Maltrato infantil ¿Qué sabemos? • Tratar mal es dificultar o impedir un desarrollo psicológico sano y equilibrado. • El mal trato impide el despliegue de las potencialidades del ser humano. • Existe maltrato psicológico, físico y de negligencia o desatención. • Aunque el maltrato físico es perjudicial, el maltrato psíquico y la desatención tienen efectos más perjudiciales a lo largo de la vida. • El maltrato se produce en todas los contextos sociales y culturales. ¿Quien maltrata? • Entre el 20 y el 40 de los padres que maltratan son alcohólicos o drogadictos. • El maltrato solo se transmite en un 30% de los maltratados que también maltratan a sus hijos/as. • Ser consciente de haber sido maltratado es un factor protector para no hacer lo mismo con los propios hijos /as. • Las madres maltratadoras suelen ser mujeres maltratadas. • Las madres maltratadoras son jóvenes y pobres, han recibido poca educación y tiene poco apoyo para criar a sus hijos e hijas. • Los maltratadores son personas inseguras en el plano emocional, que piensan que sus hijos les rechazan y practican el estilo autoritario, la punición y el castigo físico. ¿Quiénes son maltratados? • Los maltratadores suelen escoger a uno de sus hijos como objetivo, que puede poseer alguna de estas características: • Ser emocionalmente poco receptivo. • Ser hiperactivo. • Poseer un temperamento impulsivo o irritable. • Padecer alguna enfermedad. • Es importante resaltar que los niños “difíciles” son menos maltratados que los niños alegres y de trato fácil. • La posibilidad de que se produzca el maltrato aumenta en la medida en que concurran factores de riesgo tanto por parte del adulto como parte del niño. ¿Cuándo y donde ocurre el maltrato? • Los factores de estrés familiar aumentan las posibilidades de que aparezca el maltrato: • Divorcio. • Fallecimiento de un miembro de la familia. • Problemas laborales y económicos. • Barrios de riesgo: zona pobres y degradadas con pocos recursos comunitarios y con pocas relaciones sociales incluso con la familia extensa. • En estos contextos se produce un fenómeno de descarga de frustración en los propios hijos. • Desde el punto de vista cultural se produce una actitud permisiva hacia la violencia. • También se produce una aceptación implícita del castigo físico. • La posibilidad del maltrato aumenta cuando un progenitor vulnerable afronta sin apoyo eficaz una situación difícil. ¿Qué ocurre en el futuro con las víctimas del maltrato? • Los niños desatendidos manifiestan retraso y fracaso escolar y si la falta de estimulación es persistente su desarrollo intelectual y emocional se puede ver afectado seriamente. • Los niños que sufren maltrato físico van a mostrar problemas de hostilidad y agresión, problemas de disciplina en la escuela y es más posible que sean rechazados por sus iguales. • La consecuencia más inquietante y significativa es la falta de empatía ante el sufrimiento de los iguales e, incluso, el desarrollo de agresión ante el sufrimiento de otras personas. • Algunos niños y niñas víctimas de abusos sexuales pueden sufrir estrés post traumático y diversos trastornos emocionales persistentes. • El sufrir maltrato es un factor de riesgo de un inadecuado desarrollo personal. ¿Qué se puede hacer? • La políticas institucionales deben generar procedimientos de detección precoz del maltrato en los ámbitos educativo y sanitario. • Las familias de riesgo deben recibir apoyo material, psicológico y educativo. • Se deben desarrollar actividades de difusión de mensajes preventivos básicos en el proceso de educación infantil dentro de la familia. • La prioridad de derechos se establece claramente a favor de los derechos del menor para garantizar su bienestar psicológico. • Fuente utilizada: D. Shaffer (2002). Desarrollo social y de la personalidad. Madrid: Thomson. © Copyright de estructura y textos: ETXADI (Centro Universitario de Psicología de la Familia) Difusión autorizada al Excelentísimo Ayuntamiento de Bilbao