Autor: Carvajal Ana Patricia, Calderón Marcela, Vargas, Gustavo Institución: Instituto de Enseñanza Superior 9-009 Provincia: Tupungato. Mendoza TRAS LOS PASOS DE LA HISTORIA DE NUESTRO VALLE PRESENTACIÓN Se armó el equipo de trabajo, se pensaron y organizaron las actividades a seguir. Los alumnos proponen entrevistar a personas que durante el gobierno de facto estuvieron desempeñando alguna tarea en el departamento de Tupungato: un docente, un directivo, el intendente, una ama de casa, entre otros. Los alumnos manifiestan saber muy poco sobre la historia Argentina de esa época, y sólo saben lo que han escuchado por los dichos de los adultos , y los contenidos adquiridos en el sistema educativo. Posteriormente logran conectarse con las personas, las cuales acceden gentilmente y sin problema a la entrevista solicitada por los alumnos. Cabe destacar que fueron en ese momento personas con cargos importantes y reconocidos por el pueblo. Llevan a cabo las entrevistas las que fueron prolongadas, desarrolladas en una charla amena y muy rica. Después de obtener la información nos encontramos con los siguientes planteos: (En Tupungato se encuentra la instalación del histórico Ejército –hoy Regimiento de Infantería de Montaña 11 “Gral. Las Heras” desde la década del 50-. 1. Todos los entrevistados dicen que el valle de Tupungato vivió el gobierno militar con mucha tranquilidad. Hay expresiones como “ ellos nos cuidaban “ “nos respetaban” etc. hay un sentimiento bueno hacia ese momento histórico, aunque dicen que en otros lados pasaban cosas, acá no. 2. Queríamos entender que pasaba, por qué nos decían esto. En una de las entrevistas un militar retirado contó el momento en que surge en el departamento el regimiento, año 1950, donde sólo se contaba con 7000 habitantes en Tupungato; fue el ejército quién trajo más de 100 familias al pueblo y 800 soldados. Esto hizo crecer al departamento, por ejemplo en cuanto a los servicios con los que se contaba ya no bastaban; hubo que incrementarlos, se comenzó una etapa importante de urbanización, etc. 3. El soldado encontró en el valle un lugar para vivir, las jóvenes descendientes de Italianos y Españoles que eran los habitantes que mayormente poblaban estas tierras forman familias con éstos; estableciéndose definitivamente en el valle de Tupungato. 4. Los habitantes civiles y los miembros del regimiento cualquiera sea su rango, se enlazaron conformando la cultura del pueblo. 5. Además, geográficamente el valle está anclado en la montaña y sólo posee dos puertas de acceso. Toda persona que ingresa es reconocida si es del valle si no de inmediato llama la atención. Este es uno de los motivos que exponen de porque en este lugar nadie iba a venir a ser problemas “todos nos conocemos”. Este es el escenario con el que nos encontramos, estamos tratando de buscar y dar forma a todo esto. Creemos que está dentro del tema de “movilización popular y participación política”, ya que es el modo en que el pueblo vivió ese momento histórico. DESARROLLO ¿DE DONDE SOMOS? CARACTERÍSTICAS DEL DEPARTAMENTO DE TUPUNGATO El departamento de Tupungato se ubica en el centro oeste de la provincia de Mendoza, y constituye junto a los departamentos de San Carlos y Tunuyán el Valle de Uco. Este valle cuenta con un clima árido especial, marcado por un relieve totalmente montañoso y coronado por el cerro Tupungato de 6.800 m de altura; limita al Norte y Oeste con el departamento de Luján y la Cordillera de Los Andes, al Este con el departamento de Rivadavia, al Sur con el departamento de Tunuyán. Tupungato fue poblado por los evangelizadores Jesuitas en el siglo XVII quienes con gran esfuerzo fueron protagonistas del desarrollo cultural, social y principalmente productivo. Por ésto quedaron maravillados con el rico suelo. También, fundaron la estancia que llevó el nombre Jesús, María y José; que dió origen al distrito de San José. Luego nace otra estancia denominada La Arboleda que antiguamente era la Villa Cabecera del Departamento, y después se denominó Tupungato. Cuenta geográficamente con trece distritos: Ciudad, San José, Villa Bastías, Cordón del Plata, Anchoris, La Carrera, Gualtallary, El Peral, La Arboleda, El Zampal, El Zampalito, Zapata y Santa Clara. Nuestro departamento, por decreto gubernamental se crea con fecha el día 8 de noviembre de 1858, separándolo definitivamente del departamento de San Carlos. Su nombre proviene de un vocablo aborigen, que significa “mirador de las estrellas”. Éste se eligió atendiendo a la pasada existencia de comunidades aborígenes huarpes, que poblaron estos suelos en épocas de antaño. Tupungato posee un tesoro tricentenario de imponderable valor espiritual y afectivo: la imagen de Nuestra Señora del Socorro, una herencia regalo de los Padres Jesuitas. Esta imagen proviene del Perú, nace en el oratorio dedicado a la Virgen que estos religiosos levantaron en La Arboleda. Luego se trasladó a nuestra Parroquia, a comienzos de 1.903 El desarrollo socio-cultural, político, económico y principalmente productivo, empieza a arribar con la llegada de inmigrantes europeos, básicamente españoles e italianos, durante los años 1920 a 1940. Los mismos, son quienes inician el cambio productivo de las grandes estancias dedicadas a la ganadería, por la agricultura de sus países de origen; vitivinicultura, fruticultura y horticultura. Socialmente esto significó un gran avance en cuanto a las mejoras del nivel de vida, debido a que hubo una equitativa distribución de las riquezas. Otro aspecto importante, es la instalación del histórico Ejército –hoy Regimiento de Infantería de Montaña 11 “Gral. Las Heras”- en la década del `50, éste se creo el 8 de noviembre de 1814. Así, la población se incrementa notablemente, y se inicia un cambio socio-cultural de integración, en este período el ejercito incorporó más de 100 familias al departamento y se incorporaron a la institución alrededor de 800 soldados provenientes de todo el país. Ello trae aparejado un aumento de la población; que en ese entonces rondaba los 7.000 habitantes. Todos los servicios se vieron superados en la capacidad instalada, al crecer la población, fue el ejército definitivamente quién marca un momento en la historia del pueblo, generando un cambio social importantísimo Durante 1948 sobre un terreno fiscal de una hectárea se dispone la construcción de un Hotel de Turismo. Entre la década del ‘60 al ‘70, se incorporan nuevas tierras a la agricultura, trayendo consigo necesidades de mano de obra y tecnología. Aquí comienza a manifestarse otro proceso socio-económico. Desde fines de la década del `70 y hasta la fecha se da un importante avance cuantitativo y cualitativo en la población, con la incorporación de nuevas tecnologías, agroindustrias, y mejoras en las vías de comunicación. En el segundo semestre de 1.978 comienza a construirse el Hospital. Su construcción fue un ejemplo del esfuerzo mancomunado entre el pueblo, el Ejército, el gobierno comunal y provincial. La ciudad cabecera tiene dos vías de acceso a la Ciudad de Mendoza; por la ruta 40 dista 92 Km y por los Cerrillos 76 Km. Es importante destacar que este último es un camino trabado en su traza dada la cerrillada por la cual atraviesa, sumadas ciertas condiciones (climáticas, de señalización, animales sueltos), que hace que los conductores deban tener especial atención. El Departamento de Tupungato contaba con pocos medios de transporte lo que dificultaba el acceso. Había sólo una empresa que realizaba el transporte de pasajeros: Bartolomé Mitre siendo el colectivo de las 20:00 horas el último medio de transporte público que permitía arribar a la Ciudad de Mendoza y al resto de los departamentos del Valle de Uco. Actualmente se cuenta con dos medios de transporte público con horarios de más frecuencia. El departamento de Tupungato posee una característica particular por encontrarse a 32 km de la Ciudad de Tunuyán; y a 60 km de la Ciudad de Luján, lo que hace del mismo una zona aislada de otros centros urbanos. Ésto ocasionó y ocasiona grandes problemas para la juventud que desea continuar estudios en otros niveles educativos superiores, tanto en el aspecto económico como de movilidad. Recién con la democracia se instala en el departamento una casa de estudios superiores, que hasta el momento sólo contaba con nivel primario y secundario. He aquí la importancia de poseer un Instituto de Enseñanza Superior asentado en el Departamento para brindar variadas posibilidades de formación a todo aquel que desea alcanzar un título profesional inserto en su zona. Tupungato tiene hoy una población de 30.000 habitantes aproximadamente. Su población es en un 90% estable, con una marcada descendencia de inmigrantes (españoles, italianos, bolivianos, chilenos) con una condición económica variada. Zona rural agrícola por excelencia, consecuencia de ésto posee una fuerte producción frutihortícola, por ello existe un 10% de población golondrina en épocas de cosecha, proveniente principalmente del norte argentino. Cabe destacar que la mayor parte de la producción se exporta. El departamento también cuenta con una zona petrolífera; de aguas termales hoy abandonadas, y minera (actualmente en bajos niveles productivos); a nivel industrial cuenta con una importante fábrica de conservas que emplea unas 1500 personas en temporada alta, sumado a esto hay bodegas familiares y de capital extranjero. Tanto en zonas rurales como en la urbana se refleja una condición de vida con ciertas carencias. El ámbito laboral se reduce a trabajos rurales (en su mayoría), comerciales, industriales y administrativos. El aspecto cultural del Departamento refleja la idiosincrasia de la población. Recientemente se ha reabierto el cine donde se efectúan distintas jornadas culturales importantes. Hay una biblioteca pública en la Casa de la Cultura y una biblioteca popular. Existen clubes deportivos en cada uno de los distritos departamentales y uno en la ciudad, también cuenta con organizaciones no gubernamentales (Rotary Club, Club de Leones, y asociaciones civiles) que se encuentran al servicio de la comunidad. El Departamento tiene un radio club, y nueve emisoras radiales locales. El ámbito educativo se compone de: 9 20 escuelas (Nivel inicial, E.G.B 1, 2 y 3 algunas) 18 de gestión oficial y 2 de gestión privada. 9 1 escuela especial de gestión estatal. 9 1 escuela primaria de adultos de gestión estatal. 9 3 escuelas de nivel Polimodal de gestión estatal. 9 1 Centro de Formación Profesional. 9 2 C.E.N.S. 9 1 Instituto de Enseñanza Superior 9-009 En cuanto al aspecto sanitario cuenta con un hospital de gestión oficial: Hospital Gral. Las Heras y una clínica privada llamada Policlínico Tupungato. Funcionan seis Centros de Salud en zonas rurales y alejadas del centro urbano dependientes del Hospital. Posee un servicio de emergencias privado. Si bien se ofrecen servicios de asistencia primarios no reúnen las condiciones en cuanto a emergencias de alta complejidad, debiendo derivarse los casos puntuales a la Ciudad de Tunuyán o a la Ciudad de Mendoza según la gravedad del caso. Tupungato se ha transformado en unos de los lugares turísticos de la provincia, que da comienzo en la entrada del departamento con la obra del Cristo ( 32 metros de altura con su base), integrando un circuito con bodegas que forman los caminos del vino, estancias con turismo rural, turismo religioso y aventura, casas de artículos regionales y el museo histórico del regimiento. CONCLUSIÓN Dado el aislamiento geográfico del pueblo, no se observaron grandes o significativos acontecimientos que llamaran la atención del lugar, tampoco existía posibilidad alguna, ya que es un lugar donde todos se conocen, todos estaban abocados a su trabajo manual de cultivos de tierras, ya que es una zona eminentemente agrícola. Aunque se sabía que algo pasaba sólo quedaba limitado a la gran urbe. Tampoco se encontró datos de alguna agrupación política que sentara ideales como para enfrentarse al poder militar, o pudiese generar una manifestación popular. Los jóvenes que tenían la posibilidad de capacitarse en el departamento, emigraban a los grandes centros urbanos donde realizaban sus estudios instalándose a vivir allí. La idea era difícil de concebir ya que no habían casas de estudios superiores que pudieran formar ideales distintos. La mayor parte de la población era militar, tenía alguna descendencia o tenía relación con el ejército; eran trabajadores civiles dentro de la unidad militar o eran proveedores del mismo. Es preciso nombrar que esta unidad militar tiene un pasado histórico muy fuerte y arraigado en la sociedad, fue formada en la campaña libertadora del general San Martín ( ejército creado el 8 de noviembre de 1.814 ). Además posee una banda militar histórica, la BANDA TALCAHUANO, que está presente en todo acto que reúna a la comunidad de Tupungato Cabe mencionar que había una actitud conservadora de la población, y se instaló la idea del “NO TE METAS”, minimizando cualquier oposición que pudiera surgir, circulaban rumores pero sólo se limitaban al simple comentario, sin más injerencia que ello. El pueblo fue una especie de producto concebido entre comunidad y ejército, creció en buena parte con él y con empeño del trabajo de la población; a su aporte poblacional en décadas anteriores, y los aportes en cuanto a colaboración en todo ámbito, tanto en obras claves durante el proceso de facto, como el apoyo brindado a instituciones escolares en su desarrollo educacional. Son de destacar las obras realizadas, ya que la carencia en infraestructura urbana era notable. Con el regreso de la democracia la relación entre pueblo y ejército ha continuado sin igual , la cooperación entre ambos se ha mantenido y los canales de comunicación están fortalecidos, hay una apertura del mismo hacia la comunidad. Ésto se ve reflejado en cómo pueblo y ejército marcharon juntos desde sus orígenes: 8 de noviembre es la “ fiesta de todos”, donde se festeja; en lo civil el aniversario del pueblo, en lo militar la creación del ejército, y en lo religioso la fiesta de la patrona del departamento, nuestra Señora del Socorro. Para concluir, el anclaje geográfico de Tupungato más la influencia del ejército ha conformado un ciudadano: conservador en su forma de pensar, apegado a las tradiciones culturales, religiosas, familiares, todo ésto ha marcado una tendencia al no participar, al no te metas, a no cuestionar decisiones establecidas desde el poder. El pueblo vive en una cultura donde todavía existe el miedo, a expresarse, a preguntar, a participar, es propio del modo de ser del tupungatino. El ejército cubrió al pueblo y le dió modo de ser que lo caracteriza. UN DÍA, UNA HISTORIA... Comienza la jornada, También lleva marcas, y junto a ella un pueblo son cicatrices y heridas desgrana fuerza, empeño, alegría y un corazón sufrido cultivando semillas de esperanza que es más fuerte que el dolor labrando surcos de amor de un trabajo perdido. en esta tierra sagrada. Pero el desafío continua Ahí va cantando el hombre El surco espera su semilla una copla, una canción a la vida El hombre su revancha. entre madrugada y ocaso abrazando la cosecha de este día!! El sol es testigo de esta historia que avanza, así se escribe Tupungato entre coplas, sueños y el trabajo de mi pueblo; que a veces también descansa. GUSTAVO VARGAS. ANEXO Encuestas a personas claves del departamento. Se pensaron distintas alternativas: una directora de escuela, un docente, un ama de casa, un representante del municipio, etc. Las entrevistas nos darán un mapa de la época, las personas, su cultura, el modo de ser de un pueblo y como éste vivió el gobierno militar. Se pretende mostrar lo más fiel posible como el ciudadano vivió ese momento histórico. Entrevista Nº 1 Argentino Bernardino Olivares. 67 años Director y maestro militar, daba clases en el nivel Primario en el RMI 11. Era civil dentro de Ejército. Ayudó en la fundación del Colegio D. F. Sarmiento y además fue Docente del mismo. Director de la Escuela Hermenegildo Hidalgo (1970) _Al estar en la zona de influencia militar, acá no se sintió el impacto como en otros lugares. Esto no quiere decir que no se vivió una psicosis colectiva, toda la gente tenía miedo aún estando dentro del RIM en la escuela militar de instrucción educativa básica. No tuve problema, no me enteré de nada, nunca hubo problema. Lo que se dice acá es de oído. Éste ha sido un pueblo de Paz, nació pequeño y al llegar el Ejército creció y en cierta medida a la cantidad de militares que llegaron. El Ejército actuó pacíficamente lo digo con toda honestidad, de acá partieron 200 hombres de la unidad a combatir en el Monte de Tucumán. Te voy a ser honesto acá no hubo nada, era una zona militar y estaba muy bien controlada. Acá no iba a venir un subversivo, a atravesar la montaña para que en un momento lo mataran. Tenían todo controlado… ¿Ese control al pueblo le provocaba miedo o sé trataba de cuidar al pueblo? _Como que no iba a pasar nada estaban los militares ahí, entonces podía haber alguien con ideas, pero acá estaba la idea del “no te metas” muy propio de los argentinos. Si bien el pueblo sospechaba o sabía algo puso como nunca en vigencia aquella frase “no te metas”. A nivel país este momento histórico causó un quiebre entre el Ejército y una parte del pueblo, que perdió algún ser querido. Va a costar muchos años para que ésto se olvide. La palabra subversión había cobrado importancia, vigencia, entonces era muy común que uno no sabia con quién hablaba, a veces te mataban por nada. En esta zona no hubo subversivos, éramos pocos habitantes. Entrevista Nº 2 Señor Manuel Cendoya. 80 años Suboficial Principal de Gendarmería Nacional, en situación de retiro marzo 1976. Intendente de Tupungato 1976/1983. No cobró sueldo ni viáticos. Dedicado al deporte: el polo. _Me visitó el Sr. Ministro de Gobierno de la provincia en la cancha, yo estaba taqueando y me dijo si yo estaba dispuesto en colaborar con el Gobierno. Con mucho gusto, tenía dos compromisos: Uno, con el Gobierno velar por su imagen y otro, con el pueblo de Tupungato, solucionar los problemas en ese momento de la Villa de Tupungato. Me hice cargo de la función que desconocía; pero contaba con honestidad, capacidad y el espíritu patriótico. Me interesaba el despegue de Tupungato y de su gente. Empecé mi función con el pueblo al cual le estoy agradecido por su colaboración, esfuerzo. Destaco el servicio del Rotary Club, el Club de Leones y de los 18 directores de las escuelas primarias. No tengo opinión partidaria, soy apolítico, yo gobernaba para los mendocinos, para los tupungatinos, para ningún partido político; todos colaboraban conmigo, todos los políticos merecen mi respeto y aprecio. Concluí mi mandato y me llaman de la Casa de Gobierno para ofrecerme la Intendencia, otra vez fui pedido de varios lugares. Yo velaba por la imagen del gobierno, para solucionar los problemas de los tupungatinos. Me retiré agradecido y conforme; trabajé sin presiones, libre y democráticamente. Recibía a los vecinos en la calle y en mi casa para solucionarles los problemas. En 1976 había 9000 habitantes y en 1983, cuando entregué, 17.000. El RIM 11 de Infantería construyó el Hospital y la Escuela Técnica. Hay militares excelentes, capacitados, honestos y muy patriotas; otros que no, como los políticos unos sirven y otros no. Los vecinos de Tupungato se reunían en las fiestas Patrias Oficiales, después en sus domicilios y Sedes de distintas instituciones. Nosotros nos reuníamos en el club y nadie nos molestaba. El Ejército se dedicó a instruir sus tropas, y el intendente a administrar los intereses y bienes del pueblo. En Tupungato no hubo diferencia entre el Gobierno Militar y el Gobierno democrático. Cuando yo me hice cargo de la comuna, faltaba desarrollar la villa en lo urbanístico, ésto favorecería el despegue de Tupungato. Planificamos toda las obras de Tupungato dejando la proyección para que otros intendentes terminaran en cuanto a iluminación, vialidad, irrigación, gendarmería. El RIM 11 junto a diez uniones vecinales y tres bancos hicieron que se considerara ciudad. Yo no la nombre ciudad porque no podía sostener los sueldos. Implicaba 16 concejales, era pesado para la comuna, no había presupuesto. Los jóvenes que estudiaban en ese momento eran muy pocos y debían hacerlo en la ciudad de Mendoza o en el departamento de Tunuyán (a 30 Km), para ello necesitaban medio de movilidad. El presupuesto de la comuna era el 60% a obras públicas, 30 % a sueldos y 10 % al parque automotor. Entrevista N 3 Maria Esther Chaca Administradora Hospitalaria Dada de baja del Ministerio de Bienestar Social. Mediante Decreto Nº 82, a partir del 30 de abril de 1976 Decreto Ley 177/76 Art. 6 Inciso. 6 Durante la jefatura del centro de salud Nº 91 de Tupungato, Dr. Oscar González Tupungato durante el proceso de 1976: Argentina, vive otro cambio histórico a partir de marzo de 1976 Se conmociona, Bs. As, la capital, y todo el entorno Federal. Un gobierno revolucionario toma los destinos del país. Muchas son las conjeturas que se realizan al respecto, muchas negativas y otras tantas positivas. Tupungato también recibe la noticia, pero... aquí todo se toma con calma, los habitantes están acostumbrados a ver gente uniformada. –tenemos como sede el “RIM 11 General Las Heras”, que en momentos felices nos deleitan con sus desfiles al igual que una sección de gendarmería nacional y política que pertenece a la provincia de Mendoza. En ese entonces... ejercía el poder legislativo un gobierno justicialista, el intendente era un hombre conocido y valorado por su honestidad, con familiaridad, lo llamaban “Don Cipriano Bellido” del distrito de San José era este honrado señor; de los demás mi mente no los recuerda. Sé que la intervención llegó y un apuesto y responsable hombre toma la dirección legislativa del departamento, es el Suboficial principal de Gendarmería Nacional Manuel Cendoya, hombre que a mi juicio, será difícil de remplazarlo… Ejerció con responsabilidad y compromiso el destino al cual se lo asignó, le dió una apertura futurista al departamento; trazó calles, construyó barrios, dió la oportunidad que jóvenes tuviesen un polideportivo para las prácticas de deportes, otro gran avance fue la pavimentación de calles, la creación de fuentes de trabajo. Fue un visionario, humano y ético. Llenó de cosas nuevas y renovadas a nuestro departamento, me gustaría, poder nombrar a todas, sólo recuerdo algunas pero sé que existen muchas más, como el colegio Técnico, y la escuela de Capacitación para el Trabajo; el Hospital General “Las Heras”. Mucha gente aceptó el nuevo interventor militar y aprendió a respetarlo y valorarlo. Algunos quedamos cesantes, durante ese proceso. Él mío fue un caso, pero...... no fue accionar del gobierno revolucionario, mi decreto de cesantía fue durante el gobierno democrático, y ejecutado en abril de 1976. Mientras ejercía el gobierno Brigadier Fernández en la ciudad de Mendoza; ellos sólo ejecutaron lo que ya estaba dicho por otro gobierno que cayó. Sólo recuerdo mi dolor, como una prueba más aprendí, “que el que es honrado a nada debe temer”: El recuerdo ya es piel nueva, sana y vigorosa. Dios, junto con mucha gente como Don Manuel Cendoya, Juan Antonio Garibotti, -Maria del Carmen Manoni, mis padres y muchos otros que me apoyaron incondicionalmente, como el hijo del Comandante Rafael Videla, junto con el Jefe del RMI 11- Teniente Coronel Anchen- la ministra de Educación Magdalena Blas; se interesaron del problema y después de tres largos años, volví a recuperar mi trabajo. Actualmente estoy jubilada, y llena de alegría por haberlo logrado. Agradecida a la vida por todo lo recibido. En mi alma no queda rencor, porque a mí el gobierno de facto no me dañó, por el contrario se disculpó por haber ejecutado algo que escribió y sentenció un gobierno democrático. Sólo aprendí que los hombres se equivocan sin mirar a quién dañan; en gobiernos de facto y democráticos. Tampoco guardo rencor para ellos, ya que deseo y vibro cuando mi patria vive un clima democrático. Pero... algo me ilusiona y me llena de esperanzas que todos tienen la virtud de la justicia, cuando ésta se presta para ejecutarla. Julia Elmelaj Directora jubilada. Actualmente profesora del IES 9-009 Comencé mi carrera docente en el año 1962, como maestra de grado suplente en distintas escuelas rurales de Tupungato, Provincia de Mendoza hasta 1968 (tanto nacionales como provinciales. En 1969 fui nombrada maestra de grado titular en la Escuela Provincial Nº 1-437 “Emilia de Toro”, escuela cabecera del Dpto. de Tupungato. Durante los ciclos lectivos 1977, 1978 y 1979, me desempeñé como vicedirectora suplente en el establecimiento mencionado anteriormente. En 1981 fui nombrada directora-maestra titular de la Escuela Nº 1-521 “Hermenegildo Hidalgo”, de Gualtallary – Tupungato, cargo que desempeñé hasta 1992 (año en que me jubilé). Esta escuela estaba en terrenos del RIM 11 “Gral. Las Heras”. Funcionaba en módulos de aluminio, donde en verano nos calcinábamos y en invierno nos congelábamos. Como vecinos del mismo siempre recibimos colaboración, solidaridad y atención sanitaria para los alumnos. Nos proveían de utensilios y alimentos, además de la construcción de una cocina y un salón para que funcionara el comedor escolar. Todas las semanas nos visitaban los militares con sus esposas poniéndose al servicio de los niños y de la comunidad, por ser zona rural y carenciada, aportando ropa, calzado, abrigo y útiles. En el año 1982 comencé, junto a la comisión cooperadora, la gestión ante el Comando en Jefe del Ejército, para conseguir la donación del terreno. Un par de veces viajé a Bs. As. y otras tantas mi esposo, para seguir el trámite, que había sido aceptado con la celeridad que ésto requiere, dónde fuimos bien recibidos y atendidos. Los 30 años de mi carrera docente (1962-1992) transcurrieron, tanto en épocas de gobierno constitucional como de facto. Por aquellos tiempos ser maestro era todo un privilegio y un honor, se nos respetaba y admiraba. Si bien los programas (hoy diseños curriculares) emanaban de las autoridades educativas, teníamos libertad para regionalizarlos y adaptarlos a la comunidad escolar dónde estaba inserta la escuela. Siempre trabajé en un clima de respeto recíproco, dónde, si bien recibía directivas, mi opinión también era escuchada y aceptada. Leticia Molina Profesora de Filosofía Vivía en el sur de la Provincia, Gral. Alear y comparte con nosotros la experiencia. El día en que aquel soldado subió al colectivo, “lista negra” en mano, portando uniforme militar y un arma desmesuradamente grande para la situación, mi historia personal hizo un giro inesperado y desvió el rumbo de mi proyecto de vida, que en aquel entonces era bastante claro. Estaba en 4º año de una carrera elegida con toda la vocación y toda la pasión necesaria como para sentirme segura de lo que estaba haciendo. Mi interés era indagar acerca de la condición humana, del sentido del mundo, en fin todo aquello de lo que la Filosofía se ocupa. Mientras volvía a mi domicilio, caminando desde la entrada de la Universidad, donde el soldado me dijo: “Usted acá no puede entrar nunca más”, mi cabeza se llenaba de “cosa turbia”. Además tenía mi trabajo en la Universidad, del que también fui expulsada. No me encerraron, no me torturaron, pero mutilaron mi vida. Aunque es cierto que sólo la muerte es irreversible, y yo no morí. Por el contrario, traté de hacer todo lo que estuviera dentro de mis posibilidades para recorrer el camino de otro modo. En eso estoy: obtenido el título de Licenciada en Filosofía en el año 1996 –veinte años más tarde- pongo todo el empeño en hacer aquello que me propuse a los 18 años, y lo hago, por supuesto con el ritmo que mis condiciones de vida permiten, condiciones no demasiado favorables por cierto; generadas en gran medida por los responsables directos e indirectos. Mantener la memoria viva es necesario; tanto como tratar de que la muerte o la mutilación física o espiritual no sigan decidiendo la marcha de la historia. Pero debemos olvidar que no sólo con armas y tortura se mata o se mutila. También existen otros medios tan execrables como aquellos.