Guías de Práctica Clínica para el manejo de la Hipertensión arterial

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GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA PARA EL MANEJO DE LA
HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y LA DIABETES MELLITUS TIPO 2
EN EL PRIMER NIVEL DE ATENCIÓN.
RECOMENDACIONES PARA IMPLEMENTAR GRUPOS DE
PACIENTES OBESOS, DIABÉTICOS E HIPERTENSOS.
INTRODUCCIÓN
Lic. Enf. Silvia Crosa Barca
Departamento de Enfermería Comunitaria
Facultad de Enfermería UDELAR
Dra. Diana Domenech Carboni
Departamento De Medicina Familiar y Comunitaria
Facultad de Medicina UDELAR
Dra. Beatriz Lamanna Señoranes
Programa Nacional de la Población Adulta IMM
Dra. Lilia Martín Scapucio
Referente de Diabetes Red de Atención del Primer Nivel ASSE
Lic. Enf. María del Carmen Martínez Guerra
Red de Atención del Primer Nivel ASSE
Dra. María Izabell Nigro Ortiz
Red de Atención del Primer Nivel ASSE
Dra. Irene Petit Ríos
Unidad de Reconversión del Modelo de Atención RAP ASSE
Lic. Nut. Tania Rey Victoria
Red de Atención del Primer Nivel ASSE
Lic. Enf. Rosana Rodríguez Pereira
Red de Atención del Primer Nivel ASSE
Dra. Alicia Sosa Abella
Programa Nacional de la Población Adulta IMM
1
Sabemos que en la situación epidemiológica de nuestro país las enfermedades
crónicas no trasmisibles han ido adquiriendo una prevalencia en aumento,
constituyendo la principal causa de morbimortalidad, de discapacidad y una importante
carga económica.
El perfil nutricional del Uruguay elaborado por el Ministerio de Salud destaca los
problemas alimentario nutricionales por exceso, fundamentalmente la obesidad; como
una enfermedad que no diferencia clase social; fuertemente asociada con el aumento
de las enfermedades crónicas relacionadas con la dieta (diabetes, enfermedades
cardiovasculares, osteoporosis, etc). En la población infantil los datos muestran un
26% de niños que padecen sobrepeso u obesidad.
La Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de Enfermedades Crónicas No
Trasmisibles del MSP da cuenta que el 60% de la población adulta presenta
sobrepeso u obesidad. Existe evidencia además de la significación para Hipertensión
Arterial, DM2 y cardiopatía isquémica a partir de 88 cm.de cintura para mujeres y 102
cm para los hombres.
El proceso de reforma del sistema de salud que estamos construyendo está basado en
tres pilares fundamentales: cambio en el modelo de financiación, en el modelo de
gestión y en el modelo de atención. En el marco de este último es que estamos
trabajando a través de Programas Prioritarios basados en la estrategia de Atención
Primaria de Salud (APS), dentro de los que las recomendaciones, normas o protocolos
clínicos son una herramienta ineludible.
Es así que desde el Programa Nacional de Salud de la Población Adulta y el Programa
Nacional del Adulto Mayor nos proponemos estimular la atención de patologías
prevalentes de acuerdo a guías clínicas, dando además cumplimiento a la normativa
de la Dirección General de la Salud que establece directivas para la evaluación final de
las metas prestacionales en relación a la Hipertensión Arterial (HA) y a la Diabetes
Mellitus (DM).
Este material está orientado fundamentalmente a las actividades de promoción y
prevención desde la mirada del equipo interdisciplinario y desde un abordaje basado
en el seguimiento longitudinal e integral del paciente en el primer nivel de atención
Destacamos que estas recomendaciones pretenden ser un aporte educativo sabiendo
que las decisiones deben ser adaptadas y negociadas frente a cada usuario en
particular tomando en cuenta su situación personal, familiar y sociocultural.
La salud y la enfermedad están íntimamente relacionadas y constituyen un proceso
cuya resultante está determinada por la acción de factores sociales, económicos
culturales e históricos. Esta guía considera también las desigualdades históricas
existentes entre hombres y mujeres. La perspectiva de género se constituye en un
factor determinante de salud y es un ingrediente ineludible para la formulación de
políticas públicas. El concepto de género es una construcción social e histórica. A
partir de símbolos, estereotipos, normas e instituciones, las sociedades definen
modelos de masculinidad y feminidad así como patrones de comportamiento
específicos y diferenciados según el sexo.
2
El género delimita campos de acción para cada sexo en el que se construye la
subjetividad de la persona. El género es una construcción social impuesta a un cuerpo
sexuado. En las mujeres, se generan situaciones específicas de salud relacionadas
con su situación cultural – dadas por una educación familiar y escolar basada en el
cuidado de la casa y de los otros, dificultad en poner límites relacionados con los
vínculos y su salud sexual, el “destino de ser madre” y el trabajo invisible que ello
implica, preponderancia de baja autoestima, depresión y estrés vinculados al
desempeño de roles tradicionales. En la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 1 se
registran 6,2% de mujeres diabéticas conocidas contra 3,7% de varones.
En los varones también existen comportamientos y síntomas relacionados con su
formación como tales, por ejemplo: ser los responsables del sustento familiar,
“soportar dolor” es de hombres, no son consultantes, no se realizan controles de salud,
tiene mayores riesgos de desarrollar enfermedades cardiovasculares y no
transmisibles, presentan un índice mayor de suicidios y de accidentes de tránsito, son
victimarios de violencia doméstica y sexual y una esperanza de vida menor. 2 En las
tasas de mortalidad cardiovascular se observa un comportamiento diferente en cada
sexo. Si bien las tasas de mortalidad son las mismas, en el sexo masculino se observa
un número mayor equivalente al que el sexo femenino presenta 5 años después.
3
Estas inequidades y desigualdades no permiten el pleno desarrollo de los ciudadanos
y ciudadanas, se hace necesario que los equipos de salud en el primer nivel de
atención incluyan el enfoque de género al abordar cualquier problemática, incluyendo
la que nos ocupa.
PROMOCIÓN DE SALUD
Si bien esto es un concepto más global que parece no relacionarse directamente con
los problemas de salud que trata esta guía, se desarrolla dado que este es un material
educativo dirigido particularmente a usuarios y personal de salud del primer nivel de
atención.
La promoción de salud se define como “el proceso de capacitación a las personas
para que aumenten su control sobre su salud y de esta forma, la mejoren” 4 .
Según las “Orientaciones estratégicas y prioridades programáticas”, OPS/ OMS, 1991,
Promoción de la Salud es: “La suma de acciones de la población, de los servicios de
salud, las autoridades sanitarias y otros sectores sociales y productivos encaminadas
al desarrollo de mejores condiciones de salud individual y colectiva” 5 .
1
1ª ENFR MSP Uruguay 2006
2
MSP_ DIGESA Programa Nacional de Salud de Mujer y Género. Uruguay. 2006
3
Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular. Área de Epidemiología Mortalidad
por enfermedades cardiovasculares Uruguay 2007
4
Carta de Ottawa. Declaración Promoción de Salud. Canadá 1986.
5
OPS. “Planificación Local Participativa. Metodologías para la Promoción de la Salud en
América Latina y el Caribe”. Serie PALTEX, N° 41. Canadá.1999
3
Actualmente la promoción de salud se encuentra buscando desarrollar estrategias que
respondan a las interrogantes de la salud, de los factores positivos que la generan y la
mantienen. ¿Dónde se crea la salud?, ¿qué inversiones y estrategias producen
ganancias en salud?, ¿qué estrategias reducen las desigualdades en salud? Estas
preguntas se podrán contestar en el trabajo intersectorial, en equipos
interdisciplinarios, con la comunidad, tomando a la salud de las personas y los grupos
como un todo complejo.
Según la OMS para que la promoción de salud sea posible deben cumplirse algunos
requisitos como: paz, igualdad de oportunidades, justicia social, satisfacción de
necesidades básicas, compromiso y apoyo político.
Los cinco principios claves de promoción de salud son:
1.
Implica a la población en su conjunto y en el contexto de su vida cotidiana
2.
Se centra en las causas o determinantes de la salud
3.
Combina métodos o planteamientos diversos
4.
Aspira a la participación activa y efectiva de la población
5.
Los equipos de salud desempeñan un papel preponderante en la promoción
de salud
La promoción de salud tiene cinco áreas de acción, que son: construir políticas
públicas saludables, crear ambientes que favorezcan salud, desarrollar habilidades
personales, reforzar la acción comunitaria y reorientar los servicios de salud.
Los equipos de salud en conjunto con las organizaciones e instituciones involucradas
en el mismo territorio, podrán desarrollar actividades que promuevan el autocuidado,
el empoderamiento personal y familiar, el control de salud en las personas sanas y el
desarrollo de hábitos saludables. Todas aquellas acciones que mediante el trabajo en
red, la coordinación interinstitucional y el desarrollo de verdaderos procesos
educativos estimulen la reproducción de mayores niveles de salud, son consideradas
actividades de promoción de salud.
El empoderamiento de los usuarios de la necesidad de la realización de controles en
salud o seguimiento frente a las patologías crónicas, es fundamental para poder
desarrollar en ellos un rol activo a la hora de la negociación para el cambio de estilos
de vida o al vínculo que tengan con los equipos de salud. Para que esto pueda
desarrollarse con una visión crítica tanto por parte de los equipos como por las
personas, es fundamental que se creen los espacios de participación, es decir, de la
toma de decisiones compartidas con la comunidad, luego de la adquisición de ésta de
las herramientas necesarias para poder reconocer la importancia de esta metodología
4
de trabajo que conlleva a un cambio en la actitud y aptitud técnica y un acercamiento
diferente de la comunidad en su conjunto al sistema de salud.
Dado que desde el Programa Nacional de la Población Adulta se jerarquiza el
abordaje grupal de pacientes crónicos como una estrategia para la atención y la
educación en estas patologías es que incluimos junto a las Guías de Abordaje de la
Hipertensión Arterial y de la Diabetes Mellitus tipo 2, el Manual de Recomendaciones
para implementar grupos de pacientes obesos, hipertensos y diabéticos (ODH).
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