TEORÍA GRAMATICAL III. IDIOMA ESPAÑOL Profs. Carmen Acquarone – Alicia Gil UNIDAD INTRODUCTORIA LECTURA Nº3 Juan ALCINA FRANCH – José Manuel BLECUA : GRAMÁTICA ESPAÑOLA Editorial Ariel, S.A. Barcelona, 1975 7.0. SINTAXIS DEL DISCURSO: EL ENUNCIADO En el discurso, la unidad básica es el enunciado que se define operacionalmente por ser un segmento de la comunicación, cualquiera que sea su extensión, comprendido entre dos pausas marcadas o el silencio anterior al habla y una pausa marcada. Todo enunciado concluye por un tonema característico. Para la segmentación del enunciado no se toma en cuenta ni su estructura gramatical ni su contenido, que puede ser insuficiente e incompleto. Según este criterio, se distinguirán cuatro enunciados en el siguiente párrafo: (1) Siguieron algunas tardes de lluvia. (2) El estudiante paseaba en el atrio de la catedral durante los escampos, pero mi hermana no salía para rezar las Cruces. (3) Yo, algunas veces, mientras estudiaba mi lección en la sala llena de aroma de las rosas marchitas, entornaba una ventana para verla. (4) Paseaba solo con una sonrisa crispada, y al anochecer su aspecto de muerto era tal, que daba miedo. (Valle -Inclán, Jardín Umbrío). Según el mismo criterio, en el siguiente fragmento, en el que se reproduce un diálogo con indicación de la actitud de los interlocutores, se podrán distinguir doce enunciados: (1) –Perdóname, Javier. (2) Este diablo de Joaquín tiene una noche inaguantable. (3) –Ya sé que lo habéis pasado bien por el pueblo. (4) –Sí –(5) bajó el tono de la voz– (6) Me he acordado de ti. (7) –Haz lo posible para que tú y yo nos escapemos un rato, Elena (8) –traté de lograr una pequeña risa irónica. (9) –Pero vienes ahora, ¿no? (10) –Sí. (I1) –Amadeo, Andrés y Santiago están en la terraza. (12) Mira, en este momento entra Claudette (García Hortelano, Tormenta de Verano). 7.0.1. ORACIÓN Y FRASE Según se puede comprobar en los ejemplos anteriores, siguiendo este criterio formal, se pueden aislar en el discurso enunciados que responden a dos estructuraciones sintagmáticas distintas: (a) unos organizan todos sus constituyentes en relación con un verbo conjugado en forma personal. Así, tanto en /Siguieron algunas tardes de lluvia/, enunciado con un solo verbo en forma personal, como en /Ya sé que lo habéis pasado bien por el pueblo/, enunciado con dos verbos en forma personal, hay un verbo – /siguieron/ en el primer caso y /sé/ en el segundo– que actúa como núcleo ordenador de la comunicación; (b) otros enunciados que cumplen igualmente la misma función de comunicar, se caracterizan frente a (a) por la ausencia de verbo en forma personal en función de núcleo ordenador de las palabras que constituyen la comunicación. Así ocurre en /Sí/. En esta exposición se seguirá llamando oración a los enunciados cuya estructura responda al tipo (a), arriba señalado, y se empleará el término frase, que en la primera acepción del DRAE (19ª ed.) aparece definido como “conjunto de palabras que basta para formar sentido, aunque no constituye una oración formal”, para designar los enunciados que coincidan con la estructuración señalada en (b). 7.0.2. INTERPRETACIÓN TRADICIONAL Desde antiguo, se ha considerado la oración como unidad fundamental en el análisis del discurso y se la ha definido según diversos criterios. En las definiciones tradicionales se atendía al hecho de ser (a) una serie de palabras, (b) la combinación de un sujeto y un predicado, (c) expresión de lo pensado, (d) síntesis de representaciones o (e) descomposición analítica de representaciones, (f) al hecho de contener un sentido cabal o completo. Se dio un paso importante al atender a rasgos formales como (g) la entonación y su limitación por pausas y (h) la relación sintagmática entre las unidades del discurso tomando como base la descripción estructural. Los criterios señalados desde (a) a (f) son demasiado imprecisos y lucubrativos para ser utilizados inequívocamente. Por otra parte, todos ellos, total o parcialmente, se han mostrado ineficaces y frecuentemente falsos: no toda oración expresa un juicio; hay oraciones sin sujeto; el concepto psicológico de representación no es aplicable en la práctica del análisis ni de la descripción gramatical; bajo el título único de oración se incluyen diversos tipos de realidad formal, etc. Aunque se esté todavía lejos de una conclusión definitiva, lo cierto es que se ha hecho posible una sustancial aproximación al hecho que se trata de describir y se ha conseguido la fijación de unos criterios objetivos que permiten el análisis del discurso y su descripción dentro de ciertos límites de rigor y precisión.