A 30 aos del Golpe de Estado de 1976

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Autor: Carvajal Ana Patricia, Calderón Marcela, Vargas, Gustavo
Institución: Instituto de Enseñanza Superior 9-009
Provincia: Tupungato. Mendoza
TRAS LOS PASOS DE LA HISTORIA
DE NUESTRO VALLE
PRESENTACIÓN
Se armó el equipo de trabajo, se pensaron y organizaron las actividades a
seguir.
Los alumnos proponen entrevistar a personas que durante el gobierno de
facto
estuvieron desempeñando alguna tarea en el departamento de
Tupungato: un docente, un directivo, el intendente, una ama de casa, entre otros.
Los alumnos manifiestan saber muy poco sobre la historia Argentina de esa
época, y sólo saben lo que han escuchado por los dichos de los adultos , y los
contenidos adquiridos en el sistema educativo.
Posteriormente logran conectarse con las personas, las cuales acceden
gentilmente y sin problema a la entrevista solicitada por los alumnos. Cabe destacar
que fueron en ese momento personas con cargos importantes y reconocidos por el
pueblo.
Llevan a cabo las entrevistas las que fueron prolongadas, desarrolladas en
una charla amena y muy rica.
Después de obtener la información nos encontramos con los siguientes
planteos:
(En Tupungato se encuentra la instalación del histórico Ejército –hoy Regimiento de
Infantería de Montaña 11 “Gral. Las Heras” desde la década del 50-.
1. Todos los entrevistados dicen que el valle de Tupungato vivió el gobierno
militar con mucha tranquilidad. Hay expresiones como “ ellos nos cuidaban
“ “nos respetaban” etc. hay un sentimiento bueno hacia ese momento
histórico, aunque dicen que en otros lados pasaban cosas, acá no.
2. Queríamos entender que pasaba, por qué nos decían esto. En una de las
entrevistas un militar retirado contó el momento en que surge en el
departamento el regimiento, año 1950, donde sólo se contaba con 7000
habitantes en Tupungato; fue el ejército quién trajo más de 100 familias al
pueblo y 800 soldados. Esto hizo crecer al departamento, por ejemplo en
cuanto a los servicios con los que se contaba ya no bastaban; hubo que
incrementarlos, se comenzó una etapa importante de urbanización, etc.
3. El soldado encontró en el valle un lugar para vivir, las jóvenes
descendientes de Italianos y Españoles que eran los habitantes que
mayormente poblaban
estas tierras forman familias con éstos; estableciéndose definitivamente en el
valle de Tupungato.
4. Los habitantes civiles y los miembros del regimiento cualquiera sea su rango,
se enlazaron conformando la cultura del pueblo.
5. Además, geográficamente el valle está anclado en la montaña y sólo posee
dos puertas de acceso. Toda persona que ingresa es reconocida si es del
valle si no de inmediato llama la atención. Este es uno de los motivos que
exponen de porque en este lugar nadie iba a venir a ser problemas “todos nos
conocemos”.
Este es el escenario con el que nos encontramos, estamos tratando de
buscar y dar forma a todo esto.
Creemos que está dentro del tema de “movilización popular y participación
política”, ya que es el modo en que el pueblo vivió ese momento histórico.
DESARROLLO
¿DE DONDE SOMOS?
CARACTERÍSTICAS DEL DEPARTAMENTO DE TUPUNGATO
El departamento de Tupungato se ubica en el centro oeste de la provincia de
Mendoza, y constituye junto a los departamentos de San Carlos y Tunuyán el Valle de
Uco. Este valle cuenta con un clima árido especial, marcado por un relieve totalmente
montañoso y coronado por el cerro Tupungato de 6.800 m de altura; limita al Norte y
Oeste con el departamento de Luján y la Cordillera de Los Andes, al Este con el
departamento de Rivadavia, al Sur con el departamento de Tunuyán.
Tupungato fue poblado por los evangelizadores Jesuitas en el siglo XVII quienes
con gran esfuerzo fueron protagonistas del desarrollo cultural, social y principalmente
productivo. Por ésto quedaron maravillados con el rico suelo. También, fundaron la
estancia que llevó el nombre Jesús, María y José; que dió origen al distrito de San
José. Luego nace otra estancia denominada La Arboleda que antiguamente era la Villa
Cabecera
del
Departamento,
y
después
se
denominó
Tupungato.
Cuenta
geográficamente con trece distritos: Ciudad, San José, Villa Bastías, Cordón del Plata,
Anchoris, La Carrera, Gualtallary, El Peral, La Arboleda, El Zampal, El Zampalito,
Zapata y Santa Clara.
Nuestro departamento, por decreto gubernamental se crea con fecha el día 8
de noviembre de 1858, separándolo definitivamente del departamento de San Carlos.
Su nombre proviene de un vocablo aborigen, que significa “mirador de las estrellas”.
Éste se eligió atendiendo a la pasada existencia de comunidades aborígenes huarpes,
que poblaron estos suelos en épocas de antaño.
Tupungato posee un tesoro tricentenario de imponderable valor espiritual y
afectivo: la imagen de Nuestra Señora del Socorro, una herencia regalo de los Padres
Jesuitas. Esta imagen proviene del Perú, nace en el oratorio dedicado a la Virgen que
estos religiosos levantaron en La Arboleda. Luego se trasladó a nuestra Parroquia, a
comienzos de 1.903
El desarrollo socio-cultural, político, económico y principalmente productivo,
empieza a arribar con la llegada de inmigrantes europeos, básicamente españoles e
italianos, durante los años 1920 a 1940. Los mismos, son quienes inician el cambio
productivo de las grandes estancias dedicadas a la ganadería, por la agricultura de sus
países de origen; vitivinicultura, fruticultura y horticultura. Socialmente esto significó
un gran avance en cuanto a las mejoras del nivel de vida, debido a que hubo una
equitativa distribución de las riquezas.
Otro aspecto importante, es la instalación del histórico Ejército –hoy
Regimiento de Infantería de Montaña 11 “Gral. Las Heras”- en la década del `50, éste
se creo el 8 de noviembre de 1814. Así, la población se incrementa notablemente, y
se inicia un cambio socio-cultural de integración, en este período el ejercito incorporó
más de 100 familias al departamento y se incorporaron a la institución alrededor de
800 soldados provenientes de todo el país. Ello trae aparejado un aumento de la
población; que en ese entonces rondaba los 7.000 habitantes. Todos los servicios se
vieron superados en la capacidad instalada, al crecer la población, fue el ejército
definitivamente quién marca un momento en la historia del pueblo, generando un
cambio social importantísimo
Durante 1948 sobre un terreno fiscal de una hectárea se dispone la construcción
de un Hotel de Turismo.
Entre la década del ‘60 al ‘70, se incorporan nuevas tierras a la agricultura,
trayendo consigo necesidades de mano de obra y tecnología. Aquí comienza a
manifestarse otro proceso socio-económico.
Desde fines de la década del `70 y hasta la fecha se da un importante avance
cuantitativo y cualitativo en la población, con la incorporación de nuevas tecnologías,
agroindustrias, y mejoras en las vías de comunicación.
En el segundo semestre de 1.978 comienza a construirse el Hospital. Su
construcción fue un ejemplo del esfuerzo mancomunado entre el pueblo, el Ejército,
el gobierno comunal y provincial.
La ciudad cabecera tiene dos vías de acceso a la Ciudad de Mendoza; por la ruta
40 dista 92 Km y por los Cerrillos 76 Km. Es importante destacar que este último es un
camino trabado en su traza dada la cerrillada por la cual atraviesa, sumadas ciertas
condiciones (climáticas, de señalización, animales sueltos), que hace
que los
conductores deban tener especial atención.
El Departamento de Tupungato contaba con pocos medios de transporte lo
que dificultaba el acceso. Había sólo una empresa que realizaba el transporte de
pasajeros: Bartolomé Mitre siendo el colectivo de las 20:00 horas el último medio de
transporte público que permitía arribar a la Ciudad de Mendoza y al resto de los
departamentos del Valle de Uco. Actualmente se cuenta con dos medios de transporte
público con horarios de más frecuencia.
El departamento de Tupungato posee una característica particular por
encontrarse a 32 km de la Ciudad de Tunuyán; y a 60 km de la Ciudad de Luján, lo que
hace del mismo una zona aislada de otros centros urbanos. Ésto ocasionó y ocasiona
grandes problemas para la juventud que desea continuar estudios en otros niveles
educativos superiores, tanto en el aspecto económico como de movilidad. Recién con
la democracia se instala en el departamento una casa de estudios superiores, que
hasta el momento sólo contaba con nivel primario y secundario. He aquí la
importancia de poseer un Instituto de Enseñanza Superior asentado en el
Departamento para brindar variadas posibilidades de formación a todo aquel que
desea alcanzar un título profesional inserto en su zona.
Tupungato tiene hoy una población de 30.000 habitantes aproximadamente. Su
población es en un 90% estable, con una marcada descendencia de inmigrantes
(españoles, italianos, bolivianos, chilenos) con una condición económica variada. Zona
rural agrícola por excelencia, consecuencia de ésto posee una fuerte producción
frutihortícola, por ello existe un 10% de población golondrina en épocas de cosecha,
proveniente principalmente del norte argentino. Cabe destacar que la mayor parte de
la producción se exporta. El departamento también cuenta con una zona petrolífera;
de aguas termales hoy abandonadas, y minera (actualmente en bajos niveles
productivos); a nivel industrial cuenta con una importante fábrica de conservas que
emplea unas 1500 personas en temporada alta, sumado a esto hay bodegas familiares
y de capital extranjero.
Tanto en zonas rurales como en la urbana se refleja una
condición de vida con ciertas carencias. El ámbito laboral se reduce a trabajos rurales
(en su mayoría), comerciales, industriales y administrativos.
El aspecto cultural del Departamento refleja la idiosincrasia de la población.
Recientemente se ha reabierto el cine donde se efectúan distintas
jornadas
culturales importantes. Hay una biblioteca pública en la Casa de la Cultura y una
biblioteca popular. Existen clubes deportivos en cada uno de los distritos
departamentales y uno en la ciudad, también cuenta con organizaciones no
gubernamentales (Rotary Club, Club de Leones, y asociaciones civiles) que se
encuentran al servicio de la comunidad. El Departamento tiene un radio club, y nueve
emisoras radiales locales.
El ámbito educativo se compone de:
9
20 escuelas (Nivel inicial, E.G.B 1, 2 y 3 algunas) 18
de gestión oficial y 2 de gestión privada.
9
1 escuela especial de gestión estatal.
9
1 escuela primaria de adultos de gestión estatal.
9
3 escuelas de nivel Polimodal de gestión estatal.
9
1 Centro de Formación Profesional.
9
2 C.E.N.S.
9
1 Instituto de Enseñanza Superior 9-009
En cuanto al aspecto sanitario cuenta con un hospital de gestión oficial:
Hospital Gral. Las Heras y una clínica privada llamada Policlínico Tupungato.
Funcionan seis Centros de Salud en zonas rurales y alejadas del centro urbano
dependientes del Hospital. Posee un servicio de emergencias privado. Si bien se
ofrecen servicios de asistencia primarios no reúnen las condiciones en cuanto a
emergencias de alta complejidad, debiendo derivarse los casos puntuales a la Ciudad
de Tunuyán o a la Ciudad de Mendoza según la gravedad del caso.
Tupungato se ha transformado en unos de los lugares turísticos de la provincia,
que da comienzo en la entrada del departamento con la obra del Cristo
( 32 metros de altura con su base), integrando un circuito con bodegas que
forman los caminos del vino, estancias con turismo rural, turismo religioso y aventura,
casas de artículos regionales y el museo histórico del regimiento.
CONCLUSIÓN
Dado el aislamiento geográfico del pueblo, no se observaron grandes o
significativos acontecimientos que llamaran la atención del lugar, tampoco existía
posibilidad alguna, ya que es un lugar donde todos se conocen,
todos estaban
abocados a su trabajo manual de cultivos de tierras, ya que es una zona
eminentemente agrícola. Aunque se sabía que algo pasaba sólo quedaba limitado a la
gran urbe.
Tampoco se encontró datos de alguna agrupación política que sentara ideales
como para enfrentarse al poder militar, o pudiese generar una manifestación popular.
Los jóvenes que tenían la posibilidad de capacitarse en el departamento, emigraban a
los grandes centros urbanos donde realizaban sus estudios instalándose a vivir allí. La
idea era difícil de concebir ya que no habían casas de estudios superiores que
pudieran formar ideales distintos.
La mayor parte de la población era militar, tenía alguna descendencia o tenía
relación con el ejército; eran trabajadores civiles dentro de la unidad militar o eran
proveedores del mismo.
Es preciso nombrar que esta unidad militar tiene un pasado histórico muy
fuerte y arraigado en la sociedad, fue formada en la campaña libertadora del general
San Martín
( ejército creado el 8 de noviembre de 1.814 ). Además posee una banda militar
histórica, la BANDA TALCAHUANO, que está presente en todo acto que reúna a la
comunidad de Tupungato
Cabe mencionar que había una actitud conservadora de la población, y se instaló
la idea del “NO TE METAS”, minimizando cualquier oposición que pudiera surgir,
circulaban rumores pero sólo se limitaban al simple comentario, sin más injerencia
que ello.
El pueblo fue una especie de producto concebido entre comunidad y
ejército,
creció en buena parte con él y con empeño del trabajo de la población; a su aporte
poblacional en décadas anteriores, y los aportes en cuanto a colaboración en todo
ámbito, tanto en obras claves durante el proceso de facto, como el apoyo brindado a
instituciones escolares en su desarrollo educacional. Son de destacar las obras
realizadas, ya que la carencia en infraestructura urbana era notable.
Con el regreso de la democracia la relación entre pueblo y ejército ha continuado
sin igual , la cooperación entre ambos se ha mantenido y los canales de comunicación
están fortalecidos, hay una apertura del mismo hacia la comunidad. Ésto se ve
reflejado en cómo
pueblo y ejército marcharon juntos desde sus orígenes: 8 de
noviembre es la “ fiesta de todos”, donde se festeja; en lo civil el aniversario del
pueblo, en lo militar la creación del ejército, y en lo religioso la fiesta de la patrona
del departamento, nuestra Señora del Socorro.
Para concluir, el anclaje geográfico de Tupungato más la influencia del ejército
ha conformado un ciudadano: conservador en su forma de pensar, apegado a las
tradiciones culturales, religiosas, familiares, todo ésto ha marcado una tendencia al
no participar, al no te metas, a no cuestionar decisiones establecidas desde el poder.
El pueblo vive en una cultura donde todavía existe el miedo, a expresarse, a
preguntar, a participar, es propio del modo de ser del tupungatino.
El ejército cubrió al pueblo y le dió modo de ser que lo caracteriza.
UN DÍA, UNA HISTORIA...
Comienza la jornada,
También lleva marcas,
y junto a ella un pueblo
son cicatrices y heridas
desgrana fuerza, empeño, alegría
y un corazón sufrido
cultivando semillas de esperanza
que es más fuerte que el dolor
labrando surcos de amor
de un trabajo perdido.
en esta tierra sagrada.
Pero el desafío continua
Ahí va cantando el hombre
El surco espera su semilla
una copla, una canción a la vida
El hombre su revancha.
entre madrugada y ocaso
abrazando la cosecha de este día!!
El sol es testigo
de esta historia que avanza,
así se escribe Tupungato
entre coplas, sueños y el trabajo
de mi pueblo; que a veces
también descansa.
GUSTAVO VARGAS.
ANEXO
Encuestas a personas claves del departamento. Se pensaron distintas alternativas: una
directora de escuela, un docente, un ama de casa, un representante del municipio, etc. Las
entrevistas nos darán un mapa de la época, las personas, su cultura, el modo de ser de un
pueblo y como éste vivió el gobierno militar. Se pretende mostrar lo más fiel posible
como el ciudadano vivió ese momento histórico.
Entrevista Nº 1
Argentino Bernardino Olivares. 67 años
Director y maestro militar, daba clases en el nivel Primario en el RMI 11.
Era civil dentro de Ejército.
Ayudó en la fundación del Colegio D. F. Sarmiento y además fue Docente del mismo.
Director de la Escuela Hermenegildo Hidalgo (1970)
_Al estar en la zona de influencia militar, acá no se sintió el impacto como en otros lugares.
Esto no quiere decir que no se vivió una psicosis colectiva, toda la gente tenía miedo aún
estando dentro del RIM en la escuela militar de instrucción educativa básica.
No tuve problema, no me enteré de nada, nunca hubo problema. Lo que se dice acá es de
oído.
Éste ha sido un pueblo de Paz, nació pequeño y al llegar el Ejército creció y en cierta
medida a la cantidad de militares que llegaron.
El Ejército actuó pacíficamente lo digo con toda honestidad, de acá partieron 200 hombres
de la unidad a combatir en el Monte de Tucumán.
Te voy a ser honesto acá no hubo nada, era una zona militar y estaba muy bien controlada.
Acá no iba a venir un subversivo, a atravesar la montaña para que en un momento lo
mataran. Tenían todo controlado…
¿Ese control al pueblo le provocaba miedo o sé trataba de cuidar al pueblo?
_Como que no iba a pasar nada estaban los militares ahí, entonces podía haber alguien con
ideas, pero acá estaba la idea del “no te metas” muy propio de los argentinos. Si bien el
pueblo sospechaba o sabía algo puso como nunca en vigencia aquella frase “no te metas”.
A nivel país este momento histórico causó un quiebre entre el Ejército y una parte del
pueblo, que perdió algún ser querido. Va a costar muchos años para que ésto se olvide.
La palabra subversión había cobrado importancia, vigencia, entonces era muy común que
uno no sabia con quién hablaba, a veces te mataban por nada. En esta zona no hubo
subversivos, éramos pocos habitantes.
Entrevista Nº 2
Señor Manuel Cendoya. 80 años
Suboficial Principal de Gendarmería Nacional, en situación de retiro marzo 1976.
Intendente de Tupungato 1976/1983. No cobró sueldo ni viáticos.
Dedicado al deporte: el polo.
_Me visitó el Sr. Ministro de Gobierno de la provincia en la cancha, yo estaba taqueando y
me dijo si yo estaba dispuesto en colaborar con el Gobierno.
Con mucho gusto, tenía dos compromisos: Uno, con el Gobierno velar por su imagen y otro,
con el pueblo de Tupungato, solucionar los problemas en ese momento de la Villa de
Tupungato.
Me hice cargo de la función que desconocía; pero contaba con honestidad, capacidad y el
espíritu patriótico. Me interesaba el despegue de Tupungato y de su gente.
Empecé mi función con el pueblo al cual le estoy agradecido por su colaboración, esfuerzo.
Destaco el servicio del Rotary Club, el Club de Leones y de los 18 directores de las escuelas
primarias.
No tengo opinión partidaria, soy apolítico, yo gobernaba para los mendocinos, para los
tupungatinos, para ningún partido político; todos colaboraban conmigo, todos los políticos
merecen mi respeto y aprecio.
Concluí mi mandato y me llaman de la Casa de Gobierno para ofrecerme la Intendencia,
otra vez fui pedido de varios lugares. Yo velaba por la imagen del gobierno, para solucionar
los problemas de los tupungatinos.
Me retiré agradecido y conforme; trabajé sin presiones, libre y democráticamente. Recibía
a los vecinos en la calle y en mi casa para solucionarles los problemas. En 1976 había 9000
habitantes y en 1983, cuando entregué, 17.000.
El RIM 11 de Infantería construyó el Hospital y la Escuela Técnica. Hay militares excelentes,
capacitados, honestos y muy patriotas; otros que no, como los políticos unos sirven y otros
no.
Los vecinos de Tupungato se reunían en las fiestas Patrias Oficiales, después en sus
domicilios y Sedes de distintas instituciones.
Nosotros nos reuníamos en el club y nadie nos molestaba.
El Ejército se dedicó a instruir sus tropas, y el intendente a administrar los intereses y
bienes del pueblo.
En Tupungato no hubo diferencia entre el Gobierno Militar y el Gobierno democrático.
Cuando yo me hice cargo de la comuna, faltaba desarrollar la villa en lo urbanístico, ésto
favorecería
el despegue de Tupungato. Planificamos toda las obras de Tupungato dejando
la proyección para que otros intendentes terminaran en cuanto a iluminación, vialidad,
irrigación, gendarmería. El RIM 11 junto a diez uniones vecinales y tres bancos hicieron que
se considerara ciudad. Yo no la nombre ciudad porque no podía sostener los sueldos.
Implicaba 16 concejales, era pesado para la comuna, no había presupuesto.
Los jóvenes que estudiaban en ese momento eran muy pocos y debían hacerlo en la ciudad
de Mendoza o en el departamento de Tunuyán (a 30 Km), para ello necesitaban medio de
movilidad.
El presupuesto de la comuna era el 60% a obras públicas, 30 % a sueldos y 10 % al parque
automotor.
Entrevista N 3
Maria Esther Chaca
Administradora Hospitalaria
Dada de baja del Ministerio de Bienestar Social.
Mediante Decreto Nº 82, a partir del 30 de abril de 1976
Decreto Ley 177/76 Art. 6 Inciso. 6
Durante la jefatura del centro de salud Nº 91 de Tupungato, Dr. Oscar González
Tupungato durante el proceso de 1976:
Argentina, vive otro cambio histórico a partir de marzo de 1976
Se conmociona, Bs. As, la capital, y todo el entorno Federal.
Un gobierno revolucionario toma los destinos del país.
Muchas son las conjeturas que se realizan al respecto, muchas negativas y otras tantas
positivas.
Tupungato también recibe la noticia, pero... aquí todo se toma con calma, los habitantes
están acostumbrados a ver gente uniformada. –tenemos como sede el “RIM 11 General Las
Heras”, que en momentos felices nos deleitan con sus desfiles al igual que una sección de
gendarmería nacional y política que pertenece a la provincia de Mendoza.
En ese entonces... ejercía el poder legislativo un gobierno justicialista, el intendente era
un hombre conocido y valorado por su honestidad, con familiaridad, lo llamaban “Don
Cipriano Bellido” del distrito de San José era este honrado señor; de los demás mi mente no
los recuerda.
Sé que la intervención llegó y un apuesto y responsable hombre toma la dirección
legislativa del departamento, es el Suboficial principal de Gendarmería Nacional Manuel
Cendoya, hombre que a mi juicio, será difícil de remplazarlo…
Ejerció con responsabilidad y compromiso el destino al cual se lo asignó, le dió una
apertura futurista al departamento; trazó calles, construyó barrios, dió la oportunidad que
jóvenes tuviesen un polideportivo para las prácticas de deportes, otro gran avance fue la
pavimentación de calles, la creación de fuentes de trabajo.
Fue un visionario, humano y ético.
Llenó de cosas nuevas y renovadas a nuestro departamento, me gustaría, poder nombrar a
todas, sólo recuerdo algunas pero sé que existen muchas más, como el colegio Técnico, y la
escuela de Capacitación para el Trabajo; el Hospital General “Las Heras”. Mucha gente
aceptó el nuevo interventor militar y aprendió a respetarlo y valorarlo.
Algunos quedamos cesantes, durante ese proceso.
Él mío fue un caso, pero...... no fue accionar del gobierno revolucionario, mi decreto de
cesantía fue durante el gobierno democrático, y ejecutado en abril de 1976.
Mientras ejercía el gobierno Brigadier Fernández en la ciudad de Mendoza; ellos sólo
ejecutaron lo que ya estaba dicho por otro gobierno que cayó.
Sólo recuerdo mi dolor, como una prueba más aprendí, “que el que es honrado a nada debe
temer”:
El recuerdo ya es piel nueva, sana y vigorosa.
Dios, junto con mucha gente como Don Manuel Cendoya, Juan Antonio Garibotti, -Maria del
Carmen Manoni, mis padres y muchos otros que me apoyaron incondicionalmente, como el
hijo del Comandante Rafael Videla, junto con el Jefe del RMI 11- Teniente Coronel Anchen-
la ministra de Educación Magdalena Blas; se interesaron del problema y después de tres
largos años, volví a recuperar mi trabajo.
Actualmente estoy jubilada, y llena de alegría por haberlo logrado. Agradecida a la vida por
todo lo recibido. En mi alma no queda rencor, porque a mí el gobierno de facto no me
dañó, por el contrario se disculpó por haber ejecutado algo que escribió y sentenció un
gobierno democrático.
Sólo aprendí que los hombres se equivocan sin mirar a quién dañan; en gobiernos de facto
y democráticos.
Tampoco guardo rencor para ellos, ya que deseo y vibro cuando mi patria vive un clima
democrático.
Pero... algo me ilusiona y me llena de esperanzas que todos tienen la virtud de la justicia,
cuando ésta se presta para ejecutarla.
Julia Elmelaj
Directora jubilada.
Actualmente profesora del IES 9-009
Comencé mi carrera docente en el año 1962, como maestra de grado suplente en distintas
escuelas rurales de Tupungato, Provincia de Mendoza hasta 1968 (tanto nacionales como
provinciales.
En 1969 fui nombrada maestra de grado titular en la Escuela Provincial Nº 1-437 “Emilia de
Toro”, escuela cabecera del Dpto. de Tupungato.
Durante los ciclos lectivos 1977, 1978 y 1979, me desempeñé como vicedirectora suplente
en el establecimiento mencionado anteriormente.
En 1981 fui nombrada directora-maestra titular de la Escuela Nº 1-521 “Hermenegildo
Hidalgo”, de Gualtallary – Tupungato, cargo que desempeñé hasta 1992 (año en que me
jubilé). Esta escuela estaba en terrenos del RIM 11 “Gral. Las Heras”. Funcionaba en
módulos de aluminio, donde en verano nos calcinábamos y en invierno nos congelábamos.
Como vecinos del mismo siempre recibimos colaboración, solidaridad y atención sanitaria
para los alumnos. Nos proveían de utensilios y alimentos, además de la construcción de una
cocina y un salón para que funcionara el comedor escolar. Todas las semanas nos visitaban
los militares con sus esposas poniéndose al servicio de los niños y de la comunidad, por ser
zona rural y carenciada, aportando ropa, calzado, abrigo y útiles.
En el año 1982 comencé, junto a la comisión cooperadora, la gestión ante el Comando en
Jefe del Ejército, para conseguir la donación del terreno. Un par de veces viajé a Bs. As. y
otras tantas mi esposo, para seguir el trámite, que había sido aceptado con la celeridad que
ésto requiere, dónde fuimos bien recibidos y atendidos.
Los 30 años de mi carrera docente (1962-1992) transcurrieron, tanto en épocas de gobierno
constitucional como de facto. Por aquellos tiempos ser maestro era todo un privilegio y un
honor, se nos respetaba y admiraba. Si bien los programas (hoy diseños curriculares)
emanaban de las autoridades educativas, teníamos libertad para regionalizarlos y
adaptarlos a la comunidad escolar dónde estaba inserta la escuela. Siempre trabajé en un
clima de respeto recíproco, dónde, si bien recibía directivas, mi opinión también era
escuchada y aceptada.
Leticia Molina
Profesora de Filosofía
Vivía en el sur de la Provincia, Gral. Alear y comparte con nosotros la experiencia.
El día en que aquel soldado subió al colectivo, “lista negra” en mano, portando uniforme
militar y un arma desmesuradamente grande para la situación, mi historia personal hizo un
giro inesperado y desvió el rumbo de mi proyecto de vida, que en aquel entonces era
bastante claro.
Estaba en 4º año de una carrera elegida con toda la vocación y toda la pasión necesaria
como para sentirme segura de lo que estaba haciendo. Mi interés era indagar acerca de la
condición humana, del sentido del mundo, en fin todo aquello de lo que la Filosofía se
ocupa.
Mientras volvía a mi domicilio, caminando desde la entrada de la Universidad, donde el
soldado me dijo: “Usted acá no puede entrar nunca más”, mi cabeza se llenaba de “cosa
turbia”. Además tenía mi trabajo en la Universidad, del que también fui expulsada. No me
encerraron, no me torturaron, pero mutilaron mi vida. Aunque es cierto que sólo la muerte
es irreversible, y yo no morí. Por el contrario, traté de hacer todo lo que estuviera dentro
de mis posibilidades para recorrer el camino de otro modo. En eso estoy: obtenido el título
de Licenciada en Filosofía en el año 1996 –veinte años más tarde- pongo todo el empeño en
hacer aquello que me propuse a los 18 años, y lo hago, por supuesto con el ritmo que mis
condiciones de vida permiten, condiciones no demasiado favorables por cierto; generadas
en gran medida por los responsables directos e indirectos.
Mantener la memoria viva es necesario; tanto como tratar de que la muerte o la mutilación
física o espiritual no sigan decidiendo la marcha de la historia. Pero debemos olvidar que no
sólo con armas y tortura se mata o se mutila. También existen otros medios tan execrables
como aquellos.
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