Bozal - Martín Hardoy® Recomendaciones: El Bozal Martín Hardoy® se recomienda para manejar caballos nuevos o en amanse. También funciona correctamente para caballos viciosos que dan problemas a sus propietarios al llevarlos de un lado a otro, se asientan o rompen. Con este bozal se evitan lesiones en el cuello y no se generan vicios en las orejas al momento de tocarlas. Ayuda a tener buen control de los animales. Sirve para amansar, enseñar a cabestrear y conducir. Es capaz de reemplazar a los frenos y distintas embocaduras, para manejar animales con lesiones en la lengua, golpes en las encías o con dientes que van naciendo. Es ideal para aquellas personas quienes prefieren manejar sus animales sin embocaduras. Evita cabezazos y ordena los caballos. Composición: Esta realizado en cinta de polipropileno negro (único color). Este tipo de cintas sintéticas no necesita de mantenimiento con grasas, y no se reseca. Las costuras son dobles para reforzar la resistencia de cada una de sus uniones. Los elementos y argollas están cincados para evitar la oxidación. En zonas de ambientes muy salados es normal que la sal termine oxidando el hierro. Presentación: Cada caja contiene: una unidad sin cabestro y un manual de instrucciones de uso y recomendaciones El bozal Martín Hardoy® puede solicitarse en dos modelos y tres tamaños. Reforzado Liviano El Bozal Martín Hardoy® se realiza en las medidas: Grande: Razas de tiro, burros grandes, mulas, razas de deporte y grandes padrillos. En general se recomienda para animales de pesos superiores a los 550 Kgs. Mediano: Razas de trabajo y sus cruzas. Criollo, Arabe, cuarto de milla, peruanos, polo, SPC. En general se recomienda para animales de pesos inferiores a los 550 Kgs. Pony/potrillo: Para razas de ponis Shetland o welsh y potrillos de razas grandes. En general podrán usarse en los potrillos, hasta poco tiempo después del destete . No se adapta a la medida correcta de potrillos de razas de ponies Observaciones: Los principios básicos a considerar de un buen bozal son los siguientes: A-Cuanto más fino es lo que se apoya sobre el cuello del animal, más severa la acción del mismo, pues se incrementa la presión. Los bozales de cogoteras muy finas pueden lesionar a los caballos nuevos que no saben estar atados. El bozal reforzado tiene su cogotera gruesa para evitar este problema y es por eso que reduce tremendamente las lesiones y entonces difícilmente aparecen problemas en las orejas cuando se los ha trabajado con este bozal. (Aclaración: El bozal NO arregla el problema de los que ya tienen ese vicio). El Bozal liviano se recomienda exclusivamente para animales mansos que no se asienten. B- La hociquera de un bozal debe poder controlar al animal. Las hociqueras planas controlan solamente a los animales muy mansos pues la soga plana permite que los animales ejerzan su fuerza sin límites. La hociquera de este bozal tiene una cadena interna para evitar que los animales se apoyen sobre la misma para hacer la fuerza que tienen contra quien los conduce. Los padrillos y animales temperamentales podrán manejarse sin problemas con esta hociquera. Al estar forrada con cinta de polipropileno, la cadena no lastima ni pela la nariz. C-La hociquera de un bozal debe trabajar exactamente en la mitad de la distancia que separa el ojo de la punta de la nariz. Si la hociquera va más baja, trabajaría sobre la punta del hueso nasal y dolería demasiado provocando posibles manotazos o reacciones malas. Si la hociquera queda muy alta no producirá el efecto que buscamos y se pierde control. D-El sistema de regulación de un bozal que se utilizará con animales nuevos debe ser seguro pero al tiempo debe de poder ser prendido o desprendido fácilmente. El sistema de doble argolla para la cogotera y/o para la testera, que regulan la posición del bozal son realmente simples de usar y seguros. Las hebillas que regulan ciertos bozales rajan la cinta cuando el animal hace fuerza. Los botones de los bozales de cuero no dan opciones para la regulación correcta. Al terminar de regular la cogotera se recomienda apretar el extremo de abrojo sobre el cuello para asegurarla. Al regular la testera utilice la traba que se adjunta para ello y/o haga un nudo. Esto evita que se desplace la hociquera E-La argolla delantera y posterior del fiador o traviesa del bozal, debe de ser fuerte y grande para permitir una fácil colocación del cabestro además del atado simple y sin impedimentos a los palenques. La unión de las dos argollas o la parte conocida como fiador o travesaño, resiste una fuerza equivalente a los 1500 Kgs. Creemos que en ese punto es mejor que se corte pues de no hacerlo, se estaría lesionando al animal. Le recomendamos hacer ataduras simples y seguras cuando amarre su potro. Nudo recomendado para potros con poca doma. Nudo recomendado para caballos mansos. Si se hace una traba doble, puede soportar perfectamente los tirones de animales con poca doma. F-Las argollas corredizas de la hociquera se pueden utilizar para enseñar a cabestrear a los animales nuevos, para controlar los problemáticos y/o para manejar con las riendas prendidas allí. G- Cuando se enseña a cabrestear recomendamos prender de la argolla libre del lado izquierdo del bozal una soga larga de al menos unos 8 metros. Si fuera más corta, se corre el riesgo de no poder ceder la soga cuando hace falta, a riesgo de que el animal quite. En un corral pequeño se dan tirones suaves sobre la nariz sin afirmarse a la soga. La idea es molestar sin hacer enojar. La molestia debe ser permanente con tirones que solo ceden cuando el caballo gire hacia nosotros y entonces se entrega la soga y se cede la presión por un instante. Volveremos entonces a hacer lo mismo buscando mantenernos en un ángulo de 90 grados con la posición del caballo y la línea de la soga. Si el caballo gira hacia nosotros volvemos a ceder la presión o molestia. Si el caballo no reacciona o hace fuerza en sentido contrario no hay que aumentar la fuerza sino que se tratará de continuar con los tironcitos o incluso cedemos la soga para no hacer fuerza contra el caballo. Ellos no deben sentir una fuerza que se opone a ellos pues irán en sentido contrario a la dirección que buscamos. Poco a poco se va abriendo el círculo sobre el que estamos trabajando para que el animal gire hacia el lado que tiramos y avance al mismo tiempo. Sobre el final del ejercicio se tirará levemente hacia adelante y el animal avanzará. Cada vez que viene hacia nosotros o gira en nuestro sentido le cedemos la rienda. Cuando no lo hace o mira hacia otro lado, lo molestamos con pequeños tirones intermitentes que molesten pero que no duelan. Tómese tiempo para esperar la reacción. Domine la ansiedad. Las cosas pasan al tiempo de su caballo y no del suyo. H-Si usamos cualquiera de las dos argollas laterales libres de la hociquera del bozal, podremos ablandar a nuestros caballos haciéndolos girar a los lados atando a la cincha. De esta forma el animal aprende a ceder el cuello en vez pelear contra la fuerza que hagamos. Si la rienda se prende baja, el animal bajará la cabeza y si la rienda se prende alta el animal tenderá a elevar el cuello. Este trabajo debe ser progresivo desde abajo hacia arriba, en animales nuevos. Así el lomo se muscula y las patas pueden comenzar a avanzar para que empiece a aparecer la reunión. Se trabajará con una sola rienda primero a un lado, luego en el lado opuesto y finalmente se prenderán las dos riendas en ambos laterales y el bozal para que se complete el ejercicio. En cada posición se debe trabajar a ambos lados. Rienda izquierda y giro a la izquierda. Rienda izquierda y giro a la derecha. Rienda derecha y giro a la derecha. Rienda derecha y giro a la izquierda. Finalmente ambas riendas y giro a ambos lados. Estos ejercicios preparan a los animales para la reunión, la cadencia y el contacto. I-Cuando se maneja el animal sin embocaduras y de las argollas delanteras corredizas del bozal Martín Hardoy®, se recomienda prender las riendas y previo a tomarlas con la mano, pasarlas por una martingala que lleve la presión hacia abajo, de manera que la hociquera trabaje bien y no se pierda el control. Sin la martingala se corre el riesgo de que la hociquera se trepe a la frente y trabaje mal. Modo de uso: El bozal debe estar colocado en la cabeza de su caballo sin exagerados ajustes. La cogotera debe templarse suavemente pero no se ajustará, lo mismo que la hociquera. Cuando ate su caballo a un palenque prenda el cabestro de la argolla delantera redonda. Si ata de las argollas corredizas el animal podría lastimarse. Cuando conduzca su caballo nervioso o nuevo, tome el cabestro o soga larga de una de las argollas laterales libres. Normalmente será la del lado izquierdo pues Ud. camina generalmente a la izquierda del caballo. Si el animal se apura o hace fuerza, frene y oblíguelo a retroceder. Cuando lo haya hecho quédese quieto y ceda la rienda. Si el animal repite su intención de caminar, vuelva a hacerlo retroceder. Solo debe caminar Ud. cuando note que su caballo no intenta caminar y se ha controlado. Es importante que al caminar no vaya prendido de la rienda o cabestro. Ud debe tocar la soga suavemente o bien con fuerza en el momento en el que haga retroceder a su animal. En poco tiempo el caballo aprenderá a no sobrepasarlo y Ud. lo podrá conducir sin hacer fuerza. El bozal Martín Hardoy®, puede quedar colocado varios días sobre el animal pues sus materiales no lastiman y no se endurece. Es siempre recomendable quitarlo cuando Ud. sienta que será fácil agarrarlo y poner el bozal nuevamente, pues cuando está colocado mucho tiempo, puede deformar el crecimiento de las crines sobre el que se apoya. En potreros con plantas y montes se recomienda siempre quitar el bozal para evitar enganches. Este bozal también se recomienda para enseñar a sus potros o potrillos a cabestrear con caballos mansos. Para hacerlo, coloque un bozal Martín Hardoy® a cada caballo. El caballo manso se prenderá con el cabestro amarrado a la cogotera. El caballo arísco se prenderá con el cabestro amarrado de la argolla de la hociquera. La distancia entre ambos no debe exceder los 80 cm. Muchas veces para hacer este trabajo se lleva al caballo nuevo dentro de la manga y se acerca el caballo manso por la parte delantera de la misma. Así podrá atarlos sin inconvenientes. Se dejarán entonces los caballos libres abriendo la manga y así el manso enseñará a cabestrear al nuevo sin lesiones y mientras que no les será posible patearse o morderse. Esto sucederá en poco tiempo. Advertencias: Si un animal es atado a una planta con corteza dura y este se rasca, podría causar daños al bozal en sus costuras o uniones. No deje de vigilar estos detalles para estar seguro de que se mantiene la resistencia del mismo. Recomendamos no atar animales a los árboles, pues además intentarán comer su corteza y esto puede matar la planta. Recomendaciones: Cuando trabajemos caballos nuevos, recomendamos usar sogas o cabestros largos para que nos permitan controlar el animal ante cualquier reacción sin soltarlo. Si trabajamos caballos mansos podemos usar cabestros cortos. Usar cabestros cortos para trabajar caballos nuevos es una forma de permitirles que aprendan vicios. Roturas: Si se llegara a descocer cualquiera de las partes de este bozal, le recomendamos que sea reparado en una zapatería, pues es allí en donde tienen las máquinas que lo harán correctamente. Algunas roturas que no estén expuestas a gran fuerza pueden ser reparadas calentando un hierro al rojo para apoyarlo ambas caras. Mientras la superficie se derrite tiene una gran capacidad de unirse con la opuesta. Estamos para ayudarlo a disfrutar de sus caballos. Ud. puede consultarnos en nuestra página web www.martinhardoy.com