Melilla eltelegrama, sábado 10 de agosto de 2013 Estas jornadas de fiesta tienen lugar al comienzo del mes Shawwal. La fecha marca la cuenta atrás de la Pascua Grande de los musulmanes, el Aid El Kabir Tres días de celebración para despedir al mes de Ramadán Por R. Carrillo En casa de Hassan Mohan, tanto las mujeres como los hombres se han levantado antes del amanecer, han desayunado algo frugal y han acudido al rezo colectivo para celebrar la finalización del Ramadán. A la vuelta, el camino es pausado y cualquier escusa es buena para detenerse en casa de algunos vecinos y felicitar la fiesta. En la Cañada de Hidum, barrio de residencia de la familia, todo es, a lo largo de la mañana de ayer viernes, un ir y venir de gente que, con sus mejores galas, se prepara para los tres días de fiesta marcados por el Aid El Fitr o la Pascua Chica. Estas tres jornadas se celebran en los primeros días del mes Shawwal que sucede al Ramadán. La festividad marca la cuenta atrás de la Pascua Grande de los musulmanes, el Aid El Kebir, que se celebra en el décimo día del mes de Dhul-Hiyya, en unos dos meses. La tradición marca de forma especial el desayuno del primer día del Aid El Fitr, puesto que es el primero tras casi un mes de ayuno. Para celebrarlo por todo lo alto, las mujeres de la casa de Hassan llevan varios días cocinando. Las pastas, los bizcochos, los pañuelos, los frutos secos y el té coronan la mesa central del salón. En un extremo, las mujeres más mayores, todas de blanco, se sientan a conversar mientras las más jóvenes, con vestidos coloridos, bregan en la cocina con los últimos preparativos. Fatima Mohan ha llegado desde Barcelona para pasar con la familia los últimos días del Ramadán. Mientras da los últimos retoques a un plato nos cuenta que lo habitual es que se reúnan en las casas más de veinte personas. El desayuno se desarrolla de forma desordenada y mientras los hombres toman té y las mujeres conversan animadamente, los niños parecen haber desaparecido. Para ellos, aún sin tener que practicar aún el quinto pilar del Islam -el ayuno del Ramadán-, este día es también todo un evento, puesto que las golosinas y las propinas son lo normal durante la presente festividad. "Solemos visitar a los vecinos durante estos tres días. Tomamos un poco de té en casa, vamos a la de al lado y seguimos comiendo, ellos vienen luego a la nuestra. Y así durante tres días; puede hacerse, tras el primer día, tanto a la hora de comer como de cenar", nos explica Fatima a los tres periodistas que hemos sido invitados a pasar con esta familia la mañana. Olvidando por un momento las prisas a las que a veces obliga esta profesión, nos rendimos a la hospitalidad de la familia y alargamos, sumidos en la exquisitez de los platos y en la simpatía de los comensales, nuestra pequeña intromisión. La conversación es animada, las historias que nos cuentan, nuevas para nuestros oídos, los vasos de té se rellenan casi solos por las manos rápidas y expertas de nuestros compañeros de mesa y el plato de pañuelos parece no mermar. A los pañuelos le sigue el cus-cus, un cus-cus que, debido a la celebración, cambia el pollo, o el azúcar de su variante dulce, por un simple baño de leche templada y unos generosos trozos de calabaza. De nuevo, un par de chicos jóvenes se levantan y vuelven, al cabo de un rato, con dos amigos de una casa cercana. El barrio entero ha abierto sus puertas y la fiesta, aunque centradas en las engalanadas mesas, se vive también en la calle. Así será hasta el domingo, momento en que los familiares que han venido tan sólo por unos días, hagan la maleta y las casas queden de nuevo tranquilas hasta la llegada de la Fiesta Grande, la Fiesta del Cordero, la cual conmemora el pasaje, tanto coránico como bíblico, en el que Abraham muestra su voluntad de sacrificar a su hijo Ismael por mandato de Dios. Significado del Ramadán El Ramadán es el noveno mes lunar en el calendario islámico. Conmemora el peregrinar de Mahoma por el desierto y su ayuno voluntario. Es un tiempo de recogimiento, de oración y de poner en práctica los preceptos islámicos. El ayuno es sólo la parte física de todo un proceso de depuración espiritual. Tan sólo las embarazadas, ancianos, niños y enfermos están exentos de practicar el ayuno. También se anula si la persona se encuentra de viaje. El alcohol, el tabaco y el sexo están, durante este periodo, terminantemente prohibidos. El ayuno del mes de Ramadán es uno de los cinco pilares del Islam junto con el Testimonio de Fe, la Oración, la Contribución Social con la ayuda económica a los más necesitados y la Peregrinación a Meca, la cual debe realizarse por lo menos una vez en la vida. Quizás sea la noche de Laylatu l-Qadr, conocida como Noche del Destino, la que mejor explica el significado de este mes sagrado. Según el Islam, fue durante esta noche, la cual se establece de forma indeterminada en los últimos 10 días del mes de ayuno, cuando el Profeta Mahoma recibió en forma de revelación las palabras del Corán, llegadas directamente desde Dios. Dichas relevaciones se prolongaron durante más de 20 años, dividiendo los pasajes coránicos entre las revelaciones que Mahoma recibió en Meca y las que recibió en Medina. Pasado el jueves, atrás quedan casi 30 días en los que Melilla entera se ha impregnado, como cada año, de las tradiciones religiosas y populares que trae consigo este mes sagrado del Ramadán para los musulmanes.