Num. i88. I "3 CORREO DEL S Á B A D O DE 9 DE ' Sin quererme internar én cosas de "stado , aunque sea en asuntos de potencias estrangeras , me aventuro á insertar ^1 siguiente discurso que he literalmente sícado de uno de los papeles públicos de 'a Francia , dice asi: ,,La experiencia, dice, nos ha maní» iiíestado , que Ibs gobiernos que han re^sisridó mas tiempo los'chbqucs y rcvolijíosos trastornos de las potencias verí'nas, nhan sido los monárquicos. Entre todas n'as monarquías de la Europa , la Prani»c¡a es la mas antigua', {a) y la que cucnMta mas Reyes de una m.isma sangre. Tosidas las naciones cónfiesaH qut no hay' jiotra que estimé inas á- sus Soberanos que )fla Francesa , y que este amor que se foíiwienta en el corazón de los individuos ^"^ue la componen , ha sido siempre uno í>de los mas fuertes apoyps (Je este felí¿ ífícyno. „Esre es el principio de que hemos vde yiilernos si querenips hablar con los vFranceses. Para pet-s'uadhlbs hemos de T^iUamar su juicio, y la experiencia. Invo^ locando ñ esta , acallaremos A estas gentes ^inquietas , que perdiendo de vista su oriíiS^n y la constitución de su país , creen Vf^ue los abusos se han de remediar por liuiovaciones , quando se trata de que ceusen , y de rectificar las formas, en luu8*r de inovar y cambiar los principios. i,Qu3ndo S. M. ha dicho que en un «Estado grande solo convenia un Rey, vUna ley y un registro , ha hablado por w^l bien de su pueblo; si no debe dividiría'* la autoridad del monarca , la fuerza ii^e la ley debe estar unida. Con todo se «"» visto que disputando trece Consejos 'iíj'upremos urt mismo principio , cada uno nha sacado conseqúencias diversas. Pero MADRID AGOSTO DE 1785. ^,esta misma confusión que por espacio de ,,mucho tiempo ha causado tantos males» „ha reparado el mal. Podemos en el di» ^llamarla dichosa , porque solo ella pod!» ^abrir los Or^s á la nación , y ha sido U „causa de las reformas. La confusión ha ^,sido la vasa del Consejo pleno , y la que „laí h'i hecho indispensable. „Si los privilíglos que algunos Reyes ^han conservada ó concedido á algunis ^provincias , exigeh que no se veri liquen ^los registos hasta que los naturales de ,,aquellas mediten las conseqúencias de las ^leyes que se han de publicar ; los obje,,tos de estás deliberaciones jamas debc„rán atendei- al bien general del estado. „Antes que un Bretón , ó un Normando ,,se contemple habitador de la Bretaña ó ,,Norma'ndú , debe acordarse que nació „Prance's, y que esta ley que debe ne„cesariamente afectar mas tal ó tal pro„v¡ncia , y que ella no puede apropiarse ,,otra alguna. Si el bien del esndo exige ,,su adopción , es una necesidad á que de» ^be ceder el Francés , aunque el Breta/t ó ,,el Norma/ida pueden combatirla ; estas „son las obligaciones del patriotismo. „Si algunas provincias necesitan algu^nos reglamentos particulares para la exe,,cucion de las leyes ; si varían entre ellas ,,las formas de la notificación de cstjs K,,yes eu sus respectivos distritos ; la míy,xíma fundamental , o« estada grande siy^lo ha de tener un Rey , una íey y uit re y^gistro , no subsiste menos en toda su ^extensión. El registro secundario q le ^puede ser concedida en ciertos casos, no ,,pud¡endo sufrir alteración alguna en los ^derechos del monarca , ni alterar el es„píritu de la ley , no puede afectar el re•ngistro nacional. El primero y mas justo O») Los Es^añottt nos vemos en ta precisión it mgarU esta ahtlguedtd. 1124 „de todos los principios no puede ser der,,ribado por ünádlversa rbodíflcacion. Só„lo el tiempo puede indicar los mejores „mcdios de remediar este'_ abuso , _y de „practlcar el bien que se q'uicre , pero es ^preciso que ,cn un gobierno poderoso ipobre la energía. Si un enano tenia los „brazos tan grandes comp un gigante no „^odria moverlpsi,>l interés de hf pro-, „vincias privilegiadas es. concurrir al au,,tjíento de las fuerzas d d estado , pues .^importa mucho al Soberano no degradar ,,su poder dividiéndolo. Solo una fuerza ,,central podrá mantenerlo. „ N o se puede reprender á los Francei,,ses dé poco amadores de su patria ; no „hay nación alguna que haya hecho por. su ^patria mas que la Francesa. No hay ciu,,aadano en el reyno que no funde su glo^ria en defenderlo , que no este pronto ,,?n derramar su sangre por su Rey ; pero .,,hay mas de un modo p a r | acreditar el ^^patriotismo. No solo se ha d^ blasonar ,ila muerte para probarlo , pues el patrip^^tismo no siempre ha de combatir contra i^los enemigos del estado. Hay que dar viPtros combates , se han de ganar otras •jívlctorlas , que sino son mas gloriosas, ,,son mas utiUs que, las que hacen correr y,v'íOs de «angre. . ' „En toda la Europa se habla de las ,,libeitades patrióticas de Inglaterra : los ,,escritorcs de esta nación han escrito yjsobre la política con un valor que esf^anta ; pero quizás jamas se ha defi. ,,nido el patriotismo Inglés como debie„ra. Se ha caminado por la superfi,,cie ; contentándose con juzgar esta na„c¡on por las apariencias ; merecía que se „exáminase con atención , y que se inter.,i,nase en el conocimiento de sus cos„tumbreí. „Los Ingleses pelean en defensa de su „p3Ís , y lo hacen bien ; no se les puede „negar esta justicia. Ellos la hacen igualemente á los Franceses, y no hay nación y,que respectivamente pueda mejor juígarse^ „pcro si se parecen en esto , tienen d ¡ y,ferencias morales , que en ninguna ocay)Slon como esta pueden ptesentaue mejor. ,,La grandeza de alma y emulación na\y,cion&l é» los líiglcsés han ío|iizgado toados los perjuicios que se oponen á todos .f,los usos que nO son ventajosos á la Gran„Bictaña. Un negociante , un artista ri„co , queda en su clase , teme la ociosi„dad , desprecia el fausto, y jamas pi'O„cura dcxar, la carreja en que ha nacido» ^ „hace que sus hijos la sigan ; un gt^»" ,,señor rico no tiene á menos el exercer- • „ía ; y asi se ve muchas veces un hotica^^rio adocenado , vecino del hermano de > ^un Lord , que procura hacer su fortuna ,,por el comercio. ' „Con poquísimo fundamento se ha di„cho que no se honra el comercio en, „Franfia ; si es asi , el comercio se b» ^comprado este baldón, j Es el gobierno „el que aconseja á un mercader de enea* i,^xcs de la calle de San Dionisio que com' ,,pre un empleo que enoblece á, sus hijos?, „Esta .especie de, Ijombres que parece desaprecian-su estado , es la que corrC: vana,,mente tra's ,la|S distinciones que nolecotf yipede la antigua nohlesa , la. que perpC" ,,tua el error arrastrando muchos inú'^' „tadores. „El modo de' pensar de la Inglaterfíf ,,en,je^ta particular , es muy diverso de' ,^de la Francia, ^a ambición de los có-;, i^merciantes y artistas Ingleses , se limW* ,,en l,a perseverant;ia de sus trabajos , "^ „Ia emulación, y en el espíritu de sus eiJi„pres3s. Quando son opulentos , levanta» agrandes talleres ; forman estableciniienr ,,tos inmensos; y quando no se.hallan:,*"?' „disposicion de hacerlo por sí solos » **i ,,'untan muchos, y por la reunió"_^^ „muchos medios hacen lo que sería ii"„posible á cada uno de por sí. L* ".•"' ,,blc¡onde los artistas Ingleses es tan ""• ,,su país , y honrosa á ellos , como danos „al comercio , y ridicula á los ojos de sus ^compatriotas sensatos , la de un p'^^ ,,numero de comerci.intes Franceses. •fí jQuántas familias vería aun la *' „cia al frente de los talleres de *"*,^^' „dres en lugar de haber comprado etnp ' „si un perjuicio destructor no las "-ye „ s e hecho salir de su esfera i I-o*' ^ nban dexado el comercio para ser tnlcmi,bros de juntas que creen representan la «nación , son los representantes dé este «infeliz perjuicio que perpetua el m^s fu«ncsto error. ' ' „E1 patriotismo de los Ingleses se ma«nitiesta con un aspecto enérgico muy im«portante para la Gran-Bretaña. Brilla ,,por la proscripción de manufacturas , y «géneros estrangeros que no les son ab«solutamente precisos , á fin de facilitar iy/a venta de'las producciones de la nhcioii. «Esta especie de patriotismo es, quizSs , la «mas esencial de todas, porque la' mu«chedumbre es la que carece de los pla«ceres quiméricos, tras los quales corren «con tanta prisa otras potencias. La' clase «media del pueblo Inglés está esenta del «imperio de la moda ; el deseó de sbbre«salir se limita en un corto húmeío de «la gente de Corte. Y si estos gastan aU «guncs objetos de luxb , los sacan de las «manufacturas nacionales* El Ingle'á que «en sus viages ha mirado con indiferencia «los menesteres estrangeros , aun los que «le son mas análogos , prefiere su ^ais á .„todo el universo , y las mas cpfnunes ^^producciones de la Gran-Bretaña , á lo «mas CKqulsito que las demis provincias «podrían presentarle. Es muy constante «que la Francia está desposeída de este pa,,triotismo. ^,Quando se ve que tbda una nación «piensa y obra de este modo , y que otra «su vecina toma un rumbo enteramente «opuesto , el que es buen ciudadano debe «hacerle notar estas diferencias., Igual«mente importa hacerle adveftir , que las «declamaciones que oye,'lexos''de ser prue«bas de patriotismo , son unas revolucio«nes morales muclio mas apresuradas que •Jilas que habrían querido hacer los Ma«gistrados en su Constitución. El priiicilipio de estas íevolucíones en las co.numiiuies se halla e» el estahUcimlento del Coii11^9" supremo , y en las coiiseqüencias de \il-ai nuevas pragmáticas , que dificültan«do la transacción de los empleos que sicnoblecen , volverán al comercio uh connsiderable número. de strgetos que le 112$ ^hablan Quitado los perjuicios. „Los Franceses no se engañm ; los „sediciosos gritos que resuenan en algu„nas partes , no son las voces de los ciu,,dadanos que aman á su patria. No se ,,tardará en ver que han procurado in«quietar á la nación en la revolución qué „se ha encendido en la magistratura , ja,,mas han querido mantener la peligrosa ^doctrina que predican esperanzados de y,embrollar la mas simple qüestion , y de „confundir los derechos del pueblo coa ^,las pretensiones de los magisttados. ,,Qualcsquiera que sean los muelles „que ha hecho mover la intriga para soraprender los sufragios del pueblo, la qües«tion se reduce á decidir , si la Francia „vcrá perpetuadas en su seno las disensio«nes que se han fomentado. SI toda la na,,cion Francesa debe admitir los trlbuna,,les destinados únicamente para la admi„nistraclon de justicia , ó si la magistra«tura no es mas que un cuerpo aislado y,entre los ritrbs , que carece de todo de„recho legal , y de fundamento cbnstitu,,cional en que apoyar lo que llama sus „derechos. Los sugetos que tocan al arma, „porque se ha enviado á los magistrados „á exercer sus funciones , no persuadirán, ,,sin duda , á los Frattce'scs instruidos que «sea necpsario que laFrancia elija por av«bitros de íu suértte á hombres que no «deben ser los jueces de su causa. Afír„mar que en un i-eyrro ie' necesitan trece ,,asambleas que delibeí-eri cntresí con una ^^desigualdad de poder que siempre ha sido «dañosa , y muchas' veces fatal para la „nacion , sería el barbáíikmo político mas ,,enorme. i • i,Las naciones qne se'quicrén conse:«var ó adquirir consistencia , no deben „admltlr mas que una asamblea que d.ii^bere sobre las leyes generales del reyno; „y aunque se conceda alguna modirica,,cion á las provincias privilegiadas , la ,,asamblea nacional debe tíner una pre,,rogativa distinta de todas las demás. El ^Parlamento de una provincia privilcgia„da no puede estipular cosa alguna para ,,las que no lo son ; y^ d« consiguiente es J12<5 .„'ímposible que pueda deliberar genetaJyántente en revista sobre una ley que se ha «registrado. Solo los incidente^ relativos ^á las provincias én que se residen son, „Io que debían exclusivamente ocupar á ^los Parlamentos , á quienes los Estados ^particulares de cada provincia podrían ^repartir algunas porciones de sus privlyjlegíos particulares ^ hasta que los Esta» „dos generales hayan reconocido solemne„mente que una nación grande jamas de„be dividir su poder. Anacreóntica á una Alondra^ Mensagera del día, Precarsora del año. Alondra , que atrevida Bebes al Sol ios rayos: Tú , (jue la primavera Me anuncias con tu caato^ y quando Febo sale Hiendes el ayre vago: Quando el Darien sombrío^ Y el Murciélago urano Kehuyca de él medrosos Sin poder tolerarlo. Entonces te encaramas Por el Cielo azulado: Ufana y leda silbes £ n circalos gWapáo;. Y aun después que te pierdes A mis ojos clavados £ n tu pequeño cuerpo Por subirte tan alto; ,^ Quando tan tolo alhagas ]il¡ oído alborozado, Vo menos me enagenas; Alas absorto me paro. El pecho se me agita. Mis ojos van errando Por el inmenso Cielo £ n busca de quien tanto El oído regala Con dulce acento vario. Vuela , vuela mi Alondra, Sigue , sigue cantando. Puebla el ayre de sones Mas que el aroma gratos. ^^ Asi por si«mpre.seas .y.'¡ "Dt tu , consorte amado, y placentera te oiga Desde su albergue caro. Asi tus tiernos hijos Defienda del milano £1 cazador que asesta Con tiro á tu contrarío. Asi borrascas üeras, Y el Aquilón airado De tu nido se alejen, Y salga á paz y á salvo. Asi:: mas sabe Alondra £1 precio 'soberano Que tu afán se merece; Para que continuando £ n tu ufanía loca Kü al respiro des vado. Sabe que no tan solo Consigas con tu canto Que tu amada en sosiego Conserve en lecho blando; Sino que quantos te oyen, Quantos gozan del campo A tantos aprisionas. Tantos veo parados. Asi yo si tuviera Tu pjquíllo agraciado Dlxerale á mi Tirsi El fuego en que me abraso. 1,0 que en mi pecho bulle Kebosára:: mas callo; Si igualarte no puedo, Sello la't rudo labio. Mktllo. A Marin, Oda. Ya el día venturoso D e verle, llegará , Marin querido, y en tu dulce reposo. De aciago humor herido El bien iré á buscar que de mí ha huido» El bien que no se encuentra Entre el duro rumor de las Ciudades* Mi amor hallar intenta En esas soledades, Dó no reynan zozobras ni maldades.. Un sueño no rompido Me presentar.! la noche en tu acogi**» y el dulzor exprimido. '' JI27 del Sábado a6 de Julio de 88. P e la baca parida Hórrida per campos hom^ him, tomí/V'^^ Será por la mañana mi bebida. da sonahant, Tornaré á mi alegría 5 Santa Barhara íenJtta I Bn tu dichosa aldea, desechando ; Qué tempestad I J Qué horrasea I Fatal melancolía, { Si traerá piedra la nuve I Del arcabuA cargando, No Señor: es viento y agua. •y el ya florido campo registrando. Muy señor mío y mi dueño : ( a p r e n Ya seguiré en la playa i á liebre que del duro plomo herida da Vm. cortesía ) en mi vida he podido verme en mayor apuro ¡ Jamas he tocaCobarde se desmaya do el riesgo tan de cerca como ahoral Al verse perseguida Si yo soy otro , me casca una alferecía y del galgo por ultima cogida. del susto. Ay es nada la pomposa carta Ya asalta la retama y el hueco papelote que contra mi a m i Bl conejo corriendo á la espesura; go Cacea y sobre mi occipital testera El perro tras él clama. dispara su merced incógnita en el CorLo prende ca la llanura, reo num. 184! Ay es un grano de anis "y á entregármelo viene con presura. el orgulloso reto , emplazo-, duelo y desajio., Ya en olmos elevados, que como otro fierabrás sobre el puente' Cuyas cimas intentan dar al Cielo, de mantible , nos intima cuerpo á cuerpo Tordos veré posados, y lanza á lama , como si alguna linda y á levantar el vuelo, floripes fuese el honroso blanco de nuesMi arcabuz los hará baxar al suelo. tra batalla ! Ay es una mata de peregil Otra vez mi tristeza el sutil texido de quatro columnas y Lanzaré de la huerta la frescura. media de Luxo literario sobre nuestras Mirando la belleza costillas 1 Ay es una vagatela , asesinar De copiosa verdura, á mi postillón en el camino , robarle sus Y del gilguero oyendo la dulzura. intereses y descomponerle la valija á visY en los alegres días ta , ciencia y paciencia de todo el pú-« De A b r i l , dó sale Febo iluminando, buco I Humildes caserías Vaya que no lo creyera^ Iremos visitando Á no haberlo presenciado I Ya en gustoso coloquio, y4 cantando. } Posib/e ts que un licenciado^ Y á la sombra tendidos nos trate de esa manera \ D e arboleda gentil que las rodea. \ Qué agigantada mollera \ Seremos divertidos j Qué talento tan travieso] Del ave que gorgea, 1 Qué perito! \ qué camueso ! Y el ayre con sus plumas hermosea» ¡ gué sobervia \ \ qué arrogancia I j O caro amigo mío! ¡ qué fantástica jactancia ! ¡ O deseado sitio delicioso] \ y qué casco tai. sin seso 1 De vos mi dicha fio: A la verdad, amigo mió, que si ( c o „ A vuestro olmo reposo mo llevo dicho) no me valgo de mi misi,Huyo de aqueste mar tempestuoso. mo , y me acuerdo de mi buena pasta al Lisc/ic... Br. F. D. V. en el M. D. O, leer su c a r t a , se me va el juicio volan** Salamanca. do á la jaula donde tiene Vm. el suyo y chilla el cuento en Zaragoza, O que Carta. Latigazo del postillón á un perbien decia mi abuela: nunca te fies de ^oladrador. Carta de Don Lucas Alemán á gato que no cries , y después de cria•"on Etcétera Gavilán, en respuesta á la do , tócale el lomo con cuidado: que *iue sin principio , fin , firma ni nombre, donde no se sueña vuela la cigüeña: de *urze, texe y empalma (sin venir al cahombre sin n o m b r e , muger sin Judor^ ' o ) . en el Correo de Madrid num. 184 carta sin firma y saítrc hablador, llbfano$ sekoT &c. Pero como yo ( á Dios gracias) tengo un genio tan bendito y tan nada asustadizo, en vez de acalorarme con ella, me he quedado mas templado que con un vaso de chufas, (efecto sin duda del mucho nitro con g ^ e l a ha salado) y casi casi me embocaría otra en el buche por lo bien que me ha sentado. ; 0 qu¿ garapiñera para una «anicuía como la presente! Vaya que va* Je un perol (digo un perú) la tal cartilla ¡ No sé si habrá hecho igual efecto en mí Con-colega Cacea, pues como por $u circunspección y carácter es hombre de mas prosopopeya que la m i a , y soJjrc tener el ab-initio de su cara á lo socrático, gasta el ante-saecula de su figura en modelo de Diogenes por superior providencia, tal vez puede haberle exaltado ^l succo-atrabiliar de que consta : pero que majadero habrá sido el buen señor «n tomarlo á pechos : atengome á mis refranes, que ellos templan mis afanes: por pesadumbres , no te deslumbres: al sentimiento contra un cimiento, y con un estoque al que te le envoque: llore mi hermana , que yo haré' lo que .me d i la gana &c. Verdaderamente que al ver su carta de Vm. con tanto aquel y tantos rapacejos, se me representó aquel famoso romance, que dice: El preste Juan de las Indias^ guando vino de Milán, á la hierra de halan, vio retozar con un loho; casóse Perico, el hoho, fOn su tia DoiíaClara: los siete Infantes de Lara, fueron á tetuan por monas: • á dos viejas remolonas, tas sacan á desposar: cenando está Baltasar, un plato de alijtoronia: jue famosa algarahia trae la defens.a,dtl Luxoi á escritores de tapujo el menosprecio es aprecio: •fi yo no fuera tan necio, f-nventára cosas mil: ^u* gran potta *t Ooa Gil: íendigate San Antoni tiene Vm. mucha razón en todo lo que ha escrihido: mas no me doy por vencido, ni cavgo en la tentación. Yo me persuado ( y creo que no miento ) que la sana intención de Vm. (Y sanísima sin disputa) no es la de herirnos ( j c ó m o es posible 5) ni mordernos. (¿ quién lo ha de pensar de su' buena crianza í ) Aciso su voluntad estriva e" lucirse mas que en deslucirnos, y p"'" eso ha escrito lo que ha escrito contra nuestro escrito. Con efecto: di en e* hito: Toca hato su tamhor, á la otra parte del cerro, no porque retumbe el parche^ sino porque aturda el eco. Etele pintiparado como canelón en el tcxado. Dice Vm. (empecemos su mamotreto ) que no sabe por qué se le ha exaltado tanto la bilis al señor Cacea contra '^ Luxo, (entre paréntesis, bilis se escribe con B y no con V , sea yerro de imprenta o pluma mas ó menos ) ni sabe tampoco por qué Don Lucas Alemán (servidor de Vm. ) con un prólogo de refranes ( m u y queridos míos ) en su postillón del Correo ( á cinco quartos en la librería de Arribas) le atormenta los oidos con S'* vaiiido-po/is ( e s ciudad de mucho ruid o ) sin distinguir ni probar cosa algí^' na de lo que dice. Aunque pudiera evi' denciarle lo contrario como yo solo di*" tiugo lo que pringo, tampoco pruebo ' " que no bebo. 5 Posible es señor Don í*'" cetcra, Don Liquido, Don Lidoro , D " " Lesmes ó como se llame , que con cataratas en los ojos quiera ver mas q"^ los que sin ellas ven y han visto i"^ postillón referido ? 5 Posible es que Vm» se juzgue mas casqui-agudo que las ca' bczas sensatas y doctas que me le haí* alambicado í {Posible es que una alegO' ria que describe al Luxo como vid^ "** la vuelva patas abaxo, me la bautice como contradictoria á la suntuosidad f^"' forcionada, (con quien no me meto) í me U revuelva con U magni/ctneía. « '1 sartén de sü casco, á manera de pis- i *o con pimientos y tomatesí ; Posible es que ya que con tanto ^fluxo le aprieta el ?«/o de defender al Ltixo nos dexe en *ipujo esta cosicosa 5 ¡ Pero cómo no es posible , si en mi sentir entiende Vm. ^anto de Luxo , como yo de hacer buñuelos I A la verdad que el tal duende se parece á el acertijo: ; ' JVrtce hemhra y miiefe macho, ni es muchacha ni muchMlto,' JE/ que gasta su dinero ( c o m o Vm. alce ) en levantar un magnijíco palacio para su recreo, nada hace contra el estado ni contra la moral:::::: distingo, (si es de tingo respingo: y si es de tango fandango ) si gasta el dinero que es suyo, y á nadie debe un quarto, concedo; pero si empeña su casa y excede en lo que no puede , niego y reniego abieitamente. Por tanto : Luxo será vestir el plebeyo como un Duque; usar bordados el que no puede costearlos; tener visitas, bayles y saraos el que gana apenas para la bucólica quotidiana ; la mugcr que gasta bata y no tiene para basquina; la que usa zapatos solfeados , quando su marido casi no gana para lisos; la que apenas la rnoda nace, sacrifica su casa , hijos y familia por lucirse en ella ; ( un g«rrotc en este caso no será luxo) y en íin la que hace gala del exceso á que sus rentas no llegan. Este sí que llamarp yo Laxo con tanta cola: asi como es Xuxo en Vm. pcrsuaviirse á que sabe mas que yo.en la materia , y Luxo es en mi gastar el tiempo en responderle. Paso por alto lo de llamarme su merced incógnita el Domine Lu^:as. Este si que es Luxo de lengua; pero poco me importa , pues el que á otro hiere, de lo mesmo muere , y como dixo el otro al denlas allá, que estaba con el otro: si me riñen mis vecinas, allá se lo verán con sus gallinas : texado hay en su casa ', y piedras en mi corral , veremos quien es Pasqual. Que sea obra de misericordia enseñar al que no sabe, ya me lo enseñaron en la escuela: lo que quiero s a b e r e s , si tnurmurar y morder al que no ¿abe ^ es 1129 r misericordia nueva; pues estoy poco du-^" cho en la materia. Sírvase Vm. instruir-: me en ella, y de paso hágame la cari-, dad de regalarme por un efecto de sus generosos rasgos, toda la biblioteca que me cita, porque amigo mió ( e n con-, fianza) espero el carbón brevemente, y no estoy para luxos literarios en el di*.. Si tal hiciere,, yo le agradeceré caridad tanta , y mas que me llame el Domine Lanas, ó Domine Leznas. ( bien entendido que los mozos no son de mi cuent a , porque entonces le vuelvo su regalo.) Que el Luxo que aniquila las familiasl sea un tosiga tan maligno , como Vm. nos le pinta no cabe en dlsputa.r Que de él no se haya hablado en el Correo, es engaño calificado. Monte Vm. las gafas y busquelo con una hacha de viento , que parece ve muy poco.r Que el señor Cacea y yo tomemos el rábano por las oías ( c o mo dice ) no es gran maravilla: nadie , le toma por el rabo para comerle , á no ser que Vm. por gusto ( o por naturaleza) hinque el diente antes en las ojas.- ( q u e somos muchos apasionados á lo verde por simpatía) que el señor Cacea y el caballero Lucas (tengo D o n , y soy de Infantería) vivan persuadidos en ensordecer ai público y es peor que la del Diablo sea sordo. Ellos han hablado claro y alto para ser corregidos.z Que al señor Do» Lucas Alemán y Aguado (también lo b e be puro) se le oculte, la ciencia, política que su merced dice, na es extraño. Aseguróle que conozco, y trato al tal Luauilías mas de treinta años hace, y vale mas lo que e r ignora , que lo que otros saben.r: Que su postillón sea un folleto, es tan falso como el fuelle con que Vm. atiza el gas de el globo de su cabeza , para vola Y sin ser conocido por el nombre.r Que la décima conclusiva del postillón sea disparatada , no lo disputo. A ver : déme Vm. en los hocicos con otra semejante, y si lo que ella explica no es el Luxo, responda cómo se lla^ ma \-Z Que el buen uso de las riquezas sed Luxo : niego.:: Qu« lo sea el mal uso de de ellas: concedo.^ Q'ie tenga su anverso y reverso, segua se cinsidtre : otorgo. ligo •yo también tengo rostro anveno, y cogote reverso y no soy Luxo,- Que el seÜor Cacea y yo ignoremos la economía civilf muy poco importa. Sepamos la domestica y nos basta.- Que yo:::::: pero aguarde Vm. un rato, que viene su fost'data lanza en ristre, y voy á prevenirme , con un polvo. Digers pa»lísper captu, qua concipis au¿e, nam male concipltns, sic mola cuneta paris. j Quién dixera que un monstruo de literatura, como el de su papelote, habla de parir un tan rediculo engendro! j Ni quién pens.íra que para herirme á su «alvo se valiera de los naranjos (a) y á sus sombra me tirara de ocultis las pedradas 1 Dice que rebosan ios desatinos en mi postillón ó folleto: hágame el favor de mostrarlos, y digamc j dónde están los aciertos de su potage literario i reprueba mis versos , y no los enmienda, y en ñn confunde mi pensamiento con su vanidopolitana fantasía. Amigo m i ó , vamos claros: el señor Xuxo será para Vm. un gran caballero, como para mi un pobre trapero : tan dueño es de ensalzarle como yo de abatirle : libertad tiene de llamarle suntuosidad proporcionada, como yo gasto superjluo ó mano de mortero: por eso no incurrimos en heregía mixta. Yo le he dcscripto en mi postillón como vicio pernicioso ; sí Vm. quiere pintarle como virtud de modistas, honor de peluqueros y caridad de mercaderes , buen provecho le haga: por eso no hemos de matarnos: si mi carta no le ha agradado, la suya tampoco á mi me ha satisfecho, con que estamos pata. Si mis versos y concepto no le quadran, paciencia: á otros les ha llenado el gusto: por eso se vende toda la baca , porque unos van á la gorda y otros á la flaca. Mientras un Eminente Iriarte, un erudito Ayala, un sabio Militar Ingenuo, un memorable Salas ú otro docto de los que respeto y amo, no sazone y modifique mis me(«) tros , moriré en mi vanidad con ellos como Vm. con su Luxo cu el estomago. Eli punto al reto, duelo y dcsajíd, ni le admito, ni tengo ganas de transigir las leyes que le impiden. Tengo sabañones, hace calor sobrado, pierdo el t i e m p o , y el doctor me manda que no me sofoque. Quando haga fresco, me veré en ello con cachaza. Si entretanto Vm. gusta que en vez de cuerpo á cuerpo y- lanza á lanza (como dice) sea el litigio, puerco á puerco, panza á panza y sartén al fuego, con botella por barba, desde luego admito y será campo de nuestra masticable pelea la famos* huerta de la Lipa, casa de campo ó donde guste. Sosiegue Vm. la colera por su vida: calme su furor sanguinolenf^o, que al verle venir tan cncrcsp.ido y vomitando escuerzos , no faltará quien diga: Con quarenta mil caballos, sali de la gran Tortosa, llegue á la Corte de Francia^ compré una espada famosa'. iquieren saber para qué i para maldita la cosa. Creo que me he dilatado: Vm. perdone y mande á su atento servidor Q. S. M. B . ' ( á cara descubierta) Don Lucas Alc^ man y A.gundo. P. D. Respecto á la utilidad que pro«^ duce satirizar qualquier obra , estimo á Vm. que lo haya hecho tan bien con mi postillón del Correo , pues la curiosidad llamará mas gente y chorreará U calderilla en mas abundancia. Suplicóle continué su crítica sobre lo que vayx dando al público, quando se me anta* je , y por fin de fiesta vayan los siguientes versos: Quod tnihi misisti, nikit tst; nihiff ego remito: te tnihi donasti; t* tihi reído ,VttU, Lo mismo que si dixeran: Nada me diste; nada te he tornadoi hazte cuenta que en nada hemos qu-^' dado, Julio a8 de 1788. De Vm. otra ve* el Domine Lucas. Cerno num. 184. fol. 10^7. Fero dtcir ditparaw'» eomoquatfuier naranjor»!»-