Ánélidos

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Anélidos
María Fernanda Basombrio Muro 2° “B”
Descripción
Los anélidos son un grupo de metazoos llamados
celomados (con un espacio interior rodeando el
intestino denominado celoma), y con el cuerpo y
sistemas orgánicos en una disposición segmentada (en
unidades llamadas metámeros); se trata de una clase
de gusanos de sangre roja, tales como la lombriz y la
sanguijuela. Están desprovistos de apéndices
articulados. Viven libres en medios marinos
(poliquetos), agua dulce (hirudíneas y oligoquetos),
tierra firme (oligoquetos), o como parásitos de diversos
animales (hirudíneas). Algunos poliquetos son errantes
y depredadores. Son muy abundantes, y los que viven
en el suelo, como las lombrices, desarrollan una
importante labor ecológica (reciclaje de los detritos del
suelo). Su tamaño puede oscilar entre 1 mm. y 1 m.
Características
En los anélidos se distinguen apéndices locomotores
(parápodos) que están provistos de quetas o sedas
(formaciones filiformes semejantes a los pelos). Según el
grupo, poseen mayor o menor cefalización
(concentración de tejidos nerviosos en la cabeza), más
acusada en los poliquetos, que disponen de apéndices
cefálicos capaces de recibir estímulos, y que también se
relacionan con la alimentación.
Estos animales pueden desplazarse mediante
movimientos peristálticos, es decir, realizando
contracciones coordinadas de los músculos circulares y
longitudinales que posee.
El aparato digestivo es completo, con regiones
diferenciadas: faringe, esófago, estómago, intestino y
recto.
Características
El aparato circulatorio está compuesto de dos vasos
principales longitudinales y cerrados, uno dorsal y otro
ventral, con otros dispuestos transversalmente que los
unen. La función del corazón la realizan unos vasos
muscularizados anteriores (a modo de pequeños
corazones). La sangre contiene pigmentos similares a la
hemoglobina capaces de captar oxígeno. El aparato
respiratorio funciona branquialmente en muchos
anélidos de la clase poliquetos, siendo cutánea en el
resto. El sistema nervioso es más complejo que en otros
grupos precedentes, dada la importancia que supone el
sistema locomotor.
Los anélidos se reproducen sexualmente en su mayoría,
excepto en la clase oligoquetos, que son hermafroditas.
Clasificación
Los anélidos comprenden un importante grupo
dentro del reino animal, pues fue en ellos donde
apareció por primera vez la división en metámeros
(unidades o segmentos). Esta disposición orgánica
segmentada permite al animal una especialización
de sus distintas partes. Se distinguen tres clases: los
gusanos marinos o poliquetos, caracterizados por
poseer abundantes parápodos con quetas y
apéndices cefálicos; las lombrices de tierra u
oligoquetos, que apenas presentan vestigios de
quetas, o son residuales; y las sanguijuelas o
hirudíneos, que están provistos de ventosas y no
presentan quetas.
Los Poliquetos
Los poliquetos suponen el grupo más numeroso de los
anélidos. Se trata de gusanos de vida marina, que habitan
generalmente en las zonas litorales y neríticas. Constituyen
dos grupos: los errantes, activos de vida pelágica, que
poseen segmentos iguales (segmentación homómera), de
régimen herbívoro y con capacidad para introducirse bajo la
arena excavando galerías; y los sedentarios, que engloban
especies de vida sedentaria, y tienen el cuerpo dividido en
segmentos de tamaño diferente (segmentación heterómera),
ejemplo del género Arenicola.
Entre los poliquetos sedentarios se distinguen a su vez dos
grupos:
- Tubícolas, que se caracterizan por vivir introducidos de
forma indefinida en tubos de quitina que ellos mismos
segregan, en el barro o sujetos a las rocas o caparazones de
otros animales; la forma de alimentarse de estos animales tubícolas es mediante filtración del plancton.
Los Poliquetos
- Excavadores, que habitan permanentemente introducidos
en unas galerías que excavan en el barro en arena; la forma
de alimentación es a través de los detritus filtrados; el nereis,
utilizado como cebo por los pescadores, es un ejemplo de
poliqueto excavador.
Los poliquetos pueden adaptarse a variadas condiciones
ambientales, gracias a a la especialización de las distintas
regiones del cuerpo por tenerlo segmentado. Cada
segmento o metámero de un poliqueto posee dos
parápedos (expansiones laterales), con unas quetas que les
permiten realizar una función locomotora; en el último
segmento llamado pigidio se sitúa el ano.
La reproducción de los poliquetos es generalmente sexual.
En los errantes tiene lugar en determinada época del año y
de una forma muy curiosa: la parte posterior del cuerpo
cambia de forma y color, las partes sexuales posteriores se
desprenden y llegan hasta la superficie del mar, donde se
abren y se fecundan los gametos.
Los Poliquetos
Nereis, un poliqueto excavador muy utilizado como
cebo por los pescadores.
Oligoquetos
Los oligoquetos son los vulgarmente conocidos como
"lombrices de tierra", que viven permanentemente
enterrados o en el agua dulce. No poseen parápodos,
como ocurre en los poliquetos, ni otros apéndices u ojos
y estructuralmente son más simples. Posee un aparato
digestivo con algunas especializaciones debido a su
actividad detritívora (consumidor de detritus); se
distingue el buche, molleja y tiflosol.
La forma de alimentación de los oligoquetos supone una
gran labor ecológica; excavan galerías y digieren la
tierra con objeto de absorber los nutrientes que
contienen los detritus orgánicos, desmenuzándolos en
partículas más pequeñas, expulsándolas y
depositándolas después en la superficie.
Oligoquetos
A la vez, el efecto de remover el suelo produce una
aireación del subsuelo, que junto con la reducción de las
partículas más grandes, la materia orgánica y mineral
resulta mejor aprovechada y muy beneficioso para el
crecimiento de las plantas. Los géneros lumbricus (como
el lumbricus terrestris), enchytraeus y allolobophora, son
de gran importancia para la fertilidad de los ecosistemas
edáficos.
Los oligoquetos, aunque son animales hermafroditas,
para la fecundación precisan aparearse dos individuos
distintos (no se produce autofecundación).
Oligoquetos
Lombriz de tierra
Hirundíneos
Los hirudíneos, también llamados aquetos (por carecer
de quetas), son las vulgarmente conocidas como
"sanguijuelas", por su actividad chupadora de sangre.
Están segmentados en unidades fijas, de forma que el
número de segmentos es el mismo a lo largo de toda la
vida. Son ectoparásitos, motivo por el cual poseen
ventosas para fijarse a sus víctimas, una anterior y otra
anal. La boca tiene mandíbulas que les permiten
desgarrar la piel de la presa parasitada. Dado que se
alimentan de sangre, mientras chupan segregan en la
saliva una sustancia proteica (la hirudina) que impide la
coagulación, con objeto de que la sangre siga fluyendo
de la herida abierta.
Hirundíneos
El tubo digestivo posee un gran buche dividido en
numerosas cavidades, que les permite almacenar más
de diez veces su peso; esto les faculta para soportar
largos periodos de ayuno de hasta nueve meses.
Los hirudíneos son hermafroditas, al igual que los
oligoquetos, y se reproducen de forma similar. Se
distingue el género Hirudo.
Hirundíneos
Sanguijuela
Fin
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