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TESTIFIQUE
DE CRISTO
SIN
TEMOR
WILLIAM FAY Y RALPH HODGE
Versión revisada
LifeWay Press
Nashville, Tennessee
© Copyright 1998 por LifeWay Press
Reimpresiones: 1998 y 1999 y 2002
Versión revisada: Julio de 2000
Está prohibida la reproducción total o parcial de este libro
ISBN 0-7673-9091-1
Clasificación decimal Dewey: 269.2
Tema: Evangelización
Este es el texto para el curso CG-0469 de el Plan de estudio de desarollo cristiano
A menos que se indique lo contrario todas las citas son tomadas de la Santa Biblila versión
Reina-Valear 1960, propiedad de Sociedades Bíblicas Unidas
impresa por Broadman and Holman Publishers, Nashville, Tennessee. Usadas con permiso
La ilustración del campesino (Semana 1),
la victima trabaja y el psiquiatra (Semana 3)
son experiencias personales de Ralph Hodge.
El resto de los encuentros personales
o ilustraciones son de William Fay.
Editor: Oscar James Fernández
Editor Asociado: Daniel Rodríquez
Diseño: Liz Gibson
Diseño de la tapa: Linda Roman
Traductor: José L. Riverón
Corrección de estilo: Luisa Ruíz
Correctores de pruebas: Juan Merlos y Aldo Barceló
Impreso en los estados Unidos de América
LiveWay Press
One LifeWay Plaza
Nashville, Tennessee 37234
ÍNDICE
Prólogo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Semana 1: Cómo desarrollar un corazón que testifique de Cristo . 7
Semana 2: Cómo aprender la manera de testificar de Cristo . . . . 20
Semana 3: Cómo responder al reto de testificar de Cristo . . . . . . 32
Compromiso personal con Dios de testificar de Cristo . . . . . . . . 43
Instrucciones pra el líder . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
Es nuestra oracón que Dios use este libro para que por medio
de él muchos cristianos puedan comenzar a testificar de su fe a otros.
Quisiéramos conocer lo que este estudio ha hecho en su vida
y en la de aquellos a quienes testificará de Cristo sin temor en el futuro.
Déjenos saber su opinión escribiéndonosa:
Testifique de Cristo sin temor
One LiveWay Plaza, Nashville, TN 37234-0170
o por email a: Libroscristianos@lifeway.com
Y estuve entre vosotros con debilidad,
y mucho temor y temblor;
y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras
persuasivas de humana sabiduría, s
ino con demostración del Espíritu y de poder,
para que vuestra fe no esté fundada
en la sabiduría de los hombres,
sino en el poder de Dios.
1 CORINTIOS 2.3-5
Testifique de Cristo sin temor
PRÓLOGO
Amados hermanos y hermanas:
Me alegro tanto que haya escogido estudiar Testifique de
Cristo sin temor. Puedo hacerle una promesa que Dios
siempre cumple cada vez que se estudia Testifique de
Cristo sin temor: Se dará cuenta de que no puede fracasar
cuando usted testifica de su fe. Puesto que el proceso de
tres pasos le parecerá sumamente sencillo, se preguntará
por qué no se le enseñó esto antes.
La mayoría de los cristianos fieles quieren testificar
de su fe. Muchos lo han intentado, han obtenido una
respuesta negativa, se han sentido rechazados y piensan
que han fracasado. Como resultado, no testifican más y
se sienten culpables por ello. Otros cristianos sencillamente no saben cómo testificar de su fe.
Permítame presentarme. Soy el evangelista William
Fay. Soy un pecador salvo por gracia. Durante cuarenta
años fui uno de los hombres más hostiles hacia el evangelio que usted pudiera encontrar. Muchos cristianos
trataron de testificarme de su fe, y cuando lo hicieron
los insulté, los perseguí y los hice enojar. Pero si al
alejarse de mí creyeron que habían fracasado, creyeron
una mentira. Nunca olvidé ni una sola de sus palabras,
sus rostros o a las personas que se cruzaron en mi vida
en obediencia a Jesucristo.
He tenido el privilegio de testificar de mi fe de
persona a persona miles de veces. Pero como evangelista
estoy seguro de algo: Nunca he conducido a una persona a Jesucristo. Sin embargo, he tenido la experiencia
muchas veces en que el Espíritu Santo lo ha hecho. El
éxito está en testificar de su fe, en vivir para Cristo. No
tiene nada que ver con que alguien acepte al Señor. No
somos los responsables de ocasionar la conversión de
alguien. De hecho, si usted y yo causamos la conversión,
esa persona no es en lo absoluto salva. La conversión es
obra del Espíritu Santo.
Como lo ha escuchado muchas veces, la Gran
Comisión dice: “Id”. No es una opción a considerar,
sino un mandato que Dios dice que debe obedecerse. La
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Biblia nos dice que si no hacemos lo que es bueno
pecamos. “Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le
es pecado” (Santiago 4.17). Si usted no ha estado activo
testificando de su fe, el pecado del silencio es parte de su
vida. Me preocupa mucho el pueblo de Dios que
desobedece en este aspecto de la vida. Será inculpados
de desobediencia por no cumplir el mandato de Dios.
Al hablar en las iglesias durante muchos años, he descubierto que es muy extraño si más del diez por ciento
de cualquier congregación, sin importar la denominación, ha testificado de su fe en el año anterior. ¿Cómo
pueden decir los miembros fieles de la iglesia que experimentaron un buen tiempo de adoración el domingo si
permanecen callados el lunes?
Miles de personas ya han encontrado que el método
presentado en este libro es sencillo porque no hay que
memorizar y porque usted depende por completo del
Espíritu Santo al usar la Palabra de Dios. Nadie está
preparado para discutir con usted. Usará preguntas que
lo ayudarán a descubrir la manera en que Dios está
obrando en la vida de la persona. Y verá como el
versículo 6 de Filemón se hace realidad en su vida: “Para
que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús”.
¿Se puede imaginar el gozo de saber que no puede
fracasar al obedecer a Jesucristo en testificar su fe?
Experimentará cómo el poder de Dios obra a través de
usted cambiando las vidas para la eternidad por el testimonio suyo. Observará el poder de la Palabra de Dios
de primera mano cuando vuelva las páginas de las
Escrituras y vea al Espíritu Santo transformar la vida de
las personas en presencia de usted.
Si pone en práctica lo que aprenda en este estudio, la
vida de muchas personas que se cruzan en su camino
cambiará. Y también la vida de usted cambiará para
siempre.
En el poder y la gracia de Él,
Evangelista William Fay
Cómo desarrollar un corazón que testifique de Cristo
SEMANA 1
Cómo desarrollar un corazón que testifique
de Cristo
¿T
uvo alguna vez la oportunidad de testificar de
su fe y no lo hizo? Enumere en el margen algunas razones por las que no lo hizo. Marque
aquellas razones que le parecen válidas. Luego encierre en
un círculo aquellas que, con el poder de Dios, pudiera
cambiar. Es posible conducir a otros a la fe en Cristo sin
dejar de ser usted mismo u ofensivo. Dios ha llamado a
cada cristiano a ser un testigo . . .
Por la manera en que vivimos.
Por nuestra actitud hacia otros.
Por las decisiones que tomamos.
Por nuestro compromiso de vivir para Cristo a
cualquier precio.
Además, Dios ha llamado a cada cristiano a testificar
y guiar de manera personal a los perdidos para que sepan
cómo pueden renacer espiritualmente.
Testifique de Cristo sin temor le muestra cómo evitar el
fracaso al testificar a los que están espiritualmente perdidos. Esto cambiará su vida. Aprenderá que el éxito es más
que llevar a alguien a Cristo. El éxito está en vivir la vida
cristiana día a día, testificar del evangelio y confiar en
Dios para los resultados. El éxito no está en lograr que
alguien acepte a Cristo.
Este estudio le dará unas preguntas que pueden revelarle cuán receptivo está el perdido al amor de Cristo.
Estas preguntas pueden ayudarlo a sentir de que manera
Dios está obrando en la vida del perdido, y cuán abierto
está a escuchar la invitación de Dios. Las respuestas conducirán a un cambio que puede influir en la vida de esa
persona para siempre. La Biblia le dará dirección. Y si esa
persona esta preparada para escuchar, el poder de Dios
penetrará aun a pesar de la falta de conocimiento, las
dudas y las objeciones que hayan sido parte de su vida.
Testificar como cristiano es una tarea normal. La Bib-
lia no nos presenta el testificar como una actividad adicional hecha solo por un pequeño grupo especial. Debe
ser parte de la vida cristiana diaria dondequiera que surja
la oportunidad. Dios obra creando las oportunidades.
Crear oportunidades para testificar es tarea de Dios.
Nuestra parte debe ser obedecer, sacar provecho de esos
momentos que Dios propicia. Según un estudio reciente,
la mayoría de nosotros rara vez testifica a causa de cuatro
temores (véase la Semana 3, Día 3, para ahondar con
respecto a nuestros temores):
Temor a ser rechazado.
Temor a no saber lo suficiente.
Temor a ofender a un amigo o a un pariente.
Temor a ser ridiculizado o perseguido.
Dios nos da la oportunidad con la promesa de su
poder. A pesar de ello sencillamente decimos: “No”. A
causa del temor, nuestro “No” va acompañado de muchas
justificaciones y frases defensivas. Pero decirle “No” a
Dios por cualquier razón es pecado. El primer paso para
que cada uno de nosotros se convierta en un testigo cristiano es un cambio en nuestro propio corazón. Debemos
decidir obedecer a Dios. “Sino santificad a Dios el Señor
en vuestros corazones, y estad siempre preparados para
presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante
todo el que os demande razón de la esperanza que hay en
vosotros” (1 Pedro 3.15).
Se ha debatido mucho acerca de cuál de las heridas infligidas a Cristo fue la que finalmente le causó la muerte.
Entre las muchas heridas recibió laceraciones, escoriaciones y contusiones. En un sentido podemos decir que
ninguna de ellas mató a Cristo. La herida que lo mató fue
el silencio. Nadie levantó la voz por Él. Uno de los incidentes más dolorosos en la vida de Cristo fue la negación
de Pedro la noche antes de ser crucificado. Tres veces se le
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Testifique de Cristo sin temor
preguntó a Pedro si era uno de los seguidores de Cristo, y
tres veces dijo: “No”. Me he dicho a mí mismo y le he
oído decir a muchos: “Nunca habría negado a Cristo de
esa forma”.
La mayoría de nosotros, no obstante, podemos recordar las veces que hemos decidido callar cuando
podríamos haber testificado. Como Pedro, lo negamos a
Él con nuestro silencio. Pedro probablemente pensó que
era sabio no arriesgarse. También muchos de nosotros
hemos determinado no arriesgarnos a ser rechazados,
avergonzados o perseguidos. Escogemos callarnos.
Otra forma del pecado del silencio es dar solo el testimonio suficiente para tranquilizar nuestra conciencia o
dar una imagen de cristianos. Decimos a la gente que
amamos al Señor. Decimos con entusiasmo que oraremos
por ellos. Y aun podemos pegar una calcomanía a la
defensa de nuestro autommóvil que indique la iglesia a la
cual pertenecemos. Sin embargo, debemos admitir que
no damos información suficiente a los perdidos para
permitir al Espíritu Santo cambiar sus corazones. No
decimos a nuestros amigos que pueden salir de las
tinieblas a la luz maravillosa de Cristo (véase 1 Pedro 2.9).
Si no testificamos, nuestro amigos nunca entenderán el
evangelio y nunca tendrán oportunidad de ser conducidos por el Espíritu Santo a creer.
Hay una maravillosa historia de un muchacho que
recoge estrellas de mar en una playa y luego las devuelve
al océano. Un hombre le dijo: “Hijo, observa este lado”.
En lo que podía ver, la orilla estaba cubierta de estrellas
de mar. “Ahora, mira hacia el otro lado”. En lo que podía
ver, la orilla estaba cubierta de estrellas de mar. “Hijo, no
esperarás devolverlas todas al mar. Lo que haces no
cambia las cosas, habrá todavía más en la orilla”. El
muchacho tomo una estrella de mar, la regresó al agua, y
dijo: “Está bien, pero estoy seguro de que cambió la
situación para esa estrella”.
Tal como esa sencilla estrella de mar, el mundo puede
cambiar para una persona cada vez que usted testifica del
evangelio. Aunque le parezca increíble, es posible que
Dios, obrando por medio de usted, pueda cambiar el
curso de la historia. Si necesita prueba de esta verdad,
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mírese en un espejo; porque usted escuchó el evangelio,
su vida cambió para siempre. La vida de un amigo perdido depende del conocimiento de la verdad.
Nunca debemos perder de vista el destino de las
personas que no se deciden a vivir para Cristo. Muchas
personas que conocen lo que la Biblia enseña con respecto a la eternidad tratan de encontrar un tipo de posición
intermedia. Una vez yo viví en lo que ahora llamo la
‘mentira de la posición intermedia”. De alguna forma
creía que no era tan malo, que estaba en la “mitad” y por
lo tanto, era digno de ir al cielo. Era mentira. La verdad
es que usted sigue a Dios o sigue a Satanás. Está en una
relación con Cristo o no lo está; ha nacido de nuevo o no.
Usted es hijo de Dios, o un enemigo de Dios; está
acumulando ira o está acumulando misericordia; está
ligado al cielo o al infierno.
No hay tal cosa como “la mitad”. No hay cosa semejante a “casi listo”. Los que han elegido rechazar a Cristo
están condenados.
Debemos desistir de creer la mentira de que Dios
tratará de una manera distinta a nuestra familia y amigos
que no tienen ninguna relación con Cristo, dejándolos
presentarse ante Él. Debemos rechazar la idea de que
Dios permitirá a nuestros amigos incrédulos una salida
del infierno y unirse a nosotros en el cielo.
Hay dos clases de personas en nuestras iglesias:
• Las que hablan de los perdidos.
• Las que les hablan a los perdidos.
La gran preocupación al escuchar a Dios ahora no es
definir a cuál de esas clases pertenece usted. La gran
preocupación es cuál escogerá después de aprender este
sencillo método para testificar de Cristo.
Hay cinco claves para tener un corazón que supere
el temor: 1) pasión, 2) oración, 3) sociedad, 4) poder y
5) preparación.
Durante la primera semana de este estudio, entenderá
cómo estas cinco claves le darán la confianza y el deseo de
superar el temor. En la Semana 2, aprenderá cómo puede
emplear preguntas sencillas de manera eficaz para guiar a
una persona a confiar en Cristo. Aprenderá cómo permitirle a la Biblia proporcionar respuestas y descubrirá la
Cómo desarrollar un corazón que testifique de Cristo
importancia del silencio y la oración para escuchar cuando el Espíritu Santo hable.
En la Semana 3, aprenderá cinco preguntas que
resumen los versículos clave y guían a la persona finalmente a pedirle a Cristo que venga a su vida. Además,
aprenderá a enfrentar y superar el temor al entender que
la obediencia a Cristo es posible por su presencia, su
poder y su gozo en usted.
Recuerde que no fracasará si usted es fiel. Cuando
Dios obra en la vida de un no creyente, se encontrará
guiando a esa persona a Cristo y siendo una parte de la
obra de Él. Siempre recuerde que la Biblia le dará las
respuestas, y el Espíritu Santo el poder.
Día 1
Pasión
Era el comienzo de la primavera y la esperanza de una
nueva estación se reflejaba en el culto de adoración al que
asistía. Pero la esperanza no estaba en todos los lugares de
la comunidad. Durante el culto el pastor leyó una carta
que había recibido de una mujer que vivía no lejos de la
iglesia. Ella pedía oración y ayuda para su familia. Hacía
poco que su esposo se había involucrado en drogas y
como resultado estaba a punto de ir a la cárcel. Peor aún,
la familia había sido contactada por una agencia social
que debía asumir la custodia de sus hijos. La mujer estaba desesperada. El pastor fue a la dirección que decía la
carta y encontró a la familia. Guió al esposo y a la esposa
a entregar sus corazones a Cristo como Salvador y Señor.
Después, mientras el hombre y su esposa estaban de
pie en el bautisterio durante un culto de adoración, el
pastor mencionó la carta que lo guió a esta pareja. Le
preguntó a la mujer: “¿Cómo se le ocurrió escribir a nuestra iglesia?” Ella respondió: “No le escribí solo a su iglesia. Le escribí a todas las iglesias en la comunidad. Usted
fue el único que respondió”.
Dios quiere que cada cristiano tenga un corazón para
los perdidos. Pero pasión por testificar a los no cristianos
es mucho más que el celo por testificar. Es un celo basa-
do en un propósito. Es amor a Dios y a las personas que
Él nos guía a testificarles. El amor que guió a este pastor
a responder se alimenta del deseo de amar a las personas
y darles la esperanza que solo se encuentra en una relación
con Jesucristo.
A veces una pregunta o una afirmación sencillas
respecto a la propia fe en Cristo proporciona un punto de
apoyo al corazón del perdido. Una persona preocupada
puede sanar un corazón quebrantado, dar esperanza a un
corazón desesperanzado, y dar salvación a un corazón que
está perdido sin Cristo.
Hace varios años comencé a pedirle a los cristianos
que pensaran cuantas veces escucharon el evangelio antes
que llegaran al punto de confiar en Cristo como Salvador.
He descubierto que el promedio de veces que un cristiano
ha escuchado el evangelio es 7.6, después de lo cual se
entrega a Cristo. Por lo tanto, puede afirmarse que en
promedio, el perdido recibe a Cristo como su Señor y
Salvador solo después del séptimo toque. Usted no puede
saber si la persona que está a su lado nunca ha sido tocada, ha sido tocada una vez o seis veces. Pero eso no
importa, porque el éxito se encuentra en la obediencia.
Recuerde, aunque su testimonio no resulte en la entrega
inmediata de una persona a Cristo, usted será uno de los
varios toques de Dios en la vida del perdido. Testificarle o
escuchar un sermón son dos de las muchas maneras en
que Dios puede tocar sus vidas. Para el perdido, usted
puede ser la llave que abre su corazón a Dios, o puede
representar uno de los siete u ocho aldabonazos a la puerta de su corazón. Quizá sea el primer toque. Quizá sea el
número siete o hasta el número 10 o 30 para algunas
personas.
Esta pasión por testificar es más amor que solo determinación. En Jesucristo vemos una pasión guiándolo a
hacer que el camino de salvación se conozca sin importar
el rechazo, el sufrimiento y finalmente la cruz. Su deseo
de que testifiquemos de su amor a los perdidos se da a
conocer a nosotros cuando Él dice: “Paz a vosotros.
Como me envió el Padre, así también yo os envío” (Juan
20.21).
En la actualidad se escribe mucho sobre la necesidad
9
Testifique de Cristo sin temor
de que las iglesias sean guiadas por un propósitos y una
visión apropiados. El libro de Hechos no podía ser más
claro al presentar el propósito y la pasión que guiaban la
iglesia: testificar al mundo que Cristo había venido. A
Jesús lo guió la misión de tender un puente sobre las
tinieblas, el ancho abismo que separa a la persona de la
reconciliación con Dios.
El apóstol Pablo describió su pasión por alcanzar a los
perdidos en 1 Corintios 9.19-23. Estaba dispuesto a
hacer sacrificios personales y volverse un “siervo de todos”
con tal de dar a conocer su amor por Cristo y testificar a
los perdidos. Esto no significa que haya comprometido la
verdad y la rectitud. Una persona puede adaptarse a las
necesidades individuales sin adulterar la doctrina y el
contenido bíblicos. Pablo tuvo presente el propósito: “Me
he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a
todos me he hecho de todo, para que de todos modos
salve a algunos” (1 Corintios 9.22).
Observe muy adentro de su corazón. Ya que el Espíritu Santo vive en usted, siempre habrá tenido el deseo
de testificar de Cristo a otros. Tome tiempo para confesarle eso a Dios. Dígale que quiere ser parte de su plan,
un siervo dispuesto a experimentar las profundidades de
Dios, quien obra a través de usted. La mayoría de los cristianos añoran una relación más profunda y significativa
con Dios. El crecimiento espiritual viene cuando usted se
une a Dios para hacer su parte en que se cumplan los
propósitos de Él. El valor para testificar surgirá como
consecuencia de su íntimo caminar con Dios. A medida
que le entrega sus pecados y faltas, sus deseos de confiar y
complacerle, Él derramará su poder en usted cuando
testifique.
La pasión que usted debe tener por alcanzar los perdidos no se relaciona con el fanatismo o con la presión para
vender algo. Usted debe obedecer la instrucción de Pablo
de que “sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada
con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada
uno” (Colosenses 4.6). En Romanos 12.11 Pablo nos
dice: “En lo que requiere diligencia no perezosos;
fervientes en Espíritu, sirviendo al Señor”. Diligencia o
pasión, es claramente una virtud que se debe alimentar.
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Recuerde el consejo de Salomón: “El alma sin ciencia no
es buena, y aquel que se apresura con los pies, peca”
(Proverbios 19.2). Su pasión se debe fundar en ser obediente al propósito de Dios.
% Piense en las personas que Dios empleó para llevarlo
a confiar en Cristo como Señor y Salvador. Escriba los
nombres de esas personas en el margen mientras piensa
con respecto a estas preguntas:
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¿Dónde estaría sin ellas que amaron a Dios y a mí lo
bastante para obedecer su mandato a testificar? ¿Cómo
sería mi vida sin Cristo? ¿Puede recordar lo que le testificaron?
Hay una importante diferencia entre desear alcanzar a
los perdidos y amar a los perdidos. Una persona que solo
desea la actividad tarde o temprano perderá el interés y se
irá a otra actividad si él o ella no ama a las personas de la
manera en que Cristo lo hizo.
La Biblia nos permite observar a Cristo enfrentando
muchas exigencias, pero estando centrado en su pasión.
En Capernaúm, “al ponerse el sol, todos los que tenían
enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él,
poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba”
(Lucas 4.40). La gente quería que Él continuara sanando,
pero Jesús se negó a quedarse, y dijo: “Es necesario que
también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de
Dios; porque para esto he sido enviado” (Lucas 4.43).
Nunca perdió de vista su propósito principal: “Y predicaba en las sinagogas de Galilea” (Lucas 4.44). Su propósito principal fue proclamar la manera en que los perdidos
podían ser salvos. Aun la sanidad milagrosa de la enfermedad fue secundaria a la tarea de llevar a los perdidos de
la muerte al conocimiento del camino de vida eterna.
Cómo desarrollar un corazón que testifique de Cristo
¿Por qué debemos testificar? Porque Jesús nos ordenó
hacerlo. La primaria misión de la iglesia es establecer una
manera para que todo perdido escuche las nuevas de
salvación por medio de la fe en Jesucristo. El más grande
honor que usted puede hacerle a cualquiera es presentarle a Jesucristo. Hay claras razones de que usted debe aceptar su responsabilidad de testificar de Cristo.
Lea Mateo 28.18-20. Se le conoce como la Gran
Comisión y es dirigida a cada cristiano. “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén”.
Testificar no es una opción para el cristiano que desea
obedecer y ser fiel en todo a Dios. La Gran Comisión no
es una opción a considerar, sino un mandato para ser
obedecido.
La traducción exacta de “id” en Mateo 28.19 es
“mientras está yendo”. Mientras está yendo, haga
discípulos. Mientras está yendo, bautice convertidos en el
nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Mientras está yendo, enséñeles a obedecer cada cosa que les ha
mandado. Jesús prometió que cuando testifica, Él estará
con usted. Testificar es llegar a ser parte de su respuesta
siempre que aparece una oportunidad o puede ser iniciada. Una profunda relación con Cristo da como resultado
un deseo creciente de hablarle a otros de Él. Cuando vive
el resto de su vida en una relación íntima con Cristo,
desarrollará una más grande conciencia de oportunidades
para testificar. Rara vez testificar requiere tiempo extra en
su programa apretado de actividades, solo una mayor
sensibilidad.
El mandato de Cristo a ir a los perdidos nos provee
instrucciones para hacer tres importantes tareas:
Ser sensibles a las necesidades de los perdidos.
En obediencia, testificar acerca de la fe en Cristo.
Ayudarlos a encontrar una iglesia donde puedan
crecer espiritualmente.
La palabra “compulsión” quizá sea la que mejor
describe la pasión que mueve a una persona dedicada a
testificar. Para algunos cristianos, el conocimiento de que
las personas están perdidas presenta una decisión de sí o
no intentarán testificarles. Una persona con pasión por
testificar de Cristo, no obstante, no decide cuándo tiene
una oportunidad. La decisión ya se ha hecho de forma
concluyente. La decisión es: “¿Cómo me acercaré o
responderé a esa persona perdida?” mejor que: “¿Debo
intentar acercarme o responder a esa persona perdida?”
% ¿Ha pospuesto el testificar de su fe, aunque quería ser
un testigo? ❑ Sí ❑ No
Brevemente, escriba en el margen las razones por las
que pospuso el testificar de Cristo a los perdidos.
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Pablo animó a Filemón: “Para que la participación de
tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que
está en vosotros por Cristo Jesús” (Filemón 6). Pablo
sabía que Filemón crecería en su relación con Cristo
cuando testificara de su fe a los no creyentes. Testificar
siempre profundiza su fe personal. Dios alcanza a los
perdidos por medio de la obediencia de usted, a la vez que
transforma su vida y profundiza en su relación con Él.
Enumere en el margen los nombre de las personas que en
realidad quiere que conozcan a Cristo como su Señor y
Salvador.
11
Testifique de Cristo sin temor
Día 2
Oración
Nada es más importante en el desarrollo de un corazón
para testificar que la oración. Orar cambia las cosas. El
Espíritu Santo obra, las barreras se caen, y la bondadosa
mano de Dios lo guía a oportunidades para testificar y
obedecer.
Testificar no requiere de adiestramiento intensivo o de
la acumulación de extenso aprendizaje teológico. Es una
tarea sobrenatural. La oración lo conecta a usted con el
poder sobrenatural de Dios. Con este poder, su testimonio personal se vuelve más arte que ciencia. Por alguna
razón, muchas personas creen que es mucho más difícil
convertirse en cristiano que lo que en realidad es. Usted
necesita recordar cuán poco conocía en el momento en
que creyó.
A veces, un testigo sobrestima la necesidad de un
particular método de testimonio. No se requiere un
método profesional. El corazón de un testigo tiene más
efecto que cualquier método. Como verá en el Día 5, la
preparación es extremadamente importante. Pero ¿qué
pudiera preparar mejor el corazón de un testigo exitoso
que el poder que viene por la oración?
La oración consecuente prepara su corazón para
cualquier encuentro. Hace poco, al finalizar un culto,
hice una invitación a que pasaran al frente para orar por
los seres queridos perdidos. Mientras muchos estaban en
pequeños grupos llorando y orando, sentí que el Espíritu
Santo me impulsaba hacia el recibidor de la iglesia. Allí
encontré a un hombre, Phil, parado solo. Cuando le
pregunté si él asistía regularmente a la iglesia, me
respondió que no. Le dije: “¿Conoce al Señor Jesucristo?
Él replicó: “Lo conozco de toda mi vida”.
Aunque él afirmó conocer al Señor de toda su vida, no
podía mirarme a los ojos y decirme que había nacido de
nuevo. Cuando le pregunté con respecto a esto, dijo que
no era salvo pero que quería serlo. “¿Quién lo trajo esta
mañana?”, le pregunté. Me dijo que había venido con su
hermano y su cuñada. Tan pronto regresamos al altar,
noté que su cuñada estaba en un grupo de oración. Cuan-
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do me acerqué a ella, la escuché orando por la salvación
de su cuñado.
La vida de Phil fue transformada esa mañana por el
poder de Dios. Además, una cuñada orando fue transformada cuando sintió el poder de Dios.
La oración es la forma principal para desarrollar una
relación íntima con Dios. Es en su oración como usted
llega a conectarse con el poder de Dios para desarrollar un
corazón bondadoso. La oración desarrolla la vida interior
de un cristiano. Sin una relación de oración con Dios,
usted más bien habla acerca de Él sin hablar con Él. La
relación íntima que una persona tiene con Dios por
medio de la oración sigue siendo la clave para desarrollar
un corazón compasivo. Sencillamente póngase a orar,
descubrirá el corazón de Dios en oración, y ese
descubrimiento cambiará su vida.
La oración profundiza su relación con Cristo.
Balancear su crecimiento espiritual interior y otras actividades —enseñar, cuidar a los preescolares, cooperar en un
grupo de discipulado, servir en un comité— depende de
una relación de oración con Dios. Los cristianos que
testifican a los no creyentes se encontrarán en una lucha
espiritual si no mantienen una rutina regular de oración.
Usted puede volverse una persona tan ocupada realizando actividades espirituales que no desarrolle su propia
relación espiritual interior con Dios. ¿Participa en algún
ministerio o servicio?
% En el margen, haga una lista de sus actividades
cristianas. Además, escriba la manera en que usted
balancea esas actividades con el tiempo de oración.
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Cómo desarrollar un corazón que testifique de Cristo
“Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es
mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de
la mies, que envíe obreros a su mies” (Mateo 9.37-38).
Una iglesia dedicó su reunión de oración semanal a
orar por los perdidos. Después de varias semanas, un
miembro de la congregación se puso de pie y dijo que él
oraría de forma diferente: “No necesitamos orar por los
perdidos. Dios sabe quiénes son y dónde están”. Continuó diciendo que orar por los perdidos no es suficiente.
No hacemos nada bueno por los perdidos si orar es todo
lo que hacemos. Dijo que comenzaría a orar a Jesús
pidiéndole por más obreros para la viña.
Es importante orar por los perdidos por nombre, pero
tenga cuidado de no solo orar por ellos. Dios necesita a
personas que lleven las buenas nuevas a los perdidos.
Pídale a Dios que toque su corazón. Pídale a Dios que
ponga carga en usted por la cosecha.
Mientras servía como pastor en una comunidad
campesina, Dios me permitió tener una experiencia que
cambió mi vida de oración para siempre. Al contestar el
teléfono una tarde, reconocí la voz desesperada y tensa de
un campesino que había visto nubes oscuras desplazarse
hacia su finca. Ya que el informe del tiempo no había
predicho lluvia, él había dejado grandes cantidades de
heno recién cortado en los campos, que más tarde serían
recogidos para los establos. Un campesino teme la lluvia
inesperada que hace al heno podrirse y la mayor parte de
este se vuelve inservible.
El campesino me dijo que su hijo se dirigía en un
camión hacia el pueblo. Los obreros migratorios y otros
que buscaban trabajo se reunían en una esquina específica para ofrecer sus servicios a quienes necesitaban obreros
temporales. Por lo general, los camiones iban temprano
en la mañana y escogían los trabajadores que necesitaran
para el día, los hacían subir al camión y los llevaban a los
campos. Pero como era ya tarde, temía que los obreros, al
no encontrar trabajo, hubieran regresado a sus casas.
Nunca olvidaré la voz desesperada de este campesino
cristiano fiel. Me dijo: “Por favor, ore que haya suficientes
obreros en la esquina para ayudarme a recoger el heno
antes que llueva”.
La petición de oración no fue por el heno que estaba
en los campos. El heno no iría a ningún lugar. Él no pedía
que orara que no lloviera. Su esperanza era encontrar
suficientes obreros de los que pudiera depender para
hacer lo que era necesario hacer.
Cuando se ora por los perdidos, a veces he escuchado
la voz del campesino que pedía a Dios suficientes obreros.
A la vez, también escucho la voz de Cristo que nos pide
orar por que las personas tengan el ánimo de ir a los
perdidos y decirles la manera en que pueden ser salvos.
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos
por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del
justo puede mucho” (Santiago 5.16).
Día 3
Sociedad
La tercera clave para tener un corazón dispuesto a testificar de Cristo es formar una sociedad: su relación propia
y especial con Cristo. Los ingredientes esenciales para una
verdadera sociedad son confianza y compromiso. Usted
debe testificar con confianza en el poder de Dios.
Además, debe estar comprometido a hacer su parte.
Muchos cristianos tienden a ser espectadores que admiran los esfuerzos de los que proclaman el evangelio y
testifican. Pero el compromiso es más que admiración:
Significa que tengo que ofrecer mi vida
en profundo compromiso con la vida de Cristo,
con sus enseñanzas,
con sus normas morales,
con su muerte y su resurrección.
En cada cosa que Él ha dicho y hecho.
Significa que tengo que testificar
en profundo compromiso
con las vidas de las personas,
no parado como un espectador,
mirando lo que pasa,
sino estando allí en el lugar de los hechos1
Desde el principio, Dios prometió que vivir nuestra
vida para Él sería una sociedad. Dios le dijo a Josué:
13
Testifique de Cristo sin temor
“Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida;
como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni
te desampararé” (Josué 1.5) Dios continuó garantizándole a Josué: “Mira que te mando que te esfuerces y seas
valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios
estará contigo en dondequiera que vayas” (Josué 1.9).
Testificarle a un perdido no es una tarea menor que la que
se le dio a Josué. No hay trabajo más importante para los
cristianos que ayudar a los perdidos a conocer la verdad
de que Cristo murió en la cruz por nuestros pecados.
Jesucristo nos ha prometido la presencia y la sociedad
de su Espíritu, que es nuestro paracleto. “Paracleto” es
una palabra en griego que significa: “Uno que ayuda, uno
que nunca lo dejará”. Él estará presente para cumplir las
promesas de Dios, y para darle el poder de Dios para que
haga las cosas que Él pide. “Pero yo os digo la verdad: Os
conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el
Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo
enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de
pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16.7-8).
No puede esperar que alguien haga las cosas que Dios
le ha pedido a usted hacer solo porque esa persona parezca más capaz. Dios llevó a Aarón a una sociedad con
Moisés, pero Dios no eximió a Moisés de la responsabilidad de hacer lo que le había pedido que hiciera. Una
sociedad depende de que cada uno esté donde se espera
que esté y que haga lo que se espera que haga. Una
sociedad que vale la pena requiere constancia y valor;
responsabilidad y seriedad. Una sociedad que vale la
pena:
• tiene un propósito meritorio que no se puede lograr
sin la ayuda del otro socio.
• los miembros han acordado una estrategia para la
tarea.
La relación entre Dios y su testigo es un hilo que corre
por toda la Biblia. Dios encontró a Gedeón bajo un árbol
y lo llamó para liberar a Israel de los madianitas (véase
Jueces 6.11-14). Dios escuchó cuando Gedeón expuso las
razones por las que no era la persona adecuada para hacer
eso. Seguro que Dios había escuchado esas objeciones
antes. Gedeón dijo: “Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a
14
Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo
el menor en la casa de mi padre” (Jueces 6.15). Gedeón
pidió varias señales de que Dios proveería los recursos y el
poder para que él realizara la tarea. Así que fue Gedeón,
no Dios, el que fue probado.
Un ejército de 32,000 se unió a Gedeón, el que ahora
estaba listo para llevar adelante un enorme ejército con la
promesa de la presencia de Dios. Pero antes que él
pudiera chocar con el enemigo, su ejército sería reducido
a 300 (Jueces 7.1-8). Con nada más que la fe en Dios y
en sociedad con Él, Gedeón debía cumplir la misión de
Dios.
Dios le pidió a Moisés que fuera a Faraón y sacara a los
israelitas de Egipto. Moisés podía adelantarse en hacer
que se conociera el mensaje de Dios (Éxodo 3.10). Su
reacción al llamado fue darle razones del porqué seguramente no podría ir a decirle a faraón el mensaje de Dios.
Esas misma razones son como un eco en nuestro tiempo,
cuando muchos cristianos dicen las mismas protestas. Las
excusas de Moisés para no querer ir a Faraón con el
mensaje de Dios solo encubrían la verdadera razón, que
finalmente admitió.
En primer lugar, le dijo a Dios que él no tenía la posición o categoría para acercarse a un faraón poderoso
(Éxodo 3.11-12). El cristiano de hoy posiblemente diga:
“Un ministro será la persona más indicada para ir a mi
vecino que está perdido. Los ministros están preparados,
y la gente respeta a los ministros. Les creerán”.
En segundo lugar, Moisés le dijo a Dios que el pueblo
no tendría manera de saber que él les estaba hablando de
parte del verdadero Dios de Israel. Como muchos hoy
día, él declaró que no sabía lo suficiente de Dios para
convencer a las personas (Éxodo 3.13-17). El cristiano de
hoy es posible que diga: “No sé suficiente doctrina ni
cómo explicar las cosas de Dios a un perdido. Alguien
que es profundamente espiritual y sabe mucho de Dios
debe ir a mis parientes que están perdidos”.
En tercer lugar, Moisés le dijo a Dios que el pueblo no
creería su historia (Éxodo 4.1-9). El cristiano de hoy posiblemente diga: “El perdido no verá ninguna razón en mi
vida para creer en mi testimonio de la salvación por
Cómo desarrollar un corazón que testifique de Cristo
gracia y el cuidado de Dios. Alguien que ya ha experimentado un milagro en su vida sería la mejor persona
para testificar”.
En cuarto lugar, Moisés le dijo a Dios que no sabía
hablar bien, que no hablaba con facilidad o que no iba a
decir lo correcto (Éxodo 4.10-12). El cristiano de hoy
posiblemente diga algo como esto: “Yo no hablo bien de
las cosas espirituales con otras personas. Pudiera decir
cosas equivocadas o solo confundir a mi amigo perdido”.
Luego, Moisés expresó lo que la mayoría de los cristianos de hoy dirían ante el llamado de Dios a testificar.
Moisés dijo: “¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del
que debes enviar” (Éxodo 4.13). Aunque pronunciadas
hace cientos de años, la petición de Moisés a Dios representa las actitudes de muchos cristianos respecto de testificar a los perdidos. Tal como en la época de Moisés, hay
un temor implantado profundamente en nuestro corazón
que nuestro testimonio traerá vergüenza a Dios y a
nosotros mismos.
Lo que Moisés y muchos cristianos hoy pasan por alto
es la promesa de Dios. En Éxodo 3.12 Dios dijo: “Ve,
porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que
yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al
pueblo, serviréis a Dios sobre este monte”. Dios llamó a
Aarón, el hermano de Moisés, para que fuera con él y le
dijera al pueblo lo que Dios había dicho. Al trabajar
juntos para convencer a uno de los líderes más poderosos
del mundo, Moisés y Aarón dieron la muestra de lo que
significa una sociedad profunda y emocionante. La
misma sociedad íntima que Dios estableció con Moisés
existe hoy entre Dios y los llamados a testificar de su
mensaje. Él será con usted también.
En Hechos 1.8 leemos el llamado de Jesucristo a cada
cristiano. Es un llamado a una sociedad para que la
historia de Jesús se pueda decir en todo el mundo. Dios
ha escogido trabajar en sociedad con los cristianos para
muchas cosas cruciales. Comunicar las buenas nuevas es
una de las expresiones más notorias de esa sociedad.
Si las cosas que usted hace han de trascender a la
eternidad, deben ser hechas en sociedad con Cristo. Por
esto Jesús dijo en Juan 15.5: “Yo soy la vid, vosotros los
pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva
mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”.
La misma idea se refuerza en la declaración de Pablo:
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses
4.13).
Día 4
Poder
La prescripción para obtener poder espiritual se encuentra en Hechos 1.7-8: “Y les dijo: No os toca a vosotros
saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su
sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido
sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de
la tierra”.
Jesús promete el poder del Espíritu Santo para un
propósito específico: “me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”
(v. 8). ¿Tiene dificultad para testificar de Cristo? Quizá le
ayudará recibir una prescripción para desvanecer su
temor. La receta consta de dos ingredientes que le
ayudarán a curar su desgano: obediencia y poder.
Cuando usted sea obediente, Dios le proveerá del poder.
Tendrá éxito no solo en llevar a alguien a Cristo, sino
también en vivir su vida cristiana cada día, testificar del
evangelio y confiar en que Dios dará los resultados.
En todo lo que hace, usted puede reclamar el poder de
un mayor amor porque sabe lo que Cristo ha hecho:
“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su
vida por sus amigos” (Juan 15.13). Pablo escribió de este
“poder de su resurrección” que deseaba conocer por sobre
todo lo demás (Filipenses 3.10). Este poder es suyo
porque Cristo vive en usted. El poder que ha vencido la
oscuridad de la muerte es el mismo poder que usted verá
vencer todos los obstáculos situados en el camino de un
testimonio fiel a un mundo perdido. La voluntad de Dios
es que cada cristiano testifique, y así verá el mismo poder
que liberó a Cristo de la muerte lo librará a usted de su
dependencia de sus propios conocimientos y capacidades.
15
Testifique de Cristo sin temor
Debe depender del poder de Dios. Jesús nos habla de las
posibilidades sin límite que acompañan a cualquier cosa
que se hace en el poder y el amor de Él (véase Juan 14.1113).
Regocíjese en su posición del “poder de resurrección”.
Usted no puede fallar si es fiel en hacer lo que Dios le ha
pedido que haga. El Espíritu Santo estará con usted en su
testimonio. No necesita abordar ninguna oportunidad
para testificar con el temor de que Él no está con usted.
El día de pentecostés, acompañado de señales extraordinarias, el Espíritu Santo se derramó en los creyentes.
Desde ese día, el énfasis ha sido en recibir. Al testificar a
los judíos en Jerusalén, Pedro afirmó: “Arrepentíos, y
bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdón de los pecados; y recibiréis el don del
Espíritu Santo” (Hechos 2.38).
El Espíritu Santo hará eficaces los esfuerzos de usted.
Es el Espíritu Santo el que convence de pecado y toca el
corazón. Es extraordinario ver al Espíritu Santo obrar, y
una posición a la defensiva cambia a una de interés. Las
preguntas difíciles que usted teme se volverán sin importancia cuando el poder generado por su sociedad con
Dios crece. Sentirá que el Espíritu Santo obra a través de
usted cuando Él guía a un perdido a hacerle las preguntas correctas, encontrar las respuestas correctas y tomar
una
decisión. El temor y la indecisión se convertirán en gozo
cuando vea lo que Dios hace cuando un cristiano común
participa en un servicio extraordinario. El poder de Dios
le será dado de acuerdo a la necesidad. Recuerde que Dios
no le dará una tarea para la que no haya hecho provisión.
Por lo general, este es un poder que no puede sentirse
antes de tiempo. Usted debe confiar en que Dios
cumplirá su palabra.
Testificar, como todas las otras tareas que Dios le
manda, se basa en su convicción de que su misión será
cumplida no con su propio poder, sino que la presencia
de Dios le dará el poder (véase Zacarías 4.6). Jesús habló
con una mujer que había venido a un pozo para calmar
su sed (Juan 4.1-42). Una vez que Jesús se reveló a sí
mismo como el Mesías, la mujer corrió a su aldea e invitó
16
a los que allí vivían: “Venid, ved a un hombre que me ha
dicho todo cuanto he hecho”. Pero a continuación ella
dijo: “¿No será éste el Cristo?”(Juan 4.29). Su testimonio
en la aldea constó de dos declaraciones. Una parte del
testimonio revelaba lo que ella conocía: “Venid, ved a un
hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho”. La siguiente pregunta, no obstante, ilustra la naturaleza vacilante
de muchos: “¿No será éste el Cristo?” La sinceridad de su
testimonio es creíble porque dijo solo las cosas de las que
ella estaba segura. Aunque conocía algunas cosas, había
una pregunta pendiente en su experiencia con Jesús. El
testimonio de ella transformó a estas personas perdidas
no a través de algún método en particular, sino por medio
del poder de su amor hacia el Señor y hacia los demás.
Día 5
Preparación
Un miércoles por la noche, salí de mi oficina y me dirigí
hacia mi casa por una oscura y sinuosa carretera. Cuando
llegué a una curva había varios autos de la policía y un
helicóptero que volaba exactamente frente a mí. Un
pequeño automóvil se había hecho añicos al chocar
contra un árbol. El chofer de 19 años fue rescatado de
entre los escombros. El personal médico de emergencia le
administraba sueros intravenosos para estabilizarlo.
Observé el círculo de obreros de emergencia y Dios me
habló. Me abrí paso y me arrodillé junto al joven. Me di
cuenta de que no podía hablar. Sabía que tenía solo unos
segundos antes que se lo llevaran. Le dije: “Si puedes decir
‘sí’ con el corazón a estas cinco preguntas, Dios entrará a
tu vida hoy”. Luego pregunté: “¿Eres pecador?” Él indicó
un “sí” con un gemido. “¿Quieres ser perdonado de tus
pecados?” Asintió. “¿Crees que Cristo murió por ti en la
cruz y que resucitó de nuevo?” Indicó de nuevo que “sí”.
“¿Tienes el deseo de rendirte a Cristo?” Emitió un lastimoso “sí”. “¿Quieres que Cristo venga a tu vida y a tu
corazón?” Y dio un último gemido en señal de afirmación. Este joven, en una condición crítica, aceptó a Cristo
en ese momento.
Cómo desarrollar un corazón que testifique de Cristo
Murió al día siguiente.
Sepa esto: si este joven dijo “sí” desde lo más profundo de su corazón, es un joven que camina por las calles de
oro y dice: “¡Vaya, que cerca estaba!” Me alegro de haber
estado preparado para testificar con sencillez del evangelio, y por eso deseo que usted aprenda a testificar de
Cristo sin temor.
Aprender a testificar de Cristo no significa ausencia de
temor. Significa estar preparado para responder a las
oportunidades de testificar a los que de otro modo no
tienen esperanza de salvación. Testificar sin temor significa no permitirle a los temores que manden en su determinación de obedecer y testificar de Cristo al perdido.
Debe apartar la mirada de las causas del temor y mirar a
la fuente de poder, y decir junto al apóstol Pablo:
“Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de
palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre
vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y
temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con
palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con
demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe
no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el
poder de Dios” (1 Corintios 2.1-5).
Con fe en Dios y en su Palabra, usted puede testificar
con éxito sin temor a fracasar. Una vez que haya descubierto la pasión por los perdidos, se haya preparado adecuadamente por medio de la oración, y se dé cuenta de su
sociedad con Dios, el Espíritu Santo le dará el poder.
% Dedique un momento a visualizar los rostros de su
familia, de sus amigos en el trabajo y de las personas que
lo rodean. Escriba el nombre o describa brevemente a algunos de ellos, luego indique si sabe o no si es cristiano.
________________________________ ❑ Sí ❑ No
________________________________ ❑ Sí ❑ No
________________________________ ❑ Sí ❑ No
________________________________ ❑ Sí ❑ No
Al continuar con este estudio, usted aprenderá una
manera cómoda de descubrir las necesidades espirituales
de ellos y testificarles de su fe. Ore por usted mismo.
Ruegue a Dios que cargue su corazón y lo guíe a responder a las oportunidades.
Pedro escribió: “Sino santificad a Dios el Señor en
vuestros corazones, y estad siempre preparados para
presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante
todo el que os demande razón de la esperanza que hay en
vosotros” (1 Pedro 3.15).
Dios nunca lo forzará a ser obediente. Sin embargo, Él
le dará una manera para que venza todos los obstáculos
para testificar. La batalla contra Satanás no es una que se
pueda vencer con su propia fuerza. Debe fortalecerse “en
el Señor, y en el poder de su fuerza” (véase Efesios 6.10).
No hay nada que Satanás quiera más que lograr que
usted esté silencioso cuando Dios obra en la vida de un
perdido. No tiene que temer al fracaso cuando trate de
guiar a alguien a confiar en Cristo como Salvador y Señor.
Su parte es ser obediente testificando. El temor a testificar es más con respecto a su propia falta de facilidad que
respecto a las objeciones del perdido. No es posible fallar
cuando usted es fiel. Recuerde que el éxito está en vivir la
vida cristiana día a día, testificar del evangelio y confiar en
Dios para los resultados. Testificar de manera exitosa
sucede en el momento en que usted obedece al responder
y testificar.
Todo lo que Satanás puede hacer no es lo bastante
fuerte para hacer que el testimonio de usted falle: “Porque
mayor es el que está en vosotros, que el que está en el
mundo” (1 Juan 4.4).
El pueblo de Dios debe reconocer el carácter y el
propósito de Satanás, la naturaleza de la confrontación
con él y su significado. Satanás obra con astucia para
desanimarlo en cualquier cosa que honre y traiga provecho a Dios. Usted no debe interpretar incorrectamente al
enemigo. Es sutil pero causa gran desaliento. Es fácil que
Satanás nos desanime a testificar, porque las protestas
parecen razonables. Recuerde que aprender a testificar es
más aprender a confiar y obedecer a Dios que mejorar
nuestras capacidades o aprender los métodos correctos. Al
testificar es más importante obedecer que medir el éxito
por los resultados.
Durante un vuelo entre Denver y Newark, me ocupé
17
Testifique de Cristo sin temor
en la lectura hasta poco antes del aterrizaje. Una mujer
cerca de mí también había estado leyendo, y poco antes
del aterrizaje cerró su libro. Le pregunté: “¿Es el final de
su viaje hoy?” Ella contestó: “Sí”. Le pregunté: “¿A qué se
dedica?” Contestó que era ingeniera y trabajaba para una
gran compañía. Le dije: “Qué bueno”. Entonces le hice
una de las mejores preguntas para llevar la conversación
hacia temas cristianos: “¿A cuál iglesia asiste?”
Es una pregunta sencilla que la mayoría de las veces
provoca respuestas previsibles. Una respuesta que he
recibido es similar a “mi primo tercero en Nebraska es
pastor”. Pero la persona nunca puede recordar el nombre
de la iglesia donde sirve su primo. Otra respuesta popular
es: “Voy a una gran iglesia pintada de blanco donde vivo”,
pero no puede recordar el nombre de la iglesia ni el del
pastor.
Esta mujer dijo rápidamente: “Sí, soy católica copta”.
Sabía lo suficiente sobre eso para entender que ella iba a
una iglesia que es parte de la ortodoxia griega más el
catolicismo romano. Mi próxima pregunta nunca la
había hecho: “¿Cómo se salva un católico copto?” Dos
minutos antes de llegar a la salida, ella dijo: “Desearía que
alguien me dijera cómo ser salva”.
Me hallaba frente a una oportunidad para testificarle
a una persona que Dios había preparado para que
escuchara el evangelio. Era claro que ella estaba abierta
para que Dios obrara en su corazón. Pero teníamos solo
segundos antes que llegáramos a la terminal aérea, y no
veía cómo tendría tiempo para hacer lo que Dios quería
que hiciera. De pronto, el piloto habló y anunció: “Lo
siento, damas y caballeros, no podemos entrar a nuestra
terminal en este momento. Hay un avión en nuestra
puerta. Nos demoraremos unos 10 minutos”.
Mi corazón palpitaba fuerte por la emoción. Era como
si la mano de Dios se hubiera inclinado y lo detuviera
todo. Esta mujer quería oír, y yo no tenía miedo de testificarle.
Más tarde advertí con cuánta facilidad había olvidado
que quien está al mando es Dios. No soy yo, no son las
circunstancias. Dios obra en los corazones de las personas
en todas partes, y no puedo fallar si no estoy callado.
18
Durante esta demora, mientras otros estaban inquietos,
yo me regocijaba al tener el privilegio de guiar el corazón
abierto de una ingeniera para aceptar a Cristo como
Señor y Salvador de su vida.
Cualquier conversación puede convertirse en una
oportunidad para testificar del evangelio. Esto no es un
método que requiera apartar dos horas cada semana para
evangelizar. Este método le permite moverse a través de la
vida como lo hace normalmente, preparado para ser
obediente a Dios cuando Él le de la oportunidad.
Como cristiano, debe estar listo para testificar acerca
de su propia experiencia hacia la salvación; una descripción de solo tres minutos de lo que su vida era antes de
conocer a Cristo (un minuto), la manera como se convirtió a Cristo (un minuto), y lo que Cristo ha hecho en su
vida (un minuto).
% En el margen, describa de manera breve su propia
historia. Es importante que esté preparado para dar su
testimonio con facilidad a otros. Deténgase un momento y dedique el tiempo necesario para expresar de manera clara y sencilla lo que Cristo ha hecho en su vida.
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Cómo desarrollar un corazón que testifique de Cristo
Testificar de Cristo debe motivarlo un amoroso deseo
de guiar al perdido de la oscuridad a la luz, y de la falta
de esperanza a la esperanza. No debe motivarlo el solo
deseo de probarle al perdido que está equivocado.
Sea consecuente en vivir la fe que usted proclama:
“Teniendo buena conciencia, para que en lo que
murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en
Cristo” (1 Pedro 3:16). La vida cristiana llevada de
manera consecuente establece su testimonio y le da credibilidad. Es difícil para un perdido creer en las afirmaciones de un cristiano cuya vida marcha contraria a las
normas de Cristo.
Hay tres pasos para testificar de su fe y guiar al perdido a Cristo. El primer paso consiste en hacer una serie de
cinco preguntas que lo ayudarán a descubrir la condición
espiritual de la otra persona. El segundo paso consiste en
pedir al perdido que lea en voz alta un grupo de versículos de la Biblia. El tercer paso consiste en hacer cinco
preguntas que resumen las verdades de los versículos y
guían al perdido a un punto de decisión. Durante las
próxima dos semanas, su relación personal con Cristo se
fortalecerá al aprender estos pasos sencillos.
__________
1 Harold F. Leestma, More Than a Spectator [Más que un espectador] (Glendale:
Regal Books, 1974), p. 1
NOTAS:
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% Asignación:
Dé gracias a Dios por su vida en Cristo y por las
personas que Él usó para guiarle en aceptarlo como
su Señor. Testifique esta semana a un miembro de su
familia o a un amigo íntimo sobre la forma en que se
convirtió a Cristo.
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19
Testifique de Cristo sin temor
SEMANA 2
Cómo aprender a testificar de Cristo
E
sta semana le serán presentados dos de los tres
pasos sencillos para testificar de su fe. Usar estos
pasos, le permitirá a Dios obrar por medio de
usted cuando Él guíe a un perdido a Cristo.
En el primero de estos tres pasos, aprenderá cinco
preguntas que lo ayudarán a descubrir la condición espiritual de la persona. Estas preguntas son solo guías, y no
encierran el propósito de iniciar un debate teológico.
El segundo paso para testificar de su fe consta de siete
versículos bíblicos. Desde Romanos 3.23 y hasta Apocalipsis 3.20, este grupo de siete versículos serán leídos en
voz alta por el no cristiano. Después de cada versículo, le
preguntará al no creyente: “¿Qué significa este versículo
para usted?” Luego esperará a que el Espíritu Santo
despierte la convicción en el corazón de la persona.
En el tercer paso encontrará de nuevo cinco preguntas. Estas resumirán las verdades de los versículos del
segundo paso y guiarán a la persona a la pregunta final:
“¿Está preparado para invitar a Cristo a entrar en su
corazón y en su vida?”
Seguir estos pasos le ayudará a evitar discusiones
innecesarias o defensivas que pueden ser un obstáculo.
Dos hechos importantes lo alentarán:
• Este método hace que testificar sea increíblemente
sencillo.
• Usted absoluta e incondicionalmente no puede
fracasar. ¿Por qué?
% Escriba la respuesta a esa pregunta en el margen de
esta página.
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20
Una vez que se ha unido en sociedad con el Espíritu
Santo para testificar a un perdido, usted se asombrará del
poder del Espíritu Santo para romper todas las barreras.
Dirá: “Desearía haber conocido cómo hacer esto antes”.
Día 1
Use preguntas para determinar
dónde obra Dios
El primer paso consiste en hacer una serie de cinco
preguntas que lo ayudarán a determinar la condición
espiritual de la persona. Estas preguntas harán aflorar
información valiosa que lo ayudará a darse cuenta de
cómo obra Dios en la vida de la persona. Hacer preguntas le ayuda a evitar hablar más que escuchar. Es esencial
escuchar lo que Dios le está diciendo a la persona por
medio de las Escrituras. Permítale al Espíritu Santo hacer
surgir una convicción en el corazón de la persona.
¿Ha usado alguna vez un termómetro cuando cocina
en su casa? Si usted es como yo, lo pone dentro del asado
porque no sabe que está pasado allí. No puedo mirar
constantemente el asado. A veces se cocina rápido y a
veces lento. Así que uso un termómetro.
Las preguntas sirven de termómetro para detectar la
condición espiritual al testificar. Permiten saber que está
ocurriendo en el corazón y la mente del perdido. Usted
puede usar preguntas en cualquier conversación para
hacerla cambiar de dirección y probar la temperatura
espiritual.
Hace poco mientras estaba en el área de espera de un
aeropuerto, hablé con un joven que me preguntó si un
vuelo estaba retrasado. Después de charlar sobre hacia
dónde se dirigía, le dije: “¿Cuál es su deporte favorito?”
Cómo aprender a testificar de Cristo
Él respondió que era un gran admirador del baloncesto
del NBA. Le dije: “Oiga, es de cierta importancia el
dinero que algunos de esos jugadores ganan. Acabo de
escuchar que un jugador firmó un contrato por muchos
millones de dólares por algunos años. A pesar de su éxito,
es para ahora y luego salen de la página deportiva, y
algunos jugadores han desperdiciado su vida. Aunque
hacen mucho dinero. ¿Alguna vez se ha preguntado cuánto dinero tiene que hacer un hombre antes que su vida
esté realizada? Para mí, si mi familia está saludable y segura, si tengo un trabajo decente y si la familia se encuentra
relacionada con la vida de nuestra iglesia, entonces la vida
es maravillosa. ¿Está su familia activa en alguna iglesia?”
Observe la manera natural en que la conversación se
desplazó hacia el área de la vida cristiana. Este hombre y
yo fuimos del baloncesto a la vida espiritual de él. Una
pregunta hizo girar la conversación a pensamientos más
profundos en un instante.
Una mujer hablaba conmigo después de una reunión
a la que asistí. Le pregunté: “¿Cuál cree que es el mayor
problema que las mujeres enfrentan hoy?” Pensó por un
momento y contestó: “Demasiado quehacer e insuficientes horas en un día para hacerlo”. Respondí: “No veo
cómo las mujeres lo hacen. No estoy convencido que una
semana de cuarenta horas resolvería el problema. Con
toda la sensibilidad, las emociones creadas por Dios que
Él les ha dado, ¿algunas vez han tenido tiempo para
detenerse y pensar acerca de la vida y cuáles son las cosas
realmente importantes? Quiero decir, ¿alguna vez usted
han tenido tiempo para detenerse y pensar con respecto a
la vida, y qué le ocurriría si toda esa actividad de pronto
se detuviera porque usted muriera?”
¿Se da cuenta del cambio de dirección logrado con las
preguntas? Las preguntas sirven como un excelente
sondeo para revelar que está ocurriendo espiritualmente
en la persona. Las cinco preguntas pueden ayudarlo a
llevar la conversación hacia los temas espirituales:
1. ¿Tiene usted algún tipo de creencia espiritual?
2. Para usted, ¿quién es Jesucristo?
3. ¿Piensa que existe el cielo y el infierno?
4. Si muriera ahora mismo, ¿adónde iría usted?
5. Si lo que usted cree no fuera cierto, ¿le gustaría
conocer la verdad?
Tenga presente que usted busca maneras de llevar la
conversación hacia testificar.
• Diga algo.
• Haga preguntas, que son una manera de averiguar
cómo Dios esta obrando en el corazón de la persona.
• Escuche, lo cual es la mejor manera de conocer que
es lo que sucede y para tener la oportunidad de alcanzar
su meta.
• Dirija la conversación hacia temas espirituales. Verá
cuán fácil es cambiar cualquier conversación a una
conversación espiritual.
PRIMERA PREGUNTA
¿Tiene usted algún tipo de creencia espiritual?
% Dedique un momento a escribir su propia respuesta a esta pregunta en el margen de esta página.
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Es importante comenzar donde las personas están, y
no donde usted desearía que estuvieran. La mayoría de
nosotros no vive más en una cultura predominantemente
de iglesia. La mayoría de los perdidos hoy entienden
mucho menos de lo que los cristianos hablan que las
21
Testifique de Cristo sin temor
generaciones pasadas. Preguntas como “¿Cree usted en
Dios?” y “¿Es usted cristiano?” pueden causar la inmediata reacción defensiva del perdido.
A las personas les agrada expresar sus opiniones. Una
pregunta como: “¿Cree usted en Dios?” puede ser
demasiado personal y directa. Pero pregunte: “¿Tiene
usted algún tipo de creencia espiritual?” y la mayoría de
las personas sentirán que hay lugar para sus opiniones sin
ser meterse en aprietos. Las personas están deseosas de
hablar de sus asuntos espirituales. A menudo esconden
esta hambre bajo una falsa indiferencia o con respuestas
tajantes. Sin embargo, están deseosas y buscando maneras
para hablar de manera segura con respecto a los asuntos
espirituales.
La primera pregunta: “¿Tiene usted algún tipo de
creencia espiritual?” determina el escenario para hablar de
Cristo. Esta pregunta le permitirá a la persona abordar el
tema de su incredulidad en la conversión. Recuerde que
no importa si responde en 10 segundos o 10 minutos.
Usted no debe responder ni tratar de aclarar alguna cosa
que la persona diga. Centre su atención en escuchar, este
es un acto de amor y preocupación. Sus únicas respuestas
deben ser algo como: “Ahh” o “Uhh”.
Busque en su Biblia Hechos 8.26-39. El Espíritu
Santo envió a Felipe a un camino desierto que iba de
Jerusalén a Gaza. Felipe encontró a un etíope que volvía
a su país. Felipe le preguntó: “Pero ¿entiendes lo que
lees?” (Hechos 8.30). El etíope respondió con una
pregunta que le permitió a Felipe en seguida dirigir la
conversación a Cristo: “Entonces Felipe, abriendo su
boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el
evangelio de Jesús” (Hechos 8.35).
Esté atento a las muchas oportunidades que Dios le
dará para usar esta pregunta con familiares, compañeros
de trabajo, vecinos y otros conocidos. Además, sea sensible a otros que se crucen en su camino, por ejemplo el
dependiente en una tienda.
Ya sea que la persona responda “sí” o “no” a su primera
pregunta, es importante permitirle hablar. La persona no
tendrá nada que argumentar o defender si el solo requisito es hablar del tema.
22
Día 2
Segunda y tercera pregunta
SEGUNDA PREGUNTA
Para usted, ¿quién es Jesucristo?
% Dedique un momento a escribir su propia respuesta a esta pregunta en el margen de esta página.
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Lea Mateo 21.10-11. Cuando Jesús entró en la ciudad de
Jerusalén, el pueblo se conmovió y preguntó: “¿Quién es
éste?” (v. 10). Esta hambre en la mente y en el corazón de
las personas está todavía viva hoy. Encuentre una manera
de introducir esta pregunta en la conversación lo más
pronto posible. Esta pregunta es la que realmente interesa. Es la que abrirá el corazón del perdido como ninguna
otra.
Lea Mateo 16.13-16. Jesús dirigió la conversación
hacia lo que le interesaba. Preguntó: “Y vosotros, ¿quién
decís que soy yo?” (v. 15). Cada uno tiene que responder
a esa misma pregunta. No le puede dar mejor ayuda a un
perdido para guiarlo hacia Cristo que hacerle esta pregunta de forma bondadosa cuanto antes.
Lea Juan 8.12-30. Hay muchos que pueden identificar a Jesús como el tema del Nuevo Testamento, pero no
Cómo aprender a testificar de Cristo
lo conocen personalmente. En Juan 8, Jesucristo declaró
la necesidad de conocer la verdadera identidad de Él. Los
fariseos retaron su afirmación de haber venido de Dios (v.
13), y espiritualmente tropezaron cuando fueron llamados a creer en Él como el único camino de salvación. Su
repudio de Él como uno con el Padre significó que ellos
estaban camino a morir en sus pecados. Esa consecuencia
no fue solo para los fariseos, sino es para todos los que
rechazan a Cristo.
Jesús les dijo que Él es “la luz del mundo; el que me
sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la
vida” (v. 12). La negativa de ellos a creer en Él significó
que “en vuestro pecado moriréis” (v. 21). Él les advirtió:
“Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de
este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso os dije que
moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo
soy, en vuestros pecados moriréis” (Juan 8.23-24).
Cuando pregunte: “Para usted, ¿quién es Jesucristo?”
Algunas personas responderán: “El Hijo de Dios” o “El
hombre que murió en la cruz”. Observe que tales respuestas son religiosas pero no indican una relación personal.
Un cristiano sencillamente respondería: “Mi Señor y mi
Salvador”
Un perdido quizá quiera saber que usted tiene una
relación personal con Cristo. Por eso decir: “Él es mi
Señor y Salvador”, le dará una poderosa oportunidad al
Espíritu Santo de hablarle al perdido.
Su mejor respuesta después de preguntar: “Para usted,
¿quién es Jesucristo?” es no decir nada. El propósito es
provocar que la otra persona piense con respecto a Cristo
y que el Espíritu Santo continúe convenciendo a la persona de su vacío espiritual. El propósito no es enseñarle
una lección o convencerlo de algo. Ese es el papel de las
Escrituras y del Espíritu Santo. El Espíritu Santo estará
hablándole al corazón del perdido. Recuerde que el papel
de usted es obedecer. Usted debe respetar la libertad dada
a cada individuo de decirle “sí” o “no” a Cristo.
TERCERA PREGUNTA
¿Piensa que existe el cielo y el infierno?
% Dedique un momento a escribir su propia respuesta a la pregunta en el margen de esta página.
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Esta no es tampoco una pregunta amenazante. Usted
no le está pidiendo a la persona que diga “sí” o “no” con
respecto a si su destino será el cielo o el infierno. No
obstante, está abriendo una oportunidad para que hable
con respecto al asunto. A veces los perdidos hablarán con
libertad en cuanto a lo que creen o no creen que sea la
vida venidera.
La fe en Jesucristo como Señor y Salvador es la clave.
Haga la pregunta y permita que le diga lo que cree.
Permita que el Espíritu Santo use esa pregunta para volver
su corazón a Jesucristo.
Jesús no ignoró la existencia del infierno, pero no
insistió en él. No es una buena idea centrar toda la atención de su testimonio en las consecuencias de rechazar a
Cristo. Sin embargo, es peor no tocar el tema.
Lea Lucas 16.19-31. Al usar la historia del rico y
Lázaro, Jesús enseñó que las descripciones vívidas y las
pruebas del infierno no necesariamente conducirán a una
persona a aceptar a Cristo. El rico suplicó que Lázaro
fuera enviado desde el cielo a decirle a sus hermanos qué
es el cielo y qué es el infierno. “Porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan
ellos también a este lugar de tormento” (Lucas 16.28). La
respuesta de Abraham fue que habían recibido suficiente
advertencia. “Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés
y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se
levantare de los muertos” (Lucas 16.31).
23
Testifique de Cristo sin temor
Día 3
Cuarta y quinta preguntas
confiados en su incredulidad pueden ser, al final, los más
sensibles si son tratados de la manera correcta.
CUARTA PREGUNTA
Si muriera ahora mismo, ¿adónde iría usted? ¿Por
qué?
QUINTA PREGUNTA
Si lo que usted cree no fuera cierto, ¿le gustaría conocer la verdad?
% Dedique un momento a escribir su propia respuesta a esta pregunta en el margen de esta página.
% Dedique un momento a escribir su propia respuesta a esta pregunta en el margen de esta página.
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Hace poco una mujer respondió rápidamente a la
tercera pregunta: ‘¿Piensa que existe el cielo y el infierno?”
con un enfático “absolutamente no”. Cuando se le hizo la
cuarta pregunta, más personal: “¿Adónde iría?”, ella dijo:
“Claro que al cielo”.
La tercera pregunta requiere más del intelecto. La
cuarta pregunta exige una respuesta del corazón, al llevar
a la persona con que habla a algo más íntimo. Las
personas se ponen muy serias cuando se les hace pensar
en los aspectos personales de su vida.
Si la persona responde: “al cielo”, pregunte: “¿Por qué
le permitiría Dios entrar al cielo?” La respuesta que dé
abrirá el corazón a la verdad adicional.
La mayoría de los perdidos están decididos a no
exponer su vulnerabilidad a las personas perspicaces. El
proceso conversacional rompe esta barrera al crecer
inmediatamente la relación. En el avión me he sentado al
lado de personas que se presentan a ellas mismas diciendo que no son de muchas palabras y dan a entender que
no quieren hablar. Después de un tiempo en el aire, me
encuentro a mí mismo asombrado de cuántos asuntos
personales profundos ellos han traído a consideración.
Los perdidos son mucho más conscientes y sensibles a
sus pérdidas y temores de quebrantamiento espiritual que
lo que con frecuencia reconocemos. Los que parecen más
Esta pregunta es decisiva. Las personas temen perder
oportunidades por no conocer la información exacta.
Jesús estuvo preparado para hacer las preguntas difíciles cuando fue oportuno. Para seguir su ejemplo, es
importante que usted sea directo y claro cuando una
persona llega al punto de entender lo que significa aceptar a Cristo como Salvador y Señor.
Este punto es crucial en el proceso de testificar. Solo
hay dos posibles respuestas a la quinta pregunta: “sí” o
“no”. Si la respuesta es “sí”, proceda al paso segundo (leer
los versículos bíblicos en voz alta). Si la respuesta es “no”,
deténgase. Nunca, ni una sola vez, he peleado por un
“no”. Le he dicho a muchas personas: “Si lo que usted
cree no fuera cierto, ¿le gustaría conocer la verdad?” Ha
habido personas que han dicho “no”, y no he hecho nada.
El silencio con frecuencia crea mucha conversación. La
mayoría de las personas luego dicen algo como: “Bueno,
¿no me dirá?” En broma digo: “¿Por que no quiere
saber?”. Ellos dicen: “sí”, y allá voy de nuevo.
Pero si usted recibe un firme “no”, recuerde que la
decisión de la persona no es su responsabilidad. La
persona está haciendo uso de la libertad que Dios le da.
Esto no refleja que usted haya fracasado en su parte.
Usted ha sido fiel y obediente.
Lea 2 Pedro 3.9 en el margen. La paciencia de Dios de
24
Cómo aprender a testificar de Cristo
darle más oportunidades a los perdidos para aceptar a
Cristo hace que se demore la segunda venida de Cristo.
Otras oportunidades para que el perdido acepte a Cristo
estarán en las manos de Dios. Puede estar seguro que
Dios es paciente, no queriendo que nadie se pierda. Pero
Él nunca le quitará a alguien su libertar para elegir ser
salvo o elegir rechazarlo.
Muchas personas han vivido un momento específico o
un suceso que les causó enfrentar su necesidad de aceptar
a Cristo. Pablo tuvo este tipo de experiencia mientras iba
por el camino rumbo a Damasco (Hechos 9.3-19).
Muchos otros parece que encuentran a Cristo como
Señor por medio de una serie de sucesos o experiencias.
Un cristiano que testifica no debe considerar su esfuerzo
un fracaso si la persona no acepta a Cristo. Sea paciente.
Su testimonio puede ser la experiencia que cause que un
perdido abra su corazón a Cristo en su próximo encuentro con el Espíritu Santo.
Una aceptación amable y cariñosa de la decisión de la
persona de rechazar a Cristo, facilitará una oportunidad
en el futuro. Esa futura oportunidad puede ser con usted
o con otra persona. Procure desarrollar la misma paciencia que Dios tiene para edificar la relación que usted
comenzó y abrir la puerta a otras oportunidades.
Sabemos que muchos en este mundo han escuchado
el remedio para el pecado. Se les ha dicho que deben
mirar a Cristo con fe para perdón de pecados, pero
muchos todavía no aceptan. Recuerde que el éxito está en
vivir su vida cristiana, testificar del evangelio y confiar en
Dios para los resultados. El éxito no está en conducir a
alguien a Cristo. Su responsabilidad es ser fiel en guiar a
los no cristianos a conocer esa vida que se encuentra por
medio de la fe en Cristo como Salvador. El Espíritu Santo
es quien debe llevar a esta persona a la salvación. Es un
gran aliento saber que, cuando nuestro testimonio parece
haber sido rechazado, el Espíritu Santo pacientemente
continúa su labor de hacer consciente del pecado a la
persona y la sigue amando.
Considere esta situación:
Usted entra a un restaurante y Carmen lo invita a
sentarse en su mesa. La conversación trata sobre su
relación con una iglesia cercana:
Ella: “He pensado ir a la iglesia, pero sigo posponiendo la ida”.
Usted: “Bueno, en realidad me encantaría que vinieras
conmigo. ¿Qué te parece el próximo domingo?”
Ella: “No, no el próximo domingo, quizás en otro
momento. Yo no soy cristiana o algo parecido. Algún día
lo podría probar”.
Usted: ?
La puerta de la oportunidad está abierta en este
momento de la conversación.
% Lea las opciones a continuación y marque la que le
gustaría que fuera su respuesta.
❑ Continuar insistiendo en que asista a la iglesia
conmigo el próximo domingo.
❑ Cambiar de tema.
❑ Pedirle al Espíritu Santo que me ayude mientras
uso las cinco preguntas para guiar a mi amiga de un
modo bondadoso y cortés hacia la Palabra de Dios
y a creer en Cristo como Señor y Salvador.
Día 4
Permítale hablar a la Biblia
El segundo paso en testificar de Cristo sin temor es
permitirle a la Biblia hablar. Dios usa las Escrituras para
cambiar la vida de las personas. Aprenda a permitirle a la
Biblia hablar al corazón de las personas.
Este paso comprende un grupo de versículos bíblicos
que el perdido leerá en voz alta:
1. Romanos 3.23
2. Romanos 6.23
3. Juan 3.3
4. Juan 14.6
5. Romanos 10.9-11
6. 2 Corintios 5.15
7. Apocalipsis 3.20
Haga parte de su disciplina espiritual llevar consigo un
pequeño Nuevo Testamento en su bolso o en su cartera.
25
Testifique de Cristo sin temor
La intención fundamental de hacer las cinco preguntas de
apertura en el primer paso es preparar para los versículos
del Nuevo Testamento que forman el segundo paso. Rara
vez el perdido mostrará resistencia mientras le hace las
primeras cinco preguntas. Descubrirá que las preguntas
son una parte fácil de testificar de Cristo sin temor. Si
acaso, el perdido adoptará una actitud defensiva u opondrá resistencia cuando usted saque su Nuevo Testamento.
Dos comentarios negativos con respecto a la Biblia
son los más comunes. El primero es: “Hay muchos
errores en la Biblia”. Para mí, la respuesta más eficaz es:
Con todo el amor que puedo mostrar, le entrego mi
Biblia a la persona y digo: “Usted sabe, he estado leyendo
esto por muchos años. Le preguntó: ¿Pudiera mostrarme
uno de esos errores?” Nunca falla que la persona admita
que en realidad no conoce ninguno, sino que solo ha oído
hablar de ellos. Responda amorosamente y diga: “He
escuchado esas opiniones, pero nunca he encontrado
algún error”. En seguida diga: “Permítame ir a Romanos
3.23”. No haga un gran embrollo por el comentario.
El segundo comentario defensivo más común con
respecto a la Biblia que un perdido hace es: “Hay muchas
versiones de la Biblia. ¿Cómo sé cual es la correcta?” Mi
respuesta es: “Sí, es verdad, hay muchas versiones y
paráfrasis de la Biblia. Pero ¿sabía usted que todas las
versiones cristianas tienen el mismo propósito?” Por lo
general la persona contesta: “No, no sabía eso”. Le digo:
“Por algún tiempo no lo supe tampoco. Permítame ir a
Romanos 3.23”. Y le pido a la persona en seguida que lea
en voz alta el versículo. Nunca he visto a alguien que se
niegue.
Por dos mil años, los hombres y mujeres han examinado la Biblia; algunos para probar que es verdadera y
algunos para probar que es falsa. Se ha probado muchas
veces que es verdadera, pero ni una sola vez que es falsa.
Dios produjo la Biblia sin error por medio de escritores
humanos imperfectos. Usted puede confiar en la Biblia.
Dios derramará su poder a través de su lectura. Puede
confiar en que Dios habla por medio de ella.
Hay dos principios importantes para testificar de su fe
usando versículos bíblicos:
26
1. Oír. Es importante decir: “Lea el versículo en voz
alta”. Lea Romanos 10.17: “Así que la fe es por el oír, y el
oír, por la palabra de Dios”. La fe viene por el oír. Oír es
la clave.
Hay algunas razones prácticas para que queramos que
la persona lea la Biblia de manera audible. Cuando un
perdido escucha el mensaje de la Biblia, escucha a Cristo
mismo hablar de la salvación. Además, usted quiere saber
que él está leyendo el texto correcto. Una persona que no
está familiarizada con los textos de la Biblia podría leer el
texto equivocado. Su lectura en voz alta le asegura que
está leyendo el versículo adecuado.
2. Preguntar. Es importante preguntar: “¿Qué le dice
esto a usted?” cuando la persona ha finalizado de leer el
versículo. Lea Lucas 10.25-26: “Y he aquí un intérprete
de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro,
¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? Él le dijo:
¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?” La Palabra de
Dios es la que revela el pecado. El Espíritu Santo es el que
convence de pecado. (???) La labor de usted es conducir al
perdido solo hasta ese punto. Hay una meta. En un
momento determinado, usted deja las cosas en manos de
Dios. Eso es todo lo que usted hace. Estará listo para
detenerse y observar la obra de Dios. Usted escuchará lo
que las Escrituras le dicen al perdido. Su responsabilidad
es escuchar. Su única respuesta debe ser algo como: “Ah”
o “¿eh?”.
Recuerde:
• El perdido esta haciendo la lectura en voz alta.
• El perdido será el que habla. Recuerde, escuche de
una forma que la persona quiera hablar.
• El Espíritu Santo convencerá de pecado a la persona.
• La Palabra de Dios hará surgir la convicción.
Recuerde que usted no fallará porque es la obra del
Espíritu Santo convencer a las personas sus pecados y de
la necesidad de ser salvos por medio de Jesucristo, y de
erigir en ellas una convición.
“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado,
de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en
mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis
más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha
Cómo aprender a testificar de Cristo
sido ya juzgado” (Juan 16.8-11).
@Marque su Nuevo Testamento
Uno de los temores que surge cuando los cristianos
comienzan a buscar versículos para testificar es: “No,
nunca podré memorizar todos esos versículos”. Encontrará una tarjeta a la mitad de este libro que lo ayudará.
Es una ayuda legítima para los cristianos. No se preocupe,
no hay nada malo en tener una pequeña tarjeta con los
versículos que guiarán a una persona a la vida eterna.
Dios bendecirá la fidelidad de usted en presentárselos a la
persona. Después de que usted haya testificado de Cristo
varias veces, le parecerá automático. El proceso de hacer
preguntas y esperar que el Espíritu Santo convenza y cree
una convicción por medio de la lectura de las Escrituras,
pronto se desarrolla de manera natural en la conversación
normal y fácil.
Lleve un Nuevo Testamento de bolsillo a dondequiera
que vaya. Use este Nuevo Testamento solamente para
testificar. Ya que su Biblia de estudio probablemente esté
marcada y llena de notas, pudiera distraer a la persona al
tratar de concentrarla en uno o dos versículos, quizá visto
por primera vez.
Marque Romanos 3.23. Le pedirá a la persona que
tome su Biblia y lea Romanos 3.23, y el color lo ayudará
a encontrarlo con rapidez.
En el margen de esta página de su Biblia escriba con
un bolígrafo “Romanos 6.23” (Ya que por lo general se
sentará frente a la persona, escriba el versículo en el margen superior y al revés.) Cuando la persona lea Romanos
3.23, usted verá la referencia del próximo versículo en el
margen. Esto lo ayudará a recordar donde continuar.
Marque Romanos 6.23 y encierre en un círculo las
palabras pecado y muerte. Escriba la palabra infierno encima de la palabra muerte. Además, encierre en un círculo
la palabra en que antecede a “Cristo Jesús Señor nuestro”.
Escriba “Juan 3.3” en el margen.
Marque Juan 3.3 y escriba “Juan 14.6” en el margen.
Dibuje una cruz en el margen cerca de Juan 3.3. Dibuje
una X junto a la cruz. Al lado de la cruz que pintó, escriba la pregunta: “¿Por qué Jesús vino a morir?” La X le
recuerda que esta es la única excepción en el proceso.
Usted no preguntará: “¿Qué le dice este versículo a
usted?” después que la persona lo lea, porque pudiera
estar ejercer una presión innecesaria. No muchos perdidos conocen la respuesta a esa pregunta. La persona
puede sentirse incómoda al ser interrogada.
Marque Juan 14.6 y escriba “Romanos 10.9-11” en el
margen.
Marque Romanos 10.9-11 y escriba “2 Corintios
5.15” en el margen.
Marque 2 Corintios 5.15 y escriba “Apocalipsis 3.20”
en el margen.
Marque Apocalipsis 3.20.
Observe las tarjetas Testifique de Cristo sin temor (que
se encuentran a la mitad de este libro). Una de ellas puede
mantenerla en su cartera o dentro de su Biblia. No tiene
por que sentirse incómodo por las notas en el margen o
ayudas como la tarjeta para encontrar los versículos. No
hay prueba de que los perdidos respondan más a alguien
que haya memorizado los versículos. Con frecuencia un
perdido se siente más cómodo al saber que un cristiano
está encontrando los versículos con ayuda. Esto le da a los
perdidos razón para creer que usted no tiene que ser un
erudito o estudiante extraordinario de las Escrituras para
encontrar el camino de salvación, paz y esperanza.
Día 5
Use la Palabra de Dios
Observe cómo los dos principios de oír y hacer preguntas
son parte de este método.
Primer versículo: Romanos 3.23
Pídale a la persona que lea Romanos 3.23 en voz alta:
“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la
gloria de Dios”. Señale al versículo marcado en su Biblia.
No dé nada por sentado cuando la persona esté leyendo
los versículos que transformarán su vida.
Cuando la persona finalice la lectura del versículo,
pregúntele: “¿Qué le dice este versículo a usted?”
27
Testifique de Cristo sin temor
% Escriba su propia respuesta a esta pregunta en el
margen.
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con toda tu alma, y con toda tu mente”. Puede preguntarle: “¿Ha amado siempre a Dios con todo su corazón,
con toda su alma, con toda su mente y con todas sus
fuerzas?” Ellos le dirán: “No”. Responda: “Eso es lo que
es pecado”.
Esta verdad hará que la palabra “pecado” que usted ha
encerrado en un círculo o señalado en Romanos 6.23
tenga un mayor efecto en la persona a quien está usted
testificando.
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La persona la mayoría de las veces responderá con una
declaración como: “Todo el mundo ha pecado”. ¿Usted
sabe lo que sigue? Después de escucharlo, vuelva la página a Romanos 6.23. No habrá argumento o intercambio
negativo. ¿Por qué? Porque usted no está insistiendo en su
interpretación. El Espíritu Santo es el que suscita la
convicción. Usted está para dirigir la situación a ese
punto. Su única meta será no obstaculizar el camino de
Dios. Eso es todo lo que usted debe hacer.
Al hablar acerca de Romanos 3.23, la persona puede
hablar con respecto a pecados que no ha cometido. Quizá
se defienda a sí misma argumentando que no ha matado,
no ha robado o no ha hecho otras cosas dramáticas que
son obviamente pecado. Usted no tiene que dedicar tiempo a explicar el pecado. Pudiera señalar que la norma
divina para la humanidad es la perfección. La mayoría de
nosotros con facilidad admitimos que no conocemos a
alguien que sea perfecto como Dios. La Biblia muestra la
gloria de Dios como nuestra norma. Nuestros pecados se
levantan en contraste con la gloria de Dios. Ellos nos
hacen destacar la necesidad de su redención. En Romanos
3, Pablo establece el hecho de que Dios juzga, sin importarle el estilo de vida o la religión de la persona. Nos dice
que “todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay
quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Romanos
3.12). Así que todos han pecado y no reflejan la justicia y
la perfección de Dios.
Una buena manera de ayudar a una persona a captar
que todos hemos pecado es llevarlo a Mateo 22.37: “Jesús
le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y
28
Segundo versículo: Romanos 6.23
Pida a la persona que lea Romanos 6.23 en voz alta:
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de
Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Después que termine, pregúntele: “¿Qué le dice esto a
usted?”
% Escriba su propia respuesta a esta pregunta aquí en
el margen.
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Use un bolígrafo y encierre en un círculo la palabra
pecado o señálela si usted la ha marcado antes. Indique
que la palabra señalada es pecado, no pecados. Si no lo ha
hecho antes, ponga un círculo alrededor de la palabra
muerte. Escriba la palabra infierno encima la palabra
muerte.
Diga algo como: “¿Se dio cuenta de que en mi Biblia
he marcado la palabra pecado?” Señale la palabra. Dé a la
persona oportunidad para responder. Dígale: “Esto me
recuerda que no hay una S al final de la palabra. Dios dice
que un solo pecado me destina al infierno”. Apúntese a
usted mismo como un pecador que es. Luego añada: “¿Se
dio cuenta de que he escrito infierno en lugar de muerte?
En la Biblia con frecuencia muerte se refiere al infierno”.
Cómo aprender a testificar de Cristo
Señale la palabra en que usted ha marcado. Indique
que ha señalado esta palabra para recordar que convertirse
a Cristo significa que tiene una relación con Jesucristo.
Muchos perdidos tienen la esperanza en relaciones que
pueden haber hecho, como bautizarse o ser miembro de
una iglesia.
Romanos 6.23 le permite al Espíritu Santo mostrarle
al perdido que no tiene esperanza sin fe en Cristo y sin
entregarle su vida a Él. La Palabra de Dios habrá revelado
las razones falsas para tener esperanza. El Espíritu Santo
hará que los perdidos entiendan mucho más mediante
una lectura sencilla del versículo que a través de lo que
usted dijera en voz alta.
Hay muchas formas de testificar de su fe, pero hay una
dinámica diferente cuando usa las Escrituras. Se sorprenderá con cuanta rapidez algunos perdidos sienten convicción de la necesidad de confiar en Cristo como Señor y
Salvador. Observe la manera como Dios obra cuando
continúa guiando al perdido a leer los versículos.
Se me pidió que aconsejara a una joven que estaba en
grave problema. Después de hacerle las cinco preguntas
del primer paso, estaba claro que ella sabía muy poco de
la Biblia o del cristianismo. Nadie antes le había testificado de Cristo. Ella me dio permiso de abrir mi Biblia.
Leyó Romanos 3.23 en voz alta y me dijo qué significaba
para ella. Fui a Romanos 6.23 y le pedí que lo leyera en
voz alta. Ella leyó el versículo lenta y claramente: “Porque
la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es
vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Le dije: “¿Qué
le dice este versículo a usted?” Con aire pensativo, contestó: “Necesito pedirle a Dios que me perdone de todos
mis pecados e invitar a Cristo a que entre en mi corazón”.
Yo estaba sorprendido. ¿Dice el versículo eso? No exactamente. ¿De dónde obtuvo ella esa respuesta? Del Espíritu
Santo.
No le dije: “Un momento, hay otros cinco versículos”.
Al usar el poder de las Escrituras, Dios puede revelar la
verdad en uno o en varios versículos. Sencillamente
vuelva las páginas y haga preguntas.
Nunca sienta temor de testificarle a alguien. Entienda
que sus experiencias, defensas, objeciones y conceptos
preconcebidos jugarán un papel en su decisión. Pero el
Espíritu Santo es más poderoso y el amor de Dios es más
grande que cualquier cosa que pueda oscurecer el
corazón.
Tercer versículo: Juan 3.3
Pida a la persona que lea Juan 3.3 en voz alta: “Respondió
Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”.
Señale la cruz que dibujó y pregunte: “¿Por qué Jesús
vino a morir?” (La “X” que ha pintado le recordará que
esta es la excepción para usar la pregunta: “¿Qué le dice
este versículo a usted?”) La mayoría de las personas dirán:
“Él vino a morir por el pecado”. Responda: “Correcto.
Recuerda el versículo que acaba de leer: la paga del pecado es muerte”.
% Escriba su propia respuesta a esta pregunta aquí en
el margen.
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Cuarto versículo: Juan 14.6
Vaya a Juan 14.6 y pida a la persona que lea este versículo en voz alta: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad,
y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.
Luego pregunte: “¿Qué le dice este versículo a usted?”
% Escriba su propia respuesta en el margen.
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Testifique de Cristo sin temor
Probablemente la persona le dirá que no hay otra
manera para estar con Dios excepto por medio de Cristo.
El versículo es claro y nunca debe añadir algo para que la
persona capte el mensaje.
Un perdido puede preguntarle acerca de otras maneras
en que las personas pueden ir al cielo. No debe tratar de
defenderse contra esas posiciones. Juan 14.6 permanecerá
en la mente de la persona. Testificar de Cristo en la conversación con un perdido es siempre más eficaz cuando el
testigo cristiano no trata de explicar o desacreditar todas
las falsas enseñanzas e ideas que están diseminadas por
nuestra sociedad. La clave para testificar de Cristo sin
temor es presentar lo que la Biblia dice y permitir que
actúe por sí misma.
Quinto versículo: Romanos 10.9-11
Pida a la persona que lea Romanos 10.9-11 en voz alta:
“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y
creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la
Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será
avergonzado”.
Luego pregunte: “¿Qué le dice esto a usted?”
% Escriba su propia respuesta en el margen.
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Una de las cosas más difíciles de creer para muchas
personas es que pueden ser perdonados. Quizás usted no
conozca los pecados del perdido, pero puede estar seguro
de que la mayoría de los perdidos tienen pecados en los
que piensan y consideran. La persona quizá piense en el
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adulterio, el alcoholismo, el odio hacia la esposa o a un
enemigo, un corazón amargado, vivir con una mentira
con respecto a una experiencia pasada o cualquiera de la
multitud de pecados que agobian a las personas. Usted
hace su parte al llevar a la persona a leer la Palabra de
Dios. Puede estar seguro de que Dios derramará su poder.
¿Y si la persona le pregunta si Dios perdonará a los
asesinos y a los que cometen otros pecados atroces? Permita a la Biblia hablar. Pida a la persona que lea de nuevo
Romanos 10.9-11. Confíe que el Espíritu Santo le
enseñará a esta persona la verdad del perdón de Dios.
Su objetivo es que el perdido responda con un definitivo “sí” a la pregunta: “¿Esta verdad en Romanos 10.911 me incluye a mí?” El Espíritu Santo estará obrando en
el corazón de la persona para ayudarlo a entender el amor
incondicional de Dios.
Es importante saber qué hacer para evitar discusiones
o actitudes defensivas cuando el perdido no entiende.
Emplee lo que llamo el principio de “léalo de nuevo”: la
persona lee en voz alta cualquiera de los versículos que no
entiende. El principio “léalo de nuevo” funciona de la
manera siguiente: Cuando alguien no entiende o mal
interpreta un versículo de las Escrituras, pídale de manera
amable que lo lea de nuevo. Tenga en mente que Dios ha
estado defendiendo su Palabra por siglos. El Espíritu
Santo guiará a la persona a la verdad. Hay algo maravilloso en cómo Dios abre el corazón para que la persona
entienda cuando la persona lee la Biblia en voz alta. Dios
mismo es el testigo de la verdad de la cual usted testifica.
Sexto versículo: 2 Corintios 5.15
Pida a la persona que lea 2 Corintios 5.15 en voz alta: “Y
por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para
sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos”.
Después que finalice, pregunte: “¿Qué le dice este
versículo a usted?”
Cómo aprender a testificar de Cristo
% Escriba su propia respuesta a esta pregunta en el
margen.
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El perdido debe entender que la salvación, prometida
por medio de la muerte de Cristo, viene a todo aquel que
le entrega a Él su vida en fe. Todos estamos al nivel del
suelo ante la cruz. Por nuestra entrega a Cristo como
Salvador, somos transformados internamente para vivir la
nueva vida. Cuando entregamos nuestra vida a Cristo en
fe, no somos por más tiempo esclavos del pecado y de los
deseos de la carne. Tenemos corazones vueltos a Cristo y
a su ejemplo de cómo debemos vivir. El corazón del
cristiano es librado por el poder del Espíritu Santo de
centrarse en sí mismo para centrarse en Cristo, el cual nos
llenará de preocupación por otros.
Séptimo versículo: Apocalipsis 3.20
Pida a la persona que lea Apocalipsis 3.20 en voz alta:
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi
voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él
conmigo”.
Después que termine, pregunte: “¿Qué le dice esto a
usted?”
% Escriba su propia respuesta a esta pregunta en el
margen.
Usted quiere que la persona entienda que abrirle su
corazón a Cristo es decisión de ella. Jesucristo está ansioso
de venir a nuestra vida, pero nunca fuerza la puerta.
Permítame usar este versículo para aprender más acerca de poner en práctica el principio de “léalo de nuevo”.
En ocasiones, he pedido a la gente que lea Apocalipsis
3.20 en voz alta y luego solo he escuchado interpretaciones erróneas. Una mala interpretación común es:
“Dice que Jesús abrirá la puerta y entrará al corazón de la
persona”. Pero el versículo no dice que Cristo abrirá la
puerta. Cada persona debe abrir la puerta y Jesús entrará.
Cristo no forzará su entrada hacia el corazón de la persona. Él no vendrá a una vida que no lo invite. Cuando
usted se da cuenta de que la persona no entiende, lo
mejor es decirle: “Léalo de nuevo”. De este modo no corregirá o ayudará a la persona. Sencillamente le permitirá
al Espíritu Santo obrar.
Como esta semana llega a su fin, es importante saber
que Dios obrará por medio de usted. Pedir al perdido una
decisión espiritual requiere un nivel de intimidad que
asusta a muchos cristianos. Usar las cinco preguntas y
permitirle a Dios que hable a través de su Palabra se
vuelve eficaz solo después de que usted le abre su corazón
a Dios. Su solo requerimiento es obediencia. Dios se
encargará del resto. Una vez que sinceramente le haya
abierto su corazón, nacerá en usted un amor genuino por
los perdidos. Una vez que usted ame a los perdidos, aceptará la responsabilidad de testificar de Cristo. Ahora
está preparado para poner en práctica lo que ha aprendido en estas dos semanas y responder al reto.
Es el momento de ir al paso final en testificar de Cristo
sin temor. La próxima semana comenzará a ver lo sencillo que es guiar a una persona a la misma presencia de
Cristo.
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% Asignación:
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Haga las preguntas de apertura por lo menos a una
persona durante esta semana.
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Testifique de Cristo sin temor
SEMANA 3
Cómo responder al reto de testificar de Cristo
A
lguien me dijo una vez que estuviera preparado
para cualquier oportunidad. Usted nunca sabe
cuando su preparación puede salvarle la vida a
alguien. Este consejo se me hizo claro cuando un hombre en un restaurante se paró de pronto, y provocó que
un vaso cayera de la mesa. Levantó los brazos y trataba
de respirar. La comida se había trabado en su garganta y
el terror había paralizado a su esposa. Miré alrededor en
espera de que alguien fuera rápidamente hacia él y le
sacara la comida. Pero todo el mundo, tal como lo hacía
yo, estaba observando a ver si alguien ayudaba. Nadie se
acercaba al hombre. Él luchaba y comenzaba a balbucear. Fui hacia él y le aplique lo que conocía para esos
casos. La comida se destrabó en seguida, y pude
escuchar el sonido bienvenido de una profunda respiración. Ya que conocía la forma de ayudar a las personas a quienes se les atora la comida, estaba preparado
para salvarle la vida a este hombre.
Muchas personas que habían observado el hecho
vinieron a mi mesa y me mostraron aprecio porque
había ayudado al hombre. Un caballero dijo: “Estoy tan
agradecido de que usted supiera qué hacer. Parece que
ninguno de nosotros ha aprendido a hacer lo que usted
hizo. ¿Pudiera decirme dónde puedo aprender a hacerlo? He pensado qué habría ocurrido si nadie hubiera
sabido qué hacer. Quisiera estar preparado por si acaso
algo semejante ocurre cuando quizás esté solo”.
La esposa del hombre dejó una nota con el cajero
que decía: “Gracias. Mi esposo deseaba darle las gracias,
pero está muy turbado y débil para decir algo. Le estamos tan agradecidos de que no haya tenido temor de
ayudarnos”.
Pero nadie podía haber tenido más temor que yo. No
fue la ausencia de temor lo que hizo que una persona
respondiera. Tengo un corazón para ayudar a las per-
32
sonas en necesidad. Estoy seguro de que a otros en el
lugar les habría gustado ayudar. La diferencia en ese
momento fue que yo estaba preparado. Temía fallar.
Pero estaba aún más temeroso de no hacer lo que podía,
sabiendo que la vida del hombre dependía de mi acción.
He aprendido que pudiera ser la única esperanza para
alguien cuya vida pende de un hilo.
Al usar los tres pasos de Testifique de Cristo sin temor,
usted puede estar preparado para salvar vidas. El tercer
paso constituye el meollo de la experiencia de testificar:
dirigir a la persona a buscar una relación perdurable con
Cristo.
Recuerde que testificar de su fe en Cristo no significa ausencia de temor. Significa estar preparado para ayudar a las personas que no tienen esperanza si usted no
responde. La vida de alguien puede depender de su
preparación y su deseo de servir.
Esta es la parte del proceso de testificar que la mayoría de los cristianos temen más. Pedir una decisión a
veces se convierte en una barrera para testificar. Pero
pedir una decisión a favor de Cristo no debe ser un
momento para temer. El poder del Espíritu Santo habrá
obrado en la vida del perdido. Puede esperar que el
poder de Él será aún más evidente cuando el momento
de tomar una decisión haya llegado.
Día 1
Termine con preguntas clave
Aquí está cómo dirigir el momento de tomar una
decisión. Testificar a una persona no depende de lo que
usted sabe. Depende de la Persona que usted conoce.
Esta es una verdad esencial que debe tenerse en mente
Cómo responder al reto de testificar de Cristo
para testificar de Cristo sin temor. Usted trabaja en
sociedad con Dios Todopoderoso. El poder del cielo será
derramado en ese momento cuando un perdido esté
considerando confiar en Cristo y entregar su vida a Él.
El evangelio es sencillo. Tan sencillo que los niños
pueden entenderlo. No hay motivo para que un adulto
no pueda entenderlo o testificar de él.
Recuerde que las cinco preguntas iniciales están diseñadas para ayudarlo a descubrir la condición espiritual
de la persona y abrir un camino hacia el uso de la Biblia. Muchos perdidos quieren encontrar una forma de
recibir las promesas de las Escrituras. Sencillamente
necesitan que alguien que use la Biblia para decirles
cómo. Algunas personas habrán desarrollado una convicción aun antes de que usted haya terminado todos los
pasos. Cuando una persona indica que está preparada
para hacer un compromiso con Cristo, es mejor ir directamente a las preguntas que la guiarán a hacerlo.
He seleccionado cinco preguntas finales que le
señalarán el camino. Encontrará estas preguntas impresas en una tarjeta que se encuentra a la mitad del libro.
Ponga esta tarjeta en su Biblia. Cada pregunta se relaciona con uno de los versículos que el perdido ha leído
en voz alta. A través de la Palabra de Dios, el Espíritu
Santo habrá usado las Escrituras a fin de preparar el
corazón de la persona para las preguntas.
1. ¿Es usted pecador? Las personas que han leído las
Escrituras y han abierto sus corazones dirán “sí”.
2. ¿Quiere que sus pecados sean perdonados? El Espíritu
Santo tendrá preparado el corazón de la persona para
entender que recibir el perdón de sus pecados en su libre
decisión.
3. ¿Cree que Cristo murió en la cruz por usted y que
resucitó de nuevo? La persona debe entender que necesita poner su confianza en Cristo para nacer de nuevo
espiritualmente.
4. ¿Desea entregar su vida a Cristo? La persona estará
abierta a la verdad de que la única manera para estar en
una correcta relación con Dios es a través de la fe en
Jesucristo como Señor y Salvador.
5. ¿Está preparado para invitar a Cristo a que entre en
su vida y en su corazón? Si la persona está lista, el Espíritu
Santo usará Apocalipsis 3.20 para animarla a abrir la
puerta de su corazón y entregarse a Cristo.
Usted puede aprender a hacer estas preguntas de una
manera adecuada, que le permita ver lo que el Espíritu
Santo puede hacer cuando un corazón ha sido motivado por el amor de Dios. El Espíritu Santo habrá tenido
una oportunidad de tocar el corazón del perdido. No
tiene que discutir o presionar a la persona. Usted habrá
sido un afable y atento oyente de los pensamientos de la
persona con respecto a los asuntos espirituales. Se asombrará de lo sencillo que esto es. Se regocijará al ver a
Dios obrar y experimentará la libertad de la derrota.
Tenga fe en que Dios estará obrando cuando haga la
última pregunta: “¿Está preparado para invitar a Cristo
a que entre en su vida y en su corazón?”
Después de esta pregunta en su tarjeta Testifique de
Cristo sin temor (que se encuentra a la mitad de este
libro), observe estas palabras “Esté callado” y “ore”.
Cuando haga la última pregunta, esté callado y ore.
Déle tiempo a la persona para que diga todo lo que
quiera decir. Ore en silencio mientras escucha. El
Espíritu Santo estará obrando en el corazón de la persona. Esa es su promesa. Puede confiar en que Él mantendrá su palabra.
Usted solo debe hacerle a la persona la pregunta más
importante que seguro le será hecha en su vida. Usted le
ha mostrado que tiene gran amor y preocupación por
ella. Usted no sabe si esa vivirá lo bastante para tener
otra oportunidad. Tome esto con seriedad. Todo el
poder del cielo está en acción. No esté en el camino.
Esté en silencio y ore, permita al Espíritu Santo hacer su
obra.
Veinte segundos de silencio nos parecen diez minutos a la mayoría de nosotros. He visto a personas sudar
a chorros. No olvide que la persona se encuentra en una
batalla con Satanás sobre quién controlará su vida. Ore
en silencio. Este perdido estará tomando la decisión de
seguir a Cristo o a Satanás. Llene su mente con oración
así no interrumpirá el silencio.
Hay dos posibles respuestas cuando usted pregunta:
33
Testifique de Cristo sin temor
“¿Está preparado para invitar a Cristo a que entre en su
vida y en su corazón?” Las respuestas son “sí” o “no”.
Con frecuencia el perdido rompe el silencio con un sencillo “sí” o “estoy preparado”. Pregunte: “¿Qué quiere
hacer usted?” Con amabilidad guíelo a declarar de manera específica que quiere invitar a Cristo a entrar en su
vida.
Inmediatamente que el perdido haya indicado que
desea invitar a Cristo a que entre en su vida, propóngale
guiarlo en una oración de arrepentimiento y fe. La siguiente oración muestra lo que debe incluir (observe que
la oración responde a las cinco preguntas para terminar):
Padre celestial, he pecado contra ti. Quiero
que perdones todos mis pecados: los pasados,
los presentes y los futuros. Creo que Jesucristo
murió en la cruz por mí y que resucitó de
nuevo. Padre, te doy mi vida para que hagas
con ella lo que desees. Quiero que Cristo
venga a mi vida y a mi corazón. Te lo pido en
el nombre de Cristo. Amén.
Usted no debe dar por sentado que el perdido
entiende cosas como decir “la oración del pecador”, firmar una tarjeta o pasar al frente durante una invitación
en un culto. No es “la oración del pecador” la que salva
al perdido. Él necesita saber que es salvo al decidir confiar en Cristo como Señor y Salvador.
No deseamos ver a alguien solo tomar una decisión
por Cristo y luego irse. Aquí están algunas sugerencias
para el seguimiento. Usted podría decir algo como:
“Ahora que usted es creyente, Dios quiere que se relacione con una comunidad de cristianos. Me gustaría
ayudarlo a empezar”. Si la persona vive cerca de su iglesia, lo más probable es que lo invite a ir con usted a su
iglesia. Si no, podría decir: “¿Piensa que le interesaría
más una iglesia grande o una pequeña?” Después de que
responda, ofrezca ayuda para localizar alguna cuyos
miembros le llamen en unos días.
34
Día 2
Al “No” responda con “¿Por
qué?”
¿Qué debe hacer cuando la respuesta es “no”? Son poco
probables las respuestas tales como: “No estoy preparado todavía”. Solo Dios conoce las verdaderas razones
por las que una persona puede decir que no
está preparada. La mejor respuesta suya es preguntarle:
“¿Por qué?” Use su termómetro espiritual. Permita que
la respuesta revele que es lo que está sucediendo en lo
más profundo de la persona. No haga conjeturas, deje
que ella se lo diga.
Hay muchas razones por las que una persona puede
decir que no está preparada para confiar en Cristo. Las
verdaderas razones son por lo general mucho más profundas de lo que dice. No invierta mucho tiempo
tratando de aclarar las razones dadas. Manténgase centrado en la necesidad de que tome una decisión por
Cristo en ese momento.
Es importante preguntar a la persona por qué ha
decidido rechazar a Cristo. Usted no sabe si se trata de
alguna cosa que ha estudiado a fondo, algo que ha
escuchado o quizás algo que aprendió de su familia en
la niñez. La sencilla pregunta “¿Por qué?” da una oportunidad para tratar el asunto. Usted puede encontrar
que un argumento de momento se vuelve pequeño
cuando al Espíritu Santo se le da la oportunidad de
obrar en amor durante una conversación de testimonio.
¿Y si la respuesta de la persona es: “Hay demasiados
hipócritas en la iglesia”? ¿Se da cuenta de lo que ha ocurrido? Hay un cambio inmediato del porqué no
está preparada al asunto de los hipócritas en la iglesia.
Responda con interés, y diga algo como: “Sabe, he pensado con respecto a eso mucho. Me entristece darme
cuenta de que hay algunas personas en las iglesias que
decepcionan. Pero me alienta el hecho de que la Biblia
nos enseña que debemos seguir a Cristo, no a las personas. Nunca he encontrado una iglesia perfecta, y
nunca lo será si yo me uno a esa iglesia. Usted pudiera
Cómo responder al reto de testificar de Cristo
ser de gran ayuda en una iglesia porque es muy sensible
al daño ocasionado por la hipocresía de parte de los cristianos”.
Usar un poco de buen humor con ternura
mostrará que podemos aceptar nuestras debilidades
como cristianos, pero esa fe en Cristo es lo principal.
Este método le permite a la persona saber que usted no
discutirá o estará a la defensiva. La batalla es de ellos, no
suya.
A veces testificará a individuos atrevidos que le dirán
que ellos viven una vida de pecado y que les gusta.
Pueden hablar acerca de los detalles de su estilo de vida
pecaminoso con expresiones de orgullo. Yo los guió a
considerar a Cristo al decirles: “Bien, comprendo que
usted no esta preparado para cambiar su vida todavía.
Pero quiero estar seguro de que le he testificado del
evangelio con claridad. Tengo una pregunta más. Imagínese que esta noche, ya que ha rechazado a Cristo, usted
participa en alguna de las cosas divertidas de las que ha
hablado. Suponga que está manejando hacia uno de esos
lugar para disfrutar y tiene un accidente en el que pierde
su vida. Dígame, según lo que leyó en la Biblia (Siempre es sabio llevarlos de nuevo a la autoridad de lo que
está escrito en la Biblia.), y usted murió después de
decidir no confiar su vida a Cristo, ¿qué le sucederá?”
Un admisión de “el infierno” es la respuesta común. Mi
reacción es decirle: “Eternamente es un terrible período
de tiempo para pasarlo en el infierno. Pero espero que
tenga un buen día”. Si la persona no toma la decisión de
confiar en Cristo para su salvación, usted sabrá que
probablemente manejará con mucho más cuidado
mientras tanto.
“No soy lo suficientemente bueno” es una respuesta
frecuente de las personas que dicen “no”. Cualesquiera
que sean las razones para sentirse “no lo suficientemente
bueno”, recuerde la importancia de llevar a la persona a
las Escrituras. Una maravillosa ayuda es Romanos
10.13: “Porque todo aquel que invocare el nombre del
Señor, será salvo”. Pida a la persona que lea en voz alta
Romanos 10.13. Algunas veces señalo algún terrible
pecado como un asesinato o algún otro que puede ser
parte de su propia vida como el odio o el divorcio. Le
digo: “Si una persona es un asesino, un ladrón o algo
semejante, ¿piensa que este versículo lo incluye a él o a
ella?” La mayoría de las personas dicen: “Sí”. Respondo:
“Entonces, ¿puede Dios perdonarlo a usted?”
Quizás usted conozca a la persona lo bastante bien
para tener alguna idea de las razones para sentirse culpable. Usted pudiera preguntarle: “¿Piensa que el versículo (Romanos 10.13) incluye a personas que han
experimentado situaciones similares a la suya?” Ayúdela
a entender que el más grande pecado es rechazar el
perdón y la relación con Cristo como Señor y Salvador.
Pídale que lea en voz alta 1 Juan 1.7: “Pero si andamos
en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos
con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de
todo pecado”. Luego pregúntele: “¿Qué le dice a usted
este versículo? ¿Cuál pecado no se incluye en esta
declaración? ¿Cuántos pecados purifica la sangre de
Cristo?” A cada persona que le he preguntado ha contestado: “todos los pecados”. Usted puede volver a su
última pregunta para terminar: “¿Está preparado para
invitar a Cristo a que entre en su vida y en su corazón?”
Otra respuesta de las persona para rechazar a Cristo
es: “Bueno, es que hay muchas religiones en el mundo
y no sé cómo una persona puede saber cuál es la correcta”. Yo respondo: “He descubierto que todas las religiones en el mundo se pueden dividir fundamentalmente en dos clases. Hay las que agruparé al llamarlas
‘ismos’: judaísmo, mormonismo, budismo, hinduismo
y otras semejantes a ellas. Todas ellas hacen dos afirmaciones: a) Que Jesucristo no es Dios o que no es el único
Dios. Quizás fue un gran profeta, un gran maestro o un
buen hombre, pero no el Mesías; y b) si usted hace suficientes buenas obras por medio de sus esfuerzos, puede
recibir alguna clase de salvación.
”Por otra lado esta la cristiandad [NOTA DEL TRADUCTOR: EMPLEO “CRISTIANDAD” Y NO
“CRISTIANISMO” POR EL JUEGO DE PALABRAS
QUE EL AUTOR HACE CON “ISMO”]. La cristiandad proclama que Jesús es Dios, que Dios vino a
nosotros en Jesucristo, quien vivió, murió en la cruz y
35
Testifique de Cristo sin temor
resucitó de la muerte para que pudiéramos tener vida
eterna. La cristiandad afirma: “Porque por gracia sois
salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es
don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”
(véase Efesios 2.8-9).
Ambas clases de enseñanzas no pueden ser ciertas.
Indíquele al perdido que todos nosotros tenemos que
tomar la decisión de poner nuestra confianza en uno u
otro punto de vista con respecto a Cristo. Esto hace que
lo que puede haber sido percibido como un enorme y
complicado argumento se convierta en uno que tiene
una sencilla respuesta. De esta manera un gran argumento se vuelve pequeño.
Si la persona continúa diciendo “no”, recuerde siempre que el éxito de testificar no depende de usted.
Depende de Dios y de la voluntad de la propia persona
para confiar en que “Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece” (Filipenses 4.13). Nuestra tendencia es leer la
afirmación de Pablo “todo lo puedo” y luego, hacer un
inventario de nuestra propia fortaleza, capacidades,
adiestramiento y situación. Observamos nuestra debilidad y comenzamos a hacer un listado de excepciones a
“todo”. La clave es recordar la frase: “en Cristo”. La confianza de Pablo se fundaba en el poder de Dios obrando
por medio de él. Esa misma promesa nos la hace Dios a
usted y a mí. Dios le está pidiendo que le permita obrar
por medio de usted. La pregunta es: ¿Le dará a Él el
honor del proceso? Pablo testificaba de su fe ‘y estuve
entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor’
(1 Corintios 2.3). Pablo influyó mucho porque obedeció a Dios y Él lo usó. Dios lo capacitó con el Espíritu
Santo. El mismo don es suyo si testifica de las buenas
nuevas.
36
Día 3
Enfrente sus temores con el
poder de Dios
Según una encuesta a cristianos, la razón número uno
para no testificar es el temor al rechazo. Este temor es en
parte culpa de las palabras y frases que hemos usado al
reclutar personas para testificar. Hemos animado a las
personas a ser “ganadores de almas” o a “traer personas
a Cristo”. Hemos usado una multitud de frases que
hablan de acción. Queremos decirlas de manera correcta, pero muchos las han mal interpretado para dar a
entender que tenemos un papel en la transformación de
una persona de las tinieblas del pecado a la luz de vida
en Cristo. Sin duda, Dios nunca le pedirá a una persona
que cause la salvación del alma de una persona. Testificar de su fe no tiene nada que ver con que alguien
acepte al Señor. De nuevo, en esta área de su vida cristiana usted no puede fracasar. Ya sea si su voz y sus
manos tiemblan o si se equivoca en las palabras, se
esfuerza para dar su testimonio claro o encuentra que su
habilidad para escoger el momento oportuno es pobre,
Dios puede usar su testimonio. Sin embargo, Dios no
puede usar su silencio.
Las personas que no entregan sus vidas a Cristo
cuando usted les ha testificado no lo rechazan a usted.
Rechazan a Cristo. Rechazan la Palabra de Dios. Nunca
es a usted. Si usted le testifica a alguien que mañana se
convierte a un importante evangelista nacional, ¿puede
usted tener algún mérito por eso? No. Si a alguien que
usted le testifica mañana rechaza a Cristo, ¿es culpa
suya? No. Esta es un área en su vida en la que usted no
puede nunca tener mérito por las victorias o culpa por
los rechazos. Es un área de su vida cristiana en que no
existe la posibilidad de que fracase. Tenga en mente que
el éxito radica en vivir su vida cristiana, testificar del
evangelio y confiar en Dios para los resultados. El éxito
no está en lograr que alguien acepte a Cristo.
Otro temor que mantiene a muchos cristianos en
silencio es el temor a no saber lo suficiente. Este temor se
Cómo responder al reto de testificar de Cristo
manifiesta con más frecuencia en personas que han sido
cristianas por varios años. Una investigación reveló que
la mayoría de las personas que de manera personal guían
a un perdido al Señor lo hacen en el primero o en el
segundo año de convertirse a Cristo. Quizá sea verdad
que mientras más tiempo una persona sea cristiana, más
se dé cuenta de lo poco que sabe acerca de su fe. Una
persona puede volverse tan consciente de las muchas
cosas que un cristiano necesita aprender, que se olvida
de lo sencillo que es nacer de nuevo. Un abundante
conocimiento no es el gran requisito para ser un instrumento de Dios que guíe a una persona a la Palabra de
Dios y a la nueva vida en Cristo.
Otra excusa para no testificar es el temor a ofender a
un amigo o un pariente. Con frecuencia decimos que
haríamos cualquier sacrificio por nuestros amigos y por
nuestra familia. No obstante, cuando es el momento de
ayudarlos a tomar la más importante decisión de sus
vidas, la decisión de vida o de muerte, decidimos que
testificarles es demasiado pedir.
Un psiquiatra retirado me habló hace poco acerca del
testificarle a su hija. Ella era su única hija y eran sus únicos nietos. Él lloraba al decirme cómo le había exigido a
su familia que asistiera a la iglesia cuando la hija estaba
creciendo. En la universidad, la hija se volvió rebelde, y
la tensión dio como resultado poca comunicación entre
ellos por varios años.
Él me dijo: “Dios comenzó a hablarme con respecto
a mi propio vacío espiritual. Me di cuenta de que
aunque había trabajado por años para ayudar a las personas a detectar y resolver los problemas en sus vidas, no
les había ayudado a descubrir al Único que les daría la
única ayuda verdadera. Me dediqué a los problemas que
ahora me doy cuenta de que eran en realidad subproductos del problema verdadero que necesitaba ser
resuelto. No había guiado a las personas a una relación
de confianza con Jesucristo. No sabía que había fracasado en mi familia también”. Él me dijo que llamó a su
hija y le pidió si podía ir y hablar con ella. En el hogar
de ella, este hombre que había dado su vida a la psiquiatría le preguntó a su única hija: “¿En realidad tienes
algún tipo de creencia espiritual?” El psiquiatra observó
cómo Dios abrió el corazón de ella cuando él dijo:
“Dime quién es Jesús para ti”.
Las lágrimas corrían hasta el suelo cuando él
describió la manera en que ellos más tarde se arrodillaron junto a la mesa de la cocina cuando ella confesó
sus pecados y entregó su vida a Cristo.
Testificar a su propia familia y amigos más íntimos es
increíblemente importante. La mayoría de las personas
son guiadas a confiar en Cristo por sus amigos y su
familia. ¿Se callará y le gustará que su amigo vaya al
infierno? Si usted ve a un auto venir que pueda golpear
a un amigo, ¿le dirá “Cuidado” o permitiría que el auto
lo golpee porque usted no quiere gritar y que alguien se
sobresalte? El infierno es verdad. ¿Les advertirá a ellos?
Algunas personas tienen temor a ser ridiculizados o
perseguidos. Los norteamericanos rara vez experimentan
la persecución que ocurre en otros países. Una de las
razones es que los cristianos no se parecen lo suficiente
a Cristo. ¿No vale el riesgo del ridículo o hasta la persecución por hablarle a un perdido acerca de Cristo? Caer
en esta clase de temores es practicar el pecado del silencio.
Henry Maxwell le dijo a su congregación: “¿No es
verdad que en esta era recibimos el llamado para exponer de una nueva manera el discipulado cristiano? ¿Cuál
es la prueba del discipulado cristiano?¿No es la misma
que en la época de Cristo? ¿Nuestro entorno se ha modificado o ha cambiado la prueba? ¿Cuál sería el resultado si cada miembro de la iglesia en esta ciudad comenzara a hacer lo que Jesús haría?”1 Maxwell lanzó a su
congregación el mismo reto que nosotros enfrentamos
en el evangelismo: “Es el elemento personal el que el
discipulado cristiano necesita recalcar. ‘El don sin el
dador está vacío’ ... No hay un camino diferente hoy al
que había en la época de Jesús. Es el mismo sendero”.2
Usted no tiene por qué temer. Resista la tentación de
considerar sus debilidades y creer que son incambiables.
Con sinceridad, confiese sus temores de testificar a Dios
en oración. Centre su corazón en la fortaleza de estos
asuntos, la presencia de Dios y la seguridad de su poder.
37
Testifique de Cristo sin temor
Sus fortalezas no le darán el poder para testificar de
Cristo al perdido. Es la dependencia suya del poder de
Cristo. El testificar con éxito es asunto de obediencia y
dependencia. Su más grande fortaleza es su deseo de
confiar en Dios como su socio para guiarlo al hermano
o la hermana perdidos, al padre o la madre, al hijo o a
la hija, al compañero de trabajo, o a un extraño para que
conozca la salvación por la gracia de Dios.
Después de años de experimentar el cuidado de
Dios, al enfrentar las tretas de los enemigos y los problemas de la vida, David entonó un canto de alabanza en
el que dijo: “Dios es el que me ciñe de fuerza, y quien
despeja mi camino; quien hace mis pies como de ciervas, y me hace estar firme sobre mis alturas” (2 Samuel
22.33-34). David tuvo esta disposición hacia Dios
desde que era un muchacho que cuidaba rebaños de
ovejas en la montañosa Judea.
Cuando era solo un muchacho, pastor de ovejas,
muchos años antes de entonar ese canto de alabanza,
David vio a los soldados de Saúl correr atemorizados y
humillados por Goliat, el gigante filisteo. David le dijo
a Saúl: “No desmaye el corazón de ninguno a causa de
él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo” (1 Samuel
17.32). Saúl indicó las razones por las que David debía
temerle al gigante: “No podrás tú ir contra aquel filisteo,
para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un
hombre de guerra desde su juventud” (1 Samuel 17.33).
David le describió a Saúl los peligros que había
enfrentado cuando los leones y los osos atacaban el
rebaño de ovejas. Él le aseguro a Saúl que: “Jehová, que
me ha librado de las garras del león y de las garras del
oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y
dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo” (1 Samuel
17.37).
David reconoció que su éxito descansaba en el poder
de Dios. Enfrentó al gigante con todo lo que Dios le
había dado. Anunció al mundo que, aunque Goliat vendría contra él con “espada y lanza y jabalina”, pero
David iría “en el nombre de Jehová de los ejércitos, el
Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado” (1 Samuel 17.45).
38
Hoy día, cuando usted testifique de Cristo sin temor,
sepa que va en el poder de ese mismo y fuerte nombre:
El Todopoderoso Dios.
Día 4
Preste atención a los asuntos
del corazón
Roberto siempre había estado confiado y satisfecho con
su estilo de vida no cristiano. Pero un día un amigo le
hizo una sencilla pregunta: “¿Alguna vez sientes incertidumbre con respecto a de qué dependes espiritualmente para tener esperanza?” Esa sencilla pregunta abrió
un corazón que nunca había permitido a alguien entrar.
Roberto nunca había hablado sobre cómo se sentía acerca de los asuntos espirituales. Pero con la ayuda de su
amigo, Roberto entregó su corazón a Cristo. Hoy él cree
que cualquier vida, sin importar cuán enredada o afligida esté la persona, puede ser libre si solo alguien se
interesa lo suficiente para testificarle.
La sanidad de un corazón enredado y perdido
corazón comienza al ayudar a la persona a volver su
corazón para considerar a Cristo. Resista la tentación de
verse envuelto en las preguntas que no tienen que ver
con los verdaderos asuntos del corazón del perdido.
Cuanto más rápido usted se centre en el amor y el sacrificio de Cristo, tanto más rápido la fe reemplazará la
confusión. A un corazón perdido no le importará si su
voz tiembla o si usted se equivoca en sus palabras, lo que
delata su falta de confianza al testificar de Cristo. La
persona sabrá por el poder del Espíritu Santo y por
medio de su sincera preocupación que el amor de Dios
está disponible.
Jesucristo fue crucificado entre dos delincuentes que
estaban también crucificados. Uno de ellos reconoció
que Cristo era el Salvador y suplicó: “Acuérdate de mí
cuando vengas en tu reino” (Lucas 23.42). Este delincuente había comprendido claramente su propio pecado. No había elaborado una visión compleja de Dios.
Cómo responder al reto de testificar de Cristo
No tenía el tiempo o la experiencia para entender cómo
es Dios. Ese no era el meollo de su preocupación. Supo
que ese Jesús era Dios. El Espíritu Santo obró. El hombre sabía que el no tenía esperanza a menos que Jesús
respondiera a su plegaria: “Jesús, acuérdate de mí”.
El relato bíblico de un hombre perdido que le entrega su vida a Cristo revela que una persona no necesita
saber cosa alguna aparte de conocer de manera personal
el amor de Jesucristo. Este delincuente estuvo frente a
Jesús en persona colgando de una cruz. El Espíritu
Santo estaba obrando en el corazón del hombre, y el
hombre respondió con fe. Cuando usted testifica de
Cristo de la mejor manera que usted conoce, ese mismo
poder del Espíritu Santo estará obrando en el corazón
del perdido. Usted no puede fracasar si es obediente y
testifica. La decisión del perdido se fundamenta en su
propia libertad para escoger cuando el Espíritu Santo
obra en la vida de él.
Hay algunas ideas erróneas con respecto a la cristiandad que muchos perdidos creen. Cuando le testifica a
alguien, no se detenga en estos temas; pero sea susceptible a las preocupaciones de su corazón. Mostrar paciencia y una capacidad de dirigir sus preocupaciones, dará
un tono deseable a su encuentro de testimonio. A continuación se mencionan algunos asuntos que puede
escuchar:
• “Ser cristiano significa guardar los Diez Mandamientos. Por lo tanto, debo tratar de esforzarme para
estar a la altura”.
Una joven venía con frecuencia a un pastor en su
comunidad pidiéndole que orara. Ella quería ser cristiana. Después de sus intentos por guiarla a aceptar a
Cristo como Señor y Salvador, ella siempre decía: “Le
ruego que continúe orando por mí para que me vuelva
cristiana. Trato de serlo”.
Después de una de sus peticiones de oración, el pastor le dijo bondadosamente: “Usted necesita dejar de
tratar de serlo”. Ella estaba sorprendida y contestó: “No
habla en serio”. Él contestó: “Sí. Siempre le he dicho
que oraría mientras usted continuara tratando de volverse cristiana. Eso fue un gran error. Deje de intentar-
lo. Comience a confiar”.
Vivimos en una cultura que dedica mucho esfuerzo
en hacer, ganar y lograr. Pero Pablo escribió en Efesios
2.8-10: “Porque por gracia sois salvos por medio de la
fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por
obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura
suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las
cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. La cristiandad no es una religión simplemente para enseñarles a las personas qué es bueno y qué
es malo; es una relación con Jesucristo.
El perdido necesita ayuda para entender que la
actividad religiosa es una respuesta a Dios a causa de la
relación, en lugar de una manera para lograr la relación.
Llevar una vida cristiana es una sociedad diaria con el
Señor viviente. A menudo los perdidos tienen la impresión que una persona se vuelve cristiana por conocer
ciertos hechos y realizar ciertas actividades para mantener su condición. Él debe entender que la vida cristiana comienza con una decisión de fe. La madurez se
desarrolla cuando una persona se vuelve más semejante
a Cristo por medio de una relación diaria con Él.
• “Volverme cristiano significa renunciar a cualquier
cosas que me gusta”. Esta es una verdad a medias.
Algunos cristianos nuevos necesitarán ayuda para
romper su dependencia de algunas amistades, de lugares
que provocan una mala influencia y de hábitos que cultivan e influyen en acciones pecaminosas. Lea Juan
16.20-24. El gozo que viene por medio de la relación
con Cristo a través de la fe es gozo verdadero. Es un don
de Dios. No es transitorio.
Este gozo es más grande que las circunstancias en
nuestra vida. Aunque representa un sacrificio dejar lo
que sabemos es malo, tenemos un gozo que no se acaba.
El gozo en el corazón de un cristiano no puede ser dado
o quitado por las circunstancia de nuestra vida.
• “Dios ayuda a los que se ayudan a sí mismos”.
Esta declaración muy aceptada se atribuye erróneamente a la Biblia. Esta manera de pensar la tiene el 56
por ciento de los adultos en Norteamérica según un
estudio hecho en el 1990. El perdido que sostiene este
39
Testifique de Cristo sin temor
punto de vista del pecado y salvación lo hace por desesperación o por arrogancia. Los estudios indican que la
mayoría de las sociedades en el mundo creen que cada
uno finalmente recibirá recompensa y retribución según
lo que merezca, según la persona se haya ayudado a sí
misma. Esta idea está arraigada en el corazón de la mayoría de los perdidos. A algunos les provoca una sensación de desesperanza y desesperación, porque les abruma la incapacidad de sobreponerse a sus pecados. A
otros les hace experimentar un falso sentimiento de
seguridad, pues creen con arrogancia que pueden obrar
para alcanzar la salvación por sus propios méritos.
Hasta una lectura a la ligera de los Diez Mandamientos nos ayuda a darnos cuenta de que nunca
podremos cumplir con todas las exigencias de la ley. El
evangelio del amor y la gracia de Dios implica que no
tenemos que lograrlo. Pablo escribe: “Porque todos los
que dependen de las obras de la ley están bajo
maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no
permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la
ley, para hacerlas. Y que por la ley ninguno se justifica
para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe
vivirá; y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere
estas cosas vivirá por ellas. Cristo nos redimió de la
maldición de la ley, hecho por nosotros maldición
(porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en
un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de
Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe
recibiésemos la promesa del Espíritu” (Gálatas 3.10-14).
Pablo le escribió a los efesios: “Pero Dios, que es rico
en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida
juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)” (Efesios
2.4-5).
Este amor es sin límites. Este maravilloso amor de
Dios nos acepta tal como somos y se compromete a ayudarnos a que seamos lo que deberíamos ser. Debemos
manifestar este amor verdadero de Dios a los incrédulos.
Testificar de Cristo no es ignorar la realidad del pecado.
El perdido debe reconocer, confesar y arrepentirse de sus
pecados. Pero nuestro testimonio es primeramente de lo
40
que Cristo ha hecho con amor por los pecados de todos
nosotros.
Día 5
Testifique de corazón
Testificar de Cristo es una forma de abrir su corazón y
mostrar las innegables verdades de la Biblia. La Palabra
de Dios no es sencillamente una opinión. Las creencias
de usted son establecidas por medio de los versículos
bíblicos que dan invariables respuestas a las preguntas
que usted hace.
Testificar de su fe significa crear una atmósfera de
confianza con el perdido. Esta confianza significa que el
perdido se arriesgará a abrirle su corazón para hablar de
cuestiones espirituales. Las respuesta que usted dé se
fundamentan en la Biblia.
Estos versículos son el fundamento a través del cual
usted ha descubierto paz espiritual, esperanza y valor
para enfrentar todo eso que hace la vida difícil y compleja.
Muchos cristianos declaran que, mientras estuvieron
perdidos sin Cristo, tuvieron un profundo anhelo de
hablar con alguien acerca de sus necesidades espirituales. Ellos hablan de sus temores de permitir que
alguien conozca sus dudas y falta de conocimiento.
Muchos perdidos quieren entender más de la Biblia,
pues no distinguen claramente lo que en realidad dice
con respecto a Cristo y la salvación. Descubrirá que
Dios crea en el corazón de cada persona la necesidad de
conocer la verdad con respecto a Él.
El filósofo francés Alexis de Tocqueville escribió de
las actitudes morales del pueblo norteamericano como
la fuente de su éxito. Llamó “hábitos del corazón” a las
crrencias que determinan lo bueno y lo malo y rigen
cómo nos tratamos unos a otros. Son las convicciones
sentidas del corazón que se manifiestan en acción y
forma de vida. Hay enseñanzas fundamentales en la que
estas convicciones se construyen. Dan seguridad del
Cómo responder al reto de testificar de Cristo
perdón de pecados, la esperanza de la vida eterna y la
tranquilidad de la presencia y el cuidado de Dios al
enfrentar la vida. Estos versículos que dan las respuestas
a las preguntas que le hace al perdido no son vagos. No
son herramientas para la manipulación. Son la roca en
la que estamos parados.
Las personas tienen una gran confusión con respecto
a los asuntos espirituales. Desconfiar de lo que la Biblia
dice acerca de Cristo es rara vez la causa de renuencia
del perdido para hablar con respecto a la salvación. Por
lo general, el perdido muestra una resistencia debido a
una preocupación de que se le critique, presione o
“compre”. Hacer preguntas pertinentes y cuidadosas es
la clave. Su interés y deseo de escucharlo tranquilamente
será un gran aliento para él.
El apóstol Pablo escribió al joven Timoteo: “Ejercítate para la piedad” (1 Timoteo 4.7). En el mismo
espíritu, es sabio disciplinarse a usted mismo con el
propósito de testificar de Cristo. Disciplínese a sí mismo
para escuchar con empatía. Escuchar para entender es
mejor que tener una oportunidad para hablar y es esencial para ganarse la confianza de la persona. Escuchar
con empatía es muestra de que quiere entender e identificarse con el perdido.
Al contestar una persona las preguntas que usted le
haga, por lo general tratará de manifestarle sentimientos
más que hechos concretos que se puedan describir fácilmente. Escuchar a la persona le ayuda a usted a visualizar cómo se siente ella respecto de los asuntos espirituales. La persona necesita saber que usted entiende y
aprecia sus puntos de vista y sentimientos.
Si se le da una oportunidad, la mayoría de las personas están abiertas a las oportunidades para hablar de
sus necesidades espirituales. Un hombre me dijo: “A
veces pienso que de nada sirve trabajar y tratar de salir
adelante, parece que no llego a ningún lado”. Le
respondí: “Sabe, yo me he sentido de la misma manera
antes. Es un sentimiento de desesperanza. ¿Qué hace
usted cuando se siente así? ¿Tiene usted algún tipo de
creencia espiritual que le ayuda? Él respondió: “Creo
que dependo de mi mismo para todo”. Hubo un
momento de silencio. Luego dijo: “Supongo que eso lo
escandaliza, ¿no es así?” Me detuve por unos segundos y
dije: “No, yo puedo entender cómo se siente usted”.
Decidí dejar eso allí y hacerle la segunda pregunta: “Para
usted, ¿quién es Jesucristo?” No intenté explicarle
porque yo entendía sus sentimientos. Pero sentí una
inmediata comodidad en nuestra conversación, desde
ese momento hasta que él oró que Cristo lo perdonara
y viniera a su vida.
Dios abrirá sus ojos a las maravillosas oportunidades
cuando usted haya desarrollado un corazón para testificar de Cristo, por medio de este procedimiento que ha
estado estudiando:
Desarrollar una pasión por los perdidos.
Aprender a depender de las promesas de Dios en
oración.
Dar pasos para cumplir su sociedad con Dios.
Confiar en el poder del Espíritu Santo.
Prepararse usted mismo para testificar.
Pero sin un compromiso para obedecer y hacer lo
que ha aprendido, enfrentará uno de dos resultados. En
primer lugar, puede desalentarse y no hacer nada. En
segundo lugar, puede surgir el orgullo en su corazón por
haber aprendido cómo testificar.
Es importante captar la visión del dolor de Cristo
por el perdido. Lea Juan 4.4-42. Era el mediodía, el
tiempo para comer. Jesucristo había pospuesto la comida para hablar con una mujer que había venido al pozo
en busca de agua. Él dirigió la conversación hacia la
necesidad más profunda del corazón de ella con una
sencilla declaración: “Dame de beber” (Juan 4.7). La
respuesta abrió la puerta a Jesús para hablarle acerca del
vacío espiritual que ella tenía. El poder del Espíritu
Santo continúa abriendo corazones a la gracia salvadora
de Cristo de esa misma forma. Una sencilla pregunta:
“¿Tiene usted algún tipo de creencia espiritual?”, es a
menudo recibida con una respuesta de apertura, porque
el poder y la sociedad del Espíritu Santo ha sido
prometida cuando obedecemos. Cuando los discípulos
volvieron, ellos animaron a Jesús a que comiera: “Entre
tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come”
41
Testifique de Cristo sin temor
(Juan 4.31). Pero Él contestó a la petición de sus discípulos: “Yo tengo una comida que comer, que vosotros
no sabéis” (Juan 4.32).
Jesús le suplica a sus discípulos: “¿No decís vosotros:
Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He
aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos,
porque ya están blancos para la siega” (Juan 4.35). Ellos
le habían hablado del hambre inmediata. Él sabía que
ellos no habían captado las consecuencias eternas de sus
oportunidades.
La satisfacción física inmediata que podía venir de
comer se desvaneció en su importancia cuando Jesús se
comprometió con una satisfacción mayor. La visión que
le guiaba era el prospecto de una mujer perdida que
confiaría en Él para su salvación. Mantenga su corazón
lleno con la visión del gozo y la esperanza que viene a
los corazones de los perdidos que se entregan en fe a
Cristo.
El éxito de testificar está en vivir su vida cristiana,
testificar del evangelio y confiar en Dios para los resultados. El éxito no consiste en lograr que alguien acepte
al Señor. Podemos testificar desatinadamente y no en el
momento más oportuno, pero nuestro Padre celestial
puede usar ese testimonio. La única cosa que Él no
puede usar es nuestro silencio. Él quiere su obediencia a
la Gran Comisión.
Toda la obra de evangelismo recibe poder de la Palabra de Dios y del Espíritu Santo. Esto es trabajo de Él.
Tenemos el privilegio de ser una parte del proceso. Esta
es la obra del Padre de comienzo a fin. Debemos buscar
dónde obra Dios y seguir las pistas que Él nos dé. Necesitamos vivir diariamente preguntando: Señor, ¿es esta
mujer? ¿este hombre? Dios, ¿obras ahí?
Dios lo bendecirá cuando usted se una a Él en el
excitante camino de testificar de Cristo sin temor.
Experimentará gozo cuando observe a nuestro Señor
atraer a hombres, a mujeres, a jóvenes, a niños y a niñas
hacia Él, y transformar sus vidas.
__________
1 Charles M. Seldom, In His Step [En sus pasos] (Nashville: Broadman & Holman, 1995) pp. 232-234.
2 Ibíd.
42
% Asignación:
Escriba los nombres de aquellos a quienes planea testificarles de Cristo:
Nombre
Cuándo
________________________
______________
________________________
______________
________________________
______________
________________________
______________
________________________
______________
% Asignación:
Le ruego que lea el “Compromiso personal con Dios
para testificar de Cristo” en la página 43. Si el mismo
expresa su compromiso, fírmelo y póngale la fecha de
hoy.
Compromiso personal con Dios para testificar
de Cristo
• No seré por más tiempo un cristiano silencioso.
• Buscaré constantemente a aquellos en quienes obras y determinaré
cómo puedo testificarles de Cristo.
• Ya que entiendo que el poder de la resurrección de Cristo vive en mí
y que no me falta nada para cumplir la Gran Comisión de mi Señor,
obedeceré ese mandato de ir y hacer discípulos.
• Viviré tal como lo expresa Filemón 6 y te permitiré cumplir tus
promesas en mi vida.
“Para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento
de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús” (Filemón 6).
Firma: __________________________________ Fecha: __________
43
Follow Up Resources for New Christians
A new Christian will need a lot of help as he or she
begins this new journey of faith. You may wish to suggest several resources which will help.
• Beginning Steps: A Seven-Day Growth Guide for
New Believers.—This simple seven-step booklet can
guide a new Christian during the crucial first week after
becoming a believer. (Available from the North
American Mission Board, 4200 North Point Parkway,
Alpharetta, GA 30202-4174.)
• Taking the Next Step: A Guide for New Church
Members.—This easy-to-use interactive resource will
help new members find their place in God’s work
through your church. It provides an overview and orientation for assimilation of new church members, and
guides them toward meaningful involvement in your
church’s life and ministry.
• Survival Kit for Christians.—This six-week study
will help adults who are new Christians to develop a
regular pattern of quiet time, prayer, Bible study, and
Scripture memorization.
• Survival Kit for Youth, Revised.—Helps youth who
are new Christians to understand the basics of a growing faith, complete with ways to get into a consistent
lifestyle of prayer, Bible study, and Scripture memory.
• Survival Kit for New Christians, Children’s
Edition.—This resource provides a six-week study guide
for children who are new Christians to use at home five
days per week. It also includes Scripture cards to
encourage Scripture memorization.
• Now That I’m a Christian, Revised Edition.—This
easy-to-understand guide will help children understand
what it means to be a Christian. It is designed to be used
by children with the help of a parent or other adult.
• Heaven: Your Real Home.—A new Christian will
want to learn all he can about where he will spend eternity. The study emphasizes how a person’s life on earth
affects his experience in heaven. It helps to answer ques-
44
tions such as: Why don’t I fit here on earth? What is my
true identity? and Why do Christians suffer?
With the exception of Beginning Steps: A Seven-Day
Growth Guide for New Believers, each of the resources
described on these two pages can be ordered in any of
the following ways: FAX your order to (615) 251-5933;
PHONE 1-800-458-2772; EMAIL your order to CompuServe ID 70423.2526@compuserve.com; WRITE to
the Customer Service Center, 127 Ninth Avenue
North, Nashville, TN 37234-0113; or VISIT the nearest Baptist Book Store or LifeWay Christian Store serving you.
Your Next Steps Toward Growth in Christian Discipleship
The following resources are suggested as possible next
steps as you continue this exciting journey of maturing
in Christ. Each of these resources may be studied individually, or you may wish to ask your pastor, other
church ministers, or discipleship training director about
the possibility of scheduling a small-group study soon.
• In God’s Presence: Your Daily Guide to a Meaningful
Prayer Life.—Develop a meaningful, faithful prayer life
with this simple, interactive book. It guides adults to
identify with God in prayer by becoming like Him and
by working with Him in prayer. Readers will learn
about and practice six types of prayer and will discover
the greater authority granted to united prayer.
• Experiencing God: Knowing and Doing the Will of
God.—This popular resource helps Christians discover
God’s will and obediently follow it. Daily learning and
devotional activities help participants develop an intimate relationship with God so that they can hear when
God is speaking. It also leads participants to reorganize
their beliefs, character, and behavior around God’s will.
• Jesus on Leadership: Becoming a Servant Leader.—In
too many churches today, head tables have replaced the
towel and washbasin as symbols of leadership among
God’s people. Jesus on Leadership will guide the reader to
stop following the world’s model for leadership and
adopt Jesus’ teachings. This resource presents the true
meaning of biblical servant leadership.
• MasterLife: A Biblical Process for Growing
Disciples.—Redesigned for the 21st century, MasterLife
provides a small-group discipling process that guides
believers to develop a lifelong, obedient relationship
with Jesus Christ. As believers learn to practice six biblical disciplines, they become more Christlike, develop
Kingdom values, and become involved in His mission
in the home, the church, and the world.
• Serving God: Discovering and Using Your Spiritual
Gifts.—A discovery of spiritual gifts can motivate grow-
ing disciples as nothing else can. This resource can provide greater insight as you continue spiritual gift discovery in your life.
• Meeting Needs: Sharing Christ: Ministry Evangelism
in Today’s New Testament Church.—This book leads
church members to understand the concept and capture
the vision for ministry evangelism. It will help readers
see the church’s purpose for ministry evangelism; identify ministry needs in their community; and discover
ways to minister to broken lives.
• Life in the Spirit.—Readers will discover a special
quality of life, a life characterized by a deep and loving
relationship with God, effectiveness in personal living,
and ministry that makes a difference in the world.
• A Heart Like His: Seeking the Heart of God Through
a Study of David.—This book studies the life of King
David, focusing on his years as God’s chosen king of
Israel. This in-depth study demonstrates how God
loved and was able to use David despite his disobedience, and offers many lessons for those seeking to have
a heart like God’s.
• DecisionTime: Commitment Counseling.—This resource can train persons to be able to counsel and follow-up with those making decisions during a public
invitation. Specific decisions include those for salvation,
assurance, baptism, church membership, reaffirmation,
rededication, vocational service, and Christian growth.
45
SHARE JESUS WITHOUT FEAR VIEWER’S GUIDE
The Share Jesus video sessions provide a compelling presentation of the principles and impact of
the biblical truths in this study. Make use of the following viewing guide to help you note and
record your responses to these life-changing concepts.
Session 1
1. In your own words, what is the “Sin of Silence”?
2. Processing 2 Kings 4:8-37:
The Shunammite woman asked Elisha to ______________________________________
Elisha’s first response was to send ____________________________________________
The servant Gehazi reported that the boy was
__________________________________
3. List some fears that prevent people from sharing their faith:
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
4. Success in witnessing is living out the Christian life, sharing the gospel, and trusting God for
the results. Success is not bringing someone to Christ.
46
Session 2
1. There are three simple steps to sharing Jesus without fear:
a. Five ________________________ to determine where God is working
b. Seven
______________________ to let the Bible speak
c. Five ________________________ to lead to the point of decision
2. Five questions useful for determining where God is working:
a. Do you have any kind of spiritual belief?
b. To you, who is Jesus?
c. Do you think there is a heaven and a hell?
d. If you died right now, where would you go?
e. If what you believe were not true, would you want to know it?
3. Seven verses given in the summary on letting the Bible speak:
a. Romans 3:23
b. Romans 6:23
c. John 3:3
d. John 14:6
e. Romans 10:9-11
f. 2 Corinthians 5:15
g. Revelation 3:20
47
Session 3
1. Five questions that lead to a point of decision:
a. Are you a sinner?
b. Do you want forgiveness for your sins?
c. Do you believe Jesus died on the cross for you and rose again?
d. Are you willing to surrender your life to Christ?
e. Are you ready to invite Jesus into your life and into your heart?
2. What are the two most important behaviors for a witness after asking the fifth question?
__________________________________
__________________________________
3. List some of the objections people may offer when they come to a point of decision about
receiving Christ as their Savior.
__________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________
4. What is the best one-word response to objections for praying to receive Christ?
__________________________________
48
Sesíon 4
1 Confeccione dos listaas. En la primera señale los pecados que William Fay narra
como parte de su vida antes de recibir a Cristo como su Salvador. En la segunda lista señale
a los creyentes que Dios trajo a su vida testigos.
Pecados
____________________________________
Testigos
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____________________________________
__________________________________
____________________________________
__________________________________
____________________________________
__________________________________
____________________________________
__________________________________
2. Dios ha usado a alguien con poca probabilidad de convertirse como William Fay para
ayudar a miles de personas a descubrir la necesidad de Cristo en sus vidas. Comience hoy
mismo su lista de personas “poco probables” que pondrá en oración
____________________________________
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Para ordenar uno de estos productos puede llamar de lunes a viernes a nuestro número gratis
1-800-257-7744 (de 8:00 a.m. a 12:30 p.m. Hora del Centro) y un representante de habla
hispana le atenderá. También nos puede mandar un fax a: (615) 251-5933 o nos puede escribir a:
Customer Service Center
One LifeWay Plaza
Nashville, TN 37234-0113
En otros países, diríjase a su librería cristiana
Vea los recursos que están a su disposición en WWW.lifeway.com/spanish
49
GUÍDA PARA EL LÍDER
ÍNDICE
Antes de comenzar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
Sesión 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Sesión 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
Sesión 3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
Sesión 4 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Lista de miembros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
Tarjetas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
ANTES DE COMENZAR
El propósito de este estudio
Este recurso presenta un estilo único de evangelismo relacional. Los participantes en el estudio descubrirán que
este método es sencillo, desarrollarán tal confianza para
dar a conocer su fe y su testimonio que quizá nunca antes
la habrían creído posible. Testifique de Cristo sin temor
puede producir varias contribuciones importantes a su
iglesia:
• Este estudio ayudará a los miembros a entender cuán
completamente perdidas están las personas sin
Cristo, y que la única esperanza para la vida eterna
se encuentra en una relación con Él.
• Los participantes aprenderán el verdadero significado del éxito al testificar y que el temor puede ser superado al seguir los tres pasos sencillos para testificar
de la fe.
• Las personas que estudian Testifique de Cristo sin
temor descubrirán que su propia fe se profundiza y
fortalece cuando aprenden a testificar de la esperanza y el amor que tienen en Cristo.
• Los miembros de la iglesia experimentarán el gozo
de la vida cristiana cuando sus amigos y familiares se
vuelvan de la conducta destructiva y pecaminosa a la
fe en Cristo.
Recursos disponibles
Materiales que pueden ayudar a los miembros de su iglesia a testificar de su fe sin temor son:
Libro Testifique de Cristo sin temor (???)
Guía del director Testifique de Cristo sin temor (???)
Kit Testifique de Cristo sin temor (???)
• Un ejemplar del libro
• Un ejemplar de la guía del director
• Un audiocasete para reafirmar lo aprendido por los
participantes
• Un video que trata el tema a estudiar y contiene
testimonios. El video se utilizará en cada una de las
cuatro sesiones.
52
Necesitará ordenar suficientes ejemplares del libro
para que cada participante tenga el suyo.
Un recurso adicional: Durante la Sesión 2 se le pide a
los participantes marcar un Nuevo Testamento durante el
estudio individual de la siguiente semana. Pregúntele al
pastor o al ministro de educación cristiana si la iglesia
puede darle esos Nuevos Testamentos (véase el folleto en
el kit). Tal vez su iglesia pueda donar esos Nuevos
Testamentos para los participantes, o puede pedirle al
grupo que los compre para usarlos cuando testifiquen. Dé
tiempo suficiente para hacer el pedido de los Nuevos
Testamentos, se los envíen y reciba antes de comenzar el
estudio.
Calendario: Primera opción
Testifique de Cristo sin temor es un estudio de cuatro
sesiones para un grupo pequeño. Es mejor reunirse cada
semana durante cuatro semanas consecutivas. Los participantes harán un tarea diaria en el libro durante los cinco
días siguientes a cada sesión. A continuación se describe
la secuencia de actividades sugerida para esta opción:
• Primera sesión de grupo: los miembros reciben un
ejemplar del libro.
• Para continuar la primera sesión de grupo, los
miembros terminarán las actividades de la “Semana
1: Cómo desarrollar un corazón que testifique de
Cristo” en sus libros.
• Segunda sesión de grupo.
• Para continuar la segunda sesión de grupo, los
miembros terminarán la “Semana 2: Cómo aprender la manera de testificar de Cristo” en sus libros.
• Tercera sesión de grupo.
• Para continuar la tercera sesión de grupo, los miembros terminarán la “Semana 3: Cómo responder al
reto de testificar de Cristo” en sus libros.
• Cuarta sesión de grupo.
Calendario: Segunda opción
Una segunda opción es planear las cuatro sesiones para
un retiro que dure todo un día y se pase la noche en el
lugar, o que solo se lleve todo el día. Si se elige alguna de
estas propuestas, los participantes estudiarán en las siguientes semanas. La secuencia de actividades sugerida para
la segunda opción es la siguiente:
• Primera sesión de grupo seguida de un descanso
• Segunda sesión de grupo seguida de un descanso
• Tercera sesión de grupo seguida de un descanso
• Cuarta sesión de grupo
• Los miembros realizarán las actividades del libro en
las próximas tres semanas.
Una persona que eligió la segunda opción advierte:
“Ya que revisamos el material en un día, no tuvimos la
oportunidad de practicar los métodos antes de pasar a la
próxima sesión”.
Seguimiento
Elija una o más formas de dar seguimiento a los participantes y que den informes de cómo Dios los usa y el
proceso con los no creyentes:
• Programe una sesión de seguimiento pocas semanas
después de la cuarta sesión. Podría planear sesiones
adicionales cada mes. Use las sesiones para informes
y prácticas.
• Llame a cada participante a menudo.
• Envíeles notas de aliento.
Formación del grupo
Puede usar este estudio de Testifique de Cristo sin temor
con miembros adultos. También los jóvenes pueden
expresar interés en un estudio como este. Ofrezca este
estudio a menudo (por lo menos de dos a cinco veces por
año eclesial). Esto le permitirá formar un grupo
numeroso de apoyo para el testimonio cristiano.
Planee un estudio dirigido a un grupo pequeño de
Testifique de Cristo sin temor para los diáconos, los maestros de la Escuela Dominical y los líderes de evangelismo, los líderes de discipulado, los grupos de ministerio
para hombres y mujeres, y otros. Testifique de Cristo sin
temor también pudiera ser parte de su adiestramiento de
nuevos miembros.
Los participantes deben entender que las sesiones de
grupo requieren de reuniones de una hora. Dada la
importancia de este recurso, el estudio del material en
grupo no debe realizarse de una manera apresurada.
Promoción
Recorte los anuncios de la página ***. Considere la posibilidad de imprimirlos en el boletín de la iglesia, o anexar
dentro del boletín una hoja en la que hayan sido impresos, o enviarlos por correo a los miembros de su iglesia.
Un segmento promocional de dos minutos se incluye en
el videocasete. Pase este segmento durante un culto de
adoración en la mañana o en la noche. También se puede
usar al comenzar una reunión de un grupo dirigido.
Inicie su promoción por lo menos seis semanas antes de
la primera sesión. Esto le dará tiempo para proporcionar
la información a quienes usted se propone dirigir hacia
un estudio particular.
Conserve información
Guarde informes sobre las personas que han asistido a
este estudio. Esto le ayudará a planear para quienes necesiten estudiar Testifique de Cristo sin temor en un grupo
pequeño. Quizá desee emplear la lista de miembros que
aparece en la página *** o en [ENGLISH FORM]. Una
planilla (???) de Plan de estudio para el crecimiento
cristiano aparece en la página *** del libro. Pídale a cada
participante que haya terminado el estudio que le
entregue a usted la copia de esta planilla (???).
Espacio y equipos
El ambiente para este estudio debe ser amigable y cómodo. Un aula en el templo está bien, pero también una sala
grande. Pídale a un miembro del grupo que sirva de anfitrión y organice todo lo relacionado con los refrigerios
para cada reunión (El anfitrión no se responsabilizará de
llevar los refrigerios a cada reunión, sino de anotar en una
lista a las personas que lo ofrecerán.) En cada sesión se
necesitará:
• un video y un monitor
• espacio para poner los carteles
53
Cómo desarrollar un corazón
que testifique de Cristo
rarse de que cada miembro del grupo conozca a los
demás.
• Pídale a cada participante que dé a conocer de forma
breve por qué desea participar en este estudio.
• Distribuya un ejemplar del libro Testifique de Cristo
sin temor para cada participante.
• Guíe en oración. Pida que las vidas de los miembros
sean cambiadas para siempre como resultado del estudio,
y que este cambio sea evidente a todos.
Antes de la sesión
• Para esta sesión necesitará un televisor y una videocasetera, así como un retroproyector, una pantalla (o una
pared conveniente), y las siguientes transparencias:
TRANSPARENCIA 1: El pecado del silencio es un
pecado mortal.
TRANSPARENCIA 2: Pedro negó a Cristo tres veces.
¿Y usted? Lo negamos a Él con nuestro silencio.
TRANSPARENCIA 3: El éxito de testificar está en
vivir la vida cristiana día a día, testificar del evangelio y
confiar en Dios para los resultados. El éxito no está en
lograr que alguien acepte a Cristo.
TRANSPARENCIA 4: “Para que la participación de
tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que
está en vosotros por Cristo Jesús” (Filemón 6).
• Muestre los carteles que ha escogido para esta sesión.
• Necesitará una pizarra y tiza, o un rotafolio y
marcadores de felpa.
• Prepárese para distribuir un ejemplar del libro Testifique de Cristo sin temor a cada uno de los participantes.
• Suministre un lápiz o un bolígrafo a cada participante.
• Vea con anterioridad los segmentos del video para
esta sesión. (???)
• Asegúrese de que el video se encuentra en el inicio
del primer segmento de esta sesión.
• Lea 2 Reyes 4.8-37 y de esa manera se percatará de
todo el contexto de las Escrituras. Quizá desee leer este
pasaje en varias versiones diferentes.
• Arregle las sillas en un semicírculo para que los
miembros puedan verse entre sí y ver el televisor.
Profundización (2 minutos)
• Revise los puntos clave de 2 Reyes 4.8-37. (Quizá
desee escribir los puntos siguientes en la pizarra o en el
rotafolio para que los participantes los sigan.)
1) Cuando la mujer sunamita le pidió a Eliseo que la
ayudara a salvar a su hijo (v. 27), la primera respuesta de
Eliseo fue enviar a su siervo Giezi (v. 29). Esto hace
pensar que a menudo cuando alguien necesita escuchar el
evangelio, nuestra primera respuesta es: “Envíen a otro”.
2) Giezi informó que el muchacho estaba dormido
(v. 31), cuando en realidad el muchacho estaba muerto
(v. 32). Esto hace pensar que cometemos un terrible error
cuando actuamos de manera despreocupada como si los
no cristianos que nos rodean estuvieran solo dormidos,
cuando en realidad están espiritualmente muertos en su
pecado.
Apertura (8 minutos)
• Al iniciar la sesión, dedique un momento a asegu-
Video (8 minutos)
• Vean el segundo segmento del video: “El pecado del
52
Video (8 minutos)
• Vean el primer segmento del video: El resumen
introductorio y “El pecado del silencio”. Detenga la cinta
cuando se le indique en la pantalla.
silencio: Segunda parte”. Detenga la cinta cuando se le
indique en la pantalla.
Profundización (5 minutos)
• Pregunte: ¿Alguno de ustedes admitiría que ha sido
culpable del pecado del silencio?
Nota: Alguien puede preguntar: ¿Dónde dice en la
Biblia que esto es pecado? Si sucede, refiérase al mandato
de Jesucristo en Mateo 28.19 de “Id, y haced discípulos”.
No ir es rebelarse contra Dios.
• Proyecte las siguientes transparencias (o utilice los
carteles):
TRANSPARENCIA 1: El pecado del silencio es un
pecado mortal.
TRANSPARENCIA 2: Pedro negó a Cristo tres veces.
¿Y usted? Lo negamos a Él con nuestro silencio.
• Pregunte: ¿Por qué cometemos el pecado del silencio?
Video (8 minutos)
• Antes de ir de nuevo al video, pregunte: ¿Cuáles son
algunas razones por las que siente temor de testificar de
su fe? Quizá desea pedirle a un participante que las escriba en la pizarra o en el rotafolio a medida que las enumeren.(Permítale a los miembros mencionar sus temores,
pero no profundice en estos temores manifestados hasta
después del próximo segmento del video.)
• Vean el tercer segmento de video: “El pecado del
silencio: Tercera parte”. Detenga la cinta cuando se le
indique en la pantalla.
Profundización (10 minutos)
• Pregunte: ¿Se mencionaron algunos temores en el
video que no se encuentren en nuestra lista? Añádalos a la
lista escrita en la pizarra o en el rotafolio.
Los temores mencionados en el video son:
1) Tengo miedo al rechazo.
2) No sé suficiente.
3) ¿Y si las personas se ofenden?
4) Me siento incómodo testificando en mi trabajo.
5) Tengo temor que mi vida no sea lo que debe ser.
6) ¿Y si soy ridiculizado y perseguido por testificar?
7) No soy bueno haciendo evangelismo.
• Luego considere los temores expresados por los
participantes y los mencionados en el video.
• Pregunte: ¿Cómo podemos superar estos temores?
• Refiérase a la transparencia 3 o al cartel:
El éxito de testificar está en vivir la vida cristiana día
a día, testificar del evangelio y confiar en Dios para los
resultados.
• Pregunte: ¿Cuántos de ustedes pensaban que el éxito
al testificar se encontraba en conducir a alguien a Cristo?
• Pregunte: ¿Qué significa confiar en Dios para los
resultados?
Video (3 minutos)
• Vea el cuarto segmento del video: “El pecado del
silencio: cuarta parte”.Detenga la cinta cuando se le
indique en la pantalla.
Profundización (6 minutos)
• Pida a los participantes que formen grupos pequeños
de tres o cuatro personas cada uno y consideren esta
pregunta: ¿Qué me ha enseñado Dios durante esta sesión?
• Dé algunos minutos para la discusión en grupos
pequeños. Luego pregunte si a alguien le gustaría decir al
grupo lo que ha aprendido.
Tarea (1 minuto)
• Haga la Semana 1 en el libro.
Para terminar (1 minuto)
• Pídale al grupo que lea Filemón 6 al unísono desde
la transparencia 4 (o el letrero): “Para que la participación
de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que
está en vosotros por Cristo Jesús”.
• Oren.
53
Segunda sesión
Cómo aprender la manera de testificar de Cristo
Antes de la sesión
• Para esta sesión, necesitará un televisor y una videocasetera, así como un retroproyector, una pantalla (o una
pared conveniente) y las siguientes transparencias:
TRANSPARENCIA 5: Tres pasos sencillos para testificar de Cristo sin temor: 1) Cinco preguntas para determinar dónde obra Dios, 2) Siete versículos para permitirle hablar a la Biblia, 3) Cinco preguntas para guiar al
punto de decisión.
TRANSPARENCIA 6: Cinco preguntas para determinar dónde obra Dios:
1. ¿Tiene usted algún tipo de creencia espiritual?
2. Para usted, ¿quién es Jesucristo?
3. ¿Piensa que existe el cielo y el infierno?
4. Si muriera ahora mismo, ¿adónde iría usted?
5. Si lo que usted cree no fuera cierto, ¿le gustaría
conocer la verdad?
TRANSPARENCIA 7: Principios para usar la Biblia:
1) Oír. “Lea el versículo en voz alta”. “Así que la fe es por
el oír, y el oír, por la palabra de Dios” Romanos 10.17
2) Preguntar. “¿Qué le dice esto a usted?” Jesús preguntó:
“¿Cómo lees?” Lucas 10.26.
TRANSPARENCIA 8: Permítale hablar a la Biblia:
Romanos 3.23; Romanos 6.23; Juan 3.3; Juan 14.6;
Romanos 10.9-11; 2 Corintios 5.15; Apocalipsis 3.20.
TRANSPARENCIA 9: Recuerde, el perdido leerá en
voz alta; el perdido será el que hable; la Palabra de Dios
revelará el pecado; el Espíritu Santo convencerá de pecado.
TRANSPARENCIA 3: El éxito de testificar está en
vivir la vida cristiana día a día, testificar del evangelio y
confiar en Dios para los resultados.
• Muestre los carteles que haya escogido para esta
sesión.
• Proporcione un lápiz o un bolígrafo a cada partici-
54
pante.
• Vea con anterioridad los segmentos del video para
esta sesión.
• Asegúrese de que el video se encuentra en el inicio
del primer segmento de esta sesión.
• Arregle las sillas en un semicírculo para que los
miembros puedan verse entre sí y ver el televisor.
Apertura (2 minutos)
• Comience la sesión en oración.
• Proyecte la transparencia 5 (o refiérase al cartel) para
resumir el proceso:
Tres pasos sencillos para testificar de Cristo sin temor:
1) Cinco preguntas para determinar dónde obra Dios,
2) Siete versículos para permitirle hablar a la Biblia,
3) Cinco preguntas para guiar al punto de decisión.
• Diga que esta sesión tratará sobre los dos primeros
pasos del proceso de Testifique de Cristo sin temor. El
tercer paso será tratado en la tercera sesión.
Video (6 minutos)
• Vean el primer segmento del video con las cinco
preguntas para comenzar: “Una manera de testificar de
Cristo”.Detenga la cinta cuando se le indique en la
pantalla.
Profundización (12 minutos)
• Pida a alguien del grupo que haga el papel de un no
creyente. Este pudiera ser una representación de él mismo
antes de aceptar a Cristo o de alguien a quien él piensa
testificarle del evangelio. Como líder, usted hará el papel
del que está testificando de su fe.
• Pídale al grupo que observe la representación y
escuche para responder a las siguientes preguntas:
1) ¿Qué hacer para evitar una discusión?
2) ¿Qué es lo que no hago?
• En la representación pregunte al “no creyente” cada
una de las cinco preguntas iniciales. Conteste a sus
respuesta con “Ah” o “Ajá”.
• Cuando termine la representación, pregunte:
1) “¿Qué hice para evitar la discusión?” Cuando
alguien conteste: “Hizo preguntas” conteste: “Sí. Las
preguntas derriban la actitud defensiva. Cuando trata de
hablar a las personas acerca de su fe, a veces la defensa de
ellos es mejor de lo que usted tiene que decir. Una razón
por la cual hacer preguntas funciona es porque todo el
mundo tiene una opinión en la mayoría de los temas”.
2) “¿Qué no hice?” Cuando alguien diga: “Usted no
respondió, no comentó, no discutió”, conteste: “Correcto. No importa lo que la persona diga, todo lo que
obtiene de mí es un ‘Ah’ o ‘Ajá’. La razón por la que esto
funciona es que si todos sabemos que alguien realmente
nos ama, nos escuchará. Además, no debe escuchar solo
lo que la persona está diciendo, sino lo que no está
diciendo y que quizá revele soledad, temor, enojo, vacío,
cosas que el Espíritu Santo le mostrará”.
• Proyecte la transparencia 6 (o refiérase al cartel).
Pídale a los participantes que formen parejas y hagan la
representación usando las preguntas indicadas. Pídale a
uno que sea el cristiano quien lea cada una de las cinco
preguntas (están en la pantalla). El otro debe responder
las preguntas como un no creyente. Ellos deben cambiar
de papeles y repetir la actividad.
cada participante, dé uno a cada uno de los presentes.
Anime a los participantes a que marquen su Nuevo
Testamento esta semana de acuerdo con las páginas 27
del libro. Prepárese para hablar sobre el contenido de esta
nueva semana.
• Proyecte la transparencia 8 (o refiérase al cartel):
Permítale hablar a la Biblia.
Aquí están las frases correspondientes a cada versículo
del resumen de William Fay:
Romanos 3.23
La cuestión del pecado
Romanos 6.23
La paga del pecado
Juan 3.3
Cómo establecer una relación
con Cristo
Juan 14.6
La senda estrecha del evangelio
Romanos 10.9-11 Cualquiera puede ser salvo
2 Corintios 5.15
Debemos dejar...y rendirnos a...
Apocalipsis 3.20
Una determinación para aceptar
o rechazar
• Pida a las parejas que hagan la representación basándose en los dos principios 1) oír y 2) hacer preguntas, y
que utilicen los versículos anteriores. Estos aparecen en la
pantalla. La primera persona, que representa al cristiano,
le pedirá a la otra persona que lea y responda al primer
versículo. (Sugiera que las respuestas sean breves.) Invierta los papeles. La segunda persona hará lo mismo con el
siguiente versículo. No es necesario hacer la representación de los siete versículos para que los participantes
entiendan cómo usar estos principios.
Video (18 minutos)
• Vean el segundo segmento del video con respecto al
uso de la Biblia: “Una manera de testificar de Cristo”.
Detenga la cinta cuando se le indique en la pantalla.
(Nota: en la primera consideración de los versículos
hecha por Fay, Romanos 10.9-11 y 2 Corintios 5.15
están en orden inverso, y Apocalipsis 3.20 no se incluye.
El resumen incluye a todos los versículos en el orden
correcto.)
Video (1 minuto)
• Vean el tercer segmento del video acerca del principio “léalo de nuevo”: “Una manera de testificar de Cristo:
Tercera parte”. Detenga la cinta cuando se le indique en
la pantalla.
Profundización (8 minutos)
• Si su iglesia ha provisto un Nuevo Testamento para
Profundización (3 minutos)
• Lean al unísono la transparencia 9 (o refiérase al
cartel):
Recuerde, el perdido leerá en voz alta; el perdido será
el que hable; la Palabra de Dios revelará el pecado; el
Espíritu Santo convencerá de pecado.
55
• Pregunte: ¿Por qué es tan difícil confiar en el poder
del Espíritu Santo y de la Palabra de Dios?
Video (6 minutos)
• Vean el cuarto segmento del video con los testimonios: “Una manera de testificar de Cristo: Cuarta parte”.
Detenga la cinta cuando se le indique en la pantalla.
Tarea (2 minutos)
• Use las cinco preguntas de esta semana para determinar la medida en que las personas están receptivas al
mensaje de Cristo. Haga estas preguntas a algún vecino,
un pariente, un compañero de escuela, el peluquero,
algún mensajero u otras personas.
• Cuando usted le haya hecho las cinco preguntas a
alguien, llámeme para saber que ya hizo la tarea. (Escriba
su número de teléfono en la pizarra para que todo el
mundo lo copie.)
• Termine la Semana 2 del libro. Marque su Nuevo
Testamento y tráigalo a nuestra próxima sesión.
Para terminar (2 minutos)
• Dirija a los participantes en la lectura al unísono de
la transparencia 3 (o el cartel). Luego dirija en una
oración para terminar.
56
Tercera sesión
Cómo responder al reto de testificar de Cristo
Antes de la sesión
• Para esta sesión, necesitará un televisor y una videocasetera, así como un retroproyector, una pantalla (o una
pared adecuada) y las siguientes transparencias:
TRANSPARENCIA 10: 1 Corintios 2.3-5: “Y estuve
entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;
y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras
persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración
del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté
fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder
de Dios”.
TRANSPARENCIA 11: Las cinco preguntas para
guiar al punto de decisión:
1. ¿Es usted pecador?
2. ¿Quiere que sus pecados sean perdonados?
3. ¿Cree que Cristo murió en la cruz por usted y que
resucitó de nuevo?
4. ¿Desea entregar su vida a Cristo?
5. ¿Está preparado para invitar a Cristo a que entre en
su vida y en su corazón?
Haga silencio ... y ore.
TRANSPARENCIA 12: Padre celestial, he pecado
contra ti. Quiero que perdones todos mis pecados: los
pasados, los presentes y los futuros. Creo que Jesucristo
murió en la cruz por mí y que resucitó de nuevo. Padre,
te doy mi vida para que hagas con ella lo que desees.
Quiero que Cristo venga a mi vida y a mi corazón. Te lo
pido en el nombre de Cristo. Amén.
• Muestre los carteles que ha escogido para esta sesión.
• Proporcione un lápiz o un bolígrafo a cada participante.
• Vea con anterioridad los segmentos del video para
esta sesión.
• Asegúrese de que el video se encuentra en el inicio
del primer segmento de esta sesión.
• Arregle las sillas en un semicírculo para que los
miembros puedan verse entre sí y ver el televisor.
Apertura (15 minutos)
• Pida al grupo que lea al unísono 1 Corintios 2.3-5
(véase la transparencia 10 o el cartel):
“Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho
temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue
con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con
demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe
no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el
poder de Dios”.
• Pida a los participantes que informen de sus experiencias al usar las cinco preguntas. Si ninguno hizo la
tarea, pregunte por qué. (Quizá necesite considerar los
temores de nuevo y centrarse en el verdadero éxito de
testificar. Use la transparencia 3 o el cartel.)
Video (4 minutos)
• Vean el primer segmento del video con las preguntas
para terminar: “El reto”. Detenga la cinta cuando se le
indique en la pantalla.
Profundización (6 minutos)
• Proyecte la transparencia 11 (o refiérase al cartel):
Las cinco preguntas para guiar al punto de decisión.
• Pida a los participantes que formen parejas para
representar el uso de las preguntas. Pídale a uno que sea
el cristiano. La persona leerá cada una de las cinco
preguntas (las cuales aparecen en la pantalla). La otra persona debe responder las preguntas como un no cristiano
las respondería. Las dos personas deben luego intercambiar sus papeles y repetir la actividad.
57
• Pregunte: ¿Por qué es importante después de la quinta pregunta guardar silencio y orar?
• Proyecte la transparencia 12 ( o refiérase al cartel):
Padre celestial, he pecado contra ti. Quiero que
perdones todos mis pecados: los pasados, los presentes y
los futuros. Creo que Jesucristo murió en la cruz por mí
y que resucitó de nuevo. Padre, te doy mi vida para que
hagas con ella lo que desees. Quiero que Cristo venga a
mi vida y a mi corazón. Te lo pido en el nombre de
Cristo. Amén.
• Pídale a los participantes que comparen el contenido
de la oración y de las cinco preguntas para que observen
la manera en que se corresponden.
Video (7 minutos)
• Vean el segundo segmento del video con respecto a
las objeciones y el principio de preguntar “¿Por qué?”: “El
reto: Segunda parte”. Detenga la cinta cuando se le
indique en la pantalla.
Profundización (6 minutos)
• Las objeciones que menciona William Fay son:
1) No estoy preparado.
2) No estoy seguro si esta es la religión verdadera.
3) No soy lo bastante bueno. Dios no me perdonaría.
4) Estoy teniendo mucho placer.
• Pregunte: ¿Hay alguna objeción que no pueda ser
identificada mediante el principio de preguntar “por
qué”?
• Luego pregunte: ¿Por qué es importante usar el principio de preguntar “por qué” más que tratar de responder
a las objeciones del no creyente?
• Añada: El propósito del principio de “¿por qué?” es
identificar y descubrir la verdadera razón. Debe continuar
preguntando “¿por qué?” para llegar al verdadero problema.
Video (3 minutos)
• Vean el tercer segmento del video para obtener un
“sí”: “El reto: Tercera parte”. Detenga la cinta cuando se
le indique en la pantalla.
58
Profundización (4 minutos)
• Destaque la importancia de ayudar a un nuevo
cristiano a que se relaciones lo más rápido posible con
una iglesia.
Video (6 minutos)
• Vean el cuarto segmento del video con los testimonios: “El reto: Cuarta parte”. Detenga la cinta cuando se
le indique en la pantalla.
Profundización (5 minutos)
• Pida a los participantes que escriban en la pizarra o
en el rotafolio los nombres de las personas a quienes
planean testificarles en esta semana.
Tarea (2 minutos)
• Planee las citas para esta semana con aquellos que
tiene en su lista. Prepárese para comunicar a su grupo la
próxima semana lo ocurrido en las entrevistas.
• Haga la Semana 3 en el libro.
Para terminar (2 minutos)
• Dirija al grupo a orar de manera específica por cada
una de las personas enumeradas en la pizarra o en el
rotafolio.
Cómo dirigir la cuarta sesión
Observar a Dios creando una nueva vida
Antes de la sesión
• Para esta sesión, necesitará un televisor y una videocasetera, así como un retroproyector, una pantalla (o una
pared adecuada) y las siguientes transparencias:
TRANSPARENCIA 6:
Cinco preguntas para determinar dónde obra Dios:
1. ¿Tiene usted algún tipo de creencia espiritual?
2. Para usted, ¿quién es Jesucristo?
3. ¿Piensa que existe el cielo y el infierno?
4. Si muriera ahora mismo, ¿adónde iría usted?
5. Si lo que usted cree no fuera cierto, ¿le gustaría
conocer la verdad?
TRANSPARENCIA 7: Principios para usar la Biblia:
1) Oír. “Lea el versículo en voz alta”. “Así que la fe es por
el oír, y el oír, por la palabra de Dios” Romanos 10.17
2) Preguntar. “¿Qué le dice esto a usted?” Jesús preguntó:
“¿Cómo lees?” Lucas 10.26.
TRANSPARENCIA 11: Las cinco preguntas para
guiar al punto de decisión:
1. ¿Es usted pecador?
2. ¿Quiere que sus pecados sean perdonados?
3. ¿Cree que Cristo murió en la cruz por usted y que
resucitó de nuevo?
4. ¿Desea entregar su vida a Cristo?
5. ¿Está preparado para invitar a Cristo a que entre en
su vida y en su corazón?
Haga silencio ... y ore.
TRANSPARENCIA 3: El éxito de testificar está en
vivir la vida cristiana día a día, testificar del evangelio y
confiar en Dios para los resultados. El éxito no está en lograr que alguien acepte a Cristo.
• Haga suficientes copias del audiocasete para darle
uno a cada participante.
• Haga copias de la forma para el plan de estudio de
crecimiento cristiano que aparece en la página 72.
• Muestre los carteles que ha escogido para esta sesión.
• Si elige la opción uno en la apertura, dibuje el rostro
de una persona en papel de construcción. Debe ser
sencillo, pero servirá como un modelo para la primera
actividad de esta última sesión. El dibujo debe representar a alguien que siente que es extremadamente imposible
que se vuelva a Cristo.
• Ponga algunos lápices para dibujar y una hoja de
papel de construcción en cada silla antes que lleguen los
participantes.
• Proporcione un lápiz o un bolígrafo a cada participante.
• Vea con anterioridad los segmentos del video para
esta sesión. • Asegúrese de que el video se encuentra en el
inicio del primer segmento de esta sesión.
• Arregle las sillas en un semicírculo para que los
miembros puedan verse entre sí y ver el televisor.
Apertura (15 minutos)
• Pida a los participantes que informen de sus oportunidades para testificar de su fe. Si hay quienes en el grupo
no han testificado de su fe, asegúrese de no hacerlos
sentir como que han fallado. Pida a alguien en el grupo
que les recuerde la definición del éxito, y anímelos a que
testifiquen en el futuro.
• Pida a los participantes que piensen en una persona
que conozcan (un compañero de trabajo, un vecino,
alguien con quien hacen negocios, un miembro de la
familia) que sienten que es la última persona que se
convertiría a Cristo.
Primera opción: Pídales que dibujen a esa persona.
Muéstreles su ilustración para que vean que no tiene que
ser un buen dibujo.
59
Segunda opción: Pídales que escriban las iniciales de
esa persona en la parte interior de la cubierta de su libro.
Luego pídales que enumeren algunas características de esa
persona.
• Cuando todos hayan finalizado, pregúnteles: De
algunas personas, ¿qué características nos hacen sentir
que les será difícil recibir a Cristo como Señor y Salvador?
• Pregunte: ¿Cómo esta perspectiva se vuelve una
barrera para nuestro testimonio de Cristo a ciertas
personas?
Video (20 minutos)
• Vean el primer segmento del video del testimonio de
William Fay: “Una nueva vida”. Detenga la cinta cuando
se le indique en la pantalla.
Profundización (5 minutos)
• Pregunte: ¿Por qué parecía Bill Fay una persona
difícil de recibir a Jesucristo como Señor y Salvador?
• Pregunte: ¿Las personas que Bill Fay rechazó fallaron
en realidad?
• Pregunte: ¿Piensa que Dios pudiera usarlo para
alcanzar a la persona que pensó al inicio de esta sesión?
Repaso (8 minutos)
• Proyecte la transparencia 6 (o refiérase al cartel):
Cinco preguntas para determinar dónde Dios está obrando. Repítalas dos veces al unísono para reafirmar lo
aprendido.
• Proyecte la transparencia 7 (o refiérase al cartel):
Principios para usar la Biblia. Recuérdeles a los participantes que estos le permiten depender de la Palabra de
Dios y del Espíritu Santo.
• Proyecte la transparencia 11 (o refiérase al cartel):
Las cinco preguntas para guiar al punto de decisión.
Repítalas dos veces al unísono para reafirmar lo aprendido.
• Pida a los participantes que identifiquen el cartel o
los carteles que han tenido el más grande efecto en ellos
de manera personal.
• Pida a los participantes que formen grupos de tres o
60
cuatro y que respondan a esta pregunta: ¿Qué me ha
enseñado Dios?
• Después de algunos minutos en grupos pequeños,
pregunte si a alguno le gustaría darle a conocer a todo el
grupo lo que ha aprendido.
• Distribuya copia del audiocasete.
• Determine cómo planea darle seguimiento a los
participantes cuando usen el proceso (tal como reuniones
de seguimiento o llamadas telefónicas).
Video (2 minutos)
• Vean el segundo segmento del video del testimonio
de William Fay: “Una nueva vida: Segunda parte”.
Detenga la cinta cuando se le indique en la pantalla.
Para terminar (10 minutos)
• Pida a los participantes que lean el “Compromiso
personal con Dios de testificar de Cristo” que se encuentra en la página 43 y, si ese es el compromiso de ellos, que
lo firmen.
• Lean al unísono ya sea de la transparencia 3 o del
cartel:
El éxito de testificar está en vivir la vida cristiana día a
día, testificar del evangelio y confiar en Dios para los
resultados. El éxito no está en lograr que alguien acepte a
Cristo.
• Durante el tiempo de oración para terminar, dé la
oportunidad para que los participantes oren de manera
específica por las personas a quienes planean testificarles.
Al terminar usted el tiempo de oración, pida que Dios le
dé a cada participante tanto la valentía como la oportunidad de testificar de Cristo sin temor.
lista de miembros
Nombre
Sesión 1 Sesión 2 Sesión 3 Sesión 4
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61
Dios hace la obra. No existe la posibilidad
de fracasar. Todo es obra de Dios.
PRINCIPIO
¿Tuvo alguna vez la oportunidad de testificar
de su fe y no lo hizo por temor a fallar? El éxito
de testificar está en vivir la vida cristiana día a
día, testificar del evangelio y confiar en Dios para
los resultados. El éxito no está en lograr que
alguien acepte a Cristo.
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28.18-19).
TESTIFIQUE DE CRISTO SIN
TEMOR
Dios hace la obra. No existe la posibilidad
de fracasar. Todo es obra de Dios.
PRINCIPIO
¿Tuvo alguna vez la oportunidad de testificar
de su fe y no lo hizo por temor a fallar? El éxito
de testificar está en vivir la vida cristiana día a
día, testificar del evangelio y confiar en Dios para
los resultados. El éxito no está en lograr que
alguien acepte a Cristo.
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28.18-19).
TESTIFIQUE DE CRISTO SIN
TEMOR
VERDADES
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;
y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios
2.8).
“Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho
temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación
fue con palabras persuasivas de humana sabiduría,
sino con demostración del Espíritu y de poder” (1
Corintios 2.3-4).
“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me
envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día
postrero” (Juan 6.44).
“Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede
venir a mí, si no le fuere dado del Padre” (Juan 6.65).
“Así que, somos embajadores en nombre de
Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros;
os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con
Dios” (2 Corintios 5.20).
“Así será mi palabra que sale de mi boca; no
volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y
será prosperada en aquello para que la envié” (Isaías
55.11).
VERDADES
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;
y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios
2.8).
“Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho
temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación
fue con palabras persuasivas de humana sabiduría,
sino con demostración del Espíritu y de poder” (1
Corintios 2.3-4).
“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me
envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día
postrero” (Juan 6.44).
“Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede
venir a mí, si no le fuere dado del Padre” (Juan 6.65).
“Así que, somos embajadores en nombre de
Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros;
os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con
Dios” (2 Corintios 5.20).
“Así será mi palabra que sale de mi boca; no
volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y
será prosperada en aquello para que la envié” (Isaías
55.11).
sin
testifique
de cristo
sin
testifique
de cristo
PRIMER PASO
“Sí”: Abra su Biblia.
“No”: No haga nada.
Use preguntas para determinar dónde obra
Dios
1. ¿Tiene usted algún tipo de creencia espiritual?
2. Para usted, ¿quién es Jesucristo?
3. ¿Piensa que existe el cielo y el infierno?
4. Si muriera ahora mismo, ¿adónde iría
usted?
5. Si lo que usted cree no fuera cierto, ¿le gustaría conocer la verdad?
PRIMER PASO
“Sí”: Abra su Biblia.
“No”: No haga nada.
Use preguntas para determinar dónde obra
Dios
1. ¿Tiene usted algún tipo de creencia espiritual?
2. Para usted, ¿quién es Jesucristo?
3. ¿Piensa que existe el cielo y el infierno?
4. Si muriera ahora mismo, ¿adónde iría
usted?
5. Si lo que usted cree no fuera cierto, ¿le gustaría conocer la verdad?
63
1. Romanos 3.23: “Todos pecaron”.
2. Romanos 6.23: “La paga del pecado es
muerte”.
3. Juan 3.3: “El que no naciere de nuevo”.
Pregunte: ¿Por qué Jesús vino a morir?
4. Juan 14.6: “Yo soy el camino”.
5. Romanos 10.9-11: “Si confesares ... serás
salvo”.
6. 2 Corintios 5.15: “Ya no vivan para sí”.
7. Apocalipsis 3.20: “Yo estoy a la puerta y
llamo”.
Permítale hablar a la Biblia
“Lea el versículo en voz alta”.
“¿Qué significa para usted?”
segundo PASO
1. Romanos 3.23: “Todos pecaron”.
2. Romanos 6.23: “La paga del pecado es
muerte”.
3. Juan 3.3: “El que no naciere de nuevo”.
Pregunte: ¿Por qué Jesús vino a morir?
4. Juan 14.6: “Yo soy el camino”.
5. Romanos 10.9-11: “Si confesares ... serás
salvo”.
6. 2 Corintios 5.15: “Ya no vivan para sí”.
7. Apocalipsis 3.20: “Yo estoy a la puerta y
llamo”.
Permítale hablar a la Biblia
“Lea el versículo en voz alta”.
“¿Qué significa para usted?”
segundo PASO
Copyright © 1998 by LifeWay Press
All rights reserved.
Haga silencio ... y ore.
Termine con preguntas clave
1. ¿Es usted pecador?
2. ¿Quiere que sus pecados sean perdonados?
3. ¿Cree que Cristo murió en la cruz por
usted y que resucitó de nuevo?
4. ¿Desea entregar su vida a Cristo?
5. ¿Está preparado para invitar a Cristo a que
entre en su vida y en su corazón?
tercer PASO
Haga silencio ... y ore.
Termine con preguntas clave
1. ¿Es usted pecador?
2. ¿Quiere que sus pecados sean perdonados?
3. ¿Cree que Cristo murió en la cruz por
usted y que resucitó de nuevo?
4. ¿Desea entregar su vida a Cristo?
5. ¿Está preparado para invitar a Cristo a que
entre en su vida y en su corazón?
tercer PASO
TESTIFIQUE
DE CRISTO
TESTIFIQUE
DE CRISTO
SIN
TEMOR
SIN
TEMOR
TESTIFIQUE
DE CRISTO
SIN
TEMOR
Aprenda a testificar de Cristo sin Temor.
Testifique de Cristo sin temor presenta un estilo único de testificar de la fe. Despierta en usted una confianza genuina al
testificar de manera tal que quizá nunca antes hubiera creído que fuera posible.
En cuatro sesiones de estudio usted aprenderá tres pasos
sencillos para testificar de la fe; tres pasos que son fáciles,
confiables y se centran en la Biblia. Además, conocerá el verdadero significado del éxito en la tarea de testificar. Y experimentará gozo cuando sus amigos y familiares se vuelvan del
camino de destrucción a la fe y la esperanza en Cristo.
Aprenda cómo testificar de Cristo sin temor. Su vida y su
fe nunca serán las mismas.
64
Testifique de su fe sin temor
Ahora hay una manera para que cualquier cristiano guíe a
otra persona a encontrar el sencillo sendero de la salvación
sin temor a fallar.
Testifique de Cristo sin temor describe una manera única
y no amenazante de testificar de su fe en Cristo. En este estudio de cuatro sesiones, aprenderá cómo guiar a un no cristiano a la Palabra de Dios mediante la conversación diaria.
Puesto que usted sencillamente testificará de su fe con amor
y obediencia, se desvanecerá el temor al rechazo personal, a
las discusiones y al fracaso.
Descubra el gozo de testificar de su fe sin fallar. Su vida
y su fe nunca serán las mismas.
PLAN DE ESTUDIO DE CRECIMIENTO CRISTIANO
La preparación de cristianos para crecer
En el Plan de Estudio de Crecimiento Cristiano, Testifique de Cristo sin temor es el libro de texto en el área
de Vida personal en el Diploma de Crecimiento cristiano. Para recibir crédito, lea el libro, complete las actividades
de aprendizaje, enseñe el trabajo realizado al pastor, o un miembro del personal o líder de la iglesia, y luego complete la
información que se encuentra debajo. Puede reproducir esta planilla. Después que la complete, envívela a:
Plan de Estudio de Crecimiento Cristiano
One LifeWay Plaza
Nashville, TN 37234-0117
FAX:(615) 251-5067
El catálogo anual del Plan de estudio de Crecimiento Cristiano ofrece información acerca del plan de estudio.
Quizás la oficina de la iglesia tenga uno. Si no lo tiene, pida un ejemplar gratis a la oficina del Plan de Estudio de
Crecimiento Cristiano (615/251-2525).
Información del solicitante
No. del Seguro Social
Nombre: Primero, segundo y apellido
Sr.
No. Personal del PECC*
Fecha de nacimiento
Teléfono
Srta.
Sra.
Dirección (Calle, Ruta o No. del Apartado Postal)
Ciudad, Estado
Código Postal
Ciudad, Estado
Código Postal
Ciudad, Estado
Código Postal
Información de la Iglesia
Nombre de la Iglesia
Dirección (Calle, Ruta, o No. del Apartado Postal)
Sólo para solicitar cambios
Antiguo nombre
Dirección anterior (Calle, Ruta o No. del Apartado Postal)
Iglesia anterior
Firma del pastor, maestro u otro líder de la Iglesia
Código Postal
jFecha
*Se pide que los nuevos solicitantes den su número del SS, pero no se requiere. Los participantes que ya han hecho estudios anteriores, por favor den su
número del Plan de estudio de crecimiento cristiano (PECC) cuando estén usando el número del SS por primera vez. Después sólo se requerirá un número
de identificación (ID).
Envíe esta solicitud a: PLAN DE ESTUDIO DE CRECIMIENTO CRISTIANO FIRMA DEL PÁSTOR, MAESTRO U OTRO LÍDER DE LA IGLESIA FECHA
LIFEWAY CHRISTIAN RESOURCES
ONE LIFEWAY PLAZA
NASHVILLE, TN 37234-0117
65
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