Acontecimiento Guadalupano Carta del Virrey Enrízquez de Almanza Tonantzin y los indígenas El ser mujer y madre indígena Índice 3 GRUPO EDITOR Presidente Mons. Diego Monroy Ponce Director Lic. Arturo Rocha Cortés Mensaje del Rector Mons. Diego Monroy Ponce saluda a todos nuestros peregrinos y lectores Acontecimiento Guadalupano 5 Carta del Virrey Enríquez de Almanza Lic. Arturo Rocha Cortés Editorial Lic. Ángel Roa Hernández Jefe de Formación Ricardo Galindo Melchor Colaboradores P. Juan Ortiz Magos - P. Gabriel Rodríguez Martín del Campo - Diácono Mario Bustamante Rubio Ricardo Galindo Melchor - Martha Reta Hernández - Lenice Rivera Hernández - Iván Martínez Huerta - Arturo Pardo Ayala - Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez - Lic. Marcela Vallecillo Gómez - Lic. Samuel Jiménez Hernández - Lic. José Antonio Ruiz Rubio Boletín Guadalupano es una publicación mensual y gratuita de la Basílica de Guadalupe A.R. La distribución es realizada por la propia Basílica, con domicilio en Plaza de las Américas núm. 1, Col. Villa de Guadalupe, Deleg. Gustavo A. Madero, C.P. 07050, México, D.F. Tel.: 55776022 exts. 201 Redacción y 161; fax 5577-5038. Correo electrónico: basilicadegpe@aol.com. Página web: www.virgendeguadalupe.org.mx. Registro de SEPOMEX (en trámite). Certificado de Licitud de Contenido núm. 10545, expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la SEGOB, el 26 de noviembre de 2004. Certificado de Licitud de Título núm. 12972, expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de SEGOB, expedido el 26 de noviembre de 2004. Certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo núm. 04-2004102812475400-106, expedido por la Dirección de Reservas de Derechos del Instituto Nacional del Derecho de Autor, el 28 de octubre de 2004. Diseño Arturo Pardo, Arturo Rocha y Ricardo Galindo Formación Editorial Arturo Rocha y Ricardo Galindo Impresión Litográfica Delta S.A de C.V. Pascual Orozco 47, Col. San Miguel Iztacalco, C.P. 08640, Deleg. Iztacalco, México D.F., con un tiraje de 20,000 ejemplares. 10 Oraciones Ministros de la buena muerte: San Camilo de Lelis y la Orden de agonizantes (fin) Diác. Mario Bustamante Martha Reta Hernández 25 15 Artículo Buscar, encontrar, tratar y amar Consejo de San Josemaría (cont.) Dra. Ana Teresa López de Llergo 22 Conociéndonos En portada 2 Reflexiones San Atanasio Lic. Ángel Roa Hernández y 25 24 Retratos Semblanzas Pbro. Miguel Ángel Velázquez Sánchez Lic. Samuel Jiménez Hernández Lic. Marcela Vallecillo Gómez 26 Tonantzin Guadalupe Pbro. Juan Ortiz Magos Diseño de Portada: Ricardo Galindo Diseño de Interiores: Ricardo Galindo, Arturo Rocha. 20 Los díaconos... servidores entre los hombres GAROFALO Ascensión de Cristo 1510-20 Óleo sobre panel (314 x 204,5 cm) Galleria Nazionale d'Arte Antica, Roma Cultura y Arte La Exaltación de la Santa Cruz El ser mujer y madre indígena Portada 12 32 29 Diócesis de Papantla Familia Salesiana Diócesis de Tepic Lic. José Antonio Ruiz Rubio ADEMÁS Pastoral Religiosidad Popular en el Santuario de Guadalupe Peregrinaciones 4 35 Editorial Actividades de junio 2006 Lic. Ma. Concepción M.C. de Jiménez Visita el sitio oficial de la Basílica de Guadalupe: www.virgendeguadalupe.org.mx MENSAJE DEL RECTOR M uy queridos hermanos y hermanas, los saludo desde el Tepeyac, Casita Sagrada de Nuestra Señora de Guadalupe, deseando para todos ustedes, la paz y la alegría del Señor Resucitado. ¡Aleluya! Tras haber celebrado, durante el Triduo Pascual los acontecimientos centrales de nuestra fe: la pasión, muerte y resurrección del Señor, durante los días de la cincuentena pascual, la espiritualidad de la liturgia nos llevará a descubrir, a través del libro de los Hechos de los Apóstoles, cómo vivían los discípulos del Resucitado, cuáles eran sus expectativas, hasta llevarnos a la plenitud de Pentecostés, no sin antes pasar por la solemne fiesta de la Ascensión. La presencia del Resucitado en medio de nosotros es garantía de credibilidad, sobre todo en este tiempo en el que el descrédito marca las relaciones humanas. Qué decir de la inseguridad, la corrupción, los abusos... Pero en medio de esta turba está Jesús, nuestra vida y resurrección. Él es la primavera en un frío invierno. Es la luz que desata las ataduras de las tinieblas. Es Él quien transforma nuestros miedos y tristezas. Así nos lo reportan los mismos Evangelios, cuando narran que posteriormente a la resurrección, Jesús devolvió la esperanza y la alegría a los que el miedo había paralizado cuando lo vieron clavado en la cruz y depositado en el sepulcro. Ahora que tenemos la convicción de que Cristo vive, se nos urge a llevarlo a los demás, sin escatimar fuerzas. Él sale a nuestro camino para caminar con nosotros y poder así hacerse presente en todos aquellos espacios donde aún no se le conoce. Ésta es nuestra tarea: Hacer presente al Resucitado. Anunciar un mundo nuevo que ha nacido de la pascua. Que este acto de fe, unido a nuestra vida diaria, sea un aporte a la construcción del Reino. La solemnidad de la Ascensión del Señor señala nuestra vocación y destino, además de ser punto de arranque de la misión de la Iglesia, misma que encuentra su origen y fuerza en el acontecimiento de Pentecostés. La Ascensión de Jesús es la coronación de su proyecto de vida y a la vez el anticipo de nuestro cielo, el cual se traduce, mientras estamos en este mundo, en testimonio y acción. Queridos hermanos: el auténtico cristiano es el que se esfuerza día con día por construir activamente el Reino de Dios, no sólo mirando al cielo, sino trabajando en la difusión de los valores del Evangelio, que ponen en alto a la humanidad misma. Al “separarse” Jesús de nosotros, debemos de comprender que ha llegado “nuestra hora”, es decir, nos transmite la misión, encomienda a nuestro cuidado su obra de salvación. Nos pide que seamos en el mundo testigos de una humanidad reconciliada. Que la tierra se vista de cielo. Que la herencia que Jesús nos deja de ser misioneros sea la impronta en este mundo que anhela fervientemente llegar al cielo. Aprovecho también, mis hermanos, para recordarles que mayo es el mes de María. No olvidemos con cuánto amor Ella, la Virgen, ha colaborado en nuestra salvación, gracia que le ganó el privilegio de no sufrir la corrupción del sepulcro y merecer la gloria del cielo. Los exhorto para que no perdamos en nuestras comunidades la bellísima tradición de vestir a nuestros niños y niñas de blanco y llevarlos al templo, para ofrecerle flores a la Virgen Santísima y acrecentar en ellos el amor, la confianza y la devoción por Ella y por su puesto, iniciarlos mediante el rezo del Santo Rosario en los misterios de nuestra redención. Por otro lado, les recuerdo que en nuestro Santuario seguimos celebrando cada 12 de mes, los festejos jubilares que conmemoran los 475 años de las históricas apariciones de nuestra Señora de Guadalupe a san Juan Diego Cuauhtlatoatzin. En esta ocasión, un servidor ha invitado a unirse a estos festejos a la unión de coheteros y al pueblo de Tlachichilpan, Edo. de México, quienes haciendo gala de sus conocimientos de pirotecnia, quemarán varios castillos para honrar a tan augusta Madre. Ofrecerán, además, las portadas y arreglos florales así como muestras gastronómicas y culturales. Contaremos también con la presencia de la Mesa Directiva de Peregrinos de Querétaro, así como la del Seminario diocesano. Agradezco de corazón su presencia en medio de nosotros. Se suman a estos festejos el ballet folklórico del Colegio María Curie y la Orquesta Sinfónica de la Secretaría de María. Muchas gracias por unirse a estos festejos. Ruego a Dios que la presencia de todos estos hermanos y hermanas, sea oportunidad propicia para renovar su amor a nuestra Señora de Guadalupe y su fidelidad a la Iglesia apostólica. Que los santos apóstoles Felipe y Santiago, a quienes también celebramos este mes, nos concedan por su intercesión, mantenernos firmes en la fe. Desde el corazón de México, que es Guadalupe, un abrazo para todos y una vez más, felices pascuas de Resurrección. Monseñor Diego Monroy Ponce Vicario General y Episcopal de Guadalupe Rector del Santuario 3 EDITORIAL E l artículo V del Credo Apostólico del Catecismo de la Iglesia Católica, nos ofrece una excelente síntesis doctrinal del hecho mismo de la Resurrección, constituyendo éste el capitulo central de la fe cristiana, pues como bien lo afirma san Pablo: “Sí Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación y vana es nuestra fe” (1 Co 15, 14). Es la Resurrección de Jesús el acto que recapitula su acción en el mundo y la prueba definitiva de su autoridad divina según lo había prometido. Es el cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento y del mismo Jesús durante su vida terrenal. De ahí que san Pablo también afirmara que la promesa hecha a los padres, Dios la ha cumplido en nosotros... al resucitar a Jesús, como está escrito en el salmo primero: “Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy”. (Hch 13, 32-33, cfr. Sal 2, 7). Esta verdad central de la fe sobre la Resurrección de Jesús, fue creída y vivida por la primera comunidad cristiana, trasmitida como fundamental por la tradición, establecida en los documentos del Nuevo Testamento, predicada como parte esencial del Misterio Pascual al mismo tiempo que la Cruz. Es la Resurrección de Cristo un acontecimiento real, con manifestaciones históricamente comprobadas. “Porque os trasmití en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se apareció a Cefas y luego a los Doce (1 Co 15, 3-4). El apóstol habla aquí de la tradición viva de la Resurrección que recibió después de su conversión a las puertas de Damasco (Hch 8, 3-18). La Resurrección de Jesús se fundamenta, sí, en el sepulcro vacío, pero también en las múltiples apariciones del Resucitado. Aunque lo primero no es una prueba directa, ha constituido desde siempre un signo esencial. Es el sepulcro vacío y las vendas tiradas en el suelo el primer elemento que prepara a los discípulos para su encuentro con el Resucitado. La primicia de la Resurrección fue confiada a María Magdalena y a las santas mujeres y después a Pedro. El discípulo que Jesús amaba afirma que al entrar en el sepulcro vacío y al descubrir las vendas en el suelo “vio y creyó”, suponiendo con esto que la desaparición del cuerpo no había sido una obra humana y que Jesús no había vuelto simplemente a una vida terrenal como había sido el caso de Lázaro (Jn 11, 44). 4 Resucitado Jesús, establece con sus discípulos, relaciones directas mediante el tacto (Lc 24, 39; Jn 20, 27) y el compartir la comida (Lc 24,30. 41-43; Jn 21, 9. 13-15). Les invita así a reconocer que Él no es un espíritu (Lc 24, 39) pero sobre todo a que comprueben que el cuerpo resucitado con el que se presenta ante ellos es el mismo que ha sido martirizado y crucificado ya que sigue llevando las huellas de su pasión (Lc 24, 40; Jn 20, 20. 27). Este cuerpo auténtico y real posee sin embargo al mismo tiempo las propiedades nuevas de un cuerpo glorioso: no está situado en el tiempo ni en el espacio, pero puede hacerse presente a su voluntad donde quiere y como quiere, pues ya no pertenece al mundo, sino al Padre. Con la Resurrección, el cuerpo de Jesús se llena del poder del Espíritu Santo, participa de la vida divina en el estado de su gloria, tanto que san Pablo puede decir de Cristo que es el hombre celestial. Por último, la Resurrección de Cristo –y el propio Cristo Resucitado– es principio y fuente de nuestra resurrección futura: “Cristo resucitó de entre los muertos como primicia de los que durmieron... del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo (1 Co 15, 20-22). En la espera de que esto se realice, Cristo resucitado vive en el corazón de sus fieles. En Él los cristianos “saborean los prodigios del mundo futuro” (Heb 6, 5) y su vida es arrastrada por Cristo al seno de la vida divina (Col 3, 1-3) para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos” (2 Cor 5, 15). Mathias STOMER (c.1600-1650) Incredulidad de santo Tomas Museo del Prado (Madrid) Acontecimiento Guadalupano Carta del Virrey Enríquez de Almanza1 (1575) Lic. Arturo Rocha Cortés Director del Boletín Guadalupano rocha@basilicadeguadalupe.org.mx U no de los documentos más importantes que custodia el Archivo General de Indias, de Sevilla, sobre el acontecimiento guadalupano es una carta del virrey Martín Enríquez de Almanza al rey Felipe II, fechada el 23 de septiembre de 1575. En el tercer folio de dicha epístola el virrey toca asuntos relativos a la “ermita de nuestra señora de Guadalupe”, en el Tepeyac. No sólo afirma con claridad el virrey que ya para 1555 ó 1556 existía allí una ermitilla, en la ya se encontraba la “imagen que ahora está en la iglesia” (la que iglesia que él conoció), sino que había allí un culto tan intenso que se requería de dos capellanes y aún hacía falta un tercero para administrarlo. También se señala que allí se generaban rentas y que se había fundado una cofradía de ya más 400 cofrades, y que todo el edificio e iglesia se había edificado con las limosnas allí habidas. No habla el virrey en su carta de Juan Diego ni de Zumárraga, no bien declarar haberse procurado la información sobre le ermita del “Arzobispo que la visitó” (seguramente Pedro Moya de Contreras). Antes bien afirma que “un ganadero que por allí andaba, publicó haber cobrado salud yendo a aquella ermita, y empezó a crecer la devoción de la gente, y pusieron por nombre a la imagen Nuestra Señora de Guadalupe, por decir que se parecía a la de Guadalupe de España”. Se refería al virrey al milagro que fue obrado en la persona de una ganadero de Tulancingo, hecho que propició que la devoción a nuestra Señora de Guadalupe creciera aún más entre los españoles. Si bien no habla de mariofanías, esta carta es importante por señalar la devoción que desde antiguo florecía en Nuestra Señora de Guadalupe de México y el papel que jugaba en la vida eclesial de la arquidiócesis de México. En futuros números del BG publicaremos información que subraya aún más la importancia de este lugar. NOTA 1 Carta del Virrey Martín Henríquez de Almanza a Felipe II (23 septiembre 1575), ARCHIVO GENERAL DE INDIAS (AGI), México 19, N. 159 5 Acontecimiento Guadalupano Carta del Virrey Martín Henríquez de Almanza a Felipe II (23 septiembre 1575), ARCHIVO GENERAL DE INDIAS © Archivo General de Indias. Prohibida su reproducción parcial o total. 6 (AGI), México 19, N. 159, f. 3r. Acontecimiento Guadalupano Paleografía 3 12 daualos de los pueblos davalos vayan A la nueva galizia____ 13 5 otra fecha en toledo A tres de mayo 1575. sobre que las Apellaçiones almacenes otra fecha en s.[an] lorenco, A doze de mayo de 75. en q[ue] V.[uestra] m[a]g[es]t[ad] manda A los offiçiales de la ueracruz q[ue] paguen de la Real Hazienda lo q[ue] se gastare en los almacenes q[ue] v.[uestra] m[a]g[es]t[ad] manda q[ue] se hagan en tierra firme____ otra fecha en s.[an]t Lorenzo A 11 de Mayo 75. Para q[ue] las personas q[ue] vinieren 14 china a esta tierra con obligación de pasar a la china. Los Haga yr y no queden Aca. y q[ue] la letra y Relacion de las tales personas y ffe y testimonio de las obliga ciones me lo embiaran los offiçiales de seuilla. Hasta ora yo no e r[ecibi]do 10 las letras ni tengo Relación de los offiçiales. de seuilla q[ue] me las embien ni e uisto persona ninguna de las q[ue] vengan para pasar A la china____ 15 g[oberna]d[or] otra fecha en s.[an] Lorenzo el Real A 15 de mayo de 75. en la qual dize V. m[a]g[esta]d auer scrito a V.[uestra] m[a]g[es]t[ad] el gobernador y offiçiales de las islas del poniente Auer imbiado a pedir algunas cosas necesarias para la guerra y otras cosas cõ[n]ueniê[ntes] 15 al seruiçio de V.[uestra] m[a]g[es]t[ad] y q[ue] no se les an embiado y q[ue] podria ser q[ue] por esta ocasion Ouiese falta en cosas q[ue] alla tocasen al serui[ci]o de V.[uestra] m[a]g[es]t[ad] y q[ue] las cosas q[ue e]l gobernador y offiçiales embiaren a pedir se les embien conforme al memorial q[ue] ymbiarê[n] haziendolo comprar del mesmo dinero q[ue] de las yslas viniere para V.[uestra] m[a]g[es]t[ad] hasta ahora yo no se cosa ninguna q[ue] ymporte algo q[ue] ayan pedido q[ue] no se les aya 20 embiado. Algunas por ventura q[ue] piden q[ue] Aca parecen ympertinentes no de cosa q[ue] toque a la guerra como es poluora y Armas podre aser q[ue] no se les ouiese llevado cumplir sea como V.[uestra] m[a]g[es]t[ad] lo manda. Mas sea di[…] de lo proçe dido del dinero q[ue] de alla uinere no se yo como podra ser si de aquí adelante no es otra cossa porq[ue] quanto A uenido asi en boyas de oro como en canela 25 sea embiado a V.[uestra] m[a]g[es]t[ad] sin q[ue] Aca quede ninguna cossa______ 16 n[uest]ra s[eñor]a de guada lupe otra fecha en s.[an] Lorenzo el Real a quinze de mayo de 75. sobre lo que toca A la fundaçion de la Hermita de n[uest]ra s.[eñor]a de guadalupe y q[ue] procure con el Arçob[is]po que la uisite. Visitalla y tomar las cuentas siempre se A hecho por los prelados y el Principio q[ue] tuuo la fundaçion de la igl[es]ia q[ue] ao 30 hecha lo que comunmente se entiende es que el Año de 55. o 56. estaua alli vna hermitilla en la qual estaua la ymagen q[ue] Ahora esta en la iglesia y q[ue] vn ganadero q[ue] por alli andaua publico auer cobrado salud yendo assia aquella Hermita y empeço a crecer la deuocion de la gente. Y 7 Acontecimiento Guadalupano Carta del Virrey Martín Henríquez de Almanza a Felipe II (23 septiembre 1575), ARCHIVO GENERAL DE INDIAS © Archivo General de Indias. Prohibida su reproducción parcial o total. 8 (AGI), México 19, N. 159, f. 3v. Acontecimiento Guadalupano Paleografía 5 10 15 20 17 Resultas de quentas 25 18 30 quintos y pusieron nombre A la imagen n[uest]ra de guadalupe por dezir q[ue] se pareçia a la de guadalupe despaña y de alli se fundo vna cofradia en la qual dizen auia qua troçientos cofadres [sic] y de las limosnas se labro la igl[es]ia y el edifficio todo que se a hecho y se a comprado alguna Renta y lo q[ue] pareçe q[ue] ahora tiene y lo q[ue] se saca de limosnas ymbio ay sacado del libro de los mayordomos de las ultimas cuentas q[ue] se les tomaron Y la claridad q[ue] mas se entendiere se imbiara a V[uestra] m.[a]g.[esta]d . ____ Para asiento de monasterio no es lugar muy con ueniente por razon del sitio y ay tantos en la comarca q[ue] no pareçe ser neçesario y menos fundar parrochia como el Prelado querria ni para es pañoles ni yndios – Yo e empeçado a tratar con el q[ue] alli bastaua que ouiese un vn clerigo q[ue] fuese de hedad y hombre de buena uida para que si algunas de las personas q[ue] alli van por deuoçion se quissiere confesar pudi ese Hazello y q[ue] las limosnas y lo demas q[ue] alli ouiese se gastase con los pobres del espital de los indios q[ue] es el que mayor necesidad tiene q[ue] por tener nombre despital Real nadie se aplica a fauoreçelle con vn Real pareciendoles q[ue] basta estar A cargo de V[uestra] m.[a]g.[esta]d y q[ue] si esto no le pa reçiese se aplicase para casar Huerfanas. El Arçob[is]po a puesto ya dos clerigos y si la Renta creçiere mas tambien querran poner otro por manera q[ue] todo verna A Reduzirse en q[ue] coman dos o tres clerigos V[uestra] m.[a]g.[esta]d mandara lo que fuere seruido____ otra fecha en s. lorenço el Real A 15 de mayo de 75. en la qual manda V[uestra] m.[a]g.[esta]d que nombre Juez de la cobrança de las deudas q[ue] se debe a V[uestra] m.[a]g.[esta]d de Resultas de cuentas a Vno de los oydores o Alcaldes desta Real audiençia, El contador de cuentas como hombre platico destos neg.[oci]os aduierte a a V[uestra] m.[a]g.[esta]d de las difficultades questo tiene las quales el me A referido y porquel aduierte de todas no las Refiero aquí. Lo que yo puedo dezir es q[ue] los oydores y Alcaldes estan embarcados y haran lo que de parte de V[uestra] m.[a]g.[esta]d se les mandare. Mas cossas de cuentas quieren hombres desocupados y asisitentes____ otra fecha en s.[an[ lorenço el R.[eal]. A 15 de mayo de 75. en q[ue] V[uestra] m.[a]g.[esta]d manda q[ue] vea el memorial q[ue] se me ymbia q[ue] trata de la Orden q[ue] deuria auer para mejor guardar de los Reales quintos. La satisfaçion desta en el memorial. Cuya copia de buelve A embiar_____ va 9 ORACIONES La Exaltación de la Santa Cruz Mario Bustamante Rubio Diácono Permanente C uántas y cuántas veces, en nuestro caminar diario, vamos repitiendo una y otra vez diversos vocablos con los que nos hemos familiarizado, tanto que llegamos a olvidar su significado o lo distorsionamos al grado de llegar a una impresión mental. Tal es el caso de la palabra “exaltación”, por supuesto, de la Santa Cruz, cuya fiesta celebramos el día 3 de mayo de cada año. ¿Qué significa "exaltación"? Procede del latín exaltatio, exaltationis, y es la acción o efecto de exaltar; es la gloria que resulta de una acción muy notable. A su vez, exaltar es elevar la posición o el cargo de una persona, es elogiar, es resaltar los méritos de una persona o una cosa. Así las cosas, entremos en materia y musitemos el himno que en el oficio de lectura entona la Iglesia en este día: 10 Cruz de Cristo, cuyos brazos todo el mundo han acogido. Cruz de Cristo, cuya sangre todo el mundo ha redimido. Cruz de Cristo, luz que brilla en la noche del camino. Cruz de Cristo, cruz del hombre su bastón de peregrino. Cruz de Cristo, árbol de vida vida nuestra, don eximio. Cruz de Cristo, altar divino de Dios-hombre en sacrificio. Amén. Oraciones La disertación 10 de san Andrés de Creta, obispo, nos ayuda en gran manera a discernir el misterio de la Santa Cruz: La cruz es la gloria y exaltación de Cristo; por la Cruz, cuya fiesta hoy celebramos, fueron expulsadas las tinieblas y devuelta la luz. Celebramos hoy la fiesta de la cruz y junto con el crucificado nos elevamos hacia lo alto para, dejando abajo la tierra y el pecado, gozar de los bienes celestiales; tal y tan grande es la posesión de la cruz. Quien posee la cruz posee un gran tesoro. Al decir un tesoro, quiero dignificar con esta expresión a aquel que es, de nombre y de hecho, el más excelente de todos los bienes, en el cual, por el cual y para el cual culmina nuestra salvación y se nos restituye a nuestro estado de justicia original. Porque sin la cruz, Cristo no hubiera sido crucificado; sin la cruz, aquel que es la vida no hubiese sido clavado en el leño. Si no hubiese sido clavado, las fuentes de la inmortalidad no hubiesen manado de su costado: la sangre y el agua que purifican el mundo. No hubiese sido rasgado el documento en que constaba la deuda contraída por nuestros pecados; no hubieramos sido declarados libres; no disfrutaríamos del árbol de la vida; el paraiso continuaría cerrado. Sin la cruz, no hubiera sido derrotada la muerte, ni despojado el lugar de los muertos. Por esto la cruz es cosa grande y preciosa, grande porque ella es el origen de innumerables bienes, tanto más numerosos, cuanto que los milagros y sufrimientos de Cristo juegan un papel decisivo en su obra de salvación. Preciosa, porque la cruz significa a la vez el sufrimiento y el trofeo del mismo Dios: el sufrimiento porque en ella sufrió una muerte voluntaria; el trofeo, porque en ella quedó herido de muerte el demonio y con el fue vencida la muerte. En la cruz fueron demolidas las puertas de la región de los muertos. Y la cruz se convirtió en salvación universal para todo el mundo. Cristo mismo nos enseña que la cruz es su exaltación cuando dice: "yo, cuando sea levantado en alto, atraeré a mí a todos los hombres”. ¡Oh, cruz admirable, en cuyas ramas estuvo suspendido el tesoro y la redención de los cautivos! Por ti el mundo fue redimido con la sangre de su señor. Subió al árbol santo de la cruz; destruyó el poderío de la muerte, se revistió de poder, resucitó al tercer día. ¡Cómo brilla la cruz santa! De ella colgó el cuerpo del señor y desde ella derramó Cristo aquella sangre que ha sanado nuestra heridas. resplandece la cruz santa; por ella el mundo ha obtenido la salvación; la cruz vence, la cruz reina, la crua aleja todo pecado. ¡Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo! Icono de la Exaltación de la Santa Cruz 11 CULTURA Y ARTE Ministros de la buena muerte: San Camilo de Lelis y la Orden de agonizantes en la ciudad de México (Fin) Martha Reta Investigadora del Museo de la Basílica de Guadalupe José Guadalupe Posada (1852-1913), grabó Antonio Vanegas Arroyo, editó San Camilo de Lelis Siglo XX, principios Impresión en papel de grabado en metal 30.1 x 21.6 cm. (mancha del grabado) Col. Museo de la Basílica de Guadalupe A principios del siglo XIX, la comunidad de camilos enfrentó –al igual que toda la institución eclesiástica– la crisis política que se vivía en el territorio novohispano y la sujeción de la Iglesia a las nuevas necesidades del Estado. En 1820 Fernando VII, sometido por los liberales españoles, firmó un decreto en el cual las órdenes religiosas quedaban suprimidas en todos los territorios españoles, incluyendo aquéllas dedicadas al cuidado y atención de los enfermos. A pesar de que la nueva ideología anticlerical 12 intentaba darle primacía a lo civil sobre lo eclesiástico, en el ámbito de la mentalidad cristiana no se dio una transformación abrupta, la religiosidad no era la Iglesia, y tampoco la conciencia podía ser regulada por el Estado. Durante la guerra de Independencia, la muerte –ya sea como idea o realidad palpable– despertó aún más las devociones, sobre todo en los sectores populares. Dentro de los hogares, las imágenes religiosas se convirtieron en una modesta alternativa al inoperante auxilio efectivo del clero encargado de la atención espiritual de Cultura y arte los agonizantes. La devoción a Camilo de Lelis, patrono de la buena muerte, se profesó en la ciudad de México con particularidad, “casi no hay un solo enfermo moribundo que no deje de tener a su cabecera una de sus imágenes”.1 Claro ejemplo de esta nueva religiosidad popular son los llamados retablos o santos, pequeñas imágenes pintadas sobre láminas de estaño y colocadas en los altares domésticos. Aquí se reproduce uno de ellos, que representa a Camilo de Lelis como padre protector y defensor de las almas. En esta imagen se observa la tradicional escena del agonizante acompañado por los padres camilos y siendo atendido especialmente por el santo varón. Sin embargo, el cuadro está lleno de dinamismo e interacción entre las figuras allí representadas, llama especialmente la atención un curioso grupo de seres demoníacos de cuyas bocas salen filacterias con frases alusivas a su derrota ante la intercesión del santo, como por ejemplo: “se nos va, ah qué lástima, era mío, vuélvele a tentar, no nos atrevemos”. Esta iconografía particular de San Camilo es muy frecuente en el siglo XIX y en la actualidad existen algunas de aquellas láminas que repiten el mismo modelo en colecciones privadas y acervos de museos nacionales e internacionales. corresponde elocuentemente con el texto, que comienza reflexionando sobre la finitud de la vida terrena y sobre el sufrimiento que produce este momento de tránsito. El agonizante, que se mira perturbado y francamente asustado con lo que sucede –o se imagina– a su alrededor, es acompañado por un padre camilo que porta la candela encendida, símbolo de la luz divina. Texto e imagen dejan clara la relación entre el clérigo y el enfermo: En vano es que el sacerdote vierta palabras de virtud al oído de aquel desgraciado, exhortándolo al arrepentimiento; y esas santas palabras se pierden como el imperceptible grano de polvo entre el torbellino de la algarabía de los secuaces de Satanás, que incitan las pasiones mezquinas de aquel infortunado que se siente atraído, fascinado hacia el negro abismo del Infierno, impulsado por el incontrastable poder de todas sus pasiones furiosamente desencadenadas. La figura de San Camilo se mantuvo presente durante el Porfiriato a pesar de que la historia de la Orden cayó en el olvido. La devoción al Glorioso Patriarca, Especial abogado para la hora de la muerte y eficaz protector para los necesitados, pervivió a la institución y su imagen se difundió en estampas y cromos acompañada de oraciones y otras jaculatorias. La imprenta de Antonio Vanegas Arroyo, activa entre finales del siglo XIX y principios del XX, editó la imagen de Camilo en un grabado realizado por José Guadalupe Posada, acompañada de un texto alusivo a la “muerte del pecador” y la imprescindible oración solicitando la intercesión del santo. Estas estampas a más de funcionar como objetos devocionales tenían una utilidad práctica para la vida de los fieles católicos, como se lee al final de la oración, “El Sr. Arzobispo de Farsalia2, concedió 80 días de indulgencias, a toda persona que devotamente, haciendo un acto de contrición, encomendare su alma a San Camilo de Lelis, siempre que con devoción y fe, encomienden por su conducto a Dios su alma”. La imagen representada se Anónimo San Camilo de Lelis Óleo sobre lámina. 34.2 x 22.9 cm. Col. Museo de la Basílica de 13 Cultura y arte La habitación está llena de figuras demoníacas o alegorías de vicios, que sujetan o se acompañan de una serie de elementos que bien recuerdan las imágenes de vanitas y los programas emblemáticos llamados ars moriendi, que consistían en una serie de advertencias visuales y literarias para enseñarse a “bien morir”.3 Para el caso que nos ocupa, las figuras representan los malos actos del pecador, cuyo lecho mortuorio se mira rodeado de esta legión de demonios. Uno le muestra el cuadro de una bella mujer que despierta la lujuria y otro hace resonar en su cabecera el “metálico retintín del oro” como símbolo de la codicia. Un par de seres con características zoomorfas (pavoreal, serpiente-mono) aluden, entre otras cosas, a los pecados de la soberbia, la vanidad y la pereza; mientras que las botellas, los sacos con dinero y la baraja esparcida en el suelo son, en conjunto, el atributo del vicio. Allí se mira postrado el pecador junto a los placeres mundanos mientras su ángel de la guarda “se aleja triste y lloroso, cubriéndose el rostro con las manos para no ver cómo Lucifer le arrebata aquella alma que no pudo conducir por el camino de la gloria”. A pesar de esta escena tan desoladora, la imagen brinda un mensaje alentador: san Camilo de Lelis intercediendo por el alma del agonizante ante la Santísima Trinidad, representada en lo alto de la composición a manera de un rompimiento de gloria que irrumpe en lo terreno otorgándole la luz divina al moribundo. Los Padres Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos Agonizantes, fundados por Camilo de Lelis a finales del siglo XVI, se establecieron en el territorio de la Nueva España y contaron exclusivamente con un convento ubicado en la ciudad de México, no ejercieron su ministerio por más de 80 años y ni siquiera contaron en su nómina con más de 20 miembros, sin embargo, su labor fue bien recibida por la sociedad y el culto a san Camilo se propagó rápidamente. Las representaciones del santo y el tema de la buena muerte sólo cobran sentido en el imaginario católico que ve en la muerte el tránsito a la vida eterna, presidida por el Juicio Final que sopesa los pecados y las buenas 14 obras del individuo creyente. Hoy, la Orden religiosa y el santo varón han quedado en el olvido, pero las imágenes que se conservan aún invitan a la reflexión y en el estudio de su ministerio. NOTAS 1 “Noticias del convento...” en ACEHM Condumex, Manuscritos de la orden de San Camilo, citado en Alberto SOTO CORTÉS, Mortal agonía. Orden de Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos Agonizantes de San Camilo de Lelis en México, México: 2000 (Tesis de Licenciatura en Historia, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM), p. 177. 2 Ciudad de Grecia, en Tesalia. 3 Juegos de ingenio y agudeza. La pintura emblemática de la Nueva España, México: Museo Nacional de Arte, 1994, p. 256. Anónimo Camilo Siglo XVIII Col. Archivo del Instituto N. de Antropología (México, D.F.) Reproducido en: Abelardo Carrillo y Gariel, El traje en la Nueva España, México, INAH,1959. ARTÍCULO Buscar, encontrar, tratar y amar Consejo de San Josemaría Continuación... Dra. Ana Teresa López de Llergo Universidad Panamericana MASACCIO Dinero del tributo (Detalle) Capella Brancacci, Santa María del Carmine, Florencia Que encuentres a Cristo ¿ En dónde encontrarle? La respuesta está al alcance de la mano: “No hay otro camino, hijos míos: o sabemos encontrar en nuestra vida ordinaria al Señor, o no le encontraremos nunca”1. Ya es un hallazgo maravilloso descubrir que Dios ha estado a nuestro lado aunque nosotros no hayamos sido conscientes de esta realidad. Entonces, es necesario reconocer y agradecer su compañía a pesar de nuestra falta de correspondencia. ¡Dios te espera! –Por eso, ahí donde estás, tienes que comprometerte a imitarle, a unirte a Él, con alegría, con amor, con ilusión, aunque se presente la circunstancia –o una situación permanente- de ir a contrapelo. ¡Dios te espera... y te necesita fiel! 2 El encuentro no ha de ser desabrido sino lleno de afecto como lo es un apretón de manos cálido y fuerte, como un abrazo tierno y vigoroso, donde se dé el compromiso de seguir juntos pase lo que pase. No tengas miedo, ni te asustes, ni te asombres, ni te dejes llevar por una falsa prudencia. La llamada a cumplir la Voluntad de Dios –también la vocación- es repentina, como la de los Apóstoles: encontrar a Cristo y seguir su llamamiento... -Ninguno dudó: conocer a Cristo y seguirle fue todo uno3. Es tan grande lo que Jesús nos da con su compañía que sobrecoge y puede paralizar, hacernos perder el paso y dejarnos rezagados. Por eso, hemos de estar dispuestos a confiar en Él, quien no retirará su ayuda si se la pedimos. San Josemaría la experimentó y nos anima a ser muy felices experimentando también nosotros esa 15 Artículo ayuda que se transforma en afán de servicio en nombre de Dios: "Servite Domino in laetitia" ¡Serviré a Dios con alegría! Una alegría que será consecuencia de mi Fe, de mi Esperanza y de mi Amor...,que ha de durar siempre, porque, como nos asegura el Apóstol, "Dominus prope est!"... – el Señor me sigue de cerca. Caminaré con Él, por tanto, bien seguro, ya que el Señor es mi Padre..., y con su ayuda cumpliré su amable Voluntad, aunque me cueste4. Encontrar al Señor es un acontecimiento importantísimo de nuestro proceso, pero, es un paso intermedio, aún no es el final. Nuestra Madre María nos ayudará a disfrutar este suceso, pero, evitará que nos detengamos, nos inyectará la energía necesaria para continuar en el camino ya recorrido en parte. Hay que seguir adelante fortaleciendo la relación constante y cada vez más profunda con su Divino Hijo. Que trates a Cristo ¿En dónde tratarle? La respuesta es sorprendente: “en el laboratorio, en el quirófano de un hospital, en el cuartel, en la cátedra universitaria, en la fábrica, en el taller, en el campo, en el hogar de familia y en todo el inmenso panorama del trabajo, Dios nos espera cada día”5. Con el trato se inicia, se aumenta y se solidifica la amistad. Pero, respecto de Dios, se nos puede ocurrir que no es posible llegar a ser amigos pues hay una gran distancia entre Él y nosotros. Sin embargo, la iniciativa viene del Señor, Él puede y quiere ser amigo de nosotros. Ahora, vale la pena analizar cómo realiza Dios esa amistad con las personas para aprender a corresponder. Para ello, revisaremos dos aspectos: quién es Dios y cómo procede. Un modo de conocerle es a través de sus nombres. Es Padre y, por eso cuida, vela por sus hijos, guía y protege. Es Palabra, Logos, Verbo y, por eso, comunica, difunde, se aproxima. Es Amor y, por eso, se da, arropa, mejora a quienes le reciben, los perfecciona y consuela. El modo como procede Dios en su amistad con el ser humano es por medio de la Encarnación. Dios Padre envía a Su Hijo, a la Palabra, para que 16 asuma la naturaleza humana. Toma un cuerpo y un alma y se hace semejante a nosotros. El Padre sabe que la amistad requiere cercanía y mediante Su Hijo se aproxima a los humanos, así Dios inaugura un nuevo modo de contacto con la humanidad, una manera nueva de manifestar el amor que tiene por sus criaturas. A las personas nos dio posibilidad de reciprocidad, de corresponder, porque nos dotó de inteligencia para conocer y de libertad para elegir a quién querer. Por eso los humanos estamos capacitados para la amistad. Porque podemos ser sus amigos se nos acerca más y, con Su Vida, se hace nuestro modelo. Jesús nos enseña que Él es amigo. Señalaremos algunas características de su amistad: - Hay conocimiento mutuo. Esto no es de extrañar si consideramos que Jesús como Dios, conoce con profundidad a los demás, pero para que le conozcan sus discípulos les abre su alma y les manifiesta el trato íntimo con Su Padre6. - Procura el diálogo, a veces lo fomenta con cuestionamientos incisivos: otras, moviéndoles a preguntar ante algún relato enigmático. - Mejora a los demás. Jesús no se cansa de enseñar, de corregir, de invitar a la superación. - Se está donando continuamente, no escatima grandes caminatas con tal de llevar Su mensaje a pueblos diversos. Acude a donde le llaman. - Su amistad es fiel. A Judas le llama amigo en el momento de la traición en el Huerto de los Olivos7. - No hay acepción de personas, es amigo de publicanos y pecadores8, amigo de Lázaro y de sus hermanas9. Artículo Para animarnos a tratarle como Él nos trata, analizaremos dos textos. Uno es el diálogo con la samaritana; otro, con los discípulos de Emaús. Estaba allí el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era alrededor de la hora sexta. Jesús está cansado, queda manifiesta Su Humanidad. Así cansado, inicia un diálogo que va de lo más vulgar y cotidiano como era ir a sacar agua y pedir de beber para quitarse la sed, hasta el enfrentamiento con las propias acciones para reconocer el mal cometido. Vino una mujer de Samaria a sacar agua, Jesús le dijo: Dame de beber. Sus discípulos se habían marchado a la ciudad a comprar alimentos. Entonces le dijo la mujer samaritana: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana? Pues no se tratan los judíos por los samaritanos. Jesús le respondió: Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice dame de beber, tú le habrías pedido y él te habría dado agua viva. Aquí Jesús, conocedor de la curiosidad femenina inició las condiciones para un diálogo en profundidad La mujer le dijo: Señor no tienes con qué sacar agua y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas, pues, el agua viva? ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebió él, sus hijos y sus ganados? Respondió Jesús: Todo el que bebe de esta agua tendrá sed de nuevo, pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed nunca más, sino que el agua que yo le daré se hará en él fuente de agua que salta hasta la vida eterna. mujer: Señor, veo que tú eres un profeta. Nuestros padres adoraron a Dios en este monte, y vosotros decís que el lugar donde se debe adorar está en Jerusalén. Le respondió Jesús: Créeme mujer, llega la hora que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis, nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación procede de los judíos. Pero llega la hora, y es ésta, en la que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. Porque así son los adoradores que el Padre busca. Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorar en espíritu y en verdad. La mujer le dijo: Sé que el Mesías, el llamado Cristo, va a venir. Cuando él venga nos anunciará todas las cosas. Le respondió Jesús: Yo soy, el que habla contigo. Estamos ante el milagro espiritual, del reconocimiento de una vida desordenada y del impulso de acercar a otros a Dios. A continuación llegaron sus discípulos, y se admiraron que hablara con una mujer. Pero ninguno le preguntó: ¿Qué buscas?, o ¿qué hablas con ella? La mujer dejó su cántaro, fue a la ciudad y dijo a la gente: Venid, ved a un hombre que me ha dicho cuanto hice. ¿No será éste el Cristo? Salieron de la ciudad y venían a él10. Con esta respuesta Jesús abrió el alma de la mujer, ahora ella está pidiendo, cuando fue Jesús quien pidió primero. La mujer dijo: Señor, dame de esa agua, para que no tenga sed ni tenga que venir hasta aquí a sacarla. Le contestó: Anda, llama a tu marido y vuelve aquí. Jesús, con estas palabras, manifiesta Su Divinidad, sabe la vida de esa mujer y la lleva a la verdad. Le respondió la mujer: No tengo marido. Le contestó Jesús: Bien has dicho no tengo marido, pues cinco has tenido y el que tienes ahora no es tu marido; en esto has dicho la verdad. Le dijo la Bernardo STROZZI Cristo y la samaritana Óleo sobre tela Foundation Honnema, Heino 17 Artículo En el relato anterior Jesús no había muerto, aún podía padecer. Su encuentro con los discípulos de Emaús es después de la Resurrección, ya está glorioso, ya no puede padecer porque en el Calvario padeció todo lo que tenía que sufrir para redimirnos. Así es como Jesús se acerca a nosotros, está en el cielo glorioso y está a nuestro lado y se hace el encontradizo, pero hay que atenderlo, hay que escucharle. El mismo día, dos de ellos iban a una aldea llamada Emaús, que distaba de Jerusalén sesenta estadios. Y conversaban entre sí de todo lo que había acontecido. Y sucedió que, mientras comentaban y discutían, Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos; pero sus ojos estaban incapacitados para reconocerle. Y les dijo: ¿Qué conversación lleváis entre los dos mientras vais caminando? Y se detuvieron entristecidos. Uno de ellos, de nombre Cleofás, le respondió: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado allí estos días? El les dijo: ¿Qué ha pasado? Y le contestaron: Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y ante todo el pueblo: cómo los príncipes de los sacerdotes y nuestros magistrados lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaron. Sin embargo, nosotros esperábamos que él sería quien redimiera a Israel. Pero con todo, es ya el tercer día desde que han pasado estas cosas. Bien es verdad que algunas mujeres de las que están con nosotros nos han sobresaltado porque fueron al sepulcro de madrugada y, al no CARAVAGGIO Los discípulos de Emaús Óleo sobre tela, 139 x 195 cm National Gallery, Londres 18 encontrar su cuerpo, vinieron diciendo que habían tenido una visión de ángeles, los cuales les dijeron que está vivo. Después fueron algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como dijeron las mujeres, pero a él no lo vieron. Jesús conocía la profunda tristeza del corazón de estos hombres y no puede dejarlos partir así, por eso los alcanza, los acompaña y los hace hablar para que saquen toda su amargura, de este modo estarán en condiciones de comprender lo sucedido. Jesús les limpia y luego les enseña. Entonces Jesús les dijo: ¡Oh necios y tardos de corazón para creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No era preciso que el Cristo padeciera estas cosas y así entrara en su gloria? Y comenzando por Moisés y por todos los Profetas les interpretaba en todas las Escrituras lo que se refería a Él. Jesús tuvo con ellos una larga conversación, donde fue explicando con detalle cómo todo lo que habían profetizado respecto al Mesías en Él se cumplió. A pesar de esta lección los discípulos están atónitos. Llegaron cerca de la aldea a donde iban y él hizo ademán de continuar adelante. Pero lo retuvieron diciéndole: Quédate con nosotros, porque ya está anocheciendo y va a caer el día. Y entró para quedarse con ellos. Y estando junto a la mesa tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su presencia. Artículo Abraham BLOEMAERT Los Discípulos de Emaús Museo de las Bellas Artes, Bruselas. En esta escena Jesús muestra que escucha la oración de petición, le piden que se quede y lo hace. Y corresponde a ese afecto volcándose con sus discípulos, celebra con ellos la Santa Misa. No sabemos si sería la primera Misa después de la Resurrección, hay quienes piensan que la primera fue para Santa María, sea lo que sea, con estos hombres Jesús celebra una Misa. Y se dijeron uno a otro: ¿No es verdad que ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?11 Estos hombres amaban a Jesús y aunque no le reconocen encuentran la semejanza porque le añoraban. Para llegar a amar a Jesús deben haber pasado largos ratos de conversación, de oración, como la que podemos tener nosotros con Él, porque Jesucristo glorioso está en el Sagrario, dispuesto a iniciar o a reanudar conversaciones semejantes a la que tuvo con los discípulos de Emaús, y a las que tiene en este tiempo con quienes le tratan. Es el caso de San Josemaría, quien ha experimentado la cercanía de Jesús y nos dice: “Quédate con nosotros, porque ha obscurecido...” Fue eficaz la oración de Cleofás y su compañero. ¡Qué pena, si tú y yo no supiéramos “detener” a Jesús que pasa!, ¡qué dolor, si no le pedimos que se quede!12 La pregunta que está en el aire es ¿queremos ser amigos de Dios? Porque poder, podemos. Basta con querer imitar su ejemplo, aprovechar la gracia que no nos falta para perseverar en el trato con Él. Con Jesús es legítima la dependencia, es sana una conducta así pues nos lleva a la santidad. Jesús es tu amigo. El Amigo. Con corazón de carne como el tuyo. Con ojos de mirar amabilísimo, que lloraron por Lázaro... Y tanto como a Lázaro, te quiere a ti13. La Santísima Virgen está dispuesta a pedirle al Señor que se quede con nosotros, pero Ella espera que acojamos con agradecimiento su intercesión. NOTAS 1 Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer, p. 173. Josemaría ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, Surco y Forja, Forja 51. 3 Ibidem, Forja 6. 4 Idem, Surco 53. 5 Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer, p. 173. 6 Cfr. Jn 5, 26. 7 Cfr. Mt 26, 50. 8 Cfr. Mt 11, 19. 9 Cfr. Jn 11, 11. 10 Jn 4, 6-30. 11 Lc 24, 13-32. 12 Josemaría ESCRIVÁ DE BALAGUER. op. cit. Surco 671. 13 Ibidem, Camino 422. 2 19 REFLEXIONES San Atanasio, Obispo y Doctor de la Iglesia Lic. Ángel Roa Hernández A tanasio de Alejandría nació hacia el Siglo III, probablemente en el año 295. Época de clara persecución. Pertenece al grupo de Padres griegos. Considerado Padre de la Ortodoxia y aclamado con el título de Doctor en el año 1568 por Pió V. Toda la vida y actividad de san Atanasio está estrechamente ligada con la crisis arriana. Fue Obispo de Alejandría (328-373) y su objetivo siempre fue defender la divinidad de Cristo, misma que había sido definida por el Concilio de Nicea. Hacia el año 320, siendo aún muy joven, el Obispo Alejandro, lo hizo su secretario 20 confiriéndole además el diaconado. Con este carácter lo llevó consigo al Concilio de Nicea, donde pronto dio grandes muestras de personalidad y capacidad, mismas que ocasionaron miedo entre ciertos prelados. En el 328, Anastasio sucedió a su obispo difunto, hecho que le valió la critica de muchos, por ser muy joven. Sea lo que sea, era un obispo muy joven y desde entonces asumió la pesada carga episcopal. Atanasio era un líder nato, de madurez precoz y de gran cultura, capacidades que suplían su inexperiencia. Consta la tradición que fue aclamado popularmente y de la manera más Reflexiones elogiosa: “He aquí a un hombre auténtico, con energía, un verdadero cristiano , un asceta, digno de ser Obispo”. La actitud de defensa de Atanasio frente a la doctrina de la divinidad de Jesús, fue la causante de las grandes dificultades que tuvo que sortear durante su vida, mismas que le valieron cinco destierros, pero ni con todo eso lograron acabar con su valor, ni mucho menos con su amor al Señor Jesús, Dios hecho hombre. Los escritos de san Atanasio fueron abundantes, sobresalen: Contra los paganos y sobre la Encarnación del Verbo, Apología contra los Arrianos, la epístola sobre los decretos del Concilio de Nicea, la epístola sobre la doctrina de Dionisio, la Apología Syllogus, la carta a los Obispos de Egipto y Libia, historia de los arrianos, el opúsculo sobre Sínodos, carta a los antioqueños, epístola a los africanos, la interpretación de los salmos, coronando su obra literaria con la vida de san Antonio. En síntesis, la teología de este Padre de la Iglesia gravita alrededor de la Persona del Verbo: el Verbo en su existencia eterna en el seno del Padre, divina Sabiduría en la obra de la creación, luego, el Verbo encarnado, Dios hecho hombre para cumplir la obra de la redención. Es importante dar a conocer el pensamiento de los Padres de la Iglesia, pues en ellos encontramos no sólo el testimonio privilegiado de la Tradición de la Iglesia, sino también un método teológico luminoso y seguro, además de que sus escritos nos ofrecen una riqueza cultural y apostólica, que hace de ellos, los grandes maestros de la Iglesia de ayer, hoy y siempre. Sus escritos constituyen para todos los cristianos un tesoro de invaluable valor. Bibliografía José Antonio LOARTE, El tesoro de los Padres, Ed. Rialp, Madrid: 1998. Icono copto de San Atanasio Enrique MOLINE I COL, Los Padres de la Iglesia, Ed. Palabra, Madrid: 2000. 21 CONOCIÉNDONOS Los diáconos... servidores entre los hermanos Lic. Samuel Homero Jiménez Hernández sjimenez@basilicadeguadalupe.org.mx L a presencia de los diáconos (servidor) desde los comienzos de la Iglesia fue tenida en gran estima y honor, además de estar atestiguada por la Tradición. El inicio de este ministerio tiene su origen en la institución de los “siete varones” de la que hablan los Hechos de los Apóstoles (6, 1-6). Pertenecen a la jerarquía de la Iglesia en el grado inicial. Su ministerio, según el testimonio de san Pablo esta estrechamente ligado al oficio del Obispo (Flp 1, 1; 1 Tim 3, 8-13). El Concilio Vaticano II, después de varios siglos, haciendo eco a la doctrina de Trento, restableció el ministerio de los diáconos como grado propio y permanente de la jerarquía, siendo conferido a varones de edad madura, aunque estén casados, 22 éste es el caso de los que colaboran en este Santuario, y también a jóvenes idóneos, para quienes debe mantenerse firme la ley del celibato. Con el diaconado se busca enriquecer a la Iglesia en su ministerialidad, dotar por medio de la gracia sacramental a aquellos que ya ejercían de hecho funciones diaconales y aportar ministros sagrados a aquellas regiones que sufrían la escasez de clero. Actualmente la Basílica de nuestra Señora de Guadalupe, cuenta con la presencia de tres diáconos permanentes, cada uno con profesión civil, quienes de tiempo completo y en razón de su ministerio colaboran en la basta pastoral de este Santuario. Conociéndonos En las funciones solemnes como en las de ordinario proclaman el Evangelio, dirigen la oración universal y distribuyen la Eucaristía entre los peregrinos. Su ministerio diaconal lo ejercen en la liturgia y la caridad. Dirigen el rezo del santo Rosario, exponen la Eucaristía. Además, atienden diariamente en las carpas, a los peregrinos que solicitan bendiciones, juramentos, las exequias y toda clase de atención espiritual. Celebran el bautismo y el matrimonio, así pues, el diaconado permanente en nuestro Santuario, constituye un importante enriquecimiento para la pastoral del mismo y de la Iglesia. Diácono Gregorio Escamilla, Relaciones Comerciales De suyo, el ministerio de los diáconos, expresa su participación diaconal en el único y triple servicio nacido de Cristo Cabeza. El diácono es maestro, en cuanto proclama e ilustra la Palabra de Dios; es santificador, en cuanto administra el sacramento del Bautismo, de la Eucaristía, de los sacramentales y por su participación de la santa Misa. Es guía y animador. Como diáconos permanentes casados tienen la obligación y el deber vivir el amor esponsal como un signo eficaz del amor de Cristo, ofreciendo con ello un claro testimonio de la santidad del matrimonio y de la familia; de ahí la exhortación de san Pablo a Timoteo en su primera carta: Diácono Roberto Paz Garibay, Piloto Aviador “También los diáconos deben ser dignos, sin doblez, no dados a beber mucho vino ni a negocios sucios; que guarden el ministerio de la fe con una conciencia pura. Primero se les someterá a prueba y después, si fuesen irreprensibles, serán diáconos... Los diáconos sean casados una sola vez y gobiernen bien a sus hijos y su propia casa. Porque los que ejercen bien el diaconado alcanzan un puesto honroso y grande entereza en la fe de Cristo Jesús” (1 Tim 3, 8-10. 12-13). Hagamos votos, para que nuestros diáconos, Roberto, Gregorio y Mario crezcan junto con sus esposas y sus hijos, en el amor y en la fidelidad, de tal manera, que su ejemplo de vida, atraiga a otros esposos, a sus mujeres e hijos, a querer vivir este compromiso de servicio con Cristo y con la Iglesia. Diácono Mario Bustamante Rubio, Abogado 23 RETRATOS Y SEMBLANZAS Pbro. Miguel Ángel Vázquez Sánchez Capellán de Coro, Maestro de Ceremonias Lic. Marcela Vallecillo Gómez Comunicación Social de la INBG N ació el 1 de agosto de 1966 en la Ciudad de México, siendo el segundo de cinco hijos, del matrimonio formado por el Señor Alberto Vázquez Velasco y la Señora Guadalupe Sánchez de la Cuesta. Ingresó al Instituto de Formación Sacerdotal de la Arquidiócesis de México en 1987 y en 1995 (09 de junio) fue ordenado diácono en la Basílica de Guadalupe por el Emmo. Sr. Cardenal Ernesto Corripio Ahumada. Durante un año ejerció este ministerio en la Parroquia de San Agustín en Tlalpan, y el 15 de junio de 1996 recibió la ordenación Presbiteral en la Basílica de Guadalupe, a manos del Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera, en el primer grupo ordenado por el Arzobispo actual. De 1996 a 1998 estudió la Licenciatura en Teología Dogmática en la Universidad Pontificia de México. Siendo seminarista, llegó a ser el Primer Ceremoniero; desde sus primeros estudios eclesiásticos se interesó en la Liturgia y cuando cursaba el tercer año de Filosofía, el entonces Rector del Seminario Pbro. Dr. Enrique Gleniee, le encomendó hacerse cargo de la llamada Escuela de Ceremonieros, servicio que dio hasta finalizar sus estudios de Teología. Después de ordenado, fue asignado a asistir al Emmo. Sr. Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, en las diversas celebraciones que tenía a su cargo, pues la salud del ex arzobispo se deterioraba. Sin embargo este proyecto no prosperó y fue asignado Vicario en la Parroquia Santos Cosme y Damián. Posteriormente ejerció su ministerio también como Vicario en la Parroquia Santo Niño de la Paz, donde permaneció año y medio, y en la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y San José, donde trabajó cuatro años. Luego fue rector de la Capilla de San Pelayo Mártir (2ª. Vicaría), por nueve meses (2002-2003). Desde 1998 a la fecha es profesor de Teología de la Creación, Teología del Pecado y Teología de los Sacramentos de Iniciación Cristiana, en el Instituto de Formación Sacerdotal de la Arquidiócesis de México y en la Universidad Pontificia de México. El 01 de junio de 2003 llegó a servir en la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, como Capellán de Coro y Maestro de las Celebraciones Litúrgicas, además de Asesor espiritual del Colegio de Infantes, Ecónomo de la Vicaría Episcopal de Guadalupe y Secretario Ejecutivo de la Comisión de Pastoral Litúrgica. 24 Retratos y semblanzas En entrevista nos comenta sobre su trayectoria: P.- ¿Cómo y cuándo se dio cuenta de su vocación? R.- Desde muy pequeño fui muy apegado a la Iglesia, asistía a misa todos los domingos, iba yo solo, de mi casa no iban (…). Después de hacer mi primera comunión (9 años) quise involucrarme en las actividades de la capilla de mi comunidad, la Asunción de María (…). El deseo de ingresar al Seminario comenzó cuando terminaba la secundaria pero debido a la oposición de mi padre, seguí con mis estudios en el Centro de Estudios Científicos y Tecnológico Wilfrido Massieu. Al finalizar seguía en pie la oposición de mi padre y continúe con mis estudios en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica. Ese tiempo me ayudó a madurar mi respuesta al llamado de Dios y así fue como ingresé por fin al Seminario en 1987 (…). El día de la imposición de sotana la sorpresa fue que mi papá llegó y tomó su lugar y a la salida me dijo. “yo no estoy de acuerdo pero si ésta es tu idea y ya has dado un paso, a partir de ahora cuentas con todo mi apoyo”. Y a partir de entonces el apoyo fue total, de ambos, de mis papás. Durante el Seminario, lo que más recuerdo como experiencia fue el trabajo que realicé, el que más me confiaron los superiores en ese tiempo, el Padre Enrique Gleniee como rector, el Padre Mario Angel Flores como Vicerrector y el Padre (asesor) espiritual, el ahora obispo de Irapuato, Don Jesús Martínez, me dieron la oportunidad de dirigir la escuela de maestros de ceremonias del Seminario. Desde el curso introductorio, junto con el Padre Marco Antonio González nos dedicamos mucho a leer sobre liturgia y empezamos a organizar celebraciones, a dirigirlas. El trabajo fue fuerte pero la idea de los superiores era muy clara, que no fuera cerrado este grupo sino que se abriera cada vez más. Después el Padre Jesús Martínez me pidió que fuera Maestro de Ceremonias del Seminario Mayor, como el Sacristán Mayor yo era el ceremoniero mayor y tenía a cargo esta escuela que se fue incrementando y había mayor participación. Después hubo cambios, llegó el Padre Pedro Tapia (hoy Arcipreste de la Basílica), quien me pidió que siguiera al cargo (…). Es así que cuando estaba en Tercero y Cuarto de Teología, el rector y el Vicerrector me piden que asista en las celebraciones al Sr. Cardenal Ernesto Corripio. P.- ¿Qué ha representado para usted estar aquí en la Basílica? R.- Ha sido una experiencia totalmente distinta y muy enriquecedora. Estoy muy contento, muy a gusto. Desde el principio empecé a desarrollar el trabajo con el mayor entusiasmo que he podido. Poco a poco vamos realizando cambios que son provechosos para la mejor celebración de los sacramentos en esta Basílica. P.- La Basílica es el foco de atención en liturgia… R.- Desde que yo llego aquí me encuentro con una petición del Cardenal Norberto Rivera que en uno de sus documentos pide que en este santuario la liturgia sea ejemplar, debido a que es reconocido a nivel nacional e 25 internacional y es un foco de atención. Y luego el Sr. Rector, Mons. Diego Monroy Ponce, me pide que trabaje para que la celebración sea lo más digna, decorosa, y evangelizadora, posible. El Evangelio lo podemos transmitir a través de la Palabra, de su explicación y meditación, pero también a través de gestos, y la liturgia en ese sentido, es siempre una celebración de lo que nosotros creemos, es la fe celebrada. Entonces los signos son muy importantes, no son movimientos que se tengan que hacer porque así está escrito o porque así se requiere en este santuario; se realizan con el sentido evangelizador; a veces los gestos dicen más que una palabra a la gente. Nos hemos esmerado en ello, hemos insistido fuertemente, por eso trabajo con los niños (del Coro de Infantes) para que entiendan que no es una representación, sino una celebración de nuestra fe. Celebramos de una manera especial la Eucaristía que es el Sacramento que más se realiza en la Basílica; tratamos de involucrarnos en esta dinámica que es la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, la Eucaristía. P.- ¿Qué es eso de celebrar dignamente? R.-Es hacer lo mejor que se pueda una celebración. Con fe, con espiritualidad, con generosidad, por parte de quienes participamos en ella, que no sea una actividad más. Creo que así también debemos vivir, realizar nuestro trabajo lo mejor que se pueda, y en este caso, la liturgia. P.- ¿Qué opina de la liturgia que se hace en nuestro país? R.- En las reuniones de la sociedad mexicana de liturgistas, en la Arquidiócesis, nos hemos dado cuenta que hace falta mejorar poco a poco nuestras celebraciones. No se le da la importancia a la liturgia. Hace falta profundizar las rúbricas (normas para celebrar los sacramentos), los pernoctándoos (orientaciones de cada ritual), porque si no se conocen a veces se puede desdecir el mismo mensaje de la celebración. A veces queremos inventar y “crear” sin conocer, ciertamente hay que tener creatividad pero apegada a las normas. Habrá que tener en cuenta que las celebraciones no son nuestras, son de la Iglesia y como tal tiene sus lineamientos. No quiero ser rubricista pero no olvidemos que hay algo que nos va dirigiendo y que no podemos hacer a un lado arbitrariamente. Esto generaría mejores celebraciones y sería muy evangelizador. Una liturgia que nos hable de Dios, que podamos descubrir en los gestos la presencia misma de Dios que nos convoca y reúne en torno suyo. (…) En esta oficina se ha dado apoyo a la gente e incluso a las diócesis que peregrinan para que la celebración sea lo mejor posible. P.- Qué proyectos hay hacia delante? R.- Mi tesis doctoral, ojalá que haya tiempo para seguirlo. Son diez años de trayectoria y trabajo pastoral, de los que el Padre Miguel Angel, destaca la providencia de Dios y el gran trabajo con la gente, la colaboración y el aprendizaje mutuo. TONANTZIN GUADALUPE Y LOS INDÍGENAS El ser mujer y madre indígena LIliana Jamaica Silva Pastoral Indígena de la INBG E ste mes de mayo conmemoramos el día de la Madre. Queremos compartir con ustedes, el valor de la Mujer Madre y que aún se conserva en algunas regiones indígenas. Nuestros abuelos indígenas ya concebía que Dios había dado la vida al niño o niña; había mujeres con oficio de parteras, quienes se hacían cargo de los cuidados de la mujer preñada como el baño, comida, etc.; se dirigían a la niña como: “piedra preciosa”, “pluma rica”. En el momento del nacimiento de la niña, la partera cortaba el cordón umbilical y lo enterraba junto al tlecuil (= fogón 1). Mientras lo hacia, pronunciaba el siguiente discurso: “Hija mía, y señora mía: ya aveys venido a este mundo... tomo tu ombligo, porque ansi lo mando y ordeno tu 26 madre, y tu padre... aveys de estar dentro de casa como el corazon dentro del cuerpo... no aveys de tener costumbre de yr a ninguna parte: aveys de ser la ceniza con que se cubre el fuego en el hogar, aveys de ser las trevedes donde se pone la olla en este lugar os entierra (nuestro señor) aquí aveys de trabajar (vuestro) oficio... hacer la bebida y la comida y las vestiduras [sic]” 2. A la mujer se le hacía saber que este mundo al que llegaba, lejos de ser un lugar de gozos y venturas, era de dolores y llantos. Le hablaba con cierta autoridad del espacio en el cual debía desarrollarse su vida, le hacia saber que su lugar seria el interior de la casa. La mamá mexicana se preocupaba tanto por sus hijos que los criaban con leche de sus pechos. Era Tonantzin Guadalupe y los Indígenas esto tan general que ni las reinas se dispensaban por su grandeza de criar ellas mismas a sus hijos. Si por enfermedad o por otro motivo no podía la madre cumplir con esa obligación, no lo confiaba a otro pecho hasta haber examinado la calidad de la leche 3. Esto lo hacían porque tenían presente que del alimento y cuidado que recibieran de niños, dependería su vida futura. La educación continuaba en el hogar, el padre se encargaba de guiar al niño, y la madre a la niña, enseñándoles las responsabilidades, para que de grandes participaran en la comunidad con sumo respeto . Conforme la niña iba creciendo, la mama le hablaba, de manera que fuera entendiendo como debía dirigirse por la vida: que tus vestidos sean honestos y limpios, en el andar seas honesta, habla con sonido mediano 4. Podemos darnos cuenta de que la formación de las mujeres tenía una importancia muy profunda para nuestros indígenas. Existían centros de formación conocidos como ichpochcalli: "casa de las jóvenes". Allí se encontraban las ichpochtlahtoque: "gobernantes de muchachas", las ichpochachcauh, quienes eran "alumnas principales" y las cihuatlamachtiani: "maestras". Esta organización jerárquica iba a la par con la de los hombres, sólo que la educación se centraba en aspectos más femeninos: como el culto, el hilar, el comportamiento, etc. El ingreso a la ichpochcalli iba precedido de muchos consejos y disciplina de la madre en su hogar, de manera que si la niña no los ponía en práctica no podía ingresar. Es necesario aclarar que esta sociedad antigua no era machista, si bien patriarcal. Los padres tenían presente para la educación de sus hijos la concepción de Ometéotl, “Dios de la Dualidad”, nombre dado a Dios que es “Padre y Madre”, concepción conservada hasta nuestros días en las comunidades indígenas, donde la mujer desempeña papel importante al lado de su esposo en el hogar, y en cargos dentro de la sociedad. Después de los consejos del padre, la madre decía: “muy querida palomita, ya as oydo… las palabras de tu señor padre” 5. Desgraciadamente en la actualidad se ha perdido el respeto no solamente a la madre, sino a la mujer en general. En el seno del hogar ya no existe la comunicación, las hijas prefieren hacer confidente a una persona ajena al hogar; no se hace caso de los consejos, se ha ido perdiendo la sabiduría antigua. Esto trae como resultado el Fray Bernardino de SAHAGÚN, Códice Florentino, t. II, Lib. VI, f. 174 r. 27 Tonantzin Guadalupe y los Indígenas aumento de madres solteras, marginadas, explotadas, sin la imagen de un padre para sus hijos. Por fortuna todavía existe una madre: To ilhuica cihuapilli (="Nuestra Señora del Cielo" María de Guadalupe, que vino a recordarnos estos valores indígenas. En esta lucha por recuperarlos, millones de peregrinos la visitan, porque siente en ella un lenguaje materno indígena, que nos habla como lo hizo para su Xocoyotzin, “hijito más pequeño”, San Juan Diego: “nehuatl in namoicnohuacanantzin, in tehuatl ihuan in ixquichtin in ic nican tlalpan ancepantlaca =”yo en verdad soy vuestra madre compasiva , tuya y de todos los hombres que en esta tierra estais en uno” 6. Y más cuando nos encontramos preocupados por diferentes circunstancias de la vida nos dice: “¿Cuix amo nican nica nimonantzin? ¿Cuix amo nocehuallotitlan, necauhyotitlan in tica?...¿Cuix amo nocuixanco nomamalhuazco in tica?... Macamo oc itla mitztequipacho, mitzamana. ¿No estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos?... que ninguna otra acosa te aflija ni perturbe”, 7 mostrándonos la delicadeza y amor de una Madre a sus hijos, deseando que todos lleguen a vivir con dignidad como hijos de un mismo Padre. Podríamos decir que, así como antiguamente se cortaba el cordón umbilical a los recién nacidos, y se enterraba en el lugar en el que se desarrollaría su vida, nuestro cordón umbilical lo enterraron aquí en el Tepeyac, en esta Casita Sagrada, a la que venimos porque está nuestra Mamá con Quien platicamos nuestra penas y alegrías e intercede por todos ante su Hijo Jesucristo, el Verdaderísimo Dios por Quien vivimos. 28 Esta Mamá universal mostró también su amor al Papa Juan Pablo II, quien inspirado por ella, dio gracias a Dios por la vacación y misión de la mujer en el mundo y añadió: “Te doy gracias, mujermadre, que te conviertes en el seno del ser humano con la alegría y los dolores del parto de una experiencia única, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el posterior camino de la vida… Te doy gracias, mujer-esposa, que unes irrevocablemente tu destino al de un hombre, mediante una relación de recíproca entrega, al servicio de la comunión y de la vida…Te doy gracias mujer-trabajadora, que participas en todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural, artística y política… Te doy gracias, mujer, ¡por el hecho mismo de ser mujer! Con la intuición propia de tu feminidad enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas… Que María, Reina del amor, vele sobre las mujeres y sobre su misión al servicio de la humanidad, de la paz y de la extensión del Reino de Dios” 8. ¡FELICIDADES A TODAS LAS MADRECITAS! NOTAS 1 El tlecuil, es el lugar de la cocina indígenas en que se colocan tres piedras y en el centro la leña para prender fuego y hacer la comida. Era considerado el centro del hogar, porque la mamá se pasaba la mayor parte del tiempo allí. 2 Fray Bernardino de SAHAGÚN, in Códice Florentino, Ms. 218-20 de la Colección Palatina de la Biblioteca Medicea Laurenziana de Florencia (México: Secretaría de Gobernación, c1979), t. II, (Ms. 219), Lib. VI, cap. 31, ff. 147v y 148r. 3 Cfr. Francisco Javier CLAVIJERO, Historia Antigua de México, Lib. VII, cap. 1, Editorial Porrúa Hnos. Colección, Sepan Cuantos 4 Códice Florentino, t. II, Lib. VI, cap. 19, ff. 81v, 82r y 82v. 5 Ibid, f. 80v. 6 Nican Mopohua, Traducción del Presbítero Mario Rojas Sánchez México, 1992, nn. 29-30 7 8 Ibid. nn. 119-120 S. S. Juan Pablo II, Carta a las Mujeres, en la IV Conferencia mundial sobre la mujer, reunidas en Pekín. Vaticano, 29 de junio de 1995 PEREGRINACIONES LXVIII Peregrinación de la Diócesis de Papantla Lic. José Antonio Ruiz Rubio Comunicación Social de la INBG E l día 23 de mayo, la Basílica de Guadalupe recibirá a sus hermanos de la Diócesis de Papantla. Esta Diócesis se erigió el 22 de noviembre de 1922 con la Bula Orbis Catholici Regimen, del Papa Pío XI. En 1938, Mons. Nicolás Corona y Corona, primer Obispo de esta Diócesis inicio la peregrinación. Este año, la peregrinación está encabezada por S.E. Mons. Lorenzo Cárdenas Aregullín, sexto Obispo de esta Diócesis, quien junto con todos los señores curas se encargan de motivar a sus fieles en sus respectivas parroquias. Cuentan con una comisión de Pastoral de multitudes que se encarga de la animación de los fieles y desde meses atrás ahorran en cada parroquia para cubrir la cuota del pasaje y poder así realizar este peregrinar. Todos en autobuses se dirigen, desde la Sierra del Totonacan, a la Ciudad de Poza Rica, Ver. Desde ahí parten hacia a la Ciudad de México. Recorren 366 kms. aproximadamente, durante casi diez horas, por la situación en que se encuentra el camino. Otro punto de partida es Cazones de Herrera, Ver., de donde también salen hacia Poza Rica. Son aproximadamente 300 kms. y de cinco a siete horas de camino. Por último otros contingentes salen desde Plan de las Hayas, abarcando todas las demás parroquias hasta la Ciudad de Teziutlán donde se encuentra la sede de la Diócesis. A la ciudad de México son unos 455 kms., y entre cinco y nueve horas, para llegar a la Basílica de Guadalupe. En total unos tres mil fieles se hacen acompañar, desde su comunidad, por sus sacerdotes en su respectivo autobús. El interés pastoral más fuerte de esta diócesis es crear Una Espiritualidad de Comunión, de acuerdo al Proyecto Pastoral "Nueva Imagen de Diócesis y Nueva Imagen de Parroquia", que se encuentra en la etapa previa. Hay que mencionar que después de haber realizado la peregrinación, la Diócesis de Papantla continúa realizando reuniones mensuales con los grupos de la Antorcha Guadalupana para organizar la festividad del día 12 de diciembre. 29 Peregrinaciones Peregrinación de la Familia Salesiana Pbro. Vicente Vega Salesiano de Don Bosco E n los primeros dias de este mes, se llevará a cabo la peregrinación que año con año realiza a la Basílica de Guadalupe, la Familia Salesiana. Desde1950, se realizaba una peregrinación anual muy modesta, hacia la Antigua Basílica de Guadalupe, caminar que dirigía el P. Luís González (q.e.p.d.). Este año la peregrinación estará encabezada por el inspector de los Salesianos de Don Bosco, el Padre Luis Rolando Valerdí y la madre inspectora de las hijas de Maria Auxiliadora, Sor Teresa Flores. Detrás de ellos vienen los colegios Salesianos, los centros juveniles, las parroquias a nosotros confiadas y luego todas las obras Salesianas de México-Sur, bien organizadas por la comisión del Padre Vicente Vega y la hermana Salesiana Guadalupe Rojas. Más de dos mil 500 personas se dan cita en la Ex Glorieta de Peralvillo, a las 9:00 horas, para llegar al atrio alrededor de las 10:30 horas donde se hace una proclama con cantos y oraciones para declarar públicamente los motivos de la peregrinación, ya que cada año se esoge un tema especial. Este año señaló el tema el Superior General de Roma: “La familia Cristiana, cuna de vida y lugar de humanización”. Participan en el caminar hacia el Tepeyac: niños, jóvenes, familias, ancianos, sacerdotes y religiosas con 30 grupos de scouts, deportistas y bandas de guerra, provenientes del estado de México, Puebla, Morelia, Chiapas, Mérida y de Querétaro, todos con el fin de mostrar su fe y devoción a la Virgen María; todos concurren con sus pañoletas, estandartes, banderines y ofrendas para la celebración de la misa. Fue San Juan Bosco quien con muchos sacrificios reunió a todas las fuerzas de bien disponibles en su tiempo (1815-1888), necesarias para salvar a la juventud necesitada y abandonada. Para ello fundó la Familia Salesiana que es un movimiento espiritual y apostólico constituído en sus orígenes por cuatro grupos fundamentales: Salesianos-Religiosos, Hijas de María Auxiliadora, Cooperadores Salesianos y la Asociación de María Auxiliadora quienes, unidos en el mismo Espíritu y misión con otros grupos surgidos más tarde, cumplen unidos hoy la misión de “ser signos y portadores del amor de Dios a los muchachos necesitados y en abandono”. Las actividades de esta familia Salesiana son, en general, actividades educativas a favor de los niños y jóvenes necesitados, así como actividades misioneras y evangelizadoras con el voluntariado laico en las sierras de Oaxaca y Chiapas a favor de los indígenas. Peregrinaciones Diócesis de Tepic Lic. José Antonio Ruiz Rubio Comunicación Social INBG E l próximo 21 de mayo, la Diócesis de Tepic se hará presente en la Basílica de Guadalupe en la peregrinación que año con año realizan a la capital. Esta diócesis fue creada por la Bula “IIIud in Primis” de su Santidad León XIII, expedida el 23 de junio de 1891 y firmada el 13 de agosto del mismo año. Ha tenido en su haber a seis obispos. Este año la organización corrió a cargo del padre José Humberto Meda, quien junto con el Sr. Obispo de esta diócesis, Mons. Alfonso Humberto Robles Cota invita a los sacerdotes, vicarios episcopales de cada una de las zonas pastorales de la diócesis, animar a su comunidad a participar y motivar a los fieles a visitar a Sta. María de Guadalupe. Las diferentes zonas que conforman este recorrido serán: Zona Centro, Costa Alegre, Costa de Oro, Sur Nayarit y Jalisco, cada una con su respectivo distintivo de color, de acuerdo a los colores del Rosario Misionero, iniciando cada año diferente zona. La zona que encabeza se encarga del servicio de lectores. Este año le corresponde a la zona centro. Cada zona lleva para la misa una ofrenda típica, no floral. Las Hermanas Evangelizadoras Eucarísticas y de los Pobres ayudarán en el recorrido a la Basílica y en la liturgia. Este año el coro será el Coro Infantil de Juan Pablo II, perteneciente a una parroquia de Puerto Vallarta, que preside el P. Esteban Salazar González. El lema de este caminar será: “Maria Reina de la misiones, gracias por nuestro Sínodo y aumenta las vocaciones”. Las intenciones especiales son por la vida y testimonio que nos dejó Juan Pablo II, por el nuevo Papa Benedicto XVI, por el Sínodo Diocesano y por las bodas de oro sacerdotales y bodas episcopales del señor Obispo, Alfonso Humberto Robles Cota. Las peticiones de este año serán por el ministerio petrino del Papa Benedicto XVI, por la paz mundial y por el amor al don de la vida desde su concepción hasta su final natural. Así mismo, por el año vocacional Diocesano. Después de la celebración los fieles de la diócesis celebrarán una convivencia con nayaritas que residen en la Ciudad de México, en el Colegio María atendido por las religiosas Siervas de Jesús Sacramentado. 31 PASTORAL FOTO: Comunicación Social INBG Religiosidad Popular en el Santuario de Guadalupe Lic. Ma. Concepción Castillo de Jiménez Secretaria Ejecutiva de la Pastoral General del Santuario ndudablemente que uno de los centros más importantes donde se expresa la Religiosidad Popular es la IN Basílica de Santa María de Guadalupe, que asume esta tarea como un gran reto por todo el potencial evangelizador que ella tiene. I religiosidad popular: rezos, cantos, danzas, ofrendas... Aquí acuden infinidad de peregrinos para dar gracias, hacer peticiones, ofrecer su vida a Dios, a la Virgen y esto lo hacen personas de cualquier edad y de diferentes regiones del país y del mundo. Como sabemos la religiosidad popular está impregnada de una profunda fe del pueblo que a través de diversos actos manifiesta su amor y devoción a Jesucristo, a la Virgen María y a los Santos. Estar cualquier día en el Santuario de Guadalupe es fiesta, un domingo o los días cercanos al 12 de diciembre es dejar que nuestros sentidos se llenen de júbilo y de Dios, al ver los rostros de todos aquellos que peregrinan; sus vestimentas, el aroma de sus flores, la melodía de sus cantos, el ritmo de sus danzas. Es experimentar que nuestra alma se Siendo la Basílica de Guadalupe el centro mariano más importante del mundo, en torno a ella se centran múltiples expresiones de 32 Pastoral se eleve hacia Dios con sus actos de piedad, sus rezos, sus devociones, su participación en la Misa y el gusto con el que se dirigen hacia la Imagen de nuestra Niña del cielo, Santa María de Guadalupe y la alegría de aquellos que se acercan a recibir a Jesús Sacramentado. Las expresiones culturales de esta fe, de manera especial se ven enriquecidas por la presencia de nuestros hermanos indígenas y la riqueza de tradiciones de nuestro pueblo mestizo, que traen a la ciudad, la realidad de la pluralidad racial y cultural de nuestra patria. FOTOS: Leonel Francisco Guizar Orta Ciertamente desde la Basílica de Guadalupe podemos hablar también de una religiosidad propia de las grandes ciudades, y por lo mismo de la ciudad de México. El pasado 2 de abril en el homenaje a Juan Pablo II con ocasión de su primer aniversario luctuoso, quedó expresada. “Dirigir los espejos al cielo” a las 14:37 hora de México en la que Juan Pablo II ingresó a la Casa eterna del Padre, es una expresión de religiosidad popular urbana. Ya que quienes a través de la radio y la televisión se enteraron de esta manera peculiar de expresar su fe, en la Basílica de Guadalupe en donde se congregaron miles de fieles durante el día y en los parques y techos de muchas casas, junto con cantos como “Amigo”, “Amor Eterno”, se unieron en un solo corazón, no solamente para recordar al Papa Amigo, sino para manifestar y fortalecer su fe, su esperanza en la resurrección y en la vida eterna. 33 Pastoral En este tiempo de Pascua, máxima solemnidad de año litúrgico tienen lugar manifestaciones de la piedad popular, son expresiones cultuales que exaltan la nueva condición y la gloria de Cristo resucitado, así como su poder divino que brota de su victoria sobre el pecado y sobre la muerte. En el santuario los peregrinos perciben la asociación de la Madre a la obra salvadora de su Hijo. De cara a la religiosidad popular y a los retos de la evangelización, en la Basílica de Guadalupe hemos asumido el desafío de crear un espacio y un ambiente familiar de piedad, de oración y de confianza, de contemplación y diálogo, de conversión y alegría cristiana, de libertad y solidaridad evangélica. El proceso misionero de la Arquidiócesis de México, nos pide a todos los agentes de evangelización afrontar los retos y dar respuesta a las interrogantes que la urbe nos presenta y tanto lo que podríamos llamar religiosidad popular tradicional como la religiosidad urbana que, en la Basílica de Guadalupe vivimos son una respuesta, que junto con las otras áreas de la pastoral que desde este santuario mariano compartimos con los habitantes de la capital mexicana y del mundo entero. 34 ACTIVIDADES PASTORALES Oración Matutina de Laudes. Todos los días a las 8:30 hrs. Misa Solemne Capitular. Todos los días a las 9:00 hrs. Misa para "Etnias". Todos los domingos a las 16:00 hrs. Altar mayor. Misa Vocacional. Todos los domingos a las 15:00 hrs. Altar mayor. Rito Penitencial Comunitario Todos los viernes de 11:00 -13:00 hrs, Nueva Basílica MISA POR RADIO Y TELEVISIÓN RADIO 620 AM Todos los domingos, 9:00 hrs. XHTV Canal 4 28 de mayo de 2006 9:00 hrs. Exposición del Santísimo y Santo Rosario Lunes a jueves en el Altar Mayor 17:00 hrs. INDULGENCIA PLENARIA Viernes, sábados y domingos a las 17:30 hrs., Antigua Basílica. Talleres Anuncio del "Acontecimiento Guadalupano", todos los días de 12:00 a 15:00 hrs. Tienda del Encuentro, atrio. Taller "Códices más importantes" Sábados de 10:00 a 14:00 hrs. Centro de Pastoral MARÍA + VISIÓN SKY Canal 275 Todos los domingos,12:00 hrs. MISAS Y PEREGRINACIONES DE JUNIO 2006 Día Hora 01 02 03 13:00 21:00 09:00 16:00 05 07:00 06 09:00 12:00 07 10 12:00 10:00 16:00 11 12 09:00 10:00 12:00 Día Fundación Néstor Niños I.A.P. Velada de Pentecostés de Renovación Colegio María Montesori Ordenación Presbíteros, S.C.M. y Arquidiócesis de México Aniversario de Ordenación de Monseñor Pedro Tapia Onomástico del Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera Aniversario de Ordenaciones Sacerdotales del Grupo San Juan Bautista Diócesis de Orizaba, Veracruz Escuela Cristóbal Colón 1as. Comuniones Ordenaciones Diaconales arquidiócesis de México y S.C.M. Movimiento Familiar Cristiano Arquidiócesis de Durango Seminario Diocesano de Saltillo 15 16 17 20 23 24 25 26 27 28 29 Hora 17:00 12:00 13:00 12:00 21:00 20:00 10:00 07:00 09:00 09:00 10:00 19:00 16:00 10:00 07:00 12:00 Celebración Jubilar Guadalupana Centro Bíblico de Puebla Parroquia de Santa Mónica de Tucson Arizona Primeras Comuniones Adoración Nocturna Mexicana Secc. Basílica Mercado Tlatilco Colegio Helen Keller Colegio de Misioneras del Perpetuo Socorro Ex Alumnos de la Escuela Cristóbal Colón San Juaneros Zacatecanos Bimbo, S.A. de C.V. Honor a San Josemaría Escriva de Balaguer Misioneros de Ntro. Sr. del Perpetuo Socorro Papas del Sagrado Corazón Onomástico de Mons. Pedro Tapia Aniversario Sacerdotal de Mons. Diego Monroy Ponce, rector del Santuario 35 Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe