UNIVERSIDAD DE NARIÑO LICENCIATURA EN CIENCIAS SOCIALES IV SEMESTRE PROFESORA: JAKELINE RUANO ESTUDIANTE: JESSIKA LILIANA RUANO DOCTRINA DE SEGURIDAD NACIONAL La historia del ser humano se ha desenvuelto en una serie de acontecimientos y conflictos en la lucha de ideales y posiciones sociales en la búsqueda de un poder que legitime sus propósitos Por casi medio siglo se presento un conflicto global de carácter económico, político, ideológico y cultural entre dos bloques, liderados por Estados Unidos y por la URSS, este conflicto basado en la diferencia de modelos económicos y políticos como el capitalismo y la democracia liberal, contra el socialismo y la democracia popular, y el desacuerdo en el apoyo económico y militar a terceros países, denominado como Guerra Fría, llevo a la expansión y la influencia político-militar de Estados Unidos en América Latina, denominada como Doctrina de Seguridad Nacional. La seguridad interna en América Latina durante la guerra fría era asimilada con esta doctrina impuesta tanto en países democráticos como en dictaduras bajo la forma de una política represiva anticomunista 1917, cuando se produjo la Revolución Bolchevique en Rusia. A partir de este momento el comunismo se presenta como una seria alternativa frente al capitalismo libro Perestroika, Gorvachov afirma: la perestroika misma solo puede alcanzarse a través de la democracia… al obtener libertades democráticas, las masas trabajadoras llegan al poder… la reestructuración radical y completa también debe desarrollar el potencial total de la democracia.” Durante la Guerra Fría la seguridad interna en América Latina se asimiló a la llamada Doctrina de Seguridad Nacional que se impuso sin distingos tanto en países democráticos como en dictaduras bajo la forma de una política represiva anticomunista liderada en el hemisferio por el gobierno de los Estados Unidos. Luego de la revolución cubana, con el surgimiento de las guerrillas marxistas, maoístas y castristas en América Latina, la doctrina de seguridad nacional señaló como enemigo interno todas las expresiones de izquierda, legales e ilegales, que ponían en entredicho la “estabilidad” de la región. Desde 1947, el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca) había establecido una división de trabajo de seguridad entre los Estados Unidos y América Latina: aquella nación se ocuparía por el problema global y esta región por los conflictos internos de cada nación. (…) La seguridad interna en la región tomó ribetes de represión brutal muchas veces mediada por la tortura, las desapariciones forzadas, las ejecuciones sumarias y la censura. (Ruiz Vásquez, Juan Carlos; Olga Illera Correal; Viviana Manrique Zuluaga (2006). Centro de Estudios Políticos e Internacionales, Universidad del Rosario (ed.). La tenue línea de la tranquilidad: Estudio comparado sobre Seguridad Ciudadana y Policía.) Impone, en efecto, la tutela del pueblo por élites de poder, militares y políticas, y conduce a una acentuada desigualdad de participación en los resultados del desarrollo. La intervención estadounidense en la guerra fría se fraguó a través de apoyo político y económico a gobiernos militares de muchos países, contrarios a los procesos revolucionarios que apuntaban hacia el socialismo. Del mismo modo, el intervencionismo del bloque oriental en asuntos latinoamericanos se produjo a través del apoyo a diversos grupos guerrilleros y armados en Bolivia, Colombia, Perú y otras naciones latinoamericanas. Este proceso se inició con el apoyo soviético al régimen socialista implantado por Castro en Cuba, quien a su vez dispensó apoyo a las guerrillas revolucionarias. El 2 de octubre de 2006, José Miguel Insulza, Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) hizo referencia a la Doctrina de la Seguridad Nacional en los siguientes términos: Ciertamente, debemos dar prioridad a los problemas sociales y económicos que afectan a nuestros pueblos, que están en la base de muchos problemas de seguridad. Pero, decir que estas materias amenazan nuestra seguridad es un uso que además de amplio e indebido, arriesga llevarnos a reediciones de la Doctrina de Seguridad Nacional que tantos daños causó a la democracia en las últimas décadas del siglo pasado, sirviendo para justificar las peores dictaduras que recuerda nuestra historia. El 14 de junio de 2007 el presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, al asumir la Presidencia Pro Témpore de la Comunidad Andina (CAN) se refirió a la necesidad de distinguir la Doctrina de la Seguridad Nacional de una política de defensa democrática, con las siguientes palabras: Nuestra política de Seguridad es democrática. Cuando reivindicamos el calificativo de democrática para esa política, es porque hemos hecho todo el esfuerzo para distinguirla en la práctica de la doctrina de la Seguridad Nacional, de ingrata recordación.