Buscan otorgar protección jurídica a Juan Carlos I

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LATERCERA Sábado 21 de junio de 2014
Mundo
RR La princesa de Asturias, Leonor, besa a su abuelo, Juan Carlos I, tras la proclamación de Felipe VI como nuevo rey de España. FOTO: AFP
Buscan otorgar
protección jurídica
a Juan Carlos I ante
posibles demandas
R Oficialismo presentó dos
enmiendas a una reforma
para aforar al saliente rey.
Fernando Fuentes
El tiempo apremia. Un día
después de que Felipe VI fuera proclamado nuevo rey de
España, el gobernante Partido Popular (PP) anunció ayer
la presentación de dos enmiendas a una reforma en
curso para obtener “cuanto
antes” la protección jurídica
de Juan Carlos I, quien, tras su
abdicación, perdió su inviolabilidad como jefe de Estado,
R El padre de Felipe VI
enfrentó dos demandas
de paternidad en 2012.
un precepto constitucional
que impedía juzgarlo. Detrás
de la prisa por aforar al saliente monarca parecen estar dos
demandas de paternidad, que
se presentaron contra él hace
un año y medio en los juzgados de Madrid.
El grupo parlamentario del
PP presentó las enmiendas a
un proyecto de ley ya en trámite, en el que se contempla
una reforma parcial de la Ley
Orgánica del Poder Judicial,
que permitirá lo que se conoce como aforamiento de Juan
Carlos I y su esposa, Sofía. Su
objetivo es “resolver una
cuestión que es de actualidad
y de gran importancia (...) el
estatuto jurídico en que queda el rey Juan Carlos”, afirmó el portavoz parlamentario, Alfonso Alonso.
El aforamiento de Juan
Carlos I supone que sólo podrá ser juzgado por el Tribunal Supremo por hechos fu-
turos, en caso de ser imputado por algún delito civil o
penal, en lugar de los tribunales ordinarios, un privilegio similar al de otros altos
cargos del Estado. En tanto,
por los hechos de sus 39 años
de reinado mantiene la inviolabilidad.
“Queremos resolver esta
cuestión cuanto antes”, explicó Alonso, precisando que el
próximo pleno, necesario para
la aprobación de una ley orgánica, está previsto para “la segunda semana de julio”. La ley
incluirá una disposición transitoria para paralizar los procedimientos que se puedan
iniciar antes de la entrada en
vigor del aforamiento.
Además del aforamiento
de Juan Carlos I y Sofía, se
aprobará el de la reina Letizia y el de la heredera de la
corona, la princesa Leonor,
de ocho años. El rey Felipe
VI, según establece la Constitución, “es inviolable y no
está sujeto a responsabilidad”, por lo que no requiere de medidas particulares
de protección jurídica.
El gobierno justificó la medida, diciendo que “hay muchísimos aforados en España”, según dijo la vicepresidenta, Soraya Sáenz de
Santamaría. Del aforamien-
to gozan en España los altos
cargos institucionales, entre
ellos, los miembros del gobierno y los parlamentarios
nacionales y regionales, los
jueces y los fiscales. En total
son unas 10.000 personas,
pero hasta ahora ningún
miembro de la familia real
forma parte de este grupo.
El 9 de octubre de 2012, dos
juzgados de primera instan-
PARA ENTENDER
Tras abdicar, el rey Juan
Carlos I perdió su
inviolabilidad como jefe
de Estado, un precepto
constitucional que
impedía juzgarlo.
Ante posibles
demandas de
paternidad en su
contra, el PP presentó
enmiendas para aforar
al saliente monarca.
Con el aforamiento
sólo podrá ser juzgado
por hechos futuros por
el Tribunal Supremo,
en lugar de tribunales
ordinarios.
cia de Madrid rechazaron las
demandas de paternidad presentadas contra Juan Carlos
I por el español Alberto Solá
Jiménez y la belga Ingrid Jeanne Satiau, quienes aseguran haber realizado una
prueba de ADN que determina, según el diario El Mundo, al 91% que son hermanos.
Con el nuevo escenario,
Francesc Bueno, abogado de
Solá, tiene esperanzas de que
se tramite el caso. “Ahora ya
no es inviolable y, con la ley
en la mano, tenemos la razón”, dijo Bueno a France
Presse. El próximo lunes, el
abogado ampliará el recurso
con dos nuevas pruebas: por
una parte, la ley de abdicación
del monarca que certifica el
fin de su inviolabilidad y, por
otra, una muestra de ADN
anónima que ellos atribuyen
al rey y que coincide en un
99,9% con la de Solá.
Una parte de la izquierda
política ha rechazado la idea
del aforamiento, por considerar que, una vez que ha abdicado, el rey pasa a ser un ciudadano más y, como tal, sujeto a los mismos derechos y
deberes. El gobierno y el
principal partido de la oposición, el PSOE (socialista), respaldan el aforamiento de
Juan Carlos I.b
COLUMNA
EL MUNDO QUE LE ESPERA A FELIPE VI
F
ELIPE VI encara su reinado en un entorno global
complejo, cambiante y
multipolar. Son tiempos
de cambio, de discontinuidad
histórica. Hoy son necesarias
nuevas interpretaciones de la
realidad, nuevas formas de actuar e ideas para adaptar los
marcos institucionales a nivel
nacional, regional y global.
Cien años después del inicio de
la Primera Guerra Mundial, el
mundo vuelve a adoptar dinámicas entrópicas que recuerdan a los
equilibrios de poder. Asia no ha
cerrado las heridas de la Segunda
Guerra Mundial, que se manifiestan en disputas territoriales y en
el componente nacionalista de
muchos de sus gobiernos -Japón,
China, India o Corea del Sur-. El
eje de poder -económico y político- se desplaza hacia el Pacífico;
pero la crisis de Ucrania, la nueva
política exterior rusa o la inestabilidad crónica de Medio Oriente
nos recuerdan que hay más focos
geopolíticos de conflicto potencial. Como nota positiva, sin embargo, conviene destacar que hay
motivos para el optimismo en las
negociaciones con Irán sobre su
programa nuclear.
El mundo que espera al nuevo
rey estará marcado por un cierto
retroceso en el proceso de globalización y el ascenso de bloques regionales. Un buen ejemplo es el
intercambio de bienes y servicios,
con dos grandes Tratados de Libre
Comercio en negociación (entre la
UE y EE.UU., TTIP, y el del Pacífico, TPP). Desde un punto de vista
geopolítico, el mundo camina hacia un escenario nuevo sin un líder claro. El reequilibrio global es
un hecho, debido a la consolida-
Por Javier Solana
ción de las potencias emergentes
y a la pérdida de peso de Occidente, marcada por la crisis de la eurozona y la política exterior norteamericana (mucho menos dispuesta a intervenir fuera de sus
fronteras). Todo ello implica el
asentamiento de la multipolaridad como tendencia dominante a
nivel internacional. El gran reto es
hacer que la multipolaridad sea,
además, multilateral, de manera
que se aseguren mecanismos de
diálogo, cooperación y entendimiento entre todos los actores.
Lo más inmediato será la salida
de la crisis, donde Europa todavía
está rezagada respecto del resto
del mundo.
La Unión Europea, sin embargo,
recuperará peso a nivel global y la
eurozona estará más integrada. El
nuevo rey será testigo del rumbo
que tome el continente, sabiendo
que si queremos asegurar nuestra
prosperidad y nuestro modelo social, tendremos que apostar decididamente por más integración.
Ex representante de la UE para
Asuntos Exteriores y Política de
Seguridad. (El País)
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