\ CAfíNAVAL DE 1917 ^O c é n - t i i mo s NÚM. 925. PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN TKiMRSTHE DBJaJWMDO (TBI:OI: ITÚMEBOB) España; a,f>0 pesetas. Portugal y Gibraltar: .t peHetas. Los demáa países: 4 peBetas. K t T l S T A SEMANAL [ L U S T H U I A ruüdidor; Manuel Alhama (WANESaSE) iNuncios FIDASE TARIFA REDACCIÓN, ADKINISTRACIÓN T TALLERES: Número suelto 20 céntinioa. IVrnT-fcin d e l o » K C e r o a , 0 5 - l ^ « . d . x l d APARTADO DE O O I E E O S 2 1 6 . IGDIl MIHRAL OATOillL TELEFONO AGENCIA 4.5.'¡9 DE SDSCRIPCifiN CENTA LIBRERÍA A. R O M O , ALCALÁ, 5 PENAGALLO PURGANTE _ I - • • • • - • » • am m- - • DEPURATIVA AntiariritlcQ K ^ . i-u i». de LOECHEs * • " * " * * * • * * • * * * ^^ AntinBrDBtlcfl (Pida lid. liDlellíi de una dosis) ppopietapio: uuis SRUI Maniera, 23, tiajo. Teléfono 11 -76 BEBED L.A.S nNnr^-v-AS "5r -ST^A. CÍILEBUBS lOiATAUl Recomendadas por las más grandes eminencias médicas contra las enfermedades del estoma-^ go é intestinos • . = Depósito central: BARQUILLO. 4 - M A D R I D I?,EGE¡TJ^S P a r a limpiar de víboras un campo no hay máa rjue soltar .&11 él linos cuantos -erizos. 'Este cuadrüpedo emprenda una persecnol6n encarnizada contra los reptiles die tal modo, que en poco tiemi^o no queda uno. *•• Cucharadas y puñados.—Pueden ser muy útilea las evaLuaclonea que vamos é. detallar, aunque claro ee que e61o soit aproximadas. Una cucharada d e agua del tamaño de laa d e café pued« calcularse que pesa 5 gramas. Una cucharada ordinaria, O sean cua'tro cucharadas de caíé, equivale & 20 gramos. Una cucharada de las de café llena de Jarabe aenclllo equivale á 6 grairaos, y una cucha- rada de sopa cotn el mismo líquido Aqulvalfi fi, 25 gramos. El peso del aceite que puede contener uQft cuchara de sopa es. por término .nvedlo, de 18 gramos. Oni puñada de trigo pesa de 70 ñ 80 gramos, uno de cebada 80 y uno de simiente de lino GO gramos. Para limpiar el mArmoI blanco oo basta el del agua sola, es (necesario sacarlo lustre de en cuando con un poco de petróleo y frotarlo paño suave, porque el cepillo, por auave que deslustra. empleo cuando con un sea, lo FUNDADOR: MANUEL ALHAMA AÑO XIZ (WANDERER) U SE FEEEEEO CE 1917 NÚK. 535 MADEID MEDIO SIGLO HA EL B ñ I L E DE PEDIJSiACELI bellos jardinesj donde uorrían muriauradoMB fueutes y brotaba entre peñas cubierttas de flores una artística y pintoresca cascada. El sitio en que ésta se encontraba, formaba una especie da dosel de guirnaldas y plantas trepadoras, al que se ibabía eon.venido en denominar " l a gruta de la sirena", p o r ser el disfraz de estos seres fabulosos el elegido por la duquesa Angela de MedinaceJi. daBia hermosa entre las muchas hermosas d a m a s q u e t'n y -sabios. IJOS ,preaquel tiempo t^on^ u t e s momentoB. taba nuestra ^^ "^ue U g-ente grandeza. '^^egi-e olvida por Uu cronista de ^i^oa días lo bola época deícrJh<! ^riblo de In situnasí aquel capri*^^ó Q interiíaciochoso disfraz, en ^'*'I> son á propóel que el arte s.e '^•0 para recoi-reunía á la rique"^i-aquella époen, za: i' íientro de ella, ''Formaban C'' ^n aeoiitocimieiilo c o r piño grandea ^^laeionado c o n escamas de pescaJieba casa y que do, bordadas de •^^é durante inehilos de oro, plia^^5 enteros asunto ta y seda de to^^ todas las condos colores. Ene r s a ciónos en •^lacir.,[i. íJos i-etraba en él hasta el cristal, y era íerimos al bnúie la alusión complep trajes con que ta. Había en todo ¡os duques de Memovimiento y vi«iiiaceli celebrada, y se adivinaron el Carnaval ba que aquellas ^el año ISGl. LA t i a U T A HE LA SJlH'.N'Ai K-N' EL UAILE DE MKÜJNACEI,! escamas c u brían Dilose aquel bai(De uu gi'alJi"!'* (le Ift épocn.) le ol corazón y eneti t?l soberbio PíOaeio que muebog de nu^estros lectores habrán co- volvían el mayor encanto de Ja sirena: mi talle donoso, como jamás se lia vist^ en toda Andailncía. Debajo U?^*^? todavía, y que ocupaba el sitio donde boy se de las escamas se extendía la falda, que parecía una djí^ 1 '^ '"oonte molo del PaJace Hot^l. Los salones campana de agua em que se agitaba la cola del monspalacio babíansQ conv-ertiido provisionalmente «n La casa ducal de Mediniaceli so dist.:ngiiió en todo '^feni.po por su nmor á lo bello y íi Jo bueno. Su ciitu^J_ssmo por las ¡grandes ümpresasj su protección deci7^da á las artes y ^ lüs citMieias, son para olla timbrea tan gloriosos »-'"^° s u s propios '^'lasones. S i d e süo no dieran, contmua muestra lof^ ^&tuaies d u que.s, "UBI aria rcconlar N tiompos en que ^08 « o ni b r os de ^í^ a b u G I o 6 se •''Gaeionaban eon 'iflmiraeióu entro .^Ptistas, literatos Alrededor del Mundo — 142 — t r u o dulciaiino y fascinador. EBI'OS- (jíibase ést-a á IJÍderecha ociiltáiidoec entre Jos pJi'egues de una red, que enccrra!ba peces que aleteíiban. m a r i s c o s que so movían, y estaba llena de algas, de cHi/inas, dí3 arena. Un ík'cd de marábus blancos y azulados eran el remate (le aquel fanad de agua del mar. Como la sirena no OOCÍQESA D E CASTAÑEDA Año XIX ' de hebrea, Concha PigTiialtelli de re¿na de las estre-i lias, y lo mismo entre ollas que entre ellos, hubo quienes se ipu&ieron de aL'nerdo para figurar personajes de! Quijote, formando alegz-e y artística comparsa qui? constituyó uno de I09 atractivos del baile. líeuniéronsc en tan memorabl'e fiesta, según consta en la prensa de entonces, aJrededor de nn millar de personas, que antes de separarse desfilaron por d magnífico comedor del pollacio, donde los duques habían hecho servir una espléndid-a cena*, cuyos platos, inertes oran el faisÚJi y la cabeza de jabalí procedentes de los cotos ducales, gozándose á los postres de las variad'ais y deliciosas frutas de todas las regiones de E.spaña, producto cgualmente de las fincas qu* en todas ellas rnprí^sentan tan noble casa. De aquel baile, artístico certamen en que toda líi aristocracia espaíola compiti<5 en lujo y en ingenio, quedó por lajgo tiempo inípsrecedero recuerdo, á pesar de ser época aquella en que In» liestas de este gónero estaban muj tu boga. En el mismo carnaval d* 13G1 se dio otra en el palacio d5 l'^erjián-Xúñez, á la que eoneurr:» Igualmente lo miás selecto de nues' tra grandeza, y además hubo otros .saraos carnavalescos más demoern' lieos, ó poT lo menos de más fácil, acceso para los simples ];Tortale6>' poro á loa que no se desdeñaron de •iisistir, al amparo del disfraz, mU' crhos linajudos personajes de ambos «exos. Un gr¡in baile benéfico, á toJo lujo, cerró aquel año el prograio* de las fiestas .elegantes, á las q"* tanta afición liabía en Madrid de^d* el famoso baile de máscaras eelebrn' do en ol propio palacio real al a"" siguiente de contraer matrimonio '"• tiene pies, Jos pies de la duquesa estaban convertidos en una porción de agua salpicada de perlas; tal representaban las botitas que aprisionaban sus (pies." Pocos días antes de celebrarse el baile, y cuando ya en todas las manainnes aristocráticas ee preparaban los disfraces, corrió Ja voz d-e q'ic la duquesa iba á pr&sentarse vestida de '"hielo", con un traje en. el que figurarían lai nieve, la escarcha, l.is hojas secas; pero los que tal dijemn estaban sin duda mal informaclo-s, pues el disfraz de "invierno" lo llevó realmente la hermana de la duquesa, la hermosa Carmen, marquesa de Vúllaseca, Consistía este Iraje, en CONDE í E XIQXJENA efecto, en un raanto de abrigo, una falda ornada de hojas marchitas, troneos calciniadog. hierbas aecas y pájaros mnertos,_ reina Isabel I I . entre cuyo triste conjunto brillaba una roja llama, y Entonces nuestra un velo de gasa sjoabrado de copos de nieve, simula- aristocracia sabía dos admirablenionte por §-ran cantidad de pequeños divertirse. Eran los mamibús. tiempos de los céLEI duque de Medinacoli so present-íj vestido de du- lebres "chocolates" que de Feria, siguiendo exactamente IDR detalles del de los duques de retrato pintado por VeJAzquez, y llevando el elegante Femán-Núflez, en traje de la época de Feliipe I V con aquella gallardía realidad suntuosos que siempre distinguió al noblo procer. También ele- saraos que duraban gieron disfraces "de ¿poca" el duque do Fernán Nú- hasta las primeras ñez y el conde de Xiquena, y hubo igualmente niuclias horas de la ranñailustres y IJellas damas quo vistieron los trajes, ya na. y de los bailes de sua antepasadas, ya do célebres figuras 'histéricas, infantiles de l o s como lo hizo la marqnísa de Javalquinto •ú presen- Osma y los Weistarse en tpage de María Estuardo. Menudearon, no weiller. Todo aqueobstante, Jos disfraces de capricho. La duquesa do llo duró hasta la Fernandina iba vestida de Diana, Mariana Monistrol revolución. Duran- DUQUEBA DE F E R N A N - N Ú R E Z Alroiledor ilel Mundo lo la repúbliea y el breve reinado de Ama<leo perdieron nuestros carnavales su lustre aristocrático pnra no volverlo á recobrar bnstn qiiG ocupó el trono Alfonso XIT, enya t e m p r a n a muerte trajo oonsijío Un n u e v o y por ailiora definitivo eclipse de aquellas fiestas. La última de verdadera importanuin filó la que en el carnaval lis 1884 dieron los duques de FeruáuNúílez, á la que jisistieron las reales personas, yendo disfrazada Da-lUIUlUliSA DE PIÍRALES ña Jíaría Cristina ^e dama del si^lo X V I I I . Despnós, cuanto en este genero de diversioaea se Jia intentado, no lia resultado sino pálido reflejo de .aquellas brillantes mastiaradas. DAHÓN DE UEXIFAYÓ J 9 de Febrero de í 0 1 7 — 143 — IJUlfUiiSA ¡>K ÜAILÉN En la Biblioteca de Oxíord (Inglaten-a) se couserJ'fl- una Biblia manuscrita en pergamino tan sutil que ^^fía sus páginas, enrolladas, caben holgadamente" ^^atro de una cascara de nuez de regular tamaño. ^^a m-na de plata de Comstock. en América, está No son los tiempos que eorreraoK los Tuás propicios para el r e s u r pimiento de tales diversiones; pero di? desear s e r í a que cuantío la pa;: torne á librar al mundo de tantas pr»^'ocupaciones como h o y l e .agobian, apareciesen de nuevo entre nosotros aquellos baiics aristucráticos, con los que, si la alfa sociedad se divierte. gana el eomereio y sale beneficiado el arte. Que por algo Oran en otro tienipo a p J a u didas y admiradas por toItARqUIJSA DE BOGAItAYA dos, y por todos tan Inipacienfceiueuts esperadas, las fiestas que nuestros ^'rauídes organizaban, y entre Jas cuales pocaíj liicierou tanto raido como Ja que en su palacio dieron los dinjucs de Medinaceli. CONDESA DF eoUtFANI DDQDE DE PEnNjtN-KÚSK á 820 metros de profundidad. Kn las galerías bajas los hombrea no piLcden trabajar más do diez á qnince minutos seguidos, porque hace un calor sofocante. Se lia tratado inuehas veces de mitigar esta temperairura; pero no ha sido iposible. El faielo »e deshace antes de llegar al fondi de la mina. Alrodcdur ilol Mumlo. — 144 Año XIX EL CARNAVAL, FIESTA UNIVERSAL Por üü. proxiniidu'ii á la IiKÜa, el euUo de Momo í) do la licencia se propagó fáeilmeníe entre los pueblos del extremo Oríeiijte y do las reífioiica de 'la. Indo-C'hiruij como Birmania, Siam, ol Moj^ol y otros eien. Los chinos conservan todavía el Carnava.1, poco más ó monos lo mismo que ÍIÍIOÍ treiiita siglos, eonstituyoado una fiesta simbólica en honor de la agriculturaLos campesinos fabxncan para esta solomnidad, en cada población, una vaca de tierra cocida, de proporfliones monstruosas, qni3 es pascada solemne-mente por la eampifiaj rodeada de alegre iuul|titud de gente y seguida de im mnohachoj que figura aguijonearla con ujija vara. Los mandarines, acompañados de músiooü y soldados^ se incorporan al «ortejo, y así la proeesióa liaee en entrada triunfal «n la ciudad ó el pueblo, cuyas calles están adornadas de arcos de triunfo; enramadas y guirnaldas de flores, mientras que todas las casas aiparecen, espléndidamünte iluminadas co-n vasos de colores y liuLernas. La comitiva, eseoltacla por comparsas de histriones y ináscaras, y lanzando gritos de júbilo y equívocos picantes, se dirige á la residencia del primer mandarín, ante la cual despojan de todos sus adornos á la vaca simbólica, y luego laj^iaoen pedazos, eacando de su interior graii número de figurillas^ que representan otras dantas vacas, y que son distribuidas entre loa concurrentes. Músicas y alegres cánticos acompañan esta ceremonia, íi la que pon-e término el mandarín pronunciando un encomiástico discurso en honor de la Agricultura y los agricultores, á los que estim'ula á que cnll¿ven con fervor este arte y contribuyan aisí á la prosperidad de la patria y al engraneimiento del Hijo del cielo, su emperador, ídolo y señor absoluto. Quip no fueron desconocidos el Carnaval y las máscaras para el anlliguo pueblo de Israel desde muy remolos tiempos, ¡nadie que conozca la Biblia y las leyes mosaicas lo ignorará. En efecto, Moisés hubo de prohibir terminantemente la costumbre de los disfraces, y fen el Díjutcronomiio se lee un preco,pto que anatema™ tizas que los hombres se vistan de mujeres y las mujeres de liomhresy por ser altamente desagradable al Señor aquel abuso. •Es tal la fuerza de la costumbre y la tiranía de la tradición, que la fiesta del Carnaval ha penotrarlo basta en las regiones circumpolares y i&ntre ios tribiia salvajes de la América. 'Los pueblos de la« regiones árticas celebran el Carnaval con mascjaradas, excesos, festines y borracheras, produc¡éndúSi8 frecuentemente por causa do ello pendencias ruidosas, que acaban en sangrientas colisiones. Los oakas, ,tri1iu numerosa que habita cerpa del os~ trociho de Cross, en la América, celebran anualmente lina üesta profana^ que consiste principalmente en bailes y simulacros de combates, á los que asisten ft-odos armadas de áreos y flechas, groseramente disfrazados y enmascarados, representando, unos, osos; otros, ciervos; otros. chacaJes y pájaros. En medio d.c la gritería general laa comparsas ejecutan danzas salvajes y pantomimas de un realismo capaz de hacer enrojecer al hombre mág depravado. En el Canadá hay tamibién muchas tribus que celebran el carnaval rcuniéndoBC en grupos, espantosamente desfigurados y tiznados los rostros. Las mujeres toman parte en el festival,, muchas completamente desnudas, otras cubiertas de hojas de plantas, con el cabello en desorden saltando y gritando como fuera díj sí. Las turbulencias 3' metamorfosis producidas eu los pueblos Guropct^ |x»r la iavasiún de los bárbaros, y luego por el advenimiento del feudalismo, dieron nueva expansión á los abuso^ y el Carnaval concluyó por tomar carta de naturaleza en las cx)sturabres. LoG excesos, desórdenes y locuras de las antiguas saturnales y bacanales d.e Roma, aunque cOn otro carácter, asomaron de nuevo su cabeza en las ciudades y en los campos; y ya en tiempo de Carlos VI de Francia presentóse eu ta misma corle nna gran m;iscarada compuesta de comparsas, disfra^-ados de auijnalts unos, y otros d,e salvaje^s, á cuyo efoeto iba» cubiertos de pieles y estopas, imitando ios auimal-i^ que querían rciiresentar;. Este aspecláeulo agn-ad''' mucho al rey, <:|ue se mesicló icutrc las compai'sas. y >^ ItL cabeza ^le ellas penetró en ol salón del baile á qi"' ios bacantcg se proponían asistir. , r En tienipo de Luis XVI los bailes de máscaras fl^ la corte fueron como nune<ai esplénd¡do.s. Por entóneos se formó una sociedad que tenía por objeto li'l'' cnlizar por medio de la sátira punzante y mordaü lo^ vicios de I-a época, Disuolta pov el rey, sus miembros tuvi-eron la oe-urroneia de utilizar ol carnaval pai"'' proseguir su objeto, presentándose públicamente, y''' en comparsasi. ya aislados, hábilmente disfrazados, >' parodiando en trajes y gestos á Jos personajes '' quienes querían satirizar, con gran eontentamien'-'' del pueblo, que celebraba sus gracias y donaires cuando llegaba á comprender cnál era la persona ^ qiúen las máscaras remedaban. Otra Roeiedad análoga lexistió por la misma &poi:^ en Polonia, pero ésta era secreta. Las crónicas no3 han conservado el recuerdo de l^^^ sangi'ientas bromas que por medio de máscaras y á'-^' fraoes se prepararon fi'eneuontemente en las repi^' bUeas de Florencia, Venecia, Pisa y Genova, cu>'0^ magnates apelaron más de una vez á este recurso p**' ra atraerse la admiración del puoblo y lag miradas "^ las hermosas. Ni nn solo pueblo de Europa dejó de admitir, tf^^ ó menos pronto, el Carnaval entre sns fiestas ifl' populares. , . . La máscara, el disfraz, la libertad en el decir y^ j licencia en las mftnerflS fueran en todas partes "5" caracteres distint-ivos, á los cuales en algunos paísi^^' como Francia, Eapaña y Portugal, se puso el adi^'*' mentó de arrojar sobre los itranseuntes, en calles / sitios públicos, agua, harina, polvos de yeso, cxist" njolido y otros materias. • Con el Carnaval tienen indudablemente f?'"^" purttios de contacto, y de él probablemente trajefO ! Alieiledor del Mundo 10 de Febrero de 1017 145 — su orig-en, nnaporciún de fiestas y ceremonias que podríamos llajiinr i'oJigioso-burleseás, que la relajación ÍIG las costumbros, y aeaso las perturbaciones de loa tiempos, int.ro(lir)oron furtivanieiitp, en la litnrsria, de ¡líj^unEis iglesias, y en .la eelobraeión de ciertas festividades religiosas, como^ por ejemplo, «a fiesfn de Jos locos, quienes eoTistituíüii una especie íle cnnfratoriiiílatl,. que el-egía sus smíerdotxís, í*l>Í3pns y pati'iartias de farsa, y se divirtían parotliaudo las ceremonias, ritos y priVctitías de la reliSu'»ii y liiista los mismos eoncilios. La ÍÍF2sta de los locos tuvo sü origen en 'la lírlesia qTÍe.í;a, y ya ea el sigilo V I I I fué anatematizada por im sínodo, sin embargo do lo cual fiubsisriió aún algunos siglos, propagándose además á mnühos pueblos latinos, entre los que fué conocida con los títulos de fiesta de los iuolí^nfes, íiíjfjta de las calendas, fiesta de la libertad de Diciembre, iiesta de los siüidiácono^, misa del asno, y otras denominaciones. Análogos <;arnctercs revestían otras eolem-nidades, no menos exóticas, de los tiemi>os de la Edad Media V del Eenaeimiento. Neumáticos para los caballos El almoiliadillado, en la eonstraceióu de ]o« objetos que lo leeeaitan, aumenta uecesaria•flente el ijMíso d-L'l objeto, por l'gero que sen el relleno. En los ™ilerones de caballos, nnil;i¡-- y l^nrros de tiro, el aniuonio de •IJtíso i?s considGi'al)l'[', y no se Pueda prescindir de Ja crin, de ^^ pnfla ó do otra materia blau^^ y elástica, ipues el cuello de ''a bestia necesita de 'esta ]ii'o'•'^ceión para el tiro, Kl tiltiino modelo de colleni'les es neumático, y está lieelio |lc niia manera parecida á las llanbaa Beimiátiea^ de los anto•^óv^iles. Ciada lado del collerón es mía cámai-a de aire de la forma ^•sual en los coUeronüs, y lleva a iin lado una pequeña válvula VA u v a l A por donde se introduce el aire [>or medio de una bomba como la qne usan- los ciclistas y mecánicos automovilistas. Kl nuevo (-olieron está dando magnífieos n^sultados, pnce no solamente es mucho menos pesado que Jos haista aüora en osín. sino que os muebo más blando, y el animal no sufre de mataduras. Además, gracias» d su gran flesibMidad, se adapta y ajasta muy bien á las curvas del cuello de la beslia que desempeña su funo.ón más cómodamente. Se trata, pues, de una modificación Imraaniíaria. á la vez que de prácticos resultados, porque al trabajar más eóniodamente. la bestia rinde más trabajo que con los antiguos collerones. ^V^^^V^^^^^^ LA CRISIS DE LOS CRIADOS LA LOCURA COCAINICA I/a crisis de los criados es bien manifiesta, escribo ^^ "its-Martíin en "La Controverse". Véase, si uo. lo lúe ocurre en Francia. De 900.000 criados que había ^'ííunos años atrás, la cifra so ha reducido hoy á '50.000 y la disminución prosigue incesantemente. ¿í'tiáles son las eausaa de ÍIÍO? Múltiples y com^"•'jas. La naitalidad, como es menor, permite que to^^s los rurales tengan ocupación <m sus .pueblos. Adcí^as, la fortuna pública do los campos ha aumentado. I or otra parte, la educación igualitaria ha mclldo en •^a^ cabera de los jóvenes la idea de que servir es siOoniíuo do hundirse. El rceto se debe al gran des^^lyllo industrial. ^'Sta crisis que nos ocupa ha tenido en Alemania ^^a atenuatión debido ai exceso do natalidad, pero ^s una plaga en Inglaterra y. sobre todo, en los Esí^ados Unidos. ¿Cuál es el remedio? Los criados amarillos. Puos ? Cabe du¿d^v ([ue tendremos algún día criad'as y eo«ineras amarillas. Muclio se ba hablado de loa disturbios iicrviofjos Ocasionados por la cocaína, pero faltaba todavía estudiar de Un modo especial la acción de esta intoxicación sobre el psiquismo de Jos cocainómanos. 131 doctor Vallón, médico del Asilo de Santa Ana, de París, lo ha becho, y demuestra que estos aceidentes se manifiestan de manera constante, bajo la forma de ilusiones y de alucinaeioncs de los sentidos, y más tarde de ideas delirantes, onálogíis á los delirios de celos y de persecución. La evolución de tales alteraeiones puede pasar por tn's fases; lenta, subaguda ó aguda, del mismo modo que la intoxicación por el alcohol puede dar lugar al delirio sistematizado, ni acceso subagudo y al raipto panot'óbieo. Lo más interesante pnra la espere es que los intoxicados eoeaínices reaccionan rápidamente, de modo violento en presencia de sus semejantes. Son, pues, eiiiinentemente peligrosos para la sociedad, qne en lestos casos corre sus i>eIigros tanto como la personalidad de aíiuclloH. Alretledor del Mundo 146 — Año XIX Oómo se d-ivierten los japoneses Si á alguna pcrsoaa se le oeurricra en esLs piiíd abrir una sala ¿G espeetúculos eon el solo objeto do salir al escenario y contar un cuento ó relatar, eun / mayor 6 menor gracia, una serie de episodios vorídicos <S inivenLados, es casi seguro de que proato tendría que dejar ol nejíoeio, y los teatros y "cines" no temblarían por la eampeteneia.Jin el Japón no sucede así; el cuentista, aX narrador de liistorias y cúmulos es considerado eu el país del Sol Naciente como un actor cualquiera, y su arte le proporciona las más grandes ovji«iones con qua pucdü soñar un histrión, y unas no despreciables sumas con que atender á sus necesidades y á las de su familia. l'ara el pueblo iletrado japonéa^ el espectáculo es lo quio para nosotros eü diario, la revista ó la ilustr;ición(. y en éí cmcuentra un entre ten iimiento más bai'ato que el teatro, los conciertos y aun ol "cine". No hay audiencia que como la japonesa sepa apreciar las delicias de un cuento bien n-arrado, pues los japoneses desd'e su infancia están á «Ho acostumbrudns, y^ aunque el teatro y el moderno ''cine" tienen au púhlico, loa "yoseba" confcinúají siendo los lugares proferidos de las ciases baja« japonesas. Los "'yosebas" ó salones donde 'hablan los cuentistas no son grandes, pues los mayores no tienen sitio para más de trescientos espectadores. El espectiáeulo se anuncia por medio de grandes faroles de papel, paseados por las calles, y en ellos va r6l anuuicio con el nomdjre del artista y el tema ó título del eucíito. Es lan ixupular y tau del agrado del público japonés esta diversióJij que sólo e? Tokio hay 130 "yo9ebas". Después de pagar ila entrada^ que nunca pasa de treinta cénti'raoa de peseta, un acomodador entrega al espectador un pequeño almohadón, on el que se sienta para escuchar las palabras del orador y contemplar sus muecas, gestos y posturas. El artista tiene en su rep3rtorio cuentos morales, alegres, cómicos, multitud de eliasearrillos y episodios, históricos. La mlajicra do narrarlos depende del tema y del mayor ó menor talento y arte del narrador. Unas veces la declamación es solemne, persuasiva, vibrante, con ademanes mesurados 6 fuertes; otras se convierten en verdaderos payasos accionando exageradamente, grotescaiuiante á veces, y causando las deilicins del sencillo auditorio. A raemido tiene que cantar, y entonces lo hace acompañado por algún instrumonto del país y coreado por toú;a la concnrrenciii. Es un hecho curioso que el artista de esto género, hoy más en boga cu el Japón, no es japonés sino europeo, I^liii Black, como le llahan. os injo de un periodista injlcs Mr. Black que fué al Japón á fundar un perlí>dico, siendo un niño el actual cuentista, el cual habla el japonés tan bien, como el más ilustrado subdito del Mikado. E s un gran ihumorista, gracioso, de gran sentimiento arlístico, y iio t-iene rivail entre los numerosos "hamashika", que J3sí áe llamam estos artistas, en todo el Oriental Imperio. Este trabajo se considera máa difícil que el de los actores; éstos tien'en las decoraciones, los trajes, el acoaupañamiento, que le ayudan en el desempeño de su papel, mientras que el "hamashima" no cuenta sino con sus propias facultades, su talento y su arte. para salir idel paso é interpretar los diferentes papeles ó caracteres que tiene que hacer resaltar eu su relato. . ft ;t /r Desayuno, comida y cena en una petaca La Intendencia del ejercito norteamoric-fino lia coneeguido realizar un prodigio píirecido ;il milagro de los pañíes y los poces, pero en sentido contrario. Kl tal prodigio es l a llamada -'ración de urj^eueia". que se d a á cada soldado ai ir ú campaña ó á maniobras,con l a o r d e n terminante de no hacer uso de ella sino Kiti ración so c»nipone Av 45i45 "lu i* licor (le cliocoiíte. 7,37 "lo A* nüeleo-caamna. 7,37 "in lie li'chfi míltendi M.55 "ift d( albumins de huero Si,82 "lo d( aziitartiiña mnlidn l,6í "Xf, de iMsntccfl de cacío. •¿"^•Tr^'- por mandato superior ó en cas'> de nxtrema necesidad, ¡es decir, cuando el soldado se encuantra sin tener que comer é imposibilitado de comuuicar con. Ja base dtaprovisionaimiento. L a ración de urgen^íÍA contiene todo lo necesario para alimentar á un homi/re sano por veinticuatro lloras, y está formada por I res tortas ó galletas <?n" vuiillasen pa,pcl de estiiÑo y enc-irvadas cu una cajita de hojalata, impermeable ¿ iuiponcLraldo al airo, d d tamaño y forma de una pitillera. Cada galleta equivale á una; comida, de modo que las tres vienen á rC' presentar el defeayuno, la comida y la oena. Sin embargo, el peso total de la ración sólo es de 225 gramos. La composición de estas galletas -es 'a. siguiente: 45.45 por 100 de licor de cihocolate; 7,27 de núcleocaseína; 7^27 de leche malteada; 14,55 de nlbúmiu» de huevo; 21,82 do azúcar de caña molido, y 3,61 d* manteca de cacao. Según parece, se va á suministnar la misma ración de lu-gcueia á los guardas forestales que en loa Estados Unidos sQ dedican á evitar y sofocar los incendio* de Jos grandes bosques. Las estadísticas •&& los hospitales demuestran qii^ la aimputación es cuatro veces •más peligrosa deepueS de los cincuenta años que antes de esa edad. Alietledor del Mundo — 147 19 do Febrero do 1917 HISTORIA DE UNA CELEBRE ñGÜR/J CARNAVALESCA '- uu i,<i}ju tan aniri^uo ooiujo la civ-inzaeiüii iiiPci.Lerriintía. Ji-uquy su IIÍ;Uía, tal como hoy la conoeeraos, y su nombre soa tle orig-en indisciitibknient^j italiano, en reailidaíl Arloquín es ima inc^ra modiiioación del *ntig:uo sátiro ó bufón que amenizaba el teatro i^riego prcfsontándosc tín ^soeiia con mi trajo de retazos -de píelos de diversos animales, un bnis•oacillo OH la manoj iin sombi-^ret'C blauco ó negro y el rostro ciibi[!rU> ^p U'na máscara ndioi'olaíada. qne quería iuiifar la tez tostada por el íire del camjio. Keprcscntacióu dfrl rústico heleno, á la vez iiugenioso ó •'SmorantG, ridíeulo y burlón, este personaje pasó hieiro al teatro romano^ ^íiinaiKlo til nombro de Maceo y mág tardo el de Saiuiio (de "sanna", burla, mueca), y adoptando uii trajo de retazos de colores chillones y ^^s plauipedioaj ó zapatos sin tacan, indumentaria que completaba tiñéndose -el rostro oon iiollOu. r i T I R l T E n i ES THAJE DE ABLEQDlS' (Cuadro de Aman Jean.) «CARAMIÍCIO, QILLES, AULEQUÍX ( I X C T A S D Ü B E LA MAXO .\L SO-MBUEIÍO) r BOAPES (Cuadro do WattcQus.) Indudablemente estos fifws, introducidos en la comedia it^alifina. dieron origen ¡'i Arlequín, que lia conservado el traje de colorines y el palo, la máscara y hasta el sombrerillo del antiguo bufón atouiense. tieneralmente, eJ sombrero es negro y de dos picos; en el cuadro de Watteau que reproducimos, sin embarjío, es blanco y redondo como lel del personaje del teatro ¡griego. En cnanto al nombre, hay muy diversas opiniones. Pretenden unos que procede de '"U lecehino", el comilón, el lameplatos; otros, que del ti-avieso y bullicioso diablo AlicUino, de quien Dante habla en el trigésimo capítulo de su "lufierno"; otros, en fin, que es palabra alemana, derivada de "líoeílenkind", hijo del diablo. Sea. como fuere, lo que parece averiguado es que el moderno Arlequín apareció por vez primera eu eeeena on Bérgamo, eu el siglo XVII. En un ,prineÍpÍo representaba simplemente un criado patiáu y zafio, comilón y belJaoa. por el estilo del olown de la auligua comudia inglesa y del Hans Wurst aloman. Despuésj y principalmente Alrededor del Mundo Año XIX — 148 — • \ al pasarse <\e Italia á yo te devolv^Grc la vaiFrancia, varió 6l tipn, na." con virtiéndose eu un En otra obra. Arlegracioso injerto en ruquín decía muy serio : fián, coa cierta <losis "Ks falso que el buen fie astucia y sus toques v i h o de fuerzas; yo de ignorancia y siujacabo de lieberme en¡trQícJdad.'Gon su tipo renta vasos y no puegallardo, su abigaiTado tencTme en pie." da indumentaria y su A Jos actores que rccarácter alegi-e, se río prescnl'aban este tipo de todo y de todos, en el teatro, éranles corteja á Colombina, permitidas t o d a s lus supimita ú Pantalón, I i I>e r t a des. Uno de y al surgir en la uni«líos, cierto día en que versal mascarada el ti;i penas había público po de Pierrot, lo bace i-ii la sala, al llegar á objeto principal de sus ui:a escftiía en qne Cojnm crueles burlas. lombina tenía quo contarle un secreto, le diAl ideeoer Ja antij o : "Habla alto, quegua comedia italiana, rida ; n'nidie uos oye." la figura de Arlequín r e n a c e en hermosíiK Entrólos más famoobras dramáticas de sos interpretes del tiautores frajiceees, itapo de Arlequín, se conlianos y aun españoles. taron Domenico BianSólo en el teatro fran•colelli, que representó cés del siglo S V m en París ante el carpasmi de cuarenta las donal Mazzarino; A"' obras en cuyo título gelo Conslant.ini; Cccfiguran ol nombre del cbinoi. llamado taanTCgoeijado per&onaje, bién '"'il Fratellino", á entre ellas "Arlequínquien por su mérito Deucalión", de I*irón, liizo noble el empera"Arlequín salvaje", de dor Matías; Giierardij D e 1 i s 1 e, "Arlequín, quo además de actor Bultaua favorita", de fué autor, dejando un» L e t e l l i e r , "Arlequín excelente " Coleccióii LA STKSTA : I'IKItnoT nORMlDO Y AnLEQülN DESPIERTO enamorado por encaudo c o m e d i a s italiatatnicnto", de B^aunas"; Sacchi, célebre (Cuadro de Willette). ehamp, "'Arlequín en por la prontitud í i"' genio de sus tíbistes; los franceses Marivaux, Delisle» el Parnaso", del abate Nadal, "Arlequín en el serrallo", de Sainte Foix, ete. Los obistos y ocurreneias ürnoval y Daneourt, los aniballeros de la misma nací**' xlel protagonista en estas obras, corrían de boea en nalidad Florián y Conpigny, y finalmente Carlin, «^ boea y llegaron á veces á la celebridad Alguaoa de gran Carlin, tan ingenioso comediante como notable espadachín, que representó en Francia ante la eort'S ellos se recuerdan todawla. de Luis XVI, llegaindo su atrevimiento hasta burlai'S" En una de aquellas comedias, Arlequín encuentra á Leandro quo lleva aiígo escondido bajo la capa. en escena de los capriclios y de 1-Os trajes la prop^'' "¿Qué escondes ahí?" le pregunta, y Leandro res- María Antonieta. A este Carlin le preguntó una voz un cortesano* ponde: "Una daga." Arlequín, sabiendo que lo que esconde es una botella de vino, le aconseja: "Dáme- "Vamos á ver, ¿de qué quisieras tú morir." Y él í'-'5' la; andan por ahí recogiendo armas y te la quitnríin; pondiú al instante: "¡De risa!" A uno de .los miis célebnes bandoleros de Turquía, que fué muerto bace^ algún tiempOi. se le encontraron en el bolsillo 130.000 pesetas y un libro de notas, en el cual decía que bahía, matado ó. 192 hombres. puede emplearse, y && cmipiea, como tal. Al escrih»" aparece de color encarnado, pero ¡pasado un rato se vuelve inegTO, y tiene, además, la ventjlja do no '*"' rriwr las plumas de acero. En Nueva Granada se cría una planta que, oprimiéndola^ suelta un jugo igual que tinta, tanto, que EL]'ey de Inglaterra I ¡ene derecho á llevar l-'^ uniformes y trajes oficial-es. Alrededor del Mundo — 149 19 de Febrero lio 1017 lEl iinj.n.d.0 de las bacterias Y como la cautJdad de coniteníáo intestina! es mayor Las baeterias exeedon en millones de milloues á que la ostomacal y llega á contener lliasta 100.000 bactodos los seres junios de la Creación. Lo lleiLiin todo: el aire, el agua, la tLarra, Scgi'm terias ]>or raiJigraimo, no 50.000'como en el estómago, Miquel,. el aire de los Jios;pitaIea tiene, por término de aquí que se cuenten por billones las bacterias que medio, óó.OOO bfuc-teiñas por metro cubico j según üon acitivid'ad eiatiupeaida -í^iven mi nuestros intestinos Suái-ez de Figueroa, en la Pa'&rta del Sol, de MJI- y que. á peear de su extremada pequenez, dos. tree, dT:itI, hay en invierno C.057 por metro cúbico; en oto- cuatro mülésiimas de ¡ijillnietro, si se Jas cMoeara en fio, 7.893; en primavicra, 10.3(iO; en verano, 11.077; linea reeita medirían Gü.OOO kilómetros, siendo así que í^íi el Hií>ódronio, 301; em al R^ítiro, 460; en Ha calle ol íliámeitro t-errreBtre sÓSo tiene 12.700 y pico kiló*'e Atocliii, 5.4fi2. En las ¡habitaciones, si son naevas, metros. "•i.y unas 4.600 bacterias por metro eiíbieo, ascendienLas haeteilias se reproducen ,por división directa O ^" á 30.000 ,por metro eúbi^co leii Jas casas viejas. |K)r e^oros, según lea convenga, -de un modo inaudiJMI'LS baístenias hay aún on icll ag:im, por iser ésta me- to, y así S'i3 espllica su número tan srJn'número. jor medio aliineniiciu paa-a ellas que ¿1 aire. Una baoteria qute se divida cada veinte minutos Las transparentes aguas de lluvia, según Miqnel, (en oste osi)acio d'e tiempo lo hocen alguoasj aunqne t^finien ;ij5 bacjlcrias por i^mtímetro núhieo, y -las aguas oí promedio sea de treinta y cinco mijitos), dar/i al potables basta 500 ¡xir CÉntímetro cúbico; así que cabo de veiniticuati'o horas imás dIe 100 trillones de . *Han,do bebemos un vaso (h a^ua pasan á CfUiestro es- baeterias. tómajío iii.'i.s lie 250.000 bnéteriaa. Graeaae íi que es,ta extraoiídiiuaria actividad reproLos TÍOS que pasan por grandes daula.dlP'S llevan un ductora se llalla litóitada á cada paso en Ja natnrole"úmero ¡.nconcebiljle da géirmenes. Í31 Siprés, según za; die Jo coníraiúo, fla vida fuera imposiMe. Kí-cli, llüva on Berlín 1.800.000 baeterias por oenPero aio toda Ja inmensa mixItUud de bacterias es UIIRMTO cúbieo. y en CliarloUemburg .10.180.000, y las patógena: üae hay saprofitas, que nos son iniofensivas. - «guiis de das aijicántarüllas coiiíiencn hasta 30 m'illones I ^ s saprofitas, que viven ú expensas deü medio ord* haetx'i-Ias por cenlimetro cúbico. gánilco mu/erto que ti-ansforman, san uee^arias para ^ 0 nos asustfemos die este númcTO, [wrque todavía ¡a vida, poiT|iie ipai'a ésta es necesaiña la descomposi^lunixliam máa Jas baet/erias en cQ s u d o : basta 78 nii- ción de ilaa materias orgánicos muertas en elietmentoB Uones por eenlímelro cúbico contó Maggiora en el inoirgánieos, simpTilíiicanido así ci complejo edificio cohatruído por la vida de anímalies y plantas, devol'^ido de las^cnlk-s de 'Jlnrín. •Eu los cementerios so concibe que abunden las bac- viéndole á 'la tiejri'a en fonnae de. ellemcntos simples, i. '¡ei'ias, di«ade 29 millones por gramo do tierra de la con lo que se rejuí\-eneee y fortLliza la tierra, y sin lo ^'líar/icif (iei ceinentieTio d¡e Moulparnaso basta que qnedavífl, con di tdfempo, neceaaxiamerüte' esquil^•ÍIOO.OOO á Jos 2.50 metros de profundidad en el mis- mada. "'0 cemMitfirio. Hay. siu embargo, otras bacterias qwo requieren Y Dio sólo en loa ceimenierios, también abundan en paiTjL su vida organiismos vivos, y ai eausan en éstos desóivlencs flsioüóg'ieos, se los denomina "Pat^íg^nas". ^•^s campos y praderas. El modo de obrar sobre e3 organismo las baeterias Hciniers halló en Ja superficie de un campo bac™"as 2.504.000 por centímetro cúbico, y Miquel, á patógenas es pa-i-nicdpallmtiiliO químico, dcstinguiéndose ^^ conitmnetros de proñviididad en rol parque de Mont- IJor ello de iliOñ agentes infestantes; pues éstos obran sw-ms, eonrt^ó 10 millones de bacterias por gi-amo de i'ísiicaímeute y en iwtrtiiouda.r dcpredativaraente sobre sus huespedes. "orra. Los proílimtos con qne las bacterias patógenas obran Cada imo de nosotros lleva millones de millones de u^ttii-iaa en su pieñ, boca, vías respiratorias y aparato sobre los orgaiiismog se haTi llamado "'toxinas", que se sulwlividen en "csotoxínas" ó ^''eudotíoxinas", según "'gesitivo. • ^í! fiOD bacterias que respiramos sólo una espiramos, sean producto de aoci'bción y excreción bacteriana (to^'.^^spiramos 10 metros cúbicos de aii-e al día. á 15 iius- siaLbúminas) ó prevengan del protoplasma de las baej^raciones de medio 'iútro por múnuto; y aifc que con- ter:Ha {toxiipro'teinas) que, coateniéndolas en vida, lene no pequicño número de bacterias, eomo ya hemos las deja cu libertad deepu¿3 die l a muerte«de las bac^"^ditüiulo; por consagnietnte, el número de bacterias terias. Uji buey muere cn menos de dos días si se le inocu^ las vías lesiprii-atoiíias es considerable. En el est,ó^^So, seg-ún Gtiilbert y Domjniei, tiene el perro Ja ima gota de sangiie carbiincoea ("B. anthraeis"). ^Q-000 baeterias por miiligrarao de jugo gílst.rieo, y lEI cultivo'del •estreptocioco piógcno puede ser tan acJ'omo segrega unos 70 gramos dJc jugo gtlstrico por tivo que una cienmilmillonésima parte de centímetro bora. é. lias tres boras de la ingestión d'e ios aüirmentos, cúhieo mate en tiieünta horas un comejo de lui kilogra^ 1«G su hizo el i-eouerEto de baefierías, tendráa mSs mo de peso, y con ese centímetro cúbico podríamos ^^ 30.500 mi'llones; y eomo en nosotros no es menor matajr 100.000 mJ]lf>nee de conejos de na kilogramo de número de bacterias por raiíigramo, y 'la cantidad pesQ;, en treiinta lloras. Y sá damos aH hombrfc cien ve^ .l"go gástrico, que por hora segregamos excede en ces más resistencia que al co^iejo, con un centímetro p ™ t'^ ' i segregada por él ]>crro, caflculíemos ios hués- cúbico do toxina morirían en cosa dk? un día 1.000 millones dfe hombros. í s bacterianos que alojamos en el estómago. lí) d e F e b r e r o d e 1 0 1 7 Alrefleilor del M u n d o EAIVIERKANA LA MARINA U.NO DE LOS CHUCTTtOH DE 2(11) MKTIIOS "I U-V ÜESTROVEJÍ AVKnlCANO uombiie, i d e a d o p o r B u d y a r d K i p l i n g . de l-.a j)üsiljili(l!t(l caria vez m a y o r de que los ^ ^ '^'"^ Uoi U nlidus i d o s so sumoii al n ú m e r o úe los lidigerü''^ )JKMgerii''VJ -^ 'as osc-iiudras". Los d e s t r o y e r s y a n k e e s "^'e Ijv es que no se lian siniiado y a en fl momento J^^^ ualmeiiLe e i n c u í i i t a y tres, h a b i e n d o a d e m á s blicarse estíití líiiciis, da u n a H:iii,'iilar actnfl'^ ^^^^^^ construeoión 6 en p r o y M t o . E n c n a n t o á la m a r i n a imitüainericana, qui: sin d u d a l**jV(; ^^/'"it»s, a,iites de Ja g u e r r a b a b í a trointíi y dcseinpefmr en la «ont;>eiida un p a p a l w u w ¡ j j ' "a« seis ó siete cu construcción, pero la ÍTn[M)rtantc qii •d el ejército de la misma n'^'^'^it^ ^^'lo!>c liaber sido a u m e n t a d a considcrablt?....__,yaiiküe ligara ^ La cñciiiidra en ^ p r i m e r a 1^1*'^ d' " e n t o n c e s acá, edn que sea posible ü j a r nn to á la iiiL-lesa. en «nauto á calidad, pero C^t, ^, ^ i ' q u e las c i r c u n s t a n c i a s p r e s e n t e s tío son d a d e s muy i n f e r i o r á a(juéllia y á la '^^'-'^'l^L Z ^ '•^"^"fí'H p u r a que los gobiernos cncnlen dicndo sólo e q u i p a r a r s e con la i'raucesa- J j ; ! ! ,.'r^^*'' sólo se iisliere á loa barcos, sino á ^^us trip_"^ | ^J5**s m o n i t n t o s , p a r e c e que los E s t a d o s UniLos m a r i n o s u o r l e a n i e r i c a n o s son eseelent^^p *^ Míiocn Jia ( o n s t r n c c i ó n d e nuevo aeorn7^dos EI, SUli.MAUl.VO 1 ANKKK "C-íí" son pocos a ú n p i u a las actunsies nccesidivíl^; ij^^ ' " l a r i n o s ¡¡icnsan en la de cruceros, (üitenescuadra. Á „.'*,'^'^' ertu'cro un b a r c o E n ésta fiyiiriiu .t^^gl¡j''''*''J que los d r c a d t r e s g r a n d e s íK'Oi'a^'^ Jler,. ^ ^''Perdreadnoug'bts sificados en t r e s " ' ^ l o a kp ^^^" '^ ^^ ^'*-'^ '^"" «lases. De p r i m e r a ' ' ' ^ ^ e i i ".''"J*-'- J'-H" es uJia ocho, uno (le los í ^ ^ ^ ^ , ^ " ^ ' a de l a s e n s e ñ a n presta s e r v i c i o ; d c ^ i t,.j^" Siierra misma. E n la trece,, siete en serv¡_<^J j iUHl ít y llevada batalla VI) y seis en re|)acaC)jpft!t,^./''''^'«. los ingleses, á ilP -'"••« tercera clase, que S"'j] i • <^ii (oda i m p a r c i a l i 'iiie c o n s i d e r a r Jos pi'ci](k! barcos liacc m á s (le dic/. «"'""ÍJÚIK^J]^^^ l^"''s':o que fueron la con <ioi'C niiid:iff'^^'j!»í,j^^^ "^n a b a n d o n a r el timo a c o r a z a d o consta lio^ Ja acción, p e r d ieron ei... ci' ""'"• P e i i n s y lIv a n i=a " ," 1<"* ^ „ iin/'^''^*""°« preeieameníe únieo en el m u n d o l^jjis j '^'^o de b l i n d a j e ; p e r o Ircs cañones en todi^ ¡(¡¡^,''^''=03 fuL-ron los que , "-ron la vv^. rreoillws de conibiti^J' (¡^ J"" 'a i c l u r l a en faA c k m á s , los Eslad^JÍ ^^..^'-S^iit....., , _ . , , . , ^ . , . dos t i e n e n nn reÉíii]aí|á . ^ ^ a In e s c u a d r a a l e . i n s t a di''^" t--<^'"po á q u e TO d e cruceros, <lf^ ise„i s u b m a r i n o s v demf'S ¡1 , _V }ínR..so de In escua^' a,uca. Din-ase, ^n cacioncs m e n o r e s de DISCAnA-NdO UN TOIíCEDO OHSlUi KL DESTROYEIl "PARKER' *"*'•», que l o s e r u e e r o g n o y se ooinprondeii > <H ACORAZAWí "OIÍI^AUOMA" ^^ A CONSTltUlJE LOS tSTADoa UNIDOS A1^0(ledol• del Mundo — 152 — hac^ii en la moderna guerra naval el papel dü loe perros en las monterías. Los americanos opinan que es absurdo loíny-arse á una guerra marítima sin nnracrosos cruoerosi. t a n absurdo lionio ir de montería sin jauría. El proyecto yankee es construir cruceros de 3C0 metros de eslora y que puedan hacer treinta y cinco nudos. Hasta Eihora, nadio los tiene fcaiu grandes, como no sean los ingleses, y desde luego no liay ningún gran barco de guerra con esa marcha, que no suelen alcaiiízar ni aun esos grandes trasatlánticos modei-nos que los anglosajones ll'Dman justificadamenl* "galgos da mar". El "Lusitania" no hacía más que veinticinco nudos, c o n máquinas de 70.000 caballos. Caícúlase que los nuevos cruceivis americanos, cun- r^- •' ACOBAZADO •"PENNSVI-VANIA' ""EL COSTE INMENSO DE LA GUERRA Año XIX -Me3bl!£ÍHl tro do los cuales llenarían Jiai calle de AJealá desde !a Puerta del Sol liasta más allá del nuevo ediíieio do CoiT&os, necesitarían por lo menos una iiotflnca motriz de 180.000 caballos. Por sU-, puesto, los motores serán de pctróJeo^ y en \'<-7. de hélices se emplenrán las turbinas. El arnianionto consistirá, pH']-a cjiicla barco, en di-e^ . i-iifiaiies de sesenta y eiufo centímetros, veinte de doce y medio, eui'li'o de siefe y medio, y oe3io 'tubos lanzatorpedos. Cada crucero costará diez y seis millones y medio do doUarSi liabiendo exigido la casa construt^tora que por *!. primero se I e pague sdcinás, una gratificat-ión de iwi 10 por 100, : coniio recompensa p o l los ensuyos y trabajos prt'liuiinares niecesarios para llevar ol proyecto á las vías de hecho. Las,primeras líneas férreas Bélgica; la de Nuremberg- á Tuerth (18íI5) en Alemania; parte de las de Leipzig á l>rescle {Sajonia) J' (lie Viena á Pr-i^^'a (Aus(t,ria) cu 18;Í7; la de Petci-sburgü á Znrs-Koye-Selo (1838) en Rusia; la de París á Yorsa.lles en Francia y hi Jnternaeinnal de EsIraeburgü á Basilea (1841); ¡a de Basilea á San Lui9 en Suiza y la de Amsterdam á Utrecht y á AmheiQi on Holanda (3.84.^ y 1844); luego siguí el primC'^ ferrocarril de España, ya citado. Tres años después, en 1851, abnióse la segunda vín férrea de Espnña. la de Madnd á Aranjnez, durante ol m'inisterio de Bravo Murillo. En este mismo año, cuando nu'estra nación no ?,e liabía aún dado cuenta de la gran imiwrtaneja que habían de tene^ los telégrafos submarinos, poníase un cable entre P»' I-Í3 y Londres. ífuecl^ndo desde entonces unid-ns e" eomuuiicaoión instantánea las dos primeras capitales de Europa. 3v^o habían ;nún llranscurrido veinte años (1869) y abrínse ya al público el ferrocarril del Pneífico. vasta línea intei-oeeílnica que une á Nueva Yoi'l' rnn San Francisco. L a primera lincea férrea que hubo en Espaiía fué 3a de Barcelona d Mal-aró. inaugurada en el aíío 1848. Antea de qnc en España se abriiera esta línea al eervieio público, habíonse abierto en el extranjero las siguientes; La de Liverpool á Manchestcr (1829) en Inglaterra; la de Bruselas á Mechelu (1835) en Calcúlase qu(& en el Atlántico hay á flote nada mC' nos que cincuenta buques abandonados por sus tripulaciones, y que constituyen, por lo tanto, un gravc peligi'o para los demás buques. "The New York Herald," tratando del coste de ia actual guerra, publica los siguientes datos: "Hasta Septiembre del año posado, los Gobioimos de 'las naciones on guerra habían gastado en conjunto 270.000 millones de-francos, que se distribuyen en la siguiente forma: Gran Bretaña, (55.000 millones de frnncos; Franoia, 55.000; Rusia. 45.000; Italia. 15.000; Alemania, 60.000,. y Austrin, ;.10.000. El total de los empréstitos hechos por Gran Bretaña y Francia á sus aliados ascendían en este mes á 15.000 millono-s. Una estadística reciente de Siegfried Strauss, hecha en los primeros días de este año, ©leva la fabulosa cifra á ¡375.000'millones de francos!" ft )t f* Alrededor ilel Mundo — 153 — Ej sulfato de cobre como antiséptico 19 do Febrero de IBIT EL LIBRO QUE NADIE PUEDE LEER La Biblia no es solament-a el libro de que se han El "EuUetín Mensiiel du Burean d'Iíyg-iéne du Ha- hecho traducciones á mayor nñmero de idiomas; es vre" da, sobra diversos proeodimiontos do desiafec- además ©1 único libro del que iiay nna edición que tiión, indicaciones qiw os (;onyciiionte COIIOÍ^LT. iniug-úu mortal puede leer. Expliquémonos. Destio til pnineijíio de la g;iicrra ilin sido difícil proEn el siglo XATI, fue á evangielizar ú los indios de curarse dí-siiilectnntps, M. Ix-güiigncx, fíia-tuac¿íntico la América del Norte un misionero inglés llamado John <'' rnspector <]<•. Iliírione, ha prGpíirado u.!ia substancia, Eliot. Pasó larqiiG le produjo muy buenos resultados, sirviéndose de go tiempo vi- ~^.^7"ii-(jT(jppp7TTr cuerpos qnínii¡r.os que tenía £i su disposición. viendo en nna El sulfato de cobre es nn excelente antisüptico y un tribu de piele.'^ ^PsodoranLo enérgico, soluble en cuatro partes de ag-.ia rojas, aprendió árTn.sTAMr.N i lí.si fría y dos do a-^ua hirviendo. M. Vineent ha obtemdo sn' l e n g u a y. t-, i"ia dcrsinfcMión excelente do los retretes con 7 ú 8,5 eon el íin de f eramos de snlfalo de cobre por metro cúbico de ma- obtener mejoÜ.SUS CHIU terias. i^es nesulladofí A falta de cloruro de cal ss empka la mezcla si- en su obra, deguiente: , cidió traducir á aquella lenSerrín de madera 2 partes. gua la Biblia. Arena. 1 :'míií Volviój pues, á I n glatei-ra, y l^espnés de haiberlo mezclado todo, se vierte nna FO- después de lar'ueióu concentrada, en caÜente, de suUfato de cobre gos a ñ o s (le '"ista la completa saturación del serrín. paciente trabal^or enfriamiento y evaporación, el sulfato de cobre jo e o n s i gni.» ^•ristaüza en pequeños eristfl'les. que se depositan so- ver impresa In l'fe la arena y el serrín, y se funden muy rápidamente. traducción eii .Se añade ad si-ruiente día 1 por 1.000 de In solu- Cambridge, el »„ *i_ón de aldeliido fórmiico del comercio, que se fija muy año 1661. Pero *a<iilnientc sobre la mezcla. entKtan'to, en las selvas de Auiéiioa liabiiin ocurrido , Es imposible indicar la cantidad de sulfato de cobre graivcs aeonteoimiontos. En las luchas de los indios ^ empilcar; la proporción varía eon la esencia de niadc- entre sí ó con loa colonos blancos, tribus enteras haí'a qu'C li.ii suministrado cl sen-ún. Es preferible usar bían sido extermiuadíiís, y nna de ollas era aquólla ^1 sen-ín de la madera de pino ó álamo. que el misionero se proponía baeer cristiana. Ninguna So emplea esta mezcla para la desinfoceión de los otx-ft hablaba ÍPI mismo idioma,, y John Eliot se encon"^•^^.j de Ja misma manera que el lüpoelorito de ea!. tró con que había heciho un trabajo perfectamente La arena af-túa mecánicamente para dividir el inútil, puesto que la nueva edición de las Escrituras serrín y fijarlo .sobro el suelo. .. Dio la entendía más que él. y á su muerte ya no la Este polvo puede también utilizarse para el barndo pudo leer nadie. La edición de esta tradncción sin lectoi-es posibles "^'0 liabilaciones de enfermos. , •Para desinfección de ropas de Hospital, el '1°*='^';;;' consistió en tres mil ejemplares. Hoy existen todavía Louig Martin, í.ii su "'Traite d'Hyííiéne Hospitalaére , unos ciento, que como cosa rara se disputan los biaconseja sumergirlas durante veinticualrn horas en bliófilos protestantes. )'na solución al 2 por 100 de una mexela. á partes /t /r ft ¡guales, de cresiliim y lejía de sosa. Es preferible ca lentar á (¡O grados. ílcapucs de veinticuatro horas, -a ^opa remojada ,puede ser lavada como 'en casos orcU^arios. El color del cabello y la calvicie Se obtiejK! todavía mejor resultado empleando Ja Está comprobado que el cabello rubio subido llam.^"'excla sin:ni'cnte: do eoloi'ado, está menos expuesto á la caída que el Cresiliina ;. 300 gramos negro y el castaño, así como también es menos pro•Tabón negro 1^^ penso á la calvicie, Sosa> -'^íl " Ksto se explica por la diferencia do grosor de lios Ajíua. 1.000 " diferentes pelos, pues el colorndo es el más eonsider.iblo. sólo 30.000 de estos cabellos bastan para cubrir Calentar para emuílsionar la cresilina y verter en nna cabeza por término medio, mientras qne de oscu10 litros de desinfeetant'p. Otra mezcla: ros entran más de triple, 105.000, y siendo rubios, entran hasta 160.000 cabellos en una cabeza. í'enol bruto ¡í" gramos El cabello colorado neees¿t.a para nutriísc, un esJabón .negro í'OO pacio cinco voces mayor qne el rubio y el oscuro. Agua 10 litros Alrñledor del Mundo EHJ 154 — Año XIX X^J^C3rO XDE E S G T J T J ^ I ^ I LEYENDA BALKÁNICA Poeo después que Luzbel fuoge arrojado de los pieIos, por haberse ne^'ado á cantar las alabanzas á Dios lodopoderoso, quiso el Señor, como coBsecuencia de taimníía -manifestación de loco orgullo y de iraperdonahle rebeldía, saiber cuáles eran las aspiratiioucs^ los deseoa y las ambiciones de todos los Espíritns por él creados, y á su divina ley sometidos. Con'greg-ados alrededor de su trono ceiestial, el Supremo Hacedor fué fraternalmente >prGg:iintando uno por nno: —Hijo 'míoi, ¿qué ambicionas? ¿qué más quieres? Todos respondieron: •—'TJO que el Señor lia hecho, bien hecho estú. Que su obfti sea por siempre b-endita. Todos, menos nn-a Vila^ una ninfa de las aguas, dieron la misma réplica. Interrogada de nuevo dijo ingenuamente, eonriendo con una gracia y un encanto que hubieran lieeho enloquecer ñ. quien no fuese el Padre Eterno: , —Yo, Señor, desearía'Una cosa; quisiera que cambiase el color de mis ojos y el de mí cabellos. Señor, Dios mío^. ^ ti que todo es posible, hoy haz que mis ojoá aznleí; ss tornen nejaros, llenos de fulgor, y mi pelo rubio se trueque en negras guedejas, símbolo de fuerza y de energía. —^Insensata chiquilla! ¡loca eoquetuela!—exclamó severamente friuiciondo d entrecejo ol Omnipotente. Y no dijo míís. Desde aquel instante, loa azules ojo-s de ía Vila empGznroni á derramar copiosísimo llanto, y tanto y tanto lloró, durante sigilos y siglos, que sus ojos desaparecieron y sólo quedni-on dos huecos obscuros de los que constantemente manaban dos torrentes de lágrimas. Aquellas lági'inins formaron, el lago de Oskudar; el Jago ^3e Eseutari. A los })oeos momentos dos altos dignatarios do la divina corte llevaron ante el trono de Dios á la ninfa, cuyos ojos huecos eran dos inagotables fuentes de lágrimas. —•¡ViGíi aquí, coquetuola!—dijo tiernamente el Señor, acercando á su lado á la aíligida Vila y dándt>le una cariñosa palmadita en la mejilla.—Ya has espiado bástanle tu falta; te devuelvo la vista. Inclínate y mira hacia la tierra, ¿Qué ves? ' —^Vco, Señor, un Ingo admirable; un gi-an lago aaul entre altas y verdosas montañas. Una parte de sus orillas, situada entre dos ríos, pareos dorada por las miesGs maduras. E l azul de este hermoso lago es líinpddo y puro y las rubias mieses ondulan graciosas bajo las caricias de la brisa formando mareo encantador. Deseai-ía, Señor, vivir Dterna¡mentc en ese rincón bendito. —•Fueg mira, Vila^ esos colores azulea y doradcs. colores de tus ojos y de tus cabellos, son los que tú despreciaste en otro tiempo. Aipremde y; acuérdate de ello siempre y no olvides qno todo lo que ha salido de las manos de Diog es bueno, es bello, es sagrado. La joven Vila, á quien los siglos de tristeza y de Mgrimas, no habr'íin quitado ninguno de sus encantos ni marchitado ol rosado .color de sus mejillas, se inclinó graciosamente, humilílemcntCf ante el Padre Eterno y aguardó sin replicar una palabra, temerosa de cometer una imprudencia, —Desde este momento, continuó diciendo el SCÜO^Í se cnmiplirá tu dii'seo. Ya has sufrido bastante y has purgado tu coquetería. 'He doy el lago de OakodarVe á sus ondas y corro por sus orillas. Ese inmenso espejo di'l ciclo es también muy á propósito para reflejar tu belleza, y á cada momento, te recordnríl 1*^ eterna, la divina iperfeficíón de mi obra. P E C E S 75M A E S T R WIDOS Son muchos los casos que se cuentan da haber conseguido araaiestrar á los peces. Un caballero que conservaba en un pequeño acuario dos truchas de río, consiguió que sa.Itaran sobre la superficie del agua para coger moscas é insectos que él las oCrecía, También las enseñó á tocar nna campana pequeñita cuando tenían hamhre y á saltar sobro un palito que liabín colocado á cinco centímetros de altura sobrn el nivel del agua. Es curioso el sist-ema qne empleé para enseñarlas á tocar la campana. Esta, que era de plata, estaba coligado del bordo de la pecera, y al badajo tenía atada u n a cuerda cuyo estremo libre penetraba en el agua. En este estrcirao ,aitaba un insecto 6 un gusano qne los peces cogían en seguida, haciendo sonar la campana ai mismo tiempo. Al cabo de varios días, cuando ya las truchas se habían acostumbrado al son de la oamipona al tiempo de coger la presa, no volvió A ponerlos cebo alguno, basta que las truchas deseii" lírieron que el alnmento lo podrían obtener tirand" do la cuerda y Iinciendo sonar, por lo tanto, la eaní' panilla. Cuando ésta sonal>a, -el propietario de Ifls trucibas las llevaba comida, y así consiguió que ao' quiricrah la costumbre de llamar cuando tenían haní" brci. y eximo esto ocurrfia á menudo, t a campana cS' taba sonando casi incesanitemente. H a s t a hnee algián Licmipo había una ley en el J^^' jjón que ordenaba que en llegando Ins mujeres A c:pr1n edad sin casarse, las autoridades la obligaban íl ' i l ' cerlo con un borahre cualquiera. El Mikado ha suprimido esta ley. — 155 — Alrededor üél Mundo 19 de Febrero de 1917 ft. CUIDADO CON LA GASOLINA Si SO quieren evitar d e ^ r a - go, luz de gas, de quinqué, ciaa con la gasolina es neoesa- fogón, ni chimenea. No se vierta nunca más rio tener muciía precaución en su inan<3Jo. En un solo año gasolina que la estrictamen1.040 porsonfls li^an muerto te -necesaria para ol uso. No se use gasolina en loabrasaílas por la g:asolÍna en los Estados Unidos, y 3.120 cal dondü haya una máquina lian rcBultatlo' con graves lu'- cualquiera. Téngase mucho cuidado de i-ifias. El promedio semanal de no verter gasoli20 muertos y 60 na por el suelo, yo DKRE EMl'LlíAllSE OA^«»* lloridos -es m á s . ^^^'•\. CKUCA DE UNA ,i."'"'. No utilicen la SOLl-VA TARít LAVARSE que respetable paLAS i L l S O S MAQUIMA \y^ gasolina para ra qne se tenara " lavarse las maen cuenta lo pelinos. No usen gasolina on donde haya motoíH'oso qi]e es el manejo de lan inílamablf res eléctricos; una chispa puede inílnmar ^uido. Las pÉrdidag mati-rlaks por aceiel líquido. •«entes é inííendios liau sido verdaderaNo •empleo la gasolina donde haya correas Y^rite enormes, y sólo en los transportes dp transmisión, pues éstas producen chispas ^ gasolina han ocurrido desastres que eléctricas. ' . "^n causado cerca d« 600.000 pesetas de No debe usarse la gasolina en habitacioPerdi,lag. nes donde haya conmutadores, cuadros ni . S e aquí algunos consejos que se ¿.eben XO U S É I S GASOene'hufcs eléctricos. LINA nONDE HA^ guir ai ge quieren evitar accidentea desNo emiplee la gasolina como alumbrado YA LUCES QUIí 'facinxloa en el uso de este líquido: si puede evitarlo. -No su Piime mientras se Jímpian prendas VO SEAN E L É C TUICAS No haga uso de la gasolina con luz arti^^ vostir con gasoliua. ficial. •Al limpiar sedas con gasolina no se frotü No se tenga jamás descubiert^o el bidón de la ga^}^ fuerza, porque pueden producirse obispas elécsolinii. ni la cazoleta 6 recipiente donde se «che para r^Ras que prenden i'ues-o á la gasolina. •^0 se deben limpiar piezas do automóvil eon íiprvirac de ella. 'Tápese en sí^uida, lel envase que la contiene. psoliiifl, teniendo al lado el bidón abierNo ILsne jamás wn depfeito de gasolina cihoquo de los metates puedo en una habitación inflamarse el lísin antes abrir las quido. ventanas, p u •« s No sfl fume al hace falta mucho llenar el depósito ñire para qne se de gasolina. lleve los vapores No se d e b e n de líquido tan vousar lámparas de látU. gasolina con deSi se tienen on pósitos de cristal, li cuenta estos conNo se mnueje la ^ T E X ü A i s KL nOTE DE sejos, se evitarán «o DEBE FROTARSÍ: LA gasolina on Iiabi/^ GASOLINA AUIEllTO KO FCíilEIS MIIÍNTIIAS L I M " muchos graves ftíi- SEDA CON FDEIIZA SI BE tación a l g u n a j , " = ^ " n t A S LI.MP1AIS LAS LIMPIA CON GASOLINA ^•¡ÍAS DEL AUTOirOviL donde haya fue- VIMÜ nOl'-^ t^W* GASOLINA eidentes. í^k i^ ^z/^^. ^ I I B I Ifr^-TT-^ te le siicedií el vicepresident-é. Su misión principal es dirigir la política con el exterior, pues la mayoría de los asuntos del interior corren á cai-go de los cantonea j.'El más modesto de todos los jefes de Estado de f"'»"opa t;s, sin duda alguna, el presidente de la Con- ó distritos. Los treinta y cinco cantones que compoJ^edei-acdón Helvética. ^Aunque parezca mentira, su nen la eonfedor-ación están representados en las doa Cámaras. ombro no es eonocidip por una graai parte del pueEl aciínal presidcJite, en funeiones desde hace po^'o suizo, y si á un hijo de Guilhírmo Tell que vivica en el extranjero se le preguntara por el nombre quísimas semanas, es Mr. Eduardo Sehultlieff, El jefe del Estado suizo tiene un sueldo anual de "2 f" presidente, lo más probable, ciiai seguro, es que J¡e pusiera en grave a.Rrieto para poder contesitar. 13.500 pesetas y 15.000 para gastos de representación, viajes, etc. Su Gaibincte lo componen siete miem^Z''Presádeoitie, que es elegido por ia Asamblea f«bros y recibe el nombre de Consejo Federal. Cada .'•al, ocupa el oaa-go solamente durante un año, desuno de estos núnístros tien)& 12.000 -pcsetaa de sueldo. ^' I-" de Enaro al 31 de, Diciembre, y generalmen- EL PRESIDENTE DE SUIZA Alrededor del Afundo 15G Los pequeños márüres Son esos mártires, segÚQ cacnta •si barón Giacomo Kuaso, los niños ompl^eados en las sulfataras. La Explotación de los terrciiins aulfurusos constituye para Sicilia una de las más importantes indiistrins en las provin&ias tltí Cürgenti, Caltauisseta y Ca'tania, hasta el punto de suministrar las cuatro quintas partes de Ja producción mundioJ. Los pequeños mártires que habitan esta región, desprovista de toda Cuitara y aun d^e toda veg'cta&iÓn, están sometidos á la existt:ncía más misci'íLlile; desde tal .punlto die vista, sólo puede comparárseles á los •brutos. Basta con echar una ojeada en estos antros de sufrimiento, donde la sofocante atmósfera no se puede soportar, para darse cuenta del infierno que lea tiene cautivo^ á los niños todo el día. Allí, cubiiertos de sudor y -de polvo, expuestos sin salvaguardia á las emanaciones perniciosas, sneumben de fatiga bajo fardos de 30 á 50 kilogramos, enando sólo tienen de nueve á diez años de edad. Deben transportar sacos y eest-os llenos de piedras ó adufre, trabajando s:n interrupeión, amenazados con los mÚ6 crueles castigos si se paran un instante. Van desnudos, descarnados, pálidos; como ¡as bestias de carga, no conocen -el reposo. El medio en que viven es asfixiante; o! calor tórrÍ<]o alterna con el frío glacial, según los peldaños de la escalera que tienen que subir. "'Carnsi" se ios llama en el dialecto siciliano. En esos desgraciados íliacen preea las -afecciones mórbidas, que oprimen el organi.smo y dejan huellas profundas. El polvo de la sulfataras y la infección del agua alteran sxi estado físico. Hipci'trofia córvicodoi-sal, tuberculosis, malaria, oftalmia, pleuresías: todas estas enfermedades les acechan, eogióndolcs indefensos. Privados de los cuidados y caricias que prodiga la solicitud maternal, esLoa "canisi" sufren torturas dantesca^ sin que Íes conforte ni les ayude "na mano bie-nlieeliora. /.Cómo extrañarse de qne en sus pechos germine el odio contra su mala suerte, el rencor contra l'a sociedad y la venganza conti-a sus verdugos? Año XIX sicilianos Así pueden florecer entre ellos Úos delitos y crímenes, como plañías venenosas que hallan su alimentación en un suelo infectado. En las galerías subterráneas donde viven emparedados, no penetra ningún seut-ituiento de pudor ó de, comedimiento. Su misma dcsnndez los excita á la Inbuicid'ad. Ven malos ejemplos en sus propios padres, que no les aventiíjan .en moralidad. El "earusi'' tiene su sentido moral; pero le liacen perverso los compañeros ya perdidos en el vicio. l''altándolie el temor del castigo, se entrega á sus malos instintos. La miseria y el siniestiro medio son allí focos de corrupción 6 los que los chiquillos no pueden escapar. Unid á este embrutecí mié ni o y á lesí'a falta de íhogar apetceibLí !a ignorancia más completa. Ninguna eficacia han tenido las medidas que adoptó el gobierno para remediar tan lamentable estado, do cosas. Los proyectos do ley, que remontan hasta 1871, ó no S2 ejecutan ó se aplican de un modo insaíiciente. Las disposiciones en ellos contenidas, máü que otra cosa, son paliativos. En vano exigen que los muchachos tengan doce años para ser admitidos eo ' 'las sulfataras subt-erráneas, trece para intervenir en la tracción miseánica y quince para hacer trahnjo5 peligrosos. En vano se les manda tener iina libreta donde conste su estado de salud, se les obliga á seguir clases nocturnas, y se prohibe que trabajen de noche en las le.'qjlotaciones industríales. Esos r':giamentos carecen de eanción y los mártires siguen a merced de sn trágico destino. •Sería preciso crear para los "carnsi" medios ¿^ educación moral y de salubridad. Dejaría, de liaber mártires cuando dejase de haber patronos capaces de miirtiriíia.r. cuando so buhiora resuelto el problewi* fiomplejo que compreado, con Ja reforma de las condiciones loeales. la de las relaciones sogialcs, cuandf las sulfataras"" fuesen naneadas por una policía vig'' lante. que hoy falta en absoluto. Actualmente, ol " r a r u s i " os una vergüenza tal eümo existe, y la humanidad nn puede por menos ^* indignarse. Pero ya es bora de que Sicilia se redi' nía de ello. atícjcjcitütiíicxjfiíeíoííís* LA SANIDAD EN EL EJÉRCITO ALEMÁN Una estadística del estado sanitapio en el Ejército alemíín durante el segundo año fie guerra presenta un descenso de la enfermería, un triunfo de la vacuna de inmunidad, así como el haber sido combatida la transmisión do enfcnnedades por moscas y mosquitos. El número de variolosos en el segundo año de la guerra fuó de cero, y en el primír año, do 1 por cada 100.000 Iiombres; de tifus. 1,4 por 1.000, contra 5 6 en el primer año; de disentería. 1.8 contra 2,S; de cólera,. 0,24 contra 0.32; de tuberculosis, 1,7 contra 2.9; de pulmonía, 4 contra 6,8; de enfermedades nerviosas 21,5 contra 24,3. El mejoramiiento d-el estado sanitario, es tanto mas vailioso cnanto en el s.egHndo año Ins tropas fueroi' llevadas mueho más 'hacia regiones malsanas y ITIA' aprovisionadas de] Este y Sureste. De los heridos d-eseontando los fallecidos, rcgre?*' • ron el 70 por 100 al fronte, quedando un 0 4 por lO'^ inútil y el resto apto para seguir el servicio en gnii^'' nicioncs. . De los quo pasaron por los lazaretos de la patr:íi. *^ 90 ipor 100 volvió á quedar útil para el servicio, m"' riéndose nn 1 por 100, y el resto, en parte, fué envioi'*^ á sanatoi-ios, en ipartro quedó inútil. El número de lo'' qne perdieron la vista deade eJ comienzo de la gucí"!*^ es do 1.250. AI red lí (lo I- del >[iiudo — 157 — 10 de Febrero de 1917 EHi ID^H-TOItTISIsZnO LA CEGUERA DE LOS COLORES.-ALGUNOS CASOS DE DALTONISMO Si mil hombres contemplan un jardín de flores, cincuenta eiiitre ellos verán los colorea falsamente; EI íiiil mujeres las miran, novecientas noventa y seis Ins v e r á n con la exactitud (le BUS tonos y matices. Los colores q^e componen el arco iris, m'CZülrt•ilos Gu miles de i'ormas, p r o d u cen todos los tonos del cielo, de la m a r , <íe la montaña y del TOlllp;. y muoTios (le ellos no son jamás vistos por ul ojo do la persona que padece (lo la ceguei-fl do color, e n formeSECCIÓN DE UN O J O n O l í A N O dad llamada por 'losotrDs daltonismo, los cuales sódo perciben la Inz y la sombra, del hlnmeo y <^1 negrro. Pocas, rarísimas, «011 las personas que padecen la l^otal ceguera de! co'*^r, pues casi todas perciben el amarillo, el verde y ^ ' viólela. Para los que padecen de daltonismo toMi, ^^ paisajes se les presentan como ^-abados, san mas «colores que el blanco, d «cgro y el gris en sus diie''^•ites tuualidadcs. » , Nuestros ojos son cámaras fotográficas, y asi; como ^sbas enl'oean alar-íandn ó encogiendo el objetivo, e ojo enfoca adelgazando ^ engrosando un l'^nte elaetico objetivo, para que la imagen se grabe en la retina, ^•aipresiün que piisa al ecrel)ro por el nerv:o 6pUeo, ^na serie de imág-encs movibles como el cincmalogra^ ío en colores y con la debida perspectiva por ser doa —^^ las imáirencs. Desde a ba^e del cerebM sale un cable nervioso, el nervio óptico, que ent r a t-n el globo del o,lo, sü ensanclia y cubre toda la superficie confíma interior del ojo fornrn.ndo una red finísima de nervios que se llama la retina; espercie de acerico en donde se encuentran l'ROPoatciON líN QUES E H A (íionlo treinta y siete U^N L o a COLOItES V I S I B L E S raiUones dü diminutas V LOS INVISIHLEH agujas ó var-.Uas y de J^o?s Ó alfileres. Estos conos y varillas bañnidoa en la J«z que entra por nuestros ojo3^ son los que pereibeii *a8 iniágenes, sus oolores y sus movimientos, y en ese baño ondulante está encerrado •el misterio de la visión. En esta retina donde se impresionan las imágenes bay un puntg ciego, el punto donde entra en el ojo el nervio óptico, punto cerrado paü-a la visión. Las imíígenos, los rayos d^e luz que lo hieren, no son transmitidos por medio de las ondas al cerebro. La teoría más satisfactoria sobre Ja visión del color es que los conos y varillas son las fibras nervioaiis que interpretan Jas vibracionea de lúa y color; las varillas ó agujas, l a luz en su fase puramente luminosa, la oaJnlidad independiente del color- y los conos ó alfiler-os interpretan los colores y los dietingucn por la largura de sus ondas, y que " .=..-«: los diferentes matices que son el producto de la mezcla de los colores fundamentales son reconocidos por estas fibras por el ailargiaimieu/to ó por la reducción de la largura de las (Hidas, todas las comprendidas entre las más largas del rojo y las más cortas del violeta. Cuando el ojo mira un color rojo puro, 481.000.000.000 de ondas impi-esioiían la relina ea uu segundo; s; rairah á un violeta, el número do ondas aumenta 'basta 764.000.000,000. Entre estos dos extremos hay un número casi ilimitado de vibraciones. El ojo más perfecto sólo puede apreciar el 20 por 100 de las ondas luminosas que vibran en el espacio; para el ]*esto do los colores todos padecemos •d'e daltonismo. Todas laa ondas más l a r g a s qne 7.200 por centímetro, color rojo, y más cortas que 12.200, color violeta^, son invisibles UN CONO Y VARIOS B A 8 TOXCITOS J)E LA IIETIXA, para nnestro órgano v i s u a l . j r u r AUMENTADOS Las ondas más largas que el rojo se llaman infra-rojo. desconocidas y eléctricas; las m;ás cortíis que el violeta so llaman u,ltra-vÍoleta y rayos Roentgen. Con layuda dcil fluoroseopio, quíi retarda la velocidad, el ojo puede percibir los rayos ultra-violeta; los infra-rojos se hacen sentir en forma df calor. Hay dos cl^iBes de ondas luminosas: las de color y las blancas. Cuando un foco éa luz, el sol, por ejemplo, ilumina un objeto, parte de la luz es absorbida y parte reflejada; esta última es la luminosidad del objeto, formal de luz eicmpro perceptible. Cnanto más luminoso es un objetq. más intenso es el efecto en la retina, más estimulante la luz y, por consiguiente, mayor cansancio para la retina que mo- AIre(le<lúr de] Mundo 158 — Auo XIX T^ PnUEBA BEL PUNTO CIEGO Mírese la i>íigina de frente, con el cjadrado eo el centro. CIÍITÍÍSC el ojo izfiuienlo. y ni nofrcar In ¡ifigina desaparee ni la figura de la derecha. Si se cierra oi ojo derecho, desaparecerjl In de la iz<]iiierda. mentáncamente se paralizapn los conos correspondien- ante la Asamblea de Amigos con el ti-aja gi'is de costes á. tal coJor. Mírese ail sol, luc^'O á otro sitio, y ve- tumbre, pero con medias rojas. La indigniaición de sus remos la imagen del sol, pero de color aüul pálido, correligionarios fuó grande; escandalizados lo aposque os el contraste de! amarillo anaranjado del sol; trofaron dnramciiiite. y la indignación llegó al colme su color complementario. Si miramos fijamente á una cuando ol acusado negaba llevar medias rojas. Según imagen, los conos ó alfileres que pereÜHiii el rojq. se él, iba vestido como los demás,, y ante su tenacidad ea/nsan, se annlnn, y si mliramoa á otra imagen no ve- y la negativa de su falta se pensó en expulsarlo de In remos ninguno de sus rayos rojos. En este caso pade- Co^ngregaciíín. Daltón no sabía que se había puest* cemos de daltonismo del rojo momenlaíneamente. unas medias de color escarlata; para él eran grises. La retina tiene su lenguaje, el leng-un.je de la luz, Cuanrlo en la Univeisidad de Oxford recibió la tog^ tan rico y briilanite unas veces como pobre y obscuro roja tlel doctorado, Dnltón pudo apx-eciar la honorífien otras, con sus mentiras y aberraciones. Si en la ca distineióu, mas no el color de la vestidura; padeol)scuridad nos oprimimos el globo del ojo, la retina cía de ceguora.del color rojo. lleva al eerebro la senjíaeióa de" un círculo á, anillo de Del nombre del famoso químieo tomó nombre 1* luz. Si Ja estimnlamos con la eleceniermedüd dis colores. Víinas pci'tricidad, la sensación es de la imsona.s contratadas para hacer I^ prosiíJn de una gran luz; si nos darecolección de la fresa, no han AtttrtjijtJM mos un coscorrón en la obscuridad, ixtdido desempeñar au cometido "vemos ias estrellas". Mentiras por coger indistintamente las freinocentes de la retina, telegrafiadas sas verdes y las minduras. P.tdcconuo verdades, al cerebro, üían daltonismo del rojo y sol» distinguían la fruta por la forma; íjae ondas de cada color imprey una señora casada con un miemsionan sus respectivos conos en la bro del Parlamento ingiós pidió f' retina, y cada color primario tiene divorcio porque su ninrído había su serie de conos. Si en un ojo faltan, por ejemplo, los 500.000 conos DIAGRAMA DE XÁ3 CCTDAS TIBJIAIOIIIAS i<lo ül entierro de su suegra con DiE LOS SE¡ta COLORES PRISIABIOa casaca roja. ' ó alfileres del verde, aquel ojo tenSe cuenta que an individuo acudrá la ceguera del verde y no percibirá tal color; pero como conserva las agujas ó va- sado de Hisesinafo iba á ser condenado á la últim" rillas, percibirá la intensidad d-e la luz, un gris más pena, pQr él testimonio de una mujer que le vio SÍ^' ó menos acentuado, y así con los demás colores. Si lir de la habitación de la víctima vestido de caluóii una persona que padece de daltonismo dol rojo con- y chupa escarlata; pci-o un notable matemático jnrá' templa nuestpa bandera, verá bien el amarillo, pero haberle visto á la misma hora y en el mismo siti" del rojo verá el amarillo, más la luminosidad del rojo; vestido de gris. El daltonismo del sabio libró de Is es decir, un ajmarillo sucio ceniciento. Gencralímente horca al criminal. se percilKí un tanto dol color, pues es muy raro que 'En Sueeia ocurrió un kmentabilísimo accidente fC' falten en absoluto todos los conos de un color, y en rroviario, á consecuencia del daltonismo de un guai" ' esto caso el rojo de nuestra bandera no sería entei'a- da-agnjas. , m'ente gris, 3Íno que tendría algún' matiz rojizo. El rojo y el verd^. los colores niás frecucntemeuto Para el que padece do daltonismo total todos los inapreciables en el daltonismo, son los que más 8^ objetos aparecen en blanco y negro con todos sns gra- usan en las señales feíTOviarina y marítiraias, y todos dos intermedios, como uma fotografía; pero este dal- los empleados cu estos servicios deben ser debida X tonismo al>soliito es'rarísimo. Lo general es la cegue- cscrupulosnuiente examinados nnttís de encomendarra de uno ó dos coloreg. el rojo y el verde, ó ambos los estos cargos. á !a vez. El daltonismo ba existido, probablemente El daltonismo es, por lo general, un'defecto de ufl' desdo el principio de la humanidad, pero sólo bace cimiento y se cipnsideita incurable; pero también pw^' eiiento cuarenta años que ae conoce y se estudia. de ser producido por un golpe, una sacudida ó por ^^ 'El primero que lo describió con su propio caso, fué inmoderado uso del tabaco, y algunas drogas eausfli* un daltonismo temporal, La santomia, por ejempl**^ cfl qnimico inglés Dalton, en 1774. Pertenecía este químico á la secta de los cuáqueros hace que dunainte aflgún tiempo no se perciban 1^* que siempre visten de gris. Un dSa, Doltón se presentó rayos violeta. ^^AAA^^^^S^^^SA^v^^^^^^A Alredoílnr <lel MiintJo 10 do Febrero do 1017 159 — Auerfqnador Universal rnliürnnu.s nqtif las prr.Kuntns que so nos diriscu ciianáo son (le iiitcrís froiieral. Confinmos en la buena voluntad ^0 lo3 loetnrea pnrn qnc cunuílo sepnn nlfio de lo que se PPPíruiiln envíen !a i-f-spnnstn. 101 objeto do esta sección ea prestar un servicio íi cuiiutns deseen conocer nl^rtn dato 'uteresnnte de Historia. Geosrntln, Filologín, Historia Nnt'it-nl, ete. No nílitiífimos cartas que no conten^'nii el nom'ii'o y senas dr-l reinltente. Las pres^untas lian de ser expuestas eon niuelia brevedad, ndvirtiendo íl nuestros lec^irps qin. no publionromog niufruua en que se soliciten retoptlios 6 Indicaciones de tratamientos niídicos. ni tampoco ^quellaa cnyii contestación pudiera entierrar un reclamo, *^oino flon bis que piden seíías de establecimientos industríalos 6 eomorcinlGS. TJB Direcciíin se reserva el derecho de variar la forma de las proKuntas. respeíando siempre su sentido. í-'tis contestaciones deben venir siempre encabezadas con las preguntas íntegras que las bayan motivado, sin cuyo ^pqnisito no serfin publicadas. A la 7.707.—¿Cuál es la tniducción literal y signifícaciún de elcmeutos de In palabra hipócrita? La palabra "hipócrita" deriva de la voz griega "hypoltrítés" que significa "comediante". Como se ve, la etimología de esta palabra concuerda perfectamente con su significado, pues el hipócrita es un comediante de la virtud, hasta el punto de que los términos "comediante" é "hipócrita" se usan frecuentemente como sinónimos, sin que ello implique ningún agravio para la profesión de cómico, tan honrada como otra cualquiera, pues representar en las tablas es muy diíerente de fingir y engañar en la vida real. PERSILES Barcelona. Pregunta» remitidas 7.752.—¿Porjucíicaríi á la salud la co.iistantB es¡í»nc¡a en una habitación donde haya almacenado ce, lU'Ioide. y que al mismo tiempo .se e s t í haciendo uso ^B 3a cola para pegnr el celuloide llamada "acetona"? ""-'fHan Pérez (Madrid.) 7.7r,.'í.—¿Hay algún tratado de Aritmética en eaPafiol 6 en francés que itrate con extensiün ol modo ° Jog diferentes modos de resolver las expresiones faccionarias, cuyas operaciones íi resolver sean su^as, restas, multiplicaciones y diTlsiones de númeos einiteros. fraccionarios y dpcimales? 7.754.—¿Hay alguna colección de problemas aritméticos razonados y resueltos analíticamente, que t^nteñga buen lu'imero de problemas de númeroa oncretos expuestas las cantidades en quebrados or'narios y en números complejos?—Lorenzo Latorro ^tJníva.) 7.755.— -Qué buenas obras de numismática aa^han ^'íliHcadü len castellano 6 en latín?—U. P. do VínasP^'fi (Aoiz). Contestaciones recibidas ^ '^ la 1.r,lS.~¿Qu6 utilidad les flan á los jiCiimáti^ do HutomAvil por usados que estén? Aparto de las utiidadea que voy A indicar, supon°¡^ tjue habrá otras, tal vez mAs prficticas; pero por > Pueden ser Útilee al autor de la pregunta me apre^^o a comunicarlo las que conozco. •-on las partes menos perjudicadas, se pueden haY suelas para el calzado, su resultado es admira'6- 3mperni,eables por completo y de prolongada du^aciCn ^'on el reborde, que es bastante grueso y el sitio ¿j ^ menos se estropea, es pueden hacer frenos para Y, por ultimo, para hacer parches" & las cámaras '^^ ' i s bicicletas. ARiMANDO POP Mudrid. Los ahorros del comándente PROBLEMA tíri comandante que había sido deetlnado ñ Marruecos, antes de salir de la Península e-ntregó á un banquero sus ahorros, qne consistían en mil durüs en monedas de á cinco pesetas, re^partidas en diez ñacos [precintados. — l i e repartido mí dinero—le dijo.—de tal manera que, cuando yo le pida á usted fomdos por priraeríi vez, sea cual fuere al cantidad que pida, pupda usted enviármela en sacos sin abrir ninguno de ellos. — ¡ E s asombro'so!—-exclamó el banquero. Sin embargo, era cierto. ¿Qué cantidad había en ca^ia saco? Problema «La recompensa» SOLUCIÓN Como que repartir una cantidad N en partes inversamente proporciomialea íl loa númoroa "a, b, c..." es lo inilsmo que repartirla en partes directamente proporcionales á las fracciones — , — , — .. el a b e problema quedará resuelto dividiendo las l.OOo pesetas en partes directamente proporcionales á los quebrados .10 25 20 U 200 ' l i o ' I ? ' iü" 6 bien las siguientes: 1 _^_,J¿.'^ 15 24 y reduciéndolos al n-úmeiTÓ denominador común 72 75 J.GO _ 11^8 3tíó' aso' SGo' seo A l r e í l e d o r d o l ^Muntlo IGO — 'Dividiendo a h o r a l a s 1.000 p e s e t a s en, p a r t e s dir e c t a m e n t e proporciionales á los n u m e r a d o r e s tendremos: Cantidad que corresponde á A 12 • lUrX) ~— = 151,53 p e s e t a s . ^ '.'• 475 C a n t i d a d ciue c o r r e s p o n d e á B 75 • 101 )U -—^ ,;^ ló7,8í) p e s e t a s . '175 Ganitldad que correapoinde á C IGO • lÜOC) 475 ^ , C a n t i d a d q u e c o r r e s p o n d e &. D IGS • lUUO ^ ^ _ -— = : 35i>,ü8 p e s e t a s . 476 Súlo lia l e m i t i d o h a s t a a h o r a la solución e x a c t a de -efite .problema, D o ñ a H o n o r i n a S., de Madrid. T a m b i é n h a n e n v i a d o la aoluct6u del prolilema " C u e s t i ó n g a t u n a " D. L u i s B e t e g ó n C a s t e l l a n o , d e G u a d a l a j a r a , y D. E n r i q u e C a m p i l l o , de C a r t a g e n a ; la de " U n negocio e n vimos" D. Guzmíin F a l p , de P o r t B o u ; D. G r e g o r i o .Maestre, d e JTáiaga, y don E d u a r d o C a r r a t a l á , d e P a i m a d e Matllorca, y la da " L a m a n c l i a ' ' e n el v e l a d o r " , D. J o s é R a m e a n del Castillo, d e L a H a b a n a . CORRESPONDENCIA E . l í . (Valencia}.^—-No o c h a r e m o s su idlea en s a c o r o t o , aunriúe n o sea I n m e d i a t a m e n t e . V. S. dc!l V. (lia r a i m a ) . — . N o Kon de i n t e r é s m u y g e n e r a l , q u e d i g a m o s , a u s p r e g u n t a s ; p e r o en fin, 1E^ p u b l i c a ñ e m o s si u s t e d l e s d a u n a Corma imenos v a g a , r e u n i e n d o e n u n a , p o r e j e m p l o , l a s o b r a s cuyo a u t o r Afiü X I X I g n o r a , len o t r a l a s q u e d e s e a s a b e r d ó n d e se emcuemt r a n , etc. IJ. S . (Sitges).—^Su p r e g u n t a , a p a r t e de n o s e r de I n t e r é s g e n e r a l , e x i g i r í a d e m a s i a d o e s p a c i o p a r a !a c o n t e s t a c i ó n . Hoy existen y a maittuales que e n s e ñ a n ese Tiueivo a r t e , a l g u n o de los cuadca podemo.'i indic a r l e s i así lo d e s e a , a u n q u e a d v l r t i ó n d o l e dusílo l u e g o q u e no está.n e,n caatollano. F . O. (Ilart-floiia}.—SeutlmoB decirle que s u p r o b l e m a n o e s t a l p r o b l e m a , p u e s n o e n c i e r r a diflcultad nlinguna y t i e n e t o d a s l a s s o l u c i o n e s que se q u i e r a n d a r . Ya h a b r á u s t e d v i s t o q u e la s o l u c i ó n al de i o s g a t o s n o í s l a q u e u s t e d c r e í a . e,s decir, q u e e r a a l g o m á s p e l i a g u d o de ilo que á u s t e d le p a r e c í a . A. C <3. ( l i U a r c n ) — N o t e n e m o s d a t o s s o b r e el func i o n a m i e n t o d e es? saimatorio. L o m e j o r e s q u e s e di_ r i j a u s t e d ¡i s u d i r e c t o r . O. d o B . ( H e u s . ) — N o h a y i n c o n v e n i e n t e en h a c e r l o ; .poro c o n v e n d r í a n o s d i j e s e u s t e d q u é e s lo q u e t e m e o c u r r a ai r e u n i r l o s , y p o d r í a m o s c o n t e s t a r l e míiis c a t e g ó r i c a m e n t e . IJ. E . d o N. ( V a l l a r t o l i d ) . — H e m o s m i r a d o el ú l t i m o n ú m e r o a n t e r i o r íi la f e c h a en que u s t e d escrilje, y n o hailara.08 ¡nada de 'lo ijue dice en sn ú l t i m a p r e g u n t a . ¿ T e n d r í a ust'ed i a , b o n d a d da e s p ü c a r s o raedor? L a s o-tras p r e g u n t a s v a n al " A v e r i g u a d o r " . íi. r . — S i n d u d a h a visto u s t e d esa f ó r m u l a e a a l g ú n o t r o sitio. N o s o t r o s n o l a h e m o s p u b l i c a d o . J . S. (Valencia.)—rBn c u a l q u i e r t i e n d a de o b j e t o s de caza y d e p o r t e s las e n c o n t r a r á u s t e d por m u c h o m e n o s d i n e r o del q u e lo c o s t a r í a h a c e r l a s e*n casa. Libros recibidos F i a t l u x , p o r A. P e r e i r a . — E s t a o b r a , q u e ¿ o n s t i t u y e el q u i n t o v o l u m e n d e la "Colección p o p u l a r d e a u t o r e s cubamos" p u b l i c a d a ipor l a casa e d i t o r i a l "StudUun", de la Habana, es un interesante trabajo s o b r e c u e s t i o n e s s o c i a l e s y r e l l g i o a a s de c a p i t a l i n t e r é s p a r a la isla de Cuba,^—{Precio, 60 c e n t a v o s oro- ANUNCIOS TELEGRÁFICOS ARMAS "COVARSI". garantizadas. Trozos Venatorios, obra magníficamente ilustrada. Facilita catálogos gratis autor Antonio Covarsí. Badajoz. FABRICA DE CORBATAS, camisas, guantes, géneros de punto, elegancia, surtido, economía. Precio fijo. Capellanes, 12. 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HIIRIAHA PINEDA, HÚH. 7.-IIABR1D Telefono n ú m . 9 3 «LA AVICULTURA PRÁCTICA» revisla mensual Nustm tía Suseripción: 8 pías, al año; extranjero, IQ E s r i » Kratin (¡6 tollotos iostnictivoe, cat AJui^nay námoroa da ronestraR de) citado ponódioo índices y lapas pa- " raeltomo XXXIV de SERVICIOS DE LA COMPAÑÍA TRASATLAITTICA Linea de Buenos Aires. Bervioio menBual •aUendo do Barcslona el 4, de MAInga ol 5 y do Cádit ol 7, pam Panta CrTiz de Tenerife, UonteTideo y «OenoB Airee; eoiprendiendo el viajo de rcgroio donde DuenoB Aires el dia 2 y de Montevideo t i 8. Ijiuea d e N e w - r o r k , Cuba-Méjico, h Servicio mensual Huliando da Barcelona, el 26, d« MAlagft el 26 y de Cidíz •! 30, pkra New-Yort, H^ban», Veraoras y ^Qerto Miijoo. SeErasa de Ver actué el íil y de Habana el 30 de oada mea. Línea de Cuba-Méjico. jj Servicio menanal Haliondo de Bilbao el 11, do Santander el 19, de Gijón el 20 y de CoruBa el El, pBra Habana, y Vvrfterns. ''elidan de VemcriiB el 16 y de Habann el W de cada mcB, pura Corana y Saotender. L í n e a d e Venezuolo-ColombiB. p Servicio mennaal aaliondo de Bnrcolona el 10, et 11 de VBlonciii. el 13 de H4I«Ka, y de Cádiz el 16 de cada «>», par* JJ". t i l m a s , Santa Cruz do Tenerife, Santa Ornide la Falma, Puerto Bico, Habana. Paerto Limón, Colén, Sabanilla, Cnra^ko *^Berto Cabello, y La Ouayra. 3o admite pasaje y carga con trasbordo para Veraoini, Tempico, y puerttiB del Pacifico. Línea de Filipinas. Una nalida oada 14, días «rranoando de Barcelona para Port-Said, SUOÍ, [Colombo, Singapore y llanila. Linea de Femando Póo. l, Servioio mensual íaliendo de Barcelona el 2, de Valencia *•! «, do Alicante el t, de Cádie el 7, para TA^aer, Caeablaaoa, •*«tagAn [EBoalaB faonltativaí), Lai Palmas, Santa CruB de Tenerife, Santa CruE de la Palma y puerto» de la ooit» oooiden *»ldeAírioa. , , ., Reereao de Fernando Póo el S, liaoitnda las «BcalaH d» Canariai y de la Feninanla indicsdaí en el viaje o* idk. L í n e a BrofiU-Plata. Serriolo meninal laüendo do Bilbi.o, Santander, Gijón. Coruña, Vlfo y Lisboa (faenltativa) para HIo Janeiro, lloatevi•o y Buenos Airea; emprendiendo el viaje de regreso deado Buenoa Airea para Uontevideo, Bantoa, Hio Janeiro, GanariaB, '"•boa, Vifo, Coruña, GijAn, Santander y Bilbao. e * ~ ' V " »*UOTeB admitenL oarga en laa oondlcionoa m i s favorables y paaajeroi, A quienes la Oonapaflia da alojamiento mn^ «•modo y trato esmerado , como ha acreditado en in dilatada servicia, Todoa los vapores tienen teleerafia aitk bilos. "LOS MUCHACHOS" SEMANARIO INFANTIL S E PUBLICA LOS DOMINÓOS •;-••;••••• ;••:'"-• •"••"-•.'•'• ^ " - " . ^ • . • ••: ; - • •.•.',•••",••/•'••"•.'-"::•.;,•.";'•• v ^ - • • • • • ' • • • ; ; • • / • ; • • ' • - ' ' ' " ; . . •••• ••; r ' j ' •,•; •-i'L > . ; •"•. •• ' • • • • ' - • • ' ' i ^ í • • • ; •; -.:• • ^ ' • ~ ^ . • ^ . ' ^ ^ t . - , . • •:..; Jabón, Colonia, Extracto^ Polvos de arroz. í ::-,'•:-