Toda la creación gira alrededor de la Palabra

William Soto Santiago
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El Mensaje del Evangelio del Reino
Este mensaje predicado por nuestro amado hermano
William Soto Santiago
es distribuido completamente Gratis
“Y el Espíritu y la esposa dicen ven, y el que oye, diga:
ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del
agua de la vida gratuitamente.” Apoc. 22:17
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me ha dado. Y mi deseo es que el glorioso Reino milenial del Señor
Jesucristo esté lleno de latinoamericanos y caribeños. Y el que oye y
entiende la Palabra del Reino, tiene grandes promesas para ese
glorioso Reino del Señor Jesucristo.
Así que adelante girando alrededor de la Palabra de Dios para
el fin del siglo, porque somos Creación de Dios, somos los hijos de
Dios; y toda la Creación gira alrededor de la Palabra de Dios.
Que Dios nos continúe bendiciendo a todos, que Dios nos
guarde. Muchas gracias por vuestra amable atención, y será hasta la
tarde, Dios mediante, en que estaremos nuevamente reunidos para
continuar escuchando la Palabra del fin del siglo, para continuar
girando alrededor de esa Palabra, de la Palabra de Dios.
Con nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín para
concluir nuestra parte en este día o en esta tarde.
Dios nos continúe bendiciendo a todos, y por aquí tenemos
nuevamente a Miguel Bermúdez Marín.
¿Por qué estamos girando alrededor de la Palabra de Dios?
Porque toda la Creación gira alrededor de la Palabra de Dios.
Así que continuamos girando alrededor de la Palabra de Dios.
``TODA LA CREACION GIRA ALREDEDOR DE LA
PALABRA.''
TODA LA CREACION
GIRA ALREDEDOR
DE LA PALABRA
Por William Soto Santiago
23 de febrero de 1992
Santa Cruz, Bolivia
Muy buenos días, amados amigos y hermanos presentes; es
para mí un privilegio muy grande estar con ustedes en este día, en
esta mañana, y tener la oportunidad de traerle a ustedes la Palabra de
Dios.
En esta mañana quiero leer un pasaje bíblico en San Juan
capítulo 1, verso 1 en adelante, y dice de la siguiente manera:
``En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el
Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él
fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no
prevalecieron contra ella.''
Y el verso 14 de este mismo capítulo 1 de San Juan, dice:
``Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de
gracia y de verdad.''
Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones y nos
permita entenderla.
``TODA LA CREACION GIRA ALREDEDOR DE LA
PALABRA.''
El apóstol San Pablo, reconociendo esta Verdad, dijo en su
carta a los Hebreos, en el capítulo 11, verso 3:
``Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por
la Palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no
se veía.''
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Vean ustedes, el universo fue constituido por la Palabra de
Dios; y fue hecho lo que se ve de lo que no se veía, por esa Palabra
creadora.
Los científicos han dicho que el universo surgió de una
explosión, le llaman ``la gran explosión'' o el ``Big-Bang.'' De ahí
surgió el universo, dicen ellos.
Ahora, ¿quién formó esa explosión? Encontramos que fue la
Voz de Dios; porque cuando la Voz de Dios habla es el Trueno de
Dios, y por ese Trueno de Dios fueron creadas todas las cosas.
Por esa causa también usted encuentra en la apertura del
primer sello que hubo un Trueno, una explosión. Así abrieron los
sellos, con un Trueno.
Y para el fin del tiempo tenemos una gran explosión, un BigBang: el de los siete Truenos; porque Dios no se ha detenido en Su
programa de Creación. Y con esa explosión de siete Truenos Dios
creará todas las cosas que ha dicho que realizará, que creará, en el fin
del tiempo.
Dios con esa explosión de esos siete Truenos creará el
recogimiento de los escogidos, creará la Resurrección de los muertos
en Cristo, creándole un cuerpo eterno, creará también el cuerpo
nuevo que El ha prometido para nosotros los que estamos vivos, o
sea con esa explosión poderosa de los siete Truenos nosotros
seremos transformados.
Esa explosión es la Voz del Señor Jesucristo, la Voz de Dios,
hablándonos en este tiempo final para crear las cosas eternas que El
ha dicho para este tiempo final; porque toda la Creación gira
alrededor de la Palabra de Dios.
San Pablo dijo: ``Por la fe entendemos haber sido constituido
el universo por la Palabra de Dios.'' Dios habló y luego las cosas
fueron creadas.
¿Cuánto tiempo toma cada cosa en ser creada luego que la
Palabra es hablada? Eso es un asunto de Dios; porque en la misma
Palabra que Dios habla está también el tiempo que debe tomar para
materializarse lo que fue hablado. Pero, como decimos nosotros,
tarde o temprano se verá lo que fue hablado por Dios, por Su
también. Todo tiene que girar alrededor de la Palabra de Dios para el
fin del siglo, porque toda la Creación gira alrededor de la Palabra de
Dios.
Yo puedo decir una cosa de ustedes: ``Ustedes están girando
alrededor de la Palabra de Dios para el fin del siglo.'' Y yo también.
No estoy girando alrededor del Mensaje de una Edad o dispensación
pasada, sino alrededor del Mensaje de esta nueva dispensación, de la
Dispensación del Reino.
Así que continuaremos girando alrededor de la Palabra de
Dios para nuestro tiempo, para nuestra Edad y dispensación, y
recibiremos todos los beneficios del Sol de justicia, todos los
beneficios de Cristo, la Palabra. Y pronto seremos transformados y
recibiremos la inmortalidad, porque es una promesa para el fin del
siglo, es una promesa correspondiente al tiempo final. Y nosotros
estamos girando alrededor de todas las promesas del fin del siglo.
Por esa causa estamos esperando nuestra transformación, y
también estamos esperando que los muertos en Cristo (de los
tiempos pasados) resuciten y aparezcan a nosotros; porque estamos
girando alrededor de la Palabra de Dios para este tiempo final.
Yo le doy gracias a Dios por este privilegio tan grande de
permitirme girar alrededor de Su Palabra. No fue que yo lo escogí o
que usted lo escogió, El nos escogió a nosotros para girar alrededor
de Su Palabra correspondiente para el fin del siglo, por lo cual yo le
doy gracias a Dios por esa elección divina que El hizo, con la cual
nos favoreció a nosotros, en la cual tuvimos suerte; esto es más que
suerte, fue elección divina, y fuimos predestinados para esto.
Yo le doy gracias a Dios que el pueblo al cual El me ha
enviado son ustedes. Hablamos el mismo idioma, nos entendemos
muy bien. Ustedes no necesitan un intérprete para que les traduzca a
otro idioma el Mensaje.
Así que yo le doy gracias a Dios por esta bendición tan
grande que me ha dado de colocarme en medio de los
latinoamericanos y caribeños que hablan el mismo idioma que yo
hablo, y que sienten como yo siento.
Yo le doy gracias a Dios por esta bendición tan grande que El
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Reino: yo veo un grupo girando alrededor de la Palabra de Dios para
el fin del siglo, un grupo que recibirá todas las bendiciones de Dios
prometidas para el fin del siglo, y para el milenio, y para toda la
eternidad.
Yo estoy viendo un grupo de personas que serán
transformadas, porque es una de las promesas, de las bendiciones,
que Dios ha hecho en Su Palabra. Y girando alrededor de esa Palabra
que corresponde para nuestro tiempo, recibiremos todas las
bendiciones que habla esa Palabra del fin del siglo.
Así que yo le doy gracias a Dios por enviarme a ustedes:
latinoamericanos, puertorriqueños y caribeños, le doy gracias a Dios
por estar en medio de ustedes. Y espero siempre la materialización
de cada una de las promesas en este tiempo final, y siempre estaré
dándole testimonio a ustedes de las promesas divinas que
corresponden para nuestro tiempo, dándole a conocer las cosas que
deben acontecer pronto de acuerdo a las promesas divinas para el fin
del siglo, dándole a conocer las cosas que deben suceder en la
Dispensación del Reino, dándole a conocer las cosas que El ha
prometido para el fin del tiempo y también para el Reino milenial y
para la eternidad, dándole a conocer todas estas cosas para que
estemos listos para nuestra transformación que Dios ha prometido,
esa es una promesa que no puede fallar.
Por esa causa Dios nos ha colocado a nosotros en el fin del
tiempo a girar alrededor de Su Palabra. Toda la Creación gira
alrededor de Su Palabra para tener vida, para permanecer en la
Creación. Nunca debemos salirnos de esa órbita alrededor de la
Palabra.
Por esa causa Cristo, la Palabra, está representado en el sol; y
los planetas que giran alrededor del sol no pueden salirse de órbita;
porque entonces reciben una catástrofe. Y así le sucede a toda
persona que se sale de órbita, de la órbita alrededor de la Palabra.
Tenemos nosotros que girar alrededor de la Palabra de Dios
prometida para el fin del siglo, tenemos que girar alrededor de las
promesas que corresponden al fin del siglo. El Mensaje tiene que
girar alrededor de esas promesas, el mensajero también y el pueblo
Palabra.
Por esa causa toda la obra que Dios ha hecho en el pasado, la
que hace en el presente, y la que hará en el futuro, toda Su obra ha
girado, gira y girará alrededor de Su Palabra.
Su Palabra es creadora. Por esa causa San Juan nos dice en su
Evangelio: ``Todas las cosas por él fueron hechas... (Y para que
alguno no vaya a decir: ``Bueno, puede ser que algo haya sido
creado por otra persona,'' dice:) ``…y sin él nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho… (Así que la Creación le pertenece a Dios, Dios es
el Dueño de toda la Creación). Y…en él estaba la vida.'' Vean
ustedes, toda la Creación fue hecha por la Palabra de Dios, y por la
Palabra de Dios subsiste; porque en esa Palabra es que está la vida.
Sin esa Palabra para la subsistencia de toda la Creación, no estaría en
la actualidad la Creación; porque luego de Dios llevar a cabo por Su
Palabra la Creación, luego mantiene esa Creación por Su Palabra.
Esto es lo que nos enseña también el apóstol San Pedro en
una de sus cartas, 2 de Pedro capítulo 3, verso 4 en adelante, dice
(aquí habla de los burladores que siempre los ha habido y
actualmente también los hay):
``y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento?
Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas
permanecen así como desde el principio de la Creación.
Estos (los burladores) ignoran voluntariamente, que en el
tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y
también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste,
por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua;
pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados
por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y
de la perdición de los hombres impíos.''
Ahora, vean ustedes que Dios guarda también toda la
Creación por Su Palabra, por medio de ella continúa la Creación
existiendo; porque no hay otra cosa para que le dé vida a la
Creación.
Ahora, la Palabra es lo más importante que una persona
puede recibir de parte de Dios. Vean ustedes:
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``En el principio era el Verbo (la Palabra), y el Verbo era con
Dios, y el Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.''
Y aquí en el verso 14 de este mismo capítulo 1 de San Juan
dice: ``Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros.'' Y
cuando el Verbo, que es Dios, se hizo carne y habitó entre los seres
humanos, fue conocido por el nombre de Jesús. Jesús de Nazaret era
nada menos que el Verbo hecho carne, Dios hecho carne, Emmanuel,
que traducido es: Dios con nosotros.
Por esa causa encontramos que en algunos lugares dice la
Escritura que los cielos y la Tierra fueron creados por la Palabra de
Dios, por el Verbo de Dios, y en otros lugares dice que Dios creó los
cielos y la Tierra. Es que el mismo Dios, siendo el Creador de los
cielos y de la Tierra, El mismo es la Palabra, el Verbo.
Ahora, podemos nosotros tener a Dios en Espíritu, también
podemos tener a Dios en forma de Palabra, y podemos tener a Dios
en Palabra escrita; y sigue siendo el mismo Dios tomando diferentes
formas. Y también podemos tener a Dios en carne humana, y esto
fue el Señor Jesucristo: Emmanuel, Dios en carne humana.
Por esa causa encontramos que en y a través del Señor
Jesucristo se llevó a cabo la obra divina correspondiente para la
Dispensación de la Gracia. Podemos ver que toda la obra divina de la
Dispensación de la Gracia gira alrededor del Señor Jesucristo y Su
sacrificio en la Cruz del Calvario, ¿por qué? porque El es el Verbo,
la Palabra. Todo gira alrededor de la Palabra.
Encontramos que es la Palabra la que realiza toda la obra de
Dios. Y a través de la historia bíblica encontramos que toda la obra
que Dios ha llevado a cabo ha girado alrededor de las promesas
divinas que El hizo para ese tiempo.
Dios no puede hacer nada fuera de Su Palabra. Todo gira
alrededor de Su Palabra.
Encontramos que para cada Edad y para cada dispensación
hay Palabra divina asignada. Y lo que Dios realiza en esa Edad o
dispensación gira alrededor de lo que Dios prometió para esa Edad o
esa dispensación. Dios no puede salirse de Su Palabra; porque se
para el fin del siglo.
Y eso es lo que nosotros tenemos que ver a través del
Mensaje de nuestra dispensación. El Mensaje de nuestra
dispensación nos enseña todas las promesas que Dios ha hecho para
nuestro tiempo, y nos muestra cómo Dios va cumpliendo estas
promesas, y nosotros vamos obteniendo el conocimiento de todas
esas promesas y viendo la realización de esas promesas. Y cuando
estamos viendo la realización de esas promesas, estamos viendo la
obra que Dios está haciendo en el fin del siglo.
Y la obra que Dios está haciendo en el fin del siglo gira
alrededor de Su Palabra, de la Palabra que El habló para el fin del
siglo; porque la obra de Dios no puede girar alrededor de la
imaginación humana, no puede girar alrededor de las
interpretaciones humanas. La obra de Dios ha girado y gira en la
actualidad y girará en el futuro alrededor de Su Palabra; porque Su
Palabra es lo que El pensó primeramente.
Así que todo girará, no alrededor del pensamiento humano,
sino del pensamiento divino expresado, que es la Palabra. Todo gira
alrededor de Su Palabra, toda la Creación gira alrededor de la
Palabra de Dios.
No gire usted en su vida fuera de la Palabra, porque no podrá
obtener las bendiciones que la Palabra ha prometido; pero nosotros
giramos alrededor de la Palabra de Dios como Creación de Dios, y
obtendremos todas las bendiciones prometidas en la Palabra de Dios.
Cuando yo los veo a ustedes aquí en Santa Cruz, Bolivia, yo
veo un grupo de creyentes que está girando alrededor de la Palabra
de Dios para este tiempo final. Y cuando yo paso por La Paz,
Bolivia, allí también veo un grupo que está girando alrededor de la
Palabra de Dios para este tiempo.
Y cuando miro allá a los creyentes en Colombia, en
Venezuela, en México, en el Brasil, en Guatemala, en el Ecuador, en
Costa Rica, en El Salvador, en Nicaragua, en Puerto Rico, en
República Dominicana, en el Perú, en Chile, en el Paraguay, en la
Argentina, y en los diferentes lugares en donde están escuchando y
recibiendo la Palabra de Dios para este tiempo final, el Evangelio del
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dispensación si no está ordenado, prometido, por Dios para esa Edad
o esa dispensación. Si no está en el programa divino no puede
aparecer.
Si no está en el programa divino, y aparece una persona
diciendo que es un profeta de Dios, el tal no viene con un Mensaje,
no puede traer un Mensaje de Dios; porque no está en el programa de
Dios; y Dios no le da un Mensaje a una persona que no está en el
programa de Dios como un mensajero para una Edad o una
dispensación.
Por lo tanto entonces sería esa persona un falso profeta. Esa
es la diferencia entre un profeta verdadero de Dios y un falso profeta.
Un verdadero profeta de Dios es un mensajero de Dios asignado para
una Edad o una dispensación. Un falso profeta es uno que piensa que
es un profeta mensajero de Dios, un enviado de Dios, que viene con
un Mensaje; pero cuando se busca el mensaje que tiene, no tiene
nada, es solamente palabrerías humanas e ideas humanas,
imaginación humana.
Pero un verdadero profeta de Dios tiene un espíritu teofánico
de la sexta dimensión enviado por Dios para esa Edad o esa
dispensación con el programa divino para ese tiempo. En él viene
sellado todo el programa de Dios, la Palabra de Dios, para esa Edad
o esa dispensación.
Y él comienza a predicar Su Mensaje, el cual estará girando
alrededor de las promesas divinas para ese tiempo, y comienzan a
abrirse esas promesas, comienza el pueblo a entender esas promesas
que corresponden para ese tiempo, y comienzan a materializarse esas
promesas que corresponden para ese tiempo.
Y entonces el pueblo va viendo y puede decir: ``Este hombre
que tenemos es el que dice aquí la Escritura que Dios enviaría. Dios
está visitando a Su pueblo porque un gran profeta se ha levantado
entre nosotros.''
Así decían aquellos que creyeron en el Señor Jesucristo. Ellos
vieron el programa divino llevándose a cabo, girando alrededor de
las promesas hechas para aquel tiempo. Y así es para hoy, para
nuestro tiempo, todo gira alrededor de las promesas divinas hechas
estaría saliendo de Su programa.
Así que el programa divino se realiza en el cumplimiento de
lo que Dios ha prometido para esa Edad o esa dispensación.
Por ejemplo para el tiempo de Moisés. Para el tiempo de
Moisés se realizó el éxodo, pero ¿de dónde salió ese éxodo? ¿y de
dónde sacó Moisés la idea de sacar al pueblo hebreo de allá de
Egipto y llevarlo a la tierra de Israel? Moisés sacó ese programa de
Dios.
Cuando le apareció el Angel de Jehová, aquella Columna de
fuego, en el monte Sinaí, en aquella zarza, en aquel árbol, le dijo a
Moisés que había escuchado el clamor de Su pueblo, y que había
descendido para libertarlos.
Veamos aquí el encuentro de Moisés con la Columna de
fuego, en el capítulo 3 del Exodo, comenzando en el verso 1, dice:
``Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro,
sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó
hasta Horeb, monte de Dios.
Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en
medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la
zarza no se consumía.
Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión,
por qué causa la zarza no se quema.
Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de
la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.
Y dijo: No te acerques; quita el calzado de tus pies, porque el
lugar en que tu estás, tierra santa es.
Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de
Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque
tuvo miedo de mirar a Dios.
Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo
que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores;
pues he conocido sus angustias,
y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y
sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que
fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo,
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del ferezeo, del heveo y del jebuseo.
El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de
mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.
Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que
saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.
Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que
vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?
Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será
por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al
pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.
Dijo Moisés a Dios: He aquí que yo llego a los hijos de
Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a
vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre? ¿qué les
responderé?
Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo:
Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.
Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel:
Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de
Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre
para siempre, este es mi memorial por todos los siglos.
Vé, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Jehová, el Dios
de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me
apareció diciendo: En verdad os he visitado, y he visto lo que se os
hace en Egipto;
y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra
del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del
jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel.
Y oirán tu voz; e irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de
Egipto, y le diréis: Jehová el Dios de los hebreos nos ha encontrado;
por tanto, nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto,
para que ofrezcamos sacrificios a Jehová nuestro Dios.''
Ahora, aquí podemos ver que fue el Angel de Jehová, que es
el mismo Dios en forma de Angel. Por eso ustedes encuentran que
dice aquí a Moisés todas estas cosas en primera persona. Dios en Su
manifestación ahí.
El trigo no puede ser recogido por ningún otro medio, por
medios humanos no puede ser recogido, sino por medios divinos, por
un ministerio de parte del Señor Jesucristo que estará operando aquí
en la Tierra como El prometió. Y Dios no ha cambiado lo que El
pensó hacer; para darle esa labor a otra persona, o a un grupo de
personas, o a alguna religión, o a alguna organización religiosa,
política, cultural, o alguna otra organización.
El estableció en Su Palabra lo que El llevaría a cabo en el fin
del siglo.
Así que todo lo que Dios estará haciendo en favor de los
escogidos, de los hijos de Dios, estará girando alrededor de Su
Palabra prometida para este tiempo final. Y la realización de lo que
El prometió será esa Palabra materializada, esa Palabra encarnada.
Así está establecido por Dios. Por lo tanto Dios no cambiará
Su Programa. El no lo cambiará y nosotros no cambiaremos tampoco
el programa de Dios, sino que le decimos: ``¡Amén!'' al programa de
Dios, y le damos gracias a Dios por Su programa para el fin del
siglo.
Y el Mensaje para cada Edad o dispensación es el Mensaje
que habla la Palabra que ha sido prometida para ese tiempo, que la
abre, que la da a conocer. Y al dar a conocer esa Palabra, entonces se
materializa gradualmente todo lo que está hablando esa Palabra, ese
Mensaje; porque un Mensaje de parte de Dios para una Edad o una
dispensación no se puede salir de las promesas dadas por Dios para
esa Edad o esa dispensación.
Así que el Mensaje para esa Edad o dispensación lo que hace
es enseñar cuáles son las promesas de Dios para ese tiempo, y
muestra al pueblo esas promesas también a medida que van
cumpliéndose. Así es el Mensaje de cada Edad y de cada
dispensación.
Para el fin del tiempo el Mensaje también girará alrededor de
la Palabra, alrededor de las promesas divinas correspondientes para
el fin del siglo; y el mensajero también girará alrededor de esas
promesas. Así fue en el pasado y así tiene que ser hoy también.
No puede aparecer un mensajero en una Edad o en una
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San Mateo capítulo 24, verso 31: ``Y enviará sus ángeles (ahí tienen
ustedes un ministerio para el fin del siglo) ...enviará sus ángeles con
gran voz de trompeta...'' Ahí tienen un Mensaje de Dios, porque la
Voz de trompeta representa la Voz de Dios, la Voz de Cristo.
Encontramos a través de la Escritura que la Voz de Cristo es
representada por una trompeta o también por un trueno o muchos
truenos.
Así que tenemos la gran Voz de trompeta. Una gran Voz es
un Mensaje grande, y un Mensaje grande es un Mensaje
dispensacional.
Con un Mensaje dispensacional: ``con gran Voz de trompeta,
juntarán a sus escogidos...'' Porque todo gira alrededor de la Palabra
de Dios para el tiempo en que las personas están viviendo.
Así que vean ustedes cuál será la Palabra alrededor de la cual
Dios estará realizando la obra correspondiente para el fin del siglo.
Alrededor y con la Palabra de la trompeta final o gran Voz de
trompeta es que Dios llevará a cabo la obra del recogimiento de
todos los escogidos; es una promesa divina hecha a través de los
diferentes mensajeros de Dios, incluyendo al mismo Señor
Jesucristo.
También El dijo en la parábola del trigo y de la cizaña que el
Hijo del Hombre enviaría a Sus Angeles en el fin del siglo, que es la
cosecha. La cosecha o siega del trigo y también de la cizaña es el fin
del siglo, en el cual nosotros estamos viviendo. Y para ese tiempo El
dice que el Hijo del Hombre enviará Sus Angeles.
En otro lugar: San Mateo capítulo 16, verso 27, dijo el Señor:
``El Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus
ángeles, y entonces pagará a cada uno según sus obras.''
Así que para el fin del siglo tenemos la promesa del
recogimiento de los escogidos, tenemos la promesa de la cosecha, en
donde serán recogidos los escogidos, los hijos del Reino,
representados en el trigo.
Y vean ustedes, todo lo que Dios estará haciendo en este
tiempo final gira alrededor de Su Palabra, de Su Palabra prometida
para este tiempo final.
TODA LA CREACIÓN GIRA ALREDEDOR DE LA PALAB….9
Ahora, esta aparición y revelación divina que Dios le da a
Moisés en esta ocasión está girando alrededor de Su Palabra ya
hablada a Abraham.
O sea que la obra que iba a hacer la Columna de fuego, que
es Dios, que es Jehová en el Antiguo Testamento, y es Jesús en el
Nuevo Testamento, el cual le apareció a San Pablo en esa Columna
de fuego, en esa luz, que lo tumbó del caballo, y le dice: ``Saulo,
Saulo, ¿por qué me persigues?'' Y Saulo le pregunta: ``¿quién eres
Señor?'' Porque sabía que aquel que estaba hablando, esa luz que
estaba hablando, esa Columna de fuego, era el Jehová del Antiguo
Testamento que le apareció a Moisés, y que guió al pueblo de Israel
por el desierto. Y cuando le pregunta: ``¿quién eres Señor?'', esa luz
le dice: ``Yo soy Jesús, a quien tú persigues.''
Esa misma luz, que es el Señor Jesucristo en otra dimensión,
con un cuerpo de otra dimensión; no con el cuerpo físico con el cual
El apareció dos mil años atrás cuando estuvo aquí en la Tierra en un
ministerio de tres años y medio, y luego murió en la Cruz del
Calvario; sino el Señor Jesucristo en un cuerpo de otra dimensión.
Por lo tanto el Señor Jesucristo en esa forma ha estado
manifestándose a través de las Edades de la Iglesia gentil y llevando
a cabo Su obra creadora; ha estado llevando a cabo Su obra
alrededor de Su Palabra, de la Palabra de Dios prometida para cada
Edad.
Ahora vean ustedes, cuando Dios llamó a Moisés para la
liberación del pueblo hebreo, esa obra que se llevaría a cabo estaba
girando alrededor de Su Palabra.
Dios le dio Su Palabra a Abraham con relación a su
descendencia. En el Génesis, en el capítulo 15, verso 12 en adelante,
dice:
``Más a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he
aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él.
Entonces Jehová dijo a Abraham: Ten por cierto que tu
descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será
oprimida cuatrocientos años.''
Aquí Dios le está dando a conocer a Abraham la esclavitud
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TODA LA CREACIÓN GIRA ALREDEDOR DE LA PALAB….15
por la cual pasaría el pueblo hebreo. Y todavía el pueblo hebreo no
había nacido, solamente estaba allí Abraham; pero en Abraham
estaba toda esa descendencia, en Abraham estaban todos los hebreos.
Por eso dice que cuando Abraham diezmó a Dios, a
Melquisedec, también Leví diezmó a Dios, dice: ``el cual estaba en
los lomos de Abraham.'' (Hebreos 7:9-10).
Ahora, vean cómo una nación completa estaba en un solo
hombre: en los lomos de Abraham.
Así que cuando Dios tuvo a Abraham en la tierra, allí estaba
la nación hebrea; pero estaba en forma de simiente en Abraham
(porque la simiente es la descendencia). Sigue diciendo:
``Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y
después de esto saldrán con gran riqueza.
Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena
vejez.
Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha
llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí.''
Ahora, vean que Dios tiene establecido para cada tiempo lo
que El va a llevar a cabo, y no lo hace antes de tiempo; porque en esa
Palabra prometida, en esa promesa dada por Dios, está también el
tiempo en el cual El va a llevar a cabo esa obra. Tenían que
cumplirse cuatrocientos años para llevarse a cabo esa obra.
Vean ustedes, antes de cumplirse los cuatrocientos años
Moisés quiso sacar al pueblo hebreo, pues comenzó haciendo algo en
favor del pueblo hebreo, matando a un egipcio; pero eso no
funcionó, aunque Moisés era el mensajero para llevar a cabo el
Exodo. Y tuvo que huir.
Moisés sabía que Dios lo había escogido para esa labor, pero
el pueblo hebreo no estaba preparado todavía para la realización del
cumplimiento de esa promesa.
Y por cuanto el pueblo no estaba preparado, aunque podía
llevarse a cabo ya el cumplimiento de esa promesa, o por lo menos
llevarse a cabo los preparativos, porque solamente faltaba un corto
tiempo para llegar a los cuatrocientos años (faltaban de diez a veinte
años, o de diez a cuarenta años, para cumplirse el tiempo), pero el
los mensajeros pasados está escrita, Dios estará cumpliendo lo que
está escrito; porque lo que está escrito, cumplimiento tiene, lo que
está escrito en cuanto a Palabra de Dios hablada.
Ahora, para nuestro tiempo toda la obra del fin del tiempo
estará girando alrededor de las promesas del fin del tiempo. Las
promesas hechas por Dios a través de los profetas, incluyendo al
Señor Jesucristo y también a William Marrion Branham, que fue el
precursor de la Segunda Venida de Cristo, todas esas cosas
prometidas a través de todos los profetas para el fin del siglo, estarán
materializándose, estarán convirtiéndose en una realidad; y eso será
la obra de Dios para el fin del tiempo.
Algunas personas piensan y desean que Dios haga algo, y
esperan ver a Dios haciendo algo; pero no saben algunas veces lo
que Dios estará haciendo, porque no conocen la Palabra, porque no
conocen lo que Dios ha hablado para el fin del siglo.
Para poder ver la obra de Dios en el fin del siglo, la persona
tiene que ver cuáles son las promesas hechas para el fin del siglo;
porque alrededor de esas promesas es que Dios estará llevando a
cabo Su obra. Fuera de esas promesas usted no podrá encontrar a
Dios realizando Su obra en el fin del tiempo.
Algunas personas han deseado que Dios junte Su pueblo, que
Dios una Su pueblo, y todas las religiones han dicho que desean y
esperan que Dios una Su pueblo; pero todas las sectas religiosas y
religiones de este planeta Tierra están separados, divididos; pero
todos esperan la unidad, y todos dicen, porque el Señor Jesucristo
dijo: ``para que todos sean una cosa, como tú y yo somos una cosa,
somos uno.'' (San Juan 17:21).
Ahora, al no conocer cómo Dios unirá a Sus hijos para que
todos nosotros seamos a imagen y semejanza del Señor Jesucristo,
no buscan esa unidad y no buscan que Dios los una en la forma que
El ha prometido en Su Palabra. Fuera de la forma que Dios tiene
para unir, para recoger, a Sus hijos, El no puede reunir, juntar,
recoger, a Sus hijos.
¿Y cuál es la forma divina para realizarse esa unión y
recogimiento de los escogidos? El mismo Señor Jesucristo dijo en
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que nosotros lo tenemos a él y tú tienes el dinero.''
Judas Iscariote perdió a Jesús, por esa causa su nombre fue
borrado del Libro de la Vida. El perdió la vida, valoró la vida eterna,
que es Jesús, en treinta piezas de plata. Después cuando quiso
recuperar todo, arrepentirse, no halló lugar para arrepentimiento.
La vida, Cristo, el Verbo, la Palabra, no tiene precio. Y
cuando una persona le pone un precio, está menospreciando la vida.
Las cosas de Dios no se compran con dinero. Judas y la plata que
recibió perecieron.
Así que no hay nada más importante para el ser humano que
la Palabra, que es Cristo, que es Dios. Y cuando recibimos en nuestra
alma la Palabra, estamos recibiendo a Dios, a Cristo. Y cuando nos
agarramos bien de la Palabra, nos estamos agarrando bien de la vida
eterna; porque en la Palabra, Cristo, está la vida eterna, es la vida
eterna.
Por esa causa la obra de Cristo, la obra de Dios, toda gira
alrededor de la Palabra de Dios; porque todo lo que Dios hará está en
la Palabra.
El ha estado expresando Su Palabra por medio de Sus
mensajeros. Cuando una persona escucha la Palabra de Dios, está
escuchando a Dios y está escuchando los pensamientos divinos, ahí
está escuchando los planes divinos.
Cuando escuchamos lo que Dios ha prometido, estamos
escuchando lo que Dios pensó hacer para cierta Edad o cierta
dispensación. Y Dios no se saldrá de lo que El pensó; como El
pensó, así habló, y así El hará.
Ahora, para nuestro tiempo Dios llevará a cabo Su obra como
llevó para otros tiempos la obra correspondiente para cada tiempo,
para cada Edad y para cada dispensación. Todo giró alrededor de Su
Palabra prometida para ese tiempo, Edad o dispensación. Y para
nuestro tiempo la obra que Dios estará haciendo, estará girando
alrededor de Su Palabra.
Por lo tanto la obra que El estará haciendo no será otra cosa
sino la materialización de lo que El habló por medio de Sus profetas,
por medio de Sus mensajeros. Y por cuanto esa Palabra que hablaron
pueblo no estaba preparado. Eran quizás diez años, porque el pueblo
salió a los cuatrocientos treinta años.
Moisés se fue al desierto cuarenta años. Así que serían
algunos diez años que Moisés apareció tratando de hacer algo en
favor de una persona. Y Moisés pensando que el pueblo hebreo
comprendía que Dios lo había escogido para la liberación del pueblo
hebreo y que lo había colocado en una posición alta...
Moisés sería el próximo faraón cuando el faraón que estaba
allí vigente terminara sus días, muriera; aunque también había otra
persona que era candidato al trono del faraón.
Pero Moisés esperaba llegar completamente al trono, ser el
faraón, y así darle al pueblo hebreo todos los beneficios; porque
Moisés sabía que en una ocasión Dios levantó también en Egipto,
levantó también a uno de la misma descendencia de Abraham y lo
colocó en el trono del faraón siendo el segundo en el trono, y trajo
grandes beneficios, grandes bendiciones, para el pueblo hebreo.
Así que Moisés conociendo toda esa historia, y sabiendo que
había sido elegido por Dios, trató de hacer algo en favor del pueblo,
pero el pueblo no comprendió.
Moisés huyó, luego Dios lo entrenó cuarenta años
pastoreando ovejas; porque el entrenamiento que él tenía en el reino
del faraón no funcionaba para la liberación del pueblo hebreo, para
Dios cumplir lo que El prometió.
Por lo tanto Moisés estuvo cuarenta años en el desierto, y
luego se encontró con la Columna de fuego, con el Pilar de fuego,
con el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, y le dijo: ``Yo he
descendido y he escuchado el clamor de mi pueblo.''
Cuando Moisés al principio trató de liberar al pueblo, Dios no
había escuchado el clamor del pueblo. Es lamentable, pero es una
realidad, que siempre que el pueblo ha ido a recibir una bendición
grande, también grandes problemas le han venido al pueblo de Dios.
Vean ustedes, en los tiempos del Antiguo Testamento
grandes problemas le venían al pueblo de Dios y a los mensajeros de
Dios, y también en el Nuevo Testamento se llevó a cabo todo en la
misma forma.
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Aún para llevarse a cabo la Redención y ser quitado el
pecado, todo eso se realizó bajo grandes pruebas y problemas por los
cuales estuvo pasando el Señor Jesucristo. Y para muchas personas
lo que fue realizado por el Señor Jesucristo, la redención por Su
Sangre en la Cruz del Calvario (a la vista humana), eso fueron
problemas que le vinieron al Señor Jesucristo. Y por ser a la vista de
la religión hebrea un rebelde y estar predicando otra cosa diferente a
la que predicaban los sacerdotes, el Sumo Sacerdote y los doctores
de la Ley, por esa causa pidieron la muerte del Señor; y el imperio
romano ejecutó el deseo de la religión hebrea.
Ahora vean, detrás de todos esos problemas que le echaron
encima al Señor Jesucristo, estaba escondida la bendición de la
redención para el ser humano.
Ahora, nosotros no miramos los problemas con una vista
negativa, sino que miramos las bendiciones que vienen dentro de
esos problemas, o sea las bendiciones que están ahí. El problema no
es algo deseado, porque nadie quiere tener problemas; pero siempre
que hay una bendición de parte de Dios para una persona o un
pueblo, siempre hubo problemas; y con todo y eso la bendición
divina apareció.
Miren ustedes a José. Dios envió a este hombre a este planeta
Tierra, y desde que nació y estuvo con su padre y sus hermanos, sus
hermanos le odiaron, le persiguieron. ¿Por qué? Por el ministerio de
profeta que tenía.
Y como él daba a conocer las cosas que Dios le mostraba en
sueños, y José siempre aparecía favorecido en los sueños, siempre
José se llevaba la mejor parte, y sus hermanos aparecían como
sirviéndole a él, humillándose a él, arrodillándose delante de él...
pero ese era el programa divino para realizarse en la vida de José.
Y sus hermanos no pudieron ver que si Dios tenía en José un
programa divino para llevar a cabo, ahí en ese hombre estaba la
bendición de Dios para todo el pueblo de Israel. Ellos no
comprendieron eso, y comenzaron a odiar a José, y tenían envidia de
José; y aún el mismo Jacob se sorprendía y se ponía medio celoso,
porque Jacob, el padre de José, era también profeta.
Y cuando contó aquel sueño en donde las estrellas, el sol y la
luna se inclinaron delante de él, entonces Jacob dijo: ``Este hijo mío
no solamente ve en sueños que sus hermanos se arrodillan y se
humillan delante de él, sino que ahora también ve en sueños que su
madre y su padre se inclinan a él.'' Pero ese era el programa divino
para llevarse a cabo en la vida de José, para bendición de su padre y
para bendición de sus hermanos, para bendición de todos ellos.
Pero vean ustedes, no importa lo celosos que se pongan los
demás, no importa lo mucho que critiquen, no importa lo mucho que
persigan; porque Dios tiene todo programado desde antes de la
fundación del mundo, y nadie se lo echará a perder.
Y cualquier persona que se levante en contra de Su programa,
dará cuentas a Dios y será desarraigado del Libro de la Vida.
Algunas personas piensan que pueden jugar con Dios, y que
pueden criticar el programa de Dios, porque no lo entienden o
porque no les gusta, pero no es así. Dios tiene un programa, y el
primero que se levantó en contra del programa divino fue el diablo; y
va para el lago de fuego. Así que no se escapará nadie que se levante
en contra del programa de Dios.
Y cualquier persona dice: ``Pero el diablo se lo merece.'' Pero
recuerde que el diablo era un Arcángel mayor, de los tres grandes
Arcángeles él era uno. Y la Biblia lo señala como un querubín
cubridor, pero que se halló en él maldad, y se levantó en contra del
programa divino. (Ezequiel 28:14-16). Así que ni él escapará, ni
nadie que se levante en contra del programa divino.
Aún encontramos que Judas Iscariote, siendo uno de los
discípulos del Señor, y siendo el hombre en el cual se había
depositado la confianza de la parte económica del grupo de los
discípulos del Señor, aún con tener una posición tan importante
como esa, al vender por treinta piezas de plata al Señor, al
entregarlo, no escapó del infierno.
Cuando luego quiso devolver las treinta piezas de plata, no
las quisieron recibir. Le dijeron: ``Allá tú.'' O sea: ``Ya tu hiciste el
trabajo que te pedimos, y te pagamos por él, ahora ese es tu dinero.
Y Jesús es lo que nosotros compramos por treinta piezas de plata; así
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