Nota Aprender un Idioma Actuando las Palabras

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36 | sociedad
Clarin
JUEVES 10 de marzo de 2016
*Educación***Un enfoque que se usa cada vez más en las escuelas
Prueban que se aprende mejor un
idioma “actuando” las palabras
Es un método que
se basa en estudios
de neurociencias.
Demostraron que jugar
es mejor que memorizar.
Alfredo Dillon
adillon@clarin.com
Para incorporar la palabra jump,
los alumnos tendrán que saltar.
Para aprender qué significa run,
deberán correr. Si escuchan table,
probablemente se pongan en cuatro patas. Cat los invitará a maullar;
duck desatará graznidos. La expresión corporal, el baile, la música, el
teatro y el juego son ingredientes
cruciales de la clase de lengua extranjera, según un método pedagógico que se utiliza en cada vez más
escuelas, y que busca enseñar idiomas por medio del movimiento.
Se trata del Total Physical Response (TPR, “respuesta física total”),
que apunta a que los chicos incorporen vocabulario “actuando” las
palabras y representándolas con el
cuerpo. El método se basa en aportes de las neurociencias, y acaba de
ser avalado por una investigación
de los neurocientíficos argentinos
Adolfo M. García y Agustín Ibáñez,
cuyos resultados fueron publicados
en el último número de la prestigiosa revista internacional Cognition (ver Un hallazgo...).
La premisa es que en el cerebro
existe una relación íntima entre el
desarrollo del lenguaje y las actividades manuales y motrices. “Los
niños que más gesticulan en su infancia temprana desarrollan más
rápido las habilidades lingüísticas”,
ejemplifica Adolfo García, del Instituto de Neurociencia Cognitiva
y Traslacional, Conicet e INECO.
“Ejecutar” las palabras en vez de
memorizarlas o solo leerlas resulta
un método más eficaz para aprender, señalan los expertos.
Algunos especialistas sostienen
que este enfoque resulta útil no
solo para aprender un segundo
idioma, sino también para incorporar vocabulario en la lengua materna. “Según las neurociencias, la
mente humana está corporeizada:
aprendemos con el cuerpo. El vocabulario se incorpora por medio
de todos los sentidos”, plantea Ana
María Borzone, investigadora del
Conicet especialista en desarrollo
lingüístico y cognitivo.
La técnica de usar el cuerpo es
más frecuente en la clase de Inglés
–que suele recurrir a pedagogías
más actualizadas– que en la de Lengua. Como ejemplo, basta recordar
una canción que ya es un clásico
de varias generaciones: “Head and
Shoulders, Knees and Toes” (“cabeza y hombros, rodillas y dedos del
pie”), utilizada para enseñar a los
chicos las partes del cuerpo.
Poner el cuerpo. Chicos de primer grado de la escuela Master College de Belgrano, ayer en una clase de Inglés con el método TPR. J. M. FOGLIA
Los docentes consultados por
Clarín aseguran que “poner el
cuerpo” ayuda a incorporar mejor
un segundo idioma. “Si el chico está sentado en su banco repitiendo,
tarda más en aprender. El cuerpo
recuerda más”, asegura Andrea
Caillon, docente de la materia
Técnicas Teatrales en el Aula de
Inglés, en el Instituto Joaquín V.
González, donde enseña este enfoque a los futuros maestros. Andrea
también participa del programa Inglés en Acción, del ministerio de
Educación, en una escuela de recuperación y en el Hospital Militar.
“El alumno de hoy no puede estar sentado muchas horas. Necesita
movimiento para aprender”, cuenta Andrea, y asegura que estas técnicas “son muy útiles para chicos
con dificultades de aprendizaje”.
Para Daniel Stelluto, director
de Inglés en el colegio Master College de Belgrano, el método TPR
“favorece la concentración de los
alumnos desde temprana edad, al
incluir el movimiento y los cinco
sentidos”. A la vez, permite que
“las clases sean más dinámicas”.
Daniel señala que en su escuela
los docentes recurren a canciones,
rimas, cuentos dramatizados y
juegos, entre otras técnicas “activas”. Y asegura: “Así los alumnos
adquieren el inglés de la misma
manera que lo hacen los nativos:
a través de la escucha, la observación y la imitación”. Involucrar el
cuerpo también ayuda a los chicos
a superar ciertos obstáculos: “Se
fortalece la destreza oral y se dejan
de lado bloqueos comunicativos
(miedos, vergüenza, etcétera) a la
hora de aprender el idioma”. w
Nuevo estudio sobre el lenguaje y el cerebro
Opinan los docentes
Si el chico está sentado
repitiendo, tarda más
en aprender. El cuerpo
recuerda más.”
Neurocientíficos. Adolfo M. García y Agustín Ibáñez, de INECO.
Marta Andrea Caillon
Un hallazgo científico lo avala
Dos neurocientíficos argentinos
comprobaron que el lenguaje
depende de los circuitos motores del cerebro. El hallazgo surge
de un estudio de Adolfo M. García y Agustín Ibáñez, del Instituto de Neurociencia Cognitiva y
Traslacional, CONICET e INECO,
que acaba de publicarse en la
prestigiosa revista Cognition.
A partir de un experimento con
33 personas que debían escribir
una serie de verbos en un teclado de computadora, el estudio
encontró que dichos circuitos
contribuyen a procesar el significado de aquellas palabras que
denotan acciones corporales.
García e Ibáñez llegaron a esa
conclusión porque las personas
tardaban más en escribir los verbos de acción manual (como “coser”), que los verbos abstractos
(como “imaginar”). La razón: el primer tipo de palabras les planteaba
una doble exigencia a los circuitos
motores (tipear el verbo, pero
también procesar su significado).
El hallazgo contradice otro enfoque dominante: el generativista,
liderado por Chomsky, que sostiene que el sistema lingüístico es
“autónomo” y no depende de otros
circuitos cerebrales. “El lenguaje
no reside en una cajita autocontenida en el cerebro”, ilustró García.
Enseñar inglés por
medio de la acción
permite que las clases
sean más dinámicas.”
Daniel Stelluto
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