QUE ES LA ECONOMÍA Autor: CARLOS FERNÁNDEZ-ESPADA RUIZ Cuando se pide una definición de Economía, los profanos que se acercan por primera vez a la materia suelen dar conceptos relacionados con el dinero, con el valor de las cosas o con la riqueza de las personas o los países. Si preguntamos a una persona en la calle su opinión sobre los problemas económicos, su respuesta aludirá seguramente al paro, la subida de los precios o la situación de la Bolsa. Efectivamente, el campo de estudio convencional de la Economía abarca todos los problemas relacionados con la determinación del precio de las cosas, con el análisis de actividades que implican costes y que producen beneficios medibles en dinero, en suma, con la producción y distribución de bienes y servicios para la satisfacción de necesidades humanas. Pero el dinero no lo es todo. De hecho es posible resolver gran cantidad de problemas económicos sin utilizar dinero. Hubo un tiempo en que los seres humanos vivían sin dinero. Más recientemente, en 1976, el gobierno camboyano de los Khmer Rojos abolió toda forma de dinero y mantuvo en el país una economía desmonetizada durante más de tres años. Los resultados fueron muy negativos con una gran caída de la producción y se calcula que en los campos de trabajo forzado murieron tres millones de personas, pero en cualquier caso quedó demostrado que era posible hacerlo. Por otra parte, el precio de muchas cosas no está expresado en unidades monetarias; el delincuente que es apresado, por ejemplo, paga su deuda a la sociedad en tiempo de cárcel. El mismo método por el que se calcula el efecto sobre el consumo de aceite de oliva de una subida en su precio, es utilizado también por algunos teóricos de la Economía del Derecho para estimar el efecto que tendrá una subida de las penas sobre la actividad delictiva. Con una frase muy corta, el profesor Lionnel Robbins convirtió en gigantesco el campo de estudio de la Economía; su conocida definición dice que la economía es una ciencia que estudia las relaciones entre los fines y los medios escasos susceptibles de usos alternativos. Los fines de los seres humanos son numerosos y en continua expansión: van desde la satisfacción de las más elementales necesidades biológicas al disfrute de los más elevados goces culturales o espirituales. Como las ansias de satisfacer esas necesidades son insaciables, los medios para obtenerlos -el tiempo dedicado al trabajo, las fábricas, las minas o los pozos de petróleo, por ejemplo- son y serán siempre insuficientes. Estos medios pueden ser dedicados a producir diferentes cosas y sus productos pueden ser destinados a diferentes personas. El ser humano tiene que elegir entre esos usos alternativos, las diversas aplicaciones de esos medios. Está continuamente tomando decisiones de ese tipo. Los criterios para esa elección, los métodos para valorar las diferentes alternativas y los efectos de las decisiones adoptadas serán el objeto de nuestro estudio. La definición de Economía de L. Robbins es muy amplia en cuanto al número de temas que abarca, pero también es amplia en lo que se refiere a los sujetos de la decisiones económicas. La escasez de los recursos y la necesidad de elegir entre alternativas de uso es un problema común a todos los seres vivos. De hecho se han realizado estudios del comportamiento de forrajeo en muchas especies de animales y se ha comprobado que sus decisiones siguen los mismos criterios que prevé la teoría económica para los humanos. El esfuerzo destinado a conseguir alimento o las distancias recorridas pueden deducirse mediante unas fórmulas matemáticas, las mismas que describen las pautas de gasto y consumo de los humanos. Los fenómenos de especialización, competencia y equilibrio de nuestro sistema económico son observables también entre los animales. Hay conceptos usados por biólogos y economistas que parecen estar designando al mismo tipo de fenómenos: evolución y progreso, mutación e innovación, reciprocidad e intercambio. Ha sido un biólogo, M.T. Ghiselin, el que ha propuesto llamar Economía Natural al estudio de los efectos de la escasez entre todos los seres vivos, reservando el uso de la expresión Economía Política al estudio de los comportamientos que, por estar sometidos a un ordenamiento jurídico, fuesen exclusivos de los seres humanos. Dos tipos de argumentos pueden oponerse a esa clasificación. Uno, que los animales también están sometidos a un cierto ordenamiento cuasijurídico; otro, que las decisiones económicas de los seres humanos pueden siempre adoptarse eludiendo la Ley. LA ENSEÑANZA DE LA ECONOMÍA Con el comienzo del nuevo curso académico conviene recordar la grave enfermedad que afecta a los centros en donde se enseña economía en casi todo el mundo. Una enfermedad que se suele olvidar o pasar por alto cuando en realidad es la raíz de los muchos y graves problemas que afectan a los ciudadanos. Se trata de la generalización del pensamiento único imperante en las universidades, de un pensamiento económico burdo, irreal y totalitario, sin más fundamento que los viejos prejuicios liberales pero sumamente útil para justificar y abrir el camino a las extraordinarias ganancias que reciben los grupos más ricos y privilegiados. Los estudiantes de economía en cualquiera de sus variantes (economía teórica, aplicada, de la empresa...) se encuentran año tras año frente a un mismo, lamentable y desolador espectáculo: profesores empeñados en traducir una realidad que para nada les importa en unas docenas de ecuaciones, dedicados a subrayar problemas formales mientras dejan de lado las cuestiones que verdaderamente afectan al bienestar humano, que dan por hecho que nuestra naturaleza es egoísta y competitiva y que combaten cualquier atisbo de crítica o disensión en las aulas. Profesores que hacen suyas las patrañas del liberalismo más reaccionario sin discusión ni debate alguno, que son incapaces de enfrentarse a las verdades que solo lo son por el poder inmenso de quienes las imponen; literalmente vendidos, dispuestos a escribir cualquier cosa por la que reciban premios, dinero, reconocimiento, seguridad... y a veces ni siquiera eso. Profesores expertos en el arte de equivocarse día tras día en sus predicciones sin que ello les lleve a cambiar sus postulados. O simplemente papagayos que repiten lo que otros escriben sin reflexionar con qué fundamento lo dicen: que hay que bajar impuestos, que conviene reducir el gasto, que los salarios son demasiado altos y los trabajadores unos gandules, que los bancos centrales han de ser independientes, que solo el librecambio permitiré el desarrollo económico, que el aumento del PIB es la solución de todos los problemas y, por supuesto, que hay que dejar que el mercado lo decida todo. Las universidades están llenas de auténticos papanatas, de profesores simples y crédulos, demasiado cándidos y que han resultado definitivamente muy fáciles de engañar. Aunque también otros con la mano permanentemente abierta para cobrar migajas por el favor que le hacen a los poderosos. A pesar de que las experiencias neoliberales en el mundo han fracasado estrepitosamente, generando más y más miseria y hundiendo aún más a los desfavorecidos, cientos de profesores prosiguen en su de tarea de divulgar en las aulas las falsedades y prejuicios ideológicos que las justifican como si fueran sacrosantas verdades. Para lo cual necesitan cerrar los espacios a otro tipo de visiones y pensamientos, marginar a los críticos y perseguirlos, sean éstos profesores o simples estudiantes que tratan de despertar a la solidaridad y a la conciencia social. Pero no hay que sentirse derrotado. O al menos definitivamente. También hay miles de profesores, docenas de grandes y mundialmente reconocidos economistas, dispuestos a desvelar los entresijos del poder y a ofrecer una visión alternativa de los problemas sociales y de la realidad tal cual es. Como también hay miles de jóvenes que reclaman la crítica y quieren hacerla suya, que desean pensar con su propia cabeza y no con la de sus profesores, sea cual sea su ideología. Muchos grandes profesores conservadores pero honestos firmaron hace unos años un manifiesto en demanda de un Análisis Económico Pluralista y Riguroso como testimonio de que el fraude intelectual del neoliberalismo que se pregona en las aulas no iba a tener el camino completamente expedito. Y también los estudiantes se han rebelado en muchos lugares frente a lo que consideraban una estafa y un ataque a los principios de la ciencia social. En el año 2000 estudiantes franceses e ingleses comenzaron a divulgar manifiestos reclamando reformas urgentes en los planes de estudio y hoy en día en casi todos los países existen grupos más o menos organizados que suscriben las exigencias de aquellos manifiestos, forman redes y se reúnen con el propósito de formar alternativas. No hay que dejarse vencer en el terreno del pensamiento. Ahora que empezamos de nuevo a trabajar en nuestras aulas reafirmamos nuestro compromiso de fomentar la reflexión y el pensamiento libre, la crítica abierta y el pluralismo. Nos sumamos a todas esas iniciativas y desde aquí hacemos un modesto llamamiento a la rebeldía intelectual a profesores y estudiantes. Es urgente y necesario que se abran nuevos espacios de reflexión en el análisis económico que tengan como propósito principal encontrar alternativas progresistas a un capitalismo cada vez más insatisfactorio, ineficiente, injusto y corrupto. Alternativas capaces de proporcionar desarrollo y felicidad a los seres humanos, medios materiales y valores humanos decentes, es decir, bienestar pero también bienser. No es una tarea fácil pero constituye un reto imprescindible. Para abordarlo se requieren muchas cosas pero, sobre todo, una principal: que los economistas nos empeñemos en ver el mundo a través de la piel de los que nada tienen, de los seres humanos que sufren por la codicia de los demás. MODELOS DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE Simplificando, y siguiendo como hemos dicho a Kaplún, podríamos decir que existen tres modelos de comunicación utilizados en entornos de formación. Cada uno de estos modelos implica una forma determinada de concebir y utilizar el aula virtual y naturalmente condiciona la preparación de los contenidos. Mi intención en las páginas siguientes no es enjuiciar la validez de uno u otro modelo, sino únicamente reflexionar sobre las implicaciones que cada uno de ellos tiene en el uso de el aula virtual. En primer lugar, Kaplún, siguiendo a Diaz Bordanabe, establece una primera clasificación entre los modelos educativos denominados exógenos, que se orientan principalmente a la transmisión de contenidos. Y los endógneos que buscan principalmente actuar sobre el sujeto de la formación o educación. El modelo exógeno podríamos identificarlo como el vigente en la escuela tradicional y esta presente aún en muchas aulas desde la primaria hasta la Universidad. El eje de este modelo es el profesor y texto. En torno a este binomio gira todo el proceso. En este modelo los programas se caracterizan por su amplitud y exhaustividad. Se prima la importancia de los datos frente a los conceptos. Se prima ante todo la transmisión de información. En la evaluación se prima ante todo y casi exclusivamente la retención por parte del alumno de los contenidos transmitidos por el profesor. Esa retención se identifica falsamente con el aprendizaje. En realidad lo que ocurre normalmente es que el alumno memoriza - repite y olvida. Al no haber elaboración propia por parte del alumno este no asimila. Durante el siglo XX el desarrollo económico, la explosión demográfica y otros factores favorecieron la aparición de nuevos sistemas de enseñanza aprendizaje en los que se buscaba ante todo la eficacia en la adquisición de habilidades que capacitaran rápidamente y a bajo costo a los trabajadores para incorporarse a nuevas tareas. El binomio profesor-libro, resultaba caro y lento. Es en este contexto donde surgió un nuevo modelo educativo centrado en los resultados. Cuyo objetivo básico era la rápida capacitación de grandes grupos humanos. Este modelo educativo surgió en los Estados Unidos en pleno siglo XX. El modelo parte de un proceso de planificación, que establece a partir de una serie de necesidades, cuales han de ser los objetivos pedagógicos a alcanzar. A partir de aquí se establece la programación a seguir para lograr tales objetivos. Al servicio de la eficacia se diseñan materiales didácticos, que utilizando los avances de la psicología conductivista, buscan facilitar el aprendizaje introduciendo estímulos sensoriales diversos, mediante imágenes, audiocassetes, vídeos, etc.. En muchos casos el profesor se convertía en un simple supervisor del proceso previsto por los planificadores. Como lo que importa son los resultados, es decir la adquisición de ciertas informaciones y habilidades la evaluación se diseña para verificar esa adquisición. Las denominadas pruebas objetivas (test, etc.) cumplían esa función. Este modelo de enseñanza aprendizaje está presente, principalmente, en la Educación a distancia: "donde el estudiante estudia sólo, pero no investigando ni pensando por su cuenta, sino siguiendo los pasos rígidamente prefijados por el programador del curso y materializados en un conjunto de cassetes, programas de televisión, video-cassetes, cd-rom, etc., donde ya viene todo definido. Esta forma de formación a distancia se ha mostrado como un eficaz medio de dar respuesta al rápido crecimiento de la demanda de formación procedente de diversos sectores sociales, económicos y profesionales. Pocos profesores, pocas instalaciones podían "satisfacer" esa demanda con muy bajos costes para el sistema educativo o para las empresas. La evaluación de los resultados se lleva a cabo mediante test. Este tipo de examen suprime todo interés por lo que constituye el verdadero objeto de la educación: el razonamiento personal por el cual el estudiante llegó a la respuesta (a la que con este procedimiento puede llegar incluso por azar). Quienes hemos aplicado estos sistemas hemos visto la obsesión de los estudiantes por realizar baterias de test para aprender la respuesta correcta. El sistema por supuesto excluye, toda posibilidad de que el educando proponga una respuesta propia, personal, reelaborada por él, que no coincida con ninguna de las opciones formuladas. La eficacia para alcanzar resultados de estos sistemas para transmitir e inculcar ideas y habilidades se ha demostrado en múltiples ocasiones. Por ello, sus técnicas están presentes en sectores como la publicidad o la propaganda política. El último de los modelos que analiza M. Kaplún es aquel que pone el énfasis en el proceso de aprendizaje. En palabras de Kaplún: "Lo que importa aquí, más que enseñar cosas y transmitir contenidos, es que el sujeto aprenda a aprender; que se haga capaz de razonar por si mismo, de superar las constataciones meramente empíricas e inmediatas de los hechos que la rodean (conciencia ingenua) y desarrollar su propia capacidad de deducir, de relacionar, de elaborar síntesis (conciencia crítica). (Kaplún, M. (1998, p.51) En este modelo el papel del profesor es muy diferente, el protagonismo se centra más bien en el sujeto que aprende y naturalmente se establece una comunicación bidireccional de igual a igual. La función del profesor no es ya transmitir conocimientos, diseñar el programa y los objetivos o supervisar que se han adquirido ciertos conocimientos. El profesor ha de centrarse en la búsqueda de medios para estimular en el estudiante el proceso de análisis, la reflexión. El profesor no ha de limitarse a proporcionar materiales didácticos con informaciones, sino fundamentalmente en proveer al alumno de instrumentos para pensar, para interrelacionar informaciones, datos y conocimientos teóricos para que este elabore sus propias conclusiones. Para que el estudiante sea capaz de construir una explicación global. En el siguiente cuadro intentamos resumir las funciones que el profesor, los medios audiovisuales y la información juegan en este modelo educativo. Como puede verse las tareas encomendadas al profesor difieren notablemente de las que hemos visto en los modelos anteriores. La mayor parte de estas tareas se realizan en contacto con el grupo. El aula es habitualmente donde se llevan a cabo estas tareas. También es muy diferente el papel de los medios audiovisuales. Ahora no se trata solo de utilizarlos para facilitar la asimilación de conceptos o contenidos, sino que se ponen al servicio de objetivos que tienen más que ver con el proceso de aprendizaje que con los contenidos. Finalmente, y esto es importante, no se desdeña el papel de la información. Ahora bien, la transmisión de la misma no es ya el objetivo básico. La información forma parte del proceso de aprendizaje, pero ha de ser suministrada en función de ese proceso. El estudiante ha de acceder a la información cuando este la necesite para dar respuesta a sus preguntas. Para permitirle continuar su proceso de construcción personal del conocimiento. El profesor ha de seguir de cerca ese proceso para determinar en que momento ha de facilitar o información o conocimientos para acceder a la misma.