Intervención de Ahmed Bujari, representante del Frente Polisario Intervención ante el Seminario de Descolonización (Managua, 31 mayo – 2 junio 2016) (Versión original en español) Sr Presidente, Honorables delegados y participantes en el Seminario, Vayan mis primeras palabras al Honorable Gobierno de la Republica de Nicaragua para expresarle el agradecimiento por esta nueva demostración de generosidad y cooperación con los esfuerzos descolonizadores de la ONU al albergar por segunda vez este Seminario en Managua, en la patria de Sandino. También, me gustaría aprovechar esta ocasión para felicitar al Embajador de la Republica Bolivariana de Venezuela, Sr. Rafael Ramírez, por su brillante elección a la Presidencia del Comité Especial de los 24. También felicitar al Buro que lo acompaña en la noble tarea de los objetivos asignados por la Comunidad internacional al Comité de los 24. Señor Presidente, en esta ocasión como en todas las anteriores, la delegación del Frente Polisario en tanto que legitimo representante del pueblo del Sahara occidental en virtud de los hechos derivados de su larga lucha por la liberación nacional y de la legalidad internacional , en particular la resolución 3437 (1979) de la Asamblea general y siguientes, participa en este seminario con el propósito de informar al Comité Especial sobre la situación relativa al Sahara occidental y a la vez transmitir un mensaje de confianza en el rol que debe seguir jugando para el logro de la descolonización efectiva del Sahara occidental, ultimo Territorio africano no autónomo inscrito en la agenda del Comité especial. Como es sabido, Sr. Presidente, fuimos colonia española desde 1884 hasta 1975, en el marco del reparto colonial sellado en la Conferencia de Berlín celebrada en 1885 donde potencias europeas decidieron repartirse nuestro continente africano como hicieron con el Continente Latinoamericano en otro reparto firmado cuatro siglos antes en Tordesillas. Los pueblos de los dos continentes, gracias a una larga lucha por la libertad, lograron zafarse del yugo colonial y juntos inspiraron la elaboración de la célebre resolución 1514 de diciembre 1960 considerada la Carta Magna de la Descolonización, que dio vida a este Comité. El pueblo saharaui no era ni podía ser la excepción y emprendió su legítima lucha por la independencia nacional, primero utilizando medios pacíficos y, después, a partir de 1973, por medio de la única vía que le quedaba disponible, la lucha armada bajo la dirección del Frente Polisario. Habíamos esperado que la Potencia colonial y Administradora del Territorio del Sahara occidental, España, cumpliese con sus obligaciones descolonizadoras tal y como las había voluntariamente asumido y habían sido definidas a través de múltiples resoluciones dela Asamblea general de la ONU y del dictamen del Tribunal internacional de Justicia de 16 de Octubre de 1975 y de manera particular por el Informe de la misión visitadora enviada por este Comité al Sahara occidental en mayo de 1975. No cumplió con esas obligaciones y ofreció nuestro país y a nuestro pueblo a dos países vecinos, Marruecos y Mauritania, para que lo invadieran, repartieran y ocuparan en ejecución de los llamados Acuerdos tripartitos de Madrid de 14 de 1 noviembre de 1975. Aun así, en su carta de 26 de Febrero de 1976 al Secretario general de la ONU, el Gobierno español considera que la "descolonización del Sahara occidental no será valida hasta que el pueblo saharaui exprese de forma valida su voluntad". Deseo en todo caso reafirmar nuestra confianza en que la democracia española, restaurada y consolidada, asuma las responsabilidades derivadas del abandono de 1975. Pocos saben que los dos países invasores habían firmado tres años antes, al margen de la ONU y a espaldas del pueblo saharaui, un acuerdo ultra secreto en junio de 1972 para repartirse el Territorio, como lo reveló el anterior Presidente de Mauritania, Mojtar Uld Daddah en su reciente libro, “La Mauritanie, contre Vents en Marrees". El abandono español y la invasión conjunta mauritano-­‐marroquí provocó una atroz guerra contra un pueblo desarmado y sorprendido por los acontecimientos y la débil respuesta de las Naciones unidas. Aun así, la determinación del pueblo saharaui y la solidaridad de nuestro continente africano y de muchas naciones, particularmente latinoamericanas y del Caribe, desbarató los planes y objetivos de los dos países invasores. Mauritania se retiró de la guerra en virtud del acuerdo de paz firmado con el Frente Polisario en agosto de 1979. En Febrero de 1984 reconoció formalmente a la Republica Saharaui, hoy Miembro de pleno derecho de la Unión Africana. Tras 16 años de guerra cruenta, Marruecos aceptó el veredicto de los hechos y el mensaje inequívoco de la Comunidad internacional, contenido en las resolución 3437 de la Asamblea general de la ONU y la resolución 104 de la XIX Cumbre de la Organización para la Unidad Africana. Acepto así el Plan de paz elaborado conjuntamente en 1988 por la ONU y la OUA, hoy UA, basado en el reconocimiento del derecho del pueblo saharaui a elegir libremente su futuro a través de un referéndum de autodeterminación. El Consejo de seguridad de la ONU lo endosó en sus resoluciones 658(1990) y 680(1991) y creó una Misión de la ONU, la MINURSO, con el explícito mandato de organizar el referéndum de autodeterminación que permita al pueblo del Sahara occidental elegir entre la independencia o la integración en la potencia ocupante así calificada por la resolución 3437 de la Asamblea general de la ONU. Una esperanza de paz había nacido para la última colonia africana inscrita en la agenda de este Comité. El referéndum debería haberse celebrado seis meses a partir de la entrada en vigor el 6 de septiembre 1991 del alto el fuego entre las dos partes beligerantes. El referéndum no se ha celebrado hasta ahora. Por qué? La respuesta es simple. No se celebró porque Marruecos, la potencia ocupante, decidió romper con sus compromisos contraídos en virtud de su aceptación del Plan de paz y tomó esta decisión cuando la ONU había finalizado la costosa operación de identificación de votantes. En una carta dirigida al SG de la ONU, de abril 2004, Marruecos anuncio que declaraba unilateralmente su soberanía sobre el Sahara occidental, considerando, y cito “que un referéndum que incluya la opción de independencia constituye una puesta en tela de juicio de la soberanía de Marruecos sobre el Sahara”. Evidentemente, el argumento es poco serio, porque como lo subrayó el entonces Secretario general de la ONU, Kofi Annan en su informe de Octubre 2004, y cito" Marruecos había aceptado ya la opción de la independencia" en el referéndum que la MINURSO iba a organizar. 2 A partir de esta volte -­‐face, Marruecos decidió minar los esfuerzos descolonizadores de las Naciones Unidas. A partir de allí, todos los esfuerzos de la Comunidad internacional, de mediadores de la talla de James Baker y sucesores, actuando en el marco de las resoluciones pertinentes del Consejo de seguridad, han chocado con la actitud de intransigencia y de obstrucción de la potencia ocupante que sigue hoy su peligroso rumbo hacia el peor escenario. En claro reflejo de ello, el rey de Marruecos dijo, el 6 de Noviembre 2015, en su discurso a la nación con motivo del 40 aniversario de la invasión al Sahara occidental, y cito: “El Sahara permanecerá en Marruecos y Marruecos en el Sahara hasta el fin de los tiempos”. Evidentemente, potencias mas fuertes habían dicho más o menos lo mismo acerca de sus colonias. Lo dijo Francia sobre Argelia. Lo dijo Portugal sobre Angola y Mozambique. Y lo había dicho España sobre Guinea Ecuatorial y sobre el Sahara occidental. Son testimonios que navegan contra la lógica de la Historia. Constituyen, sin embargo hoy, en pleno siglo XXI, un desafortunado e inútil desafío a la Comunidad internacional y a los principios y resoluciones de la ONU que consideran innegociable el principio de la libre determinación de los pueblos sometidos a una colonización u ocupación extranjera. Es cierto e igualmente desafortunado que el Consejo de seguridad, garante de la integridad del Plan de paz de 1991 que dio razón de ser a la MINURSO siga evadiendo la responsabilidad que le incumbe en virtud del Plan de paz y de la Carta de la ONU y lo es tanto más cuanto que los recientes desarrollos conllevan un mensaje que significa que el peligro puede alcanzar el punto de no retorno. Están aquí varios Miembros de ese Consejo, Permanentes y No Permanentes. Fuimos testigos, como lo fue toda la Comunidad internacional y sobre todo en África, de los enormes esfuerzos que hicieron para evitar que se llegue a ese punto de no retorno. Esos esfuerzos fueron reflejados en el voto y en la explicación del voto sobre la reciente resolución del Consejo des seguridad 2285. A ellos va nuestro agradecimiento. Como es sabido, Sr. Presidente, Marruecos impidió en marzo pasado la visita del SG de la ONU a EL Aaiún donde se encuentra la sede de la MINURSO. Aun así, Ban ki-­‐moon pudo realizar las otras fases de su visita. Vio con sus propios ojos la realidad del pueblo saharaui tanto en en los campamentos de refugiados como en las zonas liberadas y declaro públicamente que esa realidad le había conmovido de manera profunda. La realidad de un pueblo expulsado de su tierra por la fuerza de las armas de un ejército de ocupación, forzado a vivir e condiciones nada fáciles mientras su país es expoliado y su población víctima de una política de represión brutal documentada por la misma ONU y Organizaciones de derechos humanos en las zonas ocupadas no puede sino conmover la conciencia de todo demócrata y de todo Gobierno amante de la paz. Utilizó el término “ocupación”. No es una sorpresa. La Asamblea general de la ONU en sus resoluciones 3437 y 3519 considera de manera explícita que estamos ante una “ocupación militar del Sahara occidental”. Es más, las dos resoluciones pidieron a Marruecos, y cito “poner fin a su ocupación del Sahara occidental”. Son hechos; son resoluciones de la ONU. Nadie esta inventando nada nuevo. No era un concepto nuevo pero fue el recurso al que Marruecos acudió como pretexto para desencadenar una campana denigrante contra la Institución del Secretario general de la ONU y justificar la ruptura final con el proceso de paz a fin de que “Marruecos permanezca en el Sahara hasta el fin de los tiempos”. Hasta el fin de los tiempos no son inventos de una prensa extraviada u hostil.. Es el discurso del propio rey de Marruecos. Lo que es más grave fue que la campaña contra el 3 Secretario general fuese seguida una semana después, el 14 de marzo, por la decisión de expulsar a la componente civil y política de la MINURSO del Territorio no autónomo del Sahara occidental. Tras denigrar al Secretario general, declarar al Enviado persona del SG, Embajador Ross, de persona no grata, Marruecos ha optado por desafiar al Consejo des seguridad. En su resolución 2285 (2016), el Consejo le ha dado un plazo de 90 días para que los contingentes de la MINURSO vuelvan a Sahara occidental. Hasta hora, Marruecos sigue dando la espalda a la voluntad unánime del Consejo. Estos son los hechos resumidos de forma muy breve, Sr. Presidente. Son hechos. No conjeturas o fabricaciones alucinantes. Ustedes fueron testigos. Mi intervención esta complementada por un background anexo a la misma. Permítanme decir, a modo de conclusión, que estamos ante un posible fracaso de la Comunidad internacional, y de manera particular, del Consejo de seguridad en proteger el proceso de descolonización de la última colonia africana en la agenda de este Comité. Si el Consejo de seguridad opta por aplicar la política de Poncio Pilatos, la Asamblea general y en particular este Comité deben seguir asumiendo sus responsabilidades descolonizadoras. Ahora bien, debemos ser claros y ser conscientes de las implicaciones de un posible fracaso de un proceso de paz en una región sometida a una larga y real amenaza de seguridad. El colapso probable del proceso de paz en el que el pueblo saharaui había depositado toda su confianza no puede desembocar sino en un escenario bélico, al retorno del punto de partida de 1975. Es decir, al conflicto abierto, a la prolongación del sufrimiento de un pueblo inocente y a la agravación de la tensión en una región ya zarandeada por múltiples desafíos derivados de la conflictiva zona del llamado Sahel. El Frente Polisario no desea el retorno del conflicto armado. Conocemos por experiencia y por la experiencia de otros pueblos que la guerra es la peor de las opciones para resolver un conflicto que puede y debe ser resuelto por la vía civilizada de la negociación honesta, transparente, fiel a los principios y resoluciones de la ONU en materia de descolonización. El Frente Polisario considera que hay margen todavía para que la ONU intensifique los esfuerzos para ahorrar a la región la espiral de la confrontación.. Si el escenario de la confrontación se revela inevitable porque aquellos que pueden y deben desplegar esos esfuerzos deciden no hacerlo, en ese caso, asumiremos nuestras obligaciones en defensa del derecho de nuestro pueblo a la independencia. Ante esta situación, el Comité especial esta llamado mas que nunca a asumir su responsabilidad. El silencio no es una opción. Estamos posiblemente en el cruce de caminos hacia una paz justa y duradera por medios pacíficos que la ONU propuso o hacia lo desconocido. A nuestro entender, el Comité ha sido creado para asegurar la descolonización y no debe ser empujado por vía activa o pasiva o intimidado por amenazas o neutralizado por la estrategia del ruido y de la confusión para desviarse de esta noble responsabilidad contraída respecto la última colonia africana en su agenda. En el tema específico del Sahara Occidental su posición es clara. En otras palabras, esta ante una cuestión de descolonización que debe resolverse mediante la aplicación del principio de autodeterminación en los términos definidos por la resolución 1514(XIX) y que dieron vida y razón de ser al Plan d arreglo que motivó el envío de la MINURSO. Esta posición debe ser mantenida y reiterada. De otro lado, El Comité ha enviado una Misión al Sahara occidental en mayo de 1975. Han pasado mas de 40 años. Es 4 simplemente difícil de comprender que no haya enviado hasta ahora otra misión y es difícil de comprender que sus informes y papeles de trabajo sobre el Sahara occidental se limiten a hacer un resumen insípido, inodoro e incoloro de los informes del Secretario general al Consejo de seguridad. Es la hora Sr. Presidente, Honorables Miembros del Comité de poner fin a esta anomalía. Finalmente, el Frente Polisario desea solicitar a este Comité una sesión especial dedicada al Sahara occidental. Muchas gracias. 5