación se encuentra expresada en la siguiente circular, que fué repartida entre ochenta literatos colombianos: «Señor: «Va para trescientos aI10s que, en dichosísimo momento, la Virgen María, Madre de Dios, quiso verificar y verificó en Chiquinquirá un portento con el cual hizo patente su voluntad de erigir aquél lugar como en templo suyo, no de otro modo que como en antiguas edadades señaló Dios á Jacob, por medio de misteriosa escala, el sitio en donde quería que se le rindiese homenaje, 6 como más tarde habló á Moisés entre la prodigiosa zarza que ardía sin consumirse. ((Estrella que guía á los caminantes al través del in trinca- Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PR6LOGO. 25 do laberinto de la vida humana, Marra ha buscado, en todas las grandes comarcas cristianas de la tierra, algún punto predilecto que sea como el centro al cual llama y desde el cual reparte, á manos llenas, sus favores á quienes con viva fe y acendrado amor vuelven á ella los ojos, y, recordando las significativas palabras del Redentor á Juan, la apellidan Madre. aSiendo como era la perfecta personificación de la inocencia y de la santidad, y, según sus propias palabras, EL CJ\MINO, LA VERDAD Y LA VIDA, el Salvador vino al mundo á cargar sobre sus hombros inmaculados los pecados de los hombres. Sólo un Dios podía en efecto acometer la empresa de llevar sobre sí y levantar, para que fuesen extinguidas, las culpas del linaje humano, que no alcanzaron á lavar ni á prevenir todas las aguas del diluvio: oh 1 si no hubiese millares de otras elocuentes pruebas, ésta sola demostraría la divinidad del Cristianismo! cr:Pues bien: al terminar su vida mortal, Jesucristo instituyó á su Santísima Madre heredera de su gloria y albacea testamentaria de sus gracias, que son el eterno patrimonio de los hijos que no niegan tener su origen y su fin en el cielo. ({Por eso María es la Reina de los Apóstoles, al propio tiempo que el refugio de los pecadores; por eso no se agota jamás el tesoro sagrado de medios sobrehumanos y divinos de que ella dispone para protejer á sus hijos, ni faltan nunca á su maternal ternura inefables consuelos para quienes, oprimidos por hondos pesares, en lágrimas se desahogan á sus benditas plantas. ({y en Colombia parece que María ha fijado en Chiquinquirá su residencia predilecta, pues sólo así se explica la no Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PRÓLOGO. interrumpida sucesión de peregrinos que de todas partes vienen á buscarIa para tributarIe el homenaje de su inquebrantable fe y de su ardiente amor: no:al estrago del vertiginoso y desgarrador desengaño, sino al influjo benéfico de esperanzas cumplidas, es como germinan y se desarrollan los nobles sentimientos del alma; ni se explica el amor que es fruto, sin la fe que es raíz, ni esta raíz fundamental de todo bien, sin qne antes exista un suelo rico en jugos que la abrigue, y un cielo de abundantes esplendores que la iluminen y calienten. «Suponer que existe atracción manifiesta y poderosa sin un centro proporcional que la ejerza, sería simplemente una ridícula paradoja. c:Ellenguaje de los hechos tuvo siempre elocuencia incontrastable, y ése es el que aquí da testimonio irrecusable del prodigio. Lo que ayer era yermo, hoyes ciudad, en cuyo centro ostenta, á modo de gallardetes, doradas cruces una espléndida basílica, que se ha levantado sabe U. cómo ?-pues con los óbolos de los peregrinos que, previsores como las hormigas y numerosísimos como ellas, han venido de todos los ángulos de la República á traer en sus hombros el abasto que ha de servirlés para el invierno de la muerte y de la eternidad. «y es que el prodigio no ha cesado aún, porque del mismo modo que ahora trescientos años María lnmaculada se hizo ver radiante y gloriosa de una ciega creyente que la adoraba, en el fondo de un lienzo despedazado, de donde se habían ya borrado los rasgos con que un tosco pincel había tratado de dibujarla. muchos años antes, así también Ella renueva todos los días su propia imágen y la del Salvador en el corazón de los hijos que la aman, aunque tal vez ese cora- Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Pit6LOGO. zón, como aquel frágil lienzo, haya sido despedazado, ultraje quizás, no como en él, de años y descuidos, sino más bien de vicios y pasiones. Y renovadas esas vivificadoras imágenes en el humano corazón, ellas tienen el maravilloso poder de hacer todo lo demás para santificarlo, por medio del arrepentimiento y de las lágrimas, como santificó Jesucristo á Pedro con una sola mirada de sus ojos; porque apenas habrá resistencia inveterada á la virtud cristiana, que no ceda el encanto irresistible de aquella sobrehumana fuerza de amor divino. «y nosotros que, habiendo tenido la fortuna de nacer en este suelo bendito, hemos presenciado parte de esa serie de prodigios, nos creemos en el deber de hacer cuanto nos sea dado para solemnizar del mejor modo posible, el tercer centenario de María en su advocación de Chiquinquirá. Y sea esta la ocasión de declarar que nosotros no creemos que este magnífico templo de Nuestra Señora, sea obra de este vecindario, pues, muy al contrario, consideramos que es obra nacional, si se atiende á que para su construcción han contribuído todos los Colombianos. Y del mismo modo que el templo, nacional ha de ser la fiesta que se prepara. «En este concepto y pensando además que los obsequios más nobles y dignos son los que, partiendo de la pureza del corazón, buscan en la estética forma adecuada de belleza, hemos creído que es medio apropiado de dar mayor solemnidad á la: fiesta, reunir en un rico volumen: composiciones poéticas dedicadas á la Virgen por la cítara colombiana que bebe sus)nspiraciones en fuente cristiana. «y siendo U. uno de los literatos que más se distinguen en el país, por la calidad de su bien tajada pluma poética, nos atrevemos á suplicar á U. del modo más encarecido, se sirva damos su valioso contingente, enviándonos un aut6- Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PRÓLOGO. grafo suyo dedicado á Nuestra Madre del cielo, y que junto con los demás que esperamos reunir, servirá para entretejer corona poética que á ella nos proponemos ofrendar. Como además de conservar los autógrafos debidamente coleccionados en el archivo parroquial, tenemos el propósito de publicar y circular la obra en los días de la fiesta, estimaremos á U. muchísimo se sirva hacer llegar su composición á manos de nuestro agente en Bogotá, que lo es el señor José Joaquín Casas, el 15 de Noviembre próximo. y en la esperanza halagueña de que sea por U. bien acogida nuestra presente respetuosa solicitud, tenemos el honor de suscribimos de U. muy atentos y seguros servidores, la Q. B. S. M. FIDEL CASAS ROJAS-ORENCIO FAJARDO PÁEZ.:& El producto que de la venta de la presente publicación se obtenga, una vez hechos los gastos editoriales, está destinado á auxiliar el Hospital de Chiquinquirá, que se sostiene con las limosnas de las personas caritativas, y se halla en grave y excepcional penuria •. Chiquinquirá, Diciembre de 1886. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia LA VIRGEN DE CHIQUINQUIRA EN GUATEMALA. Entre otras bellísimas iglesias que adornan la ciudad de Guatemala, hay una que á ninguna de ellas cede ni en lo co· rrecto de la arquitectura, ni en la riqueza de sus entallados y caprichosos altares. Llámase La Merced y fué construida por los Religiosos de aquella orden, hoy completamente extinguida en Centro-América. De los nueve años que viví en Guatemala, seis los pasé en el convento que se levanta en torno de aquella Iglesia. El encontrar en ella un lindo altar dedicado á la Virgen de Chiquinquirá, así como fué para mí suave sorpresa en la ausencia de mi patria, así no dejó de causarme admiración. La razón de ella fué que aquella República estaba hasta entonces como aislada del mundo, sicndo muy largo y casi solitario el camino que la pone en comunicación con México, no tenien- Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia ;30 LA VIRGEN DE CHIQUINQUIRÁ EN GUATEMALA. do sino un puerto peligroso en el Pacífico al cual no habían llegado aún los vapores americanos, y teniendo por el lado del Atlántico, antes del puerto interior, primero un caudaloso rio y después un ancho lago que deben navegarse en peque¡las goletas, con más ochenta leguas de mal camino á caballo para llegar á la capital. ¿ Cómo llegó allá desde Colombia la noticia de nuestra Virgen de Chiquinquirá y también aquel hermoso cuadro, copia exacta de nuestro original, no habiendo en aquel lugar noticias de nuestros hombres, ni de nuestras guerras, ni casi de nuestro país? Puedo asegurar que en la gran masa del pueblo no había más noticia del nuevo Reino de Granada sino porque en una Provincia de él se había hecho la renovación de la imagen. No pude averiguar cómo llegó allá la imagen, pero sí diré que todas las tardes al terminar el rezo del Oficio divino, iba siempre y me postraba delante de ella, y con conmoción no pequelia pedía con fervor por mi madre y los míos, extendiendo siempre mi oración á pedir por esta Patria querida, cuyo amor tenía cada vez más vivo y más tierno en el corazón, á medida que hacía más tiempo que estaba lejos de sus playas. Aumentóse mi admiración cuando supe que había una familia principal, de que eran notables miembros dos señores Canónigos, que cuidaba del altar y de la Imagen de Chiquinquirá, y le hacía anualmente pomposa fiesta en el mismo día de la milagrosa aparición. Pronto lleg6 á conocimiento de dicha familia que había en la casa varios religiosos colombianos, paisanos como em. pezaron á decir, de la Virgen de Chiquinquirá. Nosotros de ella les dimos todos los pormenores que nos pidieron, lo que Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia LA V1R-GEN DE CHI~UU¡QUIRÁ &.'1 GUATEMALA. 31 hizo que su devoción se hiciese más intensa, y que la extendiesen á otras muchas personas que no sabían aún nada de esta advocación que es timbre y gloria de este país. Desde que se entablaron relaciones entre los devotos de Nuestra Seño'ra de Chiquinquirá y sus paisanos, la fiesta vino á ser más solemne. En ella solfa predicar un colombiano, quicn se esforzaba por hacer conocer la devoción que aquí se tiene á la venerada imagen y los muchísimos milagros que la han fundado y robustecido. Asistía á dicha fiesta la colonia colombiana,' en q~e figuraban nombres preciaras como el del señor doctor Mariano Ospina, y todos en ese día unidos en ferviente plegaria orábamos por los seres queridos que aquí habíamos dejado, y por la prosperidad de la Patria. En ese día, oraciones, recuerdos, afectos y votos, todo era para ella, así como los deseos de volver á respirar sus aires, ver sus montaiías, contemplar Sll hermoso cielo, y más que todo emplear nuestras fuerzas en serIe de algún modo útiles para el bien. Así la Virgen de Chiquinquirá fué por mucho tiempo.lo único que por el pueblo guatemalteco se conoció de Colombia, lo que la hizo conocer mejor y aun amada de aquel pueblo hospitalario y benévolo, lo que sirvió de consuelo y de centro de reunión á los colombianos que por varios años residieron allá, y el motivo de dulcísimos recuerdos de la Patria. Bogotá, Diciembre 8 de 1886. t JosÉ TELÉSFORO Arzobispo de Bogotti. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PARA EL LIBRO EN HONOR DE NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ. Supongamos que un hombre recibe, por especial favor divino, el poder de engrandecer á su Madre con todos los dones de naturaleza y de gracia. ¿ Qué negaría "Un buen hijo á aquella de quien recibió el sér? I Y cómo se complacería en hacer de ella un conjunto de perfecciones y primores 1 Imaginemos, pues, lo que daría á su Madre el Criador del cielo y de la tierra. Quiere Dios escoger el tronco de una generación bendita, y lo eleva á tan alta dignidad, que el mismo Señor más tarde dice: «¿ Acaso puedo yo ocultar cosa alguna á mi siervo Abraham?, Quiere un pregonero para su ley, y suscita á Moisés y le engrandece hasta el punto de hablar con él como suele hacerla un amigo con su amigo, y jamás, en la ley antigua, vuelve á levantarse un profeta semejante á Moisés. Y cuando plugo á Dios tener un poeta que cantase de antemano las grandezas y las afrentas de su Mesías, cortó el corazón de David á la medida del corazón de Dios. Para que le preparara los caminos, hizo de Juan el Bautista el mayor de los nacidos de mujer, profeta y más que profeta, sucesor del espíritu y de la grandeza de Elías. ¿ y qué haría el Criador al elegir no un patriarca, ni un heraldo, ni un precursor, sino una Madre, cuya carne fuera la del Verbo, cuya sangre corriera por las venas del Hijo de Dios, cuya alma estuviera íntimamente unida con el alma del Redentor del mundo? y cría á Abraham, RAFAEL Seminario M. CARRASQU1LLA, Presbítero. de Bogotá, Noviembre de 1886. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia A MARiA. Mi pobre pluma ha sido invitada por la generosidad de los patronos de la fiesta de la Madre de Jesucristo en su ado vocación de Chiquinquirá, en la celebración de su tercer centenario, para que contribuya á formar la Corona que la piedad de los hijos de esa ciudad quiere dedicar á la memoria de la mujer incomparable. Una pequeña y pálida ofrenda nacida de lo íntimo de mi alma, quiero presentar á la Criatura que el Padre de todolo creado destinó para colabarar en la redención y enseñanza del hombre, para que ayudara á fortm.r la Trinidad humana de la familia en la tierra imagen de la divina que represe~ta el Poder, la Sabiduría y el Amor. 3 Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 34 Á MARÍA. Carezco de la visión intelectual y del estilo propio para pregonar la grandeza de las virtudes que irradiaron de ese corazón que mereció la confianza de Dios para ser colocado como faro y tipo que alumbrara y sirviera de modelo á la humanidad en su camino; pero mi humilde palabra brota sencilla del corazón, y es hija del sentimiento y de la conciencia: ofrendas de ese carácter, son las que agradan á Dios. Quiero contemplar á María en su triple carácter de Virgen, Santa y Mártir, en su vida de hija, esposa y madre. Pobre, modesta hija de las montañas, consagró su corazón á la pureza, aunque estaba escrito que de su nación y de su familia nacería el Libertaqor del pueblo de Israel. /\ Si bien descendiente de reyes, su fortuna y su modestia la apartaban del esplendor de las ciudades, y su humildad, su prudencia y su piedad, fruto de muchas generaciones de almas distinguidas que, en su ascendencia habían brillado, la arrastraban á la contemplación de las cosas divinas. Cuando el embajador del cielo vino á buscarla para que sirviera de anillo en la misteriosa cadena que debía uilir al hombre con la Divinidad, la encontró recogida en su escondido hogar, y, no obstante la grandeza del destino que ante sus ojos se desarrollaba, su castísimo corazón exclamó diciendo: 4: cómo puede ser esto l> j pero, obediente cuanto pura, se somete á la voluntad del Altísimo ({cuya virtud le hará sombra.]) Un rayo de luz celestial ilumina á la joven sencilla, que, presintiendo su grandeza, prorumpe, en la visita que hizo á' su parienta Isabel, en aquel cántico inmortal, en que predice que las venideras generaciones la llamarán Bienaventurada I Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 35 y anuncia el castigo de los soberbios, y en su persona, la exaltación de los humildes. Esa soberbia que la antigua serpiente había inoculado en nuestros progenitores, venía li morir á los pies de la humilde doncella de Nazareth. Dios hada la paz con el hombre por medio de esas virtudes excelsas, tan raras, tan amadas y admiradas de todos. Madre pobre y obediente al mandato de la ley, va á la ciudad de su familia, y allí dá á luz al que es la Luz del mundo, y le reclina en la cuna de piedra desnuda que ha de fortalecer los lomos del gran batallador contra el mundo y sus vanidades. \ No deslumbran á Ma.lía los cánticos celestiales de aquella noche inmortal, ni la adoración de los pastores, ni el ho· menaje que la ciencia, la riqueza y el poder vienen, en la persona de los Reyes Magos, dcllejano Oriente, á tributarle al niño, que ella sabe que es hijo de Dios, que en él se como place el Padre y que será la delicia de los hombres. Marla en todas esas grandiosas y sencillas escenas, calla y repasa todas esas cosas en su corazón. Maestra de la discreción y de 1á prudencia, aparece enseñando desde el pesebre esas virtudes que forman la más bella flor de la corona de la mujer. Pero apenas ha gustado la incomparable delicia de Madre de Dios, cuando comienza el dardo acerado del dolor á herir la fibra más íntima de su corazón. Ese hijo cuyo resplandor refleja toda su luz sobre María, será sacrifi· cado por los hombres. Ella oye de boca del viejo Simeón, cuando sumisa cumple con su unigénito el mandato de la ley en el templo, la predicción de triunfos futuros del que ha de ser la salud de las naciones, y al mismo tiempo que su Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Á MARÍA. afma de madre será prensada por el dolor. Su fortaleza es igual á su modestia; ni el esplendor de la gloria la seduce, ni las sombras del dolor que á lo lejos se proyectan, la conmueven. Aunque su corazón comprende y se penetra de esas cosas que han de formar la historia de la humanidad y que han de atravesar por ella siempre con el mismo brillo y fuerza, ella calla y medita, dice el evangelista. ,•..... Depositaria del más grande tesoro y del más alto destino que á la humanidad se haya confiado por la Providencia, María, acostumbrada á vida tranquila en las frescas y risueñas montai'ias de Nazareth, toma con su casto esposo el camino del monótono y ardiente desierto pasa salvar al que es la salud de los hombres de la malicia y ferocidad de ellos. Ni la sed, ni el hambre, ni el frío, ni el calor, ni las tempestades que levantan oleadas de arena y que sepultan las caravanas, ni las fieras, arredran á la joven madre; ella emprende el mismo camino por el que sus antecesores vagaron durante cuarenta aflos, y fué á habitar á Egipto en donde aquéllos vivieron es. clavos. El libertador del pueblo Hebreo fué salvado de las aguas por una mujer. El nuevo libertador de ese pueblo y del mundo, tuvo el mismo destino, y ámbos habitaron á las orillas del célebre río que fertiliza esa tierra fecunda en ciencias, en monumentos los más duraderos y en hechos de resonanch permanen te. Ambos libertadores, Moisés y Jesucristo, peregrinaron por esas comarcas que fueron la cuna de la civilización de la tierra y donde comenzó la vida de nación del pueblo de Dios, con su legislación, su culto y sus costumbres, que sirvieron de molde al pueblo cristiano. La Historia y las doctrinas de Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Á. MARíA. 37 los libros Hebreos y la Historia y las enseiíanzas del Nuevo Testamento son los faros que dirigen el mundo, y como el Nilo, fecundan año por año, hace siglos, las sociedades y las naciones pan no dejarlos perecer jamás. La hija de Faraón y la descendiente de los Reyes de J udá tuvieron destinos semejantes, aunque infinitamente superior el de ésta, pues aquélla sirvió de instrumento inconsciente al plan divino, y ésta entró en él por la gracia divina que nunca perdió, y además por el estudio y contemplación de los libros y tradiciones de su nación. Vuelta á su patria, cuando el tirano había muerto, su personalidad se eclipsa-y el evangelio sólo nos la muestramadre solícita buscando á su hijo que en medio del movimiento de gente en una fiesta religiosa en Jerusalcm, á la cual asistían como piadosa familia, se había quedado en el templo manifestando á los doctores de la ley las primicias de su sabiduría, y recordando á sus padres que la misión que traía oí la tierra, era más elevada que la de vivir sumiso en el hogar. En éste vivió sometido á sus padres y á la ley del trabajo hasta la plenitud de la vida. La madre tuvo el consuelo de conservar1o á su lado hasta una edad en que en general los jóvenes han abandonado el nido materno y aun 10 han olvidado; y el hijo quiso mostrar por treinta aiios cómo se pueden gustar las dulzuras de la vida humana en su faz más simpática que es la de la familia al lado de la madre. Si los jóvones siguieran el ejemplo de Jesús conservándose en el hogar paterno sin disipar las fuerzas de la vida, hasta una edad en que la razón adquiere toda su plenitud, prolongarían la más pura dicha que el hombre puede gozar Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Á MAREA. sobre la tierra, y adquirirían fortaleza po para las luchas de la existencia. de espíritu y de cuer- Dios ha hecho del hogaT una escuela y un refugio. En él se aprenden las virtudes que sirven para sostener al hombre y á la sociedad: la obediencia, la tolerancia, la abnegación, la caridad, el trabajo, la piedad, la humildad, y ;i él recurrimos para suavizar las penas que el mundo nos inflije. Ese santuario debe conservarse inmaculado. En sus umbrales deben morir las pasiones y los odios. En su cielo no debe haber nubes que lo contristen. Sólo deben brillar en él las virtudes de esa familia modelo que Jesús quiso formar para enseñanza de los hombres y en la cual es la Madre la estrella de la esperanza y del amor. Aparece de nuevo María ya sin su esposo, alIado del demoledor de la sociedad antigua, en la que la carne, la soberbia y la avaricia habían sojuzgado y casi borrado del mundo la pureza, la humildad y el desprendimiento. No se presenta Jesús ante el enemigo, arrogante y agresivo, ni concitando á la revuelta, ni encarándose contra la autoridad. La primera escena de su vida pública en la que asocia á su madre, es una fiesta, la más alegre y conmovedora de la familia virtuosa: la del matrimonio de la hija. Jesús y su madre santifican con su presencia el lazo del amor cristiano, la base del hogar y de la sociedad que no es simple negocio y contrato humano, sino acto sagrado que instituyó Dios al principió y santificó el Hijo en la plenitud de los siglos. María compasiva pide á su hijo que reanime la alegría de la fiesta que decae, y consuele á la familia que sufre ante sus convidados por la falta del vino; y aunque las palabras Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Á MARÍA. 39 de Jesús parecen indiferentes y duras, ella conoce la bondad de corazón y el poder de aquél á quien ha invocado, y acon· seja que hagan lo que él ordene. Generosidad, confianza y humildad, virtudes que acompañaron á María desde el principio de su carrera", la harán brillar siempre con dulce luz en donde quiera que intervenga. Pero la abnegación y el sacrificio, virtudes heróicas cuyos. resplandores empezaron á asomar en Belén y en Egipto, mostraron su radiante disco en el drama de Jerusalem. María ha cuidado de la infancia de su perseguido hijo, lo ha conservado en el hogar como su modelo y su alegría, lo ha acompañado en su vida pública á la casa del amigo, del en· fermo, en la mesa de la familia, en la predicación tempestuosa qne arremolinaba nubes llenas de rayos sobre su cabeza; ella. no faltará en la altura sangrienta de la Cruz para recoger las últimas palabras de su hijo. No será quitada de allí jamás, porque la redención necesitaba al lado del moribundo Dios-hombre que con su palabra y con su ejemplo difunde por el universo la enseñanza del sacrificio de sí mismo, del amor, de la esperanza y de la fe, el corazón de una madre que hicieran más lijeros y penetrantes los rayos del amor divino en el corazón de 1a humanidad. Sin la madre, el hijo habría triunfado; pero los relámpagos del amor maternal tienen una fuerza irresistible y han llevado el cristia. nismo con alas más rápidas y han facilitado su introducción entre los hombres de todas las condiciones. El sabio y el ignorante, el rico y el pobre, el blanco, el negro y el indio tienen más ó menos sensible la fibra del amor materno, todos comprenden ese lenguaje, todos se conmueven con la contemplación de una madre amorosa, valiente y abnegada. Las grandes y simpáticas lecciones que comienzan en Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 1.. MARíA. Nazaret y acaban en el Calvario, tienen fuerza y luz poderosísimas para atraer y guiar á la humanidad en su peregrinación sobre la tierra, con más eficacia y suavidad que los millares de libros que se han escrito sobre moral y discursos que se han dicho. Es la enseñanza objetiva que de la familia dictó Dios con su humildad, su obediencia, su discreción, su prudencia, su abnegación, su sociabilidad, su dulzura, su sinceridad¡ su sencillez, su piedad, su amor, y por sobre todo, su sacrificio á la voluntad de Dios. María es el modelo de la hija, de la esposa y de la madre. Ella no fué conducida al Tabor para presenciar las glorias de la Trasfiguración, porque ella no las necesitaba para convencerse de la Divinidad de su hijo. Felices las jóvenes que se fijen desde sus tempranos años en esa figura, la más interesante y simpática del cristianismo después de la de Jesús, y procuren descubrir el secreto de la fuerza y de la grandeza de la mujer en las virtudes de esa humilde joven que desde su pobre casa de las montañas fué colocada en el punto más culminante de la historia y resplandece hoy en el cielo como faro de consuelo y de esperanza. Los pueblos que, apesar de ser cristianos, no se fijan en esa creación divina, ó no le eoi1ceden la importancia que ella merece, carecen de esa llama de dulce y vivificante calor que anima el hogar y suaviza las amarguras de la vida; y desconocen al mismo tiempo, el complemento de la obra de la regeneración cristiana, qne es la mujer fuerte, inseparable de toda obra de trascendencia, así como lo fué desde el principio del mundo cuando todas las cosas fueron hechas. La mujer es la escala que mide con exactitud la civilización y el progeso verdadero de las sociedades. De su abat~miento moral ó de su elevación, se puede deducir la degra- Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Á MARfA. 41 dación ó la altura de las naciones. Como es la partc más sensible del género humano, acusa con seguridad y pronto, el grado de educación de los pueblos. Es un error gravísimo no atender y cuidar con esmero ese elemento que forma la corona 6 el escarnio del hombre, que es el pregonero implacable de su miseria ó de su gloria, y que constituye la fuerza, el bllsamo y el aceite que impulsa, cura y suaviza el corazón del hombre. Colombia recibió la ensei\anza del cristianismo ilumina- da por la luz indeficiente de la pureza y del amor de la Virgen Madre, y esa luz ha formado centros á donde concurre la piedad filial á depositar las primicias del sentimiento cristiano, las penas de la vida, y las esperan~as de la desgracia. Cuántas conversiones verificadas á impulsos de la personificación del amor puro y del sacrificio, cuántos dolores profundos calmados por el suave aliento de la virtud encarnada en el sér más amable y simpático de la creación. Madre clemente, estrella polar en las tempestades de la vida 1 Nosotros marinos errantes y tus hijos, engendrados en los dolores del calvario, te suplicamos vuelvas tus dulces ojos hacia esta querida y desgraciada patria. Que tu casto corazón, tu fe, tu humildad, tu sabiduría y tu ardiente caridad nos enseiien á apartamos de los vicios degradantes, del hielo desolador de la indiferencia religiosa, de la arrogante y necia incredulidad, del cruel y ciego fanatismo, de la embrutecedora superstición, de la soberbia que vela el espíritu é impide todo progreso, del egoismo qnc mina la familia y la sociedad. Que la mujer colombiana aprenda en tí á ser fuerte para que sea la verdadera compañera del hombrc, la guía de sus hijos y el centro del hogar. Que el Gobierno de nuestro país se penetre de la nece· Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 42 Á MARíA. sidad que tenemos de elevar á la mujer por medio de una educación cristiana, séria y útil. En el tercer centenario que el pueblo celebra en tu santuario de Chiquinquirá, el más antiguo y popular de Colombia, te dirigimos una humilde y fervorosa plegaria: que al empezar el cuarto siglo de tu culto en nuestra patria, bajo esa ado vocación, le procures la paz, fundada en el verdadero conocimiento y práctica de las doctrinas <lel que te eligió por Madre. Bogotá, 15 de Noviembre de 1886. JULIÁN COCK BAYER. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia EL NOMBRE DE MARÍA. cono. I Clllí.ll dulce y melodioso El nombre de MariB 1 I Amada Madre mÍB 1 1 Cuán dulce y melodioso! i Cuán bello y delicioso 1 Su corazón el corazón más tierno j Su nombre el nombre de mayor cariño! Desde la cuna lo repite el niño, y al viejo alegra en su postrer invierno. Tu nombre sin rival 1oh Virgen santa! Al Ilombr(l siempre de Jesús unido, Regocija en el cielo al escogido y acá. en la tierra nuestra vida encanta. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 44 EL N01.ffiRE DE MARfA. Cuando el ambiente plácido embalsama y de rosas y leve enredadera Se corona la sien la primavera, Tu dulce nombre júbilo derrama. Cuando el suell0 mis párpados oprime, Tu nombre el labio con amor pronuncia, y á cada aurora con que el sol se anuncia Su santo sello en él tu nombre imprime. Si la barquilla el aquilón sacude, Si la arrebata al borde de la roca, A la madre rendido el hijo invoca y del hijo á la voz la madre acude. Del príncipe infernal la saña impía lOh cuántas veces mi virtud combate I Mas yo resisto su furioso embate El nombre repitiendo de María. Nombre bendito, cuando el labio yerto pueda ya, mi corazón te llame y como grito de victoria aclame Al saludar el venturoso puerto. No y allí, Señora, con Jesús te vea, Por ángeles y santos ensalzada, Bendecida por Dios y acariciada, y éste mi gozo para . 8iempre sea. JOSÉ TELllslrORO PAÚL, S. J. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia SONETO. Rasga la ciencia el azulado Ciclo, Mas luégo á lo infinito rauda asciende, Y, envuelta en dudas, su insaciable anhelo La llama de la fe en lo ignoto enciende. Se inclina entonces ante el amplio velo De las cosas que el mundo no comprende; Y hallando el alma sin aplomo el suelo Hácia vida de Dios tránsito emprende. De esa ascensión es ala victoriosaAun antes que la pira funerariaDe abnegación la fuerza milagrosa, Del éxtasis de amor la sed primaria, El arpa de David, que es voz radiosa, La escala de Jacob, que es la plegaria. R. N. Cartagena, 1886. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia LOS DOLORES DE LA SANTíSIMA VIRGEN. Stabat Mater doloro,a. I 11 Todo está consumado!" fué el acento Ultimo de Jesús, y la plegaria Tristísima y primera que di6 al viento, Como tórtola viuda y solitaria La MaMe del dolor, ¡ay! del sangriento Cadáver de su amor depositaria r y el eco melancólico y pausado Contestaba á lo lejos: Consumado! Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia LOS DOLORES DE LA SANTíSIMA VIRGEN 47 II " Todo está consumado! ", en su agonía La mirada fijando lacrimosa Sobre el Hijo, la Madre repetía; y en el fondo de antigua, pavorosa Tumba) quc á las dos víctimas servía De ara terriblemente misteriosa) Huesos inertes que culpables fueron) De esperanza y dolor se estremecieron! (1) III , "Padre mío, y de mi Hijo, Padre Eterno Que el corazón tcnéis tan dulce y bando, ¿ Así probáis mi corazón materno Su fibra más sensible desgarrando? ¡Aylla oblación de mi Hijo cuando tierno Anuncio fué de la que estoy mirando! Herida está mi alma, traspasada, ¡Seáis bendito, Señor!-con vuestra espada." IV Dice, y la ebúrnea, inmaculada frente Sobre el semblante escuálido y sombrío Del Salvador, rendida y blandamente Deja caer, baiíada en sudor frío, Al peso abrumador de lo que siente! Así el nardo cubierto de rocío Sobre su tallo inclínase, indefenso, De enfurecido noto al soplo intenso. (1) Los de Adán, que, según la tradición, estaba sepultado en el Calvario, en el mismo lugar donde colocaron lA cruz del Redentor. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 48 LOS DOLORES DE LA SANTíSIMA VIRGEN. v Luégo, cual suele el Sacerdote Sumo Grave, apartar el velo del santuario Para ofrecer como plegaria el humo Que sube en espiral del incensario; Tal, ya purpúreo con el rojo grumo De la sangre deífica, el sudario Levanta de Jesús la Virgen, y émula De la torcaz laméntase en voz trémula: VI ¿ " Así desnudo El que de azul el cielo Viste, y la tierra de esmeralda y flores? ¿ Tú, que de sombras á la !l0che velo Das, y á la aurora manto de fulgures, En tánta desnudez? ¡Ay! ni el consuelo Ha quedado á tu Madre, en sus dolores, De ver sobre tu cuerpo aquella única Que sus manos tejieron, pobre túnica. VII I La jugaron, oh Dios, y en mi presencia Los verd ugos ! ¡echáronla á la suerte! ¿ Dónde encontrar valor y resistencia Para tanto penar? ¡oh Padre fuerte Contra un ángel, Jacob l ¡Qué diferencia Entre los dos 1 Para llorar la muerte De José, su vestido os entregaron, Mientras á mí, ni aun eso me dejaron! Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia LOS DOLORES DE LA SANTíSIMA VIRGE~ 49 VIII Quizá la saña era también conmigo. Yo los perdono !...•..Que mi llanto ahora Te cubra en mi regazo, oh gran mendigo Del amor de los hombres 1 » Dice, y llora Del hombre el desamor; y al dulce abrigo De aquel rasgado pecho que atesora El corazón más tierno y generoso Acoge, sollozando, el rostro hermoso. Santamarta, 17 de Octubre de 1886. RAFAEL CELEDÓ:-;. 4 Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PRO Á LA SANTíSI~[A PAPA. VIRGEN DEL ROSARIO. SONETO. ¿ No le Vertido ¿ No os IA qué véis? ¿ No le oís? Su amargo llanto en cautiverio noche y día, mueve á compasión, dulce María? tardáis en libertarle tánto ! ¿ Por qué, si ya triunfasteis en Lepanto Del musulmán infiel, y la herejía En Francia aniquilasteis, no á la impía Secta, alejáis del Patrimonio Santo? ¿ En vano, arma de luz-Nuestro Rosario Que al mismo Infierno en su furor arredraSe esgrimirá en favor del Gran Vicario? Es tiempo ya (porque ya el mal remedio Parece no tener) de que la pudra De escándalo sin par, quitéis de en medio. Roma, S de Octubre de J 885. RAFAEL CELEDÓN. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia CANCION Á NUESTRA SERoRA DE LA MERCED. Gloria á tu nombre, puerta y delicia De la celeste Jerusalén! Madre divina de amor hermoso, Amable Virgen de la Merced! Gloria á tu nombre, Señora y Reina De tierra y ciclos, á cuyos piés La blanca luna, yel sol brillante y las estrellas son escabel! BIOLlOTF~" L CAT .h.I.CjGi\: .__.:,.i'jGO <)N Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 32 CANCIÓN Á ~UESTRA SEÑORA DE LA MERCED. En otros tiempos, el Sarraceno, Fiero enemigo de nuestra fe, Hizo al cristiano gemir cautivo En las mazmorras de Africa infiel j Mas tú, Sei'íora, tú, compasiva, Tú, amable Virgen de la Merced, Ya para siempre rompiste el cetro Del Agareno potente y cruel. Pero j ay, Setíoral que todavía Hay en quien muestres tu gran poder: IAy, que tus hijos otras cadenas, Y más pesadas llevan también! Tú ves, oh Madre, cuál nos opr.imen Nuestras maldades. Oh! tú lo ves! A estos cautivos también rescata, Oh amable Virgen de la Merced! J. MANUEL MARROQUíN. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia LOS SANTUARIOS. Del camino de la vida En los ID ucrtos arenales, De cuándo en cuándo aparece U na isla verde, un olsis. Cuando de sed y fatiga Desfallece el caminante, y de todo refrigerio La esperanza pierde casi, Alguna inocente nilÍa A correr el campo sale, y en símbolo ante sus ojos Esplende la Virgen Madre. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 54 LOS SANTUARIOS. La palmera al peregrino, y la estrella al navegante, Son una Consoladora Bajo distintas imágenes. Ya la nii'ia exploradora Ve la palma susurrante, Y á su pie el labio refresca En límpidos manantiales; Y á la caravana torna, Y anuncia el prodigio grande; Y acuden, y sobre todos Lluvia de consuelos cae. Del oasis del desierto, De sus místicos boscajes, i Qué apacibles los ruidos, y las sombras qué síiaves 1 ¡ Salve, refugio y amparo De la humanidad errante 1 i Salve, reina de los cielos I i Madre de los hombres, salve 1 M. A. CARO. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia A LA SANTÍSIMA VIRGEN. SO~ETO. i Oh madre del amor hermoso y santo! i Virgen, que sobre innúmeras estrellas, Vertiendo luz que se refleja en ellas, Reinas, déspués que conociste el llanto ! Del pecador, asido de tu manto, Acoge tú las férvidas querellas! i De mi torpe vivir las hondas huellas Borra, tú que de Dios obtienes tanto! j j Libre yo de cadenas y de abrojos, Torne á los horizontes de mi infancia, y á merecer tu maternal carilio ; y gozando la lumbre de tus ojos, y embriagado en tu mística fragancia, Perezca el hombre en mí, renazca el nirio ! :M. A. CARO. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA. ¡Fué como un sueliol ... EI Angel Terrible de la Muerte Junto al humilde lecho en que reposa La Virgen galilca Tímido pliega el ala, y un sopor misterioso Sobre sus ojos vierte. ¡Murió!. .. pero tan suave fué su muerte Como al caer del sol, el postrer rayo Silencioso y suave se resbala Sobre pcnsiles que en florece Mayo; Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA. 57 Como al cielo se eleva El bals<imico aroma Que el bosque hojoso de su seno exhala. y la Virgen se alza de repente, y la recibe nacarada nube Que desgarrando el eter esplendente Hacia el Empireo sosegada sube. ¡Subc, santa doncella, que no es digno Este de ti, no Patria mas destierro, Erial lleno de abrojos, Que en tu triste existencia Empapaste con llanto de tus ojos! ¡Sube á la eterna paz y al gozo eterno! ¡Levántate, apresúrate! el invierno Pasó, sc fué la lluvia; Las flores aparecen en el prado, y la \'oz de la tórtola se ha oído, Débil y gemebunda; N uevas auras rcvuelan olorosas, y nueva luz inunda Las bóvedas del ciclo espaciosas. ¿Quién es ésta que sube del Desierto Bella como la aurora refulgente? El modesto pudor sentó su trono Sobre su hermosa frente; Su corazón se incendia con la llama Del amor de su Dios y de su Cristo: Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 58 LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA. ----------.- --~------------Sus ojos son de tímida paloma Que miran con piedad al infc1ice; y al aire desparcidos sus cabellos, Que entre los velos flotan und ulando, De incienso y mirra exhalan grato aroma. Clava los ojos en la azul esfera Cual si el espacio devorar quisiera, y alza los brazos al profundo cielo Para volar más pronto allá do mora. El Sumo Bien, y allí apagar la ardiente Sed que el alma devora, y abismada en su amor, de amor muriendo, Cantar al fin el himno triunfadora. ¡Príncipes, y vosotros Abrid, abrid las puertas eternales Del Paraíso, que gozosa llega De la tierra la pobre peregrinal -¡Oh! ¿quién es ésta que embriagada en gozo A la dichosa Patria se encamina? -Es la Virgen y Madre, Hija del Hijo, y del Divino Espíritu la Esposa, La Estrella de la mar, la intacta rosa, Consuelo de los míseros mortales. ¡Sobre los quicios de oro voltilando Desplegaos, oh puertas eterna les, Que se acerca la Reina victoriosa! y hubo un silencio grande En la región del cielo Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 59 LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA. Cuando cayó de hinojos á la planta Del Hijo; Él la levanta, y ciliendo á su frente una corona, Emperatriz del cielo y de la tierra, Jurando por su diestra, la pregona. y luégo el canto de victoria suena En las celestes liras Que los espacios infinitos llena, y en la insondable inmensidad se pierde; y el vencido Satán rabioso muerde La secular cadena, y á llorar vuelve el llanto que es eterno, y á sus fieros rugidos Retiemblan las cavernas del infierno. JOSÉ JOAQuíN ORTIZ. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia A MARÍA. Cuando acallas los vientos y los mares, Cuando con regia pompa en los altares Miro el mundo á tus pies; Grito con entusiasmo y alegría: ((Nada tiene de extraño; ésa es María; y es reina esa mujer.]) Al verte resignada en el Calvario, O trocando en joyeles el sudario Que envuelve al pecador; Me postro reverente; hablar no puedo; y balbuce mi labio quedo, quedo: « Ésa es madre de Dios! •••••• ]) ENRIQUE Diciembre RESTREPO G. 8 de 1886. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia A MARtA. i Oh Madre de Jesús de Galilea ~ Tú hablas al coraz.6n y al pensamiento Del grave artista que en trabajo lento Calla, medita, se estremece y crea. Que en ti el místico artista se recrea, y á ritmo ó mármol, al soplar tu aliento, Da el eterno ideal del sentimiento y el sentimiento eterno de la idea! y al dejar el artista los enojos De esta vida infeliz, tras luchas tantas, Cuando entrega á la sombra sus despojos, Más aIlá de los astros lo levantas, y haces que el cielo se abra ante sus ojos Cuando se abre la tierra ante sus plantas. 1. RIVAS GROOT. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia AVE MARIS STELLA. (IDEA DE CHATEAUBRIAND). El so), que ya en las ondas sumergía El disco refulgente, En descenso veloz al par que grave, Inmenso, deslumbrante se ve[a Entre las tersas cuerdas de la nave. Ninguna sombra el horizonte empaña. Leve matiz de rosa Velas y obenques vagaroso baña, Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia A VE MARIS STELLA. y sólo alguna nube Parece, cautelosa, Volar viajera hacia región extraria. La Luna lenta á los espacios sube, y con ella, y el Sol, ya moribundo, Un triángulo formando, se levanta Tromba inmensa que el iris abrillanta, Cual soportal del cóncavo profundo. No ha visto del Eterno la grandeza Quien en el mar no ha visto, en Occidente Hundir el Sol la fúlgida cabeza' Oh , cuán abrumadora, Cuán vigorosa sien te La majestad de lo infinito el alma I Hay cn el quieto mar, que el iris dora, En el espacio, imagen del vacío, Una vislumbre de la eterna calma. j El mar potente, fragil el navío 1 El ánimo que flota En temor y esperanza; la cambiante Huella del casco; la desierta rota; La humillación universal delante De quien ellllar ensaña ó le domina; Dios, que sobre la faz del Oeeano Oye, al través de la extensión callada, y á recibir se inclina Entre las nubes, el acento humano, y alza la luna en la siniestra al cielo, y del ocaso en la profunda entrada El sol detiene con la diestra mano .•.... Todo al hombre confunde y anonada r Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia AVE MARIS STELLA. y luégo, cuando cárdenos fulgores Matizan el espacio, De la nocturna sombra precusosores, y cual sollozos últimos del día Rizan las ondas céfiros ligeros, Con aire de sin par melancolía Levantan la oración los marineros: ([Salve, Madre de Dios, Virgen Maria, Marts stclla ! l) Y al devoto acento Que, sorprendido, el viento Por la desierta inmensidad murmura, Ecos medrosos en redor responden, y los marinos monstruos con pavura En sus abism05 líquidos se esconden. La noche avanza y el peligro apura, Por doquiera la sombra se derrama, Empuja el viento la empinada vela, Sobrecogido el marinero exclama, ([Salve, Madre de Dios, Mart"s stella!lI JosÉ Bogotá, Diciembre JOAQuíN CASAS C. 4 de 1886. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia LA INMACULADA CONCEPCIÓN. (TRADUCIDOS DE PEDRO CORNEILLE). Hombre, quienquier tú seas, ve á Eva y á MARÍA, Y al comparar tu madre con la del Salvador Dí cuál por más amada del Hijo se gloría y cuál del Padre Eterno obtuvo más favor. Eva, no bien respira, en rebelión se inflama; MARíA, en obediencia es sin comparación: Por la una nos destierran, por la otra se nos llama; La una el mal nos trajo, la olra la curación, 5 Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 66 LA lNMACULADA CO~CEPCIÓN. Noche y borrascas Eva descarga en nuestra frente, MARÍA nos devuelve la claridad, la paz; Si aquélla cede, la otra quebranta á la serpiente y vuelca sus altares y su poder falaz. Eva su raza entera tiene al demonio nncida; MARíA rompe el yugo en que gemir la vió ; De aquélla viene muerte, de ésta sólo vida; La una el Infierno, la otra el Paraiso abrió I y sinembargo, aquélla que á inumerables seres Impone fuego eterno, nació sin corrupción; y cómo la Bendita de todas las mujeres Pudiera menos pura ser en su Concepción? Nó I Sean cuales fueren sectas, partidos, nombres, Tan degradante absurdo neguemos á una voz: Lo que de Dios obtuvo la madre de los hombres No osen rehusar los hombres, á la Madre de Dios. RAFAEL POMBO. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia EL CORAZÓN DE MARÍA. I Oh Corazón de l/1aría, Por Dios electo y~ bendito Para una santa alegría y beber luégo á porfía Cáliz de hiel infinito! Ningún placer igualó Al que sentiste al saber Que Dios mismo te escogió Por Madre del que Él envió N lIcstra coyunda á romper. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 68 EL CORAZÓN D1<:MARfA. Ni igualó ningún pesar A tantos que tú sufriste Cnando á Aquél que en un altar Debiera el mundo adorar, En cruz afrentosa viste. iOh Madre! ti nos enselias Que las dichas de este mundo Son f1<lgacesy pequeñas, y que á sus horas risueI1ias. Sigue un quebranto profundo. Que á los que quiere el Señor Depara angustias mayores. Pidele, oh Madre 1 en tu amor Que en la Fé nos dé valor Para vencer los dolores. y que apure en nuestro bien Nuestras congojas y afrenta, Permitiendo que también Sea la escala del Edén La cruz ~e nos atormenta. RAF AEL POMBO. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia LA INMACU LADA CONCEPCIÓN. Ab rotermo ordinata Bum Salomón, Prov Cap. 8 1\larfa peperH á aeculo Salvatorem S. JUAN CRIF.Ó8TOMO. Si Jesucristo es Dios, pura es María Desde la eternidad y en todo instante De su sér natural; y semejan te En esto al Dios que en sus entrañas cría; Porq ue si Cristo es Dios, Dios se gloria En ser Cristo también, y el tiempo andante Es para Él eternidad constante y Dios fué siempre lo que fué algún día. Luego fué siempre Cristo, concebido De su Madre eA cl seno eternamente, Allá, en el seno eterno de Sí mismo. Luego si hasta Marta osó atrevido El pecado llegar, forzosamente Llegó hasta Dios ••••• I Absurdo y ateísmo I RAF.\H. Po•.mo. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia AVE MARÍA. (EXPOSICIÓ.'lCONFIRMATIVA DELDOGMA.) AVE-en tí ufano el Cielo se enajena. MARÍA-mar que de infección exento Lavará el mundo; luz del firmamento Que al Abismo en su cólera encadena. LLENA DE GRACIA-pues que sólo llena, Culpa no cabe en tí ni detrimento. EL SEKORES CONTIGO-Y si un momento Es, siempre fu6, y al mal te guarda ajena. Por gracia del Señor ERES BENDITA Sola ENTRE TODAS-sola inmaculada, Que mancha Y bendición no se consienten. Desobediencia y presunción maldita Canceraron el mundo. Al Cielo agrada Que tu obediencia y humildad lo alienten. RAFAEL POMBO. , Estos dos sonetos fueron examinados y aprobados, como todo el librito" El 8 de Diciembre" de que h:v.:en parte, por el Illmo. Sr. Arzobispo Arbeláez en 28 de Noviembre de 1877; y S. S. Illma. Be dignó oocmlis conceder ochenta días de indulgencia por la lectura. meditada de cada composición. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia MARÍA MADRE (IMITArrÓ~ DE LA BELLEZA. DE MAYNARD), Madre de la Verdad y la Pureza, Madre de la Belleza, De la Belleza. eterna é increada, Es María, donde halla su modelo, En la tierra y el cielo, La belleza finita, la cread2, Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 72. MARíA MADRE DE LA BELLEZA. Una y otra belleza juntar pudo Dios en estrecho nudo, Cuando lIegó de redención el día; y ambas hallaron inmortal reflejo, Como en límpido espejo, En el cuerpo y el alma de María. El Salvador al mundo corrompido Su esplendor ha escondido, De irrisión coronando su cabeza j Mas el genio cristiano en cada espina Solícito adivina Tesoro inextingible de belleza. Cubre la Virgen con espeso manto Su cabeza; y con lIanto Los dulces ojos, que velar procura; Mas halla en cada lágrima vertida Inspiración y vida ' El arte, si bosqueja la hermosura. Dios, el hombre y el mundo, manantiales Do sacan sus raudales Toda belleza y toda poesía j Ella es madre de Dios, ffildre amorosa; y en esa unión dichosa María vive en Dios, Dios en María. La humanidad de Dios reside en ella, y es como el hombre bella, y tiene la belleza femenina. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia MARiA MADRE DE LA BELLEZA. 73 Virgen, esposa, inmaculada madre, No hallo nombre que cuadre A una hermosura tal, casi divina. Cuando un cuadro medit:} insigne Apeles, Ensaya sus pinceles, y ante el ensayo el mundo se extasía j La tierra, el sol, la luna, millaradas De estrellas, pinceladas Son del Artista que formó á María. Esclavo El hombre Culto á la y adiestre En el arte Que adora de la carne y del sentido, corrompido forma vil tribute sólo j con afán la torpe mano pagano á Venus y venera á Apolo. Mas quien lo bello en descubrir se empeile, La materia desdei\e, Pida á la Fe cristiana su modelo, Alce los ojos al eterno dfa, Al trono de María, y en esfera inmortal levante el vuelo. RICARDO CARRASQUILI.A. Bogotá de 1886. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia LA PATRONA DE AMÉRICA. (mEA DE DELAYIGNE). i Maris stella ! A Europa! á Europa! n_u Un poco de esperanza 1 Tres días más, y os doy un nuevo mundo! " Dice Colón mostrando en lontananza Del Occidente el drculo profundo. Sigue, y el primer día Ya se apagó, y el horizonte extiende Su ancho palio de azul j se confundía. El zatir de las ondas y el del cielo. y sigue, y sigue el pensador profundo, Fija la mente en su soñado mundo. H Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 7S LA PATRONA DE AM~:RICA. El piloto, apoyado tristemente Sobre la barra, escucha silencioso El mugir de las olas rumoroso, Fijos los ojos siempre en Occidente. Viene por fin la aurora y las espumas de Occano dora. _le Colón, ya asoma el día; y tú que ves? "_u La inmensidad vacía." Qué importa 1 ved tranquila su mirada; Sobre su inquieto corazón la mano Poned, y de su seno los latidos Contad, á cada instante comprimidos, Como las pulsaciones dE. Oceano Que hacen tremer la nave amedrentada. Comprenderéis su rudo sufrimiento; Cómo cada momento De aquellos es para su mente un siglo; y diréis: "A tal precio fuera cara Su gloria, aunque dos mundos conquistara I" Apag6se otro día; y entre tanto ¿ Qué hace Colón? Reposa, ya rendido De su agitado espíritu al quebranto. y la turba conspira . Ingratos 1 cómo! ¿ el colosal marino Tendrá por tumba el mar por do su genio A vuestra frágil nave abrió camino? ¿ Y mañana las olas despiadadas Su cuerpo legarán á las remotas Playas que adivinaron sus miradas? Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia LA PATRONA -- _.~-----------.... -- _ .....• _ .•....•• Dio: A~IÉRICA. -.~-""----~------- -- ... --- --"- ------~----. ¿ Irá á rodar sobre la arena fria El hombre á cuya gloria falta un día ? ••••• IO~CE DE OCTUBRE!..•... es éste ya el tercero De los días que el sabio navegante Pidió de plazo 1.....• El sol desde el distante Confín despide su fulgor postrero. I Cuán solemne la noche I las estrellas Bordan del cielo el trasparente manto y trazan en el mar brillantes huellas. La muda inmensidad infunde espanto En el alma ~ntranquila De la tripulación amedrentada; La mente de Colón incierta oscila Entre el temor, la fe, la mar, la nada .••... y es fama que los ojos Entonces alzó al cielo, y una plegaria murmuró ferviente A ti, MARÍA, á ti, del m.u Señora. y tú, cuando la aurora Tiñó en nácar y púrpura el Oriente, Descendiste en la luz de la madana, y al genovés mostraste el .virgen mundo Que del mar arrancó la FE CRISTIANA. ENRIQUE AL.vA~EZ. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia MARil\. Es tu nombre tan suave, Virgen pura, Como óleo derramado, como el néctar Que atesoran las flores en su seno. A tu nombre sonríe el infortunio, Porque él enjuga su copioso llanto y sus dolencias Cura y sacia su hambre. Eres hermosa más que erguida palma Que á orilIas de la fucnte alza su copa En que juegan las brisas susurrantes. Como lirio entre espinas, gallardeas Tú cntre la hijas de Judá graciosas. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 78 ;\IAHÍA. Son de paloma tus hermosos ojos, y tu cuello de cisne cuando híende Ondas azules en que cl sol chispea; y son tus labios entreabierta rosa Cuando brinda á los céfiros su néctar. ¿ Quién es ésta que asciende cual columna De humo de mirra, que regala el aura y perfuma los vientos?¿ Quién es ésta, Resplandeciente como aurora, y bella Como la luna, y como el sol radiante? ¿ Quién es ésta que vierte de sus ojos Rayos á cuya lumbre huye la noche? ... Eres pura; no hay mancha en tí, MARÍA, Pura más que el diamante en cuyo seno La luz se alberga y se desata en iris. Ante ti no hay pureza en la alba nube Do mira el sol su imagen fulgurosa. Tú afrentas á las aguas cristalinas Que se deslizan sobre lechos de oro. Eres más pura que el delirio vago Del niño cuando sueña con su madrc1 Que le mulló su delicado lecho y lo adurmió con dulces cantilenas. ENRIQUE •.\LVAREZ. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia A NUESTRA EN EL TERCER SEÑORA DE CHIQUINQU1RA. CENTENARIO DE SU RENOVACIÓS. Es un lugar tristísimo en que habitan Aborígenes rudos. En su cielo Espesas nieblas sin cesar gravitan, y selvas cubren por doquiera el suelo. Tal fué el que hace tres siglos vió el portento Que hoy conmemora la nación cristiana, De aquella imagen que con noble intento Hizo pintar Antonio de Santana, La que él guardaba con amor fervientt: En el mejor Jugar de su morada, y rota por la lluvia lentamente, Fué en un rincúll inmundo ~cpultada. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 80 Á NUI!STRA SEÑORA DE CHIQUlNQUlRJÍ. Después la encuentra con sorpresa un día María Ramos en él, mujer devota, y en la capilla que en el pueblo había Puso la imagen destellida y rota. y allí la Madre del Señor piadosa Ante una ciega renovarse quiso, A la que cura, apareciendo hermosa Al rayo de la luz del Paraíso. Hoyes un templo de grandiosa y bella Hechura, lo que fué pobre capilla De troncos sin labrar, y es hoy por Ella Lo que fué pueblo, populosa villa. Hoy van allí con ansiedad pidiendo, Consuelo el triste; el fugitivo, amparo; y salen, 10 que piden recibiendo De la que es Fuerza, y Esperanza y Faro. Gloria á Dios en la tierra y en el cielo Que á Madre tal desde lo eterno crea Del mísero mortal para consuelo; y la Madre también, bendita sea 1 U. C. B. Chiquinquirá, Octubre de 1886. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia A TI, OH MARÍA! Con toda mi alma, Con la fe más vi va, Arrancar quisiera De mi humilde lira, Magníficos cantos y notas no o!das; y haciendo con ellos Mi ofrenda algo digna Ponerla á tus plantas Oh I Virgen bendita. 6 Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 82 Á TI OH MARíA. Mas ya que no alcanzo, Que en vano suspira Mi numen oscuro Por voces divinas, Te doy lo que tengo: La nota que vibra En mi pecho siempre Con san ta armonía : Mi amor, que en tus aras Pondré de rodillas. En mar de pasiones, Sin rumbo ni guía, Mi espfritu lucha Cual frágil barquilla Que en revueltas olas Destrozada oscila. Más siempre á lo lejos Tu huella divisa Que nunca se oculta, Que nunca se olvida. Cansada mi mente De ignotas fatigas, Apagar ya deja Su hoguera que ardía y á mi frente arroja Sus blancas cenizas. Mas luégo que oye Tu nombre, se agita y al cielo levanta Su luz fugitiva. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Á Tr OH MARtA Aquí ante tu imagen Mi fe se reanima y aquella inocencia Pasada, se aspira; Aquí renaciente Mi esperanza finca; y aquí las tinieblas De mi suerte misma Con tu luz de aurora Pronto se disipan. Por eso en tu libro Do mezcladas brillan Mil ofrendas puras Con luz diamantina, Humilde coloco, Con mano bien tímida, Cual pobre violeta Ya casi marchita, De alabanza el himno Que te da mi lira. Más á esta violeta Que sola, escondida, Hallé entre mi senda De abrojos y espinas, Mi espíritu diólc Sus galas más ricas: Los suaves perfumes Del aura nativa, Lo poco de bueno Que queda en mi vida. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 8:¡. A TI OH MARÍA. Cuando en mi última hora Mi mirada fija Busque agonizante Tu imagen, María, Recuerda esta ofrenda De mi fe sencilla y en cambio, mostrando Tu dulce sonrisa, Recibe mi alma Oh 1 Virgen bendita! ADOLFO LEÓ:-< • GÓMEZ. Bogotá, Octubre de 1886. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia A NUESTRA EN EL TERCER SENORA DE CHIQUINQUIRÁ CENTENARIO DE SU RENOVACIÓN. Sobre el Ande se eleva La redentora Cruz; de ~cnqucteba Rodaron sobre el polvo los altares; Del cedro secular bajo el ramaje El misionero al rústico salvaje Enseña del Eterno los cantares. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 86 Á NUESTRA SEXORA DE CHIQUINQUIRÁ. Mas ay! el muisca oculto En las cavernas, el antiguo culto Rendía al Sol y á la argentada Luna, y áureas ofrendas en la noche umbrosa Arrojaba con mano temblorosa Al sereno cristal de la laguna. Mas tú, Madre divina, Más pura que la estrella matutina, Tú, á quien mi labio reverente nombra, A tu sagrada efigie desteñ.ida Diste ante un pueblo resplandor y vida, y del error se disipó la sombr~. Triste ciega de hinojos Postróse ante tus aras, y sus ojos Se abrieron á la luz; el moribundo, A quien la ciencia abandonó á su suerte, Pronunciando tu nombre, de la muerte Saltó del lecho y te cantó ante el mundo. Magnífico santuario La piedad en el campo solitario Alzó entre muelles de men udas hojas, y desde entonces de lejanas tierras Viene cruzando prados y altas sierras El que sufre, á contarte sus congojas. Ay I hubo un tiempo aciago En que la peste su mortal estrago Extendía implacable por doquiera. Sólo se oían resonar entonces Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Á NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ. 87 El fúnebre tal1ido de los bronces, Del huérfano la queja lastimera. Hasta tí los clamores Llegaron, y entre cánticos y flores Tu imagen las ciudades recorría. Huyó el contagio, cual la sombra oscura A la lumbre del astro que fulgura Tras la montalia al empezar el día. Tres siglos se han hundido Entre las simas del profundo olvido, y tu mística imagen resplandece Entre el incienso que hasta el ara sube, Como Véspero hermoso entre la nube Que al soplo de las brisas desparece. Tu nombre soberano Nadie ha invocado en su dolor en vano: Sobre mi triste corazón que espira Ante los golpes del destino rudo, De tu piedad el celestial escudo Pón, y en tu templo colgaré mi lira. RUPERTO Bogotá S. GÓMRZ ] 886. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia HIMNO Á LA SANTÍSIMA VIRGEN. CORO. Escucha, oh virgen pura, La súplica ferviente Del corazón doliente Que implora tu piedad. Alivia nuestras penas, Enjuga nuestro llanto, y acepta nuestro canto Con plácida bondad. Atiende nuestras súplicas, oh Virgen soberana, Asombro de los Cielos, portento de Jehová; Que llegue á tus oídos la débil voz humana, Que vuele al Firmamento donde tu trono está. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia HIM~O Á LA SANTíSI~IA VIRGE:-;. Tus dulces ojos vuelve, benigna protectora, Al valle de miserias, de lágrimas y afán, Donde se agita triste, donde suspira y llora La desdichada prole del infc1ice Adán. Tú siempre alimentaste del pobre la confianza, Calmaste del enfermo la angustia y el pesar; Tu fuiste para el huérfano la última esperanza, Para el marino fuiste la estrella de la mar. Tu nombre irá en las alas de los sonoros vientos, El aura susurrante tu gloria ens:llzará; Te cantarán las aves en mágicos acentos, Te alabará el arroyo que murmuraudo va. Tú mandas compasi~'a que el terremoto cese, Tú calmas los furores del rápido huracán; El piélago agitado tus leyes obedece y apagan sus incendios el rayo y el volcán. Los mundos infinitos donde el Eterno mora Bendita entre los séres sin fin te aclamarán: Bendita seas, oh Virgen, bendita seas, Señora, Los siglos y las gentes sin fin repetirán. Tus dulces ojos vuelve, benigna protectora, Al val1e de miserias de lágrimas y afán, Donde se agi la triste, donde suspira y llora La desdichada prole del infelice Adán. Cali. EUSTA9\;¡O PALACIOS. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia SALUS INFIRMORUM. Á LA VIRGEN DE CHIQU¡:-íQUIRÁ. 1 Postrado del dolor en la amargura, Más que del cuerpo, enfermo yo del alma, Meditaba en mi lecho, con pavura, Cómo encontrar pudiera alivio y calma; Mas de repente, como luz del cielo, Brilló á mis ojos un convite santo, Que releí con insaciable anhelo, Al través de las gotas de mi llanto; Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia SALUS INFIRMORml. 91 Un himno para tí, Santa Seiíora, La devoción de un pueblo me pedía, Aquel cuyo horizonte, como aurora, II uminastc en ven turoso día! La tercera centuria vá á contarse De ese prodigio de tu amor inmenso; y cada nuevo siglo irá á postrarse Ante tus aras, á ofrecerte incienso! Salté entonces del lecho, reverentc, Para pedirte mi salud, María, y fortaleza para alzar mi frente y unir mi voz á aquella melodía. y hoy lo cumplo, merced á tus favores, y vengo á saludarte con mi lira, La que olvidar me hicieron mis dolores y hoy de nuevo cn tu luz y amor se inspira! II Yo siempre te adoré! A tu pura beldad fué Antes que el corazón Del amor mundanal, Mi primer canto dirigido, el cicgo encanto me hubiera herido. EL l'OQU~ DE ORACIONES (1) conmovía Desde mi infancia, mi alma religiosa, U ngida en celestial mclancolía Al s6n del alba y en la tarde umbrosa. (1) Composición publicada por el autor en 18(5). Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia SALUS I~FIRMORUM. Canté del O's1te (1) en la región extraña El prodigio admirable de tus dones, y del Guditara (2) luégo, en la montaña A ofrendarte llegué mis oraciones; Del Guadalupe (3) en la escarpada cumbre Tu templo visité y allí de hinojos Dovorando los rayos de tu lumbre Se inundaron en lágrimas mis ojos j Del pecador Cuando, en Mis miradas y he salido, refugio (4) te he cantado medio de estéril extravío, al cielo he levantado á tu luz, de error sombrío. Yo siempre te adoré! Jamás mi mente Abrigo diera á la blasfemia impía; Siempre orgulloso proclamé ferviente Tu INMACULADA CO:\CEPCIÓ~, MARÍA 1 (5) III y hoy te invoco, SALUD de los que lloran En la tortura de fatal dolencia, y cuyo pecho mísero devoran Llagas del corazón y la conciencia 1 (1) b'l Cisne-Santuario en la provincia ecuatoriana de Laja. (2) Guáitara .•..... 8antuario de la Virgen de la Laja, cerca de Ipíaletl en el Cauca. (3) Gnadalupe-Composícíón publicada. en 1872. (4) IUfuflio de lo., pecadores-Publicada. en UDa colección de poeeíM religiosas en 18i2. (5) Inserta en otra colección de poesías religiosas. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia SALUS lNFIRMOIWM. 93 en Ven mi auxilio y tus prodigios muestra, A tu pobre devoto que te llama; Extiende sobre mí tu pura diestra y tu santa salud 'en mi derrama! Permíteme que humilde peregrino Flores vaya á regar en tu santuario, Reposo y paz buscando en mi camino, Como el ave en la cruz del campanario' Oye mi voto, accede placentera A mis ruegos, y alivia mis pesares; Protégeme, Seilora, y cuando muera, Duerma mi alma, al pie de tus altares. BENJAMf:-¡ Bogotá, Noviembre PEREYHA GAMBA. de 1886. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia FCEDERIS-ARCA. 1 Como el ave que vuela hacia su nido Cuando amenaza tempestad tonante, Tal as!, con mirada suplicante, Se eleva el hombre al cielo Si horrible desventura Repentina le llena de tortura. El ave abrigo busca Que le cobije en la intemperie brusca, y el hombre, en las borrascas de su alma Apetece solícito la calma. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia FaWERlS-ARCA. 95 Bajo su copa á reposar convida Al ave errante la gentil palmera, y en la cima del arbol de la vida Halla el hombre la patria bendecida Do reina el orden y la gracia impera. Por eso en este valle, De lágrimas camino y de dolores, Suspiramos gimiendo por el día En que la Madre pía Disipe nuestras penas y rompa del esclavo las cadenas. II Yo escucho como el ave, en torno mío El huracán bravío Rugir, haciendo estremecer la tierra; Miro blandir la espada sanguinosa, y su estrago esparcir la horrible guerra; El hambre airada al desdichado acosa; Las negras alas tiende, y á devastar la populosa villa Traidora peste rápida desciende; Y, reina de los míseros despojos, Sobre ceniza inerte, Placer mostrando en los siniestros ojos, Pone su trono la insaciable muerte. III Qué desastrosa escena La que áun el corazón de horror me llena I Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 96 F<EDERIS-ARCA. Aun oigo la explosión áun me parece Que al hórrido estallido Se encrespa el mar, la playa se estremece, Cruge el bajel, del huracán batido, y en vano la, miradas Algún objeto descubrir procuran Del humo entre las densas bocanadas . ........................... , , ¿ Qué fué de mis amigos? ¿ Quién entre escombros mi clamor escucha? Mudos están los cielos De aquella escena de dolor testigos. ¿ Por qué cual otros tántos en la lucha N o he perecido? •.¿ me sal vó el acaso? Oh, no! que yo en el pecho Viva la llama de la fe tenía, y á tí clamé, Señora, Madre de Cristo y abogada pía, Celeste Intercesora, y socorro del huérfano y del triste; y tú, movida á compasión, la barca Mía rota, volviste Al anhelado puerto do me asiste Tu augusta protección, F<EDERIS-ARCA 1 Bogotá, Noviembre de 1886. M. M. F. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia A MARIA. EL COLEGIO DEL ROSARIO, EN EL CENTENARIO CHIQUINQUIRÁ. DE LA VIRGEN DE ~ Dedicada al Señor Doctor Don Manuel Marfa Camargo. Reina de las estrellas y señora: La turba pecadora Humildemente ante tus piés rendida Con fervorosa súplica te aclama, y á ti, madre te llama Salvadora del náufrago en la vida. • Esta comp08ición vino junto con la carta siguiente Vicel'ectol' del Colegio de Nuestra Sellora del Rosario: del señor 7 Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia MARÍA. La luz del sol iluminó tu frente, Estrella que en Oriente Entre diáfanas nubes 'Centellea. Madre que abraza al pecador rendido y ampara al desvalido Es la madre de Dios! Bendita sea! Oye mi canto, escucha mi plegaria Humilde y solitaria Que á tí se eleva al espirar el día, Cuando en los pliegues del Ocaso envuelto El blondo manto suelto Cilie tus sienes, celestial María. Quién no te llama á tí? Quién no te nombra Cuado la oscura sombra Amedrenta los párpados hinchados, Cuando las densas y profundas nieblas Envuelven en tinieblas Los mundos, de fantasmas ya poblados? Seíior D. Joaquín Casas-Presente. 1IIiquerido amigo: Tengo el honor de enviar á U. una composición del joven Roberto Delgado en honor de Kuestra Seíiora. QueremoB el autor y yo que sea ella el homenaje del Colegio del Rosario en el Centenario del milagro de Chiquinquirá j en tal virtud por el conducto de U. nOBprometemos hacer llegar dicha composición á. manOBde 10Bseñores interesados. Con gusto me suscribo de U. afectisimo servidor y amigo, MANUEL M. CAMARGO, Pbro. Bogot(¡" ~oviembre de 1886. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia MARÍA. 99 Cuando el inmenso y lóbrego ropaje En torno del paisaje De la vasta creación ·impera solo, y la noche callada sus estrellas Luce eternas y bellas Que llenan la extensiÓn de polo á polo; Cuando asalta tenaz remordimiento y vaga el pensamiento Entre el sopor de la siniestra calma y arrastra la conciencia al delincuente Que la lucha presiente De dudas y tormentas en el alma. Cuántas veces buscando algún consuelo Vol ví la vista al cielo y ví resplandecer en lontananza Al tlavés de la bruma el sol preclaro, El luminoso faro De fe, de amor, de dicha y de esperanza I A tí piadosa el corazón se acoge, Mi súplica recoge Fuente de vida, manantial de amores; Deja que á tí el amor que me consume Suba como el perfume De las sil ves tres y lozanas flores. Los que transitan por el mundo errantes Cual pobres navegantes Que raudos vientos amenazan fieros, Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 100 MARfA. l N o van á tí buscando en tu mirada La antorcha dilatada Que salva á los perdidos marineros? y cuando lucha el corazón á solas Con las revueltas olas Del tormentoso mar de las pasiones, l Tu voz no acalla el huracán violento Si á tí su pensamiento Vuelven los hombres á implorar tus dones? El que se arrastra huérfano y mendigo, ¿ No busca en tí el abrigo Que le deniega el mundo? ¿En tu regazo El inocente nil10 que te implora N o encuentra, cuando llora Benigno beso y maternal abrazo? Todos vuelven á ti la vista ansiosa, ¿ Quién como tú piadosa, A quién desoyes su ferviente ruego? Haz que llegue hasta mí, Virgen bendita, Tu piedad infinita, Haz que me abrace en tu amoroso fuego. Tú, á quien la noche coronó de estrellas, Alfombra de tus huellas La mar bordó de inmensas arenillas, y azucenas y nardos y azahares y lirios y olivares Brotaron del Jordán á las orillas. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 101 MARfA Dios te escogió por Madre del consuelo. Desde el empíreo cielo Tiende á la tierra tu bendito manto, Desata las cadenas del que gime y con tu amor redime A los que lloran y padecen tánto l Débil mi voz á levantar no alcanza Un himno á tu alabanza, Torpe mi lengua permanece muda. 1Ay del que triste en tu bondad no fía ! 1Ay de esa turba impía Que de tus dones y promesas duda! No te ve, ni te escucha, ni te llama, Cuando otra te proclama Reina de las estrellas y seliora; Del viejo amparo, del desnudo abrigo, Pan del triste mendigo, De la prole de Adán co.redentora. En lágrimas bañadas las mejillas y puesta de rodillas Viste cubrir con manto funerario, La limpia faz del regio firmamento, y enmudecer el viento Sobre las agrias pelias del Sal vario. Oh ! cuán hermosa tÚ, Virgen divina 1 Por acerada espina Atravesado el corazón, y al cielo i)t..N·~UlJL 8!8UOl:.:- . " Ft""J3L1CA >"'')0 Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 102 MARÍA. Vueltos los ojos, que empaflaba cllloro, Desde el celeste coro Viste bajar el angel del consuelo. La luz del sol iluminó tu frente, Estrella que en Oriente Entre diáfanas nubes centellea, Madre que abraza al pecador rendido y ampara al desvalido Es la Madre de Dios. I Bendita sea! Bogotá, Octubre de 1886. ROBERTO DELGADO. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia MARÍA CORREDENTOI?A DE LA HU~IA~IDAIl. 1 Ved la regia mansión donde se asilan De la primera historia los colosos: Cuán alegres comparten y amorosos Las gracias que la mano Protectora de Dios les ha ofrecido En ese hogar, de las bellezas nido! Eva, la virgen compaliera hermosa Del hombre allí scrior y soberano, Como astro que fulgura De Adán absorbe la mirada pura. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 104 MARÍA. Oh pareja feliz! tranquilos gozan Del Edén los primores, é inocentes Alzan allí sus frentes Como N uncios de paz: la flor sencilla, Por obsequio á su rey, crece á la orilla Del plácido arroyuelo, y si el aire la toca en blando vuelo Despide suave aroma; Del terso mar dorando la ribera El sol su disco asoma, y dá verdor y encanto á la pradera Al dispersar la luz vivos colores En el aire y el agua, y en las flores . • •• Inquietas aves, de sonoro acento Pueblan el manso viento; y su gayo plumaje Torna bello, magnifico el paisaje . ••• En la noche, serena y sosegada Se levanta la luna, Que, por circo de estrellas rodeada, Como guardián del mundo se presenta y las tinieblas y el terror ahuyenta; Semeja ser la cuna De la esperanza: en el horrible caos Venid, exclama, y con mi luz salvaos. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia MARÍA. 1°5 Si los reyes descansan, toma empelio En respetar su suc110 La creación que enmudecer parece: En las hojas del bosque no hay ruido y quieta el ave calla entre su nido; Si despiertan, el alba resplandece, El cielo viste de color de grana, Besan las brisas el familIa alzado, y se nota en los seres gran cuidado Por demostrar su lujo en la mañana . ••• ••• • En ese hogar de sueños y ventura El alma se embelesa De sorpresa en sorpresa: Cuál los admira el vuelo de las aves, La inquietud bulliciosa del torrente, y esas blancas figuras como naves Que al cielo suben cspaciosamente 1 '" . • Si, cual son inocentes, llil10s fueran, Llevar su pie quisieran A la vecina cumbre de la loma, Por observar si acaso Allí, con sólo levantar el brazo El esmaltado pabellón se toma .•.... Se engañaran pensando que el rocío Son diamantes posadas en las flores, Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 106 MARÍA. y que debajo del cristal del río Hay otro ciclo azul y otros primores. ••'*' Oh ! que grato es vivir mientras del alma La inocencia fugaz yergne su palma; Pero esa dicha es cosa que no dura: Siempre llevó del niño la estatura. II Adán, Adán alerta !. que del mundo En que moras cual rey, puedes vasallo Ser mañana si yerras ! . Y contra tí tu prole dará un fallo Terrible, furibundo, y en impensado instante Verás perdida tu valiosa ciencia Si, manchado el cristal de tu conciencia, A tu esposa, turbada y vacilante, Rota ya su corona, envilecida, Lo amargo de la vida Le aceptas en la fruta del pecado Cuando diga: probad, yo la he probado . '*' • lit Oh ! Caíste también? gime con Ella ...•.• Ambos buscásteis azarosa estrella. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Á MARfA. 107 Vivid juntos desde hoy para el quebranto; Verted amargo llanto; Sea turbia la luz á vuestros ojos Al recoger del mundo sólo abrojos j Pero sabed que el Dios de la justicia Se apellida también Dios de Clemencia: Él arroja de sí lo que se vicia y acepta, por amor, la penitencia. nI Peeaite Adán Conoces tu delito? Induciendo á tu esposo, Eva, pecaste: Cuanto el ser ultrajado es 1'lljillito, Tan grallde es vuestra culpa . No hay expiación quc os baste Para curar la herida Que dado habéis al que os dotó de vida; y ese crimen, del alma no se borra Por más dolor que en vuestras venas corra. ¿ Qué será de una raza Engendrada en el mal ?-Será proscrita. ¿ y á quién culpar si por ventura grita? Oh jefes destronados, Herencia suya son vuestros pecados! Bien calculo cuán hondo sufrimiento Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 108 Á MARíA. Os ha dado este solo pensamiento; Yo vuestro mal deploro y cuando vertéis llanto también lloro ; Vuestro cambio es horrible, Espantoso, sin término, indecible: Hijos del Bien, mimados del Eterno, Hoy qué patria teneis ?-Un hondo averno • •• •• Cómo, Adán, tienes la presencia mustia Agachada la vista, corvo el cuello! .•.•.• ¿ Habrás por siempre de arrastrar tu sello Entre dolor y angustia? Nó, nó ¡ Si recta pones la mirada En .la esfera estrellada, Con asombro verás lo que acontece: Levanta ya, pues en el cielo hay fiesta: Ama el Señor sus obras; por el hombre Un espe~ial cariño manifiesta, Y, sabrás que á tu nombre EL MIS:\lOHIJO DE DIOS, en sacrificio A su Padre se ofrece por tu vicio. j Qué amor aquél, qué trama De tu sublime Redención el drama! •••• Empresa tal, parece un imposible A nuestra mente débil y falible: Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Á MARÍA. 1°9 Porque, cómo aceptar aquella ofrenda Que no tiene del malla horrible prenda? Anular fuera el orden, su equilibrio l..•... Fuera ponerse Dios como un ludibrio: El Verbo es inocente j el victimario Ha sido y es santuario De p~rfecta justicia j ¿ Qué le perdona pues, ni qué malicia Le puede perdonar al Inocente Que ha de bajar la frente y recibir aterrador castigo Para lavar el crimen soberano De quien manchó sus títulos de hermano y manchará sus títulos de amigo? '" •• Oh padre Adán I el brazo generoso Que redimirnos á los dos anhela, Un obstáculo halló grande, monstruoso, Para servimos ya de centinela ••••• En abismo sin fondo nos hallamos y á consumimos en su espacio vamos! ÉL no encuentra siquiera una disculpa Que minorar pudiera nuestra culpa. Pero es su amor tan vasto, que halló el medio Para poner i nuestro mal remedio: Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia IIO Á MARíA. Se propone juntar la carne humana Del pobre delincuente, A su sér inocente; y presentar su mérito infinito Unido á un corazón PItYO y eo/ttrito Que digno ya de recibir sentencia Hará luego Úzfinita penitencia . ••• Sólo empresa de un Dios pudo haber sido La que al hombre ha salvado y redimido. IV El Verbo tiene Padre, que es Dios mismo: Por l\fadre humana sólo pues urgía La hipostática unión; y el cristianismo Que de la Redención en el misterio Funda su noble-augusto ministerio, A tan magna mujer nombra María. Oh! qué canto es aquél, dulce y sonoro, Digno de ser pulsado en arpas de oro ! . En perfección el Hijo igual al Padre, Contagiarse no puede de mancilla: Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Á MAl~fA. !IX Necesarias le son para su Madre Pureza original y alma sencilla. N lInca selló decreto de igual rango La gracia del Eterno.- Y cual del fango Una gota se aparta y se depura, Cáva el mármol aquí y allá la roca, Hasta ponerse cristalina y pura Más que la nieve que á los cielos toca; Así la extirpe que engendrar debía A la madre de un Dios, brilla en pureza: De corazones firmes y seg uros Una cadena empieza: Sus eslabones, de virtud son muros Donde se estrella el corruptor insano Que de soberbio y rudo soberano Queda vasallo inerte Bajo la planta vigorosa y fuerte De una Virgen que doma su fiereza y le aplasta de un golpe la cabeza. Angel de paz !..•... Con tan excelso dotc Llegado habéis al mundo, que Os adora y Os proclama su GRA~ CORlmDExToRA: Haced que siempre de mi labio brote Confesión tan sublime; Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Á MARÍA. 112 Que si mi pecho gime Nunca dude, jamás, en su agonía, Que el consuelo del alma sois, María l.....• Chiquinquirá, 1886. MANUEL A. FA1ARDO. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRA. 1 Hace un siglo que en las costas De la tierra .Americana, Siempre gallardo, tremola El regio pcndón dc Esp:1I1a. De España, que prodigando Su fe, su lengua y su raza, A la par de sus dominios, Sus timbres de gloria ensancha; 8 Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 114 NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ. y que por Dios escogida Para muy nobles hazañas, y orgullosa de su nombre y conquistas de cristiana, Por dondequiera que lleva El esplendor de sus armas, Como señal de victoria, En alto la Cruzlevanta. Hacia el medio del feraz N uevo Reino de Granada, Como escondida, se extiende Una dichosa comarca En donde Dios sus riquezas Con gran profusión derrama, y es porque en ella, su Madre Tendrá escogida morada. N unca el huracán furioso Allí sus iras desata, Los arbolados nativos Desnudando de sus galas i N UIlca extremados calores Las frescas siembras arrasan, Ni los arroyos resecan, Ni tuestan las enramadas. Es tan templado aquel clima y propicio á la abundancia, Que el árbol que halaga el frío, y el que la esti vez halaga, En pocos palmos, al cielo Irguen la copa lozana, y sus racimos recuesta Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia NUESTRA SES'ORA DE CHIQUINQUIRÁ. 115 Sobre los sauces la parra .• Cuanto más quebrado el suelo, Más cautiva la mirada, Ni por igual esparciJa Está en las pelias la grama. Seca, rugosa la frente, Peñas y cerros levantan, En donde apenas las aves Pliegan las tímidas alas, Para lanzarse furlivas Sobre inseguras labranzas. Ah ! porque al pié de los cerros, y en las profundas quebradas, En donde el sol no calcina, Pero refrescan las aguas, Crece robusta la hierba, De amapolas esmaltada, y los maduros trigales Mueven j uganclo las auras, y acarician los oídos Blandos mnrmurio5 que exhalan, Al estrellarse en las guijas Mil espumosas cascadas, En cuyas vegas tranquilas Bosques de alisos enlazan Blancos de flores los gajos, Que en los raudales empapan; y pomposos chirimoyos Bajo sus frutos desmayan; y entre los huertos humean Dispersas, pobres cabañas Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 116 l\UESTRA SEÑORA DE CHIQUrNQUIRÁ. Cuyos patios y veredas Los granados enmarañan, y los cargados naranjos, y los pimientos y acacias. Oh! vosotros á quien rinde Lo largo de la jornada, Los que sentís revolverse Las tempestades del alma, Id allí, donde florecen Tan frescas como en la infancia, Al par de flores marchitas, Las marchitas esperanzas. En lo más fresco del valle Se ven las chozas de paja De un pobre pueblo que Sula Los aborígenes llaman, Donde ya tienen asiento Muchas familias de España. Al medio está la capilla, De rudos leños formada, En la frente el estandarte De la Redención humana. Siempre en las tardes tranquilas, Al clamor de la campana, Que balbucientcs aún Vuelven salvajes montaIias, Veréis allí concurrir Por las veredas cercanas, De españoles y de criollos Gran muchedumbre mezclada, y ante el tosco crucifijo Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia ?WESTRA SEÑORA DE CHIQUI~QUIRÁ. 117 Que, yerto, está sobre el ara, Todos postrarse, gi miendo De lo profundo del alma, La raza conq uistadora y la raza conquistada, Que en pos de Cristo, vencidos y vencedores se igualan. Mas como falte la efigie De la común abogada, De la Virgen en quien Dios Tomó \'estidura humana," Los buenos indios de Suta, Ya convertidos, reclaman Al devoto Encomendero Don Antonio de Santana. u y él á Tunja se dirige, En donue tiene vi vienda Don .Alfonso de K arvaez, Pintor; la manta le lIe\-a De algodón, para la imagen, Por los naturales hecha, y le dice :-« Don Alfonso, Que dibujéis con presteza La santa imagen; así La Gran Senara os proteja; y corno vos en cllicnzo Grabáis sus facciones beIlas, Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 118 NUESTRA SEÑORA DE CHlQUlNQUIRÁ. Ella en el Libro de Vida Grabar vuestro nombre quiera. Pintadla, bajos los ojos, En la frente la diadema, y entre los brazos, dormido El Salvador de la Tierra. Además, como la manta Más ancha que larga sea, Podéis, si bien os parece, Para que no sóbre tela, A San Andrés con la cruz Pintar á la mano izquierda, y al gran santo de mi nombre, San Antonio, á la derecha,) -4: Vos descuidad, Don Antonio,Don Alfonso le contestaInspíreme Dios; por mí, Yo tengo de dar me priesa.» Dijo verdad Don Alfonso, Porque en la pajiza iglesia, Pronto rezaron los indios Ante la imagen aquella. Sonaron, cuando llegó, Las campanas pregoneras, y hubo en la plaza y caminos Nunca vista concurrencia, y con las flores cogidas A orillas de las veredas, Para ponerle á las plantas Iban las indias á verla. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia NUESTRA SERoRA DE CHIQUINQUIRÁ. 119 III Los meses, ailos y lustros Pasan en curso veloz, y los influjos del tiempo, A que nada resistió, y los bravos aguaceros y la tierra y el calor, Han borrado los perfiles, Roto el sutil algodón, Que el cuadro no conocier:¡ Ni esforzándose el pintor. y viendo el cura de Suta, Fray Juan de Leguizamóll, Que es indigno el roto cuadro De la morada de Dios, Corre, del altar lo quita, y lo arroja en un rincón, Do el insecto ultraja aquello Que, con ser tan destructor, Para dejar un recuerdo, El tiempo no destruyó. Mas Don Antonio Santana Movido de compasión, Toma el haraposo cuadro Que él mismo pintar mandó, En donde apenas se notan Vagas líneas de color, y á dos indios se lo entrega, Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 120 NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRA. Indios vecinos los dos De un pobre pueblo fundado En hermosa posición, Donde es tan pobre, tan pobre La casa que tiene Dios, Que aquel desgarrado cuadro, Aquel podrido algodón, Será en la capilla adorno, A falta de otro mejor. IV De los indios tiene el pueblo Por nombre Chiquinquirá, En un valle tan hermoso Que no conoce rival. Ocho leguas más Ó menos Distante de Suta está, Pero es el clima distinto, Más bello el suelo y feraz. Es una extensa sabana Que no desnuda jamás De su frondosa verdura Ningún fiero temporal. Andan en ella esparcidas Con gallarda variedad Verdes colinas, redondas Cual los montones que alzar Acostumbra el campesino Cuando madura el-trigal. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia NUESTRA SEstORA DE CHIQUINQUIRÁ. 121 Por dos hileras de cerros El valle cercado está, Cuyas faldas cubre todas Un inmenso robledal. Surca lo plano del vallc, Ancho, diáfano raudal, Que la campestre retrata y la azul inmensidad, y que conmueve á Sll paso Blando, armonioso, fugaz, Sauces que á trcchos le asombran, Olas de pardo juncal. Viérais en esas ma11anas De frescura y claridad, De alguna de aquellas lomas Que empinan la frente más, La luz del sol reflejarse En el vivicnte cristal, Lagos que brillan ... se esconden ... y vuelven luego á brillar ... De donde tienden el vuelo Con aire de majestad Garzas que luégo á posarse Entre los juncales van I De alcaparro y madreselvas Viérais los bosques temblar Cuando se oculta en sus frescos Gajos, el aura fugaz I Hacia la falda de un cerro, Donde el campo es más igual, . Medio escondido está el pobre Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 122 NUESTRA SEÑORA DE CHIQUlNQUIRÁ. Pueblo de Chiquioquirá. No allí se agrupan cual aves En redor del palomar Los ranchos/ antes dispersos Entre les robles están. y más que todos, escueta Se eleva hacia la mitad La capilla, adonde apenas Van los indios del lugar, Que no tiene cura el pueblo Ni siquiera capellán, Ni hay en la capilla puerta, Ni una efigie en el altar, y entran los cerdos inmundos Con entera libertad, Por donde el piso parect: Repugnante muladar. Llevan los indios el cuadro Que el buen Santana les da, y allí sin ningún cuidado Lo cuelgan en el altar, De donde lo arranca el viento Con ruda ferocidad, y lo arrastra por los suelos Cubiertos de lodazal, Donde sufre luengos días La intemperie y la humedad. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia NUESTRA SERoRA DE CHIQUIXQUIRÁ. 123 v Allí se encuentra al presente Una espariola, María Ramos, que tiene de estarse En el pueblo algunos días Porque en él t.iene una parte De prosapia establecida. Su esposo, que desde tiempo En Nueva Granada habita. Donde siempre por ventura Halló fortuna propicia, Hízola venir, queriendo Tenerla en su compal1ía, Del patrio suelo Español Que triste pero sumisa Dejó, y esperando en cambio De su esposo las caricias. Mas, qué rudo desengaño Para la infeliz María Al ver tan cambiado al hombre Solo que quiso en la vida! El por quien ella su patria, Lo más caro, sacrifica, Paga con rudos desdenes A quien tanto amor debía. Ella con su pena á solas Pasa en oración los días, Bálsamo solo en la tierra Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 124 NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ. Que los pesares mitiga. y en lo apartado queriendo Pasar las horas tranquila, Una tarde se dirige A la desierta capilla, Donde con pena profunda, Vertiendo lágrimas vivas, En el lecho de los cerdos Halla un lienzo, y mira, y mira, Porque sospecha que en él La imagen de un santo había, y aunque por fin en el lienzo Nada de cierto descifra, U n marco forma de cat1as, Extiende el lienzo y lo fija, y con dos cuerdas de fique Tejidas por ella misma, Lo suspende, y ora, y luégo A su casa se retira. VI El mes que corre es Diciewbre, Tiempo glorioso y suave, Cuando los cielos serenos, Dulces pensamientos traen, y en apacibles suspiros Ánima triste se esparce, Porque el sol baña la tierra En templadas claridades, Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia NUESTRA Sg¡i!ORA DE CHIQUINQUIRÁ. 125 y entonces visten los campos Sus más pomposos ropajes, y del invierno repuestas Cruzan en tropas los aires, O entre las frondas entonan Nuevas endechas las aves. Es una tarde de aquellas Cuanto dichosas fugaces, En que tranquilo, luciente, El sol entre nubes cae. Sopla la brisa encrespando Centenarios robledales, y arrastrando en remolinos El humo de los hogares. Todo descansa, y apenas Tiemblan las ondas fugaccs, y no sentidas revuelan Las garzas por los juncales. Hay una choza, muy poco De la capilla distante, Donde se alberga una cicga, La india Isabel, como saben Nombrarla los moradores De los vecinos lugares. Quien por urgencia, un chicuelo Que la conduce, adelante, Sale de casa, cubierta Con el áspero chircate. Marcha miedoso el chicuelo, y apenas 105 labios abre Para hablar, cuando ve el techo Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 126 NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ. De la capilla inflamarse, y por la puerta y rendijas Rayos brotar deslumbrant€s. Mas al pasar por el frente, y al ver que del lienzo salen Rayos de luz, y que pende Sola en los aires la imagen, Grita advirtiendo á. la ciega: «Madre, mira 1 madre, madre, El lienzo arder que pusieron En el altar ayer tarde! :l> Mueve las torpes pupilas La ciega, los ojos abre A esa luz con que fulguran Las antorchas celestiales, y al punto lanzando gritos De entusiasmo, al suelo cae De rodillas, y contempla Con ansia viva la imagen Suelta en el aire, y bañada En celestes claridades. V ése en el fondo á María Con plenitud admirable, En las hermosas mejillas El color de los rosales, y en los brazos, que recata El manto azul undulante, Aquel Fruto que llevaron Sus entrañas virginales. A la diestra San Antonio, Que un libro en las manos trae, Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ. 127 y á la izquierda San Andrés Con su cruz, mira á su Madre. A los gritos de la ciega, De casa corriendo salen Hombres, mujeres y nirlos, Cuantos en la plaza caben; y al ver la buena María Ramos, prodigio tan grande, Al pié del cuadro se lanza, Donde largo rato yace, Con hondo fervor pidiendo El consuelo á sus pesares. Oh! si .pudieran contar Estos labios terrenales El estallido de ruegos En que las almas se expanden, Por alta luz inflamadas, En aquel sublime instante! Porq uc las almas creyentes Son cual cargados estanques, Donde se juntan y oprimen Todas las aguas de un cauce; Mas, cuando su propio peso Los diques rompe y abate, De nuevo tronando inundan Las riberas y la madre. Si del cuadro se atenúan Aquellos fulgentes haces, Cobran en cambio vigor Las facciones y ropajes, y cual crece la corteza Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 128 l\'UESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ. En los troncos seculares, Para cerrar las roturas La vieja manta renace. Cunde la voz del milagro Por las regiones distantes, y al humilde pueblo llegan En tropel, de todas partes, Huérfanos, pobres, enfermos, Esperando remediarse, y de esa abierta Piscina Todos restaurados salen. VII Prende contagio voraz En los lugares vecinos, Exterminando á su paso Las familias de los indios. y con ruegos los esposos, Las esposas con gemidos, A tan horrible desgracia Al Señor piden alivio. Pero así como el incendio Por los vientos impelido, El contagio se derrama Acreciendo el exterminio. Piden los indios se lleve Aquel lienzo del prodigio Por donde extiende la muerte Más airada sus dominios. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia NUESTRA SE~ORA DE CHIQU1~QUIRÁ. 129 El cura, que ya lo tiene El pueblo, compadecido, Resuelve sacar el cuadro y lo dice á sus vecincs. y es de ver cómo al mom~nto De comenzar el camino, Estos prorrumpen en llanto y penetrantes suspiros. « Ser10ra !-dicen á un tiempoTal vez seremos indignos De consen'ar de tu imagen El santo lienzo bendito, y vas buscando otra casa, y vas buscando otros hijos 1 » y es de ver cómo en los pueblos Los devotos campesinos, Cuando ven llegar la imagen Salen repitiendo á gritos: <í Oh Consuelo de los tnstes ! De los enfermos alivio .1 » y así también como el fuego Vanamente combatido Cede, bajando del cielo Aguacero repentino, As[ la peste al instante Cede al influjo divino, Por mediación de la Virgen Del Rosario, conseguido. 9 Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 130 NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUlRÁ. VIII Tres siglos se cumplen ya Desde que eligió su casa En aquel rincón oculto, La Virgen Madre sin mancha; Tres siglos que sin reposo, Los que sin consuelo vagan Van á buscar á ese templo El remedio á su desgracia j Tres siglos que 'desde el trono En donde el amor le\'anta El lienzo, descienden dones Cual por misteriosa escala. Hoy, donde estuvo el escueto Rancho de troncos y paja, Alza soberbia la frente La basílica cristiana. Oh salve, Virgen Bendita! Yo que nací por tu gracia, En ese suelo bendi to Que elegiste por morada; Yo que á tu sombra y amparo Ví deslizarse mi infancia, Yo que á tus piés aprendí Las fervorosas plegarias En que á su patria celeste Alma inocente se exhala, Yo te saludo, Seriora, Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia NUESTRA SEÑORA DE CHIQUlNQUlRÁ. 131 Yo que en ausencia tan larga, De los aúos al través, Y al través de la distancia, Tu dulcísimo recuerdo Llevo grabado en el alma, En el alma que has llenado De amor, de fe, de esperanza! C6mo pudiera olvidar A la que está vinculada Con los afectos m;ís tiernos Que en el corazón se arraigan I Por tí recuerdo esos días De inocencia y bienandanza, Las ternuras del hogar, Las caricias de la patria I Salud, vosotros también, Campos de eterna abundancia, Donde los restos sagrados De mis abuelos descansan! Oh! también á mis cenizas Dad la postrera morada, Pues gratos serán, también De la tumba en las entraiías, Murmurios de vuestro río, Suspiros de VlIestras auras I Bogotá, N oviem bre 3 de 1886. JOSÉ JOAQcfN CASAS C. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia A PLEGARIA MARÍA. Quia fcoít mihi magna qui potells esto 1 Madre augusta de Dios, corredentora De la raza de Adám, de gracias fuente De inextinguible y límpida corriente Do complacido huminase el SClior: Benigna oíd la férvida plegaria Con que ante vos rendida noche y día Sus pesares olvida el alma mía, Engolfando feliz en vuestro amor. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 134 PLEGARrA Á MARtA. II Yo siento que la muerte se me acerca A paso de gigante, recto y firme; É imposible será dejar de irme En sus brazos la vida á terminar I En los gemidos con que llora el mundo Cuando se pone el sol, los signos hallo Que me recuerdan el terrible fallo A que suprema ley me ha de obligar! III Cuántos amigos I ay! que en otros días Ufanábanse en ser de brazo fuerte, Yacen tiempo há segados por la muerte, Heno su cuerpo, despreciable y viII Y su memoria apenas queda escrita Con caratéres que borrar pudiera Soplo fugaz, y borrará severa La acci6n del tiempo en sucesión sutil I IV Cuando en cenit con majestad alumbra El sollos campos de horizonte inmenso, Encaminase rápido al descenso Que al Ocaso le lleva: ésta es su ley. Así también el hombre tiene Ocaso Aunque quizás en su ventura haya Superado la altura de Himalaya y descollado cual famoso rey. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PLEGARIA A MARÍA. 135 v Si esro los grandes son qué, los pequeños? -Seca hojarasca que al impulso leve Del aura vino á tierra y allí en breve Hizose frágil poI va .. " .. nada más 1 Ú ondas que esparce sobre mar de plata Hálito puro que sopló del cielo, y del ensanche al natural anhelo Ceden su plaza á las que van detrás. VI Mas, nada importa quc~n segar experta, La muerte siegue, si por suerte el grano, De labrador más alto excelsa mano Coge para su troje enriquecer; Si sólo queda aquí la paja inerte, y la rica sustancia en ella envuelta, l\listeriosa crisálida, ya suelta, Alzase altiva haeia el Supremo Sér! VII Cuando Israél por el desierto andu\'o, Oprimíale se.j ardiente en Mara, Do ingrato el suelo apenas le depara Aguas de amargo gusto al paladar; y Moisés al oír sus hondas quejas Clama al Sellar, quien con potente diestra U n misterioso lelio allí le muestra Que en dulce torna el agua del lugar. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PLEGARIA Á MARíA. VIII y abrevado Israél, escucha atento De Dios razones firmes y elocuentes, y avanza á Elím, do rinden doce fuentes Entre altivas palmeras su caudal. y allí acampado, cobra el cuerpo fuerzas y se solaza el ánimo abatido j y en este dulce esparcimiento habido Trueca el pasado y azaroso mal. IX Así también el hombre en su carrera Fatigase en andar; de polo á polo El mundo en su extensión ofrece sólo Amargura á la sed del corazón. Vasto desierto extiéndese á sus plantas, Do en ilusión tras de ilusión los alias Corren dando en cosecha desengaños Que abrumadores y funestos SOIl. x Cuán á menudo la amistad en odio, Interviniendo el interés, se hueca, En desdén el amor, en vana y hueca La esperanza que fué nuestra ansiedad 1 Cómo sucede ser miseria á veces La abundancia que oculta el egoísta, y las galas que fijan nuestra vista Sólo mostrar pobreza, vaciedad! Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PLEGARIA Á MARÍA. 137 XI No siempre cual parecen son las cosas En el mundo engañoso y fementido: Cuántos 1ay ! que scmcjan haber sido Consumados obreros del deber, Cedieron al estimulo menguado De violar con astucia extraño fuero, y entre apariencias nobles, golpe artero Asestaron, por mísero placer. XII No siempre es el Poder quien aquí impera Ni la Justicia quien scntencias dicta: A veces al delito es más adicta Que á la virtud, la pública opinión. Hay quien su industria en la mentira finque, Audaz cubriendo su designio injusto De la verdad bajo el ropaje augusto, Para torcer el curso á la razón! XIII Hay quien codicie la. ventura ajena y se complazca en destruirla aleve, y aunque ningún provecho en ello lleve, Tale al vecino próspera heredad. Otros hay que en hablar no tienen freno y se jactan de crímenes atroces ; Cuyas palabras dardos son veloces Que se lanzan á herir, por vanidad. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PLEGARIA! MARfA. XIV " Del Paraíso la semilla infausta Que sembró con astucia la serpiente, De soberbia 'infernal, de gente en gente Sigue extendiendo su funesto sér ; Y, como tierra de cultivo propia, Do de orgullo y malicia nunca falla El siempre malhadado fruto, halla Débil al hombre, ruín á la mujer 1 xv Mientras al necio brinda Dios holgura De conversión, por si quisiere enmienda A sus culpas buscar, quiere que encienda Su crisol la virtud; y en la intensión, A veces lenta, rigurosa á veces, Del fuego criminal que alumbra el necio, Halla el fuerte varón más noble precio Que ardiente aquilató tribulación I XVI El mundo es ancho estanque cuyas aguas Saturadas están de amargo duelo, Aunque á torrentes caiga en él del cielo Apacible y espléndida la luz. Al acercarlas el sediento labio Sabor de horrible hiel experimenta; Mas, como en Mara, endúlzanse si asienta Su pié en el fondo la cristiana cruz. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PLEGARIA Á MARÍA. 139 XVII El árbol de la cruz en alto lleva, Por el amor divino sazonado, El más opimo fruto y más preciado Que en la tierra y el cielo pudo h~ber! Hostia de redención, de paz, de gloria, Cuya invención maravillosa cupo Al Saber infinito que as[ supo La medida colmar de su poder; XVIII Ante la cual se maravilla el cielo y se prosterna el enemigo, mudo; Que inteligencia humana nunca pudo lmagi nar; que Illllcve de pa VOl' Al mundo; desbarata del pecado La coyunda infernal; é iza bandera De libertad, mostrando la ribera Que apetece el proscrito en su dolor. XIX Si una mujer, ungiendo con perfumes Los pies del Salvador, con sus cabellos Enjugándolos luégo, los destellos Se asimiló de gloria no mortal; Si otra mujer, tocando del vestido La orla bendita, cúrase al momento De pertinaz dolor que si n alien to En el lecho postrábala letal; Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PLEGARIA Á MARíA. xx Si á su voz que increpó la fuerza airada Del mar en tempestad, calm6 sumiso El arrebato con que el viento quiso Hacer la frágil barca zozobrar; Si al querer de su espíritu obedecen La luz, el viento, el mar, las aguas, todo; Si reside en su imperio eterno modo De elementos indómitos domar; XXI Si hasta la muerte y el pecado ceden Al poder que á sus ojos dan los cielos Cuando, orando con lágrimas, los velos Rasga en que el Padre oculta su esplendor, Yel pecador de la piscina, inerte, y el sepultado Lázaro á la vida, Cuando ya la esperanza está perdida, Vuelven sintiendo prístino vigor, XXII Es porque en él esconde el sér su causa; Es porque es Dios, y de su seno pende, Como del sol la irradiación que hiende El vasto espacio, toda la creación; Es que el amor en él tiene su foco Que entre las almas grato se derrama, Vivifican te, alumbradora llama Que extiende sobre el mundo su atracciónl Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PLEGARIA Á MARfA. XXIII Cuando, cargando las humanas culpas, Manso y humilde, fuése al sacrificio, Holocausto ofreciéndose propicio Al Padre, para al hombre rescatar, Y, estremecida de pavor la tierra, Eclipsados los astros, conmovido Cuanto en el cielo y en el mundo ha sido, Hostia sublime, dióse en tal altar, XXIV Hizo por cierto cuanto no pudieran La inteligencia angélica y la humana, En razón procediendo recta y sana, Con tesón lucubrando, concebir; Mas, el misterio exti~ndcse potente Aun más allá, y en su poder fecundo Brinda en herencia perdurable al mundo El dún de cruz que supo producir I XXV "Cuando en lo alto levantado fuere Todo á mi he de atraer": hé aquí el arcano, El sublime designio soberano, El sin ejemplo oráculo de amor! '{ cual el polo de atracción terrestre Fija púr ley la brújula- que enseiiJ. Rumbos al mar, así tambi~ll domelia Jesús del mundo el hórrido furor. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PLEGARIA Á MARíA. XXVI De la empinada cruz desciende humilde, y en el humano corazón santuario Forma, y él mismo dáse cual salario Que avigora y sustenta al hijo fiel. Depositado aIlí, germina pronto El poder de su gracia soberana, Que de sus llagas, cual de EIím, emana Abundante y más dulce que la miel. XXII Por misteriosas sendas eIla busca Paso al Verbo de Dios, eterno origen De 103 principios que los mundos rigen Que descifra la santa comunión: Es lazo suave que conciencias úne, Pentecóstes que apóstoles inspira, Luz del Concilio, espíritu que gira En torno de la grey, y en eIla unción; XXVIII Es firme temple de las almas fuertes, Heroísmo y vigor del misionero, De gloria celestial fiel mensajero, Eje en que rueda santa caridad; Casta paloma que á anunciamos viene La paz que reina en inmutable calma En la región do tiene propia el alma Su patria, del Señor en la ciudad. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PLEGARIA Á ),{A!ÚA. XXIX Por eso de la cruz al pié el pagano Cae rendido á discreción de hinojos, Y, bañados en lágrimas, los ojos Abre sin venda y ávidos de luz; y J<\ conciencia, y el saber, las letras Do puso el sabio de verdad las creces, y las artes que auméntalas á veces, Todo, en tributo, ofréndase la Cruz. xxx Y las Musas que son pregón y ritmo De la eterna belleza que fulgura Alrededor de la verdad, altura Tienen, si el vuelo emprenden al Señor; Si al llegar á sus piés las alas pliegan Como suelen 'os .íngeles hacerlo, Que abaten, mudos, la cabeza al verlo; Si en el raudal sin fin sacian su ardor. XXXI Quién á la pobre Musa mía aliento Diera, capaz de remontar el ala Hasta el Calvario do la l'.fadre elthala Quejas que el cielo gusta en recoger? Quién, de las gotas puras de rocío Con que barió la Aurora la mañana De la eterna y}eliz éra cristiana, U na, no más, pudiera merecer? Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PLEGARIA Á MARíA. XXXII No es tan bella la luna que en silencio Recorre lenta la enlutada esfera, De ultratumba apacible mensajera, Cuando el mundo parece muerto estar, Como María, allí do triste y muda, Cual espejo purísimo, refleja La luz de Cristo que morir semeja . Para siempre, el Calvario al trasmontar ! XXXIII Una luz, una lágrima, una queja Vuéstras, las prendas SOI1 á que yo aspiro Al exhalar el último suspiro y la ribera eterna ir á tocar, Vuestra luz mis tinieblas no consienta, Vuestra queja enamore el alma mía, y aliento, vuestra lágrima en la vía Eterna, haya de darme, hasta llegar. . XXXIV Yo la tumba no temo ni el sudario, Aunque sea cual hielo fuerte el frío, Con tal que vuestro amor materno y pío Haga á Jesús mi tumba visitar; y aunque esté ya mi sér marchito, atado De manos y de pies, nada me arredra, Si vos, Señora, levantáis la piedra y habla Jesús mandándome volar. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PLEGARIA Á. MARíA. 145 xxxv Ni las borrascas de lavida temo, Si cuando airadas mi barquilla hundan, Vueltos á vos los ojos, que en vos fundan Sus esperanzas, vos la hacéis salir; y á vuestro hijo, que atesora plena Potestad, vuestro amor suplica ticrno La horrible furia enfrene del infierno Que audaz quiere con él áun competir XXXVI De VOs fué aquí mi madre imagen viva, Que á amaras ense¡ióme con su ejemplo, Que la vuéstra llevó, como en un templo, Colocada en el alma por su amor. Vos la llamasteis y se fué dejando En mí, dulces recuerdos de ternura, Que asociando benignos la figura Vuéstra y la de ella, calman mi dolor. XXXVII Por ella debo á vuestros piés, Seiiora, Depositar mi férvida querella, Por mi madre que fué la dulce estrella Que encaminó mis pasos á Belén; Por la que supo en vos virtud y ciencia Hallar, por la que siendo vuestra hija Quiso que yo tuviese siempre fija La vista en vos, mi escudo y mi sostén. la Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia PLEGARIA Á !lIARÍA. XXXVIII La mujer que, cual ella, en vos confía y su modelo en vos poner decide, Feliz las horas de su vida mide Por obras sucesivas de virtud. Cuánto ennoblece á la mujer el sello De indefinible encanto que distingue Vuestra gracia y poder, que no se extingue Ni en el horror del mísero ataúd! XXXXI Sois de la gracia símbolo fecundo: Donde ponéis la vista vos, Señora, El bien eterno rápido colora Cual la luz, de Daguerre en el cristal. Esclava del Selior, casta y humilde, Nacisteis del pecado preservada; Vuestro seno, deífica morada Do el rayo fulminóse contra el mal. XL Volved los ojos dulce y compasiva Sobre mi patria que infeliz se anega En llanto de dolor, si loca entrega A guerra fraticida el porvenir; y renovad en mí y en mis hermanos De vuestro hijo la sagrada imagen, No á que el furor de las pasiones le ajen, Sino á homenaje puro irle á rendir. Bogotá, Noviembre 15 de 1886. JESÚS CASAS ROJAS, Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia HIMNO A MARÍA. I A Belén de muy lejos vinieron, Por estrella sublime guiados, y ante el nilio Jesús prosternados, Baltazar y Gaspar y Melchor, Ofreciéronle incienso con mirra y con oro, primer homenaje Que el poder del humano linaje, Inspirado, rindió al Redentor. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia HI~I~O Á MARiA. II y María, la madre amorosa, Observando el fervor de los Magos, Vió cumplidos felices presagos Que Gabriel una vez le anunció, Cuando, humilde, Ilamóse la esclava Del Seiíor, y ya el Verbo Divino, Que á humanarse en su seno aqui vino, En su seno sin mancha, vivió. III y el patriarca José fué testigo De esta escena primera de gloria Que los ecos hicieron notoria Del querube al sublime laúd. Cual aurora de un sol sin ocaso, Rayó asi del cristiano la lumbre Que más tarde, del Mória en la cumbre, Su esplendor propagó y su virtud. IV Yo también en taiier me complazco Con accn to scncillo mi lira, Entonando los cantos que inspira El amor á la cuna de Dios: Que en su obsequio la esfera cdeste y la tierra, loando á su dueño, Hoy rcvisten semblante risuelio y compiten cn galas las dos. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 149 HIM~O Á MARÍA. v lIoy los astros relucen más puros, y en los aires, cargados de aromas, Van cantando las dulces palomas A Belén, cual h oveja al redil; y bs fuentes deslizan sus aguas Entre abrigos de espuma y diamantes, Escoltadas por flores brillantes Que lujoso nos muestra el pensil. VI De los cielos y tierra yo escucho Los acentos de paz y alegría Con que ensalza. Natura á María, Por habernos traílla al SeClOr; y en concierto los junto y ofrezco, Reverente, á la rvratlre que, abiertas, N os dejó de los cielos las puertas Para ir á entonar su loor. Bogotá, Octubre '9 de 1886. JESl";S CASAS ROJAS. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia A LA VIRGEN DE CHIgUINQUIRA. (EN EL TERCER CENTE1\'ARlO DE LA RE;"OVACIÓ~ DE SU IMAGE1\') . Cómo podré, Seiiora, Un cántico arrancar á mi arpa muda En este alegre día En que el devoto pueulo lluC le Z\(hra En sonoroso coro le saluda? Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 1:2 Á LA VIRGEN DE CRIQUINQUIRÁ. Cómo cantarte yo, bardo ignorado, Cuando al nombrarte, el estro más ardiente Enmudece, vencido é impotente? Que el más sonoro ritmo Que á formular alcanza el labio humano Apenas puede de mortales séres Describir la beldad y el brillo vano; y tú, Madre de amor, no sólo eres La más bella de todas las mujeres, Sino que se refleja en tu hermosura De la Divinidad la lumbre pura. La ardiente Cantasía Que en remotas edades se fingía Un mundo de Deidades seductoras; Que poblaba las fuen tes, • y la serena margen de los ríos, y los bosques umbríos De mágicas visiones sonrIentes; Que del fondo del mar surgir hacía La voluptuosa Reina Citerea Amores esparciendo y alegría, N o pudo en sus poéticas ficciones Un sér formar cual tú, Virgen María: Que sólo amada de terrenos dones Concibió el Paganismo la belleza, y á tí un encanto indefinible anade La aureola sin par de tu pureza. Oh Fuente inextinguible de consuelo, Sin tí, qué hiciera el hombre En el valle de lágrimas y duelo? Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Á LA VIRGEN DE CHIQUI~QUIRÁ. 1 S3 Al inefable influjo de tu nombre Siente el triste mortal que se afianza En su alm:¡ adolorida la esperanza. y cómo no esperar, si en las alturas Imperas tú, María? Si eternamente asiste Cerca del Juez la Intercesora pía? Cuán bella te imagino Allá en los Cielos, de fulgor divino Alumbrado el beatífico semblante, Coronada de estrellas, y asentadas las plantas De la 1una en el disco fulgurante! y cuando del Eterno En la potente mano Brilla el rayo encendido Que á lanzar va sobre el linaje humano, Piadosa vuelas á calmar su encono; De tus ojos el brillo Oscurece del rayo los fulgores, Cálmase el fiero amago, El Eterno depone sus furores, y el irritado Arcángel del castigo Desaparece por el aire vago. Hacia mi amada Patria También tus ojos próvida \'01 viste y para serIe en b. desdicha escudo De tu mansiÚn excelsa descendiste. y tu devoto pueblo agradecido Do enantes era campo solitario Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 154 Á LA VIRGE~ DE CHIQUINQUIRÁ. Alzó en tu honor magnífico Santuario Do rinde de su amor rica presea, y en sus amargos días O en sus horas de dicha, á tí vocea. (1) En ese augusto templo De piedad dando memorable ejemplo, Inclinó reveren te El Redentor de América la frente; y de la fe en las alas Se elevó hasta las gradas de tu trono De aquellos labios la oración ferviente. y tal vez el recuerdo de ese día A su angustiada mente acudiría Cuando dolien te, á solas, Escuchando el murmullo de las olas El postrimer suspiro despedía; Tal vez esa plegaria Confortase su espíritu en el viaje Hacia la augusta Eternidad sombría! Oh 1 que conserve el cielo Eternamente en nuestro patrio suelo El templo que elevó piedad cristiana 1 Que eternamente á nuestro hogar dé sombra El madero bendi to Lábaro hermoso de la especie humana 1 Que devuelvan los ecos de los montes, y repita la lira del poeta (1) Alusión ni templo de Chic¡uinc¡uil'á, que Hegún opinión do los int~ligentes es una de las mejores construcciones de la República. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 155 Á LA VIRGEN DE CllIQUINQUIRÁ. y del labriego el apacible canto, De la Madre de Dios el nombre santo l Que esa cúpula que alza majestuosa A los cielos la frente Señoreando altiva la llanura, De la piedad ardiente Del colombiano pueblo Dé testimonio ante la Edad futura! 22 de Octubre de 1886. ANTONIO M. GÓMEZ RESTREPO. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia A MARÍA. (E~ EL CENTENARIO DI!: LA VIRGEN DE CHIQUI~QUIRÁ). Oh Virgen augusta ! tu gloria del mundo los ámbitos llena, Los ángeles cantan al pie de tu trono perenne loor, Los hombres te llaman salud del cnfermo, consuelo del triste, La casa de oro, la puerta del ciclo, la Madre de Dios; Tu faz á nosotros convierte que en densas tinieblas estamos, Aviva en nucstra alma, Seiiora, del bien b. fecunda pasión, Despliega tu manto y que cubra la vasta extensión de la tierra, y á ricos y á pobres y á sabios y á necios ampare tu amor. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Á MARÍA. Nosotros, enfermos de toda tristeza: y de todo pecado, Nosotros, viajeros sin tregua abrumados de mal y dolor, Que vamos, áoscuras,rodando en la turbia corriente del tiempo, Á tí suspiramos, oh Virgen; a placa la ira de Dios l Un pueblo reunido celebra hoy, gozoso, tu gratl centenario y todo él te invoca, rendido de hinojos al pié de tu altar; Escucha sus ruegos, alarga su vida, bendice sus obras y tódo Colombia disfrute yá, oh Virgen, del bien de la paz. ENRIQUE Bogotá, Noviembre W. FERNÁNDEZ. de 1886. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia A LA SANTÍSIMA a:TOTA PULCHRA VIRGEN MARÍA. ES MARÍA.» Pura más que la gota de rodo Del seno de las nubes desprendida, y que posada en la corola blanca De la azucena se estremece y brilla; Pura más que el aroma de las flores, Que cmbalsama las brisas matutinas, Más que el destello de la limpia luna, Que solitaria en los espacios gira; Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia J60 Á LA SANTÍSIMA VIRGEN MARíA. Pura, más pura sí, que el lampo níveo Que orla la frente del excelso Huila, Más que el brillante, rubicundo rayo Del almo sol en la mitad del día; Es la sin par, la incomparable Virgen, Concebida sin culpa, sin mancilla, Es la Madre de Dios, y Madre nuéstra, Es la Estrella del mar de nuestra vida. Cali. J UA~ ANTONIO SÁ.•.•CHEZ. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia A LA VIRGEN SONETO. Reina Soberana Ante tus Contrito MARíA (1) del mundo, madre del Eterno, y purísima María, plantas lleno de alegría, y humillado me prosterno. Desde tu trono tú con brazo tierno Bendíceme, oh Senara y madre mía, Muéstrarne á Aquél que lo;; espacios gura y prcsérvame, Virgen, del infierno. En este valIe de dolor y llanto El pecador al pronunciar tu santo Nombre de amor, consuelo y esperanza, Halla tu gracia, y firme y resignado Después de haber el piélago cruzado La palma celestial al fin alcanza. RUPERTO Bogotá, 26 de Noviembre - M. GÓMEZ RESTREPO. de 1886. (1) ElIte Soneto es obra de un niño de diez !luas. 11 Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia AVE MARÍA! "Volved, oh fe de mis primeros días! Traedme los recuerdos de mi cunal Sus sencillas y tiernas alegrías Quiero tornar á ver, una por unal De nuevo quiero oir las melodías De las gratas, ternísimas canciones Con que mi madre me obligaba al sueño; Quiero mirar de nuevo las visiones Que del cielo bajaban á mi mente En nubes vaporosas, En las que, cual inquietas mariposas Tras la luz revolando tenazmente, Coronaban mil ángeles con rosas Las sienes de la Virgen sonrIentel Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia AVE MARíA. Volved, volved, oh cándida inocencia! Oh hermosa flor de mi sencilla infancial Renovad el cristal de mi conciencia, En torno derramad vuestra fragancial Destruíd el caótico concierto Que forman en mi mente las tinieblas! Poblad aquel desierto j y en esa noche tétrica y sembrCa, En ese caos medroso, Verted haces de luz, haced el día, Para que pueda el labio fervoroso Digno ensalzar las glorias de MARÍA!" Hija del desconsuelo, Tal fué del alma la oración ferviente, y en retorno después baja del cielo Rayo de luz á acariciar mi mente. Oye me augusta Madre I Yo contemplo tu inmenso poderío: Se elevan catedrales á tu nombre, y con santo fervor te ruega el Hombre En medio de su dLlelo y de su hastío' Madre te llama como yo te llamo, La humanidad entera, y busca por doquiera De tu manto el reíugio poderoso, En donde encuentra el alma La santa dichJ, la perdida calma, La paz, la fe, y el celestial reposo 1 Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia AYE MARÍA. Por tí que me cobijas con tu manto, y á la Tierra dispensas tu cariño, La misma fe que me animó de niño, Hoy anima mi canto I Hoy cuando el Universo conmemora Tu grandeza, permíteme, Señora, Postrado te salude en tns altares Como Madre de Dios y Madre mCa, Como Madre del Hombre, Como Reina y augusta Soberana De Cielos y de Tierra, á cuyo nombre Que repite en concierto el Universo, Calla mi pobre y fugitivo verso, y ante tanta grandeza el alma mía Exclama con asombro: AVE MARÍA! 1ULIÁN PÁEZ M. Chiquinquirá, noviembre de 1886. Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia