INTERNACIONAL Las difíciles negociaciones para un nuevo gobierno alemán Alex Fernández* Las elecciones parlamentarias en Alemania, no dieron una claro triunfo a Merkel de la Democracia Cristiana, ni una derrota contundente a Schroeder y la Socialdemocracia. Ello derivó en la gran coalición de gobierno entre ambos sectores como garantía de una estabilidad política que está por verse. Y, por otro lado, hay que considerar el avance del Partido de Izquierda. 500 MENSAJE noviembre 2005 Los resultados electorales de los comicios alemanes del 18 de septiembre pasado no fueron significativamente alterados por las tardías elecciones parlamentarias en Dresden el domingo 2 de octubre que otorgaron un asiento parlamentario extra a la Democracia Cristiana. Estos resultados no constituyeron un mandato claro y la Democracia Cristiana con Angela Merkel no logró la prometida aplastante derrota del Canciller socialdemócrata Schroeder, pues su 35,2 % corresponde apenas a un 0,9 % superior al del Partido Socialdemócrata (SPD). El SPD y el propio Canciller reclamaron la victoria con algo más del 34 % de los sufragios, fundamentándola en el hecho de que la alianza de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU) con el partido Liberal Democrático (FDP), no obtuvo la mayoría parlamentaria necesaria para formar una coalición de gobierno estable. La gran sorpresa electoral la constituyó el 8,7 % obtenido por el nuevo Partido de Izquierda (PI) que capitalizó en parte el descontento de los electores que tradicionalmente apoyaban al SPD. Los resultados electorales abrieron un incierto proceso de intentos de formación de una coalición de gobierno, caracterizado por el hecho de que los que deseaban formar un nuevo gobierno carecían de apoyo parlamentario (CDU/CSU y FDP), y los que podían no lo deseaban (SPD y CDU/CSU). El FDP por su parte había manifestado categóricamente su rechazo a cualquier participación en una coalición de gobierno donde el SPD estuviera presente. Por su lado, este no tiene los votos necesarios para restablecer su antigua coalición de gobierno 34 (SPD/Verdes), y en un primer momento se negó a formar una coalición con la Democracia Cristiana que no considerara a Schroeder como Canciller. Para esto último utilizó el argumento de que el SPD es la primera fuerza electoral en el Parlamento alemán si se considera que el 35,2 % de la Democracia Cristiana se reparte en los hechos entre dos partidos, el CDU y el CSU. Este razonamiento es jurídicamente válido pero constituye una novedad en el tradicional escenario político alemán dado que hasta hoy el CDU/CSU ha sido considerado en el Parlamento como un solo partido. Mucha hilaridad produjo el intento de la Democracia Cristiana por formar la llamada ‘Coalición Jamaica’ que junto al FDP integraría a los Verdes. El único punto de consenso entre todos los partidos institucionales es que en cualquiera fórmula posible de coalición de gobierno debe excluirse el anti-neoliberal Partido de Izquierda. EL DUELO ‘SCHROEDER–MERKEL’ A pesar del impasse electoral todo el mundo supone que la estabilidad política del nuevo gobierno alemán pasa necesariamente por una alianza entre el SPD y la Democracia Cristiana, pero el mayor impedimento para ello habían sido las figuras emblemáticas de ambos partidos: Schroeder y Merkel. Para muchos analistas de la política alemana ambos políticos han salido con una imagen pública dañada de la dura confrontación electoral y del debate referido a quién lideraría la formación de una coalición de gobierno: Merkel, que obtuvo mayor cantidad votos pero no la vic- Las negociaciones condujeron a la designación de Merkel como ‘die toria electoral esperada, y Schroder, que perdió las elec- Kanzlerin’ y al abandono de la arena política por parte de Schroeder. La ciones pero no obtuvo la derro- Democracia Cristiana debió pagar un alto precio en la formalización de ta pronosticada por su adversaria. Es evidente que el resulta- esta coalición forzada otorgando al SPD ocho ministerios. do electoral había proporcionamejorado inesperadamente su posibilidades de hacerse con el do dos cancilleres potenciales que comparten una disminución poder del CDU/CSU. notable de su apoyo electoral. Si se consideran las elecciones de Por otra parte, para Gerhard Schroeder los resultados positihace tres años, ambos han sido derrotados: el SPD cayó del vos de la recuperación económica derivada de las medidas de su 38,5 % al 34,3 %; y la Democracia Cristiana del 38,5 % al gobierno, han llegado tarde y podría pasar a la historia como un 35,2 %. Canciller cuya política de reformas económicas necesarias fue Angela Merkel había prometido una modernización radiincomprendida, transformándolo en víctima de los tardíos benecal del estado de bienestar sobre la base de una disminución ficios de ellas. La llamada ‘Agenda 2010’, implementada por su contundente del gasto público como alternativa al estancamiengobierno, fue duramente rechazada por los sindicatos y los sectoto económico y al desempleo, acusando a Schroeder de no res de izquierda del propio SPD y, por razones de oportunismo implementar medidas neoliberales lo suficientemente radicapolítico, por la propia Democracia Cristiana. La Agenda repreles. Para cumplir su promesa ella requeriría de una coalición de sentaba un programa de reformas que intentaba escapar al centro derecha. Por su parte, Schroeder y el SPD han obtenido neoliberalismo extremo de la Tercera Vía de Tony Blair en Inglael peor resultado electoral de los últimos cuarenta años pero 1 terra , que Schroeder ha interpretado como una simple contiello no ha significado un apoyo de la alternativa de Merkel. Sin nuación de las reformas neoliberales introducidas en su momenduda que los resultados fueron un trago amargo para Angela to por Margaret Thatcher. Tanto el SPD como la Democracia Merkel y habían abierto un escenario de inseguridad para su Cristiana alemana han constituido históricamente la base de apoyo sobrevivencia política futura dentro de su propio partido si no político al modelo de economía social de mercado basada en el lograba transformarse en Canciller. Su rival, Edmund Stoiber, presidente del CSU, que ha proclamado reiteradamente su rechazo al hecho de que los ‘ossis’ o ciudadanos provenientes de * Analista internacional. Universidad de Amsterdam. la ex República Democrática Alemana (DDR) se transformen 1 Ver “Blair y la crisis política y financiera de la Unión Europea”. Revista Mensaje, en un factor decisivo de la política alemana, de momento ha núm. 541, agosto de 2005. 35 MENSAJE julio noviembre 501 MENSAJE 2004 2005 Angela Merkel INTERNACIONAL la de la coalición. En Alemania sólo existe una experiencia anterior de coalición entre SPD y CDU-CSU y fue en el Gobierno del canciller Kiesinger (1966-69) y que reunió figura tan disímiles y monumentales como Willy Brandt, FranzJosef Strauss y Herbert Wehner. EL PARTIDO DE IZQUIERDA 502 MENSAJE noviembre 2005 Las elecciones parlamentarias alemanas del 18 de septiembre pasado contaron con un nuevo actor político que sorprendió y alarmó el tradicional escenario político integrado por los llamados partidos institucionales. El Partido de IzOscar Lafontaine y Gregor Gysi quierda (PI) surge como una organización política antineoliberal que La formación del Partido de Izquierda proviene de una alianza política se presenta como alternativa política frente a la neoliberalización entre el Partido del Socialismo Democrático (PDS, ex-comunistas de la ideológica y política extrema de la DDR) y el WASG (Alternativa Electoral Trabajo y Justicia Social), fundado socialdemocracia alemana, los verdes y la Democracia Cristiana. Con por sindicalistas y disidentes antineoliberales del SPD. el rechazo del neoliberalismo de la alianza ‘rojo-verde’ que sostuvo el consenso de intereses entre sindicatos y empresas y es esto lo que gobierno del canciller Schroeder, el PI buscaba ampliar el eshoy está en discusión y se había materializado en el impasse de los pectro político alemán con una fuerza política a la izquierda resultados de las elecciones parlamentarias. del SPD. Su formación proviene de una alianza política entre En las negociaciones de finales de septiembre destinadas a el Partido del Socialismo Democrático (PDS, ex-comunistas explorar la formación de una coalición entre el SPD y el CDU/ de la DDR) y el WASG (Alternativa Electoral Trabajo y JustiCSU, tanto Melker como Schroeder manifestaron un prudencia Social), fundado por sindicalistas y disidentes te optimismo en la búsqueda de una coincidencia programática antineoliberales del SPD. de consenso que permitiera continuar con las reformas. Las figuras públicas del nuevo partido están representadas Así, recién el 10 de octubre se volvió a la única fórmula por dos robustos veteranos de la política alemana: Gregor Gysi posible que puede otorgar estabilidad política al programa de y Oscar Lafontaine. Ambos, después de la victoria electoral de reformas económica requeridas para resolver la crisis económila alianza ‘rojo-verde’ que transformó a Schroeder en Canciller, ca de Alemania: un gabinete SPD/CDU-CSU. Las negociahabían sido reducidos a interesantes y coloridos comentaristas ciones condujeron a la designación de Merkel como ‘die de la política alemana pero carentes de influencia y poder en el Kanzlerin’ y al abandono de la arena política por parte de escenario político hegemonizado por la socialdemocracia y los Schroeder. La Democracia Cristiana debió pagar un alto preverdes. En la década de los años noventa ambos representaron cio en la formalización de esta coalición forzada otorgando al un rol prominente como jefes de sus respectivos partidos, uno SPD ocho ministerios, entre ellos, los estratégicos ministerios en los antiguos territorios de la ex-DDR y el otro en la BRD; de Finanzas, Relaciones Exteriores, Salud y Trabajo. Die Gysi en el PDS de los ex-comunistas y Lafontaine en el SPD. Kanzlerin gobernará con un gabinete dominado por el SPD a Gregor Gysi, nacido hace cincuenta y siete años en Berlín pesar de que en el sistema alemán el voto del Canciller es decioriental es, junto con Angela Merkel, el político alemán más sivo, pero en este caso no es muy probable que él tenga fuerza prominente que proviene de la DDR donde se desempeñó como intimidatoria en las decisiones políticas contrarias a los minisabogado de múltiples disidentes y críticos del régimen comutros del SPD. El Canciller alemán posee de facto la llamada nista. Después del derrumbe de la DDR se transformó en la ‘Richtlinienkompetenz’, pero el SPD ya ha hecho saber que voz crítica más importante que asumió la defensa de los dereuna apelación de la Canciller a dicha competencia pondría inchos de igualdad ciudadana de los habitantes orientales en la mediatamente en peligro tanto la mantención del gabinete como Alemania unificada. Resistió políticamente contra las transfor- 36 Oscar Lafontaine fue durante 34 años uno de los líderes más representativos de la socialdemocracia alemana. En 1976, con 32 años, era alcalde de Saarbrucken y en 1985 ministro presidente de Saarland. Durante los años ‘80 rechazó y resistió públicamente la instalación de nuevos misiles norteamericanos en territorio alemán y se mostró favorable a la idea de que Alemania debía abandonar la OTAN. En 1991 dirigió el SPD como candidato a la Cancillería contra Helmut Kohl y a mediado de los ‘90 se transforma en presidente del SPD. En 1998, cuando Gerhart Schroeder obtuvo su victoria electoral, fue designado como ministro de Finanzas y Trabajo, cargo que abandona cinco meses más tarde en virtud de sus discrepancias con la política económica implementada por el nuevo gobierno. Desde ese momento se constituyó en un crítico agudo del gobierno SPD/Verdes, lo que durante este año lo condujo al abandono del SPD. Es necesario reconocer que la victoria electoral de Schroeder en 1998, entre otras razones, fue posible por la coexistencia pacífica entre las facciones (neo)liberal, representada por el Canciller, y la neokeynesiana de Lafontaine. La renuncia de Lafontaine como ministro cinco meses después de su designación demostró la fragilidad de dicha coexistencia y dejó el camino libre para el proceso de renovación ideológica de la socialdemocracia alemana. Esta debía readecuarse a las nuevas exigencia del fin de la guerra fría, de la reunificación alemana y del deterioro político del keynesianismo de post-guerra que había constituido el fundamento de las políticas económicas socialdemócratas. La renovación o neoliberalización de la socialdemocracia europea que llegaba a territorio alemán con la victoria de Schroeder, había sido ya ampliamente proclamada por Tony Blair en Inglaterra sobre la base de su crítica al estatismo desmesurado del viejo izquierdismo, al sistema impositi- 2 Ver “Arremetida neoliberal en la Socialdemocracia europea”. Revista Mensaje, núm. 478, mayo de 1999. 3 Ver “Europa monetaria o Europa social”. Revista Mensaje, núm. 4666, enero de 1998. En la Sala Alcázar del Museo Histórico Militar (Blanco Encalada 1550, a dos cuadras del Metro estación Toesca) se está presentando una exposición sobre Alberto Hurtado, donde se destaca su paso por el Ejército de Chile. El 1º de agosto de 1920, Alberto ingresó al cuartel del barrio Recoleta del Regimiento de Infantería Yungay, donde estuvo 90 días en la 2ª sección de la Décima Compañía. En su hoja de vida en el Ejército quedó consignado su espíritu de servicio y disciplina. El 1º de noviembre de 1920 salió del cuartel Yungay como teniente 2º de Reserva de Infantería. La exposición se mantendrá hasta el 30 de noviembre. 37 MENSAJE julio noviembre 503 MENSAJE 2004 2005 UN EX SOCIALDEMÓCRATA vo excesivo y la necesidad de una reformulación de las relaciones entre socialdemocracia y sindicatos, que liberara al partido de la influencia de estos últimos. Sin embargo, Schroeder duramente criticado por Lafontaine, no escogió la ‘tercera vía’ de Blair sino la estrategia que llamó Die Neue Mitte, los nuevos grupos medios que eran considerados como la clave de la democracia moderna, sustituyendo la vieja dependencia sindical del SPD2 . Con ello se intentaba una inestable coexistencia entre una versión neoliberal de la economía de mercado y el estado de bienestar. En este inestable contexto de readecuación ideológica del SPD y el gobierno, Lafontaine, como ministro de Finanzas y Trabajo, implementó políticas destinadas a reducir drásticamente el desempleo de cuatro millones de personas. Para ello se apoyó en viejas recetas keynesianas que le permitían argumentar que podía aspirar a una economía de pleno empleo sobre la base del aumento de los salarios y de la demanda, apoyada por una política monetaria expansiva. Ella debería, además, ser implementada como una política global en la totalidad de los miembros de la Unión Europea y por el Banco Central Europeo 3 . La rebelión empresarial y la oposición neoliberal en el propio SPD contra Lafontaine no se hicieron esperar. M PADRE ALBERTO HURTADO. UN HÉROE DE LA FE maciones económicas y la destrucción masiva del capital industrial y humano implementadas por la restauración del capitalismo en la Alemania Oriental y contra el desempleo masivo a que ello dio curso. Su importancia política crítica y testimonial le hizo acreedor de diversas investigaciones sobre su pasado político. Ellas estaban destinadas a lograr su inhabilitación pública, siendo la más relevante la ejecutada en la década de los ‘90 por el propio Parlamento, y que tenía como objetivo probar su estrecha vinculación con la policía política del régimen comunista (Stasi). Desde 1967 Gysi había sido miembro del Partido Comunista de la DDR (Partido socialista Unificado de Alemania, SED) y a partir de los noventa del PDS y del Parlamento alemán hasta el 2002. Su gran tarea, en gran medida incumplida, fue el transformar el PDS en un partido nacional con fuerte presencia también en la Alemania occidental. Después de un corto período como ministro de Economía de Berlín, se retiró de la política activa en el 2002 y se estableció como abogado en el propio Berlín occidental desde donde surgió como una de las figuras políticas más importante del PI.