LA ADOLESCENCIA EN LA ESCUELA SECUNDARIA HOY. POSIBLES DIÁLOGOS CON EL CONSUMO Bertolotto, María Gabriela; Canteli, Mariano Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de La Pampa. mariagabrielabertolotto@gmail.com; marianoacanteli@gmail.com Resumen La presente ponencia se enmarca en el proyecto de investigación denominado La educación secundaria en La Pampa: políticas, instituciones donde participa la cátedra Psicología junto a otras de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam. El mismo propone aportar conocimiento para la comprensión de la configuración actual del nivel de educación secundaria y atraviesa tres ejes: políticas, instituciones y actores de la educación. Esta cátedra trabaja especialmente en el último tópico e incluye un análisis sobre la posición de los docentes y de los alumnos como sujetos de la educación secundaria obligatoria. Se realizaron entrevistas grupales a adolescentes escolarizados y se intenta desde el análisis del discurso abordar el proceso por el cual transitan, como así también las posibles relaciones que establecen con el consumo ocasional o regular de sustancias psicoactivas. En la adolescencia el lazo con el otro es importante como sostén de una función de sancionar o legitimar y se encuentra en un momento donde aún la subjetividad está en trámite de estructuración. Si bien las situaciones impactan de distinto modo en cada joven y de acuerdo con su historia libidinal, este trabajo intenta abrir interrogantes sobre las nuevas formas de subjetividad que van modificándose con los diferentes momentos históricos sociales. Palabras clave: adolescente, malestares, escuela media obligatoria, lazo social. El presente trabajo se enmarca en el proyecto de investigación denominado La educación secundaria en La Pampa: políticas, instituciones y actores donde participa la cátedra Psicología junto a otras de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam. El mismo propone aportar conocimiento para la comprensión de la configuración actual del nivel de educación secundaria y atraviesa tres ejes: políticas, instituciones y actores de la educación. Esta cátedra trabaja especialmente en el último tópico e incluye un análisis sobre la posición de los docentes y de los alumnos como sujetos de la educación secundaria obligatoria. El programa de Psicología apunta al campo de la práctica profesional especialmente en su última unidad. Allí se plantea que existen diferentes maneras de vivir la adolescencia teniendo en cuenta entre otras cosas, cuestiones generacionales, culturales, de género y educativas. En lo referido a Investigación, la Cátedra viene trabajando en temáticas referidas a los vínculos transferenciales en la relación docente-alumnos y a la constitución subjetiva de docentes y alumnos. En correspondencia con esto, durante la cursada del año 2013 se puso énfasis en estos aspectos, en las manifestaciones de la violencia y de las adicciones en los adolescentes y en algunas posibles formas de abordaje. Para ello se empleó como insumo bibliográfico, entre otras cosas, las “Guías de actuación institucional sobre violencia y adicciones en las escuelas” elaboradas pocos años atrás por el Ministerio de Cultura y Educación de la Provincia de La Pampa. El trabajo correspondiente al campo de la práctica profesional se organizó mediante una investigación cualitativa de carácter exploratorio. Como instrumento de recolección de datos se utilizó un cuestionario de entrevista con preguntas abiertas elaborado en conjunto con la Coordinación de la Mesa de la Práctica. Luego, en las clases teóricas y prácticas, se trabajó con los estudiantes sobre la importancia del acercamiento a los alumnos, sujetos de la educación secundaria, para conocerlos e iniciar la reflexión sobre la significación y el sentido de la formación como profesores. Se presentó el cuestionario para la entrevista explicando que ellos podían realizar las modificaciones que considerasen convenientes con el fin de adecuarlo a las características de los entrevistados, al ámbito en que se realizaba el encuentro (dentro o fuera de la escuela secundaria) y al desarrollo del diálogo con los alumnos. Luego los estudiantes de la Cátedra, reunidos en pequeños grupos, aplicaron las entrevistas a alumnos de distintos cursos del nivel secundario en, escuelas secundarias comunes y en la modalidad de Jóvenes y Adultos de Santa Rosa y también en instituciones de algunas localidades de donde proceden. Además, realizaron entrevistas en espacios donde se aglutinan adolescentes, como por ejemplo, clubes o plazas públicas. Una vez concluida esta etapa, en las posteriores clases de trabajos prácticos, los grupos de estudiantes presentaron la información obtenida mediante las entrevistas, produciéndose interesantes intercambios y debates sobre la diversidad juvenil y sobre el acontecer escolar pudiéndose establecer relaciones enriquecedoras con los contenidos de la asignatura. Sobre todo en aquellos puntos referidos a los cambios sociales, la problemática adolescente, el vínculo docentes-alumnos, las adicciones y la violencia. De esta manera, y siguiendo el planteo de Diker y Terigi, fue posible que los estudiantes de los profesorados inicien su recorrido de formación en contacto con los adolescentes como sujetos de la educación secundaria pudiendo asimismo aproximarse a la comprensión del acontecer educativo y a los efectos del contexto socioeconómico, cultural e institucional sobre las prácticas escolares. Según las autoras, “todas las asignaturas de una propuesta curricular para la formación docente pueden incluir la práctica, y deben de hecho incluirla para que la teoría tenga sentido….” (Diker yTerigi. 2003, p. 226). Esto último es lo que se intentó durante la socialización de la experiencia que tuvo lugar en cada una de las comisiones de trabajos prácticos. Es por eso que el objetivo de éste trabajo es producir un primer acercamiento a una de las problemáticas actuales, con las cuales se pueden encontrar en la práctica como futuros docentes producto de las transformaciones sociales que impactan en la subjetividad. De ésta manera intentamos que los alumnos puedan construir una primera aproximación y explicación situacional. Por eso consideramos que es necesario crear espacios de ensayo donde a través de una inserción gradual a la institución escolar se generen las condiciones para que se involucren y tengan conocimiento de una realidad que nos atraviesa, nos interpela y nos convoca como docentes. En la adolescencia el lazo con el otro es importante como sostén de una función de sancionar o legitimar y se encuentra en un momento donde aún la subjetividad está en trámite de estructuración. Si bien las situaciones impactan de distinto modo en cada joven y de acuerdo a su historia libidinal, este trabajo intenta abrir interrogantes sobre las nuevas formas de subjetividad que van modificándose con los diferentes momentos históricos sociales. Se intenta desde el análisis del discurso de los adolescentes abordar el proceso por el cual están transitando y la relación que establecen con los consumos de sustancias psicoactivas. Extraemos breves párrafos de las entrevistas realizadas a los adolescentes por los alumnos de la Universidad en distintos colegios secundarios de la provincia tomando el decir textual de los adolescentes en relación a ésta temática: “no sólo hablaban de droga, sino de cigarrillo, alcohol”; “todos somos adictos a algo y eso no genera problemas en la escuela”; “vayas donde vayas siempre va a ver adicciones”. “la marihuana no es una adicción, es mental, si vos la querés dejar, la vas a dejar”, “ es la más difícil de dejar porque si no querés vos, no te lo pide nadie”, “ Hay un rumor de que en la escuela hay droga”, “no fuman, pero toman alcohol el fin de semana y el porro”, “ al igual que el embarazo adolescente muchos lo buscan conscientes y a temprana edad”, “ si alguien está fumando no sé qué decirle, porque le diga no te va a hacer caso, tiene que buscar ayuda en la familia sería lo ideal o ayuda profesional para poder sacarlo de la situación”, “pensamos que éste tema es mucha moda”, “se reúnen a fumar marihuana en el parque, pero yo no fumo”, “te venden en cualquier lado conseguís donde sea”, “ si te drogás sabés que te va a agarrar una adicción y te vas a cagar muriendo”, “ se puede hablar con una psicopedagoga”, “yo no le resolvería el problema si es adicto, es su decisión: yo tengo ésto y lo tengo que dejar de hacer, primero lo tiene que reconocer y luego tomar la decisión de dejarlo, ahí va a empezar a buscar ayuda”, “mientras no molesten que hagan lo que quieran de su vida”, “la solución depende de cada uno, si uno quiere puede alejarse de las adicciones, también depende del entorno donde uno esté”, “siempre corre el rumor que en el baño se fuma”, “lo hace afuera de la escuela, pero adentro no me he enterado”, “se sabe quienes consumen y quienes no”, “no consumen en la escuela, afuera sí”, “en el aula duermen o joden pero nunca llegan a ser violentos”. De acuerdo a los dichos de los adolescentes podemos decir que sitúan a ésta temática en relación a diferentes dimensiones: la dimensión subjetiva y la dimensión social o cultural. La dimensión subjetiva atañe a aquello situado en el orden de la subjetividad, desde ésta perspectiva el consumo de sustancias psicoactivas es una problemática personal y el malestar tiene que ponerse en términos propios para poder subjetivarse, a través del síntoma que debe ser abordado y apropiado, ubicando así su implicación para resolverlo en el ámbito personal, familiar. Al tener la posibilidad de ser abordado y tratado en el ámbito privado, es decir en un tratamiento individualizado que además de la implicancia subjetiva debe ser alojado en la familia o en una institución o profesional especializado en éste tema. En relación a la dimensión social es situado en torno a un malestar acorde a las marcas de la época: desde éste lugar es entendido como un efecto de estructuración subjetiva que conduce a la proliferación de síntomas modernos. Cada época segrega sus propias patologías. (Anny Cordié, 1998, p 254). La amplitud del fenómeno de los consumos compulsivos es bastante amplio, mientras que algunas formas de intoxicación responden a necesidades culturales, donde tienen una función de integración, de hacer lazo social, existen otras que engendran un desligamiento del lazo social, una deserción. Cuando un sujeto se nombra a sí mismo en relación al consumo: yo soy adicto..., a partir de éste significante, lo social va a dar una ilusión de poder y de dominio de un fenómeno, porque al nombrarse-se nombra y de ésta manera el sujeto va a encontrar su asiento por su nominación. Hoy el consumo de sustancias psicoactivas es una de las formas en que los adolescentes encuentran para integrarse quedando por fuera del mundo adulto y del control de los mismos. Es ese espacio de transgresión que los congrega y da una complicidad generando una identificación al grupo que los hace consistir a nivel subjetivo. No hay disolución del yo en el grupo, sino más bien una identificación que viene a significarlo. Hace varios años Francois Doltó en su libro La causa de los Adolescentes, quien se dedicó al trabajo de problemas específicos de la infancia y la adolescencia, en un apartado sobre: “Causas y repercusiones de las drogas entre los adolescentes”, decía: La adolescencia ofrece un terreno particularmente abonado: la ansiedad y la incomodidad física que aparece en ésta edad, el aspecto mágico del empleo de sustancias, la presión social de los grupos de adolescentes, la búsqueda de una identidad…, otros tantos factores que contribuyen a incitar al adolescente a experimentar. Hay que distinguir sin embargo a los adolescentes que se drogan o consumen alcohol por curiosidad y cuya práctica es sólo episódica, y aquellos que utilizan las sustancias de una manera cotidiana sin poder prescindir de ellas. A éstos , la utilización de dichas sustancias puede llevarles - por razones económicas la mayoría de las veces - a la violencia, el abandono escolar, la prostitución y la venta de las misma. (Doltó, 1996, p 129). Volviendo a las entrevistas realizadas a los adolescentes, podríamos pensar ¿qué sucede? en el punto cuando se les pregunta acerca del consumo, de alcohol y/o algún tipo de droga. Una de las cosas observables es que, de estos temas en general, no hablan. Es decir no es que no los nombren, que no puedan designarlos o que no den cuenta de la existencia de los mismos. Pero son tomados como una ajenidad, pareciera que es tema de otros. Aunque reconozcan que ocasionalmente pasaron o pasan por esos lugares, al parecer no los toca. En las respuestas también aparece la necesidad de que las personas que tienen este tipo de conducta sean atendidas en general y tratadas por especialistas. Ahora la pregunta que nos podríamos hacer, es por qué de eso no se dice, y lo postulamos así ya que de otros temas (reflejado en las entrevistas) si hay una profusión de respuestas en las que se sienten involucrados, se explayan y argumentan. Partamos de la base que muchas veces si el adolescente no habla, no es porque no quiere comunicar, sino porque no sabe identificar lo que siente o lo que le pasa con determinadas cosas, por lo tanto mucho menos verbalizarlo. Es así como se ve lanzado a actuar más que a hablar y que su malestar se traduce más por medio de actos que de palabras. Su sufrimiento, confusamente sentido, informulable, inconsciente, está más expresado mediante comportamientos impulsivos que conscientemente vivido y puesto en palabras. Creemos que en este punto en los adolescentes, los consumos compulsivos de una u otra manera responde en parte a este déficit. Es por eso que las, no respuestas, podríamos pensarlas que están asociadas a esta conducta de las que son partícipes pero no pueden argumentar. Estos temas además, son pertenecientes al campo no solo de una transgresión, desafío o proeza, sino también de un malestar cultural que se expresa de manera inconsciente y que es un emergente de la particularidad subjetiva. Desde otra postura, si bien cualquier persona puede padecer fenómenos de vacilación subjetiva, lo que se observa es la proliferación de impulsiones, compulsiones, que pueden ser pensadas desde un modelo de la perentoriedad, del aquí y ahora, manifestaciones que distan de aquellas otras del retorno de lo reprimido. Concluyendo, el trabajo que se realiza junto con los alumnos de la cátedra, intenta transmitir y elaborar que, este tipo de malestares, no puede ser abordado ni desde un punto de vista exclusivamente sociocultural, ni desde una única visión individual, que lo dejaría reducido a un puro síntoma. Nunca hay una única causa para poder entender los fenómenos sociales, es por eso que las dificultades en la adolescencia no están exentas de esto y por ende entran en juego numerosos factores en su acaecer. Además, estos factores interfieren unos con otros, se intrincan y producen una suerte de engranaje en el que el sujeto puede quedar atrapado. Esta multiplicidad de causas genera varias consecuencias, y por ello muchas veces se cae en simplificaciones reduccionistas, como intento de solucionar problemas complejos. Se sucede, entonces a justificar desde un todo social, de un todo pedagógico o un todo psicológico. La dificultad consiste en tomar en cuenta el conjunto de parámetros pensando que, lejos de excluirse, se complementan y entrecruzan. La multiplicidad de causas es difícilmente captada, por una tendencia a simplificar, para quedarse con indicadores simples fácilmente analizables. Muchas veces lo que se escribe o dice hoy en día del malestar en el sistema escolar proviene de visiones unívocas que tienden a pensar los hechos desde la teoría del chivo emisario; es culpa de, lo político-social-cultural, el sistema pedagógico, lo institucional, etc. Por eso para contextualizar este trabajo es necesario enmarcar la problemática desde todos los factores que están en juego y que son susceptibles de influir en el acceso al saber, teniendo en cuenta que cualquiera que se encuentre alterado será suficiente para generar un desencuentro, un malestar o síntoma. Bibliografía Cordié, A. (1998). Malestar en el docente. Nueva Visión. Curso de Posgrado (2009). Psicoanálisis y Prácticas Socioeducativas. Facultad de Ciencias Sociales. Cohorte 6. Doltó, F. (1996). La causa de los adolescentes. Seix Barral. Freud, S. (1995). El Malestar en la Cultura. Tomo 21. Amorrortu. Proyecto de Investigación. (2015) La Educación Secundaria en La Pampa: política, instituciones y actores. Unlpam. Salama Sarina, S. (1992). La oralidad en la toxicomanía. Seminario La Oralidad. Ed. Homo Sapiens.