SEGÚN LOS PROFESORES DE UN CURSO SOBRE DESHABITUACIÓN DEL COF DE VIZCAYA "Sólo con un buen consejo cinco de cada cien fumadores lo deja al año" "Si un fumador no quiere dejar el hábito hay que comprenderlo y entender que es normal. Hay que asimilar que no está preparado. En estos casos, no hay que insistir, ni tratar de convencerle ni mucho menos sermonear. Gema Suárez Mellado | gsuarezm@correofarmaceutico.com - Lunes, 1 de Febrero de 2010 - Actualizado a las 00:00h. Sólo hay que dar un buen consejo, que sea corto, de apenas unos minutos, personalizado y siempre en positivo. Con esta sencilla actuación, cinco de cada cien fumadores abandona el consumo de tabaco al año". Así lo constata Fernando Mato, médico de la Unidad de Deshabituación Tabáquica de Santurce-Cabieces, Vizcaya, y profesor junto a Elena Uría, enfermera de la misma unidad, de un taller sobre deshabituación impartido la semana pasada en el COF de Vizcaya. En su opinión y acogiéndose a estos datos la labor que puede desempeñar la farmacia en programas de deshabituación tabáquica es fundamental, siempre y cuando se sigan unos protocolos como los que se presentaron en el taller (ver algoritmo adjunto). LO QUE NO HAY QUE HACER Según esta metodología, lo primero que hay que saber es lo que no hay que hacer: "Considerar el tabaquismo como un simple vicio o una costumbre; entenderlo como un déficit de voluntad que cede ante determinados impulsos; creer que la simple voluntad es suficiente para dejarlo, o responsabilizar o culpabilizar al paciente por ser fumador o por las recaídas en su intento de dejarlo". Por el contrario, Mato subraya que hay que recordar regularmente las ventajas de la cesación y comprobar si conoce los riesgos del consumo, "sin jugar con el miedo, ya que los adultos no se mueven durante mucho tiempo por este sentimiento, pero sí cuando están motivados". También recomienda al farmacéutico que para ayudar al fumador "hay que esperar a que formule la demanda de tratamiento, pues sin su compromiso responsable es difícil lograr buenos resultados". "Ademas, los profesionales sanitarios -añade- debemos confiar en los recursos de autocontrol y autoeficacia que cada persona puede poner en marcha en un determinado momento". 'SÍ, QUIERO' Cuando el paciente está decidido a abandonar el tabaco, la pregunta es cómo saber si necesita tratamiento de prescripción o las terapias sustitutivas de nicotina. Para Mato, la respuesta hay que adaptarla a las características personales de cada individuo. Así, explica que en España la mayoría de los fumadores suele tener una dependencia baja o moderada: "En estos caso podrían beneficiarse de los sustitutivos de nicotina". Ahora bien, si ya han intentado dejar el cigarrillo y no han podido y esas terapias no les han ido bien "habría que derivar al médico para que valorara el tratamiento de prescripción". Lo importante para el experto es involucrar al paciente: "Hay que darle voz y voto y que pueda decidir qué medicamentos quiere tomar". "Debemos asumir que ayudar al fumador es una actuación de primer orden" "Los farmacéuticos debemos interiorizar que la intervención en deshabituación tabáquica es una actuación sanitaria de primer orden", afirma a CF Mª Antonia Díez, coordinadora de la Comisión de Atención Farmacéutica del COF de Vizcaya, que ha colaborado en la coordinación de un taller de tabaquismo impartido la semana pasada en la sede del colegio. En su opinión, ningún farmacéutico se plantea que tiene que tomar la tensión y lo ha asimilado como un servicio más dentro de la botica, pues participar en programas de deshabituación debe ser igual". Díez detecta que algunos farmacéuticos sienten que si intervienen o preguntan a sus pacientes si fuman o si tienen intención de dejarlo "se entrometen en la privacidad de las personas, y eso no es así". Una vez asimilada esta actuación, el siguiente paso es formarse y manejar unos protocolos de actuación para hacer las cosas bien. Sólo así se podrá ofrecer este servicio y que se visualice en la población. En este sentido, Díez confiesa que hay mucho camino por recorrer. Con respecto a la Administración Sanitaria, cree que debería tener al farmacéutico más en cuenta en sus programas de abordaje del tabaquismo, "pero esto no llegará mientras nosotros no nos involucremos".