Interacciones farmacológicas en pacientes hipertensos FJ Morales-Olivas. Departament de Farmacologia. Universitat de València. Una interacción farmacológica es la modificación de la respuesta de un fármaco producida por la administración sucesiva o simultánea de otro. La modificación puede ser también producida por hierbas medicinales, alimentos o agentes ambientales. Es importante diferenciar la interacción farmacológica propiamente dicha que produce manifestaciones clínicas en el paciente, del tratamiento de éste con fármacos que tienen riesgo de interactuar, en este caso se debe hablar de interacción potencial. La agencia europea del medicamento definió la interacción clínicamente relevante como aquella que se produce entre dos medicamentos de uso frecuente y que obliga a modificar la dosis de uno de ellos o a otro tipo de intervención médica. La detección de interacciones se hace en la clínica ante pacientes concretos, es un diagnóstico médico, pero la prevención a partir de la revisión del tratamiento completo del paciente es competencia de todos los profesionales sanitarios que participan en su atención. Las interacciones suponen un problema real en la práctica diaria, diferentes estudios calculan que entre un 1 y un 2% de los ingresos hospitalarios en adultos se deben a reacciones adversas consecuencia de una interacción farmacológica. En valores absolutos el número de pacientes afectados por año puede ser muy alto. En muchos casos las interacciones son prevenibles si se tiene un buen conocimiento de los medicamentos que se prescriben, se considera en conjunto el tratamiento del paciente antes de introducir un nuevo fármaco y se conocen los mecanismos de producción de las interacciones más frecuentes. Existe un perfil de riesgo de pacientes y de fármacos que favorecen la presentación de interacciones. En el caso del paciente, el riesgo aumenta cuanto mayor sea el número de medicamentos que recibe, también en los que padecen enfermedades crónicas, tienen edad avanzada o en las mujeres. La insuficiencia renal o hepática también favorece la aparición de interacciones. Por lo que respecta a los medicamentos, el riesgo de interacción es mayor para los que presentan reacciones adversas dependientes de la dosis, tienen un margen terapéutico estrecho, se metabolizan por una única vía, tienen intenso metabolismo de primer paso o biodisponibilidad baja. El diagnóstico de interacción se facilita si se considera a los medicamentos como posible agente etiológico ante un paciente polimedicado que presenta una respuesta inesperada al prescribirle un nuevo fármaco. No es posible memorizar las listas de interacciones, ante la sospecha debe acudirse a las fuentes bibliográficas. La primera 1 debería ser la ficha técnica del medicamento disponible en la web de la agencia española de medicamentos y en cuyo punto 4.5 está la información sobre interacciones (http://www.aemps.gob.es/cima/fichasTecnicas.do?metodo=detalleForm). En internet hay portales gratuitos de información sobre medicamentos que incluyen programas para documentar interacciones como Medscape (http://reference.medscape.com/drug- interactionchecker) y Drugs.com (http://www.drugs.com/drug_interactions.php). El paciente con factores de riesgo cardiovascular suele recibir varios medicamentos para tratar la hipertensión, la hiperlipemia o la diabetes junto con antiagregantes o anticoagulantes y otros fármacos para las enfermedades concomitantes. La posibilidad de que un hipertenso reciba varios medicamentos con riesgo de interacción es alta. Cuando se produce una interacción se modifica de forma cuantitativa, raramente cualitativa, el efecto del fármaco afectado. Ello puede dar lugar a una reacción adversa o la pérdida del efecto terapéutico. Las interacciones pueden ser también beneficiosas. De hecho el uso conjunto de algunos antihipertensivos es un claro ejemplo de ello. Existen distintos tipos de interacción, pero desde el punto de vista práctico las más importantes, por su frecuencia, son las de tipo farmacocinético responsables de reacción adversa. El mecanismo suele ser en incremento de los niveles de uno de los fármacos. Uno de los grupos farmacológicos con riesgo de interacción farmacológica es el de las estatinas, en especial algunas de ellas que se metabolizan de forma casi exclusiva por la isoforma 3A4 del citocromo P450, como la atorvastatina o la simvastatina. Los antibióticos macrólidos, los antifúngicos azólicos, los antivíricos inhibidores de la proteasa son algunos de los grupos que pueden modificar el efecto de las estatinas. El efecto de los anticoagulantes cumarínicos puede aumentar al administrarlos junto con algunas estatinas. De entre los antihipertensivos el grupo con mayor riesgo de interacción farmacocinética es el de los calcioantagonistas, en especial verapamilo y diltiazem y en menor medida los dihidropiridínicos. Recientemente se han descrito casos de insuficiencia renal por uso conjunto de antibióticos macrólidos y calcioantagonistas. El paciente hipertenso se puede ver afectado por interacciones de tipo farmacodinámico. De entre las asociaciones de fármacos con peligro potencial hay que destacar la de todos los AINE con los antihipertensivos, excepto los calcioantagonistas, cuya consecuencia es la pérdida de respuesta o el incremento de los valores tensionales e incluso la aparición de fallo renal. 2