ISSN 0327-9383 Mastozoología Neotropical / J. Neotrop. Mammal.; 9(1):0-00 ©SAREM, 2002 COMENTARIOS - COMMENTS RESUMEN MESA DE DISCUSIÓN “CRITERIOS PARA LA CONSERVACIÓN DE MAMÍFEROS NEOTROPICALES”, XVI JORNADAS DE MASTOZOOLOGÍA 20-23 noviembre, 2001, Mendoza, Argentina Organizadores. Dora Grigera (Universidad Nacional del Comahue, Argentina) y Ricardo Ojeda (GiB- Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas, CONICET, Argentina) Coordinadores. Dora Grigera y Gerardo Ceballos (Universidad Nacional Autónoma de México). Participantes. Carlos Borghi (GiB-Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas, CONICET, Argentina); Pablo A. Marquet (Universidad Católica de Chile); Pablo Ortega-Baes (Universidad Nacional de Salta, Argentina); Javier Palomo L. (Universidad de Málaga, España); Mario Vargas Yañez J. (Universidad de Málaga, España). Esta mesa de discusión tuvo lugar durante las XVI Jornadas Argentinas de Mastozoología, realizadas en Mendoza entre el 20 y el 23 de noviembre de 2001. Sus objetivos fueron intercambiar ideas sobre los criterios que deben tenerse en cuenta para la conservación de los mamíferos, las factibilidades de aplicación de estos criterios y la integración de las escalas globales y regionales de la problemática de la conservación. Luego de las exposiciones introductorias por parte de los coordinadores de la mesa, cada uno de los participantes aportó su punto de vista sobre el tema convocante y se desarrolló una discusión con intervención del público asistente. James Brown (Universidad de New Mexico, Albuquerque, USA) fue invitado a cerrar la mesa con una síntesis final. La información, conceptos, opiniones y recomendaciones vertidos durante el desarrollo de la mesa, pueden puntualizarse de la siguiente manera: – El número de trabajos que incluyen evaluaciones del estado de conservación de mamíferos de Argentina se ha ido incrementando desde 1981, así como los métodos de evaluación generados por autores argentinos. Estos métodos son diversos, se basan en encuestas a especialistas o en criterios explícitos ponderados en forma cualitativa o cuantitativa; algunos permiten obtener como resultados, compuestos por criterios explícitos, categorías de conservación, mientras que otros arriban a índices ordenadores. Siguiendo la tendencia internacional al respecto, la mayoría de los métodos compuestos por criterios explícitos se generó entre 1984 y 1990. Los criterios considerados se refieren al área de distribución, la abundancia, ciertos atributos biológicos y ecológicos, singularidades taxonómicas o evolutivas, grado de protección, calidad del hábitat y amenazas de origen antrópico. – En el Neotrópico hay aproximadamente 900 especies de mamíferos y un 70% de éstas son menores de 3000 g. – Los datos disponibles de la mayoría de las especies permiten evaluar su vulnerabilidad considerando algunas características biológicas, como tamaño corporal, categoría trófica, plasticidad ecológica, etc., pero así se obtiene una visión estática y limitada de su situación. Son contadas las especies de las que se conoce su distribución actual, o el estado de sus poblaciones, por lo cual no podemos decir mucho sobre la dinámica de gran parte de las especies, algunas de ellas clasificadas como “vulnerables”. – En las evaluaciones sobre estado de conservación es necesario tener en cuenta los mecanismos comportamentales de las especies, como ser aprendizaje, estructura social, hábitos territoriales o migratorios, ya que algunos comportamientos aumentan su vulnerabilidad y otros les permiten soportar mejor la presión humana. – Las preguntas sobre la conservación pueden abordarse desde dos niveles o escalas de aproximación: uno micro y otro macro. Al primero le competen las características que confieren vulnerabilidad a las especies. El segundo se refiere a la vulnerabilidad espacial a nivel de multiespecies y a la potencial designación de áreas prioritarias, determinadas por su riqueza específica, el número de especies amenazadas, la ocurrencia de endemismos u otros criterios. – Si bien pueden existir dudas respecto de la intensidad de amenaza que enfrentan las distintas especies de mamíferos neotropicales, hay certidumbre de que la amenaza existe. En este escenario, es un imperativo científico caracterizar el estado de conservación de las especies, a pesar de la carencia de información sobre aspectos claves como la distribución y la abundancia de 6 Mastozoología Neotropical, 2002 muchas especies. Esto no debiera ser un impedimento ya que existen metodologías, que a pesar de ser cualitativas o nominales en muchos aspectos, permiten al menos tener una idea general y gruesa del estado de conservación de las especies. Lo importante es dar el primer paso y mantener los esfuerzos en el tiempo. – Es necesario contar con buenas historias naturales de las especies y construir una base de datos a nivel continental o neotropical, comenzando con las bases existentes, e irlas enriqueciendo con la incorporación de información a medida que se vaya generando. – Los esfuerzos locales, si bien valiosos, debieran ser complementados con esfuerzos hemisféricos de conservación. Esto pasa por la creación de bases de datos compartidas, y por la unificación de los criterios utilizados para la categorización de las especies. La gran mayoría de los ecosistemas y de las especies de mamíferos que los habitan se distribuyen en dos o más países, especialmente las especies con áreas amplias de distribución y baja abundancia local, como el caso de los carnívoros. Para estas especies, la evaluación de su estado de conservación y la implementación de medidas de conservación deben ser acciones coordinadas. La conservación efectiva de los mamíferos neotropicales debe abordarse necesariamente como una empresa a nivel regional, más allá de los límites geopolíticos. – Existe una necesidad imperiosa de trabajos interdisciplinarios e interinstitucionales para la conservación. Por lo menos en Argentina es dudoso que se pueda realizar un trabajo exitoso sin juntar grupos grandes de profesionales y más de una institución. – Los biólogos deben enfrentar el desafío de ejercer un papel más activo en la transferencia del conocimiento ecológico a los organismos decisores y a la población en general. En el cierre James Brown puntualizó, por un lado, la importancia de variables de tamaño, rango geográfico y otros tributos como indicadores de vulnerabilidad de las especies. Por otro lado las limitaciones del enfoque macroecológico aplicado a la biología de la conservación, destacó en particular la dificultad de reflejar el carácter dinámico de las relaciones entre distribución, abundancia y tamaño corporal. Brown concluyó comentando su propia experiencia en el terreno práctico de la conservación, su interacción con grupos de ganaderos del sudoeste de EEUU y el desafio que impone esta actividad al ecólogo profesional. AGRADECIMIENTOS A C. Borghi, P. Marquet y R. Ojeda, por su colaboración en la redacción del presente informe.