Universidad Nacional Abierta Dirección de Investigaciones y Postgrado Maestría en Educación Abierta y a Distancia Área de Incumbencia: Diseño y Medios Unidad Curricular: Comunicación Interpersonal Análisis del discurso: posibilidades de aplicación Material 2 (Unidad 2) Pragmática del discurso, Paráfrasis resumida de varios autores Prof. Saskia Sánchez (Compilación con fines instruccionales) Hablar es siempre actuar: hacer algo (informar, pedir, prometer...) de maneras socialmente estipuladas, y hacerlo adoptando un papel El acto se habla será más o menos exitoso según coincida con la atención de quien lo realiza. La pragmática lingüística, que comenzó por estudiar los fundamentos de esa coincidencia, sus alcances, sus posibilidades y sus desventuras, ha ido ampliando su campo de trabajo para incluir todos los fenómenos lingüísticos relacionados con la producción e interpretación de significado en el uso de la lengua: la pragmática estudia ahora en qué consiste la relevancia comunicativa qué y cuanto se transmite más allá del sentido literal de los enunciados, estudia la relación entre las estructuras gramaticales y sus creadores-usuarios, la codificación lingüística de las relaciones interpersonales, los principios y acuerdos de la interacción verbal. La Pragmática de hoy -- cada vez más vinculada a la sociolingüística, a la antropología, a la teoría literaria- asedia otra vez con nuevas armas, viejos problemas: qué es el lenguaje, por qué es como es, para qué nos sirve, cómo lo usamos, y también cómo somos usados por el lenguaje. Reyes, G. (1994) La pragmática lingüística: El estudio del lenguaje. (contraportada). 2 Pragmática del discurso El material N° 2, "Pragmática del discurso", es un resumen de los conceptos básicos pertinentes al tema de nuestro interés el uso del discurso- expuestos por sus autores en los siguientes libros: !"Reyes, G. (1994) La pragmática lingüística. El estudio del uso del lenguaje. Barcelona: Montesinos. !"Calsamiglia, H. C y Tusón, A. (1999) Las cosas del decir. Manual de análisis del discurso.Barcelona: Ariel. !"Van Dijk, T. (1992). La ciencia del texto. Barcelona: Paidós, !"Van Dijk, T. (1993). Estructuras .y funciones del discurso. Barcelona: Piados !"Lozano, J. et al (1993). Análisis del discurso. Barcelona: Cátedra. Trataremos de abordar los conceptos que nos interesan, bajo la óptica de los autores ya nombrados; en la parte inicial. fundamentalmente, son los criterios de G. Reyes (1994). Usaremos comillas para las citas literales, lo que no esté indicado así se considerará como paráfrasis, de la autora antes nombrada o de cualquiera de los autores ya mencionados. Desde F. Saussure (Curso de lingüística general, 1945) el lenguaje se concibe como un sistema que puede ser analizado científicamente, y. algo muy importante, se postula que la comprensión que tiene el ser humano de la realidad está relacionada con el uso de signos verbales, éstos son constitutivos de la relación hombre-realidad. Esta postura lingüística se interesa por el estudio de lo homogéneo, de las reglas, de lo sistemático: sistema gramatical, sistema de conocimiento- conjunto de representaciones mentales internalizadas por el individuo, según Chomsky, o sea el sistema de conocimiento lingüístico poseído por los hablantes de una lengua que les permite producir oraciones bien formadas de su lengua materna: la competencia lingüística. Bajo el concepto expuesto (el lenguaje como sistema) la lengua puede ser un objeto científico al cual es posible aislar y estudiar. Esta lingüística científica produjo avances notables en su campo de estudio, y todavía goza de fructificado prestigio. Actualmente asistimos a una renovación de gran interés por lo que se denomina la lingüística humanística enfocada hacia el estudio de textos, de situaciones y hablantes reales e históricos; amplía su campo de estudio atraída por la relación entre lenguaje e injusticia social, racismo, feminidad, ideologías políticas; en general, con el significado que se produce al usarse el lenguaje, porque en la comunicación, humana hasta el silencio produce significado. 3 Ya no importa tanto lo invariable y sistemático, lo armonioso, las reglas de formación que garantizan la eficacia y la corrección; el enfoque se da vuelta hacia el funcionamiento mismo, hacia la relación entre el lenguaje y el hablante, es decir hacia el uso del lenguaje. Una de estas corrientes renovadoras, en la actualidad, es la pragmática. La pragmática empieza como un intento de encontrar el sentido de la conducta lingüística. Los fundadores parten de la convicción "hablar es hacer", es decir del lenguaje como acción, del lenguaje en función de la comunicación. En el hoy, la pragmática es una disciplina que intenta incluir en sus análisis los factores sociales, psicológicos, culturales, literarios, como determinantes de la estructura de la comunicación verbal; la pragmática, así considerada, es una perspectiva de análisis que puede aplicarse a todos los aspectos de la estructura del lenguaje, si aceptamos que todos cumplen alguna función comunicativa. Cuando se quiere estudiar el lenguaje en uso es necesario considerarlo mezclado con su entorno, atender a lo particular de cada emisión, de cada emisor, etc. La ampliación de su campo de estudio lleva a considerar la pragmática como una disciplina clave de la lingüística actual donde puede apreciarse una nueva concepción del lenguaje y de su estudio. ¿Contamos con una definición de esta joven disciplina lingüística? G. Reyes (1994; p. 22) plantea la cuestión así; "El manual de pragmática más completo y autorizado que se ha publicado hasta ahora (Levinson, Pragmatics.1983). dedica un extenso y complejo primer capítulo a analizar las posibles definiciones de pragmática ..." El autor citado -Levinson- llega a la conclusión de que no hay una definición satisfactoria. Pero lo mismo ocurre con otras ciencias, con otras disciplinas lingüísticas. Sin asumir una posición extrema, puede aceptarse una definición general del tipo. por ejemplo, de algunas que conocemos, como "la semántica es el estudio de los significados lingüísticos"; una definición de este tipo diría:"La pragmática es el estudio de cómo se interpreta el significado producido en el uso del lenguaje G. Reyes (1994:20/22) dentro de la línea conceptual de la definición anotada, elabora una definición que pretende ser más amplia: La pragmática estudia nuestra manera intencional de producir significado mediante el lenguaje, y los principios que regulan los comportamientos lingüísticos dedicados a la comunicación". Esta definición presta atención a la intencionalidad del acto de la comunicación. También puede considerarse la definición de Charles Morris (1938) adoptada por el Congreso Internacional de Pragmática (1985): "la Pragmática es el estudio de la relación entre los signos y los intérpretes", la cual permite que la pragmática sea vista "como una perspectiva que puede aplicarse a cualquier aspecto de la estructura del lenguaje, pues cualquier aspecto tiene alguna relacionada con la comunicación. La entonación, las pausas las muletillas, la cortesía – que es un fenómeno comunicativo de variadísimo matices-. La elección léxica... todos los fenómenos no "categoriales", no obligatorios, 4 caracterizados por el hecho de que el hablante puede elegir la forma sintáctica, como el orden de palabras, algunos empleos del subjuntivo, el presente histórico, la posición del adjetivo...incontables fenómenos gramaticales pueden estudiarse con el foco pragmático. Lo mismo vale para fenómenos semánticos como la deixis y la presuposición, y también para otros aspectos de la comunicación. La pragmática sería así una lingüística extendida capaz de explicar muchos aspectos del uso lingüístico que no figuran en el repertorio tradicional de la lingüística...La perspectiva pragmática es un intento de echar luz sobre más fenómenos para entender mejor cómo funciona la lengua en la realidad cotidiana de la vida; el cómo, qué. por qué, para qué de nuestros incesantes discursos" (G. Reyes, 1994, p. 41-42,subrayado nuestro) Es cierto que todavía no se cuenta con una teoría aceptada por todos sobre la relación entre forma y función, es decir entre lo que una lengua codifica en su gramática y las funciones comunicativas que los hablantes cumplen. Mas, en general, puede afirmarse con certeza los dos tipos de fenómenos que la pragmática estudia: a) aspectos de la estructura del lenguaje dependientes del contexto, como la deixis, (por ejemplo; Me duele aquí. tratamos bien al extranjero. Se tratará más adelante sobre la deixis); b) Aspectos que no tienen nada que ver con la estructura del lenguaje, como la implicatura (diferente de implicación: se refiere a un cierto tipo de inferencia basada en formas de enunciados no convencionales sobre lo que no está dicho, pero que se quiere comunicar: (volveremos sobre este aspecto). Es oportuno señalar que, aunque el campo de estudio de la pragmática no se presenta del todo unificado, y consecuentemente. los análisis pragmáticos muestran cierta diversidad, sí pueden precisarse determinadas nociones básicas tales como: hablante, contexto, significado, y además una actitud persistente;"la de encarar el análisis lingüístico como un análisis de la comunicación humana y no de sistemas de signos abstraídos de su función comunicativa" (C. Reyes. 1994: 34) Por su carácter esclarecedor y por los ejemplos analizados, nos ha parecido interesante incluir, sin mediación de la paráfrasis, una sección del capítulo I del libro de G. Reyes (1994) 1.4. Sintaxis, semántica y pragmática Román Jakobson, según nos dice Umberto Eco (en «Semantics, Pragmatics, and Text Semiotics», 1987), observó una vez que estudiar el lenguaje solamente desde una perspectiva sintáctica es lo mismo que definir el coche-cama de un tren diciendo que por lo general se encuentra entre dos coches de pasajeros. Por supuesto, con tal definición (que es estrictamente distribucional), nadie sabrá realmente qué es un coche-cama. Estudiar el lenguaje sólo desde una perspectiva semántica, agrega Eco, sería para muchos autores semejante a decir que un coche-cama es un vehículo que 5 transita sobre vías y donde la gente duerme en literas. Según Eco, la definición sería aceptable, pero de dudoso valor para un pasajero pobre, por lo cual habría que añadir a la definición que el coche-cama es caro. Pero mientras «todos ios coches-cama son vehículos» es una verdad analítica, «todos los coches-cama son caros» es una información que depende de nuestro conocimiento del mundo, y por lo tanto, continúa Eco, los semanticistas objetarían que no debe formar parte de la definición, ya que es asunto de pragmática, no de semántica. Y objetarían más, siempre según Eco, si uno quisiera agregar a la definición que en Europa el coche-cama es un símbolo de «esta tus». Dirían que es verdad, pero que ése es un asunto de sociología. Es difícil distinguir la información semántica de la información pragmática (como saben los redactores de diccionarios). Si la información semántica está compuesta solamente de verdades analíticas, todo el resto del significado (de un coche-cama, de un tigre, de un enunciado) es tema de la pragmática. Si preferimos una semántica «liberal», incluiremos en el significado dado por la semántica significados pragmáticos, y diremos también, por ejemplo, que un coche-cama es caro, con lo cual lograremos una definición más útil. Siempre quedarán, de todos modos, significados que dependan exclusivamente de factores relacionados con el proceso comunicativo. Supongamos que dos vagabundos se meten en un vagón de carga para echar un sueño: los vagabundos pueden decir, sin duda, que están en el coche-cama del tren, pero ahora coche-cama tendrá un significado extra no previsto por las definiciones. Hay siempre un margen, permitido por la estupenda adaptabilidad del lenguaje a las diferentes situaciones de comunicación, intenciones de los hablantes, historias conversacionales. En ese margen, lo previsto en los códigos puede alterarse o contradecirse o anularse. Ese margen no es un margen, quizá, sino el centro: es el lugar en donde el hablante elige, juega, crea significados. Ese margen es territorio de una disciplina que en un tiempo se llamó poética, y que también estudia el uso lingüístico, sólo que dentro de la institución llamada literatura. En todo caso, el margen, el plus de significado, es territorio impredictible hasta cierto punto, y cambiante, y sujeto a la historia y la manipulación, por lo cual la lingüística científica lo mira con recelo, y la pragmática, al menos la más estricta (la de tradición anglosajona, salida de la filosofía del lenguaje), quiere labrarlo con surcos rectos, según principios estrictos. Suele considerarse que el lenguaje está constituido por una serie de subsistemas relativamente autónomos, a cargo de disciplinas lingüísticas relativamente autónomas. Para estudiar las estructuras de significado podemos recurrir a la sintaxis, a la semántica y a la pragmática. La sintaxis estudia las reglas de formación de oraciones. La semántica estudia la naturaleza y el significado de las palabras y de las oraciones, sus relaciones sistemáticas (sinonimia, implicación, contradicción, etc.), y predice las ambigüedades en palabras y oraciones. La semántica lógica se pregunta cuáles son las condiciones de verdad de una oración, que considera equivalentes a su significado (cada oración tiene un valor de verdad: puede ser verdadera o falsa. Una parte importante del contenido de una oración está constituida por las condiciones que debe cumplir el mundo para que la 6 oración sea verdad. También puede especificarse en qué mundos posibles una oración es verdadera o falsa). Tanto la sintaxis como la semántica —que constituyen en conjunto, lo que muchos lingüistas llaman gramática- estudian fenómenos que se encuentran claramente insertos en la estructura del lenguaje. Así, por ejemplo, una oración que presenta algo como conjetural tendrá cierta estructura sintáctica (por ejemplo una construcción con el adverbio quizá a la izquierda del verbo) la actitud de conjetura (actitud del hablante ante su enunciado), que se considera fenómeno semántico, puede manifestarse, a su vez, en el modo subjuntivo, que en español codifica modalidad quizá llueva afirma algo de un mundo posible. La presuposición otra manera de manifestarse el significado lingüístico, también se encuentra en el sistema léxico y sintáctico de una lengua Para dar algo por presupuesto, en lugar de afirmarlo como cosa nueva, los hablantes pueden recurrir a construcciones que contienen dentro de su significado lingüístico, el de dar por verdadero el objeto de su predicación. El verbo sorprender, por ejemplo presupone que es verdad aquello que sorprende: una oración como Me sorprende que Juan haya venido presupone la verdad de la venida de Juan. Como vemos, los fenómenos sintácticos v semánticos se encuentran en las estructuras de la gramática de una lengua, por lo cual a nadie se le ocurriría disputar a la sintaxis o a la semántica-su calidad de disciplinas lingüísticas. La pragmática estudia, en principio, formas de producir significado que no entran por derecho propio en el dominio de la semántica: el subsistema estudiado por la pragmática no es totalmente lingüístico, es decir, no está siempre inserto en las estructuras de la lengua. Tomemos un ejemplo sencillo de implicatura (tema que veremos con más detalle en el capítulo 3) Marido y mujer están en una fiesta; en cierto momento, ella le dice a él: ¿Tú sabes qué hora es? El marido interpreta automáticamente que su mujer quiere irse a casa, y le contesta algo como Nos vamos cuando quieras, en lugar de decirle la hora. Nada propiamente lingüístico (semántico) de la pregunta ¿Tú sabes qué hora es? señala el significado que automáticamente entendió el mando; tanto es así, que a la mujer le queda la posibilidad de anular ese significado implicado sin contradecirse: No, no quiero irme, sólo te pregunto la hora. Pero el significado que el marido ha inferido es probablemente el que la mujer, en ese contexto, ha querido realmente transmitir: a la inferencia hecha por el marido se la llama implicatura (diferente de implicación, pues la implicación suele formar parte del significado léxico de las palabras; así, en el significado de «tigre» está implicado el significado 'animal'; en el de «mujer», 'ser humano', etc.). Las implicaturas son independientes de las estructuras lingüísticas, no se encuentran en el diccionario, dependen del contexto. Son provocadas por las palabras, pero no están en las palabras mismas. Es tan importante, sin embargo, el papel de la implicatura en la comunicación lingüística, que su estudio resulta indispensable para comprender cómo usamos el lenguaje, v de ahí que sea un tema central de la pragmática. Este tema no se superpone a los de la semántica. Pero en el análisis de la lengua en funcionamiento, las implicaturas se presentan mezcladas con las presuposiciones y las implicaciones, y las 7 condiciones de verdad de una frase dependen de la relación de esa frase con su contexto. Veamos un ejemplo conocido. Cuando, en el entorno desolado de la casa lóbrega v oscura, y después de una conversación dilatoria, el escudero le pregunta a Lazarillo si ha comido, éste responde que no (recordemos que se había encontrado con su amo muy de mañana, cuando estaba todavía sin almorzar). El escudero dice entonces lo siguiente: «Pues, aunque de mañana, yo había almorzado, y cuando ansí como algo, hágote saber que hasta la noche me estoy ansí. Por Eso, párate como pudieres, que después cenaremos.» Lázaro interpreta estas palabras no como las interpretaría la semántica, por cierto, sino completamente, pues interpreta lo que dicen y lo que no dice", pero evidentemente quieren decir: «Vuestra merced crea, cuando esto le oí, que estuve en poco de caer de mi estado [desmayarme], no tanto de hambre como por conocer de todo en todo la fortuna serme adversa... Allí lloré mi trabajosa vida pasada y mi cercana muerte venidera» (Lazarillo de Tormes 1987, p. 76). No nos extraña que Lázaro casi se desmaye al oír al escudero. Aunque acaba de conocer a su interlocutor, que, por si fuera poco, va «con razonable vestido, bien peinado, su paso y compás en orden», su experiencia pasada con otros amos, y lo que ha podido ver de su comportamiento y de su casa, lo autorizan a creer que el escudero miente, que ni ha desayunado ni tiene con qué cenar esa noche, y que el «hágote saber» con que anuncia su sobriedad es máscara retórica de la «negra que llaman honra», y no anuncio real. El significado semántico de las palabras del escudero—el significado literal, convencional, de «almorzar», de «hacer saber», de la expresión «después cenaremos»— constituye solamente una parte (cómicamente mínima) de lo que el escudero quiere decir. Si sólo fuera capaz de comprender ese significado (si sólo supiera castellano, digamos). Lázaro no podría interpretar el enunciado que tan bien interpreta, para desdicha suya. Cuando se usa el lenguaje, el salto entre lo que se deja interpretar semánticamente y lo que hay que interpretar pragmáticamente es a veces enorme. La pragmática, como teoría de la interpretación, debe ser una teoría del texto. El significado de la frase «después cenaremos», aislada de contexto, significado que depende del cumplimiento de ciertas condiciones de verdad y es objeto de estudio de la semántica lógica, difiere bastante del significado del enunciado «después cenaremos» dicho por el escudero a su criado en este hecho de habla particular. El problema es distinguir esos significados y elaborar técnicas para estudiarlos. Pero no es necesario pensar en un décalage tan grande como el que se produce entre la cena semántica y la cena pragmática del escudero. Para juzgar el valor veritativo, o sea para determinar el significado, de enunciados corrientes como En este país no se puede vivir tenemos que comprender a qué entidad del mundo se refiere este país. Y luego debemos saber quién lo dice, cuándo, y cómo. La expresión este país tiene un significado virtual, que todos comprendemos fuera de cualquier contexto (o buscando este y país en el diccionario, digamos), pero, puesta en uso, puede significar muchas cosas. El significado literal o convencional (el que tienen las expresiones por convención lingüística, el del diccionario) puede coincidir o 8 no con el significado pragmático, que es aquel que resulta de la intención del hablante y del contexto de uso. En el caso de los deícticos, el significado literal es, por necesidad, incompleto: fuera de contexto, este, ahora, yo, solamente apuntan en cierta dirección (de lugar, de tiempo, de persona), pero no se sabe a qué apuntan, no tienen referentes. De ahí que una ciencia dedicada al estudio de los significados en uso tenga que estudiar los deícticos, formas lingüísticas que sirven para señalar elementos del contexto. Aquí, como en otros casos, la pragmática se superpone a la semántica. ¿Qué es lo semántico y qué es lo pragmático? CÓMO HACER COSAS CON LAS PALABRAS Este es el título en español de las conferencias de J. L. Austin How to do things with words. Estas conferencias fueron dictadas por el filósofo británico en la Universidad de Harvard durante los años treinta y se recogieron y publicaron en 1962, poco después de la muerte de su autor. "El pensamiento de este filósofo se articuló como respuesta al positivismo lógico, corriente que, basándose en la lógica veritativa, planteaba que el sentido de cualquier oración dependía de las pruebas de la verdad o falsedad; así, si de una oración no se podía decir si era verdadera o falsa, dicha oración carecía de sentido, ya que no era portadora de una proposición de ningún tipo. Austin mostró que , si bien, existían enunciados que se sometían fácilmente a esas pruebas, otras, no, y no por ello dejaban de tener sentido. En una primera época, Austin distinguió entre enunciados constatativos ("constatatives") y enunciados realizativos ("performatives"). Los primeros son los que se utilizan para describir el mundo, son del tipo "Hace frío", "Carlos es alto", "La película es muy interesante" etc.; como se puede apreciar en esos ejemplos, si quienes hablamos nos ponemos de acuerdo en qué entendemos por frío. alto. y muy interesante, podemos otorgar a cada uno de esos enunciados un valor de verdad o falsedad. Ahora bien, los enunciados realizativos no describen el estado del mundo sino que lo transforman, por eso no se puede afirmar de ellos si son verdaderos sino si tienen éxito o fracasan” (H. Galsamiglia y A. Tusón, 1999 : 196) . En otras palabras, estos enunciados no pueden ser ciertos o falsos, pero sí pueden salir mal; si salen bien, el acto será "feliz"; si salen mal. "infeliz". (Teoría de los infortunios, de Austin: donde se incluyen "Desaciertos; "Abusos", "léalas ejecuciones", "Malas apelaciones; "Actos inconclusos"). La contribución de Austin sobre nuestra comprensión del lenguaje y la manera de considerarlo bajo un nuevo punto de vista ,parte de su interés por estudiar "el acto de habla total en la situación de habla total"; las ideas de Austin fueron desarrolladas de manera sistemática y ampliadas con nuevas investigaciones, conceptos e intuiciones propias por su discípulo John R. Searle, éste expone sus ideas, primero en su tesis doctoral sobre "Sentido y referencia" 9 presentada en Oxford en 1959, después publica su libro "Actos de habla, Ensayo de Filosofía del Lenguaje", en el cual reconoce "deudas obvias" a dos de sus profesores: J. L. Austin y P F. Strawson. Además, intenta espacios de encuentro crítico de su teoría con la obra de filósofos como J.Rawls y H.P.Grice. Debe quedar claro para nosotros que la teoría de los actos de habla no tiene su nacimiento en la lingüística sino en la filosofía. Searle considera el estudio del lenguaje como un aspecto de una teoría más general de la acción, en su perspectiva hablar es participar en una forma de conducta gobernada por reglas; la unidad mínima de la comunicación lingüística es el acto de habla, ya que hablar es realizar un acto de uno u otro género. Este enfoque, que complementa al de Noam Chomsky. en cuanto pone el acento en la pragmática y en la función comunicativa del lenguaje, da como resultado una teoría del lenguaje de gran amplitud y aplicabilidad, que interesa no sólo a lingüistas y filósofos, sino también a psicólogos, docentes, juristas, sociólogos, analistas políticos y de la comunicación, en general a quienes se interesen, bajo uno u otro aspecto, por el estudio de las acciones humanas. Hablar consiste en realizar actos conforme a reglas Cuando digo que hablar un lenguaje es participar en una forma de conducta gobernada por reglas, no estoy interesado especialmente en las invenciones particulares que se invocan al hablar este o aquel lenguaje (y es por esto por lo que mi investigación difiere fundamentalmente de la lingüística, interpretada como un examen de la estructura efectiva de los lenguajes humano naturales), sino en las reglas subyacentes que las convenciones manifiestan o plasman. (...) A veces para explicar adecuadamente un fragmento de conducta humana hemos de suponer que fue llevada a cabo de acuerdo con una regla, aun cuando el agente mismo pueda no ser capaz de enunciar la regla e incluso pueda no ser consciente del hecho de que está actuando de acuerdo con la regla. El conocimiento por parte del agente de cómo hacer algo puede explicarse de manera adecuada solamente bajo la hipótesis de que él conoce (ha adquirido, interiorizado, aprendido) una regla al efecto de que tal y cual, aun cuando en un sentido importante pueda no saber que conoce la regla o que actúa, en parte, a causa de la regla. Dos de las marcas distintivas de la conducta gobernada por reglas, en oposición a la conducta meramente regular, consisten en el hecho de que, generalmente, reconocemos las desviaciones del patrón como algo erróneo o defectivo en cierto sentido y que las reglas, a diferencia de las regularidades, cubren, de manera automática, nuevos casos. El agente, frente a un caso que jamás ha visto con anterioridad, sabe qué hacer. John Searle, Actos de habla (1986), pp. 49-51. 10 Vamos a leer el enfoque de T.A. van Dijk sobre el mismo tema. (...) De acuerdo con van Dijk (1992:79 y ss.) en ¿Qué es la pragmática?,las realizaciones lingüísticas tienen por regla general la misión de contribuir a la comunicación y a la interacción social...) llamaremos en este contexto "enunciado” al objeto expresado, mientras que denominaremos las acciones realizadas acciones lingüísticas o actos de habla. La pragmática como ciencia se dedica al análisis de los actos de habla y más en general, al de las funciones de los enunciados y de sus características en los procesos de comunicación. Ocuparse de la pragmática lingüística es hacer descripción gramatical de los textos. Mientras que la sintaxis especifica en qué condiciones y según cuáles reglas los enunciados están bien formados y la semántica indica las condiciones para que los enunciados sean interpretables, a la pragmática se le adjudica la tarea de ocuparse de las condiciones bajo las cuales las manifestaciones lingüísticas son aceptables, apropiadas u oportunas. La pragmática se ocupa de las condiciones y reglas para la idoneidad de los enunciados (o actos de habla) para un contexto determinado. La pragmática, resumiendo, estudia las relaciones entre texto y contexto. El contexto aquí es una abstracción de lo que llamaríamos situación comunicativa. Pertenece al contexto, además del enunciado en sí, las categorías de hablante y oyente, la acción que estos llevan a cabo al producir un enunciado o bien escucharlo, el sistema lingüístico que emplean y conocen, y especialmente aquello que conocen respecto del acto de habla, lo que con él persiguen y proyectan. Uno de los descubrimientos más importantes de la filosofía de la lengua, detrás de la pragmática, consiste en el reconocimiento de que la utilización de la lengua no se reduce a producir un enunciado, sino que es a la vez la ejecución de determinada acción social (...) Existen numerosas acciones que se llevan a cabo con la lengua: amenazar, rogar, sostener, preguntar, aconsejar, denunciar, absolver, congratular, lamentar, etc. El carácter social de este tipo de actos de habla se manifiesta entre otros, en el hecho de que queremos modificar el conocimiento, los deseos y eventualmente el comportamiento de nuestro interlocutor. Para poder entender como operan los actos de habla, vamos a precisar algunos conceptos como el hacer, y la acción y de ésta última el propósito y la intención. La caracterización de acción en este contexto es la combinación de una intención y un hacer. Un elemento fundamental de las acciones es que perseguimos determinada finalidad, tenemos un objetivo o determinado propósito(...) Con frecuencia decimos que se ha logrado una acción cuando realiza un fin determinado; cuando el resultado provoca determinada consecuencia. (...) 11 Según la descripción del concepto de acción, los actos de habla son realmente acciones: hacemos algo, producimos una serie de sonidos o signos ortográficos que, como enunciado de una lengua determinada, tienen una forma convencional reconocible, y además ejecutamos este hacer con una intención correspondiente, determinada. Actos de habla e interacción comunicativa Obtenemos una acción (que ejecutamos) mediante la realización de un acto de habla, un acto de significación o acción semántica; con nuestra enunciación lingüística expresamos un determinado significado, con lo cual hacemos una acción referencial: hacemos referencia a un objeto concreto...Por regla general, tales acciones semánticas son consecuentes: sabemos lo que decimos, y lo controlamos a través de la forma del enunciado, (Van Dijk, 1992:90)Por lo tanto habremos de preguntarnos en qué medida los actos de habla son capaces de provocar modificaciones, sobre todo en otras personas(... ) En el fondo pretendemos que el oyente dé al enunciado el mismo significado: y la misma referencia que intentábamos expresar. El acto de habla se ha conseguido si, de acuerdo con nuestros propósitos, modificamos los conocimientos del oyente: que él sepa que hablamos, que manifestamos este texto y que con ello expresamos un significado determinado. Ahora vamos a insistir, precisando y particularizando, algunos puntos de los muchos que revisten interés para llevar a la práctica, tal como es nuestro propósito, el ejercicio de analizar el discurso. Nos basaremos en Jorge Lozano et al,(1993) y en H. Calsamiglia y A. Tusón (1999) La teoría de la performatividad: la formulación inicial de esta teoría se debe. como ya hemos dicho anteriormente a Austin; de sus ideas arranca la teoría de los actos de habla, desarrollada por Searle. Ya nos hemos referido a los enunciados constatativos y a los enunciados realizativos; volvamos al razonamiento austiniano, en la forma más sencilla posible: Las dos funciones básicas del lenguaje: describir y realizar, constituyen aspectos solidarios de la actividad del habla; a) el aspecto ilocucionario. decir algo; y, b) el aspecto ilocucionario, hacer algo diciendo algo. Siguiendo esta línea de pensamiento, todo enunciado realiza una acción. Tradicionalmente se ha considerado que los enunciados representan o describen algún acontecimiento o estado de cosas, y que de esta propiedad se deriva su valor lógico; un enunciado es verdadero si su descripción corresponde adecuadamente a aquello aquello que describe y es falso en caso contrario. Austin denomina constatativos a ambos casos de enunciados, pero propugna que determinadas expresiones no son analizables en estos términos, ya que no describen nada - nada exterior al propio acto de enunciarlas- y poseen la función específica de cumplir una acción. A esta clase de enunciados cuya 12 formulación equivale a cumplir una acción, él les da la denominación de performativos. Estos no describen el estado del mundo sino que lo transforman. Austin ejemplos: (cit. por Calsamiglia,1999:196) propone los siguientes a) "Sí, .juro (desempeñar un cargo con lealtad, honradez etc."), en el curso de la ceremonia de asunción de un cargo. b) "Bautizo este barco Queen Elizabeth", expresado al romper la botella de champaña contra la proa. c) "Lego mi reloj a mi hermano", como cláusula de un testamento, d) "Te apuesto cien libras a que mañana va a llover" En estos ejemplos parece claro que expresar la oración no es describir, es hacer lo enunciado. Otros ejemplos: − Os declaro /los declaro marido y mujer − Lo (a) declaro culpable /inocente − -Te felicito por... − -Lo /la destituyo de sus funciones...,o − -Queda destituido (a) de ... Observe, aunque sea a "grosso modo", algunos de los aspectos que los teóricos y estudiosos de este campo analizan con agudeza: 1. La Secuencia del uso de los performativos se da sólo en contextos institucionales y rituales, o ambientes sociales de juego y ceremonias.(tribunales de justicia, iglesias, salas gubernamentales, casinos etc.) 2. El enunciado performativo incluye, generalmente, morfemas, deícticos de primera persona y de tiempo presente- Yo juro, yo renuncio, yo apuesto- Para apreciar esta observación, constate la diferencia entre, a)"yo juro" y B)"él jura": a) es un comprometerse; b) es una descripción en el mismo plano que "él corre". 13 3) Hay enunciados constatativos que poseen también valor performativo, aprecie estos ejemplos: a)Perro bravo b) Llegaron los novios a) Enunciados costatativos Enunciados performativos a)Advierto que el perro es bravo Esta enunciación “equivale de un modo especial a hacer algo” Advieto que hay perro bravo b)Afirmo que llegaron los novios 4. La determinación de la actividad performativa requiere de condiciones relacionadas con "la exterioridad" de las instituciones y la "interioridad" de las motivaciones subjetivas. Son condiciones complejas, verbales y extraverbales que tienen que ver con la persona enunciante y con las circunstancias de la enunciación. Este es el criterio para decidir la condición de enunciado performativo, no la elección de los verbos, ya que un verbo cualquiera de palabra es apto para formar un enunciado performativo; por ejemplo, el verbo decir, utilizado en la fórmula "digo que", en un contexto apropiado, crea una situación nueva: Ejemplos: a) Te digo que tomes tu medicina. b) Digo que me mires a los ojos. c) Les digo que nos vamos. Le dijo que se calle. d) Le informo que subió el precio de la leche. 5. "La performatividad invade todas las expresiones lingüísticas de modo que lo que en principio parecía una clase particular de expresiones se torna una función de cualquiera de ellas" (J. Lozano et al,1993;186). Los actos preformativos conllevan el cumplimiento "de una o varias de las siguientes reglas: a) Ha de haber un procedimiento convencional que incluya la emisión de ciertas palabras por personas y en circunstancias apropiadas. b) Tal procedimiento ha de llevarse a cabo correctamente, y en todos sus pasos. 14 c) Puede requerir determinados sentimientos o pensamientos de los participantes. d) Los participantes deben tener el propósito de actuar adecuadamente y comportarse efectivamente así " (J. Lozano et al 1993: 182) En este aparte es conveniente hablar de competencia comunicativa, la que podría definirse como los conocimientos y aptitudes necesarios a un individuo para que pueda utilizar todos los sistemas semióticos que estén a su disposición como miembro de una comunidad sociocultural dada (J. Lozano,1993;73). La competencia comunicativa no sólo se refiere a hablar sino a comunicar (...) Se trata en definitiva del conocimiento implícito (o explícito) de las reglas sociales, psicológicas y culturales presupuesto por la comunicación. Searle ( 1976. cit. por Calsamiglia.1999) propone una tipología de los actos de habla, los agrupa en cinco tipos; 1) Asertivos ; afirmar, anunciar, insistir... 2) Directivos ; preguntar, pedir, prohibir, recomendar, exigir, encargar, ordenar... 3) Compromisorios : ofrecer, prometer, jurar... 4) Expresivos ; pedir perdón, perdonar, disculpar (se), pedir disculpas... 5) Declarativos: sentenciar, bautizar, vetar, declarar la guerra, levantar la sesión, cesar. Es posible que los enunciados que producimos puedan inscribirse en estos cinco tipos. Por otra parieren la teoría de los actos de habla se plantea que al emitir un enunciado se producen tres actos; 1. El acto locutivo; la emisión con su significado referencial, literal, es decir su contenido derivado de las reglas gramaticales. 2. El acto ilocutivo : lo que se hace al emitir ese enunciado, gracias a una fuerza -la fuerza ilocutiva- que asigna un valor de acción intencional a las palabras emitidas. 3. El acto perlocutivo ; el efecto - verbal o no verbal – que ese enunciado produce en la audiencia. Considere estos ejemplos; A. (dirigiéndose a B, dice) te pido que friegues los platos. B. (Levantándose y yendo a la cocina) voy a fregarlos. 15 Analizando este enunciado, obtenemos ; en A-B, la forma del enunciado, el acto locutivo, coincide con la fuerza ilocutiva Acto locutivo : Te pido que ... (oración que puede ser analizada con un significado referencial de petición de algo) Acto ilocutivo : Es una petición. Acto perlocutivo ; B se levanta y cumple la petición. Pero, la situación pudiera ser diferente ; el dialogo pudiera ser el siguiente ; A- hay un montón de platos en el fregadero... B- (se levanta y va a fregar) Y, el análisis sería este; Acto locutivo: oración enunciativa afirmativa formada por un verbo existencial en forma impersonal (hay), objeto directo que denomina un tipo específico de utensilios (plato) y un locativo (en el fregadero) Acto ilocutivo: mandato / reproche, algo así como "aún no has fregado los platos y te toca a ti” Acto perlocutivo: B cumple el mandato Este último ejemplo corresponde a los denominados actos de habla indirectos , en los cuales hay un significado añadido mediante la fuerza ilocutiva , que tiene que ver con convenciones de tipo cultural que asignan unos posibles valores de sentido a ciertas formas de expresión ; hasta hay grados mayores o menores de convencionalidad. (Calsamiglia y Tusón,1999) Las mismas autoras recogen en su libro el ejemplo de una demanda o mandato expresada a través de veinticuatro (24) actos locutivos diferentes. De éstos sólo seis (6) enunciados pueden considerarse actos directos (verbos realizativos , pedir, ordenar o cerrar, usado en imperativo); los dieciocho enunciados restantes son actos de habla indirectos que muestran diferentes grados de convencionalidad. He aquí algunos de esos enunciados; 1. Te ordeno que cierres la puerta 2. Cierra la puerta 3. ¿Te importarla cerrar la puerta? 4. ¿ Y si cerramos la puerta? 16 5. Te pido que cierres la puerta 6. Por favor, ¿sería tan amable de cerrar la puerta? 7. ¿Quieres hacer el favor de cerrar esa puerta 8. Hace frío ¿Verdad? 9. Qué corriente ¿no? Para su interpretación se requiere del contexto, ya que los elementos léxicos “cerrar” y “puerta” no aparecen en estos enunciados. Es la Unidad 1, de este curso, en el Material 1, p. 23, 24 se le da información sobre el principio de cooperación de Grice y las “máximas” que los rigen. A veces trasgredimos esas máximas, pero no la cooperación. Las razones de las transgresiones pueden ser diversas: queremos engañar, no queremos herir y decimos una verdad a medias, una “mentira piadosa”, a veces no sabemos lo que saben nuestros interlocutores; generalmente, esas transgresiones son intencionales y se pretende que el interlocutor lo descubra, que haga un tipo especial de inferencia – la implicatura – cuyo significativo, ese algo “no dicho”, depende del momento en que se produce el evento de la comunicación; de las particulares y específicas circunstancias que envuelven a los participantes de ese acto de habla. Estas inferencias son denominadas implicaturas conversacionales no convencionales. Aprecie los siguientes ejemplos : 1. En un aula se produce el siguiente diálogo entre el profesor y un alumno Alumno: Profe, ¿las ballenas tienen alas? Profesor: Sí, y hacen nidos en los árboles Transgresión de la máxima cualidad 2. En un pasillo de la universidad, dos compañeros de curso: E1: ¿Me prestas los apuntes xx para el viernes? E2: Estaba enferma Transgresión máxima de relación 3. Papá y mamá paseando por un parque con sus hijos: P: Compremos algo para los niños M: De acuerdo, pero nada de hache, e, ele, a, de, o ese. 4. El entrenador de un equipo de fútbol es entrevistado y se le pregunta qué puede ocurrir en el partido próximo. E: Fútbol es fútbol 17 Transgresión máxima de manera Transgresión máxima de cantidad En (1). el profesor, a través de una implicatura. dice "no", con una cierta ironía. En (2), el /la estudiante en lugar de contestar "si" o "no" responde algo que parece no venir al caso ; es evidente que confía en que "El" realizará la implicatura necesaria para entender (no te puedo prestar los apuntes porque etc.. etc.) En (3), cuando la mamá deletrea la palabra "helados" espera que el papá entienda que se puede comprar cualquier otra cosa menos helados, por los motivos que correspondan a la situación ( los niños están resfriados, o se mancharán, o...etc.) Igualmente puede ocurrir en los textos escritos, se pueden encontrar transgresiones de máximas que apelan a la cooperación de quien lee para reconstruir el significado implícito. Así, aparecía el siguiente texto como pie de foto en un periódico ; (H.Calsamiglia y A.Tusón.1999:202-203) LA MESA DE ACUERDO. Aspecto que ofrecía ayer, al anunciarse el acuerdo de paz, uno de los tres lados de la mesa de forma de U en la que trabajaron los negociadores. El tercero por la derecha es Gerry Adams, el líder del Sinn Fein. A su lado, el número dos del grupo, Martín McGuinness. La imagen está tomada de televisión (El País, 11 de abril de 1998). ¿A qué viene la expresión final? ¿ Por qué se nos indica de dónde está tomada la foto? Aparentemente, es una información innecesaria, que o “viene a cuento” y que o añade nada a la, por otra parte, detallada información sobre la imagen. Sin embargo, al mirar la foto se observa su mala calidad, por lo que esa trasgresión de la máxima de relación y/o de cantidad desencadena en quien la lee y la mira un proceso de implicatura por el que entiende que “se están pidiendo disculpas y ofreciendo explicaciones por esa mala calidad”. 18 Vamos a concluir este Material N° 2, Unidad 2 con la paráfrasis descriptiva (Tusón y Unamuno,1999) citada por H.Calsamiglia (1999; 184-185) que resulta eficiente para mostrar la compleja serie de implicaciones que conlleva la comunicación cuando se entiende como un proceso de interpretación de intenciones. LAS COSAS DEL DECIR Usted me dice algo, con una intención. Entonces, a partir de lo que usted me dice, yo intento averiguar, con el mínimo coste de procesamiento, qué me quiere decir, al decirme eso de esa manera y sobre esa interpretación, realizada a través de un proceso de inferencias, basadas en mi conocimiento previo sobre usted, sobre sus valores, sobre la situación, sobre el mundo, sobre el código y la variedad que utiliza, y en los indicios contextualizadores que me proporcionan sus palabras, partiendo de las formas verbales y no verbales que ha elegido para comunicarse conmigo, sabiendo —o creyendo saber— lo que usted sabe sobre mí, sobre mis valores, sobre la situación, sobre el mundo, sobre el código y la variedad que utilizo, sobre lo que, tal vez, yo he dicho antes, etc., etc. establezco una hipótesis: ME HA QUERIDO DECIR X. Y, sobre esa hipótesis, elaboro mi respuesta, que será sometida por usted a un proceso similar de interpretación. Etcétera. 19 Vistas así las cosas, no es de extrañar que, a menudo, se produzcan malentendidos entre las personas. Se produce un malentendido cuando no se activan los conocimientos —o esquemas cognitivos— apropiados. Cuando la hipótesis que se establece como interpretación —de la situación o escena, de las intenciones, de la imagen que alguien presenta, de las normas que regulan el intercambio, etc.— es errónea o inapropiada. Una primera aproximación a lo que estamos tratando puede apreciarse en el siguiente chiste: Entra un joven a un bar y se dirige a la barra. El camarero se le acerca, limpiando con un paño la barra, y se produce el siguiente diálogo: Camarero — ¿qué va a ser? Cliente — abogado Camarero — que qué quiere Cliente — pues acabar la carrera, encontrar un trabajo, casarme... Camarero — QUE QUÉ VA A TOMAR Cliente — ay, ay, perdone ¿qué hay? Camarero — pues ya ve, aquí, limpiando Aisladas del contexto, de la escena – un bar – y sus protagonistas – un camarero y un cliente – las respuestas que se producen a las preguntas de uno y otro son posibles; entonces, ¿dónde está la gracia? Precisamente en que no son apropiadas, pertinentes, en ese contexto. Porque esa situación, la localización y los personajes, configuran una escena psicosocial que impone unas restricciones respecto a lo que se puede decir y a lo que se puede interpretar. Estas observaciones nos conducen a examinar las diferencias entre el significado gramatical y el sentido o significado discursivo o pragmático. Al contrario de lo que se cree, sentido y significado nunca han sido lo mismo, el significado se queda aquí, es directo, literal , explícito, cerrado en sí mismo, unívoro, mientras que el sentido no es capaz de permanecer quieto, hierve de segundos sentidos, terceros y cuartos, de direcciones radiales que se van dividiendo y subdividiendo en ramas y ramajes, hasta que se pierdan de vista (Saramago, 1997: 154-155). En efecto, el significado atiende a las reglas del sistema lingüístico, que asignan un valor semántico a un conjunto de signos fónicos o gráficos organizados en unas estructuras determinadas, ya sean palabras, frases u oraciones, sin tener en cuenta el contexto concreto en que se producen, es decir, sin considerar ningún factor “extranlingüístico” (si es que ello es posible, tal como comenta Levinson en la cita reproducida en el apartado 4.2). Sin embargo, el sentido – o significado pragmático – discursivo – resulta de la interdependencia de los factores contextuales y las formas lingüísticas; exige tomar en consideración el mundo de quien emite el enunciado y el mundo de quien lo interpreta, sus conocimientos previos y compartidos, sus intenciones, todo aquello que se activa en el 20 intercambio comunicativo, así como el resto de dimensiones del contexto empírico en que se produce el intercambio – ya sea in presentía, cara a cara, o in asentía, en diferido. Escandell propone el siguiente cuadro para dar cuenta de los procesos que conducen desde la intención hasta la interpretación, a través de la expresión lingüística, teniendo en cuenta la información pragmática del Emisor y del Destinatario y la relación social que existe entre esos dos sujetos de la enunciación: Relación Social EMISOR Expresión lingüística DESTINATARIO SIGNIFICADO IMPLÍCITO anticipa INTENCIÓN Información pragmática INTERPRETACIÓN reconstruye Información pragmática (Escamdell, 1993: 38) 21